JAUME PLENSA EL GIGANTE DEL ARTE
El mundo de Jaume Plensa (Barcelona, 1955) ha recuperado la escala humana en 2020. Obsesionado por cuestiones como redimensionar las calles para devolvérselas al ciudadano y sosegar los ritmos frenéticos que impone la sociedad actual, el catalán, en su dinámica de artista de proyección global, vivía metido en una burbuja de vuelos transoceánicos de apenas unas horas, trabajos sin fronteras y un día a día repartido por medio planeta. Hasta que, a principios de año, la pandemia le obligó a pararse en su Barcelona a pensar. Ni más... ni menos. Ahora, mientras observa con dolor cómo sus esculturas -sus hijas- se erigen en lugares remotos (Hawái, Nueva Jersey, Míchigan...) sin que él pueda estar presente, vislumbra una cierta esperanza y, al tiempo, sufre porse queda cerca de casa, en pleno Eixample, ya que la ha donado al Hospital Clínic como homenaje a los sanitarios.
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