Canfield Jack - Chocolate Caliente para El Alma
Canfield Jack - Chocolate Caliente para El Alma
Canfield Jack - Chocolate Caliente para El Alma
Proverbio chino
Agradecimientos
Índice
3. A PROPÓSITO DE LA PATERNIDAD
4. DEL APRENDIZAJE
5. VIVE TU SUEÑO
6. SUPERAR OBSTÁCULOS
7. SABIDURÍA ECLÉCTICA
A PROPÓSITO
DEL AMOR
Teilhard de Chardin
19
Amor: la fuerza creadora
por excelencia
Eric Butterworth
Bobbie Probstein
24
Canción del corazón
Te amo
Te amo
Te amo
Chiquita
Chiquita
Chiquita
Y se sintió confortada.
Patty Hansen
Amor de verdad
Querido Jack:
Cariños,
Pamela
Rogers
P.D.: Cuando volvía a casa, abracé a un policía en
la calle 37. Dijo: “¡Uauh! Nadie abraza a los
policías. ¿Está segura de que no quiere tirarme
algo?”
Jack Canfield
Tú cuentas
Helice Bridges
De a una
El regalo
Un hermano así
Un amigo mío llamado Paul recibió del hermano un
auto como regalo de Navidad. La noche anterior,
cuando Paul salió de su oficina, había un chico de la
calle dando vueltas alrededor del auto flamante y
brillante, al que miraba con admiración.
-¿Este auto es suyo, señor? –preguntó.
Paul asintió.
-Me lo regaló mi hermano para Navidad.
El chico estaba maravillado.
-¿Quiere decir que su hermano se lo dio y no le costó
nada? Diablos, ojalá... –vaciló.
Naturalmente, Paul sabía cuál era su deseo. Ojalá el
hubiera tenido un hermano así. Pero lo que el chiquillo
dijo dejó a Paul paralizado de la cabeza a los pies.
-Ojalá –continuó- yo pudiera ser un hermano así.
Paul miró al chico anonadado, y agregó,
impulsivamente:
-¿Te gustaría dar una vuelta en mi auto?
-Oh, sí, me encantaría.
Después de un breve paseo, el chico se volvió y con
los ojos fulgurantes dijo:
-Señor, ¿le molestaría pasar frente a mi casa?
Paul esbozó una sonrisa. Creyó saber qué quería el
muchacho. Quería mostrarles a los vecinos que podía
llegar a su casa en un auto grande. Sin embargo, por
segunda vez se equivocó.
-¿Podría frenar donde están esos dos escalones? –
preguntó el chico.
Subió los dos escalones corriendo. Pasó un ratito y
Paul lo oyó regresar, pero no venía rápido. Cargaba a
su hermanito inválido. Lo sentó en el escalón de abajo,
después se apretó un poco contra él y señaló el auto.
-Es ése, Buddy, como te dije arriba. El hermano se lo
regaló para Navidad y no le costó ni un centavo. Algún
día yo te voy a dar uno así... y entonces podrás ver
todas las cosas lindas que hay en las vidrieras de
Navidad de las que yo te he hablado.
Paul se bajó y sentó al pequeño en el asiento
delantero del auto. El hermano mayor, eufórico, subió
a su lado y los tres iniciaron un paseo memorable.
Esa noche buena, Paul entendió qué quería decir
Jesús con: “Es mejor dar que recibir...”
Dan Clark
Hablando de coraje
Dan Millman
El gordo Ed
Joe Batten
El amor y el taxista
Art Buchwald
Un gesto simple
John W. Schlatter
La sonrisa
Madre Teresa
Hanoch McCarty
Una historia para el día
de San Valentín
Jo Ann Larsen
(Noticias del desierto) Desert News
Amy Graham
Mark V. Hansen
¡Carpe diem!
Alan Cohen
Stan Dale
Bopsy
Dan Clark
Resistiendo a la tormenta
2
APRENDER A
AMARSE A
UNO MISMO
Oliver Wendell
Holmes asistió en
una oportunidad a
una reunión en la
que era el hombre
más petiso.
