Ar Espinoza A
Ar Espinoza A
Ar Espinoza A
Facultad de Artes
Departamento de teora e historia del arte
EL
ESPACIO INTER-MEDIO
NDICE
Introduccin
El concepto y su insercin
en el mbito de la teora
y la historia del arte
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La intermedialidad y la historia
La intermedia como prctica inherente
a las vanguardias histricas:
un cuestionamiento sobre el ser y el percibir de la obra.
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Conclusiones
La obra de arte intermedia y la produccin de sentidos, en el mbito de la
contemporaneidad:
una mirada a las apropiaciones del procedimiento base para la intermediacin en la
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produccin cultural actual.
La actitud intermedial y su apropiacin por parte de los medios masivos de
comunicacin
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El arte intermedia, su prctica y su proceso de archivo
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Bibliografa
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Agradecimientos
La presente tesis no pudo haberse realizado sin la valiosa colaboracin, asesora y apoyo del Profesor
Jaime Cordero, as como de la ineludible presencia de los profesores Sergio Rojas, Carlos Prez y
Guillermo Machuca, cuyas profundas reflexiones en torno a ese fenmeno, cosa y manifestacin que
llamamos arte, perviven en espritu y en razn a lo largo de este estudio. Mi ms profunda admiracin
y agradecimiento reciban todos ustedes.
EL ESPACIO INTERMEDIO
Consideraciones sobre el concepto de arte intermedia,
a partir de los postulados tericos de Dick Higgins.
El campo de accin
parmetros y definiciones que las distinguen pero que son, originalmente, parte
de dicha actitud intermedial.
Introduccin
donde podemos reconocer que el orden de las cosas deja de tener el sentido de
facto que le otorgamos.
Dick Higgins muri de un infarto, momentos despus de ejecutar esta
pieza, misma que haba ejecutado durante muchos aos. Ms que realizar una
lectura romntica sobre el fin de un artista comprometido con su oficio, lo que
debemos resaltar es cmo la muerte en el proceso de un fluxhappening
ocurri en la ms grande de las indeterminaciones. No fue un sacrificio ni fue
el resultado de un ritual; Higgins no apel a sufrir por su arte, ni siquiera tiene
el ms mnimo resquicio de violencia o agresividad este concierto, salvo el
hecho de que podemos ser testigos de un ser humano que sigue la indicacin
de gritar hasta que las cuerdas vocales dejen de permitrselo. La muerte que
vino como consecuencia de este sobre esfuerzo fue una mera contingencia. Y
alrededor del mundo, aquellos que comprendemos los principios que rigen al
arte Fluxus sonremos por ltima vez. Y segundos despus, volvimos a sonrer.
Dick Higgins fue una suerte de anomala en el desarrollo de los estudios
sobre arte contemporneo. Un artista que no necesariamente se ubica como el
lder o figura clave del movimiento (histricamente, esto se lo atribuyen al
artista y creador del manifiesto, George Maciunas), Higgins continu con sus
reflexiones sobre el movimiento aos despus de que, por lo menos
histricamente, Fluxus haya sido descartado como una ms de las
denominadas neovanguardias y uno de varios intentos por renovar algunos
diran radicalizarel programa de las vanguardias histricas. Dick Higgins
prosigui su obra, prosigui durante dcadas su bsqueda por teorizar en torno
a un arte que se encontrara en perpetuo flujo y evolucin, una obra de arte
abierta a las vicisitudes de la experiencia sensorial, pero sobre todo, una obra
que pudiera apelar a la intersensorialidad.
Este trabajo tiene como objetivo considerar una serie de implicaciones
que pueden entreverse en los postulados tericos de Dick Higgins, mismos que
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se
encuentren
la
mano,
desde
un
estructuralismo
un
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produccin a discutir sobre una posibilidad de creacin. Esto es, deben leerse
desde el sentido de la cognicin que proponen.
No hay rigor en sus postulados, hay intencin y campo abierto, lo cual
tiene como consecuencia que hay retroproyeccin y una lectura muy inocente,
por lo tanto lcida en torno a lo que puede entenderse en trminos
cognoscitivos, sobre todo en torno a los rdenes de percepcin. Dado que l
fue uno de los principales defensores de un arte Fluxus que apelara a
mantenerse en perpetua evolucin (al punto de que una historizacin sobre
Fluxus la llevara a la muerte), aun a pesar de que contribuy con estos
postulados a ubicar histricamente al movimiento, Higgins mantiene un
espritu abierto a las discusiones en torno al arte intermedia. Ese ejercicio de
apertura es el que quiero aprovechar para la realizacin de esta tesis.
A su vez se trata de una apertura en torno al concepto, ya que este se
encuentra relegado, casi exclusivamente, a las discusiones que giran alrededor
de los postulados originales de Higgins: han sido pocos los que han
desarrollado a fondo el tema, y si aadimos a esto que la divulgacin del
concepto y sus variaciones tericas esto es, toda la obra terica de Higgins
se encuentra exclusivamente en idioma ingls, hace ms determinante la
posibilidad de plantearlo en mbitos y sitios de la academia que no han tenido
la oportunidad de profundizar en ello. Slo se ha intuido, de momentos, en
ciertas declaraciones sobre la naturaleza de las disciplinas artsticas:
Si hacemos una contraposicin a lo que tericos como Roland Barthes
han hecho en sus mbitos de accin/reflexin, podemos quizs encontrarnos
con atisbos de lo que Higgins plantea de manera un tanto ms precisa, por
razones de la naturalidad con la que abordaba el tema. Entonces, para una
afirmacin como esta:
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(teatro,
literatura,
artes
visuales,
msica),
identifica
sus
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El concepto y su insercin
en el mbito de la teora y la historia
del arte contemporneo.
