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FRANCO LELLI Y LA REBELIN BUBI DE 1998:

HISTORIA Y TESTIMONIO EN OKIRI

STEFANIA LICATA301
Stony Brook University

Resumen: A travs de un acercamiento terico al gnero del testimonio y, partiendo


de los estudios de John Beverly y Dori Laub, el presente ensayo se propone analizar
la novela Okiri (2005) de Franco Lelli, que relata los acontecimientos en torno a la
rebelin bubi de 1998 en Guinea Ecuatorial e informa sobre el Movimiento para la
Autodeterminacin de la Isla de Bioko (MAIB), que se constituy en 1993. La novela
nace de la urgencia de denunciar las injusticias que han oprimido al pueblo bubi, grupo
tnico originario de la isla de Bioko, ya desde la independencia de Espaa en 1968; ms
especficamente, el relato se centra en las violaciones de los derechos humanos por el
rgimen dictatorial de Teodoro Obiang Nguema, en el poder desde el 3 de agosto de
1979 hasta el presente. Evidenciar la voluntad documental de la novela, nica memoria
histrica escrita del acontecimiento, adems de subrayar los rasgos subjetivos y testimoniales del relato y distinguirlos de los recursos literarios. Tendr en cuenta la experiencia
particular como testigo del autor de la novela, Franco Lelli, que vive la misma atmsfera
de represin durante la revuelta, no obstante no forma parte del grupo bubi. El anlisis
de Okiri no slo contribuye a la reconstruccin histrica de la rebelda de 1998 del
pueblo bubi, sino que aade otros rasgos al gnero testimonial.
Palabras clave: Guinea Ecuatorial, MAIB, Testimonio, Derechos Humanos.
Abstract: Through the theoretical approach of testimony and, based on the studies
of John Beverly and DoriLaub, this essay analyzes the novel Okiri (2006) by Franco
Lelli. Okiri recounts the events related to the 1998 rebellion of the Bubi people in
Equatorial Guinea and give information about the Movement for the Self-Determination of Bioko Island (MAIB), that was established in 1993.The novel stems from the
urgency to denounce the injustices that have oppressed the Bubi ethnic group, native
to the island of Bioko, since the independence from Spain in 1968. In particular, it
licata.stefania@yahoo.it

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denounces the violation of human rights inflicted upon them by the dictatorial regime
of Teodoro Obiang Nguema, in power since August 3rd, 1979 to present. I will analyze
the informing nature of the novel, as the only written historical memory of the event. I
will stress the testimonial features that characterize the narrative and literary resources,
and will consider the experience of Lelli, as a witness who lives the same atmosphere of
repression even though he is not part of the bubi group. The analysis of Okiri not only
contributes to the historical reconstruction of the bubi rebellion of 1998, but it adds
other features to the testimonial genre.
Keywords: Equatorial Guinea, MAIB, Testimony, Human rights.

Introduccin

John Beverly en Anatoma del testimonio (1987) define el gnero del testimonio como:
una narracin usualmente pero no obligatoriamente del tamao de una
novela o novela corta- contada en primera persona por un narrador que es a la
vez el protagonista (o el testigo de su propio relato). Su unidad narrativa suele
ser una vida o una vivencia particularmente significativa (situacin laboral,
militancia poltica, encarcelamiento, etc.).La situacin del narrador en el testimonio siempre involucra cierta urgencia o necesidad de comunicacin que surge
de una experiencia vivencial de represin, pobreza, explotacin, marginalizacin,
crimen, luchaDebido a su situacin vivencial, el narrador del testimonio en
muchos casos es o analfabeto o excluido de los circuitos institucionales de produccin periodstica o literaria (9)

La novela Okiri (Domani302) (2005) del cnsul honorario italiano Franco


Lelli, que ser objeto de este anlisis, encaja en el gnero del testimonio por
narrar una situacin de urgencia, aunque complica la definicin del gnero al
Maana

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ser el testigo un literato que forma parte de una clase social alta, y que no necesita un intermediario para transcribir su experiencia. El cnsul no es vctima de
una opresin personal como en otras narrativas-testimonio tales como Me llamo
Rigoberta Mench y as me naci la conciencia (1983) escrita por Elizabeth Burgos, pero es testigo de la experiencia bubi y, en palabras de Dori Laub en Truth
and Testimony: The Process and the Struggle(1995), es the immediate receiver of
these testimonies (62). Laub, en el contexto del holocausto, haba evidenciado
tres niveles de testimonio: ser testigo de s mismo, de la experiencia de los otros
y, ser testigo, al observar el mismo proceso del testimonio. El cnsul italiano
se encaja en el segundo y en el tercer nivel de la categora de testigo de Laub,
por haber vivido en Guinea Ecuatorial durante la rebelin y la represin bubi
de 1998. Franco Lelli se mud al pas el 20 febrero de 1990 con el objetivo de
crear la Sociedad Industrial de Guinea Ecuatorial Soc. Annima (S.I.G.E.S.A)
especializada en el sector forestal. Durante su estancia en Guinea fue nominado
cnsul honorario en 1992 y Senador del Parlamento mundial de seguridad y paz
en 1997. El 15 de noviembre de 1999 dej definitivamente Guinea Ecuatorial
por razones de salud y en 2003, cuando ya estaba en Italia, fue nombrado consejero diplomtico para los negocios en frica como se seala en la biografa
de la novela.
No obstante el diferente perfil del testigo y la ausencia de su compilador,
Okiri nace de la urgencia del autor por denunciar y contar la tentativa desesperada de rebelda del pueblo bubi, que ocurri el 21 de enero de 1998, contra
el gobierno dictatorial de Teodoro Obiang Nguema,303y se inserta en el gnero
del testimonio aunque con algunas variantes. Lelli est solo de paso en Guinea
Ecuatorial y, aunque relata y novela los hechos de que es testigo desde una perspectiva europea, se acerca con sensibilidad a los trgicos acontecimientos. No
es opresor ni tampoco oprimido, es un observador de los hechos y relata con
menos dificultad y ms pretensiones de objetividad la opresin bubi, por no estar
directamente implicado.

Obiang es jefe de estado de Guinea Ecuatorial desde el golpe de estado del 3 de octubre de 1979, despus de haber derrocado a su to, y primer presidente del pas, Francisco
Macas Nguema.
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Okiri y el MAIB

Okiri se encuadra en un clima de relaciones locales e internacionales complicadas, alrededor del Movimiento para la Autodeterminacin de la Isla de Bioko
(MAIB), que se constituy en 1993 en Guinea Ecuatorial con el objetivo de
reivindicar los derechos de la etnia bubi, originaria de la isla, oprimida por el
gobierno de Obiang. El MAIB se desarrolla bajo la sombra de un gobierno dspota que niega a los bubis todos los derechos bsicos, colocndolos en la periferia
de Guinea Ecuatorial, por falta de una verdadera representacin poltica en el
gobierno, y marginndolos por la falta de oportunidades como grupo social.
Algunas organizaciones no gubernamentales como Freedom House o Reporteros
sin fronteras sitan a la Guinea Ecuatorial de los aos de la rebelin bubi entre
los pases ms opresivos del mundo, que no slo no contempla el respeto de
los derechos humanos, sino que no se prev un proceso de avance democrtico
dentro del sistema gubernamental o electoral.
La novela-testimonio de Lelli destaca por su intento de contribuir a la reconstruccin histrica de la rebelin bubi de 1998, y de la consiguiente fase de
intensa represin que se despleg en Malabo, en el campamento de Rabat y en la
crcel de Black Beach. El narrador-protagonista, que es el mismo Lelli, junto con
Josef, su chfer, y Deogracias Ona Monsuy (Deo), un colaborador fang que le
ayuda en la actividad forestal, protagonizan todo el relato al que se van aadiendo otros personajes involucrados en el MAIB y en el rgimen de Obiang. Lelli
empieza el relato con una inspeccin a una concesin forestal cerca del pueblo de
Riaba en el sureste de la isla de Bioko donde empieza la revolucin bubi, acompaado de Josef y de Deo. Ya desde las primeras pginas describe un viaje muy
incmodo que evidencia que Lelli, en cuanto extranjero, no est acostumbrado
al entorno geogrfico. La descripcin de las condiciones de la permanencia en
esta zona de bosque, y de un Land Rover que tena que llevarlos a Malabo de
regreso, eran las causas del sufrimiento de Lelli, cuyo nico deseo pareca ser el
de volver a destino, pero el coche, en mal estado, se haba parado por falta de
agua, y la nica solucin era buscar un arroyo. Durante esta bsqueda Deo, al
or las voces de un grupo de ancianos bubis de los pueblos de Moka y Riaba,
decide pararse y escuchar. Es en este entorno cerca del poblado de Basakato de
la Sagrada Familia donde Lelli introduce una de las escenas ms significativas de
toda la novela, describiendo uno de los supuestos lugares reales de encuentro de
los miembros del MAIB:
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En un crculo, sentados en el suelo, una docena de hombres discutan animadamente


delante de un fuego sin llama. Cada uno tena a lado su propio candil y un machete clavado en el suelo. La mitad de ellos eran ancianos.En particular, el que estaba hablando
y que agitaba el machete tena que ser el ms anciano. En cada pausa de su discurso, los
otros intervenan al unsono, como para contestarle. Uno de los miembros del grupo, tal
vez el ms joven, tena un cuerpo enorme; sin duda no era un local, y me lo confirmaba el
hecho de que no participara en la reaccin comn en respuesta a lo que el anciano estaba
diciendo. El que estaba sentado a su derecha, luego, se acercaba a l de vez en cuando,
como para traducirle los discursos. (2005, 14).304

