Yawar Fiesta
Yawar Fiesta
Yawar Fiesta
Autor
Gnero
Novela
Idioma
Castellano
Editorial
Ciudad
Lima
Pas
Per
Fecha de publicacin
1941
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Formato
Impreso
Serie
Yawar Fiesta (Fiesta de sangre) Diamantes y pedernales(1954)
8 Contexto social 9 Contexto ideolgico 10 Resumen 11 Personajes o 11.1 Principales o 11.2 Secundarios 12 Estructura 13 Resumen por captulos 14 Anlisis 15 Adaptacin cinematogrfica 16 El Pueblo de Puquio. Su gente 17 Referencias 18 Bibliografa
quienes se organizan en asociaciones o centros regionales para ayudarse mutuamente frente a los abusos y las discriminaciones que sufren.
Los mistis (blancos y mestizos), son los vecinos notables o principales del pueblo, que viven en el jirn Bolvar. Conforman la clase dominante: terratenientes, negociantes, letrados, autoridades municipales. Junto con ellos estn las autoridades enviadas desde Lima como representantes del gobierno central (subprefecto, jueces), generalmente blancos y costeos. Los chalos o mestizos pobres, al servicio de los mistis.
Pero por una cuestin didctica es necesario individualizar a los personajes en principales y secundarios.
El Estudiante Escobar o Escorbacha, mestizo de Puquio residente en Lima, es el presidente del Centro Unin Lucanas, asociacin de hijos o naturales de la provincia de Lucanas residentes en la capital. Ideolgicamente est influenciado por la prdica indigenista y el pensamiento mariateguista. El chofer Martnez, indio de Puquio residente en Lima, es fiscal del Centro Unin Lucanas. Aprendi a hablar castellano y de vuelta a Puquio, se atreve a insultar al gamonal Julin Arangena, llamndolo ladrn. Guzmn, apodado el Obispo, es otro lucanino residente en Lima. Es empleado y ej erce como vocal del Centro Unin Lucanas. Destaca como orador.
Pancho es encarcelado, acusado de revoltoso. Las autoridades municipales aceptan lo ordenado en la circular y como alternativa se acuerda la contratacin de un torero profesional en Lima, a fin de realizar corridas al estilo civilizado, es decir, espaol. VI.- LA AUTORIDAD.- Enterados de la prohibicin, los indios se renen en masa en la plaza principal, donde el alcalde y el vicario logran tranquilizarlos, garantizndoles que de todas maneras habra turupukllay. El Subprefecto hace traer a su despacho a don Pancho, con quien tiene una conversacin muy accidentada; al final lo suelta, advirtindole que no azuzara a los indios, pues de lo contrario volvera a prisin. Cuando ya estaba don Pancho retirndose, caminando en medio de la plaza, el Subprefecto ordena al Sargento que le dispare por la espalda, pero el Sargento se niega a realizar tal villana. Este captulo nos muestra descarnadamente la degeneracin moral de las autoridades enviadas desde la capital. VII.- LOS SERRANOS.- En este captulo se describe la migracin de miles de lucaninos hacia la capital, lo cual fue posible gracias a la carretera de Puquio a Nazca, que los mismos puquianos construyeron en solo 28 das, dirigidos por el Vicario o cura del pueblo. La mayora de los inmigrantes andinos trabajan como obreros, empleados y sirvientes, e invaden terrenos en los arenales donde construyen viviendas precarias, aunque tambin llegan a Lima algunos mistis adinerados quienes instalan negocios y compran terrenos para vivienda en zonas residenciales. En general son tratados despectivamente por los limeos y llamados serranos a modo de insulto. Los lucaninos residentes en Lima forman una asociacin para defenderse y apoyar a sus coterrneos, el Centro Unin Lucanas. Su presidente es el estudiante Escobar, un mestizo de Puquio, influenciado por el pensamiento de Jos Carlos Maritegui, socilogo marxista. VIII.- EL MISITU.- En este captulo se cuenta sobre el toro Misitu, que era un ser cuasi legendario, pues los indios decan que no tena padre ni madre sino que haba surgido de un remolino de las aguas de la laguna Torkokocha; su fama sobrepasaba los lmites de la provincia de Lucanas. Viva en la puna o zona alta, abrigado por los queuales de Negromayo, en Koani. El hacendado don Julin Arangena haba intentado capturarlo, sin lograrlo, por lo que decidi regalarlo, primero a los habitantes de Koani y finalmente a los de Kayau. IX.- LA VSPERA.- El Subprefecto llam a su despacho a los principales vecinos para acordar la manera prudente de hacer cumplir la circular sin causar el malestar de los indios. Uno de los vecinos, don Demetrio, le informa del plan del Vicario: haran construir un pequeo coso en la plaza de Pichkachuri y se convencera a los pobladores que era mejor espectar all el evento, en vez de usar todo el pampn de la plaza. Tambin se les persuadira de evitar el uso de dinamita y el ingreso del pblico a la arena, a fin de evitar muertos y heridos. Se informa tambin que ya en Lima el Centro de Lucanas haba contratado a un torero espaol para enviarlo a Puquio. El Subprefecto acepta todos estos planes; el Vicario cumple entonces su parte y convence a los varayoks indios de construir un pequeo coso con troncos de eucaliptos. X.- EL AUKI.- El narrador explica la relacin y la veneracin que tienen los puquianos hacia los espritus de los cerros, especialmente hacia el auki (jefe) Karwarasu, padre de todas la montaas de Lucanas. Los del ayllu de Kayau se encomiend an a l para lograr la captura del Misitu. Encabezados por el varayok alcalde suben a su cumbre y entierran una ofrenda. De regreso les acompaa el layka (brujo) de Chipau, quien se ofrece a guiarlos a capturar al toro. Los de Kayau logran lacear al Misitu y lo llevan a rastras hacia el coso de Puquio. El layka es destripado por el toro y su muerte se entiende como un sacrificio de sangre para compensar el favor otorgado por el auki. XI.- YAWAR FIESTA.- El da de la festividad patria apareci una multitud inmensa en Puquio, proveniente de toda la provincia de Lucanas e incluso de otros lugares ms lejanos, para ver el
