Sobre La TV Bourdieu

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Citas escogidas de:

SOBRE LA TELEVISIÓN de PIERRE BOURDIEU

Primero hay que tener en cuenta que este texto sobre la televisión parte de una
serie de conferencias que dio el sociólogo en el college de france. Su reflexión
sobre la televisión adquiere una importancia central en nuestra discusión acerca
de como la televisión interviene dramáticamente en las dinámicas políticas y
sociales que se están dando en las sociedades occidentales. Como sabemos la
visión del sociólogo francés resulta negativa en la mayoría de los aspectos, mas
este es un elemento que en nada minimiza lo valioso de su reflexión.
El presente resumen tiene la idea de hacer compendio de las ideas más
relevantes del libro a la vez que compenetrarse más con toda su
conceptualización tan influyente en las ciencias sociales contemporáneas.

La censura invisible :
"Es verdad que hay intervenciones políticas y un control político (que se ejerce,
en particular, mediante los nombramientos de los cargos dirigentes), pero
también lo es que en una época como la actual, de gran precariedad en el
empleo y con un ejercito de reserva de aspirantes a ingresar en las profesiones
relacionadas con la radio y la televisión, la propensión al conformismo político es
mayor. La gente se deja llevar por una forma consciente o inconsciente de
autocensura, sin que haga falta llamadas al orden." 19

Acerca de como las cadenas de televisión pertenecen a las empresas grandes


de las naciones, o las multinaciones:
"Se trata de cosas tan notorias y burdas que no se le escapan a la crítica más
elemental, pero que ocultan los mecanismos anónimos invisibles, a través de los
cuales se ejercen las censuras de todo orden que hacen que la televisión sea
un colosal instrumento de mantenimiento del oren simbólico" 20

"Quisiera pues exponer una serie de mecanismos que hacen que la televisión
ejerza una forma particularmente perniciosa de violencia simbólica. La Violencia
simbólica es una violencia que se ejerce con la complicidad tácita de quienes la
padecen y también, a menudo, de quienes la practican en la medida en que
unos y otros no son conscientes de padecerla o de practicarla" 22

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"Lo hace cuando muestra algo distinto de lo que tendría que mostrar si hiciera lo
que supone que se ha de hacer, es decir, informar y también cuando muestra lo
que debe, pero de tal forma que hace que pase inadvertido que parezca
insignificante, o lo elabora de tal modo que toma un sentido que no corresponde
en absoluto a la realidad" 24
Bourdieu retoma de Champagne una crítica que el último hace sobre la forma
en que los medios de comunicación ven y reproducen información de los lugares
pobres o extramuros. Aquí entra al análisis la noción de "categoría".

"La metáfora a la que recurren los profesores con mayor frecuencia para explicar
la noción de categoría, es decir, de estas estructuras invisibles que organizan lo
percibido y determinan lo que se ve y lo que no se ve, es la de los "lentes"
particulares mediante que los cuales ven unas cosas, y no otras, y ven de una
forma determinada lo que ven. Llevan a cabo una selección y luego elaboran lo
que han seleccionado" 25

"La TV incita a la dramatización, en un doble sentido: escenifica en imágenes, un


acontecimiento y exagera su importancia, su gravedad, así como su carácter
dramático trágico (…) paradójicamente el mundo de la imagen esta dominado
por la palabra. La foto no es nada sin el pie, sin la leyenda que dice lo que hay
que leer -legendum- , es decir, a menudo, meras leyendas, que hacen ver lo que
sea. Dar nombre, como es sabido, significa hacer ver , significa crear, significa
alumbrar" 25

Acerca de la actitud periodística de sólo mostrar lo extraordinario:


"Nada hay más arduo que mostrar la banalidad de la realidad" Flaubert solía
decir: "Hay que describir bien lo mediocre." Ese es el problema de los
sociólogos: hacer extraordinario lo cotidiano, evocarlo de forma que la gente vea
hasta qué punto se sale de lo corriente". 27

Los peligros políticos inherentes a la utilización cotidiana de la televisión resultan


de que la imagen posee la particularidad de producir lo que los críticos literarios
llaman el efecto de la realidad, puede mostrar y hacer creer en lo que muestra.
27

