cuesta desprenderse del tierno dígito nº 1 de la edad; te acompaña durante los años más deformes de tu vida, pero, aún así, resulta imprescindible para darse cuenta que todavía se puede:
- ir a ver películas de pixar/dreamworks/disney sin sentir vergüenza del qué dirán
- quejarse, echarle la culpa a otros y no hacer nada para mejorar las cosas
- hacerse el idiota y no colaborar con las tareas del hogar
- jugar a boludeses en internet (véase: álbum digital de fifa, poupée, tests de facebook, y demás aplicaciones creadas para niños)
- ver dibujitos, sobretodo en compañía de mentes maestras de 5 años de edad con las que me siento directamente identificada
- recordar los 90s como algo cercano (!)
- pertenecer a una tribu urbana (?)
- quejarse de que algunas comidas son igual de feas que a los 10 años, aunque jamás las hayamos probado
- tomar leche chocolatada
- ser un irresponsable
por suerte los veinte años traen aparejados la toma de importantes decisiones que colaboran a realizarnos como personas en el mundo. mi primer acción será responsabilizarme de ser una niña inconsciente.
feliz cumpleaños a mi!