21a. El Decalogo
21a. El Decalogo
21a. El Decalogo
El Decálogo
El Decalogo
Para comenzar esta clase numero 10 , queridos lectores, lo haremos interpolando el texto de
la Biblia donde nos habla de los Diez Mandamientos, citamos a la Biblia por ser en occidente el libro
sagrado que mas se conoce, pero recordemos que en todos los libro sagrados esta la fuente pura y
cristalina de la sabiduría, habiendo un único detalle: que no todas las personas aprenden a interpretar
los textos sagrados, pues para ello hay que prepararse en el diario vivir, tratando de capturara el
hondo significado de la vida.
Saben porque el ser humano sufre, y lo mas triste del caso no es sufrir, sino sufrir sin saber
para que o sea sufrir inconcientemente, ya que el dolor conciente indica aprendizaje de ese evento de
la vida que quizás no se vuelva a reiterar, ya que se ha aprendido de lo malo lo bueno y de lo bueno
lo malo,pero el ser humano sufre, porque ha violado la ley de la creación , y al violar la ley
agregamos dolor.
De esta forma querido lector ingresa en este Mundo de la Ley, colma tu mente de entendimiento, tu
corazón de fe y amor, tu conciencia imprégnala de inspiración, que arda la llamarada de la
comprensión en ti, que tu Ser te de ojos para ver, oídos para escuchar, que tu Divina Madre
Kundalini te auxilie en este Mundo intercediendo ante los Jerarcas de la Ley, que las palmas de la
victoria se abran a tu paso, que el laurel se ciña en tu corona, que los aromas del espíritu inunden y
bañen tu cuerpo , que te conozcas a ti mismo .... Adelante ingresa y sigue Adelante que el velo de
Isis se ha comenzado a rasgar ...
1
Yo soy Jehová, tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No
tendrás Dioses ajenos delante de mí.
No te inclinarás a ellas, ni las honrarás, porque Yo soy Jehová, tu Dios, fuerte, celoso, que
visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me
aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
2. No tomarás el nombre de Jehová, tu Dios en vano, porque no dará por inocente Jehová
al que tomare su nombre en vano.
Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos
hay, y reposó en el séptimo día, por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.
4. Honrarás a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová, tu
Dios te da.
5. No matarás.
6. No fornicarás.
7. No hurtarás.
Es necesario comprender que el código de ética más perfecto que ha sido escrito a través de
la historia de la humanidad es el de los Diez Mandamientos de la Ley de Dios . Ningún escritor
humanista, profeta, ha tenido la potestad de derogar estas leyes mucho menos podría hacerlo esa
legión de demonios que llevamos dentro para hacernos infringir la Ley.
La Letra Viva es aquella que se siente y se entiende con el corazón. Las enseñanzas más
valiosas se captan a través de inspiración y ésta tiene su basamento en el corazón. La Letra Viva es
poder ver el lado oscuro de lo que está escrito, a través de las claves que permiten descubrir y
comprender la verdadera Sabiduría.
Cuando Jesús cuenta a la gente la Parábola del sembrador, los discípulos le preguntaron:
..."Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden".
..."Para que no vean con los ojos y oigan con los oídos, y con el corazón entiendan y se conviertan y yo los
sane".... (S. Mateo 13:10-a).
Trataremos de ver a grandes rasgos los principales factores de los Mandamientos a fin de
saber a qué atenernos cuando nuestra conciencia rechace un acto en el curso de nuestra vida, en el
continuo trajinar cotidiano.
El primer aspecto que encontramos para que el hombre infrinja la ley es el hecho de no
saber quién es Dios ni dónde está, esto como es lógico, a quienes desconocen los principios veraces
del conocimiento de Dios, les queda más difícil cumplir dicho mandamiento.
Dios está en cada criatura viviente , en cada ser humano, en cada animalito, por pequeñito
que sea, está en cada planta y en general, en todo lo que tenga vida, ahí está Dios. Entonces el
hombre para amar a Dios sobre todas las cosas necesita amar al prójimo, a todos los seres de la
tierra sin excepción, sean enemigos, amigos o desconocidos.
Dios es amor, el amor está latente en todo lo creado, visible como invisible, orgánico como
inorgánico.
