Perspectivas de Las Mujeres Maltratadas
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Agoff C, Rajsbaum A, Herrera C. Perspectivas de las mujeres maltratadas sobre la violencia de pareja en Mexico. Salud Publica Mex 2006;48 supl 2:S307-S314.
Agoff C, Rajsbaum A, Herrera C. Womens perceptions on intimate partner violence in Mexico. Salud Publica Mex 2006;48 suppl 2:S307-S314.
Resumen Objetivo. Identificar factores personales, culturales e institucionales que obstaculizan el proceso de bsqueda de salida a la violencia de pareja en mujeres mexicanas. Material y mtodos. Entre mayo y noviembre de 2003 se realizaron 26 entrevistas narrativas con mujeres que sufren violencia o que salieron del problema, con perfil de usuarias de servicios pblicos de salud en los estados de Coahuila, Quintana Roo y en el Distrito Federal. Resultados. Entre las razones a las que obedece la violencia, segn las mujeres, se distinguieron causas (sin voluntad de dao) y motivos (violencia como castigo intencional). Asociados a estas explicaciones se hallan los umbrales de tolerancia y la atribucin de responsabilidad de la violencia. Adems, el entorno social de las mujeres favorece la reproduccin de las normas sociales que pautan la relacin entre los gneros y en los que la violencia encuentra su justificacin. Conclusiones. Los principales obstculos para dar solucin al problema de la violencia radican en los valores y normas sociales que son compartidos tanto por las vctimas como por el entorno social y los funcionarios pblicos. Palabras clave: mujeres maltratadas; valores sociales; prejuicio; medio social; Mxico
Abstract Objective. To identify personal, cultural, and institutional factors that hinder the solution to domestic violence. Material and Methods. In Quintana Roo, Coahuila, and Mexico City, 26 in-depth interviews with women currently suffering from intimate partner violence and others who had already found a solution were carried out, between May and November 2003. Results. Among womens explanations to violence, it was possible to distinguish between causes (non intentional violence) and motives (intentional violence). Associated with these explanations, issues related to tolerance emerge, as well as attribution of responsibility. Moreover, the social ties of the women contribute to the acting out of gender roles and the justification or tolerance of conjugal abuse. Conclusions. The dominant values and norms of gender in society, shared by abused women and the community, are responsible for the perpetuation of intimate partner violence.
Key words: battered women; social values; prejudice; social environmental; Mexico
Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM-UNAM). Mxico. Clnica de Atencin a la Violencia Domstica. Instituto Latinoamericano de Estudios de la Familia. Mxico. Centro de Investigaciones en Sistemas de Salud, Instituto Nacional de Salud Pblica. Mxico. Fecha de recibido: 26 de agosto de 2004 Fecha de aprobado: 25 de agosto de 2005 Solicitud de sobretiros: Cristina Herrera. Centro de Investigaciones en Sistemas de Salud, Instituto Nacional de Salud Pblica. Av. Universidad 655, Col. Santa Mara Ahuacatitln, 62508 Cuernavaca, Morelos, Mxico. Correo electrnico: cherrera@correo.insp.mx
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gran magnitud en Mxico1 y un grave problema de salud pblica en el mundo.2 Debido a que el ejercicio de la violencia masculina se sigue considerando como algo normal,3 con frecuencia resulta invisible aun para las propias mujeres maltratadas y esto incide en una inadecuada respuesta al problema. Los elementos que contribuyen a esta negacin y naturalizacin de la violencia son mltiples y de diverso orden: personales, de la relacin de pareja, y de orden institucional, social y cultural. El presente estudio se dise especficamente con el objeto de explorar de manera cualitativa algunos de los factores que dificultan una adecuada respuesta al problema de la violencia de pareja. A tal efecto, se llevaron a cabo entrevistas en profundidad con mujeres que sufren violencia por parte de sus parejas, con el propsito fundamental de identificar, a travs de sus propias narraciones, los principales factores que actan como obstculos, o bien como facilitadores en el proceso de bsqueda de salida al problema de la violencia. El estudio consisti en la indagacin de las perspectivas de las mujeres acerca de cmo entienden la violencia que ejerce su pareja en ellas, qu significados le asignan a este fenmeno, a qu atribuyen el problema y qu orientaciones y estrategias de accin utilizan para su solucin. Se trat de recabar