La escena con Deo es clave a lo largo de toda la novela ya que l ser el personaje fang, casado con una bubi y el nico capaz de hablar y entender la lengua
bubi, a llevar al lector a conocer a los protagonistas del MAIB. Lelli, como me
declar en la entrevista telefnica del 18 de junio de 2015, haba conocido a Deo,
ciudadano de Malabo, en Italia durante un curso especializado en la preparacin
de personal areo en un instituto en Terniy; el relato de Deo sobre Guinea Ecuatorial haba animado a Lelli a invertir en el pas.
Deo, por su experiencia viajando en el extranjero, era el intermediario perfecto en las transacciones con los locales, as como lo ser, a lo largo de la novela-testimonio, entre Lelli y los varios miembros del MAIB. Adems, su pertenencia a
la etnia fang y su conocimiento de los personajes influyentes en el sector poltico
y administrativo del pas, que son fang en su mayora, hubieran podido ayudar a
la empresa de madera de Lelli que, durante su estancia entre 1989 y 1999, haba
creado en Guinea Ecuatorial. Su empresa S.I.G.E.S.A (Sociedad Industrial de
Guinea Ecuatorial Soc. Anonima) contaba con 116 empleados locales y estaba
compuesta de dos sectores (corte de madera y carpintera) y, en lo especfico, 60

A circolo, seduti sul suolo, una decina di uomini discutevano animatamente di fronte ad un fuoco senza fiamma. Ciascuno teneva accanto a s la propria lampada a petrolio e un
machete infilzato nel terreno. La meta di essi erano anziani. In particolare, quello che stava
parlando e che agitava il machete, doveva essere il piu vecchio. Ad ogni sosta del suo discorso,
gli altri intervenivano allunisono, come a contestarlo. Uno dei componenti del gruppo, forse
il piu giovane, aveva una corporatura enorme; certamente non era un locale e me lo confermava il fatto che non partecipasse alla reazione comune in risposta a quanto il vecchio andava dicendo. Il vicino alla sua destra, poi, gli si avvicinava di tanto in tanto, come a tradurgli i
discorsi(2005, 14).
Todas las traducciones desde el italiano al espaol son mas.
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estaban empleados en la carpintera. Como Lelli evidencia en la correspondencia


electrnica del 27 de agosto de 2015 no resultaba necesario exportar el manufacturado al exterior por el alto nmero de peticiones internas, tanto del gobierno
como de los privados, y solo el 80% de iroko305 estaba destinado a la exportacin.
La sociedad de Lelli tena una licencia exclusiva en la isla de Bioko concedida
por el gobierno ya que el primer ministro era su socio. El cnsul evidencia que
todas las empresas extranjeras tenan la obligacin de tener un socio del gobierno
de Teodoro Obiang para crear una actividad comercial en Guinea Ecuatorial. El
rea en la que Lelli tena su concesin de madera estaba cubierta en su mayora
de iroko y doussie306 pero subraya que el corte tena que ser autorizado por el
Consejo de Ancianos de cada pueblo, aunque fuera pequeo, por la disponibilidad que el Presidente de la Repblica les haba asignado. Segn nos cuenta,
Franco Lelli tuvo que lidiar constantemente con los representantes de los diversos
pueblos pero, en la mayora de los casos, logr convencerlos a pesar de que los
guineanos consideren deidades a los rboles. Su sociedad se dedicaba tambin a
la construccin de muebles de alta cualidad al estilo italiano y uno de sus mejores clientes era Teodoro Obiang y su esposa Doa Constancia encantada por el
Made in Italy307. Durante esa poca Lelli dio trabajo a muchos locales hasta que
por enfermedad tuvo que vender su actividad antes de volver definitivamente a
Italia.308
La reunin del MAIB, que relata al comienzo de la novela, se produce en
medio del bosque y revela al lector no slo la clandestinidad del movimiento,
sino tambin la necesidad de financiacin por pases extranjeros para asegurar el
xito de la rebelda. El personaje ms joven del grupo, al que se traducan los discursos del bubi ms anciano, no era un local sino un extranjero, probablemente
nigeriano, como se evidenciar ms adelante en la novela-testimonio. Lelli, en la
correspondencia electrnica del 22 de septiembre de 2013, precisa que el nico
nigeriano implicado era un militar jubilado que adiestraba a un grupo bubi en
305
El iroko es un tipo de madera de un rbol tropical cientficamente llamado Milicia
excelsa cuyo duramen es de color amarillo o marrn que se oscurece con el tiempo. http://
www.wood-database.com/lumber-identification/hardwoods/iroko/
306
El doussie es un tipo de madera conocido tambin como Afzeliacuyo duramen esde
color marrnrojizo.
http://www.wood-database.com/lumber-identification/hardwoods/afzelia/
307
Segn datos ofrecidos en el correo electrnico del 25 agosto de 2013.
308
Segn datos ofrecidos en la entrevista telefnicacon el autor, el 18 de junio de 2015 y
en la correspondencia electrnica del 27 de agosto de 2015.

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el bosque, ayudado por un revendedor ambulante de alimentos llamado simplemente Alex. Aclara que el gobierno de Nigeria no estaba involucrado en los
eventos y que la presencia de algunos nigerianos en Guinea Ecuatorial se remonta
a la poca de la colonizacin espaola, a comienzos del siglo veinte. De hecho,
el gobierno espaol haba reclutado durante el franquismo mano de obra en
Nigeria para la explotacin de las fincas de cacao de la isla de Bioko, pero fueron
repatriados por Francisco Macas Nguema a finales de los aos setenta. El grupo
de nigerianos, mencionados en el relato, pertenecen a una sucesiva oleada que
se mud a Guinea Ecuatorial y se concentr en el rea de Nibiri.
A travs del primer captulo, Lelli da pistas al lector sobre la perspectiva a
travs de la cual desea que se lea el relato, as como para entender los principios
que, en su opinin, animan al Movimiento para la Autodeterminacin de la Isla de
Bioko. El lector conoce todos los acontecimientos a travs de la mirada subjetiva
de Lelli pero, al mismo tiempo, es una mirada externa, ms distante que la de
los otros implicados en el proceso, dado que l no forma parte de ninguna de
las etnias del conflicto. La opinin del lector sobre el MAIB se forma a partir
de la perspectiva europea del autor y protagonista de la novela, pero tambin
a partir de la perspectiva del personaje de Deo que, paradjicamente, pese a
ser fang, conoce las problemticas de los bubis y es sensible hacia la situacin
que padecen. Su inclusin con respecto a los acontecimientos es curiosa porque
Lelli nos muestra Deo debatirse entre su deber, como fang adicto al gobierno,
de denunciar actos rebeldes contra el gobierno de Obiang, y el respeto hacia la
familia de su esposa bubi, implicada en el MAIB. El Lelli-narrador enfatiza la
posicin de Deo porque podra revelar la complejidad y las contradicciones del
conflicto tnico dentro de la sociedad guineana.
Paradjicamente, es a travs de las conversaciones amigables entre Deo y
Lelli, un fang y un europeo, como el autor intenta que el lector perciba la esencia del movimiento de autodeterminacin de los bubis. Ya desde el comienzo
Deo interpela a Lelli para obtener una mirada objetiva de los hechos. Deo est
preocupado por el posible surgimiento de una guerra civil en el pas pero, sobre
todo, porque estn implicados Jos Nchaso, el padre de su esposa Purita, el to
materno de su esposa y Malabo309, el descendiente del rey Bioko, respetado en
toda la comunidad por ser poseedor de las antiguas tradiciones. Deo explica el
origen del movimiento, y la situacin privilegiada de los bubis durante la coloni Franco Lelli seala en la correspondencia electrnica del 27 de agosto de 2015 que no
recuerda el apellido de Purita y del to materno y no conoce el apellido de Malabo.
309

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zacin espaola, evidenciando cmo la independencia de Espaa el 12 octubre de


1968, a la que sigui la dictadura de Macias Nguema (1968-1979), haba creado
el alejamiento de los inversionistas extranjeros. La exportacin de cacao y caf se
haba reducido drsticamente, generando el deseo de independencia de la isla.
Segn el relato de Lelli, el origen de la fractura entre el pueblo bubi y el
pueblo fang, uno de cuyos clanes, los esangui, controla el gobierno del pas desde
la independencia, se remontara a la reparticin arbitraria de Guinea Ecuatorial
durante la colonizacin, con la unin de la parte insular y continental del territorio. La isla de Bioko (Fernando Poo en la poca colonial) pasa de manera efectiva
a manos del gobierno espaol en 1858, mientras la parte continental de Ro
Muni en el ao 1900. La unificacin de territorios distantes entre s y conformados por grupos tnicos diferentes ha sido fuente de conflicto desde el comienzo.
Robert Sack en sus estudios sobre el espacio geogrfico evidencia precisamente
la importancia de las relaciones sociales que se establecen en un territorio:
In the primitive view, land is not a thing that can be cut into pieces and
sold as parcels. Land is not a piece of space within a larger spatial system. On
the contrary, it is seen in terms of social relations. The people, as part of nature,
are intimately linked to the land. To belong to a territory or place is a social
concept which requires first and foremost belonging to a societal unit. The land
itself is in the possession of the group as a whole. It is not privately partitioned
and owned. Moreover, it is alive with the spirits and history of the people, and
places on it are sacred (citado en Smith, 69)

