Aldana Ignacio - La Divina Proporcion
Aldana Ignacio - La Divina Proporcion
Aldana Ignacio - La Divina Proporcion
por
J. Ignacio Extremiana Aldana1 , Universidad de La Rioja
Esta charla es parte de un trabajo emprendido hace tiempo con motivo del home-
naje a un querido compañero y amigo: José Javier Guadalupe (Chicho). Sin prisas
(y esperamos que con pocas pausas) estudiamos y recopilamos temas geométricos
que han tenido (y tienen) gran trascendencia en la historia de la humanidad y que,
además, pueden ser aprovechados para “acercar las matemáticas a la sociedad” que
era uno de los grandes objetivos que se planteó el Año Mundial de las Matemáticas
2000, año en el que un desgraciado accidente nos privó de Chicho para siempre.
Hemos titulado la charla “La Divina Proporción” podíamos haber elegido otro
título distinto para hablar del mismo tema; por ejemplo “el número de oro”, “el
número aúreo”, “la proporción aúrea”, “la estética de las proporciones”, “la sucesión
de Fibonacci” , etc. . . Hay mucha bibliografía al respecto. Al final daremos las
razones “teológicas” por las que hemos elegido este título. Antes comentaremos
algo de sus orígenes, de sus primeras propiedades y contaremos alguna historieta.
La esperanza es el único bien común a todos los hombres; los que todo
lo han perdido la poseen aún.
Tales de Mileto
1
Trabajo en colaboración con L. Javier Hernández Paricio y M. Teresa Rivas Rodrı́guez
17
18 2. La Divina Proporción
doctrina secreta del pitagorismo. Platón pudo tener acceso a estos escritos, dada
su amistad con el hermano de Dionisio, Dión. Arquitas de Tarento, discípulo de
Filolao, que fue Regente de Tarento y siete veces generalísimo, fue quien inició a
Platón en el pitagorismo. Hipaso fue expulsado de la comunidad por dar a conocer
a los profanos el secreto de la esfera de los doce pentágonos y de la naturaleza de
lo conmensurable y lo inconmensurable; sus excompañeros le construyeron una
tumba para escenificar que para ellos ya había muerto. Moriría años más tarde en
un naufragio del que se sospecha que fueron responsables sus excolegas. Parece que
fue Hipaso quien planteó la existencia de magnitudes inconmensurables estudiando
la figura del pentágono regular (luego hablaremos de esto); sin embargo, Yámblico
le concede el descubrimiento al propio Pitágoras.
Los Pitagóricos recopilaron las enseñanzas del Maestro en el Ieros Logos (Dis-
curso sagrado). Se dividían en dos tipos: Matemáticos (conocedores) y Acusmáti-
cos (oídores).
Hemos mencionado que tanto Tales como Pitágoras habrían viajado a Egipto.
Pues bien, es posible que en los constructores y decoradores del antiguo Egipto
usasen algún tipo de teoría matemática de las proporciones. Se sabe que en torno al
600 a. C. investigadores egipcios midieron los relieves en Sakkara, en la tumba del
faraón Zhoser, que fueron hechos hacia el 2800 a. C. Sobre esta base, construyeron
un sistema de proporciones que más tarde fue ampliamente usado. Tal vez es este
sistema lo que ahora podemos ver en muchos relieves egipcios como finas líneas
sin significado aparente. En la Figura 3 podemos ver un ejemplo típico de Lepsius
-
(1849): Denkm-aler aus Agypten -
und Athiopien.
Según Platón el mundo real es una copia imperfecta del mundo de las ideas hecha
por el Demiurgo, ser inteligente y bueno al que le atrae la belleza y trata de recrearla.
