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PUEBLO S Y C IUD A D ES
Documadrid
Tierras de Buitrago
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DOCUMADRID
Comunidad de Madrid
Direccin editorial:
Agustn Izquierdo
Gestin administrativa:
Servicio de Publicaciones de la Consejera de Educacin y Cultura
Diseo grfico:
Rafael Cansinos
Preimpresin:
Ilustracin 10
Impresin:
BOCM I.S.B.N.: 84-451-1565-0 Depsito Legal: M-7.182-1999 Tirada: 2.000 ejemplares Coste unitario: 950 pesetas Edicin: 02/99
Esta versin digital de la obra impresa forma parte de la Biblioteca Virtual de la Consejera de Educacin de la Comunidad de Madrid y las condiciones de su distribucin y difusin de encuentran amparadas por el marco legal de la misma. www.madrid.org/edupubli edupubli@madrid.org
Comunidad de Madrid Consejera de Educacin y Cultura Secretara General Tcnica, 1999 De los textos: Documadrid (Reyes Garca Valcrcel, Ana Mara cija Moreno y Soledad Valcrcel Moreno) Cartografa: Comunidad de Madrid. Consejera de Obras Pblicas, Urbanismo y Transportes. Servicio Cartogrfico Regional. Fotografas: Direccin General del Patrimonio Cultural de la Consejera de Educacin y Cultura de la Comunidad Autnoma de Madrid: 18 (derecha abajo), 27, 61 (abajo), 72 (abajo), 133. El resto de la fotografas son de Documadrid. Agradecimientos: Marta Giralda que colabor en la investigacin del libro. A los profesionales que nos atendieron en los Ayuntamientos de la comarca y en la Direccin General de Patrimonio Cultural de la Consejera de Educacin y Cultura de la Comunidad de Madrid, expresamente a D. Margarita Garca Dorado. A Javier Leralta su ayuda tanto en ste como en otros libros de la coleccin. Y a D. Julio Gmez de Salazar su ayuda en toda la coleccin.
I N T R O D U C C I N
Este libro recorre una pequea zona de la sierra madrilea, al nordeste de nuestra regin. Un rea de tradicional aislamiento que por sus caractersticas fsicas ha sabido mantener el entorno rural en que se fragu. Buitrago del Lozoya es el eje de la comarca, ya que desde poca medieval esta poblacin con el ttulo de Villa obtuvo el privilegio de repoblacin de la comarca. Las aldeas y pueblos que constituan su zona de influencia abarcaba a ms de 30 concejos, por lo que parte de ellos sern tratados en un segundo volumen dedicado a la Sierra Norte. De los pueblos tratrados en este libro, solo Somosierra, Robregordo y El Berrueco quedaron fuera de la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago, institucin que qued vinculada muy pronto al seoro de la Mendoza. La comarca, adems de esta filiacin histrica, comparte su belleza natural, un entorno privilegiado donde cerros, montaas, altozanos, valles y ros conforman un paisaje inigualable, al que se aaden pequeos pueblos levantados de la forma tradicional con los materiales dominantes en esta sierra especialmente el gneis y la pizarra. Pero sin duda, el atractivo del terreno accidentado ha sido tambin una desventaja para estos pueblos que han tenido que luchar para aprovechar al mximo unos recursos limitados. De ah proviene el conocido sobrenombre de la comarca de la Sierra Pobre, que en las ltimas dcadas mantiene un agnico pulso por mantenerse a flote en el proceso de despoblacin y envejecimiento de sus habitantes. En esta lucha han surgido nuevas actividades econmicas encaminadas a dar a conocer al amante de la Naturaleza y de los deportes al aire libre las virtudes de la zona, comenzando una nueva etapa de revitalizacin. El turismo rural, tan extendido en los ltimos aos, encuentra en esta zona de la sierra un lugar idneo donde cultura, naturaleza y actividades de ocio. GUSTAVO VILLAPALOS SALAS
Consejero de Educacin y Cultura
N D I C E GUA DE USO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . BUITRAGO DEL LOZOYA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Las actividades ganaderas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . GASCONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . PIUECAR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . MADARCOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . PRDENA DEL RINCN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Las Comunidades de regantes . . . . . . . . . . . . . . . . MONTEJO DE LA SIERRA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . LA HIRUELA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . HORCAJUELO DE LA SIERRA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . HORCAJO DE LA SIERRA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los Concejos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . LA ACEBEDA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ROBREGORDO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SOMOSIERRA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . EL BERRUECO
13 14 31 38 44 52 58 62 66 78 84 96 100 104 112 118 126 136 142 150 158 164 174 179 187
............................
CERVERA DE BUITRAGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . EL ATAZAR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ROBLEDILLO DE LA JARA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . BERZOSA DEL LOZOYA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . PUEBLA DE LA SIERRA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Itinerarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Documentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Bibliografa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
G U A
D E
U S O
Pueblos y Ciudades, incluida en la Biblioteca Bsica de Bolsillo, es una coleccin que tiene como objetivo dar a conocer las caractersticas de todos los municipios de la Comunidad de Madrid. Cada uno de los libros de la coleccin incluye un nmero variable de pueblos relacionados geogrfica o histricamente. Por sus caractersticas, cada volumen puede cumplir la funcin de una gua de viaje, pero la coleccin pretende, al mismo tiempo, que los propios habitantes de cada localidad puedan conocer a fondo las singularidades de sus municipios. Para cumplir este objetivo, cada captulo, que trata de uno de estos pueblos o ciudades, se subdivide en varios apartados:
Telfonos de inters Accesos: carreteras, autobuses, tren Lugares de inters Fiestas Actividades de tiempo libre Mapa de localizacin y escudo
Por ltimo, en la parte final del libro, se recogen una serie de documentos histricos y literarios relacionados con los lugares tratados.
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GUA
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USO
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Buitrago, la ms importante localidad de la comarca por ser durante muchos siglos la cabeza de la Comunidad de Villa y Tierra establecida desde la Reconquista, ofrece al visitante importantes atractivos naturales, culturales e histricos. Situada en el valle del Lozoya junto a la autopista A-1, se levanta sobre un promontorio al que rodea el ro en un pronunciado meandro, divisndose desde la carretera el recinto amurallado que caracteriza a la Villa. Al este y oeste, la localidad est limitada por los embalses de Puentes Viejas y Riosequillo construidos en 1925 y 1958 respectivamente.
Tradicionalmente se ha considerado como cierta la explicacin sobre el origen de Buitrago, dada por Diego de Colmenares en 1637 en su Historia de Segovia . En esta historia, al igual que en otras que se escribieron en aquella poca con el fin de ensalzar los orgenes de una u otra ciudad, se identificaba la ciudad ibrica de Litabrum, conquistada por Cayo Flaminio,
Muralla
con Buitrago. A travs de la evolucin etimolgica, este historiador hara derivar la citada ciudad de Litabrum hacia el nombre de Buitrago. Tambin cita Colmenares dos textos de Flavio Destro y de Juliano donde se alude a la localidad de Britabli, por un lado, y Buitrago, por otro, adems del relato del martirio de San Audito. Sin embargo, la historiografa actual ha descartado a estos dos ltimos autores que, con nombre supuesto, escribieron en el siglo XVI unas obras que se insertan dentro de los falsos cronicones, compuestos tericamente muchos siglos antes, con el nico fin de reinventar los orgenes con personajes famosos, mrtires o santos.
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Otras hiptesis hablan de un origen rabe y citan una derivacin etimolgica del lugar de Fegh-Taric. Pero la tesis que se contempla con ms confianza es la que sugiri D. Ramn Menndez y Pidal en su Toponimia prerromnica hispana : Buitrago design originariamente el predio o vico posedo por un Vulturio, adjetivando este nombre del propietario mediante el sufijo cltico aco, se dijo Vulturiacum, nombre que resulta Buitrago, por el mismo camino quevultare, resulta buitre.
Historia
El ncleo urbano de Buitrago est situado en una zona estratgica, al abrigo del ro Lozoya, que, en forma de hoz, lo rodea en su curso natural. Este emplazamiento natural tan singular fue, sin duda, una de las razones por las que
los primeros pobladores se asentaron en la localidad. Quines fueron los primeros pobladores de Buitrago, sigue siendo una pregunta de difcil respuesta. La escasez de prospecciones arqueolgicas y la falta de datos comprobables nos llevan de nuevo a las hiptesis. Si aceptamos la tesis de Menndez Pidal sobre el origen del nombre y la expansin de los pueblos celtas hacia el sur de la Meseta Central, como apuntan otros topnimos cercanos, sera lgico pensar en un establecimiento en este lugar estratgico. Del mismo modo, la presencia rabe posterior ha sido lanzada como teora, al conservarse, en esta zona convertida en el siglo IX y X en Marca Media, varias atalayas de poca emiral y tendentes a la vigilancia. Este hecho sugiere que en
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el lugar privilegiado que ocupa Buitrago, con el meandro del Lozoya actuando como foso natural, pudiera haberse establecido poblacin musulmana. Atendiendo estas razones, en la rehabilitacin realizada de las Murallas de Buitrago en los primeros aos de los 90, se analizaron y estudiaron los restos que pudieran indicar la presencia islmica, y los sondeos arqueolgicos no ofrecieron resultados convincentes, pues slo se document entre las torres 7 y 8 la existencia del derrumbe de la muralla de tapial cubriendo estratos en los que el material, siempre muy escaso y fragmentado, podra datarse en poca islmica (siglo X). En el siglo XI, cuando Alfonso VI tome Toledo dentro de su poltica expansionista, ser el momento en que Buitrago comenzar a aparecer documentalmente. La zona, que haba sido tierra de nadie durante tanto tiempo, empieza a ser repoblada, por expreso deseo del rey, para hacer efectiva la ocupacin y sern, en este caso, los de Seplveda los que la lleven a efecto.
Entre los Privilegios concedidos por los reyes para su repoblacin destaca la copia que nos ha llegado del otorgado en 1096: De donde en cierta villa de Buitrago en estos montes y selvas, que dicen Araboia pobl para que pasen los de Burgos y los de Castilla a Toledo, y los de Toledo a Castilla, porque por all estaba infestado de ladrones. En este privilegio se concede, por tanto, a la Villa de Buitrago la facultad de poblar una zona que ira desde el valle del Lozoya hasta la Sierra de Aylln en Guadalajara y que, por su pasado fronterizo, se denomina Araboia. En esta antigua Marca Media habra a menudo problemas de ataques de almorvides y almohades y disputas territoriales entre los concejos
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cristianos, que, a causa de su escasa ocupacin, creara problemas de comunicacin entre las dos submesetas. Para asegurar la importante va de comunicacin se vinculaba la Villa de Buitrago a un amplio territorio para llevar a cabo la efectiva repoblacin de la zona, que muy spera para el cultivo de mieses y vias se dedicara a apacentar el ganado, ad alenda pecora como se dice en el documento, frase que los habitantes de Buitrago han incluido en su controvertido escudo. Se creara as la Comunidad de Villa y Tierra con Buitrago a la cabeza que, adems de formar jurisdiccionalmente una unidad, constitua una comunidad de pastos. Para incentivar el asenta-
miento de los repobladores los reyes les concedieron privilegios que descargaban, sobre todo a los seores y caballeros, de contribuir a la Hacienda Real con cargas impositivas, como pechos y alcabalas. Tambin es de destacar la concesin a Buitrago de una feria anual, privilegio de gran importancia en la comarca y que an se celebra. De 1368 conocemos un documento real por el que se confirma la donacin del seoro a D. Pedro Gonzlez de Mendoza. El documento est firmado por el rey Enrique de Trastmara. La confirmacin de esta donacin hace suponer que ya antes se haba establecido el vnculo entre esta casa seorial y Buitrago. D Matilde Fernndez Montes remonta el seoro de Buitrago al antecesor de D. Pedro, D. igo Lpez de Orozco que en 1289 ya reciba el ttulo de seor de la casa de Orozco en Vizcaya y seor de Hita y Buitrago. Su hijo, tambin llamado D. igo Lpez de Orozco, hered estos ttulos. D Juana, hija de ste ltimo, recibi, tras la muerte de su padre, el seoro de Hita y Buitrago, que aport como dote al
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casarse con D. Pedro Gonzlez Yez, Montero Mayor de Alfonso XI. De este matrimonio nacera D. Pedro Gonzlez de Mendoza, a quien se confirma el seoro de Buitrago y es considerado por muchos el primer seor de Buitrago. Lo cier to es que, como mayordomo del infante Don Juan, traslad su residencia a tierras castellanas, dejando atrs lava, para hacerse cargo de sus posesiones de Buitrago e Hita. Este representante de la Casa de los Mendoza tuvo adems gran importancia porque sus acciones en vida y su muerte sirvieron de base para crear la leyenda, que ms tarde D.Diego Hurtado de Mendoza se encargara de escribir en un romance a manera de loa, sobre la fidelidad al rey. As se le
conoce como el hroe de Aljubarrota que, con su gesto de caballero leal, ofreci al rey Juan I su caballo para que pudiera salvarse de una muerte segura, costndole su propia vida. Pero antes de que esto ocurriera, el rey D. Enrique le concede la donacin de las Villas de Buitrago y de Hita con todas sus fortalezas y todos sus trminos y con todos los vasallos cristianos, judos, moros, hombres y mujeres de cualquier estado y condicin de stas y con todas las rentas, pechos y derechos, as almojarifazgos, portazgos, aduanas, fonsado y fonsadera, la cabeza de pecho de los judos, escribanas, yantares y pechos por la utilizacin de hornos y molinos y otros pechos foreros y no foreros. Estos derechos, incluyendo el ejercicio de la justicia,que
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se nos citan en el privilegio real, eran ejercidos en un extenso territorio que inclua a Buitrago y a 32 aldeas o lugares. A cambio, el perceptor del seoro deba apoyar militar y polticamente al rey.
El Seoro de Buitrago se mantuvo en manos de los Mendoza hasta que las Cortes de Cdiz abolieron los regmenes seoriales, a comienzos del siglo XIX. Esta casa nobiliaria obtuvo en esta primera poca en la que nos encontramos importantes ttulos que iban acompaados de un mayor poder poltico y econmico, as D. igo Lpez de Mendoza obtendra el ttulo de Conde del Real del Manzanares y el de Marqus de Santillana y su hijo, D. Diego Hurtado de Mendoza, el de Duque del Infantado. La institucin de Comunidad de Villa y Tierra segua mantenindose, organizando administrativamente la zona bajo un sistema de cuartos que representaban a varias poblaciones por medio de unos procuradores en la Junta del Comn, donde se reunan con el Corregidor, representante del seor. En esta Junta se discutan las cuestiones econmicas y sociales que afectaban al territorio, definindose las Ordenanzas por las cuales habran de regirse. Buitrago era la sede de estas reuniones y, como cabeza jurisdiccional y administrativa, se diriman en la Villa los problemas que afectaban a la Tierra de Buitrago, lo cual supona el aplicar justicia, el acordar las ordenanzas de reguera con sus representantes y otra serie de labores administrativas que la convirtieron en una villa de servicios. A esto contribuy, tambin, el asentamiento de una poblacin juda numerosa dedicada al comercio y a oficios
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cualificados. Por otra parte, los seores de Buitrago impulsaron el desarrollo de la villa con la construccin de nuevas edificaciones. Por entonces, el recinto amurallado ya estaba levantado, (entre los siglos X y principios del XIV) pero las parroquias, el Hospital de San Salvador o las Casas del Bosque se construiran en los siglos XV y XVI, trazndose la estructura urbana que, hasta hoy, ha sufrido escasas modificaciones. Merece la pena detenerse en estos edificios citados que, aunque en su mayor parte han desaparecido, dan una idea de cmo era Buitrago en aquellos tiempos y la relevancia que lleg a tener. En 1455, se dice, fund el Marqus de Santillana, D. igo Lpez de Mendoza, el Hospital de San Salvador, que se mantuvo en pie hasta nuestro
siglo. Su construccin parece ser comenz aos despus, en el siglo XVI, frente al castillo. Su misin era la de atender y acoger a los pobres transentes, o a los de los trminos de la Tierra de Buitrago, en el caso de que no se cubriera el tope de admisin con los forasteros. Se contaba para su servicio, con iglesia, botica , dos enfermeras, una para hombres y otra para mujeres, sala de hospedaje para religiosos y peregrinos, cocina y alojamiento comn para los pobres, que no podan ser ms de 6, y un huerto. Las descripciones que se hacen de l lo enmarcan dentro del estilo arquitectnico gtico-mudjar y hoy, slo se mantiene en pie una de las portadas por la que se acceda a la Iglesia y que se encuentra frente a la fachada norte de la fortaleza. De este Hospital se conserva tambin el Retablo de los
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Gozos de Santa Mara, tambin conocido por el de los ngeles que representa una de las joyas pictricas del periodo gtico. El Retablo, que hoy se incluye en la Coleccin particular del Duque del Infantado, se compone de un banco con una pintura sobre tabla de Los Padres de la Iglesia y un cuerpo dividido en dos registros, con la talla de la Virgen en el centro. En el superior se representa a una grupo de ngeles sosteniendo letreros en los que pueden leerse versos compuestos por el Marqus de Santillana referentes a los gozos de la Virgen y en el superior los retratos a tamao natural de los patronos del Hospital, D. igo Lpez de Mendoza, Marqus de Santillana, acompaado por un paje y D. Catalina Surez de Figueroa, su esposa, junto a una dama. Fue el primer Marqus de Santillana el que encarg a Jorge Ingls, pintor flamenco, la ejecucin de esta obra entre los aos 1450 y 1455 para que fuera expuesta en la capilla mayor de la Iglesia del Hospital. Al Retablo se le aadira la escultura de la Virgen con el Nio que adquiri en la feria de Medina, segn consta en un codicilio de 1455. Haba en Buitrago adems otras Iglesias, como la de San Miguel, San Antoln, San Juan y Santa Mara del Castillo. Esto da idea del crecimiento urbano de la poblacin en estos siglos. D. Matas Fernndez apunta la existencia de dos arrabales, el de San Juan y el de Miralro, donde se levantaran dos de estas parroquias; la de San Antoln,
con transformaciones, se convertira aos ms tarde en la ermita de Nuestra Seora de las Flores. La parroquia de San Juan se conservaba an en buen estado a comienzos de siglo y de ella contamos con dos grabados que nos muestran su exterior y el monumento funerario del clrigo Prez de Luna. La parroquia de Santa Mara del Castillo, levantada a finales del siglo XV, al igual que la anterior, es la nica que en la actualidad podemos ver y trataremos de ella ms adelante, en los lugares a visitar. Para completar el panorama edificativo que exista en Buitrago durante el siglo XVI, hay que hablar de las Residencias de los Seores de Buitra-
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go. En los siglos XIV y XV los Mendoza haban habilitado y reconstruido lo que se supone haba sido una antigua fortaleza rabe, el castillo que se levanta en el ngulo sureste del recinto amurallado. Por l pasaron importantes personalidades de la poca, como corresponda a la residencia de una de las Casa nobiliarias ms influyentes de la Edad Media. Sin embargo, en 1468 compraron la dehesa de El Bosque, cubierta de encinas, tal vez como zona de caza, deporte al que fueron siempre muy aficionados, y en el siglo siguiente comenzaron la construccin de unas casas de recreo conocidas por Casas del Bosque, donde pasaran buena parte de su tiempo. Junto a esta edificacin se levantara una capilla en los siglos XVII o XVIII. De estas edificaciones slo se conservan sus ruinas en el este del pueblo, al otro lado del ro Lozoya. El gran desarrollo urbanstico de la Villa coincidira por tanto con los siglos XV y XVI con el afianzamiento de los Duques del Infantado en el seoro de Buitrago. Durante los siglos posteriores, el desarrollo econmico proporcionado sobre todo por el esquileo y por los servicios administrativos y comerciales de la cabeza de la comarca, se desenvolvera en este gran recinto urbano ya consolidado. Desgraciadamente, al comenzar el siglo XIX, la ocupacin francesa y las luchas que la precedieron causaron terribles destrozos en el casco urbano y, muy especialmente, en el recinto
amurallado. Las nuevas batallas acontecidas un siglo despus, durante la Guerra Civil, acabaron de destruir los principales edificios de la localidad. El citado Hospital de San Juan, tan daado, fue demolido y, en su lugar, se abri la plaza de Picasso, levantndose en su finca, el Ayuntamiento. En este siglo se realizaron tambin las obras de represamiento de las aguas del ro Lozoya con el embalse de Puentes Viejas y el de Riosequillo. El impresionante paraje que supone Buitrago, con sus murallas y el ro Lozoya abrazando sus lindes en un cerrado meandro, son atractivos suficientes para que se haya convertido la Villa en un lugar turstico de especial inters.
Actividades econmicas
Buitrago, como cabeza jurisdiccional de la Comunidad de Villa y Tierra, tena en la administracin y los servicios un importante papel en la comarca. Pero su riqueza econmica provena, fundamentalmente, de la ganadera y las industrias relacionadas con ella. Los propios Duques del Infantado, seores de Buitrago, posean una enorme cabaa ganadera compuesta en su mayora por ovejas de raza merina, que pastaban en los trminos del seoro, con el permiso de todas las localidades que lo componan, gracias a la comunidad de pastos acordada en Buitrago y su Tierra. Esta es una de las razones que esgrimen los historiadores del Grupo 73 al defender la tesis que apun-
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ta a que las comunidades de pastos suponan un medio de produccin injusto y claramente benefactora de la elite ganadera, que, sin necesidad de ttulos de propiedad de la tierra, podan utilizarla y explotarla mientras que los gastos de mantenimiento revertan en toda la comunidad. La cra de ganado con fines comerciales era, por otra parte, la base de una economa que aportaba a Buitrago importantes beneficios ya que era en la villa donde se haca el esquileo. Esta actividad se realizaba en el siglo XVIII en 7 establecimientos, adems del de la Duquesa, y al ser Buitrago un importante nudo en la red de vas
pecuarias, pasando por la Villa una de las Caadas Reales de ganado trashumante, se beneficiaban del esquileo del ganado lanar procedente incluso de fuera de la comarca. Esta lana tena como destino Europa, especialmente los Pases Bajos, ya que la industria del tejido no estaba casi desarrollada en Espaa. En lo que se refiere al otro gran sector econmico de la Edad Moderna, la agricultura, Buitrago se caracterizaba, al igual que su comarca, por la improductividad de sus tierras. An en stas se cultivan el centeno y el trigo y, en pequeas huertas, productos de regado. Sin embargo, seran escasos sus excedentes. En Buitrago exista un psito de grano desde, al menos, el siglo XVI lo que aliviara el temor en caso de escasez. En general la agricultura estaba subordinada a las actividades ganaderas, llegando a pagarse el diezmo por el valor de las cosechas de granos. En esta bsica produccin agraria tambin existan ordenanzas de reglamentacin que se basaban, sobre todo, en la utilizacin del agua. La industria se reduca a los molinos harineros y un batn que funcionaba desde el siglo XVI. Dos siglos despus aumentan el nmero de molinos a tres. Los dems servicios bsicos se mantenan a un nivel de autoabastecimiento y lo ms reseable, adems del comercio de lana, era la feria anual de mercado que se celebraba en torno al Da de difuntos y que congregaba a nume-
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rosos habitantes del seoro y de comarcas vecinas, como Seplveda y Alcal. Esta feria tena su origen en un privilegio dado por el rey en 1304. El rey Carlos III, en una cdula real dada en 1768, concede a Buitrago la celebracin de un mercado semanal que servir de punto de contacto entre las localidades prximas y de intercambio de excedentes a pequea escala. A finales del siglo XVIII, la economa de Buitrago sufrir un importantes revs ya que el comercio de la lana que haba sido su principal recurso y en el que se basaba su economa fundamentalmente, comienza a decaer. La causa principal ser la comercializacin de lanas procedentes del exterior, con precios ms bajos y la depreciacin de las lanas propias que, por desidia y malos cuidados, haba bajado en su calidad. Adems, en los comienzos del XIX, los cambios polticos y sociales, provocarn la desaparicin de la Mesta, ya en franca decadencia. Todo esto provoc un abandono del sistema econmico tradicional, que dejaba pocas alternativas. En la actualidad, la ganadera subsiste en unos reducidos lmites, criando, esencialmente, ganado bovino, siendo el sector servicios el que proporciona mayor ocupacin. No hay que olvidar que Bui-
trago, bien comunicado al encontrase en el camino de una de las vas nacionales importantes, siempre ha actuado como centro de atraccin entre las localidades de la comarca, por el establecimiento de comercios y servicios inexistentes en otros pueblos alejados. En el censo de 1989 elaborado por la Comunidad de Madrid, se contabilizaban 40 establecimientos comerciales que, contrastados con la absoluta inexistencia de stos en localidades prximas, aporta mayor significado a la cifra. Adems, la revalorizacin de la Villa en los ltimos aos como centro turstico ha proporcionado nuevas salidas laborales a los habitantes de la localidad. Tambin es interesante comprobar el nmero de residencias secundarias que si bien, en proporcin a las principales, no es muy grande, en comparacin con el resto de las poblaciones de la comarca, supone un nmero importante que supera el centenar. Las actividades tursticas, por otra parte, se han diversificado, siendo importantes para su potenciacin las actuaciones de restauracin y de conservacin arquitectnica que se han realizado en el casco urbano y la diversa oferta de ocio que se plantea a los amantes de la naturaleza.
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El Castillo y las murallas La muralla de Buitrago rodea la parte alta del pueblo que corresponde a la antigua Villa medieval, es decir, el origen de Buitrago. La localizacin estratgica hace suponer que la fortificacin formara parte de los ncleos defensivos islmicos cuando la comarca estaba integrada en la Marca media, o sea, la zona fronteriza entre cristianos y musulmanes. Sin embargo, los restos arqueolgicos encontrados no son concluyentes respecto a su antigedad. La parte ms antigua es del siglo XI y corresponde a las torres de aparejo mudjar (6 y 7) y el muro entre la torre 1 y
la Puerta del Piloncillo. Podra ser este sector parte de la fortaleza islmica o el origen de la fortificacin cristiana en los primeros aos de la Reconquista. Tapando este sector, nos encontramos la parte de lienzo de muralla construida en mampostera y que se ve a lo largo del ro que pertenece a la segunda mitad del siglo XII. La Torre del Reloj, que consiste en una torre pentagonal cuyo acceso se realiza en recodo, sera de una poca ms tarda, entre los siglos XIII y XIV. El foso natural que forma el meandro del Lozoya hizo que no fuera necesario levantar una gran muralla en este sector, al contrario que en la parte sur, donde el lienzo de mu-
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da, se encuentra flanqueado por cinco torres y, en su interior, se sita una gran plaza de armas, hoy plaza de toros. El castillo fue lugar de residencia de los Mendoza en sus estancias en Buitrago y tambin lugar frecuentado por nobles, invitados por stos, para que disfrutaran de la riqueza cinegtica del lugar. Por otra parte, entre sus paredes se escribi parte Planta del Castillo de la historia de Espaa, alojndose en sus dependencias D Juana la Beltraneja en 1467,cuando el rey Enrique IV la confi a los Mendoza. Era el momento en que se diriman los conflictos entre los nobles y el monarca causando graves problemas de Sucesin y la Casa de los Mendoza an apoyaba a la primognita. Tambin se habla de la estancia de su madre, D. Juana de Portugal, aos antes y la famosa visita del rey Felipe III en 1601. Alzado y seccin del castillo En el siglo XVIII sucedi la primera sacudida contra la fortaleza, que vio como las tropas napolenicas arrasaban el palacio y destruan con sus ataques el ralla es ms alto y de mayor grosor. As nos encontramos un muro simple que limita con el cauce del ro, de unos 6 metros de altitud, y otro muro que cierra el recinto, de unos 9 metros de altura, con unas torres cuadradas en sus flancos. Destaca en este sector defensivo la Torre del Reloj. Accediendo por aqu al recinto amurallado se levanta el castillo de los Mendoza en el ngulo sureste. Este castillo-palacio, levantado por los Mendoza en los siglos XIV y XV, fue tal vez una antigua alcazaba rabe a la que sus nuevos propietarios dieron un carcter residencial, reconstruyendo su estructura. El castillo, de planta cuadraLa Iglesia parroquial de Santa Mara del Castillo est ubicada al sur del recinto amuIglesia de Santa Mara del Castillo recinto. La Guerra Civil espaola ahond en esta destruccin, ya que su poder estratgico siempre ha sido reclamo para su ocupacin. En las ltimas dcadas se han llevado a cabo importantes obras de restauracin acompaando a la declaracin de Bien de Inters Cultural del casco viejo y, desde 1931, la de Monumento Nacional del Castillo de Buitrago.