informacin acerca de la comprensin consciente del problema, as como tambin sobre la denominada experiencia aterica4 o de carcter prerreflexivo, que son conocimientos que orientan la accin y no han sido objeto de una reflexin consciente por parte de los agentes sociales. El marco terico dentro del cual se inscribe este estudio, enfoca la problemtica de la violencia desde su perspectiva social y no meramente individual o de corte psicopatolgico. Se considera que la falta de equidad entre los gneros y la dominacin masculina5 conforman las races del problema de la violencia. Esto se expresa, entre otros aspectos, en valores y normas sociales que orientan el ejercicio de roles de gnero y que los agentes sociales producen y reproducen en el mbito de sus vidas cotidianas. La manera en que las afectadas viven y afrontan el problema de la violencia es producto de un proceso social de accin y comunicacin, que es responsable de los modos de comprensin del fenmeno en general y de la historia biogrfica
violencia de pareja* sigue constituyendo un tab L asocial y cultural, a pesar de ser un fenmeno de
individual. De esta concepcin se deriva que los relatos notificados por las mujeres vctimas de violencia compartan ciertas representaciones del fenmeno como producto del intercambio social del que provienen. Asimismo, se considera que el conocimiento social que orienta las prcticas se distribuye de manera desigual, de acuerdo con la posicin que ocupan los individuos en la sociedad, ya sea en trminos de su pertenencia de gnero, clase, tnica, etc. y confiere de manera desigual oportunidades de ejercicio de poder.*,6
Material y mtodos
Entre mayo y noviembre de 2003 se llevaron a cabo entrevistas narrativas a fin de que las mismas mujeres organizaran, a partir de una pregunta estmulo, la narracin de su experiencia de violencia de acuerdo con sus propios criterios. El propsito fue realizar un anlisis generativo segn los principios de la teora fundamentada,7,8 que consiste bsicamente en la elaboracin de hiptesis emergentes a partir de los datos y en su constatacin mediante el estudio comparativo de casos seleccionados en virtud de su valor informativo. Los investigadores una sociloga, dos psiclogas y un psiclogo condujeron y autograbaron las entrevistas con ayuda de una gua abierta de temas, elaborada para explorar algn aspecto particular que no hubiera surgido espontneamente durante la entrevista narrativa. Los temas de esta gua incluan la historia familiar y de pareja de la mujer con nfasis en la violencia; los tipos de violencia que sufre o sufri; sus percepciones sobre las causas y motivos de la misma; sus ideales de pareja y de gnero; la trayectoria seguida para buscar salidas al problema de la violencia; sus experiencias con diferentes instancias formales, as como con sus redes informales de apoyo; y los elementos clave de empoderamiento que se pudieran observar, especialmente en el caso de aquellas mujeres que fueron capaces de resolver el problema satisfactoriamente. En el marco del muestreo terico,7 se busc conformar una muestra ilustrativa de mujeres que hubieran sufrido violencia por parte de su pareja y se encontra-
* En este estudio se han utilizado de manera indistinta los trminos violencia conyugal, violencia de pareja y violencia domstica, para hacer referencia al fenmeno de la violencia ejercida por un hombre contra su mujer, en una relacin de convivencia. S308
* Se coincide con Hoff, para quien la violencia es un acto social y, en la mayora de los casos, un comportamiento aprendido en un contexto permeado por inequidades sociales basadas en el gnero, la edad, la raza, etc. Este concepto surgi del feminismo para hacer referencia al proceso por el cual las mujeres adquieren capacidades para salir de la subordinacin, tomar decisiones que afectan su propia vida y transformar las relaciones de inequidad entre los gneros, pero hoy se aplica por extensin a diversos grupos socialmente vulnerables. salud pblica de mxico / vol.48, suplemento 2 de 2006
