Escogido Para Llevar Mi Nombre...

ESCOGIDO

PARA LLEVAR

MI NOMBRE…

Gilberto Gómez

Copyright © 2013 por Gilberto Gómez.

ISBN:   Tapa Blanda            978-1-4633-6518-9

              Libro Electrónico   978-1-4633-6519-6

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El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960

Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988

Sociedades Bíblicas Unidas.

Utilizado con permiso.

Fecha de revisión: 16/10/2013

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CONTENTS

ROMANOS

1 CORINTIOS

2 CORINTIOS

GALATAS

EFESIOS

FILIPENSES

COLOSENSES

1 TESALONICENSES.

2 TESALONICENSES.

1 TIMOTEO

2 TIMOTEO.

TITO

FILEMON

Amigo lector:

Las epístolas no aparecen escritas con todos sus capítulos y versículos. Tampoco aparecen enumerados, se han tomado los más importantes según nuestra humilde apreciación. El énfasis esta en resaltar la entrega y pasión de Pablo en acometer la obra que Cristo puso en sus manos.

Gracias.

PRÓLOGO

Con absoluto respeto y reconocimiento hacia lo que es y representa la figura del apóstol Pablo dentro del Cuerpo de Cristo (la Iglesia), nos disponemos a escribir sobre aspectos importantes y relevantes que caracterizan su vida.

Como Teólogo, el Apóstol Pablo ocupa el primer lugar, no solo en la iglesia primitiva, sino también en la iglesia de todos los tiempos (Diccionario de la Biblia Editorial Herder, edición castellana).

Amigos lectores, fue Pablo el gran organizador de iglesias, hombre incansable en la labor de llevar el evangelio más allá de las fronteras, predicador constante de la Palabra.

Gran parte del Nuevo Testamento, cartas, sus conocidas epístolas, surgen de su pluma, inspirada por el Espíritu Santo.

Por lo que toca a su personalidad, era un hombre de conflictos que conocía, tanto antes como después de su conversión, una vida de lucha y tensión entre principios opuestos. Romanos 7, Gal. 5 y Efes. 4-17 y 5-20 demuestran como ponía de relieve el contraste entre carne y espíritu, ley y gracia, fe y obras, nuevo y viejo hombre, luz y tinieblas, Dios y mundo, justicia y pecado. En todas las cartas lo vemos oponerse al legalismo, libertinaje, vana filosofía y a la apostasía. No entra en conflictos por motivos personales, ni por rivalidad, sino porque las tensiones involucradas afectaban la naturaleza misma del evangelio.

Todo lector se maravilla de la autoridad y convicción de sus palabras, aun cuando muchos destinatarios no lo conocen.

En Pablo se encuentra a un hombre especialmente dotado y preparado para extender el evangelio e interpretar el cristianismo en el mundo multicultural del primer siglo.

PABLO, SU COVERSION. (Hechos de los Apóstoles)

¿Quién era el apóstol Pablo antes de tener su experiencia con Cristo? Su nombre: Saulo de Tarso. Era un joven que había estudiado -como recoge la palabra a los pies de Gamaliel, uno de los grandes maestros de su época.

Saulo era entonces cumplidor estricto de la Ley, joven con talento y conocimiento. Fue este joven Saulo quien estuvo presente durante la muerte de Esteban. Fue este mismo joven quien presenció todo lo ocurrido al primer mártir cristiano, Esteban, quien testificó de Cristo hasta la muerte. Sus ropas fueron puestas a los pies del joven Saulo, quien asolaba la iglesia.

Mientras tanto el cuerpo de Esteban recibía sepultura, la persecución se recrudecía y Saulo, respirando amenazas de muerte, arrastraba casa por casa a los de la iglesia, y pedía al sumo sacerdote cartas para las sinagogas de Damasco, para traer presos a Jerusalén a los hombres y mujeres de este Camino.

Pero algo ocurrió en el camino a Damasco. Saulo fue rodeado de una luz intensa del cielo, y cayendo a tierra oyó una voz que le dijo: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

Él dijo: ¿Quién eres Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.

