El viernes nos pasamos toda la tarde jugando en el patio de la comunidad, haciendo el cabra, jugando a las carreras de motos, de correpasillos, de patinetes, balones volando por lo alto de las cabezas de los pequeños de balonazos de los más mayores. Practicando el salto a dos pies, escalones pequeños, escalones grandes, bancos. No se le pone nada por delante. Tobogan pequeño, tobogán grande. Escalera imposibles (porqué cada vez hacen más difíciles las escaleras de los toboganes??). Resumiendo: haciendo el cabra loca total.
Al llegar las 9 de la tarde, decidimos poner fin a esta tarde aventuras locas. Mi lagartija parece no tener fin, pero yo estoy reventada. El padre de la Peque se la sube para Baño- Cena- Cama y yo me voy a por Jamón York, que es lo único que me admite el cuerpo. Ya de vuelta en el portal recibo una llamada misteriosa del padre de la Peque, solo había pasado un cuarto de hora. Al descolgar el móvil, oigo a lo lejos el llanto de la niña y el padre me dice con la voz entrecortada y bastante nervioso que la niña se ha hecho daño. Al ir a colocar al al niña en la cama, ésta se retuerce mete el brazo mal, y se lo dobla. Casi el padre llorando me dice, que está como loca y que no deja ni que le toquen en el brazo, ni lo quiere mover.
Subo corriendo, pero ya en el ascensor oigo los gritos. Se me estremece el cuerpo. Entro serena, porque el padre estaba desatado de nervios y me encuentro a la niña sentada en la cama con el brazo bueno sujetando al brazo malo hacia el cuerpo. No me deja ni que la roce. No son lloros lo que tiene si no gritos de dolor y lágrimas a raudales.
Me cagó en todo, joder, toda la tarde haciendo el cabra, y no me puedo creer que al ir a dejarla en la cama se tuerza el brazo de la manera más tonta....
La pongo el pañal como puedo y como me deja. Unos calcetines. Y una camiseta metida por la cabeza, porque ni me permite meterle la manga por el brazo bueno.
La palabra Joder! es la única que atino a pensar. Nunca había visto llorar así a la niña. El papá estaba muy nervioso y repitiendo que había sido su culpa, su culpa, su culpa. Le cogí de la cara, como a los niños y le repetí varias veces: "Estas cosas pasan, ahora vamos a solucionarlo".
En el coche, la tuve que llevar en brazos, como pude. No me dejaba ni rozarla. Su padre iba rápido, y ella como entre llanto y llanto, lloraba menos porque se iba haciendo al dolor le decía " Api uidaito" (papi cuidadito). En 5 minutos llegamos al H. 12 de Octubre, entramos en urgencias y directamente nos pasaron, no sé si por como vieron a la niña, o por no soportar más los gritos que daba.
Según entramos la dieron un antinflamatorio, y el médico le preguntó a otro "hacemos placa" y dijo "Si haz placa" No se podía saber si era de hombro, de muñeca, de qué, porque no se dejaba ni tocar. A esto se unieron sus nervios, se puso nerviosa de ver a tanta gente. Mi niña!
Le hicieron placa de hombro y de clavícula porque lloraba mucho.
Nos tuvieron esperando un rato. Y nos hicieron pasar con el SuPeR TrAuMatÓlogo, un hombre mayor, por el nombre ruso, y con un tacto para los niños NuLo. Lo primero que hizo fue coger el brazo de la niña y menearlo como si fueses plastelina. Ella lloraba a rabiar. Y él la dijo "te puedes callar?" "lloras porque te duele? o por que me tienes miedo?"
Joder, porqué no le salté, porque no le dije que los niños merecen un respeto, que ese trato no lo puede recibir un niño porque no se sepa defender y menos malito y dolorido. Estaba en sus manos y quería que curara a Sara y eso me paralizó.
Dijo el SuPeR TrAuMatÓlogo: "En el hombro y en la clavícula no hay nada, vamos a hacer una radiografía de codo a muñeca para ver si ahí algo"
De nuevo, la niña radiada. Y volvemos a entrar. SuPeR TrAuMatÓlogo dice a Sara mientras le mueve el brazo cual muñeco: "puedes callarte?"
Resumen: En la muñeca tampoco tiene nada roto.
Pregunto yo: "¿ no tiene nada?" Refiriendome a si no tiene nada roto y me dice: "no tiene nada roto, algo tiene"
Pero, nos da el alta. Nos pauta Dalsy cada 8 horas para el dolor, y dice que en un par de días la niña estará bien.
