Ponencia Herczeg - Villarreal
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Tipo de trabajo: Informe de investigacin. Ttulo: La construccin y circulacin de saberes a partir de subjetividades disidentes: una aproximacin desde el estudio de los movimientos sexo genricos en Argentina Autoras: Gabriela Herczeg y Jorgelina Villarreal Expositor/es: Gabriela Herczeg y Jorgelina Villarreal Institucin a la que pertenecen: Facultad de Ciencias de la Educacin - Universidad Nacional del Comahue Direccin: Irigoyen 2000 Cipolletti Telfono: 0299-4783850 E mail: jorgelina_villarreal@yahoo.com.ar
La construccin y circulacin de saberes a partir de subjetividades disidentes: una aproximacin desde el estudio de los movimientos sexo genricos en Argentina El propsito de este trabajo es presentar algunos de los avances obtenidos en el desarrollo del proyecto de investigacin Aproximaciones al estudio de los movimientos sexo genricos en Argentina1, del cual formamos parte. El mismo tiene por objetivo describir y analizar el estado actual en lo poltico, cultural y pedaggico de estos movimientos en el pas, a partir del trabajo con grupos o colectivos sexualmente transgresores a la heteronormatividad dominante. Antes de pasar a enfocarnos en el aspecto que hemos elegido abordar en el marco de este Coloquio, quisiramos plantear algunos de nuestros puntos de partida. Sostenemos que la investigacin educativa tiene que problematizar el contexto de descubrimiento en el que se produce, preguntndose por el sistema de normalidades e ignorancias que avalan que las subjetividades que transgreden sean nombradas, en la jerga pedaggica, como casos que hay que convertir en tolerables para seguir produciendo, al decir de Britzman (2002), una normalidad exorbitante que se construye y consolida a travs de mltiples dispositivos.
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Proyecto C-072 Aproximaciones al estudio de los movimientos sexo genricos en Argentina directora Graciela Alonso, Facultad de Ciencias de la Educacin, Universidad Nacional del Comahue.
En este sentido, las reflexiones que nos proponemos y proponemos realizar, a fin de interrogar las ignorancias sociales y educativas que sostienen una casi imperceptible normalidad excluyente en las instituciones educativas, se enmarcan en un contexto que asume que: - Las instituciones educativas no slo intervienen para mantener el canon imperante en cuanto a lo que debe ser un varn y lo que debe ser una mujer, sino tambin operan a favor de mantener tajantemente el binarismo heterosexualidad / homosexualidad como expresin de lo que es normal y lo que es anormal, lo que puede ser pblico y lo que debe permanecer en el secreto de lo privado - En la base de esta asuncin, se encuentra la consideracin de que el cuerpo debe decir claramente la identidad, que el cuerpo biolgico nos define y que todo corrimiento es un desvo de las leyes de la naturaleza; que la relacin entre cuerpo-sexualidad-deseo se estructura correctamente cuando es expresada por un hombre y una mujer heterosexuales, pero no lo hace en el caso de lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transexuales, transgneros, intersexuales y que, en todo caso, eso nada tiene que ver con lo educativo. - Que quienes son disidentes a la norma heterosexual son ubicados por fuera de los lmites de lo que es pensable como formando parte del da a da escolar, generando situaciones de exclusin que son, a menudo, justificadas en trminos de una supuesta ignorancia2: Yo no s nada de eso, No estoy preparada/o para abordarlo, son argumentos frecuentes con los que se clausura todo intento de visibilizar y reconocer las subjetividades disidentes. - Cuando se amalgama este conjunto de creencias y posturas, la escuela adopta ciertos criterios de verdad -asentados en discursos cientficos, jurdicos, religiosos, educativos-, que llevados al terreno de la pedagoga cotidiana