Violencia Intrafamiliar Como Fenomeno Social
Violencia Intrafamiliar Como Fenomeno Social
Violencia Intrafamiliar Como Fenomeno Social
Podemos concebir a la violencia como una forma naturalizada de relacionamiento social, donde, las formas de cristalizacin se configuran en relacin a las producciones subjetivas propias del social-histrico donde se realice el recorte de anlisis. La violencia en s misma, se sostiene en el interjuego de fuerzas propio de cualquier tipo de vnculo. Las redes de poder se entretejen conformando una trama compleja y dinmica produciendo, en el cuerpo, las marcas del sometimiento. Convenimos en entender como violento cualquier acto que produzca una transformacin en un proceso "natural" determinado. Cualquier situacin en la que este proceso se interrumpa, se transforme, se podra visualizar como una accin violenta. Otro sentido que abre el concepto de violencia nos remite a un registro de valoracin negativa, es el que alude al acto de intromisin, acto de violacin de los lmites que del otro. As planteado resulta fcil asociar que la dimensin valorativa de la violencia como tal se relaciona con la propiedad y los bienes. Elementos que tambin se encuentran asociados a la formacin de la familia como organizacin social especfica. Entendemos la violencia, o mejor dicho, el acto violento, como el acto que se desarrolla basado en el abuso del desequilibrio de poder y que se juega en el cuerpo del otro produciendo algn tipo de "dao". La violencia, entendida como la cristalizacin de relaciones de fuerza que se juegan en la preponderancia de una parte y el sometimiento de la otra, puede ser visualizada en cualquier momento de la historia de la humanidad. Los primeros procesos de sedentarizacin de organizaciones sociales nmadas fund, con sus cimientos, la lucha por el territorio y los bienes producidos. Estas luchas por la supervivencia inauguran lo que hoy llamamos "violencia social". Una forma de relacionamiento social, naturalizada, que se sostiene en la acumulacin de poder y la conquista de territorios y bienes. El surgimiento de las nuevas formas de produccin econmica, la sociedad industrial, marcan un nuevo rumbo en las formas de organizacin social donde el acto violento se inscribe. En primer lugar, con el "Contrato Social", la ilusin del hombre libre y de la
Lic. En Psicologa, egresada de la Facultad de Psicologa de la Universidad de la Repblica. Integrante del equipo tcnico del Proyecto Atencin integral dirigida a Adolescentes y Jvenes que viven situaciones de violencia intrafamilar; Centro El Faro, Prof. Aste. Responsable del Seminario de Profundizacin Violencia familiar y Genero del Curso de Grupal e Institucional del Ara de Psicologa Social de la Facultad de Psicologa de la Universidad de la Repblica.
igualdad y justicia abre nuevas dimensiones desde lo jurdico, lo religioso, la medicina y fundamentalmente los Estados en relacin a los derechos de los individuos. Cuando hablamos de violencia intrafamiliar, no hablamos de otra cosa que de esta violencia, que irrumpe en la conformacin del sujeto social con cdigos propios de un momento dado pero que toma forma propia, particular en el seno de, lo que en un momento fue, la intimidad de la familia. Podemos definir la violencia intrafamiliar como la forma de relacionamiento familiar pautada por el abuso del desequilibrio de poder ejercido en forma sistemtica y prolongada en el tiempo por uno o varios de los integrantes, ejerciendo algn tipo de dao2 (fsico y/o psicolgico) sobre el resto de los integrantes del grupo.3 La condicin de prolongada en el tiempo y en forma sistemtica sumada a la produccin de algn tipo de dao distingue la violencia familiar como campo de anlisis e intervencin de lo que podra ser las formas de relacionamiento donde la violencia irrumpe circunstancialmente, conformando el universo de formas vinculares propias de cualquier forma de relacionamiento social. La idea de desequilibrio de poder se vincula directamente con los factores de vulnerabilidad trabajados ms arriba. Sin embargo, la especificidad de la familia introduce la problemtica de la relacin filial siendo la figura parental, un factor de vulnerabilidad importante en los nios, nias y adolescentes. La dependencia afectiva (miedo a la prdida del amor, necesidad de satisfaccin de necesidades primarias, miedo al abandono o prdida de alguno de los padres, entre otros), la dependencia econmica y la dependencia jurdica son elementos que potencian el desequilibrio de poder antes mencionado. Pichn Rivire define el vnculo como la estructura