Esto nos indica que en el mundo de las artes haba una proliferacin de
obras que reunan los requisitos del arte intermedia, pero cuyos pblicos tenan
problemas para enfrentarlos o sacar de ellos un sentido determinado. Es un
discurso conocido dentro del campo de la historia del arte contemporneo, que
algunos han sealado como las tendencias de las neovanguardias, otros dentro
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puntos de encuentro entre un lenguaje y otro, o entre un medio y otro (este ser
un punto a clarificar posteriormente), para sostenerse justo en ese sitio o
espacio intermedio. Nominalmente, muchos de los nombres aportados a estos
tipos de obras gozan (o adolecen) de ser identificados por la fusin de los
medios que se encuentran en ellas: poesa visual, poesa sonora, msica de
accin, notaciones musicales grficas, novelas visuales; por otro lado, tenemos a
los Happenings, posteriormente modificados en el curso de la prctica artstica
hasta convertirse en performance, o acciones de arte; por otro lado, tenemos
aquellas prcticas que tratan de nublar las relaciones entre el carcter de un
objeto (un libro) y su sentido de percepcin (un libro que slo se presenta como
libro, mas no posee la funcin habitual de tener contenido, sea este texto,
ilustraciones, o una combinacin estructurada de ambas; en este caso,
tomaramos como ejemplo la posible elaboracin de un libro-escultura)
La intermedialidad, por lo tanto, produce una suerte de revelacin de los
lenguajes que rigen el carcter o condicin de una disciplina, una reflexin en
torno a los procesos de recepcin de las obras de arte, y de los procesos de
accin/inaccin que se suscitan al interior de una experiencia vivencial que se
somete al marco de una obra de arte. La poesa visual, por ejemplo, se sostiene
por las bsquedas de relaciones entre lo visual y lo textual que se presentan
como conjunto armnico; un libro-escultura, a grandes rasgos, se maneja en ese
sitio intermedio que revela la naturaleza del objeto mismo; un Happening (y en
un menor grado un performance), trata de situarnos en un instante vivencial que
se presenta como manifestacin artstica, o dicho de otra manera: el Happening
puede leerse aunque esto sera una percepcin ya demasiado enftica en torno
a las posibilidades de este tipo de artecomo una representacin de los intentos
por fusionar el arte y la vida.
En todos estos casos, lo que tenemos al frente, lo que se pone de
manifiesto, lo que es en s la obra de la obra, descansa en el procedimiento. El
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Durante los ltimos diez aos, los artistas han cambiado sus medios para
acomodarse a esta situacin [la fusin de medios], al punto de que los medios han
roto con sus formas tradicionales, y se han convertido en simples puntos puristas de
referencia. La idea ha surgido, como combustin espontnea en el mundo entero, de
que dichos puntos son arbitrarios y slo tiles como herramientas crticas, al decir
que tal y cual obra es bsicamente musical, pero tambin poesa. Esta es la
aproximacin intermedial, la de enfatizar la dialctica entre los medios. (mi
nfasis). (BIBLIOG. Published in:Wolf Vostell (ed.): D-coll/age (dcollage) * 6,
Typos Verlag, Frankfurt - Something Else Press, New York, July 1967
dnde
comienza
dnde
terminan
las
posibilidades
de
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Medios o lenguajes?
tal,
en
su
sentido
histrico,
tradicional,
formativo,
etc.
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posee un cdigo comunicativo propio, y por lo tanto, se dice que posee su propio
lenguaje.
Cuando se habla de disciplina, sin embargo, se est sosteniendo que la
obra que se produce pertenece a un mbito determinado de produccin, dotada
de tcnicas y habilidades determinadas, que nos ubican dentro de la praxis
misma de las artes. El sentido de la palabra disciplina nos habla de un orden
determinado de entendimiento sobre cmo debe producirse una obra, esto es,
cuando hablamos de disciplina, implica que debe elaborarse a partir de
principios que nacen de la prctica constante, de la artesana del oficio. Por lo
tanto, cuando hablamos de disciplina, hablamos de un entendimiento tradicional,
histrico de las artes, aquellas que partieron denominndose Bellas Artes y
que forman parte del cuerpo de conocimientos prcticos que ejercera cualquier
persona que se dedique a ejercer el oficio.
Hay una confusin latente en la manera como Higgins despliega sus
denominaciones en torno a la palabra intermedia. Ya que, como artista, su
visin se apega a percibir los tipos de obras como medios de expresin, pero
por otro lado, reitera en sus denominaciones que la operacin intermedial est
relacionada con las interacciones que pueden llevarse a cabo entre dos o ms
medios posibles. Y es aqu donde la denominacin se inclina ms a identificarse
no como medios sino como lenguajes.
Si partimos de la idea de que Higgins concibe la palabra medio como
medio expresivo, tenemos que las obras intermedias son aquellas que se
combinan de manera que producen algo que es el resultado de medios mixtos.
Pero Higgins insiste que hay una diferencia entre el arte intermedia y los medios
mixtos:
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La intermedialidad y la historia
Pero volvamos un poco a una afirmacin primera, la que nos dice que
Higgins sita el ejercicio intermedial como proceso natural de creacin,
perteneciente al desarrollo histrico de las artes.
Si bien es cierto que Higgins no lo haba previsto al inicio de sus estudios
sobre el tema, estudios adicionales que lleg a realizar, tales como la historia de
la poesa de patrones, as como sus indagaciones en torno a las notaciones
musicales graficadas (mismas que realiz posteriormente a que acuara el
trmino de intermedia) tenemos que subrepticiamente se fueron acomodando
los resultados mismos de sus investigaciones (bsicamente se trata de un trabajo
monogrfico) para indicarnos que la intermedia ha sido una inquietud que surge
desde los inicios de la creacin artstica, en el sentido de su contexto como
producto o artefacto cultural. Asimismo, los planteamientos tericos que forman
hoy la base del estudio sobre arte intermedia, surgieron de una necesidad por
desvincular la prctica de sus artistas coetneos, con aquellas nociones de
vanguardia que, desde su punto de vista, alejaban a los pblicos de un posible
acercamiento ms directo.
