Una Vez Amé con el Alma, Pero no con La Razón

Introducción

Amar con el corazón, él solo siente, no razona.

Por ahora soy yo:

¿Te ha tocado ser la del corazón roto?, ¿no? Pues, déjame contarte como un corazón roto avanza, aun amando con sus pedazos en el suelo, al parecer no está tan roto como para rendirse, aún llama sabiendo que no le van a contestar, aún escribe aunque lo dejen en visto. Entonces no está tan roto como parece, tiene ganas de amar, quiere estar en ese lugar donde fue feliz, donde sabe que sus pedazos se pueden volver a pegar, aunque ya no quede igual. Pues ese corazón roto que avanza sabe que vale la pena amar, ¿por qué?, ¡porque aun llama sabiendo que no le van a contestar! Quizá porque le gusta ser ese último pensamiento, ese que dice: «¡Oh, me llamó!», y esa es la esperanza de ser al menos un pensamiento, ese antes de ir a dormir.

Si no te ha tocado ser ese corazón roto, pues alguien tiene que ocupar ese lugar en algún momento de esta aventura llamada vida, no se trata de perder el amor propio, se trata de que algún día te quebrarás como yo, y llamarás, insistirás, y tus pedazos vivirán con esa esperanza de al menos ser el último pensamiento, la última pauta de luz que dice: Inténtalo una vez más. Al menos escuchar su voz, o un: Hola, ¿cómo estás?; al menos verle en mis brazos una vez más, un corazón roto no pide más que consuelo y paz durante su agonía. Sí, lo sé, que al final esto pasará, llegará el día donde ya no dolerá, donde ya no importará, pero hoy no, hoy no es el día para conformarme con una respuesta tan ligera, en realidad no quiero, solo que me contestes o solo verte. La verdad te quiero una vez más en mi vida, en mis días y noches, devuélveme la fuerza para curar los trozos que he olvidado en el camino, no ves que así sigo vivo y latiendo con la esperanza de ver una señal, un ruido que sea música para mis oídos. Solo una vez más, mi corazón no está tan roto como para cantar al ritmo de tu amor, alguien ha de ocupar ese lugar donde se camina herido, y por ahora soy yo.

Nota:

Y es que cuando la razón no la tenemos educada, creemos que estamos en lo correcto, con todo y nuestros errores. Lo feo se vuelve bello, lo equivocado para 10 personas, es lo correcto para mí. Y ellos todos juntos están equivocados porque no ven lo que yo veo, y es que en realidad no se trata tanto de saber quién dice la verdad y quién no, si no de qué es lo mejor para mí. Pues es tan cierto que las personas que realmente te quieren, quieren lo mejor para ti, pero no lo verás tan fácilmente, y ellos, quiénes te aman, si lo notarán, créeme que si hay 10 opiniones con la misma conclusión, entonces es tiempo de ver que es lo yo, en mi persona, estoy haciendo mal.

Es tiempo de detenerme un rato y pensar, ¿qué es lo que no estoy viendo? Y suelo repetirlo creyendo que tengo la razón en ello, y esto que suelo repetir a nadie más que a mí suele afectarme, más que a terceros, y si es que llego a descubrirlo tendré la humildad de corregirlo para mi beneficio propio. Sé que al principio será algo nuevo y que no será fácil, pero una vez que logre dominarlo, aprenderlo, y ponerlo en la práctica, sé que haré de mí una mejor versión de persona, de pareja, y sé que sabré escoger con más inteligencia a la persona que quiero a mi lado, no para que me resuelva la vida, sino para que me acompañe en mi vida, en la vida que he decidido corregir, en la vida que ya tengo y que he decido ser feliz por mi mismo (a) manteniendo mi balance. Si logras comprender esto, ya tienes la tercera parte ganada, y si no lograste comprenderlo por ahora, no te preocupes, es por eso que te regalo mi primera edición, mis primeras líneas para explicarte cómo llegar a comprender lo que ves tan difícil y que en verdad no lo es.

Una vez que comprendas que tu felicidad depende de ti y no del estado emocional de otro, he ahí donde estás preparado para exigir a los demás, porque te mereces una persona feliz a tu lado, que sepa ser feliz, sin depender de ti, que sepa amar en libertad, pues es así que no te ahogará en sus brazos, no te asfixiará exigiéndote que la hagas feliz, que siempre estés bien para dicha persona.

Hoy te regalo mis primeras letras, las primeras herramientas que considero que si las pones en práctica te ayudarán en tu relación amorosa, y si ya la tienes, te van a preparar, si no la tienes, aún mucho mejor, es como tener un manual de cómo solucionar lo que no entiendes y que diez personas logran notarlo. Pero si una de esas diez personas no están dispuestas a vivirlo, pero si a decírtelo, o quizás ya lo vivieron, que es por eso que te lo dicen. Bien, ahora vamos a descubrir dónde empieza todo.

Bienvenido a mi primer evento, a mi primera creación, que sin duda te la regalo con todo mi corazón, y deseo que las cosas mejoren a partir de que le dediques un tiempo a leer estas herramientas que te dejo aquí. Mucha suerte en tu aventura, disfrútala.

Con cariño: Are.

Sabes que para ser la página 1, estoy nerviosa y no quisiera aburrirte, quisiera decirte todo en una sola página, pero creo que no podrá ser así, no me es posible explicarte todo en una sola, así que, espero verte hasta la última página para empezar aprender nuevamente de nosotros mismos.