de mediacin entre el sujeto y el mundo exterior a travs del cual el sujeto se relaciona a partir de procesos de comunicacin y aprendizaje internalizando objetos y vnculos conformndose as el mundo interno. Estos procesos de comunicacin y aprendizaje se relacionan con la percepcin de gratificacin y frustracin generada en cada vnculo. Las posibilidades de adaptacin activa a la realidad, donde se transforma el sujeto y transforma el mundo en ese vnculo, se veran condicionadas entonces, por las formas en que el sujeto ha realizado la internalizacin de los vnculos previos en el seno de la familia, siendo la reproduccin de los mismos, la tendencia de adaptacin social. Entendemos la violencia familiar como un problema complejo, producido por el social histrico y tomando forma en una dinmica reducida al mbito privado. En la misma se
La idea de dao remite al complejo encadenamiento de efectos y afectaciones que producen este tipo de vnculo en la constitucin del sujeto como ser social en relacin a todos los mbitos de su cotideaneidad, configurndose como visibles los efectos fsicos, en los casos de violencia fsica y abuso sexual con violencia fsica y, los efectos en el plano psico-social en relacin a la consitucin psicolgica y social del sujeto. 3 Delimitacin colectiva del equipo tcnico del proyecto Centro El Faro
reproduce el sistema de exclusin imperante en nuestras sociedades donde, lo diferente, en relacin a un modelo, adquiere valoracin negativa. La complejidad de la problemtica nos obliga a trabajar sobre los niveles de vulnerabilidad que hacen que, porcentualmente hablando, sean las mujeres primero, y los nios luego, los que figuran como "vctimas" en la mayora de los estudios realizados a nivel nacional, regional e internacional. Son los sistemas de cdigos, normas y leyes sociales los que pautan los factores de vulnerabilidad dentro del mbito familiar. La adultez, el ser hombre, el poseer mayor ingreso econmico, la fuerza fsica, entre otros, son elementos socialmente compartidos que facilitan el desequilibrio de poder en el mbito privado de la familia. El mbito pblico y privado comienza a perder sus lmites rgidos. La familia pasa a formar parte del objeto de control del Estado a travs de la educacin y la medicina. El nio comienza a cumplir roles diferenciados a partir del ingreso de la poblacin a las fbricas. Ya no es mano de obra en las acciones productivas de las familias extensivas del medioevo. Es un hombre en desarrollo al que hay que formar para su insercin futura en el mercado laboral. Es en este sentido que medicina y educacin se tornan instituciones de control dentro del mbito familiar. La mujer ha sufrido transformaciones tambin respecto a su rol social respecto de la funcin pre-marianista. La funcin materna adquiere prioridad ya que es la encargada de la crianza del nio y su educacin. Asimismo es quien organiza el mbito domstico. El surgimiento de la burguesa y el proletariado ha conducido a un nuevo rol para la mujer en el mbito pblico; el trabajo asalariado. Para el hombre se transforma tambin su rol. El hombre proletario ya no tiene bienes ni pertenencias que controlar. El hombre proletario ya no tiene bienes que heredar ni proteger. Su salario lo iguala a la mujer asalariada. Las tareas laborales tambin. El ingreso de la mujer al mercado educativo y laboral le anexa funciones a las que ya se le haban adjudicado socialmente. El rol de madre protectora, organizadora del mbito domstico y laboral confluyen en una sobrecarga que desborda en el mbito pblico a travs de la lucha por sus derechos desde las organizaciones de mujeres. A pesar de estas transformaciones, la subjetividad de la exclusin de la diferencia, la primaca del modelo masculino como unvoco atraviesa y produce formas de relacionamiento que, segn Ana M Fernandez, reproducen las relaciones de sometimiento que inaugura el Contrato Social y que confirma el contrato del matrimonio. El modelo de familia patriarcal, en las sociedades occidentales, se produce y reproduce, asentado fundamentalmente en la burguesa. La transformacin se relaciona con la extensin y con el lugar de fuerza. Ya no es el seor feudal, ese lugar es para el padre que vive con su mujer y descendencia. La familia se transforma en nuclear y su tarea en la crianza y educacin de la descendencia. Los juegos de fuerza, que han formado parte del desarrollo de las organizaciones sociales, cristalizan en el seno de las familias reproduciendo el abuso de poder. Abuso de poder que se asienta en estos niveles de asimetra pautados socialmente.