evento taurino que se realizara en el coso armado en la plaza de Pichkachuri. Mientras tanto, don Pancho y don Julin fueron encerrados en la crcel por rdenes del Subprefecto, para evitar que revolvieran a los indios. El coso rebals y muchos se quedaron en las afueras, insistiendo ingresar vanamente. Apareci el Misitu en la Plaza y de inmediato ingres el torero Ibarito II, quien ante la msica de los wakawakras y el canto lgubre de las mujeres, sinti inseguridad. Al principio cape bien, pero luego el toro busc su cuerpo y trat de arrollarlo, aunque pudo escapar y refugiarse en los escondederos. Ello provoc la burla de los indios, quienes exigieron que salieran a torear los suyos: el Wallpa, el Honrao, el Raura, el Kencho. El primero en ingresar fue Wallpa, quien luego de dos hbiles capeadas, fue alcanzado por el toro, que incrust uno de sus cuernos en su ingle, clavndolo en uno de los troncos de la cerca. Los dems toreros indios lograron con gran esfuerzo separar al toro del cuerpo de Wallpa. El varayok alcalde de Kayau alcanz un cartucho de dinamita al Raura, con el que finalmente hirieron mortalmente al toro, mientras que Wallpa sangraba a borbotones por la pierna hasta inundar el suelo con su sangre. El alcalde le dijo entonces al Subprefecto que as eran sus fiestas, el yawar punchay verdadero.
lidia, que no obstante es una variante veraz del yawar fiesta celebrado especialmente en los departamentos de Ayacucho y Apurmac.
Gnero
Novela
Idioma
Castellano
Editorial
Pas
Per
Fecha de publicacin
1971
Formato
Impreso
Serie
El zorro de arriba y el zorro de abajo es la sexta y ltima novela del escritor peruano Jos Mara Arguedas publicada pstumamente en 1971. Es una novela trunca, es decir, no culminada, y que se halla intercalada por unos diarios personales e intimistas donde el autor refiere los tormentos que le agobiaban mientras iba escribiendo la novela, para finalmente anunciar su inminente suicidio. Complementan la obra dos cartas y un eplogo. La novela pinta las consecuencias del acelerado proceso de modernizacin del puerto de Chimbote, motivado por el boom pesquero; haca all llegan miles de inmigrantes andinos atrados por la oportunidad de ganarse la vida en una pujante urbe industrial, y al mismo tiempo asimilarse a la llamada modernidad, todo lo cual, segn la ptica del escritor, trae consecuencias nefastas: la prdida de la identidad cultural del hombre andino y su degeneracin moral al sucumbir ante los vicios de la ciudad, en bares y burdeles.
ndice
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1 Contexto 2 Explicacin del ttulo 3 Escenario 4 poca 5 Personajes 6 Braschi o Banchero 7 Estructura 8 Resumen por captulos o 8.1 PRIMERA PARTE o 8.2 SEGUNDA PARTE 9 Anlisis 10 Mensaje 11 Referencias 12 Bibliografa 13 Enlaces externos
Los zorros a los que hace referencia el singular ttulo de la obra (el de arriba y el de abajo) son personajes mitolgicos tomados por el autor de unas leyendas indgenas recopilados a fines del siglo XVI o comienzos del siglo XVII por el doctrinero hispanoperuano don Francisco de vila en la provincia de Huarochir. Estas leyendas escritas en quechua fueron traducidas al castellano y editadas por el mismo Arguedas bajo el ttulo de Dioses y hombres de Huarochir(1966). La leyenda de los zorros es la siguiente: en tiempos remotos dos zorros se encontraron en el cerro Latausaco, en Huarochir (sierra del actual departamento de Lima), junto al cuerpo dormido de Huatyacuri, hijo del dios Pariacaca. El mundo se hallaba dividido en dos regiones, de donde provena cada zorro: La regin de abajo, cerca al mar, estrecho litoral caluroso donde no llueve; y La regin de arriba, de montaas y abismos de altura.
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Es decir lo que despus vino a llamarse respectivamente la costa y la sierra, divisin tradicional del territorio que hoy conocemos como el Per. Los zorros se convierten en consejeros de Huatyacuri, quienes le ayudan a vencer los retos que le impone el yerno del dios Tamtaamca, pero a la vez son observadores discretos y algo burlones de todo lo que ocurre. Segn el plan del escritor, estos zorros deban ser los guas o narradores de la historia, como smbolos de cada una de las mitades del Per y que se reencuentran luego de 2,500 aos en lo alto de un cerro de arena a cuyos pies se extiende Chimbote, un puerto que se hallaba entonces en plena efervescencia motivada por el boom pesquero. En efecto, Chimbote est situado en la regin de abajo y haca all llegan miles de inmigrantes provenientes de la sierra o la regin de arriba. Segn el plan del lector estos zorros deban entrometerse de vez en cuando en los sucesos narrados para comentarlos y orientarlos. Sin embargo tal plan no se desarrolla a plenitud. Los zorros solo figuran en dos ocasiones con nombre propio, al final del Primer Diario y del captulo I; otras veces parecen encarnarse en el captulo III en las figuras de don ngel Rincn Jaramillo (el 3 zorro de abajo) y don Diego (el zorro de arriba), aunque de manera no muy clara.
