Mitos y Leyendas

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COSTA ATLNTICA
La leyenda de la Mojana La Mojana es una mujer diminuta, de cabellos dorados, tan largos que le llegan a hasta los pies volteados. Vive en una casa de piedra construida debajo del agua, donde cra diversos animales domsticos y donde se baa con una totuma de oro. Antes se le vea con frecuencia por el cerro de Juanch, donde era muy fcil percibir sus huellas despus de los aguaceros. Rapta a los nios que se van a baar en sus dominios y los lleva a su morada subacutica. Para evitar la accin de la Mojana sobre los nios, es necesario amarrarles un cordn especial, tanto en el cuello como en la cintura. Leyenda provinciana de Francisco el Hombre De Tomarrazn, un puebo de La Guajira Media, sali Francisco el Hombre. Con su acorden se intern por las trochas polvorientas de los contrabandistas y recorri los caminos de herradura. De pueblo en pueblo, con sus pies cuarteados, iba seduciendo mujeres, tomando ron y contando las noticias recientes. Una noche en el ir y venir de su cantar vagabundo, se encontr cara a cara con el diablo y sin ms alternativa que luchar por su alma, en un duelo de acorden. El Credo, tocado al revs, decidi la contienda a favor de Francisco el Hombre; desde entonces las Piqueras son las formas ms emotivas de juzgar quin es el mejor acordeonero. Origen de la Serrana de la Macuira Un cacique tena su choza en la Sierra Nevada de Santa Marta, desde donde miraba los rostros de sus tres hijos que vivan con l. Una noche so que ellos se alejaban hacia el norte de La Guajira. Esta concepcin lo persigui una y otra vez hasta que una noche de marzo, angustiado por el sueo, se levant a ver si sus hijos estaban dormidos y se sorprendi: ellos no estaban en el dormitorio. Alarmado, mir hacia el norte y all estaban tres importantes picos. Eran sus tres hijos que se haban convertido, formando desde su base, la Serrana de la Macuira. El Jinete En noches de luna llena aparece un hombre con los dientes de oro, montado sobre un caballo blanco y siete perros tras l. Se muestra muy amable con las personas que encuentra en su camino, para montarlas y hacerlas desaparecer para siempre. El jinete pasa a media noche sonando los frenos de su caballo, por los caminos donde trafican carros y espera la media noche porque transitan pocas personas. Los duendes Son los wayuu pequeitos que salen en invierno silbando a media noche. Salen entre las espesas vegetaciones. Cuando encuentran personas a su paso, los hacen picadillo y se los comen. No se acercan a las casa de los wayuu porque temen a los perros y a la candela, por eso las wayuu mantienen perros y de noche la lea prendida. Keralia Sale a media noche en las partes donde no haya vegetacin, como las orillas del mar y las salinas. Se transforma en persona al enamorarse y visita a la joven que le haya encantado. Esta queda embarazada, gracias al poder de la mirada de Keralia. Al dar a luz la joven muere, teniendo en su vientre culebras, sapos y toda clase de animales. De noche sale como si fuese la luz de un reflector. Si se encuentra con un hombre lo hace vomitar sangre y muere de inmediato. El Mohn (Depresin Momposina y sur de Bolvar) El Mohn es un ser anciano de larga cabellera, barba larga y abundante, de un aspecto descuidado, muchas veces sale desnudo o tapndose con hojas, algunas veces lo han visto con el cuerpo dividido mitad humano y mitad pez, arrastrndose por la orilla de los ros, caos y cinagas.

El nombre Mohn viene del que les daban los Caribes a los sacerdotes. Los campesinos creen que el Mohn es antropfago, pues le gusta la sangre de los nios de pecho. Le gustan las mujeres bellas y jvenes, a quienes persigue para llevrselas a los ros. El Mohn es travieso, andariego, embaucador, brujo y libertino. Le gusta enredar a los pescadores y jugar con las atarrayas, pues aparece como chancero robando las carnadas y los anzuelos de los pescadores, y esto hace que los pescadores no atrapen nada. Al Mohn le gusta mucho fumar y la sal; entonces, cuando los pescadores salen a pescar, para que el Mohn los deje en paz, le llevan tabacos y sal. Esto se lo colocan sobre las rocas y l permite que ellos puedan pescar en paz. El Animero Se cuenta que en noviembre, por las noches sala un hombre vestido de nazareno, con una hoja en cruz en una mano y una lmpara de gas en la otra. Sala todas las noches por todas las calles a rogar y a pedir por las nimas del purgatorio. En cada esquina, el Animero se arrodillaba y all haca su plegaria. Era seguido por dos largas filas de nimas en pena que salan para poder descansar y purgar el pecado cometido, si alguna persona los escuchaba tena que levantarse y rezar 10 Padres Nuestros. El Nazareno del Otro Mundo La leyenda se levanta en Mompox, y se dice que en poca de Semana Santa sale una visin que espanta. Est vestido con una tnica, su figura es terrible, su cara no tiene figura, la nariz la tiene ahuecada, es como un despojo de muerto. Dicen que es un nazareno que incumpli su promesa y por eso Dios lo castig, y viene del otro mundo en Semana Santa para aparecrseles a los nazarenos que incumplan su promesa, no respeten las prendas vestidas o los rituales religiosos. Muchos cuentan que lo han visto marchando al sonido de los compases en medio de los nazarenos que cargan el Paso Grande que sacan el Jueves Santo en la Semana Santa de Mompox. El Pozo de la Noria Hermosa leyenda en torno a un pozo artesiano construido en Mompox, que cruza casi toda la ciudad. Cuentan que all se encuentran depositados los tesoros que llevaban varios piratas y filibusteros que remontaban el ro Grande de la Magdalena. Mucha gente dice que oye murmullos y ruidos de cadenas que vienen de las profundidades y tambin se escuchan voces. El Pozo de la Noria tiene tantas riquezas, que son custodiadas por serpientes de dos cabezas que echan fuego por la boca. El Caballo Cojo En los pueblos del centro y sur de Bolvar cuentan los abuelos que en las noches oscuras oan relinchar y galopar un caballo. El sonido de su galope no tena comparacin y la gente que lo escuchaba se asomaba para ver tan fantstico ejemplar, pero al verlo se quedaban mudos y aterrados al ver que el caballo era negro de ojos rojos penetrantes y slo tena tres patas y dejaba en la calle un nauseabundo y penetrante olor a azufre. El Cristo de la Inspiracin En Cartagena, en la Iglesia de Santo Domingo, hay un Cristo que tiene una historia muy particular. Cuentan que cierto da lleg un seor misterioso a esta iglesia y le coment al padre que a l lo haban contratado para hacer un Cristo en madera, el padre acept y le pregunt qu necesitaba y le contest que un tronco. El padre sali a caminar por la playa y encontr un tronco, pero el seor le dijo que el tronco era muy pequeo. Entonces el padre lo volvi a tirar al mar. Al da siguiente, el padre sali nuevamente a la playa y encontr el mismo tronco pero estaba ms grande y se lo llev nuevamente, pero ste lo rechaz porque no tena el ancho necesario. Nuevamente el padre lo arroj al mar. Al da siguiente el padre sali a caminar a la playa y encontr el mismo tronco pero era ms ancho y lo trajo. Al presentrselo al seor, le dijo que era perfecto y que comenzara a trabajar enseguida. Se encerr en una habitacin de la cual no sala, la comida se la daban por debajo de la puerta, pero despus de cierto tiempo el padre ya no escuchaba ningn ruido en aquel lugar y decidi derribar la puerta; al hacerlo se dio cuenta que haba un hermoso Cristo hecho en madera sobre una mesa, pero que aquel personaje misterioso haba desaparecido. El Vaquero del Otro Mundo En ciertos pueblos cuentan los abuelos que en noches de luna clara escuchaban los estruendos, los bramidos, el ruido que hace un largo viaje de ganado, el cual era guiado por vaqueros que entonaban los cantos y versos de vaquera ms hermosos. Pero cuando alguien se asomaba solo vea a lo lejos un solo vaquero muy elegante con sombrero y botas, montado en un hermoso caballo negro, de brillante silla y rienda, con un brillo como el del oro. Pero cuando estaba cerca solo inspiraba miedo y escalofros al apreciar su rostro negro y sus ojos amarillos y brillantes, riendo a carcajadas, que dejaban ver su dentadura brillante como el oro.