La Circulación Circular de la Información

Se dice siempre, en nombre del credo liberal, que el monopolio uniformiza y que
la competencia diversifica. Evidentemente nada tengo en contra de la
competencia; me limito a observar que, cuando ésta se da entre periodistas o
periódicos sometidos a unas mismas imposiciones, a unos mismos sondeos, a
unos mismos anunciantes (basta ver con que facilidad los periodistas pasan de
un periódico a otro) homogeniza. 30

Esta especie de juego de espejos que reflejan mutuamente produce un colosal


efecto de enclaustramiento, de aislamiento mental. Otro ejemplo de este efecto
de interlectura, corroborado por todos los consultados: para hacer el programa
del telediario de mediodía hay que haber visto los titulares de de la noche
anterior y los diarios de la mañana, y para redactar los titulares del periódico de
la tarde hay que haber leído los diarios de la mañana. 32
Si uno se pregunta, pregunta que puede parecer algo ingenua, cómo se informa
la gente que se encarga de informarnos, resulta que, en líneas generales, es
informada por otros informadores. (…) Pero la parte más determinante de la
información, es decir, esa información sobre la información que permite decidir
qué es importante, qué merece ser transmitido, procede en gran parte de otros
informadores. Lo que conduce a una especie de nivelación, de homogenización
de las jerarquías y de su importancia. 35

LA URGENCIA DEL FAST THINKING


Decía al empezar que la televisión no resulta muy favorable para la expresión
del pensamiento. Establecía un vínculo muy negativo, entre la urgencia y el
pensamiento. Es un tópico antiguo del discurso filosófico: es la oposición que
establece Platón entre el filósofo, que dispone del tiempo y las personas que
están en el ágora, la Plaza pública, las cuales son presas de las prisas. (…)
¿Acaso la televisión, al conceder la palabra a pensadores supuestamente
capaces de pensar a toda velocidad, no se esta condenando a no contar más
que con fast thinkers , con pensadores que piensan más rápido que su sombra.
(…)_piensan mediante ideas preconcebidas es decir mediante tópicos. Las
“ideas preconcebidas” de las que habla Flaubert son ideas que todo el mundo ha
recibido, porque flotan en el ambiente, banales, convencionales, corrientes; por
eso el problema de la recepción no se plantea: no pueden recibirse porque ya
han sido recibidas. (…) Cuando se emite una idea preconcebida, es como si eso
ya se hubiera hecho; el problema esta resuelto. La comunicación es instantánea
porque en cierto sentido no existe. O es sólo aparente. El intercambio de las
ideas de preconcebidas es una comunicación sin más contenido que el propio
hecho de la comunicación (…) son comunes al emisor y al receptor (…) Y, por el
contrario, el pensamiento es, por definición, subversivo (…) Cuando Descartes
habla de demostración se refiere a las dilatadas concatenaciones de
razonamientos. Lo cual lleva su tiempo, pues hay que desarrollar una serie de
proposiciones enlazadas mediante términos como “por lo tanto”
“consecuentemente” “dicho lo cual” “bien entendido que”… ahora bien este
despliegue del pensamiento pensante está intrínsecamente ligado al tiempo. 40

Critica a los presentadores, Esta crítica radica en la forma en que ellos disponen
del uso de las palabras de las personas en la televisión. 44-46

Pero todavía nos movemos en el nivel noménico.


Hay que llegar al segundo nivel: la composición del panel de invitados. Es
determinante. Se trata de una labor invisible de cuyo resultado es la propia
composición de ese panel. Por ejemplo, hay todo un trabajo de selección previa:
hay personas a las que a uno ni se le ocurriría invitar y las hay que rechazan la
invitación. Pero el panel esta ahí, y lo que se ve oculta lo que no se ve: cuando
se contempla algo acabado, no es posible ver las condiciones sociales de su
elaboración. 47 (…) la composición del panel de invitados es importante porque
es lo que ha de dar la imagen de un equilibrio democrático.