-Dr. Holmes –le
dijo un conocido
con sarcasmo-
supongo que ha de
sentirse bastante
pequeño entre
nosotros que somos
tipos grandes.
-Sí –replicó
Holmes. Me siento
como un frasquito
de extracto entre
muchas botellas de
agua de colonia.
El Buda de oro
Antoine de Saint-Exupéry
Jack Canfield
Empieza por ti
Anónimo
Nada más que la verdad!
Fuente desconocida
La mendiga
Bobbie Probstein
Las reglas para ser humano
1. Recibirás un cuerpo.
Puede gustarte o no, pero será tuyo durante todo el
tiempo que estés aquí.
2. Aprenderás lecciones.
Estás inscripto en una escuela informal de tiempo
completo llamada vida. En esta escuela cada día
tendrás la oportunidad de aprender clases. Es
posible que las lecciones te gusten o que te
parezcan irrelevantes y estúpidas.
3. No hay errores, sólo lecciones.
El crecimiento es un proceso de prueba y error: es
una experimentación. Los experimentos fallidos
forman parte del proceso en igual medida que el
experimento que funciona bien.
4. Una lección se repite hasta aprenderla.
Una lección se presentará de varias maneras hasta
que la aprendas. Una vez que la hayas aprendido,
puedes pasar a la siguiente.
5. Las lecciones no tienen fin.
No hay nada en la vida que no contenga sus
lecciones. Si estás vivo, siempre tendrás algo para
aprender.
6. “Allí” no es mejor que “aquí”.
Cuando tu “allí” se convierte en un “aquí”,
simplemente tendrás otro “allí” que de nuevo
parecerá mejor.
7. Los otros no son más que tus espejos.
No puedes amar u odiar algo en otra persona a
menos que refleje algo que amas u odias en ti
mismo.
8. Lo que haces de tu vida depende de ti.
Tienes todas las herramientas y los recursos que
necesitas. Lo que hagas con ellos depende de ti. La
decisión es tuya.
9. Tus respuestas están dentro de ti.
Las respuestas a los interrogantes de la Vida están
en tu interior. Todo lo que debes hacer es mirar,
escuchar y confiar.
10. Olvidarás todo esto.
11. Siempre que quieras, puedes recordarlo.
Anónimo
3
A PROPÓSITO
DE LA
PATERNIDAD
Quizás el mayor
servicio social que
una persona puede
prestar al país y a la
humanidad es criar
una familia.
George Bernard
Shaw
Dorothy L. Nolte
Bettie B. Youngs
George H. Reavis
Emocionado
Victor Nelson
Te quiero, hijo
Victor B. Miller
Patricia Fripp
Michael Murphy
4
DEL
APRENDIZAJE
Aprender es descubrir lo que ya sabemos.
Richard Bach
Hacerme un futuro
Querida Señorita:
Oy, Mamá yoró. Me preguntó: Julia, ¿sabés para qué
bas a la escuela? Le dije que no se porque Ella dijo
ques para acerme un futuro. Le dije que es un futuro,
qué forma tiene? Mamá dijo: No se Julia, nadie puede
saver como es tu futuro. No te preocupes por que ya lo
verás. Entonses se puso a yorar y dijo Julia te quiero
mucho.
Mamá dice que todos tienen que trabajar para que los
chicos nos agamos el mejor futuro posible del mundo.
Señorita, podemos empesar a acerme un futuro?
Puede tratar de acerlo lindo para Mamá y para mi?
La quiero mucho.
Cariños.
Julia
Ahora me quiero
Helen P. Mrosla
Pablo Casals
Aprendemos haciendo
John Holt
La mano
Fuente desconocida
El niño
Una mañana,
cuando el niño llevaba ya un tiempo en el colegio,
la maestra dijo:
Otro día,
cuando el niño había abierto la puerta
de la clase, él solito,
la maestra dijo,
-Hoy vamos a hacer algo con plastilina.
-“¡Qué bien!” –pensó el niño.
Le gustaba la plastilina.