Segn datos del Estudio de Prevalencia realizado por el Ministerio del Interior a travs del Programa de Seguridad Ciudadana en el ao 1998, el 70% de las familias uruguayas viven o han vivido algn tipo de violencia intrafamiliar. Ubican en el registro de la violencia simblica la mayora de los casos siendo, la violencia fsica ms visible en las clases sociales ms bajas, el abuso sexual el menos denunciado pero homogneo en la poblacin. Un primer acercamiento a la problemtica permite distinguir dos roles fundamentales en la dinmica de la violencia familiar; el agresor y la vctima. El lugar del agresor se ubica en aquel integrante de la familia que ejerce el abuso del desequilibrio de poder infligiendo algn tipo de dao a otro/s integrante/s. El estudio de prevalencia antes citado describe que, en la mayora de los casos relevados (muestra realizada con habitantes de Montevideo y Canelones), el hombre adulto es el que ejerce la funcin de agresor. El lugar de la vctima se ubica en aquel o aquellos integrantes de la familia que por algn motivo se encuentran en situacin de sometimiento respecto del agresor obteniendo algn tipo de dao en el relacionamiento con el mismo. La complejidad de la problemtica obliga a realizar un anlisis profundo de las condicionantes en la produccin de la misma. En este sentido es insuficiente abordarla en trminos de vctima-agresor. Los elementos histricos en relacin a la trasmisin transgeneracional de la violencia se mixturan con los aspectos del social-histrico en que estas situaciones se producen. Los aspectos que delimitamos actualmente como problemas de violencia intra familiar no pueden ser pensados en forma causalstica o lineal. Sin embargo, una abordaje primario y descriptivo nos lleva a determinar para la intervencin de urgencia estos dos roles en primera instancia. La violencia simblica, el abuso sexual y la violencia fsica son tres formas de clasificacin de las situaciones de violencia familiar en funcin de los instrumentos que se utilizan en el ejercicio del abuso de poder y del tipo de dao que se ocasiona. Esta distincin se vincula directamente a las formas jurdicas en las que se tipifican como delito y a las formas de diagnstico fundamentalente originadas del aparato mdico y educativo. Se describirn ms abajo las caractersticas fundamentales de los instrumentos y el tipo de dao teniendo en cuenta que, por definicin, la violencia familiar se tipifica como tal cuando estas acciones se dan en forma sistemtica y prolongada en el tiempo constituyendo una forma de relacionamiento natural en el ncleo familiar y produciendo algn tipo de dao, fsico o psicolgico.
Violencia simblica en el mbito familiar se caracteriza por el ejercicio del insulto, la amenaza, la humillacin, entre otros, por parte del 4gresor respecto de la vctima provocndole daos psicolgicos y sociales. instrumentos I. Amenazas II. Insultos III. Chantaje IV. Excesivo control V. Aislamiento social VI. Violencia econmica VII. Silencio VIII. Desprecio al cuerpo IX. Indiferencia X. Sobreproteccin XI. Burlas XII. Exposicin a algn tipo de violencia entre terceros Tipo de dao ?? Inseguridad ?? Baja autoestima ?? Dificultades de aprendizaje ?? Percepcin de la realidad distorsionada. ?? Fugas del hogar ?? Ausentismo escolar o laboral ?? Cuadros depresivos ?? Crisis de angustia ?? Intentos de autoeliminacin ?? Enfermedades psicosomticas ?? Somatizaciones ?? Formas de vinculacin distorsionada. Indicadores ?? Dificultades en el rendimiento escolar o laboral5 ?? Vnculos distorsionados con pares y figuras de autoridad. ?? Dificultades de relacionamiento en las organizaciones educativas o comunitarias. ?? Ausentismo y desercin del sistema educativo y laboral. ?? Conductas de llamado de atencin. (auto o hetero agresivas) ?? I.A.E. con caractersticas de bajo riesgo de vida, en general con instrumentos cortantes o psicofrmacos. ?? Crisis de angustia o agresividad. ?? Estados depresivos. ?? Enfermedades psicosomticas. ?? Somatizaciones.