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rallado, en el acceso al mismo. Sus orgenes se remontan al siglo XV, aunque contiene estilos diversos a causa de sucesivas remodelaciones. Su exterior combina sillarejo, mampostera y ladrillo, siendo este ltimo caracterstico de la torre mudjar, lo ms antiguo que se conserva. Actualmente, se estructura a partir de una nave a la que se ha adosado la torre en el lado del Evangelio y una sacrista y dependencias parroquiales en el lado de la Epstola. El acceso se realiza a travs de un prtico del siglo XVI por el que llegamos a la puerta enmarcada en un arco mixtilneo, encuadrado por un alfiz. La nave nica est hoy cubierta por un artesonado, colocado en este siglo, pues anteriormente, segn las descripciones de varios historiadores que la visitaron antes de la Guerra Civil, momento en el que se destruy, tena una bveda de crucera, adems de estructurarse en tres naves. La sacrista corresponde a poca barroca, levantada en el siglo XVII. El presbiterio, en cambio, fue cubierto por el artesonado mudjar que haba en la Iglesia del Hospital de San Salvador, que corresponda a la misma poca y posiblemente al mismo estilo que la de Santa Mara del Castillo. La torre, como ya hemos dicho, constituye el elemento ms antiguo de la iglesia. Esta construida con ladrillos y mampuesto, y destaca en el conjunto por su esbeltez, por los cinco cuerpos que comprende y por sus detalles mozrabes, como los arcos de herradura, encuadrados en alfiz, de los vanos del campanario. Tras la Guerra Civil se reconstruy completamente su interior y, en estas ltimas dcadas, ha sido la torre la que ha sufrido ms intervenciones. Torre de la Iglesia de Santa Mara El puente del arrabal Iglesia de Santa Mara del Castillo. Siglo XIX
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Los Puentes El ms antiguo que encontramos en la localidad es el del Arrabal que los estudiosos datan en el siglo XIV o el XV. Comunica la Villa con el arrabal de Miralro y su importancia como va de comunicacin se acrecentaba, al ser paso de caada. Esto supona unos ingresos importantes para los seores de Buitrago que tenan el derecho de pontazgo. Tambin era el paso obligado para llegar al lavadero de lana de los Duques. Adosado al puente, se encontraba un acueducto del que apenas quedan restos. Otro puente de menores dimensiones, lo encontramos al noroeste del pueblo, sobre el arroyo de los Robles. Sus orgenes se remontan a 1579 y serva de paso hacia Valladolid y Segovia. Conocemos la fecha de su construccin porque ello supuso un pleito entre los habitantes de la Tierra de Buitrago y la Villa, ya que no queran hacer frente a los gastos que generaba. Antes exista un puente de madera y al sustituirse por ste, recibi el nombre de Calicanto. Otro puente de piedra se levanta sobre el ro Lozoya, al sur del Puente del Arrabal. Su construccin debi llevarse a cabo a finales del siglo XIX y comienzos del XX, sobre otro ms antiguo realizado en madera.
encontrar restos de antiguas casas con balcones, escudos o puertas adinteladas, que nos recuerdan la importancia que adquiri Buitrago en aquellos tiempos. Museo Picasso Este museo situado en la Plaza de Picasso es el resultado de la herencia de una amistad, la de dos exiliados espaoles que se conocieron en Francia: Pablo Picasso y Eugenio Arias. Este ltimo, hijo de la villa de Buitrago, volvi tras largos aos de exilio con una maleta llena de recuerdos, entre los que se encontraban aquellos que le regal Pablo Picasso, cuando trabajara como su barbero. El Museo, el primero que inaugur la Comunidad de Madrid, rene dibujos, cermicas, carteles, libros autografiados y litografas en los que abundan los temas de toros, aficin que compartan ambos amigos. Otros temas los resume el propio Eugenio Arias en el libro -gua del Museo: El retrato de mi madre, realizado con
Casas blasonadas Aunque muchas de las viviendas construidas entre el siglo XVI y XVIII han perdido su carcter original, aun podemos El Ayuntamiento y el Museo Picasso
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motivo de la peticin de amnista para los espaoles encarcelados. Las bacas de barbero realizadas como regalo de mi aniversario. Una , me dijo, en honor de nuestra fiesta nacional, la otra, en honor a Cervantes. La caja de mis herramientas, decorada a fuego en homenaje a, como l deca, la mejor herramienta, la mano. El retrato de Jacqueline en un libro dicindome, te debo esto, gracias Arias. El pjaro del progreso para que lo pusiera en mi nuevo saln de peluquera. Estas y otras pequeas obras se nos muestran en esta coleccin recogidas en varias dcadas que contienen un especial y entraable significado.
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ACTIVIDADES GANADERAS
Ganado bovino
Los orgenes y desarrollo histrico de la Villa de Buitrago y su Tierra han estado marcados por su dedicacin a una actividad econmica que ha condicionado su sistema de vida: la ganadera. Desde los primeros privilegios de repoblacin se cita a Buitrago y su Tierra como una comarca ganadera. El accidentado terreno, la poca calidad del suelo y la dedicacin tradicional a este oficio de los primeros pobladores, hacen bastante fcil entender la especializacin en la cra de ganado. Adems de estos condicionamientos, las primeras leyes y ordenanzas que la Villa y Tierra de Buitrago establece en la zona, estn encaminadas a proteger y potenciar la ganadera, frente a cualquier otro tipo de actividad. La comarca se organiza, adems, en una Comunidad de pastos, donde un tanto por ciento muy elevado de las tierras se destinan al ganado, que puede buscar los mejores pastos en cualquiera de los trminos territoriales que forman el comn. Las Ordenanzas que regulan esta institucin prohiben a los agricultores segar o cultivar en las tierras dedicadas a pastos, como dehesas y prados, as como en caadas o descansaderos, estando obligados a proteger sus cultivos del paso de los animales con cercas. De igual modo, afectan al aprovechamiento forestal que se ve limitado para que los ganados puedan alimentarse de las ramas bajas y tiernas en las pocas invernales, cuando el pasto se encuentra cubierto de nieve.
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Adems de estas ordenanzas proteccionistas, a Buitrago afectan los derechos y privilegios del Honrado Concejo de la Mesta, institucin regulada desde 1273, ya que una de las Caadas Reales, adems de cordeles subsidiarios, atravesaba la Villa. Basada, por tanto, la economa de la comarca en el ganadera, vamos a ver cules eran los beneficios que de esta actividad se extraan. En cuanto a la especies que se criaban, las ms abundantes eran las ovinas y caprinas. Haba entre las primeras, ovejas de raza churra y merina y de ambas se conseguan importantes excedentes que se comercializaban en el exterior y que llegaron a tener gran reconocimiento. En Buitrago haba varias casas de esquileo, una de ellas propiedad exclusiva del Duque del Infantado que, por otra parte, posea una gran cabaa ganadera que se llega a cifrar en 34.850 cabezas (segn el Grupo 73) y era un importante representante de la organizacin oligrquica que supona la Mesta, celebrndose en Buitrago alguna de las reuniones de esta institucin. En este sentido hay que decir que, adems de los impuestos de montazgo y portazgo, se obtena un importante beneficio de esquileo de estos ganados trashumantes. En el siglo XVIII, segn el Catastro de Ensenada , exista en Buitrago siete casas de esquileo y la de la duquesa. El esquilado y lavado de lanas, por tanto, se converta en una importante labor que ocupaba a gran nmero de personas durante
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una poca del ao. La mayora de ellas trabajaban, en parte, a cambio de comida y bebida, lo que supona un pequeo negocio de hostelera. El producto de este oficio sin embargo no tena una continuidad en la propia comarca, ya que slo existan pequeos telares y, casi en su totalidad, la lana lavada era mandada a Bilbao, desde donde se exportaba. Esta importante fuente de ingresos se vera frenada al extenderse el comercio de lana desde Europa, abrindose paso con lanas de igual o mejor calidad que las espaolas y con la crisis ganadera que desemboc en la supresin definitiva de la Mesta, en los primeros aos del siglo XIX. El ganado ovino era, por tanto, el ms importante econmicamente y a ste le segua el ganado caprino, que por su fcil adaptacin a los terrenos serranos, era muy estimado. Pero, esta sobresaliente cabaa se completaba con vacas y bue
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Potro de herrar
yes, empleadas en su mayora como ganado de labor, que competan en la utilizacin de pastos. Sin embargo, una parte de estas reses estaba dedicada al abastecimiento de carne de los habitantes. Este ganado era criado por el carnicero, oficio que era contratado por el concejo, poseedor de la carnicera. El establecimiento, pues, se rega por unas ordenanzas donde se especificaban las fincas o parcelas donde estaba permitido el pasto de su ganado, las especies que deban sacrificarse, cundo deba hacerse y el precio de venta, estando comprometidos los vecinos a comprarle a l la carne, cuyo pago poda ser realizado en lino. El ganado de labor, por otra parte, tena que ser atendido cuidando de su herrado. Esta labor se llevaba a cabo en los potros de herrar, con los que contaban y an hoy cuentan casi todos los pueblos de la sierra. Estos potros de herrar consisten en seis columnas de granito, situadas de dos en dos, siendo las colocadas en la parte delantera, de inferior tamao. Por medio de varas de madera se unen longitudinalmente las tres columnas paralelamente a las otras tres. En el espacio que queda entre las dos columnas anteriores y las dos que les siguen se sita otra madera, a manera de yugo. De esta manera el animal, al ser introducido en el potro, es inmovilizado pasndole la cabeza por el yugo colocado en la parte baja y elevndolo por medio de unas correas que se pasan debajo de la panza y por las varas de madera, o metlicas, longitudinales. As colocado se puede proceder al herraje del animal, apoyando los cascos en unos bloques de piedra o madera.
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Otros tipos de ganados eran criados tambin en la zona, pero su relevancia eco nmica era menor, ya que no se dedicaban a la comercializacin sino al consumo particular o a satisfacer necesidades en los quehaceres cotidianos, como los caballos y mulas empleados para el transporte. Entre estos podran citarse, adems del ganado equino, al ganado porcino y a las aves de corral. Excepto estos ltimos, los dems se criaban y cuidaban siguiendo unas ordenanzas, que alcanzaban a las personas que los dirigan en sus pastos, reunidos en yeguadas y porcadas. La importancia ganadera se haca patente en la Feria que desde 1304 se celebra en Buitrago. Fue Fernando IV quien firm el privilegio que conceder a la Villa de Buitrago la merced de hacer cada ao una feria hacia el mes de Noviembre. En sta se comerciaban una gran variedad de productos pero, con el paso del tiempo, se especializ en ganados. En la actualidad, ha perdido el esplendor y concurrencia de pocas pasadas pero se mantiene de manera testimonial apoyada en la tradicin.
Potro de El Berrueco
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Navidad Destaca entre todas las fiestas celebradas en Buitrago, la Navidad. En estas fechas, particularmente fras en esta localidad se revive con una tradicin de aos, la noche del Naci-
miento de Jess. El Beln viviente, que se representa en treinta escenas, tiene lugar en el recinto amurallado. Los personajes son interpretados por los propios vecinos cuya fe les ayuda a revivir el acontecimiento religioso a pesar, en algunos casos, de la nieve.
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INFORMACIN MUNICIPAL
San Roque, el 16 de agosto El Santsimo Cristo de los Esclavos y Virgen de los Dolores, el 15 de septiembre Navidad con el Beln viviente
CURIOSIDADES
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DISTANCIA DESDE MADRID
75 kms
POBLACIN
1.407 habitantes
CMO LLEGAR
Muralla rabe Restos del Castillo La Iglesia de Santa Mara del Castillo Casonas nobiliarias, antiguas Museo Picasso Las Cruces (Calvario) Lugares de inters natural: Cerro de Gandullas, rea del Pinarcillo, ribera del pantano de Riosequillo, Caada Real
FIESTAS
FERNNDEZ GARCA,M. Buitrago y su tierra (algunos notas histricas). Matas Fernndez Garca. Madrid, 1980
FERNNDEZ MONTES, M. Cultura tradicional en la comarca de Buitrago. Patronato madrileo de reas de Montaa. Madrid, 1990
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G A S C O N E S
facilitaran el trabajo a los pastores al ser lugar de paso y pasto de los ganados. Estas pequeas edificaciones ms o menos eventuales, constituiran el antecedente de otras ms estables que formaran el asentamiento actual. S est claro que desde un primer momento Gascones fue parte de la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago, dentro del cuarto conocido como los Aledaos o Adegaas junto a Gandullas, Cincovillas, La Cabezada y Palomar. Como ya hemos dicho, se trata de una unidad jurisdiccional dependiente de la villa de Buitrago que formaba un territorio muy amplio con diversas aldeas y lugares y que era necesario poblar.
Para Jimnez de Gregorio el topnimo Gascones tiene su origen en la repoblacin de este territorio, tras la reconquista, por habitantes de La Gascua, regin del Suroeste francs, que acompaaron en sus campaas militares al rey Alfonso VIII. Otra hiptesis apunta a los gascones, es decir, a los vecinos de Gascuea, en la actual provincia de Cuenca, como fundadores de este pequeo municipio. Curiosamente, y siguiendo esta segunda suposicin, los habitantes del pueblo madrileo son conocidos como gascueos, mientras los conquenses se llaman gascones.
Historia
No conocemos con precisin el origen de Gascones. Ya Marn en el siglo XIX haca referencia a la dificultad de localizar noticias sobre su fundacin: Ignrase la fecha en que se construy este pequeo pueblo y se carece en absoluto de datos referentes a este asunto, porque ni an por la tradicin se conserva el ms vago recuerdo, ni la ms remota idea. Hoy, no contamos con muchos ms datos pero parece que Gascones pudo surgir, como otros enclaves de la zona, de la necesidad de construir refugios y corrales que
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Ya en el siglo XIII, la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago aparece ligada a un Seor, D. igo Lpez de Orozco, aunque tradicionalmente se ha considerado a D. Pedro Gonzlez de Mendoza, descendiente de ste, primer seor de Buitrago debido a un Privilegio del rey Enrique de Trastmara fechado en 1368 que no es sino la confirmacin de la donacin del siglo XIII. No hay muchos datos adems de los comunes a toda la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago ya comentados suficientemente en otros captulos, pero sabemos que en el siglo XVI el actual trmino municipal de Gascones contaba con dos ncleos poblacionales anejos con los que formaba concejo: La Cabezada y Palomar. La Cabezada tena en 1548 slo cinco vecinos pero, aunque en pocos aos aument considerablemente su poblacin pasando a contar con diez en 1554, termin despoblndose, posiblemente en el siglo XVII, pues en el Catastro de Ensenada se dice que junto al rodeo que llaman de La Cabezada, se encontraron varios muros de piedra cados, y otros vestigios que dijeron los vecinos ser tambin ruinas de otro lugarcillo que antiguamente hubo en aquel sitio Palomar era otro pequeo lugar anejo a Gascones y con tan poca poblacin como La Cabezada, seis vecinos en 1548 y diez y siete en 1554. Tambin el Catastro de Ensenada habla de su existencia, aunque tiempo atrs: En el sitio que llaman Palomar
de arriba, antes de llegar a la casa de D. Pedro del Pozo, vecino de Braojos, hay varias ruinas y vestigios de casas que se dice fueron de otro lugarcillo que en lo antiguo haba en aquel paraje con el propio nombre de Palomar. Despoblados los dos lugares en el siglo XVII, Gascones qued como nico ncleo poblacional.
Actividades econmicas
Aunque la importancia de la agricultura ha sido histricamente muy pequea en Gascones, conviene recordar que, pese a que el municipio no contaba con agua abundante, tena y tiene Gascones su reguera, que vena del ro Cigeuela en el trmino de Braojos, lo que provoc y an en la actualidad sigue provocando numerosos pleitos, y que comparta con Palomar y La Cabezada. Para evitar abusos o la preeminencia de uno de los municipios, el alcalde de reguera era cada ao de un pueblo. Hoy, Gascones sigue teniendo su alcalde de reguera y su aguador que controlan el tiempo de riego de cada vecino. La economa ha cambiado y ya no es tan estricto el tiempo ni son todos los gascueos los que quieren agua. Cada dueo de huerto o prado decide las horas que necesita y paga por ellas, adems de ocuparse de la parte proporcional que le corresponda en la limpieza de la reguera madre y los brazos. En la puerta del ayuntamiento se puede ver la lista de los turnos.
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Las tres aldeas, Gascones, Palomar y La Cabezada, se asentaban sobre un terreno pobre y pedregoso, como afirma el Catastro de Ensenada pero contaban en este siglo XVIII con una pequea produccin agrcola de trigo, centeno, lino y hortalizas. Pero la mayor parte de las tierras se reservaban para pastos. En el siglo XIX la ganadera segua siendo la principal fuente de riqueza del municipio pues, segn escribe Marn, contaba con veinte cabezas de
ganado caballar, seis de asnal, ciento diez y siete de vacuno, diez y seis de cabro y mil ochocientas de lanar. Los primeros se dedicaban sobre todo a la labor y las vacas, cabras y ovejas a la reproduccin, aunque, evidentemente, unos y otros se aprovechaban tambin para el consumo. El nico comercio que mantenan los vecinos de Gascones estaba relacionado tambin con la ganadera, pues vendan lana, leche y carne.
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La iglesia de Santo Toms es un edificio de grandes dimensiones, construido en piedra en el siglo XVII. Durante la Guerra Civil sufri deterioros tan graves que tuvo que ser reconstruida casi en su totalidad. No se volvi a levantar la espadaa y an hoy vemos su base. Es un edificio de una sola nave con planta de cruz latina y entrada por un lateral donde se levanta un pequeo tejado apoyado en dos columnas que, junto a la planta, es lo nico que queda del edificio original. Marn en el siglo XIX escribi sobre su interior, lo que nos puede dar una idea de su antigua distribucin: hllase interiormente dividido este templo, cuya construc-
cin no ofrece ninguna particularidad, en los altares titulados de Santo Toms, del Rosario, del Carmen, del Cristo de las Angustias y de la Resurreccin
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Dos son las fiestas importantes que se celebran en Gascones. La primera, la Virgen del Rosario, tiene lugar en octubre y, adems de la misa y la procesin con la imagen de la Virgen, se celebra con una comida en la que participan todos los vecinos.
La segunda fiesta destacable se conoce como la Fiesta del Verano y tiene un mayor contenido ldico que la anterior. Las actividades que se proponen son bailes, msica, juegos como el tiro al plato y los bolos y competiciones deportivas.
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QU VISITAR
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DISTANCIA DESDE MADRID
78 kms
POBLACIN
101 habitantes
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En coche:
Por la N-I (Madrid-Burgos), en el p.k. 75 se toma el desvo por la M-634 y, luego, la M-636 hacia la derecha, o bien se toma directamente en la N-I la M-636 hacia Villavieja
En autobs:
La reguera de Gascones
PARA SABER MS
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Piuecar se levanta en las estribaciones de las sierras de Guadarrama y Somosierra, sobre un terreno relativamente llano lo que propicia buenas superficies para prado y cultivos, aunque no posee el trmino cauces de agua importantes, reducindose su red hidrogrfica a un pequeo ro, que tiene su origen en la Sierra de La Acebeda y algunos arroyos. No obstante, sus vecinos, en el siglo XVIII, no estaban muy de acuerdo con la escasez, segn se deduce de sus respuestas al cuestionario que les hizo llegar el Cardenal Lorenzana: Las aguas que gozan estos naturales son las ms dulces y delgadas que se gastan en Espaa, y con tanta abundancia que poda moverse a su violencia cualquiera mquina de fbrica que se estableciese, aunque fuera de la mayor consideracin. Dentro de su trmino se encuadra un segundo ncleo urbano, de dimensiones reducidas llamado Gandullas.
Iglesia de Gandullas
Historia
Jimnez de Gregorio considera que el topnimo Piuecar tiene su origen en los aos de la Reconquista y est relacionado con la vegetacin que predomina en el trmino, el pino. El vocablo
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Gandullas
derivara de pinar, pinho, pio Es cierto que abunda esta especie en sus distintas variedades, especialmente la conocida por pinus silvestris. Esta teora ya fue comentada por Marn en el siglo XIX: Segn la tradicin y la declaracin juramentada que sus tres vecinos ms ancianos prestaron, se llama Piuecar por estar edificado en el cerro de este nombre, el cual lo haba tomado a su vez de los pinos que lo haba repoblado. En cuando a su fundacin, no es fcil precisar la fecha, aunque es muy probable que fuera temprana en relacin a otros pueblos de la zona, por su cercana a la carretera que cruza el puerto de Somosierra. Un documento del siglo XVIII, las Relaciones de Lorenzana, dice que se pre-
sume que esta aldea la fundaron los vecinos ganaderos de Buitrago, teniendo su principio en unas casas de campo hechas con la ocasin de apacentar sus ganados en un terreno ameno y proporcionado a este fin Andrs Marn aseguraba, en el siglo siguiente, que todava es un problema entre los contemporneos cronistas la fundacin de este pueblo, no pudiendo precisar otra cosa que el haberse repoblado al terminar la reconquista por los cristianos, que la realizaron a fuerza de numerosos sacrificios y grandes herosmos. La historia de Piuecar siempre ha estado unida a la de Buitrago. Tras la ocupacin de Toledo era preciso asegurar los territorios ganados y la forma
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ms segura era su repoblacin. La monarqua no posea una administracin suficientemente fuerte como para llevar a cabo esta tarea y utilizaba a los diferentes estamentos sociales para que lo hicieran. As, en esta poca, numerosos territorios pertenecientes a la Corona fueron donados a nobles, a rdenes militares, a la iglesia o, como en el caso que nos ocupa, a la villa ms importante de un territorio. En el ao 1083 el rey Alfonso VI concedi a esta villa el derecho de repoblacin de la zona y, muy pronto, su jurisdiccin. Con la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago formada, Piuecar entr a formar parte de una de sus unidades administrativas, el cuarto de Horcajo, junto a La Nava, Madarcos, La Acebeda, Horcajo y Bellidas, mientras Gandullas se integraba en el cuarto conocido como de los Aledaos junto a Gascones, Palomar, La Cabezada y Cincovillas. En el siglo XIII la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago se convirti en seoro perteneciente a D. igo Lpez de Orozco. Esto no supuso un cambio radical en la forma de vida de los vecinos de sus pueblos, pues se mantuvo la jurisdiccin y la funcin de los concejos, aunque el seor intervena en ellos. El seoro se mantuvo hasta principios del siglo XIX. Piuecar a lo largo de la historia ha ido absorbiendo pequeos municipios limtrofes. Al ya comentado Gandullas, tenemos que aadir los despoblados de Bellidas y Ventosilla.
Bellidas era en el siglo XVI un municipio independiente, pero en documentos posteriores aparece como dependiente de Piuecar. Dicen las Relaciones de Lorenzana del siglo XVIII que Piuecar tiene por anejo la aldea de Bellidas, distante un cuarto de legua por el norte. El mismo texto nos sigue ofreciendo informacin sobre la localidad que tuvo un hijo ilustre: fue natural (de Bellidas) D. Miguel Fernndez Durn, ministro de Hacienda y muy privado del seor D. Felipe Quinto () se bautiz en dicha iglesia despoblada de Santo Domingo de Guzmn el da dos de octubre de mil seiscientos cincuenta y tuvo por hijo al actual marqus de Tolosa. En 1554 Bellidas contaba con once vecinos, pero el nmero fue disminuyendo hasta que fue considerado despoblado. Esto no quiere decir que fuera un pueblo abandonado, pues Madoz, que lo trata en su trabajo como un casero, pero lo suficientemente importante como para separarlo de Piuecar, dice que tena ocho casas. Informacin an ms cercana es la proporcionada por D. Matas Fernndez Garca, quien asegura que, hasta mediados del presente siglo, habitaron Bellidas uno o dos vecinos. El caso de Ventosilla es ms complejo, pues dependa administrativamente de Braojos pero formaba parroquia con Piuecar y sus agregados y utilizaba sus regueras. Aunque nunca cont con muchos vecinos nueve en el siglo XVI, era un casero despoblado en el siglo XVIII.
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Actividades econmicas
Como la mayora de los pueblos de la Sierra Norte, la economa de Piuecar ha tenido histricamente un marcado carcter ganadero. La construccin de chozas y corrales prximos a los pastos pudo ser fcilmente el origen del municipio, por lo que debemos suponer que la mayor parte de la poblacin se dedicaba a estas tareas. En cuanto a la agricultura, la dificultad de contar con agua abundante durante todo el ao llev a los municipios a formar comunidades de regantes que se ocupaban tanto de hacer llegar el agua, como de distribuirla. Piuecar tena dos regueras, la nueva y la vieja, que comparta con Bellidas, La Serna y Ventosilla. El agua llegaba desde el trmino de La Acebeda, cuyo
concejo tena enormes dificultades para mantener los cultivos precisamente por falta de agua. En Piuecar se deca que fueron sus vecinos los que fundaron La Acebeda, argumentando as su derecho a ese agua. El Tribunal de las Aguas, encargado de juzgar las faltas cometidas contra las ordenanzas de las regueras, se reuna en la iglesia de Santo Domingo de Guzmn, una iglesia despoblada que fue parroquia de Piuecar, Bellidas y Ventosilla que las Relaciones de Lorenzana dicen: a un cuarto de legua de esta poblacin de Piuecar, entre Norte y Poniente, hay una iglesia titulada Santo Domingo de Guzmnque se halla desparramada y derrotada y, consiguientemente, expuesta a arruinarse enteramente a causa de
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que hace un siglo que no se usa, como resulta de los libros de matrimonios y entierros que obran en esta de Piuecar. An hoy, cerca de la antigua N-I, se pueden ver las ruinas del campanario de lo que fue la iglesia. Los datos del siglo XVIII sobre la agricultura denotan que la actividad fue cobrando cierta importancia, an en su segundo plano, aunque, segn parece, no se aprovechaba de la mejor manera:
Los frutos que produce esta dezmera, unida con la de Bellidas, se reducen a 900 fanegas de centeno (que es el nico pan que se gasta en esta serrana), 400 de trigo trimesino de regado y 500 pesas de lino de a 6 libras cada una, para cuya especie es el terreno muy fructfero, por la abundancia de las aguas para su riego, de forma que, si estos naturales se dedicasen a beneficiarlo en sus casas como lo hacen en otros pueblos, sin duda sacaran dobles ganancias que vendindolo a forasteros, como lo hacen, respecto a que en todo el referido pueblo no hay ms que uno que se dedique a tejerlo y ste, en un ao, con dificultad llegar a tejer 20 varas de lienzo tosco. En el siglo XIX se cultivaban hortalizas, legumbres, frutas y cereales de todas las clases y la ganadera tena una cabaa de 15 cabezas de ganado caballar, 2 de asnal, 20 de vacuno, 125 de cabro y 800 de lanar.
En nuestro siglo, la ganadera y agricultura de subsistencia han dejado paso a una ganadera especializada en bovino de carne o leche. Esta nueva forma econmica ha terminado prcticamente con la produccin agrcola, pues slo se han mantenido los cultivos de huerta y la produccin de alfalfa para el ganado, perdindose cultivos como el trigo, la cebada o el lino. Tambin en los ltimos aos la economa se ha visto alterada por la construccin de segundas viviendas, con el consiguiente aumento de los servicios, aunque el enorme ascenso de poblacin que se ha experimentado slo sea estacional.
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Iglesia de San Simn La Iglesia de San Simn fue construida, segn la tradicin, por los vecinos de Piuecar antes del siglo XVI. Lo que s podemos confirmar es que en su estilo encontramos elementos romnicos y barrocos, por lo que se da una amplia fecha de construccin. Es un edificio de una sola planta con cabecera de bside circular y torre adosada a los pies. La iglesia es de mampostera con sillares reforzando las esquinas. Guarda algunas interesantes tallas renacentistas. bside de la Iglesia
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Las fiestas principales de Piuecar son las celebradas en honor a Nuestra Seora de las Candelas que tienen lugar en febrero y cuyos momentos ms representativos son la procesin y la tradicional subasta de varas.