Y el primer día
que asistió a clase, la maestra dijo:
-Hoy vamos a hacer un dibujo.
Helen E. Buckley
Soy maestro
Soy Maestro.
Nací en el primer momento en que surgió una
pregunta en la boca de un niño.
He sido muchas personas en muchos lugares.
Soy Sócrates que incita a los jóvenes de Atenas a
descubrir nuevas ideas a través de sus preguntas.
Soy Anne Sullivan que transmite los secretos del
universo a la mano extendida de Helen Keller.
Soy Esopo y Hans Christian Andersen que revelan la
verdad a través de innumerables cuentos.
Soy Marva Collins que lucha por el derecho de todos
los niños a la educación.
Los nombres de quienes ejercieron mi profesión
suenan como un teatro de la fama para la humanidad:
Buda, Confucio, Ralph Waldo Emerson, Mahatma
Gandhi, Moisés y Jesús.
Yo soy también de aquellos cuyos nombres y caras
han sido olvidados hace mucho pero cuyas lecciones y
cuyo carácter siempre serán recordados en los logros de
sus alumnos.
He llorado de alegría en los casamientos de ex
alumnos, he reído con júbilo por el nacimiento de sus
hijos y he estado de pie, dolorido y confundido, con la
cabeza inclinada junto a tumbas cavadas demasiado
pronto para cuerpos demasiado jóvenes.
En el transcurso de un día me han llamado para ser
actor, amigo, enfermera y médico, entrenador,
buscador de artículos perdidos, prestamista, taxista,
psicólogo, padre adoptivo, vendedor, político y
misionero.
Pese a los mapas, cuadros, fórmulas, verbos, historias
y libros, no he tenido nada que enseñar, pues mis
alumnos se tienen a sí mismos para aprender y sé lo
difícil que es llegar a saber quiénes somos.
Soy una paradoja. Cuanto más escucho, más fuerte
hablo. Mis mayores dones se encuentran en lo que
estoy dispuesto a recibir agradecido de mis alumnos.
La riqueza material no es una de mis metas, pero soy
un permanente buscador de tesoros en mi ansia de
encontrar nuevas oportunidades para que mis alumnos
usen sus talentos y en mi constante búsqueda de esos
talentos que a veces están sepultados en el derrotismo.
Soy el más afortunado de todos los trabajadores.
Un médico puede traer vida al mundo en un momento
mágico. Yo puedo ver renacer esa vida todos los días
con nuevas preguntas, ideas y amistades.
Un arquitecto sabe que, si construye con esmero, su
edificio puede mantenerse durante siglos. Un maestro
sabe que si construye con amor y verdad, lo que
construye durará para siempre.
Soy un guerrero que batalla todos los días contra la
presión de los pares, la negatividad, el miedo, la
conformidad, el prejuicio, la ignorancia y la apatía.
Pero tengo grandes aliados: la inteligencia, la
curiosidad, el apoyo paterno, la individualidad, la
creatividad, la fe, el amor, y la risa que agitan mi
bandera con resistencia indómita.
Y a quién debo agradecer esta vida magnífica que
tengo la fortuna de vivir, sino a ustedes, el público, los
padres. Pues me han hecho el gran honor de confiarme
su mayor contribución a la eternidad, sus hijos.
Y es así como tengo un pasado lleno de recuerdos.
Tengo un presente exigente, aventurero y divertido
porque puedo pasar mis días con el futuro.
Soy maestro... y todos los días se lo agradezco a
Dios.
John W. Schlatter
5
VIVE
TU
SUEÑO
Los que dicen que no puede hacerse
no deberían interrumpir a quienes lo
están haciendo.
Descansa en paz.
El funeral del “No puedo”
Hanoch McCarty
1. Averiguar costos.
2. Hacer imprimir el sticker.
3. Hacer un plan de crédito.
4. Ver cómo informar a la gente.
5. Conseguir dirección de dirigentes.
6. Escribir una carta a todos los presidentes y
dirigentes de otros países y enviarles un sticker
gratis.
