¡Qué cosas!, ¿no?

Entré por casualidad aquí de nuevo. Estaba cómodamente viendo el feis, cuando de pronto apareció una publicación de Ortografía Infinita (una de mis páginas favoritas) y que recuerdo... ¡wey, yo también tengo un blog!
Y pues aquí ando... haciendo pininos. Escribiendo desde mi cel y no desde mi lap como la última vez que publiqué un post (bastante dolido).
Ya veremos si al menos el buen Arevalo me lee en esta ocasión.

Fantasmagórico...

 

Yo tenía los mejores amigos de la universidad, los mejores compañeros, mi mejor época de la vida... hasta que un día me di cuenta de que no. Y dolió harto ese mágico momento en el que la realidad le da a una la memorable deschongada y te dice "mocos, güey!", pero qué bueno. Qué bueno que todo eso sucedió sin que me haya dado cuenta, porque el haber notado en ese entonces que en realidad estaba sola cuando tan acompañada me sentía, pudo haber cambiado mi presente, y mi presente no lo cambiaría por nada del mundo.

Por eso hoy les agradezco tanto a esos falsos amigos, a mi falso amor, a mis ausentes compañías todas esas mentiras que me hicieron sentirme tan feliz y que me han hecho crecer todos los días de mi vida y aprender cada momento que lo único que te llevas para siempre es lo que eres... lo que en realidad eres, sin importar si a la gente le gusta o no, o si comulga contigo o no. Gracias.



Tiempos aquellos en las que mi cumpleaños me recibía con una memorable pedilla... nomás pasa una de los 34 y el cumpleaños la recibe con una memorable cursiada. Pero no lo cambio, porque de regalo (además) tuve el mal genio de mi crío que no me quiso cantar las mañanitas y que le duró todo el día. Ahhh!!! eso si es disfrutable.

Cohelo

De verdad que no sé si es algo personal, ni siquiera he querido leer alguno de sus libros , pero es un no sé qué que me revolotea en la panza cada vez que alguien publica una de sus frases en el feis. Y no, no es amor.

Pregunta...

¿Qué pensará la gente que le pone a su hijo "Cristopher Robert" por nombre?

Post Gourmet

Acabo de descubrir una delicia, gracias a mi apetito atroz, mi bajo presupuesto y mis pocas ganas de hacer comida. Y es que. pa qué hago comida nomás pa mi? sobre todo cuando nomás tengo media hora para comer mientras los polluelos siestean mocudos y tosiquientos. Pues que me encuentro una ensalada de atún de algunos días atrás (no se mueve, tons ta buena) y la joya de la corona, una bolsa de tostaditas molidas. No pudo haber mejor maridaje de ambos componentes con la salsita roja del menudo de ayer... ahí al rato les cuento si fue tan buena idea, pero de que supo bueno, supo bueno.

Ausencia...

A dos años y siete meses, dos hijos, un perro, un canario difunto y un chingo de cosas que hacer en la casa, pues que me acuerdo que tengo un blog y que voy a ver si me acuerdo cómo jala... lo que más quisiera es tener mucho tiempo para seguir escribiendo tanta cosa, de esas que molestan a la gente y luego la corren a una del trabajo, eso me gustaría, pero como no tengo tiempo (no digamos otra cosa) pues no publicaré cosas de ese tipo. Me conformaré con cosas que molesten a la gente mala onda, o malaondienta, según sea el caso.