En el caso de Guinea Ecuatorial, por lo tanto, la agregacin de los territorios


en la poca colonial, y la presencia espaola, han alterado no slo la organizacin
originaria de los territorios y las etnias, sino las relaciones sociales y comunitarias,
cuya situacin ha empeorado con la llegada de la poblacin fang, numricamente
mayoritaria en el pas, a la isla de Bioko desde la poca colonial.
Lidia Kinson Buet, viuda de Laesa Atanasio Bit Rope,310 cofundador del
MAIB en 1993, y miembro del Comit de coordinacin hasta el 2003, lo subraya
Laesa Atanasio Bit Rope fue asesinado, presumiblemente por sicarios pagados por
Teodoro Obiang Nguema Mbasogo el 4 de febrero de 2006, durante su exilio en Costa de
Marfil para escapar a la persecucin de Obiang. El 4 de febrero dos hombres que declararon
310

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tambin en el Diario de comisin de derechos humanos y solicitudes ciudadanas311, del 21 febrero de 2007. La isla de Bioko geogrficamente se sita ms
cerca de Nigeria y Camern que de la parte continental de Guinea Ecuatorial
y slo ms tarde se aadi Bioko, administrativamente, a la parte continental.
La cercana de Nigeria justifica, a la vez, su inters en la isla en cada eleccin del
gobierno nigeriano.
Lelli, en Okiri, pone tambin de manifiesto, por lo que se refiere a las relaciones entre bubis y fang, que, por lo menos en el pasado, no existieron razones
tnicas o religiosas que llevaran a esta friccin, aunque confirma que la pertenencia al territorio sera el objeto de la disputa. Los fang, ya desde la dictadura
de Macas, han tenido una situacin privilegiada en el gobierno del pas, pero la
unin entre una mujer bubi y un hombre fang siempre ha sido permitida, aunque
no sea frecuente y, por lo general, sea la mujer bubi la que tiene que adaptarse a
la tradicin fang. El nfasis que pone Lelli en Deo es significativo en este sentido,
porque se presenta como testimonio de la posibilidad de unin entre los dos
grupos y diferencia la realidad de Guinea Ecuatorial de otras en las que resulta
ms problemtica la unin entre etnias diferentes, como en el caso de los tutsi y
hutu en Ruanda, que Lelli menciona en su relato.
La persistencia de una situacin de desigualdad en el ejercicio del poder
podra llevar a la desaparicin progresiva de los bubis y de sus tradiciones, a lo
que se aade el deseo de rebelarse contra las situaciones de injustica, y todo ello
fortalece el proyecto del MAIB. A pesar de que las motivaciones de esa rebelda
parecen justificadas, Lelli desde el principio manifiesta su disidencia hacia una
idea autolesionista dei bubi (2005, 21). Lelli opina que la accin de rebelin
bubi careca desde el principio de las condiciones necesarias para tener xito y,
por esta razn, usa el trmino autolesionista para indicar la autoagresin del
pueblo bubi. El regreso hacia Batete, pasando por Moka, para que Deo pueda
conversar con la familia de la esposa sobre el plan del MAIB, acerca a Lelli
al movimiento de rebelda y representa una primera toma de conciencia del
narrador, de la importancia de la lucha bubi. Sin embargo, la suya es la tentaser agentes del servicio secreto de Costa Marfil lo acusaron de delitos graves en su casa. No
obstante l se opuso le ordenaron de salir con ellos y, no obstante la tentativa de Lidia Kinson Buet de contactar el director general de la seguridad Ogon Dopa, lo encontraron
muerto dos das despus de su secuestro. Fue enterrado el 8 de febrero de 2006. (Diario de
comisin, 2007 7)
311
El documento se encuentra en el sitio web del parlamento Euskadi y fue publicado el
3/07/09. http://www.parlamento.euskadi.net/pdfdocs/publi/3/07/09/20030411.pdf
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tiva de disuadirlos a realizar el proyecto de rebelin en aquel preciso momento


histrico.
La conversacin entre Lelli y el anciano Malabo, que tiene lugar en su casa
en Moka, ser la ocasin para revisitar el periodo de transicin entre el fin de la
colonizacin y la independencia que contribuy a la separacin entre los fang y
los bubis. Malabo crtica duramente el proceso de independencia de los pases
africanos, por la falta de un programa de inversin y de una estructura organizativa, aunque, a la vez, la suya es tambin una fuerte denuncia hacia la accin
colonial:
las fallas de la actual situacin econmica y social del pas no pueden
recaer exclusivamente en los guineanos. El espritu que anim a los colonizadores
en todas las partes del mundo nunca se ha inspirado en los principios de altruismo. Se conquistaban nuevas tierras con la idea de beneficiarse econmicamente
por los desplazamientos y la actitud comn de los colonizadores era quedar
afuera de los mecanismos de comercio y de la economa los pueblos conquistados, tanto por su falta objetiva de preparacin para acceder a la complejidad
del nuevo como por la voluntad de mantener secretos esos procesos, listos, de
hecho, a suprimir cualquier forma de intromisin indgena que pasara los lmites
impuestos por los recin llegados312.(2005, 27)

El secretario de relaciones internacionales del MAIB Anacleto Bokesa Cam,


exiliado en Madrid desde hace ms de 40 aos, evidencia, tambin, en el Diario de comisin de derechos humanos y solicitudes ciudadanas (2007) que el
gobierno espaol no ha considerado la perspectiva histrica, la distancia entre la
parte insular y continental, y la constitucin de la poblacin, considerando que
el 75% formaba parte del territorio continental. Colocar la capital del pas en la
isla de Bioko, poblada originariamente por los bubis, ha causado la migracin
de los fang a la capital, Malabo, lo que ha aumentado con el descubrimiento y
explotacin del petrleo en la isla:
312
...le colpe dellattuale situazione economica e sociale del paese non pu gravare esclusivamente sui guineani. Lo spirito che ha animato i colonizzatori in ogni parte del mondo
non si mai inspirato ai principi dellaltruismo. Si conquistavano nuove terre con lidea di
trarre benefici economici dagli spostamenti e latteggiamento comune dei colonizzatori era di
tener fuori dai meccanismi del commercio e delleconomia i popoli conquistati, vuoi per
loggettiva impreparazione di costoro ad acccedere la complessita del nuovo, vuoi per la
volont di mantenere segreti quei processi, pronti, anzi, a reprimere qualsiasi forma di intromissione indigena che travalicasse i limiti posti dai nuovi venuti.

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Todo el petrleo de Guinea Ecuatorial, que desde 1995 hasta ahora se ha


convertido en el tercer productor de petrleo de frica, pertenece a la isla de
Bioko. No pertenece a la tierra de Obiang313. Paradojicamente, ni Honorato
quiere ir al pas de Obiang ni yo quiero ir a vivir al pas de Obiang, pero Obiang
no nos permite vivir en nuestro pas, donde ha instalado su gobierno, donde ha
instalado su poblacin y donde est llevando a cabo una poltica de expulsin
de la poblacin bubi. (2007, 8)

Segn la perspectiva de Bokesa, el proceso de agregacin, gestado durante la


Conferencia Constitucional que se concluy con la firma de la independencia
de Guinea Ecuatorial en 1968, ha sido la causa del estrago de los bubis. Las
problemticas locales, adems, tienen una dimensin internacional, al relacionarse con la explotacin de los recursos naturales del pas por mediacin de
compaas transnacionales extranjeras. La referencia al petrleo y a la compaa
Exxon Mobil314 en la novela explica el inters y la atencin hacia la isla de Bioko
en la que no slo el gobierno espaol lamenta la exclusividad de la compaa
americana, sino que tambin se observa la presin hacia el gobierno de Guinea
Ecuatorial por parte del gobierno francs y congols, para el establecimiento de
la empresa de petrleo francesa Elf315.
La situacin en la que se encuentra la isla de Bioko en el ao 1998 se complica bastante, y justifica la desconfianza del narrador-protagonista Lelli, y su
intento de convencer al MAIB de que renuncie a la accin contra el gobierno de Obiang. En Okiri, mientras Lelli quiere disuadir al MAIB en base a la
imposibilidad de tener xito en una posible revuelta, el anciano Malabo est
convencido de la importancia de esta tentativa, aunque no conoce el proyecto
global y a todos sus miembros. Lelli informa al lector, adems, sobre las implica La afirmacin de Anacleto Bokesa no es exacta porque existen pozos de petrleo que
se llevan explotando desde hace aos en las costas de la regin continental de Rio Muni.
314
La Mobil Equatorial Guinea Inc. (MEGI) es una compaa estadounidense que fue
una de las primeras en comenzar las explotaciones en Guinea Ecuatorial, en los aos 90. Hoy
colabora con la compaa nacional guineana GEPetrol (23.75 por ciento), y el estado de
Guinea Ecuatorial (5 por ciento), y tiene su sede de operaciones en Malabo. http://corporate.exxonmobil.com/en/company/worldwide-operations/locations/equatorial-guinea.
315
Elf Aquitaine fue una empresa francesa de petrleo que en 2000 cre la empresa Total
S.A. La empresa ya haba sido objeto de escndalo en Congo, cuarto productor de petrleo
en frica, y en 1994, durante la guerra civil del Congo-Brazzaville, ayud a financiar el golpe
de estado del presidente del Congo Denis Sassou Nguesso, que gobierna desde el1997.
313