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ran ya fuera del problema, y de mujeres que estuvieran sufriendo maltrato al momento del estudio, con el objetivo de identificar entre otros los recursos utilizados para darle solucin al problema. Asimismo, se busc que las informantes correspondieran por su nivel socioeconmico al perfil de usuarias de los servicios pblicos de salud, sin establecer en principio ningn criterio de edad. La muestra abarc los estados de Quintana Roo, Coahuila y el Distrito Federal, por ser entidades de alta prevalencia de violencia de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Violencia contra las Mujeres 2003 (ENVIM 2003).1 El nmero de casos de la muestra sigui el principio de saturacin terica,7 para lo cual se contempl, entre otras cosas, la bsqueda de casos negativos. Se llevaron a cabo un total de 26 entrevistas con mujeres entre 23 y 72 aos en las tres entidades sealadas. Se estableci contacto con las informantes en los servicios pblicos de salud, con ayuda de las trabajadoras sociales y a travs de instituciones civiles, privadas y pblicas (refugios) que se dedican a atender a mujeres vctimas de violencia. Estas ltimas se encontraban bajo tratamiento. A las que nunca haban recibido atencin por el problema de la violencia, se les proporcion un directorio con instituciones de atencin. En todos los casos se obtuvo un consentimiento informado y se trabaj en condiciones de privacidad.
para superar la violencia. En relacin con este ltimo aspecto, result interesante observar la presencia de redes tanto informales como formales que colaboran u obstaculizan la trayectoria de bsqueda de ayuda.* Las razones percibidas de la violencia La percepcin subjetiva de la mujer acerca de las razones a las que obedece la violencia que ejerce su pareja contra su persona est directamente asociada al modo en que ella vive este maltrato, as como tambin a los umbrales de tolerancia experimentada hacia la violencia.,9 Asimismo, el anlisis de las explicaciones subjetivas que brindan las mujeres entrevistadas resulta crucial para entender las acciones que se llevan a cabo en la bsqueda de una solucin a la violencia masculina. El anlisis de las entrevistas permiti diferenciar, como parte de las razones de la violencia percibidas por las mujeres, entre motivos y causas. As, se puso en evidencia que los motivos involucran intenciones conscientes y voluntad de maltrato por parte de la pareja masculina, mientras que las causas responden a fuerzas externas, ajenas a la voluntad del hombre violento. Entre las causas de la violencia se mencionan el machismo reinante en la sociedad, pero tambin problemas no resueltos en la infancia del cnyuge o conflictos con la familia de origen, presiones laborales, caractersticas psicolgicas como la inseguridad o la necesidad de ser reconocido, y el consumo de alcohol. En sus relatos, estas causas asociadas al maltrato parecen desresponsabilizar en parte a la pareja, quien supuestamente la maltrata impulsado por cuestiones que van ms all de l:
Cuando se molestaba o discuta con sus hermanas, se vena y se desquitaba conmigo (mujer de 26 aos del Distrito Federal). Hay mucho machismo, s, la mentalidad de los hombres es de que todava las mujeres como que no valen, no valemos lo mismo que ellos (mujer de 26 aos del Distrito Federal). Era mucha la presin. Cada cuatro das tena que entrar a trabajar a la noche. Tambin el no dormir bien,
Resultados
El anlisis de los resultados puso en evidencia que la violencia del hombre contra la mujer en una relacin de convivencia es un problema que involucra, adems del vnculo de pareja, un conjunto complejo de relaciones con el entorno social que favorecen la aparicin de la violencia y contribuyen a perpetuarla. La violencia de pareja resulta la manifestacin ms radical de la inequidad de gnero y dominacin masculina y se rige o comporta segn determinadas orientaciones, valores y normas, que establecen derechos desiguales para el hombre y la mujer. Esto se manifiesta no slo al interior de la relacin de pareja, sino tambin a travs de los agentes sociales del entorno, quienes producen y reproducen cotidianamente estas concepciones de gnero. A pesar de lo anterior, y debido a la precariedad emocional de la mujer originada en el maltrato, es el mismo entorno y los recursos que ste puede eventualmente facilitar lo que constituye una clave para la salida a este problema. En el anlisis que a continuacin se presenta, se analizan dos aspectos en particular: a) la percepcin subjetiva de las mujeres sobre las razones de la violencia experimentada y b) el problema de los obstculos
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* En la ENVIM se public un panorama del total de los hallazgos del estudio. El mbito de las razones o justificacin de la violencia establece el umbral de tolerancia aceptado. Un estudio sobre violencia domstica en Chennai, India, demuestra que los umbrales de aceptacin de la violencia estn dados por el tipo de intensidad, de justificacin y frecuencia del maltrato. S309
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el no descansar, las broncas econmicas, todo se le fue juntando y estall conmigo (mujer de 27 aos de Saltillo).
