Sobre la cama tendida como un Cristo, sin cruz y
sin espinas,… bueno sin cruz no, todos llevamos una cruz a cuestas, pero me
refiero al madero en sí: sin el madero. Y sin los clavos en los pies ni en las
manos. Bueno en realidad de Cristo solo tengo la postura… Desnuda, -pero envolviendo el
cuello un pañuelo largo a rayitas de colores perfiladas en doradito que me
compré en los hippies del Parterre hace 31 años- cuento estrellas polares.
Por mucho calor que haga, si duermo desnuda tengo
que ponerme algo al cuello porque si no, me quedo sin voz; esto le pasa a muchas personas, y sé de algunas que optaron finalmente por ponerse una soga; yo
no lo descarto, pero de momento elijo el pañuelito. La verdad es que así vista
tengo mi punto, lo que pasa es que no me veo, porque no me miro, porque cualquier
movimiento me provoca sudor.
Imagino que soy una tortuga panza arriba, o mejor
un pingüino. Sí, mejor transfigurarme en pingüino que están más fresquitos y si
me concentro, lo mismo la performance me sale tan bien que me llega la
sensación de la nieve en la espalda y todo. Afortunadamente, por la noche sopla
el viento de levante que refresca, y con la ventana abierta se puede dormir,
pero sin moverse mucho, por eso tú tienes que concentrarte en que eres un
pingüino caído panza arriba, que está muy cansadito y contando estrellas quiere
dormirse.
Esta escena llevo repitiéndola unas tres semanas, en
plan día de la marmota casero. He escuchado y leído múltiples consejos para
combatir el calor sobre todo para quienes no tenemos aire acondicionado en casa. No
lo tengo porque no lo quise, que todo hay que explicarlo. Estoy convencida de
que los aires acondicionados han sido y son uno de los factores más
determinantes del calentamiento global del planeta. Son horrorosos. Vas caminando,
o más bien arrastrándote por la calle, y en eso pasas por delante de un aparato
de aire acondicionado de un local que te echa un chorro de vapor de volcán y te
piensas que es un respiradero del mismo infierno que llega a la superficie. ¿Pero tú que has hecho para merecer
eso? Pues nada, andar por la calle, ¿Quién te manda salir con el calor que
hace? Ah, Que tienes que comprar, trabajar, has quedado a tomar algo, vas a ver
a tus padres, ¡pero si ahora todo se hace por internet, por Dios! Diles a tus
padres que se pongan el skype ése. ¿Qué no tienen ni ordenador, que son de otra
época?, pues ya los verás en otoño. Sí, trabajar tambien, trabajar también.
Ahora todo son videoconferencias, páginas web de todas las empresas que vendan
algo, recruitment (qué gilipollas son los recruitadores, de verdad, no los soporto), y
aunque se termine saliendo a la calle para ir a trabajar, luego la gente se
pasa el tiempo en internet que eso lo sé yo de muy buena tinta. Así es que lo
que hay que hacer es prohibir quejarse del ataque de los bufidos avernales de los aires acondicionados a la gente que salga a la calle en olas de calor ; si sales, te jodes, y si
no, multa.
Por eso detesto tanto los aires acondicionados,
además es que la peña es la leche; está en pleno julio y se pone el aire en casa a 18ºC, ahí, que
les toca echarse por encima una rebequita y todo. Y estamos en lo de siempre,
¿cómo surgió el primer aire acondicionado de uso doméstico? Pues algún sibarita
que se instalaría el primero, porque no le dio la gana de tener que ponerse manga corta en verano que no le pegaba el estilismo, le dieron permiso (o lo compró, porque esto de
los permisos va como va) sin evaluar si esa instalación tenía algún tipo de
repercusión en el entorno (o sí lo evaluaron y vieron que sí, pero entonces lo
único que pasó es que le pidieron más pasta al sibarita), y ancha es Castilla. ¿Y
qué pasó después? Pues que todo quisqui quiso instalarse uno, porque tampoco le venía bien el estilismo de la camiseta de tirantes, porque hay que ver, Paco, que poquito glamour que me tienes ahí en el sofá cara el ventilador con todos los pelos del sobaco a la vista y chorreándote el aceite del bocadillo de atún, que no me pones nada mas que de los nervios, y en eso estamos.
Ola de calor, ola de calor, sí, vale, ola de calor, pero si se apagasen de
golpe todos los aires acondicionados del planeta (no me refiero a neveras, ni
cámaras de conservación, ni habitaciones con equipos tecnológicos que requieran de cierta refrigeración), la Tª del planeta descendería varios grados ¿Qué no?:
probadlo.
Eso por no hablar de lo malisísimo que es el aire acondicinado para las cuerdas vocales. Las vuelve consonantes, no te digo más. De repente ya todo son eses, emes, y eles que pareces Gulliver en el país de los M&M S.L.
Pues el caso es que he tomado nota de varios
truquis. El de mantener la casa cerrada con las persianas echadas ya lo sabía
desde pequeña. En mi casa, como una de las paredes que dan al este es de
cristal sin toldos ni nada, y dada mi sequía económica no le puedo poner
remedio digno, se me ocurrió agenciarme el otro día unos rollos de papel de
regalo que venden en el Mercadona, que por una parte son blancos, y por la otra
son prácticamente negros. 0,60€ cuesta cada rollo. Entonces, me encaramé a una
escalera plegable de aluminio, con los rollos de papel por un lado y otros de
esparadrapo por otro, a lo Mario Bros al principio y a lo Pepe Viyuela al
final, y he forrado todo el cristal, poniendo la parte blanca hacia el sol para
que lo refleje algo -que una tiene estudios-, y la oscura hacia dentro de la casa,
y oye, me funciona, por lo menos el resol no pega a la casa y moviéndose la
gente a cámara lenta o como mucho a 33 revoluciones, en mi casa sin aire
acondicionado el calor se aguanta. Este va a ser mi estilismo estival 2015. No
sé si vendérselo a Zara Home para que lo promocione en su sección de gente sin
recursos. Ah, pero no, que a la gente sin recursos ahora nos pita el detector cuando entramos
en las tiendas. Pues entonces nada.
Los otros trucos de los que sí he tomado nota han
sido: meter en la nevera la crema
corporal y la colonia para que cuando te la pongas, al estar fría, te refresque.
Yo la colonia he puesto solo la barata, que el perfume caro lo mismo se
desvirtúa y además ahora ya solo lo reservo para las entrevistas de trabajo y
las citas románticas, total, que no lo uso nunca. Pero lo de la crema funciona.
Yo de paso he metido el gel limpiador facial, la caja de kleenex, y el e-book.
Total, tengo tanto espacio… Manjares no tendrá mi nevera, pero ha quedado hecha un almacén de
artilugios de frío transportable para la supervivencia, que parecen los estantes de un sexshop, la abres y te da morbo y todo.
Veintisiete, veintiocho, veintinueve…esta noche las
estrellas polares están más bonitas que nunca…El nombre de pingüino viene del
portugués y significa “ave gorda”…Si es que tengo un ojo para elegir especie…
Pero tú estate flaca tirada desnuda en la nieve y a ver lo que ibas a aguantar,
bonita.
Mira, voy a echarme por encima la sábana blanca, de camuflaje, no vaya a comérseme una Hydrurga leptonyx, que empiezo a tener frío y todo. Qué agradable es pasar la noche aquí, en el polo sur.