El Padrenuestro y El Reino de Dios
El Padrenuestro y El Reino de Dios
El Padrenuestro y El Reino de Dios
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El Padrenuestro y el Reino de Dios
Gonzalo Chamorro M.
Introduccin
El presente artculo es una investigacin exegtica y teolgica de la oracin hecha por Jess en
Mateo 6:9-13 que comnmente ha sido llamada Padrenuestro. La investigacin colocar especial
nfasis en la temtica del concepto de Reino y en extraer implicaciones de dicha oracin para el
quehacer teolgico latinoamericano. (Siguiendo una tradicin antigua, emplearemos aqu tambin la
designacin latina de Pater Noster).
El Pater Noster en la historia eclesistica
Interpretacin patrstica del Pater Noster
La oracin del Seor conocida como el Padrenuestro ha sido objeto de reiterados comentarios y
estudios a lo largo de toda la historia eclesistica. Desde finales del siglo II, una rica y polcroma
exgesis del Padrenuestro lo convierte en el texto bblico ms frecuentemente estudiado. Su primer
comentarista Tertuliano expres que el Padrenuestro no era un tratado teolgico ni una exposicin
homiltica, sino una amplia catequesis catecumenal.
1
Por otro lado, al telogo alejandrino
Orgenes se le debe el primer comentario exegticamente cientfico y teolgico del Padrenuestro.
2
Tambin Cipriano, analizando la oracin en cuestin, expres que:
Ante todo, el Maestro de la paz y de la unidad no quiso que la oracin se hiciera
individual y privadamente, de modo que cuando uno ore, ore solamente por s. No decimos
Padre mo, que estas en los cielos, ni: dame hoy mi pan, ni pide cada uno que sea
perdonado o que l slo no caiga en la tentacin y sea librado del mal. Nuestra oracin es
pblica y comunitaria; y cuando oramos, no pedimos por uno solo, sino por todo el pueblo,
porque todo el pueblo somos uno.
3
Para los estudiosos de la Patrstica, el mximo expositor del Pater Noster fue Agustn de Hipona,
quien lo coment siete veces a lo largo de toda su vida.
4
All conjug el anlisis exegtico y la
reflexin teolgica con una exhortativa exposicin catequtica y una clida intuicin mstica.
1
Santos Sabugal, Abba La oracin del Seor, Historia y Exgesis, Madrid, Biblioteca de Autores
Cristianos, 1985, p. 83. Desde el insigne apologeta Tertuliano, quien coment la oracin catequticamente en
su tratado Sobre la oracin, a finales del siglo II [ca. 198-200], hasta su exposicin exegtico-teolgica por
Pedro de Laodicea (siglo VII), no menos de veinte escritores eclesisticos y Padres de la Iglesia abordaron su
comentario en exposiciones catequticas y homilticas, as como en tratados teolgicos y comentarios
exegticos, unnimes todos ellos en subrayar su encumbrada talla teolgica y su trascendental importancia
para la piedad cristiana. Santos Sabugal, Abba La oracin del Seor, Historia y Exgesis, 3. Cp. Santos
Sabugal, El Padrenuestro en la interpretacin catequtica antigua y moderna, Salamanca, 1982.
2
Santos Sabugal, Abba La oracin del Seor, Historia y Exgesis, p. 86. Este comentario lo realiz en el
contexto de su magnfico tratado sobre la oracin, obra escrita en respuesta a dificultades sobre la esencia y
necesidad de la oracin planteada por dos cristianos amigos suyos. Peri Euchs, Origenes Werke II (GCS)
297-403, en Santos Sabugal, Abba La oracin del Seor, p. 86.
3
Cipriano, La unidad de la Iglesia; El Padrenuestro; A Donato, Trad. Joaqun Pascual Torr, Madrid,
Editorial Ciudad Nueva, 2001, p. 81.
4
Efectivamente, Agustn abord siete veces la explicacin del Pater Noster: Los hizo en cuatro Homilas
catequticas [Serm. 56-59] para los componentes [a. 410-412] de su iglesia, pronunciada cada una de ellas
el da de la Traditio Orationis Dominicae [5
to
Domingo de Cuaresma], a raz de una explicacin del texto
Cuadernos de Teologa, v. XXIX, 2010.
