Este documento presenta un estudio realizado entre 1973-1976 sobre la planificación y desarrollo de la cuenca inferior del Río Bermejo en Argentina. El estudio describe los aspectos físicos, económicos, sociales y recursos naturales de la región, y analiza alternativas de desarrollo que incluyen proyectos de riego agrícola, expansión ganadera, aprovechamiento forestal y desarrollo agroindustrial. El estudio busca definir una estrategia de desarrollo regional sostenible que maximice el uso de los recurs
Copyright:
Attribution Non-Commercial (BY-NC)
Formatos disponibles
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
180 vistas0 páginas
Este documento presenta un estudio realizado entre 1973-1976 sobre la planificación y desarrollo de la cuenca inferior del Río Bermejo en Argentina. El estudio describe los aspectos físicos, económicos, sociales y recursos naturales de la región, y analiza alternativas de desarrollo que incluyen proyectos de riego agrícola, expansión ganadera, aprovechamiento forestal y desarrollo agroindustrial. El estudio busca definir una estrategia de desarrollo regional sostenible que maximice el uso de los recurs
Este documento presenta un estudio realizado entre 1973-1976 sobre la planificación y desarrollo de la cuenca inferior del Río Bermejo en Argentina. El estudio describe los aspectos físicos, económicos, sociales y recursos naturales de la región, y analiza alternativas de desarrollo que incluyen proyectos de riego agrícola, expansión ganadera, aprovechamiento forestal y desarrollo agroindustrial. El estudio busca definir una estrategia de desarrollo regional sostenible que maximice el uso de los recurs
Copyright:
Attribution Non-Commercial (BY-NC)
Formatos disponibles
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pdf o txt
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
Este documento presenta un estudio realizado entre 1973-1976 sobre la planificación y desarrollo de la cuenca inferior del Río Bermejo en Argentina. El estudio describe los aspectos físicos, económicos, sociales y recursos naturales de la región, y analiza alternativas de desarrollo que incluyen proyectos de riego agrícola, expansión ganadera, aprovechamiento forestal y desarrollo agroindustrial. El estudio busca definir una estrategia de desarrollo regional sostenible que maximice el uso de los recurs
Copyright:
Attribution Non-Commercial (BY-NC)
Formatos disponibles
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 0
Cuenca del Plata - Estudio para su
Planificacin y Desarrollo - Repblica
Argentina - Cuenca del Ro Bermejo II - Cuenca Inferior Indice Repblica Argentina II - Cuenca Inferior del Ro Bermejo Programacin para su Desarrollo Estudio llevado a cabo por la Unidad Tcnica durante el periodo 1973-1976 Gobierno de Argentina Programa de Desarrollo Regional Secretara General de la Organizacin de los Estados Americanos Washington, D. C. 1977 Derechos reservados conforme a la ley (c) 1977. Organizacin de los Estados Americanos Washington, D.C. Indice Resumen Resumo Abstract Rsum Prefacio Sumario I. Introduccin 1.1 Origen y objetivos del estudio 1.2 Desarrollo del estudio 1.2.1 Esquema institucional 1.2.2 Perodo julio 1973 - julio 1974 1.2.3 Perodo agosto 1974 - setiembre 1975 1.3 Organizacin tcnica del estudio 1.3.1 Comisin Ejecutiva 1.3.2 Unidad Tcnica 1.3.2.1 Contrapartida nacional Argentina 1.3.2.2 Misin internacional de asistencia tcnica 1.3.2.3 Grupos de trabajo 1.3.3 Instituciones colaboradoras 1.4 Antecedentes 1.4.1 Estudio de la Alta Cuenca del Ro Bermejo 1.4.2 Otros antecedentes II. Aspectos fsicos 2.1 Ubicacin 2.2 Clima 2.3 Hidrografa 2.3.1 Ro Bermejo 2.3.2 Ro Seco 2.3.3 Ros Dorado y del Valle 2.3.4 Ros y arroyos que drenan al sistema del Paraguay-Paran 2.4 Fisiografa 2.4.1 Depresin del Paran-Paraguay 2.4.2 Planicie fluvial del ro Bermejo 2.4.3 Areas de derrames 2.4.4 Area de modelado fluvio-lacustre 2.4.5 Llanura antigua 2.4.6 Sierras subandinas 2.5 Principales aspectos geolgicos 2.5.1 Zona occidental 2.5.2 Zona oriental III. Caracterizacin econmica y social de la regin 3.1 El rea estudiada 3.1.1 Criterios para la delimitacin del rea 3.1.2 Zonificacin 3.1.2.1 Zonificacin econmica 3.1.2.2 Zonas de desarrollo 3.2 La dinmica econmica regional 3.2.1 Marco general 3.2.2 Zona Este 3.2.3 Zona oeste 3.3 Variaciones en los principales indicadores economico-sociales 3.3.1 Producto regional 3.3.2 El intercambio comercial 3.3.3 Recursos humanos 3.3.4 Infraestructura 3.3.4.1 Infraestructura fsica 3.3.4.2 Infraestructura social 3.3.5 Conclusiones IV. Recursos hdricos 4.1 Recursos hdricos superficiales 4.1.1 Uso actual 4.1.2 Disponibilidad de agua superficial 4.1.2.1 Recursos totales 4.1.2.2 Recursos utilizables 4.1.2.3 Disponibilidad potencial 4.1.3 Calidad del agua superficial 4.1.3.1 Ro Bermejo 4.1.3.2 Ros seco, dorado y del valle 4.1.3.3 Ros y arroyos de chaco y formosa (afluentes del Paraguay y del Paran excepto el Bermejo) 4.2 Recursos hdricos subterrneos 4.2.1 Uso actual 4.2.2 Caractersticas de los acuferos 4.2.2.1 Sistemas acuferos 4.2.2.2 Alimentacin de los acuferos 4.2.2.3 Profundidad del agua subterrnea 4.2.2.4 Escurrimiento por descarga natural 4.2.3 Estimaciones de disponibilidad de agua 4.2.4 Calidad del agua subterrnea 4.2.4.1 Acuferos fraticos 4.2.4.2 Acuferos confinados 4.2.5 Posibilidades de explotacin 4.2.5.1 Provincia de salta 4.2.5.2 Provincia de Santiago del estero 4.2.5.3 Provincia de Chaco 4.2.5.4 Provincia de Formosa 4.3 Aspectos fluviomorfolgicos 4.3.1 Fotointerpretacin morfolgica del ro Bermejo 4.3.1.1 Modelos morfolgicos 4.3.1.2 Fluctuaciones del ro Bermejo 4.3.2 Transporte de sedimentos 4.3.2.1 Observaciones de campo 4.3.2.2 Anlisis de caudales 4.3.2.3 Indices de transporte slido 4.3.3 Influencia de las obras de regulacin V. Recursos de la Tierra 5.1 Suelos 5.1.1 Levantamiento 5.1.2 Caractersticas generales de los suelos 5.1.3 Aptitud agrcola de la tierra 5.1.3.1 Clases de aptitud de los suelos 5.1.3.2 Agrupamiento de los suelos (Grupos de la Tierra) 5.1.3.3 Tierras aptas para la agricultura 5.1.3.4 Suelos regables 5.2 Daos de la Tierra 5.3 Vegetacin 5.3.1 Formaciones 5.3.1.1 Formacin "forestal" 5.3.1.2 Formacin "matorrales" 5.3.1.3 Formacin "mixta" 5.3.1.4 Formacin "graminosa" VI. Estructura demogrfica y ocupacional 6.1 Distribucin espacial y evolucin demogrfica 6.1.1 Evolucin histrica 6.1.2 Distribucin por zonas y tasas vitales 6.1.3 Urbanizacin 6.1.4 Migraciones 6.1.5 Grupos tnicos 6.1.5.1 Los Paraguayos 6.1.5.2 Los Indgenas 6.2 Evolucin de los ndices de bienestar y capacitacin 6.2.1 Educacin 6.2.1.1 Educacin preprimaria 6.2.1.2 Educacin primaria 6.2.1.3 Educacin media 6.2.1.4 Enseanza superior 6.2.2 Salud 6.2.2.1 Capacidad hospitalaria 6.2.2.2 Nacimientos y defunciones 6.2.2.3 Mortalidad infantil 6.3 Estructura ocupacional 6.3.1 Distribucin de la poblacin ocupada 6.3.2 Ocupacin y estructura social 6.3.2.1 Los ganaderos 6.3.2.2 Los colonos 6.3.2.3 Los campesinos pobres 6.3.2.4 Los asalariados rurales 6.3.2.5 Semiasalariados rurales 6.3.3 Organizaciones sociales 6.3.3.1 Sociedades rurales 6.3.3.2 Las cooperativas 6.3.3.3 Las ligas agrarias 6.3.3.4 Agrupaciones de asalariados rurales 6.3.3.5 La federacin econmica Chaquea 6.3.3.6 Los sindicatos obreros 6.4 Las tendencias demogrficas y ocupacionales para 1985 y 2000 6.4.1 Proyecciones demogrficas 6.4.2 Proyecciones de mnima 6.4.3 Proyecciones de mxima 6.4.4 Proyeccin por zonas de la poblacin urbana y rural y de la oferta ocupacional VII. Estructura Econmica 7.1 Actividad primaria 7.1.1 Agricultura 7.1.1.1 Distribucin zonal y estructura productiva 7.1.1.2 Evolucin de la produccin y de los rendimientos 7.1.2 Ganadera 7.1.3 Forestal 7.1.3.1 Caractersticas generales de la produccin forestal 7.1.3.2 Distribucin zonal 7.2 Actividad secundaria y servicios 7.2.1 Industria 7.2.1.1 Evolucin reciente 7.2.1.2 Principales actividades regionales 7.2.1.3 Distribucin espacial 7.2.2 Energa 7.2.2.1 Evolucin de los sistemas elctricos pblicos 7.2.2.2 Autoproduccin de electricidad 7.2.2.3 Otras formas de energa 7.2.3 Transporte 7.2.3.1 Sistema vial 7.2.3.2 Sistema ferroviario 7.2.3.3 Sistema fluvial 7.2.3.4 Principales flujos del transporte regional VIII. Caractersticas de la explotacin rural 8.1 Tamao y tenencia de las explotaciones 8.1.1 La situacin en 1960 8.1.2 Cambios ocurridos a partir de 1960 8.2 Practicas de manejo 8.2.1 Manejo agrcola 8.2.1.1 Condiciones de produccin 8.2.1.2 Rendimientos agrcolas 8.2.2 Manejo ganadero 8.2.2.1 Zona oeste 8.2.2.2 Zona este 8.2.3 Manejo forestal 8.2.3.1 Situacin actual del bosque 8.2.3.2 Actividad obrajera 8.2.3.3 Sistemas de desembosque 8.3 Estructura de la comercializacin 8.3.1 Caractersticas generales 8.3.2 Algodn 8.3.3 Hortalizas y frutas 8.3.4 Carnes vacunas 8.3.5 Granos y oleaginosas 8.3.6 Productos forestales IX. Proyecciones de la demanda agropecuaria y forestal 9.1 Demanda total de productos tpicos de la CIRB 9.1.1 Antecedentes 9.1.2 Proyecciones de demanda para 1985 9.1.3 Proyecciones de demanda para el ao 2000 9.2 Demanda regional y local de productos agropecuarios seleccionados 9.3 Perspectivas de la demanda forestal 9.3.1 Demanda de productos forestales regionales 9.3.1.1 Combustibles 9.3.1.2 Materias primas tnicas 9.3.1.3 Madera aserrada 9.3.1.4 Durmientes 9.3.1.5 Postes 9.3.1.6 Otras maderas 9.3.2 Proyecciones a mediano plazo X. Marco condicionante del desarrollo regional 10.1 Metas econmicas nacionales y regionales 10.1.1 Metas generales 10.1.2 Metas sectoriales 10.2 Proyectos y programas 10.2.1 Grandes proyectos 10.2.1.1 Plan de colonizacin para la reconstruccin nacional. Provincia del Chaco 10.2.1.2 Proyectos de aprovechamiento hidroelctrico "Yacyret-Apip" y "Corpus" 10.2.1.3 Aprovechamiento de la alta cuenca del ro Bermejo en la zona de Oran (Zanja del Tigre) 10.2.1.4 Ruta Transchaco "Juana Azurduy" 10.2.1.5 Obras de desarrollo fluvial mltiple del Bermejo 10.2.2 Proyectos de infraestructura 10.2.3 Proyectos sectoriales 10.2.3.1 Agropecuarios 10.2.3.2 Industriales 10.2.4 Evaluacin del impacto espacial de los proyectos 10.3 Marco jurdico e institucional 10.3.1 Competencias 10.3.2 Problemtica jurdico-institucional de las metas de la regin XI. Delimitacin de alternativas 11.1 Recursos disponibles por zona de desarrollo 11.1.1 Distribucin zonal de suelos 11.1.1.1 Propiedad, ocupacin del suelo y distribucin de las explotaciones agropecuarias 11.1.1.2 Aptitud agrcola y superficie cultivada 11.1.1.3 Aptitud de los suelos y actividad ganadera 11.1.2 Recursos leosos 11.1.3 Disponibilidad de agua 11.1.4 Recursos humanos 11.1.5 El potencial industrial de la CIRB 11.2 Caractersticas tericas y tcnicas de un anlisis de alternativas 11.2.1 Consideraciones bsicas 11.2.2 Estudios de factibilidad 11.2.3 Prefactibilidad de proyectos y alternativas de desarrollo 11.3 Criterios para la delimitacin de alternativas 11.4 Descripcin de las alternativas 11.4.1 Aprovechamientos hdricos 11.4.2 Explotacin agropecuaria de secano y explotacin forestal 11.4.3 Explotacin agropecuaria de secano y forestal de carcter semiintensivo 11.4.4 Explotacin agropecuaria de secano de carcter extensivo 11.4.5 Alternativa de desarrollo industrial XII. Alternativas y proyectos identificados 12.1 Alternativas de aprovechamientos hdricos 12.1.1 Alternativas de intensificacin de la produccin agropecuaria Bajo Riego 12.1.1.1 Recursos hdricos comunes 12.1.1.2 Recursos propios 12.1.1.3 Localizacin de los proyectos 12.1.2 Alternativas de ocupacin agropecuaria bajo riego 12.1.2.1 Recursos comunes disponibles 12.1.2.2 Recursos propios para riego 12.1.2.3 Localizacin de los proyectos 12.1.3 Destino potencial de las reas bajo riego 12.1.3.1 Consideraciones generales 12.1.3.2 Orientacin productiva de los proyectos de riego de la CIRB 12.1.3.3 Otros destinos de la superficie bajo riego 12.2 Alternativas de expansin agropecuaria de secano y explotacin forestal 12.2.1 Presentacin de alternativas y proyectos 12.2.2 Perspectivas de la produccin agropecuaria de secano 12.2.3 Proyectos de aprovechamientos forestales en la Zona Oeste 12.2.3.1 Capacidad de extraccin 12.2.3.2 Proyectos identificados 12.3 Promocin de la agroindustria 12.3.1 Areas industriales 12.3.1.1 Area industrial resistencia - Barranqueras 12.3.1.2 Area industrial presidencia roque Senz pena (Zona III) 12.3.1.3 Area industrial Formosa 12.3.2 Otras industrias XIII. Criterios de evaluacin de las alternativas 13.1 Descripcin de los criterios de evaluacin 13.1.1 Recursos naturales 13.1.2 Desarrollo de infraestructura pblica 13.1.3 Impacto econmico 13.1.4 Impacto tecnolgico 13.1.5 Impacto social 13.1.6 Impacto espacial 13.1.7 Formas de organizacin productiva 13.1.8 Costos pblicos 13.1.9 Costos privados 13.1.10 Costos sociales 13.1.11 Criterios de medicin 13.2 Perspectiva regional global 13.2.1 Uso y rendimiento de los recursos naturales 13.2.2 Desarrollo de la infraestructura pblica 13.2.3 Impacto econmico 13.2.4 Tecnologa 13.2.5 Impacto social 13.2.6 Formas de organizacin productiva 13.2.7 Costos privados y pblicos 13.2.8 Alternativa de promocin de la agroindustria 13.3 Evaluacin espacial de las alternativas 13.3.1 Curvas de evaluacin por zonas de desarrollo XIV. Recomendaciones 14.1 Toma de decisiones sobre prioridades y alternativas 14.1.1 Incorporacin de los recursos naturales en la programacin regional 14.1.2 Transporte fluvial 14.2 Formas de implementacin 14.3 Recomendaciones especificas 14.3.1 Estudios complementarios 14.3.1.1 Evaluacin de recursos naturales renovables 14.3.1.2 Cartografia 14.3.1.3 Morfologa fluvial 14.3.1.4 Estudios de mercado 14.3.2 Aspectos institucionales Apndice 1. Seleccin de reas de anlisis 1. Calidad y sensibilidad de la informacin disponible 2. Efectos de las reas de influencia 3. Denominacin de las reas de anlisis This page was last updated on Friday, May 26, 2000
Resumen En respuesta a una solicitud cursada por el Gobierno Argentino a la Secretara General de la OEA, el Programa de Desarrollo Regional, en cooperacin con el Instituto de Ciencia y Tcnica Hdricas (INC y TH) de la Subsecretara de Recursos Hdricos de Argentina realiz un estudio para el aprovechamiento de los recursos hdricos en la Cuenca Inferior del Ro Bermejo. Las actividades fueron desarrolladas por una Unidad Tcnica localizada en la ciudad de Buenos Aires y compuesta por especialistas argentinos y de la Misin de Cooperacin Tcnica de la OEA. La direccin de la Unidad Tcnica fue compartida por el Jefe de la Misin de la OEA y el Director Nacional. Los trabajos se desarrollaron de octubre de 1973 a diciembre de 1975. En mayo de 1976 el Gobierno Argentino dio su aprobacin al presente informe. El rea del estudio est situada en la zona norte de Argentina, conocida como El Chaco, abarcando parte de las provincias de Jujuy, Salta, Santiago del Estero, Chaco y Formosa, Tiene menor poblacin y menor desarrollo relativo que el pas en general y sus recursos naturales han sido poco explotados hasta el presente. Para la programacin de las alternativas de desarrollo se efectu una zonificacin basada sobre el potencial de recursos naturales. Se estudiaron, al nivel de reconocimiento, tres grandes grupos de alternativas y proyectos: 1. Aprovechamientos hdricos, 2. Explotaciones agropecuarias de secano y forestales y 3. de Desarrollo Industrial, buscando dar a las Autoridades Nacionales y Provinciales la informacin requerida para la toma de decisiones para el desarrollo futuro. Como anteriormente se haban estudiado (1971-73) los Recursos Hdricos de la Afta Cuenca del Ro Bermejo, en Argentina y Bolivia, el presente trabajo condujo al conocimiento de la Cuenca del Ro Bermejo en su totalidad, lo cual permitir planificar su desarrollo como una unidad.
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
Resumo Em resposta a uma solicitao dirigida pelo Governo Argentino Secretaria Geral da Organizao dos Estados Americanos, o Programa de Desenvolvimento Regional em cooperao com o Instituto de Ciencia y Tcnica Hdricas (INC y TH) da Subsecretaria de Recursos Hdricos da Argentina, realizou um estudo para o Aproveitamento dos Recursos Hdricos na Bacia Inferior do Rio Bermejo. As atividades foram desenvolvidas por uma Unidade Tcnica, sediada na cidade de Buenos Aires e composta por especialistas argentinos e da Misso de Cooperao Tcnica da OEA. A direo da Unidade Tcnica foi compartida pelo Chefe de Misso da OEA e pelo Diretor Nacional. Os trabalhos se desenvolveram de outubro de 1973 a dezembro de 1975. Em maio de 1976 o Governo Argentino deu sua aprovao ao presente relatrio. A rea de estudo est situada na zona norte de Argentina conhecida como El Chaco, abrangendo parte das provincias (estados) de Jujuy, Salta, Santiago del Estero, Chaco y Formosa. Possui menor populao e menor desenvolvimento relativo de que o pas em geral e seus recursos naturais foram pouco utilizados ateo momento. Para a programao das alternativas de desenvolvimento se realizou um zoneamento baseado em seu potencial de recursos naturais. A fim de dar s Autoridades Nacionais e Provinciais a informao requerida para a tomada de decises para o desenvolvimento futuro, estudaram- se, a nivel de reconhecimento, tres grandes grupos de alternativas e projetos: 1. aproveitamentos hdricos, 2. exploraes agropecurias sem riego e florestais e 3. de desenvolvimento industrial. Como anteriormente (1971-73) se haviam estudado os recursos hdricos da Bacia Superior do Ro Bermejo, em Argentina e Bolivia, o presente trabalho conduziu ao conhecimento da Bacia do Ro Bermejo, em sua totalidade, o que permitir planejar-se seu desenvolvimento como uma unidade fsica.
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
Abstract In response to a request presented by the Government of Argentina to the General Secretariat of the Organization of American States, the Program of Regional Development in cooperation with the "Instituto de Ciencia y Tcnica Hdricas" of the Under-Secretariat of Water Resources of Argentina carried out a study to determine the best use of the water resources in the Lower Basin of the Bermejo River. This work was undertaken by a Technical Unit, located In the city of Buenos Aires, which was comprised of specialists from Argentina and a Technical Cooperation Mission from the OAS. The Direction of the Technical Unit was shared by an OAS Mission Chief and a National Project Director. This work was carried out from October 1973 to December 1975, In May 1976 the Government of Argentina approved the report. The area of the study is located in the northern part of Argentina, known as the Chaco and covers part of the Provinces of Jujuy, Salta, Santiago del Estero, Chaco and Formosa. The area has less population and lower relative development than the country as a whole and its natural resources have not yet been exploited to any great extent. In order to plan the development alternatives, a zonification based on Its natural resources potential was made. Seeking to give both the national and provincial authorities the information required for decision making for the future development, three large groups of alternatives and projects were studied at a reconnaissance level. They are: 1. water utilization, 2. dry farming and forestry, and 3. Industrial development. Because previously (1971-73) the Technical Mission had studied the water resources of the Upper Basin of the Rio Bermejo in Argentina and Bolivia, the current study has lead to a better knowledge of the Bermejo River Basin as a whole, which will allow the planning of the development of the basin as a single entity.
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
Rsum En rponse une demande envoye par le Gouvernement Argentin au Secrtariat Gnral de l'OEA, le Programme de Dveloppement Rgional a ralis, en collaboration avec l'Institut des Sciences et Techniques Hydrauliques (INC y TH) du Sous-Secrtariat des Ressources Hydrauliques d'Argentine, une tude pour l'utilisation des ressources en eau du Bassin Infrieur du Fleuve Bermejo. A charge de dvelopper les activits techniques, un bureau compos de spcialistes argentins et de la mission de coopration technique de l'OEA fut situ dans la ville de Buenos-Aires, La direction de ce bureau fut assume par le chef de Mission de l'OEA et le Directeur National. Les activits se droulrent d'Octobre 1973 Dcembre 1975, Le Gouvernement Argentin approuva le prsent rapport au mois de mai de l'anne 1976. L'tude se rfre la zone nord de l'Argentine connue sous le nom de El Chaco, laquelle comprend une partie de l'ensemble form par les Provinces de Jujuy, Salta, Santiago del Estero et Formosa. Cette zone est moins peuple et relativement moins dveloppe que le reste du pays, et jusqu' prsent ses ressources naturelles ont t peu exploites. Une zonification base sur les ressources naturelles potentielles servit de base pour programmer les alternatives de dveloppement. Ensuite, et de faon fournir aux Autorits Nationales et Provinciales l'information ncessaire pour une prise de dcisions concernant le dveloppement futur, trois grandes catgories gnrales d'alternatives et de projets furent tudies; 1. utilisation rationnelle des ressources en eau, 2. exploitations agricoles et d'levage sans irrigation, et exploitations forestires, 3. dveloppement industriel. Les ressources en eau de la partie suprieure du Bassin du Fleuve Bermejo, en Argentine et en Bolivie, ayant t tudies antrieurement (1971-73), le travail actuel a conduit une connaissance du Bassin en son entier, ce qui permettra de planifier son dveloppement de faon intgre.
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
Prefacio El Programa de Desarrollo Regional (PDR) de la Secretara General de la Organizacin de los Estados Americanos y la Sub-Secretara de Recursos Hdricos del Ministerio de Obras Publicas de la Repblica Argentina, tienen la satisfaccin de poner a disposicin de los pases de Amrica Latina esta edicin del informe correspondiente al estudio realizado en la Cuenca Inferior del Ro Bermejo. La participacin de la Secretara General en este estudio se materializ en base a un Acuerdo suscrito con el Gobierno de Argentina el 7 de abril de 1973. El estudio de la Cuenca Inferior del Ro Bermejo represento una segn da fase de los trabajos conjuntos de la OEA y de los Gobiernos Argentino y Boliviano en la Alta Cuenca del Ro Bermejo. A nivel ms amplio, el Estudio forma parte del Programa de la Cuenca del Plata. En la primera fase del trabajo (1971-73) se realiz el estudio de los Recursos Hdricos de la Alta Cuenca del Ro Bermejo, que se ubica en territorios de las Repblicas de Argentina y Bolivia. En su contenido se dio particular nfasis a la planificacin del uso de los recursos hdricos, sin desatender los aspectos de planeamiento del desarrollo de la regin dentro de la cual se inscriben aquellos usos. La primera fase del estudio fue concluida en junio 1973 y el informe final fue publicado por la OEA en 1974. La segunda fase de los trabajos, en este caso Argentina-OEA, en la Cuenca Inferior del Ro Bermejo emana de la necesidad de considerar en con junto las posibilidades de todo el sistema hidrogrfico del ro Bermejo, habida cuenta de que el Estudio de la Alta Cuenca constitua una primera etapa de la investigacin y que sus conclusiones en materia de utilizacin y optimizacin de los recursos hdricos deberan compatibilizarse con las potencialidades y demandas de la cuenca inferior. El rea asignada a la segunda fase del estudio totaliza 140 000 km 2 y est situada en la zona norte de la Repblica Argentina, abarcando parte de las provincias de Jujuy, Salta, Santiago del Estero, Chaco y Formosa. Para la programacin de alternativas, se zonific la Cuenca en base a los potenciales de recursos naturales. Luego, y para las distintas zonas, se establecieron alternativas de usos de dichos recursos, las cuales se clasificaron en tres grandes grupos: alternativas de utilizacin de los re cursos hdricos; alternativas de explotacin agropecuaria de secano y explotacin forestal; promocin de la agroindustria. Estas alternativas pueden combinarse para optimizar los efectos que se pretende obtener con la explotacin de los recursos naturales; los lmites estarn dados por los condicionantes tcnicos de los proyectos involucrados. Estos grandes grupos de alternativas de aprovechamiento de los recursos fueron a su vez subdivididos segn sus caractersticas de uso intensivo, semiintensivo y extensivo, y segn sus efectos sobre la redistribucin espacial de la actividad econmica y social. Luego, y dentro de esta gama de posibles alternativas, se preidentificaron proyectos de aprovechamiento de los recursos. Finalmente, y al nivel de cada zona, las alternativas y los proyectos fueron evaluados en base a su impacto sobre los aspectos econmicos y sociales. Todo ello permite presentar a consideracin de las Autoridades Nacionales y Provinciales un conjunto de posibles aprovechamientos que facilite la toma de decisiones y permita la seleccin de los proyectos de desarrollo a ser ejecutados. El producto final de la primera fase se presenta en tres volmenes: 1. Informe General; 2. Recursos Hdricos y 3. Recursos de la tierra. El presente volumen constituye una sntesis de la investigacin total y con la secuencia de sus componentes se pretende dar al lector una visin ordenada de los resultados obtenidos durante el Estudio. Los captulos II y III se refieren a los aspectos descriptivos que caracterizan la regin, tanto desde el punto de vista fsico como socioeconmico. En los captulos IV y VIII se resean los recursos productivos, destinndose los dos primeros captulos a los recursos naturales renovables en los que se tratan sus disponibilidades, usos actual y potencial y problemas de manejo. Los dos captulos siguientes tratan de los recursos humanos, su distribucin y estructura ocupacional y de la estructura econmica regional desglosada en actividades primarias y secundarias. Los captulos IX y X se destinan al estudio de los factores que condicionan el futuro desarrollo regional. El primer grupo de factores se deriva del anlisis de la demanda nacional y regional de productos agropecuarios y forestales; el segundo grupo proviene de la consideracin de las metas propuestas, y de los programas promovidos por el Gobierno a los niveles nacionales y regionales; el ultimo grupo de factores se relaciona con la evaluacin del actual marco jurdico institucional. Los captulos XI, XII y XIII constituyen el producto propiamente dicho, con el cual se presenta a consideracin de las autoridades las diferentes alternativas y proyectos identificados y su evaluacin espacial distribuida en las 6 zonas de desarrollo en que se juzgo conveniente dividir el rea. Finalmente se ha reservado el captulo XIV para las recomendaciones que deberan implementarse a corto y mediano plazo, con vistas a asegurar la complementacin de los estudios y la ms rpida definicin de un plan de desarrollo. Obvio es sealar que la informacin que se presenta en este volumen tiene carcter de sntesis. Sin perjuicio de la que se vuelca en los volmenes 2 y 3 - y que trata especficamente de los recursos naturales renovables - queda en los archivos en Buenos Aires una serie de monografas, informes sectoriales y registros de informacin procesada. Todo ello constituye un valioso material de consulta para profundizar el conocimiento de los diferentes temas. Cabe sealar que el producto de esta primera fase no significa haber agotado los temas de investigacin. La magnitud del rea estudiada y las dificultades de acceso a varias zonas de la misma obligo a planificar cuidadosamente las operaciones de campo en forma de obtener progresivamente resulta dos que permitieran, por una parte, ir identificando valores potenciales en los que se justifiquen esfuerzos posteriores de investigacin y por otra, descartar sectores geogrficos cuyas posibilidades en recursos naturales y/o en facilidades de aprovechamiento fueran escasa o prcticamente nulas. Todo ello confirma la importancia de emprender de inmediato estudios que permitan arribar a la seleccin final de los proyectos y con ello ir configurando un plan de desarrollo para la regin. En mayo 1976 el Gobierno Argentino dio su aprobacin a la versin preliminar del presente informe. Adems, autoriz al Programa de Desarrollo Regional de la OEA para imprimir un numero tal de ejemplares que permita su di fusin entre los pases del hemisferio. Se espera que los resultados del presente trabajo sean de inters a los pases de la Cuenca del Plata y de Amrica Latina. Kirk P. Rodgers Director Programa de Desarrollo Regional
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
Sumario i. Origen y objetivos del Estudio El 7 de abril de 1973 el Gobierno de Argentina y la Secretara General de la Organizacin de los Estados Americanos suscribieron un Acuerdo de Asistencia Tcnica para ejecutar el Estudio de la Cuenca Inferior del Ro Bermejo (CIRB) y Programacin para su Desarrollo. A corto plazo, los objetivos principales eran el conocimiento de las posibilidades del sistema hidrogrfico relativo a los tramos medio e inferior del ro Bermejo y la indicacin de reas ms adecuadas para el desarrollo regional en el contexto del desarrollo global del pas. En cuanto a su alcance, el Estudio se traduca en una investigacin de los recursos naturales a nivel de reconocimiento, as como la identificacin de proyectos y el enunciado de las bases tcnicas y recomendaciones necesarias para orientar la toma de decisiones del Gobierno respecto del desarrollo de la regin. Todo ello en correspondencia con una zonificacin socioeconmica resultante de la situacin actual y de las previsiones derivadas de los planes nacionales y provinciales. ii. Principales caractersticas fsicas del rea El ro Bermejo desagua en el ro Paraguay y por este en el Paran, formando parte por lo tanto del gran sistema hidrogrfico del ro de La Plata, cuya cuenca drena aproximadamente el 207% de la superficie del continente sudamericano, hacia el Ocano Atlntico. El rea asignada al Estudio totaliza 140 000 km 2 y est situada en la zona norte de la Repblica Argentina abarcando parte de las provincias de Jujuy. Salta, Santiago del Estero, Chaco y Formosa. Limita al este con la Alta Cuenca, al norte con la lnea frrea Embarcacin-Formosa, al oeste con los ros Paraguay y Paran y al sur con la lnea frrea Barranqueras-Metn. El rea de drenaje que correspondera al tramo inferior del ro Bermejo es de difcil definicin geogrfica, como consecuencia de la escasa pendiente en el sentido norte-sur. Se estima que su superficie constituye el 31% del rea del Estudio. El clima de la CIRB puede definirse como subtropical con estacin seca en el centro y oeste. Las temperaturas medias anuales oscilan entre 21C y 24C con mximas y mnimas del orden de 45C y -6C respectivamente. Las mayores variaciones se producen de norte a sur. El campo de variacin de la precipitacin media muestra mximas de 1500 y 1700 mm en los lmites este y sudoeste respectiva mente y mnimas de 500 a 600 mm en la zona noroeste. El perodo de menor precipitacin (7% del total) se presenta de junio a agosto. La red hidrogrfica de la CIRB est constituida por el ro Bermejo propiamente dicho, con escasos afluentes directos, por las subcuencias de afluencia temporaria como la de los ros Seco, Dorado y del Valle y por la sucesin de ros y arroyos, esteros y caadas que drenan directamente hacia el Sistema Paraguay-Paran. En funcin de la fisiografa y comportamiento del cauce, el ro Bermejo vara a lo largo de su recorrido (1188 km). De una manera general puede decirse que a medida que el ro corre hacia abajo de Junta de San Francisco su cauce se va estrechando, la velocidad se hace ms lenta, la altura de las barrancas crece y el material del lecho es ms fino. Durante el recorrido del ro Bermejo se producen perdidas por infiltracin y desbordes en pocas de crecida. En pocas de estiaje recibe aportes de agua subterrnea. La mayor parte del rea del Estudio se ubica en la denominada Llanura Chaquea, que hacia el este termina en la planicie aluvial del ro Paraguay. La interpretacin fisiogrfica demuestra que el rea presenta un modelado de carcter fluvial en el que se han reconocido tres niveles en correspondencia con perodos de agradacin alternados con perodos de estabilizacin. iii. Caractersticas socioeconmicas Las trabas estructurales que dificultan el desarrollo de la regin estn reflejadas en el pobre comportamiento de los indicadores relativos a niveles de produccin, intercambio, empleo, condiciones sociales y dotacin de infraestructura publica. La regin participa apenas con el 27% del producto bruto nacional, siendo la agricultura chaquea el rubro de mayor importancia. El producto per cpita regional es del orden de $2 300 anuales (pesos de 1960), lo que representa el 38% del producto per cpita nacional. Pese a su participacin declinante respecto del PBR, el sector agropecuario es el ms importante. La regin exporta algodn, tanino y, en menor medida, ganado, frutas y hortalizas, con destino a otras reas nacionales de mayor desarrollo relativo. En 1970 el rea integrada por todos los departamentos de la CIRB tena 788 880 habitantes, que representa el 60,2% de la poblacin correspondiente a las provincias de Salta, Chaco y Formosa y el 3,4% de la del pas. Las mayores concentraciones estn en la zona este (65% del total) dentro de la cual se encuentran las ciudades ms importantes. Para el perodo 1960-70 la tasa de crecimiento de la poblacin fue de 13,2%, algo menor de la del pas (15,4%). La distribucin en 1970 acusaba un 55% de poblacin urbana. El rea abarcada en el estudio en su mayor parte fue abierta a la colonizacin a partir de comienzos de siglo. En el perodo transcurrido el Gobierno Nacional ha realizado importantes inversiones en infraestructura, y en ella se han establecido algunos centros poblacionales de importancia regional, pero todava constituye una regin largamente inexplotada. iv. Recursos naturales disponibles Los recursos hdricos superficiales atribuidos al ro principal estn sujetos a la significativa variacin estacional que condiciona las descargas de la Alta Cuenca. En la situacin actual las estadsticas acusan caudales medios mensuales de 1 140 m 3 /s y 39 m 3 /s en crecida y estiaje respectivamente, con mnimos diarios inferiores a 15 m 3 /s. A efectos del mximo uso potencial, se debe considerar el mes crtico, el cual se encuentra en el perodo setiembre/noviembre segn sea la zona climtica que se considere. Con el ro Bermejo sin regular, la disponibilidad para uso consuntivo se ha estimado en 13 m 3 /s en El Yacar, habida cuenta de los caudales derivados aguas arriba, con lo cual es posible atender el riego de 35 000 ha. Ello sin perjuicio de otras fuentes independientes, como es el caso de las subcuencas de los ros Dorado y del Valle, que permiten almacenar agua para el riego de 38 200 ha. Con el ro Bermejo regulado por el embalse de Zanja del Tigre y en las condiciones de demanda proyectadas, es posible disponer de 143 m 3 /s a la salida del embalse, al que debe deducirse las perdidas por infiltracin y el caudal destinado a mantener un estiaje mnimo en el ro, llegndose as a 77 m 3 /s en El Yacar. La superficie total regable con esta ltima hiptesis ascendera a ms de 300 000 ha incluidas las que se atienden con fuentes independientes (recursos propios). En la mayor parte de la CIRB el agua subterrnea constituye actualmente el principal recurso para abastecimientos (municipal, domestico y ganadero). La disponibilidad es limitada y los pozos de napa libre suministran caudales de 0,3 lt/s. Algo ms del 27% de la superficie total de la CIRB est ocupada por Grupos de la Tierra de primer y segundo orden para el desarrollo agrcola. El total de Grupos aptos para el desarrollo agrcola (A + B + C) representa el 51,4%. Se estima que aproximadamente el 20% de los suelos relevados presenta salinidad en grados que afectan los rendimientos de numerosos cultivos. Las provincias que integran la CIRB poseen el 50% de la superficie de bosques naturales de produccin maderable del pas y producen ms del 30% de las extracciones nacionales. Para los principales productos de la zona (rollizos para tanino, lea, carbn, durmientes y postes) este porcentaje llega al 45% del total nacional. El anlisis cualitativo de la explotacin regional indica que sus productos tpicos sufren muy escaso proceso de transformacin y solo excepcionalmente son utilizados como materia prima en la industria de la madera y otras derivadas. v. Alternativas de desarrollo regional Para la tarea de programacin de alternativas se procedi a zonificar la Cuenca en base a criterios combinados de ocupacin actual del espacio y de desarrollo potencial de los recursos. En esta forma se diferenciaron seis zonas: las tres primeras corresponden a la mitad este de la Cuenca; las otras tres forman la mitad oeste. Sus rasgos principales se especifican a continuacin: Zona I rea ganadera de la Cuenca; sede del grueso de la actividad econmica y administrativa de la regin, lo que significa un importante peso de poblacin urbana; Zona II rea de transicin: presenta caractersticas de zona mixta agrcola y ganadera; Zona III abarca parte del rea central agrcola del Chaco donde predominan explotaciones medianas de cultivos industriales de secano; Zona IV es frontera de expansin de la actividad agropecuaria de secano de las zonas II y III; Zona V es una zona de escasa ocupacin, con falta de infraestructura y de agua; Zona VI es en su mayor parte similar a la zona anterior, pero tiene mayor disponibilidad de aguas y es sede de una pujante actividad agrcola en las reas vecinas de Oran y Embarcacin. Los criterios que se han considerado ms relevantes para delimitar las alternativas posibles de aprovechamiento de los recursos fueron la intensidad de uso y los efectos espaciales. As, el criterio de intensidad del uso del suelo en el triple sentido de inversin, ocupacin y producto por unidad de superficie, ha sido utilizado para agrupar las alternativas en extensivas, semiintensivas e intensivas. Por otra parte, los aspectos espaciales se han tenido explcitamente en cuenta distinguindose una alternativa de otra segn sus efectos en la redistribucin espacial de la actividad econmica y social, por lo que las alternativas de carcter intensivo, semiintensivo e intensivo se clasifican a su vez en alternativas de alto y bajo impacto espacial. Por ultimo, del conjunto de aprovechamientos de recursos naturales, se han considerado por separado los que se aplican a los recursos hdricos; asimismo, se ha procedido con el posible fomento de la agroindustria regional. Para cada una de las zonas especificadas anterior mente, se han reconocido las alternativas de desarrollo de sus recursos naturales, avanzndose, con diferente grado de aproximacin, en la identificacin de proyectos correspondientes a dichas alternativas. Las alternativas y proyectos se presentan en tres grandes grupos, los cuales se detallan a continuacin: a) Aprovechamientos hdricos Al considerar la disponibilidad de recursos hdricos se aprecia que, siendo su utilizacin actual casi nula, su potencial expresado en una superficie regable de 300 000 hectreas constituye por s sola una alternativa de desarrollo regional, con uso intensivo de los recursos naturales. Sin embargo, dado que el riego dara servicio al 6% de las tierras aptas para el desarrollo agrcola, existen diferentes alternativas de eleccin de las reas a regar. As, el riego es una opcin ms entre las existentes en las zonas que tienen pocas restricciones para la actividad de secano, ya que stas pueden extender o mejorar su produccin sin recurrir a el. En este caso, el riego, al permitir mayor diversificacin y mayores rendimientos constituira una "alternativa de intensificacin de la produccin agropecuaria bajo riego". En cambio, existen zonas donde las caractersticas climticas limitan severamente la actividad agropecuaria de secano reducindola a la ganadera y al desarrollo de una limitada gama de cultivos. En estas zonas, el riego aparece como una de las pocas alternativas de ocupacin del espacio y la nica de carcter intensivo con mayores niveles de densidad demogrfica y productiva; constituye por lo tanto "una alternativa de ocupacin agropecuaria bajo riego". Dado que las restricciones climticas crecen de este a oeste, la alternativa de intensificacin agropecuaria se ubica en las zonas I, II y III, y tendr bajos impactos en la redistribucin espacial de la actividad productiva; los proyectos de riego identificados en estas zonas son los de: Tres Isletas (III), Dibogn y Ro de Oro (II), Puerto Velaz y agua subterrnea de Margarita Beln (I). La alternativa de ocupacin agropecuaria responde a las caractersticas de las Zonas IV, V y VI, y su implementacin implica un alto impacto en la distribucin espacial del desarrollo. Los proyectos zona les identificados son los de: riego de 135 000 hectreas y riego por agua subterrnea en el rea de Embarcacin-Yuchn (IV); Laguna Yema (V); Zanja del Tigre, Urizar, Ro Dorado del Valle, agua subterrnea de Luis Burela - Pozo Cabado y Joaqun V. Gonzlez (VI). b) Explotaciones agropecuarias de secano y explotaciones forestales Los aprovechamientos hdricos pueden acaparar gran parte de los fondos y de los recursos humanos disponibles para el desarrollo; la explotacin agro pecuaria de secano y la actividad forestal definen por lo tanto nuevas opciones que se especifican a continuacin, las cuales tendrn, segn la localizacin de los proyectos, altos o bajos efectos sobre el espacio: - alternativa intensiva con bajos efectos espaciales: para la cual se han identificado proyectos de expansin de la produccin citrcola, del rea bananera y de los cultivos industriales (Zona I); y proyectos de diversificacin agrcola en pequeos predios (Zona II) y de expansin de la produccin porcina (Zona III). - alternativa semiintensiva con altos efectos espaciales, que incluye: un plan rotacional agrcola-ganadero (Zona VI) y un proyecto de explotacin forestal (Zonas IV, V, VI); - alternativa semiintensiva con bajos efectos espaciales: esta alternativa comprende un plan rotacional agrcola-ganadero y un proyecto de cuenca lechera (Zona II); el Plan de Colonizacin de la Provincia del Chaco (Zonas II, III, IV); y un proyecto de engorde de novillos en explotaciones agrcolas (Zona III). - alternativa extensiva con altos efectos espaciales, que incluye los siguientes proyectos: engorde de novillos en regin semirida y proyecto forestal-ganadero- agrcola (Zona IV); colonizacin del noroeste de Santiago del Estero, manejo racional del ganado caprino y manejo ganadero en zonas de monte (Zona V); - alternativa extensiva con bajos efectos espaciales, que comprende los proyectos de uso y manejo de esteros y caadas (Zona I), y de incremento en la produccin de rodeos de cra (Zona II). c) Desarrollo industrial El crecimiento de la oferta de trabajo en los centros urbanos regionales, as como la disponibilidad de materias primas agropecuarias que actualmente se industrializan fuera de la regin, posibilitan el desarrollo de la agroindustria. Se ha prestado asistencia preferente a la promocin de tres reas; dos de ellas en la Zona I: Resistencia-Barranqueras y Formosa, y la otra en la Zona III: Roque Senz-Pea. En el rea industrial Resistencia-Barranqueras se sugiere un conjunto de proyectos en las ramas de: textiles e industrias de cuero; alimentos y bebidas, industria y productos de madera, productos qumicos e industrias metlicas. Con la implementacin de dichos proyectos se dara ocupacin a un mnimo de 1 300 personas. En el rea industrial Formosa se han seleccionado algunas industrias que cuentan con ventajas para su localizacin en la zona, y generaran alrededor de 225 empleos; entre ellas se destacan: una planta de procesamiento de legumbres secas, una planta procesadora de productos ctricos, una planta climatizadora de bananas. En el rea industrial Roque Senz-Pea se recomiendan los siguientes proyectos: instalacin de una hilandera de algodn; fbrica de alimentos balanceados; industria del parquet; planta de madera aglomerada; molino de harina de trigo; fbrica de zapatos; productos cermicos para construccin. La implementacin de estas propuestas entraara la creacin de unos 400 empleos aproximadamente. Las alternativas y proyectos anteriores fueron evaluados segn su impacto sobre los aspectos econmicos y sociales de la Regin. Los parmetros de evaluacin fueron agrupados en: uso de los recursos naturales, requerimientos de infraestructura publica, impacto econmico, impacto tecnolgico, impacto social, impacto espacial, formas de organizacin productiva requeridas, costos pblicos, costos privados y costos sociales. Todo ello permite presentar a la consideracin de las autoridades nacionales y provinciales un conjunto evaluado de aprovechamientos posibles que facilita la toma de decisiones.
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
I. Introduccin 1.1 Origen y objetivos del estudio 1.2 Desarrollo del estudio 1.3 Organizacin tcnica del estudio 1.4 Antecedentes 1.1 Origen y objetivos del estudio El 7 de abril de 1973 el Gobierno de la Repblica Argentina y la Secretara General de la Organizacin de los Estados Americanos, suscribieron el Acuerdo de Asistencia Tcnica para la ejecucin del Estudio de la Cuenca Inferior del Ro Bermejo y Programacin para su Desarrollo. En la parte expositiva del Acuerdo se destaca el inters del Gobierno en completar el conocimiento de la Cuenca, cuya zona alta - compartida con la Repblica de Bolivia - estaba siendo estudiada en base a las resoluciones adoptadas en la II y III Reunin de Cancilleres de los Pases de la Cuenca del Plata. Asimismo, las Partes signatarias del Acuerdo estimaron de la mayor importancia considerar en conjunto las posibilidades del sistema hidrogrfico del Ro Bermejo, habida cuenta de que el Estudio de la Alta Cuenca constitua una primera etapa de la investigacin y que sus conclusiones en materia de utilizacin y optimizacin de recursos hdricos deberan compatibilizarse con los resultados del nuevo estudio. El Acuerdo establece como objetivos a corto plazo: conocer las posibilidades del sistema hidrogrfico representado por los tramos medio e inferior - especialmente en lo que concierne a abastecimiento de agua a poblaciones, regularizacin del cauce, control de sedimentos, regado y transporte fluvial - e indicar las reas ms adecuadas para el desarrollo regional del mencionado sistema, en el contexto del desarrollo global del pas. 1.2 Desarrollo del estudio 1.2.1 Esquema institucional 1.2.2 Perodo julio 1973 - julio 1974 1.2.3 Perodo agosto 1974 - setiembre 1975 1.2.1 Esquema institucional Tal como resulta del Acuerdo de Asistencia Tcnica, los organismos principales que participaron como responsables por las Partes fueron, por el Gobierno, el Instituto Nacional de Ciencia y Tcnica Hdricas (Subsecretara de Recursos Hdricos, Secretara de Estado de Recursos Naturales y Ambiente Humano, Ministerio de Economa) y por la Secretara General de la OEA, el Programa de Desarrollo Regional. A nivel nacional el INC y TH celebro un acuerdo con el Consejo Federal de Inversiones para la administracin de los servicios de contrapartida a que se refiere el apartado II-B del artculo 4 del Acuerdo de Asistencia Tcnica. Asimismo - y por tratarse de una cuenca hidrogrfica de jurisdiccin interprovincial - las autoridades nacionales del Estudio actuaron en estrecho contacto con el Comit de Cuenca Hdrica del Ro Bermejo. La Unidad Tcnica del Estudio, integrada con tcnicos nacionales y extranjeros, opero bajo la direccin conjunta del Director Nacional y del Jefe de Misin de la OEA, en lo que se refiri a la coordinacin general y supervisin de las operaciones. A nivel operativo, los sectores del estudio que movilizaban personal tcnico profesional con diferentes reas de responsabilidad, tuvieron a su frente coordinadores. Dichas funciones correspondieron a tcnicos de ambas Partes en los casos de evaluacin de recursos hdricos y de la tierra y tcnicos argentinos exclusivamente en los sectores de socioeconoma y de cartografa y dibujo. 1.2.2 Perodo julio 1973 - julio 1974 Las operaciones preliminares ocuparon el segundo semestre de 1973 y durante ese perodo las Partes fueron integrando el personal de la Unidad Tcnica y disponiendo las facilidades administrativas y logsticas que requeriran las operaciones de campo. Quedo instalada la Misin de Asistencia Tcnica y el Gobierno acondiciono la sede principal del Estudio en la ciudad de Buenos Aires. Asimismo, durante el segundo semestre de 1973 se efectu la recopilacin y clasificacin de antecedentes relativos a la evaluacin de recursos natura les y se iniciaron investigaciones sobre diagnstico socioeconmico regional. En fechas 14 de setiembre y 16 de octubre el Gobierno comunico formalmente algunos criterios para la planificacin del Estudio y el marco preferencial de sus objetivos. En particular y como consecuencia de dichas comunicaciones, quedo definida el rea del Estudio con los siguientes lmites: por el oeste la Alta Cuenca del Ro Bermejo; por el norte la lnea frrea Embarcacin-Formosa, por el este los ros Paraguay y Paran y por el sur la lnea frrea Metn-Barranqueras. La superficie resultante ascendi as a 140 000 km 2 , lo cual significo un incremento de ms de 200% respecto de la indicada en la solicitud del Gobierno que motivo el Acuerdo de Asistencia Tcnica (45 000 km 2 ). En diciembre de 1973 la Comisin Ejecutiva efectu su segunda reunin y aprob el Plan de Trabajo, en el que se estableca un plazo de 21 meses para las operaciones definitivas, desglosadas estas en la si guente secuencia: 1. Anlisis de la situacin actual 2. Evaluacin de recursos 3. Anlisis de demanda 4. Planes alternativos 5. Plan de desarrollo 6. Informe final En la citada reunin quedo convenido que, en razn del significativo incremento del rea a estudiar que haba solicitado el Gobierno, era necesario una mayor contribucin relativa de la contrapartida nacional en comparacin con la registrada en el anterior estudio de la Alta Cuenca, a efectos de no dilatar el plazo y para no acrecentar los recursos a que se comprometa el organismo internacional cooperante. Durante el primer semestre de 1974 se iniciaron las actividades de campo. En forma simultnea el Gobierno celebro acuerdos con las provincias involucradas, a efectos de asegurar la participacin de personal especializado de contrapartida y el uso de facilidades locales. En base a ello quedaron sucesivamente instaladas oficinas de campo en Resistencia, Salta y Formosa desde las cuales se desplazaban los equipos responsables de la evaluacin de re cursos naturales, particularmente los de suelos, hidrogeologa e hidrologa. Durante el primer semestre de operaciones definitivas el proceso de avance en las diferentes actividades, fue lento como consecuencia de no haberse con solidado an el aparato administrativo del Estudio y la integracin de las actividades de campo con la sede principal de Buenos Aires. Asimismo, gran par te de las facilidades en personal y equipos fueron obtenidas en el segundo perodo. 1.2.3 Perodo agosto 1974 - setiembre 1975 El Acuerdo estableci que el Estudio buscara el formular proyectos especficos de desarrollo, dentro de un plan general de desarrollo regional y de acuerdo con criterios econmicos establecidos por el Gobierno. Sin embargo, en el curso del ao 1974, el Gobierno Argentino pidi que se introdujeran ciertas modificaciones en el programa de actividades, parcialmente como resultado del mejor conocimiento del rea del Estudio gracias a los resultados del perodo anterior. El Gobierno no provey los criterios econmicos y reservo para s, en una etapa posterior a la presentacin del informe, la formulacin de un plan de desarrollo regional. El Ajuste al Plan de Trabajo, que segua los deseos expresados por el Gobierno, fue aprobado por la Comisin Ejecutiva y contemplo el inters del Gobierno en cuanto a los servicios de asistencia tcnica que deba proporcionar la OEA. Como consecuencia de este cambio de orientacin, no se incluyen en el Estudio alcances de trabajo para estudios de factibilidad de proyectos especficos de inversin para someter a las agencias de financiamiento. De acuerdo con los nuevos trminos, quedo definida una primera fase de investigaciones - cuyo resultado constituye el motivo del presente informe final - en la cual la secuencia de tareas est dada por: 1. Anlisis de la situacin actual 2. Evaluacin de recursos 3. Identificacin de proyectos 4. Alternativas de desarrollo 5. Informe final Con este planteo, se pretende entregar a las autoridades nacionales y provinciales, un conjunto evaluado de antecedentes fsicos, econmicos y sociales que permita reconocer las grandes alternativas de desarrollo abiertas a la regin, destacando sus potencialidades y limitaciones, de modo tal que puedan seleccionarse a posteriori aquellas que ms se ajusten a la orientacin que deba imprimirse a la regin o establecerse prioridades entre ellas. En esta forma, y al mismo tiempo que pueden abrirse inmediatas vas de accin, estudios posteriores llevarn dichas alternativas a un nivel de detalle acorde con la elaboracin de un plan de desarrollo regional. Durante este perodo de actividades (1974/75) se efectu el mayor progreso en todos los sectores. Mediante una significativa concentracin de recursos humanos y financieros se completaron los trabajos de campo y se proces en gabinete la informacin obtenida. Al mismo tiempo los sectores aplicados a la identificacin de proyectos y preparacin de alternativas, dieron termino a su labor de acuerdo con el plan reajustado. 1.3 Organizacin tcnica del estudio 1.3.1 Comisin Ejecutiva 1.3.2 Unidad Tcnica 1.3.3 Instituciones colaboradoras En base a los trminos del Acuerdo de Asistencia Tcnica de 7 de abril de 1973, la organizacin que tuvo a su cargo la realizacin de las tareas del Estudio, se integro con una Comisin Ejecutiva responsable de la formulacin general de las operaciones y una Unidad Tcnica que agrupo al personal nacional y a los consultores de OEA. 1.3.1 Comisin Ejecutiva Estuvo integrada por los Sres. Dr. Julio C. HUIDOBRO SARAVIA, Sub-secretario de Recursos Hdricos (Argentina) y Kirk P. RODGERS, Director del Departamento de Desarrollo Regional (OEA). En el periodo julio 1973 a junio 1974 actu por Argentina el Dr. Herminio PEREZ, Presidente del Instituto Nacional de Ciencia y Tcnica Hdricas. En las reuniones participo asimismo por OEA el Ing. Newton V. CORDEIRO en carcter de alterno y como Director del Programa Cuenca del Plata de dicha Organizacin. La Comisin celebro ocho reuniones en el perodo comprendido entre octubre 1973 y setiembre de 1975. 1.3.2 Unidad Tcnica 1.3.2.1 Contrapartida nacional Argentina 1.3.2.2 Misin internacional de asistencia tcnica 1.3.2.3 Grupos de trabajo La Co-Direccin de las operaciones estuvo a cargo del Ing. Hid. Pedro I. GINER (Argentina) y del Ing. Civ. Conrado SERRENTINO (OEA). Durante los perodos setiembre-octubre 1973 y octubre 1973-julio 1974 actuaron como Directores Nacionales los Ings. Juan ZOLYOMI (Interino) y Alberto SALVAY respectivamente. A continuacin se citan los tcnicos profesionales que integraron la Unidad Tcnica; para los funcionarios de contrapartida se indica adems el Gobierno provincial coparticipante o los organismos nacionales que facilitaron la adscripcin o colaboracin de los mismos. Asimismo y aunque no se citan por sus nombres, corresponde destacar dentro del personal nacional a un conjunto de funcionarios tcnicos subprofesionales, administrativo y de servicio, sin cuya colaboracin este Estudio no hubiera podido realizarse. 1.3.2.1 Contrapartida nacional Argentina Director: Pedro I. GINER ADAMOLI, Jorge CFI AGRIELLO, Juan J. CFI BALVE, Beba C. CFI BAR, Toms M. CFI BELAUSTEGUI, Humberto de CFI BINAGHI, Ral Chaco BITESNIK, Hugo INC y TH CASTRO, Jorge CFI CORREA, Martn INCyTH CHAFATINOS, Teodoro Salta DELSSIN, Juan F. Chaco ELICABE, Ricardo CFI FERRER, Jos UNLP FERRERO, Abel Chaco FUENTES GODO, Pedro UNNE GAUNA, Hugo Formosa GAZIA, Nlida CFI GOMEZ, Ins CFI GUTMAN, Pablo CFI HERRERA, Gladys Salta IRISARRI, Jorge CFI KIENITZ, Alejandro CFI KREIMER, Roberto DNG y M LOPEZ ORBEA, Dora CFI LOMBARDERO, Adolfo INC y TH LORENZO, Flix Salta MANFREDI, Jorge A y EE MARQUEZ, Gerardo Salta MEDINA, Lzaro INC y TH MENDIA, Juan CFI MOREIRA, Anglica CFI MORGAN, Guillermo Formosa NADIR, Armando Salta OCARANZA, Adelqui Salta PASINI, Norberto CFI PATIO, Carlos Chaco PEON, Carlos Chaco PFANDER, Carlos INC y TH QUIROGA, Omar CFI RIOS, Agustn Chaco ROCCA, Enrique UNJ SALVATORE, Sergio CFI SANCHEZ, Roberto UNLP SCHAEFER, Pedro Formosa SCHROEDER, Carlos INC y TH SERRA, Alfredo CFI TORRES, Eduardo Salta TORTAROLO, Alfredo CFI VEGA, Julio A. de la CFI ZABALETA, Marta CFI ZAPPI, Carlos CFI VALLS, Mario F. CFI 1.3.2.2 Misin internacional de asistencia tcnica Jefe de Misin: Conrado SERRENTINO (Uruguay) BRAUN, Eitel G. Brasil FERNANDEZ, Patricio Chile FRANCA, Nelson da Brasil GARCIA, Rmulo Chile KLEIMAN, Pablo Chile MADDOCK, Thomas EE.UU. MAFFUCCI, Eugenio Argentina MARIN, Juan C. Argentina NIEMEYER, Hans Chile PICCHETTI, Irma N. de Argentina RITTER, John EE.UU. ROFMAN, Alejandro Argentina SEGEREN, Wil Holanda WEEDA, Aernout Holanda 1.3.2.3 Grupos de trabajo Los diferentes sectores tcnicos del Estudio desarrollaron sus actividades de acuerdo con la siguiente distribucin: Sector OEA Contrapartida Nacional Evaluacin de recursos hdricos Coordinacin general N. da Franca C. Schroeder Estudios especficos I. N. de Picchetti R. Binaghi H. Bitesnik M. Correa A. Kienitz R. Kreimer F. Lorenzo G. Mrquez L. Medina J. de la Vega Evaluacin de recursos de la tierra Coordinacin general E. G. Braun J. Ferrer R. Snchez Estudios especficos A. Weeda J. Admoli T. Chafatinos J. Delssin R. Elicabe P. Fuentes Godo H. Gauna N. Gazia I. Gmez G. Herrera J. Irisarri J. Menda A. Moreira G. Morgan A. Nadir A. Ocaranza C. Patio A. Ros E. Rocca P. Schaefer E. Torres Desarrollo de recursos hdricos R. Garca A. Ferrero H. Niemeyer D. Lpez Orbea J. Ritter J. Manfredi W. Segeren A. Serra C. Zappi Estudios socioeconmicos Coordinacin general P. Gutman Estudios especficos P. Fernndez J. Agriello E. Maffucci B. Balv J. C. Marn T. Bar A. Rofman H. de Belustegui A. Lombardero S. Salvatore A. Tortarolo M. Zabaleta Estudios jurdicos (Area Institucional del CFI) C. Chacn C. Mayer M. Valls J. Castro Asesores L. Fahey N. Pasini T. Maddock P. Kleiman Cartografa y dibujo Coordinacin general C. Pfander 1.3.3 Instituciones colaboradoras A continuacin se mencionan las instituciones que colaboraron con el estudio sea facilitando personal para la Unidad Tcnica, sea por prestacin de servicios de apoyo logstico o de informacin. - Instituciones nacionales Agua y Energa Elctrica Banco Ganadero Argentino, Servicio de Investigaciones Econmicas Banco Nacional de Desarrollo, Jefatura de la Divisin de Asuntos Regionales Confederacin General Econmica, Centro de Documentacin Direccin Nacional de Construcciones Portuarias y Vas Navegables Direccin Nacional de Hidrocarburos Instituto Nacional de Estadstica y Censos (INDEC) Instituto Nacional de Ciencia y Tcnica Hdricas (INC y TH), Departamento de Hidrologa Instituto Geogrfico Militar Instituto Nacional de Tecnologa Agropecuaria (INTA) EERA Cerrillos (Salta) EERA El Colorado (Formosa) EERA Senz Pea (Chaco) Agencia de Extensin Ibarreta (Formosa) Agencia de Extensin Orn (Salta) Agencia de Extensin San Martn (Chaco); Agencia de Extensin Senz Pea (Chaco) Grupo de Programacin Regional (Chaco) Junta Nacional de Carnes Junta Nacional de Granos Ministerio de Bienestar Social, Subsecretara de Salud Publica, Sub-rea de Recursos Fsicos Obras Sanitarias de la Nacin (OSN) ex Oficina de Desarrollo Regional del NEA ex Oficina de Desarrollo Regional del NOA Proyecto GOA/PNUD "Inventario y Desarrollo Forestal del NOA" (IFONA-FM) Secretara de Estado de Agricultura y Ganadera Servicio de Hidrografa Naval Servicio Meteorolgico Nacional Servicio Nacional de Agua Potable y Saneamiento Rural Servicio Nacional de Sanidad Animal Servicio Nacional Geolgico Minero Yacimientos Petrolferos Fiscales (YPF) - Instituciones Provinciales i. Chaco Banco de la Provincia del Chaco Ministerio de Agricultura y Ganadera Direccin de Bosques Instituto de Colonizacin Ministerio de Economa y Obras Publicas Administracin Provincial de Recursos Hdricos Direccin de Estadstica y Censos Direccin de Industrias, Comercio y Transporte Direccin de Planificacin Direccin Provincial de Vialidad ii. Formosa Asesora de Desarrollo, Direccin del Area Estadstica, Censos y Documentacin Banco de la Provincia de Formosa Desmotadora Oficial de El Colorado Direccin Provincial del Algodn Ministerio de Agricultura y Ganadera Subsecretara de Recursos Naturales Direccin de Bosques Direccin General de Colonizacin y Tierras Fiscales Ministerio de Economa, Hacienda y Finanzas Direccin de Industrias iii. Salta Asesora de Desarrollo Secretara de Estado de la Produccin Direccin General de Recursos Naturales Renovables Departamento de Tierras Fiscales Direccin de Colonizacin y Riego Secretara de Estado de Industria y Comercio Direccin de Comercio Direccin de Industrias Secretara de Estado de Obras Publicas Administracin General de Aguas de Salta iv. Jujuy Administracin General de Agua y Energa Asesora de Desarrollo - Instituciones nterjurisdiccionales Comit de Cuenca Hdrica del Ro Bermejo Consejo Federal de Inversiones Fondo Federal de Inversiones - Instituciones universitarias Universidad Nacional de Jujuy Universidad Nacional de La Plata Universidad Nacional del Nordeste Universidad Nacional de Salta - Instituciones privadas Federacin Argentina de Cooperativas Agrarias Sociedad Rural de San Martn (Chaco) Sociedad Rural de Resistencia (Chaco) Unin de Cooperativas Algodoneras (Chaco) Puerto Barranqueras (Chaco) COMEGA S.A. (Chaco) Cmara Regional de la Produccin (Salta) Inmobiliaria del Ro de la Plata S.A. (Salta) Embarcacin S.A. (Salta) 1.4 Antecedentes 1.4.1 Estudio de la Alta Cuenca del Ro Bermejo 1.4.2 Otros antecedentes 1.4.1 Estudio de la Alta Cuenca del Ro Bermejo Tal como se citara anteriormente, este estudio - realizado en el perodo noviembre/70 - junio/73 - constituy la primera etapa de las investigaciones inherentes a la Cuenca del Ro Bermejo. El Informe Final fue distribuido a fines de 1974 y en el se hace una descripcin de los recursos de la Cuenca y de los proyectos especficos y su evaluacin, concluyendo con la presentacin de un plan para el desarrollo y un programa de estudios complementarios. Obvio es sealar el rol que desempea el recurso hdrico en la cuenca alta - o cuenca activa propiamente dicha - a diferencia del que corresponde a los tramos inferiores en donde el curso adopta la tpica configuracin de ro de llanura. Mientras en el primer caso la regulacin de caudales resulta ser, en general, el propsito principal del sistema, en el segundo los aprovechamientos del recurso se destinan en su casi totalidad a uso consuntivo. A lo anterior se suma el hecho de que la Alta Cuenca tiene carcter internacional, abarcando territorios con diferente grado de desarrollo socioeconmico y con muy escasas posibilidades de conciliar metas y objetivos en lo que hace al desarrollo regional y por sectores econmicos. En consecuencia, el desarrollo de aguas y tierras, aun sin constituir un fin "per se", significo el nico denominador comn del Estudio de la Alta Cuenca en relacin con ambos pases y las consideraciones hechas en materia de desarrollo regional global atienden en primer trmino a la confrontacin de oferta y demanda de recursos naturales renovables. Es as que el estudio llega a definir un conjunto de 10 proyectos de presa distribuidos en dos sistemas de aprovechamiento hdrico y tres proyectos aislados. i. Sistema Tarija-Bermejo (internacional). Con las presas, embalses y centrales de Cambari, Astilleros, Las Pavas, Arrazayal y Zanja del Tigre. Este sistema, destinado fundamentalmente a producir energa, es capaz de generar en conjunto 2 200 GWh anuales con lo cual se atenderan las demandas del pico del diagrama de cargas para toda la regin NOA-Tarija hasta por lo menos el ao 1990. Los embalses artificiales creados por las cinco presas regularan los caudales de los ros alcanzando el valor mnimo de 295 m 3 /s en Junta de San Francisco y posibilitan do el regado de 33 600 ha en la Alta Cuenca y no menos de 300 000 ha en la Cuenca Inferior. Es importante sealar que este sistema oficia como regulador de caudales de la zona mas productora de recursos superficiales de la Alta Cuenca (71%), la que a su vez se caracteriza por su menor rango en materias de demandas de uso consuntivo para horizontes de tiempo que llegan al ao 2000. Surge entonces que para considerar las posibilidades de aprovechamientos en la Cuenca Inferior, este sistema juega un papel preponderante y constituye sin duda la infraestructura cuyo grado de implementacin marcara la relacin de dependencia entre ambas cuencas. Al finalizar esta fase de investigacin en la Cuenca Inferior, el Gobierno ha decidido la construccin de la presa en Zanja del Tigre, la obra de mayor en vergadura del Sistema Tarija- Bermejo, cuya capacidad aislada de regulacin es algo menor del 50% del total y permite disponer de un caudal mnimo de aproximadamente 143 m 3 /s en Junta de San Francisco. La decisin respecto del resto de las obras debe ser motivo de acuerdo entre Argentina y Bolivia dado que aquellas estn situadas en la frontera internacional (Las Pavas, Arrazayal y Astilleros) y en territorio de Bolivia (Cambari). ii. Sistema Polo de Desarrollo. Situado totalmente en territorio argentino, incluye la presa y embalse de Las Maderas, la presa y central de Mojotoro y la presa de Vilte. La presa de Las Maderas se encuentra en la etapa final de construccin y el Estudio de la Alta Cuenca contempla su ptima utilizacin en uso mltiple por va del abastecimiento de agua para riego de su zona de influencia y del suministro de agua potable e industrial en la zona del parque industrial de Plpala. La central hidroelctrica de Mojotoro tendra una potencia instalada de 55,2 MW, generando anualmente 113 GWh. El sistema Las Maderas-Mojotoro-Vilte podra asegurar el abastecimiento de ms de 80 000 ha de nuevas reas de riego, sea por uso directo o por reutilizacin de las aguas, distribuidas en la zona del Polo de Desarrollo. iii. Proyectos individuales. Estn representados por la presa y embalse de Ucumazo, la presa y embalse de Santa Rosa y la presa, embalse y central de Yuto. Cada una de tales obras responde a requerimientos de carcter local y la ms importante de ellas es Yuto cuyo aprovechamiento, basado en la regulacin de las aguas del ro San Francisco, tiene un potencial de riego de 84 100 ha y una capacidad de gene racin de 186 GWh anuales. El conjunto de las medidas propuestas en el Plan de Desarrollo, ha tenido en cuenta las prioridades relativas a la Alta Cuenca que implicaban el desarrollo de aprovechamientos hidroelctricos, el control parcial de la erosin hdrica y - en lo que atae al desarrollo integrado de aguas y tierras en Argentina - el autoabastecimiento regional en productos de consumo popular como carne y leche. Tal como se expresa en el informe respectivo, es evidente que, respecto de Argentina, dichas prioridades y por ende la secuencia en el programa de realizaciones, debern armonizarse con el resultado de los estudios de la Cuenca Inferior, particularmente en lo que se refiere a las necesidades de regulacin en correspondencia con los diferentes usos posibles del agua. 1.4.2 Otros antecedentes Al iniciarse el Estudio de la Cuenca Inferior (julio 1973) se realizo un inventario de la informacin existente, inclusive de proyectos de desarrollo realizados o en ejecucin dentro de la zona o en relacin con la misma. En cuanto a los proyectos, el objetivo fue establecer hasta que punto estos disponan de informacin relevante o bien si en su anlisis se haban atendido criterios compatibles con los del Estudio, que hicieran posibles su incorporacin al mismo evitando as la duplicacin de esfuerzos. Al inventario anterior se fueron agregando informaciones producidas por otros organismos durante el desarrollo del Estudio, entre los que se destaca el Plan de Colonizacin para la Reconstruccin Nacional de la Provincia del Chaco, que constituyo uno de los documentos bsicos para orientar el desarrollo agropecuario de una importante zona rural de dicha provincia. A continuacin se resean algunos estudios o proyectos inscriptos en el rea de la Cuenca Inferior y su zona de influencia, los cuales se consideraron significativos como antecedente para este Estudio. i. Estudio de Factibilidad Tecnica-Econmica-Financiera del Aprovechamiento de la Alta Cuenca del Ro Bermejo en la Zona de Oran (Zanja del Tigre). Comisin Nacional de la Cuenca del Plata; por contrato con los consultores Harza Engineering Company, Anlisis y Desarrollo Econmico y Cuyum SATC. Este estudio fue contratado en 1971 y finalizado en 1974 y en el se propone la ejecucin de una obra de embalse sobre el ro Bermejo en la zona denominada Zanja del Tigre. De mltiple propsito, el embalse contempla: generacin de energa hidroelctrica, riego, control de sedimentos y eventualmente control de avenidas. El informe trata de la descripcin y funciones del proyecto y de la economa y financiacin del mismo. La Unidad Tcnica del Estudio hizo uso de los datos correspondientes a la operacin del embalse - para determinar los caudales regulados y aprovechables aguas abajo - y confronto las investigaciones edafolgicas para definir con mayor precisin las reas susceptibles de ser regadas desde el embalse. Tuvo en cuenta asimismo las consideraciones agroeconmicas vinculadas al sistema de riego. El proyecto corresponde al Plan de Desarrollo de la Alta Cuenca. ii. Colonizacin "El Porteito" - Segunda etapa. Estudio y Programa de colonizacin para un rea de 70 000 ha en la Provincia de Formosa (Consejo Federal de Inversiones-Serie Tcnica 6, 1972). Se trata de un proyecto que permitir incorporar 70 000 ha a la actividad productiva y que hoy permanecen casi inexplotadas. La zona en estudio pertenece a la Gran Llanura Chaquea y abarca una superficie de 283 000 ha. Fundamentalmente, el estudio analiza las condiciones naturales y socioeconmicas del rea con nfasis en el estudio de mercado y en el planeamiento fsico. En lo que hace a la evaluacin econmica, analiza los rendimientos de cultivos y la disponibilidad de mano de obra y determina la unidad econmica productiva y sus condiciones de rentabilidad. Los criterios utilizados para la evaluacin propiamente dicha, el clculo de costos y la identificacin y estimacin de los beneficios, pueden ser de mucha utilidad en la segunda fase del Estudio de la Cuenca Inferior, en la cual debern evaluarse los proyectos identificados en esta primera fase. iii. Programa para uso y control de las aguas en la Provincia del Chaco - Informe Preliminar, Italconsult Argentina, marzo 1965. El estudio abarca la regin este de la Provincia del Chaco en la cual se concentra la mayor parte de los recursos actualmente explotados y su delimitacin fue hecha de forma que siguiese aproximadamente la envolvente de subcuencas originadas en el Chaco. El objeto principal fue determinar la posibilidad fsica y econmica de obras de infraestructura des tinadas a evitar o disminuir las inundaciones de la zona. Al margen de los estudios particularizados, se puso nfasis en el anlisis de aspectos conceptuales y tcnicos de las obras y, en estudios y proyectos existentes en el rea del estudio, sin entrar en consideraciones econmicas sobre los mismos. Este anlisis derivo en la presentacin de un programa de accin cuyo objetivo era racionalizar el uso y control del agua. En lo que hace a evaluacin econmica propiamente dicha se presentan datos del presupuesto general referidos al rgimen de inversiones y se estiman algunos beneficios identificados. iv. Estudio Integral del Area de Influencia de Las Lomitas, MOSP, Subsecretara de Recursos Hdricos-Gobierno de Formosa-Ministerio de Defensa, DIGID, 1972. Este estudio trata de hallar solucin al problema de inundaciones en la zona de mdanos que se encuentra situada a 300 km de Formosa en el Depto. de Patino, abarcando una superficie aproximada a los 400 km 2 , con centro en la localidad de Las Lomitas. A estos fines se estudiaron las caractersticas fsico-climticas de la zona y se evaluaron los recursos naturales y su uso potencial. En particular se analizaron el abastecimiento de agua potable y el control de inundaciones, esto ultimo sin evaluar los daos respectivos. De las obras aconsejadas solo s presentan los presupuestos de inversin. v. Estudio Integral de la Cuenca del Ro Oro, MOSP, Subsecretara de Recursos Hdricos- Gobierno de Chaco-Ministerio de Defensa, DIGID, 1972. El objetivo principal de este estudio es analizar la probable utilizacin de los caudales propios del ro de Oro y posibilidad de incrementarlos por va de interconexin de esteros y lagunas y/o por trasvase de aguas desde el ro Bermejo, todo ello con vistas a proveer recursos para riego de sostn estacional en una zona de condiciones naturales favorables. Los diferentes aspectos estudiados se refieren a caractersticas fsicas y evaluacin de recursos naturales as como a la determinacin de los caudales necesarios para riego y al estudio de la derivacin del ro Bermejo. vi. Recuperacin de Areas Inundables - Arroyo Zanjn Seco, Estero Coat y Baado de Latapie, MOSP, Subsecretara de Recursos Hdricos-Gobierno de Chaco-Ministerio de Defensa, DIGIC, 1972. Se trata de un anteproyecto de obras basado en estudios sobre evaluacin de recursos naturales y aspectos agroeconmicos. En estos ltimos se presentan datos de produccin de significativa importancia para la zona en estudio. En lo que hace a la factibilidad econmica, se formulan comentarios avalados por estimaciones de costos y beneficios. vii. Laguna Yema - Proyecto de Aprovechamiento del Ro Teuco, MOSP-Goberno de Formosa- Consejo Agrario Nacional-Ministerio de Defensa, DIGID, 1973. En este trabajo, se estudian las posibilidades de riego en un rea ubicada en la parte central de la Pcia. de Formosa, mediante derivacin de aguas del ro Teuco por el cauce inactivo del Teuquito. En 1971 se realiz un estudio de prefactibilidad que incluyo el anlisis de 60 000 ha con el objeto de seleccionar las 10 000 ha aptas para riego (20 km al este de la Laguna Yema). Al iniciarse el Estudio de la Cuenca Inferior, se haban completado los estudios geolgico, hidrolgico, climatolgico, de suelos (a nivel de semidetalle para el rea seleccionada) y agronmico. Tambin se haban definido proyectos de obras hidrulicas sobre los ros Teuco y Teuquito con sus respectivas estimaciones de costo, pero faltaba la evaluacin econmica de las mismas. viii. Estero Bellaco, MOSP-Gobierno de Formosa-Consejo Agrario Nacional-Ministerio de Defensa, DIGID, 1973. El objetivo principal de este estudio es establecer un rea piloto de manejo de agua (para evitar inundaciones) en el sudeste de la Provincia de Formosa, cubriendo una zona de aproximadamente 30 000 ha. Han sido completados los estudios fsicos y de evaluacin de recursos naturales, los cuales, as como la informacin fotocartogrfica preparada especialmente para este trabajo, fueron de mucha utilidad para el Estudio de la Cuenca Inferior. ix. Antecedentes de la Ex Comisin Nacional del Ro Bermejo. Al igual que en la Alta Cuenca, la Unidad Tcnica utiliz parte de la informacin producida por dicha Comisin, en particular la referente a documentos aerofotogrficos y a posibles aprovechamientos en el ro Bermejo. En lo que respecta a los proyectos concretos de obras preparados por la Comisin, se estima que los mismos deben seguir integrando el conjunto de antecedentes sobre identificacin de proyectos que debern evaluarse en la segunda fase del Estudio de la Cuenca Inferior. x. Plan de Colonizacin para la Reconstruccin Nacional de la Provincia del Chaco, Instituto de Colonizacin-Consejo Agrario Nacional-Secretara de Esta do de Agricultura y Ganadera- Instituto Interamericano de Ciencias Agrcolas de la OEA, 1974. El proyecto se aplica a una superficie de 1 100 km 2 ubicada en la zona centro-oeste de la provincia y prev el asentamiento productivo y la consolidacin de la tenencia de la tierra para gran parte de las familias que actualmente son ocupantes de tierras fiscales. Se definen las unidades de produccin y los respectivos tipos de actividad as como las acciones institucionales inherentes al funcionamiento del Plan. El documento incluye proyecciones de produccin a mediano plazo y asigna responsabilidades a los diferentes organismos estatales que participarn en el Plan.