Este personaje crea en primer lugar el alma del mundo y la esfera celeste (lo hace
dándole forma esférica, la más perfecta) en cuyo centro está la Tierra. Después
se ocupa de la materia con la que está hecho el mundo; se compone de cuatro
elementos: fuego, tierra, aire y agua. Los elementos han de ser “sólidos” (pues las
cosas no solamente son planas sino que tienen profundidad) y han de ser capaces
de recomponerse unos en otros. Puesto que han de ser sólidos, esto es, limitados
por planos y un plano está compuesto por piezas sencillas (triángulos), el Demiurgo
elige de éstos los más bellos: el triángulo rectángulo isósceles (con dos piernas —
catetos— iguales, es decir, la escuadra) y el triángulo rectángulo escaleno (cojo) que
posee la propiedad de tener la hipotenusa de doble longitud que uno de sus catetos
(el cartabón). A partir de seis de estos últimos triángulos construye el triángulo
equilátero y, con estas piezas, el tetraedro, el octaedro y el icosaedro. Con cuatro
triángulos rectángulos isósceles construye el cuadrado y con seis de éstos el cubo.
Concluye, analizando las propiedades de los elementos y de los cuatro poliedros
anteriores, que los átomos de tierra son cubos, los de agua octaedros, los de aire
icosaedros y los de fuego tetraedros. Como le queda una última configuración re-
gular (el dodecaedro) la asocia con el cosmos, con la quintaesencia.
Como podemos comprobar, la idea de belleza está presente en toda la creación
platónica, relacionada con la de bondad, simplicidad y orden.
Esta idea de belleza sigue considerándose así a lo largo de la historia de la
humanidad. Repasaremos a continuación algunos ejemplos.
www.geocities.com/CapeCanaveral/Lab/6386/geobook.html
Además puede votarse por el teorema que más le guste a cada visitante. Re-
producimos, por orden de belleza, un listado de algunos de los teoremas que allí
aparecen referidos.
1.- eiπ = −1
2.- Fórmula de Euler: V + F = E + 2.
3.- El número de primos es infinito.
4.- Existen 5 poliedros regulares.
Xn
π2 1
5.- = lim 2
.
6 n→∞
k=1
k
6.- Una aplicación continua del disco unidad en sí mismo tiene un punto fijo.
√
7.- 2 no es racional.
8.- π es trascendente.
9.- Todo plano puede ser coloreado con 4 colores.
10.- Todo número primo de la forma 4n+1 es la suma de dos cuadrados de exac-
tamente una manera.
13.- Un icosaedro regular inscrito en un octaedro regular divide los ejes en la
Razón áurea.
Remarcaremos que los que ocupan los lugares 2◦ , 4◦ , 7◦ y 13◦ tienen relación
directa con el tema que estamos tratando y que en todos los que aparece el número
π indirecta, como veremos más adelante.
Experimento
Antes de continuar vamos a hacer un pequeño experimento. En la Figura 6
aparecen cinco rectángulos pintados cada uno de diferente color. Pedimos al lector
que, haciendo abstracción del color en que cada uno está pintado, piense cuál le
resulta más agradable por su forma, por sus proporciones.
Confío en que, la mayoría de los observadores hayan elegido el rectángulo azul
(¡menudo chasco si no es así!). El rectángulo rojo es el que marca el formato 16/9
(el de las televisiones panorámicas),
√ el verde es el habitual de las hojas A0, A1,
A2, A3, A4. . . es decir el formato 2,5 el amarillo es el 36/24 de las fotografías y
√
Si a y b denotan, las longitudes de los lados de un rectángulo y se verifica que ab = 2,
5
√
también b/ a2 = 2. Es decir, doblando por la mitad del lado más largo este rectángulo se
25
diapositivas; el que está en blanco y negro tiene en su interior una galaxia, lo hemos
dejado así pues del cosmos y de la creación del universo algo hemos hablado. Del
azul es del que nos vamos a ocupar.