Higgins seala en sus escritos que fue Samuel Taylor Coleridge quien, en
1812, por primera vez utiliz la palabra intermedia, exactamente en su uso
contemporneo, que es el de definir obras que conceptualmente caen entre
medios ya conocidos nos afirma. Y como parte de esa bsqueda por establecer
los parmetros que de alguna manera definieran lo que l y sus coetneos
realizaban en el mbito de las artes, Higgins decide propagar el trmino en sus
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principalmente,
aquellas
que
elaboraron
un
ejercicio
de
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Esta es una de las razones por las cuales la definicin de arte intermedia
ha sido una categora complicada para definir ciertos tipos de obras, cuya
finalidad ltima es, precisamente, establecerse en el intermedio entre una cosa
y otra. La historizacin de los ltimos cincuenta aos en el campo de las artes
seala puntos de crisis y enfrentamientos con la institucin arte, pero el ejercicio
de lectura y la bsqueda de sentidos de las obras muy particularmente el tipo de
obras de las que hablamosse ha relegado al trabajo de tericos culturales,
estudios postestructuralistas y de anlisis semiolgicos. En su debido momento,
abordaremos cmo se manifiesta la contraparte terica en torno a estas
manifestaciones artsticas.
Sin embargo, hay otro factor crucial en la determinacin de intermedia
como un trmino que ayude a desplegar un procedimiento de trabajo o de
creacin artstica. En los comentarios que Higgins realiz en torno al ensayo
Intermedia e Intersentidos, los cuales estamos analizando en estos momentos,
nos seala:
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Por lo tanto, as como podemos rastrear los orgenes del trmino arte
intermedia, podemos identificarlo como una manera de sealar tipos de obras
que poseen caractersticas determinadas, aunque no como un procedimiento o
manera de hacer arte. Para lograr lo primero, Higgins trabaja, nuevamente,
desde la perspectiva de lo que estas obras no son, y lo establece diciendo que
ni forman parte de un movimiento, ni se busca una formalizacin del
procedimiento, ni tampoco podemos fecharla en el tiempo. Es as como
establece que, ms que nada, las obras intermediales nos hablan a travs del
elemento de la posibilidad.
De dnde surge la necesidad de no querer encasillar una prctica
artstica? Cierto, parcialmente viene de un contexto histrico que no deseaba el
encasillamiento; pero por otro lado, haba una infinidad de actitudes con
respecto a prcticas artsticas que entablaban una dialctica con el problema del
arte y su consiguiente crisis. Podemos identificar, a travs de documentos tales
como el ensayo Intermedia e Intersentidos, los orgenes de la definicin, o del
modo como fue utilizada en el marco de una reflexin sobre ciertos tipos de
obras. Lo que no podemos hacer es caer en una formalizacin de la prctica, ni
tampoco de un enmarcamiento histrico de su produccin. La pretensin del
autor fue, desde mi punto de vista, la de generar el suficiente espacio abierto
como para que la posibilidad de creacin de este tipo de obras, se mantuviera
asimismo abierta. Si bien no tratar de formalizar el procedimiento o de realizar
una lectura definitiva del arte intermedia, el objetivo de este estudio es el de
sealar las caractersticas operativas del concepto, que nos encaminara, por
ejemplo, a encontrar ese espacio intermedio, as como los factores que han
contribuido, histricamente en el arte, culturalmente en nuestro entorno, para
que la intermedialidad prevalezca como un modo particular de obras que
revelan elementos de percepcin y de nuestra relacin con los sentidos. No
obstante, la historia del concepto nos ayuda a reconocer su maleabilidad en el
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para otorgar conocimiento, esto en s mismo una categora histrica que viene
desde la antigedad (ver Potica, de Aristteles).
Las vanguardias histricas, por un lado, se establecieron como programas
de reconformacin del orden social: el objetivo se encaminaba a romper
esquemas, unos desde la postura del nihilismo exacerbado (Dad) otros desde
una postura que romantizaba la utopa y apelaba a una reconstitucin de la
humanidad y el modo como se organiza socialmente (el lado ms radical del
Surrealismo, particularmente el impulsado por Andr Bretn). Todo esto
dirigido a revelar las condiciones de la institucin arte, a partir de un ejercicio de
autocrtica. Sin embargo, dentro de estos programas, dentro de estas
pretensiones, existan (y existen) una serie de planteamientos que sugieren una
relacin distinta, una relacin otra con el ejercicio de produccin artstica y su
relacin con el campo de las percepciones.
Esa relacin otra es la que se encuentra en la base de la creacin
intermedial. Y desde mi punto de vista, es nico el sitio desde el cual puede
revelarse la condicin histrica de la intermedialidad.
Cuando Higgins aborda el tema de la vanguardia como prctica histrica,
lo hace desde una postura de entusiasmo frente a lo nuevo: [] siempre hay
una vanguardia, en el sentido de que alguien, en alguna parte, siempre est
tratando de hacer algo que aada posibilidades para todo mundo, y que ese todo
mundo, un da, seguir a esa persona y usar cualquier innovacin que haya sido
elaborada como parte de su habilidad manual. Y dentro de la misma idea,
concluye que la vanguardia es relativa, no absoluta. (HIGGINS, 1981, 89).
Este entusiasmo puede traducirse de la misma manera como traducimos
la idea detrs del programa de las vanguardias como proceso de reconformacin
del orden simblico a partir de una bsqueda por reconstituir el campo
perceptivo. Pero para esto tenemos que dotar la categora de lo nuevo no desde
la perspectiva heredada de Ezra Pound, cuando lanza la proclama que forma
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parte del modus operandi del modernismo (Make it new) sino desde la idea de
que lo nuevo conduce, por medio de la fusin o de la revelacin de patrones
distintos de representacin, a una percepcin distinta, una percepcin otra,
fusionada, intermedial. En las posibilidades, y en la misma actitud de bsqueda
de posibilidades, se encuentra una necesidad por encontrar variantes al modo
como tradicionalmente concebimos y clasificamos las obras. Estas conclusiones
pueden parecer una lectura conducida de lo que plantea Higgins en la cita
anterior; no obstante, si el autor nos plantea que la intermedia tiene como
objetivo principal la fusin o hibridacin de los medios o lenguajes, de manera
que surge una obra que se halla en entre una cosa y otra, y si del mismo
modo proclama el impulso vital inherente al trabajo innovador, tenemos por lo
tanto que esa idea de lo nuevo es la constante revelacin o descubrimiento de
las posibilidades perceptivas que ofrece la intermedializacin de las artes.