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
II. Aspectos fsicos 2.1 Ubicacin 2.2 Clima 2.3 Hidrografa 2.4 Fisiografa 2.5 Principales aspectos geolgicos 2.1 Ubicacin El ro Bermejo vuelca sus aguas al ro Paraguay, el que a su vez es afluente del ro Paran. En consecuencia integra el Sistema de la Cuenca del Ro de la Plata que drena aproximadamente 3 100 000 km 2 , casi el 20% del rea del continente sudamericano, hacia el ocano Atlntico. El rea asignada al Estudio de la Cuenca Inferior del Ro Bermejo (CIRB) esta ubicada en la zona NE de la Repblica Argentina y comprende parte de las provincias de Jujuy, Salta, Santiago del Estero, Chaco y Formosa. Los lmites adoptados para la misma fueron: "al oeste la Alta Cuenca del Ro Bermejo (ACRB); al norte la lnea frrea Embarcacin-Formosa; al sur la lnea frrea Metn- Barranqueras y al este los ros Paraguay y Paran (figura II-1). Abarca una superficie de 140 000 km 2
cuya distribucin se muestra en el cuadro II-1 (*) (*) La superficie es aproximada y responde al grado de precisin que pudo obtenerse en la compilacin del mapa bsico. Cuadro II-1 - Area del Estudio CIRB - Distribucin territorial por provincias Provincias Area km 2 Porcentaje Chaco 65 100 46,5 Salta 42 400 30,3 Formosa 26 100 18,6 Santiago del Estero 5 200 3,7 Jujuy 1 200 0,9 Totales 140000 100 La "Cuenca" propiamente dicha, o sea el rea que limitara hidrogrficamente el tramo inferior del ro (rea de drenaje) es de menor superficie que la del Estudio. Corresponde a la que est limitada al este por el ro Paraguay y al oeste por las sierras de la Cresta del Gallo y del Centinela (margen derecha) y por las Sierras de Alto Seco o Cumbre de San Antonio y de Macueta que dividen aguas con la cuenca del ro Seco (margen izquierda). En cuanto a los lmites norte y sur su descripcin geogrfica es imprecisa debido a las caractersticas de la llanura chaquea por la que fluye el ro, que no permiten identificar con claridad las divisorias de agua. Por esta razn fue necesario definir el rea del Estudio en funcin de lmites ms concretos dentro de los cuales se incorporaron zonas que podran resultar afectadas por el aprovechamiento actual y/o futuro del ro. De cualquier manera, y a ttulo ilustrativo, se intent analizar el rea de lo que sera la cuenca inferior, en base a cartografa IGM a escalas 1:250 000 y 1:500 000, con el complemento de interpretacin de fotos areas e imgenes obtenidas por sensores remotos, obtenindose as una superficie de 43 800 km 2 la cual, sumada a la de la Alta Cuenca, determina un total de 94 350 km 2
para toda la cuenca hidrogrfica del ro Bermejo. En lo que sigue, los textos referidos a la Cuenca Inferior (CIRB) se aplican al rea del Estudio citada en primer termino (cuadro II-1), salvo que se haga mencin especfica sobre la cuenca hidrogrfica. 2.2 Clima Los procesos tales como movimientos frontales, lneas de inestabilidad y mecanismos de calentamiento por radiacin y adveccin de masas de aire, condicionan el desarrollo de los fenmenos atmosfricos de la Cuenca. Es de fundamental importancia la influencia del "anticicln semiestacional del Atlntico" y en menor grado el centro de baja presin "baja trmica del Noroeste Argentino" que afecta fundamentalmente a la Alta Cuenca. Es marcada la variacin meridional de la precipitacin y la misma se debe a diferencias en el contenido de humedad de la atmsfera, que responde fundamentalmente a un aumento de continentalidad hacia el oeste. Figura II-1 estudio cuenca inferior ro Bermejo - ubicacin El sector salteo de la Cuenca (zona oeste), adems de ser frecuentado por los fenmenos antes mencionados, se ve afectado por influencias locales debido a la marcada orografa que presenta la regin sudoeste. El campo de precipitacin anual media (perodo 1941/42-1971/72) se caracteriza por la presencia de dos mximas; una de 1 500 mm sobre el lmite con el ro Paraguay y otra de 1 700 mm al sudoeste, en el lmite con la ACRB. Se observan dos mnimos, uno de 600 mm en el sector que determinan las localidades de Rivadavia, Monte Quemado y Joaqun V. Gonzlez (esta zona es la mas continental de la Cuenca) y otro ubicado en el sector noroeste con precipitaciones de 500 mm originadas principalmente por efectos locales. El rgimen mensual presenta a marzo como el mes ms lluvioso con valores de 80 mm al oeste y 150 mm al este. Son meses muy lluviosos tambin diciembre, enero y febrero, con frecuencias de 6 a 8 das de lluvia por mes. El perodo con menor precipitacin se presenta en los meses de junio, julio y agosto, aunque excepcionalmente pueden ocurrir en ellos precipitaciones considerables. Este perodo representa solo el 7% del total anual. La temperatura presenta sus mayores variaciones de norte a sur, aun cuando pueden distinguirse pequeas variaciones meridionales. Aunque la regin muestra frecuentes caractersticas tropicales y subtropicales, existen variaciones marcadas que reflejan su carcter continental, observndose la existencia de una "verdadera estacin invernal". La frecuencia de masas fras es mayor en primavera que en otoo. En invierno las profundas irrupciones de aire fro modifican las caractersticas subtropicales de las restantes estaciones del ao, pudindose definir el clima de la Cuenca como subtropical-continental, con estacin seca en el centro y oeste y sin estacin seca en el este. La zona no es generadora de masas de aire, aunque s transformadora de las que son advectadas hacia la misma. Las temperaturas medias anuales oscilan entre 21C Y 24C; el mes de enero es el ms caluroso con valores de 28C, siendo julio el mes ms fro, con temperaturas medias de 15 a 18C. La media actual decrece de norte a sur exceptuando el lmite con la ACRB, donde la variacin es de este a oeste. El gradiente regional no supera los 2C, en 200 a 250 km. Las mximas extremas son del orden de 44 a 46C y las mnimas de -3 a -6C habiendo llegado hasta - 8 y -10C en algunas ocasiones. El perodo medio libre de heladas vara entre 290 y 340 das por ao, observndose que el mismo puede llegar a ser algo inferior a 290 das/ao en la regin ms continental de la Cuenca. La evaporacin de superficies libres de agua presenta valores mximos en enero-febrero con 180 a 200 mm/mes y un mnimo en junio-julio de 60 a 65 mm/mes. Los valores ms altos se dan en el sector occidental de la Cuenca. Los totales anuales son del orden de 1 250 a 1 500 mm/ao. La evapotranspiracin potencial (expresada como la necesidad regional de agua) vara entre 1 100 y 1 200 mm/ao, siendo diciembre y enero los meses que presentan mayores valores con 160 a 170 mm/mes. En junio y julio los valores alcanzan de 30 a 40 mm/mes, valores de invierno usuales en las zonas climticas delimitadas por la CIRB. 2.3 Hidrografa 2.3.1 Ro Bermejo 2.3.2 Ro Seco 2.3.3 Ros Dorado y del Valle 2.3.4 Ros y arroyos que drenan al sistema del Paraguay-Paran La red hidrogrfica del rea del Estudio est constituida bsicamente por los siguientes subsistemas, que se aprecian en la figura II-2: el ro Bermejo, propiamente dicho, incluyendo su antiguo cauce el Bermejito y algunos cursos de agua de Formosa (arroyos Dobagn y El Alazn) y de Chaco (riacho La Unin) el ro Seco los ros Dorado y del Valle la sucesin de ros, arroyos, esteros y caadas que drenan directamente haca el sistema Paraguay-Paran 2.3.1 Ro Bermejo El ro se desplaza de NNO a SSE con un recorrido de 1 188 km medido por el cauce. En lnea recta la distancia entre los extremos es de 750 km, lo que da un valor medio de 1.6 para el ndice de tortuosidad. La pendiente media del cauce es de 0.2%. Entre la Junta de San Francisco y Fortn Lavalle, el ro prcticamente no recibe aportes laterales significativos. Hacia aguas abajo tiene aportes peridicos de algunos ros y arroyos e incluso de esteros. El caudal medio en la Estacin El Colorado (200 km aguas arriba de la desembocadura) para el perodo 1969/73, fue de 300 m 3 /s. Durante su recorrido se producen perdidas por infiltracin y desbordes en pocas de crecida. Por otra parte, en pocas de estiaje recibe aportes de aguas subterrneas. En un tramo de 150 km aguas abajo de la Junta de San Francisco el ro Bermejo no tiene cauce definido, se divide en numerosos brazos y divaga en una playa muy amplia, cuya configuracin cambia constantemente. A unos 90 km aguas abajo de la Junta de San Francisco, en el paraje conocido como Desemboque se bifurca en dos cauces el Teuco y el Bermejito o Antiguo cauce del ro Bermejo. El cegamiento del antiguo cauce es un fenmeno fluvial realmente excepcional, ya que el Bermejo, abandonando su curso, se uni con el ro Teuco, ubicado a unos 40 km al norte, para retomar su antiguo cauce en el lugar denominado Confluencia. La extensin del tramo abandonado es de aproximadamente 400 km. En esta zona el ancho del ro es de unos 2 000 m y hacia aguas abajo se va encauzando gradualmente, hasta convertirse prcticamente en un canal de 200 a 300 m de ancho y comienza a desarrollar grandes meandros, hacindose cada vez ms sinuoso. En Confluencia, a unos 780 km aguas abajo de la Junta de San Francisco y 410 km de la desembocadura, se le acerca y une de manera difusa el antiguo cauce o Bermejito. En las proximidades de Presidencia Roca (Chaco), 254 km de la desembocadura, vuelve el cauce a tener una seccin bien definida, su ancho es menor y las barrancas son cada vez ms consistentes. En la zona terminal, por ultimo, vuelve el ro a presentar barrancas bajas y sumergibles, desembocando en el Paraguay con un ancho de unos 170 m. La figura II-3 presenta el perfil longitudinal del ro Bermejo. El arroyo Dobagn, denominado en su parte superior riacho Salado o Saladillo, recibe en pocas de crecida aguas del Bermejo. Su cauce a partir de Colonia km 505 (paralelo al del ro Bermejo), se presenta bien definido y presenta tortuosidad. Su confluencia con el Bermejo se encuentra cerca de Colonia km 232 entre las localidades de Presidencia Roca (Chaco) y El Colorado (Formosa). Aguas abajo, en la Provincia de Formosa, entre los kilmetros 155 y 125 aparece el riacho Alazn, de cauce bien definido, que lleva aguas en forma permanente por transfluencia del propio ro Bermejo. En la zona de Colonia Coronel Dorrego en Chaco, entre Presidencia Roca y El Colorado, se produce el mismo fenmeno originando el riacho La Unin. A la altura del km 100, el Bermejo, por su margen izquierda, recibe los aportes del arroyo Bellaco, desage natural del estero del mismo nombre. 2.3.2 Ro Seco Ubicado en el extremo norte del rea de Estudio, en la Provincia de Salta, el ro Seco nace en las cumbres de la Serrana de Ita aproximadamente a 1 000 m de altitud, con el nombre de arroyo Acamburu. A la altura de Tartagal pasa a llamarse ro Seco. La Cuenca tiene forma elongada, limitada por las serranas de Alto ro Seco o cumbre de San Antonio al oeste y de Tartagal al este. Las alturas mximas son 1 060 m en el Cerro Pico Alto y 1 144 m en el Cerro Tartagal respectivamente. La direccin principal del ro es de norte a sur cambiando, a la salida de la zona montaosa, hacia SSE y despus de atravesar la ruta nacional 34 al norte de la localidad de Senda Hachada, cambia bruscamente su direccin hacia SSO hasta desaguar en la laguna San Jos al NE de Embarcacin. En la interseccin con la ruta nacional 34 la cota del cauce es de unos 330 m. Hasta este punto la cuenca tiene un largo aproximado de 100 km y un ancho medio de 20 km, su permetro es de 240 km y la pendiente media 5,1%. El rea de la cuenca en el puente de la ruta nacional 34, es de 1 640 km 2 , y el coeficiente de compacidad, de 1,68. Durante su recorrido de N a S el ro recibe el aporte en poca de lluvias de numerosos pequeos afluentes en ambas mrgenes. Hacia aguas abajo, los principales afluentes se encuentran en la margen derecha y bajan de las serranas del Alto ro Seco. Se destacan el arroyo Monte Seco, arroyo Pantanoso y los ros Anta y Porongal. El desage natural del ro Seco, en perodos de crecientes, es la laguna San Jos. En perodo de estiaje su caudal, que en la parte superior se estima en menos de 0.1 m 3 /s, se infiltra hacia el sur en el manto aluvial. Esta laguna tambin recibe aportes del arroyo Tomasito, que tiene una cuenca de aproximadamente 180 km 2 y de algunas quebradas que bajan de la Serrana de San Antonio. En la cuenca del ro Seco predominan las arenas y arcillas del Terciario, cubiertas por la selva Oranense. 2.3.3 Ros Dorado y del Valle El sistema Dorado - del Valle se encuentra en el lmite SO del rea del Estudio, en la Provincia de Salta. La confluencia de ambos ros se localiza en la zona de campo Alegre en el Chaco salteo, a unos 35 km al este de Apolinario Saravia. El aporte de este sistema al Bermejito solamente se manifiesta en las grandes crecidas, a travs de los baados del Quiriquincho. El ro del Valle nace de la unin de varios arroyos que bajan de las serranas de la Cresta del Gallo y del Piquete, tales como los arroyos La Cuesta, Aguas Negras, de la Sala, de la Punilla (o de los Noques) y de los Puestos. A partir de la confluencia con este ultimo y hasta la salida de la zona montaosa el ro escurre en direccin O-E cambiando su direccin por SO-NE hasta su confluencia con el ro Dorado. En el puente de Las Lajitas, el cauce est a una cota de 453 m y la cuenca tiene un rea de 1 210 km 2
y un permetro de 175 km. El ro hasta este punto tiene un largo de unos 100 km y la pendiente media es de 13,5%. El ro Dorado nace en la zona montaosa de la Cresta del Gallo y de la Sierra del Centinela y corre con direccin aproximada O-E. Recibe por su margen derecha al ro Seco, principal afluente en la parte alta, y a partir de esta confluencia cambia su direccin para SO-NE. Antes del puente de Apolinario Saravia, recibe por su margen izquierda los aportes del ro de los Sltenos. La pendiente media hasta dicho puente, para una longitud del ro de 105 km es de 14,7%, y la cuenca tiene un rea de 1 450 km 2 y un permetro de 160 km. Los coeficientes de compacidad de las cuencas de los ros del Valle y Dorado son de 1,40 y 1,28, en los puentes ferroviarios de Las Lajitas y Apolinario Saravia respectivamente. La geologa es bastante variada, predominando las formaciones sedimentarias del Devnico, Cretcico superior y Terciario en la zona montaosa y del Cuartario en la planicie chaquea. Entre los cauces de los ros Dorado y Bermejo, existen unos pocos cursos de agua que desaparecen hacia la planicie chaquea. Los ms importantes son el ro del Maz Gordo y el arroyo Mealla, entre General Pizarro y Luis Burela y la Quebrada del Talar entre Yuchn y Urizar. Esta ultima lleva agua todo el ao y es en gran parte alimentada por el retorno del riego de la zona homnima de la cuenca del ro San Francisco. La caada desagua en el ro Bermejo pocos kilmetros aguas abajo de la Junta de San Francisco. 2.3.4 Ros y arroyos que drenan al sistema del Paraguay-Paran La regin drenada por estos cursos abarca territorios de Chaco y Formosa y se caracteriza por una topografa llana, con pendientes muy reducidas del orden de 0,2 m/km, en direccin general NO-SE, apareciendo en la red hidrogrfica desviaciones originadas por factores morfolgicos y geolgicos. En relacin con los recursos hdricos generados en dicha regin, se distinguen tres zonas tpicas. La primera, al oeste de una lnea imaginaria que une a las poblaciones de Machagi (Chaco) y Palo Santo (Formosa) con precipitaciones menores a 1100 mm anuales, con terrenos permeables y donde los cursos tienen agua en muy pocas ocasiones, pese a estar bien definidos sus cauces. Figura II-3 - Perfil longitudinal del Ro Bermejo La segunda, entre la lnea anterior y la determinada por la Escondida (Chaco)-Gran Guardia (Formosa), que es de transicin, donde aparecen grandes esteros y baados con agua semipermanente. Estos a su vez dan origen a cursos de tipo permanente ubicados en la tercera zona, que abarca las desembocaduras de estos ros y arroyos en los ros Paraguay y Paran. En esta ultima zona, los cursos presentan agua todo el ao y son influenciados por los remansos de los ros Paraguay y Paran. Adems en ella el agua subterrnea contribuye a realimentar los ros y arroyos sobre todo en estiaje, elevando el tenor de salinizacin de sus aguas. La caracterstica general de los cursos de agua de Chaco y Formosa es que presentan albardones definidos con bosques en galera, salvo raras excepciones como son los arroyos Costa In y Cangi Grande. Estos albardones por lo general son ms elevados que los terrenos circundantes, lo que origina restricciones al escurrimiento superficial. La presencia de numerosos esteros y baados produce un efecto regulador, ya que el agua de lluvia es almacenada por aquellos y, luego de sobrepasar cierto nivel, escurre por los cauces. Tambin es necesario tener en cuenta, al considerar esta parte de la red hidrogrfica, la existencia de infraestructura de transporte terrestre que originan importantes alteraciones en el escurrimiento natural, llegando a provocar, en pocas de grandes crecidas, trasvasamiento entre subcuencas. Efectos similares causan las canalizaciones hechas a nivel predial, para recuperar pequeas zonas con la intencin de mejorar las condiciones de manejo. La descripcin de los numerosos cursos de agua que integran este subsistema y el resumen de sus caractersticas hidrogrficas ms importantes se muestra en los cuadros II-2 y II-3, que corresponden respectivamente a las provincias de Chaco y Formosa. 2.4 Fisiografa 2.4.1 Depresin del Paran-Paraguay 2.4.2 Planicie fluvial del ro Bermejo 2.4.3 Areas de derrames 2.4.4 Area de modelado fluvio-lacustre 2.4.5 Llanura antigua 2.4.6 Sierras subandinas La mayor parte del rea del Estudio se ubica en la denominada Llanura Chaquea, la cual constituye una amplia cuenca sedimentaria de historia geomorfolgica compleja, como consecuencia de los mltiples procesos de erosin y acumulacin desarrollados en condiciones variables y alternantes de clima desde el cuartario antiguo. El sector de esta llanura cubierto por la CIRB tiene direccin este-oeste y linda con las primeras sierras subandinas, las que a su vez separan el rea del Estudio de la Alta Cuenca del ro Bermejo. Hacia el este termina en la planicie aluvial reciente del ro Paraguay. La interpretacin fisiogrfica elaborada sobre imgenes de satlite, mosaicos y fotos convencionales, complementada con informaciones obtenidas del levantamiento de suelos y de los estudios de morfologa fluvial, ha permitido un delineamiento general de las principales unidades fisiogrficas del rea. Dicha interpretacin demuestra que el rea del Estudio presenta un modelado ntidamente de carcter fluvial, no obstante verificarse indicios de modelado elico y pseudokrstico en algunas reas. Se han reconocido tres niveles principales lo cual indica que existen, por lo menos, tres perodos correspondientes de agradacin alternantes con perodos de estabilizacin. Este aspecto es concordante con la fisiografa de la Alta Cuenca, donde dichos niveles se repiten (Informe Final de la ACRB, Volumen 3 "Recursos de la Tierra", Apartado A-1). En el primer perodo, durante el cual se form la llanura antigua, la actividad parece haber sido desarrollada en conjunto por los tres ros principales: Bermejo, Pilcomayo y Juramento, dando origen a extensos conos o abanicos coalescentes. Fue el perodo de mayor aporte de sedimentos, consecuencia de la intensa erosin a que fue sometida la Precordillera. Los paleocauces del ro Juramento, as como las transfluencias del Pilcomayo y los derrames de los ros Seco, Dorado y del Valle, indican una accin subsecuente al primer perodo de estabilizacin de la llanura. La fisiografa se ha sintetizado en un mapa a escala 1:2000000 cuyas unidades se describen a continuacin. 2.4.1 Depresin del Paran-Paraguay Corresponde a la zona ms baja de la CIRB y configura un rea deprimida que limita al este con los ros Paraguay y Paran y cuyo lmite oeste estara definido por Machagai (Chaco) y Piran (Formosa). Esta depresin es atribuida tectnicamente al basculamiento de bloques producido por una gran falla o conjunto de fallas del sistema Paran-Paraguay. Se caracteriza por un conjunto de esteros y caadas que se alternan con albardones paralelos a los cursos principales que desaguan en el Paraguay, tales como los ros de Oro, Guaycur, Bermejo y Salado. Se subdivide morfolgicamente en dos subunidades. La primera (1a) se restringe a las mrgenes del ro Paraguay - y parcialmente del ro Paran - en una faja continua desde Formosa a Resistencia. Presenta un modelado fluvial tpico, de gran amplitud, con alternancias de albardones y antiguos cauces mendricos que indican un desplazamiento paralelo del ro Paraguay hacia el este. Se distinguen dos niveles: uno ms bajo, reciente, y otro subelevado, menos inundable y subreciente. La segunda subunidad (1b) es ms extensa y con caractersticas muy complejas de modelado. Es cortada por cursos subparalelos con espesos depsitos laterales (albardones) los que inician una mayor actividad fluvial en el pasado. Los interfluvios de estos cursos forman extensas reas deprimidas (esteros) inundadas peridicamente. 2.4.2 Planicie fluvial del ro Bermejo Esta unidad corresponde al valle actual propiamente dicho del ro y en ella se destacan dos zonas con diferentes caractersticas. Una (2a) corresponde a zona de divagacin mandrica con modelado fluvial anastomsico subreciente, que se extiende desde Fortn Lavalle hasta la Junta de San Francisco. Aguas arriba de Fortn Lavalle se evidencia un nivel de base general, tectnicamente controlado por el bloque de la "dorsal" (o domo central) lo cual ha condicionado la formacin de la llanura aluvial mesopotmica entre el Bermejito o antiguo cauce del ro Bermejo y el propio ro Bermejo o Teuco. Presenta reas remanentes (interfluvios) e innumerables cauces semiactivos. Parte de esta unidad aguas arriba de Rivadavia presenta caracterstica coniforme y se destaca el cambio morfolgico del ro en ese tramo, en comparacin con la zona siguiente aguas abajo. Cuadro II-2 - Caractersticas fsicas de los ros y arroyos del Chaco Curso de agua Desage Afluentes Long. aprox. km Tortuosidad media Area de la Cuenca km 2
Permetro km Coef. de compacid. Margen derecha Margen izquierda Ro de Oro Ro Paraguay A Correntoso Laguna Coat 300 1,57 3 490 320 1,51 A Polvorn A Zapirancito A Zapirn A Cangui Grande A Cangui Chico A Qua Ro Paraguay A San Fernando 95 1,69 520 130 1,59 Ro Guaycur Ro Ancho (ro Paran) A El Saladito A Guaycur Chico 510 1,22 8 030 895 2,79 A Tuca A Guaycur Chico Sur A Ortega Riacho In Riacho Antequera (ro Paran) A Zacaras 70 1,40 280 115 1,92 Ro Tragadero Riacho Barranqueras (ro Paran) A Tragadero 178 1,87 1 945 270 1,71 A Quintana Ro Negro Riacho Barranqueras (ro Paran) A San Carlos 410 1,52 4 825 575 2,31 Cuadro II-3 - Caractersticas fsicas de los ros y arroyos de Formosa Curso de agua Desage Afluentes Long. aprox. km Tortuosidad media Area de la cuenca km 2
Permetro km Coeficiente de compacidad Margen derecha Margen izquierda Arroyo Formosa Ro Paraguay Estero Tringulo 35 1,25 400 130 1,82 Arroyo Perdido Arroyo Puc Laguna Oca 9 1,28 120 60 1,53 Arroyo San Hilario Ro Paraguay Arroyo Gonzlez 83 1,62 620 160 1,80 Riacho Cortapik Laguna Kamu Arroyo Tohu 39(*) 114 1 960 355 2,24 Arroyo Salado Laguna Herradura Riacho Negro 498 1,31 8640 815 2,45 Riacho Ramrez (**) Ro Paraguay Arroyo Lindo Arroyo Saladillo 157 2,09 640 165 1,82 Arroyo Mbigua Cancha Bellaco Caada de Bolivia 96 1,47 7 20 170 1,77 (*) La mayor parte de la Cuenca es ocupada por el estero Gallego (**) Formado por la unin de los arroyos Lindo y Saladillo La otra subunidad (2b) corresponde a reas terrazadas resultantes del encajonamiento del ro Bermejo entre Fortn Lavalle y Puerto Velaz. En dichas terrazas es frecuente la presencia de suelos enterrados, por lo menos, en tres niveles, lo que indica sendos perodos de estabilizacin. 2.4.3 Areas de derrames Prximas al lmite oeste del rea del Estudio y asociadas a las primeras estribaciones, se hallan reas de derrames, coluviacin o pedimentacin reciente. Las mas expresivas o destacables son las situadas en los valles de los ros Dorado y del Valle (subunidad 3a), junto a las Sierras de Maz Gordo, Tineo y Olmedo (subunidad 3b) y finalmente las del ro Seco (subunidad 3c). Mientras la primera y la ultima subunidad son tpicos conos aluviales, la segunda ha resultado primordialmente de pedimentacin y coluviacin. 2.4.4 Area de modelado fluvio-lacustre Constituye la unidad mas compleja de toda el rea, y se sita en una zona intermedia entre la depresin del Paran-Paraguay, o rea de esteros, y la llanura antigua sobreelevada. Se caracteriza por un modelado fluvial intenso asociado a una accin lacustre de gran densidad y se admite que es resultante de un paleodelta interior del ro Bermejo, a semejanza de lo que ocurre actualmente con el ro Pilcomayo a la altura del Estero Patino. En ambas mrgenes del ro Bermejo aparece con aspectos morfolgicos diferentes, que se representan en las dos subunidades: 4b y 4a. La primera - en margen izquierda - tiene caractersticas lacustres predominantes, con alternancias de depresiones plano-cncavas y curvas de patrn "Yazoo" con acumulaciones laterales (albardones). La segunda presenta un modelado fluvial muy intenso con gran actividad morfogentica de los ros Guaycur, Oro, Asustado y Negro. Los interfluvios son bajos (esteros) con los bordes parcialmente sepultados por desbordes y erosin actual laminar de los albardones. 2.4.5 Llanura antigua Constituye la ms extensa e importante unidad geomrfica del rea y abarca los niveles relativamente antiguos de la llanura chaquea que dominan en la parte central y oeste del rea del Estudio. En funcin de sus variaciones morfolgicas se han reconocido 4 subunidades: 5a, rea de modelado de paleocauces; 5b, reas remanentes estabilizadas; 5c, rea estabilizada con intercalaciones de cauces, y 5d, rea de transfluencias. La primera cubre una gran extensin en la parte central y oeste del Chaco y se caracteriza por una alta densidad de cauces provenientes de derrames antiguos del ro Juramento. Estos cauces se encuentran colmatados, sin desage superficial, a excepcin de algunos en la parte norte. Se observa una convergencia de estos cauces cerca de la zona del bloque llamado "dorsal", as como un cambio de rumbo de este a sureste y sur. La extremidad de esta subunidad constituye la zona del "dorsal" propiamente dicho (o domo central), la que se presenta ligeramente subelevada, con un cambio topogrfico superficial que solo es perceptible en el borde este. La segunda subunidad (5b) se refiere a las reas remanentes que se mantuvieron estabilizadas sin sufrir accin posterior reciente. Son aparentemente uniformes, sin cauces - o con baja densidad de ellos - y presentan a veces variaciones locales en su patrn. El ms comn es de origen krstico o pseudokrstico, el que domina en la zona del "impenetrable". La subunidad 5c corresponde a una extensa zona estabilizada, con intercalaciones de cauces, al norte del ro Bermejo desde Ibarreta hasta Embarcacin, con caracterstica de paleoacciones krsticas o elicas asociadas a zonas de transfluencias (subunidad 5d) provenientes del ro Pilcomayo. La ms notable es la de Las Lomitas, de la cual se puede trazar una importante transfluencia subreciente que ha ocurrido en el ro Pilcomayo desde su curso medio. A lo largo de esta subunidad se encuentra una alternancia muy frecuente de paleo valles e interfluvios y es comn la ocurrencia de pseudokarst (dolinas y sumideros). 2.4.6 Sierras subandinas Constituye la zona con relieve montaoso (subunidad 6b) que forma el lmite entre la Alta Cuenca y la Cuenca Inferior del ro Bermejo y que est representado al norte por las Sierras del ro Seco - o cumbre San Antonio - y la Sierra de Tartagal, y al sur por las Sierras de la Cresta del Gallo, Centinela, Maz Gordo y Tineo y las Lomas de Olmedo. Al pie de estas sierras se encuentran las primeras estribaciones (subunidad 6a) compuestas predominantemente por sedimentos terciarios y depsitos de conos y pedimentos antiguos intensamente disectados. Se distinguen dos niveles topogrficos: uno inferior con relieve colinoso a suavemente ondulado y otro superior ms disectado y con relieve marcadamente ondulado. En el primero se encuentran remanentes de procesos de agradacin, todava bien preservados, lo que explica la presencia de suelos bien desarrollados, mientras que en el segundo dominan suelos incipientes como en el caso de los regosoles y litosoles. 2.5 Principales aspectos geolgicos 2.5.1 Zona occidental 2.5.2 Zona oriental En relacin con los aspectos fisiogrficos generales del rea del Estudio, pueden distinguirse dos zonas geolgicamente distintas, caracterizadas respectivamente por las Sierras Subandinas y la Llanura Chaquea. 2.5.1 Zona occidental Comprende las Sierras Subandinas de Ro Seco o Cumbre de San Antonio, Tartagal, Cresta del Gallo, Centinela, Maz Gordo, Tineo y Lomas de Olmedo. Estn constituidas por formaciones terciarias, mesozoicas y paleozoicas, muy plegadas por intensa accin tectnica desarrollada en varios perodos. En mayor extensin de afloramiento, dominan los sedimentos terciarios conjuntamente con los sedimentos mesozoicos (cretcicos), mientras que los paleozoicos (permo-carbnico y silrico- devnico) se restringen a reas menores (Sierras de Ro Seco y Tartagal y Sierra de Centinela respectivamente). En las primeras estribaciones - o zona pedimentaria - son frecuentes los depsitos secundarios subrecientes originados en conos y pedimentos. En sntesis, la zona occidental presenta la siguiente columna estratigrfica: Perodo Litologa principal Cuartario Limos, arcillas, sedimentos conglomerdicos. Terciario Areniscas de textura variable, conglomerados e intercalaciones de lutitas, tobas y margas. Cretcico Areniscas calcreas, margas, arcilitas, lutitas y calizas dolomticas. Permo-Carbnico Areniscas finas, cuartitas y conglomerados. Silrico-Devnico Lutitas, cuarcitas, areniscas y arcilitas. 2.5.2 Zona oriental Comprende una gran extensin de la Llanura Chaquea, con sedimentos cuartarios de estratigrafa compleja, tanto en el sentido vertical como en el horizontal. Presenta en general una secuencia alternante de arcillas, limos y arenas con algunas intercalaciones de niveles de conglomerados. En superficie, dominan los sedimentos holocnicos recientes y subrecientes, de origen dominantemente fluvial - y a veces lacustre - resultantes de la intensa erosin a que fue sometida la Precordillera. Algunos de estos sedimentos presentan caractersticas losicas, lo que indica una accin elica concomitante con la accin fluvial.
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
III. Caracterizacin econmica y social de la regin 3.1 El rea estudiada 3.2 La dinmica econmica regional 3.3 Variaciones en los principales indicadores economico-sociales 3.1 El rea estudiada 3.1.1 Criterios para la delimitacin del rea 3.1.2 Zonificacin 3.1.1 Criterios para la delimitacin del rea El rea que fuera asignada al Estudio presenta dificultades para ser utilizada como unidad de anlisis econmico y social por el doble motivo de la falta de informacin que se ajuste a sus lmites y de la escasa homogeneidad social y economice de la misma. Respecto del primer problema, en el Apndice 1 se vierten algunos comentarios en relacin con las distorsiones emergentes de utilizar como referencia estadstica un rea que supera la fijada por convenio. Por su parte, la falta de homogeneidad econmica y social obliga a analizar la relacin del rea de convenio con su entorno geogrfico, para determinar los criterios que lleven a la zonificacin del estudio. A este respecto se pueden reconocer dos situaciones lmites. Cuando se analiza una obra puntual (digamos una envasadora de hortalizas) su entorno geoeconmico es especfico y mltiple. Especfico porque se establece en funcin de determinados vnculos: mercado, zona de aprovisionamiento, zona de reclutamiento de mano de obra, etc.; mltiple porque estos entornos geoeconmicos pueden o no coincidir espacialmente. En cambio, cuando se propone un programa de desarrollo para una regin, existe un entorno principal, el rea de desarrollo y varios entornos derivados, definidos por los vnculos econmicos y sociales de dicha regin con el exterior. La situacin en el estudio de la CIRB se asemeja ms a esta ultima situacin sin asimilarse a ella totalmente debido a la falta de homogeneidad del rea de desarrollo. Se pueden entonces distinguir en la CIRB tres entornos geoeconmicos principales. i. Area de posible desarrollo de obras. En esta rea limitada a la superficie original del Estudio, se realizarn los relevamientos fsicos destinados a reconocer los posibles aprovechamientos de recursos naturales para obras de desarrollo. El anlisis econmico deber entregar los antecedentes que permitan reconocer zonas diferenciadas, proyectar posibles niveles de actividad futura en funcin de los recursos existentes y definir las principales alternativas tecnolgicas (todo esto al nivel correspondiente a un estudio de prefactibilidad). ii. Area de influencia de las obras. Esta rea es ms extendida que la anterior, pues abarca e incorpora las zonas que sin llegar a estudiarse como posible asiento de obras, presentan una dinmica social y econmica que aparece bsicamente definida por la marcha de la CIRB. Aunque la delimitacin concreta de esta rea es un hecho histrico que se afianza con el desarrollo de los diferentes espacios regionales, existe un conjunto de criterios que pueden utilizarse a tales fines: Vecindad geogrfica y continuidad administrativa. Cuanto ms marcadas sean estas caractersticas, mayor ser la homogeneidad del rea. Similitud o complementaridad econmica. Ambos factores actan en el sentido de dar una misma mecnica econmica y social a las regiones consideradas. Existencia o inexistencia de obras o planes de desarrollo que se disputen reas de influencia. Un importante proyecto de desarrollo tiende a atraer reas "vacas" de su entorno, mientras que ello no sucede si se enfrenta con otras obras que actan como centros de atraccin. En base a lo anterior es indudable que el rea de influencia de la CIRB supera los lmites del Estudio, pudiendo ampliarse hasta abarcar la mayor parte de Chaco y Formosa. Esta parte del anlisis resulta de especial importancia en el diagnostico regional y en la estimacin de los posibles niveles de actividad regional futura que deban ser satisfechos por los programas a implementar en el rea de desarrollo. iii. Areas de vinculacin econmica. A lo largo del estudio econmico y en particular al considerar el posible destino de la produccin regional, se destacarn numerosas reas especficas: mercado nacional, pases limtrofes, mercado internacional, etc. que tienen relacin con aspectos particulares del programa de desarrollo regional en estudio. 3.1.2 Zonificacin 3.1.2.1 Zonificacin econmica 3.1.2.2 Zonas de desarrollo En base a los criterios anteriores se ha considerado conveniente realizar una doble zonificacin del rea. La zonificacin econmica, basada en las caractersticas sociales y econmicas actuales de la regin, es la utilizada preferentemente en el presente captulo. En la misma se recurre a informacin a nivel departamental (Ad) e inclusive provincial (Ap) para el caso de las provincias de Chaco y Formosa. Las Zonas de Desarrollo, basadas en mayor medida en la potencialidad de los recursos disponibles, utilizadas en los diagnsticos sectoriales y en la delimitacin de alternativas de desarrollo regional. Para este caso el material estadstico utilizado es bsicamente el disponible a nivel departamental con la excepcin del rea saltea del Estudio donde se ha tratado de utilizar indicadores subdepartamentales (*). La figura III-1 muestra grficamente los resultados a los que se ha arribado. (*) Los criterios para la seleccin del referente estadstico, como as tambin las abreviaturas a utilizar, se comentan en el Apndice 1. 3.1.2.1 Zonificacin econmica Considerando la distribucin actual de la actividad econmica, la disponibilidad de infraestructura y la distribucin de la poblacin, resulta inmediata la distincin entre una Zona Este y una Zona Oeste de la CIRB. Zona Este La misma abarca los departamentos de Laishi y Piran en la Provincia de Formosa y los Departamentos de San Fernando, Bermejo, Comandante Fernndez, General Donovan, Independencia, Maip, Presidencia de La Plaza, 1 de Mayo y Sargento Cabral en la Provincia del Chaco. Esta regin acumula el grueso de la actividad econmica, la poblacin y la infraestructura regionales. Zona Oeste Abarca los Departamentos de Bermejo, Patino y Matacos en la Provincia de Formosa, los Departamentos de Almirante Brown y General Guemes en Chaco, los Departamentos sltenos de Anta, General San Martn, Rivadavia y Oran y el Departamento de Copo en la Provincia de Santiago del Estero. Esta zona incluye la mayor parte de los espacios econmicamente "vacos" de la CIRB. 3.1.2.2 Zonas de desarrollo Si para las tareas de diagnostico econmico y social resulta suficiente una regionalizacin de la CIRB basada en su ocupacin actual, es obvio que para la tarea de programacin de alternativas interesa el desarrollo potencial como criterio de zonificacin. Dicho desarrollo, en una regin en que por sus caractersticas se destacan las actividades primarias, supone que se considere la dotacin de recursos naturales. En base a lo anterior las dos zonas antes sealadas han sido divididas, a los fines de la programacin de alternativas, en tres zonas cada una (seis zonas en total). Los criterios utilizados han sido bsicamente la disponibilidad de suelos y las caractersticas climticas, aunque tambin se ha dado peso al uso actual del suelo en la medida que el mismo condiciona su futuro destino. En todos los casos se ha tratado de atenerse a lmites departamentales, lo cual ha sido posible con excepcin del caso de las zonas IV y V que dividen los Departamentos de Almirante Brown y General Gemes en la provincia del Chaco. Las zonas as delimitadas han quedado conformadas de la siguiente manera (fig. III-1): Zona I Departamento de Formosa y Laishi (Formosa), Bermejo, 1 de Mayo, General Donovan, San Fernando y Libertad (Chaco). Zona II Departamento de Piran (Formosa), General San Martn, Sargento Cabral y Presidencia de la Plaza (Chaco). Zona III Departamento de Independencia, Comandante Fernndez, Quitilipi, Maip y 25 de Mayo (Chaco). Zona IV Departamento de Patino (Formosa), parcialmente Almirante Brown y General Gemes (Chaco). Zona V Departamento de Bermejo (Formosa), parcialmente Almirante Brown y General Gemes (Chaco), Departamento de Copo (Santiago del Estero) y Rivadavia (Salta). Zona VI Departamento de Anta, General San Martn y Oran (Salta). La Zona I representa sucintamente el rea ganadera de la CIRB, asiento de las mejores explotaciones del rea, continundose hacia el sur del Chaco donde se ubican los principales departamentos ganaderos de la provincia. Se encuentran ubicadas en esta zona las ciudades capitales de ambas provincias, lo que implica que se acumule el grueso de la actividad industrial y los centros administrativos de la regin. Esto significa un importante peso de la poblacin urbana, lo que se ha visto acentuado por la incorporacin rural del ultimo decenio. La Zona II es de transicin, presentando tpicos rasgos de zona mixta agrcola ganadera. Es importante en ambas actividades el peso de las explotaciones pequeas y medianas de carcter mixto, aunque en la parte formosea crece notablemente el peso del minifundio algodonero. La Zona III abarca parte del rea central agrcola del Chaco, que se continua hacia el sur. Esta es la zona que concentra los cultivos industriales de secano, con predominio de explotaciones medianas. La Zona IV es histricamente frontera de expansin de la actividad agropecuaria de secano de las Zonas II y III debido a la declinacin agrcola del ultimo decenio. La Zona V abarca el grueso de la regin del impenetrable, con caractersticas de escasa ocupacin, mnima infraestructura y falta de agua. La Zona VI en su mayor parte presenta un cuadro similar al de la Zona V; sin embargo su mayor disponibilidad de aguas superficiales, junto a la pujante actividad agrcola de las reas vecinas de Oran, Embarcacin, El Ramal y Juramento, la orientan hacia un desarrollo agrcola ms intensificado, a la vez que facilitan una penetracin econmica mas positiva. 3.2 La dinmica econmica regional 3.2.1 Marco general 3.2.2 Zona Este 3.2.3 Zona oeste 3.2.1 Marco general Si se busca destacar los principales rasgos que caracterizan la evolucin econmica y social de la regin puede sealarse que a partir de una reciente y todava parcial incorporacin a la economa nacional y despus de un perodo de franca expansin hasta fines de la dcada del cincuenta, se manifest una persistente tendencia recesiva que llevo a la drstica inversin de las tendencias demogrficas regionales, acentuando los desequilibrios espaciales de la misma. La experiencia reciente muestra un apreciable grado de cambios socioeconmicos, concentrados en la produccin rural y en la inversin publica, pero que no ha sido suficiente para alterar las tendencias sealadas en el prrafo anterior. Esta situacin reconoce su origen en el proceso de formacin regional y en el modo de insercin de la zona en la estructura socioeconmica nacional. La CIRB se integra tardamente al proceso de desarrollo nacional y desde ese momento la acumulacin regional descansa en una determinada forma de actividad productiva central y en una peculiar caracterstica de ocupacin fsica y legal del espacio solo explicable dentro de la coyuntura histrica nacional e internacional en que se produce dicha insercin. El carcter "perifrico" de su produccin est marcado por la relacin de intercambio que mantiene con los mercados internos ms industrializados y con el exterior, consistente en la remisin de un pequeo grupo de productos primarios con demanda limitada, lo que es una causa de la vulnerabilidad de la estructura econmica regional. Es posible adems identificar un conjunto de factores que impiden la existencia de un proceso de acumulacin acelerado y permanente, lo que a su vez produce un progresivo deterioro en las posibilidades de utilizar plenamente la capacidad potencial de los recursos humanos y productivos. Dicho conjunto de factores se integra con los siguientes elementos: i. Estructuras monoplicas y/u oligoplicas en el proceso de produccin y comercializacin de la actividad econmica regional. Tales estructuras sustraen recursos de los sectores ms dbiles del aparato productivo y los trasladan hacia unos pocos grupos monoplicos impidiendo la capitalizacin de los primeros y coadyuvando a una distribucin del ingreso ms regresiva que el promedio nacional. ii. Incapacidad de los sectores productivos tradicionales para acumular e incorporar cambio tecnolgico. Ello deviene en ndices menores de productividad y en niveles mas bajos de salarios nominales y reales que los de las regiones adelantadas. iii. Gran disparidad en la distribucin de la propiedad de la tierra. inestabilidad jurdica en los regmenes de tenencia, con la existencia de amplias reas minifundiarias con ingresos de subsistencia que alientan el agudo proceso emigratorio rural. iv. Estructura industrial dbil, con bajos niveles de desarrollo tcnico y baja productividad relativa en comparacin con la de los grandes centros manufactureros del pas. Tal debilidad, agregada a la deficiente estructura del sector agropecuario, desplaza fuerza de trabajo hacia el sector terciario y al desempleo. v. Situacin social y educacional deficiente, tanto por los ingresos reducidos y mal distribuidos que afectan a la mayora de la poblacin, como por las dificultades del sector publico para afrontar las inversiones necesarias. Estas caractersticas pueden apreciarse en la evolucin de las dos grandes zonas en las que se ha dividido el rea de la CIRB y que se describen a continuacin. 3.2.2 Zona Este Como ya se ha dicho, esta zona acumula el grueso de la poblacin y de la actividad econmica regional. Dentro de ella el peso de la Provincia del Chaco resulta determinante. La incorporacin de esta regin a la economa nacional data de fines del siglo pasado, coincidiendo institucionalmente con las sucesivas campaas militares y econmicamente con el desarrollo de la explotacin forestal y el tendido de las lneas del ferrocarril de Barranqueras al oeste. El desarrollo de obraje en busca de durmientes y lea, y posteriormente tanantes, se caracteriza por la explotacin de grandes superficies fiscales en el este de las Provincias de Chaco y Formosa por la desnaturalizacin de las primeras leyes de colonizacin que llevan a la conformacin de grandes latifundios, dirigidos primeramente a la explotacin forestal y posteriormente a la ganadera (*). (*) Luego de un primer perodo de adjudicacin a colonos, la ley de liquidacin (1891) exime a las grandes compaas de la obligacin de subdividir y poblar las tierras adjudicadas. Al mismo tiempo se delinea el carcter concentrado y "externo al rea" de los principales recursos financieros. En esta etapa sern los grandes capitales extranjeros ligados a la explotacin del quebracho; ms adelante las grandes empresas exportadoras de algodn, y posteriormente las grandes firmas textiles de la capital. Esta presencia preponderante del capital "externo" se mantiene en la actualidad. La explotacin forestal se nutre de mano de obra regional proveniente de provincias y pases limtrofes (en primer lugar Corrientes y Paraguay, respectivamente). En forma simultnea, en el Chaco se alienta la colonizacin de inmigrantes europeos iniciada a fines del siglo pasado (fundacin de Resistencia en 1879) que se detiene ante el auge de la explotacin forestal, para volver a tomar impulso con el desarrollo de cultivo algodonero, hasta 1930 aproximadamente. Este proceso migratorio determina en gran medida una estratificacin social regional que conserva vigencia hasta nuestros das. En aquellos lugares donde se recibi el mayor auge de inmigracin europea, especialmente las zonas agrcolas del este de la Provincia del Chaco, se conformo una estructura rural caracterizada por explotaciones agrcolas de tamao familiar (50 a 100 ha) con alta densidad de produccin y poblacin, dando origen a centros urbanos regionales que actan como abastecedores de servicios a una zona rural densamente poblada; caso representado por el Departamento de Comandante Fernndez y su cabecera, la ciudad de Roque Senz Pea. Frente a este sector social medio, el grueso de los estratos mas pobres son criollos o inmigrantes de pases limtrofes y, por supuesto, poblacin indgena. Primitiva mano de obra ocupada en la instalacin del ferrocarril y de los obrajes, tambin la forman pequeos agricultores ganaderos que se desplazan desde las zonas limtrofes de Salta y Santiago del Estero. La cada de la actividad forestal los convierte en pequeos productores minifundistas (por debajo de 25 ha) que son mayoritarios en la Provincia de Formosa (donde no existi la promocin de colonias europeas), aunque tambin su peso y numero resulta significativo en la Provincia del Chaco. Finalmente, en el otro extremo, los estratos mas altos aparecen ocupados, en gran medida por empresas y empresarios extrarregionales. Para fijar esta estructura social resulta determinante el auge de la produccin agrcola, incentivada por empresas exportadoras y el gobierno central a partir de 1920, debido al crecimiento de precios y demanda en el mercado internacional durante la Primera Guerra Mundial. El primer crecimiento algodonero destinado a la exportacin se concentra principalmente en el Chaco. Formosa se integra al mismo recin en la etapa abierta con posterioridad a la crisis de los aos 30, cuando el acelerado proceso de urbanizacin y transferencia de ingresos que vive el pas sustituye a la demanda internacional por una creciente capacidad de consumo interno durante toda esta etapa. Las polticas publicas juegan un importante papel en la conformacin del rea. Por una parte, las leyes de colonizacin reflejan el inters de poblar una zona marginal de escaso valor rentstico, a pesar de lo cual son combatidas y muchase veces desnaturalizadas por los grupos ligados a la explotacin forestal que buscan mantener la libre disposicin de tierras fiscales para su actividad. Se explican as la desvirtuacin de la Ley de Colonizacin 817, la contradictoria poltica migratoria que detiene bruscamente la incorporacin de colonos europeos en 1930 y la perpetuacin de condiciones de tenencia precaria (por la lenta entrega de ttulos) que ponen a esta regin en el primer lugar del pas por el numero de explotaciones existentes en tierras fiscales. No obstante ello, el vigoroso crecimiento de la demanda de algodn hasta fines de la dcada del 50 permite un importante desarrollo regional, que se refleja en los ndices socioeconmicos disponibles. Sin embargo este crecimiento dominado por el monocultivo algodonero presenta particularidades que incidirn negativamente en el decenio siguiente, con la declinacin de esta actividad. As, aunque en estos aos se consolida la participacin de los estratos medios (visible en el mayor peso econmico del movimiento cooperativo) el grueso de la poblacin que es atrada hacia el rea se incorpora como productor minifundista algodonero o como mano de obra transitoria vinculada al ciclo de dicho cultivo. Los escasos recursos disponibles de estos productores explican el hecho de que amplias reas de la Zona Este que requieren desmonte para su utilizacin agrcola permanezcan desocupadas, mientras se produce un hacinamiento sobre la superficie agrcola libre de bosques que puede ponerse en explotacin sin la necesidad de afrontar los costosos gastos de desmonte. No resulta extrao entonces encontrar que, a pesar del crecimiento econmico, se evidencian amplias falencias en la infraestructura social, particularmente en las condiciones educacionales y sanitarias. Por ltimo la desigual distribucin de los medios de produccin se continua en un sistema comercial y crediticio que acta como embudo redistribuidor de ingreso en favor de las medianas y grandes empresas, (estas ultimas mayoritariamente extrarregionales). Se reducen entonces, en forma notable, los niveles de ahorro regional, mientras que el efecto multiplicador de la actividad primaria se diluye, no llegando ms que a las primeras etapas de procesamiento de la produccin agropecuaria (caso tpico del desmotado de algodn). La declinacin en la actividad algodonera, que comienza en la dcada del 60 y continua hasta la fecha, es el punto de inflexin que determina el estancamiento regional. Esto es especialmente visible en la actividad industrial, orientada bsicamente a procesar la produccin algodonera y atender la demanda de consumo regional, tambin dependiente del nivel de ingresos agropecuarios. Fuera del sector agropecuario solo se "mantienen" las actividades apoyadas por el gasto publico. Coincidentemente, el producto bruto regional permanece estancado (particularmente en el Chaco, mientras se manifiesta un modesto crecimiento en Formosa) y, ello hubiera sido aun bastante ms grave de no haber mediado el incremento del gasto publico, tanto corriente como de capital. Sin embargo, el ltimo decenio presenta una importante movilidad en la orientacin productiva, caracterizndose por la incorporacin de nuevos e importantes cultivos (oleaginosos, cereales, hortalizas, etc.) A pesar de ello, la particular estratificacin de los productores rurales y los lmites que ella impone a las posibilidades de cambios de tecnologas, ha significado que esta reorientacin en la produccin vaya acompaada de una drstica cada de la poblacin y del empleo regional, especialmente en las reas rurales. Durante el auge algodonero, a pesar de los clsicos defectos del minifundio, el mismo se integraba activamente a la economa regional mediante el monocultivo de fibra. Producida la crisis algodonera, todo intento de reorientar el destino de la produccin minifundista supone un drstico cambio en la dotacin de factores productivos que este dispone, cambios que no estn en situacin de realizar por s mismos. As, se ha estimado (*) que para mantener el mismo nivel de ingresos, sustituyendo el algodn por cereales oleaginosos, se requiere triplicar la superficie sembrada. (*) "Plan de Colonizacin para la Reconstruccin Nacional", Instituto de Colonizacin de la Provincia del Chaco, enero 1974. Al mismo tiempo la mano de obra que demandan estos cultivos es sensiblemente inferior a la exigida por el algodn, pero paradjicamente se concentra de manera tal que dificulta la posibilidad de atenderla con la capacidad de trabajo familiar. Mientras la cosecha de algodn puede extenderse durante un prolongado perodo de tiempo, lo que facilita su realizacin en base al trabajo familiar del minifundista, todo lo contrario sucede con la cosecha de cereales y oleaginosas, que debe realizarse en forma mecnica. Los resultados de esta situacin pueden apreciarse en el movimiento demogrfico del Departamento de Comandante Fernndez, que podra presentarse como ejemplo de un proceso de colonizacin exitosa en los decenios anteriores. Frente a la declinacin de la actividad algodonera, el xodo de la poblacin hacia el centro urbano departamental, donde no existe crecimiento de la actividad econmica, invierte la distribucin demogrfica. En el decenio se pasa de un 30% a un 70% de poblacin urbana en base al desplazamiento de los desocupados rurales. Para gran parte de la zona la emigracin a otras reas resulta la va adoptada. As, en el ultimo decenio. Chaco es la provincia que pierde ms poblacin en trminos porcentuales y la segunda en cifras absolutas (134 000 personas). Formosa, con perdidas notablemente menores, acompaa sin embargo esta tendencia declinante. No debe suponerse que la subutilizacin de los recursos productivos se limita al problema del desempleo. Aun siendo ms difcil de cuantificar es indudable que ella tambin ha dado lugar a una subutilizacin generalizada de los recursos fsicos. A este respecto se destaca la situacin de la industria manufacturera, la que presenci el cierre masivo de importantes establecimientos. Por ultimo, el proceso de concentracin de los ingresos que en la ultima dcada opera aceleradamente en la regin (dado el desplazamiento de pequeos productores) es probable que haya disminuido la tasa de ahorro regional, habida cuenta del peso de empresas "extrarregionales" en los estratos superiores de las distintas actividades productivas. La orientacin asumida finalmente por el sector publico parece dirigida a paliar los efectos inmediatos de la crisis mediante la expansin del gasto pblico, fundamentalmente a travs del desarrollo de obras. 3.2.3 Zona oeste El sector centro-occidental de las Provincias de Chaco y Formosa es incorporado a principios de siglo a la explotacin forestal mediante el tendido de la va frrea de. Barranqueras al oeste y posteriormente de Formosa al oeste. La actividad forestal en esta subzona no se desarrolla en base a la adjudicacin de tierras fiscales a las grandes empresas. Estas se limitan a mantener el monopolio de compra mientras que la extraccin se realiza por pequeas cuadrillas de hacheros que explotan el bosque fiscal. Crece as una poblacin criolla, originaria de provincias limtrofes, que se moviliza en los alrededores de las vas frreas y efecta una penetracin ganadera primitivamente destinada al consumo en los obrajes. La decadencia de la actividad forestal lleva a la conformacin de una poblacin que se desenvuelve en condiciones de minifundio de subsistencia y que es poseedora, en el caso del Chaco, de un pequeo numero de cabezas que le sirve exclusivamente para su consumo familiar, a los que suma espordicamente labores de hachero o mano de obra rural en otros departamentos de la regin. Conjuntamente se produce un acelerado deterioro de las pasturas naturales y degradacin del bosque natural, lo que limita aun ms las escasas fuentes de ingreso de esta poblacin. Teniendo en cuenta que en esta zona los establecimientos con menos de 200 cabezas son clasificados como subfamiliares (*), se observa que en 1960 los Departamentos de Gemes (Chaco), Bermejo y Matacos (Formosa) y Copo (Santiago del Estero) poseen ms del 66% de su stock en establecimientos menores a dicho lmite. Rivadavia presenta una situacin intermedia, con un 40% de su stock en explotaciones subfamiliares. (*) "Tenencia de la tierra", CFI-CONADE, ao 1964. En los Departamentos de Almirante Brown (Chaco) y Patino (Formosa) por el contrario se observa una sensible diferencia en el tipo de ganadera. Adquieren ms preponderancia las explotaciones comerciales en establecimientos y rodeos mayores, con salida a los centros regionales. La razn de este hecho debe encontrarse en el mayor peso que adquiere en Formosa la extensin de la ganadera de provincias limtrofes, movilizada en busca de tierras aptas. Con mayor intensidad que en el resto de la CIRB se destaca aqu la adaptacin "pasiva" del hombre a la mayor o menor facilidad para disponer de los recursos naturales existentes. Explotacin depredadora del bosque, agotamiento de la receptividad ganadera del suelo, nfimo desarrollo agrcola - bsicamente limitado por falta de agua - constituyen el resumen de esta situacin. La subutilizacin de los recursos adquiere, en este marco, un carcter propio. As como en la Zona Este nos encontramos con una subutilizacin "actual" de recursos humanos y materiales disponibles en esta zona, por el contrario, se destaca la subutilizacin "virtual", pues aqu aparece como prerequisito de un mayor aprovechamiento la realizacin de una serie de obras de infraestructura que pongan en condicin de producir a los recursos potenciales. En los Departamentos sltenos de esta Zona se evidencia un primer ciclo de desarrollo notablemente similar al comentado anteriormente con la salvedad de que aqu la ganadera precede o suplanta al papel de la explotacin forestal, la que slo es significativa en la mitad sur del rea. Por otra parte, el proceso de expansin ganadera es anterior al de la regin centro, y su declinacin, mucho ms marcada, permite hablar de una ganadera en crisis. Junto con esto, la zona ha visto el surgimiento (en s misma o en su periferia) de importantes centros de actividad agrcola e industrial. La parte occidental del Departamento de Oran acumula una agricultura centrada en la caa de azcar y en la horticultura, la que si bien es externa al rea de la CIRB, coadyuva a imprimirle a estos departamentos una dinmica diferente. El movimiento de agricultores desde las provincias sureas y la llegada de una inmigracin reciente favorece el desarrollo de agricultura bajo riego en Anta (Zona del Ro Juramento, Ro Dorado y del Valle), en San Martn (Embarcacin) y en Oran. Al mismo tiempo, la explotacin petrolfera en el Departamento de San Martn da lugar al crecimiento de importantes centros urbanos y contribuye a crear un mercado de trabajo regional. Sin embargo estas actividades han conformado una situacin de desarrollo notablemente polarizada, cuya capacidad de crecimiento parece prxima a agotarse en el caso petrolero, mientras depende de la expansin del riego en el caso de la agricultura. Espacialmente, el conjunto de esta actividad se encuentra recostada sobre el lmite oeste de la zona, mientras el resto de la misma presenta una situacin de declinacin productiva y degradacin de recursos naturales, tpica del ciclo forestal-ganadero ya mencionado. 3.3 Variaciones en los principales indicadores economico-sociales 3.3.1 Producto regional 3.3.2 El intercambio comercial 3.3.3 Recursos humanos 3.3.4 Infraestructura 3.3.5 Conclusiones 3.3.1 Producto regional Las cuentas sociales regionales resultan por lo general un defectuoso indicador del nivel de actividad del rea, pues: a) Slo se encuentran disponibles a nivel provincial, para un corto perodo y a precios corrientes. b) El nivel de error de estas estimaciones, sumado al que se incurre cuando se trasladan las series a valores constantes, hace difcil afirmar cundo se est frente a un cambio econmico o a un error estadstico. De all que slo sea aceptable utilizar estos clculos para identificar cambios de consideracin o reconocer tendencias que se mantienen a lo largo de varios aos. En los cuadros III-1 y III-2 aparecen los datos principales de las cuentas regionales para la totalidad de las provincias de Chaco y Formosa y para los cuatro departamentos de Salta. La escasa incidencia que en el producto salteo tiene la zona que participa en la CIRB, hace que las cifras para dicha provincia no resulten significativas para nuestro estudio. De todas formas y meramente a ttulo ilustrativo, en los cuadros citados se vuelcan las estimaciones del producto a nivel departamental, que han podido confeccionarse para el trienio 1967/69 en base a las fuentes disponibles. Es de observar sin embargo, que la mayor parte del producto registrado en los Departamentos de Oran y San Martn corresponde a actividades que se encuentran fuera de la CIRB, por lo que las inferencias que puedan obtenerse en estas cifras son en realidad muy escasas. El producto bruto chaqueo permanece estancado a lo largo del ultimo decenio, mientras que Formosa manifiesta un modesto crecimiento. Sin disponer de informacin fehaciente lo mismo parece haber sucedido con los departamentos sltenos de la CIRB. En la visin agregada del conjunto regional, la mayor gravitacin econmica del Chaco impone sin embargo la tendencia declinante manifestada por esta provincia. El total de la regin tiene una escasa participacin en el Producto Bruto Nacional, que no supera en aos recientes el 2% del total, siendo el rubro individual de mayor relevancia, la agricultura chaquea. El producto per cpita regional (cuadro III-3) considerado a precios constantes, presenta una tendencia ascendente para el Chaco e indeterminada para Formosa, mientras resulta ascendente en la suma de las dos provincias (datos a nivel provincial). Sin embargo, si tenemos en cuenta que la regin ha perdido constantemente poblacin durante el ultimo decenio, debemos concluir que sin esta sangra demogrfica el producto per cpita regional hubiera manifestado un acentuado deterioro. Para el promedio de los tres ltimos aos sobre los que se dispone de informacin del Producto Bruto per cpita regional resulta del orden de los $23000 anuales de 1960, lo que llega a un 38% del producto per capita nacional. Cuadro III-1 Producto bruto interno a precios de mercado, corrientes y constantes de 1960 (en millones de pesos) Ao CHACO FORMOSA CHACO + FORMOSA Corrientes Constantes Corrientes Constantes Corrientes Constantes 1961 159 148 36 33 194 181 1962 197 142 43 31 240 173 1963 273 154 57 32 330 186 1964 324 140 77 33 401 173 1965 479 164 104 35 583 199 1966 501 141 125 36 626 177 1967 579 131 186 41 765 172 1968 685 140 199 39 884 179 1969 812 151 240 43 1052 194 Fuente: Las series a precios corrientes han sido obtenidas de INDEC-Sector Cuentas Regionales. Las series a precios constantes se han construido en base a la utilizacin de los ndices de precios implcitos en el P.B. Nacional que a nivel sectorial estima el BCRA. Cuadro III-2 Producto Bruto Interno - A precios de mercado, corrientes y constantes de 1960 Departamentos de la Provincia de Salta incluidos en la CIRB en millones de pesos Departamento 1967 1968 1969 Corr. Const. Corr. Const. Corr. Const. Anta 22 5 28 6 32 6 Oran 114 25 146 29 165 31 Rivadavia 5 1 6 1 7 1 San Martn 108 24 139 28 157 29 Total 249 55 319 64 361 67 Fuente: Idem cuadro III-1. Para la obtencin de los valores del PBI a nivel departamental, se han utilizado los coeficientes presentados por C. Trogliero en "Evolucin y Distribucin del PBI en la Provincia de Salta", Salta, 1972. Cuadro III-3 - Producto Bruto per Cpita (pesos de 1960) Ao CHACO FORMOSA CHACO + FORMOSA Departamentos de Salta (*) 1967 233 191 222 344 1968 248 177 228 393 1969 267 190 245 406 1967/69 250 186 232 381 (*) Los valores sensiblemente ms altos que registra el rea saltea se deben exclusivamente a la actividad de los departamentos de Oran y San Martn, externa a la CIRB. As el promedio per cpita de Anta y Rivadavia en el perodo es de $209 y $98 respectivamente. Fuente: Idem cuadros III-1 y III-2 y Censos Nacionales de Poblacionales 1.960 y 1970, INDEC. Observando la estructura sectorial del producto regional y su evolucin en el ultimo decenio, pueden definirse varias tendencias que se aprecian en los cuadros III-4 y III-5. El sector agropecuario es sin lugar a dudas, el ms importante, pese a su participacin declinante. Frente a esta situacin, el sector oficial acapara el grueso del crecimiento tanto en trminos absolutos como en lo que hace a su participacin en el producto total. Esto se observa en los valores del rengln "servicios", as como la tendencia expansiva manifestada por rubros tales como electricidad, gas, agua y construcciones. Fuera de estas dos tendencias claramente delineadas, el resto de los sectores productivos no manifiesta una dinmica definida. La comparacin con la estructura del producto nacional arroja los resultados previstos (ver cuadro III-6). La importancia relativa de los sectores agropecuarios e industrias manufactureras aparecen invertidos en el panorama regional, en relacin a los guarismos nacionales. El menor desarrollo de la infraestructura de servicios se destaca tambin en la menor presencia regional de los rubros correspondientes (transporte, comunicaciones, electricidad, gas, agua) mientras el rpido incremento de los gastos pblicos en el rea regional incrementa su participacin relativa en el producto por encima de los valores correspondientes al conjunto del pas. No existen estimaciones de las cuentas sociales a nivel provincial que permitan estimar la formacin del capital regional y el valor de las ivver inversiones. No resulta adecuado tampoco realizar inferencias asimilando la situacin regional a la del conjunto del pas, pues en el primer caso el peso de la inversin extrarregional resulta determinante. Asimismo la formacin de ahorro regional no responde a los niveles del Producto Regional ya que la distribucin del producto favorece a perceptores de ingresos extrarregionales (empresas y propietarios). En forma ilustrativa se resume en el cuadro III-7 informacin respecto de la inversin pblica a nivel provincial. Del cuadro III-7 se destaca que en el caso de Chaco y Formosa poco menos de la mitad corresponde a la realizada por el Estado Nacional, porcentaje que es sensiblemente inferior en el caso de Salta. Pero si se considera que aproximadamente el 70% de los ingresos provinciales proviene tambin del Esta do Nacional, se infiere que la inversin nacional directa o indirecta representa entre un 79 y un 80% Cuadro III-4 - Chaco-PBI a precios de mercado (Ap) (miles de pesos de 1960) Sector 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 Agropecuario, silvicultura, caza y pesca 51 204 43 935 46 146 35 559 52 713 35 468 34 875 41 035 40 054 Minas y canteras 609 603 558 220 197 134 97 56 163 Industria manufacturera 26 570 28 969 33 582 31 442 35 842 31 155 27 684 28 483 31 180 Construccin 8 341 8 020 10 666 10 072 8 950 9 571 7 761 7 391 9 383 Electricidad, gas, agua y servicios sanitarios 940 248 991 1 459 1 437 1 574 1 306 1 838 1 913 Transporte 4 542 3 679 3 711 4 831 5 771 4 545 4 414 4 303 4 156 Comunicaciones 1 166 1 046 890 791 930 988 1 139 968 1 023 Comercio 27 122 28 364 29 727 27 603 30 714 29 073 25 020 28 160 31 820 Bancos, seguros y propiedad de vivienda 10 524 9 360 9 244 8 612 8 248 8 042 7 430 6 387 5 898 Otros servicios 17 210 17 707 18 020 19 525 19 604 20 825 20 753 20 975 25 185 Totales 148 228 141 931 153 535 140 114 164 406 141 375 130 479 139 596 150 775 Cuadro III-5 - Formosa-PBI a precios de mercado (Ap) (miles de pesos de 1960) Sector 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 Agropecuario, silvicultura, caza y pesca 11 898 9 140 9 492 8 782 10 693 9 053 15 392 12 736 14 666 Minas y canteras - - 10 24 29 43 48 55 12 Industria manufacturera 3 555 3 960 3 938 4 473 4 535 4 284 4 379 5 172 4 108 Electricidad, gas, agua y servicios sanitarios 13 202 230 202 157 240 280 356 439 Transporte 1 129 664 723 1 088 1 244 1 089 1 048 981 1 342 Construccin 1 519 1 774 2 219 2 760 2 132 2 515 3 695 3 448 4 212 Comunicaciones 184 198 159 204 248 304 248 246 260 Comercio 6 032 6 024 5 774 5 502 6 210 6 841 5 845 6 307 7 512 Bancos, seguros y propiedad de vivienda 2 831 2 487 2 500 2 325 2 197 2 166 2 016 1 750 1 655 Otros servicios 5 992 6 227 6 918 7 261 7 489 8 915 8 322 8 292 9 080 Totales 33 153 30 676 31 963 32 622 34 934 35 450 41 273 39 343 43 286 Fuente: Calculo de la Unidad Tcnica mediante la aplicacin de los ndices de precios implcitos en el PBN que a nivel sectorial estima el BCRA y en base a los datos de PBI a precios corrientes de INDEC - Cuentas Sociales Regionales. Cuadro III-6 - Composicin Sectorial del Producto Regional (Ap) (en porcentajes) Sector PAIS CHACO FORMOSA CHACO + FORMOSA 1967/69 1961 1967/69 1961 1967/69 1961 1967/69 Agropecuario, silvicultura, caza y pesca 12,9 31,2 24,7 32,2 30,1 31,3 26,0 Minas y canteras 1,6 0,5 - - - 0,4 0,1 Industria manufacturera 31,3 18,3 19,1 10,9 9,9 17,0 16,8 Construccin 4,8 6,4 7,2 5,2 11,2 6,2 8,2 Electricidad, gas, agua y servicios sanitarios 2.4 0,7 1,4 - 1,0 0,6 1,3 Transporte 9,3 3,2 3,8 3,6 3,3 3.3 3.7 Comunicaciones - 0,8 0,9 0,6 0,7 0,8 0,9 Comercio 15,4 17,7 17,5 17,5 13,4 17,6 16,7 Bancos, seguros y propiedad de viviendas 3,9 7,9 5,0 9,4 4,5 8,2 4,8 Otros servicios 18,1 13,3 20,2 20,6 25,7 14,6 21,5 Totales (*) 100 100 100 100 100 100 100 (*) Las sumas en columnas pueden no coincidir con el 100 % por las aproximaciones usadas en los parciales. Fuente: Clculo de la Unidad Tcnica en base a estimaciones de Cuentas Sociales del INDEC. de la inversin pblica regional. Coincidentemente, en una encuesta realizada al grupo de mayores empresas industriales del NEA, surge el peso de las empresas extrarregionales ya que las mismas cubren el 65% de la inversin realizada por el grupo y casi el 80% de la produccin. Aunque estas informaciones solo pueden considerar se ilustrativas, las conclusiones que de las mismas resultan coinciden en sealar el escaso nivel de ahorro regional motivado en gran medida por las filtraciones del ingreso hacia el mbito extrarregional. Cuadro III-7 - Indicadores de formacin de capital a) Inversin publica por provincia - ao 1970 Concepto Chaco Formosa Salta En millones de pesos Provincia 53,3 42,1 55,8 Municipio 10,1 3,7 11,2 Total 111,5 87,9 95,0 En porcentajes Nacin 43,2 47,8 29,6 Provincia 47,8 47,9 58,7 Municipio 9,0 4,2 11,7 Total 100 100 100 Fuente: Plan Trienal para la Reconstruccin y Liberacin Nacional. b) NEA: Inversin privada (*) (*) Estos datos corresponden a una encuesta de 55 grandes empresas industriales del NEA presentado en "Inversiones Externas en la Regin del NEA", Carlos de Santo, CFI, 1973. Empresas Inversin 1968/72 Valor produccin % No. de Empresas miles $ 1972 % Regionales 39 530 33,2 22 26,3 Extrarregionales 79 484 66,7 78 63,7 Totales 119 014 100 100 100 3.3.2 El intercambio comercial El intercambio interregional muestra a la CIRB como expedidora de algodn, tanino y en menor medida ganado, frutas y hortalizas con destino a las reas de mayor nivel de desarrollo relativo en el pas y el exterior, mientras introduce artculos manufacturados. La consideracin de la evolucin de los precios de ambos grupos de artculos a lo largo de los ltimos quince anos permite reconocer el efecto de la situacin "perifrica" regional, manifiesta en el deterioro de sus trminos de intercambio comercial que limitan las posibilidades de acumulacin local. En los cuadros III-8 y III-9 puede apreciarse la evolucin de dichos trminos de intercambio para las Provincias de Chaco y Formosa. Los cambios relativos entre los precios de los bienes que se introducen en ambas provincias son muy notorios en el perodo. Entre los productos que superan la media de los precios generales o se acercan a ella, sobresalen los combustibles, la ropa de uso diario, los artculos de tocador y cosmtica y las mquinas y motores. El resto est algo por debajo del promedio global (con excepcin del plomo) en tanto el tabaco sufre un fuerte retraso. Si se comparan dichos productos con los expedidos, el anlisis cambia fundamentalmente. El algodn desmotado, principal producto enviado por Chaco y en la actualidad uno de los ms importantes rubros de expedicin de Formosa, tiene ndices de crecimiento de precios menores que todos los productos introducidos, hasta 1970 inclusive. Es decir, que de la serie de 14 aos consignada, en los primeros 11 la perdida de poder adquisitivo de los productores de Chaco y Formosa es de una magnitud muy considerable pues en ningn caso logran alcanzar niveles de ingreso suficientes para que la economa provincial este en condiciones de afrontar compras crecientes de bienes de produccin extrarregional. Este desnivel que se verifica entre 1960 y 1970 llega a exhibir brechas de hasta el 50 o 60% en su relacin con el ndice de precios global, como en los aos 1966 y 1967. Esta brecha se ensancha aun mas en relacin a los precios de algunos de los productos introducidos, tales como ropa confeccionada, repuesto de automotores y metales, que presentan diferencias cercanas o mayores al 100%. Es decir que en slo seis aos, los precios de algunos bienes de introduccin que son cada vez ms consumidos en el mercado nacional dada las tendencias de la demanda, duplican el valor del producto regional de mayor volumen de expedicin. Recin a partir de 1971 se produce una reaccin en los precios que, en el primero de los aos, no logra alcanzar al ndice de precio global pero que lo sobrepasa en los dos aos siguientes y parece sostenerse en lo que va del ao 1974. De cualquier modo, este repunte no se corresponde con las posibilidades reales del sector dado el problema estructural que lo afecta y del cual nos ocuparemos oportunamente. Adems, las diferencias observadas en los precios relativos distan de compensar las graves prdidas sufridas en la mayor parte del perodo analizado. Dadas las caractersticas del proceso de comercializacin del algodn y la concentracin de la industria desmotadora, los ingresos provenientes de las ventas de la fibra no tienen relacin directa con los ingresos de los productores agrcolas. Sin entrar a considerar el fenmeno de la traslacin del excedente del proceso transformador del algodn entre las distintas etapas que se ver ms adelante corresponde hacer notar cmo vari el ndice de precios del algodn en bruto que se relaciona con el ingreso de los agricultores dedicados a dicho cultivo. La serie respectiva incluida en el cuadro III-8 revela una inferior capacidad por parte de los productores para lograr que los precios del algodn bruto crezcan en igual medida que los de los bienes manufacturados de consumo ms difundido. Obsrvese que el ndice de precios en 12 de los 14 anos considerados flucta por debajo del ndice del desmotado y en los dos aos que lo supera lo hace en proporciones muy reducidas. En esos dos anos se produce una recuperacin coyuntural del precio del algodn en bruto, de la cual la industria no logra participar tan eficazmente. Cuadro III-8 - Variacin de los precios de productos exportados en Chaco y Formosa (*) Ao Algodn bruto Algodn desmotado Ganado kilogramo vivo Quebracho para tanino Indice base 1960 = 100 Indice base 1960 = 100 Indice base 1960 = 100 Indice base 1960 = 100 1960 77,5 96,9 1961 91,6 113,5 1962 1963 150,0 151,1 1964 141,6 195,0 1965 216,6 227,7 1966 185,0 227,1 1967 245,0 259,3 100 1968 399,2 395,3 129 1969 415,0 394,3 147 1970 287,5 356,8 100 176 1971 588,3 752,8 209 225 1972 1 643,3 1 833,4 363 422 1973 2 249,2 2 773,0 515 900 1974 (**) 4 119,0 (*) Se trata de precios correspondientes a transacciones realizadas en Chaco. Los datos de Formosa son de muy dificultosa obtencin. El cuadro se ha confeccionado en base a los precios corrientes por tonelada y kilogramo vivo, deflactados por la serie de Indice de Precios Mayoristas. Se han escogido estos cuatro productos por ser los ms transaccionados. El Quebracho es de venta interna y no de exportacin. (**) 10 primeros meses. Fuente: Elaboracin en base a: Chaco en cifras, Direccin Gral. Estadsticas y Censos, MOP, Chaco Aos 1970/71/72/73. Historia Econmica y Social del Chaco, Pieiro, Diego y Caracciolo de Basco, Mercedes, pg. 57, Buenos Aires, 1973. Indices de precios al por mayor 1956-1972, Direccin Gral. Estadsticas y Censos, Buenos Aires, 1973. Precios al por mayor octubre 1974. Techint Boletn Informativo n o 195, julio-setiembre 1974. Cuadro III-9 - Variacin de los precios de productos importados en Chaco y Formosa (*) (Indice base 1960 = 100) (*) Escogemos los bienes de mayor incidencia en la importacin aunque, en conjunto, alcanzan a alrededor del 50 % del total del volumen ingresado en 1959. Se estima que con posterioridad esa proporcin debe haber aumentado significativamente dado el gran desarrollo de la industria automovilstica, de cosmticos y de ropa con hilado sinttico, rubros que cubren un porcentual importante de las importaciones. Ao Plomo Harina Derivados del petrleo Confecciones varias Artculos de tocador Hilados y tejidos Metales Reparacin de automotores Tabaco Artculos para electricidad Mquinas y motores 1960 100 100 100 100 100 100 100 100 1961 114 116 98 114 108 113 108 113 117 115 110 1962 155 150 124 168 146 141 139 160 132 140 142 1963 188 210 188 207 183 174 162 199 153 158 165 1964 226 258 192 266 223 221 200 249 173 192 202 1965 359 270 245 364 296 309 293 319 212 271 279 1966 433 296 315 446 358 367 360 383 288 339 365 1967 551 472 382 507 443 425 457 456 341 420 450 1968 568 473 482 563 508 469 479 466 349 474 471 1969 501 484 517 591 549 503 496 487 352 492 486 1970 547 526 536 608 601 513 535 511 356 519 504 1971 890 633 721 856 798 661 687 601 368 588 650 1972 1 442 1 018 1 111 1 459 1 190 1 150 1 153 975 491 927 1 143 1973 1 968 1 760 2 013 2 135 1 586 1 848 1 748 1 422 865 1 268 1 900 1974 2 438(**) 1 789 3 406 2 751 1 828 2 242 2 155 1 683 1 267 1 481 2 282 (**) Corresponde, al igual que en los dems productos citados, a los 10 primeros meses de 1974. Fuente: Instituto Nacional de Estadstica y Censos, "Precios al por mayor, octubre 1974". Op. cit en cuadro III-8. El anlisis previo, s se realiza comparando el ndice obtenido con los de los distintos productos consignados en el cuadro III-9 es suficientemente revelador del profundo retroceso experimentado por los productores algodoneros de Chaco y Formosa en el perodo 1960-1973. La limitada recuperacin de 1972 y 1973 no logra compensar, ni con mucho, las graves perdidas de los doce aos anteriores. Un ndice de precios relativos mostrara valores cercanos al 50% de los precios mayoristas en varios aos del perodo y porcentuales aun inferiores si la comparacin se efecta con algunos de los productos esenciales introducidos. Bien poco, entonces, puede compensar el alza relativa de los aos 1972 y 1973 que en comparacin con el ndice de precios mayoristas solo permite superarlo en un 16% y en un 7%, respectivamente. Este panorama se completa con el anlisis de los otros dos productos que componen, junto con el algodn, lo ms significativo del grueso de los envos de las dos provincias. La evolucin del precio de ganado por kilogramo vivo vendido para faenar o para expedicin en pie se obtuvo solo para el Chaco, aunque por las caractersticas del mercado y de la estructura de la oferta entendemos es asimilable a Formosa. La serie respectiva, cuyo primer valor parte recin del ao 1970, indica un ritmo de crecimiento superior al del Indice de Precios Mayoristas y al de los productos ms usualmente introducidos. Este incremento se corresponde con el observado a escala nacional en el perodo. Sin embargo, debe analizrselo con detenimiento pues encubre una situacin estructural propia del desarrollo, de la ganadera regional, que implica disminuir la importancia de los mayores precios consignados. Segn estimaciones practicadas en el ao 1962, la canalizacin del ganado vacuno proveniente de Chaco y Formosa se realizo, con preferencia, para la exportacin en pie y la faena para consumo interno. De las 247 000 cabezas vendidas fuera de ambas provincias, 202 000 lo fueron con el objetivo citado. De este ultimo total, Formosa participo con 150 000. Los ingresos promedio obtenidos por cada uno de los animales vendidos fuera de los lmites provinciales resultaron ser entre un 20 y 25% menores que la media nacional. (*). O sea que se puede estimar al ndice de precios citado en el cuadro III-8 como partiendo de valores muy inferiores a los obtenidos por los productores de reas tradicionales donde la calidad y el peso del animal hace ms rentable la actividad. (*) Consejo Federal de Inversiones, Movimiento Interprovincial de Hacienda y Productos Pecuarios ao 1963. Buenos Aires, 1968. Esta ultima afirmacin se puede ratificar por dos vas informativas diferentes. La Junta Nacional de Carnes consigna en uno de sus boletines informativos habituales que el precio promedio anual de kilo vivo de carne pagado por el Mercado de Liniers en 1970 ascendi a $0,9767 y que el precio promedio del animal vendido en dicho ao alcanzo a 379 kg. Si se compara el primer valor con el incluido en el cuadro III-8 puede observarse que existe una diferencia en menos para los productores de la Regin del 45%. En cuanto al peso, no se dispone de datos similares para Chaco y Formosa. Sin embargo, estadsticas sobre el rendimiento en carne limpia indican que el ganado faenado en 1963 alcanz un peso medio por cabeza del 75% y 80% en Chaco y Formosa, respectivamente, en relacin al promedio nacional. En sntesis, el crecimiento de los precios es significativo pero se opera en condiciones de ingresos inferiores al obtenido por productores de regiones ms aptas. Con referencia a la madera tnica, los precios analizados son cotizaciones en la etapa de comercializacin interna del producto pues el valor del extracto de quebracho es de difcil apreciacin. En este caso tambin se observa un incremento de precios superior al de los precios mayoristas en el breve perodo estudiado. Dado la carencia de informacin detallada no se puede afirmar si la tendencia citada es estructural o coyuntural. Las dificultades de comercializacin y los precios del ao 1974 hacen pensar ms bien en lo ultimo. 3.3.3 Recursos humanos El desarrollo de los recursos humanos en la CIRB presenta una doble dimensin: i. Aquellos aspectos que tienen que ver con el desarrollo de la poblacin y en particular con la poblacin econmicamente activa. ii. La ocupacin y las formas en que se relaciona la poblacin econmicamente activa (estructura ocupacional, tenencia de la tierra, movilidad social, etc.) (*) (*) Estos aspectos son abordados en el Captulo VI. Estructura demogrfica y ocupacional, y en los diferentes diagnsticos sectoriales. En el cuadro III-10 puede apreciarse que existen dos etapas claramente diferenciadas en la historia demogrfica regional. Desde principios de siglo hasta 1950 se vive un perodo de acelerado crecimiento demogrfico que ms que duplica el ocurrido a nivel nacional. Es el perodo de poblamiento de la regin y de desarrollo de su actividad algodonera. En el decenio 1950-1960 la situacin cambia en forma apreciable. En el Chaco, donde los efectos del estancamiento migratorio y la crisis algodonera se dejan sentir en primer lugar, la poblacin reduce su crecimiento drsticamente hasta ubicarse en valores semejantes al promedio nacional. Formosa y Salta tambin manifiestan la reduccin de su crecimiento demogrfico, pero este sigue siendo superior al promedio nacional. En el ultimo decenio se acenta la situacin anterior. Formosa aparece como la menos perjudicada, los departamentos sltenos reducen sustancialmente su ritmo de crecimiento (en beneficio de otras zonas de Salta econmicamente ms dinmicas) y Chaco nuevamente aparece como la ms perjudicada. En esta ultima, la mayor cada del conjunto de la provincia en relacin al rea departamental se debe meramente a la emigracin campo-ciudad (pues el rea departamental abarca Resistencia y otros importantes centros urbanos). Cuadro III-10 - Evolucin demogrfica de la CIRB (Ap y Ad) (*) (*) Ap = rea provincial; Ad = rea departamental. a) Tasas intercensales de crecimiento anual (por mil) Provincia 1914/1947 1947/60 1960/70 (Ap) (Ad) (Ap) (Ad) (Ap) (Ad) Pas 20,4 17,2 15,6 Chaco 48,8 (**) 17,4 18,0 15,6 7,2 Formosa 43,0 (**) 33,3 31,4 26,9 28,4 Salta 20,8 42,2 26,0 37,5 21,0 14,7 Santiago del Estero - -2,9 7,1 (**) No se puede estimar porque en ese perodo cambiaron las reas departamentales. b) Perdida o ganancia de poblacin en el decenio 1960/70 Provincia Prdidas(numero personas) (***) Perdidas sobre la poblacin esperada (%) Rango de la perdida en relacin al resto de las provincias Chaco Ap 134 058 19,1 1 Formosa Ap 10 030 4,1 12 Salta Ap 19 456 3,7 14 (***) Surge de comparar la poblacin esperada segn el crecimiento vegetativo, con la efectivamente hallada para el ao 1970 en relacin a 1960. Fuente: Censos Nacionales de Poblacin - INDEC. Cuadro III-11 - Evolucin del empleo 1960-1970 Porcentaje de incremento Chaco (Ap) Formosa (Ap) Concepto Total poblacin ocupada +4 +34 Asalariados +21 +47 Trabajadores por cuenta propia +28 -23 Patrones y socios -64 -63 Ocupacin por sectores Sector agropecuario +8 +35 Sector industria -46 -4 Otros +41 +62 Como consecuencia de la situacin anterior, en el Chaco hay un aumento de poblacin de solo 23 000 personas en el decenio, lo cual significa que en ese lapso ha habido una salida de poblacin estimada en 130 000 personas. Con dimensiones mas modestas, Formosa y Salta tambin expulsaron poblacin en el ultimo decenio. Las tendencias regionales especialmente acentuadas en el Chaco son el crecimiento acelerado hasta la dcada del 50, el lento crecimiento posterior, y la expulsin creciente de poblacin. Los cambios habidos en la estructura ocupacional del ultimo decenio para las provincias de Chaco y Formosa son un claro exponente de las causas y consecuencias de esta evolucin demogrfica. Como se aprecia en el cuadro III-11, en el Chaco la poblacin ocupada prcticamente no crece en el ultimo decenio. En Formosa por el contrario se incrementa en forma notable. Por estrato ocupacional, es impresionante la cada en el grupo "patrones", mientras aumentan en primer lugar los trabajadores por cuenta propia y los familiares que trabajan sin remuneracin fija y en menor medida el sector "asalariados". Discriminados por sector productivo, los incrementos ocupacionales se concentran en el rubro servicios, comercio, construcciones y no definidos, tal como se podr apreciar en el captulo VI. La ocupacin industrial cae drsticamente en el Chaco y se estanca en Formosa. Por ltimo, el sector numricamente ms importante, el agropecuario, sigue aumentando su ocupacin en Formosa mientras se estanca en el Chaco. La interpretacin de las cifras marca una aguda movilidad social descendente, el numero de patrones se reduce, pequeos patrones pasan a trabajar por cuenta propia, la reduccin en las posibilidades de empleo alienta la emigracin o el trabajo familiar y, por ultimo, las actividades terciaria y construcciones observan un abultado grupo de trabajadores mantenindolos en situacin de desempleo temporal o subempleo. Este panorama resulta corroborado por la evolucin de la productividad sectorial (cuadro III-12). Se manifiesta all una cada generalizada en la productividad por persona ocupada para el total y para cada uno de los sectores, con pocas excepciones. En comparacin con el pas, global y sectorialmente, las diferencias son sustanciales apareciendo Formosa como la provincia ms desfavorecida. Salta se ubica en la situacin opuesta, como se observa en el cuadro III-12. 3.3.4 Infraestructura 3.3.4.1 Infraestructura fsica 3.3.4.2 Infraestructura social 3.3.4.1 Infraestructura fsica Las cifras disponibles confirman en general las caractersticas tpicas de la infraestructura regional argentina. Entre otros, sus rasgos pueden resumirse en: i. Concentracin de la infraestructura de todo tipo en el este de la regin y, marcadamente, en los centros urbanos mayores. Indices de dotacin inferiores a los correspondientes a las provincias litoraleas. ii. En lo que respecta a la infraestructura de transporte, acentuando proceso de sustitucin del transporte fluvial. iii. Agudo dficit en las condiciones habitacionales de la poblacin. Bajo porcentaje de propietarios, altos ndices de hacinamiento y altos porcentajes de viviendas deficientes, en particular en el sector rural. La dotacin de servicios es mnima: solo 3 centros urbanos tienen una red cloacal de cobertura parcial y solo 6 centros urbanos tienen distribucin de agua potable domiciliaria. iv. Salvo la usina de Barranqueras, el resto del abastecimiento elctrico proviene de grupos electrgenos pequeos y no interconectados, distribuidos en los centros urbanos de la regin. v. Los ndices educativos son marcadamente bajos aun con respecto a la media nacional, indicando en parte el peso, dentro del perfil social regional, de los sectores minifundistas y trabajadores transitorios. a) Transporte ferroviario El tendido de las lneas frreas jugo en su momento un importante papel en la colonizacin de la CIRB. Aun hoy en da, cuando la importancia econmica de este medio de transporte ha declinado notoriamente, puede apreciarse dicho rol en la distribucin espacial de las poblaciones (a lo largo de las lneas frreas) y en las fechas de incorporacin econmica de las diferentes reas de la regin (que en general coinciden con la extensin del ferrocarril). El tendido de las lneas ferroviarias en la CIRB se remonta a principios de siglo y llega hasta 1930, fecha en que se termina la construccin del ferrocarril Formosa-Embarcacin. Con anterioridad o simultneamente al desarrollo de las tres lneas mayores se crea una infraestructura menor, localizada en el sur de la Provincia de Cuadro III-12 - Productividad 1969 (*) - (Pas = 100) (*) Producto Bruto por Poblacin Econmicamente Activa. Concepto Primario Secundario Total Rango (**) Pas 100 100 100 - Chaco 38 73 59 16 Formosa 32 27 44 20 Salta 63 88 69 12 (**) Lugar que ocupa en el conjunto de las 23 provincias argentinas. Fuente: Plan Trienal para la Reconstruccin y la Liberacin Nacional. Chaco, cuya funcin consiste en conectar con los ferrocarriles santafecinos y dar salida a la produccin forestal y azucarera local. Estos ramales menores, muchos de ellos privados (*) fueron en su mayor parte levantados a partir de la dcada del 50, como consecuencia de la declinacin de las actividades productivas que les dieron origen. (*) La Forestal llego a poseer aproximadamente 300 km de lneas frreas y el Ingenio Las Palmas otros 240 km. Para las lneas principales, tambin el grueso de la carga transportada correspondi a productos forestales, en menor medida ganado y, con el auge del algodn, a la produccin algodonera. En la disminucin de los volmenes transportados se suman varios factores; en primer lugar, la cada en la produccin de los rubros antes mencionados y junto a esto, en el caso del algodn, la difusin de desmotadoras en las zonas rurales redujo los volmenes transportados. Por ultimo, el tendido de las rutas 16, 81 y otras, facilito la sustitucin del ferrocarril por transporte de carretera e hizo caer el carcter de servicio promocional que el mismo ostentara previamente. b) Transporte vial En el ultimo decenio, el mejoramiento de importantes rutas (nacionales 11, 16, 81, 90, 95) ha facilitado el incremento del transporte carretero. Este hecho se ve acentuado por el tratado de las rutas nacionales 16 y 81 que corren paralelas a las vas de los dos principales ramales ferroviarios, disponiendo de una red de caminos locales y vecinales que aceleran la circulacin de personas y mercancas favoreciendo la competitividad del transporte carretero a pesar de los mayores costos del mismo en relacin a las tarifas ferroviarias. Si se considera el kilometraje de la red caminera disponible y la densidad de la misma, el Chaco se ubica en valores similares a los del promedio nacional, mientras que dichos valores son marcadamente inferiores en las otras dos provincias. - c) Otras formas de transporte La CIRB (Ap) posee 10 aeroestaciones (4 en Chaco, 3 en Formosa y 3 en Salta) para las que se registra trfico comercial de pasajeros y carga servido por lneas regulares. La tendencia de dicho trfico es creciente. Existen tambin pistas de tierra con movimiento areo espordico (p.e., Castelli en Chaco). El transporte fluvial se realiza a travs de los puertos de Barranqueras, Vilelas y Formosa y en general se caracteriza por el deterioro de las instalaciones portuarias y del material de transporte y por la falta de obras de dragado que faciliten la navegabilidad de los ros Paran y Paraguay. Este cumulo de circunstancias incide en la decadencia del trfico fluvial. d) Servicios elctricos El reducido consumo per cpita regional de energa es del orden de 0,228 MWh anuales en Chaco, 0,088 en Formosa y de 0,367 en Salta, siendo de 0,801 para todo el pas y 1,223 para la Capital Federal. Mientras los deprimidos valores de consumo industrial son ejemplificadores del escaso desarrollo manufacturero de la regin (obsrvense en el diagnostico respectivo las notables diferencias entre Salta y Formosa) el bajo consumo de electricidad residencial proviene de la falta de atencin de la demanda rural y la parcial atencin de la demanda de los centros urbanos. 3.3.4.2 Infraestructura social a) Vivienda Dentro de los diferentes aspectos de la infraestructura social es este el que registra una menor incidencia del gasto publico y por ello refleja en forma ms acentuada las carencias de una estructura social regional. Se puede observar que los ndices de hacinamiento son apreciablemente mayores que la media nacional; Chaco 1,9; Formosa 2,9; Salta 1,8 y total para el pas 1,4 (*). Igualmente, se destaca el peso del inquilinato y otras formas no propietarias de vivienda que, contrariamente a la situacin nacional, superan porcentualmente a la poblacin que habita en vivienda propia. (*) Nmero de personas por pieza-habitacin. b) Salud Algunos indicadores regionales de salud (tema que, junto con el de educacin, es tratado extensamente en el Captulo VI) destacan la menor dotacin de servicios de la regin con respecto a la media regional, en mdicos, camas hospitalarias y fallecimientos con atencin medida. En los dos primeros casos, la mejor situacin la ostenta la provincia de Salta. Paradjicamente, Formosa, con los peores ndices de dotacin, pareciera situarse en mejores condiciones sanitarias que Chaco y Salta. Sin embargo, esta anomala se debe probablemente a la falta de un adecuado registro de la condicin de salud de la poblacin. c) Educacin La situacin educativa regional aparece notablemente rezagada en relacin al resto del pas. As, en 1970, Chaco es la tercera provincia del pas por su porcentaje de adultos analfabetos, Formosa la quinta y Salta la sexta. Si bien el porcentaje de nios en edad escolar que cursa o curs estudios primarios no se aleja mayormente de la media nacional, la regin acusa un elevado ndice de desercin escolar, que hace que los porcentajes de retencin regionales no lleguen a la mitad de los correspondientes para el promedio nacional. Estos elevados ndices de desercin determinan una cobertura de la educacin primaria mucho menor que la que surge de considerar el numero de alumnos inscriptos. Dicha situacin, a la que se suman las condiciones socioeconmicas de la poblacin regional, determina la drstica cada de los porcentajes de poblacin regional con estudios secundarios, que slo llegan a 1/3 del promedio nacional. La poblacin con formacin universitaria representa el 1,5% de los habitantes mayores de 15 aos (frente a un 4,3% a nivel nacional). El reciente desarrollo de centros de altos estudios regionales ha incrementado notablemente la matrcula de alumnos universitarios en la regin, con lo que dicha estimacin puede haber evolucionado favorablemente. Estas estadsticas aparecen en el cuadro III-13. Cuadro III-13 - Estadstica educativa (1970) Rubro Chaco Formosa Salta Pas 1. Adultos analfabetos (porcentaje) 23,0 18,2 16,3 8,4 2. Rango provincial por porcentaje de analfabetismo 3ro. 5to. 6to. - 3. Habitantes de 5 mas aos con estudios o primarios completos o incompletos (porcentaje) 79,3 80,0 86,7 89,2 4. Retencin primaria 1963/69 (porcentaje) 20,3 22,7 28,2 45,0 5. Habitantes de 5 a 14 aos que cursan estudios primarios (porcentaje) 72,7 74,1 77,1 75,4 6. Habitantes de 5 ms aos con estudios secundarios completos (porcentaje) 9,3 8,3 14,2 19,2 7. Habitantes de 10 a 19 aos que cursan estudios secundarios (porcentaje) 8,8 7,3 14,3 21,3 8. Habitantes de 15 ms aos que cursan estudios universitarios completos o incompletos (porcentaje) 1,7 1,5 2,2 4,3 Fuente: 1, 2 y 3 elaborados en base al Plan Trienal para la Reconstruccin y la Liberacin Nacional. El resto, elaborado en base a Censo Nacional de Poblacin 1970, de INDEC. 3.3.5 Conclusiones Las trabas estructurales que dificultan el crecimiento econmico en la regin de estudio quedaron reveladas en el pobre comportamiento de los indicadores sobre niveles de produccin, intercambio, empleo, condiciones sociales y dotacin de infraestructura publica. La situacin marginal a que se ha visto histricamente sometida la economa del rea parece haberse agudizado en los ltimos aos. En tal sentido, la declinacin de la exportacin del extracto de quebracho, la disminucin permanente de los ingresos de los productores algodoneros y el abultamiento de actividades improductivas del sector publico son aspectos negativos que no alcanzan a ser compensados por unas pocas actividades nuevas, de limitado impacto. Emigracin, desempleo, subempleo y muy baja productividad de la mano de obra son las consecuencias de esta situacin. Sobre este contexto socioeconmico, que reconoce fallas en el sistema productivo y de distribucin, se intentar insertar un modelo de alternativas de cambio que coopere a revertir el signo regresivo de las tendencias histricas.
