Definición de Fábula

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Definicin de Fbula

Una fbula es una composicin literaria sencilla y breve, en verso o prosa, con personajes
que generalmente son animales o seres inanimados. Estas composiciones literarias pueden
ir enmarcadas en la didctica, ya que buscan ensear verdades morales que se resume en
la moraleja, al final del relato.

La mayora de las fbulas presentan un modelo comn. Se inician con un


planteamiento breve que presenta el conflicto entre dos o tres personajes,
comnmente animales, aunque tambin aparecen plantas, hombres y dioses. El
conflicto se desarrolla de forma muy breve y se resuelve de manera que presenta alguna enseanza. Una vez terminada la fbula, esta enseanza o
moraleja suele recogerse de manera explcita mediante un texto breve que la
resume a modo de conclusin.
Por lo tanto podemos afirmar que las fbulas tienen doble intencin. Por una parte, nos
entretienen y deleitan; por otra, pretenden dejarnos una leccin, preferentemente moral, que
contribuye a nuestro crecimiento espiritual.
Los personajes protagonistas tienen un valor simblico, y el suceso que se narra se plantea como una ancdota
sucedida en un tiempo y un lugar indeterminados. Los temas, por otra parte, son muy variados y tocan el amor, la
avaricia, el miedo, el poder, la vanidad, la muerte, el deseo, la estupidez, la debilidad, la justicia y una larga lista
de virtudes y de vicios que retratan la esencia del ser humano.

Caractersticas Esenciales de una Fbula

1. El gnero.- Las fbulas pueden estar escritas en verso o en prosa.


2. La brevedad.- Suelen ser historias breves, muy sintticas que economizan
la sintaxis.
3. La presencia de elementos esenciales de la narracin.- Acostumbra a
haber un narrador que cuenta lo que les sucede (accin) a unos personajes
en un lugar y en un tiempo indeterminados. Las fbulas, como los cuentos
populares, no se sitan en una poca concreta. Son intemporales.
4. Una estructura sencilla.- El esquema de muchas fbulas empieza con la
presentacin de una situacin inicial, tras la cual se plantea un problema,
que unas veces tiene solucin y otras no. La historia finaliza con una
moraleja. Esta estructura tambin se denomina: presentacin, nudo y
desenlace. No siempre aparece la moraleja, a veces no est. Lo habitual es
que figure al final de la fbula pero en ocasiones estar al principio.
5. Los personajes.- Los personajes son, en su mayora, animales u objetos
humanizados.
6. Los temas.- Los vicios y defectos son los temas tratados en las fbulas (la
envidia, la avaricia, la arrogancia, la mentira).
7. La intencin.- Detrs de cada fbula hay una crtica hacia ciertos
comportamientos y actitudes, que se disimula con el uso de personajes
humanizados.
8. La moraleja.- La moraleja es una enseanza moral, es decir, un consejo o
pauta de conducta. La moraleja puede ser una frase o una estrofa. La ms
corriente es el pareado, una estrofa de dos versos que riman entre s.

Tipos de Fbula
Existe una gran variedad fbulas y moralejas, pero dentro de ese gran un mundo, hay una serie de criterios que
permite al lector no perderse en la repeticin de los ejemplos, en la proximidad de los temas y en las diferencias que
pequeos matices de cada una de ellas.
El criterio de clasificacin, tiene como centro el estudio de los personajes, es decir, lo protagonista que intervienen en
ellas. Cada personaje se define por tener la facultad de razonar, y por tratar temas relacionados con los seres
humanos (a pesar de ser animales, plantas y minerales quienes interpretan).
Hay 5 centros de inters que son:

1.
2.
3.
4.
5.

El Dios o los dioses falsos


Los hombres
Los animales
Los vegetales y
Las cosas inanimadas (principalmente suelen ser objetos)

Fbula de la liebre y la tortuga, sobre el esfuerzo

En el mundo de los animales viva una liebre muy orgullosa y vanidosa, que no cesaba de
pregonar que ella era la ms veloz y se burlaba de ello ante la lentitud de la tortuga.
- Eh, tortuga, no corras tanto que nunca vas a llegar a tu meta! Deca la liebre rindose de la
tortuga.