Higgins nos plantea en otro texto:
Por un lado, nos dice que existe un orden clsico, histrico, tradicional
(aristotlico) que somete a la produccin artstica a una suerte de clasificacin,
necesaria para el esclarecimiento de los mecanismos o procedimientos
inherentes a una forma u otra. Al momento que saca esto a la luz, revela, quiz
inconscientemente, que dicha clasificacin es, en esencia, un ejercicio arbitrario,
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que conduce a una prescripcin y modelacin de las formas que puede tomar la
produccin artstica. De Aristteles surge una categorizacin de las artes que
sirve como plantilla para que el estudio de las mismas conduzca a una mayor
comprensin de las mismas, pero al mismo tiempo, conduce a la imposibilidad
de ver que, en el orden perceptivo, existe quiz una nocin natural de fusin de
lenguajes, ah donde lo potico puede manifestarse ms all de la estructura de
la poesa (misma que es construccin histrica ms que natural) y puede entrar
al campo de lo visual, por ejemplo, y que una categorizacin rigurosa no
permite que los lenguajes o los medios se fusionen.
Ahora bien, combinemos estos datos. Si por un lado tenemos que
Higgins proclama desde el inicio que la fusin de los medios es una bsqueda
histricamente constante (desde su punto de vista, independientemente de que la
obra de arte intermedia se inserte en la contemporaneidad, ha estado siempre en
las inquietudes de los artistas de todos los tiempos), y por otro lado tenemos que
sita condicionalmente el trabajo intermedial en las obras, o mejor dicho, en
las posturas de los artistas de las vanguardias histricas, y si aun por otro lado
tenemos que sostiene la idea de vanguardia como un elemento relativo y
constante, de bsqueda de lo nuevo, y si de todo esto tambin se sostiene que las
vanguardias buscaban una reconformacin del orden social pero al mismo
tiempo, y veladamente (este sera como el velo que oculta la gravedad del
proceso creativo encaminado a reconformar dicho orden social) trata de
reconstituir el campo perceptivo, el modo como los sentidos se relacionan con el
mundo, tenemos que la intermedialidad es el punto de encuentro de todo un
modelo de relacin con el mundo. Es el sitio desde el cual la modernidad nos ha
querido plantear que, detrs de los pilares de la cultura occidental razn,
lgica, una alfabetizacin que abstrae el cdigo de su relacin con la cosa, una
preponderancia cada vez mayor de lo visual se encuentra la necesidad de
romper con esquemas impuestos de composicin y percepcin de la realidad.
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como premisas, no para insertarlas en lo que vendra siendo el arte que sigue;
recordemos que ms que un estilo, se trata de una actitud, una aproximacin al
quehacer artstico. Ms bien se trataban de la premisa de esta actitud
prevaleciente en el arte, desde los inicios hasta la fecha.
Si bien el manifiesto Futurista proclamaba, Nos rebelamos contra la
adoracin ridcula de viejos lienzos, viejas estatuas y viejos armatostes, contra
todo lo que est sucio y lleno de lombrices y derruido por el tiempo, y hoy en
da puede leerse como un intento por destripar del clasicismo fundacional
surgido en Italia (y los italianos no han sido ms que viscerales y escatolgicos
desde el desenlace de su esplendor artstico), la produccin artstica de sus
miembros trajo la produccin de nuevos experimentos en el campo de la msica
y el uso de la tecnologa (los antecedentes de la msica electrnica de la
actualidad pueden rastrearse hasta esas maquinarias productoras de sonidos que
engendr el movimiento, en particular proclamado por Luigi Russolo y su Art of
Noises).
Por otro lado, si toda la lectura del Dadasmo puede sintetizarse en un
ejercicio por romper con cualquier procedimiento de reflexin dialctica, en
busca de una minimizacin de los sentidos a partir, precisamente, de la
exaltacin del sinsentido y la autonegacin (Dad es todo. . .Dad no es nada,
podemos seguir escuchando decir a Tristan Tzara) y cuyas acciones pueden
ahora leerse como una afronta directa a la institucin arte (de ah que los
fundamentos de Peter Brger mantienen su peso significativo) no podemos
negar que muchas de las acciones de sus miembros, independientemente de este
ejercicio de afrenta, se manejaban desde un principio actitudinal de apertura y
relacin con las formas y sus posibles fusiones: desde aquellos inventos
imposibles que diseaba Francis Picabia, a manera de planos para la
construccin de maquinarias que no tenan utilidad alguna (manteniendo as, por
lo tanto, una condicin intermedial: dichas creaciones se encuentran en el
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considera necesario separar aquello que las vanguardias histricas hicieron con
lo que hicieron los miembros de su movimiento. En el caso del Futurismo,
queda claro que las propuestas no encuentran un reflejo contundente en la obra
que produjeron. En el caso de Dad, la insistencia en sealar la circunstancia
histrica que le otorg cierto peso al movimiento en los cincuenta y sesenta, nos
habla de una bsqueda por encontrar la justa medida para valorar el trabajo de
sus coetneos, entre los que se encuentra l mismo. Y es en el caso del
Surrealismo, y el acercamiento que l encuentra con el movimiento y la
influencia que tuvo en la produccin artstica de la poca, donde Higgins
encuentra una relacin ms activa, pero sobre todo, y desafortunadamente, de
menor acercamiento con lo que ahora podemos ver como los elementos
operacionales que son la esencia del arte intermedia.