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
IV. Recursos hdricos 4.1 Recursos hdricos superficiales 4.2 Recursos hdricos subterrneos 4.3 Aspectos fluviomorfolgicos 4.1 Recursos hdricos superficiales 4.1.1 Uso actual 4.1.2 Disponibilidad de agua superficial 4.1.3 Calidad del agua superficial 4.1.1 Uso actual El mayor volumen de agua utilizada en la CIRB corresponde al riego, en especial al de arroz, en la parte oriental de Chaco y Formosa. Existen a lo largo del ro Bermejo varias zonas con tomas para riego (cuadro IV-1). En todas ellas el riego se hace por bombeo desde el ro. El volumen total bombeado anualmente se estima en unos 180 hm 3 de los cuales el 92% corresponde a las tomas de las arroceras, aguas abajo de la estacin hidromtrica de El Colorado. En las cuencas de los ros Dorado y del Valle existen 5 000 ha bajo riego permanente y 6 600 ha con riego eventual de setiembre a diciembre. Las principales superficies bajo riego permanente son servidas con aguas de los ros Dorado (1 700 ha), Seco (1 900 ha) y del Valle (1 400 ha); las eventuales son regadas con aguas de los ros Dorado (2 300 ha), de Los Gallos (1 950 ha), Seco (350 ha), del Valle (1 000 ha) y del arroyo de Las Tortugas (1 000 ha). La dotacin de acuerdo con informaciones suministradas por la Secretara de la Produccin de Salta es de 0.5 1/s/ha. En esta zona se riega tabaco, legumbres y hortalizas. En la parte oriental de las provincias de Chaco y Formosa hay riego por aspersin con fines hortcolas, en reas muy limitadas, con tomas sobre algunos ros y arroyos de la zona tales como el Salado, Negro y Tragadero. En esta misma regin, el ganado se abastece, de noviembre a junio, del agua de las lagunas y baados. Tanto en Salta como en la zona occidental de las provincias de Chaco y Formosa, en el perodo de enero a agosto, el ganado utiliza las aguas de los madrejones o antiguos cauces abandonados. En los perodos no considerados, el ganado es abastecido por medio del agua subterrnea. Actualmente 13 poblaciones de Chaco y Formosa son abastecidas con fuentes superficiales. Las caractersticas de los servicios son presentados en los cuadros IV-2 y IV-3. Los sistemas de las ciudades capital son controlados por Obras Sanitarias de la Nacin (OSN) y los restantes por los organismos provinciales de agua potable. Est en construccin un importante acueducto de OSN que llevar 200 1/s de agua tratada del ro Paran a las poblaciones de Cacu, Puerto Tirol, Colonia Popular, Laguna Blanca, Makall, Lapachito, La Verde, La Escondida, Fortn Aguilar, Presidencia de la Plaza, Napalpi y Presidente Roque Senz Pea. A fines de 1974 varias de estas ciudades eran abastecidas con aguas de lluvia embalsadas artificialmente. Paralelamente se est construyendo un acueducto desde Puerto Zapallar a Gral. San Martn, para abastecer a esta ultima poblacin, con agua del ro Bermejo o. En la provincia de Formosa existan en construccin, en 1974, aprovechando cursos de agua superficial, los sistemas de Puerto Velaz (252 hab) y Villa Escobar (322 hab) que usarn el agua del ro Bermejo, y el del pueblo de Herradura, que captar las aguas de la laguna del mismo nombre alimentada por el ro Paraguay. La mayor parte de las industrias del rea se concentra alrededor de las ciudades de Formosa y Resistencia, que utilizan, por lo general, agua suministrada por OSN. Unas pocas utilizan aguas provenientes de lagunas como as tambin del Riacho Barranqueras o del ro Negro. El ingenio azucarero de Las Palmas utiliza agua de la laguna del mismo nombre. En el cuadro IV-4 se resume el uso actual de agua superficial extrada de diferentes fuentes en el rea del Estudio. 4.1.2 Disponibilidad de agua superficial 4.1.2.1 Recursos totales 4.1.2.2 Recursos utilizables 4.1.2.3 Disponibilidad potencial 4.1.2.1 Recursos totales La disponibilidad total de agua superficial est dada por el agua escurrida en la Cuenca. Como esta es variable de un ao a otro, se la representa por el caudal o el volumen medio anual, cantidades que no representan el agua aprovechable. Cuadro IV-1 - Ro Bermejo - Uso del agua para riego Zona de riego Provincia Area ha Volmenes bombeados en el perodo Perodo de bombeo hm 3 m 3 /s Embarcacin Salta 2 000 10,4 1,00 jun/set Tres Pozos - La Quena Salta 600 3,2 0,31 jun/set Hickmann Salta 80 0,4 0,04 jun/set Arroceras Formosa 4 000 55 4,24 dic/abr Arroceras Chaco 7 700 105 8,09 dic/abr Cuadro IV-2 - Provincia del Chaco Abastecimiento de agua potable Localidad Poblacin Dotacin 1/hab/da Volumen distribuido m 3 /ao Fuente de agua Total (1970) Servida Gran Resistencia (*) 120 065 81 424 331 9 856 240 Riacho Barranqueras Colonias Unidas 1 480 740 86 22 968 Ro Negro Machagai 5 496 1 459 120 63 000 Arroyo Polvorn (*) Resistencia, Barranqueras y Puerto Vilelas. El caudal medio anual da una idea de la magnitud del recurso, pero no constituye base segura para planificar su aprovechamiento. Para que el agua escurrida se transforme en aprovechable, sera necesario utilizarla en su totalidad en el momento de su ocurrencia o disponer de embalses de una capacidad tan grande como para poder almacenar cualquier volumen no aprovechado. Debido al rgimen de los ros del rea, la posibilidad de aprovechar el agua directamente de los causes naturales sin regulacin, es reducida. El agua aprovechable ser el agua embalsada ms la que se pueda utilizar directamente de los ros. Por otra parte es importante sealar que en la valoracin de los recursos totales utilizables hay que tener en cuenta otra consideracin de importancia que es la probabilidad de disponer del agua necesaria para llenar los embalses. En el caso de aprovechamiento para riego generalmente se elige como volumen de agua utilizable el caudal correspondiente a la probabilidad del 85%. Para abastecimiento de poblaciones e hidroelectricidad esta probabilidad puede incrementarse al 95%. La disponibilidad anual media de los principales cursos de agua obtenida en base a la informacin hidrolgica directa, sinttica o estimada, es presentada en los cuadros IV-5 y IV-6. En esto se ha omitido la subcuenca del ro Seco (al norte del ro Bermejo), para la cual se estiman caudales medios anuales de 3.9 m 3 /s y 5 m 3 /s en el Tunalito y Senda Hachada (RN 34), respectivamente. En los ros y arroyos afluentes del Paraguay y Paran (Chaco y Formosa) nunca se efectuaron aforos sistemticos que permitieran determinar el caudal medio anual. Por tal motivo se intento una primera aproximacin mediante el empleo de formulas empricas. Para ello se utilizaron las siguientes: frmula de las cuencas del Atlntico de los Estados Unidos frmula de Turc frmula de Coutagne Los resultados obtenidos con este procedimiento no condicen con algunas observaciones hechas "in situ". Por ejemplo, en el caso del ro Salado se dispona de un perodo de registro de 7 anos - nico elemento de comparacin para toda el rea - y usando las formulas ms conservadoras se constataron diferencias por exceso del orden del 100%. En consecuencia, toda mencin a caudales disponibles en estos ros, obtenidos con aquellas formulas, no permitira inferir posibilidades reales en cuanto al uso de tales recursos. En el Volumen 2 se discuten estas estimaciones y se analizan sus resultados. El ro Bermejo (de llanura) presenta un rgimen bien definido. Un perodo de crecidas que empieza en enero y termina en abril, donde se concentra el 80% del caudal medio anual y un perodo de estiaje de setiembre a diciembre cuando los caudales alcanzan valores inferiores a 20 m 3 /s. Cuadro IV-3 - Provincia de Formosa Abastecimiento de agua potable Localidad Poblacin Dotacin 1/hab/da Volumen distribuido m 3 /ao Fuente de agua Total (1970) Servida Formosa 78 000 55 000 210 5000000 Ro Paraguay El Colorado 2 930 2 173 188 146 000 Ro Bermejo Villafae 511 395 152 21 900 Lagunas Villa 213 645 400 150 21 900 Lagunas Laishi 599 378 132 18 250 Represa (lluvia) Est. del Campo 1 627 675 119 29 200 Laguna Pozo del Tigre 1 123 rec. inaug. Represa (lluvia) Palo Santo 1 158 742 121 32 850 Represa (lluvia) Fontana 1 256 986 117 41 975 Represa (lluvia) Ibarreta 1 365 945 127 43 800 Represa (lluvia) Cuadro IV-4 - Agua superficial - Volmenes extrados Usos Volmenes extrados (hm 3 /ao) Porcentaje % Ro Bermejo Ros Dorado y Del Valle otras fuentes Totales Domestico y municipal 0,15 0,45 0,6 0,2 Riego 180 120 10 310 86 Ganadera 20 20 5,5 Industrias 30 30 8,3 Totales 180,15 120 60,45 360,6 100 El rgimen de los ros Seco, Dorado y del Valle es semejante. Hacia el ro Paraguay, las caractersticas pluviomtricas cambian y el rgimen hidrolgico de los ros y arroyos afluentes del Paraguay y Paran es diferente al del ro Bermejo, con crecidas en varios meses del ao, de acuerdo con las precipitaciones. En estos ros de Chaco y Formosa se verifica, hasta unos 40 km de sus desembocaduras, la influencia del remanso del Paraguay y del Paran. Las crecientes de la alta cuenca del ro Bermejo, a partir de Junta de San Francisco, llegan al ro Paraguay con un defasaje medio aproximado de 8 a 12 das. La velocidad media de la onda de crecida es de unos 1.4 m/s. 4.1.2.2 Recursos utilizables El rgimen hidrolgico de los ros del rea del Estudio presenta caractersticas determinadas por el rgimen pluvial que cambia del oeste hacia el este. Para la cuenca de los ros Dorado y del Valle existe un perodo de estiaje bien definido, comprendido entre los meses de abril a noviembre, y un perodo de aguas altas que abarca los meses de diciembre a marzo. Para el ro Bermejo, el perodo de aguas bajas y medias es de mayo a noviembre y el de aguas altas de diciembre a abril. Los ros y arroyos de Chaco y Formosa no presentan diferenciacin entre las pocas de estiaje y de crecidas ya que pueden presentarse ambas durante todo el ao. Cuadro IV-5 - Ro Bermejo - Disponibilidad anual media Lugar de registro Area km 2 Caudal medio anual m 3 /s Observacin Junta de San Francisco 50 550 411 1946/73 (sinttica (Z. del Tigre + P. Carretero) El Yacar 59 550 361 1946/73 (sinttica) El Colorado 91 950 298 1969/73 (directa) Cuadro IV-6 - Ros Dorado y Del Valle Disponibilidad anual media Ro Lugar de registro Area km 2 Caudal medio anual m 3 /s Observacin Del Valle El iquete 800 4,6 1944/72 (directa) Del Valle El Ceibal 980 5,4 1955/72 (sinttica) Seco (Dorado) San Fernando 270 1,6 1944/72 (sinttica) Dorado San Felipe 165 2,2 1944/72 (sinttica) Dorado El Sombrero 380 4,5 1955/72 (sinttica) Dorado A. Saravia 1 450 4,3 1952/67 (directa) La figura IV-1 presenta la curva de variacin estacional del ro Bermejo en El Yacar. Esta curva indica la probabilidad de que los caudales medios mensuales sean igualados o superados. Con la informacin hidrolgica disponible se realizo un estudio de probabilidad de caudales medios anuales y se confecciono adems las curvas de duracin de caudales medios mensuales, con el objeto de conocer los recursos utilizables correspondientes a las cuencas de los ros Bermejo, Dorado y del Valle. El cuadro IV-7 presenta la duracin de los caudales medios mensuales y el cuadro IV-8 indica la probabilidad del 50% y el 85%. -
Se seala la diferencia entre los valores de caudales medios anuales y los correspondientes al 50% de probabilidad, siendo siempre menor el valor de los ltimos. 4.1.2.3 Disponibilidad potencial Aunque el ro Bermejo est sometido a un rgimen muy irregular de fluctuaciones de sus caudales, con estiajes extremadamente rigurosos en algunas oportunidades, cuenta en definitiva con recursos que deben aprovecharse para satisfacer las necesidades mas urgentes y actuales de las poblaciones de las provincias comprendidas en al Estudio, especialmente en lo que se refiere a agua potable y riego. Si se dispusiera de una obra de regulacin, el rgimen del ro Bermejo cambiara sustancialmente, haciendo posible el uso del recurso en mayor cantidad y en mejor oportunidad. La planificacin de obras de aprovechamiento en dicho ro debe, en consecuencia, contemplar dos situaciones: a) el ro en su comportamiento actual, sin obras de embalse y b) el ro regulado. a) Ro Bermejo sin regular. El ro Bermejo escurre con caudales muy variables a travs del ario, de modo que el uso de sus aguas debe en lo posible amoldarse a esas variaciones. La estadstica del Bermejo en El Yacar acusa un caudal medio anual de 361 m 3 /s en el perodo estadstico de 27 aos, con un promedio mnimo de 39 m 3 /s en setiembre y mximo de 1 140 m 3 /s en febrero. En los valores observados en el perodo 1969/1972 se advierte que el mes de mnimo escurrimiento es el de octubre 1971. Sin embargo, los mnimos minimorum diarios se produjeron durante varios das de octubre 1972, con caudales inferiores a 15 m 3 /s. De todos modos existen excedentes de agua que pueden ser aprovechados en diferentes usos. A efectos de analizar el mximo uso potencial, la Unidad Tcnica considero un caudal disponible en El Yacar de 13 m3/s (una vez deducidos los actuales usos consuntivos aguas arriba) el que podr obtenerse con una probabilidad mayor que el 85%, habida cuenta que el uso mayoritario ser el riego (actualmente constituye el 86% del uso total). Con dicho caudal y en base a los requerimientos de agua estimados para la Zona Este, en el mes crtico se deduce que es posible atender el riego de aproximadamente 35 000 ha, y si se compara esta cifra con el uso actual para el mismo propsito (ver cuadro IV-1) vemos que, aun sin obras de regulacin, es posible triplicar casi el rea bajo riego. Figura IV-1 - Ro Bermejo en "el Yacare" - Probabilidad de caudales medios mensuales 1946/73
Cuadro IV-7 - Duracin de caudales medios mensuales Ro Lugar Q 50% m 3 /s Q 85% m 3 /s Perodo considerado Bermejo Junta San Francisco 158 60 1969/73 Bermejo El Yacar 151 33 1969/73 Bermejo El Colorado 150 33 1969/73 Del Valle El Piquete 2,7 1,6 1944/72 Seco (Dorado) San Fernando 1,0 0,6 1967/73 Dorado San Felipe 1,7 1,5 1967/72 Dorado A. Saravia 1,9 0,3 1952/67 Cuadro IV-8 - Probabilidad de caudales medios anuales Ro Lugar Q 50% m 3 /s Q 85% m 3 /s Perodo considerado Bermejo Junta San Francisco 350 280 1946/73 Bermejo El Yacar 310 250 1946/73 Del Valle El Piquete 4,4 2.8 1944/72 Del Valle El Ceibal 5,4 2,9 1955/72 Las Lajitas 6,0 4,9 1955/73 Seco (Dorado) San Fernando 1,6 1,2 1944/73 Dorado San Felipe 2,2 1,9 1944/73 Dorado El Sombrero 4,6 3,8 1955/73 Dorado A. Saravia 4,1 1,4 1952/67 Seco El Tunalito 3,9 3,0 1941/69 Cabe sealar que la estadstica de El Yacar usada para este anlisis es la que se considera mas adecuada, por cuanto fue posible obtener una buena correlacin de caudales con los de otras estaciones del ro Bermejo. Por otra parte, es la que esta ms prxima al centro de gravedad de las posibles demandas de agua, lo cual facilita el anlisis. Al comparar las estadsticas del ro Bermejo en Junta de San Francisco y en El Yacar se observa que los caudales medios mensuales del perodo (1946-1973) en esta ultima son inferiores a los de la primera en aproximadamente un 25% durante los meses de julio a octubre, ambos inclusive; de noviembre a junio las diferencias son menores, del orden del 10%. Gran parte de estas diferencias en el escurrimiento entre las dos secciones se atribuye a perdidas por infiltracin, las que se incrementan en pocas de estiaje. Ello hace pensar que una vez regulado el ro y con caudales medios mensuales iguales o mayores que los actuales en noviembre, mayo y junio, el porcentaje de perdidas ser menor. Ello no obstante, en todos los anlisis de disponibilidad local efectuados con vistas a la planificacin de obras, se ha considerado una diferencia en menos de 25% para determinar el caudal en El Yacar a partir del de Junta de San Francisco, lo cual otorga al clculo un coeficiente de seguridad razonable. b) Ro Bermejo regulado. En el Estudio de la Alta Cuenca del Ro Bermejo (Volumen 1 - Informe General - Captulo VI) se propone un plan de desarrollo de recursos hdricos dentro del cual el Sistema Tarija-Bermejo (5 embalses) desempea un rol fundamental en lo que hace a regulacin de caudales. Su capacidad total permite proveer un caudal regulado de 295 m 3 /s, al que se sumaran los excedentes de la regulacin provista en la Subcuenca Grande-San Francisco. El proyecto mas importante de dicho Sistema es el embalse de Zanja del Tigre, ya que por sus caractersticas de locacin y capacidad hacen que se considere imprescindible en relacin con futuros aprovechamientos en la Cuenca Inferior. En el Informe de Factibilidad de este proyecto - preparado en 1974 - se propone la ejecucin de un embalse con propsito mltiple y se dan a conocer los caudales promedios y mnimos mensuales turbinados, aunque sin indicar sus probabilidades de ocurrencia. En el cuadro IV-9, preparado por la Unidad Tcnica, se indican los caudales mensuales disponibles en Junta de San Francisco, obtenidos por suma de los caudales promedios regulados (turbinados) y de los atribuidos a este ultimo ro. En el se aprecia que duran te el perodo crtico setiembre-octubre, el promedio mensual es de aproximadamente 160 m3/s. La Unidad Tcnica realizo la "operacin del embalse" del proyecto Zanja del Tigre, en base a la estadstica de la estacin del mismo nombre en el perodo 1945-1972, tomando como demandas los caudales pro medios turbinados. En tales condiciones se determin la probabilidad de ocurrencia para diferentes series de valores. Por otra parte y teniendo en cuenta que el uso mayoritario previsto es el riego, se compararon los valores del cuadro IV-9 con la variacin mensual de demanda estimada para la Zona Este (Castelli-Senz Pea) definindose a octubre como mes crtico, al cual le corresponde un promedio de 156 m 3 /s. Para determinar el caudal disponible en Junta de San Francisco se tuvieron en cuenta los usos actuales y previstos en este ltimo ro, aguas abajo de Puente Carretero, llegndose finalmente a un valor de 143 m3/s - que coincide con el mnimo turbinado en el mes crtico - valor este que se adopto como disponibilidad para uso consuntivo aguas abajo de Zanja del Tigre, con las siguientes limitaciones: i. Entre Junta de San Francisco y El Yacar se ha supuesto una perdida de 25% tal como se expuso en el caso del Bermejo sin regular. ii. Se reserva un caudal de 30 m 3 /s teniendo en cuenta que el ro, en la poca de mnimos caudales turbinados y con el mximo uso de estos, no deber presentar condiciones ms desfavorables que las actuales. En base a la limitacin anterior, la deduccin a practicarse por este concepto en Junta de San Francisco asciende a 40 m 3 /s. En base a las consideraciones anteriores y a efectos de la programacin de usos (ver Captulo XI) las disponibilidades locales para el mes crtico seran las siguientes: Junta de San Francisco 103 m 3 /s (*) El Yacar 77 m 3 /s * No se ha deducido el caudal requerido para el riego de las 90 000 ha previsto en el Proyecto "Zanja del Tigre". Otras fuentes. Dentro del rea del Estudio, tambin la cuenca de los ros Dorado y Del Valle constituye otra fuente de agua cuya disponibilidad actual puede incrementarse con obras de regulacin. Con los posibles proyectos analizados por la Unidad Tcnica es factible regular en dicha cuenca un caudal de hasta 19 m3/s cuyo destino final sera el abastecimiento de agua para riego dentro de la provincia de Salta. Las obras de embalse proyectadas almacenaran 270 hm 3 y serviran a un rea de riego de 38 200 ha. Cuadro IV-9 - Ro Bermejo en Junta de San Francisco - Caudales medios mensuales disponibles Caudales m 3 /s Mes Regulados por Zanja del Tigre Promedios ro San Fco. Promedios totales Promedios Mnimos Enero 497 151 174 671 Febrero 504 144 334 838 Marzo 530 136 262 792 Abril 333 133 104 437 Mayo 150 134 45 195 Junio 145 133 35 180 Julio 137 135 29 166 Agosto 140 137 15 155 Setiembre 153 139 9 162 Octubre 149 143 7 156 Noviembre 196 146 16 212 Diciembre 374 150 58 432 Asimismo, y aunque el presente anlisis se refiere en particular a la disponibilidad potencial propia del tramo inferior del ro Bermejo, el hecho de que el rea del Estudio exceda la de dicha cuenca y de que la misma ocupe una especial situacin de vecindad con otras de significativa importancia, es posible incluir como uso potencial el que puede hacerse con cursos de agua independientes del ro Bermejo, tales como el ro San Francisco y el ro Paraguay con sus afluentes de Chaco y Formosa, mediante obras de derivacin por gravedad o por bombeo. Los caudales factibles de derivar en dichos casos varan obviamente con el rgimen estacional, dado que se trata de cursos no regulados. La Unidad Tcnica, ante la necesidad de identificar fuente adicional para el riego de la regin oeste, analiz una derivacin des de el ro San Francisco con un caudal de hasta 3 m 3 /s con destino al riego de 5 400 ha. 4.1.3 Calidad del agua superficial 4.1.3.1 Ro Bermejo 4.1.3.2 Ros seco, dorado y del valle 4.1.3.3 Ros y arroyos de chaco y formosa (afluentes del Paraguay y del Paran excepto el Bermejo) La calidad del agua superficial en la CIRB es muy variable y los diversos ros presentan caractersticas propias. De una manera general se identifican tres tipos: el ro Bermejo los ros de las cuencas del Dorado, del Valle y la del Seco los ros y arroyos afluentes del Paraguay y del Paran 4.1.3.1 Ro Bermejo El ro Bermejo presenta a lo largo de su recorrido una salinidad que aumenta gradualmente hacia la desembocadura (cuadro IV-10). Como normalmente ocurre, este incremento es ms pronunciado cuando el caudal del ro disminuye. El Bermejito o antiguo cauce del Bermejo presenta una conductividad (CE) elevada que en algunos puntos alcanza valores altos, desde 2 200 umhos/cm en Fortn Lavalle a mayor de 8 000 umhos/cm en Rivadavia. Cuadro IV-10 - Valores de CE a lo largo del ro Bermejo - 1974 (*) (*) Valores en umhos/cm Lugar 8-9 enero 16-23 marzo 7-14 mayo 18-26 setiembre San Esteban 450 El Talar 430 El Yacar 540 km 642 550 Puerto Lavalle 320 650 Presidente Roca 360 400 650 El Colorado 360 400 660 Puerto Velaz 400 700 El arroyo Dobagn en la Provincia de Formosa, que escurre paralelo al ro Bermejo y que presenta comunicacin con el mismo durante el perodo de aguas altas, recibe un importante aporte de caudal del ro principal y la calidad de sus aguas es semejante al Bermejo. En estiaje o aguas medias, el aporte es proveniente del drenaje de las aguas subterrneas, en su mayora, y las caractersticas qumicas de sus aguas son diferentes de las del Bermejo. 4.1.3.2 Ros seco, dorado y del valle En el ro Seco, al norte de Embarcacin, la conductividad determinada en El Tunalito, para un caudal de unos 20 l/s fue de 1700 umhos/cm, aumentando a 3 200 aguas arriba, disminuyendo a 1 200 umhos/cm aguas abajo para un caudal de 50 l/s. Las aguas del ro del Valle son mas salinizadas que las del Dorado. En agosto de 1974 en el ro del Valle, su variacin era de 640 a 830 umhos/cm y para el Dorado los valores eran de 360 a 580 umhos/cm. 4.1.3.3 Ros y arroyos de chaco y formosa (afluentes del Paraguay y del Paran excepto el Bermejo) El muestreo general indico que la calidad del agua superficial es mejor en los ros y arroyos de Formosa que en los del Chaco (figura IV-2). En Formosa los valores de CE en aguas altas, eran inferiores a 100 umhos/cm (excepto el Salado con CE alrededor de 350 umhos/cm) y en el Chaco variaba desde 80 umhos/cm en el Cangui Chico y en el Ortega, hasta 910 umhos/cm en el ro de Oro en RN 11, pero con valores en general inferiores a 200 umhos/cm. Se seala que en el Guaycur en Pampa del Indio se midi un valor de CE de 2 145 umhos/cm. En estiaje los valores aumentan en los cursos de agua en ambas provincias, pero en Formosa los valores eran inferiores a 250 umhos/cm, excepto los del Salado y afluentes, mientras que en el Chaco los valores eran superiores a 250 umhos/cm, varios de ellos superiores a 1 000 umhos/cm. La correlacin entre altura y CE es notable en varios cursos de agua, en especial en los ros Negro y de Oro (figura IV-3). Las aguas de los baados y lagunas en ambas provincias, por ser alimentadas directamente por las aguas de lluvias, y por lo tanto sin recibir aportes de la napa fretica, presentan muy bajo contenido salino, inferiores a 100 umhos/cm. En Formosa, el ro de mayor contenido salino es El Salado mientras que en Chaco, el Ro de Oro y el Guaycur, adems de algunos afluentes de estos, presentan elevados tenores salinos. Por lo tanto en esta zona se debe analizar los resultados de cada curso de agua en particular para su aprovechamiento 4.2 Recursos hdricos subterrneos 4.2.1 Uso actual 4.2.2 Caractersticas de los acuferos 4.2.3 Estimaciones de disponibilidad de agua 4.2.4 Calidad del agua subterrnea 4.2.5 Posibilidades de explotacin 4.2.1 Uso actual En la mayor parte de la CIRB, el agua subterrnea constituye actualmente el principal recurso hdrico. Se recurre al agua subterrnea para abastecimiento municipal, domestico, ganadero y, con menor intensidad, para riego y uso industrial (figura IV-4). Todas las poblaciones de Salta y algunas de Santiago del Estero, Chaco y Formosa se abastecen con agua subterrnea. En las localidades donde no hay servicio de agua potable o el mismo es reducido y en los establecimientos rurales, el abastecimiento domstico se rea liza por medio de pozos ya sean perforados, excavados o mixtos, segn la modalidad del lugar. En las zonas de agua subterrnea con elevada salinidad se acostumbra mezclarla con agua de lluvia o bien se emplea esta ultima slo para consumo humano. El riego se practica principalmente en Salta, en las cercanas de las poblaciones de Embarcacin, Hickmann, Dragones y en la Misin Chaquea. El uso industrial se restringe a los aserraderos y a las fbricas textiles de Resistencia y Barranqueras. El Hotel Las Termas de Presidencia Roque Senz Pea explota para balneoterapia las aguas termales de una perforacin a 570 m de profundidad. El volumen total extrado en el rea se estima en 10 hm 3 /ao, correspondiendo 6 hm 3 /ao para abrevar hacienda, 3 hm 3 /ao a abastecimiento municipal y domestico y 1 hm 3 /ao para uso industrial. Para riego la cantidad es insignificante. Durante el reconocimiento hidrogeolgico se inventariaron 1830 pozos, siendo 211 perforados manualmente, 347 perforados a rotacin o percusin, 350 mixtos, y 917 excavados, adems de 5 vertientes. El numero de pozos censados por provincia se distribuye de la siguiente manera: Salta: 493, Santiago del Estero: 48, Formosa: 357 y Chaco: 932. Los pozos perforados (a rotacin o a percusin) fueron realizados por empresas estatales o privadas mientras que los mixtos o manuales por particulares. Los organismos provinciales fueron los que ms perforaron en el rea, destacndose la APRH Chaco con 120 pozos, AGAS Salta con 32 y la DH Formosa con 16. Entre los organismos nacionales lidera el Ferrocarril con 63 pozos. Figura IV-2 - Conductividad del agua superficial: Ros y arroyos de Chaco y Formosa Figura IV-3 - Correlacin entre altura y conductividad elctrica El desarrollo de la perforacin de pozos demuestra la ocupacin progresiva en el rea de la CIRB. Los primeros fueron perforados entre 1913 y 1918 por el Ferrocarril. A partir de la dcada del 60 la perforacin de pozos mixtos, ubicados sobre todo en la zona ganadera de Salta, Formosa y Santiago del Estero, declina y se inicia un vertiginoso aumento en la perforacin de pozos a rotacin o a percusin; 13 pozos en el perodo 1961/65, 126 pozos en el 1966/70 y 137 en el de 1971/75. 4.2.2 Caractersticas de los acuferos 4.2.2.1 Sistemas acuferos 4.2.2.2 Alimentacin de los acuferos 4.2.2.3 Profundidad del agua subterrnea 4.2.2.4 Escurrimiento por descarga natural 4.2.2.1 Sistemas acuferos Se localizaron acuferos libres o freticos y confinados con presin moderada que llegan generalmente hasta el nivel de los primeros. Varios pozos realizados en la Cuenca del Dorado- del Valle alumbraron agua artesiana con niveles piezomtricos que alcanzan hasta 15 m. La estructura y la estratigrafa son sumamente complejas, con variaciones faciales en el sentido lateral que producen limitaciones en la captacin del agua subterrnea. Los acuferos libres estn constituidos por arenas y gravas del cuartario en los conos de deyeccin de las Sierras Subandinas: limos arenosos y arcillosos, en toda la llanura chaquea; y arenas medianas a finas en los valles fluviales, paleocauces y meandros abandonados. Los acuferos confinados se presentan como capas areno-limosas y areno-arcillosas de espesor variable entre 1 y 10 m. Las perforaciones de la Cuenca del Dorado-del Valle captan agua del Terciario Subandino hasta la parte inferior de la Formacin Santa Brbara. 4.2.2.2 Alimentacin de los acuferos La alimentacin de los acuferos es casi exclusivamente pluvial. El estudio de los caudales del Ro Bermejo entre Junta de San Francisco, a la salida de la Alta Cuenca, y las estaciones de El Yacar y El Colorado, permite deducir que existe una diferencia media anual de 1 000 hm 3
entre las dos primeras y 500 hm 3 entre la segunda y tercera. Considerando que prcticamente no existe uso de agua en estos tramos, es evidente que el carcter "influente" del ro Bermejo hacia los acuferos es importante. Lo mismo ocurre en la zona saltea de los ros Seco, Dorado y del Valle infiltrndose el agua superficial aguas arriba de la ruta provincial No. 5 y pocos km despus de entrar en la llanura chaquea, respectivamente. La precipitacin media anual es de 815 mm con valores de 1 500 mm al este hasta 600 mm en gran parte de la Provincia de Salta. El 70% se distribuye entre diciembre y marzo. Del total precipitado, slo un pequeo porcentaje se infiltra y alimenta las reservas de agua subterrnea debido a las caractersticas de los suelos y a la elevada evapotranspiracin. El agua restante se acumula en los esteros, baados y "madrejones" o escurre por los cauces superficiales. Las medidas diarias de fluctuacin del nivel fretico realizadas en La Escondida y Colonia Bentez (Chaco) indicaron una respuesta casi inmediata de la recarga de la capa fretica por efecto de las lluvias. Tambin se seala que en la mayora de los pozos que captan la capa libre se observa una variacin media de 1 a 2 m entre los niveles extremos del perodo lluvioso y de estiaje. 4.2.2.3 Profundidad del agua subterrnea La profundidad del agua subterrnea vara desde menos de 1 m en las proximidades de los cauces de los ros y baados hasta ms de 80 m en el lmite oriental de Santiago del Estero con Chaco y zonas elevadas de Las Lomas de Olmedo y Cuenca del Ro Seco, en Salta. En las zonas de llanura se la encuentra generalmente a menos de 10 m, alcanzando entre 10 y 20 m hacia el N y S del Bermejo medio, y superiores a 20 m entre Dragones y Morillo, al N de Embarcacin, Lomas de Olmedo y zonas de fallas entre Los Tigres y Pampa del Infierno. Al E de las Lajitas y NE de Tolloche aparecen pequeas zonas donde el nivel oscila entre 20 y 30 m. 4.2.2.4 Escurrimiento por descarga natural La direccin general del escurrimiento del agua subterrnea es de NO a SE, hacia los ros Paraguay y Paran, siguiendo aproximadamente la pendiente natural del terreno. El gradiente hidrulico de 3% al Oeste, en la Provincia de Salta, pasa a 0,2% en la mayor parte de la Provincia de Chaco y Formosa. La descarga natural del agua subterrnea se produce por los ros, las vertientes y la evapotranspiracin. Esta ultima consume en promedio ms del 80% de la precipitacin media anual. En su tramo inferior, los ros y arroyos afluentes del Paraguay y del Paran presentan agua todo el ao al igual que el Bermejito en todo su recorrido. En los perodos de estiaje este caudal proviene del drenaje de agua subterrnea y se observan numerosas ver tientes a lo largo de los cauces. En estos perodos la salinidad del agua superficial aumenta debido al aporte subterrneo. 4.2.3 Estimaciones de disponibilidad de agua La disponibilidad de agua subterrnea es limitada. Los pozos de la capa libre suministran caudales medios de 0,3 1/s, mejorando cuando son perforados en los paleocauces o en la llanura fluvial como ocurre en la zona de Margarita Beln-La Leonesa (Chaco). Los caudales de prueba (Q) y los caudales especficos (Qe) a pesar de ser muy variables aun en una zona muy reducida, pueden ser considerados como elementos indicativos de las posibilidades acuferas. La variacin en los resultados es debido al diseo del pozo, su desarrollo, los horizontes captados y el mtodo de bombeo. El cuadro IV-11 presenta los caudales especficos superiores a 2 l/s/m en las cuatro zonas de mayor potencialidad acufera. Embarcacin - Misin Chaquea Valles medios de los ros Dorado y del Valle Joaqun V. Gonzlez y El Quebrachal Margarita Beln En Dragones y Morillos al NO del rea del Estudio y en la Lnea Tolloche-Taco Pozo-Monte Quemado, los caudales especficos varan entre 1 y 2 1/s/m y pueden ser considerados tambin como zonas de regular potencialidad acufera. Los valores de Qe de los acuferos confinados son muy variables en profundidad. Aun las zonas de mayor potencialidad presentan capas con caudales reducidos. Cuadro IV-11 - Caudales especficos superiores a 2 1/s/m Provincia Ubicacin Pozo Caudal Ne Nd Caudal especfico Prof. pozo No l/s m m l/s/m m SALTA M. Elordi-Scavuzzo S 1 22,0 9 14 4,4 21 Embarcacin-Centro S 4 25,0 13 23 2,5 40 Misin Chaquea S 30 44,0 11 21 4,4 88 Finca Tres Pozos- Embarcacion S 36 28,5 11 21 2,8 56 Finca El Dorado S 136 11,0 +15 Finca L. Saravia S 266 27,0 15 144 Finca Horquera S 282 21,0 11 21 2,1 112 J. V. Gonzlez S 307 17,6 8 12 4,4 85 El Quebrachal S 413 4,4 10 10,5 8,8 80 CHACO Lote 97-M. Beln C 4 13,6 6 12 2,3 22 Campo Rossi-M. Beln C 5 9,7 10 13 3,2 17 Cuadro IV-12 - Volumen de agua subterrnea Zona Superficie Espesor Volumen saturado Porosidad efectiva Volumen de agua km 2
m hm 3
% hm 3
Embarcacin-Dragones Yuchn 1 700 20 34 000 5 1 700 Luis Burela-El Manantial P. Cabado 1 200 15 18 000 2 360 Cnel. Olleros-Los Laureles El Quebrachal 370 25 9 250 5 462 Margarita Beln-La Leonesa 950 20 1 900 5 95 En relacin al acufero fretico los valores de Qe son muy bajos indicando la pobreza de los mismos. Considerando los ensayos de bombeo realizados por una empresa privada en 1969, en las localidades de Comandante Fontana (Formosa), Presidencia de la Plaza y Pampa del Infierno (Chaco), dichos valores varan entre 0,15 y 0,05 1/s/m. Una estimacin de las reservas de agua subterrnea de las zonas con mejores posibilidades (figura IV-5) es presentada en el cuadro IV-12. Los valores de porosidad efectiva fueron inferidos en funcin de las caractersticas geolgicas de cada zona. 4.2.4 Calidad del agua subterrnea 4.2.4.1 Acuferos fraticos 4.2.4.2 Acuferos confinados Se estudi separadamente la calidad del agua subterrnea de los acuferos libres y confinados tenien do en cuenta su posible aprovechamiento para abastecimiento humano, abrevadero de ganado y usos industrial y de riego. Se efectuaron alrededor de 1 600 medidas de CE de los cuales 900 corresponden a la capa libre y 700 a los acuferos confinados. Adems se realizaron anlisis completos con el objeto de conocer la composicin qumica e interpretar - en detalle - la evolucin y modificaciones de la calidad del agua. El cuadro IV-13 muestra la cantidad de anlisis qumicos realizados por diversos laboratorios, discriminados por provincia y tipo de acufero. Cuadro IV-13 - Anlisis fsico qumicos realizados durante el Estudio Provincia Acuferos libres Acuferos confinados OSN SNMG D.S. Salta Part. OSN SNMG D.S. Salta Part. Salta 4 3 17(*) 42 (*) 9 Santiago del Estero 1 - 12 Formosa 127 34 96 9 Chaco 339 56 75 50 Total 470 34 3 57 188 9 42 71 (*) Incluye vertiente. 4.2.4.1 Acuferos fraticos La calidad del agua subterrnea de los acuferos libres es muy variable, con valores comprendidos en tre 350 y 10 000 alcanzando un mximo conocido de 13 300 en el Paraje El Lunar, del Departamento de San Martn, Chaco (valores en umhos/cm). En la interpretacin de los valores de CE medidos durante el Estudio, los aspectos sobresalientes son: En Salta, la parte norte ro Bermejo presenta CE del orden de 800 umhos/cm salinizndose progresivamente hacia el E, hasta alcanzar, en Los Blancos, 6 800 umhos/cm. Lo mismo ocurre en los valles de los Ros Dorado y del Valle con valores entre 600 y 1 700 umhos/cm, llegando a ms de 3 000 umhos/cm, en las cercanas de Cnel. Mollinedo. En Coronel Olleros - Joaqun V. Gonzlez - El Quebrachal, la CE es de 1 500 umhos/cm, pero rpidamente, hacia el oriente, alcanza valores altos. La regin central y sur del Departamento de Anta (Salta), los Departamentos de Almirante Brown, General Gemes (Chaco) y Copo (Santiago del Estero), en su casi totalidad, presentan conductividad desde 4 500 umhos/cm hasta 10000 umhos/cm. La misma zona contiene arsnico en exceso para consumo humano (> 0,12 mg/1, de acuerdo con normas de OSN). En direccin hacia los ros Paran y Paraguay, la salinidad es muy variable. En general es inferior a 1 500 umhos/cm y hasta 750 umhos/cm, pero con "manchones" muy mineralizados. La zona de Formosa y la comprendida entre los ros Bermejo-Teuco y Bermejito acusa tenores que van de 750 a 1 500 umhos/cm, excepto la lnea Las Lomitas-Jurez con valores entre 300 y 8 000 umhos/cm. Al SE de Formosa, entre Misin Laishi y la ruta nacional No. 11, a lo largo del Bermejo y al N de Puerto Velaz, aparecen concentraciones de salinidad elevada. 4.2.4.2 Acuferos confinados Excepto en cuatro zonas que presentan valores de CE <1 500 umhos/cm la calidad del agua subterrnea de los acuferos confinados puede clasificarse como inepta para diversos usos. Dos de las zonas se encuentran en la regin occidental: una entre Embarcacin y Plumas de Pato (Salta) y la otra desde el faldeo oriental de la Sierras Subandinas hasta la lnea Barilari, entrando en el Chaco y Santiago del Estero. La tercera se localiza entre Ro Muerto y Los Frentones (Chaco), delimitada por dos lneas estructurales, y la cuarta se identifica con la llanura fluvial prxima a los ros Paraguay y Paran. Al igual que en el acufero fretico, los anlisis fsico-qumicos de las aguas confinadas sealaron la presencia de valores elevados de arsnico, alcanzando 1,40 mg/1 en el Puesto El Vallecito (Salta) y 1,25 en Uruta (Santiago del Estero). La presencia de arsnico en elevado tenor en una amplia zona de la CIRB (figura IV-6) as como en puntos aislados indica la necesidad de realizar un estudio de detalle del problema que en algunas reas es crnico. 4.2.5 Posibilidades de explotacin 4.2.5.1 Provincia de salta 4.2.5.2 Provincia de Santiago del estero 4.2.5.3 Provincia de Chaco 4.2.5.4 Provincia de Formosa El Reconocimiento Hidrogeolgico puso de manifiesto las posibilidades de explotacin del agua subterrnea en la Cuenca Inferior del Ro Bermejo. El anlisis de las caractersticas hidrogeolgicas y de calidad posibilito la composicin de un mapa que presenta: Zonas con mejores posibilidades acuferas subterrneas. Explotacin del fretico y del confinado. Zonas con posibilidades acuferas subterrneas. Explotacin limitada de las capas confinadas. Zonas con posibilidades acuferas subterrneas. Explotacin limitada de los confinados a confirmar. Zonas con posibilidades acuferas subterrneas. Explotacin limitada del fretico. Zonas con limitadas posibilidades acuferas subterrneas. Zonas sin informacin. 4.2.5.1 Provincia de salta Es la provincia que presenta las mejores condiciones para la explotacin de agua subterrnea. Fue- ron identificadas tres zonas con mejores posibilidades acuferas. Adems existen otras zonas con posibilidades, pero solo con explotacin de acuferos confinados. Finalmente se reconocen otras zonas con posibilidades de explotacin de acuferos confinados, pero que necesitan estudios complementarios para su mejor conocimiento. Las caractersticas de estas zonas son descritas en el cuadro IV-14. 4.2.5.2 Provincia de Santiago del estero Los recursos acuferos subterrneos son muy limitados y la zona de mejor posibilidad de explotacin corresponde a los acuferos confinados y se ubica en una franja de 10 km entre Monte Quemado-Uruta y lmite interprovincial con Chaco. En esta zona el nivel piezomtrico del agua se encuentra entre 10 y 20 m y los pozos deben alcanzar una profundidad mxima de 110 m para captar las mejores capas acuferas situadas entre 70 y 100 m. El caudal probable a ser obtenido por pozos bien desarrollados de 20 cm sera de 5 l/s y la CE variara entre 1 500 y 2 250 umhos/cm. 4.2.5.3 Provincia de Chaco Las mejores posibilidades de explotacin del agua subterrnea se encuentran en la zona oriental de la provincia, ms exactamente en Margarita Beln - La Leonesa - Ro Bermejo. Adems existen otras dos con posibilidades de explotacin de las capas confinadas solamente: Taco Pozo y Los Frentones. Otra zona con posibilidad de explotacin de las confinadas, despus de estudios complementarios para su mejor conocimiento, corresponde a la situada entre Resistencia - Colonias Unidas - La Escondida. Las caractersticas de estas zonas son descritas en el cuadro IV-15. 4.2.5.4 Provincia de Formosa La posibilidad de explotacin del agua subterrnea en esta provincia se reduce al acufero fretico y aun as hay zonas donde el agua acusa elevada mineralizacin (p.e.: Ing. Jurez, Matacos-Piran, cruce de la ruta provincial No. 5 con la ruta nacional No. 81 hasta la ciudad de Formosa). Para obtener mejores caudales del fretico, los pozos deben ubicarse en los paleocauces y deben ser construidos con gran dimetro a fin de aumentar la superficie de captacin y almacenamiento. Aun as sus caudales no superan 1 l/s. Al este de la ruta nacional No. 11 hasta el ro Paraguay existe una zona cuyas capas confinadas podran ser explotadas previo estudio semidetallado. 4.3 Aspectos fluviomorfolgicos 4.3.1 Fotointerpretacin morfolgica del ro Bermejo 4.3.2 Transporte de sedimentos 4.3.3 Influencia de las obras de regulacin 4.3.1 Fotointerpretacin morfolgica del ro Bermejo 4.3.1.1 Modelos morfolgicos 4.3.1.2 Fluctuaciones del ro Bermejo En este pargrafo se resumen los resultados de la interpretacin hecha en base a misiones fotogrficas cumplidas durante el perodo del Estudio (escala 1:20 000) y a verificaciones de campo. El ro Bermejo en su tramo inferior se encuentra inserto dentro de la denominada llanura chaquea, extenso espacio geogrfico de gran potencial morfogentico, escasa pendiente y sujeto a distintos procesos de erosin y sobre todo de colmatacin. Los efectos atribuibles a la tectnica se manifiestan en la morfologa de superficie y en especial en el escurrimiento superficial. Estructuralmente est recorrido por dos arcos asnticos, que son desprendimientos de la Sierra Chica de Crdoba. Uno de ellos pasa por Cabur, donde se lo encuentra por debajo de la superficie a aproximadamente 300 m, dirigindose hacia Las Lomitas. El arco oriental o Ramal Cordobs oriental de Charata, pasa por las cercanas de Avia Terai para llegar a Formosa entre San Hilario y Mariano Boedo. Entre ambos arcos est la depresin chaco-pampeana rellenada por sedimentos provenientes del SO y O que, a excepcin del dorso de Charata, se caracteriza por la progresiva acumulacin del material muy fino proveniente del oeste. Hasta las cercanas de la localidad de Morillo predominan los lineamientos NNO a SSE y a partir de all del NE a SO. Se siguen desarrollando dichos lineamientos tectnicos de NNO a SSE posiblemente debido a los esfuerzos a los cuales es sometida la regin a partir de los movimientos del Mio Plioceno a la actualidad, de lo cual se hace receptor el ro al adoptar con cierta asiduidad dicho rumbo. Debemos hacer referencia a la existencia de condiciones paleoclimticas distintas de las actuales, que motivaron consecuentes modificaciones en el sistema de modelado. Bajo condiciones hmedas los procesos de colmatacin han sido predominantemente bigenos a causa del desarrollo de vegetacin palustre. Siempre que el nivel de base no presente gran desnivel, los cursos tienen tendencia a cambiar de posicin por desborde y trasfluencias creando una morfologa compleja e intrincada. En perodos secos la dinmica elica y la escorrenta mantiforme provocan la formacin de modelos distintos. La primera con su doble accin deflacin-acumulacin origina cubetas y rellena depresiones. La segunda, cargada de sedimentos, tambin rellena depresiones a la vez que por la carga slida tapona cursos y hace que el desborde provoque enlames generalizados. Estas alternancias de perodos secos y hmedos, segn algunas investigaciones, vienen del Terciario medio. 4.3.1.1 Modelos morfolgicos El ro Bermejo es fundamentalmente un lecho mvil y en su curso se encuentran: un modelo con caractersticas anastomsicas un modelo mendrico i. Modelos con caractersticas anastomsicas. Des de su confluencia con el ro San Francisco, en un recorrido de casi 170 km, el ro Bermejo va a presentar caractersticas peculiares de colmatacin y capacidad de enlame por el elevado porcentaje de caudal slido en una zona sin tributarios y con grandes deficiencias de agua. En la totalidad de este sector los lineamientos seguidos por el eje del curso son de orientacin NNO-SSE y ONO-ESE. Cuadro IV-14 Salta - Zonas con mejores posibilidades Zona Profundidad media Caudal medio por pozo l/s Calidad probable agua m pozos m CE umhos/cm Clase Embarcacin - Dragones- Yuchn Luis Burela - El Manantial - P. Cabado Cnel. Olleros - Los Laureles - El Quebrachal 5 a 20 10 a +5 10 a 15 30 a 80 50 a 150 50 a 100 10 a 30 5 a 20 2 a 15 500 a 1500 700 a 1 500 700 a 1 500 C 2 /C 3 -S 1 C 2 /C 3 -S 1 C 2 /C 3 -S 1
E. de Urizar - Ro Bermejo - Morillo Desvio Seghezzo - Lmite provincial 10 a 20 15 a 20 80 a 150 80 a 120 2 a 6 2 a 6 700 a 2 000 700 a 1 500 C 3 -S 2 C 2 /C 3 -S 1
Parte restante del dpto. de Anta 10 a 20 60 a 100 1 a 2 750 a 2 250 C 4 -S 4 (*) (*) Puesto Calacante (S 369) al N de Tolloche. Cuadro IV-15 - Chaco - Zonas con mejores posibilidades Zona Profundidad media Caudal medio por pozo l/s Calidad probable Agua m Pozos m CE umhos/cm Clase M. Pelen - La Leonesa 3 a 6 20 a 35 3 a 15 500 a 1 600 C 2 /C 3 -S 1
Taco Pozo Los Frentones 15 a 20 30 a 50 90 a 100 50 a 80 2 a 5 0,5 a 2 750 a 1 500 750 a 2 250 C 3 -S 2 C 3 -S 1
Lmite interprovincial con Salta Resistencia - C. Unidas - La Escondida 10 a 20 4 a 10 60 a 100 15 a 30 1 a 2 1 a 5 750 a 2 250 500 a 1 500 C 3 -S 2 C 3 /C 2 -S 1
Para el anlisis de ese sector se tuvieron en cuenta los siguientes parmetros (figura IV-7): la direccin del eje material de las riberas vegetacin de las riberas ancho del canal material del lecho. El modelo fue diseado en ocho hojas a escala 1:20 000 y se compone de un gran valle de inundacin por donde, adems del canal de estiaje, corren otros canales de interconexin alternan do con "islas o bancos de aluviones". El ancho es muy variable y va desde 500 m - en la Junta de San Francisco - a 5 000 m. La corriente tiene una carga que no es capaz de transportar, con la que pavimenta el lecho impidiendo la erosin. Esta depositacin se produce por tener el ro una energa potencial menor que la absorbida o gastada. Los materiales del lecho aparente son de caractersticas psefticas (cantos rodados-gravas) hacindose ms pequeos hacia aguas abajo. El decrecimiento se explica por el deposito progresivo de los materiales ms gruesos a medida que se reduce la pendiente. Cada "banco o isla" revela en su corte una estructura lenticular. Estas depositaciones estn condicionadas a una dinmica constante y son agradadas (erosin/colmatacin) y barridas por las irrupciones de corrientes internas y de crecidas. En la figura IV-8 se observa en detalle dichas islas, algunas de contornos definidos, surcadas por lneas de escurrimiento y otras en pro ceso de formacin. De la comparacin de fotografas areas, as como de la identificacin mediante observacin directa, se ha comprobado esta dinmica. El material de las mrgenes es friable. Predominan los sedimentos arenosos y arcillo arenosos. La vegetacin de las riberas tiende a incrementar la resistencia hidrulica del cauce, particularmente durante la poca de crecidas y de descarga alta. Figura IV-7 - Modelo anastomsico Figura IV-8 - Ro Bermejo en: Morillo - El Colgado - modelo anastomsico ii. Modelo mendrico (figuras IV-9 y IV-10). Este modelo fue graficado en 28 hojas a escala 1:20 000 y se desarrolla en aproximadamente 1 025 km de longitud, desde el paraje denominado Curupaity/Invernada hasta su desembocadura en el ro Paraguay. Casi en su totalidad corre el ro por un relieve tabuliforme estructural con buzamiento hacia el eje del ro Paraguay, siendo su pendiente en casi todo su recorrido muy semejante a la del interfluvio. La morfologa bsica est compuesta por: a) un cinturn o faja mendrica, en el que se determinan: meandros funcionales meandros obliterados bancos de aluviones modernos o recientes espiras de meandros o coronas de arena (a veces con charcos semilunares o "slonghs") reas de trasfluencia o escape, asociadas a carcavamientos y erosin retrocedente reas de estrangulamientos acreciones laterales (llamadas localmente albardones) b) interfluvios: con derrames laterales o "splay" con escurrimiento superficial o seudo-krstico con cursos YAZOO y crcavas asociadas con modelado seudokrstico con modelado elico Dentro del cinturn mendrico aparecen en el diseo un conjunto de terrazas (o niveles de agradacin) que constituyen la planicie aluvial y en las que, comparando fotos areas de diferente poca, se aprecia un constante proceso de transformacin del que se infiere la inestabilidad del eje fluvial. Dichas terrazas presentan en su nivel superior (T 1 ) meandros abandonados que funcionan como depresiones, algunas de ellas colmatadas y otras en vas de colmatacin por sedimentos y, general mente, por vegetacin. En otro nivel (T 0 ) las terrazas definen el lmite de acumulacin actual del ro y en ellas predominan las coro as de arena o espiras. Existe asimismo otro nivel (T 2 ) en el que las terrazas son ms estables y se encuentran obliteradas y enmascaradas por la vegetacin. El cinturn mendrico est definido por las migraciones del cauce, apareciendo la tpica morfologa de "canales de meandros abandonados" flanqueados a su vez por acreciones marginales. Detrs de esta rea encontramos una zona inundable (depresiones laterales o splay) que constituyen los "bock swamp". Dentro del modelo mendrico se han reconocido cuatro tipos de trazados, los cuales fueron descritos por Schumm (1963). tipo tortuoso: trazado anguloso, en donde los recodos mendricos presentan deformaciones. tipo irregular: aquel cuyos meandros se apartan del trazado normal. Este tipo y el descrito anteriormente son los ms caractersticos de este ro. tipo regular: muestra curvas redondeadas y, como su nombre lo indica, regulares. tipo transicional: presenta curvas muy abiertas que tienden a repetirse como lo hacen los meandros. Los meandros del ro Bermejo presentan en algunas secciones un trazado de equilibrio cuya longitud se mantiene por las resecciones y por los alargamientos; en otras el trazado se encuentra en vas de equilibrio. Predominan las resecciones a corto plazo en todo el recorrido. Los meandros se estrangulan por: desbordamiento y/o taponamiento de los cuellos o rizos (crecidas). tangencia, contacto o corte de cuellos Los meandros "estrangulados" durante algn tiempo continan siendo funcionales hasta que se obliteran o colmatan. En la figura IV-10 que ilustra el modelo mendrico, se encuentran reas prontas a estrangularse por erosin y corte de cuellos. Los meandros migran aguas abajo y la dinmica que se establece es la de erosin en el sector cncavo debido al movimiento que describe la pendiente y depsitos en el convexo, progresan do en direccin al primero y originando coronas de arenas en el segundo. Dadas las caractersticas del ro Bermejo, que adems de acarrear caudal slido transporta raigones y ramas por erosin de la terraza superior e incluso del borde del interfluvio, dichos sectores no pueden acompaar fcilmente el movimiento helicoidal ni el brusco cambio de direccin a que obliga la curvatura mendrica por lo cual entran en movimiento muy irregular o se embancan dando lugar a una turbulencia muy diferente a la que puede suponerse del simple anlisis mecnico del fluido. Estos movimientos turbulentos impiden analizar el modelo con los valores de velocidad lmite para determinar las longitudes mximas a alcanzar por el meandro. 4.3.1.2 Fluctuaciones del ro Bermejo Mediante la tcnica de la aerofotointerpretacin se han detectado cauces obliterados aparentes, conformando un diseo de drenaje con el cual, en la actualidad, est desconectado, incluso en pocas de grandes desbordes o crecidas. En los vuelos de reconocimiento realizados sobre la zona y en las fotografas areas analizadas, se han identificado cauces cuyas caractersticas morfolgicas y morfomtricas permiten aseverar que corresponden a antiguas posiciones del Bermejo. Estos seran los cauces recorridos por el ro Teuquito, en Formosa, el cual corta paleoformas elicas, asociado a su vez a modelado seudokrstico y los cauces de los riachos Nogueira, Negro, Guaycur y Tragadero en el Chaco, tal como lo indican los diseos y formas erosionadas y superpuestas que presentan. Del anlisis de localizacin de formas basado en el ancho del cauce, medidas de radio de curvatura laterales y anlisis de la morfologa adyacente, se establece que la movilidad y el desplazamiento del ro Bermejo se debe fundamentalmente a: a) Fenmenos tectnicos asociados a la acomodacin de bloques del sustrato profundo, especialmente en relacin directa con la acomodacin de la Dorsal San Hilario que funciona como un "domo" estructural. b) La movilidad de la falla Paraguay/Paran hacia el este que obliga al ro a desplazarse, lo que hace que este escape al diseo paraguayo, fenmeno que no acontece con el resto de los afluentes argentino. c) Desborde o derrame de sus aguas durante las crecidas, que origina cauces secundarios laterales los que, por erosin retrocedente aguas arriba, llegan a veces a capturar el mismo curso del ro principal. d) La existencia de un modelado seudokrstico por donde se activa el escurrimiento subterrneo capturando y desviando flujos. e) Erosin en las concavidades, producindose crcavas y derrumbe de las mrgenes por donde la corriente transfluye originndose derrames de gran extensin. f) Ruptura o corte de paleomodelado elico del eje fluvial. g) Cambios de pendiente locales. Figura IV-9 - Modelo mendrico Figura IV-10 - Ro Bermejo en: las Lomitas - modelo mendrico 4.3.2 Transporte de sedimentos 4.3.2.1 Observaciones de campo 4.3.2.2 Anlisis de caudales 4.3.2.3 Indices de transporte slido 4.3.2.1 Observaciones de campo En el cuadro IV-16 se han resumido las observaciones hechas en 12 lugares a lo largo del ro Bermejo, en el mes de agosto de 1974. De ellas pueden deducirse algunas caractersticas del ro pero en el en tendido que los datos en forma aislada deben aceptar se solo como valores aproximados. Lo que s interesa son los valores relativos que permiten identificar diferencias de comportamiento a lo largo del curso y consecuentemente sus caractersticas ms salientes. En base a ello y en forma general es posible decir que a medida que el ro corre aguas abajo de Junta de San Francisco en direccin al ro Paraguay, su cauce se va estrechando, la velocidad se hace ms lenta, la altura de las barrancas crece y el material del lecho es ms fino. En funcin de su fisiografa y comportamiento se pueden distinguir cuatro sectores, que se inscriben dentro de los modelos citados en 4.3.1.1: 1) Tramo Embarcacin - El Colgado: sector alto, caracterizado por un curso ancho y "trenzado" (anastomsico), con mrgenes de baja altura (no ms de 1 m). 2) Tramo El Colgado - El Colorado: cauce mejor definido con mrgenes altas y curso mendrico. Inestable, con evidencia de erosiones y procesos de deposicin recientes. Se aprecian meandros abandonados, algunos en forma de "media luna". 3) Tramo El Colorado - Puerto Velaz: el ro aparece como ms estable y menos mendrico, aunque con caractersticas de cauce y ribera similares a las del anterior. 4) Tramo Puerto Velaz - Ro Paraguay: mendrico y menos estable. Los cuatro tramos mencionados parecen concordar de manera general con las zonas fisiogrficas por las que el ro atraviesa y que son citadas en el apartado 4 del Captulo II. Se aprecia que en el sector anastomsico las barrancas del ro son fcilmente erosionadas y cubiertas por depsitos de sedimentos. En los sectores subsiguientes, donde las barrancas son ms altas y el patrn fisiogrfico es diferente, no hay evidencia de que aquellas hayan sido cubiertas. Ello no obstante, en sitios aguas abajo de El Colgado, la zona de paleosuelos indica perodos de deposicin en el pasado. En general, la parte superior de las barrancas es mucho ms erosionable que la parte inferior de lo cual se infieren cambios en litologa o en consolidacin. Es evidente que existe un proceso de deposicin de sedimentos tanto en la extensa planicie de inundacin correspondiente al sector anastomsico como a lo largo del cauce en los sectores subsiguientes. En estos ltimos los depsitos se sitan en la barranca opuesta a la margen erosionada. La mayor parte de la erosin apreciada a lo largo del tramo inferior del ro Bermejo, parece ser "erosin de mrgenes" a pesar de que las zonas de paleo suelos y terrazas vistas en algunos tramos indican que el ro ha cortado su canal como consecuencia de levantamientos tectnicos. Por otra parte, un gran porcentaje de los sedimentos transportados por el ro necesariamente deben haberse producido en la Alta Cuenca con diferentes orgenes, y a ellos se suma los que corresponden a la erosin del propio cauce en todo su recorrido. Existen pocos tributarios que contribuyan con alguna produccin de sedimentos en el tramo inferior del ro Bermejo. Ello, sumado a la escasa evidencia de erosin laminar y en crcavas, permite afirmar que el incremento de produccin registrado especficamente aguas abajo de Junta de San Francisco proviene en su casi totalidad de la erosin del propio cauce. La mayor parte del transporte slido del ro corresponde a sedimentos en suspensin. De todos los sitios visitados, solo en la toma de agua de El Colorado pudo apreciarse el arrastre de fondo. Por otra parte se observo que el material depositado, en una gran proporcin, es ms fino que la arena mediana, lo que permite sea transportado en suspensin. Esta apreciacin coincide adems con el carcter indicativo que a veces presenta el ancho del ro en relacin con el tamao de los sedimentos transportados. Se considera que un ro estrecho transporta su carga de sedimentos dominantemente en suspensin; por el contrario, en ro ancho lo hace con un mayor porcentaje de arrastre de fondo. Por lo tanto, el estrechamiento de los tramos inferiores del Bermejo puede indicar que el sedimento suspendido es porcentualmente mayor que el arrastre de fondo, al revs de lo que sucedera en el sector ms alto (anastomsico). 4.3.2.2 Anlisis de caudales La cantidad de sedimentos transportados por un ro est obviamente relacionada con su caudal lquido y con los parmetros usados para medirlo. En el cuadro IV-17 se comparan los caudales del ro Bermejo en El Yacar y El Colorado en el perodo 1970-1973. De la comparacin surge que los caudales mximo y medio diario en cada ao, son ms elevados en El Yacar a pesar de que esta estacin se encuentra a 575 km aguas arriba de El Colorado. Por otra parte y tal como se cita en el apartado 4.1 - Recursos Hdricos Superficiales - la comparacin de caudales entre El Yacar y Junta de San Francisco (445 km aguas arriba) acusa prdida de agua hacia abajo, que puede atribuirse a desbordes, evaporacin o infiltracin. Cuadro IV-16 - Resumen de observaciones en 12 sitios del ro Bermejo (agosto 1974) Localizacin Modelo o tipo Velocidad m/s Ancho canal m Altura barranca m (*) Material del lecho Comentarios Zanja del Tigre recto 2 120 I-4 D-12 grava arena fraccin fina Embarcacin recto 1,5 200 grava arena fraccin fina Menos grava que en Zanja del Tigre. El Espinillo anastomsico 1 1 000 I-1,5 arena fraccin fina Muchas islas. Barrancas intercaladas con muchas lentes de arena y limo de 3 a 50 cm de espesor. Deposiciones recientes en barrancas. El Colgado anastomsico 2 500 I-1,5 arena fina Reciente deposicin en parte superior de barrancas. El Yacar mendrico 1,5 150 I-6 arena fina Corte reciente de meandros. Las Lomitas mendrico 1,5 250 I-5 D-8 arena fina fraccin fina 4 niveles de paleosuelos en barrancas. Fortn Lavalle mendrico 2 100 6 arena fina fraccin fina Canal parece estar cambiando de posicin. Pcia. Roca mendrico 1,5 75 I-6 D-13 arena fina fraccin fina 3 niveles de paleosuelos en barranca derecha El Colorado (estacin de aforo) recto < 1 200 I-13 D-6 arena fina fraccin fina 3 niveles de paleosuelos en barrancas. Km 100 recto 1 150 I-6 D-15 arena fina fraccin fina 1 nivel de paleosuelos en barrancas. Puerto Velaz recto < 1 150 I-6 D-8 arena fina fraccin fina 1 nivel de paleosuelos en barrancas. Barrancas cubiertas de vegetacin. 20 km de desemb. mendrico < 1 250 I-6 fraccin fina (*) I = margen izquierda D = margen derecha Cuadro IV-17 - Comparacin de caudales del ro Bermejo en El Yacar y El Colorado Lugar Ano Caudales (m 3 /s) mximo instantneos mximos medios diarios mnimos medios diarios medios anuales (*) El Yacar 2 158 12 El Colorado 1973 (**) 1 600 1 585 18,5 415 El Yacar 1972 1 400 1 392 22,3 230 El Colorado 1 134 21,6 213 El Yacar 1 540 1 522 10 298 El Colorado 1971 1 134 13,3 283 El Yacar 1970 1 296 1 281 18,5 291 El Colorado 1 096 1 083 17,6 283 (*) Los caudales medios anuales en Junta de San Francisco son: 435 m/s (1973), 266 m 3 /s (1972), 327 m 3 /s (1971) y 327 m 3 /s (1970). (**) Corresponde al perodo 1/IX/972 a 22/III/73. 4.3.2.3 Indices de transporte slido Utilizando las curvas caudal-duracin (fig.IV-11) y la relacin entre caudal y concentracin (valores instantneos) de sedimentos suspendidos (fig.IV-12) se calcularon los ndices de transporte, en el supuesto que la relacin instantnea coincide aproximadamente con la media diaria. Se usaron dos perodos de duracin de caudal: 1970/71 (2 aos) y 1970/73 (4 aos). Este ultimo se integro con los datos que estaban disponibles en la fecha del anlisis y que, en el caso de El Yacar no abarcaban la totalidad de 1973. En consecuencia, se entiende que la descarga de sedimentos suspendidos calculada en dicha estacin para el perodo de 4 aos es menor que la real dado que ocurrieron crecidas altas fuera del perodo de registro utilizado. El perodo 1970/71 se uso para verificar la relacin de descargas de sedimentos correspondientes a ambas estaciones y la relacin entre caudal y concentracin de sedimentos suspendidos. En esa forma se calcul la descarga en El Yacar que ascendi a 41000000 ton/ao durante 1970/73 y a 31 500 000 ton/ao en 1970/71. En El Colorado, el promedio anual descargado fue de 82000000 ton/ao y 60000000 ton/ao para los mismos perodos; la comparacin con la estacin anterior expresa que la cantidad de sedimentos suspendidos que pas por El Colorado anualmente fue el doble de la de El Yacar, situada aguas arriba. El promedio de sedimentos suspendidos en la Junta de San Francisco para el perodo 1970/1971 fue estimado en 48 000000 ton/ao y el correspondiente a Zanja del Tigre en 34000000 ton/ao. Para un perodo mayor (1946/1967) este ultimo valor ascendera a 57 100 000 (Porterfield, 1972). De cualquier manera interesa hacer la comparacin en los 3 puntos claves para el mismo perodo de dos aos. Descarga de sedimentos suspendidos Lugar 48 000 000 ton/ao Junta de San Francisco 31 500 000 ton/ao El Yacar 60 000 000 ton/ao El Colorado La comparacin indica que hay deposicin entre Junta de San Francisco y El Yacar y nueva carga de sedimentos entre El Yacar y El Colorado. Por otra parte, las curvas de transporte de sedimentos (fig. IV-12) indican que con caudales bajos el ro carga ms sedimento en El Yacar; con caudales medios la carga es similar y con caudales altos la carga es mucho mayor en El Colorado. Esto sugiere que, a lo largo del tramo total Junta de San Francisco - El Colorado, en el primer caso es mayor la deposicin que la erosin; en el segundo ambos fenmenos aproximadamente se equilibran y en el tercero (caudales altos) la erosin predomina sobre la deposicin. La mayor parte de la erosin probablemente se localiza en el cauce del ro, en cuyo caso la carga se integra con los sedimentos previamente depositados en caudales bajos mas los que provienen de la erosin de barrancas. Tambin es probable que la mayor parte de la carga slida que pasa por Junta de San Francisco se deposite antes de llegar a El Yacar en virtud del carcter anastomsico del tramo inmediato aguas abajo de la Junta, en el cual los de psitos se efectan en todo el ancho de la planicie de inundacin. En El Yacar el transporte se atribuye en parte al material no depositado en el tramo anterior, ms el producto de la erosin de cauce a partir de El Colgado en donde el ro comienza a adoptar una mejor definicin de mrgenes. El promedio de concentracin de sedimento suspendido durante 1970/71 fue de 3,8 kg/m 3 en El Yacar y de 7,3 kg/m 3 en El Colorado. Figura IV-11 - Ro Bermejo en el Yacar y el colorado - Curvas duracin-caudal - Aos hidrolgicos 1970/71
Figura IV-12 - Ro Bermejo en el Yacar y el colorado - Relacin entre caudal instantneo y concentracin de sedimento suspendido - Aos hidrolgicos 1970/71 La granulometra de dicho sedimento fue medida repetidas veces entre setiembre y diciembre de 1973. Los resultados (Dr. G. Scartascini, A y EE) muestran que los porcentajes promedio de arcilla, limo y arena fueron 16, 42 y 43 respectivamente. El tamao medio vario de 33 a 54 (promedio = 42 ) y casi el 90% del total result ms fino que arena mediana (< 250 ). Finalmente y en lo que hace a transporte de sedimentos cabe reiterar que la discusin anterior est basada en un perodo menor de 4 anos de datos estadsticos, durante el cual los caudales medios anuales resultan menores que el promedio de la serie disponible de caudales (27 aos en El Yacar). Con un ano de caudales mayores podran obtenerse relaciones diferentes. Por lo tanto, los valores y la interpretacin que se describen en este pargrafo deben considerarse como una aproximacin al estudio de los aspectos fluviomorfolgicos y deben complementarse con observaciones que permitan obtener datos ms representativos de la dinmica del ro. 4.3.3 Influencia de las obras de regulacin Las presas de embalse proyectadas en la Alta Cuenca, al regular el caudal, reducirn el volumen de sedimentos producidos por aqulla y transportados ro abajo. Es difcil prever los efectos de dichas presas en el tramo inferior desde el punto de vista fluviomorfolgico. Como dice Schumm (1968) "ni el caudal lquido (Qw) ni la descarga de sedimentos (Qs) varan independientemente. Y el hecho que la profundidad del cauce es directamente proporcional al caudal lquido e inversamente proporcional al slido y que el gradiente decrece con un incremento del primero y crece con un aumento del segundo, complica adems cualquier intento para predecir el comportamiento de un ro". Leopoldo y Maddock (1953) como resultado de ciertos anlisis en este tipo de efectos sobre algunos ros de EE.UU., concluyeron que el cauce se degrada debido a la reduccin en carga de sedimentos suspendidos y se vuelve ms estrecho al disminuirse las grandes inundaciones. Asimismo, en otros casos se aprecio un descenso de la velocidad media en correspondencia con un incremento de la rugosidad del lecho y con relativa estabilidad de la pendiente. Aplicadas dichas experiencias al ro Bermejo, podran anticiparse algunos efectos de la regulacin. En el tramo anastomsico prximo a las presas - en particular a Zanja del Tigre - el cauce tender a estrecharse y profundizarse. Esto implicara un cambio sustancial en el transporte slido pasando los sedimentos suspendidos a ser una fraccin dominante, en desmedro del arrastre de fondo. Adems, si la pendiente permanece relativamente constante y se reduce el permetro mojado, el cauce intentara cambiar su forma pasando de un modelo anastomsico a uno mendrico, en concordancia con la relacin pendiente-caudal demostrada por Leopold y Wolman (1957) para ambos modelos. Los cambios en el ancho de un ro originados por embalses aguas arriba, muchas veces son seguidos por un rpido crecimiento de la vegetacin riberea, lo cual contribuye a estabilizar las barrancas y por en de el ancho del cauce mayor. Otros estudios vinculados al ajuste de la capacidad del cauce aguas abajo de un embalse (Gregor y Park, 1974) acusaron que la reduccin de dicha capacidad persista hasta que el rea de drenaje contribuyente del ro era por lo menos cuatro veces el rea que drena hacia el embalse. Si esta conclusin se aplica al tramo inferior del ro Bermejo es obvio que la capacidad del cauce se ver afectada y, consecuentemente, sus dimensiones. Teniendo en cuenta que la longitud de onda de un meandro est vinculada con parmetros tales como ancho y caudal y que la relacin longitud/ancho para el Bermejo Inferior es aproximadamente igual a 10, vemos que, si se produce una modificacin del ancho (consecuencia del aumento de capacidad) y se supone constante la relacin, tambin se modificar la longitud de onda, creando nueva erosin y deposicin. Las consideraciones anteriores, deducidas de experiencias en otros ros, pueden no ser aplicables al Bermejo. Ello no obstante deberan ser tenidas en cuenta como posibilidades hasta tanto puedan complementarse los datos que permitan un mejor anlisis de la geometra hidrulica del ro y de sus condiciones dinmicas, todo lo cual conducira a realizar previsiones ms slidas sobre el futuro comportamiento del ro.