Este tipo de explicaciones, que ubican el origen de la violencia en factores ajenos a la relacin de pareja, sugieren dos hiptesis que merecen ser contrastadas en otros estudios. Por un lado, la atribucin de responsabilidad del maltrato a la pareja es parcial: las mujeres encuentran una justificacin al maltrato de sus parejas, quienes las agreden sin intencin, sino ms bien movidos por causas ajenas a su voluntad y como expresin incontrolada de afectos.*,10 Por otra parte y dado que no es la mujer quien despierta las manifestaciones de violencia, su autoimagen no resulta tan comprometida. Es posible observar que cuando se ubica el origen de la violencia masculina en fuerzas externas al hombre, las mujeres muestran un mayor grado de tolerancia a la violencia de que resultan objeto. Adems, el anlisis comparativo por edad de las mujeres entrevistadas evidencia que aquellas menores de 35 aos se muestran ms tolerantes que las mayores, lo que parece sugerir que la mayor cantidad de aos de maltrato no favorece la justificacin del maltrato por estas mismas causas. Por el contrario, los motivos revelan intenciones de violencia con fines diversos: el maltrato pareciera funcionar como un mecanismo disciplinar, cuyo objetivo es encauzar, imponer o castigar ciertos comportamientos de la mujer y encuentra su justificacin en las normas sociales que pautan el desempeo del rol femenino dentro de la pareja. La violencia como castigo merecido El anlisis de las entrevistas permiti observar que las normas sociales que gobiernan la relacin conyugal se hacen explcitas a travs de los argumentos del conflicto y stas se expresan, en trminos generales, como un ejercicio irrestricto de la voluntad del hombre y un control sobre el comportamiento de la mujer. Asimismo, estas normas establecen la distribucin de responsabilidades y obligaciones de cada uno de los cnyuges y ponen en evidencia la relacin de profunda inequidad existente entre la mujer y el hombre. En este contexto se ubican los motivos de la violencia masculina como intencin consciente de castigo
del hombre por el incumplimiento de las expectativas de rol de gnero femenino.*,11 Algunas mujeres se sienten en falta y aquejadas de sentimientos de culpa cuando el hombre justifica su maltrato por el incumplimiento de sus obligaciones domsticas. Dado que parece incuestionable que el mbito domstico es exclusiva responsabilidad de la mujer, las expectativas de comportamiento femenino no cumplidas convierten la violencia en un castigo merecido:
Me echa la culpa a m: es que t no atiendes a los nios, es que t no limpias la casa, es que la comida se echa a perder, es que no se qu. Le digo: es que sabes qu? t me das veinte pesos para comer, todo el da veinte pesos (mujer de 38 aos de Saltillo).
Adems, el sentimiento de desconcierto vinculado a la violencia como castigo inmerecido, hace evidente que la relacin de pareja establece las pautas de lo que s puede ser castigado, en caso de incumplimiento. La vecina de una de nuestras entrevistadas se solidariza con la mujer golpeada y dice lo siguiente al golpeador:
La trae como su sirvienta y no como su esposa, y ahora usted le peg muy feo sin que se lo mereciera. Ella no anda haciendo nada malo (mujer de 44 aos del Distrito Federal).