Cogemos nuestro papel y salimos por la puerta de urgencias como entramos, con una niña que se muere de dolor, que no mueve el brazo y el otro tampoco, porque a modo de defensa se lo sujeta.
Camino al coche, mi chico se empieza a cabrear. Yo sin embargo voy un poco más tranquila sabiendo que no tiene nada roto y creo en el médico en que en un par de días se le habrá pasado.
Llegamos a casa a las 12 de la noche. Y la niña no puede ni tumbarse en la cama, no quiere hacer ningún movimiento, como puedo la tumbo y ella en su posición desde hace tres horas con los brazos pegados al cuerpo intenta dormir pero sollozando. Yo solo rezo para que lleguen las 3 de la máñana y darle Dalsy de nuevo, a las 6 horas, no creo que pueda esperar a las 8 horas. Ella se duerme, pero en cuanto duerme al moverse se despierta y llora ahogada.
Joder! qué malos momentos!!!!
Sobre las dos de la mañana mi chico ya destrozado, le miro la cara y no puedo. Sigue pensando que todo es su culpa. Le miro y le digo: vamos a ir al Hospital Niño Jesús, no podemos tener así a la niña dos días. La tendrán que volver a ver. Me dice de ir en ese mismo momento, pero le digo que la Peque duerme como puede, y necesita descansar.
Sí! nos teníamos que haber ido en ese mismo momento, pero yo que sé!
A la mañana siguiente, me relajo porque la niña no llora tanto. Pobre! Pero seguía en su posición de defensa, eso sí, no podías ni acariciarla, ni un brazo ni otro que lloraba.
Cogemos el coche y nos pilla un gran atasco, no encontramos sitio para aparcar y todo se complica. Ella, valiente como ninguna ya no llora, creo que se ha resignado.
Llegamos al niño jesús (hospital de niños), entramos a las 11 de la mañana, nos toman los datos en recepción, ya que es la primera vez que vamos y nos dicen que vayamos hacia la sala de espera. Por el pasillo hacia la sala de esperar oimos su nombre, y pasamos a urgencia, nos atienden dos enfermeras jovencitas y taaaan agradables (qué gusto!) Le contamos y solo atiende a decir: "¿solo os hicieron radiografías?", y yo sí "¿aquí están?". Y ellas "no no, no necesitamos verla, la postura de la niña nos lo dice todo" La ofrecen muñecos y caramelos para que levante el brazo y nada, la niña no se mueve ni para atrás. Nos comentan que volvamos a la sala de espera y que en unos minutos en cuanto baje la traumatologa nos vuelven a atender.
Por el pasillo camino de la sala de espera, volvemos a oir su nombre, ni 30 segundos habían pasado. Entramos y la traumatóloga muy jovencita le dice al papa que la sujete. Y ella coge el codo y la muñeca se lo retuerce como yo nunca había pensado que se podía retorcer un brazo y click.
Me dice: "curada, salid fuera un par de minutos y ofrecer a la niña cosas para que coja y volvéis a entrar".
Luxación de codo (de la cabeza del radio), muy común en niños.
Y yo: eh'¡?¿?¿?¿?¿?
Salimos al pasillo camino a la sala de espera, y la niña ya va andando. Y el momento esperado: La Pequeñita, levanta su bracito para darme la mano. Bendito pasillo!!!! Casi lloro, qué nervios habíamos pasado.
Volvemos a entrar y le ofrecen los caramelos y muñecos anterios y ella levanta gustosamente el brazo para cogerlos.
Salimos por la puerta de urgencias a las 11.15.
Quince minutos, en quince minutos nos habían solucionado la vida. Y llevábamos 15 horas sufriendo ellas, sufriendo nosotros.
Enfrente del hospital había un parque, la vestimos, porque seguía desde el día anterior desnuda. Y ella fue directa. Se columpió. Nos miró y sonrío.
joo, qué emoción! Nunca habíamos estado sin su sonrisa tanto tiempo.
Qué felicidad!
Foto tomada 20 minutos minutos después de entrar al Niño Jesús. Sus bracitos en alto.
¡Victoria!
Tan difícil, le hubiera sido SuPeR TrAuMatÓlogo, mayor él, y con tanta experiencia (léase tono irónico) haber indagado un poco más... Y encima, haberla causado tanto dolor. La trauma del Niño Jesús, me dijo que solo se debe mover el codo luxado para hacer la técnica de reducción. Que la postura en ese tipo de luxaciones es muy característica.
Feliz Domingo!
Y gracias por leer el tocho, si es que habéis llegado al final.