producen sufrimiento, discriminacin y exclusin y tambin producen conocimientos e ignorancias. En este sentido, nos interesa plantear - siguiendo a pedagogas como Deborah Britzman (1995) y Guacira Lopes Louro (2001) - que la ignorancia puede entenderse no como falta o ausencia de conocimiento, sino, por el contrario, como el efecto de un modo de conocer. En palabras de Britzman (1995): todo conocimiento ya contiene sus propias ignorancias; sta sera una especie de residuo del conocimiento. -A la vez, la perspectiva que podramos considerar como hegemnica es interpelada desde organizaciones sociales y desde la teora, es decir, por parte del heterogneo
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movimiento sexo-genrico nucleado en la expresin LGTTTBI3 y por producciones feministas y de la teora queer. El objetivo poltico que confluye aqu es la bsqueda por extender el significado de ciudadana para que ample y reconstituya el campo de los derechos econmicos, polticos, culturales, educativos, de salud, jurdicos, etc., para todas/os/xs las/los/xs4 que opten por una vida por fuera de los cnones patriarcales y heteronormativos que se constituyen en el capitalismo actual. Esta somera enunciacin nos ubica en asumir a la investigacin social y educativa con una doble intencionalidad: la de generar un conocimiento de alto nivel y relevancia cientfica, a la vez que comprometido con las luchas socio-sexuales por una sociedad justa e igualitaria que se proponga cambiar este estado de cosas. La problematizacin que surge de esto nos remite a preguntarnos por aquello que para la sociedad no resulta tolerable y que es la contra cara de lo que se considera normal. Una pregunta que incomoda (en trminos de Bourdieu) es una pregunta que se interroga sobre lo que es considerado normal. En esta oportunidad nos enfocaremos especficamente en uno de nuestros ejes de indagacin, que tiene que ver con el papel de lo educativo/pedaggico al interior de los grupos trans5 con los que hemos trabajado6. Inasibles y perturbadoras, ineludiblemente visibles, esta sujetas que se construyen diferentes instalndose obstinadamente en el escurridizo terreno de la ambigedad, desarticulan muchos de los aprendizajes sobre los que se construyen las instituciones y tecnologas que regulan las jerarquas de los cuerpos, las sexualidades y los gneros, al mismo tiempo que proponen una revalorizacin de la experiencia y los saberes construidos colectivamente. Lo educativo en sus vidas. La construccin y circulacin de saberes Entendemos que el movimiento sexo-genrico en general, y la comunidad trans en particular, interpelan fuertemente a la educacin y a la cultura, que reiterando discursos
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Lesbianas, gays, travestis, transexuales, transgneros, bisexuales, intersexuales. El uso de la x intenta dejar abierta la inscripcin en la escritura de quienes no se reconocen en el gnero masculino o femenino. Tomamos la utilizacin de la x de trabajos escritos por Diana Maffa y Mauro Cabral. 5 A los fines de este trabajo, emplearemos el trmino trans para referirnos a las identidades travesti, transgnero y transexual. No obstante, consideramos necesario aclarar que dicho trmino, de modo ms amplio, extiende sus sentidos para abarcar otras subjetividades: Optamos por considerar Persona Trans a: Toda persona humana, o no, que siente, piensa, acta y dice no ser ni un hombre macho, ni una mujer funcional a l. A cualquiera que polticamente se des-identifique de las categoras hombre y mujer por considerarlas colmadas de una simbologa que les pertenece a los/as fundamentalistas de la intransitabilidad de la experiencia humana (Wayar, Marlene; 2007). 6 Se trata de las siguientes organizaciones: ALITT (Asociacin de Lucha por la Identidad Travesti Transexual), Futuro Transgenrico, y ATTTA (Asociacin de Travestis Transexuales Transgneros de Argentina).