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ciones internacionales del movimiento, mencionando a varios activistas guineanos exiliados en Espaa, incluidos polticos fang entre los cuales destaca Severo
Moto Ns316. Como evidencia el autor, aunque la rebelda bubi empieza en el
sur de la isla porque all se puede entrenar a los rebeldes del MAIB con mayor
facilidad, el proyecto empieza precisamente en Espaa y en el norte de la isla de
Guinea Ecuatorial. Franco Lelli precisa en la entrevista telefnica que la mayora
de los guineanos de etnia bubi residen en Espaa por la dificultad de sobrevivir
en Guinea Ecuatorial. La aversin de Espaa hacia el gobierno de Obiang se
justifica, entonces, en el cuadro de estas relaciones locales e internacionales que
Malabo subraya:

aquel petrleo es nuestro, pertenece a los Bubis, como habitantes originales de la isla en torno a la cual estn haciendo la extraccin, pero, una vez
ms, es Obiang y sus fang los que disfrutan de los beneficios. No piensas,
tambin t, que es suficiente para justificar nuestra causa? (2005, 32)317

Segn Malabo, la ideologa del MAIB se fundamenta en la idea de la pertenencia a los bubis del territorio y de su explotacin y propone el desarrollo econmico de la isla, en cuyo proyecto la financiacin extranjera resulta esencial. La
solicitud de ayuda del suegro de Deo, Don Jos Nchaso, a Lelli, es en la novela
un claro ejemplo de la exigencia de fondos para el xito del movimiento y, aunque en desacuerdo, Lelli decide ayudarles con dinero para que puedan alquilar
medios de transporte para mover a los hombres del movimiento. Lelli aclara en la
correspondencia electrnica del 9 de septiembre de 2013 que el MAIB, aunque
formado por miembros valientes, es en su opinin un movimiento desorganizado, por la falta de recursos financieros, lo que se subraya en muchos dilogos
con los miembros en la novela-testimonio.
La existencia del MAIB la relaciona Lelli tambin, con la necesidad de preservar las tradiciones que podran desaparecer con los bubis. De hecho la coexistencia de tradiciones diferentes entre los bubis y los fang en el mismo territorio
Severo Matas Moto Ns es un poltico originario de Guinea Ecuatorial opositor del
rgimen de Obiang, exiliado en Espaa desde el ao 1981.
317
Quel petrolio nostro, appartiene ai bubi, come originari abitanti dellisola intorno
alla quale si sta effettuando lestrazione, ma, ancora una volta, Obiang e i suoi fang che si
godono i vantaggi. Non pensi, anche tu, che ce ne sia abbastanza per giustificare la nostra
causa?
316

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Franco Lelli y la rebelin bubi de 1998: historia y testimonio en Okiri

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complica las relaciones entre los dos grupos tnicos. Lelli introduce y enfatiza el
tema de las tradiciones guineanas en su novela-testimonio a travs de la aparicin
de un cuerpo muerto cerca de la oficina de su carpintera. Haba sido asesinado
Fernando Micha Edu, de etnia fang, en sacrificio al dios fang Mah, para que
su familia suba de clase social. La vctima haba sido elegida ya desde la niez y
considerada un privilegiado en la comunidad.
La explicacin que Lelli ofrece de las fases del rito del asesinato abre el tema
de la diferencia cultural entre frica y Europa. Lelli, escandalizado, denuncia
el sacrificio humano en las tradiciones africanas que novela, aunque cuenta los
ritos de manera respetuosa evidenciando su punto de vista europeo, pero tambin su interpretacin de la visin africana a travs de los personajes en el relato,
con la obvia intencin de que el lector conozca y reflexione sobre las diferencias
culturales tal y como l se las representa. La conversacin de Lelli con Deo en
la novela quiere hacer patente la presencia de sistemas y de cdigos distintos ya
que compara la religin catlica a los ritos propiciatorios, pero se evidencian
igualmente los puntos de contacto:
Los fines borran las diferencias; ambos se articulan en forma original,
pero apuntan al mismo objetivo: dar gracias y hacer regalos a la divinidad
que regula y armoniza todas las manifestaciones de la vida. (2005, 47)318

Esta conversacin es la ocasin tambin para enfatizar las tradiciones desiguales entre los bubis y los fang, que complican la convivencia entre los dos grupos
tnicos. Lelli precisa que los bubis, aunque no practican el sacrificio humano,
se dedican a la magia negra, temida por los fang, y que tambin la accin del
MAIB estaba aprobada por las divinidades bubis, aunque no haban especificado
los tiempos para el xito.
Cabe subrayar que, segn Lelli, el MAIB est interesado en la independencia
de la isla, y no se propone luchar por cuestiones tnicas como haba pasado entre
los tutsi-hutu en Ruanda. El genocidio en Ruanda de 1994, en el que los tutsi
fueron las vctimas, haca hincapi en una limpieza tnica, que no es el objetivo
del movimiento de autodeterminacin de los bubis, aunque se relaciona, tambin en el caso de Guinea Ecuatorial, con los cambios en las dinmicas sociales
La finalit annulla le differenze; ambedue si articolano in forma originale ma puntano
al medesimo scopo: rendere grazie e fare doni alla divinit che regola e armonizza tutte le
manifestazioni della vita.
318

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Stefania Licata

entre los grupos originarios. Tambin en Ruanda la falta de conocimiento del


colonizador belga sobre el sistema africano cre la divisin y el conflicto entre
los tutsi, los hutu y los twa.
La historia se complica cuando Lelli enfatiza el rasgo internacional del acontecimiento, a travs de la convocatoria del presidente Obiang a todos los extranjeros para informarles de que Angola, pas amigo de Guinea Ecuatorial, haba
encontrado un barco con armas que se dirigan hacia las islas guineanas, lo cual
creaba sospechas sobre un posible golpe de estado al gobierno coadyuvado por
fuerzas internacionales. El mensaje amenazador de Obiang a todos los empresarios internacionales confirma, en la novela-testimonio, las alusiones hechas
en varias escenas por los miembros-protagonistas del MAIB a un sistema de
gobierno que niega los principios de una repblica cual es Guinea Ecuatorial:
Pero si contrariamente de lo que pienso, debe haber algunos de ustedes involucrados en este negocio sucio, entonces, a partir de ahora, stos tienen 24 horas
para abandonar el pas, hacindome responsable de su seguridad personal en este
marco de tiempo. Despus del plazo, no slo no voy a ser ms responsable de su
vida, sino voy a dejar el asunto a nuestro Tribunal Militar, que juzgar sobre la
base de las leyes vigentes en Guinea Ecuatorial. A partir de ahora, les digo que
no voy a permitir a cualquier Embajada, organizacin internacional o entidad
no gubernamental, aterrizar en la isla con el fin de llevarse a nadie, culpable de
este crimen, que haya tratado de ocultarlo y de perseguir su intencin criminal.
Tendr que enfrentarse con nuestra justicia en la misma forma en que sta acta
contra cualquier ciudadano ecuatoguineano (2005, 56-57)319

Como seala Lelli en la correspondencia electrnica del 25 de agosto de


2013, en la que declara conocer al presidente Obiang y a su esposa Constancia
por la pasin de ambos hacia el estilo italiano, es evidente que Guinea, aunque

Ma se contrariamente a quanto penso, ci dovesse essere qualcuno di voi implicato in


questa sporca faccenda, allora, a partire da ora, questi ha 24 ore per lasciare il paese, facendomi garante della sua incolumit personale in questo lasso di tempo. Trascorso il termine, non
solo non sar piu garante della sua vita, ma affider il caso al nostro Tribunale Militare che
giudichera sulla scorta delle leggi vigenti in Guinea Equatoriale. Fin dora, vi dico che non
consentir a nessuna Ambasciata, organizzazione internazionale o entit non governativa di
atterrare sullisola con lo scopo di prelevare chiunque, macchiatosi di questinfamia, abbia
tentato di nasconderla e di perseguire il suo intento criminoso. Dovr affrontare la nostra
giustizia con le stesse modalit con cui questa agisce nei confronti di un qualsivoglia cittadino
equatoguineano.
319

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Franco Lelli y la rebelin bubi de 1998: historia y testimonio en Okiri

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formalmente es una repblica, la lgica del gobierno es dictatorial. Dentro del


partido democrtico del presidente Obiang (PDGE) se constituy el grupo
<<Amigos de Obiang>>, fieles a la voluntad del dictador, que tienen el deber de
denunciar cualquier desorden. Deo es precisamente uno de los miembros del
grupo<<Amigos de Obiang>> y se justifica, por lo tanto, su miedo en el relato de
Lelli a implicarse en los acontecimientos. Segn su testimonio, adems, el barco
con las armas en Angola y las acciones del MAIB no estaban interconectados,
sino que representaban dos tentativas diferentes de rebelin contra el gobierno
de Obiang. En Okiri, los miembros del MAIB lo interpretan como una seal
positiva porque, de esta manera, el gobierno habra tenido que concentrarse en
la otra accin de rebelin, aunque el MAIB en esta tentativa no tendr xito.
A pesar de las sospechas que empiezan a crearse en el pas, slo a travs de la
amistad que Lelli tena con Chico Ndong, jefe de la Guardia presidencial, puede
atravesar con facilidad, junto con Deo y Josef, los puestos de control militar que
haban sido instalados a lo largo de la isla de Bioko. Pudieron moverse de una
parte a otra por carretera, llegar a Musola para adquirir los rboles de las fincas
de Reginaldo y encontrar al anciano Malabo, al cual Lelli pide que le acompae
a Ureka para asistir a los ritos tradicionales bubis. Lelli no slo quiere satisfacer el
inters y la curiosidad en cuanto a la cuestin bubi, y conocer la isla y su gente,
sino tambin adentrarse en los rituales, que forman parte del cuadro moralizante
de la novela. La ceremonia antes del corte del rbol revela una espiritualidad y
un apego a la tierra que justifica la importancia del territorio y del proyecto del
MAIB para los bubis. Su dios se identifica con los rboles y, por esta razn, usan
la madera slo para crear las mscaras y se alimentan slo de los productos de la
tierra (los tubrculos como el ame, malanga, o yuca). Lelli interpela a la conciencia del lector para que reflexione sobre el diferente acercamiento a la tierra y
a la naturaleza, que valorizan sin explotar. La exigencia de Lelli de visitar Ureka
se justifica en este deseo de transmitir al lector la sacralidad de los lugares menos
contaminados por el proceso colonial.
El encuentro con Ankal, el suegro de Malabo, es otra ocasin para que el
lector se acerque a los ritos tradicionales y a la espiritualidad de las comunidades
ancestrales. Lelli presenta a Ankali como el jefe de la aldea de Ureka y le describe como un hombre de casi dos metros de altura, de sesenta aos, con una
barba blanca y rizada que casi le cubra su rostro. Viva en la choza ms grande
del pueblo y en el lugar ms alto, desde donde dominabalos otros edificios. Era
flemtico y pareca que sentenciaba cada vez que hablaba, sin duda influenciado