El control que el hombre ejerce sobre el comportamiento de su mujer tambin se hace evidente fuera del mbito domstico y se observa en la imposicin y reglamentacin de los modos de vestir de la mujer, en la prohibicin de relacionarse con vecinas o amigas (menos an con personas del otro sexo), y en la prohibicin de trabajar:
Le dije: sabes qu?, me voy a ir a trabajar. Ah no dice t no te vas a trabajar, yo ya me quiero casar contigo. Y no me dej, no me dej (mujer de 72 aos del Distrito Federal).
Mantenerse fiel al marido es otra obligacin de la mujer, pautada por los valores y normas sociales que orientan los modos de relacin entre los cnyuges. La
* Otras investigaciones han constatado la creencia, en hombres y mujeres, de que la violencia no intencional es aceptable y que sin intencin no hay atribucin de responsabilidad. S310
* Las representaciones sociales acerca de los roles de gnero expresados en el deber ser de las mujeres en sus relaciones de pareja, as como la exploracin de las circunstancias donde es justificable hacer uso de la violencia desde la perspectiva de las propias mujeres, muestran los niveles de tolerancia social que encubren la identificacin de la violencia y contribuyen a su perpetuacin dentro del mbito privado. salud pblica de mxico / vol.48, suplemento 2 de 2006
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violencia masculina originada en la sospecha de infidelidad ocupa un lugar central entre los motivos percibidos. Algunas mujeres suelen interpretar este tipo de violencia como expresin de celos de parte de su pareja. Sin embargo, una mirada ms atenta permite advertir que el tema de la infidelidad no debe situarse necesariamente en el mbito de los sentimientos de ambos cnyuges, sino en el de los intereses que la unin conyugal representa para cada uno: se trata de que ella no transgreda una norma que lo colocara a l en una situacin de poca hombra y de dignidad manchada. En el caso de la mujer, la amenaza de que l le sea infiel conlleva el riesgo de perder eventualmente la manutencin para ella y sus hijos y/o el estatus social que le confiere tener una pareja estable y unida. Con frecuencia, se observa la firme creencia de que una pareja es exitosa mientras permanezca unida, independientemente de la existencia de violencia. El riesgo de que la infidelidad del hombre se transforme en abandono, sin embargo, favorece durante largos perodos la tolerancia a la violencia. La obligacin marital de la mujer de mantener relaciones sexuales con su pareja, e independientemente de su propio deseo, tambin lleva, con frecuencia, a la violencia sexual:
Me quiso forzar que tuviera relaciones sexuales con l. Yo le dije que no quera y l me dijo que era mi obligacin, que por eso yo me haba casado (mujer de 34 aos de Chetumal). Tena relaciones sexuales a fuerza, porque si yo no acceda, era motivo de que me pegaba o tambin deca: no quieres acostarte conmigo porque, este, sabe quin con quin te ests acostando. Eres una cualquiera (mujer de 38 aos de Saltillo).
constituye un factor de riesgo considerable vinculado a la violencia de gnero.2,12 El aislamiento puede favorecer la aparicin de la violencia, como tambin puede contribuir a perpetuarla en el tiempo, cuando la mujer se ve obligada por la misma dinmica de la violencia conyugal a dejar de lado sus relaciones. Esto obedece posiblemente a que la dinmica de relacin de la pareja est menos abierta al escrutinio de las personas del entorno.13,14 Asimismo, se hace evidente que, debido a la precariedad emocional que caracteriza a las mujeres violentadas,*,15 resulta de fundamental importancia contar con la presencia de redes de apoyo que faciliten la ayuda necesaria para salir de este crculo de violencia. En general, las mujeres toleran diferentes formas de violencia durante mucho tiempo y slo con el transcurso de los aos y con ayuda de otros, aprenden a visualizar el maltrato y cuestionan ese modelo aprendido del hombre que manda:
...ahora s estoy aprendiendo, estoy oyendo. Porque ahora s yo vengo por decir de un pueblo, pues ahora s me inculcaron, el hombre lo puede hacer y lo puede deshacer y uno de mujer pues tiene que, pues ahora s, que todo lo que diga el hombre que tiene que hacer uno. Yo cuando vine aqu pues ahora s mi esposo desde que me trajo ac, me estoy dando cuenta que l s me trat muy mal (mujer de 44 aos del Distrito Federal).