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
V. Recursos de la Tierra 5.1 Suelos 5.2 Daos de la Tierra 5.3 Vegetacin 5.1 Suelos 5.1.1 Levantamiento 5.1.2 Caractersticas generales de los suelos 5.1.3 Aptitud agrcola de la tierra El levantamiento de suelos de la CIRB condujo a la elaboracin de un mapa bsico en el que se muestra la distribucin geogrfica de los mismos y se los de limita segn sus propiedades especficas ms relevantes. La caracterizacin de ese conjunto de propiedades, la relacin de los suelos con la posicin que ocupan en el paisaje y el conocimiento de su difusin y distribucin, al hacer posible la elaboracin del mencionado documento bsico, han concurrido a posibilitar la consideracin de los aspectos utilitarios del suelo. La informacin arrojada por el levantamiento hizo posible evaluar los atributos y limitaciones que presentan los suelos frente al crecimiento de las plantas y consecuentemente la estimacin de su aptitud agrcola. El estudio fue concebido a travs de una etapa preliminar de la que surgieron los criterios metodolgicos que se estimaron ms adecuados para alcanzar los objetivos del proyecto, es decir: predecir con el me or riesgo posible la delimitacin de reas en las que la dominancia de atributos frente a limitaciones de los suelos, las habilita como factibles de desarrollo. En el presente captulo se ha reunido la informacin e interpretacin de los aspectos ms relevantes del recurso suelo en la CIRB. 5.1.1 Levantamiento Los criterios pedolgicos utilizados durante el estudio se basan en un conjunto de principios tericos y prcticos que estn ampliamente reseados y discutidos en el Volumen 3 (Recursos de la Tierra). Si bien dichos criterios responden a una concepcin metodolgica bsica para levantamientos de pequea y mediana escala, ajustndose por lo tanto al de la CIRB, fueron aplicados teniendo en cuenta que las tareas de campaa deban ejecutarse en un perodo de alrededor de 6 meses, que en dicho tiempo se deba cubrir una superficie de 140 000 km2, que la mayora de los tcnicos que participaran del estudio a nivel de "Reconocedores" posean tan slo una discreta experiencia en este tipo de levantamiento, que la in formacin de laboratorio sucede inevitablemente en el tiempo a la de campo, que deban correlacionarse suelos desarrollados bajo condiciones ecolgicas similares, pero a menudo distantes cientos de kilmetros y que la mayor parte del rea no posea una adecuada infraestructura vial para su relevamiento. Una vez delimitados, sobre imgenes de satlite y fotomosaicos, los grandes ambientes fisiogrficos, tal como se resean en la figura 11-5 (Captulo II), se identificaron y describieron los suelos de mayor difusin dentro de cada uno de esos ambientes. Ello posibilit la confeccin de un mapa pedolgico preliminar que se corresponde con el denominado levantamiento a nivel "Explotario" durante la marcha del estudio. Sobre aquellos ambientes en que los suelos sugirieron algn grado de aptitud compatible con las definiciones de los grupos A, B y C de la tierra, se intensific el estudio hasta alcanzar el nivel denominado de "Reconocimiento". A la vez, este nivel no fue aplicado con intensidad homognea debido a que la densidad de accesos viales es extremadamente baja en amplias zonas de la CIRB. Dichas consideraciones explican por qu tanto este texto como la leyenda del mapa bsico de suelos hacen referencia a reas estudiadas con diferente intensidad (ver Categoras del Levantamiento). La aplicacin de los aspectos metodolgicos reseados condujo a la confeccin de un Mapa de Suelos y un Mapa de Aptitud de escalas 1:500 000 y 1:1000000, respectivamente. En el Mapa de Suelos se delimitan 75 unidades cartogrficas que caracterizan otras tantas asociaciones de suelos en el rea estudiada a nivel de "Reconocimiento" (104 680 km2), mientras que la superficie relevada a nivel "Exploratorio" (34 040 km 2 ) se tradujo cartogrficamente en 12 unidades. Todas ellas constituyen el resultado de la interpretacin, clasificacin y correlacin de 1 400 descripciones morfolgicas de perfiles y 500 anlisis completos de muestras de suelo. El promedio de observaciones de perfiles en la primera rea mencionada fue de una cada 70-80 km 2 con densidades inferiores o superiores a ese rango medio segn la intensidad del levantamiento, la cual, tal como se ha mencionado, no fue homognea para toda la superficie estudiada a ese nivel. En el rea estudiada a nivel "Exploratorio" el promedio de observaciones supera largamente al anterior, siendo del orden de una cada 600-800 km 2 . A cada suelo reconocido se le adjudico un nombre local para facilitar la correlacin y su inmediata ubicacin geogrfica. El conjunto de suelos que se presenta en el rea correspondiente a cada Unidad Cartogrfica define y caracteriza una Asociacin, la cual est generalmente compuesta, de acuerdo a la difusin de sus componentes, por suelos dominantes y subordinados. El nombre que identifica a cada Asociacin proviene del correspondiente al suelo que domina en la misma, o bien del de uno de ellos cuando la dominancia en la Asociacin est compuesta por dos o ms suelos. En el Volumen 3 se describen detalladamente las asociaciones que definen cada unidad cartogrfica y se discuten las propiedades fsicas, qumicas y fsico-qumicas de los suelos, su morfologa, clasificacin taxonmica y aptitud agrcola, como as tambin los aspectos geomorfolgicos, climticos y biolgicos del rea delimitada. 5.1.2 Caractersticas generales de los suelos El anlisis integral, desde un punto de vista taxonmico de los suelos reconocidos en el estudio, sugiere una gran variacin en la morfologa de los perfiles, como as tambin en sus propiedades fsicas, qumicas y fsico-qumicas. Los suelos con morfologa caracterizada por perfiles con secuencia de horizontes Al, C o Al, AC, C, clasificados como Regosoles, Vertisoles, Fluvisoles, Gleisoles, Solonchaks, Phaeozems Hplicos, Litosoles y Arenosoles, con ese orden de dominancia dentro de la Cuenca. De todos estos grupos taxonmicos son los Phaeozems Hplicos y Regosoles los que en general presentan perfiles y propiedades que sugieren mejores condiciones fsicas para el crecimiento de las plantas. Los suelos con morfologa caracterizada por perfiles Al, B2 y C han sido generalmente clasificados como Cambisoles. Los suelos con morfologa caracterizada por perfiles Al, B2t y C y Al, A2, B2t y C han sido clasifica dos como Luvisoles, Phaeozems Lvicos, Solonetzs y Planosoles, con ese orden de dominancia. Es destacable el hecho de que en general, los suelos agrupados en primer termino se han desarrollado indistintamente bajo vegetacin de pastizal, arbrea o mixta, mientras que entre los agrupados en segundo y tercer termino, domina la vegetacin arbrea. Del conjunto total de suelos caracterizados son probablemente los Cambisoles y Phaeozems los que ofrecen en general un ms apropiado conjunto de propiedades fsicas para la implantacin de cultivos. Ello resulta de considerar que poseen un buen drenaje interno, una adecuada porosidad capilar y no capilar, un estado de agregacin de partculas primarias relativamente aceptable como para presumir que no presentan peligros alarmantes de erosin, un perfil frecuentemente textural, lo que los protege de prdidas excesivas de nutrientes por lavado y mejora su capacidad de almacenaje de agua til. Los contenidos de materia orgnica varan en forma moderada, dado que en general los horizontes superficiales de los suelos poseen tenores medios a altos. Llama mucho la atencin el hecho de que en las reas con un rgimen ardico de humedad son a veces frecuentes contenidos apreciablemente superiores al 2%. En general, en la medida en que los suelos superficiales poseen provisiones de carbono orgnico adecua das, poseen tambin normales contenidos de nitrgeno orgnico, dado que en superficie el nitrgeno flucta entre el 7 y 10% del tenor de carbono. Si bien la clase textural del suelo en los primeros 30 cm es espacialmente muy variable (a veces a corta distancia) los materiales de texturas medianamente finas se localizan con ms frecuencia que los de otras clases. Los materiales superficiales dominantes pueden ubicarse segn la escala en orden decreciente: Texturas medianamente finas Texturas medias Texturas finas Texturas medianamente gruesas Texturas gruesas Las sales solubles afectan una proporcin relativamente importante de suelos y en grados muy variables, incluso dentro de una misma unidad cartogrfica. Cloruros y Sulfatos de Sodio constituyen las sales solubles ms frecuentes en los suelos salinos re conocidos. Se ha detectado la presencia de yeso en algunos suelos aunque su cuantificacin no ha sido determinada. La mayora de los suelos no tienen problema de sodicidad aunque para algunos de ellos y sobre todo en reas salinas, resulta alta la concentracin de sodio intercambiable. El fsforo en estado y concentraciones disponibles para el crecimiento de las plantas presenta un cuadro regional de tenores altos, en especial en los horizontes superficiales. 5.1.3 Aptitud agrcola de la tierra 5.1.3.1 Clases de aptitud de los suelos 5.1.3.2 Agrupamiento de los suelos (Grupos de la Tierra) 5.1.3.3 Tierras aptas para la agricultura 5.1.3.4 Suelos regables 5.1.3.1 Clases de aptitud de los suelos A cada suelo integrante de una Asociacin se le adjudico un grado de aptitud agrcola, lo que posibilita evaluar el conjunto de caractersticas que afectan su uso. Dicha aptitud se expresa, de acuerdo con pautas especficamente establecidas en este estudio, segn cinco clases representadas por los smbolos: (a), (b), (c), (d) y (e), que en ese sentido indican tipos y grados crecientes de limitaciones para el cultivo. A continuacin se sintetizan los criterios utilizados para caracterizar las distintas clases de aptitud. Clase (a) Suelos muy profundos, sin o a lo sumo con ligeras limitaciones, fcilmente corregibles. No admiten riesgos, daos o impedimentos por: erosin (a lo sumo, ligero riesgo) anegabilidad drenaje salinidad y/o alcalinidad Clase (b) Suelos con ligeras o a lo sumo - a veces - moderadas limitaciones. Los impedimentos que presentan pueden ser subsanados con prcticas de aplicacin relativamente sencilla. Admiten: ligeros a moderados riesgos de erosin, o ligera erosin actual, o ligeros impedimentos por drenaje, o anegabilidad excepcional, o profundidad efectiva de hasta 100 cm, o dbil salinidad y/o alcalinidad, o algunas limitaciones conjuntas de las anteriores Clase (c) Suelos con limitaciones moderadas o a lo sumo algo severas. Admiten: moderados riesgos de erosin, o moderada erosin actual, o moderados impedimentos por drenaje, o anegabilidad poco frecuente, o profundidad efectiva de hasta 70 cm, o moderada a fuerte salinidad y/o alcalinidad, o algunas limitaciones conjuntas de las anteriores Clase (d) Suelos con severas limitaciones. Admiten: fuertes riesgos de erosin, o fuerte erosin actual, o fuerte impedimento por drenaje, o anegabilidad frecuente, o profundidad efectiva de hasta 40 cm, o extrema salinidad y/o alcalinidad, o algunas limitaciones conjuntas de las anteriores Clase (e) Suelos con muy severas limitaciones, incrementndose el numero y/o grado de las citadas para la Clase (d). En el rea estudiada a nivel de "Reconocimiento" dominan apreciablemente los suelos aptos para la agricultura, ya que la suma de superficies ocupadas por suelos de la clase (a), (b) y (c) supera el 50%, del rea relevada. A su vez, dentro de ese conjunto, la suma de superficies ocupadas por las clases (a) y (b) superan apenas a los suelos de clase (c) que, si bien son aptos, presentan limitaciones que requieren tcnicas de manejo frecuentemente costosas (cuadro V-1). Cuadro V-1 Superficie aproximada ocupada por cada clase de suelo (*) (*) Se refiere a la superficie cubierta por suelos dominantes y subordinados dentro de cada Asociacin. No se computan las inclusiones. Grado de limitacin de los suelos Clase de aptitud Superficie mnima estimada (ha) Sin o a lo sumo ligeras (a) 966 000 Ligeras a moderadas (b) 1 800 000 Moderadas a algo severas (c) 2 851 000 Severas (d) 2 653 000 Muy severas (e) 152 000 5.1.3.2 Agrupamiento de los suelos (Grupos de la Tierra) El nivel del levantamiento, al emplear como unidad cartogrfica la Asociacin de Suelos, determina que la calificacin de las tierras se circunscriba a dichas Asociaciones; para ello, se adapto un sistema interpretativo referido al agrupamiento de los suelos que las integran y que se basa en el establec miento de unidades de calificacin, denominadas "Grupos de la Tierra" (o de suelos). Un grupo tal, expresa las condiciones favorables y las limitaciones del rea implcita en cada Asociacin, ubicndose por comparacin con las restantes en un determinado orden de prioridad frente al desarrollo agropecuario. Los Grupos de la Tierra comprenden cinco categoras que se identifican con las letras A, B, C, D y E, en un orden decreciente de valoracin. Las tres primeras categoras se aplican a reas que a menudo presentan un mnimo del 70% de su superficie con suelos aptos para la agricultura. Grupo A Constituyen reas de primer orden para el desarrollo agrcola. Al menos 50% de la superficie est cubierta por suelos de clase (a). La clase de aptitud de los suelos restantes puede ser variada. Prcticas comunes de manejo son por lo general suficientes para permitir la implantacin de un elevado numero de cultivos. La forma en que los suelos asociados se distribuyen en el paisaje es por lo general sencilla, lo que facilita su delimitacin en posteriores estudios. Es de esperar que den respuestas muy positivas frente a inversiones comunes a todo programa de desarrollo agrcola. Grupo B Constituyen reas de segundo orden para el desarrollo agrcola. Por lo menos 50% del rea est cubierta con suelos aptos para el cultivo - clases (a), (b) y (c) - con dominancia de la clase (b), o bien con una composicin de clases, que en promedio se asemeja a aquella. Prcticas comunes de manejo aplicadas en tratamientos constantes y secundadas eventualmente con tcnicas auxiliares de ingeniera de suelos, son por lo general suficientes para la implantacin de un numero elevado de cultivos. Es de esperar que den respuestas muy positivas frente a inversiones algo ms que comunes a todo pro grama de desarrollo agrcola. Grupo C Constituyen reas de tercer orden para el desarrollo agrcola. Por lo menos el 50% del rea est cubierta por suelos aptos para el cultivo con dominancia de la clase (c), o bien presenta una composicin de clases que se asemeja en promedio a aquella. Las prcticas de manejo deben ser especiales y aplicadas en tratamientos constantes e intensivos, exigiendo en mayor o menor grado una obligada implementacin de tratamientos estructurales, a veces de tipo zonal, como ser desages, drenajes, etc. Se supone que el numero de cultivos adaptables y su rendimiento quedan condicionados a la naturaleza e intensidad de las prcticas de manejo y/o mejoramiento. Es de esperar respuestas positivas frente a inversiones que superan significativamente el costo comn de todo programa de desarrollo agrcola. Cuadro V-2 - Clases de aptitud y agrupamiento de los suelos reconocidos (Grupos de la Tierra) Asociacin Superficie (ha) Grupo de la Tierra Suelos Dominantes Subordinados Aguay (Ag) 17 400 C Aguay (b) Pocoy Tomasito (d) (c) Apolinario Saravia (As) 65 000 B Apolinario Saravia (b) Ro Dorado Chaguaral Baado (d) (a) (d) Arroyo Lindo (Al) 149 000 D Arroyo Lindo (c) Rincn ar Salaberry Vertisoles y Gleisoles (a) (d) (d) Baados-1 (B 1 ) 13 600 D Vertisoles y Gleisoles (d) Chaguaral Olmedo Pizarro (a) (b) (b) Baados-2 (B 2 ) 13 000 D Vertisoles y Gleisoles (d) Apolinario Saravia Ro Dorado (b) (d) Baados-3 (B 3 ) 18 600 D Vertisoles y Gleisoles (d) Chaguaral Santa Cecilia Piquete Cabado Campo Redondo (a) (c) (b) (b) Baados-4 (B 4 ) 124 700 D Vertisoles y Gleisoles (d) Chaguaral Santa Cecilia Campo Redondo (a) (c) (b) Baados-5 (B 5 ) 120 500 D Vertisoles y Gleisoles (d) Zapla Riacho Salado Bellaco (c) (a) (d) Bafiados-6 (B 6 ) 184 400 D Vertisoles y Gleisoles (d) Salaberry (d) Baados-7 (B 7 ) 277 000 D Vertisoles y Gleisoles (d) La Eduvigis Guaycur Tragadero La Verde Loma Florida (d) (b) (c) (d) (d) Baados-8 (B 8 ) 184 200 D Vertisoles y Gleisoles (d) La Verde San Martn (d) (b) Baados-9 (B 9 ) 101 800 D Vertisoles y Gleisoles (d) Ro de Oro San Martn (a) (b) Barilari (Ba) 191 700 C Barilari (c) Infierno Toro Pampa (b) (b) Bellaco (Be) 204 800 D Bellaco (d) Vertisoles y Gleisoles (d) Campichuelo (Ca) 25 000 C Campichuelo (c) Tomasito (c) Campo Redondo (Cr) 39 900 B Campo Redondo (a) Santa Cecilia (c) Comandante Fontana (Cf 1 ) 86 800 D Comandante Fontana (d) La Aguadita (d) Gleisoles Zapla Riacho Salado (d) (c) (a) Comandante Fontana (Cf 2 ) 38 600 D Comandante Fontana (d) La Aguadita (d) Ibarreta (b) Castelli (Ct) 74 200 C Castelli (c) La Florida (c) Miraflores Nueva Unin La Gloria (d) (b) (d) Dobagn (Do) 32 200 A Dobagn (a) Riacho Salado (a) Bellaco Rincn ar Vertisoles y Gleisoles (d) (a) (d) Dragones (Dr) 55 500 C Dragones (d) Morasola (d) Pluma de Pato (c) Hickmann Los Blancos (b) (b/c) El Cabur (El) 1 225 700 B El Cabur (b) Los Frentones (b) Miraflores (b) Nueva Unin (b) El Colorado (Ec) 108 800 C El Colorado (b) Campo Hardy (c) Vertisoles y Gleisoles (d) El Mirador (Em) 234 000 D El Mirador (d) El Cinego (e) El Pintado (b) Chiriguanos Laguna Yema (d) (c) El Pintado (Ep) 147 400 B El Pintado (b) Ro Muerto (b) Las Lomitas (b) El Mirador (d) Embarcacin (Eb) 5 500 D Embarcacin (c) Tres Pozos (d) Fortn Lavalle (Fi) 182 000 D Fortn Lavalle (d) Pampa del Veinte Gleisoles (a) (d) Guaycur (Gu) 46 400 C Guaycur (b) Tragadero (c) Vertisoles y Gleisoles (d) Alcal Margarita Beln La Eduvigis (c) (a) (d) Hickmann (Hi) 33 500 C Hickmann (b) Dragones Morasola (d) (d) Ibarreta-1 (Ib 1 ) 73 000 C Ibarreta (b/c) Vertisoles Gleisoles Pern (d) (d) (b) Ibarreta-2 (Ib 2 ) 9 000 B Ibarreta (b/c) Pern (b) Impenetrable (Im) 1 611 800 C Impenetrable (c) El Infierno (c) Toro Pampa (c) Barilari Miraflores Floresta (c) (b) (d) Ingeniero Jurez (Ij) 86 000 C Ingeniero Jurez (c/d) Los Blancos (c) Posta Lencina Pluma de Pato (c) (c) Jumi Pozo (Jp) 244 200 C Jumi Pozo (c) Puesto Tolloche (c) Tolloche (c) La Aguadita (La) 68 900 D La Aguadita (d) Ro Muerto (c) El Pintado (c) Ibarreta Pozo del Tigre (c) (c) La Estrella (Le) 72 300 C La Estrella (d) Chaguaral (a) Retiro Pizarro (c) (b) Laguna Yema (Ly) 80 600 D Laguna Yema (c) Chiriguanos Ingeniero Jurez Teniente Fraga (d) (c) (d) Las Lajitas (Lj) 55 500 B Las Lajitas (b) Mollinedo (b) Apolinario Saravia Vertisoles y Gleisoles (b) (d) Las Lomitas (L1) 41 100 B Las Lomitas (b) Laguna Yema El Mirador Posta Lencina (c) (d) (c) Las Lianas (Li) 28 900 D Las Lianas (d) Tolloche (d) Puesto Tolloche (d) Los Blancos-1 (Lb 1 ) 7 000 C Los Blancos (b/c) Dragones (d) Los Blancos-2 (Lb 2 ) 88 400 C Los Blancos (b/c) Ingeniero Jurez (c/d) Dragones Pluma de Pato Morasola (d) (c) (d) Los Pozos (Lp) 12 400 D Los Pozos (d) Infierno Jumi Pozo (b) (c) Matorras (Ma) 53 500 C Matorras (c) La Estrella (d) Miraflores (Mi) 176 000 D Miraflores (d/c) Nueva Unin (b) La Gloria (d) Misin Laishi (M1) 78 000 B Misin Laishi (b) Rincn ar (a) Vertisoles y Gleisoles (d) Olmedo (O1) 289 000 B Olmedo (b) Pizarro (b) Chaguaral (a) Retiro La Estrella (c) (d) Pampa de los Guanacos-1 (Pg 1 ) 366 000 B Pampa de los Guanacos (c) El Cabur Los Frentones Nueva Unin (b) (b) (b) Pampa de los Guanacos-2 (Pg 2 ) 120 200 C Pampa de los Guanacos (c) Impenetrable El Infierno Toro Pampa (c) (c) (c) Padre Lozano (Pl) 22 100 B Padre Lozano (b) Las Cenizas Pozo del Mistol La Soledad (d) (d) (b) Pern (Pe) 75 500 C Pern (b) Ibarreta (b/c) Ro Muerto (b) El Pintado (b) Alto Alegre Comandante Fontana La Aguadita (d) (d) (d) Piquete Cabado (Pc) 161 000 B Piquete Cabado (b) Chaguaral Puesto Tolloche Santa Cecilia (a) (c) (c) Pluma de Pato (Pp) 72 400 C Pluma de Pato (c) Dragones (d) Hickmann Los Blancos (b) (b/c) Pozo del Tigre (Pt) 48 800 C Pozo del Tigre (c) Ibarreta (b/c) La Aguadita Gleisol Las Lomitas (d) (d) (b) Quitilipi-1 (Q 1 ) 388 800 B Quitilipi (c) Senz Pea (a/b) Napalp Salto de la Vieja La Tambora Vertisoles Gleisoles (b) (a) (c/b) (d) (d) Quitilipi-2 (Qu 2 ) 16 200 C Quitilipi (c) La Verde (d) Napalp Salto de la Vieja La Tambora Vertisoles Gleisoles (b) (a) (c/b) (d) (d) Riacho Salado (Rs) 122 000 A Riacho Salado (a) Zapla La Rinconada Rincn Nar (c) (c) (a) Ro de Oro (Ro) 41 000 A Ro de Oro (a) San Martn Pampa Almirn (b) (a) Ro Muerto (Rm) 24 200 B Ro Muerto (b) El Pintado (b) Ro Negro-1 (Rn 1 ) 206 200 A Ro Negro (a) Makall (a) Quitilipi Vertisoles Gleisoles (c) (d) (d) Ro Negro-2 (Rn 2 ) 24 000 B Ro Negro (a) Makall (a) La Verde Vertisoles Gleisoles (d) (d) (d) Ro Negro-3 (Rn 3 ) 32 000 B Ro Negro (a) Ro de Oro (a) Makall (a) Quitilipi Bellaco (c) (d) Rivadavia (Ri) 195 800 E Rivadavia (e) Puesto Viejo (e) Salaberry (Sa) 96 300 D Salaberry (d) Arroyo Lindo Vertisoles Gleisoles (c) (d) (d) San Jos (Sj) 5 000 C San Jos Ce) Ro Seco Senda Hachada (d) (d) San Martn (Sm) 63 000 B San Martn (b) Ro de Oro (a) Siete Arboles Vertisoles Gleisoles (d) (d) (d) Senda Hachada (Sh) 33 000 D Senda Hachada (d) Ro Seco San Jos (c) (c) Teniente Fraga (Tf) 176 100 D Teniente Fraga (d) Los Blancos (b/c) Tolloche (To) 63 800 C Tolloche (c) Puesto Tolloche (c) Pueyrredn (b) Tomasito (Tm) 4 800 C Tomasito (c) Palmas (b) Tres Isletas (Ti) 269 200 A Tres Isletas (a) Senz Pea (a) Napalp Napenay Salto de la Vieja Mariano Sarratea (b) (a) (a) (c) Taco Pozo (Tp) 217 200 D Taco Pozo (c) Mayo (d) Jumi Pozo Valle Las Lianas (c) (d) (d) Urizar (Ur) 123 600 A Urizar (a) Yacar Pozo Cercado (b) (c) Yuchan (Yu) 21 400 C Yuchn (b) La Ensenada (c) Ramadita (c) Zapla (Za) 142 000 C Zapla (c) Riacho Salado (a) Rincn ar Vertisoles Gleisoles (a) (d) (d) Grupo D Conforman reas dominantemente no aptas para la agricultura y que en general solo admiten una planificacin pecuaria y forestal, debido a las severas limitaciones que presentan los suelos para el cultivo. Requieren a veces estudios complementarios para delimitar y definir subreas que, presentando suelos aptos para el cultivo, no han sido separados por razones de escala. Grupo E Estas reas presentan muy severas limitaciones por lo que resultan inaptas para la agricultura. Normalmente quedan excluidas de los programas de desarrollo, mejoramiento y recuperacin. Los tratamientos estn supeditados al uso que se les pueda dar y a la real necesidad local de extender la agricultura. Los suelos predominantes en este grupo pertenecen a la clase de aptitud (e), lo cual expresa de por s el alto nivel de impedimentos que poseen. En el cuadro V-2, se seala la clase de aptitud de cada suelo reconocido y la calificacin, segn las categoras anteriormente descritas, de cada una de las unidades cartogrficas o asociaciones delimitadas en el levantamiento a nivel de "Reconocimiento". Las propiedades de los suelos, tanto dominantes como subordinados, que caracterizan cada Asociacin, como as tambin la descripcin de atributos y limitaciones que definen sus aspectos utilitarios, es ampliamente discutida en el Volumen 3. 5.1.3.3 Tierras aptas para la agricultura El mapa de Aptitud de los Suelos, por tratarse de un documento interpretativo basado en el anlisis de limitaciones y atributos de los suelos frente al crecimiento de las plantas y condiciones ecolgicas generales, no ofrece opciones sobre tipos no agrcolas de utilizacin de la tierra. En consecuencia, selecciona para el desarrollo agrcola las alternativas ms prometedoras. La figura V-1 analiza un nivel de generalizacin an superior al mencionado tipo de utilizacin de las tierras, ya que delimita las reas aptas para la agricultura segn dos niveles jerrquicos; el primero, asocia los grupos A y B de la tierra y se corresponde por lo tanto con reas que ofrecen las mejores opciones; el segundo, identificado con el grupo C de la tierra, muestra reas tambin aptas para la agricultura, aunque exigentes de mayores insumos para alcanzar una productividad bruta similar a la del primer nivel, o bien supone diferencias negativas en la productividad bruta respecto de los grupos A y B cuando se comparan insumos similares. En el cuadro V-3 se sealan las superficies ocupadas por cada "Grupo de la Tierra" para toda la CIRB. De el se deduce que algo ms del 27% de la superficie total est ocupada por Grupos de la Tierra de primer y segundo orden para el desarrollo agrcola, mientras que el Grupo de la Tierra de tercer orden ocupa una superficie ligeramente inferior. Sumado este conjunto total de grupos aptos para la agricultura se concluye que los mismos cubren una extensin equivalente al 51,4% del rea total de la Cuenca. 5.1.3.4 Suelos regables Dado que gran parte de la superficie de la CIRB est ocupada por suelos que poseen un rgimen deficitario de humedad en relacin al crecimiento normal de numerosos cultivos, se hace necesario, para una mejor definicin de las reas aptas para la agricultura, interpretar las propiedades de los principales suelos reconocidos durante el levantamiento en trminos de su aptitud para riego. Los sistemas conocidos al respecto apoyan sus criterios en inventarios detallados de ese recurso; en consecuencia, y por el carcter del estudio bsico de suelos, fue necesario el desarrollo de un sistema de calificacin, suficientemente amplio y generalizado, que compatibilice los alcances de una estimacin tentativa de la aptitud para el riego con los del levantamiento de suelos. Cuadro V-3 - Superficies ocupadas por cada "Grupo de Tierra" Grupo Grado de las limitaciones Superficie ha % A sin o a lo sumo ligeras 794 000 5,7 B ligeras o a lo sumo moderadas 3 032 000 21,7 C moderadas o a lo sumo algo severas 3 359 000 24,0 D severas 5 041 000 36,0 E muy severas 1 727 000 12,3 Area no mapeada 47 000 0,3 Se definieron tres clases: las dos primeras contemplan el conjunto de suelos regables subdivididos en sendas categoras jerrquicas, mientras que la tercera hace referencia a aquellas que se recomienda excluir en todo proyecto actual de riego. Clase 1: Suelos regables de primer orden Comprende todos los clasificados en la clase (a) de aptitud agrcola y la mayora de los de clase (b); pueden presentar ligeras o a lo sumo moderadas limitaciones para el riego (incluyen los suelos de clase 1 y buena parte de los de clase 2 del Bureau of Reclamation). Clase 2: Suelos regables de segundo orden Comprende todos los clasificados en la clase (c) de aptitud agrcola y unos pocos de la clase (b). Presentan moderadas o a lo sumo algo severas limitaciones para el riego (incluyen los suelos de clase 3 y algunos de clase 2 del Bureau of Reclamation). Clase 3: Suelos marginales e inapropiados para el riego Comprende todos los clasificados en las clases (d) y (e) de aptitud agrcola. Presentan severas a muy severas limitaciones para el riego (incluyen los suelos de clase 4 a 6 del Bureau of Reclamation). Se estima que la CIRB posee no menos de 5 000 000 de ha con suelos aptos para el riego. Entre ellos se han seleccionado aquellos que se consideran de mayor inters dentro de las clases 1 y 2, teniendo en cuenta sus ms interesantes propiedades fsicas, topografa, relieve, difusin geogrfica, etc. Principales suelos regables de clase 1: Apolinario Saravia, Campo Redondo, Chaguaral, Dovagn, El Cabur, Guaycur, Hickmann, Ibarreta (variante no salina), Los Blancos (variante no salina), Los Frentones, Makall, Mollinedo, Napalp, Napenay, Nueva Unin, Olmedo, Palmas, Pampa Almirn, Piquete Cabado, Pizarro, Riacho Salado, Rincn Nar, Ro de Oro, Ro Negro, San Martn, Tres Isletas, Urizar. Principales suelos regables de clase 2: Campichuelo, El Colorado, El Infierno, El Pintado, Ibarreta (variante salina). Impenetrable, Jumi Pozo, La Florida, Las Lomitas, Las Lajitas, Laguna Yema (variante ligera a moderadamente salina), Matorras, Padre Lozano, Quitilipi, Ro Muerto, Taco Pozo, Toro Pampa, Tolloche, Santa Cecilia, Zapla. 5.2 Daos de la Tierra El concepto de "dao", a que se hace referencia en este Estudio, es el estado de degradacin que evidencian algunas tierras como consecuencia de efectos resultantes de procesos a menudo geomrficos, a veces pedogneticos, y otras veces inducidos o acelerados por el hombre a travs de un uso inadecuado del suelo. En el caso particular del drenaje de un suelo, si bien esta es una caracterstica generalmente natural del mismo, se entiende aqu que las tierras con severas limitaciones por drenaje no solo presentan un impedimento frecuentemente grave para la agricultura, sino que por tal condicin estn seriamente expuestas a ser daadas hasta grados de plena inutilidad. De ah que algunas tierras con caractersticas como las sealadas hayan sido contempladas junto a aquellas que evidencian daos asociados a los procesos anteriormente descritos. Contemplada esta ultima consideracin, se estima que algo ms del 60% de las tierras de la CIRB presenta daos de distinto tipo e intensidad. Si bien a menudo el dao confiere al suelo caractersticas que lo hacen inapto para las prcticas agrcolas, a veces su dbil o moderada intensidad sugiere que con un manejo sensato pueden ser cultivados; de ah que por un lado el presente estudio postule una superficie cultivable ligeramente superior al 50%, y por otro considere con daos e impedimentos agrcolas un rea apreciablemente superior. En el cuadro V-4 se transcriben aquellas conclusiones del levantamiento de suelos que hacen al concepto de daos e impedimentos agrcolas de la tierra. La relacin entre unidades cartogrficas del Mapa Bsico de Suelos y las delimitadas en el de Daos e Impedimentos de la Tierra y el conocimiento del tipo de dao que afecta a cada suelo reconocido, aproxima al lector toda referencia local al tipo de problemas que resea ese cuadro. Cuadro V-4 - Tipos de daos e impedimentos agrcolas de la tierra, suelos y superficies afectadas UNIDAD CARTOGRAFICA SUELO Y TIPO DE DAO O IMPEDIMENTO QUE LO AFECTA (*) Mapa de Daos o Impedimentos Agrcolas Mapa de Suelos Erosin Sup. % Salinidad Sup. % Drenaje Sup. % Anegamiento Sup. %
(**) Erosin ligera, y parcialmente problemas de drenaje y salinidad moderada (593 000 ha) Asociacin " " " " " " " Castelli Dragones Hickmann Ing. Jurez Los Blancos-1 Los Blancos-2 Miraflores Pluma de Pato Castelli Nueva Unin Miraflores Hickmann Los Blancos Mora Sola 40 Miraflores Los Blancos Ing. Jurez 30 La Gloria Mora Sola 10 La Gloria Mora Sola 10 70 Drenaje interno impedido y salinidad moderada a fuerte(localizada) (665 500 ha) Asociacin ' " " " " " " Cte. Fontana- 1 Cte. Fontana- 2 Bellaco Embarcacin El Mirador Fortn Lavalle La Aguadita Senda Hachada 50 Cte. Fontana La Aguadita Ibarreta Bellaco El Mirador El Cinago Chiriguanos Laguna Yema Pozo del Tigre 50 Cte. Fontana La Aguadita Tres Pozos El Mirador El Cinago Fortn Lavalle Senda Hachada Gleisoles y Vertisoles Vertisoles y Gleisoles Fortn Lavalle 90 Salinidad moderada a fuerte (121 800 ha) Asociacin " Ibarreta-1 Pozo del Tigre Pozo del Tigre Ibarreta La Aguadita 50 La Aguadita Gleisoles 10 60 Salinidad fuerte a extrema (741 500 ha) Asociacin " " " Las Lianas Rivadavia Laguna Yema Teniente Fraga Las Lianas Las Lianas Tolloche Pto. Tolloche Rivadavia Pto. Viejo Laguna Yema Chiriguanos Teniente Fraga 80 80 Anegamiento por inundacin. (124 000 ha) Planicie aluvial del ro Paraguay ? > 50 > 50 Erosin ligera a moderada, salinidad moderada a fuerte y anegamiento eventual localizado. (2 323 000 ha) Interfluvios y valle del Ro Bermejo Derrames de los ros Dorado y del Valle 30 40 > 20 > 80 Anegamiento y Salinidad moderada a fuerte (localizada) (1 464 800 ha) Asociacin " " " " " " " Esteros Baados-1 Baados-2 Baados-3 Baados-4 Baados-5 Banados-6 Baados-7 Baados-8 Arroyo Lindo La Eduvigis Tragadero La Verde 10 Salaberry Bellaco La Eduvigis Tragadero La Verde Loma Florida 20 Ro Dorado Vertisoles y Gleisoles 60 Ro Dorado Vertisoles y Gleisoles 60 70 Erosin ligera a moderada y problemas localizados de drenaje. (281 000 ha) Tolloche Taco Pozo Tolloche Pto. Tolloche 50 Valle 10 Valle Mayo Las Lianas 10 60 Erosin moderada a topogrficas. (530 400 ha) Sierras Subandinas ? ? Parcial y localizadamente, salinidad moderada y/o erosin ligera. (1 225 700 ha) Asociacin " " " " Barilari Impenetrable Jumi Pozo Pampa de los Guanacos-2 Tolloche Pto. Tolloche ? Barilari El Infierno Toro Pampa Impenetrable Miraflores ? < 50 (*) Los porcentajes parciales por dao, estn referidos a la correspondiente superficie delimitada en el Mapa V-3, cuyos valores figuran en la primera columna de este cuadro. (**) Superficie afectada. 100/Superficie delimitada Cuadro V-5 - Comunidades vegetales Zona Unidad fisonmico-florstica Comunidades Hmeda Bosque en galera Pajonales y esteros Parques y sabanas Bosque alto; Espartillar; Gramillar; Monte Fuerte; Paja Amarillar; Paja Bobal; Pajal del Paran-Paraguay; Pajonal palmar; Pirizales; Raleras; Ralera algarrobal-palmar; Sabana de andubay con palma; Sabana de tatan; Selva de albardn; Selva de albardn antiguo; Selva de inundacin. de Transicin Mosaico de agricultura, bosque y pantanos Bosque de tres quebrachos Pastizales Algarrobal de blanco y negro; Algarrobal de negro; Vinalar; Pajonal mas gramillar; Pirizal; Pastizales de cauces colmatados; Pastizales pirgenos; Pastizales de pampa; Sabanas y parques; Quebrachal de chaqueo con guayaib; Quebrachal de santiagueo con guaranin; Quebrachal de santiageo y blanco; Quebrachal de santiagueo y blanco con guaraib; Quebrachal de tres quebrachos (variante hmeda); Quebrachal de tres quebrachos (variante seca). Seca Quebrachal de santiagueo Bosque de palosanto Matorral de derrames y baaderos Peladares y bosques de madrejones Bosque de madrejones; Duraznillar-palocruzal; Palosantal con dos quebrachos; Palosantal palocruzal; Peladares; Quebrachal de blanco coetneo con suelo desnudo; Quebrachal con duraznillo; Quebrachal con guayacn; Quebrachal palosantal. Montana Selva montana Bosque de transicin Bosque de transicin "Lomas de Olmedo"; Bosque montano; Pastizales de altura; Selva de transicin; Selva montana. El hecho de que slo una fraccin de las superficies que delimitan las unidades cartogrficas en los mapas (ver en el cuadro V- 4, la columna: Superficie total afectada/Superficie delimitada) este afectada por algn tipo de dao, es consecuencia del nivel utilizado en el levantamiento de suelos y, consecuentemente, de la escala del mapa. Por lo tanto, debe entenderse que dentro de cada superficie delimitada en el mapa existe una fraccin de tierra exenta de daos e impedimentos gravosos para la agricultura. Surge de la interpretacin de los aspectos que se resean en el cuadro V-4, que la presencia de sales solubles en concentraciones que afectan el crecimiento de numerosas plantas, constituye una de las afecciones de los suelos ms extendidas en la CIRB. Se estima que alrededor de un 20% de la superficie total relevada presenta salinidad en grados que afectan los rendimientos de numerosos cultivos (suelos moderada a fuertemente salinos) hasta grados que inhabilitan la posibilidad de implantar cultivos (suelos extremadamente salinos). Llama a su vez la atencin el hecho de que algunos suelos con cualidades fsicas aptas para el uso agrcola, tales como los que se difunden en las unidades cartogrficas Ibarreta y Castelli, hayan sido incorporados a la agricultura a pesar de su condicin de suelos salinos. Esa situacin requiere la adopcin inmediata de medidas de manejo que contemplen con simultnea eficacia la perspectiva de mejoramiento y conservacin de dichas tierras. A su vez, todo proyecto de regado, tanto en esa rea como en cualquiera de las afectadas por tenores peligrosos de sales solubles, debe prever las posibles alternativas de evolucin del microambiente qumico del suelo, frente a su irrigacin. Las reas afectadas por problemas de anegamiento (alrededor del 15% de la superficie total) estn dominantemente localizadas en el Este de la CIRB. La principal consecuencia del exceso de agua, cuando satura el suelo durante perodos prolongados, es la anulacin de los procesos de aeracin, hecho que imposibilita el desarrollo de la mayora de las plantas. Las reas inundables, localmente llamadas esteros y caadas, estn parcialmente cubiertas por pastizales, lo que ha posibilitado que su uso actual este orientado hacia la produccin de hacienda vacuna. Algunas soluciones alternativas para evitar inundaciones de reas agrcolas y desaguar o regular los esteros y caadas se discute en el Volumen 3. Respecto del dao actual por erosin, este afecta superficies localizadas en la regin montaosa y submontaosa de la Cuenca y parte de aquellas reas bos cosas occidentales del Chaco aluvional que han sido sometidas a explotacin y desmonte irracional, como as tambin a un desmesurado pastoreo. Se suma a esas consideraciones el hecho de que las condiciones bioclimticas de gran parte de la CIRB no facilitan el desarrollo de agregados estructurales suficientemente estables al agua, como para que los horizontes superficiales de la mayora de los suelos aptos para la agricultura, queden exentos de los efectos erosivos asociados a la accin del agua y el viento, cuando el equilibrio biolgico se rompe al efectuar un desmonte. Como consecuencia del conjunto de aspectos sealados, surge la necesidad de considerar y desarrollar practicas conservacionistas adecuadas previo a todo programa de desarrollo agropecuario en la CIRB. 5.3 Vegetacin 5.3.1 Formaciones El estudio de la vegetacin se concret mediante la sntesis de informaciones previas, publicadas parcialmente por el Instituto Nacional de Tecnologa Agropecuaria. Dichos antecedentes sirvieron de apoyo a la fotointerpretacin y proyeccin de resultados sobre un mapa de vegetacin de escala 1:500 000 que acompaa al Volumen 3. La confeccin del mapa y su leyenda se estructuro sobre tres niveles de aproximacin: formaciones, unidades fisonmico- florsticas y unidades cartogrficas propiamente dichas. De la aplicacin de esos niveles resultaron cuatro, doce y cuarenta desagregaciones, respectivamente. El nivel ms homogneo se corresponde con las unidades cartogrficas, las cuales fueron delimitadas en base a la definicin de patrones compuestos de diseo y vegetacin. Las unidades fisonmico-florsticas representan subdivisiones con implicancias clima ticas y morfolgicas, habindose utilizado para su caracterizacin, denominaciones que posibilitan su comparacin con unidades extrarregionales. La unidad ms amplia de vegetacin, y por lo tanto menos homognea (Formacin) facilita, haciendo uso simultneo del Mapa General de Vegetacin y del cuadro V-5, la interpretacin esquemtico-regional de la fitogeografa del rea. El cuadro V-6 transcribe el conjunto de comunidades vegetales y unidades fisonmico-florsticas que caracterizan cada una de las cuatro zonas en que ha sido subdividida para este estudio la CIRB. La descripcin de las unidades cartogrficas, las listas florsticas y la localizacin de especies de inters botnico y/o econmico se detallan en el Volumen 3. 5.3.1 Formaciones 5.3.1.1 Formacin "forestal" 5.3.1.2 Formacin "matorrales" 5.3.1.3 Formacin "mixta" 5.3.1.4 Formacin "graminosa" Se describen a continuacin las cuatro formaciones reconocidas (forestal, matorral, mixta y graminosa), las cuales fueron subdivididas en zonas climticas, denominadas seca, de transicin y hmeda. Cuadro V-6 - Clave de unidades fisonmico-florsticas Formacin Clima Ambientes morfolgicos Unidad fisonmico-florstica Superficie ha Unidades cartogrficas Forestal Seco De llanura De reas con cubetas Quebrachal de santiagueoBosque de palosanto 63 088 4 480 22 a 28 31 y 32 De transicin Pedemontana De llanura Bosque de transicin Quebrachal de tres quebrachos 4 505 11 040 37 a 39 15 a 17 Hmedo Montano De ribera Selva montana Bosque en galera 4 325 9 215 40 1 a 5 Matorrales Seco De derrames y baaderos De la faja de meandros Matorrales de derrames y baaderos Peladares y bosques de madrejones 8 042 8 097 33 a 36 29 y 30 Mixta Hmedo Media pendiente Parques y sabanas 6 104 9 a 11 De transicin Alta, media y baja pendiente Mosaico de agricultura, bosque y pantanos 8 505 12 a 14 Graminosa Seco De cauces colmatados, de pampas, pirgenos y montanos Pastizales 5 289 18 a 21 Hmedo De depresiones Pajonales y esteros 7 910 6 a 8 5.3.1.1 Formacin "forestal" Es la ms extensa. Cubre aproximadamente el 45% del rea, no obstante los desmontes que la afectan. Zona seca: se difunde principalmente en la zona central y oeste del rea. Predominan el quebrachal de santiagueo y los bosques de palosanto, aunque stos en menor proporcin. Zona de transicin: tanto por su fisonoma como por su composicin vegetal, la distinguen dos reas notablemente contrastantes: el "Quebrachal de tres Quebrachos" y el "Bosque de Transicin"; la primera, mucho ms extensa, se difunde en la zona denominada domo central. Zona hmeda agrupa las comunidades forestales de ambos extremos de la CIRB; en el este, los bosques en galera alineados a los afluentes del sistema Paran-Paraguay y al oeste la selva montana, que se difunde en el sector serrano colindante con la ACRB. 5.3.1.2 Formacin "matorrales" Representa una formacin de composicin heterognea y casi siempre se halla restringida en las zonas de divagacin mendrica y derrames fluviales. Domina en la zona centro y oeste del valle del ro Bermejo y en el rea de derrames de los ros Dorado y del Valle; climticamente est concentrada en el sector ms seco del rea. Ha sido desagregada en dos unidades fisonmico-florsticas: "Matorrales de derrames y baaderos" y "Peladares y bosques de madrejones". Las comunidades ms destacadas son vinalares, palocruzales y palosantales. 5.3.1.3 Formacin "mixta" Geogrficamente se difunde en el sector hmedo y de transicin. Est compuesta dominantemente por sabanas (leosas aisladas en un ambiente de pastizales y pajonales) y parques (grupos de rboles alternando con pastizales). El elemento arbreo en las sabanas est representado por palmas, andubay, tatan y ceibo, mientras que en los bosquetes de los parques suelen estar presentes montes de quebracho urunday y/o algarrobales. En este sector la actividad humana es muy intensa principalmente en tareas agrcolas. 5.3.1.4 Formacin "graminosa" Asocia las zonas en las que la presencia de pastizales y pajonales le imprimen una fisonoma particular. Los pajonales estn concentrados en el sector este de la regin, localizados casi exclusivamente en ambientes afectados por anegamientos prolongados. En el sector central y occidental se difunden los pastizales cuya distribucin est asociada a un espectro ms amplio de situaciones; as, en el centro de la regin, ocupan cauces colmatados por materiales granulomtricamente gruesos, con dominio de espartillares. En otros casos se trata de pastizales originados por la accin del fuego siendo el pastizal de pasto crespo la comunidad ms importante. En el sector serrano y principalmente en el extremo sudoeste, estn presentes densos pastizales con desarrollo condicionados por temperaturas bajas y abundante neblina.
