Mas como la hambre creciese, mayormente que tenía el estomago hecho a más pan aquellos dos o tres días ya dichos, moría mala muerte; tanto, que otra cosa no hacía en viéndome solo sino abrir y cerrar el arca y contemplar en aquella cara de Dios, que ansí dicen los niños.
Regresar a nuestra casa blanca que en el sendero nos aguarda con las puertas abiertas y con la mesa puesta—manteles albos, pan sin levadura— y sentir al entrar una caricia blanda con la mirada de la hermana que siempre nos espera, llenos los labios de perdón y el alma propicia siempre a derramar ternura.
Mas el mesmo Dios, que socorre a los afligidos, viéndome en tal estrecho, trujo a mi memoria un pequeño remedio; que, considerando entre mi, dije: “Este arquetón es viejo y grande y roto por algunas partes, aunque pequeños agujeros. Puédese pensar que ratones, entrando en él, hacen daño a este pan.
¿A qué venía, me quieren ustedes decir, tanto atracarles de bolitas de
pan, y después, tanto introducirles bárbaramente en el gañote nueces enteras con su cáscara, duras como guijarros, y progresando en el número hasta llegar a veinte diarias?
Emilia Pardo Bazán
Yo entonces era un chaval cuasi, un chaval más loco que una yegua y aficionáo a tó lo que más le gusta al cuerpo, y por tanto creo inútil decírles a ustedes que a los dos años de casao había hecho polvo un corralón y dos solares y un almendral en Almogía, y que mi probe gachí que estaba acostumbrá a que le llevaran cuasi la cola, tuvo que andar durante una temporá pasando más fatigas que un asmático, y fregando y barriendo y lavando y jasta quitándose el pan de la boca pa que no me lo comiera.
Su estandarte agitaban encenizados vientos que en sí llevan del mar la divina hinchazón, y en torno a ellos abrían grandes surcos sangrientos. Retaban al Infierno, la frente ante el ciclón, y viajaban sin pan, sin cayado y sin urnas, chupando del amargo Ideal el limón.
Parecióme con lo que dijo pasarme el corazón con saeta de montero, y comenzóme el estomago a escarbar de hambre, viéndose puesto en la dieta pasada. Fue fuera de casa; yo, por consolarme, abro el arca, y como vi el pan, comencelo de adorar, no osando recebillo.
Se quedó en la iglesia y como veía a los fieles adorar de rodillas a una imagen del niño Jesús, creyó que aquel era Dios y dijo a la imagen: -¡Qué delgado estás, Dios mío! de seguro esas gentes no te dan de comer, yo repartiré contigo mi
pan.
los Hermanos Grimm
La mujer se fue a la tienda del rico panadero, pero el hombre era perito en materia de monedas buenas y falsas. No me quiso, y hube de sufrir que me arrojaran a la cara de la vieja, la cual tuvo que volverse sin
pan.
Hans Christian Andersen
Estos casos –hay cientos de la misma o de mayor gravedad– ponen en evidencia que los partidos políticos, el PAN, el PRI, el PRD, el PT, Convergencia, Nueva Alianza, el Panal, el Verde, se han convertido en una partidocracia de cuyas filas emanan los dirigentes de la nación.
El niño le dio la mitad de su
pan, después miró a la imagen y le pareció que se sonreía, hizo lo mismo todos los días figurándosele que la imagen estaba más contenta cada vez.
los Hermanos Grimm
Verdad es que partía comigo del caldo, que de la carne, ¡tan blanco el ojo!, sino un poco de pan, y ¡pluguiera a Dios que me demediara!