El pasajero cansado sube al ascensor manejado por un ascensorista de uniforme rojo gastado. El ascensorista pregunta si ha llovido afuera y dice que disfruta conversar con los pasajeros aunque a veces solo se necesita una palabra. Antes de bajar, el pasajero le da su reloj roto al ascensorista como recuerdo. El ascensorista le advierte al pasajero que el timbre del ascensor no funciona y que toque fuerte la gran puerta de bronce hasta que le abran.
El pasajero cansado sube al ascensor manejado por un ascensorista de uniforme rojo gastado. El ascensorista pregunta si ha llovido afuera y dice que disfruta conversar con los pasajeros aunque a veces solo se necesita una palabra. Antes de bajar, el pasajero le da su reloj roto al ascensorista como recuerdo. El ascensorista le advierte al pasajero que el timbre del ascensor no funciona y que toque fuerte la gran puerta de bronce hasta que le abran.
El pasajero cansado sube al ascensor manejado por un ascensorista de uniforme rojo gastado. El ascensorista pregunta si ha llovido afuera y dice que disfruta conversar con los pasajeros aunque a veces solo se necesita una palabra. Antes de bajar, el pasajero le da su reloj roto al ascensorista como recuerdo. El ascensorista le advierte al pasajero que el timbre del ascensor no funciona y que toque fuerte la gran puerta de bronce hasta que le abran.
El pasajero cansado sube al ascensor manejado por un ascensorista de uniforme rojo gastado. El ascensorista pregunta si ha llovido afuera y dice que disfruta conversar con los pasajeros aunque a veces solo se necesita una palabra. Antes de bajar, el pasajero le da su reloj roto al ascensorista como recuerdo. El ascensorista le advierte al pasajero que el timbre del ascensor no funciona y que toque fuerte la gran puerta de bronce hasta que le abran.
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Pablo de Santis LTIMO PISO
El hombre, cansado, sube al ascensor. Es una vieja jaula de hierro. El
ascensorista viste un uniforme rojo. Aunque lo ha cuidado tanto como ha podido, se notan los remiendos, la tela gastada, el brillo perdido de los botones. Ultimo piso indica el pasajero. El ascensorista se haba adelantado a sus palabras, a haba hecho arrancar el ascensor. !"#mo andan las cosas all$ afuera% !&lueve% pregunta el ascensorista. El pasajero mira su impermeable, como si a no le perteneciera del todo. Si, llovi# en alg'n momento del da. E(tra)o la lluvia. !*ace mucho que trabaja aqu% +esde siempre . !,o es un trabajo aburrido% ,o tanto. *ablo con los pasajeros. -e cuentan sus vidas. Es como si viviera un poco o tambi.n. El viaje es corto. ,o ha tiempo para hablar mucho. "on una frase, o una palabra, a veces basta. /tros se quedan callados, tambi.n eso es suficiente para m. &os dos hombres guardan silencio por algunos segundos. Apenas se oe el 0umbido del ascensor. +.jeme un recuerdo, si no es una impertinencia. El hombre busca en los bolsillos. Encuentra un reloj al que se le ha roto la correa de cuero. 1racias. &o conservar., aunque no miro nunca la hora. El pasajero siente alivio por haberse sacado el reloj de encima. Estamos por llegar dice el ascensorista. Ah, le aviso, el timbre no funciona. 2er$ una puerta grande, de bronce. 1olpee hasta que le abran. ,o se desanime si tiene que esperar. Siempre terminan por abrir. El ascensor deja atr$s las 'ltimas nubes se detiene.