Número) que se ocupa del número puro; Aritmética, que se ocupa del número cien-
tífico abstracto y Cálculo, que trata de números concretos. Vamos a hacer como
siempre han hecho los matemáticos para tratar de cosas complicadas, comenzamos
simplificando y tratando los casos más sencillos. De paso, comenzamos a cumplir
alguno de los requisitos que Chicho exigía para las charlas de Matemáticas: ¡que
haya alguna fórmula!
Figura 9
Consideramos la figura geométrica más sencilla que podamos imaginar (Figura
9): un segmento de línea con extremos A y B. Consideramos un punto M que esté
en el segmento. Vamos a estudiar la forma en la que este punto M parte o divide el
segmento original. Denotamos por a el segmento AM por b el segmento MB y por
c el segmento AB. Podemos formar las siguientes 6 razones:
a a b b c c
; ; ; ; ;
b c a c a b
Obviamente con estas 6 razones podemos formar las siguientes 15 proporciones
(combinaciones de 6 elementos tomadas de 2 en 2).
i)
a a b c b c
= ; = ; =
ii) b c a a c b
a c b b a c
= ; = ; =
iii) b b a c c a
a c c b
= ; =
iv) c b a c
a b c c a b
= ; = ; =
v) c c a b b a
a c b a
= ; =
vi) b a a c
a b b c
= ; =
b c a b
De cualquiera de las tres primeras proporciones se obtiene que b = c es decir,
que el punto M concide con el punto A, luego no hay partición del segmento. De
las tres segundas se obtiene a = c, el punto M coincide con el punto B y tampoco
28 2. La Divina Proporción
hay partición. La igualdad propuesta en iii) es imposible pues una razón es mayor
que 1 y la otra menor que 1.
Nos quedan pues 7 razones “vivas”. De iv) se sigue que a = b , es decir obtene-
mos una partición simétrica (M es el punto medio del segmento).
De v) y de vi) se sigue que la longitud de AB se ha dividido en dos partes
desiguales de modo que la mayor es a la menor como la suma de las dos es a la
mayor. b+a a
=
a b
Dicho de otra forma, el punto M divide al segmento AB en media y extrema razón.
Esta es la partición asimétrica más directa y más en armonía con el mínimo es-
fuerzo. Esta igualdad puede escribirse: b2 + ab = a2 y, haciendo ab = x, se obtiene
la ecuación:
x2 − x − 1 = 0,
de soluciones: √ √
1+ 5 1− 5
;
2 2
cuyo producto es −1 y cuya suma es 1.
A la primera de estas raíces, siguiendo a Mark Barr y a Schooling en los anexos
de Las curvas de la vida, la denotamos por φ, en honor a Fidias. Este número es
llamado (se dice que por primera vez por Leonardo) el número de oro.
Observaciones sobre φ
i) Obviamente φ es un número irracional ya que es solución de la ecuación
x2 − x − 1 = 0, cuyas únicas posibles raíces racionales son 1 y −1.
ii) φ es un número algebraico (no es trascendente). Recordar que los números
algebraicos son aquellos que pueden ser raíces de una ecuación algebraica de
coeficientes racionales cuyos términos sean potencias enteras de x. Algunos
de estos números (como es el caso de φ) pueden ser representables por una
construcción euclidiana, es decir, con regla y compás.
Propiedades de φ
i) φ2 = 1 + φ. (φ es solución de la ecuación x2 − x − 1 = 0).
ii) φ = 1 + 1/φ .
iii) φ = 1, 618 . . .; 1/φ = 0, 618 . . .; φ2 = 2, 618 . . .
29
iv) φ2 = 1 + φ
φ3 = φ + φ2
φ4 = φ2 + φ3
φ5 = φ3 + φ4
.. . .
. = .. + ..