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
VI. Estructura demogrfica y ocupacional 6.1 Distribucin espacial y evolucin demogrfica 6.2 Evolucin de los ndices de bienestar y capacitacin 6.3 Estructura ocupacional 6.4 Las tendencias demogrficas y ocupacionales para 1985 y 2000 6.1 Distribucin espacial y evolucin demogrfica 6.1.1 Evolucin histrica 6.1.2 Distribucin por zonas y tasas vitales 6.1.3 Urbanizacin 6.1.4 Migraciones 6.1.5 Grupos tnicos 6.1.1 Evolucin histrica El territorio dentro del cual se encuentra la CIRB fue de los ltimos en ser incorporados a la organizacin nacional. Hasta fines del siglo XIX esa tierra se encontraba en poder de los indios, los que a su vez llegaron a la regin empujados desde afuera. Las campaas militares de conquista del territorio comienzan a mediados del siglo pasado pero solo cobran importancia en el ao 1870 a partir del cual se suceden una serie de expediciones que culminan en 1911 con el sometimiento definitivo de los indgenas. Paralelamente a las compaas militares comienza el poblamiento de la regin y en 1884, el que hasta ese entonces haba sido territorio del Chaco es dividido en dos partes, territorios del Chaco y Formosa, pasando a ser Resistencia y Formosa las ciudades capitales respectivas. Poco antes se haba entregado a la provincia de Santa Fe el territorio ubicado entre el Arroyo del Rey y el paralelo 28, que era la zona ms poblada de la regin. La colonizacin de la Zona Este se hizo de acuerdo con la Ley 817, la que fijaba como norma bsica la divisin en secciones de veinte kilmetros de lado subdivididas a su vez para su entrega a los colonos. La seccin que quedaba entre otras dos entregadas para poblar se destinaba a la colonizacin por empresas particulares, a la reduccin de indgenas o al pastoreo. Al mismo tiempo, a los colonos que fueran a poblar esas tierras se les daba una serie de beneficios tales como vveres, habitacin, animales de labor y de cra, semillas, tiles de trabajo, etc., por lo menos durante un ao. Siguiendo las normas de esa ley se fundaron varias colonias en la Zona Este del Chaco, tales como Colonia Popular, Nueva Alcal, Novar, Miguel Angel, Bentez. Puerto Barranqueras, etc. Pero desde fines de la dcada del ochenta esa actividad qued detenida al comenzar la entrega de tierras a compaas que no cumplan con su obligacin de colonizar. En muchos casos estas tierras fueron utilizadas para especulacin y finalmente en 1891 se dicta la ley llamada "de liquidacin" que permite, a los que haban recibido tierra como concesin para ocuparla con colonos, comprarla a bajo precio y quedar exentos de la obligacin de poblarla. Esto origin un cordn de latifundios inexplotados que impidieron la expansin hacia el oeste hasta la primera dcada de nuestro siglo. Muchas de esas tierras fueron adquiridas por las compaas tanineras. Mientras la colonizacin agrcola se detiene, comienza el auge de la explotacin maderera y aparece el ferrocarril. Primero, la lnea que llega desde Santa Fe y a partir de 1909 la de Barranqueras hacia el oeste. Esta ultima, construida por el Estado, tena como finalidad facilitar la explotacin de los montes del interior del Chaco. La zona cubierta por este ferrocarril, a diferencia de los departamentos del sur del territorio, fue trabajada por pequeos obrajes y surgi as una poblacin seminmada de obrajeros y hacheros que iban de un punto a otro buscando bosques para cortar. Slo quedaba poblacin estable en los alrededores de las estaciones ferroviarias. La produccin del tanino y de madera fue la principal actividad econmica del Chaco, desde comienzos de este siglo hasta mediados de la dcada del veinte. En esa poca se produjo una crisis que rest importancia a esta actividad, desplazndose el eje de la economa chaquea a la agricultura, que se desarroll en el centro de la provincia a travs de los colonos. Estos llegaron en dos grandes grupos: el primero, en las dcadas del diez y principios de la del veinte, formado por espaoles e italianos fundamentalmente; el segundo, formado por inmigrantes venidos de los pases del este de Europa, que llegaron en la dcada del veinte. Los colonizadores del Chaco tienen las siguientes caractersticas: 1) llegan con poco o ningn capital (en dinero y a veces en forma de tiles y animales). Para instalarse tienen que acudir al crdito de los comerciantes que ya estn instalados en la zona; 2) se agrupan por nacionalidad formando as colonias de montenegrinos, blgaros, checos, etc.; 3) ocupan parcelas de tierras que van de 25 a 200 hectreas segn la regin (tamaos fijados por las normas que se dan para cada colonia); 4) generalmente ocupan tierras fiscales cuyo ttulo de propiedad reclaman posteriormente. Se produce as en el Chaco una ocupacin mas intensiva del suelo basada en colonos que trabajan di rectamente la tierra con ayuda de su familia. Desde los comienzos de la colonizacin de este siglo hasta la dcada del sesenta el algodn ser casi nico cultivo del Chaco con cuya produccin se avanzo en la ocupacin de casi todo el territorio. Se formaron as las colonias que rodean los pueblos de Presidencia de La Plaza, Machagai, Quitilipi, Presidencia Roque Senz Pea, Avia Terai, Pampa del Infierno, Campo Largo, Charata, Las Breas, General Pinedo, Corzuela, Villa Angela, Villa Berthet, San Bernardo. Adems de los colonos europeos el algodn atrajo a criollos de Corrientes y Santiago del Estero que iban a trabajar como cosecheros. Por lo comn, al principio volvan a su provincia despus de la cosecha, pero ms tarde comenzaron a quedarse, ocupando parcelas de tierra que en general eran mucho ms pe quenas que la de los colonos europeos. Los criollos slo podan obtener de ellas lo necesario para subsistir y complementaban sus ingresos trabajando como hacheros de monte o en otras tareas temporarias. En correspondencia con la explotacin forestal y el cultivo del algodn surgieron las dos principales industrias de la zona: las fbricas de extracto de quebracho (la primera de ellas en Puerto Tirol) y las desmotadoras de algodn que aparecen entre 1901 y 1904 y que llegan a ser la actividad industrial dominante de la regin. El proceso de formacin socioeconmica de Formosa tiene muchos puntos de contacto con el del Chaco. Ambas se formaron simultneamente y se integraron al conjunto nacional como consecuencia de las campaas militares y su evolucin en las dcadas del ochenta y del noventa es similar. En Formosa, lo mismo que en el Chaco, se entregaron tierras a presuntas compaas colonizadoras que no cumplieron con la ley Avellaneda y que acapararon la tierra con propsitos especulativos. Esto dio lugar en ambas provincias, pero ms aun en la de Formosa donde slo hubo una colonia agrcola, a la formacin de una cadena de grandes latifundios que impidi la colonizacin. En 1912 exista solamente la colonia agrcola que rodeaba la ciudad de Formosa. Por otra parte es recin en esa poca - primera dcada de este siglo - que la provincia comienza su vida econmica. La nueva actividad forestal dio nacimiento a la industria local, y aparecieron dos fbricas de tani no en Formosa. La ubicacin de las mismas se debi a que en la zona Este de la provincia era donde se encontraba la mayor cantidad de quebracho colorado y el puerto desde el cual se poda enviar la produccin a los mercados extranjeros. Estando las fbricas sobre la costa se hizo necesario construir el ferrocarril para llevar all los rollizos y de esa manera entre 1908 y 1930 se tienden las vas que unen la ciudad de Formosa con la ciudad de Embarcacin, en Salta. La crisis taninera de 1926 afect tambin a Formosa y su industria dej de crecer. Desde la dcada del veinte comienza en el territorio el cultivo del algodn, pero su gran expansin es a partir del desarrollo de la demanda algodonera en 1930 y sobre todo despus de 1947. Como consecuencia de la apropiacin latifundista de la Zona Este, la colonizacin algodonera se realiz en el centro de la provincia, fundamentalmente en los departamentos de Piran y Patino. Aparece aqu otra diferencia con el Chaco. Mientras en esa provincia la tierra fue dividida en chacras de 25, 50 y 100 hectreas originando as un sector de colonos medios, en Formosa la poca cantidad de tierra apta hizo que se produjera un gran desarrollo del minifundio y la aparicin de pequeos campesinos. Estos se instalaban en tierras fiscales sin tener ttulo alguno. En 1935 y 1936 el 86,6% de los productores algodoneros de Formosa eran ocupantes de tierras fiscales. Otra diferencia entre ambas provincias est dada por el origen de los productores algodoneros. Mientras en el Chaco la mayora de los colonos eran extranjeros de origen europeo, en Formosa, si bien el 77,3% de los productores eran extranjeros, encontramos un neto predominio de los paraguayos (63,1%). Los productores europeos tenan mucho menor peso en cuanto a su numero, aunque ocupaban mayores extensiones de tierra. La gran expansin del cultivo de algodn en Formosa, iniciada a partir de 1947, llega hasta 1957 y 1958 y se produce sobre todo en los departamentos de Pilags y Laishi y tambin en el de Pilcomayo. En esa poca se efecta la venta de parte de las grandes unidades acaparadas a fines del siglo pasado y consecuentemente se advierte un crecimiento del minifundio. De las nuevas explotaciones que aparecen entre 1947 y 1960 - que constituye el 59% del total - el 73% tiene menos de 25 hectreas. En resumen, se puede sealar los siguientes perodos en la historia de la formacin socioeconmica de Chaco y Formosa: Perodo de fundacin (hasta 1900): es el perodo de ocupacin militar de la regin y de la entrega de grandes extensiones de tierra a propietarios particulares, se forman en dos provincias cadenas de latifundios en el Este. No hay ninguna actividad productiva importante ni ocupacin del suelo. Perodo del tanino: comienza la explotacin forestal de la madera y del tanino. Por el tipo de actividad hay poco asentamiento de poblacin. El perodo se extiende en el Chaco hasta la dcada del veinte y Formosa sigue siendo preponderante hasta la dcada del cuarenta. Perodo del algodn: comienza en el Chaco entre 1924 y 1926 con la campaa de fomento algodonero del Ministerio de Agricultura. En Formosa, aunque hay ya cierto desarrollo desde 1930, comienza en gran escala desde 1947. En ambos casos se da sobre la base de ocupacin de tierras libres de origen fiscal, pero en Formosa con neto predominio de minifundios mientras que en el Chaco con mayor participacin de las chacras entre 25 y 100 hectreas. En las dos provincias el perodo se cierra con la crisis algodonera en la dcada del sesenta. Este perodo es, en ambas provincias, el de gran asentamiento de poblacin. 6.1.2 Distribucin por zonas y tasas vitales Las provincias que componen la CIRB tenan una poblacin de 1 310 500 habitantes en el ao 1970, la que representaba el 5,6% de la poblacin total del pas. Ese total se distribuye as: a la provincia del Chaco 566 600 habitantes (43,2%), a la provincia de Formosa 234 100 (17,9%) y a la provincia de Salta 509 800 (38,9%). La evolucin intercensal de la poblacin de la CIRB (Ap. *) puede apreciarse en el cuadro VI-1 (*) Totales de provincias Cuadro VI-1 - Poblacin total de la CIRB (Ap) (en miles de habitantes) Provincia 1947 1960 1970 Chaco (Ap) 431 543 567 Formosa (Ap) 114 179 234 Salta (Ap) 291 413 510 Total CIRB (Ap) 835 1 135 1 310 15 894 20 014 23 364 CIRB (Ap)/Pas 5,3% 5,7% 5,6% Fuente: Censos Nacionales de Poblacin (1947, 1960 y 1970). Referida al rea de los departamentos que integran total o parcialmente el rea del Estudio o sea CIRB (Ad) la poblacin representa el 60,2% de la de las tres provincias y el 3,4% de la del pas. Es necesario aclarar aqu que este volumen de poblacin esta sobreestimado sensiblemente en el caso de los departamentos de Oran y San Martn (Salta), ya que la superficie de esos departamentos dentro del rea del Estudio es relativamente pequea. De cualquier manera se ha tenido que considerar la poblacin total de aquellos al no poder discriminar que porcin de la poblacin rural est dentro de la regin que se analiza. Los mayores volmenes de poblacin (ver cuadro VI-2) se encuentran en la Zona Este, que agrupa aproximadamente el 65% del total. La Zona I es la ms densamente poblada, con alrededor del 36% de la poblacin total y dentro de ella, los departamentos ms poblados corresponden a capitales de provincia, es decir San Fernando en el Chaco y Formosa, que representan respectivamente el 20% y el 10% del total general. Sigue en orden de importancia la Zona VI con aproximadamente el 20% de la poblacin de la CIRB, pero si se excluyen del departamento de San Martn las poblaciones de Tartagal, General Mosconi, Aguaray y Salvador Mazza - centros urbanos que se encuentran fuera de la CIRB - habr que deducir 37 886 habitantes, ms la poblacin rural externa a la regin. Algo similar ocurre en el caso de Oran; por tanto, el segundo lugar lo ocupa la Zona III con alrededor del 16% de la poblacin de la CIRB, siendo Comandante Fernndez el departamento ms densamente poblado. Las ciudades ms importantes de la regin (ms de 10 000 hab.) estn ubicadas principalmente en la Zona I: Resistencia (124 497), Formosa (61 071) y Barranqueras (21 645). Siguen en orden de importancia la Zona III, con Roque Senz Pea (36 456) y la Zona II, con Gral. San Martn (11 106). Las localidades que tienen entre 5 000 y 10 000 habitantes son solo dos, ubicadas ambas en la Zona III: Quitilip (7 677) y Machagai (7 014). En la Zona VI, que comprende a los departamentos sltenos, segn el Censo de 1970, no hay ciudades de ms de 10 000 habitantes. En conclusin, puede afirmarse que la poblacin se encuentra agrupada prioritariamente en las reas que corresponden a las capitales de provincia y en los centros algodoneros con mayor divisin de la tierra (Zonas I, II y III). Referida al rea departamental de la CIRB, la poblacin pasa de 510 277 habitantes en 1947 a 692 260 en 1960 y 788 880 en 1970. Como puede verse, el crecimiento es mucho ms marcado entre 1947 y 1960 y esto se debe fundamentalmente a que en ese lapso, tanto Chaco como Formosa eran zonas de atraccin de poblacin por la prosperidad del sector algodonero. La tasa de crecimiento anual media del pas fue para el perodo 1960-70 de 15,4% y para la CIRB de 13,2% siendo la evolucin de las distintas zonas de desarrollo la que consigna el cuadro VI-3. Mientras que en el perodo 1960/70 en la Zona I se mantuvo el ritmo de crecimiento del perodo anterior y en las Zonas IV y V se incremento, en las Zonas II, III y VI se notaron bruscos descensos, especialmente en las dos primeras. La Zona I mantuvo la tasa de crecimiento en 21% en los dos perodos intercensales, por estar asentadas en ella las capitales de provincias, que absorbieron parte del xodo rural proveniente de las zonas algodoneras. Precisamente las Zonas II y III, que son el centro de produccin de algodn del rea, son las que sufrieron ms fuertemente el impacto de la crisis de la dcada del sesenta y expulsaron poblacin, no slo a otras regiones del rea sino especialmente a los grandes centros urbanos extrarregionales. La nica excepcin es el departamento de Comandante Fernndez, que registra tasas de crecimiento positivas. Presidencia Roque Senz Pea, cabecera del departamento, es en volumen de poblacin la tercera ciudad del rea del Estudio y atrajo poblacin rural de la regin circundante. El crecimiento poblacional de las Zonas IV y V (particularmente en los departamentos de Almirante Brown y General Gemes) puede atribuirse al hecho de que es un rea con muy escasa densidad de poblacin y donde la produccin algodonera tiene menos importancia relativa que en el resto de la regin. La Zona VI registra una importante cada en el crecimiento intercensal correspondiente al perodo 60/70. Entre las causas que originaron este deseen so puede mencionarse el xodo rural de la poblacin ganadera de los departamentos comprendidos en la CIRB, la cada de la produccin petrolfera de Campo Duran (en el departamento de San Martn) y las trabas impuestas al ingreso de inmigracin de mano de obra de pases limtrofes. En lo que respecta a la distribucin por sexos de la poblacin dentro de la regin, la poblacin masculina predomina en las zonas rurales, mientras que la femenina es mayor en la Zona I, particularmente en los departamentos que contienen a las ciudades capitales de Chaco y Formosa. Esto se debe a la emigracin de mujeres de las zonas rurales a la ciudad en busca de trabajo mientras que los hombres quedan, en mayor proporcin, realizando las tareas agrcolas y ganaderas. 6.1.3 Urbanizacin Para el ano 1970 la CIRB (Ap) tena una poblacin urbana de 718 595 hab (55%) y una poblacin rural de 591 896 hab (45%). La evolucin intercensal de esta distribucin puede apreciarse en el cuadro VI-4 y su ubicacin espacial en la figura VI-1. Cuadro VI-2 - Poblacin de la CIRB (Ad) por Zonas Departamentos 1947 1960 1970 Zona I Bermejo (Chaco) 20 120 25 345 20 432 Formosa 31 428 47 801 70 534 Gral. Donovan 8 190 10 228 9 770 Laishi 6 276 10 292 10 916 Libertad 5 733 7 125 6 410 1 de Mayo 5 742 7 102 6 336 San Fernando 95 443 120 190 156 475 Subtotales 172 932 228 083 280 873 Zona II Piran 21 688 36 217 44 750 Pcia. de la Plaza 12 062 15 155 11 760 San Martn (Chaco) 32 680 41 275 39 220 Sargento Cabral 11 211 14 017 10 930 Subtotales 77 641 106 664 106 660 Zona III Comandante Fernndez 37 042 46 667 52 079 Independencia 10 780 13 559 13 100 Maip 15 930 20 231 18 120 Quitilipi 18 445 23 569 23 196 25 de Mayo 19 379 24 503 22 452 Subtotales 101 576 128 529 128 947 TOTAL ZONA ESTE 352 149 463 276 516 480 Zonas IV y V Almirante Brown 9 050 11 622 13 778 Bermejo (Formosa) 3 470 6 692 7 330 Gral. Gemes 15 156 19 184 25 297 Matacos 1 361 2 654 3 168 Patino 25 218 30 076 40 178 Rivadavia 9 347 11 754 12 771 Copo (Stgo. del Estero) 13 619 13 119 14 075 Subtotales 77 221 95 101 116 597 Zona VI Anta 20 526 22 789 27 181 Oran 29 587 60 163 61 404 San Martn (Salta) 30 794 50 929 67 218 Subtotales 80 907 133 881 155 803 TOTAL ZONA OESTE 158 128 228 982 272 400 TOTAL CIRB (Ap) 510 277 692 258 788 880 Fuente: Censos Nacionales de Poblacin 1947, 1960 y 1970 INDEC Cuadro VI-3 - Tasas anuales de crecimiento intercensal por zonas (por mil) Zona Tasas intercensales 1947/60 1960/70 Zona I 21,5 21,0 Zona II 24,7 0 Zona III 18,3 0,3 Total Zona Este 21,3 10,9 Zona IV y V 16,1 20,6 Zona VI 39,5 15,3 Total Zona Oeste 28,9 17,5 TOTAL CIRB (Ad) 23,7 13,2 Fuente: Unidad Tcnica en base a Censos Nacionales de Poblacin, INDEC. La distribucin de la poblacin de la CIRB (ao 1970) era similar, tanto a nivel provincial como departamental, es decir, con predominio en ambos niveles de la poblacin urbana. Sin embargo, esa situacin difera en los aos 1947 y 1960, dado que a nivel departamental la poblacin rural era proporcionalmente mayor que a nivel provincial. Cuadro VI-4 - Distribucin urbana y rural de la poblacin de la CIRB (Ap) (en miles de habitantes) Provincias 1947 1960 1970 Urbana Rural Urbana Rural Urbana Rural Chaco 130 301 205 338 295 272 Formosa 26 88 60 119 104 130 Salta 115 176 227 186 320 190 TOTAL CIRB (Ap) 271 564 492 642 719 592 Fuente: Censos Nacionales de Poblacin 1947, 1960 y 1970, INDEC. De ello se deduce que el mayor peso de la poblacin urbana en la CIRB (Ap y Ad) en 1970, se debe a un descenso de la poblacin rural ms agudo en los departamentos que conforman la Cuenca que en el conjunto provincial, lo que se expresa con respecto a 1947 no slo en trminos relativos sino tambin absolutos. En el cuadro VI-5 y en la figura VI-2, puede verse la distribucin poblacional y sus variaciones por zonas en los ltimos treinta aos. Los ms altos ndices de urbanizacin relativa para 1970 se observan en la Zona Este y especialmente en la Zona I, asiento de las capitales de provincia. Esta ultima es la nica zona en la cual la poblacin urbana, que creci desde 1947 aproximadamente 2,5 veces, es mayor que la rural, que en el mismo lapso cayo un 40%. Las Zonas II y III (en especial la ultima) que son los centros de la produccin algodonera y cuya poblacin rural haba crecido entre 1947 y 1960, registran una cada de la misma para 1970 prcticamente a los niveles de 1947, a resultas de la crisis de este cultivo en la ultima dcada. Si bien el crecimiento de la poblacin urbana a expensas de la rural constituye un fenmeno tradicionalmente aso ciado al desarrollo de la industrializacin, en este caso se produce en el marco de un relativo estancamiento de la produccin industrial. Es decir que aqu, la mayor proporcin de poblacin urbana es con secuencia de la crisis agraria, lo que trajo apareja da, en las ciudades ms importantes de la regin - bsicamente Resistencia y Formosa -, la absorcin de la emigracin rural por actividades en las que interviene especialmente el sector publico (construcciones y servicios), tal como se consigna ms adelante al analizarse la estructura ocupacional (ver pargrafo 6.3.1 del presente captulo). En cuanto a la Zona Oeste, si bien es mayor el peso de la poblacin rural, la urbanizacin ha crecido notoriamente entre 1947 y 1970 (casi 5 veces) en tanto la poblacin rural se ha mantenido apenas sobre el nivel absoluto de 1960. El crecimiento relativo de la poblacin urbana es particularmente notorio en las Zonas IV y V, que en 1947 registraban una poblacin casi totalmente rural y en 1970 la misma representaba menos del 75% de la poblacin zonal. Aqu el crecimiento de la poblacin urbana est vinculado con la aparicin ms reciente de las ciudades que han absorbido casi todo el incremento poblacional. En la Zona VI, si bien se repiten las mismas tendencias, aunque no tan marcadas, las mismas estn particularmente influenciadas por el crecimiento de las ciudades de los departamentos de Oran y San Martn que estn fuera de la Cuenca. 6.1.4 Migraciones Los procesos migratorios en la CIRB tienen dos etapas claramente diferenciadas. Desde la dcada de 1870 hasta la crisis algodonera la Cuenca es polo de atraccin de poblacin y desde la dcada de 1960 en adelante es centro de expulsin de poblacin, por razones que se vern ms adelante. En un primer perodo (1870-1960) recibe tres tipos de pobladores que se corresponden en cierta manera con los tres subperodos siguientes: i. 1870-1878: Desde antes de la fundacin de Resistencia y Formosa existan sobre las costas del Paran y Paraguay obrajes fundados por correntinos que empleaban como hacheros fundamentalmente a indios pacficos. Es una poblacin en buena medida transhumante y que ocupa slo la costa del ro. ii. 1878-1930: Desde la fundacin de Resistencia y Formosa comienza la colonizacin agrcola que atrae dos tipos de poblacin: europeos y criollos. La inmigracin europea es entre 1878 y 1920 fundamentalmente de espaoles e italianos y desde 1920 en adelante de europeos orientales (blgaros, rusos, checos, yugoeslavos, polacos). Como se ha dicho, estos se convirtieron en colonos ocupando chacras de mas de 25 hectreas particularmente en la provincia del Chaco. En esa provincia, sobre un total de 18 196 productores, haba una tercera parte de origen europeo, mientras que en Formosa, sobre un total de 5 740 productores, lo eran solo 432, es decir, apenas el 7,5%. En 1930 el cambio de poltica respecto al ingreso de extranjeros termina con la corriente inmigratoria europea. Figura VI-2 - Crecimiento y distribucin de la poblacin por zonas 1960/70 Fuente: Censos Nacionales de Poblacin y Viviendo INDEC La inmigracin criolla del perodo fue fundamentalmente de correntinos al este del Chaco y de santiagueos al sudoeste de esa provincia, teniendo como punto de encuentro de las dos corrientes, las proximidades de Presidencia Roque Senz Pea. En Formosa, los correntinos se dirigieron al este y los paraguayos al este y centro. En 1937 el numero de extranjeros americanos (paraguayos) en Formosa era de 1 087, sobre un total de 5 740 productores. Los criollos generalmente llegan como asalariados temporarios. Algunos se asientan en chacras pequeas, generalmente de menos de 25 hectreas. En la migracin hacia Chaco y Formosa encontramos dos tipos: aquellos que van a la cosecha y vuelven a su provincia de origen o a Paraguay cuando esta termina, y los que se asientan en la zona. iii. 1930-1960: Este subperodo se caracteriza por la desaparicin de la inmigracin europea y se mantiene la migracin criolla con las mismas caractersticas que en el subperodo anterior. En la zona oeste de la CIRB se produce una migracin de pequeos ganaderos desde el departamento de Rivadavia, que van poblando el norte del departamento de General Gemes y los departamentos de Matacos y Bermejo. En un segundo perodo (1960-1970), el estancamiento y la crisis tienen como consecuencia el xodo de la poblacin del Chaco. Son los pequeos productores y los asalariados con empleo inestable en las ciudades y campos, los que abandonan la zona para dirigirse a las grandes ciudades del pas, como Buenos Aires y Rosario, en busca de trabajo. All engrosan la poblacin de las "villas miserias". Estimaciones realizadas en Resistencia, aunque en forma extraoficial, hablaban de un xodo de 100 000 a 150 000 chaqueos entre 1960 y 1969. 6.1.5 Grupos tnicos 6.1.5.1 Los Paraguayos 6.1.5.2 Los Indgenas Hay dentro del rea en estudio dos grupos que en distinta medida plantean problemas especiales. Se trata de los migrantes nacidos en Paraguay y de los indgenas que habitan la zona. 6.1.5.1 Los Paraguayos Entre los campesinos pobres, semiasalariados y asalariados rurales, aparece este grupo nacional. En la provincia del Chaco tiene poco peso (2,5% de la poblacin de 1960) pero en Formosa representaban en esa poca el 15,9% de la poblacin. En 1970 su numero ha disminuido, pero su importancia como grupo nacional es todava grande. Por tratarse de extranjeros nacidos en un pas limtrofe y al cual pueden retornar con relativa facilidad, presentan problemas al tratar de implementar polticas demogrficas en la regin, como consecuencia del carcter estacional de sus migraciones. El problema es ms grande en los departamentos de la provincia de Formosa que corresponden a la Cuenca 6.1.5.2 Los Indgenas Su peso numrico no est evaluado con exactitud. Segn el ultimo Censo Indgena seran 16 000 en Chaco, de los cuales 14 000 estn ubicados en los departamentos de la CIRB. En Formosa habra un total de 8 000, con 5 700 en los departamentos de la CIRB, segn el censo de 1967, en Rivadavia (Salta) hay 3 800 indgenas y no los registran en el departamento de Anta. En el total del rea habra 23 700 indgenas en el ao 1967 y si se supone que esa poblacin se mantuvo ms o menos estable hasta 1970, los indgenas seran alrededor del 3% de la poblacin total del rea. Estimaciones realizadas en 1970 por la Direccin Provincial del Aborigen del Chaco daban slo para esa provincia alrededor de 30 000 indgenas. Probablemente esta sea una sobreestimacin de su nmero, pero tambin existe la seguridad en la regin de que en el Censo Indgena la poblacin esta subestimada. Dentro del rea del Estudio los indgenas se distribuyen de la siguiente manera: en Chaco, tobas y vilelas en el este, mocovs en el sudeste y matacos en el noroeste; en Formosa, tobas y pilags en el este y matacos en el oeste; en Salta, tobas, matacos, chorotes y chulupes en el departamento de Rivadavia. Los vilelas y chulupes tienen muy poco peso numrico: se han mestizado con criollos y otras razas y es tan prcticamente en vas de desaparicin. Los indgenas de la Zona Oeste (matacos) tuvieron contacto con los blancos desde el siglo XIX e incluso antes, ya que iban a trabajar a la cosecha de caa en Salta. Su economa estaba basada en la caza, pesca y recoleccin, teniendo la algarroba gran importancia en su dieta. Para las tribus ubicadas sobre los ros Pilcomayo y Bermejo tena mucha importancia la pesca; en cambio los ubicados lejos de los ros dependan en mayor medida de la caza. Con la fundacin de la colonia J.J. Castelli en el departamento de General Gemes (Chaco) los indgenas de la zona abandonaron la zafra y empezaron a trabajar en la cosecha de algodn, y al terminar retornaban a su tierra en el monte. Algo similar ocurri con los indgenas formoseos, sobre todo en el departamento Bermejo. En trminos generales, esta es la situacin actual de estos indgenas, que si bien fueron los primeros en integrarse al mercado nacional de trabajo, son los que mantienen ms sus costumbres tradicionales y, en cierta medida, su economa tradicional. Esto se debe, fundamentalmente a que sus lugares de residencia (Zonas IV, V y VI) no han sido aun ocupados con actividades productivas de importancia por parte de los blancos y han podido mantener desde hace mucho tiempo relaciones pacficas con sus conquista dores. La integracin de los indgenas de la Zona Este y el departamento de Patino al mercado de trabajo se produjo de diferente manera. Su contacto con los blancos fue en general belicoso hasta su derrota en 1884. Desde entonces permanecieron sometidos, e incluso muchos se incorporaron a la actividad econmica del Chaco y Formosa en calidad de hacheros. Fue sobre todo su trabajo, y en mejor medida el de los primeros correntinos que llegaron a la zona, la base de los obrajes sobre la costa del Paran y Paraguay anteriores a la fundacin de Resistencia y Formosa. Cuadro VI-5 - Distribucin urbana-rural de la Poblacin de la CIRB (Ad) por Zonas Departamentos 1947 1960 1970 urbana rural urbana rural urbana rural Zona I Bermejo o (Chaco) 7 241 12 879 6 054 19 291 9 553 10 879 Formosa 16 506 14 922 36 499 11 302 61 932 8 602 Gral. Donovan 8 190 2 044 8 184 3 324 6 446 Laishi 6 276 10 292 1 387 9 529 Libertad 1 255 4 478 1 480 5 645 3 352 3 058 1 de Mayo 5 742 7 102 1 953 4 383 San Fernando 64 700 30 743 103 815 16 375 150 398 6 077 Subtotales 89 702 83 230 149 892 78 191 231 899 48 974 Zona II Piran 3 561 18 127 9 040 27 177 11 003 33 747 Pcia. de la Plaza 4 305 7 757 4 568 10 587 4 494 7 266 San Martn (Chaco) 2 659 30 021 5 390 35 885 14 424 24 796 Sargento Cabral 11 211 2 611 11 406 3 658 7 272 Subtotales 10 525 67 116 21 609 85 055 33 579 73 081 Zona III Comandante Fernndez 23 100 13 942 14 381 32 286 36 456 15 623 Independencia 10 780 2 059 11 500 3 240 9 860 Maip 15 930 4 318 15 913 3 540 14 580 Quitilipi 3 298 15 147 5 217 18 352 7 677 15 519 25 de Mayo 3 956 15 423 4 716 19 787 7 014 15 438 Subtotales 30 354 71 222 30 691 97 838 57 927 71 020 TOTAL ZONA ESTE 130 581 221 568 202 192 261 084 323 405 193 075 Zona IV y V Almirante Brown 9 050 11 622 4 939 8 839 Bermejo (Formosa) 3 470 6 692 943 6 387 General Gemes 15 156 4 131 15 053 4 705 20 592 Matacos 1 361 2 654 1 335 1 833 Patino 25 218 4 366 25 710 11 837 28 341 Rivadavia 9 347 11 754 12 771 Copo (Stgo. del Estero) 2 512 11 107 4 083 9 036 6 031 8 044 Subtotales 2 512 74 709 12 580 82 521 29 790 86 807 Zona VI Anta 2 132 18 394 3 274 19 515 6 840 20 341 Oran 3 287 26 300 30 991 29 172 33 691 27 713 San Martn (Salta) 16 752 14 042 37 786 13 143 49 755 17 463 Subtotales 22 171 58 736 72 051 61 830 90 286 65 517 TOTAL ZONA OESTE 24 683 133 445 84 631 144 351 120 076 152 324 TOTAL CIRB (Ad) 155 264 355 013 286 823 405 435 443 481 345 399 Fuente: Censos Nacionales de Poblacin 1947, 1960 y 1970 INDEC. En 1911 se realizo en el Chaco la campaa militar con la que se someti en forma definitiva a los indgenas. Poco despus se creo la Comisin de Reducciones de Indios que administra colonias aborgenes en Chaco (Napalp) y Formosa (Bartolom de las Casas) y ejerce vigilancia sobre todos los asentamientos del rea. La poltica oficial seguida con respecto a los indgenas en Chaco y Formosa es distinta a la seguida con los del sur del pas. No se aplica a ellos una poltica de exterminio sino que se los concentro en las mencionadas reducciones o en determinados asentamientos. Aunque la intencin manifiesta era de convertirlos en agricultores para que pudieran subvenir a sus necesidades e integrarse a la comunidad nacional, en la practica las tradiciones culturales indgenas y las condiciones en que se desarrollaron las reducciones y asentamientos, tendieron a convertirios en semiasalariados. Tanto por el tamao de las reducciones como por la dotacin de herramientas y mquinas con que se los provey, era difcil que los indgenas obtuvieran de las labores agrcolas lo necesario para subsistir todo el ao. En con secuencia, tuvieron que salir a cosechar algodn o caa, o a trabajar como hacheros durante parte del ao. En la actualidad subsiste esa situacin. Forman parte del sector de semiasalariados constituyendo su parte ms pobre y postergada. Prejuicios raciales muy arraigados en la regin hacen que sus posibilidades de obtener trabajo sean menores que las del resto de los trabajadores: en general los patrones prefieren emplear criollos. Los indios tambin son los ms postergados desde el punto de vista educativo. Muchos adultos hablan idioma espaol con dificultad y esto es mucho ms agudo entre las mujeres, cuyo contacto con la comunidad blanca es escaso. Los indgenas de la Zona Este, en particular los de la provincia del Chaco, se han asimilado en mayor medida que los de la Zona Oeste a las pautas culturales de los blancos. Viven en las reducciones o en asentamientos rurales donde cultivan parcelas muy pe quenas de tierra en condiciones similares a las de los semiasalariados criollos, es decir, basndose en la traccin animal. En sus chacras realizan cultivos de subsistencia (batata, mandioca, poroto, maz) y cultivos para el mercado (algodn). El algodn tienen la obligacin de entregarlo a la Direccin Provincial del Aborigen, que en tal oportunidad les hace un adelanto del precio reintegrndoles el resto una vez vendido el producto. Sin embargo, los frecuentes atrasos en los pagos hacen que los indgenas prefieran muchas veces vender su produccin a pequeos comerciantes que les adelantan mercaderas a lo largo del ao. La Direccin del Aborigen se encarga, por otra parte, de vender a los indgenas los productos necesarios para su subsistencia, pero tambin en este caso las fallas del sistema hacen que el indgena deba comprar en cualquier almacn, con las consiguientes perdidas de dinero que ello significa. 6.2 Evolucin de los ndices de bienestar y capacitacin 6.2.1 Educacin 6.2.2 Salud 6.2.1 Educacin 6.2.1.1 Educacin preprimaria 6.2.1.2 Educacin primaria 6.2.1.3 Educacin media 6.2.1.4 Enseanza superior Las provincias dentro de las cuales se encuentra la CIRB son las que poseen los ms altos porcentajes de analfabetos del pas. La provincia del Chaco, que tiene el 21,2% de analfabetos, solo es superada por la provincia de Jujuy (24,2%). Formosa y Salta la siguen con igual porcentaje que Santiago del Estero y Neuqun (19%). Todos estn muy por encima del que corresponde al total de la Nacin (8,5%). En las tres provincias el mayor porcentaje de analfabetismo se da en las mujeres y muy marcadamente en la poblacin rural con respecto a la urbana. Asimismo los mayores porcentajes se encuentran en el grupo de 50 aos y ms de edad. En todos estos aspectos las tres provincias siguen el mismo comportamiento que el total de la Nacin, lo cual puede apreciarse en el cuadro VI-6 en el que, con fines comparativos, se agrega la provincia de Buenos Aires. Cuadro VI-6 - Porcentaje de Analfabetismo-CIRB (Ap) - Ao 1960 Concepto Chaco Formosa Salta Buenos Aires Pas Total 21,2 19,5 19,1 5,6 8,5 Varones 16,9 15,3 15,0 4,9 7,4 Mujeres 25,8 24,1 23,5 6,2 9,5 Urbana 23,4 20,5 31,8 78,4 51,0 Rural 76,6 79,5 68,2 21,6 49,0 14 a 29 16,1 12,9 12,8 2,2 5,0 30 a 49 22,6 20,3 20,1 3,9 7,1 50 y ms 31,9 36,3 32,5 12,6 15,4 Edad desconocida 32,6 36,0 44,9 8,1 14,1 Fuente: Estadstica Educativa 1972 - Ministerio de Cultura y Educacin 6.2.1.1 Educacin preprimaria Los departamentos ubicados en la Zona I son los que cuentan con mayor numero de jardines de infantes y de alumnos. El segundo lugar lo ocupa la Zona VI (cuadro VI-7). Observada la distribucin de los jardines de infantes se llega a que hay mayor concentracin en los departamentos que contienen centros urbanos de importancia, en particular las capitales de provincias. As, por ejemplo, de los 44 jardines de infantes que se encuentran en la Zona I, 23 estn en el departamento da San Fernando y 19 en el departamento de Formosa. El numero de alumnos que recibe educacin preprimaria en la regin es pequeo, si se toma en cuenta la cantidad de nios en edad preescolar. 6.2.1.2 Educacin primaria La CIRB cuenta con 1 101 escuelas primarias a las que asisten 159 097 alumnos y donde ejercen 7 226 docentes. El veinte por ciento de las escuelas se encuentra: en zonas urbanas y en ellas se agrupa ms de la mitad de los alumnos, es decir que hay ms afluencia de alumnos en las zonas urbanas que en las rurales. La Zona I es la que cuenta con el mayor numero de alumnos en escuelas primarias, como puede verse en el cuadro VI-8. Cuadro VI-7 - Educacin Preprimaria por Zonas - Ao 1972 Zonas Jardines de Infantes Alumnos Zona I 44 2 407 Zona II 8 386 Zona III 12 501 TOTAL ZONA ESTE 64 3 294 Zonas IV y V 7 263 Zona VI 34 1 447 TOTAL ZONA OESTE 41 1 710 TOTAL CIRB (Ad) 105 5 004 Fuente: Ministerio de Cultura y Educacin - Estadstica Educativa 1972. Cuadro VI-8 - Educacin primaria por zonas - Ao 1972 Zonas Escuelas Alumnos urbana rural total urbana rural total Zona I 110 146 256 45 714 11 471 57 185 Zona II 26 170 196 8 019 15 538 23 557 Zona III 38 162 200 12 045 12 040 24 085 TOTAL ZONA ESTE 174 478 652 65 778 39 049 104 827 Zonas IV y V 17 249 266 6 126 15 676 21 802 Zona VI 38 145 183 19 178 13 100 32 278 TOTAL ZONA OESTE 55 394 449 25 304 28 776 54 080 TOTAL CIRB(Ad) 229 872 1 101 91 082 67 825 158 907 Fuente: Ministerio de Cultura y Educacin - Estadstica Educativa 1972. Respecto de la educacin primaria post-escolar los departamentos de la CIRB cuentan con 501 escuelas, a las que asisten 17 976 alumnos. Esta enseanza se imparte en dos tipos de establecimientos: escuelas para adultos y centros educativos. A estos ltimos corresponde el mayor numero de establecimientos. Los departamentos ubicados en Chaco ocupan el primer lugar en cuanto al numero de escuelas para adultos y centros educativos y se nota una mayor afluencia de alumnos a establecimientos de enseanza primaria post-escolar en los departamentos mas urbanizados. 6.2.1.3 Educacin media Los departamentos que comprenden la CIRB cuentan en total con 104 establecimientos de educacin media, de los cuales el 65% est en la regin Este, siendo la Zona I la que cuenta con ms establecimientos (35%) (ver cuadro VI-9). Las proporciones se mantienen para el numero de alumnos. En la regin Oeste, la Zona VI es la ms importante, con el 28% de establecimientos, aunque esta proporcin est obviamente influenciada por los que se ubican en las ciudades no comprendidas en la Cuenca. Los departamentos con ms es cuelas secundarias son los que abarcan las ciudades ms densamente pobladas de la regin: San Fernando (Resistencia), Comandante Fernndez (Senz Pea), y Formosa (Formosa). Tres departamentos no tienen establecimientos de enseanza media y estn ubicados en las Zonas IV y V: Rivadavia, Matacos y Bermejo. Cuadro VI-9 - Educacin media por Zona - Ao 1972 Zonas Establecimientos Alumnos Zona I 36 14 017 Zona II 13 1 755 Zona III 19 3 722 TOTAL ZONA ESTE 68 19 494 Zonas IV y V 7 895 Zona VI 29 5 248 TOTAL ZONA OESTE 36 6 143 TOTAL CIRB (Ad) 104 25 637 Fuente: Ministerio de Cultura y Educacin - Estadstica Educativa 1972. De los establecimientos de enseanza media, 30 corresponden al Bachillerato, 24 al Comercial, 15 a enseanza Tcnica Industrial y 11 a enseanza Tcnica Profesional. Los departamentos ubicados en el Chaco tienen la mayor cantidad en todas las modalidades citadas. Aquellos donde se cursa el Bachillerato se encuentran concentrados sobre todo en San Fernando, mientras que los de enseanza Comercial estn mejor distribuidos en todos los departamentos. Del total de establecimientos en la provincia del Chaco casi la mitad dependen del gobierno Provincial; los establecimientos nacionales constituyen el 33,7% del total y el resto son privados. En la provincia de Formosa los establecimientos provinciales son el 38% del total, mientras que los nacionales constituyen el 34% y los privados el 26%. Los datos de la provincia de Salta muestran, al igual que los del Chaco, que casi la mitad de los establecimientos son provinciales y algo menos de un 30% nacionales. Aunque por el numero de establecimientos las escuelas provinciales superan a las nacionales, en numero de alumnos y numero de docentes ocurre lo contrario. En la provincia del Chaco 7 478 alumnos asisten a es cuelas nacionales y 7 171 a escuelas provinciales; en la provincia de Formosa 3 893 alumnos asisten a escuelas nacionales y 1 952 a escuelas provinciales y en la provincia de Salta 10 361 alumnos asisten a escuelas nacionales y 7 113 a escuelas provinciales. Cabe sealar que en Formosa todas las escuelas de enseanza tcnica industrial y profesional son nacionales. 6.2.1.4 Enseanza superior La educacin superior universitaria es totalmente nacional; a su vez la enseanza extrauniversitaria se reparte en establecimientos nacionales, provinciales y privados, y cuenta con 449 alumnos, (ver cuadro VI-10). i. Educacin Universitaria. No existe ninguna universidad cuya sede este ubicada en la regin del Estudio. La universidad Nacional del Nordeste tiene su sede en la ciudad de Corrientes pero algunas de sus facultades se encuentran en las provincias de Chaco y Formosa. Dentro del rea del Estudio hay ocho facultades, todas ellas oficiales distribuidas en las ciudades capitales; siete se encuentran en la provincia del Chaco y una en Formosa. ii. Educacin Extrauniversitaria. Funcionan establecimientos de educacin extrauniversitaria en los departamentos de Comandante Fernndez, Donovan, Quitilipi y San Fernando del Chaco, San Martn de Salta y Formosa (Formosa). El departamento que cuenta con mas establecimientos de este tipo es San Fernando (3), de los cuales dos son oficiales y uno privado. Cuadro VI-10 - Educacin superior CIRB (Ap) - 1972 Concepto Chaco Formosa Salta Total Facultades 7 1 7 15 Establecimientos Extrauniversitarios 7 5 4 16 Alumnos (totales) 4 389 656 2 761 7 806 Universitaria 90% 75% 86% 87% Extrauniversitaria 10% 25% 14% 13% Profesores (totales) 405 71 260 736 Universitaria 77% 73% 76% 76% Extrauniversitaria 23% 27% 24% 24% Fuente: Ministerio de Cultura y Educacin - Estadsticas Educativas 1972. 6.2.1.5 Educacin parasistematica Se considera as a todos aquellos cursos oficiales y privados que por sus caractersticas en cuanto a duracin, articulacin y contenido no forman parte del sistema educativo formal. En el rea, es Salta la provincia con mayora de estos establecimientos; le siguen sucesivamente Chaco y Formosa. 6.2.2 Salud 6.2.2.1 Capacidad hospitalaria 6.2.2.2 Nacimientos y defunciones 6.2.2.3 Mortalidad infantil Los servicios de Sanidad del rea del Estudio son, en general, deficientes. El rea tiene el 2,8% de la poblacin total del pas pero solo el 1,5% de las camas hospitalarias. 6.2.2.1 Capacidad hospitalaria El mayor numero de camas por habitante pertenece a la Zona Este (4,2 por mil) y dentro de ella a la Zona I (4,8 por mil), seguida por la Zona III (3,8 por mil). El departamento mejor dotado es el de Comandante Fernndez, y en orden decreciente siguen San Fernan do Sargento Cabral, San Martn, General Donovan, Quitilipi, Matacos, Formosa y otros. Los departamentos con menor numero de camas por habitantes son Anta y Rivadavia (Salta), Laishi (Formosa) y por ltimo el departamento de Bermejo (Formosa), que no cuenta con cama alguna por habitante, atendindose sus enfermos en Matacos o Patino (ver cuadros VI-11 y VI-12). Cuadro VI-11 - Distribucin Zonal de Establecimientos Hospitalarios - Ao 1968 Zonas Establecimientos Hospitalarios Camas Camas/1000 hab Zona I 43 1 358 4,8 Zona II 23 315 2,9 Zona III 23 490 3,8 TOTAL ZONA ESTE 89 2 163 4,2 Zonas IV y V 27 185 1,6 Zona VI 17 523 3,4 TOTAL ZONA OESTE 44 708 2,6 TOTAL CIRB (Ad) 133 2 871 3,6 TOTAL DEL PAIS 6,1 Fuente: Elaborado por la U.T. en base a datos de CONADE: Distribucin de Establecimientos Hospitalarios en la Argentina - Secretara Nacional de Desarrollo - Serie C No. 70 De los establecimientos hospitalarios ubicados dentro de la regin la mitad son provinciales (63); el resto se divide entre establecimientos privados (46) y nacionales (16). Los establecimientos provinciales son los que se hallan mejor distribuidos, no existiendo en toda la regin ms de dos departamentos donde no los hay (25 de Mayo y Comandante Fernndez, del Chaco). Pero los establecimientos de mayor tamao son los nacionales y aportan el mayor numero de camas en la regin (996). Los provinciales los siguen con 731 camas y por ultimo los privados con 562 camas. Los establecimientos nacionales generalmente estn ubicados en centros urbanos importantes. En la mayora de los casos los enfermos se atienden en establecimientos ubicados dentro del departamento en que viven. Las excepciones ms notables son 1 de Mayo (Chaco) cuyos enfermos se atienden casi totalmente en el departamento de San Fernando, y Bermejo (Formosa) cuyos enfermos se atienden en los departamentos de Matacos, Patino y Formosa. Cuadro VI-12 - Habitantes por medico - CIRB (Ap)-1970 Provincia Hab/mdicos Chaco 1 858 Formosa 1 824 Salta 1 163 Buenos Aires 683 TOTAL NACIONAL 529 Fuente: Secretara de Estado de Salud Publica. Depto. Estadsticas de Salud. Ministerio de Bienestar Social - "Boletn del Programa Nacional de Estadstica de Salud" -"Mortalidad Infantil 1970", 2 de Marzo 1973, Ao 2, No. 25. 6.2.2.2 Nacimientos y defunciones Los datos para las provincias de la CIRB slo se encuentran en forma homognea para el ao 1967. Para esa fecha en las provincias se produca el 8,3% de los nacimientos del pas y el 5,6% de las defunciones. Tanto en nacimientos como en defunciones las provincias del Chaco y Salta tienen cifras similares, que son las ms importantes de la regin. Los datos referidos a tasa de natalidad solo existen para los departamentos de la regin ubicados en Formosa, y en total llega a 33,8 por mil. La ms alta se da en el departamento de Matacos. Los datos sobre defunciones muestran que los porcentajes ms altos de muertes con atencin medica se producen en los departamentos que cuentan con grandes centros urbanos (San Fernando, Comandante Fernndez, Formosa). En cambio, en los departamentos de Rivadavia (Salta) y Bermejo (Formosa) la mayora de las defunciones se producen sin atencin medica. 6.2.2.3 Mortalidad infantil Hay datos por departamento para la provincia del Chaco en 1970 y para la provincia de Formosa en 1971. Llama la atencin la baja tasa de mortalidad infantil de Formosa que segn las dos fuentes consultadas es igual o inferior a la del total del pas. En cambio en el Chaco y Salta est muy por encima; se supone que esto puede atribuirse a registros incompletos, (cuadro VI-13). Las tasas de mortalidad infantil neonatal (de un da a un mes de vida) y post-neonatal (de un mes a un ao de vida) son mucho ms altas en la CIRB que en el resto del pas. A su vez las tasas de mortalidad post-neonatal son superiores que las de mortalidad neonatal y en ambos casos las mayores tasas corresponden a la provincia de Salta en 1970. El segundo lugar lo ocupa, en los dos casos, la provincia del Chaco. Cuadro VI-13 - Tasa de mortalidad infantil-CIRB-(Ap)-1970 Provincia Por miles Chaco 110,1 Formosa 62,5 Salta 114,1 Buenos Aires 55,4 TOTAL NACIONAL 63,1 Fuente: Secretara de Estado de Salud Publica. Depto. Estadsticas de Salud. Ministerio de Bienestar Social - "Boletn del Programa Nacional de Estadstica de la Salud" -"Mortalidad Infantil 1970", 2 de Marzo 1973, Ao 2, No. 25. 6.3 Estructura ocupacional 6.3.1 Distribucin de la poblacin ocupada 6.3.2 Ocupacin y estructura social 6.3.3 Organizaciones sociales La poblacin econmicamente activa de la CIRB revela cambios similares a los observados en su poblacin total, pues en gran medida esta ultima se ajusta a las condiciones de empleo mediante los movimientos migratorios. As durante el perodo intercensal que va de 1947 a 1960 la ocupacin crece en forma apreciable en Chaco y Formosa, aunque ms rpidamente lo hace la poblacin total. En el decenio siguiente se acenta dicho crecimiento para la provincia de Formosa, mientras que se nota una tendencia contraria en el caso del Chaco. Pero en este decenio de acentuado deterioro econmico, se producen cambios cualitativos de consideracin. Aunque crece la ocupacin, lo hace casi siempre a costa de una reduccin de la productividad, poniendo de manifiesto la presin de una creciente desocupacin encubierta. El cuadro VI-14 resume la informacin respectiva para las provincias de Chaco y Formosa. Como se dispone de datos solamente a nivel provincial no se ha podido reconocer la evolucin de la ocupacin en los departamentos sltenos de la CIRB, aunque se puede inferir, a partir de los indicadores productivos de los mismos, un comportamiento bastante similar. 6.3.1 Distribucin de la poblacin ocupada Considerando la evolucin del empleo por rama de actividad se encuentran apreciables diferencias entre la Provincia de Chaco y Formosa. En la primera, el ciclo de poblacin agropecuaria est sustancialmente completo en 1947 y de all hasta 1960 la ocupacin rural cae probablemente a causa de la declinacin de la explotacin forestal. Contrariamente se anota un vigoroso avance del empleo secundario y terciario. Estas tendencias se alterarn sustancialmente en la dcada siguiente ya que la crisis algodonera, si bien expulsa poblacin, no alcanza a reducir el empleo total del sector, el que se incrementa en modesta proporcin. Esta situacin puede apreciarse al comparar el cuadro VI-15 con el VI-18). A su vez, el sector secundario chaqueo manifiesta en pleno el impacto de la crisis, mientras que el abultamiento del empleo publico, presente en los rubros construcciones y servicios, muestra el destino de buena parte de los trabajadores rechazados por las otras actividades. Cuadro VI-14 - Poblacin econmicamente activa y total FORMOSA CHACO 1947 1960 1970 Tasas anuales de variacin 1947 1960 1970 Tasas anuales de variacin 1947/60 % 1960/70 % 1947/60 % 1960/70 % Poblacin total 113 790 178 526 234 075 3,5 2,7 430 555 543 331 566 613 1,8 0,4 Poblacin econmicamente activa (15 y ms aos) 37 987 54 990 74 150 2,8 3 154 451 173 352 182 800 0,7 0,53
30,0 32,5 31,6 27,9 35,2 30,9 Fuente: Censos Nacionales de Poblacin y Vivienda. Cuadro VI-15 - Poblacin econmicamente activa por ramas de actividad Sector FORMOSA CHACO 1947 1960 1970 Tasas anuales de variacin 1947 1960 1970 Tasas anuales de variacin 1947/60 1960/70 1947/60 1960/70 1. Agropecuarios Minas y Canteras 20 320 24 908 33 550 1,68 3,0 95 481 71 129 76 600 -2,2 7.4 2. Industria + Electricidad 3 706 6 636 6 350 4,6 0,4 18 804 32 795 17 650 4,4 -6,0 3. Construccin 1 440 2 163 5 650 3,2 1,0 4 209 7 709 10 050 4,8 2,7 4. Transporte y comunicaciones 1 372 1 909 1 900 2,6 0,04 5 228 6 561 6 400 1,8 -2,5 5. Comercio y Finanzas 3 776 4 359 8 650 1.1 7,1 12 437 14 123 23 000 9,8 5,0 6. Otros servicios 7 373 15 015 21 925 5,6 3,9 18 292 41 035 58 600 6,4 3,6 TOTALES 37 987 54 990 78 025 2,9 3,6 154 451 173 352 192 300 8,9 1,04 Fuentes: Idem cuadro anterior. Nota: Las cifras de 1947 y 1960 se refieren a edades de 15 y mas anos. En 1970 figuran adems personas del estrato de 10 a 14 anos que no han podido ser excluidas (3 875 en Formosa y 9 500 en Chaco) y que presumiblemente deben acumularse en los rubros "trabajadores familiares sin remuneracin fija" y en menor medida en "asalariados e ignorados". Cuadro VI-16 - Poblacin Econmicamente Activa por Categora Ocupacional Categora Ocupacional FORMOSA CHACO 1960 1970 Tasas anuales de variacin 1960/70 1960 1970 Tasas anuales de variacin 1960/70 1. Asalariados 31 769 46 925 4 102 606 124 500 2 2. Trabajadores por cuenta propia y familiares sin remuneracin fija 13 451 26 425 7 41 835 53 550 2,5 3. Patrones y socios 6 286 2 575 -8,7 23 330 8 250 -9.8 4. Ignorados 3 484 2 100 -5 5 581 6 000 0,7 TOTALES 54 990 78 025 3,57 173 352 192 300 1,04 Fuente: Idem cuadro VI-16 Cuadro VI-17 - Poblacin Econmicamente Activa del Sector Primario Categora Ocupacional FORMOSA CHACO 1960 1970 Tasas anuales de variacin 1960/70 1960 1970 Tasas anuales de variacin 1960/70 1. Asalariados 10 522 14 350 3,15 24 135 38 100 4,7 2. Trabajadores por cuenta propia y familiares sin remuneracin fija 8 515 17 475 7,5 28 956 33 550 1,5 3. Patrones y socios 4 128 1 600 -9,0 15 387 4 350 -11.9 4. Ignorados 1 743 125 -23,2 2 651 600 -13,8 TOTALES 24 908 33 550 3 71 129 76 600 7,4 Fuente: Idem cuadro VI-15 Nota: Ver cuadros VI-16 En Formosa, donde el desarrollo agropecuario es ms reciente, la evolucin de la ocupacin por sector es ms constante. Aqu la dcada del 60-70 slo invierte el signo del empleo industrial, mientras que en el sector primario se limita a una reduccin en el ritmo de crecimiento, que sigue siendo positivo. La brusca alteracin de la estructura ocupacional deber observarse mas bien en los datos sobre distribucin por estrato que resumen los cuadros VI-16 y VI-17. Aqu el comportamiento de ambas provincias es similar: drstica cada del numero de patrones que se compensa por el crecimiento de los trabajadores por cuenta propia y la mano de obra asalariada. Esta evolucin, que se vuelve a reiterar para la ocupacin del sector agropecuario, refleja ms acabadamente que la evolucin de la ocupacin en su con junto, los efectos de la crisis econmica sobre el empleo regional. La misma destaca no slo el retroceso econmico de los "patrones y socios" sino tambin la escasa capacidad de reabsorcin productiva de los mismos, pues el espectacular crecimiento de trabajadores por cuenta propia en el caso de Formosa, alimenta la hipertrofia de labores artesanales o de servicios, ambos de muy baja productividad. El cuadro VI-18 resume algunos indicadores disponibles respecto a la distribucin zonal de la ocupacin, aunque no resulta comparable con los anteriores por basarse en otras fuentes. En todo caso la evolucin de la ocupacin rural por zona muestra en el decenio la tendencia a retraerse en el rea de mayor densidad (Zona III) mientras se advierte un modesto crecimiento en el Oeste de la regin. 6.3.2 Ocupacin y estructura social 6.3.2.1 Los ganaderos 6.3.2.2 Los colonos 6.3.2.3 Los campesinos pobres 6.3.2.4 Los asalariados rurales 6.3.2.5 Semiasalariados rurales Se menciona al iniciar este diagnstico que la CIRB fue una de las ultimas regiones en ser incorporadas a la Nacin y que sus tierras fueron ocupadas en tres etapas de las cuales slo la ultima signific un verdadero asentamiento de poblacin en gran escala. En la primera etapa, en que la tierra fue entregada en grandes extensiones por medio de la ley 817 y complementada despus por la ley de "liquidacin" de 1891, se formo la cadena de latifundios de la Zona Este. La mayora de estas concesiones de tierra fueron adjudicadas a personas o compaas con residencia fuera de los territorios de Chaco y Formosa, de manera que no existe un sector importan te de grandes propietarios residentes en la zona. Muchas de esas concesiones de tierra fueron vendidas despus a compaas tanineras, sobre todo a La Forestal, cuya sede estaba fuera del pas. En el tercer perodo de la ocupacin de la CIRB se produce la afluencia masiva de poblacin y la aparicin de los diferentes sectores que forman la estructura social del rea. 6.3.2.1 Los ganaderos Los grandes ganaderos del rea en estudio se encuentran en la Zona Este. Los propietarios de las explotaciones ms grandes no son residentes en la zona; en general se trata de sociedades annimas extrarregionales o extranacionales. El sector residente en el rea tiene origen en comerciantes, profesionales o dueos de aserraderos que invirtieron sus ganancias en tierras y se dedicaron a la explotacin ganadera. Este estrato se engros con los que compraron tierras puestas en venta por La Forestal al agotarse los montes. Otro sector de ganaderos est constituido por los que llegaron desde Entre Ros y Santa Fe a poblar colonias ganaderas formadas en la primera dcada de este siglo. Son propietarios de explotaciones de alrededor de 1 000 ha. Los pequeos ganaderos de origen santiagueo y salteo, predominantes en la Zona Centro y Oeste, tienen muy poco peso econmico. 6.3.2.2 Los colonos La colonizacin de las tierras que se encuentran ms all de la cadena de latifundios de la Zona Este se realizo en suelos marginales de productividad menor que los del centro del pas. El Estado entreg los ttulos de propiedad dividiendo la tierra en chacras de 25, 50 o 100 hectreas segn la ubicacin de la colonia. Como resultado de esta poltica aparece tanto en el Chaco como en Formosa un gran estrato de campesinos medios. Este sector tiene mucho ms peso en Chaco que en Formosa y sobre todo en la Zona III. Estos colonos si bien se asemejan a los campesinos por el trabajo personal en su parcela, porque su produccin se basa en el trabajo familiar y por su mentalidad no capitalista, se diferencian de ellos porque emplean mano de obra asalariada, aunque esta tenga menos peso que la mano de obra familiar, y porque en los anos de buena cosecha consiguen acumular cierto capital. La existencia de tierra libre atrajo a pobladores de otras regiones del pas, fundamentalmente de San ta Fe (el caso de los correntinos y santiagueos es analizado ms adelante) y a inmigrantes europeos. Los inmigrantes, especialmente los eslavos se asentaron en la tierra agrupndose en colonias por nacionalidad. Esto dio lugar a cierto aislamiento de cada comunidad y al mantenimiento de rivalidades entre las diferentes nacionalidades, tradas desde sus pases de origen. Ese problema ha sido superado hoy y los matrimonios entre descendientes de inmigrantes de distintas nacionalidades son frecuentes. Este sector de campesinos medios es la base de produccin de Chaco y Formosa. 6.3.2.3 Los campesinos pobres Las tierras libres de la zona atrajeron tambin a otro tipo de campesino. Ya desde antes de la expansin algodonera llegaban a Chaco y Formosa trabajadores para los obrajes. Eran originarios fundamentalmente de Corrientes los que accedieron a la Zona Este, y de Santiago del Estero los que poblaron la Zona Oeste. Tambin llegaban pequeos ganaderos sltenos, santiagueos y santafecinos atrados por existencia de pastos vrgenes. De esta migracin criolla surgi otro sector social: los campesinos pobres. Se asentaban en las tierras libres dedicndose en general a la agricultura, pero en lugar de ocupar el mximo de tierras autorizado (25, 50 100 ha) como hacan los europeos, se limitaban a pequeas parcelas (10 a 25 ha). La explicacin de ello parecera ser de tipo cultural: acostumbramiento a una agricultura casi de subsistencia en sus provincias de origen. Cuadro VI-18 - Distribucin por zonas de la poblacin ocupada Zonas Sector (*) agropecuario Sector (**) Ind. manufacturera 1960 1969 1969 I 14 253 15 893 5 693 II 21 427 29 645 1 573 III 27 326 26 213 2 076 IV 13 655 18 821 408 V 3 478 5 708 35 VI 15 215 16 459 7 878 Totales 95 354 112 739 17 663 (*) Censo Nacional Agropecuario 1960-1969, INDEC. (**) Los datos sobre personal ocupado se han obtenido de una muestra de empresas regionales. Tanto en Chaco como en Formosa, estos productores, sumados a los semiasalariados, constituyen el sector social mas numeroso. En el cuadro VI-15 se aprecia la distribucin de productores en funcin de su nacionalidad de origen y de los estratos de tamao. Cuadro VI-19 - Distribucin de productores por ascendencia (en porcentajes) Nacionalidad del padre Estrato de tamao pequeos medianos grandes Argentinos 78 32 Extranjeros 15 63 100 Indefinidos 7 5 TOTALES 100 100 100 Fuente: J. Costa, A. Plockin, H. Stagno, "Consideraciones generales sobre el problema del minifundio en el Chaco". 6.3.2.4 Los asalariados rurales La gran mayora de los empleados rurales de la CIRB, sobre todo en la Zuna III, son asalariados transitorios. Los permanentes son fundamentalmente peones y puesteros en establecimientos dedicados a la ganadera. Las principales actividades econmicas de la Cuenca exigen gran cantidad de trabajo en determina dos perodos del ao (cosecha de algodn, zafra) o en forma intermitente (obraje). La ganadera tambin exige este tipo de empleo para ciertas tareas de mantenimiento. Los asalariados rurales transitorios van realizando una serie de tareas estacionales o temporarias, a travs de las cuales logran cubrir su ciclo anual de trabajo, siendo la combinacin ms frecuente la de pen-hachero-cosechero de algodn. La variedad de empleo por los que pasan estos asalariados a lo largo del ao muestra la alta inestabilidad de los tipos de trabajos y consecuentemente de sus empleos. A pesar de ello, los asalariados con siguen en general cumplir ciclos ms o menos regulares de trabajo durante todo el ao. En la actualidad, en su gran mayora son oriundos de la misma provincia donde realizan el trabajo o es tan radicados en ella. Anteriormente (y sobre todo en la dcada del 30 al 50) muchos cosecheros llegaban al Chaco desde Corrientes y Santiago del Estero, pero esa afluencia ha mermado mucho sobre todo como consecuencia de la crisis de la dcada del 60. Sin embargo es frecuente el cambio de un departamento a otro dentro de las provincias, sobre todo en el Chaco. 6.3.2.5 Semiasalariados rurales En 6.3.2.3 se dijo que en ese estrato (campesinos pobres) se encontraban los que hacan producir entre 10 y 25 hectreas. Por debajo de las 10 hectreas sembradas el producto de la chacra no alcanza para asegurar la subsistencia de una familia y por lo tanto el campesino ocupante de esa parcela debe trabajar fuera de ella para poder mantenerse. Se incorporan a los asalariados que hemos descrito ms arriba pero manteniendo, como una de sus ocupaciones dentro del ciclo anual, el trabajo en su propia parcela. Aunque no es frecuente, pueden llegar a emplear asalariados para la cosecha y luego emplearse ellos mismos como asalariados en otras explotaciones. Su situacin y condiciones de vida no son mucho mejores que las de los asalariados, aunque cuentan con una vivienda estable y por lo tanto algo mejor. Las explotaciones pequeas tienen origen en su mayora despus de 1950, es decir cuando comienza el estancamiento de la actividad algodonera, y un buen numero de ellas pertenece a personas que han sido asalariados rurales. 6.3.3 Organizaciones sociales 6.3.3.1 Sociedades rurales 6.3.3.2 Las cooperativas 6.3.3.3 Las ligas agrarias 6.3.3.4 Agrupaciones de asalariados rurales 6.3.3.5 La federacin econmica Chaquea 6.3.3.6 Los sindicatos obreros 6.3.3.1 Sociedades rurales Dentro de la Cuenca funcionan las Sociedades Rurales del Chaco y de Formosa. Estas entidades representan a los ganaderos de la zona, fundamentalmente a los titulares de las explotaciones de mayor extensin, excluyendo las que son propiedad de sociedades annimas extraprovinciales y extranacionales. La Sociedad Rural del Chaco surgi en 1919 a partir de la Asociacin de Fomento del Chaco. Su creacin tuvo entre sus objetivos defender a los ganaderos de los robos y fomentar el mejoramiento y adelanto de la agricultura, ganadera e industria del Chaco. En su origen estaba formada por ganaderos de las colonias Pastoril y Mixta. Eran comerciantes, dueos de aserraderos o profesionales que invertan sus ganancias en tierras. Durante veinte aos los fundadores ocupan los cargos directivos de la Sociedad. A lo largo de estos aos y sobre todo en la dcada del 40 se incorporan a la Sociedad nuevos ganaderos, en especial del sur de la provincia, que surgieron al comprar antiguas tierras de explotacin forestal puestas en venta por La Forestal despus de agotar sus bosques. Uno de los principales problemas que debi enfrentar la Sociedad Rural fue el de la comercializacin de la carne. Su nico mercado era el local, que no era muy amplio, ya que el mercado nacional estaba repartido de acuerdo a "cupos". En 1932 los miembros de la Sociedad Rural formaron una cooperativa para vender carne a travs de la Industrial Ganadera del Chaco S.A., establecimiento del Puerto Vilelas. Despus centraron el esfuerzo en conseguir la instalacin de un frigorfico en Resistencia y el abastecimiento de carne a dicha ciudad por medio de una cooperativa. Esto ultimo se obtuvo en 1953 siendo la cooperativa dirigida por hombres de la Sociedad Rural. En 1960 comenz la industrializacin de la carne en la regin y se abri un nuevo mercado. En la provincia del Chaco adems de la Sociedad Rural del Chaco existe la Sociedad Rural del Centro Chaqueo, con sede en Machagai, y la ya citada Cooperativa de Productores Ganaderos. Tambin estn las Asociaciones de Criadores de Aberdeen Angus, Hereford, Shorton y Ceb, que se ocupan de difundir practicas y tcnicas para mejorar la ganadera y para la extensin de las razas respectivas. Los ganaderos que forman parte de la Sociedad Rural son los propietarios de mayores extensiones. Menos participacin tienen los ganaderos medios, poseedores de una legua de tierra en colonias ganaderas. Los pequeos ganaderos, ocupantes de tierra fiscal, no participan. En un estudio (*) que tomo una muestra de ganaderos de los departamentos del Sudeste de la Provincia del Chaco, se observa que entre los ganaderos con menos de 2 000 hectreas el 58% no perteneca a ninguna asociacin; un 38% est asociado a la Cooperativa y un 21% a la Sociedad Rural. En cambio entre los de ms de 2 000 hectreas, el 67% est asociado a la Sociedad Rural y el 75% a la Cooperativa. A medida que aumenta el tamao de las explotaciones, menor es el porcentaje de ganaderos no miembros. (*) Santiago Bilbao, Evaluacin de la Marcha del Plan Regional de Extensin en Bovinos para carne, Subregin Chaquea - Area Sudeste de la Provincia del Chaco. INTA, 1969. La Sociedad Rural de Formosa coincide en sus rasgos generales con la del Chaco y las dos forman par te de la Confederacin de Sociedades Rurales del Litoral. 6.3.3.2 Las cooperativas La comercializacin del algodn fue, desde la de cada del 20, uno de los principales problemas con que tropezaron los productores. Desde fines de esa dcada la compra de la fibra quedo prcticamente monopolizada por dos o tres firmas mientras que los acopiadores y desmotadores locales ms pequeos eran absorbidos o eliminados del mercado por compra o quiebra, o mediante contratos que los convertan prcticamente en agentes de aquellas firmas. Hasta la aparicin de esas empresas existan acopiadores locales y adems algunas empresas de ms envergadura que operaban en los pueblos e incluso en toda la zona algodonera. Al mismo tiempo, seguramente por influencia de la inmigracin europea, se desarrollan las cooperativas como un intento de los propios productores de realizar la comercializacin para obtener mejores precios. En 1920 se fundo la primera cooperativa chaquea en Margarita Beln y poco despus la de Puerto Tirol. En 1925 surgieron las de Roque Senz Pea (tres cooperativas), Quitilipi, Machagai, El Zapallar (hoy Gral. San Martn), y Villa Angela (fuera de la CIRB), en 1933 la de Pampa del Infierno y en 1934 la de Colonia Jos Mrmol y Colonia J.J. Castelli. As cada pueblo fue teniendo por lo menos una cooperativa de comercializacin, que son al mismo tiempo de consumo, vendiendo a sus socios mercaderas a mejores precios. Desde un principio las cooperativas trataron de convertirse en la entidad comercializadora por excelencia de la produccin. Incluso en 1924, las cooperativas Agrcolas Industriales de Margarita Beln y Colonias Unidas de Puerto Tirol, realizan la exportacin de la produccin de sus asociados a Inglaterra, principal destino del algodn chaqueo en esa poca. Pero en 1926 aparecen en el Chaco las grandes compaas a que se ha hecho referencia y rpidamente, gracias a su poder econmico, consiguen el control del mercado, lo que les permite fijar precios bajos que perjudican al productor. Los pequeos acopiadores casi desaparecieron, quedando como nico competi dor de los monopolios, las cooperativas. En 1937 las cooperativas reciben solo el 8,3% de la produccin chaquea. Recin en 1949 se produce una modificacin cuando el gobierno retira sus crditos a las grandes empresas y los traslada a las cooperativas. De esta manera disminuye la importancia de uno de los principales factores que debilitaba a las cooperativas frente a las grandes compaas: la falta de capital. No obstante, si bien las cooperativas pagan al productor mejores precios, no pueden hacerlo al contado en el momento de la entrega del algodn y solo pueden dar un adelanto, pagando el resto despus de vender la produccin acopiada. En cambio, las grandes compaas pagan peores precios pero al contado, lo que inclina a muchos productores a venderle ante la necesidad de contar con efectivo. La situacin relativa de las cooperativas y grandes empresas vara en funcin de la poltica gubernamental sobre la materia y en la misma forma vara el porcentaje de produccin comercializada por ambas vas. Mientras entre 1953 y 1956 la Unin de Cooperativas Algodoneras reciba el 60% de la produccin, en 1972 - segn datos publicados por las Ligas Agrarias - las diferentes cooperativas reciban en total el 21,4% de la produccin. Si bien las cooperativas algodoneras tienen importancia en la provincia del Chaco, en Formosa son casi inexistentes (en 1963 solo se registraron dos con un total de 800 asociados) habiendo tenido cierta significacin en una poca los desmotadores de la Junta Nacional del Algodn. Recientemente la Unin de Ligas Campesinas Formoseas ha comenzado a concentrar la produccin de los agricultores de cada colonia para vender mayores cantidades y obtener as mejores precios; es decir, la formacin de algo similar a una cooperativa. 6.3.3.3 Las ligas agrarias En 1970 en Chaco (Ligas Agrarias del Chaco) y en 1971 en Formosa (Unin de Ligas Campesinas Formoseas) aparecen las Ligas Agrarias, agrupaciones fundamentalmente de colonos medios en la primera y de colonos ms pequeos en la segunda. En el origen de ambas tiene un peso fundamental el Movimiento Rural de la Accin Catlica que, planteado en sus comienzos como un movimiento de catequesis y difusin del catolicismo y haciendo hincapi fundamental en los aspectos espirituales, apareci en el campo argentino con sus primeras manifestaciones en 1948. En el caso del Chaco las Ligas Agrarias surgen de la confluencia del Movimiento Rural y la Unin de Centros Juveniles de UCAL y como consecuencia de la situacin creada a los productores por la crisis del algodn. Las reivindicaciones principales de las Ligas son: el pedido de un precio mnimo para el algodn, de una ley que "proteja a los productores de las maniobras monopolistas", crdito a los producto res y distribucin de tierras aptas a los que las necesiten. En cuatro aos las Ligas Agrarias Chaqueas se desarrollan y su principal apoyo son los colonos, sobre todo los menos ricos. Los pudientes, as como los campesinos pobres, tienen poca participacin en ellas. Se organizan en Asambleas de Colonia, en las que se forma la Comisin a travs de la cual se asciende al Comit de Lucha Zonal que agrupa varias colonias de una misma zona; estos a su vez dependen de la Comisin Coordinadora Central que est subordinada al Congreso General de las Ligas. La Comisin Coordinadora Central integra la Coordinadora Regional del Nordeste de las Ligas en las que participan las de Formosa, Misiones, Corrientes, Santa Fe y Entre Ros. La Unin de Ligas Campesinas Formoseas (ULICAF) surge tambin del Movimiento Rural de la Accin Cato lica unida en este caso a otra entidad: el Instituto de Cultura Popular (INCUPO), que tiene su sede central en Reconquista (Santa Fe). Representan fundamentalmente a campesinos ms pobres que los del Chaco, generalmente ocupantes de menos de 25 ha. Su principal reivindicacin es la entrega de tierra apta para agricultura a los que tienen insuficiente o no la tienen en absoluto. Se constituyen en diciembre de 1971 en el II Congreso Campesino de la provincia de Formosa realizado en la Capital con participacin de representantes de 45 colonias. En cuanto a los campesinos pobres y los semiasalariados, ninguno de estos estratos tiene organizacin corporativa que los represente. En el caso de Formosa puede haber cierto grado de participacin de los campesinos pobres en la Unin de Ligas Campesinas. En general estos campesinos tampoco son socios de cooperativas. 6.3.3.4 Agrupaciones de asalariados rurales En el rea del estudio no funciona esta clase de corporaciones. La Federacin Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (FATRE) tiene como funcin proponer la creacin de sindicatos, pero no cuenta con mucho peso en la regin. Recientemente se ha organizado en la provincia del Chaco, aunque con relativo poco xito, el Sindicato Unico de Obreros Rurales (SUDOR). Tal situacin se ve reflejada en la escasa participacin de las organizaciones sindicales en el mercado de trabajo. De la encuesta realizada por Sociologia Rural de Chaco (*) se deduce que sobre un total de cerca de medio millar de asalariados rurales transitorios entrevistados, el 62% haba obtenido empleo ofrecindose por su cuenta y el resto haba sido buscado por el empleador para ofrecerle trabajo. Pero ninguno lo haba obtenido a travs del sindicato o bolsas de trabajo. 6.3.3.5 La federacin econmica Chaquea La central empresaria de la provincia del Chaco es la Federacin Econmica Chaquea (PECH), que est adherida a la Confederacin General Econmica. Si bien no se tienen datos exactos sobre la participacin de los empresarios en la (PECH) se conocen las ramas de actividad econmica a que pertenecen. Son empresarios metalrgicos, de la construccin y vialidad, representantes de empresas de Buenos Aires, almacenes al por mayor y transportistas. No participan en ella las grandes empresas. 6.3.3.6 Los sindicatos obreros El ms grande en las dos provincias es el de Obre ros y Empleados Pblicos. En la provincia del Chaco este sindicato cuenta con 7 000 afiliados. Tambin otro importante en la misma provincia es la Unin Obrera Metalrgica que encuadra a los obreros de la fbrica de plomo y el SMATA que agrupa a los obreros de los talleres mecnicos. Los obreros tanineros estn agrupados en FATITA, sindicato este con pocos afiliados. 6.4 Las tendencias demogrficas y ocupacionales para 1985 y 2000 6.4.1 Proyecciones demogrficas 6.4.2 Proyecciones de mnima 6.4.3 Proyecciones de mxima 6.4.4 Proyeccin por zonas de la poblacin urbana y rural y de la oferta ocupacional 6.4.1 Proyecciones demogrficas Con el objeto de poder estimar la dimensin del mercado regional, como as tambin la demanda de infraestructura, oferta de trabajo, etc., resulta necesario realizar proyecciones de evolucin demogrfica en la CIRB (Ap y Ad). La elaboracin de estas proyecciones presenta numerosas dificultades.* A ttulo de ejemplo puede considerarse la metodologa utilizada por el Instituto Nacional de Estadstica y Censos para realizar sus estimaciones de largo plazo a nivel nacional en "Evolucin de la poblacin Argentina 1950-2000" -INDEC. (*) "La mano de obra transitoria en la produccin de algodn". El INDEC parte de dos hiptesis bsicas: la evolucin de la fertilidad femenina (por quintiles de edad y grado de instruccin) y la evolucin de la mortalidad (por quintiles de edad y sexo). En base a dichos indicadores realiza estimaciones quinquena les de crecimiento vegetativo. A estos valores se suman hiptesis suplementarias sobre tendencias migratorias, las que resultan de menor magnitud en los ltimos decenios. Esta metodologa resulta inaplicable en el mbito de la CIRB. No existe para la zona informacin adecuada respecto de la composicin de edades de la poblacin provincial, ni sobre las tasas de mortalidad y fecundidad correspondientes a los diferentes grupos de edad. Por ultimo debe recordarse que en la regin las migraciones no resultan un factor menor; por el contrario las mismas han determinado la evolucin demogrfica regional a lo largo del siglo y su dinmica, ligada estrechamente a la evolucin econmica regional, nacional e inclusive de los pases limtrofes (Bolivia y Paraguay) dificulta la previsin de tendencias de largo plazo. Por los motivos antes citados las proyecciones realizadas en la Unidad Tcnica tienen un carcter exclusivamente tentativo, lo que ha llevado a presentar un doble juego de valores, de mxima y mnima respectivamente. Nuestro inters se centra entonces en ubicar un amplio segmento de variacin dentro del cual pueda ubicarse la poblacin regional para los aos 1985 y 2000. Para este fin no resultan adecuados los supuestos extremadamente sofisticados, pues en la mayora de los casos resultan en hiptesis que reducen, en vez de ampliar, los mrgenes de variabilidad. As por ejemplo, se asocia el crecimiento demogrfico con el progreso econmico y el estancamiento econmico con la emigracin regional. Pero en el largo plazo el crecimiento econmico se halla asociado con la reduccin en las tasas de fertilidad y, por el contrario, el estancamiento econmico ligado al nivel cultural conlleva altas tasas de fecundidad. Ms contradictorias pueden resultar las hiptesis respecto al crecimiento demogrfico urbano y rural en el largo plazo. Es as como el crecimiento econmico puede frenar el xodo rural hacia la ciudad, mientras que el estancamiento resulta en una reducida tasa de crecimiento demogrfico regional pero en una elevada tasa de crecimiento para las principales localidades, receptoras de la emigracin rural, fenmeno que caracteriza la explosin demogrfica verificada en el ltimo decenio en las ciudades de Formosa y Resistencia. Se ha preferido entonces realizar hiptesis simples, basadas en la correccin de las tendencias 1947-70 en funcin de las perspectivas econmicas regionales y de la evolucin demogrfica prevista para el conjunto del pas. Los elementos bsicos utilizados han sido entonces: la proyeccin de poblacin (departamental y de centros urbanos) que para el ao 1980 realizara el Departamento de Recursos Fsicos de la Secretara de Salud Publica del Ministerio de Bienestar Social de la Nacin; las proyecciones que a nivel nacional realizara el INDEC; los tres ltimos Censos Nacionales de Poblacin (1947-1960-1970) y las estadsticas demogrficas provinciales. En primer lugar se realizaron estimaciones a nivel Provincial para Chaco y Formosa y departamental para Salta. Posteriormente dichas estimaciones se recalcularon a nivel departamental, con detalle de poblacin urbana y rural. A estos ltimos guarismos se aplicaron los porcentajes de poblacin econmicamente activa de 1970 para obtener orientacin respecto de la expansin de la fuerza de trabajo previsible. 6.4.2 Proyecciones de mnima En el cuadro VI-20 aparecen las tasas de crecimiento anual utilizadas en la proyeccin de la poblacin. Para la Provincia del Chaco las estimaciones realizadas suponen que entre 1970 y 1980 se mantendr la tasa histrica de emigracin implcita (2,01%) (*), la que resulta en un crecimiento demogrfico del orden del 0,33% anual. A partir de 1980 dicho crecimiento se ve acelerado en 0,1% anual por quinquenio a raz de una reduccin similar en la tasa de emigracin provincial. (*) Se denomina tasa emigratoria implcita a la diferencia entre el crecimiento vegetativo previsto para 1960-70 y la poblacin censada en 1970. Contrariamente al Chaco, la Provincia de Formosa presenta una. tasa anual emigratoria implcita marcadamente baja para el decenio 1960-70 (0,336%), aunque todas las evidencias recogidas indican que la misma ha aumentado recientemente. Es por ello que las hiptesis de mnima suponen una aceleracin del proceso emigratorio provincial. Durante el decenio 1970-80 dicha tasa se eleva hasta tres veces y media (triplicndose durante el primer quinquenio y cuadruplicndose durante el quinquenio 1970-80), para caer luego al triple de su valor en el resto de la serie cronolgica. Al mismo tiempo se prev una modesta declinacin (0,1% por quinquenio) para la alta tasa de crecimiento vegetativo provincial. En el caso de los departamentos de Salta se tomo en consideracin la reduccin en la actividad minera regional y la inmigracin boliviana, proyectando se una moderada tendencia decreciente con relacin a las series histricas. Cuadro VI-20 - Proyecciones de mnima Tasas de crecimiento anual por 1 000 habitantes Provincia Perodo 1970/80 1980/85 1985/90 1990/95 1995/00 CHACO (Ap) Criterio vegetativo 23,4 23,4 23,4 23,4 23,4 Migracin 20,1 19,1 18,1 17,1 16,1 Criterio poblacional 3.3 4.3 5.3 6.3 7,3 FORMOSA (Ap) Criterio vegetativo 29,4 28,4 27,4 26,4 25,4 Migracin 11,8 10,1 10,1 10,1 10,1 Criterio poblacional 17,6 18,3 17,3 16,3 15,3 SALTA (Ap) Criterio vegetativo 30,6 27,9 27,0 26,2 25,6 Migracin 9,6 9,8 11,8 12,5 14,1 Criterio poblacional 21,0 18,1 15,9 13,7 11,5 Fuente: Elaborado en base a Estadsticas Vitales INDEC. 6.4.3 Proyecciones de mxima En el caso de Chaco y Formosa, se parti de las estimaciones realizadas por el Ministerio de Bienestar Social para el ano 1980, las que suponen para Chaco una cada en la emigracin de aproximadamente el 50% y para Formosa la continuidad de la evolucin demogrfica registrada en el perodo 1960-70. Por el conjunto de los departamentos sltenos el crecimiento a 1980 resulta de tomar la tasa de crecimiento vegetativo del perodo 1960-70, con la excepcin de Oran donde se reiter la tendencia de 1947-70, superior al crecimiento vegetativo reciente, para dar cabida al impacto poblacional de Zanja del Tigre. En todos los casos para el perodo posterior a 1980 se ha buscado hacer evolucionar las tasas regionales en forma proporcional a las variaciones previstas en la hiptesis 2 del trabajo de INDEC para el conjunto del pas. Las tasas de crecimiento resultantes aparecen en el cuadro VI-21 y las proyecciones de la poblacin en el cuadro VI-22. 6.4.4 Proyeccin por zonas de la poblacin urbana y rural y de la oferta ocupacional Para la confeccin de estas proyecciones se estimaron previamente las poblaciones para 1985 y 2000 de los departamentos que integran la CIRB, partiendo de las estimaciones realizadas por el Ministerio de Bienestar Social. Los criterios manejados han sido: reducir el acelerado crecimiento de los departamentos de San Fernando y Formosa, receptores de la desocupacin rural; acelerar a largo plazo el crecimiento urbano; dar mayor margen de variacin entre los valores mnimos y mximos a los departamentos del centro que presentan actualmente una escasa poblacin y dar a largo plazo mayores tasas de crecimiento a la zona centro y oeste de la regin. Los valores obtenidos pueden observarse en el cuadro VI-23. Para los aos 1985 y 2000 la distribucin porcentual entre poblacin urbana y rural es similar en las hiptesis de mnima y mxima. Finalmente, los valores as obtenidos se multiplican por los coeficientes de poblacin econmicamente activa que a nivel provincial registra el censo de 1970, con el fin de determinar el posible incremento en la oferta de trabajo regional. Los resultados pueden observarse en los cuadros VI-24 y VI-25. Cuadro VI-21 - Proyecciones de mxima Tasas de crecimiento anual por 1 000 habitantes Provincia Perodo 1970/80 1980/85 1985/90 1990/95 1995/00 CHACO (Ap) Criterio vegetativo 23,4 23,4 23,4 23,4 23,4 Migracin 10,9 7,4 6,4 5,4 4,4 Criterio poblacional 12,5 16,0 17,0 18,0 19,0 FORMOSA (Ap) Criterio vegetativo 29,4 29,4 29,4 29,4 29,4 Migracin 2,4 3,0 5.0 7,0 9,5 Criterio poblacional 27,4 26,4 24,4 22,4 20,4 SALTA (Ap) Criterio vegetativo 30,6 29,3 28,1 26,2 25,0 Migracin Criterio poblacional 30,6 29,3 28,1 26,2 25,0 Fuente: Elaborado en base a Estadsticas Vitales INDEC. Cuadro VI-22 - Proyecciones de poblacin Provincia 1970 Poblacin 1985 2000 Hiptesis mnima Hiptesis mxima Hiptesis mnima Hiptesis mxima Chaco (Ap) 566 613 593 050 688 469 651 630 899 701 Formosa (Ap) 234 075 335 648 348 459 389 651 485 799 Salta (Ad) 168 574 221 749 258 715 278 304 389 458 Cuadro VI-23 - Proyecciones de poblacin urbana y rural por zonas - Hiptesis de mnima para 1985 y 2000 - CIRB (Ad) Zonas Poblacin censo de 1970 Proyecciones Tasas crecimiento anual (por mil) 1985 2000 1970-1985 1985-2000 mnima mxima mnima mxima mnima mxima mnima mxima Zona I Total Urbana Rural 280 873 231 899 48 974 304 197 251 561 52 636 350 109 289 671 60 438 311 748 253 833 57 915 415 423 338 974 76 449 5,3 5.4 4,8 14,8 14,9 14,1 1,6 0,6 6,4 11,5 10,5 15,8 Zona II Total Urbana Rural 106 660 33 579 73 081 118 516 37 605 80 911 135 904 43 209 92 695 146 199 53 838 92 361 191 845 70 678 121 167 7,1 7,6 6,8 16,3 17,0 16,0 14,1 24,2 8,9 23,2 33,3 18,0 Zona III Total Urbana Rural 128 947 57 927 71 020 145 467 63 995 81 472 168 781 74 260 94 521 155 930 68 024 87 906 214 923 93 759 121 164 8.1 6,7 9,2 18,1 16,7 19,2 4,6 4,1 5,1 16,2 15,7 16,7 Zona este Total Urbana Rural 516 480 323 405 193 075 568 180 353 161 215 019 654 794 407 140 247 654 613 877 375 695 238 182 822 191 503 411 318 780 6,4 5,9 7,2 15,9 15,5 16,7 5,2 4,1 6,8 15,3 14.2 17,0 Zona IV Total Urbana Rural 71 810 20 546 51 264 89 094 26 376 62 718 101 385 30 030 71 355 127 000 54 025 72 975 163 907 69 901 94 006 14,5 16,8 13,5 23,3 25,6 22,3 23,9 49,0 10,1 32,5 57,9 18,5 Zona V Total Urbana Rural 44 787 9 244 35 543 56 253 15 162 41 091 68 055 18 182 49 873 88 193 29 472 58 721 124 217 41 602 82 615 15,3 33,5 9,7 28,3 46,1 22,8 30,4 45,3 24,1 40,9 56,7 34.2 Zona VI Total Urbana Rural 155 803 90 286 65 517 207 386 111 445 95 941 239 073 127 245 111 828 262 342 158 210 104 132 360 609 216 365 144 244 19,2 14,1 25,8 29,0 23,1 36,3 15,8 23,6 5,5 27,8 36,0 17,1 Zona oeste Total Urbana Rural 272 400 120 076 152 324 352 733 152 983 199 750 408 513 175 457 233 056 477 535 241 707 235 828 648 733 327 868 320 865 17,4 16,3 18,2 27,4 25,6 28,8 20,4 31,0 11,1 41,5 42,6 21,5 Total CIRB Total Urbana Rural 788 880 443 481 345 399 920 913 506 144 414 769 1 063 307 582 597 480 710 1 091 412 617 402 474 010 1 470 924 831 279 639 645 10,4 8,8 12,3 20,1 18,3 22,3 11,4 13,3 8,9 21,9 24,0 19,2 Zona I - Bermejo, General Donovan, Libertad, San Fernando, 1 de Mayo en Chaco - Formosa y Laishi en Formosa. Zona II - Presidencia de la Plaza, General San Martn y Sargento Cabral en Chaco - Piran en Formosa. Zona III - Comandante Fernndez, Independencia, Maip, Quitilipi y 25 de Mayo en Chaco. Zona IV - Almirante Brown (este) y General Gemes (este) en Chaco - Patio en Formosa. Zona V - Almirante Brown (oeste) y General Gemes (oeste) en Chaco - Matacos y Bermejo en Formosa - Rivadavia en Salta - Copo en Santiago del Estero. Zona VI - Anta, Oran y San Martn en Salta. Fuente: Elaborado por la Unidad Tcnica en base a Censos Nacionales de Poblacin e informacin provista por la Subrea de Recursos Fsicos de la Secretara de Salud Publica (MBS) Cuadro VI-24 - Proyeccin de la Poblacin Econmicamente Activa Zonas Poblacin Censo de 1970 Proyecciones Ao 1985 Ao 2000 Mnima Mxima Mnima Mxima Zona I Total Urbana Rural 95 497 78 846 16 651 103 427 85 531 17 896 119 037 98 488 20 549 105 994 86 303 19 691 141 244 115 251 25 993 Zona II Total Urbana Rural 36 264 11 417 24 847 40 295 12 786 27 509 46 207 14 691 31 516 49 708 18 305 31 403 65 227 24 030 41 197 Zona III Total Urbana Rural 43 842 19 695 24 147 49 459 21 758 27 701 57 386 25 248 32 138 53 016 23 128 29 888 73 074 31 878 41 196 Zona Este Total Urbana Rural 175 603 109 958 65 645 193 181 120 075 73 106 222 630 138 427 84 203 208 718 127 736 80 982 279 545 171 159 108 386 Zona IV Total Urbana Rural 24 415 6 985 17 430 30 292 8 968 21 324 34 471 10 210 24 261 43 180 18 369 24 811 55 728 23 766 31 962 Zona V Total Urbana Rural 15 228 3 143 12 085 19 126 5 155 13 971 23 139 6 182 16 957 29 986 10 020 19 966 42 234 14 145 28 089 Zona VI Total Urbana Rural 52 973 30 697 22 276 70 511 37 891 32 620 81 285 43 263 38 022 89 196 53 791 35 405 122 607 73 564 49 043 Zona Oeste Total Urbana Rural 92 616 40 825 51 791 119 929 52 014 67 915 138 895 59 655 79 240 162 362 82 180 80 182 220 569 111 475 109 094 TOTAL CIRB (Ad) Urbana Rural 268 219 150 783 117 436 313 110 172 089 141 021 361 525 198 082 163 443 371 080 209 916 161 164 500 114 282 634 17 480 Cuadro VI-25 - Incrementos en la Oferta de Trabajo en valores absolutos Zonas 1970-1985 1970-2000 Mnima Mxima Mnima Mxima Zona I Total Urbana Rural 7 930 6 685 1 245 23 540 19 642 3 898 10 479 7 457 3 040 45 747 36 405 9 342 Zona II Total Urbana Rural 4 301 1 369 2 662 9 943 3 274 6 669 13 444 6 888 6 556 28 963 12 613 16 350 Zona III Total Urbana Rural 5 617 2 063 3 554 13 544 5 553 7 991 9 174 3 433 5 741 29 232 12 183 17 049 ZONA ESTE Total Urbana Rural 17 578 10 117 7 461 47 027 28 469 18 558 33 115 17 778 15 337 103 942 61 201 42 741 Zona IV Total Urbana Rural 5 877 1 983 3 894 10 056 3 225 6 831 18 765 11 384 7 381 31 313 16 781 14 532 Zona V Total Urbana Rural 3 898 2 012 1 886 7 911 3 039 4 872 14 758 6 877 7 881 27 006 11 002 16 004 Zona VI Total Urbana Rural 17 538 7 194 10 344 28 312 12 556 15 746 36 223 23 094 13 129 69 634 42 867 26 767 ZONA OESTE Total Urbana Rural 27 313 11 189 16 124 46 279 18 830 27 449 69 746 41 355 28 391 127 953 70 650 57 303 TOTAL CIRB (Ad) Urbana Rural 44 891 21 306 23 585 93 306 47 299 46 007 102 861 59 133 43 728 231 895 131 851 100 044
