No era el de todas las noches; también él olía a chufas, y varias veces sus ojos, apartándose de la masa, se encontraron con la mirada bizca y
socarrona del tirano.
Vicente Blasco Ibáñez
Empezó por mirar a su alrededor, luego se asomó por encima del pretil como para ver si había muchos peces debajo del puente y arrojó disimuladamente el trapo con la nariz. Notó como si le hubieran quitado de golpe diez puds de encima: incluso esbozó una sonrisita socarrona.
Tarántula se queda en las mazmorras, se entretiene describiendo con terrorífica indiferencia, incluso con un narrador en segunda persona, voz socarrona del propio novelista dirigiéndose a sus títeres; La piel que habito va más allá, consigue que la novela sea un mero esquema de una historia más compleja.
Es un baile muy brioso y alegre que se baila con mucho movimiento y grandes saltos. El cante suele ser de ritmo melancólico con una nota frecuentemente socarrona.
Fundó la revista Die Fieberkurve («La curva de la fiebre»), para prisioneros de guerra enfermos, y actuó ante prisioneros en el campo de Aibling, en Baviera. En 1946 actuó en el Schmunzelkolleg (Múnich) y fundó el «Die Schmunzelpartei» («El partido de la sonrisa socarrona»).
La versión de Nichols es que la ley de Murphy salió en una conversación entre otros miembros del equipo; fue luego condensada a «Si puede ocurrir, ocurrirá» y llamada la ley de Murphy de forma socarrona por lo que Nichols percibía como arrogancia por parte de Murphy.
Ella, Ana, con Toti, un chaval al que casi le dobla la edad. Las vidas de todos siguen cruzándose ante la mirada socarrona de la asistenta, Amelia.
Mientras que mirando a la tela de araña, una débil y aguda voz puede escucharse "¡Ayúdame, ayúdame!", Una referencia socarrona a la versión 1958 de La Mosca.
José Castellano Santana (Las Palmas de Gran Canaria, 1904-1967) conocido como Pepe Castellano, de voz socarrona y cadenciosa como corresponde al grancanario que era, dio su voz y su talento para representar los “Cuentos” por pueblos y ciudades de las islas, y dejó grabado en casetes y CD sus inigualables lecturas, hasta el punto de terminar confundiéndose personaje con actor.
Entre las tradiciones de este joven núcleo de población estaba el de los mochileros, mozos de cortijos que cantan para pedir el aguinaldo "verdades como puños", aunque disfrazadas de socarrona mordacidad.
Orgullosa, independiente, fuerte, enfadosa, idealista, sarcástica, socarrona y malhumorada, Rika es totalmente distinta al elenco femenino que hasta ahora había creado la serie de Digimon.
Al fondo de la escena, mediante largas y desordenadas pinceladas negras y gruesas manchas cargadas de pasta, sugiere Velázquez un combate naval rememorando la batalla de Lepanto, la más célebre victoria del joven don Juan de Austria, del que este viejo soldado de mirada socarrona parece la contrafigura, de vuelta ya de pasadas grandezas, símbolo, según José Camón Aznar, de la decadencia y «el retrato más trágico de toda la pintura de Velázquez».