Independientemente de las intenciones, debemos sealar que una
constante en el desarrollo del discurso de Higgins, es la de ubicar la produccin
artstica de Fluxus dentro del marco de las vanguardias histricas,
reivindicando, sobre todo, aqul sealamiento que autores como Peter Brger
hicieron al acuar el trmino neovanguardia para subordinar la propuesta de
movimientos como Fluxus al orden histrico de las primeras vanguardias. Dicha
subordinacin, desde el punto de vista de Higgins, delimita por un lado las
posibilidades de identificacin y valoracin histrica de su movimiento; por
otro lado, delimita tambin las posibilidades de lectura que podran tener las
obras de arte intermedia, situacin que plantea con cierta prisa, ya que una de
las consecuencias de la produccin artstica de las llamadas neovanguardias,
es la de haber establecido las bases para todo un campo de produccin artstica,
sobre todo aquel que encontramos a partir de la llegada del conceptualismo, el
arte instalacin, la performance y el land art, ya como categoras ordenadas al
interior de la institucin arte.
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Asumir estas propuestas sin reflexionar sobre el trasfondo que las hizo
surgir, implica delimitar las posibilidades de lectura de lo que en algn
momento fue una manera otra de producir obras. Esta manera otra es,
precisamente, la que opera desde la intermediacin.
Dicha intermediacin, como marco operativo desde el cual se pretende
romper con el orden perceptivo que funciona al momento de establecer contacto
y posible dilogo con la obra, no puede ejercerse al interior de una obra ya
instalada dentro del marco de aquella produccin instituida a partir de principios
de los setenta (conceptualismo, instalacin, etc.). Ya que dichas obras, sobre
todo desde el punto de vista de Higgins, si bien poseen una valoracin intrnseca
y no menos desdeable, carecen de la naturaleza de lo que l llamara
intermediacin. Por decirlo de algn modo, el proceso fue absorbido por el
campo, y en dicho proceso, la naturaleza de la intermediacin se vino a prdida.
Otras instancias de lectura operan al momento de apreciar una obra conceptual,
o una pieza de arte instalacin, instancias que nos regresan a rdenes que
pueden ir de lo semitico (pensemos en Art as Idea as Idea de Joseph Kosuth) a
lo antropolgico (pensemos en la pieza conceptual de Mary Kelly, dedicada a
registrar todo tipo de huella inscrita por su hijo desde el momento en que dio a
luz) e incluso a lo espectacular-corporal-teatral (podemos pensar en cualquier
pieza de performance realizada desde principios de los setenta, y cuyos
ejemplos los podemos encontrar en las piezas de Vito Acconci). Podemos
pensar en todas estas instancias de lectura, mas no podemos leerlas desde el
trmino de intermedialidad.
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Aqu se reemplaza la palabra performance por ejecucin y sus variantes, ya que se busca el
propsito de deslindar cualquier aspecto que nos remita a la teatralidad, para encaminarnos ms al creador
o productor de obras como alguien que ejecuta una serie de operaciones, de ndole tcnico, de indagacin
esttica, filosfica, de relaciones espacio-temporales, corporales, sinestsicas, etc.
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artstico, lo que revela esta y muchas piezas de arte intermedia, es que existe una
pretensin por poner de manifiesto, a travs de una actitud determinada frente
al fenmeno comunicador del arte, la posibilidad de sintetizar los lenguajes,
crear hbridos que establezcan lneas de asociacin normalmente ocultas por una
lectura ms tradicional o histrica de las obras.
No obstante, el rendimiento del factor de la indeterminacin como
posible herramienta para indagar sobre el sentido de las obras de arte intermedia,
puede considerarse primordial para otro tipo de obras, a pesar de que vemos que
existen ejemplos de obras que tienen las cualidades atribuidas a tal concepto,
que son creadas a partir de determinantes y procesamientos lgicos de rigor, tal
vendra siendo el caso del soneto-pictograma.
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Veremos ahora otro caso especfico: los metadramas elaborados por
Dick Higgins. En la declaracin introductoria que hace para formular el
antecedente histrico y los propsitos de estas piezas que colindan entre el
Happening, el teatro y algo ms, Higgins nos dice:
Uno de los principales gneros de piezas Fluxus de los sesenta han sido
los eventos. Estos fueron hechos por primera vez antes que Fluxus, y
terminaron siendo conceptualmente enmarcados como un cognado de
los Happenings[] piezas de formato libre e intermediales que se
ubicaban conceptualmente entre los lmites de la msica, el teatro y las
artes visuales. Los eventos diferan de los Happeningsen el hecho de
que siempre estaban lo ms comprimidos posible, declaraciones
minimalistas que proporcionaran un impacto mental y emocional. Pero
claro, eran sumamente abstractos. (HIGGINS, 1987, pg. 1)
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formales
parecan
esenciales
para
desplazar
el
bagaje
extremadamente personal [de dicha dcada], pero que para los ochenta,
cuando la expresin personal se [hubo] minimizado, y cuando los
performances de arte, de alguna manera los herederos de los Happenings,
muchas veces celebran el tedio y casi siempre lidian con preocupaciones de
ndole tcnica y formal, nos parece ms deseable hacer piezas que sean
esencialmente declaraciones o narrativas emocionales mnimas (HIGGINS,
1987, pg. 1). Las llama metadramas, porque considera que deben tener el
elemento dramtico para que funcionen, pero a la vez, que se consideren
dramas acerca del drama.
Con todo esto, puede observarse que, sobre la base de estas creaciones,
se encuentra un amplio criterio de indeterminacin, mismo que funge como el
impulsor del evento dramtico que cada una de las piezas describe. A
continuacin se presentan los siguientes ejemplos:
1.- el artista
2.- ertico
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hombre.
manzana.
hombre come manzana.
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acciones
que
se
plantean
como
presencias
de
obras.
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una
manifestacin
artstica
de
naturaleza
rigurosamente
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Higgins, con la misma seriedad con la que durante la niez se toma el juego.
Las piezas representadas abren el campo para que su apreciacin, por un lado,
remita a las dramatizaciones y al mismo tiempo, remita al enmarcamiento de
una situacin cotidiana.
Ocurre lo mismo en la mente del espectador que se encuentra frente a
un poema visual cuando se enfrenta a un performance, a un evento como los
metadramas? Reiterando que nos servimos de estos dos casos slo con el afn
de indagar en torno a la naturaleza o sentido de las obras de arte intermedia, es
claro que no se producen los mismos resultados en trminos de apreciacin,
entendimiento, goce o percepcin de una u otra obra. Por supuesto que no.