El abuso sexual6 intrafamiliar se caracteriza por la utilizacin en actividades sexuales, por parte de un/a adulto/a responsable del mbito familiar, de nios, nias, adolescentes o pareja sin respetar la capacidad de esta persona de decidir libremente sobre su participacin en dicha actividad ocasionando algn tipo de dao; fsico y/ psicosocial. Se considera como vctima de abuso sexual a aquellas personas que por la etapa del desarrollo en la que se encuentran, por el tipo de vnculo que mantienen con el agresor o por sus condiciones psicolgicas o fsicas (minusvlidos o ancianos) no se hayan en
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Idem 3 Las dificultades en el rendimiento se caracterizan por la inestabilidad observndose oscilaciones entre extremos, en el caso de nios y adolescentes se observa un buen rendimiento al inicio del ao lectivo generndose fluctuaciones durante el proceso y un marcado descenso al finalizar el ao escolar. En el caso de adultos se observa inconsistencias en el desempeo laboral. 6 Idem 3
condiciones (en acuerdo con el sistema de normas del social-histrico) de consentir, en forma libre y responsable,sobre su participacin en las actividades sexuales a las que son sometidos.
Instrumentos Exhibicin de material pornogrfico. II. Exhibicin de actos sexuales entre terceros. III. Exhibicin de genitales. IV. Obligacin de mostrar genitales. V. Obligacin de tocar genitales. VI. Manipulacin de genitales o partes del cuerpo en forma obscena. VII. Relaciones sexuales con penetracin. I.
I.
II.
Tipo de dao Psicolgico, A. Distorsin de la imagen corporal. B. Confusin respecto de roles familiares. C. Percepcin desvalorizada de s mismo. D. Disfunciones sexuales. E. Distorsiones en los vnculos. Fsicos A. lesiones directas por la penetracin en rganos genitales. B. Enfermedade s de trasmisin sexual.
I.
II.
III. IV.
V.
indicadores Relato de la situacin de violencia. Conductas sexuales inadecuadas para la edad. Disfunciones sexuales. Los mismos indicadores que aparecen en violencia simblica Desconfianza en personas adultas o figuras de autoridad.
La violencia fsica7 en el mbito familiar se caracteriza por la utilizacin de la fuerza fsica (golpes, pellizcones, empujones, tirones de pelo, golpes de puo, cachetadas, golpes con instrumentos, quemaduras, negligencia y pasividad, entre otros) en forma sistemtica y prolongada en el tiempo por parte de los/las adultos/as responsables, para la regulacin de la organizacin familiar (disciplinamiento y control) ocasionndose algn tipo de dao en la vctima ya sea fsico y/o psicosocial.
instrumentos Golpes de puo o con instrumentos Latigazos Empujones Araazos Tirones del pelo Encierro forzado
I.
Tipo de dao Psicolgico A. iguales al dao generado por la violencia simblica Fsico
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II.
indicadores I. Relato de la situacin de violencia II. Idnticos a la violencia simblica. III. Conductas de temor ante el contacto fsico.
VII.
A. B. C. D. E. F.
moretones heridas sangrantes quebradur as quemadur as daos por la inanicin afecciones orgnicas derivadas.
IV. Moretones heridas o quemaduras sin justificacin aparente y que aparecen en forma recurrente. V. Dolores musculares.
Las caractersticas de la dinmica familiar en las situaciones de violencia favorecen el ocultamiento de la problemtica siendo muy poco comn la consulta directa y el pedido de ayuda directo. Excepto en las situaciones de violencia fsica grave o en las de abuso sexual grave, donde el propio dao ha obligado a la familia a realizar una consulta mdica, psiquitrica, psicolgica o jurdica, en la mayora de los casos, la identificacin de las situaciones de violencia se ha realizado a partir de la deteccin de problemas en algunas de las reas de la vida cotidiana de la vctima. Las consultas realizadas 10 por intermedio de organizaciones educativas sealan la importancia de los efectos en la conducta y/o rendimiento de la vctima en organizaciones sociales. Las consultas derivadas por organizaciones de la salud se vinculan en su mayora por la atencin de crisis depresivas, estados de angustia e intentos de auto eliminacin. A nivel judicial, las derivaciones a tratamiento por la problemtica de violencia familiar se vinculan, en su mayora, a conductas agresivas con la sociedad o en el mbito familiar de la propia vctima y en la minora de los casos con denunciar realizadas por la vctima o su familia al agresor. Plantbamos que la problemtica de la violencia intrafamilair no se puede abordar desde una concepcin causalstica y/o lineal. Ms all de que, como forma de primer acercamiento, se determinen dos roles fundamentales vctima-agresor, el fenmeno trasciende absolutamente esta dicotoma. Como sealbamos al inicio, la violencia intrafamiliar da cuenta de las formas de relacionamiento social jugadas en todos los intersticios de la vida cotidiana de los sujetos sociales. En este sentido, ms all de que el abordaje profesional se delimite en el mbito familiar como resultado de un recorte fenomnico, el anlisis y la elaboracin de estrategias de intervencin se complejiza en el sentido de que no puede quedar reducido al mbito familiar. El abordaje de la dimensin grupal de la familia nos conduce a la visualizacin de la complejidad del entramado vincular donde, los roles de vctima-agresor, visibles
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Se refiere a consultas realizadas a organizaciones del Estado o Civiles que trabajan la problemtica de la Violencia Familiar.
