-¿Adónde? -preguntó Efraín. -¿Adonde sea, al muladar, donde podamos comer algo, donde los gallinazos! -¡No me puedo parar! Enrique cogió a su hermano con ambas manos y lo estrechó contra su pecho.
Los obligaba a levantarse más temprano, a invadir los terrenos ajenos en busca de más desperdicios. Por último los forzó a que se dirigieran hasta el muladar que estaba al borde del mar.
Llenamos los vasos; añado al de mi pastor unas gotas de láudano; quédase dormido; cargáis con él en mi coche y lo conducís al más lejano muladar; lo acostáis sobre algún montón de ceniza; estampáis en su frente con brea y carbón algún garabato que pueda tomarse por la garra del diablo, y lo dejáis dormir tranquilamente su narcótico.
Cada carnero por un pie se cuelga. Todos los días olla amarga el caldo. Cada gallo canta en su muladar. Eso es cantar mal y por fino.
-¡A Efraín no! ¡Él no tiene la culpa! ¡Déjame a mí solo, yo saldré, yo iré al muladar! El abuelo se contuvo jadeante. Tardó mucho en recuperar el aliento.
(Selah.) 9 Hazles como á Madián; Como á Sísara, como á Jabín en el arroyo de Cisón; 10 Que perecieron en Endor, Fueron hechos muladar de la tierra.
Y una pescadora de bagres y camarones, que en el extremo del anzuelo mostraba a un currutaco de la época. Por aquella prójima decía la Candela del
muladar: «Para pescar a un hombre se necesita una caña bien larga con mucha pita.
Ricardo Palma
Cuando volvió en sí se encontró en su casa de nuevo, pero se llenó de horror y tuvo ganas de huir de su casa. Mucha parte del
muladar en que había visto a su hijo se había trasladado a su casa como por encanto.
Juan Valera
11 También es dado por mí mandamiento, que cualquiera que mudare este decreto, sea derribado un madero de su casa, y enhiesto, sea colgado en él: y su casa sea hecha muladar por esto.
-Ahora mismo... al muladar... lleva los dos cubos, cuatro cubos... Enrique se apartó, cogió los cubos y se alejó a la carrera. La fatiga del hambre y de la convalecencia lo hacían trastabillar.
13 Y salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y á la puerta del Muladar; y consideré los muros de Jerusalem que estaban derribados, y sus que puertas estaban consumidas del fuego.
13 La puerta del Valle la restauró Hanún con los moradores de Zanoa: ellos la reedificaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y sus cerrojos, y mil codos en el muro hasta la puerta del Muladar.