En octubre se celebra la Virgen del Rosario con procesin, misas, baile, concursos, etc. Por ltimo, y tambin durante este mes de octubre, se celebra las fiestas de San Simn con procesin, juegos, baile y concurso de calva.
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FIESTAS
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Nuestra Seora de las Candelas, en febrero Virgen del Rosario, en octubre San Simn, en octubre
ACTIVIDADES
85 kms
POBLACIN
160 habitantes
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En coche:
En autobs:
En la carretera de Gandullas a Buitrago, est la Estacin de Seguimiento de Satlites de Telefnica, donde se encuentran cinco grandes antenas parablicas, fcilmente visibles desde la zona
En tren:
PARA SABER MS
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Tambin se desconoce cuando tuvo lugar la fundacin del pueblo, aunque, posiblemente, est relacionada con la construccin de chozas y corrales por los pastores cerca de los lugares de pasto. Con el tiempo, estas primitivas casas se cambiaran por otras ms estables donde se trasladaran ya, no slo los pastores en determinados momentos, sino familias enteras que fundaran as nuevas aldeas S se puede afirmar con seguridad que en el siglo XIII Madarcos formaba parte de la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago y que comparta con sus aldeas, lugares y la propia villa de Buitrago la ganadera como base econmica fundamental. Bajo la jurisdiccin de Buitrago se mantuvo Madarcos cuando todo el territorio se convirti en seoro de D. igo Lpez de Orozco. En manos de los Mendoza, ms tarde Duques del Infantado, descendientes del primer seor de Buitrago, permanecera la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago hasta principios del siglo XIX, cuando
Madarcos se encuentra en una zona accidentada, en un altiplano bordeado por el ro Madarquillos, su principal cauce fluvial, que nace en la Sierra de La Acebeda y desemboca en el embalse de Puentes Viejas que comienza en el trmino de Madarcos, en el lugar conocido como San Cristbal. Las mrgenes del ro Madarquillos son terrenos propicios para las huertas de regado y dan al municipio un bonito aspecto.
Historia
No es fcil conocer el origen del topnimo Madarcos. Segn Jimnez de Gregorio, podra estar relacionado con del trmino majada, es decir, caada que utilizan los pastores.
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las Cortes de Cdiz terminaron con el sistema de seoros. Las Relaciones de Lorenzana de 1782 documentan la existencia de La Nava como municipio independiente provisto de todos los servicios, como alcalde, iglesia, etc.: Entre este lugar y el de Paredes hay un despoblado, llamado La Nava, en el que hasta el siglo pasado hubo parroquia. Como vemos, la referencia es cercana en el tiempo y, por tanto, muy fiable. Aade el mismo escrito la posible causa de la despoblacin: y el motivo de su despoblacin (segn tradicin recibida por estos naturales) fue el de haber encontrado en la comida y bebida que estaba dispuesta para celebrar unas bodas varias lagartijas venenosas, llegando, por este hecho, a tomarle tal aborrecimiento, que se acab de despoblar a fines del siglo pasado. La razn es, cuanto menos, curiosa. En el siglo XIX an se mantena en buen estado en el despoblado de La Nava una casa de la que an hoy podemos ver restos de los muros. Tanto Madoz como Marn hacan referencia en el siglo pasado a un casern conocido como la Casa de la Nava, habitado durante mucho tiempo por un guarda; adems, el ltimo de los autores, aade que se trata de un antiguo castillo.
Actividades econmicas
La Casa de la Nava
La economa del municipio ha tenido histricamente una fuerte tradicin ganadera, acompaando a esta acti-
vidad la agricultura. El escudo de Madarcos representa una trucha, cuya pesca es muy abundante en el ro Madarquillos y un reloj de sol que simboliza los utilizados por las comunidades de regantes. Madarcos comparta en un principio la reguera con Horcajo pero en el siglo XVII por una sentencia de la Chancillera de Valladolid tuvieron que ceder parte del caudal a Robregordo, de cuyo trmino parta. Horcajo y Madarcos regaron desde entonces con el agua que vena de Robregordo jueves, viernes y sbado, y Robregordo el resto de los das de la semana. El pequeo caudal de los manantiales de Horcajo que se una en este trmino a la reguera slo podan utilizarlo Madarcos y el propio municipio de Horcajo. En la actualidad, la poblacin del municipio a disminuido tanto que la actividad agrcola ha sido prcticamente abandonada, lo mismo que la reguera. Las Relaciones de Lorenzana nos ofrecen datos sobre la produccin
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ganadera y agrcola de Madarcos en el siglo XVIII: tiene este pueblo una corta dehesa de comn aprovechamiento para apacentar los cortos ganado de labor y como setecientas cabezas de lanar fino. Se cogen en su trmino como setecientas fanegas de centeno y trigo trimesino, sin ms frutos ni industria. En el siglo XIX se produce una importante especializacin ganadera aumentando considerablemente la cabaa de ganado lanar y vacuno. La dehesa boyal era fundamentalmente de pasto un monte de roble que se utilizaba en su mayor parte para carbn.
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Construccin rural
En Madarcos podemos encontrar edificios de labor que, aunque en muchos casos ya no se utilizan, representan una muestra de arquitectura rural muy interesante. En las proximidades del municipio se encuentran los antiguos molinos de Paulino y la Faustina construidos en los siglos XVIII y XIX, respectivamente, y dentro del casco urbano conviene visitar el conjunto formado por el potro, la fragua y el lavadero pblico, rehabilitado en 1991 Iglesia de Santa Ana La iglesia de Santa Ana, antigua y slida como la defina Marn en el siglo pasado en un edificio del siglo XVII con muros de mampostera reforzados con Espadaa de la Iglesia
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sillares de piedra en las esquinas. Se conserva la espadaa con dos campanas, aunque todo el edificio ha sufrido numerosas reformas y queda poco de su aspecto original. Tiene planta rectangular con una sola nave a la que se accede por un lateral.
La entrada presenta una estructura adosada que hace las funciones de atrio. Las dos salas que quedan a los lados albergan una capilla y la pila bautismal. La iglesia tuvo hasta hace pocos aos coro, pero se suprimi en los aos 70 al igual que los altares que fueron vendidos.
F I E S TA S
Se celebran las Fiestas de Santa Ana el 26 de julio con dos partes bien diferenciadas, pero ambas muy apreciadas por los vecinos de Madarcos. Por un lado, la celebracin religiosa con misa y procesin. Por otro, el acompaamiento ldico tradicional: msica y caldereta.
Las Fiestas del Santo ngel se celebran en marzo con una misa, la tradicional procesin, y, como curiosidad, una costumbre muy particular de Madarcos: durante el da del Santo ngel se invita a todo el pueblo a galletas.
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INFORMACIN MUNICIPAL
QU VISITAR
Telf.: 918 68 16 07
DISTANCIA DESDE MADRID
85 kms
POBLACIN
Iglesia de Santa Ana Molinos de Paulino y de la Fausta Restos del casero de la Nava Potro junto a la fragua y lavadero
36 habitantes
CMO LLEGAR FIESTAS
En coche:
En Coche: Por la N-I (Madrid-Burgos), se toma la M-132 a Piuecar, desde donde se toma la M-136 hacia Horcajo, en esta carretera, a la derecha, encontraremos el acceso a Madarcos
Desde el intercambiador de plaza de Castilla
Excursiones Pesca
PARA SABER MS
En autobs:
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P R D E N A D E L R I N C N
de subsistencia de esta localidad y la abundancia de prados era reconocida. Del Rincn hace referencia a la Sierra donde se sita la localidad.
Origen e Historia
Viviendas
El trmino de Prdena del Rincn se halla al sur de Somosierra en un terreno abrupto, limitado al este por tres cerros, el de Porrejn, Portezuela y Pea de la Cabra, todos de una elevacin superior a los 1700 metros. El casco urbano se levanta sobre una colina a 1104 metros de altitud y desciende en una suave pendiente hacia el arroyo de la Garita, al oeste. El nombre de Prdena se considera una derivacin etimolgica de prado, pradejn, pradal o prdela. Esta teora expuesta por Jimnez de Gregorio resulta bastante creble si atendemos a las condiciones fsicas del terreno y al destino al cual se dedicaron. Igual que en los dems pueblos de la comarca, la actividad ganadera fue el motor
Sobre sus orgenes hemos de decir que, aunque se han encontrado algunos restos prehistricos en la zona, concretamente un hacha de la Edad del Bronce, ante la escasez de prospecciones arqueolgicas hemos de considerar el hallazgo como un hecho singular y aislado, sin poder inferir asentamiento alguno. Realmente comenzamos a tener noticias de la zona cuando, en el afn repoblador tras la conquista del Reino de Toledo por Alfonso VI, se cede a la Villa de Buitrago y a 32 poblaciones ms el derecho a la repoblacin del territorio de importancia fronteriza, otorgndoles beneficios tributarios para que el asentamiento de nuevos pobladores se hiciera efectivo. De este modo Prdena se integra en esta Comuni-
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Potro
dad de Villa y Tierra dependiente de Buitrago, que ms tarde pasar a manos de los Mendoza aunque conservando los beneficios de ser una Comunidad de pastos. En este entorno poltico y administrativo, Prdena del Rincn se integrar en el cuarto encabezado por Montejo de la Sierra y del que tambin formaba parte Horcajuelo. Esto quera decir que en esas divisiones administrativas de sexmos y cuartos, establecidas para nombrar un representante que discutiera las Ordenanzas por las que se iban a regir, Prdena estaba representado por el procurador que por votacin haban elegido sus habitantes y los de las localidades ya citadas. En estos primeros aos de fundacin se levantara la iglesia parroquial, que hoy podemos admirar como muestra de arquitectura medieval y que comenz a construirse en el siglo XIII. Otros edificios religiosos se levantaron en Prdena que hoy han desaparecido posiblemente por ser ermitas de factura simple y construidas con materiales pobres. As, en las Relaciones de Lorenzana, se cita la ermita de la Sole-
dad emplazada a escasos doscientos pasos de la Iglesia y Matas Fernndez an nos ofrece el dato de la existencia, en el siglo XVI, de la ermita de San Sebastin. De los datos demogrficos proporcionados por los documentos del siglo XVIII y XIX, se deduce que Prdena tuvo su mayor ndice demogrfico a finales del siglo XIX, alcanzando los 348 habitantes en 1889. Sin embargo, este incremento poblacional que se haba ido produciendo en estos dos ltimos siglos, sufre un importante descenso en el siglo XX, pasando de los 303 habitantes en 1900, a los 160 en 1970 y en la actualidad a 110.
Actividades econmicas
La ganadera fue sin duda la actividad primordial de los habitantes de Prdena, sector promocionado y defendido a travs de las Ordenanzas que regulaban las actividades econmicas, penalizando las que entorpecieran el desarrollo de la Comunidad de Pastos establecida en la comarca. En 1758, en el Catastro de Ensenada, se nos muestra en qu consista esa riqueza en la localidad, compuesta de caballos, bueyes y vacas de labor, cabras, terneras, cerdos y sobre todo ganado ovino. Estas especies sumaban unas 1700 cabezas de ganado que pastaban en el trmino en tres dehesas de pasto, tres prados de siego y un ejido. En cuanto a la agricultura, haba una limitada produccin para la sub-
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sistencia que se basaba en el cultivo de trigo y productos hortcolas y rboles frutales, como los perales, los nogales y los ciruelos silvestres. En el siglo XIX, los cambios polticos traen como consecuencia la Desamortizacin de las propiedades eclesisticas y la venta de las tierras de las Comunidades de pastos, producindose en Prdena un cambio notable en cuanto a la posesin de la tierra, que es adquirida por forasteros. A la precaria y limitada produccin agrcola (trigo y patatas) en este siglo
se une la crisis agraria y la difcil introduccin en la zona de la mecanizacin, por lo que la agricultura muestra una mnima significacin econmica respecto a la ganadera que en los aos 80 an contaba con una numerosa cabaa de vacuno, amplias zonas de pastizales, 1.295 Ha. y cultivos forrajeros, 42 Ha. y praderas naturales, 110 Ha. En los ltimos tiempos al comps del abandono del pueblo se ha incrementado el nmero de segundas residencias, lo que ha generado una nueva economa.
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La Iglesia de Santo Domingo de Silos. Abajo, alzado frontal y seccin longitudinal de la Iglesia de Santo Domingo de Silos
Iglesia de Santo Domingo de Silos En un lugar privilegiado del pueblo, con una vista extraordinaria del monte y valle, se levanta esta iglesia medieval, comenzada a construir en el siglo XIII. Tiene una planta rectangular con una nica nave flanqueada por dos prticos y un bside semicircular. Construida en mampostera con sillares de piedra en las esquinas y en las jambas y dinteles de los vanos, destaca el bside de sillarejo y la torre rectangular que se levanta todo lo ancho de la nave, con sus vanos en forma de arcos formados por ladrillos. Su interior se encuentra enfoscado exceptuando el bside y el gran arco
apuntado que lo separa de la nave. El coro, al igual que la techumbre que cubre la iglesia, esta realizado con una estructura de madera. Se pueden contemplar en su interior dos retablos de estilo rococ, uno dedicado al Sagrado Corazn y otro a San Jos. La imagen de este ltimo an se conserva, habindose restaurado en los ltimos aos. Desgraciadamente la original del Sagrado Corazn se ha perdido, siendo sustituida por otra de factura moderna. La torre que destaca en el edificio contiene las campanas que desde antiguo servan para comunicar a la poblacin los acontecimientos o sucesos extraordinarios, desde el aviso de misa hasta los toques de reguera, de fuego o de difuntos.
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La comarca de Buitrago no presenta buenas condiciones naturales para la agricultura por lo que siempre se ha tratado de aprovechar al mximo sus pocos recursos. El agua, muy abundante en las montaas pero escasa en las tierras apropiadas para el cultivo, tena que ser conducida hasta stas por complicadas regueras. Aunque no se puede establecer exactamente cuando se formaron las tradicionales comunidades de regantes presentes en toda la Sierra Norte, si sabemos que tienen un origen muy antiguo, quizs rabe. Las fuentes principales para su conocimiento son las Ordenanzas de regueras que se conservan an en nuestros das. Estas disposiciones, aunque con un espritu comn, variaban en cada pueblo. Su misin era establecer las normas de uso y mantenimiento de las regueras para que no se desperdiciara nada de agua. Cada pueblo o grupo de pueblos tena su propia Comunidad de regantes formada por todos los vecinos que tuvieran el derecho a utilizar la reguera para sus huertos, linares o prados. La mxima autoridad era el alcalde de reguera, pero haba otros oficios ligados a la comunidad: aguador y escribano. El alcalde era el encargado de hacer cumplir las Ordenanzas de la reguera. Su cargo duraba un ao y el elegido para el puesto, que tena obligacin de aceptar la responsabilidad, deba cumplir dos requisitos fundamentales: ser miembro de la comunidad de regantes, es decir, propietario de tierras, y vecino del pueblo.
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Reguera de Gascones El aguador, tambin llamado guarda, partidor o repartidor, era la persona que se ocupaba de repartir el agua, controlar los turnos, vigilar que se cumplieran las ordenanzas y todas las dems funciones que estuvieran relacionadas con el agua. Este cargo era recibido por el vecino que se ofreciera a ms bajo precio. El escribano, que poda ser el mismo concejo, era el encargado de asentar todos los acuerdos en el libro del agua. Adems de estos vecinos con trabajos especficos, todos los miembros de la Comunidad participaban en las labores de mantenimiento de la reguera principal y cada familia se ocupaba de limpiar las regueras menores que llevaban el agua de la mayor a cada huerto, prado o linar. Tras el invierno era necesario limpiarla de piedras, barro y todo lo que pudiera hacer perder agua. Las ordenanzas controlaban totalmente estos trabajos para que ninguno de los que posteriormente regarian tomara parte en ellos so pena de multa. Estos trabajos se acompaaban de una serie de costumbres que, de alguna manera, servan para hermanar a los integrantes de la Comunidad. Comidas, meriendas, ritos religiosos y fiesta y baile al terminar el trabajo, y es que, ciertamente, era motivo de celebracin, pues del esfuerzo de todos dependa la cosecha del ao.
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El modo de regar estaba tambin establecido en las Ordenanzas y era, normalmente, semanal, con un da y hora establecidos para cada vecino. El tiempo de riego era controlado por unos rudimentarios relojes de sol que an se conservan y se utilizan en algunos pueblos. La utilizacin del reloj no es sencilla y, aunque no es igual en todos los municipios, podra explicarse as: se divide el da en periodos o veces marcados por las lneas dibujadas en la piedra y estas veces constituyen las de riego. Est claro que la denominada vez noche es mucho ms larga que el resto, pero como los turnos van rotando, cada vez es un Lista del turno de reguera en el otoo de 1998 en Gascones huerto el que recibe ms agua.
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La Virgen del Carmen El 16 de julio se celebra esta festividad dedicada a la Virgen del Carmen. Pero las fiestas duran algunos das ms aprovechando los gratos das del verano. En ellas los vecinos sacan la imagen de la Virgen en procesin a la que ofrendan ramos de flores. Cuando termina la procesin se subastan las flores a travs de una puja, agradeciendo los favores recibidos a lo largo del ao. Adems de estos actos religiosos se organizan otras
actividades de carcter ldico como campeonatos de ftbol sala, de cartas, juegos tradicionales o tiro al plato. La msica tradicional con sus bandurrias, laudes y guitarras acompaan a los hombres y mujeres bailando la jota de Prdena. Corpus Christi Se adornan las calles de Prdena con altares y flores donde se honraa la Virgen. Estos altares son visitados por los vecinos que en procesin recorren el pueblo.
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POBLACIN
114 habitantes
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En coche: N-I hasta Buitrago, tomar desvo Gandullas, desde donde contina la carretera a Prdena En autobs: Salida de Madrid, intercambiador de Plaza de Castilla
Senderismo
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M O N T E J O D E L A S I E R R A
Situado entre montes, en las estribaciones de Somosierra, Montejo de la Sierra es una localidad de gran riqueza paisajstica y ecolgica. Su emplazamiento y su clima proporcionan un rincn ideal y privilegiado.
Vista de Montejo
Origen e Historia
No conocemos el origen de Montejo con precisin, pero sus dehesas y montes eran ya estimados en el siglo XI, pues se llegan a citar en el Libro de la Montera del rey Alfonso XI, como lugar de caza de puercos y de algn oso. Tambin se recoge en este texto el topnimo de Sancta Mara de Narceni que los investigadores asocian al antiguo lugar de Nazareth donde hoy slo se conserva la ermita. Este comentario en el Libro de Montera viene a apoyar la tradicin popular segn la cual Santa Mara de Nazareth era en aquellos remotos tiempos un poblado y no nicamente un centro religioso. Sea o no cierta la existencia de un antiguo poblado en la cercana Nazareth, hay que decir que en documentos posteriores no hay ninguna
constancia de que perviviera o hubiera existido all ninguna poblacin. Documentalmente tenemos noticias de Montejo de la Sierra, antes llamado Montejo del Rincn, en el siglo XIV, cuando llega a formar parte del seoro de Buitrago. Posiblemente, antes se habran establecido en la zona ganaderos segovianos formando comunidad de pastos, junto a otros vecinos y tras la Reconquista de Alfonso VI, en el siglo XI, se afianzar el asentamiento. Montejo del Rincn, junto con otros 31 pueblos de la comarca, se integr en el siglo XIII en la Tierra de Buitrago. Unos aos despus se le otorgara el seoro a igo Lpez de Orozco, aunque slo se conserva la confirmacin de esta concesin en un documento de 1368, dado a favor de D. Pedro Gonzlez de Mendoza, cuyos descendientes llegaran a ostentar los ttulos de Marqus de Santillana y Duque
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Paisaje
del Infantado. A partir de este momento y durante casi 5 siglos, su devenir histrico estuvo ligado a Buitrago, supeditndose judicial y administrativamente a esta villa. Montejo de la Sierra era, por otra parte, cabeza de cuarto, es decir, que los 32 pueblos integrados en la Comunidad de Villa y Tierra se dividan en cuartos, representados por un procurador que como delegado defenda los derechos de sus integrantes en los asuntos de inters comn que se discutan en Buitrago. De modo que Prdena, Horcajuelo, posiblemente la Hiruela, y Montejo constituyeron en un principio el cuarto de Montejo o del Rincn. Montejo al formar parte del seoro y de la comunidad de pastos se rega
por las Ordenanzas de Villa y Tierra por las que se intentaba regular la utilizacin de los montes comunes o la normalizacin del abastecimiento, obligando a todos los que integraban la mancomunidad a respetar estas leyes.
Actividades econmicas
Montejo de la Sierra es, tal vez, uno de los pueblos que tratamos en este libro que ms cambios ha sufrido en cuanto a la dedicacin laboral. Situado entre montes, debi ser en la antigedad lugar de montera y caza como consta en los documentos del siglo XIV. Sin embargo, bien pronto las condiciones naturales de la localidad fueron aprovechadas como pastos
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de los ganados de los pueblos vecinos. El asentamiento definitivo de la poblacin en Montejo obligara a abrir terrenos y ganrselos al monte, con brozas y quemas que proporcionaran un suelo estimado para agricultura. As, ambas actividades, agrcolas y ganaderas, se combinaran a lo largo del tiempo hasta que en las ltimas dcadas de este siglo el cambio econmico y la consideracin del Hayedo de Montejo como monte de inters natural, provocara un giro en la actividad de los vecinos de Montejo, abandonando la maltrecha economa rural por la encumbrada economa de servicios relacionados con el turismo natural y rural. Los que buscan una naturaleza diferente en estas latitudes o un entorno rural acogedor, no pueden olvidar que lo que Montejo ofrece es el resultado de varios siglos de tradicin. Una tradicin que viene ligada a las actividades ganaderas y agrcolas. Curiosamente, en comparacin con los dems pueblos de la comarca, Montejo dedic principalmente su trabajo a las labores agrcolas. Perteneciendo, en cambio, a la Comunidad de Pastos, su territorio fue hollado por rebaos vecinos que, al igual que los propios, podan pastar en las zonas prximas, pero el pequeo nmero de cabezas de ganado que stos tuvieran no compensara trasladarlos, a no ser en las peores pocas de invierno en que los propietarios de ms ganado pondran rumbo a Extremadura, por la Caada Real o los lleva-
ran a otros trminos de la Comunidad. Muchos de los ganaderos eran as mismo agricultores y basaban su economa principalmente en esta ltima actividad, dejando su ganado a cargo de un pastor, que agrupara al ganado de todos los que no podan dedicarle el da a estas labores, o bien se turnaran entre ellos para sacar adelante a las cabras o vacas que les proporcionaban la leche diaria, los cerdos que alimentaban con los desperdicios diarios, etc. A pesar de los numerosos restos de esa tradicin ganadera, en el siglo
Dependencias agropecuarias
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XVIII, en el Catastro de Ensenada no figuran pastores entre los oficios desempeados por los vecinos del pueblo, siendo la agricultura la principal labor. En la actualidad, la cabaa ganadera se compone, segn el censo de 1989, de 142 bovinos, 54 ovinos, 6 cabras y 35 caballos. Las tierras de Montejo estaban dedicadas al cultivo de trigo y centeno y hortelano. Para mantener las huertas y linares se empleaba un sistema de regueras que permita canalizar el agua de los arroyos hacia esas zonas de regado. Esta infraestructura estaba regulada por unas condiciones que atendan el tiempo de riego y la extensin a regar. En cuanto al abono, el proporcionado por el ganado que pastaba en el terreno era el nico existente, por lo que eran ms productivas las zonas de aquellos que combinaban ambas actividades.
En cuanto a la industria, estaba escasamente desarrollada, aunque destacaba una tejera per teneciente al Concejo que era el encargado de arrendarla y que proporcion durante siglos la materia prima para la construccin de tejados, suelos y ladrillos de la zona. Los nuevos materiales introducidos en la construccin y la escasa rentabilidad obligaron a cerrar la tejera de Montejo a finales de los aos 60. A nivel casero tambin se desarrollaron labores de hilado de lana o lino, que llevaban a cabo las mujeres en los llamados hilanderos, donde se reunan al anochecer. Haba en su trmino en el siglo XVIII cuatro molinos y un siglo despus Madoz habla de dos minas de plata. En la actualidad la actividad econmica se desarrolla en el sector ganadero, y de servicios, siendo tambin de
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inters el aprovechamiento forestal, que con la repoblacin de pinos realizada por ICONA en las ltimas dcadas ha empleado a un nmero considerable de lugareos. La cabaa ovina ha sufrido una disminucin respecto a la bovina, por su aprovechamiento mas comercializable, lo que ha llevado a la implantacin de varias cooperativas ganaderas. An as siguen crindose ganado ovino, aunque no en las proporciones de principios de siglo, cuya importancia fue tal que se implant un mercado de ganados, hoy en franca decadencia.
Sin embargo ha sido el sector turstico el que ha transformado en mayor medida las actividades tradicionales. En estos ltimos aos el inters por la Naturaleza y, en especial, por el Hayedo del Chaparral ha congregado el inters de un nuevo turismo respetuoso con el medio ambiente y que gusta de rodearse de la tranquilidad de la vida rural. Por ello se ha actuado en consecuencia rehabilitando y acondicionando toriles y otras dependencias de carcter agropecuario para alojamientos rurales y estbleciendo en la misma Calle Real el Centro de Recursos de Montaa, que informa y orienta a todos los visitantes.
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Iglesia Parroquial de San Pedro Sobre la vieja fbrica de una antigua iglesia de planta rectangular y de una sola nave debi levantarse la que actualmente podemos ver. Los documentos ms antiguos que hablan del templo pertenecen al siglo XVI y sus caractersticas la enmarcan en la poca del Renacimiento. Sencillo su exterior de piedra y ladrillo con una interesante espadaa, sorprende su interior en el que encontramos expresiones artsticas de varias pocas. Una portada mudjar con arco ligeramente apuntado nos invita a pasar al interior compuesto por dos naves. Destaca especialmente la capilla mayor, cubierta con techumbre mudjar, y su retablo mayor. Realizado entre 1769 y 1778 por Andrs Puerta de acceso a la iglesia Martnez y el dorador Toms Arizpe, pertenece al estilo de la escuela segoviana. Tres calles dividen el cuerpo del retablo decorado por cuatro columnas y hornacinas en las que descansan las imgenes de San Vicente Ferrer y San Roque, adems de San Pedro presidiendo el tico. En el nicho central en su zona inferior se ensea la cruz parroquial sustituyendo a la talla romnica de la Virgen de Nazareth, la patrona del pueblo, que antes se ubicaba aqu. Esta cruz se la conoce por cruz procesional porque abra las procesiones en las fiestas de Montejo. Pertenece a los ltimos aos del siglo XVI y Plano de la seccin transversal de la Iglesia de San Pedro la realiz el platero Gregorio de Baroja.
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En la nave lateral destacamos el retablo que estuvo en la ermita de Nazareth y que hoy se puede contemplar a la derecha del crucero. Consiste en un retablo de madera dorada y policromada donde se exhiben ocho pinturas sobre tabla y una escultura romnica de la Virgen con el Nio. Este retablo renacentista, realizado en el segundo tercio del siglo XVI, podemos admirarlo con su primitiva brillantez gracias a la restauracin de la que fue objeto en 1992. Las ermitas La ermita de Nazareth o de Nacid, levantada a unos dos kilmetros del pueblo, tiene tras de s una leyenda popular que forma parte de la tradicin cultural de Montejo. La historia que vamos a contar la recoge D. Matas Fernndez. Segn sta, la ermita era la iglesia de un pueblo conocido por Naciril, Nazareth o Ventosilla habitado en tiempos remotos, pero que se despobl por un envenenamiento causado por un banquete de boda al que asistieron los vecinos. Este trgico suceso hizo que estas tierras abandonadas fueran repartidas entre Prdena y Montejo, quedando para este ltimo la fbrica de la iglesia, que se convirti en ermita. Esta curiosa historia pudo tener un transfondo histrico sobre la existencia del despoblado, pero ningn indicio ha llegado a confirmarlo. La ermita deba existir en poca medieval y el topnimo de Sancta Mara de Nacid es citado en el Libro de Montera de Alfonso XI, en el siglo XIV. En ella se veneraba una imagen de la Virgen de Nazareth, talla romnica de la Virgen y el nio que hoy se encuentra en la Iglesia de San Pedro. La ermita que hoy vemos no es la original, ya que su mal estado oblig a restaurarla en los aos 60 y 70 con la contribucin de los Ermita de la Soledad Iglesia de Nuestra Seora de Nazaret
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vecinos del pueblo. Est construida en piedra y barro con revoco de cal y luce en su exterior una espadaa con campana. En su interior, compuesta por la capilla mayor y el cuerpo de la ermita, estuvieron hasta los aos 40 tres retablos, de los cuales se conservan en la iglesia parroquial el de la Virgen de Nazareth y el de la Virgen de los Remedios. Otra de las ermitas que subsiste en la actualidad es la dedicada a la Virgen de la Soledad, junto a ella hoy puede verse
los restos del toril, el corral del Concejo y el potro de la herrera. Fue levantada hacia el siglo XVI por la Cofrada de la Vera Cruz, ubicada en el lugar donde acababa el va crucis de esta Cofrada en el lugar conocido como el Calvario, junto a la carretera de la Hiruela y muy cerca del Centro de Recursos de Montaa. La virgen expuesta en su retablo puede verse a travs de las ventanillas de las puertas aunque la ermita se encuentre cerrada.
