Cuida tu cuerpo

Prólogo

¿Qué tiene que ver el equilibrio en la vida con cuidar nuestro cuerpo?

Recuerdo un seminario en Londres. El gurú motivacional Anthony Robbins afirmaba que la fisiología y el cuidado del cuerpo eran fundamentales para realizar cualquier cosa que nos propusiéramos. Lo ilustraba con una metáfora donde planteaba que nuestro cuerpo era como un horno: si queríamos conseguir un buen resultado en la preparación del plato, de nada servía tener la mejor receta, los mejores ingredientes e incluso el mejor cocinero si el horno estaba desajustado, ya que podía multiplicar por cero todo el esfuerzo dejando la comida cruda o quemada.

No puedo estar más de acuerdo con esta afirmación. Si lo piensas por un momento, estar enfermo o indispuesto físicamente nos bloquea y no nos permite avanzar en nuestros objetivos y sueños. Pero pareciera que damos por sentado el hecho de estar sanos y fuertes.

Nuestro cuerpo es la base para construir y prosperar en otros ámbitos de la vida; así que más nos vale hacer un trabajo preventivo de largo plazo para mejorar nuestro bienestar y calidad de vida. Su cuidado, sin duda alguna, es un pilar para vivir en equilibrio.

Este no debería ser un tema a atender cuando ya está a la puerta un problema o una enfermedad. Atender nuestro cuerpo debería ser un objetivo clave y permanente de nuestra vida. Como dice una frase que leí el otro día: «Las personas tienen muchas metas y objetivos, el que está enfermo solo tiene una».

Me gusta que esta trilogía de pilares para vivir en equilibrio empiece justo por esa parte esencial de la cual se deriva el resto: el cuidado de nuestro cuerpo.

Quizás te preguntes para qué quieres tener equilibrio en la vida. Te lo resumo: el equilibrio es una de las armas mejor guardadas que poseen aquellas personas que son líderes, que alcanzan el éxito en lo que se proponen, pero sobre todo que son puntos de referencia e inspiración para otros.

En un mundo que invita gratuitamente a vivir en medio del caos, la ansiedad y el miedo, creo que aspirar al balance debería ser una meta imprescindible para todos.

Algo que me parece diferenciador de este tomo en particular es que quien lo escribe no es una persona aficionada que le ha dado por hablar de cómo cuidar el cuerpo; todo lo contrario. Cristina es una verdadera experta que refleja su propia vida con lo que comparte en este libro. De hecho, cuando ahondes en sus páginas notarás que utiliza su imagen y experiencia para guiarnos acerca de la mejor manera de cuidarlo a través del descanso, las posturas, el ejercicio, la alimentación, entre otros aspectos vitales para su funcionamiento óptimo.

Además, hay algo más que le da a este libro un valor más alto que el precio que pagues por él, y es que su autora es una mujer comprometida y con una alta determinación para conseguir resultados tangibles.

Aún me acuerdo de la primera vez que hablé con Cristina acerca de su intención de trabajar en su marca personal. Me llamó mucho la atención su tenacidad para llevar a cabo las tareas que le proponía, pues lo normal es ver en las personas caras de dudas, como diciéndose a sí mismas: «¿Quién soy yo para presentarme como un experto?». Pero el caso de Cristina fue diferente. Su claridad con el objetivo no daba lugar a dudas y era cuestión de tiempo que finalmente cada uno de esos proyectos, incluyendo este primer libro, terminaran viendo la luz. Pero mejor aún y para mi sorpresa, ya no se trataba de un libro, se trataba de tres. Y todos haciendo parte de un todo: nada más y nada menos que los eslabones para vivir una vida en equilibrio y con bienestar.

Así que, querido lector, el libro que tienes en tus manos no solo es importante por el contenido, sino también por su continente. Que una persona que ha dedicado años de su vida a cuidar de su cuerpo y dedique un libro a hablar de ello es un valor que no ves todos los días.

Te digo más. Como anécdota personal, puedo dar fe de su pericia, ya que Cristina me ayudó a aliviarme de un fuerte dolor de espalda que había adquirido por malos hábitos en mi postura cuando me ponía enfrente del ordenador. Pero lo mejor fue que aprendí a evitar que volviera a pasarme gracias a que logré generar hábitos en mi día a día para encontrar ese balance, o como mejor lo dice Cristina: «No se trata de pulsar un botón y listo; el equilibrio se trabaja y se cultiva».

De esto va este libro: de incorporar y recuperar hábitos acompañados de su mano y que esto active nuestra sensación de bienestar en las demás áreas claves de nuestra vida. ¿Preparado?

Fabián González H.

