Páginas DesdeÉndoxa 37
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STEFANIA LICATA301
Stony Brook University
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NDOXA: Series Filosficas, n.o 37, 2016, pp. 463-494. UNED, Madrid
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Stefania Licata
denounces the violation of human rights inflicted upon them by the dictatorial regime
of Teodoro Obiang Nguema, in power since August 3rd, 1979 to present. I will analyze
the informing nature of the novel, as the only written historical memory of the event. I
will stress the testimonial features that characterize the narrative and literary resources,
and will consider the experience of Lelli, as a witness who lives the same atmosphere of
repression even though he is not part of the bubi group. The analysis of Okiri not only
contributes to the historical reconstruction of the bubi rebellion of 1998, but it adds
other features to the testimonial genre.
Keywords: Equatorial Guinea, MAIB, Testimony, Human rights.
Introduccin
John Beverly en Anatoma del testimonio (1987) define el gnero del testimonio como:
una narracin usualmente pero no obligatoriamente del tamao de una
novela o novela corta- contada en primera persona por un narrador que es a la
vez el protagonista (o el testigo de su propio relato). Su unidad narrativa suele
ser una vida o una vivencia particularmente significativa (situacin laboral,
militancia poltica, encarcelamiento, etc.).La situacin del narrador en el testimonio siempre involucra cierta urgencia o necesidad de comunicacin que surge
de una experiencia vivencial de represin, pobreza, explotacin, marginalizacin,
crimen, luchaDebido a su situacin vivencial, el narrador del testimonio en
muchos casos es o analfabeto o excluido de los circuitos institucionales de produccin periodstica o literaria (9)
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ser el testigo un literato que forma parte de una clase social alta, y que no necesita un intermediario para transcribir su experiencia. El cnsul no es vctima de
una opresin personal como en otras narrativas-testimonio tales como Me llamo
Rigoberta Mench y as me naci la conciencia (1983) escrita por Elizabeth Burgos, pero es testigo de la experiencia bubi y, en palabras de Dori Laub en Truth
and Testimony: The Process and the Struggle(1995), es the immediate receiver of
these testimonies (62). Laub, en el contexto del holocausto, haba evidenciado
tres niveles de testimonio: ser testigo de s mismo, de la experiencia de los otros
y, ser testigo, al observar el mismo proceso del testimonio. El cnsul italiano
se encaja en el segundo y en el tercer nivel de la categora de testigo de Laub,
por haber vivido en Guinea Ecuatorial durante la rebelin y la represin bubi
de 1998. Franco Lelli se mud al pas el 20 febrero de 1990 con el objetivo de
crear la Sociedad Industrial de Guinea Ecuatorial Soc. Annima (S.I.G.E.S.A)
especializada en el sector forestal. Durante su estancia en Guinea fue nominado
cnsul honorario en 1992 y Senador del Parlamento mundial de seguridad y paz
en 1997. El 15 de noviembre de 1999 dej definitivamente Guinea Ecuatorial
por razones de salud y en 2003, cuando ya estaba en Italia, fue nombrado consejero diplomtico para los negocios en frica como se seala en la biografa
de la novela.
No obstante el diferente perfil del testigo y la ausencia de su compilador,
Okiri nace de la urgencia del autor por denunciar y contar la tentativa desesperada de rebelda del pueblo bubi, que ocurri el 21 de enero de 1998, contra
el gobierno dictatorial de Teodoro Obiang Nguema,303y se inserta en el gnero
del testimonio aunque con algunas variantes. Lelli est solo de paso en Guinea
Ecuatorial y, aunque relata y novela los hechos de que es testigo desde una perspectiva europea, se acerca con sensibilidad a los trgicos acontecimientos. No
es opresor ni tampoco oprimido, es un observador de los hechos y relata con
menos dificultad y ms pretensiones de objetividad la opresin bubi, por no estar
directamente implicado.
Obiang es jefe de estado de Guinea Ecuatorial desde el golpe de estado del 3 de octubre de 1979, despus de haber derrocado a su to, y primer presidente del pas, Francisco
Macas Nguema.
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Okiri y el MAIB
Okiri se encuadra en un clima de relaciones locales e internacionales complicadas, alrededor del Movimiento para la Autodeterminacin de la Isla de Bioko
(MAIB), que se constituy en 1993 en Guinea Ecuatorial con el objetivo de
reivindicar los derechos de la etnia bubi, originaria de la isla, oprimida por el
gobierno de Obiang. El MAIB se desarrolla bajo la sombra de un gobierno dspota que niega a los bubis todos los derechos bsicos, colocndolos en la periferia
de Guinea Ecuatorial, por falta de una verdadera representacin poltica en el
gobierno, y marginndolos por la falta de oportunidades como grupo social.
Algunas organizaciones no gubernamentales como Freedom House o Reporteros
sin fronteras sitan a la Guinea Ecuatorial de los aos de la rebelin bubi entre
los pases ms opresivos del mundo, que no slo no contempla el respeto de
los derechos humanos, sino que no se prev un proceso de avance democrtico
dentro del sistema gubernamental o electoral.