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El Hayedo
dules. La tupida vegetacin y la altura del bosque facilita el crecimiento de un sotobosque poblado de fresas y arndanos
Siguiendo por la carretera que lleva hasta Cardoso, encontramos a unos 8 kilmetros de Montejo, el famoso hayedo, declarado Sitio Natural de Inters Nacional. Es famoso no slo por su riqueza paisajstica y ecolgica, sino por ser uno de los pocos hayedos que se conservan en estas latitudes. Esta especie arbrea es caracterstica de los climas fros y hmedos de la Europa atlntica y central, por ello sorprende encontrarla tan al sur, donde las variaciones de temperaturas son tan extremas y tan seca la temporada estival. Sin embargo, al igual que ocurre con otros reductos en la sierra de Aylln o al sur de Tarragona, han conseguido sobrevivir por unas condiciones microclimticas especiales. Hay que decir que estos bosques de hayas son los herederos de los que hace miles de aos cubran gran parte de Europa en la era glacial en el periodo boreal pero que, con los cambios climticos sufridos con posterioridad, se retiraron estos bosques hasta los lugares adecuados a sus caractersticas. En Montejo la situacin umbrosa y su localizacin en la ladera del monte, adems de las condiciones de su suelo que permiten la retencin de agua, han posibilitado su subsistencia. Pero este hayedo, situado en el monte del Chaparral, no slo posee esta especie arbrea, sino que su clima ms templado ha permitido la convivencia con otras especies como los robles, manzanos y cerezos silvestres, acebos, tejos, avellanos e incluso lamos y abe-
o brezos y retamas en los lugares ms abiertos. Limitado por el Alto Jarama y surcado por pequeos arroyos como el Entablao, Hueco, Pasomalo o de la Quebrs que van a desembocar en l, se desarrolla en este ecosistema una vida faunstica importante. Nos encontramos gran variedad de mamferos, desde la nutria hasta el gato monts, pasando por el zorro, el tejn, la comadreja, la gardua el corzo o el jabal, adems de aves, entre las que se incluyen el guila real, el azor, el halcn abejero u otras no rapaces. De todo ello y muchas ms caractersticas de este ecosistema le darn cuenta en el propio Hayedo, pues su visita se realiza con la compaa de un gua. Por ello, antes de entrar en este fantstico paraje, es necesario concertar la visita en el Centro de Recursos naturales de Montejo, que tiene unos horarios para realizarlas. Les aconsejamos ir temprano si desean visitarlo durante el otoo, ya que al ser el haya un rbol caducifolio presenta todos los matices entre amarillos y rojos caractersticos de esta estacin y es el momento ms concurrido. Desde 1460 este hayedo del Chaparral pertenece a Montejo de la Sierra que se lo compr a un caballero de Seplveda y sus tierras sirvieron al pueblo de fuente de pastos y de lea, aunque afortunadamente, como se deca en el Catastro de Ensenada en 1752, no se corta por lo impracticable del terreno.
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El Carnaval y la Fiesta de Judas Se celebra el Carnaval adems de con disfraces corriendo la vaquilla. Una vez acabados estos das llega la Cuaresma y, como en otros muchos pueblos de Espaa, se festeja haciendo muecos de paja que representan a Judas, como en otros sitios representan a una vieja con varias piernas y se quema ante la mirada de todos los vecinos. Romera de Nazareth El ltimo domingo de mayo vecinos y forasteros se acercan hasta la ermita de la Virgen de Nazareth para celebrar una misa campera. Tras ella, los concurrentes disfrutan de un da de asueto.
Nuestra Seora de Nazareth En la primera semana de octubre se celebran las fiestas mayores del pueblo en honor a la Virgen. La procesin encabezada por los muncipes y seguida de la banda municipal acompaa a la imagen de la Virgen cuyas varas son previamente subastadas para entrarla en la Iglesia. Los actos religiosos se acompaan con actividades ldicas que van desde los concursos de mus hasta las competiciones infantiles, sin olvidarse del baile por la noche en la plaza. Otro de los actos ms concurridos y esperados es la corrida de una chotilla brava que, tras hacer las delicias de los vecinos, es guisada y servida a los concurrentes. Antiguamente esta fiesta coincida con la feria de ganado de San Miguel, con lo que la actividad profana era an mayor.
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INFORMACIN MUNICIPAL
Romera dedicada a la Virgen de Nazareth, el ltimo domingo de mayo Nuestra Seora de Nazareth, primer domingo de septiembre
ACTIVIDADES
82 kms
POBLACIN
279 habitantes
CMO LLEGAR
Senderismo (Camino viejo a Horcajuelo, Ermita de Nazareth y Las Praderas, la Dehesa Boyal)
En coche:
N-I hasta Buitrago, tomar desvo Gandullas, desde donde continua la carretera a Prdena, que lleva hasta Montejo
En autobs:
Iglesia parroquial de San Pedro Ermita de Nazareth Ermita de la Soledad Lugares naturales: El Hayedo del Chaparral y los Pinares
FIESTAS
FERNNDEZ GARCA, M. Montejo de la Sierra . 2 ed.Matas Fernndez Garca. Madrid, 1985 Centro de Recursos de Montaa, Calle Real, 1. 918 69 70 58 www. sierranorte.com
L A
H I R U E L A
La Hiruela es un pequeo pueblo serrano dedicado tradicionalmente a las actividades ganaderas. Situado a ms de 1250 metros de altitud, con unas temperaturas muy fras y una difcil comunicacin con otras localidades, se ha conformado este pueblo de caractersticas rurales casi inalterables a lo largo del tiempo. El trazado urbano lo configuran dos calles paralelas que confluyen en una plaza, donde se levanta la Iglesia parroquial. La vista desde la terraza que, a modo de jardincillo, se encuentra en este lugar es espectacular, al igual que el camino que nos lleva hasta La Hiruela desde Montejo de la Sierra. Las duras condiciones de vida han producido el progresivo abandono del pueblo, donde se contabilizan 56 habitantes censados en 1989. La media de edad de la mayora de stos supera los 50 aos y, an as, es fcil encontrase a alguno de ellos enfrascado en sus labores y trabajos cotidianos, mujeres de negro lavando en los canalillos y hombres enjutos y curtidos recogiendo agua o lea o arre-
Viviendas rurales
glando sus casas. Unas casas realizadas al modo tradicional, con lajas de pizarra y mica, con pequeas ventanas enmarcadas con vigas de madera, al igual que las puertas de acceso. Son casas recogidas para protegerse del fro, slo abiertas a las regueras y huertas. Unidas unas a otras, comparten el muro medianero, alinendose y formando las calles principales. La adecuacin al terreno, as como el aislamiento natural del pueblo situado en la Sierra de Guadarrama, entre los montes Calahorra y Sierra Concha y el Cerro de la Artilla, nos ofrece la posibilidad de disfrutar de un lugar con un encanto especial.
Historia
Sus orgenes, al igual que los de los dems pueblos tratados en este libro, se remontan a las repoblaciones de ganaderos segovianos realizadas en los
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siglos XII y XIII. Como toda la zona, form parte de la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago. En 1368, como muy tarde, pasara este territorio a formar parte del seoro de los Mendoza, conformndose , de este modo, uno de los primeros territorios feudales de la Comunidad de Madrid. La Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago, como ya hemos comentado en otras ocasiones, se divida en cuartos para una mejor administracin. Como expone el gran especialista de la historia local, D. Matas Fernndez, La Hiruela, en esos primeros tiempos, debi estar incluida en el cuarto de Montejo, del que tambin formaban parte las localidades de Prdena y Horcajuelo. A partir de 1490, en cambio, al recibir el privilegio de villazgo junto con La Puebla y El Atazar, formar parte del cuarto de las Villas eximidas del que se constituir en cabeza. Este hecho supone una independencia jurisdiccional respecto a Buitrago, pasando a depender directamente del seor, el Duque del Infantado y Marqus de
Santillana, en ese momento, D. igo Lpez de Mendoza. A pesar de su nuevo status, La Hiruela mantendr con Buitrago unos derechos y obligaciones como parte de una mancomunidad, as conservara el derecho a pacer y beber de sus ganados o a hacer carbn o a cazar y pescar en su terreno y tendra el deber, por otra parte, de contribuir en los arreglos de las infraestructuras como puentes, fuentes o muros, adems de la obligacin de defender la jurisdiccin de los trminos de la Villa de Buitrago y su tierra. Sin embargo, su independencia jurisdiccional respecto a la villa de Buitrago supona el pago directo al mayordomo del duque de los pechos y alcabalas y le daba derecho a rollo o picota y a enjuiciar las causas no criminales. No obstante, este privilegio tena ms que ver con la dificultad de administrar un territorio de difcil acceso que con la importancia o relevancia de la localidad. Hasta el siglo XIX, en que se extinguieron los seoros, form parte del seoro de los Duques del Infantado. En esta poca tambin pasa a formar parte de la provincia de Madrid, desvinculndose administrativamente de la Intendencia de Guadalajara, en 1833. Los cambios econmicos propiciaran el progresivo abandono de la zona que, de los 220 habitantes que llegaron a contabilizarse en 1751, llega a 128, a mediados del XIX. Pero ser a partir de la dcada de los 60, con el
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imparable movimiento migratorio que hace abandonar el campo y establecerse en la ciudad, el que deje a La Hiruela con 80 habitantes en 1970 y con un preocupante envejecimiento de la poblacin.
Actividades econmicas
La actividad ganadera domina en la economa tradicional de La Hiruela al igual que en los pueblos vecinos, criando ganado vacuno y lanar, que en otros tiempos se completaba con porcino y caprino. Tambin se explotaban colmenas, tradicin que an se conserva. Por otra parte, destacan en La Hiruela los frutales, de los que sobresalen los manzanos, algo que en las Rela-
ciones de Lorenzana , en el siglo XVIII, ya se destacaban citando frutos como la guinda, la cereza , la pera de donguindo pequeo, el pero pardo, la camuesa, la esperiega y aguazuela, stas ltimas manzanas de tipo variado muy apreciadas. En este texto tambin se llama la atencin de una hierba con propiedades curativas: En un sitio que llaman el Salinero se halla con abundancia una yerba extraordinaria nombrada carquexia y, por otro nombre, retama humilde, de cuyo uso y utilidades para la medicina escribi una disertacin el reverendsimo Sarmiento. La agua cocida con ella es sudorfica, al modo de las aguas minerales sulfreas y cura tumores, abscesos y otros gneros de males y la vienen a buscar a Madrid y otras tierras.
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La Iglesia de San Miguel Arcngel Al final del pueblo y ante una vista privilegiada,se levanta la iglesia parroquial dedicada a San Miguel Arcngel. Su factura es de poca barroca pero las reformas posteriores han desvirtuado su estilo inicial. Se conserva en su interior un arco triunfal de medio punto y presenta el coro alto. Marn , a finales del siglo XIX deca que los vecinos de La Hiruela se distinguan
por el entusiasmo con que profesan la religin catlica, celebrando sus oficios con el mayor recogimiento en la iglesia parroquial. Antiguamente exista otra edificacin religiosa, la ermita de San Roque que, hoy se ubica en el trmino de El Cardoso, y que era visitada por los habitantes de La Hiruela y por los de los pueblos limtrofes en romera, para que los librase de la peste.
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INFORMACIN MUNICIPAL
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Iglesia de San Miguel Lugares naturales: El Molino (camino a Cardoso de la Sierra con mesas)
FIESTAS
105 kms
POBLACIN
56 habitantes
CMO LLEGAR
En coche:
Senderismo
ES TPICO
N-I hasta el km. 87, tomar la M-141 a la derecha direccin Montejo de la Sierra y desde all la M-137 a La Hiruela Salida de Madrid, intercambiador de Plaza de Castilla hasta Buitrago y enlazar con un autobs de la Mancomunidad de la Sierra
La miel
CURIOSIDADES
En autobs:
Las placas de barro que dan nombre a las calles de esta localidad y las vecinas se realizan ahora en uno de los talleres de cermica de este pueblo
PARA SABER MS
QU VISITAR
Centro de Recursos de Montaa, Calle Real, 1. Montejo de la Sierra: 918 69 70 58 www. sierranorte.com
H O R C A J U E L O
Paisaje de Horcajuelo
desniveles y confundindose con el entorno, con casas de piedra de factura serrana. Afortunadamente, el afn constructor no ha desvirtuado el casco antiguo de Horcajuelo, cuyos habitantes y responsables polticos han sabido no slo conservar, sino restaurar, reconstruyendo y mejorando tanto las vas y calles como las viviendas, que ofrecen un singular testimonio de cmo es la arquitectura tradicional de la zona. Adems del inters urbano del pueblo, Horcajuelo posee un entorno ecolgico interesante que ofrece sendas y caminos para el disfrute de la Naturaleza.
Horcajuelo se levanta en las estribaciones del macizo de Aylln, en Somosierra. Su situacin, en un cerro donde se encuentran los arroyos de la Garita y Grande, sea posiblemente el origen del nombre de la localidad, que derivara hacia el diminutivo Horcajuelo, ya que una de las acepciones de Horcajo hace referencia a la confluencia de dos ros o arroyos. Otras teoras hablan de que su nombre viene de la proximidad y la procedencia de sus primeros habitantes del vecino Horcajo. El pueblo nos ofrece un aspecto casi originario de lo que fue en tiempos pasados, ya que su estructura urbana se ha mantenido, adaptndose a las condiciones del terreno con profundos
Ayuntamiento
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HORCAJUELO
Origen e Historia
Nace Horcajuelo como un lugar de pastos, donde pastores estacionales decidiran afincarse definitivamente. Esta historia, repetida en muchas otras poblaciones de la zona, se entroncara con el establecimiento de la Comunidad de pastos de la Tierra de Buitrago. La repoblacin, realizada a partir del afincamiento de los pastores en esta zona de comn de pastos, se fue afianzando a partir del siglo XIII. Un siglo ms tarde, la Tierra de Buitrago, donde estaba incluido Horcajuelo, pasara a ser propiedad de la familia Mendoza. En el siglo XV ya deba ser una localidad de considerables dimensiones, pues se levantar en ella la iglesia de San Nicols de Bari.
La administracin, al igual que ocurra con el resto de las poblaciones de la sierra norte pertenecientes a los Mendoza y Duques del Infantado, ttulo que ostentaban desde 1475, se basaba en unas Ordenanzas Generales que afectaban a todos los pueblos. Horcajuelo u Orcajuelo, grafa con la que encontramos el nombre del municipio por aquel tiempo, se inclua dentro del cuarto de Montejo, junto con Prdena y Montejo. Como en cada cuarto, un procurador elegido por votacin representaba en Buitrago los derechos de los pueblos que integraba, discutiendo junto a los dems procuradores y el corregidor, representante del Duque, las Ordenanzas por las que haban de regirse.
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Horcajuelo, sin embargo, no debi mantenerse siempre integrado en el cuarto de Montejo pues, segn recoge un documento citado por D. Matas Fernndez en 1574, en un pleito se le incluye en el Cuarto de Horcajo. Es en este siglo XVI, cuando Horcajuelo empieza a sufrir un descenso paulatino de la poblacin pasando de 53 vecinos (cabezas de familia) contabilizados en el padrn de moneda forera, a 33 en 1656 y a 25 en 1670. Los datos demogrficos del siglo XVIII nos hablan tambin de unas crisis poblacional descendiendo el nmero de habitantes en apenas 20 aos en 100 almas, segn datos que aportan el Censo de Aranda en 1768 y el de Floridablanca en 1787. Estas crisis de poblacin han sido analizadas por el Grupo 73 y de su estudio se desprende que se deban fundamentalmente a la escasa capacidad de produccin agrcola, debido al empuje y apoyo al sector ganadero, en detrimento de la explotacin agraria y en beneficio de los seores que contaban con una amplia y rica zona que dedicaban a pastos para su ganado.
Ya en el siglo XIX, en 1833, Horcajuelo entrar a formar parte del partido judicial de Torrelaguna, en la provincia de Madrid, desde 1833. Pero no ser sta la nica innovacin que vivir la poblacin, pues los cambios polticos, econmicos y sociales transformarn la vida de Horcajuelo. Por una lado, el fin del rgimen seorial, por otro las Desamortizaciones y la desaparicin de la Mesta y sus privilegios, provocar una tendencia regresiva en las actividades ganaderas y progresivas en las agrcolas. Sin embargo, el terreno poco productivo y la difcil mecanizacin de las labores agrcolas por la accidentada superficie, provocar un paulatino abandono del pueblo. Esto se har ms patente en el siglo XX y especialmente en las ltimas dcadas, pues de los 168 habitantes de 1960 se pasa a los 90 en 1970 y a los 60 en 1981.
Actividades econmicas
Un pequeo pueblo como Horcajuelo, establecido sobre un terreno pedregoso y pobre en humus, ha condicionado su dedicacin casi exclusiva al ganado y a la caza. As, de la totalidad del terreno de la localidad, el 42% se dedica a prados y pastos y un 12% a tierras forestales. Pero ese condicionamiento natural que abocaba al predominio de la actividad ganadera, se ha visto fomentado desde la tradicin. Los mismos orgenes del pueblo como zona de pastos y el progresivo establecimiento de los pastores, as como su
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desarrollo histrico, imbuido en la poltica llevada a cabo por la villa de Buitrago y despus por sus seores, los Mendoza, siempre respetaron y fortalecieron la mancomunidad de pastos creada en la comarca. Esta comunidad de pastos se regulaba por unas Ordenanzas tanto generales como particulares, todas ellas tendentes a salvaguardar y defender la riqueza ganadera y forestal. Las especies de ganado eran en su mayora ovejas y cabras, de cuyos esquilmos y beneficios se sustentaba un pequeo sector de la poblacin que se puede considerar la oligarqua ganadera y, en menor medida, se criaban vacas, caballos, bueyes o mulas y abejas. En cuanto a la riqueza forestal, se habla en todos los documentos de los
robledales de Horcajuelo y por las Ordenanzas de 1567, sabemos de la existencia de acebos ya que stos eran protegidos por estas leyes reguladoras. Tambin la caza y la pesca eran actividades reguladas, pero con el detalle de que slo la Casa del Duque poda beneficiarse de ellas. De las Ordenanzas se desprende, a su vez, una limitada preocupacin hacia la agricultura, actividad que se desarrollaba a pequeo nivel, en huertas con predominio de frutales. En el Catastro de Ensenada se mencionan con mayor detenimiento los productos cultivados: trigo, centeno, lino, linaza, peras y nueces. Unos aos ms tarde en las Relaciones de Lorenzana se destacar tambin la abundancia de nogales, que empleados en la
Dependencias agropecuarias
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Paisaje
construccin y fabricacin de muebles, hoy han desaparecido. El cultivo de unos y otros productos estaba regulado por el Concejo al menos hasta el siglo XVIII y por las Ordenanzas, dictaminando de qu modo y cunto tiempo deba cultivarse, es decir, la rotacin de los productos, o bien en rgimen de ao y vez, cada tres aos, etc Estos cultivos de regado o secano se situaran en torno al pueblo, pero dejando las zonas ms prximas a las huertas y a los linares, extendindose en las zonas ms alejadas los prados particulares y comunales o dehesa boyal. Tambin se regulaba a travs de las Comunidades de Regantes el empleo del agua, desviando y utilizando el agua del ro con restricciones de tiempo, adecundose a las necesidades .
En cuanto a la industria, no existi apenas en la localidad. Como excepcin, podemos citar los tres molinos que se ubicaban en su trmino, aunque la propiedad de dos de ellos perteneca a la vecina localidad de Montejo. Tampoco hubo una actividad artesanal de transformacin de los productos ganaderos y nicamente se citan a profesionales, como dos tejedores de lino, que a su vez eran agricultores, en el Catastro de Ensenada . Destacan, eso s, las referencias a la explotacin minera en los documentos del siglo XVIII y XIX. En tiempo del seor don Fernando el Sexto se descubri en este trmino una cantera de cristales y despus de haberse sacado bastante porcin se cerr con sello real, pero habindose vuelto
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a abrir en el presente feliz reinado, no se pudo sacar cosa alguna de atencin, dicen las Respuestas al cuestionario del cardenal Lorenzana, pero en el Diccionario Geogrfico de Madoz, en 1848, se especifican mayores riquezas geolgicas y mica cristalizada en granito grueso, titaneo, urano y granitino con granates y pizarra arcillosa Actualmente sigue siendo la ganadera el sector ms importante econmicamente, con la cra de ovejas y vacas; seguido de los beneficios sacados de la explotacin forestal.
En los ltimos aos se intenta potenciar el turismo rural y el arreglo de calles y viviendas va encaminado a la potenciacin de este sector, en un pueblo donde las nuevas construcciones respetan las caractersticas de las viviendas preexistentes y el medio donde se levantan. Otras actuaciones que benefician al fin turstico son la rehabilitacin de una antigua casona y una fragua como museos o la rehabilitacin y acondicionamiento de antiguos toriles para apartamentos de alquiler.
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Acceso a la iglesia
Iglesia de San Nicols de Bari La actual iglesia parroquial tiene su origen en otra primitiva que se comenz a construir en el siglo XV. An nos quedan recuerdos de este tiempo en su interior, donde podemos admirar una capilla gtica cubierta con bveda de crucera con terceletes, que destaca por no hallarse encalada. La factura de la iglesia data del siglo XVII con caractersticas barrocas. Por fortuna el templo no sufri los destrozos de la Guerra Civil pero el paso del tiempo ha dejado su huella en algunos cambios y transformaciones, como las dependencias laterales que han reducido el prtico o las cubiertas del interior. Est construida con mampostera y sillarejo destacando su esbelta espadaa Iglesia de San Nicols de Bari
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Museo Etnolgico de donde penden las campanas. El interior, con una planta rectangular y una nica nave, es de gran sencillez, con paredes encaladas y un coro sobre una estructura de madera, adems de la capilla del siglo XV citada anteriormente. Otro elemento medieval que destaca en su interior es la pila bautismal y, entre la imaginera religiosa, sobresale el retablo barroco del presbiterio con las imgenes de la Virgen del Rosario, San Francisco Javier y San Antonio y el pequeo retablo barroco con la imagen de la Piedad, escultura realizada entre los siglos XVII y XVIII, que se encuentra en la capilla gtica. Museo Etnogrfico La calidad medio ambiental de este pueblo no se ha visto afectada por la construccin masiva de segundas residencias y urbanizaciones por lo que an puede contemplarse un pueblo serrano con una estructura urbana caracterizada por viviendas tradicionales o reconstruidas con materiales autctonos. Desde 1980 Horcajuelo est clasificado en el Inventario arquitectnico de Madrid como Ncleo de Inters Rural. Subir, por tanto, la carretera de pronunciadas curvas que nos lleva a esta localidad y que discurre por su interior, merece la pena, aunque slo fuera por ver el casco urbano reformado y cuidadas viviendas donde domina el gneis de color amarillento. La Comunidad de Madrid ha valorado esta riqueza paisajstica y ha contribuido a su potenciacin con la ayuda en la reconstruccin de una vivienda tradicional, convertida en Museo Etnolgico y una fragua conservada en su forma tradicional tambin de inters turstico y etnogrfico. El Museo Etnolgico lleva abierto desde 1997 y nos muestra la disposicin
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de una vivienda tradicional de la Sierra Norte, adems de ofrecernos otro espacio musestico condicionado para exposiciones. La vivienda restaurada tiene una planta singular al hallarse su fachada bifurcando la calle, for mando una semicircunferencia. Pero su construccin, en piedra dominada por la pizarra con grandes cantidades de gneis y algo de mica, responde al etilo constructivo tradicional. Sus vanos estn enmarcados con vigas de madera, como la puerta con dintel y jambas de este mismo material. La cubierta a dos aguas se realiza con tejas curvas. Su interior consta de dos pisos. El primero, al nivel de la calle, corresponde a la zona destinada a cuadra o cuarto de aperos. En este espacio el museo etnolgico muestra las herramientas y los objetos relacionados con el ganado y su cuidado, adems de los aperos agrcolas, as se renen azadas, guadaa, horca o rastrillos. Tambin
alberga en su interior los tiles para la matanza del cerdo y objetos para la medicin de grano, la preparacin de la harina y la amasadora de pan, que se fabricaba cada 15 das. El suelo es de tierra apisonada y lajas de piedra. Por una estrecha escalera en un lateral se accede a un segundo piso, donde se encuentran las habitaciones, la sala y la cocina. sta sera la zona central de la casa, pues el calor desprendido por el horno de lea mantendra la estancia con una temperatura agradable, adems de ser sta la zona en la que se desarrollaran la mayora de las actividades complementarias al cuidado del ganado, como la preparacin de conservas y curados o el hilado. Sobre esta actividad se muestran los tiles empleados para devanar e hilar la lana. En este piso superior se nos ensea el lugar de descanso, las pequeas alcobas con su escaso mobiliario. El fro del invierno deba limitar mucho la estancia en estos dor-
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mitorios que no ofrecan otro medio de calefaccin que algn brasero o las bolsas de agua para las camas. An otro espacio en el tercer piso deba ser utilizado como despensa o sobrao , pero en este caso el Museo expone una curiosa muestra de vestidos tradicionales, incluida ropa de cama. Sin duda alguna, sta es una magnfica manera de conocer cmo era la vida cotidiana de los habitantes de la Sierra Norte en tiempos pasados y por ello es imprescindible su visita en el recorrido por la llamada Sierra Pobre. Por supuesto, no todas las viviendas tenan esta distribucin pues otras casas ms modestas slo contaban con una nica planta donde, o bien se dividan las zonas destinadas a viviendas y pajar, o bien se construan adosadas al muro o de forma exenta los espacios que servan de pajar o corral. Tambin se puede apreciar en otras construcciones de la zona, unos hornos de pan que, adosados a la cocina, sobresalen en el exterior en forma de semicrculo con cubierta cnica. Las construcciones de uso agropecuario a veces se confunden con las viviendas por emplearse el mismo material en su construccin pero su forma y estructura se caracteriza por ser de un slo piso cubierta con un tejado de una sola vertiente.
La Fragua De igual modo que con la vivienda rural rehabilitada, se ha restaurado la fragua de Horcajuelo. Como en casi todos los pueblos serranos la fragua era fundamental en el funcionamiento normal de las actividades cotidianas. En el herraje de los animales, en los aperos agrcolas, en las rejas, en las herramientas y objetos de utilidad domstica era preciso el saber artesanal del herrero. ste realizaba su tarea, bien a cambio de dinero o de especie (trigo, centeno o lino) o, en algunos casos, cobrando las igualas de los vecinos, dependiendo de sus posesiones. En la mayora de los pueblos la fragua y las herramientas esenciales del trabajo eran propiedad del Concejo y el herrero era contratado por uno o ms aos, teniendo la obligacin de satisfacer las necesidades de los habitantes del pueblo desarrollando correctamente su oficio. El herrero podra realizar piezas para comercializar en las ferias y completar su oficio con la produccin de carbn, actividad que especficamente se le permite al herrero en las Ordenanzas de Villa y Tierra.