Ambos son productos artsticos completamente distintos, esencialmente porque,
por un lado, el poema visual usa un medio de soporte (aunque sea la mera
reproduccin de un original), maneja elementos textuales, iconogrficos y de
otra ndole, y en sentido general, se presenta como una obra que apela a la
visualidad, por encima de cualquier otro sentido; en el caso de un metadrama,
todos aquellos elementos que le otorgan presencia y carcter de obra al poema
visual, son retirados, a favor de una experiencia inmediata, que puede ser tanto
visceral y reveladora como absolutamente banal y pasajera. La apreciacin de
este tipo de obras descansa en la posibilidad de apelar al instante de percepcin
que ocurre en el espectador, y dicho instante puede resultar tan escurridizo que
cualquier medicin interrumpira lo que en esencia es un momento efmero.
Y sin embargo, hay algo que comparten en comn estos dos tipos de
obras. Ambas revelan, de maneras quiz muy distintas, una bsqueda por
totalizar la experiencia sensorial del espectador. La primera de modo ms
riguroso y si se quiere, ms tradicionalal presentarle al espectador una suerte
de acertijo visual que pretende abrir un camino de entendimiento en el cual se
halla obligado a buscar desde dos puntos distintos de cognicin (visualidad y
textualidad, relacin con el lenguaje escrito y relacin con un imaginario
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una experiencia que apela a los sentidos de una manera otra, no reglamentada
por el orden perceptivo comn a todos. Es una suerte de vuelta al origen de la
percepcin. Una bsqueda por ese origen. Las obras de arte intermedia buscan
revelar esta condicin.
Desde el punto de vista de aquellos artistas que tuvieron un acercamiento
primario al concepto miembros de Fluxus por un lado, adherentes y artistas
que posteriormente desarrollaron sus mbitos de accin desde otras
perspectivasestas nociones sobre intermediacin, sobre produccin de
experiencias artsticas-estticas que apelen a despertar las operaciones de todos
los sentidos al momento de encontrarse con una obra, incluso de la relacin que
tienen arte y conocimiento (o ms actualizadamente, procesos cognitivos), se
identificaban como la base para los posteriores procesos de investigacin y
experimentacin con las formas.
La artista de performance Carolee Schneeman quien tuvo vnculos
iniciales con el movimiento Fluxus, en su cuaderno de notas, elaborado desde
principios de los sesenta, presenta una serie de ideas al respecto. Primero alude
a lo que los sentidos experimentan en la cotidianeidad de la experiencia,
identificada como el marco para la produccin de una experiencia esttica:
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La Tabla de Intermedia
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Primero que nada, su labor como catedrtico y terico del arte intermedia
precisamente porque se trataba de arte intermedia, lo conducan a una
permanente evaluacin de sus planteamientos originales. Su trabajo ensaystico
era continuamente revisado y comentado por l mismo, cuando surga el caso de
que sus textos originales fueran a ser publicados en antologas y estudios sobre
arte contemporneo (aunque en realidad son pocas estas fuentes). Segundo:
Higgins descubri desde los inicios de su planteamiento terico en torno a la
intermediacin, de que la historia y curso de la produccin artstica era,
asimismo, un trabajo de perpetua renovacin de conceptos (podra decirse
incluso que de perpetua repeticin); por lo tanto, se hallaba en la necesidad de
hacer sobrevivir las nociones sobre arte intermedia que l haba postulado;
esto quiere decir que, en este curso y desarrollo de la produccin artstica, el
continuo aprovechamiento de recursos, materiales y ejercicios tericos y
estticos en torno a la naturaleza del arte, condujeron a un proceso de
apropiacin que l mismo haba visualizado: a menos de una dcada de que
Higgins hubiese planteado la nocin de intermedia como proceso de interaccin
y/o hibridacin de medios, se consolidaban otras propuestas que nacieron de
estas mismas inquietudes. O mejor dicho, en su proceso de consolidacin, dentro
de la institucin arte, las propuestas que nacieron tanto de movimientos como
Fluxus, as como de las nociones de arte intermedia que l y sus coetneos
estaban planteando, fueron valorndose, explorndose y, por lo tanto,
diferencindose, aquellas propuestas que nacieron de la inquietud experimental
original: el traslado del Happening al performance ya instituido en el campo, las
nociones del conceptualismo, que en poco tiempo desarrollaron su propia
agenda (desde los readymades, pasando por el trabajo de las llamadas
neovanguardias, culminando con aquellas propuestas que dieron pie a la
institucin del conceptualismo dentro del campo, principalmente con artistas
como Daniel Buren y Joseph Kosuth) la exploracin paralela de la poesa visual
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Esto es, una obra de arte intermedia, desde el punto de vista de Higgins,
no puede aproximarse desde los mbitos de anlisis tradicionales. Desde este
punto de vista, Higgins nos dice que, al no poseer un vocabulario tradicional
para acceder a ellas, la crtica profundizada se encuentra sin las herramientas
para lograrlo. En otras palabras: el campo de la crtica no puede comprender ni
la naturaleza ni la inscripcin de las obras de arte intermedia en la institucin
arte.
Del mismo modo, seala aquellas apropiaciones que posteriormente se
hicieron en torno a formas tales como los Happenings (en s mismo un trmino
muy malinterpretado con el paso del tiempo), cuando nos dice, su
actualizacin en el arte dio como resultado la masiva aplicacin equvoca, en
torno a una variedad de situaciones escenificadas, o [incluso] como un trmino
de moda para referirse a cualquier tipo de evento. (HIGGINSb, 1997, 138). Por
un lado, el trmino Happening pas a un sitio donde sus aplicaciones van
desde la sealizacin histrica de una aproximacin al arte (enciclopdicamente
hablando, ah donde se sealan a quienes acuaron el trmino y al tipo de
eventos que se producan) a un sitio donde el trmino se refiere a
producciones de entretenimiento (incluso programas cmicos de la televisin
utilizaron el trmino Happening para sealar el supuesto tipo de comedia);
por otro lado, el trmino fue en cierto modo reemplazado o, como se seala en
la cita, malinterpretado y convertido en la forma que conocemos como
performance, trmino que de algn modo ha sufrido de las mismas variaciones.
