enemistad


También se encuentra en: Sinónimos.

enemistad

(Del lat. vulgar inimicitas.)
s. f. Sentimiento de odio o rechazo mutuo entre dos o más personas la traición fue la causa de su enemistad. aversión amistad
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

enemistad

 
f. Aversión u odio entre dos o más personas.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

enemistad

(enemis'tað)
sustantivo femenino
relación de aversión u oposición entre personas Hay mucha enemistad en la oficina.
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Sinónimos

enemistad

nombre femenino
rencor hostilidad oposición enemiga mala voluntad rivalidad desamor aborrecimiento pugna aversión malquerencia odio
«La enemistad se funda en el odio; el rencor es el deseo de venganza. La enemistad es más franca y más abierta que el rencor; en éste entra la idea de la concentración y del disimulo. La enemistad puede ser un estado pasivo; el rencor obra cuando halla ocasión favorable.»
José Joaquín de Mora
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

enemistad

Feindschaft

enemistad

faida, inimicizia

enemistad

inimitié

enemistad

vijandschap

enemistad

敌意

enemistad

敵意

enemistad

fjendskab

enemistad

fiendskap

enemistad

SFenmity
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
Cristina, en público, conociendo cuanto de ella se pensaba y se decía, presentábase como los reyes, que atraviesan una multitud en que hay amigos y enemigos, odio y admiración; o como los grandes artistas del teatro, que saludan a un público que aplaude y silba; estos personajes aprenden un movimiento singular de los ojos; sus miradas son de una discreción que sólo se adquiere con la experiencia de estas batallas del favor y de la enemistad de la muchedumbre.
Por último, hacemos un llamamiento a todos los hombres y a todas las naciones para que de alma y corazón se unan a la Iglesia católica, y por medio de ésta a Cristo, Redentor del género humano; de esta manera, con toda verdad podremos dirigirles las palabras de San Pablo a los Efesios: "Ahora, por Cristo Jesús, los que en un tiempo estabais lejos, habéis sido acercados por la sangre de Cristo; pues El es nuestra paz, que hizo de los dos pueblos uno, derribando el muro de la separación... dando muerte en sí mismo a la enemistad.
Apenas obtuvo licencia del gobernador Gutiérrez de la Peña para poblar en el valle de Maya, empezó a tratar de esto con los indios y a hacerse sospechoso para ellos; a la sospecha se siguió la enemistad y a la enemistad la resistencia.
Los resultados de dicha política son conocidos como: el crecimiento de la enemistad nacional, el deterioro de la confianza mutua.
Había entre Montalbán y entre Maguncia odio y de antiguo enemistad intensa, y más de una vez de ello hubo pronuncia y vertieron de sangre copia inmensa.
La política es el arte de combinar, para el bienestar creciente interior, los factores diversos u opuestos de un país, y de salvar al país de la enemistad abierta o la amistad codiciosa de los demás pueblos.
Son impedimentos para conocer de los asuntos, independientemente de los contenidos en las leyes locales, alguna de las causas siguientes: a) Tener parentesco en línea recta sin limitación de grado, en la colateral por consanguinidad hasta el cuarto grado y en la colateral por afinidad hasta el segundo, con alguno de los interesados, sus representantes, patronos o defensores; b) Tener amistad íntima o enemistad manifiesta con alguna de las personas a que se refiere el inciso anterior...
Ese martirio es una de tantas enfermedades que afligen a la humanidad, casualmente contemporánea de alguna enemistad, de algún odio; y he ahí que la superstición la achaca a su siniestra influencia.
Semejante enemistad, por lo absurda y por lo inconveniente, salta a la vista; se necesita ser burgués incurable o loco de atar para sostenerla y fomentarla, y es dudoso que haya ni en Cataluña ni en las Provincias Vascas un trabajador con dos dedos de frente que la patrocine.
Y, como sabéis muy bien, venerables hermanos, no hay paz estable, no hay tratados firmes, por muy laboriosas y prolongadas que hayan sido las negociaciones y por muy solemne que haya sido la promulgación de esa paz y de esos tratados, si al mismo tiempo no cesan el odio y la enemistad mediante una reconciliación basada en la mutua caridad.
No hacen falta muchos argumentos para demostrar los gravísimos daños que sobrevendrían a la humanidad si, firmada la paz, persistiesen latentes el odio y la enemistad en las relaciones internacionales.
Es deseo nuestro muy principal que exhortéis a vuestros sacerdotes, como ministros que son de la paz cristiana, para que prediquen con insistencia el precepto que contiene la esencia de la vida cristiana, es decir, la predicación del amor al prójimo y a los mismos enemigos, y para que, "haciéndose todo a todos"(15), precedan a los demás con su ejemplo y declaren por todas partes una guerra implacable a la enemistad y al odio.