2
Interpretacin medieval-renacentista del Pater Noster
En cuanto a la interpretacin medieval y renacentista, la exgesis y la teologa de este periodo
prolongaron en muchos aspectos la interpretacin patrstica agustiniana principalmente- del
Padrenuestro, explicndolo reiteradamente tanto en el contexto de comentarios a los evangelios de
Mateo y Lucas como en tratados teolgicos y en amplias exposiciones de ndole homiltica y
catequtica. En estas investigaciones se subray la importancia del Pater Noster como la oracin de
carcter ms espiritual, siendo la sntesis de qu y cmo se debe orar. En este periodo tambin se
comienza a dilucidar el problema literario planteado por la diversidad de las dos redacciones
evanglicas, aunque no se recibi ninguna solucin homognea.
5
Interpretacin moderna del Pater Noster
En la interpretacin moderna del Pater Noster la clebre designacin tertuliana del Padrenuestro
como Breviarum totuis evangelii encontr resonante eco en la exgesis moderna, unnimes en
reconocer la importancia de la oracin del Seor, que es su sustancial compendio, as como el
ncleo del mismo y, a la vez, la clave de su predicacin y el eje de su pensamiento, por expresarse
en aquella oracin todos los temas centrales de aquel mensaje. Esta oracin enseada por Jess a
sus discpulos constituy en la exgesis moderna la oracin por excelencia, as como la plegaria
paradigmtica de la iglesia.
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La crtica textual de este periodo se ocup de asegurar el texto de las dos redacciones evanglicas.
La crtica literaria abord reiteradamente el problema planteado por la divergencia entre una fuente
y otra. En este periodo subsisti el problema sobre el origen y la antigedad de los textos de Mateo
y Lucas. Dependen ambas redacciones de una fuente literaria (postulada como la Fuente de los
Dichos)? As lo afirmaron varios autores. Con ello quedaba planteado entonces el grado de
fidelidad de Mt y de Lc. En cuanto a la crtica histrica, se investig sobre el origen de la Oracin
del Seor, llegando a la conclusin de que el Padrenuestro no fue una creacin literaria de la
tradicin pospascual.
7
En este periodo, se intent interpretar la Oracin del Seor a la luz de su trasfondo
veterotestamentario y judaico, mostrando sus afinidades con las oraciones del judasmo.
8
mateano [Mt. 6:9-13], con el fin de introducirles en los secretos de esa oracin, que tras haberla aprendido de
memoria, ocho das despus [6
to
Domingo de Cuaresma] tenan que recitar pblicamente [Redditio
Orationis Dominicae], para, tras su regeneracin bautismal, rezarla por primera vez con los fieles durante la
Eucarista de la Santsima Vigilia Pascual. Por lo dems, Agustn haba explicado ya el Padrenuestro en el
contexto de su Comentario del Sermn de la Montaa [ca. 393-394], reanudando su exposicin en ese
magnfico tratado sobre la oracin cristiana que es su Epstola a Proba [ca. 411-412], para comentarlo
nuevamente, hacia el ocaso de su vida, en el magnfico tratado de madurez teolgica que, en controversia anti
pelagiana, escribi Sobre el don de la perseverancia [ca. 428-429]. Agustn, De Oratione Dominica ad
competentes, serm. 56-59, PL 38, 377-402; Trad. esp: Obras de San Agustn, VII, Madrid, 1950; San Agustn,
De Sermone Domini in monte II 4,15-9,35, CChr XXXV 104-26; ambos textos en Santos Sabugal, Abba
La oracin del Seor, Historia y Exgesis: 97.
San Agustn es el que ha distinguido en el Pater Noster una introduccin o Captatio benevolentiae
(Benevolentia concilianda, benevolentoa conciliari), como l la llama en su obra De sermone Domini in
monte. Cf. Manuel de Tuya, Mateo, Biblia Comentada, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1964, p.
133.
5
Santos Sabugal, Abba La oracin del Seor, Historia y Exgesis, p. 117.
6
Ibd., p. 125.
7
G. Friedlander, The Jewish Sources of the Sermon of the Mount, Londres, 1932, p. 132.
8
Manuel de Tuya, Mateo, Biblia Comentada, p. 138.
Cuadernos de Teologa, v. XXIX, 2010.
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Estructura literaria del Pater Noster
La oracin del Seor ha sido transmitida por medio de tres variantes: la versin lucana, que consta
de slo cinco peticiones [Lc 11:2-4]; y dos versiones amplias estrechamente afines entre s de
Mateo y la Didaj [Mt 6:9-13 y la Didaj 8:2-3].
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A continuacin, se presenta una comparacin de
la redaccin literaria del Pater Noster segn las tres variantes mencionadas anteriormente.