socialmente, en realidad encubren una trama fina y sutil de vnculos circulares y dinmicos de violencia entre todos los integrantes. El abordaje profesional e interdisciplinario facilita la pertinencia del anlisis y la intervencin dando cuenta de la complejidad que se juega en las formas de produccin y reproduccin de la violencia dentro de ese mbito.
III La intervencin...
El encierro, el aislamiento social, el control de los integrantes de la familia dificulta el pedido de ayuda y facilita la perpetuacin de la violencia as como la trasmisin transgeneracional. Los soportes sociales para la recepcin del pedido de ayuda son incipientes y no garantizan a quien pide ayuda, la interrupcin de la situacin de violencia. Teniendo en cuenta estos aspectos, es frecuente que las organizaciones sociales tomen contacto con la problemtica a partir de pedidos de ayuda por parte de la vctima, en la mayora de los casos efectuados en forma indirecta. El pedido de ayuda se vehiculiza, en la mayora de los casos, a travs de organizaciones comunitarias, del sector salud, educacin, penal. Las formas en que se configura depende de la realidad singular de cada caso, del integrante de la familia que revela la situacin, de los objetivos de la revelacin y de la institucin que a la cual va dirigida. El trabajo con jvenes y adolescentes mujeres nos permite identificar formas frecuentes de revelacin de la situacin que estn viviendo. En primer lugar entendemos que el papel de los hijos es fundamental a la hora de pensar en la intervencin y el pedido de ayuda. De los casos trabajados hasta el momento11 aproximadamente el 70% ha revelado la situacin de violencia a travs de organizaciones educativas. La identificacin de los casos se ha realizado a partir de la deteccin de problemas de conducta y/o rendimiento. En la minora de las situaciones la joven o adolescente ha manifestado directamente a algn/a integrante de la organizacin la situacin que estaba viviendo. El inicio del proceso de trabajo con la joven o adolescente ha facilitado el pedido de ayuda de la madre que, hasta el momento vea su situacin cerrada y sin perspectivas de transformacin.
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Aproximadamente 300 casos el primer ao, 450 en el segundo ao y 500 en el tercer ao.
En el caso de nios y nias as como de adolescentes jvenes, la revelacin12 generada en centros de salud se produce asociada a sntomas derivados de las situaciones de violencia; intentos de autoeliminacin, depresiones, consumo de sustancias, lesiones fsicas, etc. En estos casos, la identificacin de la situacin de violencia intrafamiliar es realizada por personal de la salud, mdicos, enfermeros, etc. El menor nmero de situaciones recibidas han sido derivadas de instituciones policiales. La revelacin de la violencia se genera a partir de la denuncia por parte de la vctima u otro integrante familiar o del entorno. En estos casos, la identificacin se realiza por personal policial y eventualmente personal del poder judicial. Caracteriza a nuestro pas lo incipiente del tratamiento de estos temas tanto a nivel del Estado como a nivel de la Sociedad Civil. La preparacin de los agentes para identificar o sostener este tipo de demandas es parcial. Esto, en general, ocasiona obstculos a nivel de la resolucin o elaboracin del conflicto. Decamos al principio, que la problemtica de la violencia intra familiar es compleja y que involucra diversas dimensiones de lo social en su produccin. El sistema de creencias y valores sociales respecto a la problemtica de la violencia en general, la problemtica de gnero, la problemtica laboral, etc, est jugada tambin en nosotros, los profesionales, tcnicos, operadores, agentes sociales que podemos estar en contacto con el fenmeno. Los ndices de re-victimizacin que sufre quien pide ayuda son altsimos. Ms all de la forma que adquiera el pedido de ayuda en cada caso en particular as como del mbito en el que ste se despliegue, luego de la sospecha por parte del tcnico, es recomendable generar condiciones para que la persona pueda vehiculizar una demanda. Esto puede permitir evaluar las posibilidades de resolucin acompaando al interesado en el proceso de esclarecimiento de los recursos con los que cuenta, las potencialidades y obstculos. Esta perspectiva supone un posicionamiento tico determinado respecto a la forma de concebir la intervencin tcnica. La problemtica despliega un nivel de complejidad que involucra a todas las reas de desarrollo del sujeto como sujeto social. En este sentido, tanto la escucha como la estrategia de intervencin debera contemplar esta complejidad facilitando la conexin de los diferentes recursos comunitarios, familiares e institucionales con los que cuenta el consultante as como el tcnico. La entrevista de primer apoyo requiere por parte del tcnico un trabajo respecto de sus valores y pre-conceptos en relacin a las dimensiones jugadas en la produccin de la violencia familiar como problema social (gnero, relaciones de poder, concepcin de familia, funcin de las instituciones sociales, etc.) as como las conexiones con la propia historia familiar. Estos aspectos pautan la forma de escuchar al consultante as como las posibilidades de disear una estrategia de intervencin adecuada.