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
VII. Estructura Econmica 7.1 Actividad primaria 7.2 Actividad secundaria y servicios 7.1 Actividad primaria 7.1.1 Agricultura 7.1.2 Ganadera 7.1.3 Forestal 7.1.1 Agricultura 7.1.1.1 Distribucin zonal y estructura productiva 7.1.1.2 Evolucin de la produccin y de los rendimientos 7.1.1.1 Distribucin zonal y estructura productiva La actividad agrcola es la predominante en la CIRB, tanto por su aporte al Producto Interno del rea como por el volumen de empleo que proporciona. Ello no obstante, la superficie promedio anual cultivada en el trienio 1969/71 ascenda a 500 000 ha, equivalentes solo al 1,8% del total nacional. El cuadro VII-1 muestra la evolucin del rea bajo cultivo en la Cuenca a partir del trienio 1959/61, la cual ha crecido en algo ms de 70 000 ha entre los perodos extremos considerados. Este crecimiento es, relativamente, muy superior al del rea total cultivada en el pas, la que se ha mantenido prcticamente estacionaria, circunstancia que explica el leve incremento de la participacin porcentual del rea cultivada en la Cuenca respecto del total nacional. Cuadro VII-1 - EVOLUCIN DEL REA BAJO CULTIVO ENTRE 1959/61 Y 1969/1971 rea Promedio trienio 1959/61 (*) Promedio trienio 1969/71(*) Crecimiento entre trien. miles ha % miles ha % miles ha % CIRB 430 1,5 500 1,8 + 70 +16,2 Chaco + Formosa (Ap) 682 2,5 723 2,6 + 41 + 6,0 El pas 27 749 100 27 877 100 +128 + 0,5 (*) Porcentajes referidos al total nacional. Las cifras en hectreas han sido aproximadas al millar. Fuente: Elaborado a partir de las estadsticas del MAG. El cuadro anterior destaca adems el hecho de que la superficie bajo cultivo en la Cuenca representa alrededor del 70% de la correspondiente al conjunto de las Provincias del Chaco y Formosa. Si se analiza dicha superficie por zonas de desarrollo se concluye que cerca de un 80% se encuentra en la Zona Este de la Cuenca y, principalmente, en las Zonas II y III. La figura VII-1 muestra la importancia de la agricultura por zonas de desarrollo, a travs de un indicador de densidad que relaciona el rea cultivada con la superficie territorial de cada zona. El valor de este indicador para toda la Cuenca es del 2,4%. Se observa que en las zonas orientales (I-II y III) la densidad es muy superior a aquella cifra, alcanzando un mximo de 19,4% en la Zona III. La cifra extrema inferior corresponde a la Zona V, con un 0,1%. La relacin entre los citados valores lmites de este parmetro es de 1 a 194, la cual seala con elocuencia la gran variabilidad interzonal en materia de superficies bajo cultivo y la prcticamente nula actividad agrcola en la Zona V. La expansin del rea agrcola ha sido de 70 400 ha entre ambos trienios, lo que significa un incremento medio de 1,6% por ao. En el cuadro VII-2 se descompone dicha expansin por zonas de desarrollo. Cuadro VII-2 - EVOLUCIN DEL REA BAJO CULTIVO, POR ZONAS DE DESARROLLO EN LOS TRIENIOS 1959/61 Y 1969/71 Zonas (Ad) Promedio trienio 1969/71 Promedio trienio 1969/71 Crecimiento entre trienios miles de ha miles de ha % Zona I 59,5 49,4 - 10,1 Zona II 123,6 145,5 + 21,9 Zona III 164,3 197,2 + 32,9 Zona Este 347,4 392,1 + 44,7 Zona IV 58,8 60,0 + 1,2 Zona V 0,8 1,3 + 0,5 Zona VI 22,8 46,8 + 24,0 Zona Oeste 82,4 108,1 + 25,7 TOTAL CIRB 429,8 500,2 + 70,4 Fuente: Elaborado a partir de las estadsticas del MAG. En el cuadro se observa que en las Zonas II y III se concentran las tres cuartas partes del crecimiento del rea cultivada; la Zona VI presenta tambin una expansin significativa y la Zona I es la nica que sufre una disminucin de la superficie agrcola, en razn de que la cada del rea algodonera fue superior al incremento experimentado por el resto de los cultivos. En este sentido, es notable el cambio de la estructura productiva de la CIRB entre los trienios 1959/61 y 1969/71. En el primero, el cultivo del algodn era de gran significacin, ya que representaba un 73% del rea total cultivada y le seguan en importancia los cereales, con un 17% del rea. En cambio, en el segundo, la superficie algodonera se reduce drsticamente en trminos absolutos y relativos, tal como lo indica el cuadro VII-3; disminucin que se ve ms que compensada por el crecimiento sensible de las reas sembradas con cereales y oleaginosas. En el cuadro VII-3 las hortalizas y frutas muestran un incremento absoluto moderado, pero relativamente importante. Es decir, la CIRB ha pasado en 10 aos de ser un rea prcticamente monoproductora del algodn, a tener una estructura productiva bastante diversificada, en la que todava el algodn tiene un peso significativo. La estructura productiva por zonas de desarrollo para el trienio 1969/71 se describe en el cuadro VII-4. El algodn es el cultivo ms importante en las Zonas III y IV: los cereales lo son en las Zonas I y II, y los cultivos industriales (caa de azcar y tabaco), en la Zona VI. La superficie agrcola de la Zona V es insignificante. Las oleaginosas se concentran en la Zona III, donde ocupan casi el 30% del rea cultivada. Las reas hortcolas se encuentran en las Zonas II, III y VI, y las frutcolas en las Zonas I, II y VI. 7.1.1.2 Evolucin de la produccin y de los rendimientos Para analizar la evolucin de la produccin fsica, se han seleccionado los rubros ms difundidos en la Cuenca. Las cifras incluidas en el cuadro VII-5 sealan un fuerte crecimiento en la produccin de bananas, sorgo, girasol y arroz, e incrementos moderados en la produccin de mandioca, tomate y pomelos. Al final del perodo se llega a producir 27 mil ton de trigo, cultivo prcticamente inexistente en el trienio inicial (1959/61). Se observa, adems, una leve disminucin de las cantidades de algodn, maz y batata y una baja algo mas sensible en la produccin de naranjas. Cuadro VII-3 - Evolucin en la estructura productiva entre los trienios 1959/61 y 1969/71 Productos Promedio trienio 1959/61 Promedio trienio 1969/71 Crecimiento entre trienios miles ha % (*) miles ha % (*) miles ha % Cereales 72,1 17 186,7 37 +114,6 +159 Oleaginosas 5,8 1 73,3 15 +67,5 +1163 Algodn 311,1 73 176,7 36 -134,4 -43 Otros Industriales 18,8 4 26,7 5 +7,9 +42 Hortalizas 18,6 4 26,3 5 +7,7 +41 Frutas 3,4 1 10,6 2 +7,2 +212 TOTAL (Ad) 429,8 100 500,3 100 +70,4 +16 (*) Porcentajes referidos al total del rea cultivada en la CIRB. Cuadro VII-4 - Estructura productiva por zonas de desarrollo en el trienio 1969/71 - miles de ha Zonas (Ad) Cereales Oleaginosas Algodn Otros cultivos industriales Hortalizas Frutales Total Zona I 18,3 1,9 14,4 8,0 4,2 2,6 49,4 Zona II 75,6 7,9 53,8 0,5 6,4 1,4 145,6 Zona III 64,9 57,1 70,5 4,6 0,1 197,2 ZONA ESTE 158,8 66,9 138,7 8,5 15,2 4,1 392,2 Zona IV 14,4 6,3 37,9 1,4 60,0 Zona V 0,9 0,1 0,3 1,3 Zona VI 12,6 0,1 0,1 18,1 9,4 6,5 46,8 ZONA OESTE 27,9 6,4 38,0 18,2 11,1 6,5 108,1 TOTAL CIRB 186,7 73,3 176,7 26,7 26,3 10,6 500,3 Fuente: Elaborado por U.T. a partir de las estadsticas del MAG. Al examinar la importancia nacional de la produccin de la CIRB en el ultimo trienio considerado, se constata que en ella se concentra el 40% de la produccin nacional de algodn, ms de la quinta parte de la produccin nacional de bananas y porcentajes superiores al 10% de las producciones internas de pomelos, mandioca y tomates. En el cuadro VII-6 se observa adems que el peso relativo de las producciones de algodn y bananas sube sensiblemente a nivel de las provincias de Chaco y Formosa. Asimismo, las cifras ponen de manifiesto el hecho de que en la CIRB el rea bajo cultivo es solo el 1,8% de la del total del pas, la produccin de algunos rubros destinados casi exclusivamente al mercado nacional es elevada y satisface una fraccin considerable de su demanda interna. En lo que hace a los rendimientos fsicos, su evolucin ha sido muy heterognea en el perodo de anlisis. Suben notoriamente los rendimientos de tomate, arroz, maz y algodn y disminuyen los de girasol, batata y sorgo. El mejoramiento de los rendimientos de algodn se debe a la menor cantidad de rea sembrada, pero concentrada en los suelos de mejor calidad, ante el abandono de las tierras marginales. Cuadro VII-5 - Evolucin de la produccin agrcola, por rubros seleccionados, entre 1959/1961 y 1969/1971. (Ad) Productos Promedio trienio 1959/61 Promedio trienio 1969/71 Crecimiento entre trienios miles de ha miles de ha miles de ha % Arroz 3,8 23,5 +19,7 +518 Maz 62,4 59,7 -2,7 -4 Trigo 27,0 +27,0 Sorgo 14,2 157,1 +142,9 +1 006 Girasol 4,9 39,5 +34,6 +706 Algodn 154,7 150,1 4,6 -3 Batata 31,6 30,1 1,5 -5 Mandioca 21,2 36,0 +14,8 +70 Tomate 34,0 44,5 +10,5 +31 Pomelo 11,5 19,3 +7,8 +68 Naranja 55,5 46,5 -9,0 -16 Banano 3,4 53,0 +49,6 +1 458 Cuadro VII-6 - Niveles de produccin de rubros seleccionados para el trienio 1969/71 - Comparacin con el total nacional y con la produccin conjunta de Chaco y Formosa Rubro CIRB (Ad) Chaco + Formosa Total del pas miles ha % (*) miles ha % (*) miles ha Arroz 24 7 21 6 330 Maz 60 1 65 1 8 382 Trigo 27 (-.-) 35 1 5 873 Sorgo 157 5 309 10 3 163 Girasol 40 4 60 6 932 Algodn 150 40 245 66 373 Batata 30 7 41 10 406 Mandioca 36 13 49 18 279 Tomate 44 11 4 1 418 Pomelo 19 14 7 5 138 Naranja 46 5 4 (-.-) 868 Banana 53 21 209 84 250 (*) Porcentajes referidos al total nacional. El smbolo (-.-) indica porcentajes inferiores al 0,5%. Los restantes se aproximaron a la unidad superior. Ello explica el hecho de que a pesar que la superficie cultivada con algodn disminuy en un 43%, la produccin fsica slo lo hizo en un 3%. La misma consideracin anterior vale para la evolucin de los rendimientos de maz. El arroz presenta una situacin que merece destacarse, ya que casi ha duplicado sus rendimientos, paralelamente a un aumento sensible del rea cultivada. La brusca expansin de las reas destinadas a sorgo y girasol y las carencias tecnolgicas de los nuevos productores que incorporaron tales cultivos de diversificacin, explican la disminucin observada de sus rendimientos fsicos. (Cuadro VII-7). Cuadro VII-7 - EVOLUCIN DE LOS RENDIMIENTOS FSICOS POR RUBROS SELECCIONADOS, ENTRE 1959/61 Y 1969/71 Promedio trienio 1959/61 Promedio trienio 1969/71 Crecimiento entre trienios Rendimiento promedio nacional 1969/71 kg/ha kg/ha % kg/ha Arroz 2 264 4 369(*) + 93 3 754 Maz 1 117 1 594 + 43 2 211 Trigo 960 1 295 Sorgo 2 338 2 015(*) - 14 1 929 Girasol 969 671 - 31 707 Algodn 644 872(*) + 36 841 Batata 10 698 8 764 - 18 10 431 Mandioca 8 102 8 365 + 3 11 014 Tomate 10 209 29 688(*) +190 17 567 (*) Rendimientos superiores al promedio nacional. Del cuadro anterior surge que el arroz, el sorgo, el algodn y especialmente el tomate, presentan rendimientos superiores al de los promedios del pas, circunstancia que es posible estimar como un indicador de ciertas ventajas comparativas de la Cuenca para la produccin de tales rubros. En lo que hace al valor medio de la produccin agrcola, en el trienio 1969/71 ste alcanzo a 1500 millones de pesos (*) considerando los precios del producto vigentes a diciembre de 1974. Excluyendo el rea agrcola del Departamento de Oran, enteramente fuera de la Cuenca (Ac), esta cifra se reduce a 1 120 mil millones. El algodn aporta el 57% de este valor. (*) Equivalente a 150 millones de dlares, segn cambio oficial del mercado financiero a diciembre de 1974. Si se observan los niveles de produccin por zonas de desarrollo, se comprueba que las Zonas II y III aportan cada una algo menos de un tercio del valor de la produccin total y, en su conjunto, la Zona Este produce 82 mil millones de pesos, que equivalen a algo menos del 80% del total. Para visualizar la evolucin del volumen fsico de la produccin entre los trienios ya citados, se seleccionaron a los 12 cultivos principales que, valorizados a precios de diciembre de 1974 representan el 75% del valor de la produccin agrcola en el ultimo trienio. Considerando precios constantes, el volumen fsico producido sube en un 40% a pesar de la leve disminucin del algodn, la que se ve compensada con creces por los sensibles incrementos de los volmenes producidos de arroz, sorgo, girasol y banano. 7.1.2 Ganadera Dentro de las actividades primarias de la CIRB, la ganadera sigue en importancia a la agricultura. Sin embargo, al hacer la comparacin con las cifras nacionales, la primera es relativamente ms significativa, hecho que se comprueba al observar los cuadros VII-1 y VII-8. En la figura VII-2 se muestra la evolucin de los stocks provinciales durante el presente siglo. El cuadro VII-8 seala que la Cuenca posee aproximadamente 2 millones de cabezas, equivalentes al 3,7% de las existencias vacunas del pas y que su situacin relativa ha desmejorado levemente a partir de 1960, pues las existencias nacionales han aumentado a una tasa ms elevada que las de la regin analizada. Ello se debe a que el stock de los departamentos sltenos de la Cuenca ha disminuido en trminos absolutos durante el perodo 1960 a 1973. En cambio, los de Chaco y Formosa han aumentado por encima del promedio nacional, de acuerdo con las cifras del cuadro VII-9. En la Zona Este se concentra el 68% de las existencias vacunas de la Cuenca, las que han aumentado en cerca de 400 mil cabezas entre 1960 y 1973. Es destacable el crecimiento relativo del stock en la Zona III (73%), que obedece al acelerado proceso de diversificacin agrcola verificado en dicha zona, el cual ha permitido incrementar notoriamente la disponibilidad de forraje para la explotacin pecuaria. En cambio, la Zona Oeste ha disminuido su stock, principalmente por problemas del sobre- pastoreo a que han estado sometidos los campos de los departamentos sltenos. Por ello, en 1973 las existencias de la Zona Oeste representan menos de un tercio del total de la Cuenca. Otro indicador de la distribucin del stock es la densidad de la poblacin vacuna, medida en numero de cabezas por cada 100 ha de superficie territorial. El hecho de que la Zona Este tenga el 68% de las existencias de la Cuenca y posea menos de un tercio de su superficie, hace que su densidad sea de 27,8 contra 4,0 en la parte occidental. Los valores extremos de este indicador son 36,6 y 2,6 para las Zonas I y V respectivamente, cifras que sealan con claridad el muy diferente grado de intensidad y/o de extensin en las explotaciones ganaderas de las citadas zonas. En cuanto a la estructura de las existencias vacunas, es posible afirmar que ella es bastante estable, tanto si se analiza su evolucin en el perodo 1960 a 1973 como su comportamiento por zonas de desarrollo tal como se muestra en el cuadro VII-10. La estructura descripta es muy similar a la existente en 1960. Para este ao, INTA hizo una evaluacin de las tendencias de las explotaciones pecuarias, segn sus objetivos de produccin (cra o invernada). Con este fin, se utiliz la relacin porcentual entre novillos y novillos sobre el total de vacas, similar a la empleada por CAFADE (*) para la regin pampeana, la que se grfica en la figura VII-4. (*) CAFADE: menos de 20% explotacin de cra de 20 a 40% explotacin mixta con tendencia a cra de 40 a 60% explotacin mixta con tendencia a invernada sobre el 60% explotacin de invernada Figura VII-2 - Evolucin de la existencia de Ganado Vacuno - Provincias de Chaco, Salta y Formosa
Fuente: Censos Nacionales Agropecuarios y estimaciones de la JNC Cuadro VII-8 - Evolucin de las existencias de ganado vacuno entre 1960 y 1973 Area Ao 1960 Ano 1973 (**) Crecimiento entre 1960 y 1973 (miles de cabezas) % (*) (miles de cabezas) % (*) (miles de cabezas % CIRB (Ad) 1 740 4,0 2 052 3,7 +312 +18 Chaco + Formosa 1 447 3,3 1 800 3,2 +353 +24 El pas 43 520 100,0 54 771 100,0 +11251 +25 (*) Porcentajes referidos al total del pas. (**) Las existencias de los Dptos. de Salta corresponden a las del Censo de 1969. Fuente: Elaborado por la U.T. a partir del C.N.A. de 1960 y de la estimacin de S.E.N.A.S.A. para 1973. Cuadro VII-9 - Evolucin de las existencias de ganado vacuno por zonas de desarrollo entre 1960 y 1973 Zonas (Ad) Ao 1960 Ao 1973 Crecimiento entre 1960 y 1973 (miles de cabezas) % (*) (miles de cabezas) % (*) (miles de cabezas % Zona I 548 31 740 36 +192 +35 Zona II 385 22 520 25 +135 +35 Zona III 84 5 145 7 +61 +73 ZONA ESTE 1 017 58 1 405 68 +388 +38 Zona IV 331 19 323 16 8 -2 Zona V 203 12 168(**) 8 -35 -17 Zona VI 189 11 156(**) 8 -333 -17 ZONA OESTE 723 42 647 32 -76 -11 TOTAL CIRB 1 740 2 052 312 +18 (Ad) 100 100 (*) Porcentajes referidos al total de la Cuenca. (**) Las existencias de los Dptos. de Salta y Copo en Santiago del Estero corresponden a las del C.N.A. de 1969. Fuente: Elaborado por U.T. a partir del C.N.A. de 1960 y de la estimacin de S.E.N.A.S.A. para 1973. Cuadro VII-10 - Estructura de las existencias vacunas en 1973 y su variabilidad interzonal e interanual - Cifras en porcentajes de las existencias totales Vacas Vaquillas Vaquillonas Novillos Novillitos Terneros Toros Estructura en 1973 41,7 8,5 8,4 8,7 8,6 17,1 7,0 Rango de variacin 41 42 6,7 9,0 6,7 9,0 8,0 9,0 7,0 9,0 17,0 19,0 5,0 12,0 Fuente: CNA de 1960 y estimacin de S.E.N.A.S.A. para 1973. As result que la Zona Oeste era mayoritariamente "mixta con tendencia a cra" y la Zona Este, "mixta con tendencia a cra" y "mixta con tendencia a invernada", con excepcin del Departamento de Libertad (Chaco), donde la explotacin es "de invernada". Esta situacin revela el hecho de que el productor no se dedica exclusivamente a cra, ya que no est en condiciones de ofrecer un ternero con los requisitos de peso y calidad exigidos por el invernador. Adems, la inestabilidad del mercado de terneros contribuye a restarle incentivos al productor para mejorar la calidad de su producto. De aqu su tendencia a diversificar la produccin, reteniendo los terneros durante 3 o 4 aos hasta su venta para faena junto al descarte de vientres. Esta situacin es especialmente relevante en la zona Oeste, debido a la muy baja calidad de los terneros producidos. En materia de razas, y de acuerdo al CNA de 1960, casi el 80% del stock ganadero de la CIRB (Ap) estaba constituido por ganado criollo o de raza indeterminada, llegando esta a representar casi la totalidad en las Zonas IV, V y VI, a excepcin del Departamento de Anta. La Zona Este presentaba una situacin mas equilibrada, especialmente en la Zona I, que tena cerca de un 50% de ganado mestizo, mayoritariamente de razas inglesas, tal como puede apreciarse en la figura VII-3. La escasa y dispersa informacin disponible hace suponer que la situacin descripta ha evolucionado favorablemente a partir de 1960 para el conjunto de la Cuenca. El cambio es ms notable en la Zona Este por la introduccin en gran escala de razas ndices, especialmente aptas para climas tropicales y de cierto grado de rusticidad. En gran parte de la Zona Oeste, el proceso de mejoramiento gentico ha sido ms lento, y por tanto el ganado criollo tiene aun una alta predominancia, a excepcin del extremo occidental de esta zona donde es visible la influencia de las explotaciones ms tecnificadas de Rosario de la Frontera, Valle de Lerma, Anta y Embarcacin. El valor de la produccin pecuaria en 1973 de la CIRB, computando faena y cambio de existencias, se ha estimado en 495 millones de pesos (**) de diciembre de 1974. Se ha supuesto una extraccin de 17,5%, un peso promedio para faenar de 371,5 kg y un incremento de 1,2% del stock. Gran parte de esta produccin se origina en la Zona Este de la Cuenca. (**)Equivalente a 49,6 millones de dlares, segn cambio oficial de mercado financiero, a diciembre de 1974. 7.1.3 Forestal 7.1.3.1 Caractersticas generales de la produccin forestal 7.1.3.2 Distribucin zonal 7.1.3.1 Caractersticas generales de la produccin forestal Las provincias que integran la CIRB poseen casi el 50% de la superficie de bosques naturales de produccin maderable del pas y producen ms del 30% de las extracciones nacionales. Para los principales productos de la zona (rollizos para tanino, lea, carbn, durmientes y postes) este porcentaje llega al 45% de su total nacional. Cuadro VII-11 - EXTRACCIONES DE PRODUCTOS FORESTALES PROMEDIOS DE LOS TRIENIOS 1961/63 y 1971/73 Area 1961/63 1971/73 Toneladas % Toneladas % Chaco 702 772 18,6 733 030 17,9 Formosa 140 082 3,7 237 113 5,8 Salta 305 297 8,0 347 040 8,5 TOTAL CIRB (Ap) 1 148 151 30,3 1 317 183 32,2 Pas 3 778 230 100,0 4 078 117 100,0 Fuente: Instituto Forestal Nacional, Estadstica Forestal ao 1973. Estas cifras, obviamente significativas, no guardan relacin con la importancia econmica que tiene para la regin y para el pas la explotacin de sus recursos forestales. El anlisis cualitativo de la explotacin regional indica que sus productos tpicos sufren muy escaso proceso de transformacin y slo excepcionalmente son utilizados como materia prima en la industria de la madera y otras derivadas. La explotacin del bosque, selectiva y depredadora, se concentr desde las primeras dcadas del siglo en el quebracho colorado destinado a las empresas productoras de curtientes. En la actualidad los rollizos para la elaboracin de tanino llegan al 60% del total producido en la regin. Los otros productos de importancia son: lea (para consumo y para produccin de carbn), durmientes, postes de uso rural y telefnicos y en menor proporcin maderas para aserrado. La explotacin industrial del bosque es rudimentaria, basada en pequeas unidades de produccin de bajos rendimientos debido a la precariedad de los medios de trabajo empleados. Incluso las pocas plantas existentes de gran dimensin no muestran sustanciales innovaciones tecnolgicas, ya que estn estructuradas en base a la ocupacin de abundante mano de obra y limitadas por la escasez de capital volcado a la actividad. La industria maderera produce bienes con reducido grado de manufacturacin, como se aprecia para el Chaco en el cuadro VII-12. Cuadro VII-12 - Estructura de la industrializacin maderera del Chaco Productos 1966 % 1967 % 1968 % 1969 % 1970 % Promedio % Tanino 69,2 73,7 73,7 78,6 83,1 75,6 Postes 11,2 10,3 13,3 7,2 6,4 9,9 Durmientes 12,2 9,2 7,9 6,0 3,7 7,8 Aserrado 7,4 6,8 5,1 8,2 6,8 6,7 Totales 100 100 100 100 100 100 Fuente: Estudio de Mercado, Procesamiento y Comercializacin de Maderas Chaqueas. A.D.E., 1963. Cuadro VII-13 - Extraccin de productos forestales por especie ao 1973 Especies Chaco ton Formosa ton Salta ton CIRB (Ap) ton % Quebracho Colorado 481 794 112 247 51 095 645 136 49,8 Quebracho Blanco 68 700 19 526 44 278 132 504 10,3 Algarrobo 11 363 3 073 1 356 15 792 1,2 Urunday 11 182 28 086 39 268 3,0 Guayaib 5 903 4 672 10 575 0,8 Palo Lanza 5 926 3 050 8 976 0,7 Palo Blanco 13 662 6 121 19 783 1,5 Palmas 25 146 230 25 376 2,0 Cebil 20 144 20 144 1,6 Palo Amarillo 17 751 17 751 1,4 Otras Especies 132 872 21 271 204 776 358 919 27,7 Totales 717 740 248 484 328 000 1 294 224 100 Fuente: Instituto Forestal Nacional. Estadstica Forestal ano 1973. Pese a que en la regin, aunque predominan los tipos de maderas duras y semiduras, existe una gran diversidad de especies explotables, slo unas pocas son extradas en volmenes significativos, tal cual demuestra el cuadro VII-13. A continuacin se describe la evolucin de los principales productos forestales del rea del Estudio, excepto la produccin de rollizos de quebracho colorado para tanino, cuyas caractersticas se sealan en los diagnsticos de comercializacin y de industria. i. Durmientes. La produccin nacional de durmientes ha sufrido grandes altibajos, con una fuerte cada a partir de 1963. Si se analiza la evolucin en el largo plazo se advertirn bruscas oscilaciones ao a ao. A los problemas generales de la produccin maderera de la zona se suma en este caso la existencia de un nico comprador (Ferrocarriles Argentinos) de cuya situacin financiera depende la produccin de los aserraderos de la regin. Esto impide que los establecimientos puedan realizar planes de produccin y al mismo tiempo obstaculiza la instalacin de plantas de mayor dimensin y eficiencia. Los establecimientos de aserrado de durmientes (hay que sealar que aun es labrado a mano un 20% del total) son de reducida magnitud, carecen de una organizacin tcnica y administrativa adecuada y tiene una endeble situacin financiera. No se realiza prcticamente el aprovechamiento de subproductos (tablones, varillas, carbn, etc.). Como demuestra el siguiente cuadro, la CIRB incremento notablemente su participacin en la produccin nacional de durmientes en la ultima dcada. Sin embargo, la produccin nacional cayo en el mismo perodo; vale decir que el incremento de la produccin de las provincias de la CIRB no se debi a una expansin de la demanda nacional sino a la cada drstica de la produccin santiaguea debido a la creciente paralizacin de su actividad forestal. Cuadro VII-14 - PRODUCCION DE DURMIENTES PROMEDIOS DE LOS TRIENIOS 1961/63 Y 1971/73 Area 1961/63 1971/73 Toneladas % Toneladas % Chaco 6479 4,2 53171 38,0 Formosa 42 919 0,6 Salta 35500 23,0 56777 40,5 CIRB (Ap) 42021 27,2 110,867 79,1 Pas 154763 100,0 140248 100,0 Fuente: Instituto Forestal Nacional, Estadstica Forestal ao 1973. ii. Lea y Carbn. La produccin de combustibles leosos ha cado sensiblemente debido a su creciente sustitucin por derivados del petrleo. A nivel nacional, el decrecimiento de la produccin es mas pronunciado en el rubro lea que en el de carbn vegetal. Este ltimo producto no ha experimentado una cada tan pronunciada debido, fundamentalmente, al incremento de su demanda para uso siderrgico. La evolucin de leas de la CIRB confirma esta observacin, dado que, como se aprecia en los cuadros VII-15 y VII-16, mientras la produccin de lea para consumo experimenta un decrecimiento similar al del pas, la produccin de carbn vegetal llego en el ultimo trienio a absorber el 38% de la produccin nacional a causa de la demanda de carbn siderrgico por Altos Hornos de Zapla. Cuadro VII-15 - PRODUCCION DE LEA PROMEDIOS DE LOS TRIENIOS 1961/63 Y 1971/73 Area 1961/63 1971/73 Toneladas % Toneladas % Chaco 262520 16,5 190 643 17,0 Formosa 21 400 1,3 12 033 1,1 Salta 142 066 8,9 86 237 7,7 CIRB (Ap) 425 986 26,7 288 913 25,8 Pas 1 595 403 100,0 1 119 722 100,0 Fuente: Instituto Nacional Forestal, Estadstica Forestal ao 1973. Cuadro VII-16 - PRODUCCION DE CARBON PROMEDIOS DE LOS TRIENIOS 1961/63 Y 1971/73 Area 1961/63 1971/73 Toneladas % Toneladas % Chaco 48 678 13,8 73 630 18,1 Formosa 1 494 0,4 6 739 1,6 Salta 14 288 4,0 74 315 18,2 CIRB (Ap) 64 460 18,2 154 684 37,9 Pas 354 123 100,0 407 807 100,0 Fuente: Instituto Nacional Forestal, Estadstica Forestal ao 1973. iii. Postes. La produccin de postes de la CIRB ha experimentado en el ultimo decenio una evolucin dismil a la del total del pas, como surge del cuadro VII-17. Mientras que la demanda nacional prcticamente se ha estancado debido a las reducidas inversiones del sector agropecuario y en menor medida a la sustitucin por postes metlicos, la produccin regional se duplic en el mismo lapso. Este incremento se debe, fundamentalmente, al agotamiento de otras reas productoras del pas, en particular Santiago del Estero y norte de la provincia de Santa Fe. Cuadro VII-17 - PRODUCCION DE POSTES PROMEDIOS DE LOS TRIENIOS 1961/63 Y 1971/73 Area 1961/63 1971/73 Toneladas % Toneladas % Chaco 19 295 11,9 56 026 30,2 Formosa 5 898 3,6 39 586 21,3 Salta 32 812 20,2 27 737 14,9 CIRB (Ap) 58 005 35,7 123 349 66,4 Pas 162 088 100,0 185 631 100,0 Fuente: Instituto Nacional Forestal, Estadstica Forestal, ano 1973. 7.1.3.2 Distribucin zonal Las Zonas II y III renen, como surge del cuadro VII-18, los volmenes ms importantes de extracciones forestales de la CIRB. En estas reas se concentra el grueso de la extraccin de rollizos de quebracho colorado para tanino y las maderas para aserrado con destino a carpintera y tornera, como asimismo los principales aserraderos. En las Zonas del Oeste de la CIRB el mayor volumen de las extracciones tienen como destino la produccin de lea, carbn y durmientes. Debe tenerse en cuenta que esta distribucin no guarda correlacin estricta con la disponibilidad de recursos maderables de las distintas zonas, sino que se adeca a la infraestructura de transportes regionales y a la vecindad de los centros consumidores. Cuadro VII-18 - EXTRACCIONES FORESTALES POR ZONAS DE DESARROLLO Ao 1970 Zonas % Zona I 5,3 Zona II 23,2 Zona III 32,6 Zona IV 17,8 Zona V 6,4 Zona VI 14,7 100,0 Fuentes: Moure, Daniel. Diagnstico Forestal de la provincia de Formosa. Direccin de Estadsticas e Investigaciones Econmicas de la provincia de Salta. Direccin de Bosques de la provincia de Chaco. IFONA. Estadstica Forestal ao 1970. 7.2 Actividad secundaria y servicios 7.2.1 Industria 7.2.2 Energa 7.2.3 Transporte 7.2.1 Industria 7.2.1.1 Evolucin reciente 7.2.1.2 Principales actividades regionales 7.2.1.3 Distribucin espacial 7.2.1.1 Evolucin reciente La industria tuvo como punto de partida la explotacin forestal, especialmente en las provincias de Chaco y Formosa y se concentro en el procesamiento de las maderas duras (durmientes para ferrocarriles, postes, vigas, etc.). Cuando a fines del siglo pasado se descubri la posibilidad de extraer sustancias curtientes del quebracho (tanino), las industrias conocieron una nueva etapa de expansin. Durante la segunda dcada de este siglo tuvo lugar una nueva etapa de desarrollo con el surgimiento de la actividad algodonera. A la actividad derivada de la explotacin forestal, se agrego as la elaboracin del algodn en su primer proceso de industrializacin: el desmotado. En la zona saltona, la actividad tradicional ha sido la industrializacin de la caa de azcar. La explotacin de los yacimientos de petrleo y gas, con su posterior elaboracin en la destilera de Campo Duran, ha diversificado la composicin del producto zonal. La estructura del sector industrial regional se caracteriza por abarcar, en trminos generales, los primeros procesos de manufacturacin de bienes finales de origen agropecuario. Inclusive, el petrleo elaborado en Campo Duran slo provee un reducido grupo de derivados por no ser sta una destilera integrada. Estas condiciones de la industria local en su conjunto, nos permiten caracterizarla como agroindustria, es decir como industria estrechamente vinculada a la transformacin de productos del sector primario. Dada la estrecha vinculacin que existe entre la actividad algodonera y la marcha del producto industrial, la evolucin del valor agregado por el sector en el ultimo decenio ha sido bastante errtica, con amplias fluctuaciones ao a ao, como puede apreciarse en el cuadro VII-19. Cuadro VII-19 - TASA ANUAL DE CRECIMIENTO DEL PRODUCTO INDUSTRIAL Ao Chaco % Formosa % Pas % 1961/62 -4,3 -7,5 -0,9 1962/63 8,2 4,2 -0,7 1963/64 -8,7 2,1 1,1 1964/65 17,3 7,1 8,5 1965/66 -14,0 1,5 0,8 1966/67 -7,7 16,4 2,9 1967/68 6,9 4,7 6,9 1968/69 8,0 10,0 3,2 Mientras que la evolucin del ndice de crecimiento industrial en el pas representa la resultante de tendencias definidas a nivel de diferentes industrias, en el mbito regional asistimos a un vaivn del conjunto de la actividad industrial, lo que seguramente ha acelerado las tendencias hacia la concentracin y la subutilizacin de la capacidad instalada que, como veremos, parecen ser rasgos tpicos de la industria regional. Como consecuencia de ello, el aporte del sector a la generacin de valor agregado es reducida y su capacidad para absorber mano de obra industrial es tambin pequea. La participacin del valor agregado de la industria de Chaco, Formosa y Salta dentro del total nacional oscil, en los ltimos aos, alrededor del 1%, el 0,3% y el 1%, respectivamente. A nivel provincial la industria manufacturera aporta del 18 al 22% del producto en Chaco, del 8 al 13% en Formosa y entre el 23 y el 30% en Salta, como se observa en el cuadro VII-20. A nivel nacional, esta proporcin se ubica en el 33%. Cuadro VII-20 - PARTICIPACION DEL SECTOR INDUSTRIA EN EL PBI A NIVEL PROVINCIAL Aos Chaco % Formosa % Salta % 1961 18,33 10,9 20,7 1962 20,80 13,0 30,5 1963 22,03 12,3 29,9 1964 21,57 12,9 26,5 1965 22,01 12,9 27,9 1966 21,73 11,5 27,5 1967 20,33 10,0 23,6 1968 18,71 11,7 28,9 1969 18,18 8,1 27,6 Fuente: Elaborado por la Unidad Tcnica segn datos de INDEC, Cuentas Sociales. La evolucin del conjunto del sector industrial manifiesta una marcada irregularidad signada por una situacin de estancamiento, como puede apreciarse en el cuadro VII-19. De acuerdo con los datos del Censo Nacional Econmico de 1964, que se consignan en el cuadro VII-21, ms de la mitad de los establecimientos industriales se ubican en la provincia del Chaco ocupando el 53% de la mano de obra local y el 45% del valor agregado por el rea provincial del rea del Estudio: CIRB (Ap). Cuadro VII-21 - Industria manufacturera - Comparacin entre el pas, las provincias y la CIRB Concepto Total del pas CIRB (Ap) CHACO (Ap) FORMOSA (Ap) SALTA (Ap) Totales % sobre pas Totales % sobre Totales % sobre Totales % sobre pas CIRB (Ap) pas CIRB (Ap) pas CIRB (Ap) Establecimientos 143 087 3 613 2,5 1 876 1,3 52 479 0,3 13 1 258 0,9 35 Personal ocupado 1 320 117 27 674 2,1 14 583 1,1 53 2 901 0,2 10 10 190 0,8 37 Obreros ocupados 908 982 19 046 2,1 9 986 1.1 52 1 910 0,2 10 7 150 0,8 38 Productos elaborados (*) 11 885 312 2,6 135 1,1 43 12 0,1 4 166 1,4 53 Sueldos y salarios pagados (*) 1 467 25 1,7 13 0,9 52 2 0.1 8 10 0,7 40 Materia prima empleada (*) 5 552 146 2,6 79 1,4 54 5 0,1 3 62 1,1 43 Valor agregado (*) 5 394 115 2,1 52 1,0 45 6 0,1 5 57 1,0 50 Horas/obreros trabajadas 1 716 36 2,1 19 1,1 53 3 0,2 8 14 0,8 39 (*) Millones de pesos Fuente: Elaborado por la Unidad Tcnica, en base al Censo Nacional Econmico de 1964. La provincia de Salta, en cambio, detenta el 35% de los establecimientos de dicha rea y genera la mitad del valor agregado, ocupando solo el 39% de la mano de obra. En el cuadro VII-22 se han agrupado las industrias procesadoras de materias primas del sector primario: "industrias tradicionales" y las que procesan otros insumos: "industrias dinmicas". Particularizando el anlisis en la provincia del Chaco, el cuadro VII-22 muestra que alrededor del 85% del producto industrial se origina en el primer grupo de industrias. Las ramas ms importantes son la textil - que ha aumentado su participacin en los ltimos aos - con casi el 30% dentro de este primer grupo, seguida por "productos qumicos" y "alimentacin". El segundo grupo de industrias participa en el Chaco con un 15% de su producto industrial, destacndose entre ellas "material de transporte" e "industrias metlicas bsicas". En lo que respecta a la evolucin de la productividad media de la citada provincia, mientras en 1960 alcanzo el 77% del valor nacional, en 1970 haba descendido al 62% del mismo. En este retroceso ha sido uno de los elementos determinantes la cada del empleo industrial, en beneficio de actividades como la construccin y el sector publico que presentan una productividad de la mano de obra apreciablemente menor. As, estimando para 1969 la productividad media por hombre ocupado y por sector y tomando como numero ndice base a la industria manufacturera y electricidad (igual a 100) los otros sectores se adjudican estos valores: agropecuario 30, construccin 65, comercio, finanzas, transporte y comunicaciones 55 y servicios en general 25(*). Es decir, el sector que decrece durante el ultimo decenio es el de ms alta productividad y a la inversa, el que absorbe trabajo es el que revela la menor productividad. (*) Elaboracin propia de la Unidad Tcnica en base a datos de S. Gelman y H. Sormani "Evolucin del Producto Bruto Geogrfico de la Provincia del Chaco", ao 1970, Resistencia, Chaco. Igual anlisis podra efectuarse para Formosa, pues ambas provincias acusan entre 1960 y 1970 un deterioro significativo en su productividad media como consecuencia del traspaso de empleo a ocupaciones de bajo rendimiento productivo por unidad de empleo. Otra caracterstica de la industria regional es que el grueso de la misma, especialmente la textil y taninera, tiene actualmente una considerable capacidad de produccin ociosa que, reactivada, puede permitir la creacin de empleos productivos sin necesidad de nuevas inversiones. Las causas de esa capacidad ociosa deben buscarse, entre otras, en la estrechez del mercado, por cuanto se trata de industrias con grandes escalas de produccin impuestas por condiciones de indivisibilidad y otras razones tcnicas. La baja capacidad de absorcin de mano de obra, que caracteriza a la industria local, se ve agravada por la dependencia de las actividades industriales a la explotacin de los recursos naturales, cuyo procesamiento manufacturero se realiza en su mayor parte fuera de la regin. Cuadro VII-22 - Estructura del producto industrial por provincia - Ao 1969 Rama Salta % Chaco % Formosa % Industrias elaboradoras principalmente de insumos agropecuarios 48,4 84,8 91,8 productos alimenticios 39,4 17,7 25,9 bebidas 2,7 3,0 2,1 tabaco textil 29,7 34,2 calzado y vestido 3,0 1,2 maderas y corcho 6,3 6,8 9,6 muebles y accesorios 0,4 1,1 papel 0,4 cuero y piel 1,1 productos qumicos 19,8 12,2 productos minerales 2,5 2,5 otras 1,5 1,9 Industrias elaboradoras principalmente de otros insumos 51,6 15,2 8,2 industrias metlicas bsicas 5,0 productos metlicos 1,5 1,4 maquinarias 0,5 0,8 material de transporte 8,2 5,6 otras 0,4 derivados del petrleo 31,8 minerales no metalferos 19,8 Fuente: Elaborado por la Unidad Tcnica segn datos de INDEC, Cuentas Sociales. Por otra parte, es definitorio el peso de las empresas extrarregionales en la produccin manufacturera local, como puede apreciarse en el cuadro VII-23 donde se expresa el porcentaje de personal ocupado por ramas de actividad en empresas que poseen casa matriz en la Capital Federal. Esto constituye un indicador de que los excedentes generados en la CIRB escapan al control y decisin regionales. Desde un punto de vista empresarial, las principales ramas de la industria regional estn integradas, tanto horizontal como verticalmente, ya que hay empresas que participan en todas las etapas del proceso de industrializacin hasta la produccin de bienes finales (como en el caso del algodn hasta la etapa de confeccin y produccin de aceites). Pero desde el punto de vista de su localizacin espacial, solo se hallan radicadas las primeras etapas de este proceso, mientras que las etapas finales, a pesar de la integracin mencionada, y por depender de una nica unidad de decisin econmica, se hallan radicadas cerca de los mercados de consumo final, fuera de la CIRB. A raz de esta circunstancia, a partir del ao 1957 se fueron sancionando diversos instrumentos legales de fomento y proteccin industrial en el mbito regional, cuyas consecuencias no fueron muy alentadoras. Es justamente durante el perodo de su aplicacin que se produce el cierre masivo de establecimientos con su colateral desempleo, originando ms de 1 700 desocupados en la provincia del Chaco. De las propuestas efectuadas para acogerse a los beneficios establecidos por las leyes, solo 50 proyectos fueron aprobados, recibiendo los beneficios previstos. Los mismos absorbieron apenas un 2% de los desocupados, en la provincia del Chaco, en el perodo 1957/58. Esta situacin pone en evidencia que las industrias referidas eran intensivas en capital y no en trabajo. Cuadro VII-23 - Empleo local generado por empresas con casa matriz en la Capital Federal Ao 1971 Rama de la actividad industrial Chaco Formosa Personal ocupado Personal ocupado Empresas extrarregionales (*) Total (**) % Empresas extrarregionales (*) Total (**) % alimentos 1 839 3 131 58,7 bebidas 48 372 12,9 21 tabaco 31 textiles 1 602 3 019 53 231 277 44,4 confecciones 84 2 cuero (excl. calzaco) 10 9 madera 90 676 13,3 607 papel 240 240 100,0 imprenta y editoriales 13 4 sustancias qumicas 2 353 2 357 99,8 568 568 100,0 caucho 28 18 productos minerales no metlicos 98 59 hierro y acero 16 metales no ferrosos 425 425 100,0 productos metlicos (excl. mquinas) 161 61 maquinarias (excl. elctricas) 213 mquinas y aparatos elctricos 208 2 varios 45 686 6,5 58 Totales 6 642 11 768 56,4 691 1 686 40,9 (*) Indica los empleos de las industrias cuya casa matriz est en la Capital Federal. (**) Indica el total de empleos relevados por ramas de actividad. Fuente: Elaboracin de la Unidad Tcnica en base a la Encuesta Nacional de Actividades Industriales, Secretara de Estado de la Industria. Ao 1973. Los resultados parecen haber sido aumentar la rentabilidad de las inversiones ya decididas y no modificar estructuralmente la poltica de localizacin industrial, ausente por otra parte en todo el perodo en las tres jurisdicciones provinciales. 7.2.1.2 Principales actividades regionales Como se vio en el prrafo anterior, dentro de la actividad manufacturera regional, las tres ramas dominantes son: alimentos, textiles y productos qumicos. En el Chaco reunan en 1969 el 72% del Valor Agregado sectorial y en Formosa, en igual ao, alcanzaban el 82% del Producto Bruto manufacturero. Pero en realidad estos datos agregados para un contexto productivo tan limitado como el que nos ocupa, encubren una composicin muy peculiar. Es mas correcto entonces analizar las principales actividades correspondientes a estas ramas de produccin. i. Algodn. La industria desmotadora de algodn manifiesta una situacin de estancamiento. Con el desarrollo de las fibras sintticas en el mercado nacional, la industria local ve restringida su demanda interna. En cuanto a la posibilidad de acceso al mercado exterior, ella se ve dificultada debido a que la produccin local es de fibra corta y su calidad se considera mediocre, estando por debajo de la calidad "middling" de los Patrones Internacionales del Upland Americano, con defectos de grosor, madurez y resistencia. La exportacin tambin ha mermado porque los precios internos en algunos perodos superan a los internacionales, por lo que, al retraerse el mercado interno, se crean amplios stocks de difcil colocacin. Dentro de este panorama se aprecia que las desmotadoras particulares cubren el 74% del mercado, las cooperativas el 21% y las desmotadoras oficiales solo el 5% del total, segn datos de la ex Junta Nacional de Algodn para la campaa algodonera de 1968/69. En general las desmotadoras particulares son de capital extrarregional, mientras que las cooperativas son en forma predominante de capitales locales. Las primeras suelen estar integradas verticalmente con hilanderas, tejeduras, etc., en general localizadas fuera del rea. Las segundas son independientes, no integradas, pero una excepcin la constituye UCAL, que posee desmotadoras e hilanderas. Paralelamente con la declinacin algodonera, se abri paso una tendencia a la fusin y concentracin del capital empresario, principalmente en el sector de las hilanderas y tejeduras lo mismo que en el desmotado, reemplazndose las pequeas desmotadoras de operacin ms costosa y diseminadas en el interior por grandes unidades que absorben la produccin de puntos alejados, favorecidas por el desarrollo del transporte. Sin embargo, los costos operativos industriales se han mantenido en niveles altos, conservndose aun plantas que en general no han incorporado cambios tecnolgicos en casi treinta aos. ii. Tanino. La industria qumica del tanino se halla igualmente en una situacin de estancamiento. Los factores fundamentales que lo determinan son, entre otros, la contraccin de los mercados externos, la obsolescencia del parque de maquinarias y la irracionalidad de la explotacin de los bosques naturales. En forma similar a lo acontecido con el algodn a causa de las nuevas fibras artificiales, el extracto de quebracho ha sufrido una persistente sustitucin por otros productos, especialmente por el extracto de mimosa y castao en el mercado internacional de curtientes. Otra limitacin para la produccin del tanino es la reduccin de la demanda de curtiente, lo que ha llevado a la fijacin de cupos de exportacin por acuerdos internacionales que regulan el mercado. A raz de todo ello, las fbricas tanineras quedaron reducidas a cinco establecimientos en Chaco y uno en Formosa. A pesar de que es factible tcnicamente la aplicacin del tanino a otros campos, las tecnologas correspondientes no se han introducido en los grandes mercados, estando muchas de ellas en una etapa de ensayo (floculantes, resinas, etc.). Igualmente retrasada se encuentra la necesaria modernizacin de los procedimientos de explotacin del quebracho, tanto en el bosque como en las plantas industriales, previndose la utilizacin de los desechos en la produccin de paneles de madera aglomerada y compensada, aglutinantes, etc., posibilidades que hasta el presente prcticamente han sido dejadas de lado. iii. Petrleo y gas. Hacia el oeste, fuera de la CIRB pero en su rea de influencia, en el departamento de General San Martn, se realiza la extraccin de petrleo y gas, procesndose el petrleo en la Destilera de Campo Duran (Departamento de San Martn). La produccin ha disminuido sensiblemente en los ltimos aos y casi la mitad del petrleo procesado actualmente en dicha destilera es de origen boliviano. 7.2.1.3 Distribucin espacial Las desmotadoras de algodn, dos hilanderas, un frigorfico, algunas fbricas de aceite y de tanino, aserraderos y fbricas de aglomerado, ms una metalrgica, completan la nmina de los principales establecimientos industriales del Chaco, en su mayora concentrados en la Zona I. En total 179 unidades, 6% del total provincial, controlan ms del 50% del empleo. En el ao 1954 la cantidad de establecimientos chaqueos haba llegado aproximadamente a 2 500 ocupando alrededor de 21 000 personas, de las cuales 4 600 estaban ocupadas en la industria textil (23,2% del total del personal ocupado) mientras que la industria de la madera, con 656 establecimientos ocupaba a 6 860 personas (34,6%). Hacia el final de la dcada, la crisis del algodn se generaliza abarcando a otros establecimientos manufactureros; entre 1959 y 1968 cerraron 21 establecimientos - de los cuales seis eran fbricas de aceite de algodn - privando de fuentes de trabajo a ms de 1 700 personas. En el cuadro VII-24 se puede observar la evolucin de la cantidad de establecimientos y el empleo industrial entre 1954 y 1964 a nivel provincial, para el Chaco. En Formosa funciona una fbrica de tanino (UNITAN) ubicada en la capital. Las desmotadoras son 10 (6 oficiales) y el rubro alimenticio est dominado por pequeos frigorficos locales. Las 10 desmotadoras y la fbrica de tanino (2% del total) reunan 1 320 empleados (47% del total) segn el Censo Provincial de 1969. Cuadro VII-24 - Evolucin del numero de establecimientos y del empleo en actividades significativas del sector industrial - Chaco - 1954/1964 Actividades Nmero de establecimientos Nmero de empleos 1954 1964 Variacin % 1954 1964 Variacin % Desmotado de algodn 97 79 -19 3 591 3 490 - 3 Fbrica de aceite 13 9 -31 1 911 1 476 -23 Fbrica de t anio 10 6 -40 1 614 1 352 -17 Aserraderos 91 82 -10 847 565 -34 Fundicin de plomo 1 1 281 276 - 2 Ingenios Azucareros 1 1 414 95 -78 Fuente: SORMANI Horacio, y FRANCO Roberto. "La Poltica de promocin de Inversiones Industriales en el Chaco: crtica y propuesta". Resistencia, 1970, pg. 15. Al igual que en el Chaco, en Formosa el personal ocupado por establecimientos ha sufrido, a partir de la dcada del cincuenta, una persistente disminucin. En Salta, Orn era en 1964 el departamento con mayor concentracin: 114 establecimientos, con un promedio de personal por establecimiento de 15 personas. Es indudable el gran peso que tiene en este departamento el ingenio de San Martn del Tabacal, que se halla fuera de la CIRB, pero en su rea de influencia. Segn datos de 1970, este ingenio daba ocupacin permanente a 6 714 personas, mientras que el total de personas ocupadas en esta rama para toda la provincia era de 8 275. Esto da una idea de su magnitud. Los departamentos del "chaco salteo" se caracterizan por tener una estructura econmica ms diversificada que Chaco y Formosa: los ingenios y la explotacin del petrleo y el gas contribuyen a ello. La produccin de la destilera no aumenta, porque la mayor parte de las facilidades de transporte se destinan a transportar la produccin de Caimancito (Jujuy) por oleoducto hasta Montecristo (Crdoba) y finalmente a San Lorenzo (Santa Fe). Cabe sealar que Yacimientos Petrolferos Fiscales ha efectuado reconocimientos y exploraciones en casi toda la zona oeste de la CIRB, pero sin resultados positivos hasta el presente. El cuadro VII-25 resume la informacin disponible por Zonas de Desarrollo. La Zona I concentra la mayor parte de la produccin industrial de la CIRB con marcadas diferencias respecto de las restantes zonas, las cuales, a excepcin de la Zona III (cuya industria est bsicamente ligada al procesamiento de la produccin algodonera) tienen un desarrollo industrial insignificante. Si se excluyen de la CIRB los departamentos de Oran y San Martn, dado que en los mismos la produccin industrial se registra fuera de la CIRB, puede advertirse que la Zona I agrupa el 50% de los establecimientos y el 58% del personal ocupado, consume el 90% de la energa y el 59% del valor de las materias primas y produce el 64% del valor de la produccin industrial de la CIRB. En lneas generales la zona participa de las caractersticas propias de la CIRB, con un desarrollo industrial limitado en gran medida a empresas vinculadas a las primeras etapas de elaboracin de la produccin primaria. La industria alimenticia registra la mayor cantidad de establecimientos y personal ocupado. Sin embargo, buena parte de los mismos estn agrupados en ramas de escasa concentracin y valor agregado (fbrica de soda, panaderas). Las principales ramas de este grupo son faenamiento y elaboracin de ganado, elaboracin de aceites de uso domestico y azcar. Se encuentra aqu el nico frigorfico de importancia de la CIRB, perteneciente a CAP y ubicado en Puerto Vilelas, en la vecindad de las ms importantes vas de comunicacin y de las principales fuentes de abastecimiento de materia prima, agua y mano de obra. Trabajando a plena capacidad el frigorfico podra faenar hasta 500 cabezas/da. Suponiendo 200 jornadas anuales de funcionamiento, estara en condiciones de faenar 100 000 cabezas/ao, cifra que equivale al 40% de la faena total registrada en la CIRB o a ms del 80% de la faena de la Zona I. En pocas normales el frigorfico faena hasta la mitad de su produccin para exportacin, fundamentalmente de carnes enlatadas y congeladas, porque segn la tipificacin oficial las carnes vacunas que produce el rea corresponden a tipos de calidad inferior. Debe tenerse en cuenta, sin embargo, que la faena de este frigorfico registrada por la JNC no supera las 50 000 cabezas anuales. La planta no trabaja a plena capacidad por varias razones; una de ellas es que no hay continuidad ni volumen suficiente en el abasto de materia prima. Cuadro VII-25 - Establecimientos Industriales y Personal ocupado Distribucin por zonas (Ad) Ramas de actividades Zona I Zona II Zona III Zona IV Zona V Zona VI Totales (1) (2) (1) (2) (1) (2) (1) (2) (1) (2) (1) (2) (1) (2) Productos alimenticios, bebidas y tabaco (*) 338 2 295 140 267 151 488 89 208 19 34 48 6 833 785 10 125 Textiles, prendas de vestir e industria del cuero 63 1 181 30 863 41 1 101 19 149 153 3 294 Industria de la madera, incluso muebles 95 482 53 376 54 250 9 23 41 877 252 2 008 Papel y productos qumicos del petrleo y editorial 17 93 1 2 4 20 22 115 Substancias y productos qumicos del petrleo 11 842 1 150 12 992 Productos minerales no metalrgicos excluyendo derivados del petrleo y carbn 51 233 8 27 40 113 3 6 11 18 113 397 Industrias metlicas bsicas 1 233 1 233 Fabricacin de productos metlicos, mquinas y equipos 43 216 21 36 25 86 6 7 95 345 Varios 57 118 2 2 6 18 10 15 1 1 76 154 Totales 676 5 693 255 1 573 321 2 076 136 408 20 35 101 7 878 1 509 17 663 (1) Nmero de establecimientos (2) Personal ocupado (*) Falta personal ocupado en mataderos de los Departamentos de Chaco y Salta Fuente: Direccin de Estadstica. Asesora de Desarrollo. Provincia de Salta, 1968, 1969, 1970. Pre-Censo Industrial ao 1969, Chaco Area de Estadsticas, Censo y Documentacin, Provincia de Formosa, 1969 Cuadro VII-26 - Potencia instalada, produccin, energa facturada y usuarios por zonas Servicio pblico, 1970 Zonas Potencia instalada kW Produccin miles de kWh Energa facturada miles de kWh Energa consumida efectivamente por usuario Energa consumida efectivamente por habitante N o de usuarios kWh por usuarios Poblacin 1970 kWh por habitante I 39 132 136 520 80 290 34 314 2 339 280 873 285 II 3 636 5 167 4 716 3 815 1 236 106 660 44 III 6 761 19 711 13 598 8 954 1 518 128 947 105 IV y V 2 071 2 333 1 943 2 288 849 102 522 19 VI 10 346 17 620 15 113 8 876 1 702 155 803 97 Totales 61 946 181 351 115 660 58 247 1 985 774 805 149 Fuente: Anuario de Energa, 1970 (Secretara de Estado de Energa). Existen tres plantas elaboradoras de tanino. Una pertenece a UNITAN y esta ubicada en la ciudad de Formosa. Las plantas de INDUNOR y Welbers S.A. se ubican en las localidades La Verde y La Escondida, ambas del Departamento de General Donovan. UNITAN (filial grupo Progil, francesa) e INDUNOR S.A. (Dow, EE.UU) controlan el 81% de la produccin nacional de tanino y pertenecen al llamado "grupo del castao" por sus conexiones con la produccin internacional de sustancias tnicas a partir de este vegetal. WELBERS controla el 8,9% de la produccin y es de capital nacional. La Zona III agrupaba en 1969 el 22,2% de los establecimientos industriales de la Cuenca, con el 21,2% del personal ocupado en el sector, siguiendo directamente en importancia a la Zona I. Al igual que en la Zona I, la ltima dcada evidencia el cierre de 93 establecimientos industriales. Dentro de los 151 establecimientos que registra la rama "alimentos" en 1969, solamente merecen mencin un frigorfico, con 21 personas ocupadas y dos fbricas de aceites, con 114. El resto carece de inters, pues se trata de pequeos establecimientos casi artesanales, dedicados a la produccin de pan, pastas alimenticias y bebidas gaseosas en pequea escala. En el rubro "textiles", de los 41 establecimientos existentes en 1969, el 63% de los mismos agrupa a la casi totalidad del personal ocupado (97%). Se trata de 23 desmotadoras, que se hallan diseminadas en toda la zona, con una mayor concentracin en el Departamento de Comandante Fernndez. La situacin de la industria textil se ver parcialmente modificada con la implantacin y puesta en marcha de una hilandera de algodn en Senz Pea, cuyos detalles se analizar en el Parque Industrial respectivo. Consiste en una planta integrada desde la fibra hasta la confeccin de prendas, que se llevar a cabo en varias etapas, comenzando con la instalacin de la hilandera. La tecnologa utilizada supone, adems de una notable reduccin en los costos de explotacin unitarios y una mayor calidad de la produccin, un aprovechamiento integral de la fibra de algodn de la regin en todas sus calidades. La otra actividad importante derivada del algodn es la produccin de aceite, cuyo peso hace que el retroceso del cultivo afecte a parte de la industria aceitera a la vez que acelera su concentracin. Entre 1959 y 1968 cerraron 6 fbricas de aceite de algodn en la provincia de Chaco; de ellas, dos pertenecan a la Zona II (la de Villa Angela y la de Quitilipi). En lo que va de entonces a la actualidad, la situacin de deterioro de esta actividad no se ha modificado. En lo que hace a la Industria de la Madera, su desarrollo es incipiente concretndose en 1969, a 13 aserraderos que ocupaban el 60% del personal total ocupado en la Zona II en esta rama de actividad. 7.2.2 Energa 7.2.2.1 Evolucin de los sistemas elctricos pblicos 7.2.2.2 Autoproduccin de electricidad 7.2.2.3 Otras formas de energa La energa disponible en el mbito de la CIRB destaca el modesto nivel alcanzado hasta el presente, donde solamente en el ultimo perodo la inversin en equipamiento elctrico ha dado lugar a obras de magnitud, en particular la Superusina de Barranqueras, interconectada con la de Corrientes. Existen actualmente diversos proyectos que de realizarse convertiran a la Central Barranqueras (Agua y Energa Elctrica de la Nacin) en la cabecera de un importante sistema interconectado de todo el noroeste del pas. Tambin se prev realizar la interconexin de Formosa con la Central Barranqueras y el tendido de lneas de transmisin y distribucin tanto en Formosa como en Chaco y Salta. Asimismo se proyecta expandir las redes de electrificacin rural que actualmente son prcticamente inexistentes. El balance energtico de la CIRB ha de sufrir un notable vuelco de concretarse dos obras de gran magnitud ubicadas en los extremos oriental y occidental de la misma. Se trata de Yaciret-Apip sobre el ro Paran y de Zanja del Tigre sobre el ro Bermejo. Ambas aseguran a mediano plazo una amplia oferta de energa, para cuyo aprovechamiento regional ser todava ms necesario instalar redes urbanas y rurales de transmisin y distribucin, las que ahora resultan muy escasas aun para la potencia actualmente instalada. Es fcil inferir entonces el peso que tienen en el presente las usinas locales de los distintos ncleos urbanos, las que deben extender sus servicios a otros pueblos. Igualmente es destacable la magnitud de la energa autogenerada por diferentes establecimientos industriales (ingenios, aserraderos, etc.) los que en algunos caos contribuyen al servicio publico. 7.2.2.1 Evolucin de los sistemas elctricos pblicos Los servicios de provisin de energa elctrica se hallan casi totalmente restringidos en toda el rea de la CIRB, a los centros urbanos mayores, los que en algunos casos extienden sus servicios a otros pueblos menores (ver figura VII-4). Los departamentos de Libertad y 1 de Mayo en la Zona I, De la Plaza en la Zona II, y 25 de Mayo e Independencia en la Zona III, no poseen usinas generadoras, recibiendo energa de otras centrales del servicio publico. En la Zona V, el Departamento de Bermejo (Formosa) tampoco posee usinas generadoras y en Rivadavia y Matacos las centrales locales solo abastecen a los pobladores de la cabecera del departamento, los que en 1970 eran poco ms de 40 y 70 usuarios, respectivamente. Lo mismo sucede en la Zona I con Laishi, en la cual haba en 1970 alrededor de 70 usuarios. El 86% de la potencia instalada en la provincia del Chaco se localiza en los departamentos de la CIRB; la produccin de energa corresponde al 92% del total, mientras que el 84% de los usuarios estn radicados en el rea. En el caso de la provincia de Formosa la situacin es similar. En Salta solo el 21% de la potencia instalada est radicada en los departamentos de la CIRB, y la cantidad de usuarios llega al 17% del total provincial. Se puede advertir, de acuerdo con los datos volcados en el cuadro VII-26, que a la Zona I le sigue en importancia la Zona VI, tanto en produccin como en consumo por habitante, destacndose tambin la Zona III con un peso relativamente mayor que las restantes. Esto pone en evidencia la relacin directa que existe entre una mayor participacin en el P.B.I. y un mayor consumo de energa en la Zona Este de la CIRB, mientras la Zona Oeste, menos desarrollada, exhibe bajos consumos energticos. La interconexin energtica en la provincia del Chaco abarca ms de 40 localidades en la Zona Este que son atendidas por la empresa provincial de energa (E.P.E.Ch.) con tres usinas y una decena de subestaciones, segn datos de 1970(*). Tambin hay una usina municipal en General San Martn y ms de 30 cooperativas elctricas. (*) Secretara de Energa - Provincia del Chaco. En la Zona I se destaca la moderna superusina de Barranqueras, inaugurada en 1967, que tiene una potencia nominal total de 30 MW, estando compuesta de tres turbogrupos que generan 13,2 kW cada uno de ellos. No obstante, esto solo representa un 0,9% de la potencia instalada en el pas en Centrales de Servicio Publico. Esta Central se halla ubicada sobre la costa del ro Paran, que a la vez de ser el medio utilizado para transportar el combustible (fuel-oil), provee de agua para el enfriamiento de las calderas. La empresa Agua y Energa ha proyectado ampliar al doble la potencia de esta central en un plazo relativamente breve. En Formosa es destacable el esfuerzo realizado para dotar de servicios a varias localidades del interior de la provincia, en su mayora localizadas en la CIRB y para mejorar las redes de transmisin y distribucin. De esta manera se amplio la potencia instalada de las centrales de Misin Laishi y Gran Guardia (Zona I); El Colorado, Piran, Colonia Campo Villafae y Palo Santo (Zona II); Estanislao del Campo, Pozo del Tigre, Las Lomitas, Ibarreta y El Porteito (Zona IV) e Ing. Jurez (Zona V). Hacia mediados de la dcada del sesenta haba en toda la provincia de Formosa una potencia instalada total de 7 256 kW. De ese total, 4 836 kW en localidades del interior. En la provincia de Salta, dentro de la CIRB solo cuentan con provisin de energa elctrica algunas de las localidades ms importantes: Apolinario Saravia, J.V. Gonzlez (Zona VI) y Rivadavia (Zona V). Obvio es sealar que la dispersin de los equipos de generacin atenta contra la calidad del servicio y la seguridad de las prestaciones ya que implica un uso irracional de las inversiones que se realizan en el sector. Esto en algunos casos se expresa en una subutilizacin de la potencia instalada debido a las variaciones en el consumo que terminan por traducirse en excesos de generacin y en otros casos en una demanda insatisfecha. Estos problemas podran resolverse parcialmente a travs de la interconexin, pero para ello debe determinarse un tamao adecuado del sistema que sea compatible con el costo de los equipos y maquinarias de las estaciones y subestaciones proporcionando un factor de utilizacin aceptable. Al respecto, en los estudios sobre las alternativas de abastecimiento elctrico de Formosa, se concluye que la nica subestacin en toda la Zona Este que reunira las condiciones requeridas, sera la de Formosa (**). (**) Kennedy & Donkin. Estudio de las alternativas de abastecimiento elctrico a Formosa. Con respecto a la estructura de la potencia instalada y de la produccin se destaca la generacin por centrales de vapor en Chaco (75%), mientras que en Formosa el 94% de la energa se genera en centrales de combustin interna. Relacionando esta estructura con la del pas, (ver cuadro VII- 27) observamos que en ste el mayor porcentaje lo ocupan las centrales de vapor, con el 76% de la produccin. Esta estructura es posible que cambie en el futuro a favor de un mayor peso de la hidroelectricidad. En su Cuenca Inferior, el Ro Bermejo corre por un valle aluvial muy erosionado, con escasa pendiente longitudinal, donde anualmente se producen desbordes en perodos de crecida, y en el cual las condiciones geomorfolgicas son muy poco favorables para ubicar cierres frontales. Por estas razones, entre otras, es que se hacen difciles las posibilidades de aprovechamiento con fines de generacin hidroelctrica. Sin embargo, segn estudios efectuados por los organismos competentes de la provincia del Chaco, es posible efectuar la instalacin de una central hidroelctrica a la altura de la localidad de Fortn Lavalle(*). Los estudios preliminares realizados por dichos organismos asignan a esta central una potencia instalada del orden de los 30 MH. A tal fin la provincia tiene previsto contratar los estudios de factibilidad necesarios para la concrecin de las obras. Igualmente se prev la instalacin de otra central trmica en las inmediaciones de la anterior. (*) Planes Trienales de la Nacin y Provincia del Chaco. Otros estudios en curso se refieren a los aprovechamientos hidroelctricos de la Alta Cuenca del Ro Bermejo entre los cuales se destaca el de Zanja del Tigre, por su capacidad de generacin. Es obvia la importancia de esta obra para todo el norte del pas, ya que permitira la interconexin regional con niveles aceptables de abastecimiento energtico. La estructura del consumo a nivel provincial muestra grandes divergencias con la existente a nivel nacional, reflejando el menor peso del sector industrial regional, el cual cede lugar en favor de servicios, comercio y sector publico, como puede verse en el cuadro VII-28. 7.2.2.2 Autoproduccin de electricidad La posibilidad efectiva de disponer de energa, proveniente de las redes del Servicio Publico con un nivel de abastecimiento que contemple mrgenes de seguridad y suficiencia, puede convertirse en un factor de estrangulamiento, del desarrollo de la industria regional. Esto es, precisamente, lo que ya ha sucedido en el rea de la CIRB donde, si bien el consumo energtico ha seguido una tendencia similar al PBI regional, esto no significa que la provisin de energa haya sido en algn momento satisfactoria, ya que a travs del tiempo se ha manifestado insuficiente y con dificultades en las redes de transmisin, atentando contra la seguridad de las prestaciones. Esta incapacidad del servicio publico para satisfacer la demanda energtica sirvi de impulso para que las industrias instalaran sus propios equipos de generacin tratando de solucionar su problema de abastecimiento. Es as como en la provincia de Salta, tanto en potencia instalada como en la produccin de energa, tienen prcticamente la misma importancia que las centrales de servicio publico y la autogeneracin. Cuadro VII-27 - Discriminacin de potencia instalada y produccin de energa por provincias (*) (*) Servicio Pblico y Autoproduccin, 1970. a) Estructura de la Potencia Instalada Concepto Chaco Formosa Salta Pas kW % kW % kW % kW % Vapor 41 579 61 1 123 9 28 297 29 4 086 616 61 Combustin interna 26 442 39 11 410 91 53 558 56 1 994 943 30 Hidrulica 14 138 15 609 125 9 Total 68 021 100 12 533 100 95 993 100 6 690 684 100 b) Estructura de la Produccin Concepto Chaco Formosa Salta Pas MWh % MWh % MWh % MWh % Vapor 143 934 75 1 475 6 52 117 26 16 452 581 76 Combustin interna 46 850 25 24 816 94 117 316 58 3 720 353 17 Hidrulica 32 712 16 1 554 611 7 Total 190 784 100 26 291 100 202 145 100 21 727 545 100 Fuente: Secretara de Estado de Energa - Elaboracin Propia UT. Cuadro VII-28 - Estructura del Consumo Provincial. Ao 1972 Rubro Chaco Formosa Salta Pas % % % % Residencial 42,4 44,6 37,8 33,1 Comercial 15,4 20,2 20,2 12,2 Industrial 23,9 12,1 21,6 41,0 Obras Sanitarias 3,0 11,0 1,1 3,2 Oficial 8,2 2,7 10,7 4,5 Alumbrado Publico 7,0 8,4 8,6 4,1 Traccin 1,7 Otros 0,1 1,0 0,2 Totales 100 100 100 100 Nota: Energa Elctrica facturada por el Servicio Publico. Fuente: Sec. de Estado de Energa. Anuario Estadstico. Datos Provisionales. 1972. En la provincia del Chaco este hecho no es tan evidente, pues las centrales de servicios pblicos cubren el 72% de la potencia instalada y el 83% de la producida. La provincia de Formosa, que en general tiene una menor infraestructura energtica que las otras dos, cubre sus necesidades de produccin en ms del 90% con el servicio publico. Observando el cuadro VII-29, comparativamente con el cuadro VII-26, vemos que la autoproduccin es mayoritaria en las Zonas IV, V y VI. La autoproduccin en la Zona I, si bien es segunda en importancia, en trminos absolutos no llega al 25% del servicio publico. Cuadro VII-29 - ESTRUCTURA DE LA AUTOPRODUCCION POR ZONAS - Ao 1970 Zonas Potencia instalada Produccin kW % Miles de kWh % I 17 365 32,78 32 288 32,63 II 119 0,22 77 0,08 III 2 154 4,07 1 456 1,47 IV y V 11 084 20,93 38 735 39,16 VI 22 244 42,00 26 376 26,66 Total 52 966 100 98 932 100 Fuente: Sec. de Estado de Energa. Debe recordarse que la autoproduccin como forma de paliar las dificultades circunstanciales de abastecimiento energtico, solo resulta econmica bajo ciertas condiciones o requisitos, entre los cuales podemos sealar: la seguridad de abastecimiento rpido de combustibles, la mejor utilizacin posible del factor de carga y, por ultimo, la posibilidad de mantener el grupo solo como reserva. En el caso de ingenios, aserraderos, etc., estas condiciones se satisfacen con la utilizacin de residuos de su propia produccin. En los ingenios, que adems necesitan disponer de vapor para los procesos de produccin, se utiliza el bagazo de la caa de azcar como combustible para la autoproduccin de energa. Es evidente que en el caso de la utilizacin de petrleo, la operacin de estos pequeos grupos se encarece ms, no solo a causa de los precios del combustible y de sus fletes, sino tambin por la obsolescencia general de los equipos, que los hace sumamente antieconmicos. En 1970 se destaca el sector de la industria manufacturera como el principal autoproductor de energa, sobre todo en Chaco y Formosa, con el 99% y el 88% respectivamente sobre los totales provinciales. Dentro del sector de industrias extractivas se destaca en Salta la autoproduccin de Y.P.F. con mas del 38% del total. En el Chaco la rama de productos qumicos aporta el mayor porcentaje, con el 39% sobre el total, siguindole en importancia alimentos y bebidas con el 37%. En cambio en Formosa las empresas tanineras producen por s solas el 92% del total de autoproduccin provincial. 7.2.2.3 Otras formas de energa Dentro de la produccin y consumo regional de otras fuentes energticas solo merece considerarse la produccin regional de carbn vegetal, ya analizada en el punto 1.3 de este captulo. Como se recordar, la produccin destinada al consumo regional representa aproximadamente el 30% de los volmenes nacionales, ubicndose stos en las 400 mil toneladas. Se destaca en primer lugar Chaco, seguido de Salta, mientras que la produccin formosea es sensiblemente inferior. El carbn producido en la CIRB se destina al consumo domestico local o a abastecer industrias regionales. El consumo ms importante corresponde a Altos Hornos de Zapla, en Jujuy, el que en 1970 fue de 180 mil toneladas de carbn vegetal (20% fue de origen chaqueo). Otro consumidor de relativa importancia es la planta concentradora de plomo de la Cia. National Lead, en Resistencia, la cual demanda aproximadamente 7 mil toneladas anuales. La demanda futura podra incrementarse sustancialmente si se concretaran proyectos tales como la ampliacin de la capacidad siderrgica de Altos Hornos de Zapla o la concrecin del proyecto Ferrochaco S.A. que propone la instalacin de una empresa siderrgica en la vecindad de Resistencia, con una demanda estimada de carbn vegetal del orden de las 100 mil toneladas al ao. 7.2.3 Transporte 7.2.3.1 Sistema vial 7.2.3.2 Sistema ferroviario 7.2.3.3 Sistema fluvial 7.2.3.4 Principales flujos del transporte regional Como es comn a todo proceso de ocupacin territorial, en su primera etapa el desarrollo de las vas de comunicacin regionales se organiza en torno a los accesos naturales brindados por los ros Paran y Paraguay y en menor medida mediante la apertura de accesos terrestres precarios desde las zonas vecinas de mayor desarrollo, Salta en el oeste y Santa Fe en el sur A su vez surgen, a fines del siglo pasado, los primeros centros poblacionales de la Zona Este (Colonia Popular, Barranqueras, etc.). A medida que la colonizacin agrcola y pastoril decae toma auge la explotacin forestal, para la cual se hace necesario habilitar nuevos medios de transporte. De este modo aparece el ferrocarril, cuya primera lnea viene desde el litoral santafecino. Con el desarrollo de las vas de comunicacin, y especialmente con el tendido en el ao 1909 del ferrocarril de Barranqueras hacia el oeste, la actividad econmica se expande en la misma direccin, facilitando la explotacin de los bosques y praderas en las zonas adyacentes a Presidencia Roque Senz Pea, Avia Terai y Napenay en Chaco. Algo similar ocurri en Formosa con la construccin entre 1908 y 1930 del ferrocarril que une la localidad de Embarcacin en Salta con Formosa capital. Las estaciones e instalaciones ferroviarias se convierten entonces en ncleos centrales para formar nuevas poblaciones estables y, simultneamente, impulsar la formacin de nuevas colonias, actuando de esta manera como factor bsico para la extensin geogrfica de las actividades econmicas, como ya se ha visto en el captulo VI. Un anlisis preliminar de la evolucin durante los ltimos decenios de los sistemas de comunicacin terrestre, revela una sensible disminucin del transporte ferroviario lo que, siendo un fenmeno de tipo general, tambin se reproduce en la zona de la CIRB. Entre sus causales especficas puede mencionarse la falta de planificacin y coordinacin racional de los distintos sistemas. Como ejemplo de ello cabe sealar que dos de las principales rutas del rea (ruta nacional N 16 y ruta nacional N 81) corren paralelas a las principales vas ferroviarias, mientras que hacia el interior de la CIRB, sobre todo en las Zonas IV, V y VI, las redes vial y ferroviaria son casi inexistentes. El transporte por ruta ofrece por otra parte una mayor flexibilidad y dinamismo, sobre todo en las Zonas I, II y III, transportando las cargas "de puerta a puerta". A ello se agrega que en los ltimos aos se desarrollo notablemente el transporte por cuenta propia, que muchos productores prefieren por la independencia y multiplicidad de uso que les permite. 7.2.3.1 Sistema vial A medida que la regin experimenta los cambios derivados de la expansin de sus actividades econmicas, del crecimiento demogrfico y del desarrollo urbano, el sistema vial del rea tambin se va ampliando y densificando. Ello no obstante, aun hoy la infraestructura de transporte es insuficiente y carece de una red complementaria de vas de penetracin que constituya un vnculo eficiente de interconexin entre las principales rutas del rea (ver figura VII-5). Asimismo, en la CIRB se repite el esquema de la red vial nacional y las rutas responden en general a un trazado convergente con centro en la zona de Resistencia-Barranqueras, el que acta como principal vnculo de conexin con otras regiones. Si bien no se poseen datos actualizados, homogneos y completos para toda la Cuenca, es posible ofrecer un panorama global, por provincia, del sistema vial: i. Chaco. La infraestructura vial de la provincia estaba integrada a principios de 1971, de la siguiente manera (cuadro VII-30). Cuadro VII-30 - COMPOSICION DE LA RED VIAL CHACO, 1971 Tipo Red Nacional km Red Provincial Totales km Primaria km Secundaria km Pavimento 668 87 - 755 Mejorado - - - - Natural 643 1 310 2 872 4 825 Totales 1 311 1 397 2 872 5 580 Fuente: Direccin Nacional de Vialidad. En cuanto a los caminos municipales y vecinales, existe una red con alrededor de 7 000 km, de los cuales solo 1 000 km poseen trabajos de conservacin y mantenimiento. En la actualidad se halla pavimentada la ruta nacional N 90 en una extensin de ms de 150 km, uniendo Resistencia (en la Zona I), con las localidades de la Zona II: General San Martn (Chaco), El Colorado y Villa Dos Trece (Formosa). Hacia el sur la ruta N 89, sin pavimentar, comunica la capital chaquea con Villa Angela y Charata, mientras que la ruta nacional N 94 con una longitud de 132 km en el Chaco, vincula a esta provincia con Santiago del Estero. Tambin hacia el sur la ruta nacional N 95 vincula a las Zonas III y IV con Santa Fe, mientras que hacia el norte lo hace con Formosa en Fortn Lavalle. Esta ruta se halla asfaltada entre las ciudades de Villa Angela y Tres Isletas. La ruta N 16, que sirve de lmite sur y vnculo de todas las zonas de desarrollo de la CIRB, tiene una extensin de aproximadamente 300 km en esta provincia; une el rea urbana de Resistencia- Barranqueras - Puerto Vilelas con Salta y desde all deriva haca el norte chileno, mientras que empalmando en la Zona VI con las rutas N 34 y 50, permiten conectar la CIRB con el sur boliviano. El punto de contacto con la Repblica del Paraguay se establece en Clorinda, a travs de la ruta N 11, con cerca de 195 km pavimentados en el Chaco. ii. Formosa. El sistema vial de la provincia de Formosa, uno de los menos desarrollados del pas, adolece de serias fallas en su traza, porque no logra vincular en forma eficiente las distintas zonas productivas. A ello se suma que en su mayor parte no puede ser utilizado en forma permanente, especialmente en los perodos de lluvia (verano y otoo). El total de caminos pavimentados llega a poco ms de 440 km. La ruta troncal N 81 que vincula todas las zonas, a excepcin de la III, posee solo 120 km de pavimento sobre un total de 500 km, uniendo la ciudad de Formosa con Embarcacin (Salta). Conectando dicha ruta con la N 11 a Asuncin, es posible llegar a San Pablo, Brasil. Las zonas de mayor actividad productiva se hallan servidas por la ruta nacional N 86 y la provincial N 1. La red se compone de la siguiente manera, segn el cuadro VII-31. Cuadro VII-31 - COMPOSICION DE LA RED VIAL FORMOSA, 1970 Tipo Red Nacional km Red Provincial Totales km Primaria km Secundaria km Pavimento 236 - - 236 Mejorado - - - - Natural 1 177 1 415 596 3 188 Totales 1 413 1 415 596 3 424 Fuente: Direccin Nacional de Vialidad. iii. Salta. Las principales rutas de vinculacin en el sector salteo de las Zonas V y VI de la CIRB se conectan con el Chaco a travs de la ruta N 16 y con Formosa a travs de la ruta N 81. En el sur la ruta pavimentada N 34 y la N 5 vinculan la Zona VI con la provincia de Santa Fe. La ruta nacional N 34, de trazado norte sur, conecta las zonas productoras agrcolas de Oran y Tartagal y al mismo tiempo el resto del pas con Bolivia. Esta ltima vinculacin se hace tambin mediante la ruta N 50 pasando por Aguas Blancas, mientras que la N 34 lo hace pasando por la localidad de Pocitos. La composicin de la red provincial se aprecia en el cuadro VII-32. Cuadro VII-32 - COMPOSICION DE LA RED VIAL SALTA, 1970 Tipo Red Nacional km Red Provincial Totales km Primaria km Secundaria km Pavimento 586 108 - 694 Mejorado 768 1 716 1 974 4 458 Natural 1 287 - 1 936 3 223 Totales 2 641 1 824 3 910 8 375 Fuente: Direccin Nacional de Vialidad. 7.2.3.2 Sistema ferroviario Dentro de la regin, la parte mejor dotada de infraestructura ferroviaria es la correspondiente a Chaco, especialmente en las Zonas I, II y III con una extensin aproximada de 1 200 km en total. La lnea principal es la que corre entre Resistencia-Barranqueras y Taco Pozo. Las dems conexiones son de acuerdo a su importancia: Ramal que viene desde Santiago del Estero, pasa por General Pinedo y empalma en Avia Terai. Forma parte de la super red Troncal ya proyectada. (Zona III). Ramal que viene desde Santa Fe, empalmando en Charadai, con terminal en Resistencia (Zona I). Ramal desde Presidencia Roque Senz Pea hasta Tres Isletas y Juan Jos Castelli. (Zonas III y IV). Ramal que une Lapachito con Colonia Elisa, Cap. Solari, Colonias Unidas y finalmente Laguna Limpia (Zona I y II). La lnea ferroviaria que corre en Formosa tiene una extensin de casi 500 km, vinculndose en Embarcacin con el resto de la red nacional. Es el nico sistema permanente de integracin provincial, dado que en pocas de lluvia se interrumpe la circulacin en gran parte de la red vial. Transporta principalmente carbn vegetal hacia Altos Hornos Zapla y productos forestales (rollizos, postes y durmientes) hacia la ciudad de Formosa. Sin embargo, la decadencia del Puerto Formosa, sumada a problemas de mantenimiento de vas y obras, tambin a la falta de renovacin del material rodante, conspiran contra el rendimiento de esta va. En el rea saltea de las Zonas V y VI, prcticamente en el lmite oeste existe un ramal ferroviario que vincula estas zonas con Bolivia, a travs de Yacuiba. Esta misma lnea es la que se bifurca al llegar a Embarcacin, dirigindose hacia Formosa y el otro ramal se dirige hacia Tartagal, siguiendo por Yacuiba hasta Santa Cruz de la Sierra. 7.2.3.2.1 Flujos de trfico ferroviario. En el movimiento de carga de las lneas ferroviarias del rea, los flujos de mayor importancia son: Cereales: (maz y sorgo), que anos atrs llegaba a un volumen de ms de 100 000 ton de cada uno de ellos. El destino del sorgo, en una gran proporcin eran los puertos de Santa Fe y Rosario. Minerales: (sulfures de plomo, plata y zinc), con mnimo de 10 000 ton. Su origen est en Tres Cruces (Jujuy), y se transporta a la planta local de plomo de la National Lead Co, en Puerto Vilelas. Ganado: El servicio ferroviario para este tipo de trfico es bastante usado en el mbito regional. Carbn y cemento: El carbn de lea producido en la regin, tiene como destino Altos Hornos Zapla, mientras que el cemento se transporta a Bolivia. Petrleo y derivados: Es importante el transporte de estos productos, con un gran movimiento en la localidad de Embarcacin, destacndose el transporte de gas propano. Trigo: Proveniente de la zona centro-litoral del pas, su destino es Puerto Vilelas, siendo transportado con destino al rea de la CIRB para eliminar el dficit de la produccin local. 7.2.3.2.2 Situacin actual de la infraestructura ferroviaria. Dentro de los distintos planes elaborados para racionalizar las redes ferroviarias del pas, especial consideracin mereci siempre el Ferrocarril Belgrano que se ha manifestado como uno de los ms deficitarios: en 1968 arroj un dficit de alrededor de 233 millones de pesos. La ex Secretara de Estado de Obras y Servicios Pblicos consideraba a la lnea Embarcacin- Formosa (con 702 km de longitud) como "comercialmente no conveniente". A pesar que esta denominacin no necesariamente implicaba su clausura, el ramal de 0,75 m de trocha entre Lapachito y Zapallar, con una longitud de 75 km, finalmente fue clausurado. Los estudios para racionalizacin del sistema abarcaron los siguientes ramales: Presidencia Roque Senz Pea - Castelli con 101 km de longitud; Resistencia - Avia Terai con 197 km de longitud y Avia Terai - Tostado (Santiago del Estero) con 700 km, todos ellos en la Zona IV; y Pichanal - J.V. Gonzlez en la Zona VI. Acerca de este ultimo ramal cabe acotar que se proyectaba convertirlo en parte de una super red Troncal para desarrollo de velocidades superiores a los 100 km/h, vinculando la zona con Santa Fe y Rosario. En la figura VII-6 se consigna el estado de las vas frreas de la CIRB. 7.2.3.3 Sistema fluvial El puerto ms importante en el rea de la CIRB es el de Barranqueras que se halla ubicado a corta distancia de Resistencia, a orillas del riacho del mismo nombre. Este curso presenta dificultades para su navegacin hacindose necesario un intenso dragado que tiene un costo muy superior al dragado del puerto de Corrientes, en la margen opuesta del ro Paran. Para efectuar las operaciones, es necesario proceder a desarmar los convoyes de empuje, ya que Barranqueras no tiene rada ni espejo de suficiente agua, por lo cual solo puede entrar una barcaza por vez al puerto. A pesar de esta circunstancia Barranqueras tiene una gran zona de influencia que abarca a las provincias del Noroeste e inclusive Bolivia. Se accede al puerto por varias rutas (11, 16, 90) algunas de ellas muy importantes por ser colectoras de los caminos interiores de las zonas de produccin agropecuaria. Por ferrocarril el puerto de Barranqueras se comunica con Salta y accede hasta Bolivia. Como se puede observar tericamente el radio de influencia de Barranqueras es sumamente amplio, aun cuando en la prctica est paralizado. El puerto tiene una profundidad mxima admisible al pie de 3,05 m o 10 pies, en un frente de atraque de casi 800 m, contando con 11 gras, 4 motoestibadores y varias playas y depsitos. Cuenta entre otras facilidades con 12 muelles y espigones operados por particulares, en su mayora construidos en 1935 y 1945. Estas instalaciones corresponden en su mayora a compaas agroindustriales, tanineras y petroleras. 7.2.3.4 Principales flujos del transporte regional Al considerar la movilizacin de productos en la CIRB se pueden reconocer dos tipos de transporte: uno de carcter eminentemente regional y otro interregional. Entre los principales componentes de dicho transporte se destacan los flujos de algodn, frutos y hortalizas, ganado y minerales. i. Algodn. El transporte vial de la fibra y semilla de algodn es utilizado en casi toda la provincia del Chaco y gran parte en Formosa. El trayecto que va desde el productor hasta el acoplador y/o cooperativa, en general es corto pues estos ltimos se hallan localizados en las zonas de produccin. La etapa siguiente, recorrida entre los acopladores y las desmotadoras, supone un trayecto ms largo, especialmente debido a que las desmotadoras se concentran mayormente en Resistencia y Presidencia Roque Senz Pea. Ambas etapas de transporte se realizan dentro de la regin y preferentemente por camin. (Ver cuadro VII-34). La etapa de industrializacin, especialmente de hilado y tejido, se localiza bsicamente fuera de la CIRB en su mayora en el Area Metropolitana y Santiago del Estero. De esta manera, la casi totalidad del algodn producido es enviado fuera de la regin, utilizndose para ello casi exclusivamente unidades automotrices de gran tamao. (Ver cuadro VII-33 y figura VII-7). ii. Frutas y hortalizas. Las zonas productoras se localizan en el este del Chaco y Formosa y en el Departamento de Oran en Salta. Las etapas del proceso de transporte que se realizan en la regin van desde el productor a los mercados minoristas locales. La produccin de la Zona Este se concentra en Resistencia y desde all es enviada por carretera al Area Metropolitana (70%) y el resto a Rosario, Santa Fe y Crdoba (30%). Desde el departamento de Oran la produccin se transporta directamente hacia el litoral. Por rubros, el destino de la produccin es el siguiente (ver figura VII-8): Choclo Buenos Aires y Santa Fe Ajo Buenos Aires y Santa Fe Papa Buenos Aires y Santa Fe Batata Santa Fe y Crdoba Zapallo Santa Fe y Cuyo Sanda Buenos Aires y Santa Fe Tomate Santa Fe Pimiento Santa Fe Segn datos de la Corporacin del Mercado Central de Buenos Aires, la importancia relativa del transporte de frutas y hortalizas por va frrea ha disminuido notablemente en los ltimos 10 aos, pasando del 62% al 19%. En cuanto al transporte fluvial, el escaso volumen de frutas transportado corresponde exclusivamente a bananas. Las empresas transportistas de frutas y hortalizas poseen camiones refrigerados que tambin son usados en el traslado de otros productos perecederos, ya que el mayor volumen de aquellas se transporta entre octubre y diciembre, decayendo notoriamente en otros perodos del ao. Cuadro VII-33 - Destino de la produccin de algodn desmotado (1972) Hilanderas Ton % Gran Buenos Aires 30 41 500 39,22 Capital Federal 7 32 800 31,00 Resto de la Provincia de Buenos Aires 10 12 400 11,72 Corrientes 1 6 500 6,14 Santiago del Estero 2 5 300 5,01 Chaco 2 3 300 3,12 Santa Fe 2 2 100 1,99 Tucumn 1 1 300 1,23 Formosa 1 600 0,57 Totales 56 105 800 100 Fuente: D.N.E. y S.R. (S.E.A. y G.) Figura VII-7 - MOVIMIENTO DE ALGODON DESMOTADO Origen Destino Figura VII-8 - Movimiento de hortalizas y frutas Cuadro VII-34 - Destino del algodn en bruto por zonas - Ao 1971 Destino Ton Porcentaje Zona I 19 682 15,5 Capital (Formosa) 8 929 Makall (Formosa) 400 Margarita Beln (Chaco) 1 250 Resistencia-Barranqueras (Chaco) 9 103 Zona II 28 699 22,5 Colonia Elisa (Chaco) 2 550 Colonias Unidas (Chaco) 9 427 El Colorado (Formosa) 7 057 General San Martn (Chaco) 4 650 Piran (Formosa) 1 145 Presidencia de la Plaza (Chaco) 3 870 Zona III 69 731 54,8 Machagai (Chaco) 5 390 Quitilipi (Chaco) 11 890 Senz Pea (Chaco) 52 451 TOTAL ZONA ESTE 118 112 92,8 Zona IV 9 080 Castelli 7 144 Ibarreta 1 936 TOTAL ZONA OESTE 9 080 7,2 Provincia de Chaco (Ad) 108 125 85 Provincia de Formosa (Ad) 19 067 15 TOTAL CIRB (Ad) 127 192 100 Fuente: Direccin Nacional de Economa y Sociologa Rural (S.E.A. y G) Las distancias recorridas, teniendo en cuenta las zonas productoras, oscilan entre un mnimo de 500 km y un mximo de casi 1 800 km. Las empresas transportistas entregan la carga directamente en frigorficos o depsitos. Se estima que ms del 50% de las operaciones utilizan camiones de 3 a 10 ton; alrededor del 40% se hace con camiones de ms de 10 ton y el resto se efecta en unidades menores. iii. Ganado. En el rea de la CIRB, los ramales ferroviarios atraviesan zonas de explotacin pecuaria, donde se los utiliza para el transporte de ganado a tal punto que dicho trfico acapara la mayor proporcin de cargas dentro del mbito regional. En los caminos secundarios, la transitabilidad de vehculos pesados es hasta cierto punto aleatoria. El transporte de ganado est sujeto a las normas que fija Vialidad Nacional estableciendo, entre otras, el nmero de ejes admitidos por tipo de calzada y el peso mximo, que llega a 30 ton. Cabe consignar que no existen en la regin datos homogneos sobre origen y destino de la carga transportada por va terrestre, especialmente en Chaco y Salta (ver figura VII-9). iv. Plomo y zinc. Estos minerales, cuya produccin oscila en las 40 000 ton/ao, son producidos en Tres Cruces (Mina Aguilar, Jujuy) en forma de sulfuros de plomo y zinc, adems de sales de plata; son transportados por ferrocarril hacia puerto Vilelas, donde se procesan. Figura VII-9 - Movimiento de ganado vacuno Fuente de datos: 1) Area de Estadsticas, Censos y de Documentacin (Formosa) 1967, 1969. 2) INTA Senz Pena 1972.