El temblando y temeroso dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.

Fue un hecho impactante en la vida de Saulo, tan impactante que durante tres días estuvo sin ver, ni comer, ni beber.

Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor le dijo en una visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí Señor.

Y el Señor le dijo: Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo de Tarso, porque he aquí el ora, y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista.

Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuantos males ha hecho a tus santos en Jerusalén y aun tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.

El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es este, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel.

Porque yo le mostraré cuanto le es necesario padecer por mi nombre.

Ananías fue obediente e hizo lo que el Señor le indicó.

A partir de este momento Pablo recibe su comisión; llevar el nombre de Cristo a los gentiles. A partir de este momento comienza en Saulo la obra del Espíritu Santo. Para esta importante tarea, a partir de este momento, Saulo deja de ser el perseguidor implacable y furibundo para ponerse a disposición de Jesucristo.

Más tarde Saulo se dirigió a Arabia a una zona desértica para estar a solas con Dios y esperar que la confusión cesara en cuanto a él y se calmaran los ánimos de aquellos que deseaban matarlo.

Transcurre algún tiempo y llega el momento de la preparación del primer viaje misionero, se reúnen en la iglesia de Antioquía maestros y profetas, y ministrados por el Señor y habiendo ayunado, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.

A excepción de Jerusalén, Antioquía jugó un papel muy importante en la iglesia primitiva, más que cualquier otra ciudad. En Antioquía se fundó la primera iglesia gentil y fue allí donde a los creyentes se les llamó cristianos por primera vez (Hechos 11 26). Este Bernabé que acompaña a Pablo (llamado así a partir del verso 9), era natural de Chipre (su nombre traducido significa Hijo de Consolación) había vendido una heredad y puesto el precio a los pies de los apóstoles.

Bernabé estuvo siempre dispuesto a estimular y era de gran ayuda a la gente que lo rodeaba. Fue Bernabé un alentador notable, Varón bueno y lleno del Espíritu Santo.

Cuando Pablo llegó a Jerusalén la primera vez luego de su conversión, los cristianos de la localidad estaban comprensiblemente reacios en darle la bienvenida. Pensaban que la historia de su conversión era una trampa para capturar a más cristianos. Solo Bernabé estuvo dispuesto a poner en riesgo su vida reuniéndose con Pablo, para luego convencer a los demás de que su antes enemigo, era ahora un ferviente creyente en Jesús. Podemos preguntarnos ¿qué hubiera sucedido con Pablo de no estar Bernabé?

Ambos acometen la obra con todo ímpetu en este primer viaje misionero, y hacen la obra en varias regiones, Antioquía de Pisidia, Galacia, Chipre, Pafos y Perge.

En Antioquía de Pisidia fueron echados por las turbas porque se formó una gran confusión, los judíos se llenaron de celos y rebatían lo que Pablo les decía, entonces se volvieron a los gentiles, viendo que los judíos de aquella región desechaban la Palabra.

Así las cosas fueron echados de aquella ciudad y se volvieron hacia el este, primero a Iconio, un centro comercial en el camino entre Asiria y Siria. Luego de predicar allí, tuvieron que huir a Listra, unos 40 kilómetros al sur donde Pablo fue apedreado, pero él y Bernabé, recorrieron los 80 kilómetros que le faltaban para llegar a Derbe, pueblo fronterizo. Juan Marcos se les había unido en Pafos pero una vez que arribaron a Perge Pablo y Bernabé siguieron el camino escarpado hacia las Alturas de Pisidia de Galacia.

En Listra Pablo vio a un hombre imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento, que jamás había andado. Viendo que el hombre tenía fe, fijo sus ojos en él y le dijo a gran voz: levántate derecho sobre tus pies. Y el hombre salto y anduvo. La gente decía que eran dioses, entonces vinieron unos judíos de Antioquía e Iconio quienes persuadieron a la multitud y habiendo apedreado a Pablo, lo dejaron por muerto fuera de la ciudad.

Ya Pablo estaba experimentando lo que Dios le había revelado en visión a Ananias cuando dijo: Porque yo le mostraré cuanto le es