-¡No se lo diré! -respondió la liga. -¿Dónde
vive, pues? -insistió el cuello. Pero la liga era muy tímida, y pensó que la pregunta era algo extraña y que no debía contestarla.
Hans Christian Andersen
Algunos me llaman hada, otros Dríada, pero en realidad mi nombre es Recuerdo. Yo soy la que
vive en el árbol, que crece y crece continuamente.
Hans Christian Andersen
Dios te ha dotado de aptitudes excepcionales, y ha querido al mismo tiempo que no te faltase la ayuda de personas virtuosas. El anciano conde que
vive en esta calle ha hablado conmigo.
Hans Christian Andersen
Como que mi Pepa se troncha, pero que se troncha oyéndolo, y con razón, porque es que yo no me he trompezao nunca con otro como él pa eso de contar chascarrillos, y si no fuera el hombre tan apegao a la mugre y no tuviera, como tiée, una nariz que es una trompeta, porque es que Dios tó lo que le ha dao de salero, se lo ha dao de mala presentación, y aluego que el probe, por dos pesetas, es capaz de tomar una trinchera; el probe vive en la casa de al lao...
Es otro el mundo que desean el Presidente Truman y los también Presidentes Trujillo, Moriñigo, González Videla. En Chile no hay libertad de palabra, no se vive libre de temor.
Además, es de una esencia sutil, porque si no no podría extenderse en todos sentidos ni penetrar inadvertido en todas las almas ni salir de ellas si fuera de una sustancia sólida, y lo que sobre todo hace reconocer en él una esencia sutil y moderada es la gracia que, según voz general, le distingue eminentemente, porque el amor y la fealdad están en continua pugna. Como vive entre las flores, no se puede dudar de la frescura de su tez.
Y añadirá que cada alma usa varios cuerpos, sobre todo si vive un gran número de años; porque si el cuerpo se deshace y se disuelve mientras el hombre vive todavía y el alma renueva incesantemente su perecedera envolvente, es necesario que cuando muera lleve su última envolvente y que ésta sea la única antes de la cual ella muera; y una vez muerta el alma, manifiesta muy pronto el cuerpo la debilidad de su naturaleza, porque se corrompe y perece rápidamente.
Efectivamente, por más que se diga de un individuo, desde que nace hasta que muere, que vive y que es siempre el mismo, en realidad no se encuentra nunca en el mismo estado ni en la misma envolvente, sino muere y renace sin cesar en sus cabellos, en su carne, en sus huesos, en su sangre, en una palabra, en todo su cuerpo, y no solamente en su cuerpo, sino también en su alma; sus hábitos, costumbres, opiniones, deseos, placeres, penas, temores y todas sus afecciones no permanecen nunca los mismos; nacen y mueren continuamente.
¿Crees efectivamente que Alceste hubiera sufrido la muerte en lugar de Admetos, que Aquiles la habría buscado para vengar a Patroclo y que vuestro Codrus se habría sacrificado para asegurar la realeza a sus hijos, si no hubiesen esperado dejar este imperecedero recuerdo de su virtud que aún vive entre nosotros?
Si vive, es por ignorado; si muere, es por impedido; pues si no huye, es de embarazo y no de cobarde; y destos mueren más con sus armas que con las de los enemigos.
¡Dichoso él, que, después de realizar una gran hazaña, entre los Inmortales vive sin dolor y exento de vejez por todos los siglos!
- ¡A lo mejor caigo a través de toda la tierra! ¡Qué divertido sería salir donde vive esta gente que anda cabeza abajo! Los antipáticos, creo...