As, la violencia masculina de tipo fsico, emocional, sexual y econmico, sigue el patrn de reencauzar la conducta femenina y reestablecer tanto las reglas del poder que el hombre detenta, como la sumisin de la mujer. Este tipo de explicaciones subjetivas permiten observar una clara atribucin de responsabilidad del maltrato al hombre abusador, como tambin un umbral de tolerancia a la violencia menor. Sin embargo, no resulta evidente que estos dos aspectos favorezcan una salida precoz al problema de la violencia; los obstculos para solucionarlo son, sin duda, mltiples. A continuacin se analizarn aquellos que provienen del entorno social de las mujeres. La trayectoria de bsqueda de ayuda En el mbito de investigacin de la violencia contra las mujeres, se ha resaltado que el aislamiento social
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Empero, cabe sealar que la sola presencia de redes sociales no siempre resulta una fuente de apoyo.,16 Los datos empricos revelan que no slo debe atenderse al tema de la ausencia o presencia de las redes sociales en relacin al fenmeno de la violencia de pareja, sino a la naturaleza y calidad de estos vnculos. En el mbito de discusin sobre capital social, es decir, de aquellos recursos reales o potenciales que provienen de la participacin en redes de relaciones ms o menos institucionalizadas de conocimiento y reconocimiento mutuo,17,18 se ha discutido crticamente en torno a los beneficios que stas aportan, as como tambin los perjuicios que, como en este caso, se evidencian bajo la forma de un control social que refuerza los roles tradicionales de gnero. Aqu interesa, en particular, mostrar el tipo de reaccin y argumentos que ofrecen las personas del entorno de la mujer ante el fenmeno de la violencia,
* Las mujeres maltratadas suelen presentar sntomas de un desorden de ansiedad llamado desorden de estrs postraumtico. Las alteraciones causadas por este desorden pueden resultar en incapacidad para el funcionamiento social y laboral. El concepto de apoyo social ha sido usado ampliamente, aunque an no est claramente delineado (referencia 16). S311
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para dejar en evidencia los aspectos negativos de cierto tipo de vnculos. Las redes sociales informales Las mujeres vctimas de violencia suelen aislarse cada vez ms del entorno social, especialmente para evitar explosiones de violencia causadas por los celos de la pareja. Con ello pierden mucho de su capital social y se encierran an ms en el crculo de la violencia:
Me deca malas palabras, de las peores palabras, pues ya ltimamente ya he dejado todo eso con tal de no tener problemas, o sea que ya no salgo para que no me hablen (mujer de 32 aos de Chetumal).
Es que Jos me pega muy feo, mam, yo no quiero vivir con l. Dice: pues es tu cruz hija, te tienes que aguantar. Entonces al escuchar eso dije, yo qu gano con irle a decir... Entonces por eso siempre me qued callada de todo lo que mi pareja me haca. O sea, yo solita, pues, me guardaba todo (mujer de 43 aos del Distrito Federal).
Algunas personas del entorno, segn las entrevistadas, parecen colaborar en un proceso de salida cuando intervienen para abrirles los ojos, como expresan ellas mismas en sus relatos.*,19 En este caso, las redes sociales funcionan como capital social positivo, ayudando a la mujer a evitar la violencia, a salir de ella o a no reincidir si ya estn en proceso de salida del problema. No obstante, el anlisis de las entrevistas puso en evidencia, con marcada frecuencia, la presencia de capital social negativo:18 se trata de aquellas relaciones personales muy significativas para la mujer (como sus padres, hermanos o amistades) cuyos consejos la orientan a soportar la violencia como algo natural o como un destino, o bien aquellos que abiertamente se colocan del lado del agresor. En estos casos, el entorno social reproduce y refuerza las normas tradicionales de gnero. En particular la familia juega un papel fundamental en la reproduccin de la ideologa de gnero a travs de las expectativas y sanciones sobre el cumplimiento de roles prescritos:
No, mire, antes yo no le platicaba a la gente la situacin que estaba pasando, pero la mayora de la gente se daba cuenta, incluso mi madre, sabe? Se daba cuenta pero ella deca que ese era el papel de la mujer, que nosotros tenamos que obedecer a nuestro esposo. Y yo le deca: es que no puede ser, cmo voy a aceptar a alguien que me golpea? Cmo voy a vivir as? (mujer de 40 aos de Saltillo).