φn = φn−1 + φn−2
Esta relación es válida para valores negativos y fraccionarios de los expo-
nentes. Notar que esta progresión geométrica (1, φ, φ2 , φ3 , . . . ) cuya razón es
φ verifica que cada término es la suma de los dos anteriores. En realidad esto
es válido para cualquier progresión geométrica cuya razón sea φ. Algunos au-
tores dicen: esta serie es, pues, a la vez multiplicativa y aditiva, es decir,
participa al mismo tiempo de la naturaleza de una progresión geométrica
y de una aritmética.
v) φ0 = 1 +
φ1 = 1 + 1/φ
φ2 = 2 + 1/φ
φ3 = 3 + 2/φ
φ4 = 5 + 3/φ
φ5 = 8 + 5/φ
φ6 = 13 + 8/φ
.. . .
. = .. + ..
Notar que en la segunda y tercera columna (en los numeradores) aparece la
sucesión 1,1,2,3,5,8,13,21,. . .
√
vi) φ = 1/2 (1 + √5)
φ2 = 1/2 (3 + √5)
φ3 = 1/2 (4 + 2√5)
φ4 = 1/2 (7 + 3 √5)
φ5 = 1/2 (11 + 5√5)
φ6 = 1/2 (18 + 8 5)
.. .
. = ..
Notar que en la segunda columna aparece la sucesión 1,3,4,7,11,18,. . . y en la
tercera columna la sucesión 1,1,2,3,5,8,13,21. . .
√
vii) Denotar ψ = 1/2 (1 − 5). Entonces:
30 2. La Divina Proporción
√
ψ = 1/2 (1 − √5)
ψ2 = 1/2 (3 − √5)
ψ3 = 1/2 (4 − 2√5)
ψ4 = 1/2 (7 − 3 √5)
ψ5 = 1/2 (11 − 5√5)
ψ6 = 1/2 (18 − 8 5)
.. .
. = ..
viii) Sumando las igualdades de los dos ítems anteriores obtenemos:
φ + ψ = 1
φ2 + ψ 2 = 3
φ3 + ψ 3 = 4
φ4 + ψ 4 = 7
φ5 + ψ 5 = 11
φ6 + ψ 6 = 18
.. .
. = ..
√
ix) y restándolas: φ − ψ = √5
φ2 − ψ2 = √5
φ3 − ψ3 = 2 √5
φ4 − ψ4 = 3 √5
φ5 − ψ5 = 5 √5
φ6 − ψ6 = 8 5
.. .
. = ..
v s
x) u r
u q
t √
φ= 1+ 1+ 1+ 1 + ...
xii) 1 1
=
φ 1
1+
1
1+
1
1+
1
1+
1 + ...
Consecuencia inmediata del ítem anterior.
Conejos y pasatiempos
Las sucesiones
1 1 2 3 5 8 13 21 34 55 89 144 233 377 . . . .
y
1 3 4 7 11 18 29 47 76 123 199 322 . . . .
que han aparecido repetidamente en la subsección anterior son, respectivamente,
las sucesiones de Fibonacci y de Lucas.
sobre el nacimiento de conejos que da lugar a esta famosa sucesión que, curiosa-
mente, aparece en multitud de situaciones en la naturaleza. Cabe resaltar que la
sucesión cuyos términos son los cocientes de los números consecutivos de la suce-
sión de Fibonacci converge a φ.
El segundo de ellos, Francois Edouard Anatole Lucas (1842-1891) (Figura 11),
es conocido por sus resultados en teoría de números y en particular por haber
estudiado la Sucesión de Fibonacci. Probó (¡sin ordenador!) que el número de
Mersenne 2127 −1 = 170141183460469231731687303715884105727 es primo. Es-
cribió entre 1882 y 1894 los cuatro tomos de Récréations mathématiques, famoso
libro de pasatiempos matemáticos, y fue el inventor del juego Las Torres de Hanoi,
que apareció en 1883 como inventado por M. Claus (acrónimo de Lucas).
entera y uno de los segmentos sea igual al cuadrado del segmento restante.
Reproducimos (Figuras 12 y 13) dos imágenes que explican dos sencillas mane-
ras de obtener la división de un segmento en extrema y media razón y de construir
un rectángulo áureo (el cociente de las longitudes de sus lados es φ).