La novela-testimonio de Lelli destaca por su intento de contribuir a la reconstruccin histrica de la rebelin bubi de 1998, y de la consiguiente fase de
intensa represin que se despleg en Malabo, en el campamento de Rabat y en la
crcel de Black Beach. El narrador-protagonista, que es el mismo Lelli, junto con
Josef, su chfer, y Deogracias Ona Monsuy (Deo), un colaborador fang que le
ayuda en la actividad forestal, protagonizan todo el relato al que se van aadiendo otros personajes involucrados en el MAIB y en el rgimen de Obiang. Lelli
empieza el relato con una inspeccin a una concesin forestal cerca del pueblo de
Riaba en el sureste de la isla de Bioko donde empieza la revolucin bubi, acompaado de Josef y de Deo. Ya desde las primeras pginas describe un viaje muy
incmodo que evidencia que Lelli, en cuanto extranjero, no est acostumbrado
al entorno geogrfico. La descripcin de las condiciones de la permanencia en
esta zona de bosque, y de un Land Rover que tena que llevarlos a Malabo de
regreso, eran las causas del sufrimiento de Lelli, cuyo nico deseo pareca ser el
de volver a destino, pero el coche, en mal estado, se haba parado por falta de
agua, y la nica solucin era buscar un arroyo. Durante esta bsqueda Deo, al
or las voces de un grupo de ancianos bubis de los pueblos de Moka y Riaba,
decide pararse y escuchar. Es en este entorno cerca del poblado de Basakato de
la Sagrada Familia donde Lelli introduce una de las escenas ms significativas de
toda la novela, describiendo uno de los supuestos lugares reales de encuentro de
los miembros del MAIB:
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La escena con Deo es clave a lo largo de toda la novela ya que l ser el personaje fang, casado con una bubi y el nico capaz de hablar y entender la lengua
bubi, a llevar al lector a conocer a los protagonistas del MAIB. Lelli, como me
declar en la entrevista telefnica del 18 de junio de 2015, haba conocido a Deo,
ciudadano de Malabo, en Italia durante un curso especializado en la preparacin
de personal areo en un instituto en Terniy; el relato de Deo sobre Guinea Ecuatorial haba animado a Lelli a invertir en el pas.
Deo, por su experiencia viajando en el extranjero, era el intermediario perfecto en las transacciones con los locales, as como lo ser, a lo largo de la novela-testimonio, entre Lelli y los varios miembros del MAIB. Adems, su pertenencia a
la etnia fang y su conocimiento de los personajes influyentes en el sector poltico
y administrativo del pas, que son fang en su mayora, hubieran podido ayudar a
la empresa de madera de Lelli que, durante su estancia entre 1989 y 1999, haba
creado en Guinea Ecuatorial. Su empresa S.I.G.E.S.A (Sociedad Industrial de
Guinea Ecuatorial Soc. Anonima) contaba con 116 empleados locales y estaba
compuesta de dos sectores (corte de madera y carpintera) y, en lo especfico, 60
A circolo, seduti sul suolo, una decina di uomini discutevano animatamente di fronte ad un fuoco senza fiamma. Ciascuno teneva accanto a s la propria lampada a petrolio e un
machete infilzato nel terreno. La meta di essi erano anziani. In particolare, quello che stava
parlando e che agitava il machete, doveva essere il piu vecchio. Ad ogni sosta del suo discorso,
gli altri intervenivano allunisono, come a contestarlo. Uno dei componenti del gruppo, forse
il piu giovane, aveva una corporatura enorme; certamente non era un locale e me lo confermava il fatto che non partecipasse alla reazione comune in risposta a quanto il vecchio andava dicendo. Il vicino alla sua destra, poi, gli si avvicinava di tanto in tanto, come a tradurgli i
discorsi(2005, 14).
Todas las traducciones desde el italiano al espaol son mas.
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el bosque, ayudado por un revendedor ambulante de alimentos llamado simplemente Alex. Aclara que el gobierno de Nigeria no estaba involucrado en los
eventos y que la presencia de algunos nigerianos en Guinea Ecuatorial se remonta
a la poca de la colonizacin espaola, a comienzos del siglo veinte. De hecho,
el gobierno espaol haba reclutado durante el franquismo mano de obra en
Nigeria para la explotacin de las fincas de cacao de la isla de Bioko, pero fueron
repatriados por Francisco Macas Nguema a finales de los aos setenta. El grupo
de nigerianos, mencionados en el relato, pertenecen a una sucesiva oleada que
se mud a Guinea Ecuatorial y se concentr en el rea de Nibiri.
A travs del primer captulo, Lelli da pistas al lector sobre la perspectiva a
travs de la cual desea que se lea el relato, as como para entender los principios
que, en su opinin, animan al Movimiento para la Autodeterminacin de la Isla de
Bioko. El lector conoce todos los acontecimientos a travs de la mirada subjetiva
de Lelli pero, al mismo tiempo, es una mirada externa, ms distante que la de
los otros implicados en el proceso, dado que l no forma parte de ninguna de
las etnias del conflicto. La opinin del lector sobre el MAIB se forma a partir
de la perspectiva europea del autor y protagonista de la novela, pero tambin
a partir de la perspectiva del personaje de Deo que, paradjicamente, pese a
ser fang, conoce las problemticas de los bubis y es sensible hacia la situacin
que padecen. Su inclusin con respecto a los acontecimientos es curiosa porque
Lelli nos muestra Deo debatirse entre su deber, como fang adicto al gobierno,
de denunciar actos rebeldes contra el gobierno de Obiang, y el respeto hacia la
familia de su esposa bubi, implicada en el MAIB. El Lelli-narrador enfatiza la
posicin de Deo porque podra revelar la complejidad y las contradicciones del
conflicto tnico dentro de la sociedad guineana.