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Stefania Licata

por el papel que desempeaba320. A travs de la conversacin con Ankal Lelli


transmite el mensaje moralizador que domina toda la novela, y que en la cita que
sigue se expresa a travs de una reflexin sobre el maana:
El Maana, en nuestra cultura, es la certidumbre aadi adems -as como
para los fang.Es el equivalente de vuestro hoy. Quiz la explicacin est en el
hecho de que tenemos una visin de la vida ms prxima a las verdades de la
naturaleza, que nos transmite mayor seguridad en el futuro y en la interpretacin
de lo que nos rodea. Pero esta capacidad, no es un regalo, nos la hemos ganado
con el tiempo, nunca interrumpiendo la conversacin con todo lo que vemos
alrededor y que da un sentido ordenado a la vida del individuo y del grupo.
Vosotros habis cortado el cordn umbilical con la naturaleza. Todo lo que ves a
tu alrededor, estos rboles, las aguas del ocano, las aves, estarn tambin maana y darn los mismos frutos que hoy. Vuestra actitud es de recoger todo hoy
porque no estis muy seguros de que el maana pueda todava existir: la diferencia entre nosotros es sta, os falta la certidumbre del maana (2005, 88-89)321

Lelli se sirve del personaje de Ankal para denunciar el neocolonialismo


enviando un mensaje fuerte y explcito a su lector sobre la cuestin africana.
Aunque la novela-testimonio se publica en Italia en el ao 2005, Lelli en efecto
no se dirige slo al pblico italiano, sino que es un mensaje que engloba a todos
los pases que han tenido y siguen teniendo intereses econmicos en frica,
obstaculizando un desarrollo integral del continente. La independencia de los
pases africanos y el fenmeno de la descolonizacin han sido cuestionadas por
muchos crticos y Okiri usa precisamente la filosofa del maana para entrar en la
discusin sobre los efectos que la globalizacin ha causado en comunidades con
una lgica diferente, en estrecho contacto con la naturaleza. La atencin de Lelli
Segn datos ofrecidos por el autor en el correo electrnico del 27 de agosto de 2015.
Il domani, nella nostra cultura, rappresenta la certezza- aggiunse ancora- cosi come
per i fang. lequivalente del vostro oggi. Forse la spiegazione sta nel fatto che abbiamo una
visione della vita piu prossima allae verit della natura, tale da trasferirci piu sicurezza nel
futuro e nellinterpretazione di quanto ci circonda. Ma questa capacit, non un dono, ce la
siamo conquistata nel corso del tempo, non interrompendo mai il colloquio con tutto ci che
vediamo intorno e che d un senso ordinato alla vita del singolo e del gruppo. Voi avete
tagliato il cordone ombelicale con la natura. Tutto quello che vedi intorno a te, questi alberi,
le acque delloceano, gli uccelli, ci saranno anche domani e daranno gli stessi frutti di oggi. Il
vostro atteggiamento di cogliere tutto oggi, perche non siete pi certi che domani ci possa
ancora essere: la differenza fra noi tutta qui, vi manca la certezza del domani.
320

321

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Franco Lelli y la rebelin bubi de 1998: historia y testimonio en Okiri

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hacia lo que l se representa como las tradiciones bubis y fang se justifica a partir
de esta filosofa y su intento es tambin el de dar la llave al lector para que acceda
a tradiciones que no pertenecen a su cultura. Revala las ideologas africanas,
aunque manifiesta no comprender algunas tradiciones, y pone de manifiesto la
ignorancia europea sobre el continente.
Como seala Bokesa en el Diario de comisiones (2007), fue el desconocimiento de la cultura africana lo que contribuy a una reparticin arbitraria de los
territorios y a las problemticas del continente africano. A pesar de la atencin
internacional al caso africano y, en el presente anlisis, al caso guineano, que se
evidencia en Okiri con las referencias a las noticias difundidas por Radio France
International y Radio Exterior de Espaa sobre la existencia del MAIB y la opresin de los bubis; no se concretizan soluciones para que sean garantizados los
derechos humanos a todos los grupos tnicos.
Los controles a lo largo de todo el pas, los visados denegados, las torturas
y las matanzas caracterizan el clima de la ltima parte del relato, a pesar de que
Amnista Internacional y los activistas residentes en Espaa solicitaron y solicitan
el respeto de los derechos de los bubis. Cada estado, como seala Jack Donnelly
en su libro Universal Human Rights(1989), tiene la autoridad, pero tambin la
responsabilidad, de asegurar a todos los ciudadanos sus derechos. El sistema de
los derechos humanos es un mecanismo que ayuda a controlar la relacin entre el
estado y sus ciudadanos, pero en el caso guineano no exista esta relacin, lo cual
explica la presencia de los desequilibrios. La situacin en la que se encuentra el
gobierno de Obiang en el ao 1998 es la de luchar no slo contra el MAIB, sino
tambin contra los polticos opositores a su forma de gobierno. Como apunta
Lelli, una accin combinada hubiera podido ser una solucin, pero el comienzo
de una divisin tnica impeda la seguridad del xito conjunto.
Segn el relato novelado de Lelli, el 20 de enero de 1998 arranca en Luba
la accin bubi que, con la ayuda de mercenarios nigerianos, se dirigen al campamiento militar ms cercano, al que neutralizan, y se ponen en contacto con Don
Jos Nchaso en Moka, que transmitir las informaciones de la accin a Baney.
No obstante el xito, aunque sangriento, de las primeras acciones del MAIB, el
ejrcito de Obiang haba sido informado de los ataques bubis y del avance hacia
Malabo y comenz enseguida a organizar una contraofensiva para bloquear la
marcha en los frentes del oeste y del este de la isla, con Chico Ndong y Melanio
Owono como comandantes. Los discursos del presidente Obiang contra los
rebeldes, acompaados por el himno nacional en la radio, eran frecuentes. Los
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Stefania Licata

soldados de la Seguridad Nacional, mandados por Chico Ndong, esperaban a


los hombres del MAIB para el ataque frontal en una posicin privilegiada. Un
trgico error de los bubis sobre la posicin de ataque de los soldados de Ndong
marc el final de su estrategia de avanzada:

El trgico error marc el fin del sueo bubi; Chico Ndong abri fuego
cuando los rebeldes estaban ya a unos treinta metros de su posicin, presionados por el ataque militar de Bata, que sofocaron en un dominio absoluto sus
esfuerzos y sus esperanzas. En vano valieron los aislados y heroicos episodios de
resistencia; los del MAIB ni siquiera trataron de escapar en las calles citadinas,
prefiriendo caer bajo el fuego en las acciones suicidas, en lugar de rendirse vivos
en las manos de los fang. La calleja estaba llena de cuerpos; Mohammed mismo
eligi morir luchando, as como Anastasio, y uno por uno, los hombres del
grupo. (2005, 132)322

Lelli, en la entrevista telefnica del 18 de Junio de 2015, destaca que slo


en la parte en la que cuenta las fases de la rebelin ha aadido detalles ficticios
para que el lector pudiera seguir el hilo de los acontecimientos. Como l ya
haba mencionado, el MAIB era en su opinin un movimiento comprometido
polticamente, pero desorganizado por falta de recursos financieros, lo que justifica la eleccin de Lelli de incluir elementos ficticios en los ltimos captulos de
su novela-testimonio. Estupros, robos, violencias fsicas en el campamiento de
Rabat, durante el indagatorio de Chico Ndong y de Armengol Ondo Nguema
(hermano del presidente y Jefe de la Polica Presidencial323) contra hombres,
Il trgico errore segn la fine del sogno bubi; Chico Ndong apri il fuoco quando i
rivoltosi erano gia a una trentina di metri dalla sua postazione, incalzati dall attacco dei militari di Bata, che soffocaron in una stretta mortale i loro sforzi e le loro speranze. A nulla valsero gli isolati ed eroici episodi di resistenza; i MAIB non cercarono neppure la fuga per le vie
cittadine, preferendo cadere sotto il fuoco nemico in azioni suicide, piuttosto che consegnarsi vivi nelle mani dei fang. Il viale era cosparso di corpi; lo stesso Mohammed scelse di morire
combattendo, cosi come Anastasio, ed uno ad uno, gli uomini del gruppo.
323
Segn datos ofrecidos en el correo electrnico del 28 agosto de 2015 Franco Lelli lo
describe como un persona cruel, sin escrpulos, y dispuesto en cualquier momento a mostrar
la brutalidad y la crueldad de los mtodos dictatoriales. l posee varias empresas de importacin en exclusiva de bienes primarios, como medicamentos, harina y otros. Ha sido fuente de
preocupaciones tambin por el mismo Teodoro Obiang que ha temido un golpe de Estado.
322