La comprobación de que el punto B divide al segmento AC en extrema y media
razón es una simple aplicación del teorema de Pitágoras. Notar que únicamente
se necesita regla y compás para obtener un segmento cuya medida sea φ o 1/φ;
basta considerar AC como unidad de longitud para lo primero o bien AB para lo
segundo.
Es obvio que este proceso puede seguirse indefinidamente. Es decir jamás en-
contraremos un segmento que esté contenido un “número exacto” de veces en la
diagonal y en el lado. Por lo tanto la diagonal y el lado de un pentágono regular son
segmentos inconmensurables. Por otra parte, ¿cuál es entonces la relación entre la
diagonal y el lado? Veamos:
i) Notar que los triángulos EAB y BGA son semejantes, como consecuencia:
EB AB
ii) AB
= GB
;
iii) Haciendo EG = a y GB = b, se obtiene:
a+b a
= .
a b
Es decir, la relación entre la diagonal y el lado del pentágono re-
gular es φ. Como consecuencia, φ pudo haber sido el primer número irracional
conocido.
Relaciones de φ
Con el Triángulo de Pascal.
Recordemos que φn = φn−1 + φn−2 . Aplicando reiteradamente esta igualdad
obtenemos la siguiente tabla:
φn = 1φn +
φn = 1φn−1 + 1φn−2
φn = 1φn−2 + 2φn−3 + 1φn−4
φn = 1φn−3 + 3φn−4 + 3φn−5 + 1φn−6
φn = 1φn−4 + 4φn−5 + 6φn−6 + 4φn−7 + 1φn−8
φn = 1φn−5 + 5φn−6 + 10φn−7 + 10φn−8 + 5φn−9 + 1φn−10
φn = ··· + ··· + ··· + ··· + ··· + ··· ···
Fijándonos en los coeficientes de la parte derecha de las igualdades, queda el
triángulo de Pascal
1
1 1
1 2 1
1 3 3 1
1 4 6 4 1
1 5 10 10 5 1
1 6 15 20 15 6 1
··· ··· ··· ··· ··· ··· ···
37
Como ya es conocido, cada una de las filas del triángulo son los coeficientes del
desarrollo del binomio de Newton. Lo que no es tan conocido es que en la segunda
columna aparecen los núneros naturales n, en la tercera los números triangulares
n(n + 1)
,
2!
en la cuarta los números tetraédricos
n(n + 1)(n + 2)
,
3!
en la quinta los pentaédricos
n(n + 1)(n + 2)(n + 3)
,
4!
etc.
Diferencias finitas
Consideramos la sucesión infinita
. . . , φ−n , . . . , φ−2 , φ−1 , 1, φ, φ2 , φ3 , φ4 , φ5 , φ6 , φ7 , φ8 , φ9 , . . . , φn , . . .
calculando sus diferencias primeras y, teniendo en cuenta que φn − φn−1 = φn−2 ,
volvemos a obtener la misma sucesión
. . . , φ−2 , φ−1 , 1, φ, φ2 , φ3 , φ4 , φ5 , φ6 , φ7 , φ8 , φ9 , . . . , φn , . . .
Evidentemente, lo mismo ocurre si calculamos las diferencias segundas, terceras,
etc.
Relaciones “trascendentes” de φ
Vamos a analizar si el número de oro tiene alguna relación con los dos números
trascendentes más importantes de las matemáticas: e y π. Para ello vamos a recor-
dar algunos desarrollos de estos últimos:
i) e = 2,71828128. . . .
ii)
1 n
e = lim (1 + ) .
n→∞ n
iii)
1 1 1 1 1
e=1+ + + + + ... + + ...
1 2! 3! 4! n!
38 2. La Divina Proporción
iv) 1
e=2+
1
1+
1
2+
1
1+
1
1+
1
4+
1
1+
1
1+
1
8+
1 + ...
v) π = 3,14159265. . . .
vi) 22 × 42 × 62 × 82 × . . .