Paradjicamente, es a travs de las conversaciones amigables entre Deo y
Lelli, un fang y un europeo, como el autor intenta que el lector perciba la esencia del movimiento de autodeterminacin de los bubis. Ya desde el comienzo
Deo interpela a Lelli para obtener una mirada objetiva de los hechos. Deo est
preocupado por el posible surgimiento de una guerra civil en el pas pero, sobre
todo, porque estn implicados Jos Nchaso, el padre de su esposa Purita, el to
materno de su esposa y Malabo309, el descendiente del rey Bioko, respetado en
toda la comunidad por ser poseedor de las antiguas tradiciones. Deo explica el
origen del movimiento, y la situacin privilegiada de los bubis durante la coloni Franco Lelli seala en la correspondencia electrnica del 27 de agosto de 2015 que no
recuerda el apellido de Purita y del to materno y no conoce el apellido de Malabo.
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tambin en el Diario de comisin de derechos humanos y solicitudes ciudadanas311, del 21 febrero de 2007. La isla de Bioko geogrficamente se sita ms
cerca de Nigeria y Camern que de la parte continental de Guinea Ecuatorial
y slo ms tarde se aadi Bioko, administrativamente, a la parte continental.
La cercana de Nigeria justifica, a la vez, su inters en la isla en cada eleccin del
gobierno nigeriano.
Lelli, en Okiri, pone tambin de manifiesto, por lo que se refiere a las relaciones entre bubis y fang, que, por lo menos en el pasado, no existieron razones
tnicas o religiosas que llevaran a esta friccin, aunque confirma que la pertenencia al territorio sera el objeto de la disputa. Los fang, ya desde la dictadura
de Macas, han tenido una situacin privilegiada en el gobierno del pas, pero la
unin entre una mujer bubi y un hombre fang siempre ha sido permitida, aunque
no sea frecuente y, por lo general, sea la mujer bubi la que tiene que adaptarse a
la tradicin fang. El nfasis que pone Lelli en Deo es significativo en este sentido,
porque se presenta como testimonio de la posibilidad de unin entre los dos
grupos y diferencia la realidad de Guinea Ecuatorial de otras en las que resulta
ms problemtica la unin entre etnias diferentes, como en el caso de los tutsi y
hutu en Ruanda, que Lelli menciona en su relato.
La persistencia de una situacin de desigualdad en el ejercicio del poder
podra llevar a la desaparicin progresiva de los bubis y de sus tradiciones, a lo
que se aade el deseo de rebelarse contra las situaciones de injustica, y todo ello
fortalece el proyecto del MAIB. A pesar de que las motivaciones de esa rebelda
parecen justificadas, Lelli desde el principio manifiesta su disidencia hacia una
idea autolesionista dei bubi (2005, 21). Lelli opina que la accin de rebelin
bubi careca desde el principio de las condiciones necesarias para tener xito y,
por esta razn, usa el trmino autolesionista para indicar la autoagresin del
pueblo bubi. El regreso hacia Batete, pasando por Moka, para que Deo pueda
conversar con la familia de la esposa sobre el plan del MAIB, acerca a Lelli
al movimiento de rebelda y representa una primera toma de conciencia del
narrador, de la importancia de la lucha bubi. Sin embargo, la suya es la tentaser agentes del servicio secreto de Costa Marfil lo acusaron de delitos graves en su casa. No
obstante l se opuso le ordenaron de salir con ellos y, no obstante la tentativa de Lidia Kinson Buet de contactar el director general de la seguridad Ogon Dopa, lo encontraron
muerto dos das despus de su secuestro. Fue enterrado el 8 de febrero de 2006. (Diario de
comisin, 2007 7)
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El documento se encuentra en el sitio web del parlamento Euskadi y fue publicado el
3/07/09. http://www.parlamento.euskadi.net/pdfdocs/publi/3/07/09/20030411.pdf
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ciones internacionales del movimiento, mencionando a varios activistas guineanos exiliados en Espaa, incluidos polticos fang entre los cuales destaca Severo
Moto Ns316. Como evidencia el autor, aunque la rebelda bubi empieza en el
sur de la isla porque all se puede entrenar a los rebeldes del MAIB con mayor
facilidad, el proyecto empieza precisamente en Espaa y en el norte de la isla de
Guinea Ecuatorial. Franco Lelli precisa en la entrevista telefnica que la mayora
de los guineanos de etnia bubi residen en Espaa por la dificultad de sobrevivir
en Guinea Ecuatorial. La aversin de Espaa hacia el gobierno de Obiang se
justifica, entonces, en el cuadro de estas relaciones locales e internacionales que
Malabo subraya:
aquel petrleo es nuestro, pertenece a los Bubis, como habitantes originales de la isla en torno a la cual estn haciendo la extraccin, pero, una vez
ms, es Obiang y sus fang los que disfrutan de los beneficios. No piensas,
tambin t, que es suficiente para justificar nuestra causa? (2005, 32)317
Segn Malabo, la ideologa del MAIB se fundamenta en la idea de la pertenencia a los bubis del territorio y de su explotacin y propone el desarrollo econmico de la isla, en cuyo proyecto la financiacin extranjera resulta esencial. La
solicitud de ayuda del suegro de Deo, Don Jos Nchaso, a Lelli, es en la novela
un claro ejemplo de la exigencia de fondos para el xito del movimiento y, aunque en desacuerdo, Lelli decide ayudarles con dinero para que puedan alquilar
medios de transporte para mover a los hombres del movimiento. Lelli aclara en la
correspondencia electrnica del 9 de septiembre de 2013 que el MAIB, aunque
formado por miembros valientes, es en su opinin un movimiento desorganizado, por la falta de recursos financieros, lo que se subraya en muchos dilogos
con los miembros en la novela-testimonio.