Sintetizando: Amar a Dios sobre todas las cosas significa: sentir y descubrir en nosotros ese
principio creador, (Buddhata o Esencia Divina), apreciarle e intensificarle, inclinarnos a Él en
adoración y respeto, hacerle vibrar rítmicamente, verle en todo y en todos. Se debe comenzar por
amar en nosotros mismos ese principio vital y después le veremos en los demás.
El hombre ha llegado a tal grado de irresponsabilidad e irrespeto hacia las cosas de Dios,
que jura en las tertulias, cantinas y bares en demostración de guapeza con sus compañeros de
borrachera.
No juréis ni por la verdad ni por la mentira. Jurar es tomar a Dios como testigo. No hay un
temor al delito de mentir, poniendo a Dios por testigo. No hay una responsabilidad consciente hacia
el Verbo...
"Mas yo os digo: No juréis en ninguna manera, ni por el cielo, porque es el trono de Dios, ni por la tierra
porque es el estrado de sus pies, ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey, ni por tu cabeza jurarás, porque no
puedes hacer un cabello blanco o negro. Más sea vuestro hablar: Si, si, no, no, porque lo que es más de esto, de mal
procede". (S. Mateo 5. 34/37).
El hombre ha confundido la santificación con la pereza, nunca santifica las fiestas, pero cree
que con no trabajar ya está cumpliendo el mandamiento, el lugar donde el hombre vulgar santifica la
fiesta es en la cantina, en el bar, en el cabaret, en el estadio, en el club, etc., pero nunca en su
corazón.
El hombre debe santificar la fiesta todos los días de su vida, porque la santificación es una
obligación de toda persona responsable consigo misma ante Dios, pero la fiesta no se santifica
durmiendo y riñendo en casa con la esposa o con el esposo, se santifica en oración , en meditación y
en purificación continua, permanentemente al lado de nuestro Dios Interno, siempre dispuestos a
servir a Dios, a amarlo y obedecerlo trabajando en la Gran Obra del Padre, bien sea en el taller, en la
oficina, en el trabajo, en el campo, en todas partes y a toda hora debemos santificar la fiesta, porque
la fiesta no debe ser del cuerpo sino del Alma.
Esto demuestra que las fiestas a que las Sagradas Escrituras se refieren que debemos guardar
y celebrar son las fiestas del Alma, son los momentos de advenimiento del Ser hacia nosotros donde
con una mente limpia y con un corazón lleno de amor, nos prosternamos humildemente para
estacionarnos orando y hablando con nuestro propio Dios.
El hombre nunca honra al papá y a la mamá, menos puede honrar al Padre y a la Madre que
no les conoce.
Honrar es respetar, servir, apreciar. Pero es necesario distinguir a cuál padre y cuál madre se
refiere este mandamiento. Están los padres físicos y los que están en secreto, en nuestro interior.
Padre sólo hay uno, el Padre Interno, el Padre que está en los cielos.
Madre sólo hay una, la Madre Bendita Devi Kundalini, la Madre de Fuego, la Madre
Celestial.
Debemos honrar a quienes en este mundo ocupan esos lugares en forma material, los que
nos prestaron sus cuerpos para nosotros tomar una nueva existencia, al padre y a la madre físico de
este mundo, ellos también merecen el respeto y la honra de sus hijos.
Dios dijo simplemente, no matarás, pero no especificó a quién ni en qué tiempo ni dónde,
solamente ordenó a la humanidad no matar.
Ya dijimos que en todo cuerpo viviente está Dios como manifestación de vida, luego
quitarle la vida a un ser viviente sea animal o humano, es despojar a Dios de su templo, porque el
hombre es el templo de Dios y donde hay vida, ahí está Dios manifestado en aliento.
Los diccionarios, los educadores y la mayoría de los religiosos, confunden la fornicación con
el adulterio. Esto es un grave error, que le ha costado muy caro al ser humano y son responsables
todos aquellos que enseñan que la fornicación es la unión sexual fuera del matrimonio o la unión
sexual antes del matrimonio.Fornicacion es perdida de energía y Adulterio es otra cosa.
..."Y manifiestas son las obras de la carne: que son, adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia"... (Gálatas
5:19). (Consultar además Hebreos 13.4; Mateo 5.27/32; Levítico 15).
El cumplimiento del sexto mandamiento del decálogo del Señor Jehová, es la mejor fórmula
para el control de la concepción, la fórmula infalible y precisa, entregada al hombre por el mismo
Dios.