π= .
32 × 52 × 72 × 92 × . . .
vii) Recuerdo especial Xn
π2 1
= lim .
6 n→∞
k=1
k2
viii) π2 1 1 1 1
= 2 + 2 + 2 + 2 + ...+
8 1 3 5 7
ix) 4 1
=1+
π 32
2+
52
2+
72
2+
92
2+
112
2+
132
2+
2 + ...
Relaciones con e
• Una primera similitud es que en los desarrollos de estos números irracionales
se ven aparecer “cortejos rimados” de números naturales.
39
Como consecuencia,
c c b p
= φ; = = φ = 1, 272 · · ·
a b a
Es decir, el único triángulo rectángulo cuyos
√ lados están en progresión geométrica
es (esencialmente) aquel cuya razón es φ. En este triángulo rectángulo ABC el
ángulo en B vale 51◦ 50’. . . .
Volvemos a Egipto
En 1840, el general Howard Vyse midió el ángulo en la base del triángulo me-
ridiano de la gran pirámide del Gizeh y obtuvo que ese ángulo es precisamente 51◦
50’, es decir, el semitriángulo “central” de la gran pirámide es semejante al triángulo
“aúreo”. Piazzi-Smyth9 encontró la aproximación 148,208 m para la altura de la
gran pirámide y 232,805 m para el lado de la base.
1.- “es una sola y no más” (unidad supremo epíteto de Dios mismo);
2.- “una misma proporción se encontrará siempre entre tres términos, y nunca de
más o de menos” (como la Santísima Trinidad);
3.- “no puede nunca determinarse con un número inteligible ni expresarse me-
diante cantidad racional alguna” (Dios no puede definirse propiamente);
4.- “es siempre la misma y siempre invariable y de ninguna manera puede cam-
biar” (Dios no puede cambiar);
5.- “confiere, según Platón, el ser formal al cielo mismo” (Dios confiere el ser a
la virtud celeste).
No quiero acabar sin comentar alguna curiosidad, que me parece interesante.
En el Capítulo I de La divina Proporción, el autor agradece al Duque de Milán su
mecenazgo sobre las artes y la ciencias y, entre otras cosas, escribe: . . . Vuestra
Alteza dijo, con sus áureas y melifluas palabras, que es digno de grandı́sima
consideración de Dios y del mundo aquel que, estando dotado de alguna vir-
tud, la comunica a los demás de buen grado, cosa que es caridad para con el
prójimo y alabanza y honor para él mismo, imitando el sagrado dicho quod
ne sine figmento didice et sine invidia libenter comunico . . . . . . grandemente
excitado por las mencionadas palabras recobré aliento en la solitaria pendiente
43
para preparar este breve compendio y utilı́simo tratado titulado La Divina Pro-
porción. . . . . . como afirman Aristóteles y Averroes, nuestras matemáticas son
las más verdaderas de las cosas verdaderas, en el primer grado de la certeza,
y a ellas siguen todas las demás ciencias naturales. . .
Por último, creo que, una vez que ha aparecido el fútbol, hay que finalizar el
tema poéticamente, con un soneto que Rafael Alberti dedicó a la Divina Proporción:
44 2. La Divina Proporción
Existen muchísimas páginas web que tratan del número de oro. el lector tiene
toda internet disponible para encontrarlas. Igualmente, hay muchísima bibliografía
que trata los temas de los que hemos hablado; doy tres referencias que son básicas.
Bibliografía
[1] Ghyka Matila C. El Número de Oro I y II, Poseidón, 1968.
[2] Ghyka Matila C. Estética de las proporciones en la naturaleza y en las
artes, Poseidón, 1977.
[3] Pacioli Luca. La Divina Proporción, Ediciones Akal, S.A. 1991. Traduc-
ción del original de 1509.