7. Hablar con todo el mundo sobre la paz.
8. Llamar al diario y hablar de mi actividad.
9. Tener una charla en el colegio.
Mark V. Hansen
Si no pides, no recibes,
pero si lo haces, sí
Rick Gelinas
Adaptado de
Peggy Mann
La magia de creer
Glenna Salsbury
Explorar:
1. Río Nilo: X
2. Río Amazonas: X
3. Río Congo: X
4. Río Colorado: X
5. Río Yangtse, China
6. Río Niger
7. Río Orinoco, Venezuela
8. Río Coco, Nicaragua: X
9. El Congo: X
10. Nueva Guinea: X
11. Brasil: X
12. Borneo: X
13. Sudán (John casi queda sepultado vivo en una
tormenta de arena): X
14. Australia: X
15. Kenya: X
16. Filipinas: X
17. Tanganika (ahora Tanzania): X
18. Etiopía: X
19. Nigeria: X
20. Alaska: X
Escalar:
Fotografía:
Visitar:
Nadar en:
Lograr:
John Goddard
¡Atención, nena, soy tu amorcito!
Jack Canfield
John McCormack
Virginia Satir
Sigue tu sueño
Tengo un amigo llamado Monty Roberts que es
dueño de un rancho en San Ysidro. Muchas veces me
ha permitido usar su casa para organizar actividades
destinadas a reunir fondos para programas de ayuda a
los jóvenes en peligro.
La última vez que estuve, me presentó diciendo:
-Quiero decirles por qué dejo que Jack use mi casa.
Todo se remonta a la historia de un muchacho que era
hijo de un itinerante entrenador de caballos, que iba de
un establo al otro, de una pista a otra, de una granja a
otra, de un rancho a otro entrenando caballos. Como
consecuencia de ello, los estudios del muchacho se
veían siempre interrumpidos. Cuando ya estaba en el
secundario, le pidieron que escribiera un trabajo sobre
lo que quería ser y hacer cuando fuera grande.
“Esa noche, escribió una redacción de siete páginas
en la que describía su meta de tener algún día un
haras. Escribió su sueño con mucho detalle y hasta
dibujo un croquis del rancho de cien hectáreas, en el
que señaló la ubicación de todos los edificios, los
establos y la pista. Después dibujó un plano detallado
de una casa de mil trescientos metros cuadrados que se
levantaría en el rancho soñado de cien hectáreas.
“Puso mucho de su corazón en el proyecto y al día
siguiente se lo entregó a su profesor. Dos días más
tarde, recibió de vuelta su trabajo. En la primera
página había una M roja grande y una nota que decía:
“Ven a verme después de clase”.
“El chico del sueño fue a ver al profesor después de
clase y le preguntó. ¿Por qué me aplazó?”
“El profesor le dijo: “Es un sueño poco realista para
un chico como tú. No tienes dinero. Vienes de una
familia itinerante. No tienes recursos. Para tener un
haras hace falta mucho dinero. Tienes que comprar la
tierra. Tienes que pagar por la cría original y después
tendrás que pagar muchos gastos de mantenimiento.
No podrías hacerlo de ninguna forma. –Luego de lo
cual, el profesor agregó-: Si vuelves a hacer el trabajo
con un objetivo más realista, reconsideraré tu nota”.
“El chico volvió a su casa y pensó mucho. Le
preguntó al padre que debía hacer. El padre le dijo:
“Mira, hijo, tienes que decidir por ti mismo. De todos
modos, creo que es una decisión importante para ti”.
“Finalmente, después de reflexionar durante una
semana, el chico entregó el mismo trabajo, sin hacer
ningún cambio. Y dijo: “Puede quedarse con mi M, yo
me quedaré con mi sueño”.