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Franco Lelli y la rebelin bubi de 1998: historia y testimonio en Okiri

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mujeres y nios bubis, que Lelli recoge a travs de testimonios orales, caracterizan
los ltimos captulos de la novela-testimonio y subrayan la violencia inimaginable de los colaboradores de Obiang, adems de marcar de manera indeleble la
historia de los bubis.
Lidia Kinson Buet, en el Diario de comisin (2007) lamenta, tambin, la
condicin y la violacin de los derechos humanos, precisamente en la rebelin
del 1998, que Lelli investiga para redactar su novela:

El 21 de enero de 1998, cerca de un centenar de jvenes bubis protagonizaron un intento de rebelin popular contra la dictadura de Obiang. El dictador
no se content con sofocar la rebelin y detener a los autores de la protesta, sino
que desencaden una autentica orga de violencia contra la totalidad del pueblo
bubi. Ms de 800 personas fueron detenidas, torturadas, y muchas mutiladas
por tener, o no, alguna relacin con los hechos. Bastaba con ser familiar de
cualquiera de los supuestos implicados, bastaba con vivir en el mismo pueblo,
bastaba con ser bubi. (2007,6)

La aparicin de Teodoro Obiang en el penltimo captulo de la novela es


la culminacin de la violencia. Despus de la rebelin bubi ordena a todos los
extranjeros que se quedaron en el pas destruir los cayucos y matar a todos los
colaboradores que no pudieron capturar, sobre todo a los principales miembros
del MAIB, como Vicente Bokara y Don Jos Malabo. Lelli recuerda, tambin,
en estas pginas la crueldad de Teodoro Obiang cuando sac del poder a su to
Macas Nguema, en 1979, como seala tambin Randall Fegley en Equatorial
Guinea. An African Tragedy (1989).
Segn lo que relata Lelli, el deseo de independencia del pueblo bubi nace de
una opresin que se remonta a la independencia de Guinea Ecuatorial, en 1968,
y la novela da pistas al lector sobre la larga represin de la poblacin bubi. El
Se rumoreaba que a crear el caos haba sido el hijo del Presidente, Teodorn, que notoriamente es mal tolerado por su to.Armengol espera desde mucho tiempo suceder a su hermano
Teodoro que sufre de cncer de prstata pero la presencia de Teodorn ha afectado las posibilidades concretas de substituir a su hermano en la presidencia.
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Stefania Licata

coraje de los miembros del MAIB se revela hasta el final de la novela-testimonio.


El ltimo interrogatorio del poltico guineano Martin Puye Topep, que con
orgullo expresa su pertenencia al movimiento y la importancia del sacrificio, es
el perfil de un hroe que, junto con los otros, ha dado su vida en la rebelin de
1998.
Los das sucesivos a la insurreccin fueron de gran agitacin, porque el
gobierno tena que mostrar su poder y evitar el surgimiento de otros movimientos. Como recuerda Lelli en la correspondencia electrnica del 22 de septiembre
de 2013, los militares intervinieron tambin despus de la rebelin, concretamente el 25 de enero de 1998, para aplacar el surgimiento de una protesta, y
el 26 de enero entraron en la misin <<Jess y Mara>>, en el barrio Lampert,
para violar exclusivamente a las hurfanas bubi. Estos acontecimientos, juntos
con otros, crearon el comienzo de un odio racial que ha ido endureciendo las
relaciones entre los dos grupos tnicos.
La accin de los medios de comunicacin ha contribuido, adems, al propsito de Obiang de diseminar el odio tnico a travs de informaciones equivocadas segn las cuales el propsito de los bubis en la rebelda era matar a los
fang o, como puntualiza Lelli, se difundi la informacin de un mayor nmero
de miembros del MAIB, que en realidad correspondan a slo 32 unidades, para
exaltar la grandeza del ejrcito de Obiang que los haba derrotado.
Slo una semana despus, el 27 y el 28 de enero, el gobierno de Obiang
recibi una solicitud internacional para que pusiera fin a la crueldad con que se
trataba a los presos en la crcel de Black Beach. Los prisioneros vivan en condiciones inhumanas y eran objeto de torturas. Lelli describe en el relato cuatro
habitaciones con ms de cien prisioneros, desnudos y con seales evidentes de
la tortura recibida, siendo las ms visibles piernas y brazos fracturados y orejas
mutiladas. No se respetaba tampoco la dignidad de los cadveres, que fueron
puestos en un almacn en Malabo.
En la entrevista telefnica del 18 de junio de 2015, Franco Lelli relata que el
1 de febrero de 1998 la polica gubernamental mat a muchas familias de Rebola, acusados de haber ayudado a los rebeldes, pero para que las organizaciones
internacionales no quitasen las ayudas financiaras al pas, los cadveres fueron
ocultados en el bosque y el presidente intent disminuir la accin del MAIB para
demonstrar la estabilidad de su gobierno. Muchos miembros del MAIB, entre
ellos Mansueto Loeri, Silvestre Orichi, o Enrique Boneque, desafortunadamente
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Franco Lelli y la rebelin bubi de 1998: historia y testimonio en Okiri

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desaparecieron, o intentaron huir. La atencin internacional hacia el acontecimiento oblig a Obiang a un proceso ms regular, que empez el 23 de marzo
del mismo ao, aunque intent acelerarlo para que no se revelaran los crmenes
de su gobierno.Tambin en esta ocasin el uso de los medios de comunicacin y
de los testimonios en la televisin de los rebeldes, y de los religiosos, que haban
ayudado a los bubis, como Eduardo Lesohao Bienvenido Samba, serva para
disuadir de otros ataques al gobierno.
La novela-testimonio termina con el regreso en avin de Lelli a Italia, a causa
de la malaria y con su reflexin sobre su misma experiencia en Guinea Ecuatorial:
Me acord de mi primer viaje a frica, sin darme cuenta de lo peligroso de
las novedades que habra encontrado, con muchos proyectos en la cabeza y el
espritu del misionero. Diez aos ms tarde, llegu a la conclusin de que haba
recibido mucho ms de lo que haba dado. Senta que haba sido injusta mi
presencia en aquella comunidad y de haber trado ejemplos de civilizaciones no
necesarios, dejando para bien o para mal los signos de mi diversidad en el orden
de su sistema. Y como cualquier buen colonizador, me haba enriquecido a sus
costas de la concepcin sencilla de la vida, de la fuerza de sus creencias, de la
esperanza inquebrantable en un mundo mejor. (2005, 150).324

Franco Lelli termina su novela con una toma de conciencia y una reflexin
sobre el colonialismo europeo en frica, el anterior a las independencias, y el
posterior. Desde su posicin de europeo se acerca de manera sensible a la cuestin
bubi, y transmite un mensaje moralizador que rodea todo el relato a travs de la
filosofa del maana.

324
Mi venne in mente il mio primo viaggio in Africa, alloscuro dei pericoli o delle novit che avrei incontrato, con mille progetti in testa e lo spirito del missionario. Dieci anni
dopo, mi ritrovavo a concludere che avevo ricevuto molto pi di quello che avevo dato. Sentivo che era stata ingiusta la mia presenza in quella comunit e di aver portato esempi di
civilt non richiesti, lasciando nel bene o nel male, segni della mia diversit nellordine del
suo sistema. E come ogni bravo colonizzatore, mero arricchito a loro spese della concezione
semplice della vita, della forza delle loro credenze, della speranza incrollabile in un mondo
migliore. (2005,150).

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Stefania Licata

Conclusiones

Okiri (domani) es el resultado de un compromiso personal contra las injusticias en Guinea Ecuatorial, y un testimonio novelado sobre la rebelin bubi de
1998 en la isla de Bioko. Lelli se sirve del gnero de la novela-testimonio para
relatar un momento dramtico en la historia reciente de la isla, y reconstruir
una pgina de la resistencia oculta de Guinea Ecuatorial con fechas y personajes
reales. Es el efecto de veracidad que caracteriza el testimonio y Okiri narra
acontecimientos reales, tal y como los recuerda o los reconstruye su narrador
y reordena las acciones del MAIB slo en la descripcin de la rebelda. Retomando la teorizacin que hace John Beverly sobre el testimonio, Okiri encajara
perfectamente en el gnero testimonial por el carcter documental del relato y
la voluntad de precisin histrica, adems de la urgencia que marca el tiempo
del relato, al describir un contexto de terror, de opresin y de venganza. Okiri
se distancia del gnero tradicional del testimonio slo en el perfil del testigonarrador, que en este caso no es el excluido de los crculos de poder que habla
hacia la ciudad letrada, sino que es un sujeto empoderado, que no fue vctima
sino slo testigo externo de los hechos, y que con su propia voz logra interpelar la
conciencia del lector occidental. Lelli es el intermediario perfecto para el dilogo
con el occidente; observa la opresin y participa de ella emocionalmente, y la
denuncia sin resquemor.
La ausencia de informaciones verdicas sobre los trgicos acontecimientos
de 1998 en Guinea Ecuatorial, y el rpido proceso del 23 marzo del mismo
ao sobre la masacre de los bubis, bajo presin de las potencias internacionales,
evidencian la construccin por parte del gobierno guineano de un proyecto
nacional cuya narracin resulta fragmentada y Franco Lelli, a travs de su novelatestimonio, intenta recomponer estos fragmentos y dar voz a un pueblo que sigue
luchando. Su novela, junto con los testimonios de los miembros del MAIB en el
Diario de comisin de derechos humanos y solicitudes ciudadanas del 21 febrero de 2007, son ejemplos contundentes de denuncia, y contribuyen de manera
definitiva a que no se olviden las vctimas del pueblo bubi bajo el rgimen de
Obiang en la dcada de los aos 90.