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F I E S TA S
Hay tres momentos festivos destacables en Horcajuelo de la Sierra: el da de San Antonio, el de la Asuncin y las fiestas de verano. El 13 de junio, da de San Antonio, se celebra con una procesin, bailes, juegos y concursos infantiles, caldereta para todos y fuegos artificiales. El da de la Ascensin, en primavera, es costumbre engalanar las calles y colocar altares que son recorridos por una procesin. Para celebrar la fies-
ta de la Virgen se cantaba antiguamente una ronda que ha recogido Jos Manuel Fraile: Bendiciones te pedimos viva la madre de Dios! la ronda tiene a la puerta a la puerta del Seor A la reina de los cielos a la Madres ms querida esta noche la rondamos a la moza ms querida
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INFORMACIN MUNICIPAL
Telf.: 918 69 70 22
DISTANCIA DESDE MADRID
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POBLACIN
91 habitantes
CMO LLEGAR
En coche:
N-I hasta desvo Horcajo, pasado ste, sale una carretera a Horcajuelo Salida de Madrid, intercambiador de Plaza de Castilla
QU VISITAR
Senderismo Cicloturismo
ES TPICO
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La miel
PARA SABER MS
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Ayuntamiento
Levantado sobre un terreno accidentado, Horcajo posee importantes masas forestales en las que predomina el roble y praderas pobladas de setos de encina y matorrales de jara.El principal cauce fluvial es el ro Madarqillos que atraviesa el trmino de norte a sur .
Historia
El origen de Horcajo de la Sierra ha sido siempre una incgnita. Por eso Marn asegura que tanto su archivo municipal, como el eclesistico, no alcanzan, ni con mucho, al origen de su fundacin, que contina siendo un problema irresoluble para los cronistas de la provincia. El mismo autor hace referencia al significado del topnimo: Denomnase
Horcajo, segn los vecinos ms ancianos, por estar situado sobre el cerro llamado Horcajuelo. Hoy esta teora ya no se contempla pues, como afirma el historiador Fernando Jimnez de Gregorio, el topnimo viene de la situacin geogrfica del municipio en las inmediaciones del horcajo, es decir, la confluencia, de dos ros, el Madarquillos y su afluente el arroyo del Valle-Las Morreras. Sobre la fundacin del pueblo podemos aventurar que pudo ser anterior a la de otros pueblos ms apartados precisamente por esa ubicacin en el camino que une las dos Castillas por el puerto de Somosierra. Confirmando esta antigedad, siempre se ha dicho que Horcajo es el origen de Horcajuelo, siendo tambin pastores del municipio los fundadores de La Acebeda y de Aoslos, un ncleo urbano que an hoy sigue agregado al trmino de Horcajo y que se fund, posiblemente, alrededor de una pequea ermita bajo la advocacin de Santiago Apstol. Tendra pues Horcajo su origen en un asentamiento de carcter defensivo de proteccin del paso y de vigilancia dada su ubicacin sobre un cerro. Los primeros vecinos, aunque no permanentes, vendran de poblaciones cercanas a los pastos de la zona y levantaran chozas y corrales en la colina desde donde podran vigilar el ganado con mucha facilidad. Estas primeras edificaciones se convertiran con el paso del tiempo en otras ms permanentes y definitivas hasta confor-
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Actividades econmicas
Aoslos
mar un pueblo tal y como hoy entendemos el trmino. A mediados del siglo XIII se constituy la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago que sera la encargada de repoblar estos territorios, fijar las normas y mantener la justicia. Administrativamente las aldeas y lugares de Buitrago se dividan en cuartos. Horcajo daba nombre a uno de ellos que comprenda, adems las aldeas de Aoslos, La Acebeda, Madarcos, La Nava, Piuecar y Bellidas. Todos los pueblos pertenecientes a la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago se regan por una Ordenanzas comunes y, algunos, por otras particulares que nunca podan entrar en contradiccin con las generales. Horcajo cont desde 1563 con Ordenanzas propias. En el siglo XIII el territorio de Buitrago aparece ya incorporado a las posesiones de D. igo Lpez de Orozco, primer seor de Buitrago. Este seoro se mantuvo hasta los primeros aos del siglo pasado cuando las Cortes de Cdiz los abolieron. En 1833 Horcajo pas a formar parte de la provincia de Madrid dentro del partido judicial de Torrelaguna.
Las Respuestas dadas al cuestionarios del cardenal Lorenzana nos ofrecen una informacin muy clara sobre la actividad econmica de Horcajo en el siglo XVIII: Los frutos que produce este terreno son centeno, trigo de regado tresmesino, cuyas especies ascendern anualmente a dos mil fanegas. Tambin se cogen como unos ciento y cuarenta arrobas de lino y se cran algunos ganados lanares de lo fino trashumantes, a correspondencia de unas mil y cien cabezas que tienen estos cortos ganaderohay tambin en este pueblo varias plantas de rboles frutales y la ms sobresaliente es la del nogal, que asciende a unos mil, cuyo fruto se logra pocas veces, a causa de los muchos hielos. La agricultura siempre ha estado en un segundo plano en esta zona donde la ganadera siempre ha sido la principal fuente de ingresos. Las dureza del terreno y, sobre todo, la dificultad de conseguir agua suficiente en todas las pocas del ao para mantener los cultivos, oblig a establecer un sistema de regueras que abasteciera los huertos y que an hoy se sigue utilizando en muchos casos. Horcajo de la Sierra comparte su reguera con Madarcos y Robregordo, del trmino de este ltimo viene el agua, aunque la reguera aumenta su caudal con manantiales del trmino de Horcajo. Antiguamente la reguera slo la compartan Horcajo y Madarcos, pero en el siglo XVII por una sentencia de la Chancillera de Valladolid tuvieron que ceder parte del caudal a Robregordo.
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Potro
La resolucin era muy clara: las aguas que, como hemos dicho, llegaban desde Robregordo, eran propiedad de Horcajo y Madarcos jueves, viernes y sbado, mientras el resto de la semana pertenecan a Robregordo. Las aguas de los manantiales de Horcajo, en cambio, estaban a disposicin de este pueblo y Madarcos. Escribe Marn que en el siglo XIX el municipio produca hortalizas, legumbres y frutas para el gasto de la poblacin, siendo la base de la actividad econmica, como ya hemos dicho, la
ganadera cuya cabaa a finales de siglo estaba compuesta por diez cabezas de ganado caballar, cien de vacuno, setenta de cabro y quinientas de lanar. Completando el panorama econmico, afirma este autor que su industria se limita a la elaboracin de pan, conserva de carnes, hilados, tejidos de lienzos en dos sencillos telares que hay en la localidad. Tiene adems minas de plomo, en las cuales se sostienen gran nmero de familias jornaleras. Algunas minas son abundantes y ricas.
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Iglesia de San Pedro in Cathedra La iglesia de San Pedro in Cathedra fue construida en el siglo XV. De estilo gtico, consta de una sola nave con coro alto a los pies y bside poligonal. En el interior de la iglesia se conservan los restos del retablo mayor de finales del siglo XV y principios del XVI. Se trata del banco y diez y seis pinturas sobre tabla
atribuidas a un seguidor de Pedro de Berruguete, posiblemente Juan Gonzlez Becerril, yerno del famoso escultor. Las tablas representan temas relacionados con la vida de Jess, la Virgen, San Pedro y San Gergorio Magno. El retablo estuvo en el presbiterio hasta 1970, hasta que se desmont en 1970, perdindose poco despus el armazn. Desde entonces es muy difcil acceder a l.
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LOS CONCEJOS
Fuente de Buitrago
La Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago se rega por unas Ordenanzas generales y comunes a todas sus villas, aldeas y lugares. Pero esta legislacin que igualaba en derechos y deberes a todos los pueblos, se complementaba en muchos casos con las Ordenanzas particulares de los municipios que se establecin bajo el principio de no contradecir nunca a las generales. Estas normas regan la vida diarIa de cada comunidad, de sus bienes comunes, de sus cargos, etc. Cada consejo contaba con una serie de bienes propiedad de todos los vecinos: la fuente, los puentes, la casa del concejo, tierras comunales, fragua, carnicera y unos cargos electos que se ocupaban de administrar y mantener estos bienes, adems de hacer cumplir las Ordenanzas. Estos cargos varan en los diferentes pueblos de la comarca. Los pueblos grandes y las villas solan tener dos alcaldes, uno representando a los pecheros y otro
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a los hidalgos o exentos. De esta manera, los intereses de unos y otros estaban contemplados. En pueblos ms pequeos haba slo un alcalde representante de todos, y , en ambos casos, se nombraban tambin varios regidores. El cargo duraba un ao y el elegido tena la obligacin de aceptarlo. Muchos no queran recibir la responsabilidad que supona ser alcalde pues el incumplimiento de sus funciones o la mala gestin les podan costar importantes multas que deban hacer frente con su patrimonio. El concejo nombraba, a principio de ao normalmente, dos personas por puesto para que en ltimo extremo fuera el Duque del Infantado, seor de Buitrago, quien tomara la decisin definitiva.
HORCAJO
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San Roque Las fiestas de San Roque se celebran el 16 de agosto y en ellas no faltan actividades para que cualquiera que se acerque hasta Horcajo pueda disfrutarlas. Comenzando con la con-
memoracin religiosa, la procesin del Santo y la popular subasta de varas que proporcionar el dinero suficiente para cubrir los gastos de la fiesta, y continuando con festejos profanos como baile, juegos infantiles, caldereta y competiciones deportivas.
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HORCAJO
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HORCAJO DE LA SIERRA
INFORMACIN MUNICIPAL
QU VISITAR
Telf.: 918 69 70 22
DISTANCIA DESDE MADRID
La Iglesia de San Pedro in Cathedra Lugares de inters natural: rea recreativa la Alberca
FIESTAS
88 kms
POBLACIN
127 habitantes
CMO LLEGAR
En coche: Por la N-I (Madrid-Burgos), desvo por la M-141 En autobs: Desde el intercambiador de plaza de Castilla
ACTIVIDADES
Senderismo Excursiones
PARA SABER MS
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L A
A C E B E D A
La situacin de La Acebeda junto al puerto de su mismo nombre, en el centro de la cordillera de Somosierra provoca que este tranquilo municipio tenga un clima tpico de altura, con abundantes nieves, lo que no le resta encanto sino, ms bien, todo lo contrario. A esto hay que aadir su vegetacin con grandes superficies forestales pobladas de pinos, fresnos y robles y el gran nmero de pequeos arroyos que atraviesan el trmino.
Acebo
Historia
La falta de datos anteriores, ha situado tradicionalmente el origen de La Acebeda en los aos de la Reconquista y la mayor parte de las fuentes afirman que fueron vecinos de Horcajo de la Sierra dedicados al pastoreo transhumante los que levantaron las primeras casas. Sin embargo, otras aseguran que los primeros habitantes de La Acebeda llegaron de Piuecar y que, antes de fundar el pueblo, hicieron llegar sus aguas hasta Piuecar. Con esta afirmacin explican su derecho a disfrutar de las aguas de La Acebeda.
Ya Marn a finales del siglo XIX daba estas fechas para la fundacin al decir que todas las opiniones histricas convienen en que este pueblo es de la poca de la Reconquista Tambin sobrevive la afirmacin de este autor sobre el origen del nombre del municipio: y que le dieron los cristianos el nombre que lleva por haber en el sitio que ocupa algunos acebos que llamaban la atencin por su extraordinario desarrollo. En 1987 la Concejala de agricultura de la Comunidad de Madrid catalog un ejemplar de 12 metros de altura. Adems, segn parece, la madera del acebo sirvi para construir las primeras casas, luego edificadas en barro y piedra. El establecimiento de la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago, a la que perteneci en todo momento La Acebeda, favoreci el desarrollo ganadero de la zona y el asentamiento definitivo de los pastores. El territorio se rega por unas Ordenanzas comunes y estaba dividido en cuartos. La Acebeda perteneca al de Horcajo junto a
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quedaran las tierras de Buitrago hasta la abolicin de los seoros a principios del siglo XIX.
Actividades econmicas
Ayuntamiento y fuente
Madarcos, Piuecar, La Nava , Bellidas y el propio Horcajo. Era entonces el municipio un ncleo de poblacin extremadamente pequeo como demuestra el topnimo utilizado en el Libro de la Montera de Alfonso XI: La Acevediella. Desde el siglo XIII, la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago form parte de las posesiones de D. igo Lpez de Orozco, aunque muchas veces se haya considerado primer seor de Buitrago a su descendiente D. Pedro Gonzlez de Mendoza. La razn de esta confusin es un documento de mediados del siglo XIV por el que Enrique II confirma al noble como Seor de Buitrago. En manos de los Mendoza
La ganadera ha sido y es la actividad econmica principal de La Acebeda. Su importancia es tal que los vecinos han considerado que tiene que estar representada en su escudo y as en su segundo cuartel aparecen dos ovejas. Marn en el siglo XIX comentaba las costumbre ganaderas: Tan pronto como se acerca el otoo con sus fros, comienzan los pastores a emprender su marcha hacia Extremadura en busca de su benigno clima y excelentes pastos para que pasen bien el invierno sus numerosos rebaos, regresando al pueblo en primavera, cuando sus prados y montes estn ya cubiertos de nuevas hierbas. El mismo texto nos ofrece tambin algunos datos sobre la importancia econmica del sector: La ganadera, que como es sabido, constituye la principal riqueza del pueblo, consta hoy de 30 cabezas de ganado caballar, 46 asnal, 140 vacuno y 3320 lanar.. Acompaando a la ganadera, encontramos en La Acebeda una pequea agricultura de subsistencia mantenida con la aportacin de una reguera que llega desde Umbra, pero que trae muy poca agua y suele secarse en verano. Es curioso que un municipio muy rico en aguas como La Acebeda tuviera tantos problemas, sobre todo si tene-
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mos en cuenta que de su trmino salan cuatro regueras. Ya hemos dicho que los vecinos de Piuecar se atribuan la fundacin de La Acebeda y, con ella, el derecho a utilizar su agua. Este grado de antigedad puede explicar los problemas de este pueblo rico en aguas pero pobre en cultivos. As lo explican sus vecinos en el Catastro de Ensenada : en el trmino de este dicho lugar hay tierras de regado aunque muy pocas por razn de no tener facultad de usar el agua que nace de este dicho trmino, sin embargo de haber en l muchos sudaderos y nacimientos de aguas que componen cuatro regueras caudalosas de las cuales la una llevan los de Piuecar y La Serna, la otra sirve y se aprovecha de ella las caseras de Aoslos, que es de la dezmera de Horcajo, la otra se lleva enteramente en lugar de Piuecar adems de la media ascendente que parte con La Serna y la otra se lleva el Lugar de Gandullas y parte con el Bosque que tiene en el trmino de la villa de Buitrago la Excelentsima Sra., Duquesa del Infantado
Fuente
Estas condiciones provocaron no pocos pleitos ya que los vecinos de La Acebeda pretendan que se contemplasen sus derechos. Por ltimo, en el siglo XIX hubo una pequea experiencia industrial de explotacin minera: Hay en su trmino tres minas, que se creyeron de plata, y que se abandonaron al convencerse que apenas tenan alguna parte alcuota de este metal.
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Iglesia de San Sebastin La Iglesia de San Sebastin est situada en la calle del Puerto, es decir, la antigua Caada Real Segoviana alrededor de la cual, como ya hemos dicho, creci el municipio. En un primer momento fue aneja a la iglesia de San Pedro de Horcajo de la Sierra. Es un edificio barroco levantado en el siglo XVII. De mampostera combinada con hiladas de ladrillo y esquinas reforzadas con sillares, con espadaa de dos vanos, forma una construccin rectangular, de una sola nave con coro alto a los pies encalado como todo el interior. La sacrista se encuentra en un cuerpo adosado, en ella se conserva el archivo parroquial cuyos primeros documentos datan de 1700. Adems del archivo, la iglesia guarda algunas obras de arte de gran valor como un crucifijo del siglo XVI, un pequeo altar porttil de madera con lienzos pintados hacia 1500 y una cruz procesional barroca de plata. Espadaa de la Iglesia
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Viaducto de la Dehesilla
Fragua y potro Aunque la fragua y, sobre todo, el potro de herrar se mantienen en buen estado en muchos de los pueblos de la sierra norte, vale la pena acercarse hasta los de esta pequea localidad pues, adems de la buena conservacin, forman un bonito conjunto en la esquina que forman la cuesta del Arroyo y la calleja de la fragua. La fragua, restaurada, es un edificio rectangular de piedra con cubierta a dos
aguas. En su interior se conserva el horno, el fuelle y el yunque, tiles tradicionales del oficio de herrero.
Santuario de la Fuente del Saz A menos de dos kilmetros del casco urbano, tomando el Camino de la Cancharrera se encuentra el santuario de la Fuente del Saz, una pequea gruta artificial que guarda una imagen de la Virgen en su interior.
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Dentro del calendario festivo de La Acebeda merece la pena destacar tres momentos: San Miguel el da 29 de septiembre, que se conmemora con verbena, juegos infantiles y bailes, adems de la solemne celebracin religiosa; Santiago, el 25 de julio, con la procesin y la merienda campestre y San Antonio, el 13 de junio,
con la popular caldereta en El Gargantn que suele dejarse para el fin de semana ms cercano. Antiguamente, la Nochebuena se celebraba de una manera muy especial con una cena consistente en pollo y besugo con escarola. Los postres tpicos eran los higos, piones, naranjas cocidas y granadas con vino.
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LA ACEBEDA
INFORMACIN MUNICIPAL
Telf.: 918 69 91 07
DISTANCIA DESDE MADRID
Fuente del Saz, una pequea gruta artificial con una imagen de la Virgen
FIESTAS
90 kms
POBLACIN
53 habitantes
CMO LLEGAR
San Miguel, el 29 de septiembre Santiago, el 25 de julio San Antonio, el fin de semana cercano al 13 de junio
ACTIVIDADES
En coche:
Por la N-I (Madrid-Burgos), desvo La Acebeda Desde el intercambiador de plaza de Castilla Lnea Madrid-Burgos, apeadero de La Acebeda
QU VISITAR
En autobs:
En tren:
Senderismo Equitacin Parapente en el puerto de Pea Quemada Ala Delta Excursiones Cicloturismo
CURIOSIDADES
Iglesia de San Sebastin Potro y fragua Viaductos de El Planto y de la Dehesa Lugares de inters natural: El Robledal (dehesa boyal) y el Santuario de la
Es un Concejo abierto Desde el Puerto de La Acebeda pueden verse los lmites de las provincias de Madrid y Segovia
PARA SABER MS
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R O B R E G O R D O
El municipio de Robregordo se asienta en un terreno muy accidentado en la parte alta de la cordillera de Somosierra. Su vegetacin la constituyen principalmente pinos, jaras y rebollos y, en menor medida, encinas, robles y pastizales. Situado en la va natural de comunicacin entre las dos Castillas, la Caada Real Segoviana atraviesa el ncleo urbano de norte a sur formando el Camino Real en torno al cual se desarroll histricamente el pueblo.
Ayuntamiento
Historia
Como el de muchos otros municipios de la zona, el topnimo Robregordo est relacionado con el espacio natural sobre el que se asienta el municipio. Sera pues un nombre que derivara de la abundancia de robles en la zona y, posiblemente, de tamaos considerables. No es fcil conocer con seguridad el origen de Robregordo. Encontramos en las Relaciones de Lorenzana del siglo XVIII la explicacin ms tradicional de la fundacin del pueblo: Se ignora cundo y por quin se fund,
Vista de Robregordo
pero es tradicin que aqu slo haba una venta y despus se fue poco a poco aumentando la poblacin. La situacin de esta venta tendra un enorme sentido ya que, al igual que Somosierra, Robregordo era lugar de paso para atravesar de una a otra Castilla a travs del puerto de San Andrs, hoy conocido como Somosierra. Sabemos que a principios del siglo XIV, Robregordo era, junto a Somosierra y Colladillo despoblado pocos aos despus, una aldea perteneciente al concejo de Seplveda que era el encargado de su repoblacin. Adems, en este caso era an ms importante, si cabe, contar con un buen nmero de habitantes, pues ya hemos dicho que se encontraba en un lugar estratgico de paso donde eran necesarios una serie de servicios para los viajeros como posadas, mesones, lugares de descanso o postas para animales y, al mismo tiempo, proteccin para evitar robos a los transentes.
ROBREGORDO
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En esta situacin, el concejo de Seplveda decidi facilitar el asentamiento en estos municipios otorgando en 1305 un privilegio por el que exima de pechos a cualquiera que fuera all a vivir, siempre que no viniera de otro pueblo del concejo de Seplveda. Los vecinos, comprendiendo la importancia de la dispensa, acudieron desde entonces y hasta 1814 a cada nuevo monarca para que confirmara la exencin. Otro momento importante en la historia de Robregordo lleg en el mismo siglo XIV, en 1375, cuando la reina D. Juana cambi a D. Pedro Gonzlez de Mendoza, Seor de Buitrago, estas aldeas de Robregordo y Somosierra por Aldeanueva de Serrezuela. As, en el
testamento de D. Pedro aparecen entre los bienes de su mayorazgo junto a las villas de Hita y Buitrago. Aunque el municipio cambi de manos con este trueque, no perdi su contacto con Seplveda y sigui disfrutando de algunos de sus antiguos derechos sin entrar a formar parte de la organizacin administrativa de la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago. Aunque no conocemos la fecha exacta, se puede suponer que fue a finales del siglo XV cuando la aldea de Robregordo pas a ser Villa con plenos derechos en cuanto a la jurisdiccin civil y criminal. Quizs la historia comn y esta situacin especial que hizo de Somosierra
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ROBREGORDO
Actividades econmicas
Dependencias Agropecuarias
y Robregordo villas eximidas pero muy ligadas a Buitrago, provoc que, a pesar de contar cada una con sus cargos administrativos y sus ingresos y gastos separados, formaran un solo concejo que, por tradicin y, posiblemente, por evitar dar ms importancia a uno de los dos municipios, se reuna en el despoblado de Colladillo. Tambin dentro de estas particulares relaciones entre las dos villas, se encuadran los pastos comunes, pues hasta 1697 no se amojonaron los trminos, la existencia en el Colladillo de una horca comn, aunque ambos contaban con picota, o la utilizacin de la crcel de uno de los municipios cada ao. Con la abolicin de los seoros a principios del siglo XIX se convirti Robregordo en una villa totalmente independiente, ligada administrativamente a Guadalajara hasta 1833, cuando se delimit la provincia de Madrid y pas a sta, dentro del partido judicial de Torrelaguna.
Robregordo, como Somosierra, se sita en el paso entre las dos Castillas por lo que la actividad econmica se ha centrado siempre en la atencin al viajero. Desde su origen que, como hemos dicho, se ha considerado tradicionalmente una antigua venta, y hasta principios del siglo XIX, el pueblo fue creciendo al borde de la Caada Real Segoviana, Camino Real a su paso por el municipio, con construcciones destinadas al servicio del viajero como mesones, posadas, puestos de postas, etctera. En la tercera dcada del siglo XIX se cambi el trazado de la carretera MadridFrancia con el consiguiente perjuicio para Robregordo que qued aislado a unos 150 metros de la nueva va. La agricultura nunca ha sido una actividad econmica importante en Robregordo. Adems de contar con pocos terrenos de cultivo, sus aguas, muy abundantes, se perdan por la reguera que Horcajo y Madarcos consideraban suya. La reguera de Robregordo comienza en la sierra, en un lugar llamado los Llanos, baja por Majafrades y all coge agua del ro. Hasta el siglo XVII no pudo Robregordo regar con este agua y si lo consigui fue despus de un pleito contra sus vecinos. La ganadera, con ms peso econmico, contaba a finales del siglo XIX de ganado mular, caballar, vacuno, cabro y lanar, siendo este ltimo el ms abundante con 1200 cabezas.
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XVIII, como San Antonio de Padua, San Roque, el patrn, un Cristo y un San Juanico con el cordero, la ms interesante. El Planto En un municipio como Robregordo que, como hemos dicho, hasta su nombre debe a la La torre de la iglesia destacando en el paisaje Iglesia Parroquial de Santa Catalina Fue levantada a finales del siglo XVII al borde del Camino Real, en la parte ms alta del municipio y cuenta con un pequeo atrio-mirador. Es de mampostera reforzada en las esquinas con sillares y torre de planta cuadrada de un solo vano central. En su interior, encontramos tres naves y coro alto a los pies de la central. Guarda esculturas de los siglos XVII y naturaleza que lo envuelve, no faltan interesantes espacios naturales a los que no podemos dejar de acercarnos. El ms acondicionado para la visita es el conocido como El Planto. Se encuentra muy cerca del casco urbano, junto al campo de ftbol, y es un lugar perfectamente preparado para que el visitante pasee o descanse en esta zona recreativa rodeado de especies vegetales autctonas. Muy cerca de El Planto se encuentra la acebeda ms importante de la Comunidad de Madrid, otra razn para visitar este pequeo municipio.
F I E S TA S
Fiestas de la Virgen y de San Roque A mediados de agosto se celebran las fiestas del patrn de Robregordo, San Roque, y de la Virgen, tan popular esta ltima en tantos pueblos de nuestra Comunidad.
El da 15 se conmemora sacando a la Virgen en una solemne procesin que recorre el pueblo. El 16, da del patrn, contina la fiesta con verbena y bailes tradicionales, adems de otras actividades organizadas por el Ayuntamiento y los vecinos.
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ROBREGORDO
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ROBREGORDO
INFORMACIN MUNICIPAL
QU VISITAR
Telf.: 918 69 90 45
DISTANCIA DESDE MADRID
Iglesia de Santa Catalina Ermita de San Roque Lugares de inters natural: El Planto
91 kms
POBLACIN
88 habitantes
CMO LLEGAR
FIESTAS
En coche: Por la N-I (Madrid-Burgos), desvo a Robregordo En autobs: Desde el intercambiador de plaza de Castilla En tren: Lnea Madrid-Burgos, apeadero Somosierra-Robregordo
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S O M O S I E R R A
Coronando el puerto del mismo nombre, Somosierra es el pueblo ms alto de la Comunidad Autnoma de Madrid. El estrecho valle de Somosierra es paso natural de una a otra Castilla. Esta especial situacin geogrfica ha condicionado la historia de este pequeo municipio.
Historia
El origen del topnimo Somosierra es muy claro. El trmino somo, utilizado en el siglo X aunque, posteriormente, alrededor del XVI, cay en desuso, significa por encima; es decir, por encima de la sierra, basta con situar el municipio que, como ya hemos dicho,
Casa rural
es el ms alto de la Comunidad de Madrid, para ver la relacin. Es uno de los pocos pueblos de la sierra norte del que tenemos noticias de la Edad del Bronce pues se han encontrado en su trmino municipal hachas pulimentadas. Debemos la publicacin de estos hallazgos al investigador Prez Barradas que llev a cabo sus trabajos en 1926. A pesar de este vestigio arqueolgico cuya datacin no permite ninguna duda, se trata de un descubrimiento fuera de todo contexto, que podra tener una fcil explicacin si nos fijamos en la historia posterior del municipio y su ubicacin en el puerto que separa el norte y el sur de la pennsula. Quizs fuera, ya en la Edad del Bronce, sta una zona de paso de pueblos nmadas o seminmadas pues no hay restos de asentamientos. Tambin se ha hablado de un origen ms antiguo que otros pueblos de la zona y muchos historiadores han aludido a una posible fundacin rabe, aunque hoy no pocos estudiosos dudan de esta hiptesis.
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Detalle de la Iglesia
Lo que s est claro es que Somosierra era en 1305 una aldea perteneciente al concejo de Seplveda. Su privilegiada situacin en el camino real que comunicaba las dos Castillas y en lo ms alto del puerto conocido entonces como San Andrs, haca que el citado concejo de Seplveda tuviera un especial cuidado y procurara que fueran zonas bien pobladas. Esta es la razn del privilegio del 15 de junio de 1305 por el que los vecinos de Somosierra, Robregordo y Colladillo, despoblado hacia el siglo XV, quedaron exentos de pagar pechos. En 1375 las dos aldeas pasaron a pertenecer al Seor de Buitrago, gracias a un trueque con la reina D.