y prcticas sobre sexualidad y gnero, produce cuerpos e identidades que slo son inteligibles cuando no se apartan de la norma heterosexual. Dos relevamientos realizados sobre la situacin de la comunidad trans (el primero en el ao 2005, que abarc a la poblacin de la Ciudad Autnoma y la Provincia de Buenos Aires, y el segundo en cinco regiones del pas en el 2006), dan cuenta de que la gran mayora de las travestis que dicen haberse reconocido en dicha identidad antes de los trece aos no complet la escolarizacin primaria. De las que s pudieron concluirla, slo un 20% termin estudios secundarios, tras repetir y reiniciar una y otra vez los aos lectivos en distintos establecimientos escolares. Considerando que la mayora (ms del 90%) ha sufrido algn tipo de violencia, la escuela ocupa el tercer puesto en la lista de lugares en los cuales han recibido agresiones. Los trayectos que han recorrido durante su experiencia escolar las han enfrentado a distintos mecanismos de discriminacin: la escuela ha acallado este colectivo; la escuela ha hablado de l de un modo en el que no se reconoce; y la escuela, una vez que lo ha descubierto diferente, lo ha excluido Hiller, R., 2005). An as, en sus testimonios persiste el deseo de finalizar los estudios, a la vez que el temor a ser nuevamente rechazadas por las instituciones educativas, siendo sta la primera de las causas que las llevan a no retomarlos. (Berkins, L. y Fernndez, J., 2005; Berkins, L., 2008). Sostenemos, entonces, que hay cuerpos que no entran en las instituciones educativas o que son expulsados de ellas en una suerte de poltica de bloqueo sobre los cuerpos que no se ajustan a la normalidad exorbitante que reclama el discurso biologicista 7 y del que se hace eco la pedagoga de la sexualidad all aceptada. Una situacin que, en palabras de una de nuestras entrevistadas, nos interpela y desafa: Yo les digo a las chicas que tienen que expresarse tal cual como son, porque no podemos demostrar un vocabulario que no tenemos. Porque a m me encantara que todas las chicas trans sean doctoras, abogadas y arquitectas. Pero yo digo, chicas, no, no... no nos dieron esa oportunidad, no nos dieron. Entonces yo siempre digo: chicas hay que expresarse tal cual como son. Decir y que la gente vea qu nos sucedi a nuestra comunidad, por qu nuestra comunidad nunca tuvo un acceso a la educacin, qu pas en la educacin que nosotras no tuvimos acceso?8
Ms que la universalidad de la biologa, junto con Jeffrey Weeks, preferimos ver en la biologa una serie de potencialidades que se transforman y adquieren significado slo en las relaciones sociales. (1998). 8 Entrevista a Marcela Romero, referente de ATTTA.
Paralelamente a la denuncia de un sistema que excluye y discrimina, aparece en las entrevistas una revalorizacin de la experiencia colectiva de los grupos. As, los saberes construidos al interior de los mismos son puestos en un lugar de legitimidad que los reconoce como vlidos, constituyndose en puntos de ruptura, de discontinuidad, que ponen en cuestin lo ya conocido: Las formas de pensar la accin y la transmisin de conocimientos, la experiencia del otro, la experiencia del grupo, son esas cosas que se pueden explotar y que tienen que ver con que el conocimiento es nuestro y no es algo que te baja de arriba iluminado y que hay que acatar9. Tomar la palabra, empoderarse, hablar por s mismas y desde s mismas, ya que somos nosotras las que sabemos nuestros problemas, sabemos cmo llegar a la compaera10, partir del propio saber sin dejar de reconocer las propias ignorancias, an cuando stas les permiten avanzar desde s mismas: avanzamos con nuestra condicin, con nuestra identidad, con nuestra forma de ser, y a lo mejor yo te digo, con nuestra ignorancia11. Estas experiencias aparecen fuertemente ligadas a la corporalidad, a la experiencia de los cuerpos, a la necesidad de hacerse cargo del propio cuerpo. Es lo que pasa por estos cuerpos invisibilizados o excluidos lo que deviene en puntos de inflexin que les permiten reconocerse como sujetas de derechos. Reafirmar el cuerpo como punto de partida de los aprendizajes, va ms all de la legitimidad que la sociedad asigna a estos cuerpos. Es conmovedora y esclarecedora a la vez la explicacin de una de las entrevistadas trans: cuando yo firm la paz con mi propio cuerpo eso me llev a que un da pusiera un montn de espejos, me desnudara a mi misma, me viera por todos lados todo mi cuerpecillo tan divino, tan hermoso, me abrazara a mi misma llorara conmigo misma hasta ms no poder, que creo que fue un llanto liberador, hermoso, maravilloso, entonces cuando entend esa cuestin del travestismo, que yo no era un demonio, que no era una cosa abominable que tena que matar, que no tena que existir, que no tena que tener derechos y cuando empec a darme cuenta lo que la sociedad haba logrado, una sociedad golpeadora, de destruccin de mi autoestima y yo deba construir esa auto estima y todas esas cuestiones y cuando hice esa reconciliacin, la paz con mi propio cuerpo, cuando mi cuerpo empez a ser el primer territorio de paz que yo haba conquistado, entonces empezaron a aflorar cosas que en mi siempre estaban, el saber, la curiosidad.