Didaj 8:2 Mateo 6:9-13 Lucas 11:2-4
Padre nuestro que ests en
el cielo;
Padre nuestro que ests en
los cielos;
Padre:
Santificado sea tu nombre; Santificado sea tu nombre; Santificado sea tu nombre;
Venga tu reinado; Venga tu reinado Venga tu reinado;
Hgase tu voluntad como
en el cielo tambin sobre la
tierra;
Hgase tu voluntad como
en el cielo tambin sobre la
tierra;
El pan nuestro cotidiano
dnoslo hoy;
El pan nuestro cotidiano
dnoslo hoy;
El pan nuestro cotidiano
dnoslo hoy;
Y perdnanos nuestra
deuda como tambin
nosotros perdonamos a
nuestros deudores;
Y perdnanos nuestras
deudas, como tambin
nosotros hemos perdonado
a nuestros deudores.
Y perdnanos nuestros
pecados, pues tambin
nosotros mismos
perdonamos a todo deudor
nuestro;
Y haz que no entremos en
la tentacin, sino lbranos
del mal.
Y haz que no entremos en
la tentacin, sino lbranos
del maligno.
Y haz que no entremos en
la tentacin.
Porque tuyo es el poder y la
gloria por los siglos.
La forma textual de la Didaj es ms extensa que las otras dos redacciones evanglicas. Sin
embargo, se asemeja cuantitativa y cualitativamente a la respectiva de Mateo, excedindola en la
doxologa final. La forma textual de Lucas es la ms corta. A la brevedad de la invocacin inicial se
suma la ausencia de la tercera splica as como la de la ltima parte de la sexta peticin,
9
Ulrich Luz, El Evangelio segn San Mateo, Salamanca, Ediciones Sgueme, 1993, p. 465. D. A. Carson dice
que: El Padrenuestro, como se le llama comnmente, no es en s la oracin de Jess (Jn. 17 s lo es), sino el
modelo que entreg a sus discpulos. Mucha de la literatura se ha enfocado en el complejo de la relacin entre
Mt 6:9-13 y Lucas 11:2-4. Las versiones ms recientes, como la NVI, revelan las muchas diferencias. La
RVR no muestra tan claramente las diferencias porque preserva las numerosas asimilaciones de Mateo en los
ltimos manuscritos [mss.] de Lucas, D. A. Carson, Comentario bblico del Expositor, Mateo, trad. Ricardo
Acosta, Miami, Editorial Vida, 2004, p. 188. Manuel de Tuya dice: La oracin del Pater Noster se encuentra
en este puesto que le consigna Mateo. Sin embargo, no quiere decirse que esta oracin, por estar citada en este
momento del sermn de la Montaa, est localizada en su propio contexto histrico. Al contrario, todo hace
suponer que no sea ste su propio lugar sino que est aqu agrupada por Mateo conforme a su procedimiento
usual, en un contexto solamente lgico, Manuel de Tuya, Mateo, Biblia Comentada, p. 138.
Cuadernos de Teologa, v. XXIX, 2010.
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divergiendo asimismo respecto de las otras dos en algunos vocablos.
10
Varias teoras intentan
explicar estas diferencias.
11
Ahora bien, para Ulrich Luz:
Lo ms sencillo es dividir el Padrenuestro de Mateo en dos partes principales: las tres
peticiones en segunda persona del singular (v. 9c-10) y las tres peticiones en primera
persona del plural, algo ms extensas (v. 11-13). Las tres peticiones en segunda persona
del singular comienzan con un imperativo aoristo en tercera persona y muestran an en
griego huellas de una rima final (3x ceu). Las peticiones en primera persona de plural se
caracterizan por el pronombre personal correspondiente (7x). Todas ellas tienen dos
partes, a diferencia de las peticiones en segunda persona del singular, donde solo la
ltima es bimembre. Desde v. 11 cambia la estructura de la frase; despus del final
armonioso del v. 10c, la peticin de pan aparece como una novedad. Sobre toda la
oracin planea la invocacin, que en la versin mateana es tan extensa como las dos
primeras peticiones en segunda persona de singular y posee, por tanto, un gran peso.
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En sntesis, en cuanto a la pregunta acerca de la relacin entre Mateo y Lucas se debe decir que no
se tiene mucha evidencia. Es imposible averiguar cul forma era ms original. Las enseanzas de
Jess fueron repetidas varias veces. No se debe pensar que los dos encontraron la oracin en la
Fuente de los Dichos y que Mateo la cambi ms que Lucas. Esa fuente no era un documento nico
10
Santos Sabugal, Abba La oracin del Seor, p. 139.