La existencia del MAIB la relaciona Lelli tambin, con la necesidad de preservar las tradiciones que podran desaparecer con los bubis. De hecho la coexistencia de tradiciones diferentes entre los bubis y los fang en el mismo territorio
Severo Matas Moto Ns es un poltico originario de Guinea Ecuatorial opositor del
rgimen de Obiang, exiliado en Espaa desde el ao 1981.
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Quel petrolio nostro, appartiene ai bubi, come originari abitanti dellisola intorno
alla quale si sta effettuando lestrazione, ma, ancora una volta, Obiang e i suoi fang che si
godono i vantaggi. Non pensi, anche tu, che ce ne sia abbastanza per giustificare la nostra
causa?
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complica las relaciones entre los dos grupos tnicos. Lelli introduce y enfatiza el
tema de las tradiciones guineanas en su novela-testimonio a travs de la aparicin
de un cuerpo muerto cerca de la oficina de su carpintera. Haba sido asesinado
Fernando Micha Edu, de etnia fang, en sacrificio al dios fang Mah, para que
su familia suba de clase social. La vctima haba sido elegida ya desde la niez y
considerada un privilegiado en la comunidad.
La explicacin que Lelli ofrece de las fases del rito del asesinato abre el tema
de la diferencia cultural entre frica y Europa. Lelli, escandalizado, denuncia
el sacrificio humano en las tradiciones africanas que novela, aunque cuenta los
ritos de manera respetuosa evidenciando su punto de vista europeo, pero tambin su interpretacin de la visin africana a travs de los personajes en el relato,
con la obvia intencin de que el lector conozca y reflexione sobre las diferencias
culturales tal y como l se las representa. La conversacin de Lelli con Deo en
la novela quiere hacer patente la presencia de sistemas y de cdigos distintos ya
que compara la religin catlica a los ritos propiciatorios, pero se evidencian
igualmente los puntos de contacto:
Los fines borran las diferencias; ambos se articulan en forma original,
pero apuntan al mismo objetivo: dar gracias y hacer regalos a la divinidad
que regula y armoniza todas las manifestaciones de la vida. (2005, 47)318
Esta conversacin es la ocasin tambin para enfatizar las tradiciones desiguales entre los bubis y los fang, que complican la convivencia entre los dos grupos
tnicos. Lelli precisa que los bubis, aunque no practican el sacrificio humano,
se dedican a la magia negra, temida por los fang, y que tambin la accin del
MAIB estaba aprobada por las divinidades bubis, aunque no haban especificado
los tiempos para el xito.
Cabe subrayar que, segn Lelli, el MAIB est interesado en la independencia
de la isla, y no se propone luchar por cuestiones tnicas como haba pasado entre
los tutsi-hutu en Ruanda. El genocidio en Ruanda de 1994, en el que los tutsi
fueron las vctimas, haca hincapi en una limpieza tnica, que no es el objetivo
del movimiento de autodeterminacin de los bubis, aunque se relaciona, tambin en el caso de Guinea Ecuatorial, con los cambios en las dinmicas sociales
La finalit annulla le differenze; ambedue si articolano in forma originale ma puntano
al medesimo scopo: rendere grazie e fare doni alla divinit che regola e armonizza tutte le
manifestazioni della vita.
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hacia lo que l se representa como las tradiciones bubis y fang se justifica a partir
de esta filosofa y su intento es tambin el de dar la llave al lector para que acceda
a tradiciones que no pertenecen a su cultura. Revala las ideologas africanas,
aunque manifiesta no comprender algunas tradiciones, y pone de manifiesto la
ignorancia europea sobre el continente.