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Trmino que aluda a las formas de ruptura del secreto familiar por el cual se enuncia la situacin de violencia fuera de este mbito.
La entrevista de primer apoyo debera de convertirse en un sostn para que el interesado pueda desplegar su demanda. Debera generarse en un clima de calma, de seguridad y confianza donde el tcnico pueda demostrar al consultante su voluntad de comprender sin evaluar valorativamente lo que pueda plantear. Asimismo sera recomendable que el consultante tuviera la certeza de la confidencialidad de la entrevista y de su capacidad de control sobre las acciones que se puedan generar de la misma. La escucha por parte del profesional, facilita la contencin de la ansiedad y angustia de quien consulta generando un clima de respeto y confianza en la entrevista. La posibilidad de sostener el impacto que pueda generar en el tcnico aparecen como primeros pasos fundamentales. La posibilidad de hablar, a veces por primera vez, de lo que est sucediendo, la evaluacin que pueda hacer el consultante de la reaccin del tcnico pueden oficiar como soportes primarios fundamentales para el proceso que se inicia. La evaluacin de los potenciales del consultante, la exploracin de los recursos familiares, institucionales y comunitarios con los que cuenta, facilita el nuevo posicionamiento y el pasaje de vctima a sujeto autnomo. La informacin en relacin a la temtica especfica puede facilitar la comprensin de la situacin vital por la que se consulta. Asimismo, la ayuda en el armado de una red de sostn (familiar, comunitaria e institucional) puede facilitar la percepcin de que se puede salir de la situacin ms all del sentimiento de impotencia que caracteriza este tipo de problemtica. La entrevista de primer apoyo sera entonces un primer movimiento fundamental que puede pautar el proceso que se inicia. El tcnico necesita contar con informacin especfica sobre la problemtica, una red de recursos institucionales y comunitarios para facilitar la coordinacin, la derivacin o el asesoramiento, claridad respecto de los potenciales y lmites de su funcin as como la posibilidad de trabajo interdisciplinario para analizar la situacin y disear una estrategia de intervencin adecuada. La idea de intervencin remite de alguna forma a la idea de inmiscuirse. Una parte rompe las barreras de la autonoma para, introducirse en el territorio de la otra y generar modificaciones. De alguna manera este intento de modificacin nos remite a la idea de violentacin que parte de suponer que uno sabe lo que el otro necesita y genera acciones para una transformacin en ese sentido. Entendemos que, no podemos pensar la intervencin profesional sin trabajar cmo esa profesin da cuenta, en definitiva, de las funciones del Estado en relacin a la produccin de conocimientos y de tcnicos. La medicina por ejemplo. El proceso de hegemonizacin y corporativismo que ha realizado a lo largo de la historia, le ha p ermitido un nivel de posicionamiento en la organizacin social que sostiene (o ha sostenido) hasta una forma determinada de relacionamiento entre mdico y paciente13. Asimismo, la relacin de la medicina con otras profesiones, se cristaliza en muchos casos, hasta en una determinada forma de entender
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la consulta y la intervencin. La relacin de poder que sostiene la asimetra mdicopaciente se reproduce paulatinamente en otras formas de relacionamiento social. Por qu tomar el discurso mdico? Porque no es cualquier discurso. La medicina no es meramente un arte de curar; es tambin meditacin sobre la Vida, la Muerte, el Sufrimiento. Los mdicos no slo hablan de su especialidad sino que permanentemente hablan de la vida, la sociedad, los valores, etc., d icindonos cmo tenemos que vivir, sufrir, gozar, parir, enfermar, morir... Siempre han sido piezas clave en el conjunto de los dispositivos estratgicos a travs de los cuales la sociedad produce hombres y mujeres14 El fortalecimiento y hegemonizacin de la