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Don ngel Rincn Jaramillo, jefe de planta de la fbrica de harina de pescado Nautilus Fishing, quien recibe la visita de Don Diego. Don Diego, un estrafalario hippie incaico, agente de Braschi, el patrn mayor de la industria pesquera. Visita una fbrica de harina de pescado y una residencia de curas norteamericanos en Chimbote.
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El gringo Maxwell, un norteamericano, ex cuerpo de paz, que viaja por el Per y termina asimilndose a la cultura andina luego de asistir a una fiesta en una comunidad punea; desde entonces baila como posedo del espritu de San Vito y toca charango. En Chimbote se instala en una barriada, se hace albail fabricante de ladrillos y planea casarse con su vecina Fredesbinda. Se pelea en el burdel con el Mudo, quien jura cortarle el cuello. El loco Moncada, personaje estrambtico, es un zambo locuaz que predica en las plazas pblicas disfrazndose para cada ocasin. Sus sermones, entre filosficos y polticos, ocupan buena parte de la novela. Deca descender del presidente Luis Jos de Orbegoso y Moncada. Dos episodios muestran su locura: su discurso que da en la esquina de la plaza del mercado principal donde escenifica un extrao retablo, y su participacin en la procesin de cruces junto con la gente de las barriadas. En sus perodos de lucidez, trabaja como acarreador de pescado de los botes cortineros a la playa, por lo que recibe buen pago. Gregorio Bazalar, chanchero de San Pedro, dirigente de su barriada. En su casa vive con dos mujeres empleadas, la Esmeralda y la Juana, quienes le ayudan en las tareas del hogar y la crianza de cerdos; las malas lenguas lo acusan de bgamo, aunque l lo niega siempre. Fue elegido presidente de su barriada, haciendo una buena labor. Mansilla, presidente de la barriada de San Pedro, en disputa con Bazalar, quien lo desplaza obteniendo ms votos de los vecinos. Esteban de la Cruz, serrano, ex minero de la mina de Cocaln, que llega a Chimbote donde encuentra empleo como vendedor de helados; luego ayuda a su esposa Jesusa en la venta de papas en un puesto del mercado y se compra una mquina de zapatera. Como consecuencia de su antiguo trabajo sus pulmones se encuentran llenos de polvo de carbn de piedra, que empieza a expulsarlos como esputos negros que recoge en hojas de peridico para guardarlos y pesarlos, pues un curandero le asegura que se habr curado cuando expulse cinco onzas de carbn. Amigo y compadre del loco Moncada. Su esposa se convierte al evangelismo y l mismo recibe influencia de las prdicas evanglicas, aunque no se decide a la conversin. Tiene dos hijos, aun menores. Apasa o Doble Jeta, pescador aimara, que compra dos chacras pequeas en el Valle del Santa, que hace trabajar a tres mujeres provenientes tambin de la sierra, quienes de noche se convierten en sus amantes. El albail Cecilio Ramrez. El Padre Michael Cardozo, cura norteamericano, de tendencia progresista, que tiene en su despacho un retrato de Che Guevara junto a una representacin de Cristo. Habla muy bien el castellano y conoce los problemas de las barriadas. El Padre Hutchinson, cura norteamericano.
presentado, ms que como un explotador econmico, como un agente de corrupcin moral. A l se debe no solo que Chimbote se convierta en un emporio con fbricas modernas, sino que la ciudad se llene de bares yprostbulos, operacin planeada meticulosamente por Braschi y sus lugartenientes, a fin de que los trabajadores serranos dilapiden todo el dinero ganado en putas y borracheras y de esa manera queden sujetos indefinidamente a ese aberrante sistema. Tiene a su servicio un grupo de matones y soplones, la mafia, que se encargan de facilitar la consecucin de sus intereses. El mismo Braschi encarna en su persona lo ms bajo de la depravacin moral: es unpederasta pasivo, que se deja sodomizar por el Mudo y por otros pescadores en el prostbulo de la ciudad, aunque en los das en que est ambientada la novela 4 haca tiempo que Braschi ya no visitaba Chimbote. El personaje de la vida real, Banchero, fue asesinado al comenzar el ao de 1972, en circunstancias no esclarecidas. Poco despus el gobierno militar presidido por el general Juan Velasco Alvarado estatiz la industria pesquera.
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blanco y el corral, siendo el primero de mayor jerarqua, donde atienden prostitutas extranjeras (como la Argentina), y el ltimo el de nivel ms bajo, donde se ofrecen mujeres pobres, mayormente de origen andino y selvtico. En ese ambiente ocurren grescas entre los visitantes, peleas con las mujeres, encerronas, borracheras, sadomasoquismo, etc. Por ejemplo, el pleito del Mudo con el gringo Maxwell, a quien amenaza degollar con un cuchillo, y la incursin de un cabo de la guardia civil, a quien algunos revoltosos sobornan para evitar ser apresados. Un pescador serrano, Asto, ostentosamente celebra su mejora salarial visitando asiduamente a la Argentina, la prostituta ms cotizada del saln rosado, por ser extranjera, blanca y rubia. En otra escena, tres prostitutas del Corral (entre ellas la Orfa y Paula Melchora) retornan caminando a su barriada, lamentando su situacin. El captulo finaliza mencionndose a Chaucato, quien duerme plcidamente en un cuarto del burdel, mientras que dos prostitutas, la Flaca y la China, se reparten el pago, aunque la ltima reclama haber hecho sola el trabajo. CAPTULO II Este captulo presenta a un extravagante personaje, el loco Moncada, un zambo que predica en calles y plazas del puerto, utilizando disfraces segn la ocasin. Un ejemplo de esas alocuciones o monlogos es el siguiente:
Miren como toreo las perversidades, las pestilencias. Yo soy lunar negro que adorna la cara, el lunar cuando est en la mejilla de la mujer buenamoza o en la frente del hombre es adorno. Quin dice que no?, yo soy lunar de Dios en la tierra, ante la humanidad. Ustedes saben que la polica me ha querido llevar preso, otras veces decan que era gato con uas largazas, de ladrn. Yo, no niego que soy gato, pero robo la amistad, el corazn Dios, as arao yo... y no es la moneda la que me hace disvariar sino mi estrella...