11
En cuanto a las teoras literarias de la composicin de Mateo, Carson dice que:
[1] Algunos sostenan que el estilo de Mateo es el original, y Lucas es una versin simplificada. Este parecer
ya no es popular, debido a lo difcil de creer que Lucas, a quien le interesaba mucho la vida de oracin de
Jess omitiera palabras y clusulas.
[2] Otros han sostenido que el relato de Lucas es original y que Mateo le hizo aadiduras segn su propia
teologa y hbito lingstico (Jeremias, Prayer). Algunas razones de esta teora se deben a que: (a) Todo el
contenido de Lucas se encuentra en Mateo 6:9-13. Pero esto se podra tomar lo mismo como una
condensacin de Lucas que como una expansin de Mateo. (b) La formulacin ms rtmica y litrgica de
Mateo podra reflejar el deseo de construir un equivalente eclesistico, para cristianos judos, de la oracin
principal de la sinagoga. Sin embargo, estas correspondencias se han exagerado enormemente. (c) Hill
sostiene que la introduccin a Mateo (v. 9) sugiere que la oracin es una forma litrgica estandarizada. Pero el
texto reza ustedes deben orar as y no ustedes deben orar esto. El nfasis est en un modelo no en una forma
litrgica. Este mismo autor afirma que el enftico ustedes da realce a la nueva comunidad cristiana de la
sinagoga. Sin embargo esto no solo es un anacronismo, sino pasar por un lado el constante nfasis que
designa a los discpulos como la comunidad mesinica exclusiva en tiempos de Jess.
[3] Ernst Lohmeyer sostiene que las dos oraciones no provienen de un mismo origen (Q?), sino de dos
tradiciones aisladas. Pero nada de esto es evidente, si los patrones litrgicos establecidos aun no haban
incluido ninguna forma del Padrenuestro en el tiempo en que escribieron los evangelistas, tampoco una fuente
comn explica las diferencias entre ellos.
[4] Estas complejidades han generado varias teoras conciliatorias. Marshall sugiere que Lucas o adopt de Q
su forma de la oracin, o de una revisin de Q diferente a la de Mateo, mientras que Mateo adopt una
tradicin separada y la sustituy por lo que encontr en Q, o de alguna otra revisin separada. Sin embargo,
muchos sospechan que Q no es solo un documento, y hablar por tanto, de revisiones de Q cuando nuestro
conocimiento de Q es tan incierto hace que uno se pregunte cmo distinguir metodolgicamente entre
revisiones del Q y explicaciones completamente separadas de dos ocasiones histricas dentro del ministerio
de Jess. Resolver lo desconocido apelando a lo ms desconocido es de mrito dudoso.
[5] Aunque la evidencia de dos tradiciones es firme, igual importancia tiene el hecho de que hay dos
ambientes histricos de la oracin completamente distintos. La explicacin razonable es que Jess enseaba a
menudo esta clase de oracin durante su ministerio itinerante, y que Mateo registra una ocasin y Lucas otra.
Cf. Carson, Comentario bblico del Expositor, Mateo, p. 188-190; Ulrich Luz, El Evangelio segn San Mateo,
p. 466-470; Isidro Goma Civit, El Evangelio de Mateo, Madrid, Ediciones Morava, 1966, p. 322-324.
12
Ulrich Luz, El Evangelio segn San Mateo, p. 466.
Cuadernos de Teologa, v. XXIX, 2010.
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sino acaso varias fuentes escritas y orales. Aqu se tiene una oracin que es fcil memorizar en sus
puntos mayores, pero escrita con algunas variaciones en los detalles por los dos autores.
Exgesis de Mateo 6:9-13
La oracin que comnmente es llamada Padrenuestro
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consiste en dos partes: una invocacin
[Padre nuestro que ests en los cielos] y seis peticiones; o tres partes si la conclusin [porque tuyo
es el reino y el poder, etc.] se considera parte de ella, con un total de aproximadamente setenta
palabras.