Juana, quien cambi a D. Pedro Gonzlez de Mendoza una de sus aldeas, Aldeanueva de la Serrezuela, por Somosierra y Robregordo. A finales del siglo XV ambas recibieron el ttulo de Villa con amplios privilegios formando un solo concejo, aunque con cargos duplicados. Ya en esta poca y, an en el siglo siguiente, Somosierra y Robregordo elegan sus alcaldes reunindose por San Miguel, en septiembre en el Colladillo, un despoblado situado entre los dos pueblos, tal y como afirman los documentos de eleccin de alcalde del siglo XVI y parte del XVII. La tradicin de convocar el concejo en el Colladillo procede de los tiempos en los que este municipio an no estaba despoblado y formaba parte del concejo de Seplveda, igual que Somosierra y Robregordo. Al desaparecer como entidad municipal hacia el siglo XIV, el Colladillo pas a ser trmino de ambas villas que hasta el siglo XVII no fueron amojonadas. Tambin en el Colladillo se situara la horca comn, aunque cada municipio tena su picota. Hasta 1697, ao en que se dividieron los dos trminos, compartan pastos y, aunque ambos contaban con crcel, usaban cada ao slo una de ellas. En el siglo XVIII segua considerndose Somosierra enclave fundamental como paso entre las dos Castillas. As lo recogen las Relaciones de Lorenzana : Esta villa est situada en lo alto del puerto de Somosierra, de que toma
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Vista de Somosierra
su nombre. Esta sierra es la que viene por el valle de Lozoya y Braojos, subo por encima de Prdena de Seplveda, subiendo al sitio del Barrancal y Laguna, atraviesa por el camino real que va a Francia y por Cebollera la Vieja, hasta unirse con las sierras de Riaza, la cual divide las dos Castillas y las vertientes de las aguas, unas a Tajo y otras a Duero. Esta situacin geogrfica dio a Somosierra un gran protagonismo histrico en el siglo XIX cuando fue escenario de una de las ms duras batallas que se libraron para evitar la llegada de las tropas de Napolen a Madrid. Era el 30 de noviembre de 1808. La defensa del puerto no pudo mantenerse mucho tiempo, lo que no es extrao dada la diferencia de fuerza entre unos y otros, pero la posicin de los soldados espaoles dificult el paso al
poderoso ejrcito francs que tuvo que emplearse a fondo para vencer la resistencia de un grupo de hombres, escaso, pero que slo tena que esperar en sus posiciones y disparar a cualquiera que se acercara por el estrecho paso de Somosierra. Perteneci a Guadalajara hasta 1833, ao en el que se incorpor a la recin conformada provincia de Madrid dentro del partido judicial de Torrelaguna.
Actividades econmicas
Tambin es la situacin geogrfica de Somosierra el factor principal en su desarrollo econmico. Las Relaciones de Lorenzana del siglo XVIII afirman que los frutos que produce son tan escasos que se reducen a una corta porcin de lino y centeno, que no basta para
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mantener al vecindario la tercera parte del ao, teniendo, por lo mismo, que proveerse de otros pueblos. Otro documento del mismo siglo, el Catastro de Ensenada, ofrece una serie de datos que confirman la dependencia de Somosierra del paso de San Andrs. Contaba el municipio con seis mesones y herrero y albitar para atender a los animales de carga que cruzaban el puerto. Por ltimo, de sus aproximadamente cien vecinos, veintinueve eran arrieros con veintidos recuas de mulas y siete de pollinos. Marn, a finales del siglo XIX, ofrece una visin algo ms positiva de la economa de la que afirma que est ms desarrollada que en otros pueblos de montaa pese a ser pobre. Tambin se refiere a la ganadera, con ms peso econmico en estos aos, aunque sin acercarse a la importancia del sector en pueblos cercanos: Consta su ganadera de 60 cabezas de ganado caballar, 120 vacuno, 30 cabro y 852
lanar, consagradas las primeras especies a la labor y las ltimas a la reproduccin. Pero Marn tambin nos aporta datos que confirman que segua siendo la carretera, en este siglo XIX, la forma de vida de gran parte de los vecinos de Somosierra: Prximo a la villa se encuentra un desahogado y bien organizado parador, en el cual descansan las diligencias de la carretera de Francia y se hospedan los forasteros que pernoctan en Somosierra. Sus precios varan segn las exigencias de los huspedes, pero en todo tiempo resultan econmicos. Aunque hoy la carretera de Burgos ya no atraviesa el pueblo, el paso de vehculos por ella es un factor fundamental para la economa de la localidad y as lo demuestra el nmero de camiones siempre abundante delante de la iglesia y el monumento conmemorativo a los camioneros en la pared del templo.
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Iglesia de Santa Mara de las Nieves En un escudo, junto a la puerta de acceso a la iglesia de Santa Mara de las Nieves, figura la fecha 1703, por lo que cabe suponer que su construccin termin este ao. En un principio, era un edificio con un estilo tpico de la sierra norte, de mampostera con las esquinas rematadas con sillares. Tena torre y una sola nave con bveda de can y coro alto a los pies. En 1808, la iglesia qued arruinada prcticamente en su totalidad por las tropas francesas. Fue reconstruida pero, de nuevo, la situacin de Somosierra, tan ventajosa en otros
mbitos, provoc que tras la Guerra Civil slo quedaran en pie la torre y los muros perimetrales. El aspecto que presenta en nuestros das es el que adquiri al ser nuevamente levantada en los aos 40 segn el proyecto de D. Rodolfo Garca de Pablos. El Bodegn El edificio conocido en Somosierra como El Bodegn, fue construido en el siglo XVIII para cumplir las funciones de psito de grano, sustituyendo al anterior asolado por un incendio en 1737. Una curiosa inscripcin pintada en la fachada del
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edificio, a la izquierda de la puerta, recoge la fecha en la que probablemente termin la construccin: Ao 1759 siendo alcalde Pedro Sanz y corregidor Benito Marn. Actualmente el edificio, propiedad particular, no est en uso. Ermita de Nuestra Seora de la Soledad La Ermita de Nuestra Seora de la Soledad est situada sobre la cota ms alta del puerto, al lado de la carretera. No se conoce la fecha exacta de la construccin, pero consta que ya exista en 1654. Es un edificio de una sola nave con artesonado de madera. En su interior, se conserva la imagen de una Virgen de la Soledad que fue trada por soldados polacos.
Pea del Chorro A unos 500 metros del pueblo por un camino que sale de la gasolinera, se encuentra el arroyo de la Pea del Chorro, nacimiento del ro Duratn, que en este punto forma una impresionante cascada sobre todo en poca de lluvias.
Dehesa municipal Otro enclave natural que vale la pena visitar es la antigua dehesa boyal. Se encuentra al sur del pueblo y en ella podemos encontrar, entre muchas otras especies, robles, acebos, avellanos silvestres y abedules.
Ermita
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Nuestra Seora de la Soledad Las fiestas de Nuestras Seora de la Soledad de Somosierra se celebran durante el primer fin de semana de agosto. En ellas podemos disfrutar, adems de la tradicional celebracin
religiosa con la procesin de la Virgen acompaada de tambor y gaita y las misas en su honor, de todo tipo de actividades como msica, juegos, concursos, caldereta, limonada serrana, bailes, festejos taurinos y las populares sardinadas.
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POBLACIN
99 habitantes
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ACTIVIDADES
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En autobs:
Es el pueblo ms alto de la Comunidad de Madrid Desde el pico de la Cebollera Vieja hay una inmejorable vista de las tres provincias, Madrid, Segovia y Guadalajara
PARA SABER MS
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Iglesia de Nuestra Seora de las Nieves Ermita de la Soledad Lugares de inters natural: Pea del Chorro y La Cebollera Vieja
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B E R R U E C O
El Berrueco es uno de los pocos pueblos incluidos en este libro que no perteneci al seoro de los Mendoza ni a la Tierra de Buitrago, pero su entorno paisajstico y sus actividades econmicas se relacionan en gran manera con la vecina localidad de Cervera. La razn hay que buscarla en el inmenso embalse del Atazar, que adems de variar el aspecto de la zona, ha concedido una mayor relevancia a las actividades de ocio y tursticas, hasta hace poco inexistentes. As, las localidades que comparten las lindes del embalse ofrecen al visitante numerosas actividades al aire libre, especialmente naticas. Adems del embalse que ocupa gran parte del Noroeste del trmino y de los numerosos arroyos que van a desembocar en l, El Berrueco se caracteriza por ser una zona muy accidentada, al prolongarse en sus tierras el macizo de la Cabrera. Su nombre hace referencia a esta caracterstica de su suelo compuesto de piedra grantica, de berrocal, y su arquitectura se ha visto condicionada igualmente por este dominio del granito.
Historia
Ganado ovino
El origen del pueblo de El Berrueco hay que buscarlo en el siglo XI, en la poca de la Reconquista y repoblacin. Sin embargo, antes del establecimiento de una poblacin permanente en el lugar, El Berrueco y su trmino fue lugar estratgico en la frontera NorteSur entre cristianos y musulmanes. Fue hacia la segunda mitad del siglo VIII cuando el Sistema Central y el Valle del Tajo se convirtieron en la Marca Media y en ella se fueron estableciendo torres viga, ms tardamente, que tenan como misin avisar de las intromisiones o ataques de los cristianos. De estas torres musulmanas de defensa se conserva una en el trmino de El Berrueco. Este ejemplo, como otros que encontramos a lo largo de esta frontera cultural, se caracteriza por estar situado en un lugar alto y a una distancia adecuada para avistar las otras atalayas con el fin de poder con-
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trolar la frontera y poder comunicarse unas a otras, o al valle que dominaban, en el caso de un ataque o avanzada. Este cinturn defensivo era crucial para mantener con tranquilidad la seguridad de la importante ciudad musulmana de Toledo, para proteger las vas fluviales y para controlar uno de los pasos de la Cordillera Central. En 1085 el rey cristiano Alfonso VI decidi ocupar la ciudad de Toledo y, todas las tierras de la Marca Media, antes del reino taifa de Toledo, pasaron a manos cristianas. Para llevar a cabo su repoblacin se otorgaron los derechos de las Comunidades de Villa y Tierra y El Berrueco pas a formar parte de la jurisdiccin de la villa de Uceda. Esto ocurra en el siglo XI. Mientras, Buitrago tomaba a su vez bajo su jurisdiccin 32 pueblos de la Sierra Norte. Pronto comenzaron las disputas entre la villa de Uceda, que controlaba 18 aldeas y lugares y la Villa de Buitrago por El Berrueco y La Cabrera, dos poblaciones fronterizas entre ambas jurisdicciones. Para poner fin a
estos conflictos de lmites fronterizos se cre una zona de jurisdiccin compartida llamada Las Conveniencias. Esto suceda a comienzos del siglo XIV, pero ya antes la villa de Uceda y sus tierras haban pasado a ser propiedad del Arzobispo de Toledo, cuando el rey Fernando III don las tierras que pertenecan a la corona en el ao 1252. De nuevo en 1574 la villa de Uceda y su alfoz vuelve a manos reales gracias a un Breve de Gregorio XIII y una Cdula real dada en 1575. Tras esta enajenacin la corona vende la jurisdiccin a D. Diego Vzquez de Mexas de vila, a quien Felipe II otorga el ttulo de Conde de Uceda. Pero El Berrueco muy pronto se independizar de la villa de Uceda, ya que en 1592 se le concede el derecho de Villazgo. Sin embargo el ttulo de Villa y los derechos que vienen anejos a l, como el nombramiento de los cargos de justicia, no ser efectivo hasta el ao siguiente, pues Uceda no acepta el privilegio que le impide seguir obteniendo beneficios impositivos, como el pago forero, contribuciones comunales y repartimientos, sucedindose pleitos y querellas. Una vez obtenido el privilegio de Villazgo, los habitantes de El Berrueco se vern forzados de nuevo a vender la jurisdiccin que tanto les haba costado conseguir, para hacer frente a los deudas contradas que cargaban de impuestos a sus vecinos. As en 1613 vuelve a formar parte de las posesio-
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tantes segn el censo de Floridablanca. A comienzos del siglo XIX se produce la abolicin de los seoros y en 1833, el Berrueco, que perteneca a la Intendencia de Toledo, pasa a formar parte de la Provincia de Madrid. Sin embargo, los problemas fronterizos locales que se haban intentado subsanar con las Conveniencias vuelven a surgir, prolongndose las disputas legales y pleitos hasta bien entrado el siglo XX. En 1928 se marcan los lmites jurisdiccionales del trmino de El Berrueco y La Cabrera, vindose profundamente afectada la aldea de Siete Iglesias.
La picota y el Ayuntamiento al fondo
Actividades econmicas
nes del ahora Duque de Uceda que tena en gran estima la villa de El Berrueco especialmente por su dehesa boyal. En el siglo XVIII, aunque se supone sigui formando parte del seoro de los Duques de Uceda, tal vez se mantuvo un tiempo eximida ya que, en el Catastro de Ensenada de 1752, se nos dice que slo dependa de Uceda en una tributacin anual y en la eleccin de justicia. En este siglo, el lugar anejo de Valcamino quedar despoblado y la emigracin a El Berrueco hizo recuperar el nivel demogrfico que haba ido perdiendo paulatinamente desde el siglo XVI. Se contabilizaban por entonces 57 vecinos o cabezas de familia en 1752 y en 1786 se llega a 206 habi-
El Berrueco, ubicado en una zona pedregosa y montaosa, ha dedicado sus tierras a la ganadera y a una agricultura de subsistencia. La poca que ms datos nos proporciona sobre la economa tradicional es la del siglo XVIII, cuando se realizan el Catastro de Ensenada y las Relaciones de Lorenzana con numerosas informaciones. En cuanto a la agricultura nos dicen en 1752 que los cultivos ms extendi-
Potro
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dos son los de trigo, cebada, centeno y garbanzos, aunque su produccin est dedicada al autoconsumo. La ganadera reuna ms de tres mil cabezas, siendo la mayora ganado lanar y cabro. En el siglo XIX , la desaparicin de la Mesta y la consecucin de las leyes desamortizadoras promovidas por Madoz debieron incidir en la menor dedicacin a la actividad ganadera, ya que los datos que nos encontramos nos hablan de apenas 1000 cabezas de ganado en total, con 750 cabezas de ganado lanar, 104 de vacuno, 80 de cabro y algo menos de 50 entre caballos y mulas. A pesar de la venta de bienes comunales, a causa de la desamortizacin, el Ayuntamiento pudo hacerse con la dehesa boyal poblada
de fresnos, tan admirada y protegida desde antiguo por los Duques de Uceda. En cuanto a la industria, slo nos consta la existencia de dos molinos, uno de harina y otro de piensos y en este siglo, una cepilladora de madera. Por otra parte, existen varias canteras de granito, adems de una mina sin explotar de plomo argentfero. Pero actualmente, la riqueza paisajstica y las actividades recreativas que proporciona el embalse del Atazar han encauzado la economa del lugar hacia las actividades de servicio, tursticas y de ocio, llamando poderosamente la atencin el nmero de residencias secundarias que hay en El Berrueco, unas 265, ms del doble que las principales.
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Iglesia Parroquial
La Iglesia parroquial est situada al nordeste del ncleo urbano sobre una superficie elevada que permite contemplar una impresionante vista que alcanza el embalse del Atazar y la Sierra de la Cabrera. Su origen parece remontarse al siglo XV aunque reconstrucciones posteriores hacen indefinible su estilo. Su planta es rectangular con una nica nave y una torre a los pies. En el lateral, un prtico de estructura de madera reali-
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zado en el siglo XVIII da acceso a la entrada del templo que se realiza a travs de una portada de estilo romnico mudjar. Esta puerta, de arco de medio punto peraltado, presenta tres molduras a distinto nivel realizadas con ladrillos y un alfiz que enmarca el triple arco. La construccin est realizada con mampostera y sillares reforzando las esquinas y dominando en la sacrista, levantada en el siglo XVIII, y en el piso superior de la torre de la iglesia. Curiosamente, en esta zona de predominio de piedra berrocal los vanos se refuerzan con piedra y no con madera como es comn en la zona estudiada que se encuentra ms al norte. El interior, de gran sencillez, presenta la nave cubierta con artesonado, la capilla mayor tambin con artesonado pero de estilo mudjar y policromado y una pequea capilla bautismal, bajo la torre, cubierta con bveda de can en ladrillo. En cuanto a los elementos decorativos, destacan la pila bautismal de origen medieval y la pila renacentista de agua bendita.
Picota o rollo
Picota
tar rollo o picota. La finalidad de sta era la de exponer a los reos a la vergenza pblica o bien las cabezas de los ajusticiados.
Torre de El Berrueco
La picota que se levanta en medio de la plaza es un recuerdo del privilegio real por el que El Berrueco obtena el ttulo de Villa, independizndose del seoro de los Duques de Uceda. Este privilegio de villazgo daba derecho a nombrar oficiales de justicia y a levan-
La Torre que se ubica a la derecha de la carretera que lleva al Atazar desde El Berrueco, se levanta sobre un afloramiento rocoso. Aunque en la actualidad se encuentra en una situacin de ruina, podemos imaginarnos su estructura al compararla con otras torres viga que se extienden por el Jarama y Henares. Estas atalayas tienen caractersticas comunes como son su estructura cnica, con muros grue-
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sos que iban estrechndose en altura, su tamao que deba distar entre los 9 y 11 metros, su dimetro de ms de 6 metros en la base y los materiales de construccin basados en la piedra grantica de su entorno alineada por medio de juntas de piedra y argamasa que acoplaba la irregularidad de la piedras empleadas. Sus situaciones, dispersas en los valles que componan el principal lugar de paso y comunicacin entre las dos submesetas, nos ayuda a entender la finalidad de estas atalayas. Tanto los estudios realizados con carbono 14 en los restos de madera de una de las atalayas, la de Arrebatacapas, como el estudio de la cermica encontrada en las proximidades de las torres, han arrojado fechas entre los siglos X y XI. Estos datos, apuntan los investigadores, proponen que su construccin se debi a un impulso de Abd al-Rahman III por fortalecer las comarcas fronterizas, poblando las zonas y a su vez defendindolas de cualquier ataque o avance que desde el norte pudiera realizarse.
Estas atalayas serviran por tanto de torres-viga a travs de las cuales se controlaran las comunicaciones, los valles y las rutas, avisando de cualquier amneza a los pueblos prximos o a la torre ms prxima, a travs de fuego o de humo. El significado e importancia de este cinturn defensivo y de alerta resulta de un gran inters histrico, por eso en 1983, esta atalaya del Berrueco fue declarada Monumento Histrico-Artstico.
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Carnaval
En El Berrueco an se conserva la tradicin de vestir a la vaquilla y correrla. En este caso, las encargadas de poner en la estructura de madera que se utiliza como soporte las telas y papeles de colores decorndola, son las mujeres. Tambin se lleva a cabo el entierro de la sardina.
Semana Santa
Como en toda Espaa, la Semana Santa es celebrada por todos los fieles, pero en El Berrueco tiene la particularidad de que el Va Crucis del Viernes Santo est iluminado por hogueras en cada paso.
Los mayos
El 30 de abril, los mozos colocan El Mayo o palo por la noche y se adorna. Hay bailes.
El segundo fin de semana de mayo se celebran en El Berrueco las fiestas patronales dedicadas a la Virgen de los Remedios. Durante estas fiestas, adems de los actos religiosos y procesionales, tienen lugar actividades para todos los pblicos desde una diana floreada, hasta concurso de calva, sin olvidarse de los juegos infantiles y competiciones deportivas. Tambin coincidiendo con estas fiestas se celebra el Concurso Regional de Cantera, en el que se premian dos modalidades, el labrado de piedra y el despiece de bloque para chapado.
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INFORMACIN MUNICIPAL
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EL BERRUECO
FIESTAS
Telf.: 918 68 61 16
DISTANCIA DESDE MADRID
63 kms
POBLACIN
318 habitantes
CMO LLEGAR
Carnaval Semana Santa Los mayos, el 30 de abril Virgen de los Remedios, el 2 fin de semana de mayo Concurso Regional de Cantera, el 2 fin de semana de mayo Fiesta de verano, en agosto
ACTIVIDADES
En coche:
N-I hasta La Cabrera, donde se toma el desvo a El Berrueco Salida de Madrid, intercambiador de Plaza de Castilla
QU VISITAR
En autobs:
La miel
CURIOSIDADES
La atalaya de El Berrueco La picota de justicia Iglesia de Santo Toms Apstol Lugares de inters natural: El Parque (Dehesa Boyal) y Pea guila. Puente romano
La picota
PARA SABER MS
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C E R V E R A D E B U I T R A G O
El ro Lozoya discurre por el trmino de Cer vera de Buitrago por el oeste, haciendo de frontera natural con la vecina localidad de Puentes Viejas. Es en esta zona del sureste donde las aguas provenientes del Lozoya, que antes ha visto aumentado su cauce por otros arroyos que atraviesan Cervera, se represan formando uno de los ms importantes embalses de la Comunidad de Madrid. El nombre de Cervera se explica tradicionalmente por la riqueza de ciervos que exista en la zona. En el siglo XIX se le aadi de Buitrago para distinguirlo de otros pueblos que reciban el mismo nombre y haciendo mencin a la Villa de la cual dependi jurisdiccionalmente a lo largo de la historia.
Historia
La localidad de Cervera comenz su andadura histrica tras la Reconquista de Toledo, cuando los repobladores, en su mayora pastores, se asentaron en la comarca, antigua zona fronteriza entre el mundo musulmn y cristiano. Para que se produjera un rpido asentamiento de estos primeros habi-
tantes, el rey concedi una serie de privilegios a Buitrago y a 32 aldeas, que se constituiran en una Comunidad de pastos con jurisdiccin compartida y dependientes de la Villa de Buitrago. Cervera, incluida en la Comunidad de Villa y Tierra que se instituy en el siglo XIII, sigui los pasos de otros pueblos de la comarca, pasando a formar parte de las tierras del Seoro concedido a igo Lpez de Orozco y a sus descendientes, los Mendoza. El seoro de la casa de los Duques del Infantado, ttulo concedido a Diego Hurtado de Mendoza, se mantuvo hasta que las Cortes de Cdiz abolieron los seoros. El desarrollo histrico de la localidad se relaciona estrechamente con la economa de la zona y sus cambios y transformaciones estn ligadas a la industrializacin y a la construccin del gran embalse del Atazar.
Actividades econmicas
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Vivienda rural
comunes que primaban la ganadera y los pastos encamin la actividad econmica del pueblo, que, por otra parte, tampoco posea un terreno adecuado y frtil para la explotacin agrcola. A pesar de ello, la agricultura de subsistencia, con la produccin de trigo, centeno y lino, era generalizada. En relacin a este cultivo de cereales hay que decir que, adems, Cervera contaba con uno de los pocos psitos de grano de la comarca y su antigedad se remontaba a finales del siglo XVI o principios del XVII. Tambin tena una produccin limitada de vias que comparta con Robledillo, por lo que su cultivo se rega por unas Ordenanzas particulares de vias. Con ellas se intentaba salvaguardar y proteger este producto, ya que el vino se consideraba artculo de primera necesidad:
muchas ms porque la tierra y termynos deste lugar es apropiada para vias y esto se vee a la clara porque en los lugares comarcanos si no es en el de ervera no hay vias ni ani an en toda la tierra de buytrago y que de estar plantadas aqu en este lugar viene provecho ans a los vecinos del como a los de fuera o comarcanos y que se aprovecharan del vino que se cogiere en ellas y lo compraran ms barato que vinyendo de tordelaguna y otras partes Es decir, que esa proteccin vena dada por la escasez de tierra frtil y arcillosa adecuada para el crecimiento de vias en toda la Comunidad y por ello se tomaban todas las precauciones necesarias para su control o mantenimiento, desde el nombramiento de un viadero o guarda de los viedos, hasta la prohibicin de entrada al ganado, pasando por la celebracin de reuniones peridicas de los propietarios para organizar el cultivo, la vendimia, los riegos, etc. La ganadera, sin embargo, era la actividad principal de los habitantes de Cervera, contando con los pastos de la dehesa boyal y los prados comunales. Segn los datos del Catastro de Ensenada, la fuente ms completa del siglo XVIII, el nmero de cabezas de ganado superaba las 900, siendo en su mayora cabras, 700, ovejas de raza churra, 100, y ganado bovino, otras 100, adems de puercos y ganado de labor y 100 colmenas.
Los pavos de las dichas vias que estn entre ervera y el villar y que conviene y es til y provechoso que las dichas vias se conserven y an que se aumenten y planten otras
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CERVERA
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El trmino de Cervera contaba, adems, con tres vas pecuarias: la de Vallejo Rubio, la Caleriza y la Colada Real del Abrevadero. Esta ltima llevaba hasta los pastos del norte de la localidad, lo que influa en que el ganado local no tuviera que trasladarse hasta otros lugares de la comarca. La desaparicin de la Mesta, en 1836, influy en el descenso de la actividad ganadera que se vio an ms perjudicada con las leyes desamortizadoras de Madoz de 1855, segn las cuales las propiedades comunales se enajenaron y vendieron a particulares. En la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX, la actividad ganadera se restableci, acaparando una cabaa considerable que llegaba hasta las 5.000 cabras, 5.000 ovejas y 500 vacas. Sin embargo, a partir de 1950 volvi a dis-
minuir el nmero de cabezas de ganado y a reducirse las tierras de pasto al comenzar la construccin del embalse del Atazar y al repoblar ICONA mucha superficie de pasto con pinares. Estas razones contribuyeron al despoblamiento de la zona, hecho que se increment en la dcada de los 70 por el aislamiento que supuso la entrada en funcionamiento del embalse del Atazar, anegando la carretera que comunicaba con El Berrueco y La Cabrera. En la actualidad las actividades tursticas y de ocio ocupan un lugar importante en la economa del pueblo, desarrollando con imaginacin nuevas maneras de disfrutar de la Naturaleza. Sin duda, para los amantes de los deportes al aire libre y los especializados como la vela o el Windsurf, Cervera es un interesante destino.
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Iglesia de Santa Mara de los Remedios Situada al norte, en una zona elevada, se levanta la Iglesia parroquial dedicada a Santa Mara de los Remedios. Fue construida en el siglo XVI y, a pesar de su sen-
cillez y las numerosas reformas que ha sufrido, an podemos apreciar algunos signos originales, como la cabecera o un arco de medio punto en la fachada sur, como si fuera un antiguo acceso al templo.
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CERVERA DE BUITRAGO
INFORMACIN MUNICIPAL
Telf.: 918 68 71 17
DISTANCIA DESDE MADRID
76 kms
POBLACIN
97 habitantes
ACTIVIDADES CMO LLEGAR
Vela, piragismo, windsurfing Senderismo Cicloturismo Caza, pesca Rutas ecuestres Tiro con arco
ES TPICO
En coche:
N-I hasta La Cabrera, all tomar direccin a El Berrueco, donde indica carretera a Cervera
En autobs:
La picota
PARA SABER MS
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Latazar. Jimnez de Gregorio apunta que el origen de este nombre pudiera ser celto-germnico, con el significado de vara o palo alto. Sin embargo, otras teoras nos llevan a un origen etimolgico derivado del vasco o del rabe.