Existe la ciencia de la transmutación científica que es el mismo Arcano AZF, esta ciencia fue
la que practicaron los alquimistas medievales. En Daniel 2-19 dice: "Entonces el Arcano fue
revelado en visión de noche; por lo cual bendijo Daniel a Dios en el cielo.". En Ezequiel 5'7 dice:
"Por tanto así ha dicho Jehová por haberos multiplicado mas que la gente que esta alrededor de
vosotros , no habéis andado en mis mandamientos ni habéis guardado mis leyes."
En este versículo nos habla como la misma explosión demográfica se ha sucedido por ese
desequilibrio pasionario animal. Esto nos indica también que cuando se practica la Castidad
Científica, Arcano AZF, no es necesario que las mujeres usen anticonceptivos de ninguna
naturaleza, porque cuando debe nacer un hijo viene por ley trayendo beneficios a los hogares y a la
humanidad ; esto evitaría también que tantos médicos se den a la tarea de practicar abortos , no solo
echándose un Karma , sino acrecentando el Karma Mundial.
Las calumnias van directamente contra este mandamiento, igual que sus compañeros, la
maldad, el odio, el rencor, la soberbia, y la venganza, delitos que ofenden al Padre, que es la Verdad.
Aquí caemos todos. Sólo escapa aquel que haya desintegrado sus defectos totalmente,
aniquilando el Yo psicológico.
Para esto necesitamos comprender muy a fondo el puesto que ocupa la mujer dentro de la
especie, no confundirla con un instrumento de placer como lo hace el hombre común de la calle.
El cuerpo humano es Templo de Dios y no es para la fornicación, según nos dice el Apóstol
Pablo. La mujer es el templo sagrado de la concepción de la vida y no es para desearla, sino para
amarla de verdad limpiamente en pensamiento, palabra y obra cuando nos corresponde como
esposa.
Todo aquel que traiciona a su cónyuge sea hombre o mujer, que adultera o desea a quien no
le corresponde, está en camino hacia el abismo, porque escrito está que ningún adúltero verá la cara
de Dios ni menos aún entrará en el Reino de los Cielos. Es necesario comprender las consecuencias
del adulterio. El sexo femenino es receptivo y cuando un hombre deposita allí su semilla creadora,
queda ligado su destino a esa mujer y por lógica consecuencia, ligado también a su destino kármico y
al de todos los hombres que también hayan depositado su semilla a ese mismo sexo femenino.
La sabiduría cósmica enseña que cada cual tiene lo que se merece y lo que por Ley debe
tener.
Por este motivo es un error desear o codiciar lo que no nos hemos ganado, lo que no es
nuestro y que no nos corresponde de acuerdo con la Ley.
Debemos cumplir la Ley, cumplir los Mandamientos y aceptar los designios trazados por
nosotros mismos en existencias anteriores de conformidad con nuestros propios actos.
Si hacemos un análisis del Decálogo, veremos que tiene dos aspectos bien definidos:
El primer aspecto nos transmite las leyes que tenemos que respetar para con la Divinidad.
El segundo aspecto nos transmite las leyes que tenemos que respetar para con los hombres,
para podernos desenvolver y convivir en armonía con nuestros semejantes.
De esta manera veremos que los cuatro primeros mandamientos, nos indican las leyes que
debemos respetar para relacionarnos en armonía con la Divinidad . Y los seis restantes para
relacionarnos entre los humanos.
El Árbol Sephirótico o Árbol de la Vida representa al Ser. En él podemos ver los sucesivos
desdoblamientos que se llevan a cabo desde el Espíritu (nuestro Ser) hasta la materia (nuestro
cuerpo físico).
"Cada uno de estos Sephirotes son partes autónomas de Nuestro Ser, y desde la dimensión que les
corresponde, influyen en nosotros y en nuestra conciencia.
Debemos conocer sus características y saber manejarlas para la mejor conducción de nuestra obra" . V. M.
Lakhsmi en Luz en las Tinieblas.
Si analizamos este mensaje, inmediatamente nos damos cuenta de que para llevarlo a cabo,
ante todo, como una condición básica y lógica, debemos respetar sus principios, particularidades y
su mandato.
Para ello se nos entrega la relación de cada uno de los diez mandamientos con los
respectivos Sephirotes del Árbol Kabalístico.