CHOC
El duende Es uno de los mitos ms populares y difundidos en Amrica. Segn la creencia, hay dos tipos de duende: uno juguetn y otro malvolo. Por lo regular, el duende es bajito y rechoncho, con aspecto juvenil y usa trajes brillantes o de color vivo para llamar la atencin. A menudo protege su rostro con un sombrero de alas grandes de paja. Este tipo de duende vive en el espesor de los bosques, sobre los rboles. Cuando quiere molestar apela a la ociosidad, y esconde el dedal a las amas de casa, el hilo y la aguja; y al jornalero, le oculta el azadn, el machete, el barretn, o la pala. En la cocina esconde el molinillo, la mano de moler, bota el agua de las ollas, sala la sopa. En las habitaciones esconde los zapatos, las medias, la ropa o apaga la luz; destiende la cama y tira las almohadas al suelo. Del duende juguetn se dice que re a carcajadas en los cielos rasos y toca flauta recostado contra los troncos de los rboles. Al duende malvolo le gusta hacer ruidos inslitos que causan terror o espanto; se posesiona de las casas ajenas y las atormenta: tira piedras, verdaderas lluvias de piedra contra sus techos y paredes. Ensucia las comidas, quiebra los platos, bota o dobla las cucharas, persigue a las muchachas adolescentes, las pellizca, les toca las nalgas, las muerde, las empuja y las hace caer. A los nios les chupa la sangre mientras duermen, les pega y les hecha agua en la cara. Este tipo de duende es peligroso cuando est enamorado y no es correspondido, o cuando tiene rival. Si esto ocurre, le raja la ropa a su pretendiente, la asusta a medida noche, la chuza con alfileres, la hace caer de la cama y la golpea. Al contendor lo asusta cuando va de visita, presentndosele como un sapo enorme o una culebra gigantesca, a mitad del camino. Si la novia le brinda un fresco, se lo derrama en la camisa; si enciende un cigarrillo, le quema la boca; si trata de sentarse le quita el asiento para que se caiga y si est de pie le golpea las rodillas para tumbarlo. En fin, si nada de esto ocurre hace que la novia le lleve la contraria en todo hasta que se termine la relacin. En muchas regiones se cree que el duende es un alma que se fue de este mundo sin ser bautizada. Las brujas No hay que creer en brujas, pero que las hay las hay se dice popularmente. De ellas se afirma que son mujeres hechiceras que tienen pacto con el diablo y que acostumbran viajar emprendiendo vuelos por las noches, a travs de sus senos que convierten en alas, o simplemente viajan en palos de escobas y canastos, porque durante el da les est prohibido hacerlo. Para poder volar es menester que no coman sal, pues las que lo hacen corren el peligro de desplomarse de las alturas. Las brujas pueden aparecer bajo diferentes formas: una muy comn es la de transformarse en murcilago y chuparse la sangre de los recin nacidos; tambin, puede hacerlo en forma de gallina, gato o culebra. A las brujas les gusta posar en los techos de las casas y rer a carcajadas. Asustan tanto a jvenes como a viejos, pero tienen preferencia por los nios a quienes de noche besan, dejndoles en sus mejillas tiernas, el sello de su boca y el morado del efecto chupador. A stos no pocas veces se los llevan para el monte, de donde sus padres o familiares tienen que sacarlos. Para alejarlas de la casa se debe colocar una escoba detrs de la puerta principal de la casa. Para que no hagan dao, se acostumbra llevar una flor de ruda en los bolsillos o poner ajos debajo de las almohadas; tambin, se riega la cama con hojas de mostaza o granos de arroz mezclados con cebada. A los nios le colocan escapularios y medallas para alejarlos de su influencia. Para atraparlas, lo ms efectivo es regar sal en la casa. Algunos acostumbran mezclarla con pimienta; y se dice que cuando mueren les chilla un gato o un sapo en el estmago. El Diablo Es la mxima representacin del mal; toma los nombres de el Putas, el Demonio, el Mandingas, el Diantre, el ngel Malo, Lucifer, Belceb, Biruas, Cantua, Satans y el Espritu del Mal. En la mitologa universal el diablo est representado por un hombre negro, ordinario y feo, con cuernos, rabo y pezuas, que echa candela por los ojos, armado de un largo tridente, con colmillos sobresaliente y enmarcado por una carcajada medrosa, alimentada por las llamas que expide y el humo nauseabundo que lo envuelve. El diablo tienta tanto a hombres como a mujeres; tiene un alto poder sobre la naturaleza material para obrar y suele tomar formas para salirse con las suyas. As puede transformarse en perro, mula, bho, tigre, murcilago, gato, toro, gallina o pato; en fin, en lo que quiera para causar el mal. Solo un crucifijo, la expresin Ave Mara Pursima, el agua bendita, el escapulario con la imagen de la Virgen del Carmen, o el Santo Rosario lo pueden alejar. El Mohn de Icho