Como seala Bokesa en el Diario de comisiones (2007), fue el desconocimiento de la cultura africana lo que contribuy a una reparticin arbitraria de los
territorios y a las problemticas del continente africano. A pesar de la atencin
internacional al caso africano y, en el presente anlisis, al caso guineano, que se
evidencia en Okiri con las referencias a las noticias difundidas por Radio France
International y Radio Exterior de Espaa sobre la existencia del MAIB y la opresin de los bubis; no se concretizan soluciones para que sean garantizados los
derechos humanos a todos los grupos tnicos.
Los controles a lo largo de todo el pas, los visados denegados, las torturas
y las matanzas caracterizan el clima de la ltima parte del relato, a pesar de que
Amnista Internacional y los activistas residentes en Espaa solicitaron y solicitan
el respeto de los derechos de los bubis. Cada estado, como seala Jack Donnelly
en su libro Universal Human Rights(1989), tiene la autoridad, pero tambin la
responsabilidad, de asegurar a todos los ciudadanos sus derechos. El sistema de
los derechos humanos es un mecanismo que ayuda a controlar la relacin entre el
estado y sus ciudadanos, pero en el caso guineano no exista esta relacin, lo cual
explica la presencia de los desequilibrios. La situacin en la que se encuentra el
gobierno de Obiang en el ao 1998 es la de luchar no slo contra el MAIB, sino
tambin contra los polticos opositores a su forma de gobierno. Como apunta
Lelli, una accin combinada hubiera podido ser una solucin, pero el comienzo
de una divisin tnica impeda la seguridad del xito conjunto.
Segn el relato novelado de Lelli, el 20 de enero de 1998 arranca en Luba
la accin bubi que, con la ayuda de mercenarios nigerianos, se dirigen al campamiento militar ms cercano, al que neutralizan, y se ponen en contacto con Don
Jos Nchaso en Moka, que transmitir las informaciones de la accin a Baney.
No obstante el xito, aunque sangriento, de las primeras acciones del MAIB, el
ejrcito de Obiang haba sido informado de los ataques bubis y del avance hacia
Malabo y comenz enseguida a organizar una contraofensiva para bloquear la
marcha en los frentes del oeste y del este de la isla, con Chico Ndong y Melanio
Owono como comandantes. Los discursos del presidente Obiang contra los
rebeldes, acompaados por el himno nacional en la radio, eran frecuentes. Los
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El trgico error marc el fin del sueo bubi; Chico Ndong abri fuego
cuando los rebeldes estaban ya a unos treinta metros de su posicin, presionados por el ataque militar de Bata, que sofocaron en un dominio absoluto sus
esfuerzos y sus esperanzas. En vano valieron los aislados y heroicos episodios de
resistencia; los del MAIB ni siquiera trataron de escapar en las calles citadinas,
prefiriendo caer bajo el fuego en las acciones suicidas, en lugar de rendirse vivos
en las manos de los fang. La calleja estaba llena de cuerpos; Mohammed mismo
eligi morir luchando, as como Anastasio, y uno por uno, los hombres del
grupo. (2005, 132)322
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mujeres y nios bubis, que Lelli recoge a travs de testimonios orales, caracterizan
los ltimos captulos de la novela-testimonio y subrayan la violencia inimaginable de los colaboradores de Obiang, adems de marcar de manera indeleble la
historia de los bubis.
Lidia Kinson Buet, en el Diario de comisin (2007) lamenta, tambin, la
condicin y la violacin de los derechos humanos, precisamente en la rebelin
del 1998, que Lelli investiga para redactar su novela:
El 21 de enero de 1998, cerca de un centenar de jvenes bubis protagonizaron un intento de rebelin popular contra la dictadura de Obiang. El dictador
no se content con sofocar la rebelin y detener a los autores de la protesta, sino
que desencaden una autentica orga de violencia contra la totalidad del pueblo
bubi. Ms de 800 personas fueron detenidas, torturadas, y muchas mutiladas
por tener, o no, alguna relacin con los hechos. Bastaba con ser familiar de
cualquiera de los supuestos implicados, bastaba con vivir en el mismo pueblo,
bastaba con ser bubi. (2007,6)
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desaparecieron, o intentaron huir. La atencin internacional hacia el acontecimiento oblig a Obiang a un proceso ms regular, que empez el 23 de marzo
del mismo ao, aunque intent acelerarlo para que no se revelaran los crmenes
de su gobierno.Tambin en esta ocasin el uso de los medios de comunicacin y
de los testimonios en la televisin de los rebeldes, y de los religiosos, que haban
ayudado a los bubis, como Eduardo Lesohao Bienvenido Samba, serva para
disuadir de otros ataques al gobierno.
La novela-testimonio termina con el regreso en avin de Lelli a Italia, a causa
de la malaria y con su reflexin sobre su misma experiencia en Guinea Ecuatorial:
Me acord de mi primer viaje a frica, sin darme cuenta de lo peligroso de
las novedades que habra encontrado, con muchos proyectos en la cabeza y el
espritu del misionero. Diez aos ms tarde, llegu a la conclusin de que haba
recibido mucho ms de lo que haba dado. Senta que haba sido injusta mi
presencia en aquella comunidad y de haber trado ejemplos de civilizaciones no
necesarios, dejando para bien o para mal los signos de mi diversidad en el orden
de su sistema. Y como cualquier buen colonizador, me haba enriquecido a sus
costas de la concepcin sencilla de la vida, de la fuerza de sus creencias, de la
esperanza inquebrantable en un mundo mejor. (2005, 150).324
Franco Lelli termina su novela con una toma de conciencia y una reflexin
sobre el colonialismo europeo en frica, el anterior a las independencias, y el
posterior. Desde su posicin de europeo se acerca de manera sensible a la cuestin
bubi, y transmite un mensaje moralizador que rodea todo el relato a travs de la
filosofa del maana.
