Me llaman Paula. Estudie Medicina en Buenos Aires, Argentina. Hice la Residencia en Tocoginecología y la Subespecialidad en Medicina Reproductiva. Trabaje en el sistema de medicina convencional por...ver másMe llaman Paula. Estudie Medicina en Buenos Aires, Argentina. Hice la Residencia en Tocoginecología y la Subespecialidad en Medicina Reproductiva. Trabaje en el sistema de medicina convencional por 20 años.Hace cinco años dejé la gran ciudad y vine a vivir al gran monte. No sabía mucho de árboles ni de yuyos; no distinguía un algarrobo de un tala o de un chañar, y las diferencias entre las hojitas del burro, el incayuyo o el palo amarillo eran excesivamente tímidas. Acaso, ¿se me iba a ocurrir comer una ensalada de zinnia, amor seco y verdolaga?, o ¿usar las chauchas del espinillo para hacer un guiso? Las barricadas de conocimiento científico adquirido en años de facultad y postgrados fueron desvaneciéndose gracias al encuentro con la enormísima sabiduría de la cosmología aborigen que resonaba con mi pensamiento y sentimiento. Mi transición estaba en marcha como una aventura amorosa con la esencia de la vida que incluye la belleza y lo desconocido. El monte totalmente abierto y honesto me recibió con los yuyos y el barro como medicina, y una reinterpretación del ser como fenómeno vital y espiritual. El paradigma de una nueva medicina de empoderamiento empezaba a manifestarse, y yo lo estaba validando aquí y ahora, dejando de creer que del otro lado del alambrado el pasto crece más verde. En este viaje iniciático que emprendo todos los días, los estoicos me recuerdan que no es la experiencia lo que hace mi vida, sino lo que hago con ella. Por eso me atrevo y comparto YO PUEDO, para olvidarme de mí y concebir un nosotros.ver menos