Se dice que en este casero vivan dos compadres brujos que, a primera oportunidad, trataron de competir en conocimientos. Uno se transformaba en gallina y otro en pavo; uno en tortuga y el otro en perro, y as sucesivamente. El escenario de sus alardes y demostraciones era el tramo de la carretera Quibd Tutunendo. Una vez uno de los compadres se encontr, a mitad del camino, una curiosa tortuga; la recogi y se la ech al hombro, pero a medida que avanzaba observaba que aquella creca en tamao y, obviamente, en peso, hasta que no pudo soportarla ms y la arroj al suelo. Cul no sera su sorpresa al verla transformada en su compadre rival, quien socarronamente atin a decirle: Gracias, compadre por cargarme; hoy tena pereza de caminar y desapareci misteriosamente para esperarlo en Tutunendo, muerto de risa. Al compadre no le gust el juego y jur vengarse de alguna manera. Fue as como otro da se fue de caza por las cercanas del Icho, cuando a pocos metros de distancia se encontr en frente a un tigre descomunal con apariencia humana. El animal se le plant en actitud de ataque y se lanz para devorarlo, pero el compadre se defendi con la misma habilidad del felino. Este es mi compadre, se dijo para sus adentros, y sin prdida de tiempo rez el credo al revs, oracin apropiada para hacerlo inofensivo y para que no recuperar su estado antropomorfo. Y as fue. El compadre se qued definitivamente transformado en tigre y se dedic a arrasar porquerizas y gallineros, devorar vacas y acabar con cuanto animal domstico encontraba a su paso. La Mohana (Muana) Es la hembra del Mohn. Se dice que es bastante parecida a la Madre de Agua, pero se diferencia de sta porque es ms agresiva. Persigue los nios hasta ahogarlos y comrselos, sobre todo, cuando nadando en la orilla del ro ensucian el agua. A los baistas y pescadores les voltea la canoa, los hunde y los devora cortndoles la cabeza de un solo tajo. No permite que le revuelvan la superficie del agua donde flota placidamente. La Mohana, como ya se advierte, es violenta y no tiene nada de juguetona ni embaucadora como el Mohn. No sabe de brujeras como ste, ni fuma tabaco, ni le gusta la sal; tampoco se transforma en tigre, oso o len, se presenta ofensiva, dando alaridos estrepitosos antes de atacar a su victima. Es una mujer amargada, vieja, esqueltica, de pelo erizado y muy largo; dientes afilados, uas encorvadas y puntiagudas en forma de garra; boca enorme y desproporcionada; cabeza cuadrada y ojos grandes y desencajados que chisporrotean a la distancia. El Indio de Agua Este mito est representado por un indio de cabellera larga y espesa que le cubre el rostro y le llega hasta los hombros. Tiene ojos grandes y desorbitados que parecen salrsele de sus hondas cuencas. Estos son de color rojizo e intenso brillo, que le sirven para alumbrarse en el fondo de los ros y las quebradas donde mora. Se dice que es el mejor custodio o guardin de los peces; en general, de la pequea fauna. Es por ello que cuando desde la profundidad avista un instrumento de pesca, emerge con rapidez inusitada y, de inmediato, se pronuncia enredando anzuelos, rompiendo o enmaraando atarrayas, chinchorros y copones; desarticulando trincheras y cortando el hilo de las tolas y boyas hasta lograr su objetivo, cual es liberar a los peces de las garras del pescador intruso, su enemigo nmero uno, al que ataca y ahoga sin misericordia cuando persiste en invadir sus dominios y arruinar las especies acuticas, que vigila con esmero. Para impedir la accin del pescador, no pocas veces hace crecer los ros y provoca inundaciones, sobre las que algunos lo han visto caminar, por arte de magia, con sus ojos escrutadores en actitud vigilante. La Madremonte Es considerada por los campesinos de casi todas las regiones del Choc como una especie de deidad tutelar de los montes y las selvas; se viste con chamizas, bejucos, hojas y ramas de rboles y se enraza en los pantanos. Es alta y corpulenta, con ojos desorbitados, de los que hace brotar chispas de candela. Tiene colmillos punzantes como los de sano, tatabro o tiburn. Siempre est cubierta de musgos y su cabellera la protege con un sombrero grande de hojarascas que le ocultan la cara. Quienes la conocen dicen que es mitad mujer y mitad monte y pantano. La Madremonte se encuentra en el nacimiento de los ros y quebradas, y cerca de las peas. Aparece en las zonas donde hay maraas y manigua, entre rboles copiosos. Su misin es cuidar los bosques, las selvas y en general, la naturaleza. Es por ello que ataca con ferocidad cuando hay vientos, tempestades e inundaciones que acaban con las cosechas y los sembrados. De igual manera, lanza gritos estridentes e infernales, precedidos de quejidos furiosos cuando los taladores de rboles y los cazadores invades sus predios. De ella se dice que atrae con facilidad a los leadores que buscan su sustento en las trochas y los caminos; pues, al escuchar sus chillidos ensordecedores, parece que una fuerza hipntica les ordenara seguir sus pasos entre los matorrales y la naturaleza, donde les hace extraviar su derrotero, das, semanas y meses. All los descuartiza y, finalmente, se los come, dejando como residuo solamente un rimero de huesos deformes. Cuando hay tempestades y los ros crecen arrastrando palos, troncos de rboles, ramas y hojas secas, regularmente se dice que ello es debido a que la Madremonte est haciendo limpieza. Tambin se dice que cuando el agua se enturbia o se ensucia, es porque la seora mitad mujer y mitad monte y pantano-, se est baando; por ello, es recomendable que esos das nadie beba agua del ri o nade en l, ya que su cuerpo putrefacto deja un olor pestilente que contagia produciendo culebrilla, carcter, buba, sarna o tabardillo. Para evitar la Madremonte, los campesinos le dejan tabaco en sus parajes, pues ella es buena fumadora o, sencillamente, llevan consigo pepas de calabalonga, medallas y escapularios benditos, y varas de cordoncillo. La Madremonte, tambin se comenta, defiende de encarecidamente a las doncellas de los violadores y persigue a morir a los vagabundos