Historia
Llegamos a El Atazar por el nico acceso de carretera que existe, la M-131, pasando por la presa del Embalse, desde donde se domina un extenso paisaje poblado de monte bajo. Su situacin, en un terreno accidentado, con los lmites serranos de los montes de Pinilla y Somosierra y el embalse de El Atazar, ha influido en su desarrollo histrico. Por su trmino, adems, se concentran varias vas fluviales, como los arroyos de Pasada y del Renegal y el ro Riato, todos ellos desembocando en el Lozoya cuyas aguas son embalsadas por la presa que se levanta al sur del pueblo. En los documentos ms antiguos conservados se cita a la localidad como
Sobre su antigedad algunos investigadores remontan sus orgenes a la poca musulmana, citando el monte Torrejn, al norte de la localidad, como una referencia de la existencia de una de las atalayas rabes que se levantaron por la comarca, al estilo de la que se conserva en El Berrueco. Esta hiptesis no ha podido verificarse, ya que no se han encontrado restos de ninguna de estas construcciones defensivas. Por tanto, podramos decir que la fundacin de El Atazar seguira el esquema bsico expuesto en otros pueblos hoy dependientes del Partido judicial de Torrelaguna: El establecimiento de grupos de pastores de manera per-
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Acceso a El Atazar
manente en los terrenos recin conquistados por el rey Alfonso VI y la consolidacin de una institucin como la Comunidad de Villa y Tierra en el siglo XIII para asegurar y proteger los bienes econmicos en los que se basaba su economa, la ganadera. El Atazar, dentro de ese desarrollo, pasara a depender jurisdiccionalmente de la Villa de Buitrago, que en 1289 se convertira en seoro de D. igo Lpez de Orozco. Sus descendientes mantuvieron el seoro y en 1490, igo Lpez de Mendoza concedi el ttulo de villazgo a El Atazar que, junto a La Hiruela y Puebla de la Mujer Muerta, pasaron a formar parte del Cuarto de las Villas Eximidas. Estas tres pobla-
ciones recibieron el ttulo de Villa posiblemente por la dificultad que supona acceder a sus trminos y lo alejadas que se encontraban del centro administrativo de Buitrago. Este privilegio supona el poder administrar justicia ordinaria en el propio pueblo y el derecho a tener crcel y rollo o picota. Por otra parte, los impuestos de pechos y alcabalas deban ser pagados directamente al mayordomo del duque y no a la Villa de Buitrago. El Atazar deba constituir en esta poca un pequeo pueblo con una reducida poblacin. En 1548 se citan 24 vecinos o cabezas de familia, y un siglo ms tarde esta cifra disminuye hasta un nmero de 15. Ser en el siglo XVIII cuando se aprecie el aumento del nivel demogrfico del trmino, llegando a 212 habitantes en 1768, segn consta en el Censo de Aranda . Al comenzar el siglo XIX, las Cortes de Cdiz aprueban la abolicin de los seoros y unos aos ms tarde, en 1833, con la nueva divisin territorial de Espaa por provincias El Atazar pasar a integrarse en la provincia de Madrid, abandonando la intendencia de Guadalajara a la que haba pertenecido y con la que limita al este. Pero los cambios administrativos y jurisdiccionales no terminan aqu para El Atazar que, a mediados de siglo, hacia 1847, pas a depender de la jurisdiccin de Robledillo de la Jara. Esta situacin permaneci hasta 1928. En cuanto al nivel demogrfico, en este primer tercio de siglo el nmero de
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Tinado
habitantes no superara en ningn momento los 150, nmero que progresivamente ir descendiendo en las siguientes dcadas. En 1972 se termin la construccin del embalse del Atazar que incidi en el tradicional aislamiento al que estuvo sometido desde siempre la localidad. Parte de sus tierras fueron anegadas y la carretera de Cervera, que se construy tras la Guerra Civil, desapareci tambin bajo sus aguas construyndose la carretera M-131 por la presa. Actualmente El Atazar forma uno de los concejos abiertos existentes en la Comunidad de Madrid, ya que su escasa poblacin no supera los 100 habitantes.
Actividades econmicas
Formando parte del Comn de Villa y Tierra, El Atazar dedic sus tierras fundamentalmente a pastos para el ganado aunque una parte del terreno se
emple en el cultivo de trigo, centeno, productos hortcolas, algunos viedos y rboles frutales. Destacan en este mbito las eras, hoy abandonadas, que se sitan al oeste del pueblo y que, dispuestas de forma circular, aparecan cercadas con lajas de piedra a lo largo de la ladera. Pero la actividad econmica ms importante de la localidad era la cra de ganado, del que llegan a contabilizarse en 1752, en el Catastro de Ensenada , cerca de 4800 cabezas, de las que la mayora, unas 4000, eran cabras, 660 ovejas, 92 ganado vacuno y 100 ganado porcino. Para esta ganadera se contaba en El Atazar con una dehesa poblada de fresnos y robles que ofreca 550 fanegas para pastos. Tambin en el trmino se explotaban colmenas. En cuanto a la industria, haba por esta poca un molino harinero, propiedad de Robledillo, que desapareci bajo las aguas del embalse y recoga las aguas del ro Riato, y un batn donde algunos pueblos vecinos venan a tratar sus paos. En cambio no esquilaban en el Atazar, sino en las propiedades del Duque del Infantado. El declive demogrfico, provocado tambin por la crisis econmica que sufri el campo, influy en el abandono de las actividades tradicionales, y en este siglo XX los habitantes de El Atazar se dedicaron en mayor medida a las actividades forestales, a partir de la repoblacin de pinos llevada a cabo
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por ICONA en las zonas montaosas y en las cuencas de los ros Puebla y Riato. Los datos estadsticos que nos ofrece la Comunidad de Madrid del ao 1989 nos dan una clara muestra de esta disminucin drstica de la dedicacin a la agricultura, con la prctica desaparicin de tierras labradas, slo un 013% y, de la cra de ganado, con-
tabilizndose 47 cabezas, cabras, en su mayora. En la actualidad el turismo rural ha comenzado a potenciarse en la zona, a lo que contribuye no slo el entorno natural que lo domina sino las actividades deportivas y de ocio que se realizan, entre las que destacan las que promueve el Club Nutico.
Vista de El Atazar
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Se levanta la Iglesia parroquial en la Plaza de la Constitucin, situada al oeste del pueblo. La construccin corresponde al siglo XVII conservando un estilo barroco, aunque muy modificado por el paso del tiempo y actuaciones restauradoras posteriores. Aunque todos los investigadores estn de acuerdo en su factura del XVII, posiblemente los orgenes de la iglesia habra que buscarlos en pocas anteriores, ya que se conserva un documento de 1585 donde el concejo de El Atazar solicita al Duque del Infantado el empleo de parte de las rentas en la restauracin de la Iglesia. Esto vendra a explicar el estilo del presbiterio, posiblemente obra de esta reforma realizada en el siglo XVI. Construida en mampuesto de pizarra, presenta una planta rectangular con una nica nave a la que se han adosado un porche y una espadaa de tres cuerpos. Las reformas realizadas en este siglo han sustituido elementos tradicionales que desvirtan su estilo, por ejemplo la cubierta, los aleros de hormign, el revoco de cemento o, en su interior, el falso techo de escayola. Sin embargo, an podemos apreciar la bveda de can del presbiterio realizada en piedra con un destacable crucifijo gtico o el coro, con balaustrada de madera, o su pila bautismal de estilo renacentista.
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distinguen en los campos donde se levantan por su pequea altitud, que suele ser la adecuada para los rebaos que acogen.
El embalse del Atazar
Otra construccin religiosa levantada en el trmino era la iglesia de Santa Mara de la Encina, lugar despobaldo a la vez que la Venta de la Paradiella, que subsisti como ermita de Nuestra Seora de la Jara hasta 1936. Actualmente slo se conserva la espadaa, cuyos restos son conocidos popularmente por el santo roto.
Tinados o refugios para el ganado
Estas construcciones agropecuarias subsisten en la mayora de los pueblos incluidos en este libro pero destacan aqu por encontrarse en mayor cantidad y agrupados en una zona, especialmente en el valle Riato. Estas dependencias servan a los pastores para guardar el ganado en las noches de verano, en la temporada en que pastaban alejados de sus cerramientos habituales. La estructura bsica de estos tinados consiste en unos habitculos construidos en mampostera a los que se cubre con teja rabe sobre paja o jaras secas. Esta techumbre en pendiente se sujeta sobre vigas de madera tosca, dejando una zona sin cubrir a modo de patio. Se
La presa del Atazar embalsa las aguas del ro Lozoya cubriendo una gran extensin de terreno, unas 2.347 hectreas. Sus lmites afectan a varios pueblos que tratamos en este libro como El Berrueco, Cervera de Buitrago, Robledillo de la Jara y otros como Puentes Viejas y Patones y, por supuesto, El Atazar, del que recibe el nombre. Se localiza al sur de esta localidad y sirve de frontera con Patones. Por este ltimo trmino discurre el canal, a partir del cual se toman las aguas que se embalsan en esta gran bveda de hormign armado que tiene una capacidad de 468 millones de metros cbicos de agua. El muro de coronacin es de 370 metros y tiene tres aliviaderos en la parte central, sobre los que circula la carretera que comunica El Atazar con la carretera de Lozoyuela-Torrelaguna. Aunque fue proyectado a mediados de los 50 para suministrar agua a
El embalse de El Atazar
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Madrid dentro del sistema de abastecimiento del Canal de Isabel II, su construccin finaliz en los aos 70, siendo inaugurado por el general Franco el 10 de abril de 1972. La importancia de este embalse es apreciable si consideramos que su capacidad de almacenamiento supone el 45% del total de la Comunidad de Madrid.
F I E S TA S
La Cruz de mayo Se celebra esta fiesta religiosa, adems de con misas y procesiones, con bailes y juegos dedicados a los nios y otros de antigua tradicin.
campeonatos y concurso de calva, juego tradicional que consiste en derribar un pequeo madero sin antes dar al suelo y, para terminar el da, bailes en la plaza.
Santa Catalina de Alejandra La fiesta de verano Se celebran en noviembre las fiestas En agosto visitantes y forneos comparten unos das de diversin, realizndose encuentros musicales y teatrales. Tambin se llevan a cabo dedicadas a esta Santa, que tienen como acto principal la procesin. Un homenaje a la tercera edad y el baile completan los festejos.
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INFORMACIN MUNICIPAL
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EL ATAZAR
Telf.: 918 68 60 98
DISTANCIA DESDE MADRID
82 kms
POBLACIN
96 habitantes
CMO LLEGAR
En coche:
Piragismo, windsurfing y vela ligera Senderismo Cicloturismo Espeleologa Escalada Tiro con arco Parapente
CURIOSIDADES
N-I hasta Venturada, se toma la carretera hasta Torrelaguna y desde all hacia El Berrueco/Lozoyuela hasta llegar al desvo El Atazar, cruzando la presa
En autobs:
Salida de Madrid, intercambiador de Plaza de Castilla, slo hasta El Berrueco y Torrelaguna y all, el servicio municipal de transporte
QU VISITAR
PARA SABER MS
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R O B L E D I L L O D E L A J A R A
Robledillo de la Jara se sita en un terreno llamativamente despejado y con magnficas vistas. Su situacin geogrfica es inmejorable, en el centro de la sierra y muy cerca de los embalses de El Villar y El Atazar.
Historia
Tanto el nombre como el apellido de Robledillo de la Jara son fcilmente comprensibles para cualquiera que visite el municipio abundantemente poblado de matorrales de jara y robledales autctonos en las zonas de valle. De la Jara, podra hacer tambin referencia a la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago y, ms concretamente, a la unidad administrativa a la que perteneci Robledillo, el cuarto de la Jara. En cuanto a la fundacin del pueblo parece que se remonta a los siglos XII y XIII, la poca de la Reconquista. La villa de Buitrago recibi el privilegio de repoblacin de la zona de manos del rey Alfonso VI. Surgieron as numerosos asentamientos en parajes propi-
Embalse de El Villar
cios para la vigilancia, defensa y consolidacin del territorio.Seran pastores de estos territorios los que levantara chozas y pajares para cobijar el ganado cerca de los pastos. Estas primeras edificaciones se fueron sustituyendo con el tiempo por otras ms estables y los primeros vecinos se quedaran en el lugar ya de forma permanente. El establecimiento de la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago, a la que perteneci Robledillo, favoreca el desarrollo ganadero con unas Ordenanzas y una administracin comunes. Ya hemos dicho que el territorio estaba dividido en cuartos. Robledillo perteneca al conocido como de la Jara junto a Cervera, Berzosa, Paredes y Serrada. En el siglo XIII, la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago aparece en los documentos como seoro de D. igo Lpez de Orozco. Ms tarde, los descendientes de este noble entron-
ROBLEDILLO
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En el siglo XIX, con la abolicin de los seoros, Robledillo se convertir en un municipio verdaderamente independiente que, poco despues, pasar a depender administrativamente de la provinvia de Madrid. Tambin en este siglo, en 1847, otro municipio, esta vez poblado, se incorpor a Robledillo, El Atazar, y fue dependiente de l hasta 1928.
Actividades econmicas
carn con la familia de los Mendoza, manteniendo el seoro de Buitrago, entre otros, y recibiendo numerosos ttulos, como Duque del Infantado o Marqus de Santillana. A partir del siglo XVI, aparece anejo a Robledillo un despoblado llamado El Villar que, curiosamente, parece tener un origen mucho ms antiguo que el primero. Normalmente, el trmino Villar est asociado a los pueblos que utilizan para su asentamiento antiguas villas romanas; adems, se han encontrado en el despoblado algunas losas anteriores a la Edad Media y, aunque todo esto no implique este origen, s se ha aceptado esta versin tradicionalmente.
Los municipios que formaban parte de la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago se encuentran en un terreno muy difcil de explotar. Estas condiciones han obligado a los concejos y al propio Buitrago a establecer medidas de control y aprovechamiento tanto de agua, como de ganado o bienes comunales. As fueron surgiendo las diferentes Ordenanzas que garantizaban la subsistencia de los pueblos. En el caso de Robledillo existen unas curiosas Ordenanzas sobre vias cultivadas en los trminos de Cervera y El Villar, pero cuyos propietarios eran de Robledillo. Como ya hemos comentado en el captulo dedicado a Cervera, estas normas regulaban y protegan la explotacin. La produccin de uva en el siglo XVII era de 576 arrobas que se transformaban en 192 de vino. Pero la base econmica de Robledillo ha sido siempre el ganado lanar, no slo el propio, sino tambin el de paso por la Caada Real de La Hiruela, al
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Lavadero
noroeste del pueblo, cruzando el ro Lozoya por el puente medieval de El Villar. En el siglo XVIII, la cabaa de ganado lanar era de 2380 cabezas de oveja churra, la raza autctona. Completaban el sector ganadero 1150 cabras, 170 vacas, 60 asnos y 125 cerdos, estos ltimos destinados al autoconsumo. Durante el siglo XIX se mantuvo la importancia del sector ganadero, aun-
que siempre en retroceso. En nuestro siglo, la emigracin se ha dejado notar mucho en Robledillo. De la cabaa ganadera quedaban en 1989 18 ovejas y 25 vacas. En los ltmos aos se ha puesto en marcha una iniciativa particular que pretende revitalizar Robledillo de la Jara. Es la Posada de la Sierra, donde adems de alojamiento y comida, se puede acceder a las diferentes actividades de ocio que ofrece la comarca.
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Iglesia Parroquial de San Pedro Apstol La Iglesia Parroquial de San Pedro Apstol es moderna, levantada en 1893, aunque conserva la pila bautismal y otra de agua bendita renacentistas.
Presa de El Villar Edificada entre los aos 1869 y 1882, la presa de El Villar sobre el ro Lozoya se sita entre los municipios de Puentes Viejas y Robledillo de la Jara.
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La presa de El Villar
Podemos decir que la construccin tuvo para Robledillo efectos negativos y positivos, pues, mientras duraron los trabajos, la prosperidad se not en el pueblo, pero, al mismo tiempo, la obra oblig a anegar algunas de las mejores tierras del trmino, el molino y un puente, propiciando un aislamiento an mayor del
municipio con unas comunicaciones ya difciles de por s. No es muy complicado llegar hasta ella desde el pueblo, pero si preferimos el coche, vale la pena dejarlo a la entrada de la presa y andar hasta el centro ya que la vista de la garganta es impresionante.
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En la actualidad hay dos momentos en el ao festivo de Robledillo que vale la pena resaltar. En octubre son las Fiestas de la Virgen del Rosario con celebraciones en parte religiosas: misa, procesin y subasta de varas; acompaadas por otras ms ldicas: msica, baile, exposiciones, juegos de cartas, etc. Las Fiestas de Verano se celebran en agosto y consisten en pasacalles, concursos infantiles, verbena con orquesta, comida organizada por los vecinos, etc. Pero, antiguamente, hubo una fiesta muy importante, el rito de iniciacin. Para todas las sociedades el paso de nio a hombre ha sido un
momento celebrado con determinadas costumbres que se repetan de generacin en generacin. En Robledillo los nios de 15 o 16 aos pasaban este rito para poder entrar en el grupo de mozos. Tena lugar en fechas cercanas a la Navidad, cada ao en una casa del municipio. Se preparaba una enorme caldera de carne que se colocaba en el centro de la cocina para que los iniciados bailaran a su alrededor, de uno en uno y sin tirarla, pues en caso contrario, les costara pagar la cena. Si ninguno tiraba la caldera, la comida se pagaba entre todos y, con la celebracin, los jvenes entraban en el grupo.
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FIESTAS
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DISTANCIA DESDE MADRID
81 kms
POBLACIN
62 habitantes
CMO LLEGAR
Senderismo Equitacin Parapente, puerto de Pea Quemada. Ala Delta Excursiones Cicloturismo
ES TPICO
En coche:
Por la N-I (Madrid-Burgos), en el p.k. 60 se toma la M-127, direccin Cervera de Buitrago, hasta el desvo a Robledillo
En autobs:
CURIOSIDADES
La principal plaza del pueblo tiene un curioso nombre: plaza de Radio Televisin Espaola
PARA SABER MS
Restos de la ermita de El Villar Antigua clnica, hoy Posada de la Sierra. Fuente-abrevadero en el antiguo camino de la Puebla Iglesia de San Pedro
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B E R Z O S A D E L L O Z O YA
En la falda de la sierra llamada Puebla de la Mujer Muerta, sobre terreno spero y seco, se halla edificado este pueblo. As defina Andrs Marn el medio natural de Berzosa del Lozoya a finales del siglo XIX y es cierto que se encuentra en un terreno especialmente abrupto, en la falda del Cerro conocido tambin hoy como de la Mujer Muerta en el macizo de Aylln. Atraviesa el municipio el ro Lozoya adems de otros cauces menos importantes. El embalse de El Villar, uno de los primeros que se construyeron en la zona para abastecer Madrid, pertenece en parte a su trmino. Su vegetacin est dominada por los matorrales de jara, aunque tambin tienen importancia los bosques de roble, encina y rebollo, autctonos, y los de pino, fruto de la repoblacin, que se encuentran sobre todo en las colinas que bajan hasta el embalse de El Villar.
tesis hara proceder el topnimo de brezo, matorral muy comn en la zona y, como veremos ms adelante, importante para la economa tradicional de Berzosa. Por ltimo, podra relacionarse con el prefijo berti, belo, de origen celta que se refiere a algo que est trenzado. Para terminar con el tema del nombre, diremos que por Real Decreto publicado en la Gaceta de Madrid el 2 de julio de 1916, el municipio de Berzosa, partido de Torrelaguna, provincia de Madrid, pas a llamarse Berzosa del Lozoya. Esta medida que afect a un gran nmero de pueblos se hizo necesaria pues haba casos en que
Se contemplan tres versiones sobre el origen del topnimo Berzosa. La primera lo hara derivar de berza, verde, haciendo alusin a la vegetacin abundante del municipio. La segunda hip-
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Caballos
tres o cuatro municipios espaoles eran conocidos por el mismo nombre lo que dificultaba las labores administrativas.
Historia
El origen del poblamiento de Berzosa del Lozoya hay que buscarlo en la Edad Media pues, aunque pudo haber anteriormente un asentamiento celtbero, no han aparecido restos arqueolgicos que lo confirmen. S existen datos mucho ms claros a partir del siglo XI cuando Alfonso VI, tras la toma de Toledo en 1085, otorg a Buitrago el privilegio para la repoblacin de toda la zona. Se cre as la comarca conocida como Tierra de Buitrago, con esta villa como cabeza y jurisdiccin comn.
El Seoro de Buitrago fue donado en el siglo XIII a D. igo Lpez de Orozco y de ah pas a sus descendientes que entroncaron con la noble familia de los Mendoza. El seoro se mantuvo hasta que las Cortes de Cdiz abolieron definitivamente estas reminiscencias del rgimen feudal. En el siglo XVIII Berzosa del Lozoya apareca ligada a Serrada, una pequea aldea con la que formaba el concejo de Berzosa. La Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago estaba regida por unas Ordenanzas generales comunes elaboradas en la segunda mitad del siglo XVI a las que se aadan algunas particulares de los concejos todas ellas destinadas a regular la actividad econmica que,
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como veremos, se asentaba en la actividad ganadera. Los pueblos estaban divididos en unidades administrativas llamados cuartos. Berzosa perteneca al cuarto de la Jara junto a Robledillo, Cervera, Madarcos, Paredes y Serrada. Este ltimo municipio aparece en los documentos del siglo XVIII ligado a Berzosa formando un concejo nico. Por ltimo, citaremos un curioso proyecto referente a la ordenacin administrativa ya en el siglo XX que, aunque nunca se llev a cabo, hubiera tenido una enorme trascendencia para Berzosa del Lozoya. En 1977 se decidi constituir un solo municipio fusionando los trminos de Robledillo de la Jara, Puebla de Sierra y Berzosa del Lozoya. El Ayuntamiento de Valle del Villar, nombre que se dara al nuevo concejo, tendra la sede del Ayuntamiento en Berzosa, pero, a pesar de contar hasta con la fecha exacta de la fu-
sin, el 18 de marzo de 1978, el proyecto se vino abajo por falta de acuerdo entre los vecinos y el gobernador civil.
Actividades econmicas
La poblacin de Berzosa del Lozoya se ha dedicado tradicionalmente a la ganadera como principal recurso econmico, dejando una pequea agricultura de subsistencia siempre en un segundo plano. En el siglo XVIII las aldeas de Serrada y Berzosa producan unas mil quinientas fanegas de grano al ao, adems de ganado lanar fino. Los datos que recogi Marn en el XIX hablan de una escasa produccin agrcola con cereales y leguminosas y una cabaa ganadera de 18 cabezas de ganado asnal, 33 de vacuno y 500 de lanar. Adems de la exportacin de lana, se venda leche y ganado viejo y se producan conservas de carne.
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Iglesia de la Asuncin La Iglesia Parroquial de la Asuncin de Nuestra Seora es una construccin del siglo XVII, pero fue casi totalmente destruida durante la Guerra Civil por lo que su aspecto actual es el que qued tras la reconstruccin. Adems de esta reedificacin casi total, anteriormente, tambin haba sido objeto de diferentes restau-
raciones posiblemente slo para reparar elementos deteriorados. Es un edificio de una sola nave rectangular con coro alto a los pies y destaca la portada en la fachada sur, con jambas y dintel de granito y mnsulas barrocas. La fachada principal tiene dos contrafuertes escalonados y espadaa de ladrillo con dos cuerpos. Est rematada con una cruz de granito.
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Hubo antiguamente en Berzosa una costumbre que, con el tiempo, ha ido desapareciendo: el aguinaldo. Las mozas lo pedan el da de Nochebuena y los mozos el de Nochevieja. Con todo lo racaudado, unos y otros, hacan una cena el da 6. Carnaval Como en otras localidades madrileas, el Carnaval es una fiesta muy popular en Berzosa del Lozoya y, adems, tiene en este pueblo una caracterstica singular, pues no son los vecinos los nicos que se disfrazan, tambin se viste a la vaquilla. La Asuncin de Nuestra Seora y San Roque Son las fiestas patronales y se celebran en agosto. Las principales actividades
que se desarrollan alrededor de la fiestas son religiosas con misa, procesin y la tpica subasta de varas para sufragar gastos. Tampoco faltan propuestas ms ldicas como bailes, juegos infantiles y competiciones.
San Martn A principios de noviembre, en fechas prximas a San Martn, el da 11, se realiza la tradicional matanza del cerdo. Una actividad econmica habitual en la mayor parte de los pueblos de nuestra geografa que en los ltimos aos congrega a una gran cantidad de urbanos que, adems de ver la matanza, pueden degustar los productos tpicos de esta fecha. Adems, en Berzosa, se aprovecha el da para plantar un rbol.
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El Carnaval. La Asuncin de Nuestra Seora, el 15 de agosto San Roque, el 16 de agosto. San Martn, el 11 de noviembre.
ACTIVIDADES
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POBLACIN
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Por la N-I (Madrid-Burgos), en el p.k. 60 se toma la M-127, direccin Cervera de Buitrago, hasta el desvo Robledillo/Berzosa
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P U E B L A D E L A S I E R R A
Puebla de la Sierra se levanta a los pies de los cerros conocidos como la Mujer Muerta, denominados as por el perfil que tienen sus picos. Se encuentra limitada al este y oeste por las montaas conocidas como la Sierra de la Puebla, con alturas de hasta 1827 metros en el Pico Porrejn. Estas zonas montaosas forman un valle encajonado por el que discurre el ro Puebla, y el ncleo poblacional se ubica en la pendiente que desciende hacia el ro. Esta situacin, con gran dificultad de acceso, ha condicionado el devenir histrico y el desarrollo econmico de la localidad. Hasta 1940 el pueblo se conoca por el nombre de Puebla de la Mujer Muerta, por la proximidad de los cerros, pero el capricho del gobernador civil, D. Carlos Ruiz, hizo que se cambiara por Puebla de la Sierra.
Sierra de la Puebla
Origen e Historia
El trmino de Puebla tiene relacin con los orgenes histricos de la localidad, ya que en 1301 se le concedi el estatuto jurdico de Carta-Puebla para promover la repoblacin, aunque en documentos posteriores, como el Libro de Montera de Alfonso XI, aparece como aldea de Mujer Muerta.
En el siglo XIII la localidad estaba integrada en la Tierra de Buitrago, compartiendo una comunidad de pastos con la comarca. Segn Gregorio de Andrs, el rey Sancho IV don al arcediano Ferrando Martnez la aldea de la Puebla y en 1304, su hijo Fernando IV autoriza a ste a permutarla por Valdomena, aldea de Almoguera. En este tiempo pasar a formar parte del seoro de la casa de los Mendoza, aunque siempre dentro de la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago. Unos aos ms tarde , al finalizar el siglo XV, en 1490, se otorga el privilegio de Villazgo a la Puebla de la Mujer Muerta. Este ttulo, como en el caso de La Hiruela y El Atazar, se debe
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El Ayuntamiento
fundamentalmente a la difcil accesibilidad que presentaban estas localidades. Supona una dependencia directa del duque, al que pagaban sus impuestos, y tena tambin la facultad de enjuiciar causas ordinarias, con derecho a crcel y a picota o rollo. Estas tres poblaciones convertidas en Villas formaban el Cuarto de las Villas eximidas que, por otro lado, seguan formando parte de la mancomunidad y eran regidas por las Ordenanzas que dictaban los procuradores, representantes de cada cuarto y el Corregidor nombrado por el duque. Hasta el siglo XVIII, La Puebla de la Mujer Muerta form parte del seoro de la Casa de los Mendoza, hasta que las Cor-
tes de Cdiz abolieron el rgimen seorial. En el siglo XIX, ya integrada en la provincia de Madrid, sufre los cambios socio-econmicos debidos a las desamortizaciones y llega al siglo XX sin apenas grandes transformaciones. Con la Guerra Civil, sufri los ataques de las tropas rebeldes situadas en la montaa y tanto el Ayuntamiento, como la Iglesia y algunas viviendas, sufrieron los destrozos de la contienda. Sin embargo, hacia 1940 La Puebla de la Sierra recoge mximos histricos en cuanto a produccin y cra de ganados, habitando en ese momento en el pueblo 338 personas. Esta situacin cambiar radicalmente cuando Espaa se inicie en el despe-
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gue industrial de los 60 y comience la crisis del campo con la emigracin, primero a Buitrago y luego a Madrid y Guadalajara, de los habitantes ms jvenes de la localidad.
Actividades econmicas
En un terreno tan abrupto las actividades econmicas ms sobresalientes consistan en la ganadera, el aprovechamiento forestal y la caza. Respecto a esta ltima actividad hay que decir que, desde 1973, La Puebla de la Sierra, junto con la Hiruela y parte de los trminos de Montejo y Prdena, adems de una zona de Guadalajara, forman la Reserva Nacional de Caza de Sonsaz, abarcando una extensin de ms de 68.000 hectreas. Esta riqueza cinegtica era tradicional en la zona y tanto el Libro de Montera de Alfonso XI hasta las disposiciones de las Ordenanzas de caza y pesca dictadas por D. igo Lpez de Mendoza van encaminadas a la proteccin de la caza. Hay que destacar que la caza mayor era en el siglo XVI
Tinados
una actividad permitida nicamente a los Duques del Infantado. Primeramente qualquiera persona de qualquier calidad y condiin qsea que matare ierbo o ierba, gamo o gama o coro o puerco en los montes e termino e dehesas desta dicha mi villa de Buitrago e su tierra e jurisdiion cayga e yncurra en pena de inco mill marevedis por cada vez e pierda las ballestas armas e ynstrumentos con los que matare Esta aficin a la que tenan gran apego era compartida, a veces, con otros personajes nobiliarios a modo
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La Fragua rehabilitada
de agasajo, aunque tambin se pusieran restricciones a stos sobre el modo de cazar, prohibindoles el arcabuz. Respecto a la actividad agrcola y ganadera los datos ms completos provienen del Catastro de Ensenada y de las Relaciones de Lorenzana, ambas fuentes del siglo XVIII. En cuanto al ganado, en 1751 se criaban unas 1200 cabezas de ganado lanar, de raza churra y caprino y se explotaban 180 colmenas. En lo que se refiere a la agricultura, slo cultivaban dos productos de secano, centeno y trigo, ambos en pocas cantidades. Adems cultivaban legumbres, hortalizas, frutales y lino. De este ltimo deba sacarse una buena cosecha, pues haba en el pueblo tres tejedores.