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El loco Moncada, con una pesada cruz al hombro, recorre la ciudad, pasando por el mercado. Al llegar a la va del ferrocarril encuentra un gallo triturado por un vagn, que recoge y mastica. La gente lo ve dirigirse hacia las barriadas situadas ms lejos, en los arenales. Suceda entonces que las autoridades haban convencido a los pobladores pobres a que enterraran a sus muertos en un nuevo cementerio habilitado en una pampa hondonada situado al otro lado de la barriada de San Pedro. El antiguo cementerio, situado en un mdano colindante con la carretera principal, haba sido cercado con un muro y en su fachada colocada un gran arco; sera destinado en adelante para la gente pudiente. Los pobladores de las barriadas, instados por sus lderes, organizaron entonces una procesin de cruces: arrancaron las cruces de las tumbas de sus muertos (situadas en la parte alta del viejo cementerio) y las trasladaron al nuevo cementerio, haciendo una larga marcha. Nadie comprenda el motivo del loco Moncada para sumarse a esa procesin; la cruz que abandona en la hondonada es recogida por el sacristn-guardin del cementerio, que decide colocarla en lo alto del mdano del cementerio. En otra escena, Tinoco llega al barrio de La Esperanza Baja y entra en la casa de Florinda (la hermana de Asto), a quien amenaza para que vuelva al Corral. Aparece Antoln Crispn, el conviviente de Florinda y discute con Tinoco, quien termina por irse, volviendo al puerto. En la parte final se describe la descarga de anchoveta de la bolichera Sansn I y la visita de Asto a su hermana, luego de una dura jornada laboral. SEGUNDO DIARIO Fechado en el Museo de Puruchuco, Lima, el 13 de febrero de 1969, empieza diciendo que su novela anterior, Todas las sangres, la compuso en dos etapas separadas una de otra por varios aos, y que la ha vuelto a leer despus de mucho tiempo por obligacin. Confiesa tambin que an no puede empezar el tercer captulo de la presente novela, porque no entiende a fondo lo que est pasando en Chimbote y en el mundo. Menciona que la segunda parte de esta obra la escribi sin conocer bien Chimbote. Cuenta sobre su estada en la ciudad de New York, donde anduvo una semana sin descanso, por la Quinta Avenida, la Calle 42, Greenwich Village, Harlem y Broadway,
hasta que una noche tuvo una aventura con una linda negrita a la que conquist hablndole en quechua. Afirma que no cree conocer bien las ciudades, a pesar de estar escribiendo sobre una de ellas. Cuenta tambin que va a almorzar a un restaurante de obreros llamado Miguel Angel, donde la duea, una seora gorda y buenamoza, hace descuentos a los profesores de la Universidad Agraria. CAPTULO III
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Comienza describiendo el dilogo entre el jefe de planta de la fbrica de harina de pescado Nautilus Fishing, don Angel Rincn Jaramillo y un visitante, don Diego, enviado de Braschi. Don ngel le cuenta los manejos de la industria pesquera, framente calculados por Braschi y sus lugartenientes. La idea era ensear a nadar y a pescar a los serranos, y una vez entrenados en el oficio pagarles cientos y hasta miles de soles y como no saban manejar tanta plata, lo siguiente era hacerles gastar en borracheras y en putas, y tambin en hacer que construyeran sus casas propias. Pero algunos serranos no caen fcilmente en ese esquema y sobresalen por mritos propios. Don ngel reconoce que muchos trabajadores andinos asimilan rpidamente las tcnicas de mantenimiento y reparacin de las embarcaciones, mejor incluso que los criollos. Tambin menciona las intrigas de los sindicalistas apristas y comunistas, y cmo despus de una huelga de trabajadores la industria aument el pago salarial a estos, para casi inmediatamente devaluarse la moneda (en 1967), lo que signific que el trabajador empezara a ganar 30% menos de lo que reciba antes de la huelga. Todo lo cual se da a entender como una maquinacin malvola de Braschi que conoca con antelacin los manejos del poder de turno. Para fines de la dcada ya la industria iba en declive por lo que se hizo necesario la reduccin del personal de trabajadores, pero aun as seguan llegando ms serranos a Chimbote. Don ngel cuenta tambin que la ltima vez que Braschi estuvo en Chimbote fue durante la entronizacin de San Pedro, el patrn de los pescadores, luego de lo cual se despidi con un obsequio alucinante: sus ayudantes acarrearon cien prostitutas ante el regocijo de los trabajadores, que armaron una orga desenfrenada dentro de la fbrica. Mientras contina la conversacin, don ngel lleva a don Diego a conocer el proceso de la produccin de la harina y aceite de pescado; le muestra todas las maquinarias y le explica su funcionamiento. Finalmente esa noche ambos van a visitar una boite donde se presenta una nudista, apodada La Caprichosa. CAPTULO IV Esteban de la Cruz es un inmigrante andino, que vive en una barriada con su esposa Jesusa y sus dos pequeos hijos. Es compadre y amigo del loco Moncada. Su esposa trabaja vendiendo papas en el mercado y l lo ayuda comprando la mercadera en