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Mi venne in mente il mio primo viaggio in Africa, alloscuro dei pericoli o delle novit che avrei incontrato, con mille progetti in testa e lo spirito del missionario. Dieci anni
dopo, mi ritrovavo a concludere che avevo ricevuto molto pi di quello che avevo dato. Sentivo che era stata ingiusta la mia presenza in quella comunit e di aver portato esempi di
civilt non richiesti, lasciando nel bene o nel male, segni della mia diversit nellordine del
suo sistema. E come ogni bravo colonizzatore, mero arricchito a loro spese della concezione
semplice della vita, della forza delle loro credenze, della speranza incrollabile in un mondo
migliore. (2005,150).
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Conclusiones
Okiri (domani) es el resultado de un compromiso personal contra las injusticias en Guinea Ecuatorial, y un testimonio novelado sobre la rebelin bubi de
1998 en la isla de Bioko. Lelli se sirve del gnero de la novela-testimonio para
relatar un momento dramtico en la historia reciente de la isla, y reconstruir
una pgina de la resistencia oculta de Guinea Ecuatorial con fechas y personajes
reales. Es el efecto de veracidad que caracteriza el testimonio y Okiri narra
acontecimientos reales, tal y como los recuerda o los reconstruye su narrador
y reordena las acciones del MAIB slo en la descripcin de la rebelda. Retomando la teorizacin que hace John Beverly sobre el testimonio, Okiri encajara
perfectamente en el gnero testimonial por el carcter documental del relato y
la voluntad de precisin histrica, adems de la urgencia que marca el tiempo
del relato, al describir un contexto de terror, de opresin y de venganza. Okiri
se distancia del gnero tradicional del testimonio slo en el perfil del testigonarrador, que en este caso no es el excluido de los crculos de poder que habla
hacia la ciudad letrada, sino que es un sujeto empoderado, que no fue vctima
sino slo testigo externo de los hechos, y que con su propia voz logra interpelar la
conciencia del lector occidental. Lelli es el intermediario perfecto para el dilogo
con el occidente; observa la opresin y participa de ella emocionalmente, y la
denuncia sin resquemor.
La ausencia de informaciones verdicas sobre los trgicos acontecimientos
de 1998 en Guinea Ecuatorial, y el rpido proceso del 23 marzo del mismo
ao sobre la masacre de los bubis, bajo presin de las potencias internacionales,
evidencian la construccin por parte del gobierno guineano de un proyecto
nacional cuya narracin resulta fragmentada y Franco Lelli, a travs de su novelatestimonio, intenta recomponer estos fragmentos y dar voz a un pueblo que sigue
luchando. Su novela, junto con los testimonios de los miembros del MAIB en el
Diario de comisin de derechos humanos y solicitudes ciudadanas del 21 febrero de 2007, son ejemplos contundentes de denuncia, y contribuyen de manera
definitiva a que no se olviden las vctimas del pueblo bubi bajo el rgimen de
Obiang en la dcada de los aos 90.
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APNDICE: Comparecencia de Lidia Kinson Buet ante la Comisin de Derechos Humanos del Parlamento Vasco el da 21 de febrero de 2007325
Egun on, seor presidente, seoras y seores diputados. Gracias por permitirme comparecer ante ustedes.
Mi nombre es Lidia Kinson Buet, viuda de Laesa Atanasio Bit Rope,
asesinado el 4 de febrero del 2006 por sicarios de Teodoro Obiang Nguema,
dictador de Guinea Ecuatorial, por defender los derechos del pueblo bubi.
Mi marido fue cofundador del Movimiento para la Autodeterminacin de
la Isla de Bioko (MAIB) el ao 1993, miembro del Comit de Coordinacin de
dicho Movimiento hasta el ao 2003 y presidente del mismo desde ese ao hasta
el da de su secuestro y asesinato. El motivo por el que le asesinaron fue, sin duda
alguna, su completa entrega a la actividad poltica como lder del pueblo bubi.
Por eso, el objetivo de mi comparecencia ante ustedes tiene dos aspectos
complementarios:
En primer lugar, deseo solicitar su apoyo para lograr que el Gobierno de
Espaa y la instancia judicial que para ello pueda ser competente promuevan
una investigacin que permita el esclarecimiento del asesinato de mi marido y
la responsabilidad del dictador de Guinea Ecuatorial en su instigacin y ejecucin. Una investigacin que permita que se haga justicia y que los culpables de
la muerte de Bit Rope sean hallados, juzgados y condenados.