La riqueza forestal era empleada para hacer carbn, conseguir lea y sobre todo, para dar de comer al ganado, cuando se haca difcil pastar en las tierras heladas o se acababa el heno segado. Destacan entre los servicios y comercios existentes, el de la tejera que, como otros establecimientos del concejo, se arrendaba a particulares, pero en este caso eran especialistas venidos de Navarra los que la atendan cada seis aos. Otras fbricas o primitivas industrias ubicadas en el trmino eran los molinos harineros, de los que haba un par. En el siglo siguiente las cosas cambiaron mucho a causa de la desamortizacin de Madoz, que en 1855 puso en venta los bienes comunales. Buena parte de ellos
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quedaron en manos del Estado y otra fue a parar a particulares. Hacia 1920 se produjo la deforestacin de gran parte del trmino a causa de la tala indiscriminada destinada a la obtencin de madera y carbn para las compaas ferroviarias. Tras la Guerra Civil, La Puebla mantiene sus actividades tradicionales llegando a contarse ms de 5000 cabezas de ganado en total. Sin embargo, la progresiva despoblacin a partir de la dcada de los 70 generalizada en toda la comarca afecta tambin a la localidad. Disminuyen las actividades agrarias y ganaderas siendo sustituidas por los trabajos de repoblacin de bosques de pinos que por esta poca comienzan a desarrollarse en toda la sierra. En la actualidad, la masa forestal supone tres cuartas partes de la superficie total del trmino.
Legumbres secndose
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Los orgenes de esta iglesia pueden remontarse a los comienzos del siglo XVII, pues, segn un documento de 1609 donde los vecinos solicitan al Duque el permiso de sembrar un terreno de Valdehorna, se especifica que es para hacer frente a los gastos de reparacin de la Iglesia. La Iglesia consta de tres naves separadas con arcos de medio punto que descansan sobre pilastras y el presbiterio. En el exterior, la cubierta de teja a dos aguas es muy pronunciada y destaca la espadaa en la cabecera, con dos arcos de medio punto, de donde penden las campanas. En su interior se conserva el estandarte de la Cofrada de la Vera Cruz donde aparece Cristo Crucificado.
Esta ermita, situada en la calle que lleva a la Fuente Vieja, en las afueras del pueblo, se construy en el siglo XVI. Fue la Cofrada de la Vera Cruz, de las Cinco Llagas o de las Cinco plagas fundada en 1562 la que patrocin la construccin en honor a la Virgen de la Soledad o de las Angustias, patrona de Puebla de la Sierra. La edificacin es muy sencilla, realizada en sillarejo que actualmente se encuentra encalado ocultando ese color caracterstico de la piedra tpica del lugar. Su planta es rectangular y tiene anexionado un pequeo prtico que sirve de atrio de entrada. Dicho prtico y la cubierta de la nave estn construidos con teja rabe a tres aguas, y slo sobresale una pequea espadaa de ladrillo con un arco de medio punto. El interior, de gran sencillez, ha sufrido grandes transformaciones y su imaginera es moderna, no conservndose ningn elemento decorativo originario. Desde mediados del siglo XIX, las propiedades de la cofrada, a causa de la desamortizacin de Mendizbal, pasan a manos del Ayuntamiento, y el cementerio civil se traslada junto a la ermita.
La fuente vieja
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que an podemos ver y que resulta muy curiosa ya que el piln, de sillera, est cubierto por una bveda construida con lajas de piedra de gneis.
presenta en la forma bsica de dos pisos con un depsito en la parte superior. Las aguas del ro se encauzaban por medio de un canal, realizado con lajas de piedra y, ms tardamente, sustituido por una tubera metlica hasta las ruedas horizontales que accionaban con su fuerza la maquinaria del piso superior, donde se llevaba a cabo la molienda del trigo. Ambos molinos se encuentran en la margen del ro Puebla, en la pista forestal que va hacia Robledillo de la Jara y ya funcionaban en el siglo XVIII.
Estos molinos son una muestra de los que haba por la zona. Afortunadamente, el Molino de Abajo se conserva en unas condiciones ptimas que permite apreciar su estructura bsica. Construido en sillarejo de piedra local, con cubierta de teja rabe, se nos
La fuente vieja
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Carnaval En Puebla de la Sierra, adems de los disfraces y la chocolatada que se ofrece a los nios, se celebra el Carnaval de una forma curiosa, que en muy pocos pueblos se conserva ya. El Sbado de Carnaval es el da de la Botarga. Este personaje se cubra antiguamente con una piel de cabra, colgndole numerosos cencerros por hombros, espalda y cintura. Actual-
mente tambin hace aparicin la botarga, una persona ataviada con piel de cabra que va atemorizando a los vecinos con una cachiporra. A este le acompaa la vaquilla , un soporte de madera engalanado y decorado con telas y papeles de colores. A la vaquilla se la corre por la tarde por las calles del pueblo y al da siguiente se le da muerte, y en una accin figurada se la desangra, bebiendo todos los participantes de la fiesta sangra.
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San Isidro El 15 de mayo se honra a este santo con una procesin. Tambin se hace reparto de Tacicos , un delicioso pan de anises y vino, tambin tpico en San Marcos, y se subastan las rosquillas de San Isidro que, colgadas de un palo, se adornan con lazos de colores.
La Virgen de los Dolores Se celebra el segundo fin de semana de septiembre con los oficios religiosos, procesin y una subasta de varas, al estilo tradicional. Estas fechas tambin son propicias para realizar competiciones de juegos populares, mostrar las habilidades de los concurrentes en el baile de la jota o concursar con disfraces varios. Estas actividades se completan con la inevitable caldereta y la msica en la plaza.
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PUEBLA DE LA SIERRA
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98 kms
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77 habitantes
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N-I hasta Buitrago, tomar desvo Gandullas, desde donde contina la carretera a Prdena, lugar de donde parte la carretera a La Puebla
Senderismo Cicloturismo
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Salida de Madrid, intercambiador de Plaza de Castilla hasta Buitrago y desde all autobuses de la Mancomunidad de la Sierra del Rincn
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Artesana local y miel Las patatas resecas y las sopas canas, un alimento hecho con leche de cabra, azcar, tocino y pan, comn entre los pastores
PARA SABER MS
Iglesia de la Pursima Concepcin Ermita de Nuestra Seora de la Soledad Molinos de Arriba y de Abajo Fuente Vieja, conocida por Fuente mora
Centro de Recursos de Montaa, Calle Real, 1.Montejo de la Sierra: 918 69 70 58 www. sierranorte.com
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Paisaje de Montejo
Los municipios de la Sierra Norte esconden infinidad de posibilidades para disfrutar de la naturaleza. Sera imposible enumerar en este libro todas las rutas que, partiendo de los pueblos, llegan hasta los rincones ms desconocidos de nuestra comunidad. Adems, son muchas las publicaciones especficas sobre el tema y a ellas remitimos a los ms aventureros. Por poner un ejemplo, diremos que en el Centro de Recursos de Montaa de Montejo de la Sierra o en los Ayuntamientos de cualquiera de los otros municipios integrantes de la Mancomunidad de la Sierra del Rincn se pueden encontrar paseos perfectamente explicados. Nos limitaremos pues en este captulo a dar pistas sobre algunas de las excursiones imprescindibles.
El camino rural que une La Acebeda y Robregordo se puede recorrer tanto en coche como a pie (es de unos 4 km.) y transcurre paralelo al ro Madarquillos. Nada ms salir de La Acebeda encontramos un rea de recreo en El Robledal, junto al arroyo de La Dehesa. All podemos ver algn elemento de inters como el molino o la propia dehesa, al otro lado del pequeo puente de madera que cruza el arroyo. En el camino hacia Robregordo, adems de la abundante vegetacin, se puede ver otro molino y el viaducto del ferrocarril. En cuanto a los paseos a pie, quizs una de las excursiones ms conocidas en esta zona sea la subida al pico de la Cebollera Vieja, en Somosierra, una cumbre de 2.129 metros en la que confluyen las provincias de Madrid,
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ITINERARIOS
Guadalajara y Segovia. Mucho ms cerca del ncleo urbano, podemos encontrar otros dos espacios naturales que vale la pena visitar: el arroyo de la Pea del Chorro, origen del ro Duratn, y la dehesa boyal de Somosierra, donde abundan los abedules, los acebos, los robles y los avellanos silvestres. La ascensin se realiza por un camino que parte a la derecha de la gasolinera del puerto de Somosierra. En La Acebeda se puede acceder con un poco de esfuerzo al puerto de La Acebeda tomando una pista de tierra prolongacin del camino del Helechar. Despues de unos dos kilmetros de paisaje duro, sin rboles, se sigue el camino del Puerto Alto que sale a la derecha en fuerte pendiente y que nos conducir directamente hasta el puerto de 1686 metros de altura en el lmite entre Madrid y Segovia que podemos reconocer al estar marcado por una alambrada. Lo mejor de la situacin son las vistas panormicas. Tambin desde La Acebeda por el camino de la Cancharrera se llega en muy poco tiempo y por una senda fcil de algo ms de un kilmetro hasta el Santuario de la Fuente del Saz, una pequea gruta artificial en la que se venera a la Virgen. Puebla de la Sierra ofrece enormes posibilidades naturales al ser uno de los enclaves ms alejados y de ms difcil acceso. Podemos, por ejemplo, tomar la senda que parte de la carretera de Prdena junto al arroyo de la Cuesta, para caminar por un frondoso bosque de ribera donde abundan lamos temblones y cerezos con
El Atazar
los troncos cubiertos de hiedra. Llegamos a las huertas de legumbre y hortalizas donde tambin se dan las mimbreras que aportan sus ramas para los trabajos de cestera y los setos de endrinos y ciruelos silvestres. Desde Horcajo de la Sierra, descendiendo hasta el arroyo del Valle siguiendo las Vegas, se puede llegar al cauce del Madarquillos y, desde all, tomar la antigua caada conocida por Cordel de los Canchos donde durante el buen tiempo es posible baarse en las pozas naturales. El camino por el cauce del ro se hace cada vez ms difcil al irse convirtiendo en un pequeo can poblado de tomillo y rebollo en una margen y rboles en la otra. En La Hiruela, el paseo ms interesante atraviesa la frondosa dehesa boyal poblada de jara, brezo, rebollo, endrino, roble, abedul y melojo. El mejor camino para llegar hasta all es por el arroyo de la Fuentecilla donde abundan los avellanos. Siguiendo el camino hasta el Collado Hondo las vistas del valle del Jarama y la sierra son impresionantes.
ITINERARIOS
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Apndices
DOCUMENTOS
BIBLIOGRAFA
De donde en cierta villa de Buitrago en estos montes y selvas, que se dicen Araboia pobl para que pasen los de Burgos y los de Castilla a Toledo, y los de Toledo a Castilla, porque por hall estaba infestado de Ladrones, y hera mui aspera para el cultivo de las mieses, y de las vias, di estas armas Ad alenda pecora para que cultivasen los campos es a saber donde nazen las aguas y caen en el Rio, que se dice de Lozoya. a la siniestra de Canencia hasta el Collado hermoso, y de el Berrueco de Gomez Nuo a torre Pedrera, y Serraelvira, y a el Osejn y el puerto de la Turca, a el puerto de la Guiza, y de el Somo de la Zebollera a el Somo de la Serrezuela, y de esde el somo de la Sierra donde nace Zugueela hasta el Puerto de Linera, de esde el puerto de Zega hasta la dicha pea Lara. Corrobora este Privilegio con el comn consentimiento de los Obispos y de todos los Principes del Inperio. Hecha las maldiciones de Datan y Abiron, y quien vaia contra lo ordenado se le trague vivo la tierra y caiga en los ynfiernos: hecho en la serie 1134. 18 de Julio firmas en rueda: Yo Alfonso Emperador firme este Privilegio con mi mano, por la gracia de Dios. Yo Yo Bernardo, Arzobispo de Toledo firmo. Yo Elvira una de las Hermanas
EXTRACTO DEL PRIVILEGIO DE CONFIRMACIN DEL SEORO DADO POR ENRIQUE II DE TRASTAMARA
En el nombre de Dios Padre, e fijo, e Espiritu Santo, e las cosas que Dios cri seran para nada et por ende la Lealtad puso sobre todas las cosas, et a los Reies, e a los Seores es dado de facer gracias, e mercedes e donaciones a los suios que leaes Vasallos, e servidores fueron Por ende queremos que sepan por este nro. Privilegio los que agora son o sern de aqu adelante como nos, Dn. Enrrique por la gracia de Dios, Rei de Castilla, de Leon, de Toledo de Gallisia, de Sevilla, de Cordova, de Murcia, de Jaen, del Algarbe, de Algecira, e Seor de Molina Regnante en uno con la Reina Da. Juana mi Mujer, et con el Infante Dn. Johan nuestro fijo primer heredero de Castiella, e en Leon por conoscer a vos Pedro Gonzales de Mendoza Mairodomo Mayor del dicho infante Dn. Johan nuestro fijo quanta lealtad, e crianza que en vos ficiemos e de poridades, e fianza que
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en vos fallamos siempre en los nuestros Consejos et por quanto afn, e travajo obiestes, e tomastes en nuestro Servicio en tanto quanto andudiemos fuera de nuestros Regnos de Castiella, e de Len, e por nos dar gualardn desta Lealtad, e firmeza que en vos fallamos siempre desde que sodes nuestro, e nuestro servidor, e porque as como mantener, et guardar Lealtad ai grandes peligros et travajos ass por la fianza de la lealtad deven los Homes que son provados e fallados leales rescivir gualardn por ende por vos facer vien, e merced, por muchos e buenos e leales e mui altos servicios que nos ficiestes, e nos facedes de cada dia, e porque vos, e los de vuestro linage baledes ms e aiades con que mejor nos podades servir, e finque en remembranza para otros que lo sopieren, e oieren damos vos en Donacion pura, e nos rebocable por juro de heredat para vos, e para los que de buestro linage descendieren las Villas de Buitrago e de Hita con todas su fortalezas e con todos sus trminos, et con todos los Vasallos Christianos, e Judos, e Moros, e Homes, e Mugeres, de cualquier hedat, e estado, e condicin que sean que agora son o sern de aqu adelante en las dichas Villas de Buitrago e Hita e en sus trminos, e con todas las rentas, e pechos, e derechos, ass almojarifazgos Portadgos Aduanas como servicios e fonsado, e fonsadera, e pedido, e con la Caveza
del pecho de los Judos, e Escrivanas, e Yantares con fornos et con molinos e otros qualesquier Pechos e tributos foreros o non foreros, e derechos, e otrosi Casas, e Heredades, e posesiones, e otras qualesquier cosas que pertenezcan en qualquier manera al Seoro en las dhas Villas de Buitrago, e de Hita; et con la Justicia Civil y criminal, e mista, e alzadas, e mero e misto Imperio de las dihas Villas, e de sus trminos segnt que mejor, e ms cumplidamente las dichas Villas de Buitrago e Hita, e de sus trminos lo hovieren e lo han y da de los otros Reies nuestros antedesores, e de los otros Seores cuias fueron las dhas Villas e sus trminos fasta aqu, a nos pertenesce, e pertenescer deven en qualquier manera e por qualquier razn que sea, et para que podades poner Escribanos pblicos en las dichas Villas en la manera que nos mismo lo podamos facer, e esta merced, e donacin bos facemos a vos el dicho Pedro Gonzalez e con todos sus fueros e franquezas e libertades, e con Montes, e trminos e Prados, e defensas, e aguas corrientes e non corrientes, e estantes para dar, e vender, e empear e enagenar, e trocar e cambiar, e facer dello, e en ello todo lo que vos quisieredes, ass como de cosa buestra propia, pero tenemos por bien que ninguna de estas cosas non podades facer con Homen de Orden nin de Religin nin de fuera de nuestro Seoro sin nuestro man-
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dado e retenemos para nos, e a los Reies que despus de nos Regnaren en Castiella, e en Len, Mineras de Oro, e de Plata, e de otro qualquier metal si las y, a(sic), e alcavalas, e tercias, e moneda forera quando nos la diren los de nuestros Regnos, et que nos acojades en las dichas Villas de Buitrago e Hita, e en las fortalezas dellas cada que, y llegaremos, irado, o pagado con pocos, o con muchos de noche, o de da, et que fagades ende guerra, o paz por nuestro mandado e si se menguare la justicia que la mandemos nos cumplir, et sobre esto mandamos al Conzejo e Alcaldes, e Merinos, e otros oficiales qualesquier de las dichas Villas, e de sus trminos que este nuestro Privilegio vieren, o el traslado del signado de Escrivano pblico que bos aian, e recivan por su Seor a vos dar este nuestro Privilegio rodado, e sellado con nuestro sello de plomo dado el Privilegio en la nuestra Ciudad de Burgos primero da de Enero, era de mil, e quatrocientos e seis aos
LA VISTA DE BUITRAGO
Unas montaas de color de pizarra rodean a este pueblo; montaas enormes, como grandes masas de bolas de granito, montadas encima unas de otras, cuyas moles estn sueltas y parece que van a caer sobre el tejado de las casas rodando por el ro. Por otro lado cuevas y precipicios, con formas casi humanas, que empequeecen a las casas y que parecen cadas en las laderas de estos riscos como un juego de bolos y del tamao de un juguete, de construcciones de corcho y cartn bordeadas de musgo. Unas lavanderas que lavan su ropa en el ro parecen figuras de nacimiento. Las puertas de hierro de las presas parecen que mugen al empuje de la vertiente del agua que con gran estrpito cae sobre el torrente de piedras afiladas y angulosas; los torreones dentados de las murallas del castillo bajan valientes hasta el ro Lozoya que tiene un color amarillo y que escupe espuma sucia como el mar cuando est revuelto. Unos rboles en lo alto de los riscos y en la margen del ro traen con el viento un rumor de resaca. La imponente masa del castillo se yergue sobre el cielo y por los huecos de sus ventanas se ven correr veloces las nubes. A lo alto, pegado a los muros del castillo, se ven las cruces y las tapias del viejo cementerio de Buitrago.
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Las cabras y los cerdos negros andan por aquellos campos; a sus pies, los precipicios, y ms abajo la vertiente del ro Lozoya que rueda como una cascada metiendo mucho ruido, como en el mar un rompeolas. En las mrgenes de este ro se ven algunos pescadores de caa, pues hay mucha abundancia de barbos y truchas. Pero cuando Buitrago se agiganta es visto de noche, a la luz de la luna. Qu magnfico aspecto presentan su castillo y la muralla que proyecta sobre la parte del ro negras sombras! Parece sta de hierro, con la dureza que toman sus salientes y cubos cuando la luna se oculta entre las nubes blancas que navegan por el cielo y nos deja al pasar entre negros nubarrones en la oscuridad ms completa. Da miedo; parece que nos vamos a perder y no encontrar la salida del pueblo. El sonido del ro est ms cerca de nosotros, y los precipicios que vimos de da parece que nos atraen como en una pesadilla. Un chico viene cantando alegremente trayendo del ronzal a una mula; me abre la puerta del castillo convertido en pajar. Un vaho caliente y sano de se mete en nuestros pulmones. Todo el castillo es cuadra y establo; el chico cierra la puerta para dormir encima de un montn de paja, rodeado de algunos bueyes que suenan sus campanos, arrodillados
en el suelo y somnolientos. En lo ms alto del muro hay un ventano abierto a la noche, para que le despierte la luz al rayar la aurora. Al salir de este establo veo en un rincn unos caballos con los ojos cerrados, que duermen de pie y se despiertan al menor ruido, pues tienen el sueo muy ligero. Se oyen les ronquidos y respiraciones muy fuertes de estas bestias, y resultan ms humanos que los de los labradores, que estn como muertos tirados en el suelo, llenos de moscas el cuerpo, necesitados de largas horas de un sueo pesado como plomo para repararse del cansancio de una semana de trabajo. Las caballeras, que tambin estn rendidas, sacuden las orejas; de vez en cuando se esparrancan y sueltan largas meadas y boiga, dan unos pasos por este establo y vuelven a dormirse. Al pisar la Plaza de los Infantes, sale otra vez la luna. Las estrellas brillan, como lucirnagas en el cielo, y la torre del castillo se ilumina baada por la luna. De la esfera de su reloj bajan las campanadas de las doce y algunas iglesias vecinas y conventos tocan sus campanas. He dado por esta plaza del Infantado muchas vueltas durante el da y anochecido y siempre la he encontrado desierta. Slo se conoce que ha tenido vida por la muestra borrada de una tienda de ultramarinos y de un estanco. De noche resulta ms fantstica, con sus puertas en arco,
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pesadas puertas llenas de clavos, con escudos de piedra en sus fachadas, con balcones de forma rara hechos por modestos artistas que hacian del hierro obras de arte y las rejas de ventanas jas que miran a las baldosas rotas donde crece el verdn y los tallos, de tanto abandono. Estas casas llenas de escudos, donde antes vivan los infantes, hoy son cuadras y la viven los cabreros, para ms honrarlas. En el centro est la Casa Consistorial con sus balcones siempre cerrados, de grandes maderas artesonadas y pesadas bolas de piedra en los extremos. Encima de su enorme portal se ven un toro de piedra y un rbol. Al lado est el Ayuntamiento nuevo, con un balcn corrido, con el palo de la bandera y unos cromos de los Sagrados Corazones rodeados de unas bombillas que los alumbran. Los caciques todos comulgan y son socios de la Vela, lo mismo que los concejales y el alcalde. Salgo por un arco de la muralla, largo como un tnel; un farol alumbra una hornacina, y hay una cruz de palo clavado en la pared; el final es una bveda que da a la calle del Arco.
GUTIRREZ SOLANA, J. DOS PUEBLOS DE CASTILLA, 1924
CAPTULO 5
9. yten ordenaron y mandaron que despus de sacados y hechos los dos Brazos de la Reguera de los dos Barios el primer lunes de marzo como &o es se bayan haziendo todas las dems Regueras particulares de los prados guertas y linares y para hacerlas se guarde la orden siguiente, que el hermano que quisiere muir o hazer alguna Reguera tenga obligazin un Domingo o da de fiesta a el salir de misa mayor de dezir a la puerta de la yglesia para tal da determinado mune la Reguera de tal parte. Y despus el da para quando se muni por la maana toque la canpana y en voz alta diga a la Reguera de tal parte pena de un Real. 10. yten que el que aya munido la dha Reguera lleve un corvillo y baya Rozando lo que tuviere la dha Reguera para que se aga vien hecha y si no lo yziere tenga de pena un Real para que gasten los dems que fueren. 11. yten que todos los que tuvieren que Regar por la tal Reguera que se muna sea poco o mucho y qualquiera que tenga guerto, Prado o heredad que tenga Brocal aunque no est senbrada ni se aya de sen-
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brar tenga obligazin a ir o enviar persona sufiziente a la dha Reguera pena un Real aplicado para que los dems gasten, y esto lo hejecute y pueda executar el que muni la Reguera aunque sea el alcalde el que aya faltado y si se yziere alguno Rebelde el Alcalde y Jurado se den favor y ayuda y sea todo a costa del tal Revelde. 12. yten que si comenzada la dha Reguera algn hermano viniere tarde page por cada Brocal que se haya pasado cinco mrs. para que los gasten los dems y lo hexecute el que la muni quitndose por prenda el hazan o de otra manera que se parezga. 13. yten que todos hayan de llevar hazaones sufizientes o palas segn les mandare el que haya munido la tal Reguera a el qual obedezgan todos pena de un Real para la Reguera. 14. yten que quando se haga qualquiera Reguera no se dejen zarzas ni espinos en la dha Reguera ni se hechen piedras ni porqueras en linar alguno pena de cien mrs. las dos Partes para la Reguera y la otra para el Alcalde, Jurado y denunziador y si no se sabe qu persona las hech se castigue y cobre la dha Pena de tos los hermanos que yzieron la dha Reguera. 15. yten que la tal Reguera se a de sacar desde la Rejin prinzipal y cada uno se a de ir quedando como Baya llegando su Brocal si no es
que tenga muchos porque en ese caso a de llegar asta el ltimo que tenga, pena de lo dho haRiba. 16. yten que si alguna Reguera por estar mala ubiere nezesidad de dos corvillos lleve otro quien mandare el que la muni pena de un Real si fuere Rebelde y se alvierte que los espinos, piedras ni Basura no an de quedar no slo en los linares pero ni en las linderas si no fuere la tierra que se sacare y si alguna se quejare el alcalde haga que los quiten ha costa de quien lo dej all y pague la pena arriba declarada. 17. yten que el forastero si no est a qualquiera Reguera Page de pena un Real y no aya obligazin avisarle porque l ha de tener persona que le avise y no se le d agua hasta que haya pagado y se aplique a la Reguera.
CAPTULO 6
18. yten ordenaron y mandaron que ninguno sea osado Regar por Reguera que no est munida y hecha pblicamente pena de cien mrs. las dos Partes para la Reguera y la otra para el Alcalde, Jurado y escribano y acusador, esto es con calidad que la tal Reguera toque a otros o aya otra heredad o otro Brocal Alguno o Cosa ha que aga mal ha otro hermano o alguna calle.
CAPTULO 7
19. yten ordenaron y mandaron que ninguna persona Riege por Rege-
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ra ajena ni por heredad que no tenga Regera suya pena de treszientos marabedises, las dos partes para la Reguera y la otra para el Alcalde, Ssno. y partes que se queje y dems desto Page el dao que yziere en qualquiera parte. 20. yten que ninguna Persona sea osada en tienpo que el agua est puesta por orden o sea por Brocales o por Cauelos en tienpo que se Riegan esquimos a quitar A quitar ( sic) el Agua ha quien la tenga ni desazerle ni desBuzar Brocal alguno en poca ni en mucha parte Pena de mil maraveds, las cinco partes para la Reguera y otra para la parte y otra para el Alcalde, Jurado y Essno. y esta pena se entiende y la del Captulo y pargrafo antes deste si es el culpado hermano de la Reguera, que si no lo es ha de tener pena de Diez mil maraveds aplicados como dho es y as el que sea culpado sea hermano o no lo sea page fuera de lo dho el dao que le aga ha quien quit el agua fuera de la dha pena y el Alcande la hejecute luego. 21. yten que no siendo en tiempo de esquimos digo de regarlos sino en otro quando se pone el agua por orden antes o despus de los esquimos para Regar las guertas o prados nadie quite el agua a cuya sea pena de dozientos mrs. mitad para la Reguera y mitad para la parte, Alcalde y Essno. y si no ay testigo que diga quin la quit se guarde lo dho en el Captulo terzero y all se entienda
que aunque dize tenga de pena trezientos mrses. (sic) es si quita el Agua por zima de la Cruz de las Reliquias, porque si es abajo slo ha de tener de pena Dozientos mrses. y se entienda si es hermano, que si no lo es en qualesquier tienpo tenga de pena Diez mil mrs. aplicados como se dize en el pargrafo antes deste en este mismo Captulo.
CAPTULO 8
22. yten ordenaron y mandaron que ninguna persona Ronpa Reguera ni linde ajena ni aga Reguera por donde no la tiene pena de mil mrs. mitad para la parte y la otra mitad se aga dos partes la una para la Reguera y la otra para el Alcalde, Jurado y Essno. y si no es hermano sea el doblo y qualquiera que sea dems de la pena Page el dao, y el Alcalde haga que a su costa se buelba a poner como se estava lo que ubiere Rompido o desecho. Recogido de Buitrago y su Tierra de D. MATAS FERNNDEZ
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BUITRAGO DEL LOZOYA GASCONES PIUECAR MADARCOS PRDENA DEL RINCN MONTEJO DE LA SIERRA LA HIRUELA HORCAJUELO DE LA SIERRA HORCAJO DE LA SIERRA LA ACEBEDA ROBREGORDO SOMOSIERRA EL BERRUECO CERVERA DE BUITRAGO EL ATAZAR ROBLEDILLO DE LA JARA BERZOSA DEL LOZOYA PUEBLA DE LA SIERRA
ISBN 84-451-1565-0
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TIERRAS DE BUITRAGO