y esposos concubinos, cuando stos salen de pesca o de paseo por los bosques, las fincas o las haciendas. A la Madremonte tambin se le llama Madreselva o Marimonda. La Llorona Segn la versin de los campesinos, la Llorona es una mujer soltera que tuvo un hijo y lo ahog en una quebrada para borrar su deshonra. Dios la castig condenndola a espiar su crimen en las quebradas del mundo donde lleva a su hijo entre sus esquelticos brazos. Tambin hace presencia en ros, riachuelos y orillas de los montes. Es una mujer flaca, con ojos brotados y el rostro macilento y cadavrico por el desgaste del llanto y del sufrimiento. Se dice que con sus gritos letales, angustiosos y conmovedores y con lgrimas amargas paga la deuda de su pecado mortal. No cesa de llorar, implorando compasin. La Viudita Es una mujer sesentona vestida como una viuda, ropa negra, falda hasta los tobillos y una especie de velo del mismo color que le cubre el rostro y parte del cuerpo. Camina rpidamente y hace mucho ruido con sus enaguas. Arroja fuego por las orbitas deformes de sus ojos llorosos. Se dice que solo se ve su sombra y que cuando visita la casa de un enfermo es anunciacin de muerte. Los familiares se resignan al presagio y no les queda ms que preparar al enfermo para el viaje al ms all. Quienes han visto de cerca de la viudita confiesan que es desdentada y tiene apariencia cadavrica. Cuentan que tambin tiene la misin de conducir a los borrachos que encuentra a su paso hacia el cementerio y dejarlos all muertos de miedo. El nima Sola Es un mito que tiene asiento en muchas regiones del occidente colombiano, entre ellas el Choc. Es importante recordar que noviembre es destinado a los difuntos y se acostumbra rezarles rosarios a la Virgen del Carmen para sacarlos de pena y ponerlos a descansar. En otros tiempos exista, en muchos pueblos de Colombia, la costumbre de ofrecer mandas a las Benditas nimas del Purgatorio, menos a una conocida como el nima Sola, condenada a quedarse all hasta el da del Juicio Final. Pero el campesino le tiene devocin: como ha purgado tanto tiempo de su castigo, considera que es un alma purificada que tiene el poder del milagro. Algunos aseguran que han sentido su compaa en momentos difciles de la vida y que han visto su luz protectora. A quienes han dudado de sus favores, dice la creencia, se les ha aparecido envuelta en las llamas de sufrimiento del purgatorio y han quedado desmayados y privados del habla por el susto, durante horas y das. El nima Sola tiene dos das especiales para su devocin: Viernes Santo, despus del primer canto del gallo, y el 2 de noviembre, da de las nimas o los difuntos. La Pata Sola La Pata Sola es un mito de las selvas, que se manifiesta como una figura con una sola pata que termina en una pezua grande de burro, caballo, puerco o chivo. Es una mujer vieja de cabello spero y enredado, ojos rojizos y brotados, desnuda, con un solo pecho, boca grande, nariz de gancho, brazos largos, labios gruesos y colmillos de tigre. Con una sola pata da saltos gigantescos y mortales, y avanza con rapidez sorprendente. La versin popular dice que la Patasola era una mujer bella, pero que por libertina le amputaron una pierna con un hacha y la arrojaron a una hoguera hecha con tusa de maz; por eso, no puede ver el hacha, la candela ni las mazorcas. Para resguardarse de la Patasola los cazadores llevan perros, pues ste es el nico animal que siente sus pasos y la avista a distancia. Es la madre de los animales del monte, encargada de borrar las huellas de los animales perseguidos por otros y para ello debe caminar al revs. A su nica pierna se unen los dos muslos. Se dice que es amiga de casi todos los animales montaraces, a los que defiende de otros animales y de los humanos, especialmente de los cazadores, caminantes y colonos. La Patasola se transforma en mujer hermosa, motiva y cautiva a los hombres, y se los lleva hasta la espesura de las montaas donde los abandona, unas veces sin ofenderlos; otras, triturndolos con sus puntiagudos colmillos. Tambin suelen transformarse en perro cazador, de orejas grandes, o en una vaca, segn las circunstancias. De ella se dice adems que se roba los nios para chuparles la sangre y despus abandonarlos en el monte. La Mula de Tres Patas Quienes se la han encontrado, dicen haberla visto en el Carmen del Atrato. La mula aparece despus de las doce de la noche, haciendo sonar fuertemente sus herraduras en los empedrados. Se asegura que es grande y pesada, que prefiere los senderos solitarios y oscuros para alumbrarse con sus ojos de candela y el fuego chisparoso de su boca. Si alguien la ve y quiere evitarla, lo recomendable es dejarla pasar, pues los curiosos que han querido seguirla hasta su destino nunca han llegado y han aparecido muertos en el camino, quemados con azufre. Parece ser que la Mula de Tres Patas es un alma en pena, cuya misin es recorrer los caminos empedrados o de herradura, sin ninguna pretensin.