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Entrevista a Marlene Wayar, de Futuro Transgenrico. Entrevista a Marcela Romero, de ATTTA. 11 Entrevista a Marcela Romero.
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Cuerpos que perturban el orden hegemnico o se escapen de l, y que conllevan para los/as/xs sujetos/as/xs que los portan altos costos materiales y simblicos. Yendo ms all de la ausencia de reconocimiento cultural, nos hablan de la falta de historia, de representaciones, de la soledad en que se construyen las subjetividades disidentes: al no haber imgenes disponibles, cada una pareciera ser la nica. As lo expresa la referente de ATTTA entrevistada: somos diferentes cuando empezamos con nuestra transformacin, empezamos a transgredir el modelo. construye, nosotras nos vamos construyendo. En ese sentido, se plantea fuertemente la necesidad de hacer una genealoga que recupere la experiencia trans, y les permita proyectarse. Entonces, crear una conciencia de historicidad, de que queremos quedar bien planteadas en la historia, y que queremos modificar esas pautas que vamos transmitiendo daosamente, dainamente de generacin en generacin precisamente por no conocernos, por no tener una historia, por descubrir siempre que somos la nica que hay en el mundo, hasta que llegamos a ver con otra que nos muestra lo que es su realidad y su experiencia y partimos as de ah.12 Decididas a correrse del lugar de la victimizacin, las entrevistadas dan cuenta de distintas alternativas que se plantean desde las organizaciones, como forma de des-andar los caminos que los lmites impuestos las han llevado a recorrer y de abrir otros que les permitan ampliar los horizontes de la creatividad. Las posibilidades que les fueron negadas durante la infancia y la adolescencia, provocan vacos que muchas de ellas intentan paliar hoy mediante instancias de capacitacin alternativas a las hegemnicas disponibles. En ese camino, van buscando formas de llegar ms ampliamente a la comunidad en general, no solamente a quienes forman parte del activismo. Un ejemplo de ello es la cooperativa textil Nadia Echaz recientemente inaugurada, que ya brinda posibilidades de capacitacin y trabajo a ms de 30 travestis y transexuales: La escuela va a tener capacidad de capacitar 60 compaeras ms con sueldo y todo y las capacitadoras vamos a ser nosotras mismas y la idea es que esas 60 compaeras tengan en la propia cooperativa otra, o que se capaciten en otro lugar, una capacitacin integral sin ningn tipo de requisitos porque estamos inscriptas como Porque nosotras, creo que nosotras nos vamos construyendo a nosotras, solas, porque nadie... nadie nos
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capacitacin informal para no exigir secundaria ni primaria, simplemente que sepan leer y escribir o tengan entendimiento en la cuestin13. Otro proyecto que va en el mismo sentido es el peridico El Teje, primer peridico travesti latinoamericano que acaba de publicar su segundo nmero. En ambos casos, la intencin es ofrecer alternativas reales que permitan a la comunidad trans sostenerse econmicamente sin verse obligadas a recurrir a la prostitucin. Enfatizando la necesidad de trascender los lmites de la propia comunidad y hacer que su proyecto poltico sea extensivo a la sociedad en general, con la construccin y puesta en circulacin de otros saberes y discursos, plantean quiebres que aspiran a socavar los criterios sutiles y explcitos que ordenan el mundo, definiendo lo aceptable, lo posible, lo pensable: un lema que vamos a poner en la puerta es que es una escuela para travestis y transexuales pero como no discriminamos pueden venir el o la que quiera, porque hay compaeras mujeres que van a entrar, as que estamos re emocionadas con este tema.14 Reflexiones finales En su ltimo trabajo publicado, Deshacer el gnero (2006), Butler avanza en una problematizacin de la performatividad del gnero, dejando claro que hacer referencia a la misma no