14
Las primeras tres peticiones tienen referencia al nombre, al reino y a la voluntad del
Padre. Las necesidades humanas, pan, perdn de los pecados y victoria sobre el malo, toman el
segundo lugar, quedando la estructura literaria del Padrenuestro en Mateo de la siguiente manera:
Dios
A Tu nombre [a,taca e e|ea ceu] v. 9b
B Tu reino [..a act.ta ceu] v. 10a
C Tu voluntad [,.|a e .a ceu] v. 10b
El hombre
C Nuestro pan [e| ae| a|] v. 11
B Nuestras deudas [a e|.taa a|] v. 12
A Nuestro adversario [ucat a; a:e eu :e|eu] v. 13
15
Juan Mateos y Fernando Camacho concuerdan en: Que el Padrenuestro se divide en dos secciones.
En la primera parte la comunidad pide por la extensin del reino a la humanidad entera. En la
segunda lo hace por s misma.
16
Anlisis y exposicin de Mateo 6:9-13
El v. 9 comienza con la frase Vosotros, pues, orad de esta manera [gr. eua; eu| :ec.u,.c.
u.t;]. El texto inicia con un presente medio imperativo [gr. :ec.u,.c.]
17
cuyo uso del
13
La oracin del Seor, en su redaccin mateana, se inserta en el contexto literario de esa vasta seccin
comnmente designada el Sermn de la Montaa
[5:1-7:29]. La unidad literaria de esa percopa mateana
est garantizada por las inclusiones globales de la enseanza [cf. 5:2; 7:28-29] que Jess, sobre el monte
dirige a la muchedumbre de sus oyentes, Santos Sabugal, Abba La oracin del Seor, p. 153.
14
William Hendriksen, El Evangelio segn San Mateo, trad. Humberto Casanova, Grand Rapids, Libros
Desafos, 2003, p. 340.
15
Muchos favorecen esta divisin, expresando que no son siete peticiones, ya que y no nos metas en tentacin
ms lbranos del malo debe considerarse una sola peticin. En relacin a esto, D. A. Carson comenta: Los
eruditos discuten si la versin de Mateo presenta seis peticiones [Crisstomo, Calvino y telogos reformistas]
o siete, al interpretar el v. 13 como dos [Agustn, Lutero y la mayora de telogos luteranos]. El asunto afecta
el significado, aunque poco. Ms importante an, como Bengel observa, es la divisin de las peticiones. Las
primera tres se emiten en trminos de la gloria de Dios [tu tu tu], los otros trminos son para nuestro
bien [
nuestras nosotros nuestros], D. A. Carson, Comentario bblico del Expositor, Mateo, p. 190.
Cf. Santos Sabugal, Abba La oracin del Seor, p. 153-172
16
Juan Mateos y Fernando Camacho, El evangelio de Mateo. Lectura comentada, Madrid, Ediciones
Cristiandad, 1981, p. 67.
Cuadernos de Teologa, v. XXIX, 2010.
6
imperativo es de mandato y la traduccin del verbo debe ser en forma activa, ya que es un verbo
defectivo. Por la tanto, la traduccin podra ser As [o: de este modo], por tanto debis orar. Daniel
Steffen dice que
La oracin es un modelo que Jess ense no para ser memorizada y repetida, sino para
informar a los discpulos acerca del contenido de las peticiones ms importantes. La
forma de las peticiones no es fijada.
18
Una vez expuesta la importancia de tomar en cuenta esta oracin, Jess comienza citando la frase
Padre nuestro que ests en los cielos [gr. Ea. a|
19
e .| et; eua|et ;]. En cuanto al
trmino Ea, Ulrich Luz dice que
parece que el trmino lucano originario, :a., corresponde a la forma aramea de
invocacin aB'a;. Procede del lenguaje familiar y se utilizaba como tratamiento dado por
nios pequeos y adolescentes a su padre y tambin como tratamiento respetuoso a
personas mayores. En la poca posterior a Jess se impusieron plenamente las formas de
tratamiento corrientes yb; a' [padre mo] y aB'a] [status emphaticus]. Las oraciones
judas ofrecen mltiples formas de invocacin de Dios como padre, pero no la palabra
aB'a;. Por eso sorprende la eleccin de este tratamiento de Dios.
20
17
Algunos interpretan este presente como que tiene fuerza continuativa [debis seguir orando]; y basados en
esto llegan a la conclusin de que Jess quiere que esta misma oracin siga siendo repetida continuamente.
Ciertamente no est mal hacer uso frecuente de esta oracin si el que ora puede hacerlo con mente y corazn,
y no por puro formalismo, William Hendriksen, El Evangelio segn San Mateo, p.339.
