El conde de Nieva no dejó continuar su arenga al emisario; pues, montando en ira, le interrumpió: -Entienda, señor capitán, que aquí no hay más excelencia que yo, y que el
sandio del marqués tiene que adueñarse desde hoy, si le place, del tratamiento de señoría.
Ricardo Palma
No pienses, caro amigo, que me quejo del importuno enjambre pretendiente que en pos me sigue, impávido cortejo: no me quejo de ver que se presente uno a quien nunca vi, ni me hace falta, y me diga: «¡Aquí estoy!... Soy tu pariente.» No me quejo del sandio que me asalta porque le gusta la casaca roja y quiere que le dé la Cruz de Malta.
Mis amigachos me crucificaron a bromas. Yo era un
sandio si no escribía una carta incendiaria o si una noche de luna no saltaba las tapias del huerto.
Emilia Pardo Bazán
Este balconcillo es hoy mismo en Huánuco un monumento histórico, como en París la famosa ventana a la que se asomara el
sandio predecesor de Enrique IV para hacer la señal de dar principio a la matanza de hugonotes en la tremenda noche de la Saint-Barthelemy.
Ricardo Palma
Está visto que este muchacho no sirve para consejero, es un
sandio.» Vuélveste a tu taller y escarmentado de las pasadas experiencias hácesle una bonita envoltura, y vuelves con tu lío debajo del brazo a los diez años, y entonces el muchacho tiene ya veinticinco.
Mariano José de Larra
Ora, pues, si a risa provoca la idea que tuvo aquel sandio moderno pintor, ¿no hemos de reírnos siempre que chochea con ancianas frases un novel autor?
Dame del atrevido; dame, lector, del sandio; del mal intencionado no, porque ni lo he menester, ni lo merezco. Dame también del loco, y cuando me hayas puesto como nuevo, recíbeme a perdón y escucha.