Lucio Cecilio Metelo, un tribuno militar, se dice que llegó a tal estado de desesperación en los días que siguieron a la batalla de Cannas que llegó a sugerir que todo estaba perdido para la causa romana, e hizo una llamada para que los otros tribunos navegasen con él para ofrecer sus servicios como mercenarios a algún príncipe extranjero.
La Dudum siquidem, también conocida como "ampliación de la donación" porque ampliaba la concesión de la primera Inter Caetera, afirma que podría ocurrir que los castellanos "que navegasen hacia occidente o mediodía arribasen a las regiones orientales y encontrasen islas y tierras firmes que hubiesen sido o sean de la India" y por ello el Papa amplía la donación a Castilla y Leon de todos los territorios que se descubran en Asia llegando a ella por la ruta de occidente: No aceptó el monarca portugués la línea papal de demarcación -y esto demuestra que no existía la teoría del dominus orbi- y empezó una negociación diplomática entre Castilla y Portugal.
Antes de llegar a los 65° N encontraron la costa que le empujaba hacia el sur, pero Gore convenció a Cook para que navegasen por el Cook Inlet en la esperanza de encontrar la ruta.
83.) Cuando llegó Steven van der Haghen a Bantam, también firmó el documento, lo que apuntaba a la fusión de varias empresas para, ya que había común acuerdo, que siete barcos navegasen de regreso y Meebael quedó atrás.
Posteriormente en la Edad Moderna los grandes mercantes a vela podían ser armados, y de hecho a menudo eran armados, con cañones cuando se requería que navegasen en aguas donde había presencia de piratas, para autoprotección, o reforzando a los buques de guerra de las armadas cuando se requería superioridad numérica para una crisis concreta.
Por el tratado de Tordesillas, las Molucas quedaron en la parte que correspondía a Castilla, sin embargo los portugueses ponían trabas a que los castellanos navegasen por sus aguas, de modo que un portugués, Magallanes, que se propuso abrir la ruta por el oeste, tuvo que recurrir a hacerlo bajo el pabellón de Castilla, que financió la expedición para no depender de los portugueses.
Sus explicaciones se basaban en que: Ieyasu ordenó a la tripulación que navegasen con el Liefde de Bungo a Edo, donde, al estar el barco totalmente carcomido y siendo imposible su reparación, se hundió.
El poniente, que poco antes se teñía de nácar y oro fluido, iba encendiéndose, y al encenderse, cambiaba la forma de los nubarrones, donde una desatada fantasía dibujaba y modelaba extrañísimas figuras, engendros de pesadilla calenturienta, como si el terror de los pobres humanos, las angustias de su conciencia perturbada, las visiones de sus fiebres,
navegasen en el cielo que iba a obscurecerse y en el horizonte que esplendía con los últimos rayos solares.
Emilia Pardo Bazán
Middleton había persuadido a antiguos compañeros de la HBC para que navegasen con él, incluyendo a su primo y antiguo piloto jefe, William Moor, que tomó el mando del HMS Discovery, pero para el resto tuvo que confiar en anuncios en la prensa para completar la tripulación.
Como consecuencia, el canal quedó dividido en dos vías, con una distancia de separación, y se estableció que las embarcaciones que se dirigiesen al norte navegasen por la ruta francesa y las que fuesen al sur, por la inglesa.
Además, los barcos desde Callao también había sido gravemente dañados por las tormentas y permanecerían en puerto durante dos meses por lo que ahora ningún barco español iba en su busca, aunque las sospechas renacieron de nuevo cuando el Carmelo no llegó en un plazo razonable. Mientras tanto, la flota de Anson podría capturar los confiados barcos mercantes que navegasen a lo largo de la costa.