Los valores y normas sociales que establecen las pautas de comportamiento femenino, y que se reproducen y transmiten en el mbito familiar (entre otros), imponen a la mujer un imperativo de sometimiento a la violencia que se expresa de dos modos: como justificacin de la violencia como castigo merecido por el incumplimiento del rol de gnero prescripto y/o como tolerancia hacia el maltrato por aceptacin de un destino natural de toda mujer. Por otra parte, la pobreza de capital social se hace muy evidente en los casos de las entrevistadas que han migrado y no cuentan con redes sociales de ningn tipo:
Yo me vine porque tuve la oportunidad de poder escapar. Me escap como quien dice porque l nos tena como secuestrados, porque yo de mi familia no s nada. Yo tengo aos que no veo a mi familia (mujer de 30 aos de Saltillo).
La migracin suele ser un factor relacionado con el agravamiento de la violencia, precisamente por la prdida de redes que este movimiento implica. Se ha observado que las mujeres que no poseen redes sociales de ninguna naturaleza recurren a instituciones formales en busca de ayuda, con mayor frecuencia que aquellas mujeres que cuentan con redes, aunque stas no constituyan una fuente de apoyo. La bsqueda de ayuda institucional La trayectoria de bsqueda de ayuda institucional es parte de lo que se conoce como ruta crtica,20 es decir, el propio proceso de conscientizacin y bsqueda por parte de la mujer, y los recursos sociales e institucionales con los que pudo contar o no, para dar solucin a su problema.*,
* Se ha documentado la importancia del apoyo social para una salida exitosa al problema del abuso, entre otros, porque posibilita el autorreconocimiento de la mujer como mujer maltratada. Agoff C, Herrera C, Castro R. Reversing Granovetter theorem: the weakness of strong ties and its perpetuating effects on gender violence. Violence Against Women (sometido a dictamen). S312
* El anlisis de las llamadas rutas crticas pretende identificar los factores que alientan o desalientan la denuncia, para lo cual se contemplan aspectos personales y del entorno (estos ltimos comprenden desde el apoyo de familiares, hasta las campaas en los medios de comunicacin y el trato y apoyo institucional). COVAC. Asociacin Mexicana contra la violencia a las mujeres A.C. Estudio sistmico de la ruta crtica de atencin a mujeres afectadas por violencia. 22/03/ 2002. Documento no publicado. salud pblica de mxico / vol.48, suplemento 2 de 2006
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Las mujeres entrevistadas han informado no acudir a los servicios de salud para solicitar ayuda. Suelen evitar hacerse visibles en los servicios de atencin por vergenza o desconfianza, y cuando acuden por lesiones o malestares causados por la violencia, constatan que los mdicos se muestran indiferentes. En contraste, las psiclogas o las trabajadoras sociales que laboran en estos mismos servicios les merecen ms confianza, en especial porque muestran un mayor inters o voluntad de ayudar:
El mdico pues, no tanto que no confe, sino que el mdico solamente nos revisa, verdad? Porque me ha tocado que me revisen y yo les he dicho que mi esposo me peg y no me hacen caso y, o sea, no le dan la debida canalizacin. Entonces cuando uno le dice a la trabajadora social: es que mi esposo me golpe, ya nos dice: sabe qu?, dirjase con esta persona. Pero el mdico, no hay ninguna respuesta (mujer de 40 aos de Saltillo).
Algunas instituciones, incluso, alientan a la mujer a no deshacer la familia; se les aconseja dialogar y recomponer la situacin por el bien de los hijos:
Cuando tena la oportunidad de salir, buscaba ayuda e incluso busqu ayuda en el DIF y me dijeron que no, pues, que ellos son para, este que estn estables las familias, no para que las desintegren [...] Yo lo que quera era separarme, como que me quera liberar, que me protegieran de l (mujer de 37 aos de Cancn).