Un da, a la tortuga se le ocurri hacerle una inusual apuesta a la liebre:


- Estoy segura de poder ganarte una carrera.
- A m? Pregunt asombrada la liebre.
- S, s, a ti, dijo la tortuga. Pongamos nuestras apuestas y veamos quin gana la carrera.
La liebre, muy ingreda, acept la apuesta.
As que todos los animales se reunieron para presenciar la carrera. El bho seal los
puntos de partida y de llegada, y sin ms prembulos comenz la carrera en medio de la
incredulidad de los asistentes.
Astuta y muy confiada en si misma, la liebre dej coger ventaja a la tortuga y se qued
haciendo burla de ella. Luego, empez a correr velozmente y sobrepas a la tortuga que
caminaba despacio, pero sin parar. Slo se detuvo a mitad del camino ante un prado verde
y frondoso, donde se dispuso a descansar antes de concluir la carrera. All se qued
dormida, mientras la tortuga sigui caminando, paso tras paso, lentamente, pero sin
detenerse.
Cuando la liebre se despert, vio con pavor que la tortuga se encontraba a una corta
distancia de la meta. En un sobresalto, sali corriendo con todas sus fuerzas, pero ya era
muy tarde: la tortuga haba alcanzado la meta y ganado la carrera!

Ese da la liebre aprendi, en medio de una gran humillacin, que no hay que burlarse
jams de los dems. Tambin aprendi que el exceso de confianza es un obstculo para
alcanzar nuestros objetivos. Y que nadie, absolutamente nadie, es mejor que nadie
Esta fbula ensea a los nios que no hay que burlarse jams de los dems y que el exceso
de confianza puede ser un obstculo para alcanzar nuestros objetivos.

El len y el ratn. Fbula sobre el

valor

Despus de un largo da de caza, un len se ech a descansar debajo de un rbol. Cuando


se estaba quedando dormido, unos ratones se atrevieron a salir de su madriguera y se
pusieron a jugar a su alrededor. De pronto, el ms travieso tuvo la ocurrencia de
esconderse entre la melena del len, con tan mala suerte que lo despert. Muy
malhumorado por ver su siesta interrumpida, el len atrap al ratn entre sus garras y dijo
dando un rugido:
-Cmo te atreves a perturbar mi sueo, insignificante ratn? Voy a comerte para que aprendis la
leccin!-

El ratn, que estaba tan asustado que no poda moverse, le dijo temblando:
- Por favor no me mates, len. Yo no quera molestarte. Si me dejas te estar eternamente
agradecido. Djame marchar, porque puede que algn da me necesites
- Ja, ja, ja! se ri el len mirndole - Un ser tan diminuto como t, de qu forma va a
ayudarme? No me hagas rer!.

Pero el ratn insisti una y otra vez, hasta que el len, conmovido por su tamao y su
valenta, le dej marchar.
Unos das despus, mientras el ratn paseaba por el bosque, oy unos terribles rugidos que
hacan temblar las hojas de los rboles.
Rpidamente corri hacia lugar de donde provena el sonido, y se encontr all al len, que
haba quedado atrapado en una robusta red. El ratn, decidido a pagar su deuda, le dijo:
- No te preocupes, yo te salvar.
Y el len, sin pensarlo le contest:
- Pero cmo, si eres tan pequeo para tanto esfuerzo.
El ratn empez entonces a roer la cuerda de la red donde estaba atrapado el len, y el
len pudo salvarse. El ratn le dijo:
- Das atrs, te burlaste de m pensando que nada podra hacer por ti en agradecimiento.
Ahora es bueno que sepas que los pequeos ratones somos agradecidos y cumplidos.
El len no tuvo palabras para agradecer al pequeo ratn. Desde este da, los dos fueron
amigos para siempre.

El caballo y el asno

Un hombre tena un caballo y un asno.


Un da que ambos iban camino a la ciudad, el asno, sintindose cansado, le dijo al caballo:

- Toma una parte de mi carga si te interesa mi vida.


El caballo hacindose el sordo no dijo nada y el asno cay vctima de la fatiga, y muri all
mismo.
Entonces el dueo ech toda la carga encima del caballo, incluso la piel del asno. Y el
caballo, suspirando dijo:
- Qu mala suerte tengo! Por no haber querido cargar con un ligero fardo ahora tengo que
cargar con todo, y hasta con la piel del asno encima!
Cada vez que no tiendes tu mano para ayudar a tu prjimo que honestamente te lo pide,
sin que lo notes en ese momento, en realidad te ests perjudicando a ti mismo.