CONTRADICIONES Y TENSIONES
La TV es un instrumento de comunicación muy poco autónomo sobre el que
recae una serie de constreñimientos originados por las relaciones sociales entre
los periodistas, relaciones de competencia encarnizada , despiadada, hasta el
absurdo, pero que son también relaciones de connivencia , de complicidad
objetiva , basadas en los intereses comunes vinculados a su posición en el
campo de la producción simbólica y en el hecho de que comparten unas
estructuras cognitivas y unas categorías de percepción y de valoración ligadas a
su origen social y a su formación ( o a su falta de ella). 50

En los sesenta, cuando surgió el fenómeno de la televisión, muchos sociólogos


pensaron, rápidamente, que este iba a ser un elemento homogenizador de la
sociedad (que en algunos aspectos lo es), pero no se contaba con los cambios
que iban a ocurrir en el área de la producción televisiva. El fenómeno más
importante, y que era bastante difícil de prever, es la extensión extraordinaria de
la influencia de la televisión sobre el conjunto de las actividades de producción
cultural incluidas las científicas y las artísticas. En la actualidad la televisión, ha
llevado a su extremo, a su límite, una contradicción que atormenta a todos los
universos de la producción cultural. Me refiero a la contradicción de entre las
condiciones económicas y sociales en las que hay que estar situado para poder
producir un determinado tipo de obras, esas obras llamadas “puras”, es decir
autónomas en relación con las imposiciones comerciales , etcétera, y, por otra
parte, las condiciones sociales de transmisión de los productos obtenidos en
tales condiciones ; es la contradicción entre las condiciones en las que hay que
estar para poder hacer matemáticas de vanguardia, poesía de vanguardia,
etcétera, y las condiciones en las que hay que estar para poder transmitir esas
producciones a todo el mundo. La televisión lleva a su extremo esta
contradicción en la medida en que está más sometida que cualquier otro
universo de producción cultural a la presión comercial a través de los índices
de audiencia. 51

2. La estructura Invisible y sus efectos

En este capítulo Bourdieu analiza los campos, los espacios, finalmente, las
estructuras intangibles pero verificables que determinan la actitud de los
comunicadores y los resultados finales que se manifiestan en el discurso y la
imagen televisiva. Es interesante porque una vez más nos encontramos con la
estructura de análisis Bourdiana manifestándose en un problema preciso como
es el de la televisión. Se procura no recoger muchas notas aquí pues, al
contrario de los capítulos anteriores, este tema no lo percibo con tanta facilidad y
necesito del texto en conjunto para su entendimiento y replicación:
… Abro aquí un paréntesis: uno de los grandes problemas de los sociólogos
consiste en evitar caer en una u otra de las ilusiones simétricas muy comunes: la
de lo “nunca visto” (hay sociólogos a quienes les encanta, viste mucho, sobre
todo en la televisión anunciar fenómenos inauditos, revoluciones) y la del
“siempre ha sido así” (que es más propia de los sociólogos conversadores: “No
hay nada nuevo bajo el sol, siempre habrá dominadores y dominados m ricos y
pobres…”). Es una amenaza que siempre acecha, tanto más que cuanto las
comparaciones entre las diversas épocas resultan extremadamente difíciles :
sólo cabe hacer comparaciones de estructura a estructura, y siempre se corre el
peligro de equivocarse y de describir como algo inaudito lo que sólo era banal,
por incultura sencillamente. 63 Este es uno de los motivos por los que los
periodistas son a veces peligrosos: como no siempre son muy cultos, se
asombran de cosas que no tienen nada de extraordinario y permanecen
indiferentes ante otras que son absolutamente portentosas… La historia es
imprescindible para nosotros los sociólogos; por desgracia, en mucho ámbitos,
particularmente en el de la historia de la época reciente, los trabajos son todavía
insuficientes; sobre todo cuando se trata de fenómenos nuevos, como el
periodismo. 63

Por ejemplo, la televisión puede hacer que una noche, ante el telediario de las
ocho, se reúna más gente que la que compra todos los diarios franceses de la
mañana y de la tarde juntos. Si un medio de esas características suministra una
información para todos los gustos, sin asperezas, homogenizada, cabe imaginar
los efectos políticos y culturales que de ellos pueden resultar. Es una ley que se
conoce a la perfección : cuanto más amplio es el público que un medio de
comunicación puede alcanzar, más ha de limar sus asperezas, más ha de evitar
todo lo que pueda dividir, excluir, más de intentar no “escandalizar a nadie”,
como se suele decir, no plantear jamás problemas o sólo problemas sin
trascendencia. 64