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http://www.ubu.com/papers/higgins_intermedia.html
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Y la
pregunta obligada: Son stas las nicas expresiones artsticas que pueden
considerarse como arte intermedia?
Debe sealarse que su diseo parte de una consideracin, a posteriori,
sobre algo que Higgins ya haba establecido desde haca ms de treinta aos la
definicin de arte intermedia y que quizs refleja las inclusiones de categoras
de obras que en el pasado l no hubiera enfatizado del mismo modo, como es el
caso de las notaciones musicales grficas (mismas que se encontraba
estudiando, recolectando y archivando en la ltima parte de su carrera) as como
de la magnitud con la que engloba el conjunto de produccin de poesa
concreta. Esto nos revela que, efectivamente, Higgins parte de las nociones de
magnitudes y capacidades de reunir en esferas que cada conjunto posee. No es
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desea la participacin del espectador (que en este caso, podra decirse que es la
misma historia) termina sealndonos la debilidad y la tensincon la que se
sostiene la produccin artstica contempornea. Sita las categoras de obras
dentro de un conjunto permeable denominado Intermedia; en ste se hallan las
categoras, a su vez como conjuntos igualmente permeables, todos ellos
flotando o suspendidos en una suerte de organismo sostenido casi slo por sus
propias tensiones. Un organismo que en cualquier momento podra
desmoronarse, o a razn de su permeabilidad, contraer infecciones que
provienen de otros organismos que se encuentran en la atmsfera. Llammosle
en este caso la atmsfera del desarrollo histrico del arte, o la del campo del
arte, o de las instituciones que de alguna manera influyen en su desarrollo;
incluso la misma atmsfera de la realidad y del orden social establecido, puede
de alguna manera infectar este organismo. En este sentido, podra decirse que la
Tabla Intermedia, a pesar de referirse slo a ciertos tipos de obras (o mejor
dicho, a ciertos procedimientos de produccin artstica) es a la vez una metfora
sobre cmo se sostiene, en la modernidad, la idea sobre la obra de arte: como un
ejercicio de tensiones, en este caso perceptivo-sensoriales, sostenidas sobre
fundamentos, bases y cimientos de una debilidad tremenda.
Y es el caso particular de las obras intermediales el que logra revelar de
manera ms preponderante este tipo de tensiones. Ya que, como procedimiento
creativo, tiene la intencin de poner de manifiesto una condicin construida de
percepcin de la realidad; y desde el punto de vista de las obras como tales,
stas siempre se presentan como algo otro, que no es lo que uno intenta
definir, al momento de definirlo. Salvo en los casos en los que el mismo campo
del arte design los trminos para definirlos (performance, movimiento Fluxus,
Happenings, por ejemplo) todos estos tipos de obras poseen la caracterstica de
ser definidos a partir de dos condicionantes: las de su proceso de
intermediacin, donde un trmino es adjetivado por otro: poesa visiva, poesa
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CONCLUSIONES
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Antes de continuar con los temas que genera este ltimo captulo, debe quedar
claro que el propsito de esta investigacin no es el de ofrecer un modelo de
anlisis propio de ciertos tipos de obras, esto es: no se trata de buscar un marco
de acciones y frmulas desde las cuales obtendramos una supuesta versin
definitiva sobre el sentido de una obra de arte intermedia. En repetidas
ocasiones, he enfatizado no slo que una obra de arte intermedia ha sido ubicada
dentro de un marco histrico determinado, sino que tambin se ubica en cierto
tipo de prcticas consideradas por la crtica como experimentos que aaden
cuerpo al ejercicio esttico o anaesttico contemporneo. No se trata de obtener
una visin ltima y definitiva sobre los procedimientos de la poesa visual, por
citar un ejemplo. Esto nos lleva al mismo tipo de dilemas establecidos por las
disciplinas del lenguaje: slo puede procederse un estudio a partir de los
procesos de intersemiosis suscitados por la combinacin de elementos visuales y
textuales en un espacio determinado. El rendimiento de dichos anlisis nos
dirige a una serie de afirmaciones que de todas maneras no conducen al tipo de
sentido que yo quisiera obtener de esta indagatoria. Ya que, en general, son
afirmaciones encaminadas a identificar los valores visuales, a la promulgacin
de una esttica tipogrfica determinada, a la semitica tensiva a la que alude la
aproximacin a dichos productos artsticos. No se trata, pues, de un modelo de
anlisis, ya que esto invadira al sitio desde el cual quisiera apreciar estas
aproximaciones al arte, mismas que denomino aproximaciones de trastoque.
Lo que me interesa ms que nada analizar sobre este tipo de obras no es
slo su insercin histrica en las prcticas de vanguardia, sino el modo como
el concepto de intermedia las ubica, las enmarca, las define. Me interesan las
implicaciones del concepto ms que una categorizacin de las obras que se han
producido bajo este espritu o actitud. Es por ello que la alusin a obras
especficas no se hace con el afn de enmarcar la prctica, sino de ilustrar las
reflexiones que hago en torno al concepto mismo de intermedia. Por un lado,
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se debe a que el concepto de intermedia debe rescatarse para poder obtener una
lectura ms precisa sobre sus implicaciones, o las implicaciones que generan
las obras realizadas desde dicha perspectiva intermedial. Ms que insertar
las obras, quiero insertar el concepto mismo en el marco histrico de la teora
del arte, independientemente del rendimiento que ste tenga en las reflexiones
que Dick Higgins realiz para dicho propsito. Ya que l mismo consideraba
que haba una imposibilidad de lectura ideal para este tipo de obras, de modelo
preciso y consistente que no rompiera con el flujo originario que se halla sobre
la base de la experiencia de intermediacin, en cualquiera de sus
manifestaciones (ver Tabla Intermedia, captulo previo).