La Nia de la Carta Es una nia completamente vestida de blanco, que aparece baada en lgrimas, sentada a la vera de los caminos, con el rostro oculto bajo un velo del mismo color del vestido, y una carta en la mano derecha. La carta lleva destinatario y direccin. La Nia, que a simple vista despierta compasin, suplica al primero que pase que le haga llegar esa carta a su destino, pues ella no es de la zona y no sabe leer ni escribir. Los caminantes que han odo hablar de la historia salen corriendo ante la solicitud lastimera de su portadora. Los ingenuos reciben la carta de la nia que, segn la historia, fue violada y asesinada el da de su primera comunin en una finca cercana, mientras sus padres celebraban con entusiasmo. Al entregarla, la nia instantneamente desaparece en el aire. Al emisario se le hielan las extremidades debido al miedo y cae al suelo sin conocimiento, derribado por el peso de la encomienda: pesa tres arrobas! El Ayudado Es un personaje misterioso que parece tener pacto con el diablo para salir invicto de las peleas. No le entra bala, ni machete, y desaparece de lugares claves, como por arte de magia, ante la mirada atnita de los presentes. De l se dice que se vuelve invisible cuando quiere, reduce su tamao corporal cuando se le antoja y puede desaparecer por la hendija ms pequea de una puerta o una habitacin. Para desorientar a quien lo persigue, se puede convertir en una silla, una mesa, un perro, un racimo de pltano, una gallina, un pato o una hormiga, segn la circunstancia o conveniencia. Quienes han tenido el infortunio de pelear con el Ayudado, obviamente sin saberlo, dicen que se enfrentaron a un hombre gil y diestro en tirar golpes con mano de plomo o de hierro, sin recibir ninguno a cambio. Si por accidente sufre un desliz y cae al suelo, se levanta como un resorte y salta de un lugar a otro con la velocidad de la luz. De sus ojos brotan chispas de candela y de su boca espumarajos de ira. Los Ayudados, segn los entendidos, pueden obtener o poseer todo lo que deseen, con tal de vender su alma al diablo. El dinero que consiguen, por ejemplo, lo duplican, triplican o cuadruplican cuantas veces quieran, a condiciones de que tienen que gastarlo el mismo da o si no se les convierte en piedra u hojas secas y el diablo les arranca el alma con un tridente.

COLEGIO SAN FRANCISCO IED. Un proyecto de mejoramiento en la calidad de vida para la comunidad de Cuidad Bolvar.
PROCESO COMUNICATIVO ASIGNATURA:LENGUA CASTELLANA GRADO: OCTAVO LITERATURA ABORIGEN COLOMBIANA

REGIN PACFICA -(Tomado de Embrujos del Pacfico, Flover G. Gonzalez, 1992) LA VIUDA
Es un espanto en forma de mujer que camina en las noches vestida de negro y se les aparece generalmente a los hombre mujeriegos adoptando la forma de sus esposas; los hechiza y se los lleva, y cuando estos despiertan estn en el cementerio abrazando una bveda. DE RUMBA CON LA MUERTE Epifanio era una hombre donjuanesco y gozn que viva de baile en baile y todas las chicas queran enamorar. Vesta bien y nada en el mundo le importaba que no fuera las parrandas y el trago. Tena xito con las mujeres, que miraban en l al clsico chicanero, el porteo parlanchn; soltero, buen mozo y con aires de grandeza. En su poca bastaba andar con buenos trajes, ser bien parado y fiestero, para creerse ms que los dems y as lo aceptaban ingenuamente las jvenes; tan slo para verlo bailar, al son de un currulao y sentirse enamoradas, las chicas lo invitaban a sus fiestas.Sin embargo viva en un sector tugurial de Buenaventura, donde el olor a pescado y maderos podridos era la fragancia diaria y su casa pareca venirse abajo cuando el viento llegaba del mar. Una vez se alisto para asistir a sus sabatinas reuniones, donde ms de una conquista levantaba. Se puso su mejor traje, camisa playera ancha y pantaln blanco, y con aires de artista mejicano de los aos 50, sali por entre las calles de piedra y barro, salvando charcos de agua, acompaado desde lo alto por una cuarto de luna que le sonrea. Por el camino una bella dama, vestida de blanco y morena como el cedro, como recin bajada del olimpo, sali a su encuentro. El como buen conquistador ms de una piropo dej salir de sus morenos labios. Ella no se hizo rogar y con su caminar al vaivn de las olas marinas, cuando azotan suavemente en la playa, se dej coger del brazo de Epifanio, quien con delicadeza y palabras romnticas, la guiaba por las oscuras calles. La dama le dijo que iba al mismo baile y ambos llegaron al sitio de reunin. El no tuvo ojos para nadie que no fuera para su casual compaera. Inspirado esa noche bail como nunca, por eso crey que era el mejor; como siempre, pensaba. Todos lo miraban sorprendidos y con sonrisas, lo vean bailar; lo creyeron loco, pero nada le dijeron. Pens l que era por admiracin, por su nueva venus que al comps de la msica, le segua sus piruetas e inventados pasos. A la media noche, sali de la rumba. No iba slo haba convencido a su morena de perfectas curvilneas, para terminar la fiesta en otra parte y ella muy enamorada le dijo que lo hicieran en su casa. Se perdieron en las tinieblas. El galn porteo abrazado a su chica lleg a una pequea vivienda en cuyo interior haba una cama con sbanas, cobijas y almohadas blancas como la nieve, ubicada en el centro de la sala. Fue una locura, una madrugada de placer donde le amor le lleg a todas las clulas de su cuerpo y pens que el mundo haba sido bueno con l. Fue tanto amor desbordante que no supo a qu horas se qued dormido. Cuando despert y sin abrir los ojos trat de encontrar con sus manos a la apasionada dama; luego sus ojos se abrieron y vieron nubes pasar y a su alrededor no haba sala, ni cama, ni casa. Aterrado y con ojos desorbitados, por la sorpresa, se encontr encima de una losa fra y blanca y a sus espaldas, una cruz.