medicina como ciencia y profesin han obedecido fundamentalmente a los movimientos de fuerza sociales y polticos , de la iglesia y el crecimiento del Estado. Iglesia, medicina, educacin, instituciones que reproducen y han reproducido al Estado como institucin ltima. Disciplinamiento primero, control luego, formas de conduccin de las organizaciones sociales, formas que cristaliza a partir de la intervencin como estrategia. Las producciones cientficas, los paradigmas tericos, se han producido en determinado contexto socio-poltico-econmico, dan cuenta de la mirada que permite la subjetividad que la produjo y produce a su vez una mirada sobre s misma. Los paradigmas construyen una realidad generando una descontextualizacin de las condiciones de produccin de s mismos y del fenmeno al que se abocan. Al crear conocimientos levantamos una frontera, generamos territorio. No analizar las condiciones de produccin de las teoras lleva a quedar a la sombra de un sistema que utiliza los conocimientos as producidos para contaminar con las polticas piratas del despojo econmico y atraso cultural15 Entendemos que el obstculo no est ubicado en las teoras en s mismas sino en el vnculo que establecemos con ellas. Seguimos pensando en cmo formular estrategias de intervencin sin quedar atrapados en las determinaciones de un vnculo dogmtico con ellas (las teoras) y con las tcnicas sin quedar a su vez perdidos en un vaco improductivo, impensable... El trazado de un horizonte epistmico16 que no bloquee ninguna bsqueda ni despliegue... . Slo as el horizonte deja de concebirse como una lnea imaginaria para ser lo que realmente es: una lnea de fuga.17
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FERNNDEZ, Ana Mara. La mujer de la Ilusin SAAVEDRA, Carlos Fronteras y territorios Artculo de la Revista Uruguaya de Psicoanlisis N 75 1992 16 DE BRASI, Juan Carlos. Trnsitos, poticas y polticas de la subjetividad, Ed. De la pequea escuela. Bs. As. 1996 El concepto refiere a la complejidad, multiplicidad, implicacin, diseminacin, interferencias grupales, matices de enunciacin, rgimenes de afeccin, etc. 17 Idem 7.
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Este posicionamiento fugado del encierro terico nos permite una reubicacin respecto del objeto a intervenir. Ya no estaramos frente a un objeto al cual aplicarle la teora de la cual interpretar para reubicar en una clasificacin preestablecida. Nos moveramos de este dualismo sujeto-objeto, para ubicarnos en el plano de la formulacin del problema. Problema a construir con el otro, en el marco de un campo en el que uno (el tcnico) ya est inmerso. En un campo que es social, grupal, que es singular, en un campo que tambin nos constituye. Problema a desplegar, a trabajar con el otro en la bsqueda de sentidos. Escucha que nos permita formular con el otro interrogantes acerca de su deseo, de su sufrimiento. Desde esta perspectiva, la estrategia de intervencin adquiere un valor tico, esttico y poltico. Nos corremos de la intervencin como estrategia18 de disciplinamiento y de control, intervencin como inmiscuirse para ejercitar una estrategia construida en el encuentro con el otro, una estrategia que posibilite una accin de soporte para el despliegue con el otro. La nocin de campo de problemas19, nos permite cuestionar las visiones hegemnicas y totalizadoras de las teoras y nos introduce en el anlisis y cuestionamiento crtico. Nos permite reconocer que el recorte lo hace uno. Abre dimensin a la multiplicidad que se juega en los procesos. Entendemos el pensamiento crtico como una poltica transformadora en condiciones histricas determinadas20 De alguna forma intentamos decir de qu manera entendemos juegan, los procesos de naturalizacin en nosotros y el otro a la hora de escuchar e intervenir.
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FERNANDEZ, Ana Mara. El Campo grupal Ed. Nueva Visin Bs. As. 1989 DE BRASI, Juan Carlos. Ctica y transformacin de los fetiches Versin Xerox.
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