Dick Higgins, al finalizar sus apostillas al ensayo original de Sinestesia
e Intersentidos: Intermedia, nos dice, cuando se refiere al peligro inherente
de usar el trmino intermedia:
Cul es la relacin que Higgins tiene con las obras de arte intermedia?
Y ms generalmente, cul es la relacin que cualquiera de nosotros tenemos
con una obra de arte intermedia o, mejor dicho, con el proceso de
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tiene
cinco
das
de
antigedad:
la
palabra
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etc., que no estn muy alejados de la prctica que llevaron a cabo aquellos
primeros proponentes de arte intermedia. Son procesos similares, con
objetivos distintos: el artista de intermedia trata de crear una obra que revele
las condiciones de percepcin inherentes a un medio artstico y otro (u otros);
el diseador de publicidad estudia las posibles combinatorias, reconoce de
antemano la intermedialidad que el sujeto es capaz de percibir, y las
potencializa para fines de comunicacin persuasiva.
El mundo se encuentra hoy en da trastocado por la intermedialidad, y
esto es producto de la publicidad. Los tiempos y los movimientos del
individuo en su diario devenir se encuentran en perpetua profusin de datos:
todo lo que consumo, lo que discuto, lo que aspiro, lo que investigo, indago,
reflexiono, etc., se encuentra generando una base de datos que hace del
ejercicio publicitario una suerte de inmediato comunicador de deseos. Pervive
la imagen publicitaria en prcticamente todos los espacios, tiempos y
movimientos de mi vida diaria. La manera como se ha insertado esta
manifestacin en mi mundo es el resultado de una intermediacin.
La publicidad procede originalmente a partir de la intermediacin entre
texto e imagen. Por medio de ejercicios de alegorizacin, de yuxtaposicin, de
contraposicin o de simple presentacin literal, combinan una imagen y un
texto para comunicar un sentido definido. Lo definen distintos factores los ya
mencionados estudios de marketing siendo el factor ms claroy una de las
virtudes de la creacin publicitaria, en franca diferencia con la creacin de una
obra de arte intermedia, es que en la publicidad el producto de la
intermediacin se calcula hasta el ltimo detalle para producir un efecto: que
el espectador identifique una cosa que vive en el mundo de los objetos de
consumo.
La obra de arte intermedia es el resultado de un ejercicio mucho ms
simple y mucho ms noble, si se quiere ver de ese modo: lo que busca es
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trmino que se utiliza en publicidad para referirse al texto que acompaar a la imagen, mismo que es
previamente diseado y calculado en todos sus sentidos para insertarse en el marco de lecturas que puede
producir la publicidad
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por distintos rincones del entorno urbano: postes de luz, seales de trnsito,
interiores de baos pblicos, cabinas de telfonos, pasillos de boliches y
centros comerciales, pasamanos de escaleras, etc., a manera de broma
compartida por las amistades de quienes produjeron la imagen. Sin embargo,
conforme la imagen comenz a ser parte del dominio de una comunidad de
artistas, msicos, adolescentes de clase media inmersos en la cultura de la
patineta, el "hip hop", etc., Shepard descubri que la imagen de este luchador
tena el potencial de convertirse en algo ms que un simple chiste o ejercicio
de taller. Primero, por los efectos de su ubicuidad, ya que al esparcir la
calcomana por toda la ciudad, la presencia de Andr el Gigante se convirti
en un enigma, que llam la atencin por su capacidad para dominar el entorno
urbano, sin ser necesariamente una imagen publicitaria, cuyo diseo se refiere
a s mismo, pero que tambin se refera a una nueva aproximacin a la
produccin de imaginera callejera.
Al asumirse como un proyecto, Shepard Fairey y su grupo obeygiant
tomaron como base para sus actividades la apropiacin de diferentes medios:
elementos que bien pueden pertenecer a una cultura kitsch como a una high
culture de jvenes acadmicamente entrenados (tanto en el campo de la teora
como el de la prctica); el uso de estrategias publicitarias en el marco de una
actividad ilegal, como es el graffitti; una postura antiestablishment que nos
remite al arte activista, iniciado en la dcada de los sesenta; una
fundamentacin que mezcla la reflexin filosfica con la sabidura rebelde
de las calles; una actitud D.I.Y. (Do It Yourself, o "hgalo usted mismo") que
nos remite a una tica que naci de la contracultura de los setenta y que dio
nacimiento a la msica punk; finalmente, ya que se trata de un proyecto, de
carcter
colectivo,
cuyos
propsitos
estn
enmarcados
en
la
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la vida urbana, como vendra siendo el caso del artista Fluxus Nam June Paik,
quien ejecut un concierto que consisti en caminar de una esquina en una
calle transitada de Nueva York de manera ininterrumpida, ahora, con el
programa de Jackass, se convierte en una propuesta que advierte nuestro afn
original por ver precisamente esos procesos de trastoque: los personajes de
este programa televisivo (que incluso lleg a la pantalla grande), en vez de
caminar de una esquina a otra simple y sencillamente, lo hacen con botargas y
otros disfraces para interrumpir o molestar a los transentes.
Podemos caer en la tentacin de ver esto como una consecuencia
histrica de la sociedad de consumo y sus procesos de apropiacin del marco
cultural. Cierto es que as lo parece, cuando vemos lo que en un momento fue
un simple trabajo de experimentacin, al interior de un mbito en el campo de
las artes que aun no define su estada en el marco de la historizacin del arte
contemporneo (sigue abierta, pienso yo, la disputa sobre la efectividad que
tuvieron las llamadas neovanguardias en el posterior desarrollo de las artes) se
convierte en un proceso ms de diseo de imgenes y de produccin
publicitaria, comercial o espectacular. Es curioso ver cmo el espectculo
integrado al que se refera Guy Debord en sus Comentarios a la Sociedad del
Espectculo asume una esttica que proviene de la anaesttica que
promulgaban las vanguardias artsticas del siglo XX.
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