Trujillo. Tambin se compra una mquina para remallar zapatos. En este captulo aparece en escena en la calle, tosiendo y expulsando esputos muy negros, que recoge en hojas de peridico que luego guarda meticulosamente. Suceda que en la sierra haba trabajado en la mina de carbn Cocaln y a raz de esa experiencia tena los pulmones llenos de polvo de carbn. Ya en Chimbote, un da se siente mal de salud y va donde el mdico, quien le informa que tena los das contados pues sus pulmones estaban llenos de carbn. Esteban busca en Chimbote a sus antiguos compaeros de la mina y se entera que todos ya haban muerto, excepto uno, quien ya agonizante le cuenta que el brujo de su pueblo le haba dicho que la nica manera de curarse era botando el carbn a travs de los esputos, hasta que llegaran a pesar por lo menos siete onzas. Esteban, que ya haba esputado antes, recobra las esperanzas de vivir y es as como expulsa y recoge sus esputos para pesarlos hasta poder llegar a la cantidad aconsejada; en el momento del relato ya haba expulsado 5 onzas. El loco Moncada lo visita y lo alienta a vencer el mal. Mientras que su esposa Jesusa adquiere un puesto en el mercado que paga a plazos, dando como aval la mquina de zapatera de Esteban. El captulo
finaliza con Esteban trabajando en su mquina, muy entusiasmado, pese a que las fuerzas se le iban a medida que pasaban los das. TERCER DIARIO El primer diario de esta entrega est fechado en Santiago de Chile, el 18 de mayo de 1969, y refiere su viaje a la ciudad de Arequipa y a la de Moquegua. En Arequipa estuvo doce das, donde escribe las quince pginas finales del tercer captulo de la novela; menciona adems a un pino gigante que ese elevaba en un patio colonial y cuya voz afirma poder escuchar. En el diario del 20 de mayo, refiere que fue invitado por Nelson Osorio a Valparaso, Chile. All se hospeda en la casa de Nelson y en la de Pedro Lastra, ambiente intelectual donde logra reanimarse. Concluye el captulo IV de la novela. Asiste a varias sesiones acadmicas en la Universidad de Valparaso. Retorna al Per. Menciona su polmica con Julio Cortzar y alude a la visita que un da le hizo Mario Vargas Llosa. Finalmente, en el diario del da 28 de mayo, dice que tras un segundo retorno de Chile cree haber encontrado la tcnica para la Segunda Parte de la obra, y asegura haber ya escrito los tres primeros hervores de la misma: Chaucato con Mantequilla, don Hilario con Doble Jeta y la Decisin de Maxwell.
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sido la suerte final de cada uno de ellos. Luego de decir que ha luchado intilmente contra la muerte, anuncia su inminente partida:
Despidan en mi un tiempo del Per, cuyas races estarn siempre chupando jugo de la tierra para alimentar a los que viven en nuestra patria, en la que cualquier hombre no engrilletado y embrutecido por el egosmo puede vivir, feliz, todas las patrias.
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Por ltimo en el diario del 22 de octubre, el autor hace alusin al balazo que acabara con su vida. Un mes despus el escritor se dispar un tiro en la cabeza. Se puede decir que esta obra Jos Mara Arguedas la termin con su vida. EPLOGO Es una carta dirigida por el autor a don Gonzalo Losada, el editor de Buenos Aires, y est fechada en Santiago de Chile, el 29 de agosto de 1969. Trata sobre las ltimas disposiciones sobre la publicacin de la obra, la que consiente pese a estar inconclusa; uno de sus pedidos es que se inserte como prlogo el discurso que pronunci cuando gan el premio Inca Garcilaso de la Vega (el famoso discurso donde dice No soy un aculturado), ltimo deseo que no fue cumplido por los editores de la obra.
las chimeneas de las fbricas y las fundiciones, y un hedor domina toda la ciudad, todo lo cual da el marco conveniente a una ciudad cada en la degeneracin fsica y moral.
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El Sexto
El Sexto
Autor Jos Mara Arguedas
Gnero
narrativo
Tema(s)
El Sexto
Idioma
Castellano
Editorial
Pas
Per
Fecha de publicacin
1961
Formato
Impreso
Serie
El Sexto
El Sexto es la cuarta novela del escritor peruano Jos Mara Arguedas publicada en 1961 y que mereci el Premio Nacional de Fomento a la Cultura Ricardo Palma en 1962. Es una breve novela basada en la experiencia carcelaria del autor en la prisin limea del mismo nombre, entre los aos de 1937 y 1938, bajo la dictadura de Oscar R. Benavides. Aunque ambientada en un contexto urbano y con personajes mayoritariamente costeos y criollos, no deja de tener elementos en comn con sus anteriores novelas neoindigenistas, en especial con Los ros profundos, pues su protagonista-narrador (que usa el sobrenombre de Gabriel) es tambin un ser marginal, sensible e idealista, escindido entre dos mundos (el serrano-andino y el costeo-criollo) y entre dos culturas (la quechua y la castellana). Asimismo la novela es un cuadro descarnado de la vida carcelaria, que se desarrolla en un edificio lbrego donde conviven presos comunes con presos polticos. El dolor, la angustia, el sufrimiento y la muerte, son los elementos vitales que giran alrededor de la obra.