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Franco Lelli y la rebelin bubi de 1998: historia y testimonio en Okiri

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APNDICE: Comparecencia de Lidia Kinson Buet ante la Comisin de Derechos Humanos del Parlamento Vasco el da 21 de febrero de 2007325
Egun on, seor presidente, seoras y seores diputados. Gracias por permitirme comparecer ante ustedes.
Mi nombre es Lidia Kinson Buet, viuda de Laesa Atanasio Bit Rope,
asesinado el 4 de febrero del 2006 por sicarios de Teodoro Obiang Nguema,
dictador de Guinea Ecuatorial, por defender los derechos del pueblo bubi.
Mi marido fue cofundador del Movimiento para la Autodeterminacin de
la Isla de Bioko (MAIB) el ao 1993, miembro del Comit de Coordinacin de
dicho Movimiento hasta el ao 2003 y presidente del mismo desde ese ao hasta
el da de su secuestro y asesinato. El motivo por el que le asesinaron fue, sin duda
alguna, su completa entrega a la actividad poltica como lder del pueblo bubi.
Por eso, el objetivo de mi comparecencia ante ustedes tiene dos aspectos
complementarios:
En primer lugar, deseo solicitar su apoyo para lograr que el Gobierno de
Espaa y la instancia judicial que para ello pueda ser competente promuevan
una investigacin que permita el esclarecimiento del asesinato de mi marido y
la responsabilidad del dictador de Guinea Ecuatorial en su instigacin y ejecucin. Una investigacin que permita que se haga justicia y que los culpables de
la muerte de Bit Rope sean hallados, juzgados y condenados.
En segundo lugar, creo que es para m un deber de fidelidad hacia mi marido
pedir a este Parlamento y al pueblo vasco al que representa, su solidaridad con el
pueblo bubi en su justa lucha por la democracia y el derecho a la autodeterminacin, que me permitan ustedes hablarles de la opresin del pueblo bubi por la
dictadura de Teodoro Obiang y del asesinato de mi marido.
Lo que hoy es Guinea Ecuatorial fue territorio espaol hasta 1968; desde
1777 en el caso de la Isla de Bioko, con los Tratados de San Ildefonso y de El
Pardo, y desde 1900 en el caso de Ro Muni, por medio del Tratado de Pars. Sin
embargo, durante los meses que llevo en la pennsula he podido comprobar, con
Parlamento Vasco. Comisin de Derechos Humanos y Solicitudes Ciudadanas. VIII
legislatura. Diario de Comisiones (21.02.2007)
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sorpresa y con tristeza, que la inmensa mayora de las personas que he conocido
no saben de la existencia de Guinea Ecuatorial, ni mucho menos saben de la
existencia de mi pueblo, el pueblo bubi.
Sin entrar en detalles les dir que los bubis somos los primeros pobladores
de la isla de Bioko, la poblacin nativa originaria con la que se toparon en la
isla los primeros colonizadores europeos. Un pueblo lingstica y culturalmente
diferenciado de otros grupos tnicos de Guinea Ecuatorial, como los fang, los
ndow o los annoboneses.
La isla de Bioko, una superficie de 2.017 Kilmetros cuadrados, con una
poblacin estimada de 70.000 habitantes, est geogrficamente mucho ms cerca
de otros pases del golfo de Guinea, como Nigeria o Camern, de cuya costa le
separan 32 Km., que del territorio continental de Guinea Ecuatorial que est a
ms de 350 Kilmetros por mar.
El nico motivo por el que dos territorios tan separados geogrficamente y
con poblacin de lengua y cultura tan diferentes como los bubis y los fang forman hoy parte del mismo Estado es que ambos territorios fueron colonizados
por Espaa y, por consiguiente, sus respectivas poblaciones fueron obligadas a
convivir en el marco de un mismo Estado cuando la ONU presion a Espaa
en 1968 para que se desprendiera de sus colonias africanas.
La dominacin colonial espaola es, por tanto, el nico motivo de que los
bubis, inicialmente los nicos pobladores de la isla de Bioko, seamos hoy, demogrfica y polticamente, un colectivo marginado dentro de Guinea Ecuatorial.
La decisin espaola de unir en 1968 la isla de Bioko y el territorio continental de Ro Muni en un Estado, en contra de la voluntad del pueblo bubi,
nos conden a la condicin permanente de minora tnica discriminada por la
mayora fang, dada la estructura demogrfica del nuevo Estado.
Pero lo peor estaba por llegar: la dictadura de Macas Nguema, quien entre
1968 y 1979 conden a la miseria, al hambre, a la prisin, a los campos de trabajo, al exilio o a la muerte a buena parte de la poblacin guineana. Pero hasta
en el horror hay grados: la suerte que a un guineano le esperaba bajo Macas era
tanto peor cuanto ms lejos estuviera del ncleo familiar, clnico y clientelar del
poder tirnico, y los bubis estaban en el crculo ms alejado del llamado clan
de Mongomo, que rodeaba al dictador.
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Franco Lelli y la rebelin bubi de 1998: historia y testimonio en Okiri

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En tiempos de Macas, con un bubi todo estaba permitido en Guinea. Macas


procedi al asesinato de Pastor Torao Sikara, de Edmundo Bosio Dioko, de Enrique Gori Molubela y de todos los lderes polticos bubis, los altos funcionarios
y hombres de negocios bubis, paralizando as la vida poltica y socio-econmica
de nuestro pueblo y sembrando el terror.
La creciente locura criminal de Macas acab por alcanzar y amenazar incluso
a los ms cercanos a l y, como consecuencia, fue su propio sobrino y principal
corresponsable de sus crmenes como ministro del Interior, Teodoro Obiang
Nguema, quien le derroc en 1979 en el llamado, con sarcasmo, golpe de la
libertad.
Tras el golpe de 1979, Obiang hizo promesas de libertad que pronto se revelaron como un burdo engao para atraer a opositores exiliados, a los que pronto
volvi a marginar y a perseguir. Hoy, el Estado guineano sigue siendo un aparato
de represin y de rapia, al servicio exclusivo del clan de Mongomo, y de su
tupida clientela perifrica. Un aparato de poder para el que la poblacin guineana es slo un objeto de robo, de chantaje, de amenaza y de violencia arbitraria.
El Estado guineano es ms parecido a una mafia institucionalizada y legalizada que a un Estado de Derecho. En esa mafia organizada en torno a una familia,
a un clan y a un distrito, un bubi slo puede entrar como siervo sumiso, con lo
que los anhelos bubis de democracia y autodeterminacin son tan acallados y
reprimidos como en tiempos de Macas.
Hasta el descubrimiento del petrleo a comienzos de los 90, esa mafia nguemista, de la que Obiang ha sido y es el gran padrino, se enriqueci y consolid su poder extorsionando a las empresas madereras que explotaban el bosque
ecuatorial y poniendo su red diplomtica internacional al servicio del narcotrfico, a la vez que quedndose con la ayuda econmica para el desarrollo proveniente de los pases europeos, especialmente de Espaa.
Formalmente, esta ayuda se autoproclamaba condicionada a la democratizacin del Estado y al respeto a los derechos humanos, asignaturas stas en las
que el rgimen nguemista ha estado siempre muy lejos del aprobado. Curiosamente, a medida que la presin diplomtica espaola e internacional aparentaba incrementarse, Obiang se fue poco a poco especializando en la picaresca
diplomtica, en jugar con Espaa y Francia para vender Guinea al mejor postor,
en el maquillaje democrtico de su dictadura, y en la peridica repeticin de
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oleadas represivas y depuraciones internas con el pretexto de supuestos intentos


de golpes de Estado.
En ese marco hay que situar el teatro democrtico iniciado a comienzos de
los aos 90, la parodia del multipartidismo, la legalizacin e ilegalizacin arbitraria de partidos polticos, ms o menos tteres, la organizacin de elecciones
amaadas y la puesta en marcha de un Parlamento fantasma que, cuando no
vegeta y languidece, fabrica leyes para un Ejecutivo que ni las desea, ni las lee
ni las respeta.
Mi marido y el Movimiento para la Autodeterminacin de la Isla de Bioko
que l lideraba nunca aceptaron el papel de comparsas en esa comedia, y eso les
conden a la clandestinidad y a la represin.
Despus lleg el petrleo, y con l el manto protector de los Estados Unidos
a la dictadura, mejor dicho de las grandes compaas petrolferas norteamericanas, an menos sensibles que su Gobierno a entelequias como el respeto a los
derechos humanos, sin relacin directa con la rentabilidad econmica.
Desde mediados de los 90, la mafia nguemista, a la que la pobreza del pas
le obligaba antes, para enriquecerse, a mendigar la ayuda internacional y a robar
como poda, disfruta del man del petrleo que le permite amasar grandes fortunas y consolidar su poder mientras la inmensa mayora de la poblacin guineana
sigue condenada a la miseria, al desempleo, a la desnutricin, a la enfermedad,
al analfabetismo y a la muerte prematura. Baste decir que, en los ltimos cinco
aos, al mismo tiempo que el pas ha ascendido a los puestos ms altos de frica
en renta per cpita, la esperanza de vida ha descendido de los 49 a los 45 aos.
Ebria de riqueza y de poder, protegida por algunas democracias occidentales
y por las multinacionales del petrleo, la mafia de Obiang ha incrementado su
capacidad de corromper polticos y de comprar antiguos opositores, y ha ampliado el crculo de clientes y de siervos que se benefician de las migajas del petrleo, reservando para quienes se niegan a someterse, como el Movimiento por la
Autodeterminacin de la Isla de Bioko (MAIB), la crcel, la tortura y la muerte.
Bajo esta realidad histrica, social y poltica se enmarca el asesinato de mi
marido. Una realidad que ya ha sido expuesta y denunciada por varias organizaciones y organismos internacionales como Amnista Internacional.