En segundo lugar, creo que es para m un deber de fidelidad hacia mi marido
pedir a este Parlamento y al pueblo vasco al que representa, su solidaridad con el
pueblo bubi en su justa lucha por la democracia y el derecho a la autodeterminacin, que me permitan ustedes hablarles de la opresin del pueblo bubi por la
dictadura de Teodoro Obiang y del asesinato de mi marido.
Lo que hoy es Guinea Ecuatorial fue territorio espaol hasta 1968; desde
1777 en el caso de la Isla de Bioko, con los Tratados de San Ildefonso y de El
Pardo, y desde 1900 en el caso de Ro Muni, por medio del Tratado de Pars. Sin
embargo, durante los meses que llevo en la pennsula he podido comprobar, con
Parlamento Vasco. Comisin de Derechos Humanos y Solicitudes Ciudadanas. VIII
legislatura. Diario de Comisiones (21.02.2007)
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sorpresa y con tristeza, que la inmensa mayora de las personas que he conocido
no saben de la existencia de Guinea Ecuatorial, ni mucho menos saben de la
existencia de mi pueblo, el pueblo bubi.
Sin entrar en detalles les dir que los bubis somos los primeros pobladores
de la isla de Bioko, la poblacin nativa originaria con la que se toparon en la
isla los primeros colonizadores europeos. Un pueblo lingstica y culturalmente
diferenciado de otros grupos tnicos de Guinea Ecuatorial, como los fang, los
ndow o los annoboneses.
La isla de Bioko, una superficie de 2.017 Kilmetros cuadrados, con una
poblacin estimada de 70.000 habitantes, est geogrficamente mucho ms cerca
de otros pases del golfo de Guinea, como Nigeria o Camern, de cuya costa le
separan 32 Km., que del territorio continental de Guinea Ecuatorial que est a
ms de 350 Kilmetros por mar.
El nico motivo por el que dos territorios tan separados geogrficamente y
con poblacin de lengua y cultura tan diferentes como los bubis y los fang forman hoy parte del mismo Estado es que ambos territorios fueron colonizados
por Espaa y, por consiguiente, sus respectivas poblaciones fueron obligadas a
convivir en el marco de un mismo Estado cuando la ONU presion a Espaa
en 1968 para que se desprendiera de sus colonias africanas.
La dominacin colonial espaola es, por tanto, el nico motivo de que los
bubis, inicialmente los nicos pobladores de la isla de Bioko, seamos hoy, demogrfica y polticamente, un colectivo marginado dentro de Guinea Ecuatorial.
La decisin espaola de unir en 1968 la isla de Bioko y el territorio continental de Ro Muni en un Estado, en contra de la voluntad del pueblo bubi,
nos conden a la condicin permanente de minora tnica discriminada por la
mayora fang, dada la estructura demogrfica del nuevo Estado.
Pero lo peor estaba por llegar: la dictadura de Macas Nguema, quien entre
1968 y 1979 conden a la miseria, al hambre, a la prisin, a los campos de trabajo, al exilio o a la muerte a buena parte de la poblacin guineana. Pero hasta
en el horror hay grados: la suerte que a un guineano le esperaba bajo Macas era
tanto peor cuanto ms lejos estuviera del ncleo familiar, clnico y clientelar del
poder tirnico, y los bubis estaban en el crculo ms alejado del llamado clan
de Mongomo, que rodeaba al dictador.
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El 21 de enero de 1998, cerca de un centenar de jvenes Bubis protagonizaron un intento de rebelin popular contra la dictadura de Obiang. El dictador
no se content con sofocar la rebelin y detener a los autores de la protesta, sino
que desencaden una autntica orga de violencia contra la totalidad del pueblo
bubi. Ms de 800 personas fueron detenidas, torturadas y muchas mutiladas, por
tener, o no, alguna relacin con los hechos. Bastaba con ser familiar de cualquiera
de los supuestos implicados, bastaba con vivir en el mismo pueblo, bastaba con
ser bubi. Los discursos del dictador Obiang atizaron el odio tnico contra los
bubis y, sintindose amparados y estimulados por su jefe, policas y miembros
de la seguridad privada del presidente, con su beneplcito, violaron a mujeres y
nias y torturaron hasta la muerte a padres de algunos detenidos.
Yo misma fui detenida, apaleada y torturada por el nico y exclusivo motivo
de mi relacin con Atanasio Bit.
Slo las presiones de la comunidad internacional consiguieron detener la
caza del bubi desencadenada por Obiang entre enero y agosto de 1998. La persecucin contra el pueblo bubi fue denunciada ante los medios de comunicacin
espaoles por varias personalidades del Pais Vasco, como don Juan Ignacio Unda
Urzaiz y don Iaki Anasagasti, a quienes quiero renovar hoy mi agradecimiento
personal, el del MAIB y el del pueblo bubi.
La represin de Obiang sobre la poblacin bubi se desencaden con el pretexto de encontrar e identificar a los manifestantes. Muchos se entregaron voluntariamente, sin que ello disminuyera un pice la barbarie sobre el pueblo bubi.