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
VIII. Caractersticas de la explotacin rural 8.1 Tamao y tenencia de las explotaciones 8.2 Practicas de manejo 8.3 Estructura de la comercializacin En el captulo anterior se ha descrito la evolucin cuantitativa de la produccin regional. En este se analizan los factores que condicionan el actual desempeo productivo de la CIRB y su posibilidad de evolucin futura. En lo que hace a la produccin rural, resulta claro que no es la escasez de los recursos naturales lo que acta como limitante a su desenvolvimiento. Contrariamente, el acceso del productor a la tierra, en la doble dimensin de la superficie de los predios y las condiciones de tenencia de los mismos, gravita en numerosos aspectos de la actividad rural, como ser el destino de la explotacin y de la produccin, la productividad, etc. Igualmente relevante resultan las practicas de manejo vigentes, entendidas en un sentido amplio para dar cabida a tecnologas, infraestructuras, capitalizacin, financiacin, etc. Finalmente, y dado el carcter de proveedora de productos agropecuarios que ostenta la regin, el conocimiento de los aspectos vinculados a la comercializacin de sus principales productos arrojara luz sobre la evolucin de la actividad rural. Desde esta perspectiva y en este orden se pasara revista a los temas mencionados. 8.1 Tamao y tenencia de las explotaciones 8.1.1 La situacin en 1960 8.1.2 Cambios ocurridos a partir de 1960 8.1.1 La situacin en 1960 En la Cuenca existan 28 400 explotaciones agropecuarias, equivalentes al 6,0% del total nacional. Tales explotaciones tenan una superficie declarada de 10,5 millones de ha, algo menos de la mitad de la superficie territorial de la Cuenca (ver cuadro VIII-1). Del cuadro VIII-1 se deduce que el tamao medio de las explotaciones a nivel nacional y a nivel de cuenca es bastante similar, alrededor de 370 ha. Sin embargo, dentro de las zonas en que se ha dividido la CIRB, las cifras son muy variables. En el cuadro VIII-2 se presenta la distribucin y el tamao medio de las explotaciones y en el se aprecia que los tamaos medios mas reducidos estn en el este. Cuadro VIII-1 - Distribucin de las explotaciones agropecuarias por regiones - Ao 1960 Regin Miles de explotaciones % (*) Superficie miles de ha % (*) CIRB (Ad) 28,4 6,0 10 519 6,0 Chaco + Formosa 38,0 8,1 10 048 5,7 El pas 471,8 100,0 175 142 100,0 (*) Porcentaje respecto al pas. Fuente: "Censo Nacional Agropecuario 1960" Buenos Aires, 1964. INDEC. El indicador del "tamao medio" no revela sin embargo la profunda desigualdad existente en materia de distribucin de la tierra. En efecto, si se consideran los estratos de tamao de las explotaciones se observa que el inferior posee solo el 1,3% de la superficie total y en cambio, en el estrato superior, el 0,8% de las explotaciones cubre el 34,8% de la superficie (ver cuadro VIII-3). El grado de desigualdad en la distribucin de la tierra es extremadamente variable si se lo analiza por zonas. En la figura VIII-1 se han graficado los valores porcentuales acumulados de las cifras del cuadro anterior para las Zonas I y III, que son las que presentan las situaciones extremas. Se ha calculado para cada caso el llamado "coeficiente de Gini", que relaciona la superficie comprendida entre la diagonal OA y la lnea quebrada correspondiente a cada zona con la superficie del tringulo OAB (*). (*) El coeficiente de Gini puede oscilar entre 0 y 1. El valor 0 significa que todas las explotaciones son del mismo tamao, y a medida que crece la desigualdad, el valor del coeficiente tambin crece. Figura VIII-1 - Nmero de explotaciones y su superficie - porcentajes acumulados Cuadro VIII-2 - Distribucin y tamao medio de las explotaciones agropecuarias por zonas - Ao 1960 Zonas Nmero de explotaciones Superficie miles de ha Tamao medio ha Zona I 4 399 1 714 390 Zona II 7 342 1 384 189 Zona III 7 439 486 65 Zona Este 19 180 3 584 187 Zonas IV y V 7 861 5 128 652 Zona VI 1 404 1 807 1 287 Zona Oeste 9 265 6 935 749 Total CIRB 28 445 10 519 370 Fuente: Censo Nacional Agropecuario 1960, Buenos Aires, 1964 - INDEC. El coeficiente de Gini resultante es 0,82 y 0,45 para las Zonas I y III respectivamente. Un dato adicional ilustra el desequilibrio entre ambas zonas: las explotaciones mayores de 2 500 ha cubren el 69% de la superficie declarada en la Zona I y slo el 5% de la misma en la Zona III. Similar situacin se comprueba al clasificar las explotaciones segn el numero de cabezas de ganado vacuno. En la figura VIII-2 se han dibujado las curvas que permiten calcular el coeficiente de Gini, el que toma los valores extremos 0,84 y 0,50 para las mismas Zonas I y III. Es decir, existe bastante coincidencia entre el perfil distributivo de tierras y el de vacunos. Se evidencia, por tanto, la coexistencia de gran numero de pequeas explotaciones con poca significacin en el total de la tierra agrcola y de una limitada cantidad de grandes explotaciones que concentran una gran parte de la superficie disponible. Interesa precisar que parte de estas pequeas explotaciones puede ser considerada como minifundio. Para ello se har uso de los antecedentes que entrega el trabajo de CONADE-CFI (*), que clasifica las explotaciones en subfamillares, familiares, multifamiliares medianas y multifamiliares grandes (**). Se supondrn minifundios las explotaciones subfamiliares por su incapacidad para dar trabajo productivo permanente a la oferta de mano de obra familiar. (*) CONADE-CFI: "Tenencia de la Tierra", Buenos Aires, 1964. (**) El criterio de clasificacin es la capacidad de empleo de mano de obra permanente de las explotaciones, usando las practicas culturales corrientes: a) subfamiliar: menos de 2 hombres/ao; b) familiar: entre 2 y 4 hombres/ao; c) multifamiliar mediana: mas de 4 y hasta 12 hombres/ao; d) multifamiliar grande: mas de 12 hombres/ao. La zonificacin de CONADE-CFI presenta coincidencias parciales con la realizada por la Unidad Tcnica para la regin. As, la "Subzona algodonera" comprende la Zona III en su totalidad, ms los departamentos de Sargento Cabral-Presidencia de la Plaza (Zona II), mas otros 5 departamentos de la Provincia del Chaco ubicados al sur de la Zona III y fuera de los lmites de la Cuenca (Ad). Para esta subzona CONADE-CFI fija en menos de 25 ha el tamao de las explotaciones subfamiliares. La "Subzona Chaquea Norte", comprende la totalidad de las Zonas I, IV y V y los Departamentos de San Martn y Piran de la Zona II. Aqu el lmite propuesto para las explotaciones subfamiliares es de 100 ha. Aplicando estos criterios, se concluye que de las 27 000 explotaciones existentes desde la Zona I a la Zona V, 16 000 son minifundios, cifra que es casi un 60% de aquel total. La mayor concentracin de minifundios se encuentra en las Zonas II y III, con un total de 8 300 explotaciones de ese carcter. En lo que hace al rgimen de tenencia, el cuadro VIII-4 muestra que la Cuenca enfrenta una situacin muy especial en el contexto nacional. Las explotaciones de propiedad del productor son apenas el 14% del total de la Cuenca frente a cifras del orden del 50% para la regin pampeana y para el promedio del pas. En cambio, las explotaciones en tierras fiscales son casi el 56% en la Cuenca, lo que presenta una gran diferencia con las de la regin pampeana y el pas, que son del orden del 0,5 y 8,6% respectivamente. Los cuadros VIII-5 y VIII-6 presentan la informacin de tenencia desagregada por Zonas. Las Zonas I y VI son las que tienen un mayor porcentaje de explotaciones y son, tambin, las que poseen menos explotaciones en tierras fiscales. Hay que destacar el hecho de que, coincidentemente con esta situacin, la Zona I presenta la mayor desigualdad en la distribucin del recurso tierra y en la del stock ganadero. Esta circunstancia puede obedecer a la intencin de entregar la tierra fiscal en grandes unidades y/o a la incapacidad econmica de los propietarios pequeos y medianos que los ha llevado a liquidar sus predios, favoreciendo de esta manera la concentracin de la propiedad. En otras palabras, al parecer, la poltica agraria oficial no ha provocado una racional distribucin de la tierra tendiente a incrementar la ocupacin de mano de obra y a intensificar el uso del recurso mediante su reparticin mas igualitaria, conjuntamente con mecanismos eficientes de apoyo tcnico y financiero a los productores. Figura VIII-2 - Nmero de explotaciones y sus existencias de ganado - porcentajes acumulados Cuadro VIII-3 - Distribucin de las explotaciones por estratos de tamao y por zonas Ao 1960 Zonas Menos de 25 ha De 26 a 100 ha De 101 a 1000 ha De 1 001 a 2500 ha De 2 501 a 5000 ha Ms de 5001 ha N de explotaciones campo abierto % N % Sup. % N % Sup. % N % Sup. % N % Sup. % N % Sup. % N % Sup. % Zona I 54,8 1.3 20,0 3,1 12,2 10,5 3,5 16,2 1,7 15.4 1,3 53,5 6,5 Zona II 55.6 3,5 28,4 8.6 8,1 16,0 3,7 34,8 0,9 18,7 0,3 18,4 3,0 Zona III 35,3 8,1 56,5 54,9 7,5 24,9 0,3 7,1 0,1 3,4 0,01 1,6 0,3 Zona Este 47,6 3,1 37,4 12,2 8,8 14,6 2,3 22,2 0,8 15,0 0,4 32,9 2,7 Zonas IV y V 19,3 0,4 31,2 3,5 18,8 13,1 16,0 44,1 2,5 14,8 1,1 24,1 11,1 Zona VI 36,1 0,2 11.3 0,5 14,5 5,0 6,6 9,6 5,0 15,9 4,1 68,8 22,4 Zona Oeste 21,8 0,3 28,2 2,7 18,1 11,0 14,6 35,2 2,9 15,1 1,6 35,7 12,9 Totales 39,2 1,3 34,4 6,0 11,8 12,2 6,3 30,7 1,5 15,0 0,8 34,8 6,0 Fuente: "Censo Nacional Agropecuario 1960" Buenos Aires, 1964, INDEC. Cuadro VIII-4 - Rgimen de tenencia de la tierra por regiones (*) - Ao 1960 Regin Propiedad del productor % Tierras fiscales % Otras formas % Totales CIRB (Ad) 14,0 55,9 30,1 100 Pampeana 49,3 0,5 50,2 100 El pas 49,5 8,6 41,9 100 (*) Porcentajes referidos al numero de explotaciones. Fuente: "CNA 1960" Buenos Aires, 1964. CONADE-CFI: "Tenencia de la tierra" Buenos Aires, 1964. Cuadro VIII-5 - Rgimen de tenencia de las explotaciones agropecuarias segn superficies y zonas (*) - Ao 1960 Zonas Propiedad del productor % Arrendadas a particulares % Ocupantes gratuitos % Tierras fiscales % Otras formas % Zona I 59,1 4,8 1,5 23,9 10,7 Zona II 27,4 3,8 4,1 55,6 9,1 Zona III 27,7 2,5 1,2 62,6 6,0 Zona Oeste 42,6 4,1 2,5 41,4 9,4 Zonas IV y V 13,4 7,0 4,5 67,4 7,3 Zona VI 75,2 9,0 3,1 7,4 5,3 Zona Oeste 29,6 7,5 4,1 52,0 6,8 Total CIRB (Ad) 34,1 6,3 3,6 48,3 7,7 (*) El total de la superficie de las explotaciones agropecuarias por zona se toma igual a 100. Fuente: Censo Nacional Agropecuario 1960 - INDEC. Al respecto, es conveniente recordar aqu que la Zona I es la nica que ha disminuido en trminos absolutos su rea cultivada entre 1959/61 y 1969/71, como ya se explico en el Captulo VII. Para visualizar la relacin existente entre tamao, tenencia y mano de obra permanente, se har uso de la informacin contenida en el trabajo del CONADE-CFI respecto a la "Subzona algodonera", en la que esta incluida la Zona III y los Departamentos de Sargento Cabral y Presidencia de la Plaza; es decir, el ncleo agrario mas importante de la Cuenca (ver cuadro VIII-7). Se destaca la gran importancia de las explotaciones en tierras fiscales: cerca del 70% del total de las explotaciones y algo ms de la mitad de su superficie total. En ellas trabajan poco ms de los dos tercios de la mano de obra permanente. Se observa tambin que la tierra fiscal est ocupada casi exclusivamente por explotaciones familiares y subfamiliares, ya que las multifamillares abarcan solo el 5% de la superficie de aquella. Cuadro VIII-6 - Rgimen de tenencia de las explotaciones agropecuarias (*) segn nmero de explotaciones (**) - Ao 1960 Zonas Propiedad del productor % Arrendadas a particulares % Ocupantes gratuitos % Tierras fiscales % Formas mixtas y otras % Zona I 24,3 20,3 7,6 26,0 21,8 Zona II 11,4 7,9 4,3 56,8 19,6 Zona III 16,3 2,1 1,6 70,4 9,6 Zona Este 16,3 8,5 4,0 55,0 16,2 Zonas IV y V 4,9 3,4 3,0 66,8 21,9 Zona VI 33,6 18,9 5,6 7,6 34,3 Zona Oeste 9,2 5,8 3,4 57,8 23,8 Totales CIRB (Ad) 14,0 7,6 3,8 55,9 18,7 (*) El nmero de explotaciones no se corresponde en cada caso con las superficies que aparecen en el cuadro VIII-5, debido a que las Formas Mixtas corresponden a la suma de superficies que se hallan bajo diferentes regmenes de tenencia. (**) El total de explotaciones agropecuarias por zona se toma igual a 100. Fuente: Censo Nacional Agropecuario 1960 - INDEC. A pesar de que las explotaciones multifamiliares poseen cerca de la cuarta parte de la superficie censada, solo dan ocupacin al 1,5% de la mano de obra permanente, hecho que ilustra el carcter extensivo de este tipo de explotacin. En el otro extremo, el minifundio, con apenas el 5% de la tierra, da empleo permanente a ms del 27% de los activos. Las explotaciones multifamiliares se dedican bsicamente a la ganadera y, en menor grado, a la actividad forestal y agrcola. El promedio de superficie cultivada es de 57 ha por explotacin lo que, unido al escaso nmero de predios existentes, hace que el rea cultivada en ellos represente una pequea fraccin del total de la zona. La mitad de los predios son de propiedad del productor. Las explotaciones familiares predominan por su nmero, superficie y absorcin efectiva de mano de obra. Concentran una alta proporcin de la actividad agrcola y una parte menos importante de la explotacin ganadera. El promedio de superficie cultivada es de 31 ha. Solo uno de cada cinco predios es de propiedad del productor. Dentro de las explotaciones subfamiliares, tiene cierta importancia la agricultura de subsistencia, en especial en el estrato de tamao inferior a las 5 ha. La agricultura es casi su nica actividad y cultivan un promedio de 8 ha por explotacin. Estos minifundios son los que presentan la situacin ms precaria en materia de tenencia, pues apenas un 7% de ellos pertenecen al productor. Debido a su dotacin relativa de factores productivos, los minifundios subutilizan su abundante dotacin de mano de obra y hacen un uso intensivo y muchas veces "agotante" del suelo; con lo cual la productividad por trabajador es muy baja y la productividad por hectrea muy alta. En cambio, las explotaciones multifamiliares presentan la situacin inversa: escasa utilizacin y baja productividad de la tierra y muy baja dotacin y relativamente alta productividad de la mano de obra. En las unidades familiares se observa un desequilibrio menor, sin duda ms asimilable a la situacin de las explotaciones subfamiliares, especialmente en el estrato inferior a las 100 ha. 8.1.2 Cambios ocurridos a partir de 1960 No se cuenta con antecedentes suficientes para evaluar los cambios ocurridos en materia de tenencia y tamao de las explotaciones a partir de 1960. El trabajo de Daniel Slutzky ("Tenencia y distribucin de la tierra en la Regin NEA", setiembre de 1973) entrega sin embargo ciertos datos de inters para el Departamento de Comandante Fernndez del Chaco, el que ocupa el 15% de la superficie de la Zona III, que sirve como una adecuada muestra indicadora de las tendencias ms salientes (ver cuadros VIII-8 y VIII-9). En el cuadro VIII-8 se observa que aumenta el nmero y la participacin relativa de las explotaciones de subsistencia (hasta 5 ha) y el de las unidades multifamiliares (ms de 100 ha), a expensas de una disminucin del nmero de las explotaciones familiares y subfamiliares (estrato de 6 a 100 ha). En el cuadro VIII-9 se incluyen las cifras de tenencia para 1960 y 1969 para el mismo departamento. Las explotaciones de propiedad del productor han aumentado de un 23% a un 41% del total; en cambio, las unidades productivas en tierras fiscales han disminuido de un 64% a un 40%. Cuadro VIII-7 - Distribucin de las explotaciones agropecuarias y de la mano de obra permanente por estrato de explotaciones - Subzona algodonera Estrato Nmero de explotaciones Superficie de las explotaciones Mano de obra permanente 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 % % % % % % % % % % % % Subfamiliar (hasta 25 ha) 2,0 23,7 4,7 30,4 0,3 3,7 0,8 4,0 1,7 22,1 3,5 27,3 Familiar (de 26 a 1 000 ha) 14,9 44,3 9,4 68,6 14,9 44,8 11,9 71,6 16,4 46,4 8,4 71,2 Multifamiliar (mas de 1 001 ha) 0,5 0,3 0,2 1,0 13,6 5,0 5,0 23,6 1,1 0,1 0,3 1,5 Totales 17,4 68,3 14,3 199,0 28,8 53,5 17,7 100,0 19,2 68,6 12,2 100,0 1, Propiedad del productor; 2, Tierras fiscales; 3, Otras formas; 4, Total Fuente: Elaborado en base a "CONADE-CFI" op. cit. pgina 206. Cuadro VIII-8 - Cantidad de explotaciones por estratos de tamao - Departamento Comandante Fernndez Estrato 1960 1969 Nmero de explotaciones % Nmero de explotaciones % hasta 5 ha 102 7 182 11,3 6a 25 ha 401 25 349 21,5 26 a 100 ha 972 61 890 54,9 101 a 1 000 ha 94 7 198 12,2 ms de 1 001 ha 2 0,1 Totales 1 569 100 1 621 100,0 Cuadro VIII-9 - Rgimen de tenencia de la tierra - Departamento Comandante Fernndez Tenencia 1960 % 1969 % Propiedad del productor 23 41 Tierras fiscales 64 40 Otras formas 13 19 Totales 100 100 Surge del cuadro que en este Departamento se evidencia una realidad similar a la anotada para la Zona I: a medida que decrecen las explotaciones en tierras fiscales aumenta el tamao de los predios en los estratos ms altos de la escala. Existe, entonces, un proceso de concentracin de la propiedad de la tierra, agravado por la formacin de pequeas unidades de menos de 5 ha, de claro carcter minifundiario. Las circunstancias que han originado esta situacin reconocen causas diversas. Segn Slutzky "el numero de las explotaciones ms pequeas tiene que ver seguramente con el asentamiento de obreros rurales sobre tierras desmontadas". Obsrvese que este incremento es prcticamente coincidente con el del total de las explotaciones del departamento, de lo que se deduce que el aumento del numero de unidades productivas de ms de 100 ha puede haber sido causado por: i. La entrega en propiedad de importantes extensiones de tierras fiscales en explotaciones medianas y grandes. ii. La crisis algodonera, que obligo a una diversificacin de cultivos y consecuentemente al incremento del tamao de las explotaciones de carcter familiar y multifamiliar mediana, bsicamente mediante la compra directa de tierras y/o el desmonte de parte de sus explotaciones. Para el caso de la Provincia de Formosa, que cubre parte de las Zonas I, II IV y V, existe informacin ms completa acerca de la evolucin de la tenencia de las unidades productivas, originada en datos aun no publicados del Censo Provincial Agropecuario, realizado en 1971 y de la Direccin de Colonizacin y Tierras Fiscales de Formosa (ver cuadro VIII-10).. El numero de las explotaciones se incrementa en alrededor del 16%. El aumento es importante en el estrato minifundiario de subsistencia (menos de 5 ha) y relativamente alto para las unidades superiores a las 100 ha. Este hecho, junto con la disminucin del nmero de explotaciones mayores de 5 ha y menores de 100 ha, revela que entre 1960 y 1971 se ha asistido a un proceso regresivo en materia de distribucin del recurso tierra. La explicacin de este fenmeno reside, bsicamente, en la poltica seguida en materia de asignacin de tierras fiscales entre 1960 y 1972 caracterizada por una creciente preponderancia en la asignacin de predios superiores a las 1 000 ha. Ello, sumado al hecho de que las adjudicaciones de grandes unidades se han realizado en las mejores tierras fiscales de la provincia, que estas explotaciones se encuentran irracionalmente trabajadas y que el procedimiento de asignacin de tierras fiscales ha conducido incluso al desalojo fsico de cierto nmero de campesinos, llevo al gobierno provincial a iniciar en julio de 1973 la revisin del proceso de adjudicacin de tierras. Finalmente, y siempre para la Provincia de Formosa, se incluyen el cuadro VIII-11 que compara la cantidad de explotaciones para los aos 1960 y 1971 y el cuadro VIII-12 que muestra la evolucin de la superficie en explotacin segn sistema de tenencia entre los aos 1960 y 1969. Como puede apreciarse en el cuadro VIII-12, se produce un incremento significativo de la superficie explotada en propiedad por los productores en la dcada del 60, como asimismo de la superficie total en produccin, mientras que disminuye, aunque en menor proporcin, el aprovechamiento productivo de las tierras fiscales. Cuadro VIII-10 - Variacin del nmero de explotaciones por estratos de tamao - Provincia de Formosa Estratos Cantidad de explotaciones Incremento 1960 1971 0 a 5 ha 2 212 3 047 835 6 a 25 ha 3 967 3 717 250 26 a 100 ha 1 894 2 013 119 101 a 400 ha 441 865 424 401 a 1 000 ha 521 755 234 1 001 a 2 500 ha 1 048 1 268 220 ms de 2 501 ha 360 418 58 Totales 10 443 (*) 12 083 1 640 (*) No se incluyen 715 explotaciones de campo abierto cuya superficie quedo indeterminada en el momento de realizarse el Censo Nacional Agropecuario de 1960. Fuente: Censo Nacional Agropecuario 1960 y Censo Agropecuario Provincial 1971, Formosa. Cuadro VIII-11 - Nmero de explotaciones segn rgimen legal de tenencia - Provincia de Formosa Tenencia Ao 1960 Ao 1971 Cantidad de explotaciones % Cantidad de explotaciones % Propiedad del productor 519 4,7 760 6,3 Tierras fiscales 7 142 64,0 8 495 70.3 Otras formas 3 497 31,3 2 828 23,4 Totales 11 158 100,0 12 083 100,0 Fuente: Censo Nacional Agropecuario 1960 y Censo Agropecuario Provincial 1971, Formosa. Cuadro VIII-12 - Superficie en explotacin segn rgimen legal de tenencia - Provincia de Formosa Tenencia Ao 1960 Ao 1969 Superficie ha % Superficie ha % Propiedad del productor 790 171 15,8 1 670 406 29,7 Tierras fiscales 3 531 900 70,8 3 347 865 59,4 Otras formas 670 009 13,4 612 601 10,9 Totales 4 992 080 100,0 5 630 872 100,0 Fuente: Censo Nacional Agropecuario 1960 y Censo Nacional Agropecuario 1969 (elaborado por el Consejo Agrario Nacional). Se puede afirmar adems, que existe correlacin entre el tamao de la propiedad y su rgimen de tenencia. As, el 70% de los ocupantes de tierras fiscales explotan unidades de menos de 50 ha y el 30% de los propietarios lo son de unidades de ms de 1 000 ha. En resumen, las tendencias que se aprecian a partir del censo de 1960 en materia de tamao y tenencia, seran: i. Un proceso regresivo de distribucin de tierras. ii. Un aumento del nmero de explotaciones. iii. Un aumento de las unidades de propiedad del productor y una paralela disminucin de las explotaciones en tierras fiscales, a pesar de lo cual el peso relativo de estas ultimas sigue siendo de consideracin. 8.2 Practicas de manejo 8.2.1 Manejo agrcola 8.2.2 Manejo ganadero 8.2.3 Manejo forestal 8.2.1 Manejo agrcola 8.2.1.1 Condiciones de produccin 8.2.1.2 Rendimientos agrcolas 8.2.1.1 Condiciones de produccin La informacin obtenida respecto de las condiciones de produccin ha sido proporcionada por organismos oficiales (*) y se refiere a las reas agrcolas de la Zona Este de la Cuenca, que concentra el grueso de la actividad agrcola de la CIRB. (*) Bsicamente, EERA del INTA, Senz Pea y Ministerio de Agricultura del Chaco. Para su consideracin, es conveniente clasificar los predios destinados a la agricultura en cuatro estratos, a saber: 0 a 25 ha Estrato A 26 a 100 ha Estrato B 101 a 400 ha Estrato C mas de 400 ha Estrato D Teniendo presente que el estudio de tenencia de la tierra ya citado (*) clasifica (para la subzona algodonera) las explotaciones en base al siguiente criterio: subfamiliares 0 a 25 ha familiares 26 a 100 ha multifamiliares medianas 101 a 1 000 ha multifamiliares grandes ms de 1 000 ha (*) CFI - CONADE. y aunque la correspondencia de reas geogrficas no sea absoluta, es aceptable entonces clasificar a las explotaciones A como subfamiliares y a las B como familiares, mientras que el grupo C cubre parcialmente a las multifamiliares medianas y el D abarca tanto multifamiliares medianas como multifamiliares grandes. i. Uso del suelo (figura VIII-3a). Como era de esperar, la agricultura es totalmente dominante en el estrato A, donde la ganadera, de darse, tiene un carcter meramente familiar. Esta caracterstica se conserva en el estrato B en el cual a pesar de la mayor participacin ganadera, esta asume todava un carcter complementario. Por encima de estos estratos la ganadera aparece como la actividad dominante en los predios. Esta informacin coincide: 1) con la distribucin departamental de los establecimientos por superficie, pues los departamentos de mayor actividad agrcola tienen a su vez mayor presencia de explotaciones pequeas y medianas; 2) con la distribucin de la ganadera por estratos y 3) con las caractersticas relevadas, respecto del peso de las explotaciones algodoneras y de las pequeas y medianas explotaciones (hasta 100 ha). As el grueso de las explotaciones agrcolas se dedica al algodn y a su vez el grueso de las explotaciones algodoneras tiene superficies menores a las 25 ha, como se vio en el apartado anterior. ii. Uso de la mano de obra por estrato. Los dos tipos esenciales son aqu la mano de obra familiar o la contratada, sea permanente o transitoria; las formas mixtas (aparcera, tantero, etc.) son de menor importancia, hecho comprensible si se recuerdan los comentarios respecto al escaso desarrollo de formas intermedias de propiedad (arriendo y otras). Las explotaciones agrcolas del rea del Estudio se caracterizan por el importante peso que tienen en ellas el trabajo personal del titular de la explotacin y su familia (ver figura VIII-3b). El trabajo personal de la familia est siempre presente en las explotaciones de hasta 100 ha y en algunos casos en explotaciones mayores. El empleo de la mano de obra asalariada generalmente se limita a los meses de carpida y cosecha del algodn, en los que el volumen de mano de obra aumenta sensiblemente. En explotaciones de ms de 50 ha tambin es frecuente la presencia de mano de obra asalariada permanente. La crisis algodonera ha hecho disminuir el empleo de la mano de obra transitoria ya que los cultivos que reemplazan al algodn no la requieren con la misma intensidad que sta. Dentro de las explotaciones agrcolas se distinguen varios comportamientos. En las parcelas de ms de 25 ha con algodn, el trabajo familiar es acompaado por el uso de la mano de obra asalariada, aunque el trabajo de la familia sigue siendo el fundamental. Por encima de las 50 ha es ms frecuente el uso de mano de obra permanente. Las parcelas de 10 a 25 ha no necesitan otra mano de obra que la familiar, dado que por su tamao, sta alcanza a cubrir todas las necesidades. El uso de mano de obra asalariada se limita a los meses de cosecha y carpida del algodn, en medida mucho menor que en el grupo anterior. En cambio en las explotaciones de menos de 10 ha el trabajo familiar es ms que suficiente para la explotacin de la chacra pero el producto que se obtiene de la misma es insuficiente para sostener a una familia, por lo que su titular y familiares deben emplearse fuera de la finca durante parte del ao. Las explotaciones basadas en el trabajo familiar tienen caractersticas que las diferencian de una empresa rural. Estudios realizados por la Junta Nacional del Algodn en 1967 muestran que si el productor monofundista incluyera entre sus costos un salario correspondiente al trabajo que realizan l y su familia en su propio predio, ms los intereses vigentes sobre su capital invertido, el precio al que vende su produccin est normalmente por debajo de sus costos, as calculados. En resumen los ingresos del pequeo productor algodonero y su familia son la ms de las veces inferiores a los que corresponde a un obrero rural. Aunque los anlisis efectuados hacen referencia a productores que explotan predios menores de 25 ha tambin en las explotaciones medias es dable encontrar criterios de manejo del trabajo o del capital que no responden a una mentalidad empresaria. Tampoco aqu se vala el trabajo del titular y de su familia y por lo general la compra de maquinaria se considera un gasto y no una inversin. iii. Mecanizacin. Solo se dispone de informacin respecto al uso de tractores (vase figura VIII-3c). Su empleo aparece limitado a los establecimientos mayores de 25 ha, pues los predios del estrato A recurren a la traccin animal, que resulta suficiente dado el tamao y sistema de explotacin empleado en las chacras. Otras estimaciones realizadas por el estudio de tenencia de la tierra (CFI-CONADE) confirman lo anterior, mostrando una tendencia ascendente en el uso de tractores por hectrea cultivada a medida que crece la superficie del predio, como se observa a continuacin: Tamao de las explotaciones subrea algodonera Tractores HP por ha Subfamiliar 0,03 Familiar 0,28 Multifamiliar 0,38 iv. Fuentes de informacin tecnolgica. Las figuras VIII-4 d y e muestran que a partir del estrato de establecimientos de ms de 50 ha un numero apreciable de productores tiene acceso a algn tipo de asesoramiento tcnico; por debajo de dicha dimensin (situacin en la que se encuentra el mayor porcentaje de los productores regionales) el acceso a asesoramiento tcnico resulta muy limitado o nulo. En los estratos pequeos se destaca la presencia de los comerciantes en relacin directa con los productores y la difusin publica que realiza el INTA, que es el mas importante organismo publico que acta en el rea en esta materia. A medida que crece el tamao del establecimiento decae la importancia de las empresas comerciales y surge la posibilidad de asesoramiento directo a travs de la contratacin de tcnicos. Los estratos "mejor" abastecidos se ubican por encima de las 100 ha. v. Disponibilidad de financiamiento bancario. El acceso a la financiacin bancaria se facilita tambin a medida que crece el tamao de la explotacin (ver figura VIII-3f). Cuando consideramos la distribucin de la cartera de crdito por destino, el crdito para explotacin ganadera se concentra en explotaciones grandes, las que disponen de el en forma fluida. El crdito agrcola de corto plazo se concentra en las explotaciones familiares (25a 100 ha) mientras que el crdito para tecnificacin (a mediano y largo plazo) favorece tambin a las grandes explotaciones. En el estrato de pequeos predios el acceso al crdito est limitado a las explotaciones hortcolas y fructcolas. Sin embargo la distribucin de dicho crdito entre los productores se encuentra severamente limitada; ms del 60% de los productores no se encuentra en condiciones de recibir crditos para financiar cultivos y/o cosechas (*). Esta situacin parece agravarse segn se deduce de la encuesta practicada por el Instituto de Colonizacin del Chaco, en la que asimismo se seala que una de las razones ms frecuentes para explicar la falta de crdito es que el productor no puede presentar las garantas que exigen los bancos debido a que su situacin econmica se ha deteriorado en los ltimos aos. (*) En principio pueden acceder a crdito bancario todos los titulares de explotaciones con ms de 10 ha sembradas de algodn. Para 1960 casi el 60% de los productores agrcolas de la. CIRB tena menos de dicha superficie. 8.2.1.2 Rendimientos agrcolas En todas las reas agrcolas de la Cuenca existe un notorio rezago en la adopcin de la tecnologa de avanzada disponible, lo que se pone en evidencia al observar las diferencias existentes entre los rendimientos obtenidos actuales y los potenciales. (Ver cuadro VIII-13). Entre las principales deficiencias observadas debe mencionarse que los trabajos culturales en la mayor parte de los casos se realizan en forma muy precaria. La preparacin del suelo, la cantidad de aradas, rastreadas, etc., es sensiblemente menor que lo recomendado (e.j.: deficiente labor de pre-siembra en cultivos de escarda) producindose considerables prdidas de humedad del suelo. Ese mal laboreo previo, sumado a una densidad de siembra no aconsejable y generalmente hecha fuera de poca, trae aparejado la consiguiente prdida de plantas en los primeros das de implantacin de los cultivos. El control de plagas y malezas es un aspecto desatendido y slo aquellos que hacen uso de la tecnologa moderna (como algunos horticultores, algodoneros y la mayora de productores arroceros) llenan este requisito que tiene incidencia directa en los rendimientos. En la Zona Oeste de la CIRB, a los inconvenientes mencionados debe agregarse el exceso de humedad existente en los productos cosechados como consecuencia de la siembra tarda, lo que trae aparejado problemas de sanidad y calidad del producto obtenido. El aumento de los rendimientos tambin se ve frenado por la escasa difusin de las picadoras de rastrojo, rastras rotativas y mquinas modernas para la aplicacin de herbicidas y productos fitosanitarios. Las simientes utilizadas son de calidad muy variable, en muchos casos son de produccin propia (especialmente en maz) y en otros no se seleccionan las ms adaptadas a las caractersticas regionales (como el sorgo). En el Oeste de la CIRB atenta contra el incremento de los rendimientos la preparacin tarda del lecho de siembra, la escasa difusin de la tcnica del barbecho, la exagerada densidad de siembra y la falta de planes rotacionales que sean viables desde un punto de vista econmico. 8.2.2 Manejo ganadero 8.2.2.1 Zona oeste 8.2.2.2 Zona este En trminos generales las explotaciones ganaderas del rea en estudio se caracterizan por ser de tipo extensivo, basadas en el pastoreo directo en campos naturales. El anlisis que se realiza a continuacin, cuando no se especifica lo contrario, hace referencia a los establecimientos ganaderos medianos y grandes (ms de 200 cabezas). La calidad de los indicadores obtenida en su mayora de informantes calificados (*) solo permite estimar un panorama aproximado de las caractersticas de manejo en dichos establecimientos. La pequea ganadera responde a otro conjunto de factores (extensin de los predios, actividad principal, etc.) que alteran los aspectos aqu reseados. (*) INIA Sociedades Rurales, Productores, etc. Puede, sin embargo, afirmarse, como criterio general, que la pequea ganadera se desenvuelve en condiciones de manejo tecnolgicamente inferiores a las que en promedio muestran los establecimientos ganaderos ms grandes, esencialmente por falta de recursos por parte de los pequeos productores. 8.2.2.1 Zona oeste La ganadera se desarrolla aqu fundamentalmente a "monte" y en reas de pastizales naturales, en forma muy extensiva. Una gran parte del ao, la alimentacin del ganado se basa en rebrotes y frutos de rboles (algarrobo, mistol, quebracho, etc.) Anualmente muere gran cantidad de animales por hambre, y ello no slo es debido a las sequas sino tambin al deficiente manejo de los pastos naturales, del monte y del mismo ganado, aun el menor (lanares y cabros), cuyos efectos depredadores adquiere caractersticas graves en esta zona. Cuadro VIII-13 - Rendimientos agrcolas Cultivo Actuales (promedio 1969/71) quintales/ha Potenciales quintales/ha Diferencia porcentuales Zonas Zonas Zonas I II III IV V VI I II III IV V VI I II III IV V VI Algodn 9 9 9 7 10 15 20 18 15 20 67 122 100 114 100 Arroz 46 42 50 50 9 19 Girasol 8 8 7 6 15 18 15 15 8 88 125 114 150 Maz 17 19 7 7 8 11 27 27 25 25 15 25 59 42 257 257 88 127 Soja 8 8 6 8 12 15 15 10 13 20 88 88 67 63 67 Sorgo granfero 28 23 17 26 25 40 30 3,5 35 25 30 43 30 106 35 20 Tabaco 9 9 7 5 18 13 30 27 30 35 233 200 66 169 Fuente: EERA, Senz Pea y EERA, Cerrillos i. Infraestructura. La mayora de las explotaciones no posee alambrados ni siquiera perimetrales, tendiendo solamente algunos cercos o "piquetes" cercanos a los puestos para aprovisionar de forraje a los animales de trabajo. Este es uno de los factores que ha acelerado el proceso de degradacin de los campos. Pese a ello existen algunas grandes explotaciones privadas con alambrado perimetral y una cierta dotacin de potreros adecuada a los requerimientos del manejo que realizan. Con respecto a las aguadas, existen solo pozos de agua muy distantes entre s, realizndose la extraccin por medio de baldes con los cuales se aprovisiona a los bebederos. Esto limita en forma natural la superficie til de pastoreo, originando las tpicas reas sobrepastoreadas. Existen algunas aguadas superficiales permanentes, aunque predominan cauces viejos y riachos que en pocas lluviosas conservan por un tiempo el agua recibida. Estudios realizados (ver captulo II) revelan que la napa fretica posee agua aceptable para el ganado bovino, encontrndose a una profundidad de 10 a 30 m. Los corrales, mangas y bretes, instalaciones que se consideran imprescindibles para un manejo elemental de la hacienda, son prcticamente desconocidos. La mayora de las explotaciones cuenta con mangas de ramas ("palos a pique") en forma de embudo, como un medio prctico para atrapar a los animales. Los baaderos no existen, pues los controles sanitarios son prcticamente nulos. ii. Manejo de los rodeos. El manejo del ganado, en una explotacin racional y econmica est a su vez vinculado al manejo del campo y las prcticas ganaderas (servicio, marcacin, vacunaciones, destete, etc.) se condicionan al mismo. Pero en las condiciones de una explotacin ganadera de la zona, las prcticas estn sujetas a los eventos climticos y a costumbres mantenidas durante aos. Para dar una imagen ms clara de las caractersticas de manejo actuales en la zona se da a continuacin la composicin de un rodeo tpico en la provincia de Salta (cuadro VIII-14). Aunque los datos del cuadro anterior difieren parcialmente con otras estimaciones realizadas para las reas occidentales de Chaco y Formosa, se los considera representativos para la generalidad de la Zona Oeste y permiten, junto con los datos generales del cuadro VIII- 15, formular las siguientes apreciaciones: Servicios. El porcentaje de toros sobre el total de vientres es muy elevado y si a ellos se les agregan los toritos de 2 a 4 aos para castracin, que tambin actan como reproductores ya que conviven con el resto del ganado, se arriba a un porcentaje aun ms alto. Los servicios se realizan a campo y durante todo el ao, con mas intensidad en el verano. Los reproductores son incorporados a los 3-4 aos de edad y permanecen en actividad de 4 a 6 aos. Las hembras jvenes, debido a no estar separadas del resto de los vientres de cra, son servidas a muy temprana edad y por consiguiente con un peso vivo de 200-250 kilos, muy inferior al conveniente (280-300 kilos). No existe ningn tipo de control sobre la fertilidad de los machos y hembras antes del servicio. Cuadro VIII-14 - Composicin del rodeo tipo en la provincia de Salta Rodeo tipo Porcentaje sobre el total del plantel Porcentaje sobre el total de vientres Vacas madres (de 3 a 10 aos) 45 - 50 Toros padres (entre 4 y 8 aos) 10 - 12 20 - 25 Terneros (machos y hembras) 10 - 12 20 - 25 Toritos de 2 a 4 aos (para castracin) 10 - 15 Novillos para venta (ms de 3 aos) 5 - 10 Fuente: Informe Ganadero, Provincia de Salta. Cuadro VIII-15 - Indices de produccin ganadera por rea de desarrollo Zona Unidades ganaderas/ha ha/cabeza Porcentajes de Produccin de carne kg vivo/ha/ao Paricin Mortandad Marcacin I 0,23 2-4 45-50 7-10 40-45 15-20 II 0,25 2-4 45 10 40 14-18 III 0,17 4-5 40-45 10 40 10-12 IV 0,09 7-10 40 10 36 6-8 V 0,03 15-30 40 25 28-32 3 VI 0,04 15-20 40 20-25 30-32 3-4 Fuente: Elaborao en base al C.N.A., 1969 y a SENASA. Paricin. El mayor porcentaje de nacimientos acontece en octubre-noviembre, para luego ir disminuyendo progresivamente y finalizar en el otoo. Es decir, que se presentan en forma escalonada, no habiendo ninguna estacionalizacin. Esta caracterstica no se da en forma tan crtica en la Zona IV, ya que sus ndices estn por encima del resto de la Zona Oeste. Los ndices de paricin oscilan en 40-45%, inferiores a la meda del pas que es del 50%. Estos ndices tan bajos, sumados al elevado porcentaje de mortandad de terneros, dificultan notablemente la posibilidad de aumentar el nmero de vientres ya que el porcentaje de reposicin slo en algunos casos permite mantener el stock de. los rodeos, como puede observarse en el cuadro VIII-16. Mortandad y marcacin. Los ndices de esta zona son alarmantes. Estimaciones oficiales aseguran que pueden llegar al 31% de mortandad sobre el total de terneros y en 5-7% en adultos. Por su parte el manejo altamente extensivo de los rodeos, al no permitir un control peridico de los mismos, sumado a la gran cantidad de enfermedades que se presentan en el rea, inciden notoriamente para que los porcentajes de marcacin no sobrepasen el 30-32%, alcanzndose un peso vivo de 130- 150 kilos a los 12-14 meses de edad. iii. Evolucin de los animales. La misma est condicionada al desarrollo de los pastos naturales y del monte, producindose alteraciones estacionales en la nutricin que se traducen en una sucesin de ganancias y prdidas de peso. Durante el invierno dicha perdida es muy manifiesta alcanzando los 400-500 gr por da, lo que representa una merma de 40-60 kg o mas durante ese perodo. Es evidente que la discontinuidad nutricional gravita en los bajos ndices productivos que se registran en la zona y que junto a la falta de mercado fluido para la venta de terneros de destete y las otras deficiencias de manejo, hacen que el novillo est preparado para faena (400-440 kg) recin a los 4-5 aos de edad. La castracin se lleva a cabo cuando los animales machos tienen entre dos y cuatro aos de edad (cuando en zonas de cra mas evolucionadas se efecta en el momento del destete o al ao de edad) siguiendo errneas costumbres muy arraigadas en el medio. Este es un factor negativo para la economa de la empresa ganadera ya que implica disminuir el nmero de vientres factibles de mantener y en consecuencia lograr un menor nmero de terneros por ao. Este desequilibrio entre el total de animales de la explotacin y el nmero de vientres en la misma, determina que en aos en que no hay animales disponibles a la venta, ya sea por sequa o enfermedades, disminuyen las cras producidas. iv. Receptividad ganadera y produccin de carne por hectrea. Mientras que hace 40 aos en la provincia de Salta, eran necesarias 6 a 8 ha para mantener un bovino adulto, en la actualidad se requiere mas de 20 ha. En la parte oriental de la Zona Oeste, que comprende los Departamentos de Patino (Formosa) y parcialmente General Gemes y Almirante Brown (Chaco) la receptividad es de 7 a 10 ha por cabeza. La receptividad actual de toda la Zona Oeste se encuentra muy por debajo de su potencial productivo, lo mismo que la produccin de carne por hectrea (ver cuadro VIII-15) que en la actualidad slo alcanza a los 3-4 kg/ha/ao en el rea saltea y a los 8 kg en las correspondientes a Chaco y Formosa. v. Razas. El ganado vacuno est representado en gran medida por el criollo cuya participacin y evolucin se cita en el captulo VII (cuadro VII-3). Cuadro VIII-16 - Dficit de vientres Indices (*) Chaco % Formosa % Salta % Nmero de vientres 100 100 100 Paricin 47 45 40 Mortandad de terneros 10 10 25 Marcacin 42 40 30 Terneras (reposicin) 21 20 15 Reposicin total 20 20 20 Dficit (reposicin-descarte) +1 0 -5 (*) Estimados en base al promedio de los Departamentos que pertenecen a la CIRB, segn las cifras del Censo Nacional Agropecuario de 1960. Se distinguen dos tipos de criollos: "Serrano" y "Fronterizo", este ultimo es el que mayoritariamente se encuentra en la CIRB ya sea como puro o con diferentes porcentajes de sangre de otras razas (cuartern). La ventaja del ganado criollo es que durante aos se procreo y divulgo bajo una seleccin natural dada por las caractersticas del medio, por lo que resulta ser un animal de excelente rusticidad. Sin embargo tiene serios inconvenientes para desarrollar aptitudes de precocidad, esencial para una buena y rpida produccin de carne, adems de tener bajo rendimiento de carne por cabeza y elevado porcentaje de hueso. stas caractersticas son evidentemente negativas en comparacin con las razas europeas; pero en igualdad de condiciones, con un perodo de subalimentacin de 4 a 6 meses por ao, stas apenas si logran sobrevivir y su produccin no supera a la de las criollas. En la actualidad explotaciones avanzadas utilizan el vientre criollo como base de cruzamiento con toros britnicos o sus diferentes tipos intermedios con razas ndicas. Es comn encontrar en un mismo establecimiento un verdadero mosaico de pelajes con diferentes porcentajes de sangre, lo cual pone en evidencia la falta de planes orientados de cruzamientos. vi. Seleccin. Son escasos los productores que seleccionan los planteles en base a las aptitudes genticas del animal o las necesidades de la zona, ya sea por las caractersticas ecolgicas del medio o por el tipo de novillo que desea producir para mercado. Debido a que el ganado se cra sin controles genticos elementales se produce frecuentemente un alto grado de consanguinidad, causante de anomalas feno y genotpicas que, unidas a la seleccin negativa inciden en la disminucin de la produccin y calidad del producto obtenido. vii. Sanidad. Los comentarios que se hacen a continuacin son vlidos para toda la CIRB. Dada las condiciones ecolgicas que caracterizan a la regin (densa poblacin arbustiva), sumado ello a la falta de instalaciones en zonas en que las vas de comunicacin son escasas y deficientes, resulta muy difcil obtener informacin y controlar focos epizoticos o enzoticos. Debido a que no se puede proporcionar datos precisos sobre el numero e incidencia de las enfermedades infecciosas o parasitarias en la produccin bovina, solo se enuncian aqu las diferentes enfermedades que atacan al ganado, dentro del rea del estudio (ver cuadro VIII-17). Carbunclo. La prctica de la vacunacin preventiva no est generalizada y nicamente se vacuna en los establecimientos donde se estima que existen focos infecciosos. Mancha y gangrena gaseosa. En Chaco ambas enfermedades son controladas mediante vacunacin generalizada; no existe dicha prctica en Salta y Formosa. Tuberculosis. No se conoce exactamente su difusin pero se estima que sobre el total de la hacienda afecta al 12% en Chaco y Formosa. La prctica de la tuberculinizacin es muy poco usada. Brucelosis. A partir de 1960 comenz a practicarse la vacunacin preventiva. Segn datos de INTA se estima que afecta a un 12% de animales en Chaco y de un 4 a 5% en Formosa. En el oeste el ndice bruclico es importante ya que el ganado caprino convive con el bovino y las condiciones de manejo facilitan el contagio. Aftosa. En Chaco y Formosa existe vacunacin obligatoria controlada por SENASA. En la Zona Oeste los factores climticos limitan la supervivencia del virus y lo eliminan en corto perodo de tiempo salvo que el foco se instale en las inmediaciones de aguadas naturales. Neumoenteritis. Tiene amplia difusin en Chaco donde la vacunacin es una prctica generalizada. En Salta y Formosa su control es incipiente. Cuadro VIII-17 - Enfermedades bovinas en la CIRB Infecciosas Bacteriales Carbunclo Mancha y Gangrena gaseosa Tuberculosis Virsicas Brucelosis Aftosa Neumoenteritis Rabia paresiante Parasitarias Internas Enteque parasitario Miasis Externas Garrapata Rabia paresiante. Se ha difundido en las Zonas IV y V, principalmente en el centro oeste de Formosa. El control de los focos se ve dificultado por la falta de instalaciones y por la agresividad del monte donde se alberga el vampiro vector. Enfermedades endoparasitarias. Tiene incidencia en especial en la Zona Este en la que pocos productores utilizan antiparasitarias en forma sistemtica. En la Zona Oeste solo se manifiesta en concentraciones de ganado prximas a aguadas naturales. Enfermedades ectoparasitarias. Se controlan con baos cuya frecuencia en el ao es variable: de 10 a 12 cm en la Zona Este y de 4 a 5 en los campos bajos tendidos. La "miasis" constituye un grave problema en toda la CIRB, intensificndose el ataque entre primavera y mediados del otoo. viii. Manejo de los campos naturales. Los pastos predominantes se caracterizan por tener un ciclo biolgico de rpida evolucin, que los torna en breve tiempo poco palatables para los animales, como consecuencia del acelerado aumento del contenido de fibra cruda. Esta circunstancia es subsanada principalmente por los productores de la Zona Este a travs de la quema de los pastos, prctica que si bien algunos consideran poco racional (erosin, perdida de materia orgnica, daos a postes y alambrados, etc.) constituye por el momento un innegable recurso econmico de manejo de los pastos naturales, que debe usarse con criterio, pues, sin una adecuada supervisin, pueden provocar graves daos al recurso forrajero. El carcter tan extensivo de las explotaciones de la Zona Oeste no permite adoptar grandes medidas para el manejo racional de los pastos y menos aun del control de los mismos y de las especies arbustivas; en muchos casos es imposible la quema de los pastos porque han sido totalmente consumidos por el animal. Las pocas explotaciones que tienen potreros realizan clausuras de los mismos, consistentes en impedir el acceso de la hacienda durante determinadas pocas del ao para as permitir la reaparicin de especies forrajeras de valor (desaparecidas por el sobrepastoreo), facilitndose su libre crecimiento y semillazn. En la Zona Este, la quema se realiza con mayor intensidad, permitiendo la aparicin de especies leguminosas nativas (muy escasas en la regin) de gran valor nutritivo. Algunos productores de la Zona Oeste, al no tener siquiera alambrado perimetral, regulan el pastoreo mediante la clausura de las aguadas. Con ello los animales se dirigen a otras (normalmente muy distantes) permitiendo as una cierta recuperacin del rea de influencia de la anterior; lo negativo del sistema es que favorece a un rea pero provoca un nuevo sobrepastoreo, siendo por lo tanto mucho ms lento el proceso de recuperacin. A pesar de ello algunos establecimientos han podido llegar a una receptividad de 6 a 10 ha por animal cuando lo comn en la zona es de ms de 20 ha. 8.2.2.2 Zona este Las explotaciones pecuarias son manejadas en forma extensiva y se sitan generalmente en suelos inundables, campos bajos, baados, caadas, etc. cubiertos de pastizales, con un cierto porcentaje de monte en tierras altas. i. Infraestructura. El grueso de los establecimientos, en especial en la provincia del Chaco, posee alambrado perimetral y un mnimo indispensable de potreros. La EERA del INTA de Senz Pea estima un promedio de 1,23 a 3,24 potreros por establecimiento. La extensin de los mismos est relacionada con la presencia de monte y la ubicacin de las aguadas. Su numero y superficie no son los ms adecuados pero cubren los requisitos mnimos del manejo que actualmente se realiza en la zona. La presencia de aguadas naturales, permanentes y semipermanentes formadas por riachos, lagunas y baados, ha hecho que no sea ms amplia la difusin de otro medio de aprovisionamiento de agua para el ganado. El principal inconveniente de su uso estriba en que las aguas pueden ser contaminadas mientras escurren por el suelo; presentan elevada turbidez originada por la disolucin de materia orgnica y tienen elevada cantidad de materiales en suspensin. En regiones de campos bajos, se ha incrementado la construccin de represas ya que, pese al rgimen pluviomtrico de la zona, existen perodos de grandes sequas. La calidad del agua subterrnea, en general, es apta sin grandes limitaciones, aunque cabe sealar que anlisis recientes han determinado reas muy aisladas con elevadas concentraciones de sulfatos y arsnico (Volumen 2; parte C; Aguas subterrneas). El desarrollo de la ganadera en la zona y la adopcin de tecnologas ms adecuadas ha provocado un elevado incremento en la calidad de instalaciones, especialmente en la Zona I en la provincia del Chaco, donde mangas, bretes y corrales existen en la mayora de las explotaciones. El INTA estima que "el numero de baaderos instalados en el rea ganadera (Zonas de Desarrollo I y II) del Chaco, puede considerarse suficiente como para cubrir las necesidades (1 baadero cada 4 000 vacunos); no as en Formosa donde la situacin es deficitaria". En base a la gran promocin que se est realizando para la implantacin de pasturas permanentes, cultivos forrajeros invernales y estivales, adems de la disponibilidad de. lneas de crdito y desgravaciones impositivas, ha aumentado en forma paulatina la dotacin de tractores y maquinarias en las explotaciones predominantemente ganaderas. Cabe destacar que lo dicho se refiere especialmente a la Zona I, ya que en las dems el parque de maquinarias es funcin del uso preponderantemente agrcola de las tierras y los productores ocupan dichos equipos para la implantacin de pasturas, verdeos, etc. Pese a todo es reducida la existencia actual de maquinarias destinadas a la produccin pecuaria en toda la Zona Este. ii. Manejo de los rodeos Servicios. El servicio es natural, a campo, estando la inseminacin artificial limitada a un mnimo de establecimientos y para animales de gran valor gentico. En el Chaco, la mayora de los productores estacionan los servicios desde agosto-septembre hasta febrero-marzo, mientras que en Formosa los que lo hacen son minora. En los dems casos los toros permanecen con el resto del rodeo durante todo el ao. El porcentaje de toros utilizados vara entre el 6 y 12%, en funcin del tamao de los potreros y la existencia de montes, caadas, etc. Explotaciones de tecnologa mas avanzada, adecan la produccin de forrajes a los requerimientos de los vientres aumentndoles disponibilidades alimenticias para la poca de servicio, con el fin de incentivar la manifestacin del celo y una ovulacin correcta, adems de practicar la rotacin (descanso) de los toros durante dicha poca. El diagnstico de preez no constituye una prctica generalizada y slo se lo realiza en las grandes explotaciones en animales destinados al mejoramiento de los rodeos generales. Paricin. A consecuencia de la relativa estacionalidad de los servicios, el grueso de las pariciones se produce a fines de invierno y principios de primavera, siendo el perodo ms amplio en las explotaciones donde los toros permanecen con el resto del rodeo durante todo el ao. El ndice de paricin es el ms elevado de toda la CIRB, pero apenas iguala la media del pas (50%); el INTA la estima en un 50-55% para el rea ganadera de Chaco y Formosa, pero para el este del rea en estudio se estimo la paricin en un 45-50%. Varias explotaciones pecuarias, en especial en las Zonas I y II, han llegado a un 75-80% mediante mejoras en el manejo del campo y el ganado, adaptables a toda la Zona Este. Realizando un anlisis del promedio de paricin en los Departamentos de la CIRB se puede decir que la nica provincia que presenta un pequeo saldo positivo de vientres para reposicin es la del Chaco y que Formosa presenta dficit (cuadro VIII-16). Mortandad y marcacin. En los establecimientos donde se efectan servicios estacionados, el destete tiene lugar entre septiembre y octubre (8-12 meses de edad), estando en minora las explotaciones donde se lo realiza naturalmente (12-14 meses). El peso al destete vara entre 140 y 180 kg. Los porcentajes de marcacin, que en el mejor de los casos llegan al 45% (Zona I) evidencian una prdida de terneros por mortandad del orden del 10%. iii. Evolucin de los animales; receptividad y produccin de carne. Al no existir un mercado estable que compre el animal recin destetado, el productor realiza una recra de sus propios novillos y es comn encontrar en cada establecimiento un potrero de "invernada" con la finalidad de vender el novillo a los 364 aos de edad con un peso muy variable (300 a 420 kg). Esta situacin es semejante a lo que ocurre en la Zona Oeste, pero con la diferencia de que existen explotaciones con mayor grado de especializacin en la produccin de terneros o de novillos, aunque en conjunto la zona sea "mixta con tendencia a cra o engorde" (figura VII-2). Hay algunas explotaciones de cra altamente tecnificadas que ofrecen un producto de buena calidad el cual es requerido por invernadores de otras provincias, situacin que refleja las grandes posibilidades que presentan las Zonas I y II para ser destinadas a la cra mediante mejoras en infraestructura, tcnicas de produccin y calidad de los rodeos. La mayor produccin de carne por hectrea se obtiene en la Zona I (ver cuadro VIII-15); la Zona II tiene valores intermedios y stos son menores en la Zona III donde la ganadera es totalmente complementaria de la explotacin agrcola. iv. Razas. Si bien no se dispone de cifras oficiales desde el censo agropecuario de 1960 (figura VII-5) sobre participacin de las razas en el stock vacuno de la CIRB, instituciones ligadas al que hacer pecuario (INTA, sociedades rurales, productores, etc.) estiman un marcado incremento en la mestizacin de los rodeos, en especial para las Zonas I y II donde se pueden encontrar rodeos con un tipo de sangre definido, siendo absorbido totalmente el ganado criollo. Es indudable que mediante una cierta infraestructura y las nuevas tecnologas que se estn aplicando en esta regin en un gran numero de explotaciones, ha sido posible la introduccin de razas britnicas que han podido demostrar sus bondades productivas y que junto a las razas ndicas y tipos intermedios (*) han mejorado notablemente la calidad de los rodeos. En estos momentos un gran numero de productores, aprovechando las virtudes del vigor hbrido ha obtenido porcentajes de sangre ideales para el medio, abocndose ahora a mejorar no solo la produccin, sino tambin a obtener un producto crneo de buen rinde y con posibilidades de ser exportable, ya que anteriormente la mayora de los vacunos eran destinados a consumo local o conserva. (*) Los tipos intermedios que se utilizan como reproductores son: Brangus: 5/8 A. Angus - 3/8 Ceb; Braford: 5/8 Hereford - 3/8 Ceb; Santa Gertrudis: 5/8 Shorthon - 3/8 Ceb. v. Seleccin. Slo algunos productores realizan seleccin de toros y vientres desde el punto de vista productivo. Recin cuando se sobrepasa el 60-65% de marcacin se puede realizar algn tipo de seleccin de los rodeos y en especial de los vientres, ya que el supervit de vaquillonas de reposicin per permite descartar ms vacas improductivas. La seleccin va en aumento a medida que se incrementan los ndices de paricin y disminuyen los de mortandad, situacin a la que han llegado algunos productores de las Zonas I y II. vi. Sanidad. Manejo de los campos naturales. Ambos aspectos han sido analizados al tratarse la Zona Oeste. 8.2.3 Manejo forestal 8.2.3.1 Situacin actual del bosque 8.2.3.2 Actividad obrajera 8.2.3.3 Sistemas de desembosque 8.2.3.1 Situacin actual del bosque i. Aprovechamiento del bosque. Dentro de la regin se reconocen dos formaciones boscosas constituidas por especies indgenas. Una es el Bosque Chaqueo, de gravitacin decisiva por cuanto abarca la mayor parte de la superficie de la Cuenca; la otra es la Selva Tucumana Oranense, circunscripta al oeste de la Zona VI. Las caractersticas propias de cada una de ellas, dadas por su composicin florstica, ubicacin, ecologa, etc., determinaron distintos tipos de produccin, pero un fenmeno comn iba a afectar su aprovechamiento racional. En efecto: debido a que la orientacin de la produccin dependi esencialmente del inters por obtener ganancias altas en corto plazo, nunca se les aplico un tratamiento silvcola que, sobre la base del capital forestal virgen existente, previera su aprovechamiento futuro. Ello determino no solo la extraccin del beneficio proveniente de la unidad en aprovechamiento, sino la destruccin del capital boscoso que la produca, ignorndose criterios ecolgicos-conservacionistas compatibles con una explotacin racional. Las practicas ganaderas superpuestas con las forestales, la agricultura en avance incontrolado sobre tierras cuyo uso debiera ser forestal, bosques de produccin explotados hasta el exterminio, bosques de proteccin tratados como de produccin, son algunas de las caractersticas del manejo irracional que se ha dado a la riqueza forestal de la CIRB. La degradacin ha llegado a producir un desequilibrio de tal magnitud que ha favorecido la proliferacin de especies no deseables econmicamente; o bien la erosin aparece en pleno avance, debido fundamentalmente al pastoreo sin control, y los incendios aseguran no pocas veces la destruccin final. Por todo ello, la superficie boscosa se ha reducido notablemente a lo largo del presente siglo, y algunas especies van desapareciendo de los bosques (lapacho, cedro, roble). En cuanto al quebracho colorado - principal especie productora de divisas - de mantenerse su actual manejo, est amenazado de impedir cortas de produccin en breve tiempo. Desde otro punto de vista, si se recuerda que la vegetacin arbrea de la Cuenca se halla constituida por asociaciones con multiplicidad de especies, de las cuales solo un porcentaje mnimo reviste valor econmico de acuerdo con su actual demanda; que se hallan conformadas por individuos disetneos y mezclados confusamente; y que dichas especies tienen tasas de crecimiento reducidas y estables, se puede tener una idea de las dificultades que contribuyen a entorpecer el manejo de las masas forestales de la CIRB. ii. Agrupacin de la masa forestal segn su estado sanitario. En un nivel de mayor desagregacin, y atendiendo a su estado sanitario, pueden reconocerse tres subgrupos importantes dentro de la masa forestal: Bosques vrgenes. Sin ninguna explotacin forestal hasta el presente. Se trata de masas con un elevado porcentaje de rboles enfermos, posiblemente por sobremadurez. De existir sobrepastoreo (como es comn en la regin) tampoco presentan renovales. Bosques explotados selectivamente. En un elevado porcentaje, la extraccin de productos forestales ha sido selectiva, cortndose nicamente los ejemplares sanos de quebrachos colorado y blanco para produccin de postes y durmientes nicamente. En estos casos permanecen los rboles enfermos de las especies mencionadas, adems de los del segundo estrato (mistol, algarrobo, guayacn, etc.) La regeneracin de las especies dominantes en zonas de sobrepastoreo corresponde casi exclusivamente al quebracho blanco. Bosques explotados intensivamente en condiciones de sobrepastoreo. Se transforman en fachinales con grandes espacios de suelos desnudos y sin regeneracin forestal, salvo unos pocos ejemplares de quebracho blanco o una densa poblacin de algarrobo negro en los sitios donde este se comporta como invasor. En condiciones de pastoreo controlado, se encuentra normalmente un bosque en estado de latizal, con una espesura normal y un exceso de briznales. Las anomalas ms frecuentes que disminuyen la calidad de los ejemplares son las causadas por insectos (taladros) y hongos; estos ltimos responsables del "atabacado" y "pudriciones". Las especies forestales ms afectadas son: algarrobo, aguay, alecrn, itn, mistol y quebracho colorado santiagueo, especialmente en las categoras diamtricas superiores. Se denomina "campana" o "media campana" a la lea muerta en pie, atacada por microorganismos con perdida de altura y deterioro del duramen. Si consideramos que el 7% y el 30% de las extracciones de Formosa y el Chaco, respectivamente, corresponden a este tipo de lea, podemos inferir que el porcentaje de rboles enfermos en el bosque de ambas provincias supera ampliamente estos valores y tiende a aumentar, dado que los obrajes evitan su extraccin debido al escaso valor econmico de este tipo de combustible. iii. Accin de la ganadera. La ganadera opera sobre el bosque efectos distintos segn sea el grado de pastoreo y el tipo de ganado de que se trate. A continuacin se resumen los cambios producidos por dichos efectos en la composicin y estructura de los estratos herbceos y arbustivos, y en cierta medida sobre el arbreo, dada su influencia sobre la regeneracin normal de las especies regionales. Destruccin de la cubierta herbcea en el interior del bosque y en las abras o calveros. En el primer caso el bosque aparece con el suelo desnudo y en el segundo se transforma en un peladar o en un brotal. En el caso de los pastizales abiertos la transformacin en peladar o brotal depende del tipo de suelo; en trminos generales los peladares se forman en los sedimentos vinculados a los ros Dorado-del Valle y Bermejo, y los brtales en el resto de la CIRB. Invasin de elementos leosos en reas de pastizales abiertos con formacin de los brtales mencionados. Estas reas se transforman posteriormente en bosque, en casi todos los casos. Destruccin de arbustos forrajeros e incremento de arbustos no palatables, con el consiguiente cambio en la composicin y/o densidad de las especies. Destruccin parcial de renovales de quebracho colorado, mistol, guayacn y algarrobo blanco, cuando se trata de ganado mayor nicamente. Cuando adems hay ganado menor (cabras y ovejas) la destruccin de renovales es prcticamente total. Diseminacin de especies cuyos frutos son consumidos por el ganado y cuyas semillas no son afectadas al pasar por su aparato digestivo, sino que por el contrario, mejoran sus posibilidades de germinacin (en especies tales como el mistol, algarrobo, guayacn, vinal, etc.) La instalacin y evolucin posterior de las especies as diseminadas va a depender en gran medida del pastoreo. En efecto, de algunas de estas especies (como el vinal, algarrobo negro, quimil y quiscatao) el ganado no apetece el follaje o el tallo o bien no los consume porque se hallan fuertemente defendidas por espinas o agujones. En cambio, a otras (como guayacn o mistol) puede impedirles el desarrollo por el excesivo consumo de las plantas juveniles, dependiendo entonces del control del pastoreo el efecto final que se produzca. Por todo lo que antecede, resalta la necesidad de avanzar en los esfuerzos haca la instalacin de un planeamiento equilibrado de las actividades forestal-pastoriles, racionalizndose el manejo ganadero. De aplicarse tratamientos silviculturales correctos, es factible la regeneracin del monte natural, e incluso existe la posibilidad de obtener rollizos de quebracho colorado y blanco por rebrote de cepa, hecho observado en unas pocas explotaciones que aplican la "clausura". iv. Presencia del vinal. El pastoreo descontrolado ha favorecido - como se ha dicho - la entrada del vinal (que afecta especialmente a las Zonas IV y V). El rellenado de los bajos llev a ampliar superficies con ecosistemas marginales y el hombre a travs del ganado acelero la colonizacin de los mismos con vinal, que adquiri as el carcter de una verdadera maleza (se hace referencia aqu a las poblaciones de Prosopis ruscifolia gris). Se pueden reconocer tres complejos de ecosistemas con vinal: Vinalares de inundacin, cuya gnesis y evolucin esta ligada estrictamente al proceso de rellenado de esteros. Vinalares de tierra firme sabnica, donde la creacin de ecosistemas inestables esta ligada a erosin laminar. Vinalares de tierra firme boscosa; todos sus ecosistemas tienen cierto grado de homeostasis ecolgica, es decir de resistencia a la entrada del vinal, el que ve favorecida su penetracin por el desmonte del bosque. A raz de que se trata de una especie leosa de gran poder dinmico, por lo que forma densos matorrales impenetrables con todas las caractersticas fisonmicas del talar, y como consecuencia de su rpido avance, el vinal fue declarado plaga nacional. A partir de entonces, las opiniones se encuentran divididas: una corriente asevera que la aptitud de los ncleos que incluyen la especie es netamente forestal - tal como lo fue, seguramente, en perodos anteriores - y que casi seguro el vardascal y latizal tortuoso deforme que hoy cubre estos suelos xerfilos, es una etapa hacia el bosque climax ya que, seguramente, las clases de edad citadas van lenta pero inexorablemente hacia la clase de edad del fustar, permitiendo luego la instalacin de otras especies y as sucesivamente. Dentro de la misma tesitura se inscriben quienes afirman que el vinalar es un eficiente productor de materia prima para lea y carbn, por lo que su erradicacin no estara justificada en relacin a los beneficios que puede otorgar. Estos puntos de vista son muy discutidos, especialmente por representantes de intereses ganaderos, los que afirman que las tierras ocupadas por el vinal tienen posibilidades ganaderas con resultados rpidos y sin necesidad de siembra de forrajeras. Algunos expertos han afirmado tambin - sin abrir juicio acerca de qu uso debe drsele a esas tierras - que los complejos vinalares inundables tienen buenas posibilidades ganaderas; que los de tierra firme sabnica slo pueden ser puestos en produccin haciendo grandes inversiones y con grandes riesgos; y que los de tierra firme boscosa tienen posibilidades agrcolas en un 70% de su superficie. v. Distribucin de los bosques segn tenencia de la tierra. La totalidad de los bosques del Chaco est distribuida en un rea de aproximadamente 10 000 000 de ha, de las cuales un 25% corresponde a tierras privadas y el resto son propiedad de la Provincia. Dentro de las ultimas, existe una importante reserva forestal ya que el 80% de su superficie (6 000 000 ha) est cubierta con bosques intangibles y bosques sin explotar. Las tierras privadas estn localizadas bsicamente en las Zonas I, II y III, comprendiendo los mejores bosques actualmente en explotacin. La parte fiscal abarca mayoritariamente bosques ubicados en las Zonas IV y V de la Cuenca. En Formosa, la superficie forestal con probables existencias de masas forestales es, en tierras fiscales, de aproximadamente 1 000 000 ha, que se hallan en un 45% concentradas en la Zona Este de la Cuenca. A ello habra que sumar la superficie con bosques de propiedad privada, pero no existen datos que permitan cuantificarla. No se observan diferencias apreciables en las variedades a explotar segn tenencia de la tierra, as como tampoco en los productos obtenidos. 