EL RIVIEL
Es un espanto caracterizado como una hombre pequeo que se transforma al tocar el agua en una luz. Convertido en luz viaja en alta mar dentro de una mochita (canoa pequea) llevando consigo una atarraya; desde donde persigue las embarcaciones pequeas para hundirlas o confundindolas con la luz hasta hacerles cambiar el rumbo y perderlos en el mar. EL HOMBRE QUE PESC AL RIVIEL La canoa del pescador se mova al vaivn musical de las olas. Se encontraba cerca de la bocana del ro Tapaje, en el litoral nariense. Era una noche fra con fuertes brisas. El veterano lobo de mar, de nombre Juan, tena la costumbre de salir, al caer la tarde, en busca del cotidiano pan para sostener a su mujer y a sus dos pequeos hijos, con quienes viva en medio del manglar, donde haba levantado una ramada como casa y en ella protega su hogar. Vestido con pantaln y camisa rado, sostena en sus manos, marchitadas por el tiempo, los anzuelos en los que tena puestas todas sus esperanzas. Mira hombe, pesca de da y no de noche, ponete serio, le deca a menudo su esposa, quien se quedaba calentando agua en una vieja olla, acompaada de los rostros tristes y taciturnos de sus vstagos. El nunca haca caso, siempre escoga la noche para pescar y fueron muchas veces que regres con el potrillo vaco. Pobremente viva y sus hijos apenas tenan algo con que cubrir sus frgiles cuerpecitos. Solitario, sentado en su embarcacin, movida por una pequea y remendada vela blanca, fumaba una cachimba, cantaba a las estrellas viejas canciones de sus ancestros africanos; eran tanto los aos que haba pasado encima del mar, que ya hasta se saba de memoria las figuras geomtricas que se formaban en las noches estrelladas del inmenso cielo. Saba tantas leyendas de marinos y fantasmas, que era el nico entretenimiento que llevaba a sus hijos cuando llegaba sin una peje, como le llaman al pescado los campesinos del litoral. Los aos cada vez lo traicionaba. Estaba cabeceando por el sueo, cuando alz el rostro y observ una intensa luz que navegaba haca l. Ve que raro, murmur, pues tantos aos de pescador nunca haba visto cosa semejante. Era diferente a las luces de cualquier otro pescador que suelen llevar consigo sus lmparas de querosn para alumbrarse y por lo general son permanentemente sus llamas zarandeadas por el viento, que amenaza con apagarlas; pero sta permaneca inclume. La suya, por ejemplo, estaba que se apagaba, y cmo, pens, que sta mantenga firme sus llamas como si

estuviesen cubiertas por algn cristal. Eso est muy raro, se insista para s, con ojos bien abiertos. Pero lo ms sorprendente es que no se observaba ningn potrillo o canoa, ni l figura de algn pescador; solo la mecha llameante de una lmpara caminando sobre las olas, empujada por una fuerza invisible. Se irgui sobre sus flacas piernas, parndose en la embarcacin y cogi la atarraya. Sea lo que sea, lo voy a atarrayar, ningn diablo guevn me va a asustar, se dijo, al tiempo que record la vieja leyenda del Riviel, aquel personaje mtico-religioso que ronda por las costas molestando a los navegantes, dejando ver la luz de sus piernas, pero que nunca nadie ha visto en persona. Tambin se deca que el que lograba pescarlo se converta en una hombre rico, pues la pequea embarcacin del Riviel era de oro. La luz se acercaba rpido, directo hacia l y cuando menos pens la tuvo tan cerca que lo encegueci, pero sin pensarlo siquiera y ms por instinto arroj con fuerza su atarraya. Su instrumento de pesca se fue al fondo con su carnada, la sinti pesada y poco a poco la fue alzando del fondo, hasta que en medio de las piolas del red vio algo que lo dej mudo: Un hueso fmur estaba dentro. Cristo, ste es el Riviel?, se pregunt aterrado. Regres a casa tan aprisa como pudo, con su presa a bordo, seguro de haber pescado una leyenda. El hueso, seguramente, pens es parte del esqueleto de la esotrica visin. Lo enterr con todas las ceremonias religiosas de que tena conocimiento, al frente de su casa y sobre la tumba coloc una cruz con la leyenda aqu yace el Riviel. Desde entonces, el hombre se convirti en el mayor y ms rico pescador de los contornos pero no volvi a hacerlo de noche.