El ratn campesino y el cortesano

Un ratn campesino tena por amigo a otro de la corte, y lo invit a que fuese a comer a la
campia.
Pero como slo poda ofrecerle trigo y yerbajos, el ratn cortesano le dijo:

- Sabes amigo que llevas una vida de hormiga? En cambio yo poseo bienes en
abundancia. Ven conmigo y a tu disposicin los tendrs.
Partieron ambos para la corte. Mostr el ratn ciudadano a su amigo trigo y legumbres,
higos y queso, frutas y miel.
Maravillado el ratn campesino, bendeca a su amigo de todo corazn y renegaba de su
mala suerte.
Dispuestos ya a darse un festn, un hombre abri de pronto la puerta. Espantados por el
ruido los dos ratones se lanzaron temerosos a los agujeros.
Volvieron luego a buscar higos secos, pero otra persona incursion en el lugar, y al verla,
los dos amigos se precipitaron nuevamente en una rendija para esconderse.
Entonces el ratn de los campos, olvidndose de su hambre, suspir y dijo al ratn
cortesano:

- Adis amigo, veo que comes hasta hartarte y que ests muy satisfecho; pero es al precio
de mil peligros y constantes temores. Yo, en cambio, soy un pobrete y vivo mordisqueando
la cebada y el trigo, pero sin congojas ni temores hacia nadie.

La cigarra y la hormiga. Fbula sobre el esfuerzo

La cigarra y la hormiga. Fbula

La cigarra era feliz disfrutando del verano: El sol brillaba, las flores desprendan su
aroma...y la cigarra cantaba y cantaba. Mientras tanto su amiga y vecina, una pequea
hormiga, pasaba el da entero trabajando, recogiendo alimentos.
- Amiga hormiga! No te cansas de tanto trabajar? Descansa un rato conmigo mientras canto algo
para ti. Le deca la cigarra a la hormiga.

- Mejor haras en recoger provisiones para el invierno y dejarte de tanta holgazanera le


responda la hormiga, mientras transportaba el grano, atareada.
La cigarra se rea y segua cantando sin hacer caso a su amiga.
Hasta que un da, al despertarse, sinti el fro intenso del invierno. Los rboles se haban
quedado sin hojas y del cielo caan copos de nieve, mientras la cigarra vagaba por campo,
helada y hambrienta. Vio a lo lejos la casa de su vecina la hormiga, y se acerc a pedirle
ayuda.
- Amiga hormiga, tengo fro y hambre, no me daras algo de comer? T tienes mucha
comida y una casa caliente, mientras que yo no tengo nada.

La hormiga entreabri la puerta de su casa y le dijo a la cigarra.


- Dime amiga cigarra, qu hacas t mientras yo madrugaba para trabajar? Qu hacas
mientras yo cargaba con granos de trigo de ac para all?
- Cantaba y cantaba bajo el sol- contest la cigarra.
- Eso hacas? Pues si cantabas en el verano, ahora baila durante el inviernoY le cerr la puerta, dejando fuera a la cigarra, que haba aprendido la leccin.
Moraleja: Quien quiere pasar bien el invierno, mientras es joven debe aprovechar el tiempo.

La paloma y la hormiga. Fbula con moraleja

Obligada por la sed, una hormiga baj a un arroyo; arrastrada por la corriente, se encontr
a punto de morir ahogada.
Una paloma que se encontraba en una rama cercana observ la emergencia; desprendiendo del
rbol una ramita, la arroj a la corriente, mont encima a la hormiga y la salv.

La hormiga, muy agradecida, asegur a su nueva amiga que si tena ocasin le devolvera
el favor, aunque siendo tan pequea no saba cmo podra serle til a la paloma.

Al poco tiempo, un cazador de pjaros se alist para cazar a la paloma. La hormiga, que se
encontraba cerca, al ver la emergencia lo pic en el taln hacindole soltar su arma.
El instante fue aprovechado por la paloma para levantar el vuelo, y as la hormiga pudo
devolver el favor a su amiga.

Fbula de la lechera
Fbula de la lechera

La hija de un granjero llevaba un recipiente


lleno de leche a vender al pueblo, y empez a
hacer planes futuros:
- Cuando venda esta leche, comprar trescientos huevos. Los huevos, descartando los que no
nazcan, me darn al menos doscientos pollos.

Los pollos estarn listos para mercadearlos cuando los precios de ellos estn en lo ms
alto, de modo que para fin de ao tendr suficiente dinero para comprarme el mejor
vestido para asistir a las fiestas.
Cuando est en el baile todos los muchachos me pretendern, y yo los valorar uno a uno.
Pero en ese momento tropez con una piedra, cayendo junto con la vasija de leche al suelo,
regando su contenido.
Y as todos sus planes acabaron en un instante.