Fundador de la Escuela Expertos Emprendedores

Autor de Tu marca profesional y La agenda de cuarta generación

@fabiangonzalezh

Introducción

¿Qué es el equilibrio? ¿Qué es vivir en equilibrio?

Te invito a cerrar los ojos por un instante.

Visualízate justo en ese momento cuando despiertas sintiendo alegría, con ganas de comerte el mundo, con paz mental, con un buen rollo increíble por empezar el nuevo día; con pensamientos tranquilos, pacíficos, con ganas de agradecer, con la tranquilidad de que vas a hacer lo que más te apetece en el mundo, porque te llena, porque te pone.

Imagina transitar el día en armonía, con un cuerpo lleno de energía, con el que llevar a cabo todo lo que te has propuesto; con una motivación y actitud proactiva, sana, creativa; sintiendo y experimentando lo que te ocurre a lo largo del día tal y como es, con total presencia.

Imagina que a nivel económico tienes cero preocupaciones, que todo está donde tiene que estar. Tienes lo suficiente para poder hacerlo sin quebraderos de cabeza.

Imagina que al irte a dormir sientes una gran plenitud, un enorme agradecimiento porque todo cuanto has transitado en el día te ha llenado; porque todo, incluso lo que se ha puesto cuesta arriba, ha tenido un para qué.

Visualiza cómo duermes mientras en tus labios se dibuja una enorme sonrisa y una profunda plenitud.

Eso es para mí el equilibrio.

Y es posible que en este preciso instante te parezca ciencia ficción. Que justo te encuentres en una situación totalmente opuesta. Una situación en la que vas por la vida con la cabeza baja y los hombros hundidos, sin motivación.

Tu mente es un hervidero de pensamientos saboteadores.

Tus palabras son de queja constante.

Sientes rechazo por lo que haces.

Con un cuerpo cansado, fatigado y sin energía; sin motivación ni actitud de querer y, por tanto, sin poder.

Sin descanso reparador por las noches.

Cuando vas a dormir, sientes gran frustración porque tu día ha pasado sin más; sin hacer lo que querías tú, haciendo lo que querían otros.

Con un estrés infernal por tu desorden financiero.

O tal vez estés en un proceso en el que tengas que tomar una decisión y sientas desorientación, falta de rumbo, miedo.

O quizá estás a punto de cambiar de país, o ya lo has hecho, y vives en una situación de cambio extremo donde todo se tambalea.

O tal vez estás valorando si formas una familia, o terminar una larga relación. Todo esto te tiene en total desequilibrio.

A lo mejor te ocurre que acabas de dejar tu trabajo. Quizá no lo esperabas, quizá sí y lo has decidido tú…, pero sea como fuere te sientes sobre una ciénaga y con total incertidumbre y desequilibrio.

Puede que estés a punto de emprender y tengas el estómago encogido porque no sabes por dónde tirar, y esto te genera una ansiedad increíble y por tanto un total desequilibrio.

Es decir, tu equilibrio, tu paz interior, se ha ido al garete por una razón o por otra.

Y urge reestablecerlo.

Urge encontrar esa paz interior que te permita vivir en calma

Urge recuperar la estabilidad.

Urge recuperar tu equilibrio.

¿Y cómo puedes alcanzar ese equilibrio?

La respuesta no es pulsar un botón y listo.

El equilibrio se trabaja y se cultiva.

Para mí, hay tres botones que pulsar, que a su vez necesitan de minibotoncitos que vamos apretando en el día a día.

Para mí, el equilibrio de una persona se sustenta en tres grandiosos pilares:

El cuerpo, que es un tesoro. Gracias a él puedes caminar, moverte, ir y venir. Gracias a los cinco sentidos puedes observar, escuchar, sentir, oler, degustar. Gracias a tu cuerpo puedes abrazar. Él es fundamental para tu equilibrio.

La mente, que es la propulsora. Somos lo que pensamos. Un pensamiento es el inicio de todo, de tu emoción, de tu puesta en acción, de tus hábitos y de tus resultados. Cuidar cómo pensamos nos conduce a una actitud ganadora o a una derrotista.

Las finanzas, el dinero. Es el medio que te permite materializar y disfrutar todo cuanto te propongas. Cómo te relacionas con tu dinero, cómo lo administras, cómo lo pones a trabajar, son claves para que vivas en equilibrio, con paz y tranquilidad.

Y por eso he escrito esta trilogía. Porque sé lo difícil que es, cuando lo pierdes, recuperar el equilibrio; y cuando lo tienes, mantenerlo.

Escribo porque yo misma he perdido mi equilibrio en numerosas ocasiones.

Escribo porque gracias a mis hábitos, he sabido recuperarlo.

Escribo porque quiero acompañarte e inspirarte para que salgas del pozo en el que estás, te pongas las pilas y más pronto que tarde recuperes tu paz interior.