Los medios de comunicación tal como los conocemos dejan intactas las
estructuras mentales…

Los periodistas - habrá que decir el campo periodístico- deben su importancia


en el mundo social a que ostentan el monopolio de hecho de los medios de
producción y difusión a gran escala de la información, mediante los cuales
regulan el acceso de los ciudadanos de a pie, así como los demás productores
culturales, científicos, artistas, escritores , a lo que a veces se llama el espacio
público, es decir, a la difusión en gran escala (…) A pesar de ocupar una
posición inferior, dominada, en los campos de producción cultural ejercen una
forma realmente insólita de dominación: son dueños de los medios de
expresarse públicamente, de existir públicamente, de ser famoso, de alcanzar la
notoriedad pública ( lo que , para los políticos y para algunos intelectuales,
significa un reto capital). 67
Podría objetarse que el mundo periodístico está dividido, diferenciado,
diversificado, que es, por lo tanto, idóneo para representar todas las opiniones,
todos los puntos de vista, o para brindarles la ocasión de expresarse (…) Lo
que no quita que en el campo periodístico, como los demás campos, se base en
un conjunto de presupuestos y de creencias compartidos (más allá de las
diferencias de posición y de opinión). Estos presupuestos inscritos en un sistema
determinado de categorías de pensamiento, en una determinada relación con el
lenguaje, en todo lo que implica, por ejemplo una noción de “como resulta en
televisión”, son los que fundamentan la selección que los periodistas llevan a
cabo en la realidad social, así como el conjunto de las producciones simbólicas.
No hay discurso (análisis científico, manifiesto político, etcétera) ni acción
(manifestación, huelga, etcétera) que, para tener acceso al debate público, no
deba someterse a esta prueba de selección periodística , es decir, a esta colosal
censura que los periodistas ejercen, sin darse cuenta, al no retener más que lo
que es capaz de interesarlos, de “captar su atención”, es decir, de entrar en sus
categorías, en sus esquemas mentales, y condenar a la insignificancia o a la
indiferencia a expresiones simbólicas merecedoras de llegar al conjunto de los
ciudadanos. 69

De la acción cultural a la espontaneidad


La TV de los años cincuenta pretendía ser cultural y utilizaba en cierto modo su
monopolio para imponer a todos unos productos con pretensiones culturales
(documentales, adaptaciones de obras clásicas, debates culturales, etcétera) y
formar así los gustos del gran público; la TV de los años noventa se propone
explotar y halagar esos gustos para alcanzar la audiencia más amplia posible
ofreciendo a los telespectadores, productos sin refinar cuyo paradigma es el
Talk Show, retazos de vida , exhibiciones sin tapujos de experiencias vividas, a
menudo extremas e ideales para satisfacer una necesidad de voyeurismo y de
exhibicionismo. (…) Con todo, no comparto la nostalgia de algunos por la
televisión pedagógica y paternalista del pasado, pues opino que es tan contraria
como el recurso a la espontaneidad populista y la sumisión demagógica a los
gustos populares en vez de una utilización realmente democrática de los
medios de comunicación de masas. 70

UNAS LUCHAS ARBITRADAS POR EL INDICE DE AUDIENCIA

… tampoco hay que olvidar el hecho de que lo que los norteamericanos llaman
agenda (aquello de lo que hay que hablar , los temas de los editoriales, los
problemas importantes) está definido cada vez más por la televisión (en la
circulación circular de la información que he descrito antes, el peso de la
televisión es determinante, y si un tema –un caso, un debate- llega a ser
propuesto por los periodistas de la prensa escrita, no llega a ser determinante,
central, si la televisión no lo menciona y lo orquesta y lo dota al mismo tiempo,
de una eficacia política) 73
La posición de los periodistas de la prensa escrita resulta amenazada por ello y,
al mismo tiempo la especificidad de la profesión queda en entre dicho.
El campo del periodismo tiene una particularidad: depende mucho más de las
fuerzas externas que cualquier otro campo de la producción cultural, como el de
las matemáticas, el de la literatura, el jurídico, el científico, etcétera. Depende
muy directamente de la demanda, está sometido a la sanción del mercado, del
plebiscito, incluso tal vez más que el campo político 77