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Franco Lelli y la rebelin bubi de 1998: historia y testimonio en Okiri

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El 21 de enero de 1998, cerca de un centenar de jvenes Bubis protagonizaron un intento de rebelin popular contra la dictadura de Obiang. El dictador
no se content con sofocar la rebelin y detener a los autores de la protesta, sino
que desencaden una autntica orga de violencia contra la totalidad del pueblo
bubi. Ms de 800 personas fueron detenidas, torturadas y muchas mutiladas, por
tener, o no, alguna relacin con los hechos. Bastaba con ser familiar de cualquiera
de los supuestos implicados, bastaba con vivir en el mismo pueblo, bastaba con
ser bubi. Los discursos del dictador Obiang atizaron el odio tnico contra los
bubis y, sintindose amparados y estimulados por su jefe, policas y miembros
de la seguridad privada del presidente, con su beneplcito, violaron a mujeres y
nias y torturaron hasta la muerte a padres de algunos detenidos.
Yo misma fui detenida, apaleada y torturada por el nico y exclusivo motivo
de mi relacin con Atanasio Bit.
Slo las presiones de la comunidad internacional consiguieron detener la
caza del bubi desencadenada por Obiang entre enero y agosto de 1998. La persecucin contra el pueblo bubi fue denunciada ante los medios de comunicacin
espaoles por varias personalidades del Pais Vasco, como don Juan Ignacio Unda
Urzaiz y don Iaki Anasagasti, a quienes quiero renovar hoy mi agradecimiento
personal, el del MAIB y el del pueblo bubi.
La represin de Obiang sobre la poblacin bubi se desencaden con el pretexto de encontrar e identificar a los manifestantes. Muchos se entregaron voluntariamente, sin que ello disminuyera un pice la barbarie sobre el pueblo bubi.
Basndose en el testimonio bajo tortura de los detenidos, junto con amenazas
y chantajes a sus familiares, la dictadura invent una larga serie de acusaciones
infundadas y procedi, en mayo de 1998, a una farsa de juicio, sin garanta
alguna, en el que mi marido fue condenado a muerte en rebelda. Varios miembros del Comit de Coordinacin del MAIB, entre los que se encontraba mi
marido, optaron por salir del pas para continuar la lucha desde el exterior. El
13 de julio de 1998 abandonaron Guinea y pidieron asilo poltico en la vecina
Repblica de Camern.
Cuando conoci su paradero, el rgimen de Obiang intent eliminar a mi
marido y a sus compaeros, pero los servicios secretos de Camern lo descubrieron a tiempo y lo impidieron. Slo entonces Obiang opt por la va diplomtica
y solicit la extradicin de los miembros del Comit de Coordinacin del MAIB,
que le fue denegada. No obstante, pese a disfrutar en Camern de una p roteccin
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policial para evitar que los sicarios de Obiang les asesinaran, la cercana de fronteras llev a Bit y a sus compaeros a pedir y obtener asilo poltico en la Repblica
de Benin, donde yo fui autorizada a reunirme con mi marido.
El inicial perodo de tranquilidad en Benin se interrumpi cuando supimos
que miembros de la seguridad del rgimen de Malabo haban secuestrado en
Cotonou a un opositor fang. Decidimos entonces trasladarnos a Costa de Mrfil,
donde disponamos de buenas relaciones personales con la cpula del Partido
Marfileo de los Trabajadores y con algunos miembros del Gobierno. Como
economista experto en cooperativismo, microcrditos y agronoma, mi marido
encontr en Costa de Mrfil un amplio campo para trabajar en colaboracin con
varias ONG locales y distintos ayuntamientos de la zona de Adzope.
La inquietud volvi cuando en octubre de 2005, nuestro amigo Ogou Dapa,
Comisario Comandante de Polica y director general de la Seguridad Nacional
de Costa de Mrfil, inform a mi marido de que posea indicios fiables de que
el rgimen de Obiang quera atentar contra l: le mostr un dossier procedente de Guinea Ecuatorial en el que se detallaban todos los movimientos, datos
personales y familiares de mi marido y de toda la cpula del MAIB. A partir de
esa fecha, tanto mi marido como sus compaeros, a quienes inmediatamente
inform de ese dossier, extremaron sus precauciones, y el temor se instal de
nuevo en nuestras vidas.
El 4 de febrero de 2006, a las 17 horas, entraron en nuestra casa dos individuos que se presentaron como agentes del servicio secreto de Costa de Mrfil.
Le dijeron a mi marido que estaba acusado de delitos muy graves y que les tena
que acompaar a la comisara. Mi marido se resisti inicialmente, pero finalmente, tras encerrarse un momento con ellos en el dormitorio e intercambiar
unas palabras, mi marido se calz y les acompa mientras los presuntos agentes
revolvan la casa para acabar llevando su maletn y su ordenador. Yo intent ir con
ellos, pero me conminaron a que no saliera a la calle, me amenazaron y dieron
un portazo. Cuando sal a la calle no supe descubrir qu ruta haban tomado.
Volv a casa y llam al ayudante de mi marido, quien enseguida llam al director
de la Seguridad. A continuacin fui a la comisara ms cercana, a la gendarmera
y la sub-prefectura, donde tuve que concluir que el asunto era ms grave de lo
que imaginaba. Nadie tena conocimiento de ninguna orden de detencin que
pesara contra mi marido.

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Inmediatamente llam a los miembros directivos del Partido Marfileo de


los Trabajadores e inform de lo sucedido, con todo detalle, a nuestro amigo
Ogou Dapa, director de la Seguridad. El me dijo que iba a dar orden de cierre
de todas las fronteras, terrestres y martimas, y que establecera una vigilancia
especial sobre el aeropuerto de Abidjn.
La noche del 4 de febrero fue una noche angustiosa para m y para mis
hijos. A las 9 de la maana del da 5, el director de la Seguridad me comunic
por telfono que todas las fronteras estaban cerradas y que, si mi marido haba
sido secuestrado, sera imposible sacarle del pas. Tambin me anunci que a
lo largo de la maana vendra a verme a casa en Adzop. Durante esa maana
habl tambin con el Sr. Francis Wodi, Presidente del Partido Marfileo de los
Trabajadores, y con la ministra Ngnonsoa.
A las 3 de la tarde del da 5 me informaron de que nuestro buen amigo Ogou
Dapa, haba muerto calcinado en el interior de su vehculo tras un extrao
accidente . A la incertidumbre sobre el paradero de mi marido se aada ahora
la desesperacin por la certeza de la muerte de nuestro amigo en circunstancias
sospechosas.
En la maana del da 6 lleg a mi casa una comisin del Partido Marfileo
de los Trabajadores, acompaados por el Comisario de Polica de Adzop, y me
comunicaron el hallazgo del cadver de mi marido. Haba sido asesinado el da 4,
horas despus de haber sido secuestrado. Le enterramos el sbado 18 de febrero.
Se han barajado distintas hiptesis sobre el asesinato de mi marido. Para m,
y para todos los miembros del MAIB, hay numerosos indicios que nos llevan a
creer, sin duda alguna, que el responsable de su muerte es Obiang. As invita a
pensarlo el hecho de que la polica camerunesa impidi un intento anterior, as
como los informes obtenidos por el Director de Seguridad de Costa de Marfil.
Otros ejemplos de cmo actan en el exterior los sicarios de Obiang son el
secuestro de un opositor fang en Benin durante nuestro exilio en ese pas, o el
secuestro en Nigeria, el 27 de febrero de 1998, de tres estudiantes bubis (Magn
Esara, Marcelino Barila y Marcos Binohari) becados en la Universidad de Owere,
posteriormente trasladados de forma ilegal a Malabo en una avioneta particular,
acompaados por el ministro de Defensa guineano, Melanio Ebendeng, agentes
de seguridad del Estado y altas personalidades del pas.

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Obiang ha dado pruebas sobradas de que no sabe lo que es la ley ni la justicia; las confunde con la venganza. Por eso estoy convencida de que la condena a
muerte en rebelda de mi marido en el juicio-farsa de Malabo por los sucesos de
enero de 1998 no fue otra cosa que una pblica declaracin de venganza. Obiang
atribuy entonces a mi marido la responsabilidad por la rebelin popular bubi
contra su poder tirnico, y jur vengarse. El secuestro y asesinato de mi marido
el da 4 de febrero de 2006 ha sido la ejecucin de esa venganza del dictador. Mi
deseo, y el del MAIB, es que nos ayuden a poner en marcha una investigacin
judicial sobre esos hechos.
Seores y seoras diputados, solicito su apoyo para:
Primero, que el peso de la justicia caiga sobre los asesinos de mi marido,
Laesa Atanasio Bit Rope.
Segundo, que el Movimiento por la Autodeterminacin de la Isla de Bioko
(MAIB), del que mi marido fue presidente hasta el da de su asesinato, pueda
continuar y fortalecer su lucha por los derechos del pueblo bubi.
Eskerrik asko

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Franco Lelli y la rebelin bubi de 1998: historia y testimonio en Okiri

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Sitografa

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http://www.britannica.com/topic/Elf-Aquitaine
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http://es.rsf.org/
https://www.hrw.org/
https://www.amnesty.org/en/

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