Monty se volvió entonces al grupo reunido y dijo:
-Les cuento esta historia porque están sentados en mi
casa de mil trescientos metros cuadrados en el medio
de mi haras de cien hectáreas. Todavía tengo aquel
deber del colegio enmarcado sobre la chimenea. –
Luego agregó: -Lo mejor de la historia es que hace
dos veranos, ese mismo profesor trajo a treinta chicos
a acampar a mi rancho durante una semana. Cuando el
profesor se iba, dijo: “Mira, Monty, ahora puedo
decírtelo. Cuando era profesor tuyo, era una especie
de ladrón de sueños. Durante esos años, robé un
montón de sueños de niños. Por suerte, tuviste
suficiente sentido común como para no abandonar el
tuyo...”
No dejes que nadie te robe los sueños. Obedece a tu
corazón, pasara lo que pasare.
Jack Canfield
La caja
Florence Littauer
Estímulo
Nido Qubein
Walt Jones
Bob Moawad
Eres fuerte como para
enfrentar las críticas?
Correr riesgos
MORALEJA DE LA HISTORIA
Los que se niegan a correr riesgos y a crecer son
tragados por la vida.
Patty Hansen
6
SUPERAR
OBSTÁCULOS
Los obstáculos son esas
cosas espantosas que ves
cuando apartas los ojos
de tu meta.
Henry Ford
Obstáculos
Viktor E. Frankl
El hombre en busca de sentido
John Corcoran
El hombre que no sabía leer
Pamela Truax
Abraham Lincoln no se dio
por vencido
El sentido de la obligación de
seguir adelante está presente en
todos nosotros. Esforzarse es un
deber de todos. Yo fui llamado
a ese deber.
Abraham Lincoln
Abraham Lincoln
Después de perder una campaña para el senado
La lección de un hijo
Me di por vencida.
En ese entonces, Daniel era simplemente un chico
apasionado por el surf. Ahora es un hombre con
responsabilidad. Está entre los veinticinco mejores
profesionales del surf del mundo.
Me pusieron a prueba en mi propio campo con un
principio que enseño a los públicos de ciudades lejanas:
“Los apasionados se entregan a lo que aman y nunca lo
dejan”.
Danielle Kennedy
Dottie Walters
David B. Campbell
Todos pueden hacer algo
Jack Canfield
Sí, tú puedes
La experiencia no es lo que le
pasa a un hombre. Es lo que un
hombre hace con lo que le pasa.
Aldous Huxley
¿Qué pasaría si a los cuarenta y seis años sufriera
quemaduras que lo dejaran irreconocible en un terrible
accidente de moto y cuatro años después quedara
paralizado de la cintura para abajo en un accidente de
avión? ¿Se imagina convirtiéndose luego en millonario,
orador público respetado, feliz recién casado y
empresario de éxito? ¿Se ve haciendo rafting?
¿Volando en planeador? ¿Presentándose como
candidato político?
W. Mitchell hizo todas estas cosas y más después de
dos horribles accidentes que le dejaron la cara como un
patchwork de diferentes colores de pieles, las manos
sin dedos y las piernas flacas e inmóviles en una silla
de ruedas.
Las dieciséis operaciones que soportó Mitchell
después del accidente de moto que le quemó más del
sesenta y cinco por ciento del cuerpo, lo dejaron
imposibilitado de tomar un tenedor, marcar un número
de teléfono o ir al baño sin ayuda. Pero Mitchell, ex
infante de marina, nunca se sintió derrotado. “Estoy al
mando de mi nave espacial. Yo subo o bajo. Soy libre
de ver esta situación como un revés o un punto de
partida”, decía. A los seis meses, estaba piloteando
nuevamente un avión.
Mitchell se compró una casa victoriana en Colorado,
algunas propiedades inmobiliarias, un avión y un bar.
Más adelante, formó un equipo con dos amigos y fundó
una empresa de estufas a leña que llegó a ser la
segunda fábrica con mayor número de empleados de
Vermont.
Luego, cuatro años después del accidente de moto, el
avión que Mitchell piloteaba se estrelló en la pista
durante el despegue, produciéndole la fractura de la
décimosegunda vértebra torácica y paralizándolo en
forma permanente de la cintura para abajo. “Me
preguntaba qué diablos me pasaba. ¿Qué había hecho
para merecer eso?”