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1 Tema central 2 Contexto poltico 3 Contexto ideolgico 4 Escenario 5 Personajes o 5.1 Principales o 5.2 Secundarios 6 Resumen 7 Crtica 8 Mensaje 9 Referencias 10 Bibliografa
El escritor tena 26 aos cuando vivi dicha experiencia carcelaria. Ocurri durante la dictadura del general Oscar R. Benavides (aludido en la novela como El General), bajo la cual se hallaban fuera de la ley los partidos aprista y comunista. En realidad, Arguedas nunca fue un activo militante partidario, pero sus simpatas estaban del lado del comunismo y en contra del fascismo, pues se
haba formado intelectualmente con las lecturas del amauta Jos Carlos Maritegui. Fue por eso que cuando en 1937 se anunci la visita del general italiano Camarotta (representante del dictador Benito Mussolini) a la sede de la Universidad de San Marcos, un grupo de estudiantes sanmarquinos se puso de acuerdo para organizar una protesta; entre ellos se encontraba Arguedas. Todos ellos eran partidarios acrrimos de la Segunda Repblica Espaola y como tales, opositores declarados de la dictadura italiana, que por entonces apoyaba al bloque fascista en plena guerra civil espaola. En el fragor del acto, los estudiantes rodearon al general Camarotta e intentaron arrojarlo a la pila del patio de Derecho, hecho que fue impedido por un grupo de profesores. La embajada italiana protest enrgicamente ante el gobierno peruano, y el general Benavides, a fin de dar un escarmiento ejemplar, orden la prisin de todos los estudiantes involucrados. Fue as como Arguedas fue a dar en El Sexto (prisin llamada as por estar en la 1 sexta zona policial de Lima), donde pas once meses, de noviembre de 1937 a octubre de 1938.
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Principales[editar editar cdigo]
Gabriel, el narrador-protagonista, es un joven estudiante, serrano, artista, idealista, apoltico. Es natural del pueblo de Larcay, cerca de Chalhuanca. No se alnea ni con los apristas ni con los comunistas, pues siente aversin por las doctrinas y disciplinas polticas que, segn l, limitan su libertad. Prefiere juzgar a los individuos no por sus diferencias polticas, sino por su personalidad, y es as como se hace amigo por igual del comunista Cmac y el aprista Mokontullo. Es muy sensible y le atormentan las terribles escenas que ve en la crcel. En los momentos de mayor angustia recuerda las bellas y apacibles imgenes de su tierra natal, a manera de paliativo. Alejandro Cmac, hombre maduro, alto, flaco, serrano, campesino de origen, carpintero de minas, sindicalista y comunista. En Morococha (regin minera en la sierra central del Per) haba sufrido encierro y torturas, antes de ser trasladado a Lima. Compaero de celda de Gabriel, quien llega a admirarle por su sentido de justicia, que estaba por encima de su militancia partidaria. Muere en prisin y sus camaradas lo homenajean, sumndose incluso los apristas al acto, pues todos le reconocen como un gran luchador social. Pedro, el lder de los comunistas, pronuncia un discurso en su honor. Juan, apodado Mokontullo, joven, alto, blanco, arequipeo y aprista. Es la esperanza de su partido, aunque l se define solo como el msculo del mismo, siendo otros los cerebros. Empero, no es fantico y hace amistad con Gabriel. Francisco Estremadoyro, apodado Pacasmayo, por ser natural del puerto de ese nombre, situado en el departamento de La Libertad, donde tena un negocio de lanchas. Estaba como acusado de aprista, pero en realidad era apoltico y segn su versin su encierro era obra de un diputado liberteo a raz de una disputa por el amor de una mujer. Es muy jovial, conversador y lleno de energa, pero de pronto es aquejado de una extraa enfermedad que le hace enrojecer el rostro. Ello, sumado al deprimente espectculo de la prostitucin de un muchacho apodado Clavel en plena crcel, hace que enloquezca y se suicide arrojndose contra los barrotes de la celda del muchacho. El piurano Policarpo Herrera, natural de Chulucanas. Es un hombre alto y fornido, pequeo propietario, agricultor caavelero, que segn su versin estaba en prisin por su enemistad personal con el subprefecto de su provincia. Como todo hombre andino siente aversin hacia la homosexualidad; detesta por eso al Rosita y a los violadores como el Pualada y su banda de negros. Marav, delincuente de alta peligrosidad, gordo, bajo y achinado. Es uno de los jefes de El Sexto, rivalizando con Rosita y Pualada por el control de los negocios en el interior del penal. Pualada, es un negro ladrn y asesino. Es alto, corpulento y con mirada de caballo. Es jefe de una de las bandas que existen dentro de la prisin. Es tambin el encargado de llamar a los presos desde la puerta del penal. Controla el negocio de prostituir a un joven llamado Clavel, as como el trfico de alcohol, hojas de coca y droga dentro de la prisin. Se enamora del Rosita pero ste lo rechaza. Rosita, homosexual y travestido, quien purga prisin por ladrn y asesino. Es otro de los lderes del Sexto, en rivalidad con Marav y Pualada. Es hbil con la navaja y muy respetado por todos. Su pasatiempo favorito es el canto que entona con delicada voz. Convive en su celda con el Sargento, un preso comn condenado por estupro.