INFLUENCIA DE LA TELEVISION
El universo del periodismo es un campo sometido a los constreñimientos del
campo económico a través de los índices de audiencia. Y este campo tan
heterónomo, tan tremendamente sometido a las imposiciones comerciales, se
impone a su vez sobre todos los demás campos, en tanto que estructura. 78

Ahora bien, cuando se hace sociología, se aprende que los hombres y las
mujeres tienen su responsabilidad, pero que están mayormente definidos y
definidas en sus posibilidades e imposibilidades por la estructura en la que
están colocados y por la posición que ocupan en ella. Por lo tanto, no hay que
limitarse y darse por satisfecho con la polémica contra determinado periodista,
filósofo o filósofo periodista… Cada cual tiene sus cabezas de turco. (…) Nada
se comprende si no se comprende el campo que lo produce y que le confiere su
reducida fuerza. 79

Esto es importante para quitarle dramatismo al análisis y orientar racionalmente


la acción. Tengo la convicción en efecto (y el hecho de presentarlos en una
cadena de televisión lo demuestra), de que análisis de este tipo pueden
contribuir en cierta medida, a cambiar las cosas. Augusto Comte decía: “Ciencia
y, de ahí, previsión, previsión y de ahí acción.” La ciencia social tiene derecho a
esta ambición, exactamente igual que cualquier otra. Cuando describe un
espacio como el periodismo y establece en él desde el principio pulsiones,
sentimientos, pasiones, pasiones y pulsiones que subliman a través de la labor
de análisis, el sociólogo aspira a que su obra sea eficaz. Por ejemplo, al elevar
la conciencia de la existencia de los mecanismos puede contribuir a conferir un
poco de libertad a las personas manipuladas por ellos, tanto si son periodistas
como telespectadores. Creo – entre paréntesis- que los periodistas, que tal vez
se sientan aludidos, como suele decirse, si escuchan bien lo que digo llegarán a
la conclusión – por lo menos eso es lo que espero- de que, al explicitar las cosas
que intuyen, pero que no quieren acabar de saber, les estoy dotando de unos
instrumentos de libertad para dominar los mecanismos a los que he aludido…
80

Incurro de lleno en el utopismo, y soy consciente de ello. Pero a quienes siempre


oponen al sociólogo su determinismo y su pesimismo, me limitaré a objetarles
que si los mecanismos estructurales que engendran las infracciones de la moral
se volvieran conscientes, una acción consciente con el propósito de controlarlos
resultaría posible. En este universo que se caracteriza por un alto grado de
cinismo, se habla mucho de moral. En tanto que sociólogo, sé que la moral sólo
es eficaz si se basa en unas estructuras, en unos mecanismos, que hagan que
la gente se interese por ella. Y para que pudiera surgir una cosa como la
preocupación moral, sería necesario que encontrara apoyos y refuerzos, así
como recompensas, en esas estructuras. Tales recompensas podrían provenir
también del público (si fuera más lucido y tuviera más conciencia de las
manipulaciones a que lo someten). 81

La Colaboración
Pero las fuerzas y las manipulaciones periodísticas también pueden actuar , de
forma más sutil, mediante la lógica del caballo de Troya, es decir, introduciendo
en los universos autónomos productores heterónomos que, con el apoyo de las
fuerzas externas , recibirán una consagración que no pueden recibir sus
colegas. Estos escritores para no escritores, filósofos para no filósofos, etcétera,
gozarán de un favor televisivo, de un peso periodístico, desproporcionado en
relación con su peso específico en su universo específico… 86

… En el caso de disciplinas aparentemente más independientes, como la


historia o la antropología, o la biología y la física, el arbitraje mediático se vuelve
cada vez más importante en la medida en que la consecución de créditos puede
depender de una notoriedad respecto a la cual no se sabe muy bien cuánto
debe a la consideración mediática y cuánto a la consideración entre los colegas.
87