LA TUNDA
Las tinieblas y el silencio ambientaban el mbito. No se escuchaba el movimiento de las hojas de palmeras, que por costumbre y caprichosamente zarandeaba el viento. El adolescente despierto y atento, solo y pensativo, recordaba las noches felices que junto a su madre y hermanos haban pasado en das anteriores. Graciosamente, a pesar de las tinieblas, agudizaba su visin, empecinado en descubrir un haz de luz entre las rendijas de las paredes de madera. De pronto fue sorprendido por el toc-toc de la puerta que daba a la calle; gilmente se levant de la cama pensando que su soledad tena compaa y que pronto encontrara respuestas a sus interrogantes. Frente a la puesta, ante de abrirla, atina a preguntar: quin es? Y una voz femenina, la de su madre, le alboroz el corazn. Tan pronto tuvo a la autora de sus das frente a l le inquiri por las razones de su imprevista llegada. Vengo a llevar el dinero del reinado, fue la escueta repuesta, mientras juntos caminaban a la alcoba materna. Entre suspenso y alegre, el buen mozo interrogaba sobre los aspectos concernientes al acto de coronacin en la que su hermana participaba con bastante apoyo popular, frente a dos hermosas opositoras, confiado en que ella ganara el cetro. No vencera las ms bellas, pero si las que mayor recaudo hubiera logrado para el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de su pueblo. Es una gran obra, cmo estamos?, ganaremos?, insista el muchacho obteniendo apenas contestacin de su amada madre, quin responda con monoslabos, entre seria y cordial. Lentamente y sin deseos de hablar mucho, la madre sac del armario la cartera que contena el dinero, producto de muchos bailes y serenatas. Ms tarde vuelvo, fueron las ltimas palabras al hijo que le acompa hasta la puerta y que cerraba en la medida en que su vieja sala haca la noche profunda. No haba pasado un segundo de haber cerrado la puerta, cuando intrigado por algo la abri y vaya! Su mam haba desaparecido, fenmeno que le pareci extrao, porque por muy rpido que hubiera caminado no habra tenido tiempo de voltear en la esquina. Este hecho lo dej pensativo qued con la lmpara de querosn, que sostena entre sus manos, pues en ese recndito pueblo del litoral, no haba luz elctrica, salvo en poqusimas casas de ricos. Record que ella, que haca pocos segundos haba estado all estaba vestida con la ropa de trabajo. Sinti pena que en todo un acto de coronacin la madre de una de las reinas no haya asistido bien trajeada, se deca mentalmente. Para el colmo se vino sola, segua pensando el joven. Rpidamente, se visti y sali a las calles de aspecto fantasmagrico. Por el conocimiento que tena de ellas pudo orientarse; el pequeo pueblo costero estaba vaco y ni siquiera un perro vagabundo ladraba. All a la escuela, utilizada como coliseo, lleg; haba mucha gente que gritaba y bailaba. Era el nico lugar del pueblo donde la alegra era desbordante. Un peso, dos pesos, cinco pesos, ofreca cada quien por la candidata de su preferencia, al tiempo que acudan a las urnas a depositar el dinero, haciendo fuerza para que su favorita ganara. Entre el tumulto, pudo llegar hasta su madre, observando algo de tristeza en sus ojos como en los de su hermana reina y dems hermanos. Parece que estamos perdiendo, los ricos del pueblo dan ms plata por las otras; no me gusta esta vaina, maldita suerte, pens. Con semblanza de enojo, la vieja, que sorprendentemente si esta elegantemente vestida, al ver al hijo lo increp: qu haces vos aqu?, te dije que te quedaras cuidando la casa? Vine mam a preguntarle si usted estuvo en la casa, hace poco?, respondi el muchacho y ella, intrigada, mirndolo de pies a cabeza, contest: Noo ...! muchacho, cmo se te ocurre. Eran las doce de la noche y su madre haba salido al coliseo desde las seis de la tarde. Dicen que fue La Tunda que le hizo tan mala jugada. Cuentan los viejos que este personaje mtico es una mujer que se le aparece a los nios y an a los adultos tomando la forma de la mam, de una mujer bonita o de un pariente cercano, que los llama por su nombre y paso a paso se los lleva al monte. All los entunda o los pierde del camino y la comida que les da son camarones crudos que los cocina con pedos. Para desentundarlos tiene que ir el padrino y los padres con oraciones y conjuros, con bombos y platillos, para que los devuelva. Este esotrico personaje tiene un pie humano y otro en forma de molinillo, el cual hbilmente esconde cuando se enfrenta a alguien. La nica manera de reconocerla es descubriendo hbilmente su pata de molinillo que no ha podido transformar a travs de los siglos. Segn la tradicin litoralea, la Tunda es el fruto del amancebamiento del diablo con una bella negra que enamor e una noche de currulao.

COLEGIO SAN FRANCISCO IED. Un proyecto de mejoramiento en la calidad de vida para la comunidad de Cuidad Bolvar.
PROCESO COMUNICATIVO ASIGNATURA:LENGUA CASTELLANA GRADO: OCTAVO LITERATURA ABORIGEN COLOMBIANA

REGIN

CARIBE - (Tomado de Mitos y Leyendas Colombianos, Fabio Silva V., 1999)


NAMAKU, EL HOMBRE TIGRE - Mito kogui

Namaku era un hombre muy temido entre los indios Kogui. Cuando bajaba de la sierra al poblado, los hombres deban esconder a sus mujeres, porque Namaku las robaba. Un da, exasperados por el abuso, le pidieron al sabio, que ellos llamaban Mama, que hiciera algo para solucionar ese problema. El Mama se encerr en su cabaa y or toda la noche. Muy de maana, cont que ya tena la solucin y que cuando regresara Namaku, podran ver lo que hara. Esa tarde, corri el rumor de que Namaku bajaba furioso, porque haba escuchado que lo estaban rezando. Los hombres escondieron a sus mujeres como siempre lo hacan y esperaron ansiosos su llegada. A lo lejos vean a Namaku descender de la sierra, pero cuando fue a entrar al poblado, misteriosamente se convirti en tigre. Los indios al verlo corrieron a cazarlo, pues su piel era muy buena para calentar en las fras noches; pero cuando el tigre comenz a trepar por la fra sierra, otra vez apareci Namaku; entonces, los hombres corrieron asustados hacia el pueblo y cuando entraron en l, Namaku se convirti de nuevo en tigre. Los hombres comprendieron que el Mama haba eliminado el peligro del raptor de mujeres, pero que ahora deberan cuidarse del tigre y ste, a su vez, de los cazadores.

LA MOJANA
Esta leyenda tiene su origen en la Cartagena de la Colonia. All viva una mujer de la nobleza con su esposo y su hermoso hijo, en una casa muy grande en la plaza central de Cartagena. La mujer no atenda a su marido por dedicar todo el tiempo a su hijo, al que adoraba. Un da, el marido, al verse rechazado, no aguant ms y mat a su hermosa esposa. Cuando la mujer grit, el nio, que estaba sentado en un pozo, perdi el equilibrio y se perdi en la profundidad. Desde ese da en la mayora de las casas coloniales que an conservan un pozo, aparece la figura de la mujer con una peineta de hueso en la mano, que resplandece al pasarla por sus dorados cabellos. Los nios al verla, quedan como hipnotizados y caminan hacia ella, que al descubrir que no se trata de su hijo, los arroja al pozo.

EL HOMBRE CAIMN
Esta famosa historia tiene sus orgenes en Plato, pueblo del departamento del Magdalena. Sul Montenegro, un hombe muy enamoradizo, buscaba siempre la oportunidad de ver a las mujeres cuando se baaban en el ro Magdalena. Lleg a tanto, que un da march a la Guajira, en busca de un brujo, que finalmente le entreg dos pcimas mgicas.De regreso a Plato, Sal invit a uno de sus amigos para probar las pcimas. Una era un lquido que lo converta en caimn y la otra, lo volvera a la normalidad. Sal se meti al agua y su amigo le roci el lquido de la primera botella; Sal se sumergi y al pco rato sali convertido en caimn; su amigo, espantado, dej caer la segunda botella, con tan mala suerte, que el lquido se derram y slo uns pocas gotas cayeron en la cabeza del caimn y el resto se perdi en el agua. Desde ese das, Sal tiene la cabeza de hombre y el cuerpo de caimn.

