Dentro de Parque Chas dejamos estacionados esa noche los dos autos operativos: la pick-up Chevrolet y un Peugeot 404 blanco; y tres coches más que se iban a necesitar: una Renoleta 4L blanca mía, un taxi Ford Falcon que estaba a nombre de Firmenich, y una pick-up Gladiator 380, a nombre de la madre de Ramus.
El mozo nos trajo los abrigos. Cuando el
taxi arrancó, yo le dije a Molly como broma: —¿Y si ahora lloviera? Molly se quedó mirándome, mirándome.
Alfredo Mario Ferreiro
Sé de lo que significa vivir y realizar la labor cotidiana de todos ustedes en la fábrica, en la construcción, en el taxi, en el empleo que todos y cada uno de ustedes tienen.
Tiempo después llegó a su casa anunciando que ya la había vendido, su hija le reclamó; su hijo le reprendió groseramente. Había llevado su coche al taller, tomó un taxi para recogerlo.
La Renoleta quedó en Pampa y Figueroa Alcorta, con un compañero adentro. El taxi y la Gladiator cerca de Aeroparque, en una cortada, el taxi cerrado con llave y un compañero dentro de la Gladiator.
Ese parecía un oficio adecuado para él, atender un mostrador y hacia el lugar indicado por el anuncio se dirigió toman-do un
taxi.
Antonio Domínguez Hidalgo
Líneas generales de negociación con las fuerzas represivas, incluso cuando nosotros nos vamos en taxi, queda un grupo de compañeros a cargo del penal, que seguía tomado, por supuesto, yesos compañeros son los encargados de llevarlo adelante todo.
Desde la puerta de mi casa lo vi perderse con rapidez en la lejanía y más tarde lo vi pasar en el
taxi donde iba con toda su familia: su padre, su madre, su hermano mayor y su hermanita, la pequeña.
Antonio Domínguez Hidalgo
Quedaron Ramus y Capuano adelante, Aramburu, Fernando y yo atrás, Seguimos hasta el punto donde estaban los otros dos coches. Bajamos, Capuano subió al taxi, y nosotros nos dirigimos a la otra pick-up, la Gladiator, donde había un compañero.
?¿Qué pasó jefe, ya ocupa su coche?, no crea que no le hemos dado, lo que pasa es que trai sus detallitos y no ha quedado como me gusta dejarlos, al mero tiro?, ?Maestro, me dijo que ya me arrancara por él, que con toda seguridad estaba a las doce del día, son las cinco de la tarde?, ?usted ve patroncito que no le hemos dejado de dar, no queda por uno?, ?maestro, me vine en taxi, ¿ahora que voy a hacer??, ?¿para que se preocupa?, ya sabe que aquí tiene a su maestro que no lo deja morir solo, mire, llévese mi coche, ocúpelo el tiempo que quiera, anda de taxi, nada más que no le he renovado el permiso, pero está buenísimo?, ?no maestro, no la amuele?, ?lléveselo patroncito, me lo devuelve mañana, ¿o qué, le da pena?
Durante más de un mes habíamos estudiado la ruta directa a Timote, sin pasar por ningún puesto policial y por ninguna ciudad importante. Delante iba el taxi conducido por Capuano, abriendo punta.
Tardamos ocho horas en hacer un camino que puede hacerse en cuatro, pero no entramos en ningún poblado ni nos detuvimos a comer o cargar nafta. Para eso estaba el taxi, legal, que traía las provisiones.