Esta trilogía es un camino para una transformación desde cero: desde el desorden a la calma.

Con el tomo I te acompañaré a incorporar hábitos que te permitirán cuidar tu cuerpo, para que sea una explosión de energía que te lleve a materializar y disfrutar lo que te propongas, saltar los baches y salir con éxito de ellos.

El tomo II es un camino donde aprenderás a entrenar tu mente para que esté presente y sea próspera.

Y el tomo III es un paso a paso para lograr que tus finanzas estén en orden; para que tu situación económica te permita acometer lo que te propongas. Y si tienes que decidir, puedas hacerlo con criterio.

En esta trilogía encontrarás un breve recorrido por los acontecimientos importantes que me han ido sucediendo a lo largo de mi vida, aquellos que me han permitido caer primero y avanzar después, los cuales nos darán pie a comenzar ese paso a paso con el que quiero inspirarte e invitarte a experimentar para que disfrutes de paz interior, estabilidad y tranquilidad. Un acompañamiento para pasar del caos al orden, del orden a la productividad y de la productividad al éxito. Para que brilles y logres incorporar los hábitos que te garantizan disfrutar el camino hacia tus sueños, proyectos y objetivos.

Sé que me vas a decir: «Cristina, tal y como está el mundo, no me cuentes chorradas. Todo es dificilísimo, el mundo está patas arriba; hay pandemias, terremotos, huracanes, guerras; mi jefe es un capullo y mi pareja me ha dejado por otra persona. ¿Cómo pretendes que me crea todo?».

Sí, tienes razón: el mundo ahí fuera es complicado. Sin embargo, te pregunto cuándo no lo fue. ¿Vas a permitir que todo se hunda por ello? Tú estás aquí, ¿verdad? Has tenido la bendición de nacer, y alguien de ahí arriba, nuestro creador, el universo (cada quien lo entenderá en función de sus creencias), pensó que algo importante podrías aportar a los demás para que aún sigas por aquí.

Así que mi propuesta es que tomes conciencia de que, cualquiera que sea el panorama que haya fuera —en el cual puedes influir un 0,000001 %—, te centres en el gran panorama que está dentro, en tu interior —donde sí puedes influir un 99,99 % y donde hay mucho que hacer—.

A estas alturas, sé que tú eres de las personas que han decidido ponerse manos a la obra. Y estoy encantada de que la vida nos haya unido para ello.

Ahora que sabes qué encontrarás en estas letras, quiero empezar por darte las gracias por haber comprado mi primer libro.

Creo que es importante creer en tus sueños. Yo te imaginé y te visualicé leyendo mis libros, y ahora estamos aquí.

Aunque no lo creas, pensé en ti justo desde el momento en que empecé a idearlo. Visualicé este instante maravilloso en que entraba en tu mente a través de la magia de la escritura. Ahora que me has permitido entrar en tu vida, quiero ayudarte a cambiarla de manera positiva.

Cuando las circunstancias se hacen difíciles y complejas, cuando el entorno se vuelve incierto, cuando nuestros proyectos sufren tropiezos inesperados, cuando vivimos situaciones desagradables o inquietantes; en el instante preciso en que el camino que recorríamos de manera segura se llena de piedras que parecen estar puestas allí a propósito para dinamitar nuestras ilusiones…, incluso en este escenario, los sueños deben prevalecer. Siempre debemos tenerlos en el horizonte. 

Te doy las gracias por permitirme inspirarte y aportarte.

Quiero también decirte, con toda mi humildad, que mis letras no son ni muchísimo menos la verdad total, ni la única verdad. No son la única forma de conseguir las cosas; sin embargo, sí son las que a mí, como mujer de carne y hueso, con mis limitaciones y puntos fuertes, madre de tres hijos, esposa, hija, directiva, emprendedora y empresaria, amiga y con otros mil roles igualitos a los que tú tienes, me han permitido superar situaciones complejas —que de la noche a la mañana han roto mi equilibrio vital— y recuperar mi tono y mi brillo; estabilizarme, prepararme y ponerme en acción. Me han permitido lograr cuanto me he propuesto alcanzar en la vida. Esto es lo que hoy quiero poner a tu disposición. Y te lo ofrezco desde la más sana y genuina intención de ayudarte e inspirarte para ponerte en acción.

A veces escribiré en masculino, a veces en femenino, otras en plural. Unas en singular, en primera persona o en tercera. Cuando escribo, a veces no sé cómo expresarme de forma que llegue a todos por igual. Es importante para mí que sepas, en todo caso, que estas letras que vas a leer son para ti. Todos somos iguales, somos humanos, somos personas y yo me dirijo a todas ellas.

Sin más dilación, comencemos a