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El Japons, es un preso vago, de ascendencia oriental, quien es objeto de la burla y el maltrato de parte del Pualada y otros presos. Una de las torturas a la que le someta el Pualada consista en impedirle que defecara tranquilamente, haciendo que se revolcara en su suciedad. Un negro idiota y exhibicionista, que ensea su enorme miembro viril a cambio de unos centavos. l es quien, al final de la novela, mata al Pualada cortndole en el cuello. Libio Tasaico, un muchacho de 14 aos, serrano y sirviente, quien llega al Sexto acusado por su patrona de robar un anillo costoso. Llevado a una celda, es abusado sexualmente por Pualada y otros negros. Rechaza el dinero que Pualada le quiere dar. Se hace amigo de Gabriel, de quien era paisano. Al da siguiente sale en libertad pues su patrona avisa que ya encontr su anillo. El Pato, inspector de la polica y sopln (informante o delator al servicio del gobierno), odiado por los presos polticos, que es muerto de una cuchillada por el Piurano, al final de la novela. PateCabra, otro de los lderes del primer piso de El Sexto, aunque no tiene protagonismo en el relato. Los vagos, son presos comunes encerrados por vagancia y por andar indocumentados; algunos se ponen al servicio de los delincuentes ms avezados, como mandaderos o guardaespaldas. Los paqueteros, vagos al servicio de Pualada, Marav y el Rosita. El Comisario de la prisin, que es un mayor de la polica, algo loco y abusivo. El Cabo, el Sargento, el Teniente y los guardias de la prisin.
al pabelln destinado a los presos polticos, situado en el tercer piso del penal. Es introducido en una celda, que compartir en adelante con Alejandro Cmac Jimnez, un sindicalista minero de la sierra central, preso por comunista. Cmac se convierte para Gabriel en el gua y consejero en ese submundo donde se encuentra lo peor y lo mejor del Per. La crcel est dividida en tres niveles: en el primer piso se encuentran los delincuentes ms peligrosos y prontuariados; en el segundo estn los delincuentes no avezados (violadores, ladrones primerizos, estafadores, etc.) y en el tercero se encuentran, como ya queda dicho, los presos polticos. Gabriel va conociendo uno por uno a los presidiarios. Pedro es el lder de los comunistas y Luis el de los apristas; estos ltimos son los ms numerosos (ms de 200, frente a 30 comunistas). Destacan tambin el aprista Juan o Mokontullo y el comunista Torralba. Otros polticos como el Pacasmayo y el piurano Policarpo Herrera se consideran apolticos y aducen estar en prisin por venganzas personales. De entre los delincuentes del piso inferior Gabriel conoce a los que son los amos del Sexto: Marav, el negro Pualada y el Rosita, ste ltimo un travestido. Otro grupo lo conforman los vagos, algunos de los cuales son pintorescos, como el negro que ensea su pene, inmenso como el de una bestia de carga, a cambio de diez centavos; pero otros son verdaderos espantajos humanos, vctimas de la burla y el sadismo de los ms avezados, como el Pianista, el Japons y el Clavel. Lo ocurrido en torno a Clavel ejemplifica en su mxima expresin el horror carcelario. Clavel es un muchacho homosexual quien luego de ser violado por los presos, es encerrado por Pualada en una celda obligndolo a prostituirse, todo ello con la complicidad de los guardias y las autoridades penitenciarias. Clavel termina por enloquecer. Otra escena nos permite conocer el alma bondadosa de Gabriel. Cuando el Pianista agoniza en el pasillo vctima de los maltratos sufridos, Gabriel, con ayuda de Mokontullo, lo recoge, lo regresa a su celda y lo abriga con su ropa. Inesperadamente se acerca el Rosita ofreciendo ayuda y proteccin al Pianista. Pero ste aparece muerto al da siguiente y algunos presos acusan a Gabriel de ser responsable de su muerte, presumiendo que las ropas que le regal haban atrado la codicia de los vagos quienes en el forcejeo para quitrselas lo habran ahorcado. Esto provoca una disputa entre apristas y comunistas; los primeros acusan a los segundos de provocar el incidente, para enredar a Mokontullo con Rosita, y as ensuciar la trayectoria de quien era considerado como la esperanza del partido, por su juventud y entusiasmo. Este incidente provoca una serie de discusiones entre los militantes de cada partido. Los apristas se consideran los verdaderos representantes del pueblo peruano y acusan a los comunistas de estar al servicio de Mosc; por su parte, los comunistas acusan a los apristas de ser intrigantes y actuar solo como instrumentos de la clase oligrquica para frenar la revolucin autntica. Ante tal discusin, Gabriel no tiene reparos en decir abiertamente que no comulga con ideologas y disciplinas politizadas que, segn l, limitan la libertad natural del ser humano. Los dems comunistas le responden que es un idealista y soador, y que le faltaba compenetrarse ms con la doctrina del partido. Mientras tanto, el Clavel continua siendo prostituido en su celda, lo que conmueve y repugna a los presos polticos. El ms afectado es Pacasmayo, quien para colmo es presa de una extraa enfermedad que le hace enrojecer el rostro, ante la indiferencia del mdico de la prisin, quien se limita a decirle que solo es un mal pasajero. El piurano tambin demuestra abiertamente su aversin hacia todos los actos homosexuales y de violencia sexual que se practican en la crcel. Los lderes de los presos polticos se ponen de acuerdo y solicitan una entrevista con el Comisario del penal; asimismo le envan un petitorio donde exigen que se ponga fin al trfico sexual y se trasladen a otra prisin al Pualada, Marav y Rosita. Firman la solicitud Pedro, Luis y Gabriel (ste ltimo en nombre de los universitarios e independientes). El Comisario llama a todos ellos a su despacho; luego de leer el petitorio, lo rechaza iracundo, aduciendo que la crcel era precisamente