KERALIA
Sale a media noche en las partes donde no haya vegetacin, como las orillas del mar y las salinas. Se transforma en persona al enamorarse y visita a la joven que le haya encantado. Esta queda embarazada, gracias al poder de la mirada de Keralia. Al dar a luz la joven muere, teniendo en su vientre culebras, sapos y toda clase de animales. De noche sale como si fuese la luz de un reflector. Si se encuentra con un hombre lo hace vomitar sangre y muere de inmediato.

EL ANIMERO
Se cuenta que en noviembre, por las noches sala un hombre vestido de nazareno, con una hoja en cruz en una mano y una lmpara de gas en la otra. Sala todas las noches por todas las calles a rogar y a pedir por las nimas del purgatorio. En cada esquina, el Animero se arrodillaba y all haca su plegaria. Era seguido por dos largas filas de nimas en pena que salan para poder descansar y purgar el pecado cometido, si alguna persona los escuchaba tena que levantarse y rezar 10 Padres Nuestro

LA LEYENDA DE FRANCISCO "EL HOMBRE"


Narra la leyenda que una noche al regresar Francisco despus de una parranda de varios das y al ir hacia su pueblo, para distraerse en la soledad de la noche, abri el acorden y, sobre su burro, como era usual en aquella poca, empez a interpretar sus melodas; de pronto, al terminar una pieza, surgi de inmediato el repertorio de otro acordeonero, que desafiante trataba de superarlo; de inmediato Francisco march hacia l hasta tenerlo a la vista; su competidor, para sorpresa, era Satans, quien al instante se sent sobre las races de un rbol, abri su acorden, y con las notas que le brotaban hizo apagar la luna y todas las estrellas. El mundo se sumergi en una oscuridad tal, que slo los ojos de Satans resplandecan como tizones. Sus notas eran las de un gran maestro; algunos dicen que de ese encuentro naci el canto del Amor-Amor, pues Francisco, dueo de grandes virtudes y posedo de mucha fe, lejos de acobardarse con la abrasadora oscuridad, abri su acorden e hizo sonar tan hermosa meloda y la magia de la misma devolvi la luz a la luna y a las estrellas, infligiendo mucho temor del demonio. Despus clam a Dios y enton el Credo al revs con la potencia de su voz, de tal suerte que el demonio, vencido, exhal un terrible alarido y con su acorden a rastras huy hacia las montaas donde se perdi para siempre.

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REGIN

AMAZNICA- - (Tomado de Mitos y Leyendas Colombianos, Fabio Silva V., 1999)


YRAPURU

Cuando lleg la bonanza de caucho a toda la selva amaznica, gentes de todas partes de Colombia buscaron un lugar para vivir y colonizar tierras. Entre las familias que arribaron, lleg una que se acomod ne las mrgenes del ro Amazonas. Tenan un hijo que, aunque pasaba el tiempo no creca. Rpidamente fue reconocido por todos los indgenas de la regin con el nombre de Yrapuru. Un da la familia tuvo que volver a la cuidad, pero el espritu de Yrapuru permaneci entre los indgenas y colonos, convertido en duende. El duende Yrapuru era una de las pocas diversiones que tenan los habitantes de esta regin, porque la mayor parte del tiempo vivan aterrorizados por Boiuna, una gran serpiente que destrua las piraguas, destechaba las malocas, espantaba a los animales y acababa con todo lo que se le cruzaba en su camino. Una maana, en la que los nios jugaban y rean al ritmo de la armoniosa voz de Yrapuru, el ruido de un extrao silbido se hizo presente en el lugar. Los animales, que acostumbraban a or atentos las melodas del duendecillo, salieron despavoridos buscando un lugar en dnde refugiarse; las mujeres cogieron a sus hijos y los metieron a sus ranchos; los hombres se armaron de machetes y palos y esperaron impacientes. El nico que no se movi del lugar fue Yrapuru. Al or las canciones del duende, la gigantesca serpiente se detuvo y comenz a hacer un ruido superior al duende. Encolerizada Boiuna porque Yrapuru iba aumentando tambin el tono de su canto, se convirti en un guila feroz, vol muy alto, mir hacia donde estaba su enemigo y se le arroj en picada, estrellndose aparatosamente contra el suelo, donde qued enterrada, pues no saba que Yrapuru era slo un duendecillo. Los habitantes del poblado, que estaban viendo el enfrentamiento, rieron al ver el guila clavada en el suelo. Esto puso ms bravo a Boiuna, que se convirti en armadillo y sali por otro lado, esperando sorprender a Yrapuru. El duende dio un salto y cay sobre el pesado caparazn del armadillo que de tanto dar vueltas por librarse de su jinete, cay al suelo mareado. Furioso, Boiuna se convirti en todo lo que pudo, hasta en las figuras ms monstruosas, pero como ya nadie se asustaba y el duendecillo rea a carcajadas, volva siempre a su figura normal, de gran culebra. - Ya no nos asustas Boiuna, no tienes nada qu hacer en estas tierras! Es mejor que te marches a otro lugar en donde no te conozcan - le gritaban Yrapuru, movindose de un rbol a otro. La gran serpiente, al verse perdida, se meti lentamente al agua. Los animales y los hombres, al ver el triunfo del duendecillo, corrieron a la orilla del ro gritando: - Adis, adis Boiuna, ya no nos asustas, el duendecillo te ha vencido, adis!

EL ORIGEN DE LAS LLUVIAS


Mito Witoto Los hombres, cansados del sol, no saban qu hacer para que cayera agua sobre sus chagras. Un da, Bigidima se encontraba recogiendo agua para regar su sembrado de yuca y chontaduro cuando, de pronto, salt un gran pez de las profundidades del ro, que lo asust mucho. Enfurecido, Bigidima sac su lanza y la arroj con toda su fuerza, pero la punta de la lanza slo alcanz el fuerte cuello del animal. Inmediatamente, el pez sopl con tal fuerza que el agua que tom sali por la herida y cay en forma de lluvia. Desde entonces se sabe que siempre que hay lluvias, el delfn del ro est soplando por el orificio que le hizo la lanza del airado Bigidima.

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