Basndose en el testimonio bajo tortura de los detenidos, junto con amenazas
y chantajes a sus familiares, la dictadura invent una larga serie de acusaciones
infundadas y procedi, en mayo de 1998, a una farsa de juicio, sin garanta
alguna, en el que mi marido fue condenado a muerte en rebelda. Varios miembros del Comit de Coordinacin del MAIB, entre los que se encontraba mi
marido, optaron por salir del pas para continuar la lucha desde el exterior. El
13 de julio de 1998 abandonaron Guinea y pidieron asilo poltico en la vecina
Repblica de Camern.
Cuando conoci su paradero, el rgimen de Obiang intent eliminar a mi
marido y a sus compaeros, pero los servicios secretos de Camern lo descubrieron a tiempo y lo impidieron. Slo entonces Obiang opt por la va diplomtica
y solicit la extradicin de los miembros del Comit de Coordinacin del MAIB,
que le fue denegada. No obstante, pese a disfrutar en Camern de una p roteccin
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policial para evitar que los sicarios de Obiang les asesinaran, la cercana de fronteras llev a Bit y a sus compaeros a pedir y obtener asilo poltico en la Repblica
de Benin, donde yo fui autorizada a reunirme con mi marido.
El inicial perodo de tranquilidad en Benin se interrumpi cuando supimos
que miembros de la seguridad del rgimen de Malabo haban secuestrado en
Cotonou a un opositor fang. Decidimos entonces trasladarnos a Costa de Mrfil,
donde disponamos de buenas relaciones personales con la cpula del Partido
Marfileo de los Trabajadores y con algunos miembros del Gobierno. Como
economista experto en cooperativismo, microcrditos y agronoma, mi marido
encontr en Costa de Mrfil un amplio campo para trabajar en colaboracin con
varias ONG locales y distintos ayuntamientos de la zona de Adzope.
La inquietud volvi cuando en octubre de 2005, nuestro amigo Ogou Dapa,
Comisario Comandante de Polica y director general de la Seguridad Nacional
de Costa de Mrfil, inform a mi marido de que posea indicios fiables de que
el rgimen de Obiang quera atentar contra l: le mostr un dossier procedente de Guinea Ecuatorial en el que se detallaban todos los movimientos, datos
personales y familiares de mi marido y de toda la cpula del MAIB. A partir de
esa fecha, tanto mi marido como sus compaeros, a quienes inmediatamente
inform de ese dossier, extremaron sus precauciones, y el temor se instal de
nuevo en nuestras vidas.
El 4 de febrero de 2006, a las 17 horas, entraron en nuestra casa dos individuos que se presentaron como agentes del servicio secreto de Costa de Mrfil.
Le dijeron a mi marido que estaba acusado de delitos muy graves y que les tena
que acompaar a la comisara. Mi marido se resisti inicialmente, pero finalmente, tras encerrarse un momento con ellos en el dormitorio e intercambiar
unas palabras, mi marido se calz y les acompa mientras los presuntos agentes
revolvan la casa para acabar llevando su maletn y su ordenador. Yo intent ir con
ellos, pero me conminaron a que no saliera a la calle, me amenazaron y dieron
un portazo. Cuando sal a la calle no supe descubrir qu ruta haban tomado.
Volv a casa y llam al ayudante de mi marido, quien enseguida llam al director
de la Seguridad. A continuacin fui a la comisara ms cercana, a la gendarmera
y la sub-prefectura, donde tuve que concluir que el asunto era ms grave de lo
que imaginaba. Nadie tena conocimiento de ninguna orden de detencin que
pesara contra mi marido.
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Obiang ha dado pruebas sobradas de que no sabe lo que es la ley ni la justicia; las confunde con la venganza. Por eso estoy convencida de que la condena a
muerte en rebelda de mi marido en el juicio-farsa de Malabo por los sucesos de
enero de 1998 no fue otra cosa que una pblica declaracin de venganza. Obiang
atribuy entonces a mi marido la responsabilidad por la rebelin popular bubi
contra su poder tirnico, y jur vengarse. El secuestro y asesinato de mi marido
el da 4 de febrero de 2006 ha sido la ejecucin de esa venganza del dictador. Mi
deseo, y el del MAIB, es que nos ayuden a poner en marcha una investigacin
judicial sobre esos hechos.
Seores y seoras diputados, solicito su apoyo para:
Primero, que el peso de la justicia caiga sobre los asesinos de mi marido,
Laesa Atanasio Bit Rope.
Segundo, que el Movimiento por la Autodeterminacin de la Isla de Bioko
(MAIB), del que mi marido fue presidente hasta el da de su asesinato, pueda
continuar y fortalecer su lucha por los derechos del pueblo bubi.
Eskerrik asko
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Bibliografa citada
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Sitografa
http://www.asodegue.org/
http://www.asodeguesegundaetapa.org/
http://www.state.gov/j/tip/rls/tiprpt/2012/
http://corporate.exxonmobil.com/en/company/worldwideoperations/locations/equatorial-guinea.
http://www.wooddatabase.com/lumberidentification/hardwoods/iroko/
http://www.parlamento.euskadi.net/pdfdocs/publi/3/07/09/20030411.pdf
http://www.britannica.com/topic/Elf-Aquitaine
https://freedomhouse.org/
http://es.rsf.org/
https://www.hrw.org/
https://www.amnesty.org/en/
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