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para eso, para que los presos se jodieran entre ellos, y que deban estar ms bien agradecidos los polticos de que no fueran encerrados en el primer piso, lo cual sera, segn l, el verdadero castigo, por traidores a la patria. Luis y Gabriel no se contienen y responden digna y airadamente; ante lo cual el Comisario llama a los guardias y ordena que los golpeen y los devuelvan a sus celdas. Poco despus fallece Alejandro Cmac en brazos de Gabriel. En los ltimos das su salud se haba quebrantado y perdido la visin de un ojo. Todos los polticos, apristas y comunitas rinden homenaje a quien consideran un gran luchador social. Pedro da un vibrante discurso. El cadver es sacado y los presos lo despiden cantando a toda voz sus himnos respectivos. El teniente es enviado a acallar a los presos, pero no logra su cometido. La muerte de Cmac coincide con la del Japons, vctima del hambre y los golpes; ambos cuerpos son sacados del penal en el mismo camin. Otro suceso que conmueve a Gabriel es el ocurrido en torno a Libio Tasaico, un muchacho serrano y sirviente, de 14 aos, quien llega a la crcel acusado por su patrona de robarle una joya costosa. Esa misma noche Pualada y otros negros violan al muchacho, quien amanece llorando desconsoladamente. Gabriel trata de calmarlo; lo lleva a su celda y le cuenta sobre la vida de su pueblo situado tambin en las serranas, donde los hombres son valientes y no lloran a pesar de latiguearse en las festividades patronales. Libio siente entonces alivio al encontrar a una persona que le habla con el idioma del corazn. Poco despus la patrona del muchacho avisa que ya encontr la joya perdida y pide que le entreguen a Libio, pero ste no quiere regresar donde ella. Gabriel le convence entonces para que se vaya de la prisin y lo despide afectuosamente, dndole la direccin de un amigo donde lo alojaran y daran trabajo. Este ltimo incidente convence a Gabriel que el negro Pualada deba morir y pide al Piurano que lo asesine. El piurano promete hacerlo y se consigue un enorme cuchillo. Una noche, Gabriel escucha los gritos de Pacasmayo; al asomarse por la baranda, lo ve arrojarse desde lo alto contra las rejas de la celda del Clavel, rompindose el cuello. No repuesto de la impresin, al poco rato Gabriel escucha al Pualada gritando de dolor y lo ve desplomarse sangrando, con un enorme corte en el cuello. Gabriel cree al principio que es obra del piurano pero ste se acerca y le asegura que otro se le haba adelantado. El teniente, el cabo y los guardias irrumpen y encuentran al negro exhibicionista con un cuchillo en la mano; asumen que es el asesino del Pualada y lo arrestan. Tambin llevan como testigos a Gabriel y al piurano; Gabriel cuenta a los policas que Pacasmayo se quit la vida al no poder soportar el abominable espectculo del muchacho prostituido, pero el cabo supone que el motivo ms probable sera un sentimiento de celos por el maricn, lo cual indigna a Gabriel y al piurano. Ambos son devueltos a la crcel, pero cuando atraviesan el patio se les acerca el Pato, un inspector, quien pistola en mano amenaza al piurano y lo insulta, llamndolo cholo asqueroso. El Pato era un sopln o delator al servicio del gobierno y como tal odiado por los presos polticos; el piurano no soporta la ofensa y con un movimiento veloz saca su cuchillo y le da un tajo en el cuello. El Pato se desploma muerto ante la estupefaccin de todos. Gabriel sube al tercer piso y anuncia a toda voz el suceso; todos celebran y dan vivas al piurano. El relato termina cuando, al amanecer siguiente, Gabriel despierta al escuchar una voz que llamaba a los presos desde la puerta de la prisin, imitando al Pualada. Era un negro joven, que relevaba as al amo fallecido.
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incidente del Pianista, que carecen de poder de persuasin, o que no armonizan con el contexto como el discurso a la muerte de Cmac, o momentos que debieron ser de gran dramatismo pero que no lo son por estar mal resueltos, como la muerte de Pualada a manos del negro que exhibe su miembro viril. Agrega tambin que muchos de los personajes son borrosos y que la historia transcurre sin soltura, pues el tiempo narrativo no est bien estructurado. Empero, Vargas Llosa seala tambin sus aciertos. Segn su criterio, lo mejor sera la parte esttica del libro, el ambiente de rutina embrutecedora, envilecimiento y podredumbre que sirve de marco a la accin. Otro de los aciertos seran los personajes colectivos, entidades gregarias en las que el individuo es absorbido y borrado por el conjunto, que funciona como el sincronismo de un ballet. Entre esas tropas humanas la ms vvidamente representada sera la de los vagos, en quienes, pese a su repulsin, Arguedas consigue preservar un relente de humanidad, y sus 4 apariciones provocan, adems de disgusto y pavor, compasin y hasta ternura.
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El libro ha sido construido a base de dilogos; la parte descriptiva es menos importante que la oral. Esto signific un cambio en la narrativa de Arguedas. En Yawar Fiesta haba ensayado con acierto una reelaboracin castellana del quechua para hacer hablar a sus personajes indios, y ese estilo mestizo alcanzaba un alto nivel artstico en Los ros profundos. En El Sexto, con una sola excepcin, quienes hablan no son indios sino limeos, serranos que se expresan ordinariamente en espaol y gentes de otras provincias de la costa. Arguedas trat de reproducir las variedades regionales y sociales el castellano de los piuranos, de los serranos, de los zambos, de los criollos ms o menos educados mediante la escritura fontica, a la manera de la literatura costumbrista, y aunque en algunos momentos acert (por ejemplo, en el caso de Cmac), en otros fracas y cay en el manierismo y la parodia. Esto es evidente cuando hablan los zambos o don Policarpo; esas expresiones argticas, deformaciones de palabras trasladadas en bruto, sin recreacin artstica, consiguen un efecto contrario al que buscan (fue el vicio capital del costumbrismo): parecen artificios, voces gangosas o en falsete. De todos modos, aun con estas limitaciones, por su rica emotividad, sus hbiles contrastes y sus relmpagos de poesa, el libro deja al final de la lectura, como todo lo que Arguedas escribi, una 5 impresin de belleza y de vida.