En contraste con estas reacciones de parte de funcionarios pblicos, las entrevistadas relatan experiencias muy positivas en los centros de atencin a mujeres vctimas de violencia. Las mujeres entrevistadas que tienen la posibilidad de recurrir a centros de asistencia psicolgica y orientacin especializados, muestran signos claros de empoderamiento y la posibilidad de obtener ayuda institucional.
Cundo empec a dejar de creer que esto era normal? Cuando yo vine a S Mujer. Le un folletito en donde me lo encontr por casualidad tirado, verdad? Y vi la direccin. Me di cuenta de que las mujeres tenamos ciertos derechos, que no todo era lavar, planchar, sacudir y empec a pedir ayuda, verdad? (mujer de 40 aos de Saltillo).
En el proceso de bsqueda de ayuda, las mujeres suelen acudir directamente al ministerio pblico para levantar un acta de denuncia. Los funcionarios de estas instancias suelen responder con todas las representaciones rgidas de gnero que contribuyen a la violencia:
Me tomaron radiografas y ya despus cuando s me vieron que estaba mal y me dijeron que a lo mejor me lo hice yo sola, que si es cierto que me lo hizo mi esposo (mujer de 44 aos del Distrito Federal). Fui al ministerio pblico, que vean si as, sangrando, me hacan caso [...] pero no le dan importancia, te tratan con indiferencia, con indolencia, para ellos piensan que son problemas familiares, eso ya no les importa (mujer de 35 aos de Cancn).
Discusin
La perspectiva subjetiva de las mujeres entrevistadas acerca de las razones a las que obedece el maltrato del cual resultan vctimas es muy importante para entender el mbito de justificacin y de atribucin de responsabilidad de la violencia, como tambin el umbral de tolerancia vivenciado por las vctimas. Se ha observado que aquellas mujeres que explican la violencia masculina como un acto de carcter impulsivo, como expresin de frustracin y sin intencin de daar, toleran ms la violencia. Por el contrario, las explicaciones subjetivas que giran en torno a la violencia como castigo merecido por las expectativas de rol de gnero no cumplidas favorecen un menor grado de tolerancia a la violencia y una clara atribucin de responsabilidad del maltrato a la pareja masculina. Sin embargo, este tipo de razones no conduce a la mujer a una salida pronta. Directamente vinculadas a las razones percibidas de la violencia ejercida por el cnyuge, se pueden reconocer tambin las normas sociales que gobiernan la unin conyugal y que favorecen la justificacin de la violencia. La reproduccin de los valores y normas sociales que pautan el ejercicio tradicional de roles de
Adems, las mujeres entrevistadas experimentan desaliento por el mismo procedimiento al que deben someterse, combinado con la falta de voluntad del personal que no les evita molestias o humillaciones y que las mujeres interpretan como intentos de disuasin por parte de las instituciones. Cuando levantan un acta por lesiones, generalmente se les pide la constatacin de las lesiones por parte de un mdico que muchas veces no se encuentra presente. Es frecuente que se les pida regresar otro da, y solicitar otra cita. Para entonces puede ser que las lesiones ya no sean visibles, en cuyo caso se enva a la mujer de nuevo a su casa sin ninguna solucin. En otras ocasiones, la misma espera hace que la propia mujer se arrepienta y abandone el proceso.
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gnero se pone de manifiesto tambin en la reaccin a la violencia del entorno social y en el tipo de respuestas institucionales al problema. Con marcada frecuencia, las personas del entorno social de las mujeres golpeadas, as como los funcionarios pblicos en los mbitos de la salud y de la justicia, reaccionan con representaciones rgidas de gnero vinculadas al sistema de sexo-gnero20 dominante y no constituyen, por tanto, una fuente de apoyo social, contribuyendo adems a la normalizacin y reproduccin del problema. Este contexto social, junto con la frgil situacin emocional en la que se encuentran las mujeres golpeadas, dificulta la posibilidad de encontrar una salida a la violencia.
Referencias
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