Sin flaquear, Mitchell trabajó día y noche para
recuperar la mayor independencia posible. Fue elegido
intendente de Crested Butte, Colorado, para salvar a la
ciudad de la explotación minera que arruinaría su
belleza y el medio ambiente. Mitchell se presentó luego
como candidato para el Congreso, convirtiendo su
extraña apariencia en una ventaja con slogans tipo
“Basta de caras bonitas”.
Pese a su aspecto al principio un poco chocante y a
las desventajas físicas, Mitchell empezó a hacer
rafting, se enamoró y se casó, hizo un Master en
administración pública y siguió volando, trabajando
activamente en cuestiones ecológicas y hablando en
público.
La inquebrantable actitud mental positiva de Mitchell
le valió presentaciones en el Today Show y Good
Morning America al igual que artículos periodísticos en
Parade, Time, The New York Times y otras
publicaciones.
“Antes de quedar paralizado, había diez mil cosas
que podía hacer –afirma Mitchell-. Ahora hay nueve
mil. Puedo lamentar las mil perdidas o concentrarme en
las nueve mil que me quedan. Le digo a la gente que
tuve dos grandes choques en la vida. Si he optado por
no usarlos como una excusa para darme por vencido,
entonces algunas de las experiencias que lo están
frenando pueden ser vistas bajo una nueva luz.
Podemos retroceder, buscar un ángulo mejor y tener la
posibilidad de decir: “Tal vez no sea tan importante
después de todo”.
Recuerde: “La cuestión no es qué le pasa, sino qué
hace al respecto”.
Mark V. Hansen
El poder de la determinación
Burt Dubin
Fe
Somos una raza fuerte, los cuadripléjicos. Si no fuera
así, no estaríamos hoy aquí. Sí, somos una raza fuerte.
En muchos sentidos, fuimos bendecidos con una
alegría y un espíritu que no les son dados a todos.
Y permítame decirle que esta negativa a aceptar la
propia incapacidad deriva de una cosa: la fe, una fe casi
divina.
En la sala de recepción del Instituto de Medicina
Física y Rehabilitación, en el East River, 400 East 34th
Street de Nueva York, hay una placa de bronce clavada
en la pared. Durante los meses que volvía al Instituto
para mi tratamiento, dos o tres veces por semana, pasé
muchas veces por esa sala de recepción, a la ida y a la
vuelta. Pero nunca encontré el momento de desviarme
a un costado y leer las palabras de la placa que fueron
escritas, según dicen, por un soldado confederado
desconocido. Una tarde, lo hice. La leí y volví a leerla.
Cuando terminé la segunda vez, estaba a punto de
llorar, no con desesperación, sino con un fuego interior
que me hizo apretar con fuerza los brazos de mi silla de
ruedas. Me gustaría compartirlo:
Credo para los que han sufrido
Roy Campanella
¿Va a ayudarme?
Mark V. Hansen
Hanoch McCarty
Hay grandeza a tu alrededor.
Aprovéchala
Bob Richards
Atleta Olímpico
7
SABIDURÍA
ECLÉCTICA
Esta vida es un
ensayo. Es sólo un
ensayo. Si hubiera
sido una vida de
verdad habríamos
recibido más
instrucciones con
explicaciones
acerca de adónde
ir y qué hacer.
Hallado en una
cartelera
Trato hecho
Florence Littauer
Tómese un momento
para ver de verdad
J. Michael Thomas
Si volviera a vivir
Nadine Stair
(ochenta y cinco años)
Dos monjes
Irmgard Schloegl
La sabiduría de los maestros Zen
Sachi
Dan Millman
Elizabeth Garwain
La mano del Maestro
Jack Canfield
Es presidente de los Seminarios de Autoestima y de
la Fundación para la Autoestima en Culver City,
California. Ha dirigido seminarios intensivos de
desarrollo personal y profesional para más de 500.000
personas en los Estados Unidos, Canadá, Europa, Asia
y Australia. Es autor de varios libros y ha sido
consultor de cientos de empresas y asociaciones
profesionales.
Mark Hansen