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    Ejemplos Ecfrásis

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    Orly Cortés
    El documento habla sobre una estatua llamada 'L'Inconnue de la Seine' y describe su apariencia física y cómo ha estado allí por 32 años sin ningún reconocimiento literario a pesar de ser un símbolo importante culturalmente.

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    Orly Cortés
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    El documento habla sobre una estatua llamada 'L'Inconnue de la Seine' y describe su apariencia física y cómo ha estado allí por 32 años sin ningún reconocimiento literario a pesar de ser un símbolo importante culturalmente.

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    Ejemplos de ecfrásis

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    L'Inconnue de la Seine

    the streetlights, the wind, the night clouds,


    the harsh river dappled with dark.

    Urging on this life's denouement,


    loving nothing upon this earth,

    Who was he, I beseech you, tell me,

    I keep staring at the white mask

    your mysterious seducer? Was he

    of your lifeless face.

    some neighbor's curly-locked nephew


    of the loud tie and gold-capped tooth?

    Strings, vibrating and endlessly dying,


    with the voice of your beauty call.

    Or a clieilt of star-dusted heavens,

    Amidst pale crowds of drowned young maidens

    friend of bottle, billiards, and dice,

    you're the palest and sweetest of all.

    the same sort of accursed nun of pleasure


    and bankrupt dreamer as I?

    In music at least linger with me!


    Your lot was chary of bliss.

    And right now, his whole body heaving,

    Oh, reply with a posthumous half-smile

    he, like me, on the edge of his bed,

    of your charmed gypsum lips!

    in a black world long empty, sits staring


    at a white mask?

    Immobile and convex the eyelids.


    Thickly matted the lashes. Replycan this be for ever, for ever?
    Ah, the way they could glance, those eyes!

    Touchingly frail young shoulders,


    the black cross of a woolen shawl,

    "L'Inconnue de la Seine" by Vladirnir Nabokov. Copyright


    (c) 1970 by Article 3C
    http://www.academicroom.com/article/linconnue-de-laseine-and-nabokovs-naiads

    Map Piece - Yoko Ono

    "Para mirar a la Diana eso s- se ha tenido tiempo de sobra. Excepto durante breves lapsos
    de vacaciones en que la han escondido, secuestrado, para componer su pedestal, para
    desvestirla, para cambiarla de sitio, para sepa Dios qu, la Diana ha permanecido en lo alto de

    su fuente durante treinta y dos aos. Seis largos sexenios soltera, flechando sin flecha la
    estrella del norte ante la mirada libidinosa de los leones de bronce que cuidan la entrada de
    Chapultepec; esperando todava una crnica de Carlos Monsivis que ni siquiera se acord de
    ella en la enumeracin de lo camp; o perdida de un guio literario de Carlos Fuentes, o de
    Octavio Paz, o de tantos estudiosos que se aceleran con lo mexicano y que slo tienen
    teoras para la Coatlicue, para la Guadalupana, para la Pepsicatl cuando de interpretar
    nuestras fibras matriarcales se trata. De ella no dicen po. De ella!, que ha sido mujer de todo
    desde el 42, consoladora de borrachos noctvagos, encaminadura de calenturas adolescentes,
    rival invencible de esposas acomplejadas, piedra de escndalo para la gente decente: virgen
    impdica, mujer desvergonzada, estatua pornogrfica, mujerzuela, cortesana, pelandusca,
    buscona de un lugar A las cuatro en la Diana, Un peso hasta la Diana Ninguneada.
    Calumniada. Bendecida. Es decir: importante." - Vicente Leero

    CELORIO, Gonzalo (2005) Mxico, ciudad de papel en Gallo, Rubn Mxico D.F.: lecturas para
    paseantes. Editorial Turner: Espaa.

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