Cuando encontramos el amor, nos encontramos a nosotros mismos, ¿por qué lo digo así?, pues aunque no te guste es el reflejo de nosotros mismos, solo encontramos lo que es familiar, lo que conocemos, nuestros errores, carencias, tristezas y nuestros pocos avances como persona, que gracias a la magia del amor hace que todo eso se vea tan bonito, aunque sea tan poquito el cariño que te ofrecen, pero bonito al final y eso nos gusta, eso nos encanta, eso nos enamora.

Eso creemos que es el amor verdadero, cuando lo tenemos frente a nosotros, al fin, esta nueva persona que conoces o que crees que ya conoces te es tan especial... Déjame decirte o adivinar, te fijas solo en esas características que te enamoran más, es más, ni defectos tiene; bueno, al menos no las ves por ahora, es más, ni te interesa saber de esos malos hábitos, ¡eso qué importa ahora!, si lo más fascinante es lo que estoy sintiendo en este justo momento. Que bien se siente, ¿verdad?, magia, vuelo, respiro. ¡Ay! ¡No lo puedo creer! Respiro... no lo había notado antes hasta que conocí a este ser en especial, tan especial que creo que viene de otro mundo. Es más, creo ser yo tan afortunada, afortunada de topármelo yo, wow, que regalo me dio Dios, la vida, ¡al fin San Antonio de cabeza funciono!

Características que observas: El físico. ¿Está gorda?, ¿o gordo? No importa, luce hermoso (a), su pelo, su sonrisa, híjole, casi es de sangre azul. Todo esto que manifiesta tu mente, tu ilusión, producen un sentimiento el cual va a crecer gracias al menso (mensa) que se deja llevar por el enamoramiento en la primera etapa, y tranquilos, no te estoy ofendiendo, solo te cuento un poco de verdad. Yo también fui mensa, en algún momento de mi vida, pero gracias a ello me detuve un momento para aprender y no volver a repetir ciertas cosas que me convierten en la perfecta mensa de todas las historias de amor.

Pero sigamos en esa magia tan lógica del ser humano, si tienes luz verde este sentimiento tendrá poder, incluso sobre ti mismo, en tus acciones y decisiones el cual va a crecer, quizás con suerte esta persona en la que te has fijado le pase exactamente lo mismo, he ahí la magia del amor, le llamamos, hay química entre los dos, y esta química continuará con su magia durante días, semanas, meses y con suerte años. No te sientas mal por esto, al contrario, disfrútalo, ya que biológicamente está comprobado que esta química dura unos años, meses o días. Esta química es conocida en la psicología como la etapa del enamoramiento, una etapa muy curiosa donde la vivimos al máximo, hasta el grado de decir en unos pocos días me enamoré como nunca, y es claro, son los efectos del encanto en donde te encuentras.

Otro punto importante es que en esta etapa no existen los defectos, que como te lo dije, quizás con suerte a esa persona en especial que miras le esté pasando lo mismo, que incluso, es incapaz de echarse unos pedos placenteros frente a ti, ¡eso jamás!, ya que es tan especial que solo huele a los mejores olores del mundo, pero un gas intestinal siempre se atraviesa en esas citas románticas, aventureras, y en ocasiones no podrán evitar que pase. ¡Ah! Pero, ¿qué crees?, como están hechizados por la química del amor, incluso, no huele tan mal después de todo, es un ser especial y hasta la plumita tan indefensa huele a rosas.

Advertencia, es el primer dato que minimizas, la primera señal, pero claro, como estamos hechizados por esta etapa de enamoramiento, pues simplemente no pasa nada, la idealización que tienes por este ser es como la fantasía más hermosa que te está pasando, y se vale, ¿quién no, ha sentido esto?, quizás no lo has notado, ¿verdad? Suelen decirlo así: Porque todo es bello al principio, ¡como siempre al comienzo es bonito todo!, ¡Ojalá siempre sea así de bonito durante todo el tiempo... no solo cuando comenzamos!.

Pero hablando un poco más de toda esta maravilla que está pasando por el momento, vas descubriendo que va creciendo y casi te ves en el altar con esa persona, y sueles incluso decir que ya lo conoces de toda la vida, es un no sé, que sé yo. Ahora bien, ¿has escuchado ese refrán que dice: No ames mucho, porque ese mucho, suele doler mucho. Debería ser: No te ilusiones mucho en esta etapa del enamoramiento", porque alucinas tanto que sueles confundirlo con el amor, y en sí, el amor no debería doler en ningún aspecto. En sí, el amor es puro, es bueno, es felicidad, es calidez, comodidad, armonía y paz, sobre todo, ya que donde hay amor, la paz resalta sin mencionarla, sin pedirla, sin exigirla.

El enamoramiento suele confundirse, ya que es muy parecido al verdadero amor, pero vamos a aclarar estos dos personajes que solemos confundir con facilidad. El enamoramiento, la etapa mágica esa en la que piensas que te ha pasado algo extraordinario, quizás por tercera, cuarta y quinta vez, o puede que si sea la primera vez, pero es algo tan único que incluso dudas que te pase con alguien más, y te aferras a la idea de que solo con Juanita te ha pasado, o con Juanito, pero ahora vamos a contarnos la verdad y ser realistas en este aspecto. Primero vamos a separar al verdadero amor, de Juanito o Juanita, ya que en realidad no tiene nada que ver con el enamoramiento, nada que ver con la etapa inicial donde todo es bello, donde muchos se quedan y viven con la ilusión de que les vuelva a pasar, o al menos que la magia perdure por mucho tiempo.

Cuando conoces a una persona y te interesa, te gusta, solemos fijarnos en sus características físicas, manera de ser, como habla, como