implica solamente insistir en el derecho a producir un espectculo placentero y subversivo, sino alegorizar las formas consecuentes y espectaculares en las que la realidad a la vez se reproduce y se contesta. Esto tiene consecuencias en el modo en que las presentaciones de gnero son criminalizadas y patologizadas, en el modo en que los sujetos que cambian de gnero se arriesgan a ser internados y sufrir prisin, explica por qu la violencia contra las personas transgnero no es reconocida como tal y por qu la violencia es a veces infligida por los mismos Estados que deberan ofrecer a estos sujetos proteccin frente a la violencia. Qu sucedera si se admitieran nuevas formas de gnero? Cmo afectara esto a nuestra manera de vivir y a las necesidades concretas de la comunidad humana? Y cmo podramos distinguir entre las formas de gneros posibles que tienen algn valor y las que no lo tienen? Yo dira que no se trata de una mera cuestin de producir un nuevo futuro para los gneros que todava no existen. Los gneros que tengo en mente han existido desde hace mucho tiempo, pero no han sido admitidos entre los trminos que gobiernan la realidad. As
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pues, se trata de desarrollar un nuevo lxico que legitime la complejidad del gnero con la que hemos estado viviendo desde hace tiempo en el derecho, la psiquiatra, la teora literaria y la social. Y, dado que las normas que rigen la realidad no han admitido estas formas como reales, por necesidad tendremos que llamarlas nuevas. (Butler, J.; 2006:54) En este sentido la actuacin poltica de las distintas organizaciones trans, que abogan por la disminucin del sufrimiento subjetivo y colectivo producido por las innumerables situaciones de discriminacin y exclusin que atraviesan cotidianamente, son una inquietante invitacin a extender los lmites de las categoras con las que entendemos y organizamos la realidad. Una aspiracin que bien puede sintetizarse con la siguiente frase de una entrevistada: La verdadera revolucin est ah, en las conciencias de todos, cmo vamos educando a nuestros nios, a nuestras nias, para que nos superen, para que nos maten y maten todos nuestros miedos, todos nuestros odios, todas nuestras violencias.15
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BIBLIOGRAFIA: BERKINS, Lohana (comp.)(2008) Cumbia, copeteo y lgrimas. Informe nacional sobre la situacin de las travestis, transexuales y trans gneros. Buenos Aires: ALITT. BERKINS, Lohana y FERNNDEZ, Josefina (coords.)(2005) La gesta del nombre propio. Informe sobre la situacin de la comunidad travesti en Argentina. Buenos Aires: Ediciones Madres de Plaza de Mayo. BRITZMAN, Deborah (1995) What is this thing called love?, en: Taboo: The Journal of Culture and Education. Volumen I. (Traduccin de uso interno: Prof. G. Herczeg) (2002) La Pedagoga Transgresora y sus extraas tcnicas. En Mrida Jimnez R.l (ed.). Sexualidades transgresoras. Una antologa de estudios queer. Barcelona: Icaria. HILLER, Renata (2005) Los cuerpos de la universalidad. Educacin y travestismo/transexualismo. En. BERKINS, Lohana y FERNNDEZ, Josefina (coords.) La gesta del nombre propio. Informe sobre la situacin de la comunidad travesti en Argentina. Buenos Aires: Ediciones Madres de Plaza de Mayo LOPES LOURO, Guacira (2001) "Teora Queer: una poltica pos-identitaria para la educacin", en Cuadernos de Pedagoga Rosario N 9, Centro de Estudios en Pedagoga Crtica, Rosario: Laborde. (2004) Os estudos feministas, os estudos gays e lsbicos e a teoria queer como polticas de conhecimento. Ponencia presentada en el II Congresso Brasileiro de Homocultura, Braslia.
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SEDGWICK, Eve (1998) Epistemologa del armario. Barcelona: Ediciones de la Tempestad. WAYAR, Marlene (2007): La familia, lo trans, sus atravesamientos. En: VVAA (2007): Conversaciones Feministas. Parentesco. Buenos Aires: Ediciones Aj de Pollo. WEEKS, Jeffrey (1998) Sexualidad. Mxico: Paids.