Un día se me ocurrió estudiar Inglés. Me anoté y empecé a estudiar.
Dicen que no hay edades para ponerse a estudiar..pero la verdad cuando me pongo a pensar en el tiempo que lleva estudiar, tres veces por semana, cuidar la casa, cuidar la nena, cuidar el trabajo..(si, hay que cuidar el trabajo SPE) tengo todos los días ganas de decir "¡No voy más!".
A fines de Mayo llegó el primer exámen. ¡Por Dios no recuerdo cuando fué la última vez que desparramé libros sobre la mesa y me senté a leer! No recordaba los nervios, el estómago cerrado..sisiis así de exagerada.
Entonces dije, "¡Es mucho sacrificio! Si me va mal, lo dejo"
Y me entregaron la nota:
La verdad me sentí bien y sentí que los esfuerzos valían la pena..Pero seguía agotada."Ahhh no doy másssss..¡Lo dejo!"
Además de la presión de mantener la nota, la presión de mantener la asistencia casi perfecta para no perder la beca.
Como era de esperar antes de las vacaciones de invierno se vino el segundo exámen, que coincidío con todas las pruebas de Valen. Estudié para mi exámen de gramática junto con fracciones, diptongos y las especies en extinción de la Mesopotamia. Entonces me dije de nuevo:
"¡Es mucho sacrificio! Si me va mal, lo dejo"
Y sin querer nos sirvió a las dos, porque Valus empezó a preocuparse mas por sus tareas
"Quiero tener todo diez como mi mamá"
La semana pasada rendí nuevamente.
Sigo manteniendo el 10. Y ahora no puedo dejar...
Estoy mucho mas cansada que de costumbre, tengo menos tiempo, me acuesto mas tarde...
Pero me siento bien conmigo. Y me gusta ver como Valen me copia desparramando los libros sobre la mesa.