Moraleja:
No seas ambiciosa de mejor y ms prspera fortuna,
que vivirs ansiosa sin que pueda saciarte cosa alguna.
No anheles impaciente el bien futuro,
mira que ni el presente est seguro.

Cuento de 'Los hijos del labrador'

Los dos hijos de un labrador vivan siempre discutiendo. Se peleaban por cualquier motivo,
como quin iba a manejar el arado, quin sembrara, y as como todo. Cada vez que haba
una ria, ellos dejaban de hablarse. La concordia pareca algo imposible entre los dos. Eran
testarudos, orgullosos y para su padre le supona una dificultad mejorar estos sentimientos.
Fue entonces que decidi darles una leccin.
Para poner un fin a esta situacin, el labrador les llam y les pidi que se fueran al bosque y les
tajeran un manojo de lea. Los chicos obedecieron a su padre y una vez en el bosque empezaron a
competir para ver quin recoga ms leos. Y otra pelea se arm. Cuando cumplieron la tarea, se
fueron hacia su padre que les dijo:

- Ahora, junten todos las varas, las amarren muy fuerte con una cuerda y veamos quin es
el ms fuerte de los dos. Tendrn que romper todas las varas al mismo tiempo.
Y as lo intentaron los dos chicos. Pero a pesar de todos sus esfuerzos, no lo consiguieron.
Entonces deshizo el haz y les dio las varas una a una; los hijos las rompieron fcilmente.
- Se dan cuenta! les dijo el padre. Si vosotros permanecen unidos como el haz de varas,
sern invencibles ante la adversidad; pero si estn divididos sern vencidos uno a uno con
facilidad. Cuando estamos unidos, somos ms fuertes y resistentes, y nadie podr hacernos
dao.
Y los tres se abrazaron.

La zorra y el leador
Una zorra estaba siendo perseguida por unos cazadores cuando lleg al sitio de un leador
y le suplic que la escondiera. El hombre le aconsej que ingresara a su cabaa.
Casi de inmediato llegaron los cazadores, y le preguntaron al leador si haba visto a la
zorra.
El leador, con la voz les dijo que no, pero con su mano disimuladamente sealaba la
cabaa donde se haba escondido.

Los cazadores no comprendieron la seas de la mano y se confiaron nicamente en lo


dicho con la palabra.
La zorra al verlos marcharse, sali sin decir nada.
Le reproch el leador por qu a pesar de haberla salvado, no le daba las gracias, a lo que
la zorra respondi:
--Te hubiera dado las gracias si tus manos y tu boca hubieran dicho lo mismo.

No niegues con tus actos, lo que pregonas con tus palabras.

El nio y los dulces


Un nio meti su mano en un recipiente lleno de dulces. Y tom lo ms que pudo, pero
cuando trat de sacar la mano, el cuello del recipiente no le permiti hacerlo.
Como tampoco quera perder aquellos dulces, lloraba amargamente su desilusin.

Un amigo que estaba cerca le dijo: - Confrmate solamente con la mitad y podrs sacar la
mano con los dulces-.
Moraleja: Nunca trates de abarcar ms de lo debido, pues te frenars.
Aqu tienes otras fbulas ifnantiles.

Las ranitas y el tronco tallado

Una familia de ranitas que viva en un lago, senta mucho temor por un tronco tallado que
se vea desde la orilla. Estas ranitas amaban las fiestas y la diversin, pero sentan gran
respeto por el tronco, as que en muchas oportunidades trataban de no hacer tanto ruido
para no molestar al tronco.
Seguramente este personaje al que tanto le teman, era un monumento de alguna tribu que ya no
habitaba en el lugar, pero como no se animaban a acercarse para ver bien de que se trataba, solo
podan divisar un rostro serio y que inspiraba mucha autoridad.

Un cierto da, en que se desat una terrible tormenta, el tronco cayo al lago y en ese
momento las ranitas pudieron ver con claridad, que era solo un tronco tallado que ningn
dao poda hacerles. Se rieron mucho de los temores por los que haban pasado y
comenzaron a jugar con l y usarlo de trampoln para sus zambullidas en el lago.
Moraleja: Lo que por ignorancia atemoriza, a veces es slo digno de risa.

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