… Pero tengo que explicar mejor lo que hay que entender por autónomo. Un
campo muy autónomo, el de las matemáticas, por ejemplo, es un campo en el
que los productores tienen como únicos clientes a sus competidores, a aquellos
que podrían haber hecho en su lugar el descubrimiento que ellos les presentan
(…) Para conquistar la autonomía hay que construir una especie de torre de
marfil dentro de la cual la gente se juzga, se critica, se combate incluso, pero
con conocimiento de causa; se enfrenta pero con armas e instrumentos
científicos, con técnicas, con métodos 89 (…) Cuanto más autónomo y más rico
en capital específico sea un productor cultural, y más exclusivamente orientado
esté hacia ese mercado restringido en el que como clientes sólo se tiene a los
propios competidores, más inclinado se sentirá a la resistencia. Por el contrario,
cuanto más destine sus productos al mercado de la gran producción (como los
ensayistas, los escritores periodistas, los novelistas conformistas), más
tendencia mostrará a colaborar con los poderes externos, Estado, Iglesia,
partido, y, hoy en día, periodismo y televisión, van a someterse a sus
requerimientos o a sus exigencias (…) Si los campos científicos, políticos,
literarios están amenazados por el dominio de los medios de comunicación, es
porque dentro de ellos hay personas heterónomas, poco consagradas desde el
punto de vista de los valores específicos del campo, o, empleando un lenguaje
corriente, porque hay “fracasados” , o que están a punto de serlo ,interesados en
la heteronimia, en buscar en el exterior unas consagraciones (rápidas, precoces,
prematuras y efímeras) que no han conseguido dentro del campo, y que
además, estarán muy bien vistos por los periodistas porque no los temen (a
diferencia de los autores más autónomos , a los que si temen) y saben que
están dispuestos a someterse a sus exigencias. 91

En está película en cámara rápida se ve como, a través de los medios de


comunicación, que actúan como un instrumento de información movilizadora,
puede surgir una forma perversa de democracia directa que hace desaparecer la
distancia respecto a la urgencia, a la presión de las pasiones colectivas, no
necesariamente democráticas, que normalmente está garantizada por la lógica
relativamente autónoma del campo político. Se ve cómo se reconstituye una
lógica de la venganza contra la que toda lógica jurídica , e incluso política se ha
constituido. 93

DERECHO DE ENTRADA Y DEBER DE SALIDA

He subrayado que la televisión produce dos efectos: Por un lado, rebaja el


derecho de entrada en un número determinado de campos, filosófico, jurídico,
etcétera: puede consagrar como sociólogos, escritores o filósofos a personas
que no han pagado el derecho de entrada desde el punto de vista de la
definición interna de la profesión. Por otro, dispone de los medios para llegar al
mayor número posible de personas. Lo que me parece difícil de justificar es que
se utilice la amplitud de la audiencia para rebajar el derecho de entrada en el
campo 94

Hay que defender a la vez el esoterismo inherente (por definición) a cualquier


tipo de investigación de vanguardia y la necesidad de hacer accesible lo
esotérico y de luchar a fin de conseguir los medios para hacerlo en buenas
condiciones. En otras palabras, hay que defender las condiciones de producción
necesarias para hacer lo necesario a fin de que cada vez más gente reúna las
condiciones para apropiarse de lo universal. Cuanto más compleja es una idea,
porque se ha producido en un universo autónomo más difícil resulta su difusión
generalizada. Para superar la dificultad hace falta que los productores que están
metidos en su pequeña ciudadela sepan salir de ella y luchar, colectivamente,
para tener unas buenas condiciones de difusión, para tener la propiedad de sus
medios de difusión, para tener la propiedad de sus medios de difusión; luchar
también, de común acuerdo con los docentes, los sindicatos, las asociaciones,
etcétera, para que los receptores reciban una educación pensada para elevar
su nivel de recepción. 95

Se puede y se debe luchar contra los índices de audiencia en nombre de la


democracia. Parece una paradoja , porque la gente que defiende el reino de los
índices de audiencia pretende que no hay nada democrático ( es el argumento
favorito de los anunciantes y los publicitarios más cínicos, secundados por
determinados sociólogos, por no hablar de los ensayistas de cortos vuelos que
identifican la crítica de los sondeos – y de los índices de audiencia- con la crítica
del sufragio universal), que hay que dejar a la gente la libertad de juzgar, de
elegir (“vuestros prejuicios de intelectuales elitistas os hacen considerar que
todo eso es despreciable”).

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