18
Daniel Steffen, El Sermn del Monte, Apuntes de la clase Exposicin y teologa de Mateo, SETECA,
Guatemala, 2009, p. 38.
19
Note que el nominativo aqu est en aposicin con el vocativo: Nuestro Padre, el que est en el cielo, A. T.
Robertson, A Grammar of New Testament Greek, Nashville, Broadman Press, 1934, p. 459. Cf. Turner, N., A
Grammar of New Testament Greek, Edimburgo, T. & T. Clark, 1963, 3:35. u.t; aparece aqu con el
imperativo para dar algn grado de hincapi (en contraste con los gentiles), F. Blass y Debrunner, A Greek
Grammar of the New Testament, Chicago, The University of Chicago Press, 1961, p. 277.
20
Ulrich Luz, El Evangelio segn San Mateo, p. 475-476. De hecho, en relacin a este comentario J. Jeremas
consider que el tratamiento de Dios como aB'a] constituye una nota distintiva de la Ipsissima vox Iesu y una
expresin de las relaciones peculiares de Jess con Dios, Joachim Jeremas, Abba. El mensaje central del
Nuevo Testamento, trad. Alfonso Ortiz, Salamanca, Ediciones Sgueme, 2005, p. 65. Cf. Tambin Joachim
Jeremas, Teologa del Nuevo Testamento, trad. Constantino Ruiz, Salamanca, Ediciones Sgueme, 2001, p.
43.
Ulrich Luz responde a J. Jeremas diciendo que aunque su tesis no es sostenible en su exclusividad
jesulgica; pero que hay que preguntar si el aB'a; de Jess no es expresin de una relacin especial de Jess
con Dios, caracterizada por la idea de proximidad y de amor de Dios, aunque sea aplicable a todo ser humano.
Dada la escasez de oraciones arameas del judasmo de la poca transmitidas por escrito, la ausencia de
paralelismos judos no resulta chocante. As, la tesis de Jeremas podra ser correcta en esta forma general de
tratamiento arameo dado a Dios y conservado en textos neotestamentarios griegos aa (Rom 8, 15, Gal 4, 6,
textos litrgicos, Mc 14, 36), muestra que las comunidades cristianas vieron algo especial en este tratamiento
de Dios por Jess. En la misma direccin apunta el uso persistente de la palabra 'abba' como tratamiento de
Dios en el Diatessaron y en las traducciones antiguas-siracas. En el Padrenuestro la ruptura del ritmo la
palabra aislada aB'a; no encaja en los ritmos binarios y exige en rigor una pausa detrs de ella muestra el
peso que tiene tal tratamiento. Este encaja en la predicacin de Jess sobre el Dios cercano, con su amor a los
pobres, pecadores y desclasados; concuerda tambin con las parbolas sobre el Padre, tan importantes en
Jess (Lc 11, 11-13, 15, 11-32), y con la certeza de la escucha, que aparece llamativamente en primer plano
(Mt 6, 7s [Padre], Lc 11, 5-13 [Padre], 18, 1-8), Ulrich Luz, El Evangelio segn San Mateo, 477.
Cuadernos de Teologa, v. XXIX, 2010.
7
De cualquier forma, el trmino "Padre" es un ttulo para Dios, iniciado por Jess. Por lo estudiado
hasta ahora hay poca evidencia del uso del ttulo antes de Jess. Enfatiza la relacin ntima que
Jess y sus discpulos tienen con Dios.
21
Primera Peticin
Una vez que se presenta al receptor de la oracin modelo de Jess, aparece la primera peticin del
Pater Noster y es que el nombre del Ea sea santificado.
22
La peticin que el nombre de Dios sea
santificado [a,taca aoristo pasivo imperativo 3 persona singular de a,ta,a] es la expresin
del deseo que Dios sea considerado santo y que su nombre sea venerado. En relacin a esto,
Leonardo Boff expresa que
La peticin arranca de un convencimiento y de un deseo: En este mundo Dios-Padre no
es ni objetiva ni subjetivamente santificado y glorificado. La situacin niega
objetivamente el honor de Dios a causa de las profundas distorsiones internas que rompen
la fraternidad entre los hombres. A su vez esto subjetivamente, por sus dichos y hechos,
blasfema el santsimo nombre de Dios.
23
Al pensar en la santificacin, interesantemente una clsica oracin juda del tiempo de Jess, el
Kadish, proclamaba: Exaltado y santificado sea su nombre y venga su reino rpidamente y
pronto.
24
21
Los judos generalmente se dirigan a Dios como