8.2.3.2 Actividad obrajera La organizacin del obraje base de la explotacin forestal, es similar en toda la CIRB. i. Gama de produccin. La especializacin o casi monoexplotacin del obraje chaqueo contrasta con la diversidad de especies contenidas en sus masas forestales. La actividad de la mayora de ellos se circunscribe, en efecto, a una explotacin selectiva y agotante de unas pocas especies (quebracho colorado para industria taninera, postes y durmientes; quebracho blanco para durmientes y ms recientemente guayaib, espina corona, guaramin, urunday, algarrobo, etc., para otros usos industriales) con abandono de las restantes. Este rasgo es menos acentuado en los obrajes sobre bosques de actividad privada, donde la necesidad de ganar extensiones para actividades agropecuarias determina una mayor proporcin de explotaciones integradas. En cuanto a la produccin de carbn, que admitira el empleo de una amplia gama de especies, es encarada como una actividad subsidiaria de la taninera y aserradora, limitada a utilizar el rezago de las maderas explotadas. La produccin unitaria promedio de los aproximadamente 200 obrajes que operan en el Chaco, fue en 1968 de 4 450 toneladas, lo que da una idea de su escaso volumen y rendimiento unitario (*). (*) Pcia. del Chaco, Estudio de las industrias de la madera y del carbn 1970, pg. 6/2. La situacin es similar para Formosa. ii. Organizacin de la produccin. La actividad obrajera est a cargo de concesionarias de bosques fiscales y propietarios de reas boscosas privadas. Como se ha sealado en otras partes de este informe, la liberalidad con que fueron otorgadas las concesiones hasta el pasado inmediato, sumada al dbil contralor, dieron origen a abundantes actividades especulativas, como ser: obtencin de la concesin sin ponerla en explotacin, contrariando lo expresamente sealado por las leyes; progresiva delegacin de las operaciones del monte en contratistas particulares, reduciendo la actividad del concesionario a la coordinacin de dichos delegados; evasin de aforos, con la consiguiente defraudacin al fisco que ello supone; y cesin lisa y llana a terceros, a cambio de una prima o comisin. El obraje tiene (aun en el caso de hallarse integrado a un aserradero) las caractersticas de una actividad esencialmente extractiva y de tecnologa primaria. En casi todos ellos las tareas (apeo, descortezado, tronzado, pelado, etc.) se realizan en forma manual y el transporte se efecta a sangre, generalmente con bueyes o equinos que arrastran carros cachaps. La herramienta ms usada es el hacha, complementada con el machete para ciertos trabajos de desrame. Ello determina la prdida de materia prima irrecuperable para otros usos. Slo en los ltimos aos se ha observado un movimiento hacia la mecanizacin de las operaciones, tal como la introduccin de la motosierra a cadena para el apeo y trozado, si bien siempre se aplica sin suficiente asistencia tcnica y servicio adecuado. Existe cierto numero de tractores de tipo agrcola aplicados a la saca, lo que reduce el tiempo de transporte y aumenta el tonelaje transportado, facilitando las tareas. En las playas de concentracin de madera se cuenta usualmente con guinches manuales. Algunos camiones poseen gras, incluso del tipo hidrogra, que facilitan la carga y descarga de los rollizos. Dos elementos combinados juegan un papel determinante en la falta de incentivos para adoptar una tecnologa forestal mas avanzada: son el bajo nivel de los salarios y la forma de pago de los mismos, que es a destajo. Esto provoca, adems de la obtencin de bajos costos de produccin, la prolongacin de la jornada de trabajo ms all de lmites normales tanto desde el punto de vista legal como fisiolgico. A ello se suma la irracional explotacin del recurso que supone dejar librado al criterio del obrajero la decisin de si la proporcin sana o enferma del rbol justifica o no la tarea de la picada, el apeo, el corte y el pelado, dado que en general las fbricas no reciben sino madera sana y muchas veces no pagan la extraccin de madera mala. En cuanto a las condiciones de trabajo, las mismas se ven negativamente afectadas por la escasa aplicacin de las disposiciones salariales previsionales y sociales vigentes, como as tambin por la deficitaria dotacin de alojamiento, aprovisionamiento y servicios sanitarios con que cuentan los obrajes. El asentamiento y estabilidad de la mano de obra se ve tambin amagado por la temporalidad de las concesiones de bosques fiscales - que en el Chaco oscila entre los 253 aos - lo que redunda en una actividad intermitente de los obrajes, situacin reforzada por las irregularidades de la demanda de productos forestales. 8.2.3.3 Sistemas de desembosque La explotacin de los bosques fiscales se hace por entresaca selectiva de especies de valor industrial, dispensando la corta de los sin destino comercial, lo que conduce al desfloramiento y degradacin del bosque por el gradual empobrecimiento de las masas forestales y reduccin de la capacidad de regeneracin de las especies ms valiosas, por alteracin del equilibrio biolgico. Muchas veces, incluso se autoriza repasar parcelas de la concesin que ya han sido anteriormente explotadas. En los bosques privados donde prima, adems del inters de la ganancia inmediata, el posterior destino de la tierra, se aplican dos procedimientos: uno es el de la entresaca selectiva, que se completa generalmente con abatido y limpieza del sub-bosque, extrayndose las especies que dificultan su aplicacin a la ganadera. Muchas veces se prefiere, en cambio, el desmonte del bosque por tala rasa, con extraccin o no de tocones y recuperacin del terreno con fines agropecuarios. Ejemplo de lo anterior, es el trabajo de dos empresas privadas que han encarado en el Chaco tareas de desmonte empleando maquinarias pesadas especficas: Noetinger (La Escondida, Zona I) y Comega (Zona II), que realizan el desmonte como una actividad complementaria a fin de recuperar tierras aptas para la ganadera y la agricultura. Puede afirmarse, en trminos amplios, que el desmonte se ha practicado en la Cuenca en forma desordenada y con elementos rudimentarios estando el contralor oficial prcticamente restringido a la mera otorgacin de los permisos para el rozado. El gobierno de la Provincia del Chaco tiene un programa para desmontar en 25 aos 125 000 ha de tierras en que se dan los bosques de mayor calidad, que son a su vez los que poseen mejor aptitud agrcola. El mismo es llevado a cabo por el Instituto Provincial del Desmonte (IPRODE) que trabaja preponderantemente sobre bosques fiscales, contribuyendo a ampliar la frontera agrcola de la Provincia. El recabado en lea y madera es por ahora abandonado o destruido por quemazn, por falta de compradores y por la imposibilidad de que el propio IPRODE organice explotaciones obrajeras o industriales con dicha materia prima. Es indudable, no obstante, que el organismo est llamado a cumplir una importante funcin en el desarrollo econmico de la Provincia, en la medida en que se lo dote de recursos tcnicos y financieros adecuados. 8.3 Estructura de la comercializacin 8.3.1 Caractersticas generales 8.3.2 Algodn 8.3.3 Hortalizas y frutas 8.3.4 Carnes vacunas 8.3.5 Granos y oleaginosas 8.3.6 Productos forestales 8.3.1 Caractersticas generales Para ubicar los comentarios respecto de la estructura de comercializacin regional debe recordarse que la CIRB participa en el mercado nacional como fuente de aprovisionamiento de ciertos productos agropecuarios y forestales y como expulsora de mano de obra, registrando una muy limitada produccin industrial; esto la convierte en "importadora" de la mayora de los artculos industriales que consume, incluidos los que requieren especialmente insumos producidos por la regin. Igualmente importa los productos agropecuarios que no se producen regionalmente. Hay una neta diferencia, pues, entre la produccin primaria sin elaborar, que exhibe ndices de aprovisionamiento relativamente elevados desde las provincias de la Cuenca y las manufacturas tradicionales, que se obtienen en las reas productivas especializadas del pas. La situacin de dficit de abastecimiento propio se agudiza en especial en los rubros que implican un procesamiento ms complejo y requieren grandes unidades productivas para su manufacturacin. Dentro de esta situacin, las caractersticas de comercializacin de los productos adquiridos fuera de la regin, para su abasto, son similares a las que ostentan las dems zonas interiores del pas. Son problemas comunes a ellas la excesiva intermediacin y la falta de agilidad y homogeneidad en el aprovisionamiento de las reas rurales. En todo caso la capacidad de iniciativa regional en este mbito resulta limitada dada la escala nacional de estos problemas. De mayor inters resulta la consideracin de la comercializacin de la produccin local, actividad en la que existe amplio campo para implementar mejoras. Ms aun si se recuerda que el desarrollo comercial de la regin en el ultimo decenio se ha enmarcado mayoritariamente dentro de una evolucin de precios desfavorable para la produccin local. As el algodn desmotado, principal producto exportado por Chaco y, en la actualidad, uno de los ms importantes rubros de exportacin de Formosa, tiene ndices de crecimientos de precios menores que todos los productos importados, de 1960 a 1970 inclusive. Es decir que, de la serie de 14 aos consignada (*), en los primeros 11 la perdida de poder adquisitivo de los "productores- exportadores" de Chaco y Formosa es de una magnitud muy considerable, pues en ningn caso logran alcanzar niveles de ingreso suficientes para que la economa provincial este en condiciones de afrontar compras crecientes de bienes "importados". Recin a partir de 1971 se produce una reaccin en los precios que en el primer ao no logra nivelar el ndice de precios global, pero que lo sobrepasa en los dos aos siguientes y parece sostenerse en el ao 1974. De cualquier modo, este repunte no se corresponde con las posibilidades reales del sector dado el problema estructural que lo afecta. Adems, las diferencias observadas en los precios relativos distan mucho de compensar las graves perdidas sufridas en la mayor parte del perodo analizado. (*) Captulo III, cuadros III-8 y III-9. A continuacin se pasar revista a las condiciones de comercializacin que enfrentan los principales productos regionales. 8.3.2 Algodn Los productores algodoneros han afrontado en la ultima dcada serios problemas debidos a una compresin del consumo de fibra, que se mantena en el ao 1972 al nivel de 1951. Esto se debi fundamentalmente a la irrupcin en el mercado nacional de la produccin de fibras sintticas y a una tendencia regresiva en la distribucin del ingreso, que provoc una cada en la demanda de productos de consumo masivo. El impacto de estos hechos en las provincias de Chaco y Formosa resulta obvio, si tenemos en cuenta: que entre ambas proveen el 70% de la produccin total del pas; que en la CIRB, la zona algodonera abarca ms del 50% de la superficie bajo cultivo; y que la produccin algodonera se destina fundamentalmente al mercado nacional, como se aprecia en el cuadro VIII-18. La demanda de fibra se ha mantenido, en los ltimos aos, en el orden de las 100 000 ton anuales. Las exportaciones han sufrido bruscas oscilaciones en las ultimas dcadas, con franca tendencia a la declinacin. El algodn nacional es de baja calidad y su fibra de reducida longitud; esta circunstancia lo coloca en situacin desventajosa frente a los grandes exportadores mundiales. Adems, los altos costos de produccin determinan precios internos que, a las tasas de cambio vigentes, resultan notoriamente superiores a los del mercado internacional de fibra. Las restricciones en la demanda han venido a agudizar problemas derivados de la estructura de la propiedad y de comercializacin y del carcter externo de la etapa de elaboracin de artculos textiles, problemas que no sern resueltos integralmente por la mera ampliacin del mercado de la fibra. El marcado predominio de las pequeas explotaciones hace que la oferta de algodn en bruto, atomizada, enfrente una demanda de caractersticas oligopsnicas. Si bien existen multiplicidad de compradores, cuatro o cinco grandes acopladores comercializan ms del 50% del producto y estn adems fuertemente vinculados a las ms importantes firmas industrializadoras. Esto los coloca en situacin dominante en la determinacin de los precios. Por otra parte, solamente el desmote se realiza en la zona. En la CIRB (Ad) existen aproximadamente 50 desmotadoras (alrededor de la mitad del total del pas) pero la industrializacin de la fibra se realiza casi ntegramente fuera de la regin, en las proximidades de los grandes centros de consumo; por tanto, la mayor proporcin del valor agregado se genera fuera del rea. El algodn en bruto es comercializado bsicamente por almaceneros ("bolicheros"), cooperativas, desmotadoras oficiales, desmotadoras y acopiadores particulares (ver figura VIII-4). En 1971 los acopiadores y desmotadoras particulares controlaban en la CIRB el 70% de las compras, trabajando con productores pequeos y grandes. Los estratos de productores medios se vuelcan en mayor medida a las cooperativas que comercializan el 23% de la produccin, mientras que las desmotadoras oficiales que actan predominantemente con productores pequeos y medios procesan el 3% del algodn bruto, lo que puede observarse en el cuadro VIII-19. La participacin del sector cooperativo y oficial es desigual en Chaco y Formosa, ya que mientras en la primera provincia las cooperativas juegan un rol significativo, en Formosa prcticamente no inciden en la comercializacin, y s tienen importancia las desmotadoras oficiales. La presencia del sector estatal en la provincia de Formosa debe adjudicarse al peso que en la misma adquiere la produccin minifundista. Como el sistema cooperativo funciona especialmente en el nivel de propietario medio, configura en Formosa una extensa gama de pequeos productores que, de no mediar la intervencin estatal, quedaran a merced de la poltica de precios de las grandes firmas acopiadoras, cuyo grado de concentracin es muy elevado en esta provincia. Cuatro firmas operan la totalidad del desmote particular que insume el 75% de la produccin comercializada en la CIRB. Cuadro VIII-18 - Destino de la produccin regional de algodn, 1970 Provincia Produccin Destino de la produccin Centros de consumos Regional Extrarregional Regionales Extrarregionales Fibra Semilla Fibra Semilla Fibra Semilla Ubicacin Fibra Semilla Ubicacin Fibra Semilla (miles de ton) % % % % % % % % Chaco 72,7 144,0 5 100 95 Resistencia 5 20 Buenos Aires 95 Senz Pea 5 Reconquista 75 Formosa 20,6 39,6 100 100 Resistencia 20 Buenos Aires 100 Reconquista 80 Fuente: Departamento de Economa y Sociologa Rural, INTA, Senz Pea. Cuadro VIII-19 - Importancia relativa de los distintos canales de comercializacin - Algodn en bruto - Ao 1970/71 Departamentos Particulares Cooperativas Oficiales Totales N % N % N % N % Comandante Fernndez 7 28,36 5 10,61 12 38,97 San Fernando 2 12,61 2 12,61 Sargento Cabral 2 8,89 1 3 8,89 Quitilipi 4 7,16 1 1,67 5 8,83 Formosa 2 6,63 2 6,63 Piran 1 3,98 1 0,08 2 2,12 4 6,18 25 de Mayo 3 3,38 1 0,62 4 4,00 General Gemes 2 3,49 2 3,49 General San Martn 1 3.45 1 3,45 Presidencia de la Plaza 1 1,72 1 1,15 2 2,87 Patino 1 0,74 1 0,58 1 0,90 3 2,22 1 de Mayo 1 0,92 1 0,92 Maip 1 0,65 1 0,65 General Donovan 1 0,29 1 0,29 Totales 23 73,47 17 23,51 3 3,02 43 100,00 Fuente: Elaboracin de. la U.T. en base a informacin de Compaa General Fabril Financiera. Figura VIII-4 - Canales de comercializacin - Algodn en bruto
FUENTE: INTA - Prediagnstico del Sector Agropecuario en NEA, 1973. A nivel de la CIRB (Ad) la concentracin de la comercializacin es elevada. Dos firmas compran aproximadamente en 40% del total, y las cinco principales alrededor del 55%. Las dos principales firmas compradoras (Fibramalva y La Fabril) dominan el mercado no solo por el volumen de sus compras sino tambin por estar integradas con las principales hilanderas-tejeduras del pas (Grafa y Alpargatas), cuyas plantas estn instaladas en Capital Federal y Gran Buenos Aires. Esta rea rene casi el 85% de la capacidad instalada en el pas. Por su parte las grandes empresas comercializadoras hacen valer su capacidad financiera pagando al productor al contado, de acuerdo al precio vigente en el momento de la transaccin. S el productor se ve forzado a vender para poder culminar la cosecha y hacer frente a sus costos, esto determinara una sobreoferta inicial que tiende a deprimir los precios por debajo del nivel medio e incluso de los mejores precios de la cosecha anterior. Es comn tambin que el acoplador o el almacenero adelante al productor dinero y mercancas entre cosecha y cosecha, por lo que el vnculo comercial aparece como una relacin "amistosa" con el almacenero o acoplador que luego compra el algodn en bruto, transgredindose en muchos casos las normas de tipificacin mediante la compra de todo el lote a un solo precio, prximo al de la categora inferior. El pequeo productor, predominante en el rea, apenas logra rebasar sus costos de subsistencia. Es por lo tanto sensible a cualquier reduccin de los precios. Su escaso poder de negociacin facilita la poltica de precios de los compradores ligados a las grandes firmas industriales quienes se apropian, por va de este mecanismo, de parte del excedente generado por el productor algodonero. La intervencin de las cooperativas y las desmotadoras oficiales tiende a moderar el mercado, porque logra reunir grandes volmenes de oferta y negociar la venta del producto ms ventajosamente. El mayor problema de esas vas de comercializacin es no contar con capacidad financiera para comprar al contado; comnmente adelantan parte del precio y liquidan el resto en el momento de la venta. En el caso de las cooperativas, los plazos de la liquidacin total oscilan entre 90 y 150 das. De manera que, si bien el productor se beneficia por la obtencin de mejores precios, las dificultades financieras por las que atraviesa, especialmente el pequeo productor, le obligan a optar por la venta directa al acoplador. La creacin del Fondo Algodonero Nacional y la fijacin de precios bsicos han logrado paliar esta situacin a partir de la cosecha 70/71. Sin embargo, el marco descripto da lugar a frecuentes transgresiones a las normas de precios vigentes. Resulta necesario aun implementar polticas que tiendan a ampliar el mercado interno y externo de fibra, robustecer la participacin cooperativa y estatal en la intermediacin, desarrollar la industria textil local, ampliar las lneas de crditos, tecnificar la produccin para mejorar los rendimientos y la calidad de la fibra y estructurar a largo plazo un programa de reorientacin de la produccin hacia cultivos que presenten mejores adecuaciones a las condiciones fsicas del rea y a la potencialidad de su demanda. 8.3.3 Hortalizas y frutas El rea hortcola (*) de la Cuenca, que se ubica en su Zona Este, es poco relevante en comparacin con las principales regiones productoras del pas, pero ofrece inters como base para la programacin de alternativas de desarrollo por tratarse de un rea productora de "primicias", destinadas a los mercados extrarregionales ya que por las caractersticas climticas del rea, sus hortalizas entran en los principales centros de consumo a principios de temporada. Tal es el caso del tomate, el zapallito de tronco, el pimiento y la berenjena. (*) Se hace referencia aqu a la produccin hortcola de Chaco y Formosa. Alrededor del 45% del volumen de produccin fluye hacia los mercados extrarregionales, obteniendo mejores precios unitarios que las destinadas al propio consumo, como puede apreciarse en el cuadro VIII-20. Entre las especies destinadas al comercio intrarregional, el 70% est compuesto por papa y mandioca, lo que revela que el consumo per cpita regional de hortalizas responde a una composicin tpica de zonas de bajo ingreso orientada hacia productos de escaso valor unitario, ricos en hidratos de carbono pero de bajo nivel nutritivo. Por lo dems, los productos que integran el consumo regional son los de ms baja calidad, por lo que debe suponerse un alto porcentaje de merma. A este respecto pueden observarse los valores consignados en el cuadro citado. En la actualidad la estructura y las tcnicas de comercializacin hortcola adolecen de mltiples fallas. La CIRB no cuenta con mercados de concentracin y son excepcionales los casos de asociacin cooperativa de productores (Margarita Beln y Makall) anexa a la comercializacin algodonera. No existen los remates pblicos, por lo que las operaciones se hacen por concertacin privada. Las modalidades son diversas: p.e. la venta directa del producto a los mayoristas (muchos de ellos procedentes de la Capital Federal y ligados al mercado de Abasto, que absorbe el 60% de la produccin hortcola del pas), la "asociacin" del productor con el mayorista o acoplador que le facilita la semilla cuando esta es muy cara, la venta por consignatarios, etc. En todos los casos el productor interviene excepcionalmente en forma directa, por desconocimiento de las tcnicas de comercializacin y falta de informacin adecuada. Adems, la comercializacin directa es muy costosa para pequeos volmenes de produccin, en particular cuando se destina a centros de consumo alejados. El carcter altamente perecedero de la produccin hortcola, que exige su realizacin inmediata a la cosecha (ms aun teniendo en cuenta las precarias condiciones tcnicas de conservacin de los productos); las inadecuadas normas de tipificacin sujetas a apreciaciones subjetivas que reducen la eficiencia en las operaciones de manipuleo, transporte y almacenamiento; el carcter estacional de los productos y el hecho de que sean consechados en varias zonas del pas distantes entre s y al mismo tiempo competitivas; la intrincada red de intermediarias, etc., son factores que se agregan a los anteriormente enumerados y que tienden a desalentar al productor. Cuadro VIII-20 - Hortalizas de importancia comercial en Chaco y Formosa - Estimacin de superficie, produccin, valor comercial en chacra y destino - Ao 1970 Especie Superficie segn mercado Productos comercializados segn mercado Precio en chacra $/kg Valor produccin segn mercado Relacin porcentual segn mercado Regional Extraregional Total Regional Extraregional Total Regional Extraregional Total Regional Extraregional ha ha ha ton ton ton (millones de pesos) % % Mandioca 5 200 5 200 45 800 45 800 0,20 9 160 9 160 100 Maz para choclo 630 3 570 4 200 4 200 23 800 28 000 0,25 1 050 5 950 7 000 15 85 Tomate 93 278 371 2 035 6 103 8 138 0,80 1 628 4 882 6 510 25 75 Zapallito de tronco 70 1 330 1 400 1 050 19 950 21 000 0,30 315 5 985 6 300 5 95 Lechuga 184 46 230 1 472 368 1 840 0,30 4 416 1 104 5 520 80 20 Batata 3 400 850 4 250 37 760 9 440 47 200 0,10 3 776 944 4 720 80 20 Sanda 1 133 3 397 4 530 8 500 25 500 34 000 0,09 765 2 295 3 060 25 75 Pimiento 21 402 423 129 2 450 2 579 0,80 103 1 960 2 063 5 95 Papa 1 496 374 1 370 8 000 2 000 10 000 0,20 1 600 400 2 000 80 20 Berenjena 12 228 240 120 2 280 2 400 0,60 72 1 368 1 440 5 95 Zapallo 720 1 080 1 800 6 600 9 900 16 500 0,08 528 792 1 320 40 60 Meln 1 496 374 1 870 8 000 2 000 10 000 0,00 960 240 1 200 80 20 Ajo 44 175 219 182 728 910 1,10 200 800 1 000 20 80 Cebolla 257 86 343 2 161 721 2 882 0,25 540,4 180,1 720,5 75 25 Pepino 42 233 230 630 3 570 4 200 0,12 76 428 504 15 85 Chaucha 45,5 45,5 91 79 79 158 0,50 39,5 39,5 79 50 50 Totales 14 843,5 12 473,5 27 317 126 718 108 889 235 607 25 228,9 27 367,6 52 596,5 Fuente: Direccin Nacional de Economa y Sociologa Rural, Secretara Agricultura y Ganadera de la Nacin. INTA, Agencias de Extensin Rural de Chaco y Formosa La desorganizacin del mercado provoca oscilaciones bruscas de la produccin. Los agricultores tienden a ampliar el rea sembrada con las hortalizas que han obtenido buenos precios, lo cual provoca sobreoferta de ese producto a la cosecha siguiente, mientras que, a causa de la reduccin del rea sembrada, suben los precios de las especies retiradas del cultivo. La imprevisin en materia de precios conspira contra la posibilidad de especializacin en uno o dos cultivos por productor. Las cooperativas de comercializacin no inciden mayormente en el rea hortcola a causa de los altos costos de las instalaciones para almacenamiento y conservacin; dificultades en los mtodos de tipificacin; necesidad de vender el producto rpidamente e inadecuada informacin y preparacin tcnica de los productores. Para promover el desarrollo hortcola de la CIRB sera necesario articular una serie de medidas que mejoren la posicin de los productores y reduzcan los costos de comercializacin con vistas a incrementar la produccin y los rendimientos. La base de la organizacin de este mercado es la implantacin de un mercado de concentracin zonal, integrado en un plan de reordenamiento de la comercializacin frutihortcola. Estas medidas se encuentran presentes dentro de los planes provinciales, existiendo ya organismos adecuados para administrar su ejecucin como es el caso de la Corporacin de Productores Agrcolas de la Provincia (Chaco). La produccin frutcola en la CIRB es marginal. No obstante se har breve mencin de la comercializacin del banano y del pomelo en la provincia de Formosa, que estn vinculados a proyectos industriales identificados en las alternativas de desarrollo. Formosa produce cerca del 90% de la produccin nacional de banano, y su volumen se ha incrementado con notable ritmo en los ltimos aos. De 223 440 ton en la cosecha 70/71 se paso a 513 000 ton en la cosecha 73/74. El producto es poco competitivo internacionalmente, e incluso en la zona pampeana se consume banana importada en Brasil. El destino principal de la produccin bananera formosea son las provincias del norte y centro del pas. Se trata, al igual que la produccin hortcola de un cultivo de alto rendimiento monetario por hectrea. Tambin a semejanza de la horticultura y sobre todo por tratarse de un cultivo relativamente nuevo, no tiene un sistema de comercializacin estructurado y estable. Existen distintos tipos de participantes en el proceso de comercializacin: Sub-acopiadores, o sea intermediarios de reducida escala, en general mandatarios de acopiadores o bien de acopiadores- maduradores. Acopiadores. Operan por cuenta propia pero en convenio con los maduradores (que son los distribuidores mayoristas del producto). Acopiadores-maduradores. Combinan acopio en lugar de produccin con maduracin en lugar de consumo. Maduradores. Tienen a su cargo exclusivamente la maduracin y distribucin mayorista a lugares de consumo. La rpida perecibilidad del producto y la atomizacin de la oferta (mltiples pequeos productores) colocan a los agricultores dedicados a este cultivo en situacin de dependencia total con respecto al aparato comercializador. Son vlidas a este respecto las consideraciones formuladas con respecto a la comercializacin hortcola. Tambin en el norte de la provincia de Formosa hay una importante produccin de pomelos, totalmente industrializada por la planta CITREX que elabora jugos concentrados para exportacin. 8.3.4 Carnes vacunas La produccin bovina del rea se comercializa en su mayor parte con destino al mercado interno, aunque los departamentos del este formoseo han exportado espordicamente ganado bovino en pie a la Repblica del Paraguay. La produccin de la zona corresponde a los tipos de inferior calidad, lo que restringe las posibilidades de exportacin a los productos citados. El anlisis de los envos de carne enlatada a los principales mercados externos (EEUU y G. Bretaa) evidencia una reduccin notable de las ventas desde el ao 1970. Como se observa en el cuadro VIII-21 los departamentos formoseos son los que registran altos niveles de movimiento extraprovincial de ganado vacuno. Cuadro VIII-21 - Provincia de Formosa Destino de la produccin ganadera Unidad Ganado sacrificado y faenado 1970 % Salida de ganado de la Pcia. 1969 % Total Cabezas 75 233 35 134 263 65 209 49. Kilogramos 12 611 336 22 43 896 350 78 56 507 68 Fuente: Elaborado en base al Anuario Estadstico de Formosa, Ao 1970. Sntesis estadstica, JNC/Ao 1972. Se observa que ms del 70% del ganado de produccin formosea concurre a los mercados extraprovinciales. La mayor proporcin de salida de ganado en pie de esta provincia tiene como destino Chaco, Santa Fe y Entre Ros. La provincia del Chaco se abastece en parte con produccin propia; en parte con importaciones de Formosa, Salta, en cambio, es importadora neta de ganado (principalmente de Formosa y Chaco) y en menores cantidades de Tucumn, Santa Fe, Rosario y Crdoba. De los departamentos sltenos de la CIRB, Oran y San Martn son los que acusan mayores dficit. El movimiento intrarregional de ganado fluye principalmente desde los departamentos frmeseos hacia los de Chaco y Salta. Estos ltimos son abastecidos en buena parte va Embarcacin, nudo ferroviario que agrupa la mayor concentracin de ganado en pie para faena en los departamentos sltenos. Los movimientos de ganado en pie de Formosa con destino al Chaco se dirigen bsicamente a los departamentos orientales de la Cuenca, que registran los mas altos volmenes de faena y consumo. En sntesis, la CIRB se abastece predominantemente con ganado de su propia produccin; participa marginalmente del mercado internacional; enva saldos exportables de cierta importancia al mercado extrarregional y su nivel de consumo esta notoriamente por debajo del promedio nacional. Puede concluirse de la figura VIII-5 que salvo en las reas ms pobladas, los canales de comercializacin predominantes en la Cuenca son elementales. Su sujeto principal es el matarife, quien frecuentemente rene las funciones de comprador de hacienda, faenador y abastecedor del comerciante minorista, y en ocasiones el mismo es propietario de carniceras. La intervencin de "placeros" u otros intermediarios puros se produce cuando es necesario movilizar ganado de zonas con saldos excedentes a otras cuya demanda sobrepasa su propia produccin. El placero, conocedor del mercado regional o subregional, compra a su nombre al productor y revende luego al matarife, percibiendo por ello una comisin. Tambin opera en la comercializacin de ganado con destino a otras provincias para recra, invern o consumo, pero en este caso lo hace habitualmente por cuenta de terceros, por lo general firmas consgnatarias de haciendas de los principales mercados. Las grandes firmas consignatarias de Santa Fe y tambin de la Capital Federal, operan asimismo en forma directa comprando ganado en pie. No existen en la regin remates-feria ni mercados de concentracin, canales de comercializacin comunes en las reas del pas que registran mayor densidad de faenamiento, por su vecindad a los grandes conglomerados urbanos y a los principales puertos de embarque de carnes hacia el exterior. En la CIRB opera un frigorfico ubicado en Puerto Vilelas, perteneciente a CAP. Su principal abastecedor es la provincia de Formosa, siguindole en orden de importancia Chaco, Corrientes, Santa Fe y Entre Ros. El frigorfico faena por cuenta propia y de terceros y destina una importante porcin de su faena al mercado externo. Posee adems en Resistencia una carnicera que participa en el abasto de carne de la zona. Existen problemas de diversa ndole en la comercializacin regional del ganado vacuno. Derivan, en primer lugar, de un deficiente manejo de los rodeos, inconveniente este que se agudiza en la Zona Oeste. El dficit nutricional del gando hace que recin se alcancen pesos apropiados en productos de tres-cuatro aos, lo que hace que los porcentajes de faena/stock sean bajos, y en consecuencia mas prolongados los perodos de rotacin de la inversin y menor su rentabilidad. En segundo lugar, la ausencia de remates-feria y mercados de concentracin zonales permiten a los intermediarios cometer abusos en la tipificacin del producto, en los precios etc. Las series oficiales de precios indican que los ingresos promedios obtenidos por cabeza, provenientes de las ventas extrarregionales de Chaco y Formosa, resultan de un 20 a un 25% menores que la media nacional, y ello puede atribuirse no solo a la inferior calidad del ganado regional sino tambin a los abusos del tipo mencionado precedentemente. La implementacin de tcnicas que permitan subsanar los problemas de manejo y alimentacin del ganado debe complementarse con formas organizadas y estables de mercado, y la cooperativizacin de los productores pequeos y medianos de forma que puedan reunirse rodeos de cierta significacin para su venta en mejores condiciones. Igualmente positivo para la regulacin del mercado ser la reactivacin del CAP Vilelas y del Frigorfico Formosa. 8.3.5 Granos y oleaginosas La produccin de granos y oleaginosas de la zona tiene bsicamente como destino el mercado interno. En la mayora de los casos abastece solamente el mercado regional y en otros cultivos, como el trigo, debe importar una parte del consumo desde las zonas cerealeras. Chaco es la provincia con mayor superficie cultivada de sorgo, maz y girasol. La produccin de soya ha sido recientemente introducida en la CIRB. Su cultivo, altamente promisorio, teniendo en cuenta el espectacular incremento del comercio internacional de este producto no adquiere todava gran significacin, aunque ha sido objeto de varios planes de promocin. La participacin de la produccin zonal en el comercio internacional de cereales es de escasa significacin. Los canales tradicionales de comercializacin de granos y oleaginosas han sido los acopladores, los comerciantes en granos y las cooperativas. Aunque los primeros fueron desde antiguo los que operaban volmenes ms apreciables de la produccin, la intermediacin cooperativa en la zona fue creciendo, sobre todo a nivel del agricultor medio hasta participar en cerca de la mitad de las operaciones. La cooperativa recibe el grano que le entrega el productor y lo almacena en sus depsitos, entregando por ello el correspondiente certificado de deposito; vende cuando lo ordena el propietario al precio del da elegido por ste, segn la calidad que especifica el certificado. Se suelen entregar antes de esa fecha adelantos al productor, o bien el uso de maquinarias, otros bienes, sin intereses. Si los adelantos son grandes (50 al 80% del precio) y a ms largo plazo, devengan intereses. La diferencia entre el canal cooperativo y el acopiador es que este compra el grano, que por lo tanto cambia de dueo, mientras que la cooperativa opera por cuenta del productor. Existen cooperativas que tienen fbricas de aceite o trabajan con aceiteras "a facn". El incremento del canal cooperativo en la intermedacin revela que sta es la forma que brinda mas ventajas al productor medio (ver figura VIII-6). La Junta Nacional de Granos comenz a intervenir en el mercado, primero en competencia con otros canales, y en determinados casos, fijando precios mnimos de sostn y de apoyo. En los ltimos aos la JNG se ha convertido en el nico intermediario en la comercializacin de los principales granos y oleaginosas. La intervencin tiende a impedir las maniobras especulativas en perjuicio del productor y los consumidores. Junto a este factor otros motivos favorecen la mayor fluidez de la comercializacin de cereales y oleaginosas. As el grueso de la produccin proviene de explotaciones de mayor superficie cultivable, es decir que se trata de propietarios con mayor desahogo financiero. Igualmente la escasa incidencia de la produccin del rea en el mercado nacional y la existencia de demanda de exportacin de la mayora de estos cultivos, asegura su colocacin. Figura VIII-5 - Canales de comercializacin - Ganado Vacuno 1) Resistencia - Formosa
2) Zonas del interior
FUENTE: Estudio de factibilidad tcnico-econmica para la instalacin de frigorficos en la Provincia del Chaco - Bochatey y Asociados, 1972 - Elaboracin Unidad Tcnica Figura VIII-6 - Canales de comercializacin - Granos
(I) En la actualidad operan como Agentes de Comercializacin de la Junta Nacional de Granos. FUENTE: INTA-Prediagnstico del Sector Agropecuario en el NEA, 1973 - Elaboracin Unidad Tcnica. Sin embargo, subsisten limitaciones de cierto peso que ser necesario superar para poder cumplir las metas regionales de desarrollo trazadas en los diversos planes oficiales, tanto nacionales como provinciales. Se sealan dos de las mas notorias. En la zona hay una deficiente capacidad de almacenamiento. Los silos y elevadores oficiales no alcanzan a las 20 000 ton de capacidad en toda el rea, y sumadas las instalaciones no oficiales el tonelaje no supera las 50 000 toneladas. La insuficiente infraestructura publica torna en la practica muy difcil extremar medidas de prevencin de las operaciones que puedan efectuarse al margen de las disposiciones oficiales. Por otra parte, se han producido en algunos casos desajustes de importancia entre la poltica de precios de la Junta y las expectativas de los productores. 8.3.6 Productos forestales Las provincias que integran el rea del Estudio participan con un significativo volumen de las extracciones forestales del pas. Este ndice alcanza casi al 50% para los principales productos: lea, postes, carbn, durmientes y rollizos de quebracho para tanino. Dichos productos forestales, que representan el 80% de la produccin total de la CIRB sufren en general escaso proceso de transformacin industrial en ella. La oferta (bsicamente obrajes y aserraderos) est compuesta por mltiples productores de reducida dimensin y la demanda (fbricas de tanino, ferrocarriles, Altos Hornos de Zapla) est altamente concentrada. Las formas de asociacin de los productores son prcticamente inexistentes. El mercado mundial de tanates a partir del quebracho se ha comprimido notoriamente a expensas del extracto de mimosa y castao. La participacin del tanino de quebracho colorado ha cado del 61,6% en 1938 al 4 U en 1973. Pero adems, la colocacin de extractos curtientes vegetales de todo tipo cay un 32% en el mismo lapso, debido fundamentalmente a la compresin de la demanda mundial de suelas de cueros vacunos. Como el grueso de la produccin se exporta (el consumo nacional es del orden del 20%) el sector industrial atraviesa una profunda crisis que ha provocado el cierre de numerosas fbricas. Las investigaciones realizadas sobre el particular indican que la declinacin del mercado internacional ha de persistir en los prximos aos. Las curtiembres se resisten a aceptar los aumentos habidos en los costos de la materia prima, debido a que el estancamiento del mercado internacional les impide trasladar los mayores costos a sus precios de venta. El carcter atomizado de la oferta y la gran concentracin de la demanda de quebracho para tanates favorece la capacidad de las fbricas para mejorar su poltica de precios, aunque ltimamente se ha debido recurrir al arbitraje oficial, lo que supone un grado mayor de organizacin de los obrajes para demandar mejoras en la comercializacin de su produccin. El consumo de leas y carbn flucta apreciablemente en los ltimos aos, debido a la sustitucin por combustibles derivados del petrleo (gas natural y licuado) y la misma tendencia comienza a operarse en el consumo productivo a favor de otros combustibles lquidos y gaseosos. La actual crisis petrolera internacional probablemente aminore este problema y ample el mercado actual de los productos leosos del rea. Los principales consumidores de lea y carbn para uso productivo son Fabricaciones Militares (Altos Hornos de Zapla), la fbrica de plomo National Lead y Ferrocarriles Argentinos. Las posibilidades de expansin del mercado dependen fundamentalmente del crecimiento de la demanda por ampliacin de los dos primeros. Los productores han afrontado serios problemas financieros debidos fundamentalmente a los plazos de pago por Fabricaciones Militares y Ferrocarriles. Estos plazos son, de ordinario, significativamente mayores que los comunes para ventas a mayoristas de carbn y lea para uso domstico y sobre ellos suelen producirse retrasos que han llegado a ocasionar la paralizacin de numerosos obrajes. Esta situacin se ha atenuado a partir de 1973, ya que fabricaciones militares fij para Altos Hornos de Zapla la indexacin de los precios de compra tomando como base los principales costos. Similares problemas financieros ocasiona la comercializacin de durmientes. La produccin de postes y varillas rurales y la de lea y carbn para uso domestico, ofrece en principio mejores posibilidades a los productores, dado que la demanda es competitiva y la zona abastece gran parte de la demanda nacional. La asociacin de los productores a los fines de la comercializacin permitira concretar estas posibilidades, ya que aumentara su capacidad negociadora ante los mayoristas intermediarios, quienes renen los productos en volmenes de significacin para su venta en los mercados extrarregionales, principales consumidores de la produccin. La zona produce modestos volmenes de rollizos maderables que son vendidos por firmas mayoristas en los principales centros de consumo para fabricacin de muebles, varillas, etc.
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
IX. Proyecciones de la demanda agropecuaria y forestal 9.1 Demanda total de productos tpicos de la CIRB 9.2 Demanda regional y local de productos agropecuarios seleccionados 9.3 Perspectivas de la demanda forestal 9.1 Demanda total de productos tpicos de la CIRB 9.1.1 Antecedentes 9.1.2 Proyecciones de demanda para 1985 9.1.3 Proyecciones de demanda para el ao 2000 9.1.1 Antecedentes Se ha destacado ya en este informe que el lento crecimiento de la demanda de algunos de los principales rubros productivos de la Cuenca, en especial el algodn, ha constituido un freno importante para el desarrollo regional. Por lo tanto, una estimacin de la demanda futura es necesario para el correcto anlisis de las diferentes alternativas de desarrollo que se plantean en los captulos siguientes (*). (*) Demanda interna ms exportaciones netas. cuya probabilidad de ocurrencia sea desconocida. Interesa analizar la demanda de ciertos productos tpicos de la CIRB (algodn, ctricos, bananas y algunas hortalizas) que tienen como destino el mercado interno y representan una porcin considerable de la oferta nacional; por esta razn, variaciones en la produccin de los rubros mencionados influyen sobre sus precios de mercado. La evolucin previsible de la demanda deber entonces servir de gua para que los proyectos de ampliacin de la oferta se adecen a los niveles de demanda esperados, evitando caer en problemas de sobreproduccin que afectan negativamente los niveles de precios. En todo caso, debe tenerse presente que las estimaciones aqu realizadas no pretenden entregar una determinacin precisa de la magnitud futura de los mercados sino simplemente indicar lmites de seguridad para juzgar la viabilidad regional de diferentes alternativas productivas, las que en su etapa de factibilidad exigirn s un dimensionamiento ms acabado de sus posibles mercados. Como horizonte de tiempo de las proyecciones se consideran los aos 1985 y 2000 y el ao 1970 como punto de referencia inicial. Para 1985, se har una proyeccin de la demanda basada en estudios existentes en el pas, con las modificaciones que parezca pertinente introducir en cada caso, derivadas del conocimiento de informaciones actualizadas (p.e., poblacin y crecimiento del ingreso). Se obtendrn as rangos probables de variacin de las cifras de demanda en el ao 1985, en vez de una cifra nica En cambio, para el ao 2000 slo se sealarn tendencias con el carcter de hiptesis, dada la complejidad metodolgica de hacer previsiones a tan largo plazo, en el cual pueden ocurrir cambios significativos, perdurables e imprevisibles en las preferencias de los consumidores, en la distribucin personal del ingreso, en las tecnologas agroindustriales, en las relaciones de precios, en las polticas gubernativas (alimentarias, de comercializacin, etc.) y en la estructura de edad de la poblacin, para mencionar tan slo algunas de las mltiples variables que afectan la demanda de manera importante. Los anlisis realizados por FAO para diferentes pases - que han permitido correlacionar el nivel del Producto Interno por habitante con la demanda total de alimentos per cpita y con la demanda de algunos de sus componentes - servirn de pautas para definir la evolucin de la demanda nacional hacia el ao 2000, en funcin de las probables alteraciones del producto por habitan te. En forma adicional tambin se estimar la demanda en el ao 2000, multiplicando las cifras de poblacin para ese ao por las cifras de consumo por habitante calculadas para 1985. En dicho caso las proyecciones de poblacin corresponden, para el pas, a las realizadas por el INDEC (que pueden observarse en el cuadro IX-1) y para la regin, a las estimadas por la Unidad Tcnica. El ingreso anual por habitante se proyect de acuerdo a dos alternativas. Para la hiptesis de mnimo crecimiento del ingreso se adopt la tasa observada en la dcada del 60, que fue de 2,1% acumulativo anual. La hiptesis de mxima supone un incremento de 3,5% acumulativo anual del ingreso por habitante. Los resultados figuran en el cuadro IX-2. 9.1.2 Proyecciones de demanda para 1985 Las estimaciones de demanda realizadas suponen, como es comn en estos ejercicios, constancia en las relaciones y en el nivel de los precios, estabilidad del grado de urbanizacin y del perfil distributivo de ingresos, invariabilidad de las polticas gubernativas y elasticidad-poblacin de la demanda igual a la unidad. Cuadro IX-1 - Repblica Argentina - Proyecciones de poblacin para 1985 y 2.000 millones de habitantes Ao 1985 Ao 2000 Mnima Mxima Mnima Mxima Poblacin 28,38 29,03 31,85 35,00 Indice (*) 121,50 124,27 136,34 149,83 (*) Indice 100 corresponde a los 23,36 millones de habitantes censados en 1970. Fuente: INDEC, "Evolucin de la poblacin Argentina 1950-2000", Buenos Aires, 1974. Cuadro IX-2 - Repblica Argentina - Proyecciones del ingreso por habitante - Valores ndices Base 1970 = 100 Proyeccin Ao 1985 Ao 2000 Mnima 136,58 186,54 Mxima 167,53 280,68 Los valores de la elasticidad-ingreso de cada producto, que se incluyen en el cuadro IX-3, han sido obtenidos en base a diversos estudios publicados sobre la materia. Cuadro IX-3 - Repblica Argentina - Elasticidad-ingreso de la demanda para productos seleccionados Productos CFI-MAG-BDPA (*) FAO (**) Unidad Tcnica Algodn 0,30/0,90 Bananas 0,50 0,40 0,40 Pomelos 0,96 0,80 Hortalizas 0,83 0,20 0,60 Fuente: (*) CFI-MAG-BDPA, "Operacin Zonas Aridas" Buenos Aires, diciembre de 1971. (**) FAO, "Proyecciones para productos agrcolas, 1970 a 1980", Roma, 1971. Las publicaciones mencionadas plantean previsiones de demanda slo hasta el ao 1980. Por esta razn, para calcular las proyecciones hasta 1985, se han adoptado en este estudio valores inferiores a los que sealan dichas fuentes para bananas, pomelos y hortalizas. En ello est implcito el supuesto de una disminucin paulatina de la elasticidad-ingreso, a medida que aumentan los consumos por habitante. Respecto del algodn, ninguna de las investigaciones analizadas proporciona cifras sobre la elasticidad- ingreso. Al intentar una estimacin, se ha evidenciado la existencia de antecedentes contradictorios. Por una parte se constata la disminucin leve pero sostenida del consumo por habitante en Argentina a partir del trienio 1964/66 (*). Sin embargo, la misma FAO informa que la elasticidad-ingreso de la demanda de algodn es superior a 1 en casi todos los pases sobre los que se dispone de datos, independientemente de su grado relativo de desarrollo. Por otra parte, la elasticidad-precio de la demanda es relativamente elevada: -1,54 (**). Es muy probable que los cambios en los precios relativos de las fibras naturales y artificiales, ante la violenta alza en el precio de los hidrocarburos, estn provocando un vuelco importante en favor de la fibra natural. Desgraciadamente, no se poseen antecedentes confiables para cuantificar el aumento en el consumo de algodn originado por esta circunstancia. Se ha optado por seleccionar dos cifras, 0,3 y 0,9 las que implican un rango de variacin demasiado amplio, el cual es un inevitable inconveniente que le resta algo de precisin al ejercicio. (*) FAO: Op. cit. (**) INTA-USDA: "Argentina: Proyecciones de oferta y demanda de productos agrcolas relacionados hasta 1980". Utilizando las cifras de elasticidades-ingresos del cuadro IX-3 y las dos hiptesis descritas para el crecimiento del ingreso por habitante, se determinaron los consumos per cpita para 1985, que figuran en el cuadro IX-4. Multiplicando los valores del cuadro IX-4 por la poblacin proyectada por el INDEC, pero tomando en este caso una de las hiptesis intermedias (28,7 millones de habitantes), se obtuvo la demanda interna para ese ao, que se vierte en el cuadro IX-5. Para obtener la demanda total, es necesario agregarle a la demanda interna el saldo neto de exportaciones previsto para 1985. Para el algodn de fibra corta producido internamente, no se supone comercio exterior, puesto que prcticamente no existen importaciones y las exportaciones efectuadas son ocasionales y subvencionadas con el objeto de solucionar problemas coyunturales de exceso de oferta. FAO estima en 180 000 toneladas la demanda de importaciones de bananas para 1980. Se supuso una disminucin de esa cifra hacia 1985, basndose en la hiptesis de un aumento sensible de la participacin relativa de la produccin nacional en el abastecimiento del mercado interno. Mayores dificultades presenta el hacer una estimacin de las exportaciones netas de pomelos y hortalizas para 1985. Los valores ms confiables los proporciona el estudio citado del CFI-MAG-BDPA, el que entrega cifras para 1980 sealando rangos probables de variaciones (de 5 a 40 mil toneladas de pomelos y de 20 a 60 mil toneladas de hortalizas). Para el ao 1985, se suponen inalterados los lmites inferiores. Haciendo uso de las hiptesis expuestas es posible entonces determinar la demanda total para el ao 1985 (cuadro IX-6). Cuadro IX-4 - Repblica Argentina Proyecciones del consumo por habitante de productos seleccionados Productos Consumos kg/hab/ao Crecimiento(**) 1970 (*) 1985 (**) % (a) (b) (a) (b) Algodn (***) 14,3 15,5 23 8,4 60,8 Bananas 10,7 12,3 13,6 15 27,1 Pomelos 4,4 5,7 6,8 29,5 54,5 Hortalizas 41,6 50,7 58,4 21,9 40,4 (*) Cifras de FAO a excepcin de la que se refiere a pomelos, obtenida de FAO-MAG-BPDA. (**) Dos alternativas de crecimiento del ingreso per cpita: a = 2,1% anual; b = 3,5% anual. (***) Algodn bruto. Cuadro IX-5 - Repblica Argentina - Proyecciones de la demanda interna de productos seleccionados Productos Consumo total 1970 miles de toneladas Demanda interna 1985 miles de ton Tasa acumulativa anual % (a) (b) (a) (b) Algodn 334 445 660 1,9 4,6 Bananas 250(*) 353 390 2,3 3,0 Pomelos 103 164 195 3,2 4,3 Hortalizas(**) 972 1 455 1676 2,7 3,7 (*) Corresponde a la produccin nacional en 1970. (**) Excluye legumbres. 9.1.3 Proyecciones de demanda para el ao 2000 Las estimaciones que aqu se incluyen son el resultado de dos ejercicios: i. Suponer estables hasta el ao 2000 los consumos por habitante determinados para 1985 y multiplicarlos por las dos cifras extremas de poblacin dadas por INDEC para aquel ao. ii. Suponer un crecimiento del producto por habitan te de 3,5% acumulativo anual hasta el ao 2000, circunstancia que llevara de US$ 1 300 a US$ 2 730, el nivel del citado indicador. Luego, adoptar para Argentina en el ao 2000, los consumos por habitante dados por FAO para los pases que en 1970 tenan un PBI por habitante similar al que tendra Argentina en aquel ao. No se intent ninguna estimacin de la demanda ex terna en el ao 2000, motivo por el cual las previsiones i e ii se refieren solo a la demanda interna y no a la demanda total para ese ao. Los resultados obtenidos se incluyen en el cuadro IX-7. Los resultados volcados en los cuadros IX-6 y IX-7 se resumen en el cuadro IX-8, en el que se visualiza la evolucin de la demanda y los rangos de variacin estimados. Cuadro IX-6 - Repblica Argentina - Proyecciones de la demanda total de productos seleccionados en 1985 Productos Demanda interna miles de ton Exportaciones netas miles de toneladas Demanda total miles de toneladas Algodn 445 a 660 445 a 660 Bananas 353 a 390 -100 253 a 290 Pomelos 164 a 195 10 a 40 174 a 235 Hortalizas (*) 1 455 a 1 676 30 a 60 1 485 a 1 730 (*) Incluye tomate, cebolla, pimiento, zapallo, ajo, zanahoria, lechuga, apio y menores. No incluye legumbres. Cuadro IX-7 - Repblica Argentina Proyecciones de la demanda interna de productos seleccionados, en el ao 2000 Productos Hiptesis(i) Hiptesis(ii) Demanda interna miles de ton Consumo por hab. kg/hab/ao Demanda interna miles de toneladas Algodn 494 a 805 14 a 20 446 a 700 Bananas 392 a 476 9 a 13 287 a 445 Pomelos 182 a 238 Hortalizas(**) 1 615 a 2 044 70 a 120 2 230 a 4 200 (*) Algodn en bruto. (**) Incluye tomate, cebolla, pimiento, zapallo, ajo, zanahoria, lechuga, apio y menores. No incluye legumbres. Cuadro IX-8 - Repblica Argentina - Consumo interno en 1970 y demanda de productos seleccionados, en 1985 y 2000 Productos Consumo en miles de ton Demanda en 1985 1970 miles de ton. Demanda interna en el ao 2000 Interna Total Algodn 334 445 a 600 445 a 660 446 a 805 Bananas 250 (*) 353 a 390 253 a 290 287 a 476 Pomelos 103 164 a 195 174 a 235 182 a 238 Hortalizas (**) 972 1 455 a 1 680 1 485 a 1 740 1 615 a 4 200 (*) Produccin interna. (**) Idem cuadro IX-6. Cuadro IX-9 - Proyectos de desarrollo agropecuario - Proyecciones de consumo y reas de influencia Productos Consumos por habitante kg/hab/ao Areas de influencia (*) (poblaciones beneficiadas) 1970 1985 2000 Leche (**) 119,3 140 180 Poblacin urbana de los Departamentos de Formosa, Piran y Laishi (F) y los de Anta, Gral. Gemes, La Capital, La Caldera, Cerrillos y Metn (S) Carne vacuna 53 65 65 F + Ch + 0,75 S Carne porcina s/d 13 13 F + 0,3 Ch + 0,75 S Trigo s/d 110 100 F + 0,9 Ch (*) S = Salta; Ch = Chaco; F = Formosa. (**) Cifras en 1/hab/ao. Son dos proyectos. 9.2 Demanda regional y local de productos agropecuarios seleccionados El conjunto de las tres provincias de la Cuenca es importador neto de algunos productos - pecuarios, trigo y papas - con sus actuales niveles de consumo por habitante, que por lo general son bastante mas bajos que el promedio nacional. La oferta regional de los citados rubros es una fraccin muy pequea de la produccin nacional y de la demanda total de cada uno de ellos, debido a lo cual es razonable suponer que tal oferta regional enfrenta una demanda totalmente elstica. Ello significa que dentro de un amplio rango, variaciones en el nivel productivo de aquellos rubros en el interior de la Cuenca, no tienen influencia alguna sobre sus precios de mercado. Por esta razn, no se hizo en el apartado 1 una estimacin de la demanda externa ni interna de trigo, papas ni pecuarios. Sin embargo, se ha considerado conveniente hacer una proyeccin de la demanda regional para algunos de estos productos, con fines de diseo y evaluacin de proyectos destinados principalmente a satisfacer tales demandas regionales. El ao base de las proyecciones es 1970 y el horizonte de tiempo los aos 1985 y 2000. Se utilizaron las cifras de poblacin regional incluidas en el Captulo VI. Los productos que se analizaron son carne vacuna y porcina, leche y trigo, para los cuales se han identificado proyectos especficos de desarrollo. La cuantificacin de la demanda regional se hizo de acuerdo a los consumos por habitante y a los mbitos geogrficos que se sealan en el cuadro IX-9, para lo cual se han manejado las siguientes hiptesis: i. Leche. Se supone que en el ao 2000 el rea de influencia tendr el mismo consumo promedio nacional que en 1970. Para 1985, se ha supuesto un consumo intermedio entre los aos 1970 (119,3 litros) y 2000 (180 litros). Las cifras para 1970 se tomaron de INDEC: "Encuesta sobre ingresos y gastos de familias de asalariados urbanos de la ciudad de Formosa, 1969-1970". ii. Carnes vacuna y porcina. Las proyecciones de consumo regional para los aos 1985 y 2000 se suponen equivalentes a las metas propuestas por el Plan Trienal para 1977. Para 1970 no hay datos sobre carne porcina y los de carne vacuna se estimaron en base a "Bochatey y Asociados: Estudio de factibilidad tcnico-econmica para la instalacin de frigorficos en la Provincia del Chaco, 1972". iii. Trigo. Dado que este producto tiene en Argentina una elasticidad ingreso negativa, se ha supuesto que en el ao 2000 la regin consumir 100 kg/hab (cifra equivalente al consumo promedio nacional en 1970) y que en 1985 el consumo ser algo superior - no hay datos a nivel regional para 1970 -. En el rea de influencia no se considero a Salta ya que, siendo Chaco la nica provincia potencialmente productora, un eventual excedente sobre la demanda sera canalizada muy probablemente hacia el mercado paraguayo, importante comprador actual y futuro de trigo argentino. Cuadro IX-10 - Proyecciones de la demanda regional por productos seleccionados Productos Ao 1985 miles de ton Ao 2000 miles de ton Leche (*) a) Formosa 12,9 a 14,6 19,6 a 24,4 b) Salta 33,8 a 35,4 62,7 a 76,0 Carne vacuna 89,9 a 100,9 106,5 a 137,2 Carne porcina 12,6 a 13,9 15,4 a 19,2 Trigo 92,3 a 106,5 97,6 a 129,6 (*) Millones de litros. Cuadro IX-11 - Evolucin del consumo aparente nacional de principales productos forestales en miles de ton Ao Combustibles Durmientes Postes Tanino (**) Rollizos y vigas para Totales Lea Carbn (*) Aserrado (***) Compensado Pastas Aglomerados 1968 1 267 2 060 115 166 486 1 953 76 382 118 6 623 1969 1 303 2 040 118 128 398 2 097 73 433 166 6 756 1970 1 027 2 160 112 148 331 1 712 82 586 185 6 343 1971 936 2 715 139 228 291 1 720 96 744 122 6 991 1972 1 256 1 865 154 344 332 1 157 100 916 282 6 406 1973 1 167 1 535 136 343 331 844 111 974 281 5 722 (*) En tonelada de lea equivalente. (**) El 90% se procesa para su exportacin. (***) Incluye importaciones de madera aserrada en ton equivalentes A partir de estas cifras de consumo y de las de poblacin de las respectivas reas de influencia, se obtuvieron las demandas regionales para 1985 y 2000. Los rangos de variacin que se observan obedecen a las hiptesis de mxima y mnima relativas al crecimiento poblacional. Los rangos pueden llegar a ser ms amplios, en funcin de las eventuales alteraciones en el tamao del rea de influencia considerada para cada proyecto o grupo de proyectos. Los resultados finales se observan en el cuadro IX- 10. 9.3 Perspectivas de la demanda forestal 9.3.1 Demanda de productos forestales regionales 9.3.2 Proyecciones a mediano plazo En el cuadro IX-11 se resume la evolucin del con sumo nacional de maderas rollizas y vigas. Aunque no existe una informacin actualizada sobre el destino de esta produccin, pueden resultar indicativas las estimaciones realizadas a este respecto en 1967, que se resumen en el cuadro IX-12. Cuadro IX-12 - Principales destinos de la madera rolliza Sectores Porcentaje Madera de obra 36 Papeles, pastas celulsicas y cartones 26 Lea, carbn, postes y durmientes 19 Envases varios 13 Otros destinos 6 Fuente: Ing. Agr. J. A. Castiglioni, "I Congreso Forestal Argentino", 1969. En el abastecimiento del mercado nacional existe un alto coeficiente de importaciones, aproximadamente el 50%, siendo los rubros ms deficitarios el de maderas para obra (70% de importaciones) y el de materia prima celulsica y papel (80% de importaciones). Globalmente, en los ltimos anos se observa un lento crecimiento del consumo, el que, aunado a problemas de importaciones y crecimiento de precios internacionales, ha favorecido la mayor participacin de las maderas nacionales en el abasto del mercado. 9.3.1 Demanda de productos forestales regionales 9.3.1.1 Combustibles 9.3.1.2 Materias primas tnicas 9.3.1.3 Madera aserrada 9.3.1.4 Durmientes 9.3.1.5 Postes 9.3.1.6 Otras maderas La CIRB es una de las principales productoras nacionales de maderas duras y esta presente tambin, aunque en mucho menor medida, en la oferta de maderas blandas subtropicales. A pesar de ello su participacin en el total del mercado nacional de productos forestales es reducido, destacndose solamente en el abasto de materia prima tnica, el que constituye a su vez un importante rubro de exportaciones. Los principales productos regionales son combustibles, materia prima tnica, durmientes, postes y maderas aserradas. En el cuadro IX-13 pueden observarse las principales variedades que se explotan para estos fines. 9.3.1.1 Combustibles El consumo de combustibles vegetales en el pas se divide en lea y carbn cuya evolucin puede apreciarse en el cuadro IX-11. Aproximadamente un 60% de las extracciones se convierten a carbn y el 40% restante se consume como lea. La evolucin de la demanda de lea, para uso domestico, ferrocarriles, panaderas, estufas de tabaco, etc., ha sido declinante en los ltimos decenios. Influye en ello el reemplazo del mismo por el gas natural y otros derivados del petrleo, la sustitucin de las locomotoras a vapor por mquinas diesel, como as tambin el encarecimiento del combustible vegetal a consecuencia de los mayores costos de transporte, a medida que entran en explotacin zonas cada vez ms alejadas de los centros de consumo. Contrariando la tendencia anterior, la demanda de carbn vegetal para la industria siderrgica, que actualmente absorbe aproximadamente el 30% de la produccin, presenta buenas perspectivas, habiendo se duplicado en el ultimo decenio y previnindose futuros incrementos en la misma. As, la puesta en produccin del nuevo alto horno proyectado en Zapla significar un incremento del 10% de los actuales niveles de demanda de carbn en el mercado nacional. Sin embargo no es previsible que a largo plazo una demanda sostenida de carbn vegetal suponga mayores volmenes de extraccin, toda vez que se implementen tecnologas disponibles que disminuyen sustancialmente la relacin de reduccin entre lea y carbn pudindola llevar de los valores 5 a 1, que hoy ostenta en promedio, hasta un aprovechamiento de 3 a 1. 9.3.1.2 Materias primas tnicas En los captulos VII y VIII ya se ha analizado la evolucin de la industria de curtientes de donde surge claramente que la misma no presenta perspectivas de significacin en el futuro. Actualmente, sobre una demanda de materia prima de aproximadamente 350 000 toneladas, menos de un 10% abastece el consumo nacional mientras que el resto se procesa para su posterior exportacin. El futuro de este rubro depende de la introduccin de nuevos usos y tecnologas que amplen el marco de aplicacin del producto. Parcialmente se ha comenzado el relevamiento de la aplicacin de resinas fenlicas, aunque todava los estudios se encuentran en su etapa experimental sin que pueda evaluarse el impacto que podra tener sobre la demanda de materia prima tanante. 9.3.1.3 Madera aserrada La demanda de madera aserrada a nivel nacional ha sufrido las fluctuaciones de su principal cliente: la industria de la construccin. Igualmente ha debido enfrentar un mercado en rpido cambio, donde la sustitucin y competencia de productos ha sido notable en los ltimos decenios. Plsticos, tableros de partculas terciados para encofrados - mejoras tecnolgicas que reducen la demanda por unidad de producto - se han enfrentado a nuevas reas de aplicacin de la madera aserrada, como ser la industria del laminado. Cuadro IX-13 - Especies forestales explotadas en la CIRB Postes Lea Carbn Durmientes Muebles Madera aserrada Parquets Construccin Tornera Quebracho colorado Quebracho colorado Todo tipo Quebracho colorado Algarrobo Algarrobo Quebracho Guayacn Quebracho blanco Quebracho Palo Cruz Vinal Quiseataco Palo Santo Guaya can Chaar Palo blanco Mistol Sauce colorado Algarrobos Vinal Dentro de este mercado fluido, la participacin de la regin ha sido mnima. Encuestas realizadas recientemente por el Consejo Federal de Inversiones revelan que uno de los principales problemas de los productos madereros del NEA es el inadecuado estacionamiento y la irregularidad en la calidad de los mismos, as como la falta de grandes lotes de madera de calidad uniforme que aseguren a los compradores la disponibilidad del producto en la oportunidad, cantidad y calidad adecuadas. Por otra parte el escaso desarrollo de la industria forestal regional le impide a su vez actuar agresivamente en el mercado penetrando con precios competitivos y difundiendo el consumo de las especies propias de la regin. En este punto radica bsicamente el futuro del aserrado regional cuya promocin supone una sustancial mejora en las condiciones de produccin de la madera regional. En el cuadro IX-14 se observa el destino nacional de la madera aserrada. Si bien el grueso de la produccin regional tambin se destina a construcciones, la mayor parte de su demanda se origina en la construccin y mejoras rurales de la propia CIRB y reas vecinas, sin llegar a los grandes mercados urbanos. Cuadro IX-14 - Principales destinos de la madera aserrada en el mercado nacional Sectores Porcentaje Construccin 51 Empaques 26 Muebles 11 Otros 12 Total 100 Fuente: Censo Nacional de Industria y Comercio, 1963, INDEC. 9.3.1.4 Durmientes La demanda nacional de durmientes esta concentrada en la empresa Ferrocarriles Argentinos e histricamente ha fluctuado segn la situacin financiera de la misma. Esto dificulta las previsiones a futuro pues, aunque existe el concenso de que una poltica planificada de mantenimiento del material frreo implicara la reposicin de 2,4 millones de durmientes por ao, no es seguro que la demanda se mantenga dentro de este valor terico. De arribar a ello, la capacidad de oferta regional superara el 80% de la misma. 9.3.1.5 Postes La demanda de postes se encuentra estrechamente asociada al ciclo de la inversin rural. Aunque se prev una mayor participacin futura de los postes metlicos, es dable esperar un crecimiento razonable de la demanda de postes que acompae el ritmo de aumento a largo plazo de la inversin en el sector agropecuario, lo que implicara una tasa de crecimiento anual del 2 al 3%. 9.3.1.6 Otras maderas Aunque existen en la actualidad estudios realizados o en curso, respecto de posibles utilizaciones alternativas del recurso leoso regional, que permitiran al sector forestal de la CIRB acceder a otros tipos de demanda como celulosa, envases, terciados, tableros, etc., no resulta factible estimar actualmente la demanda de estos productos. Parcial mente se ha previsto esta posibilidad al considerar una participacin creciente de la oferta regional en la produccin de madera aserrada. 9.3.2 Proyecciones a mediano plazo Partiendo de las estimaciones de demanda realizadas a nivel nacional por el Ing. Agr. J. Tinto, de la informacin facilitada por el "NOA Forestal" y en base a los comentarios anteriores, se ha realizado una estimacin tentativa de la demanda a mediano plazo de los principales productos forestales regionales, la que se puede apreciar en el cuadro IX-15. Cuadro IX-15 - Estimacin de la demanda nacional de productos forestales regionales para 1985 (*) Productos Demanda nacional Participacin de la CIRB (Ap) mil ton mil ton Porcentaje Combustible Lea 900 240 27 Carbn (en lea equivalente) 4 000 1 520 38 Materia prima tnica 400 400 100 Maderas aserradas 840 252 30 Durmientes 200 142 71 Postes 220 145 66 Totales 6 560 2 699 41 (*) No incluye importaciones. Fuente: Elaborado en base a informacin del NOA Forestal y estimaciones del Ing. Agr. J. C. Tinto en el "II Congreso Forestal Nacional", 1974.
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
X. Marco condicionante del desarrollo regional 10.1 Metas econmicas nacionales y regionales 10.2 Proyectos y programas 10.3 Marco jurdico e institucional 10.1 Metas econmicas nacionales y regionales 10.1.1 Metas generales 10.1.2 Metas sectoriales Uno de los objetivos del Estudio es elaborar criterios de evaluacin en relacin a los posibles usos de los recursos existentes en la CIRB. Para definirlos resulta necesario estimar la futura conformacin econmica del rea, ms aun si se recuerda el amplio horizonte de tiempo que aparece implcito en las previsiones del trabajo. Para estos fines es significativo conocer el conjunto de metas propuestas y programas promovidos por diferentes reas de gobierno, que delinean rasgos del futuro esperado para la regin. Dicho conjunto abarca desde metas cuantitativamente definidas para el corto plazo, hasta propuestas de tipo cualitativo con vigencia a mediano o largo plazo. El documento central lo constituye el Plan Trienal para la Reconstruccin y la Liberacin Nacional, que fija las grandes metas econmico-sociales a nivel nacional - as como los instrumentos conducentes a la implementacin de las polticas efectivas - y en el cual, para su correspondiente regionalizacin, se propone un proceso de concertacin con las autoridades provinciales, a fin de lograr una distribucin espacial equilibrada y armnica de las metas previstas. Este hecho resulta de especial relevancia para la CIRB pues, como se viera en el Captulo III, de no producirse en ella cambios de magnitud, la evolucin econmica y social regional resulta poco alentadora. Incluso no resulta suficiente que a nivel nacional se obtengan las metas propuestas por el Plan Trienal, pues de no complementarse con medidas especficas en el mbito regional, estos objetivos resultarn inadecuados para alterar la dinmica local. Es que la estructura econmica de la regin descansa en aquellas actividades que, por su comportamiento poco dinmico no ocupan en el Plan una posicin privilegiada que les permita crecer a un ritmo mayor que el promedio nacional. Es decir, que de no proveerse una accin exgena concertada, tendiente a producir fuertes modificaciones estructurales en la regin, no ser posible esperar para la misma un ritmo de crecimiento cualitativamente superior al que ha ostentado en los ltimos aos. 10.1.1 Metas generales Puede decirse, en forma resumida, que el Plan Trienal para la Reconstruccin y la Liberacin Nacional fija, en cuanto a objetivos generales un conjunto de metas fsicas y sociales definidas en trminos amplios. Bsicamente, aquellas se apoyan en una acelerada expansin de las exportaciones (lo que supone un apreciable crecimiento en la produccin primaria) ms un importante avance en los rubros "construcciones e industria de base". Junto a esto se busca un incremento en la participacin de los sectores asalariados en el ingreso nacional y se pretende arribar a cambios mayores en la distribucin y financiacin del gasto publico. La regin puede aportar decididamente a tales fines a travs de: i. La promocin de la actividad primaria cuya produccin se destina a la exportacin, sea que esto se exprese en forma directa o indirecta (ampliando la oferta en el mercado nacional de los productos exportables). ii. El incremento acelerado del rubro "construcciones" que, en lnea con las metas nacionales corresponde a mltiples objetivos regionales en materia de infraestructura, vivienda y empleo. iii. La creacin de fuentes de empleo regional como manera de frenar las tendencias demogrficas negativas y facilitar las polticas de redistribucin del ingreso. Dado el bajo ingreso per cpita que genera el sector terciario tradicional receptor local de la emigracin rural, la incentivacin de la actividad secundaria aparece tambin como una componente destacable de las metas regionales. iv. La implementacin de una poltica de precios para la produccin regional con objetivos de largo plazo que, junto con el desarrollo de un adecuado sistema de comercializacin, garantice un ingreso al productor que permita reorientar las inversiones y en esa forma interrumpir la actual canalizacin de la riqueza generada hacia afuera de la regin. 10.1.2 Metas sectoriales Una evaluacin resumida de las metas de desarrollo propuestas por los Planes Trienales Provinciales, las Actas de Concertacin entre las Provincias y el Gobierno Nacional, as como el conjunto de proyectos en marcha o en preparacin en los diferentes niveles de la administracin publica y en el sector privado, permite reconocer en forma parcial importantes metas sectoriales. Entre otras, interesa destacar las siguientes: i. Se postula como prioridad fundamental la ampliacin de la frontera productiva, con el consiguiente avance en la utilizacin racional de la tierra, en direccin hacia el oeste. Esta meta aparece ntidamente expuesta en el Anlisis del Sector Agropecuario del Plan Trienal Nacional cuando afirma, entre los objetivos del programa de accin en la regin semi-rida chaquea (zonas IV/V): "incorporar a la produccin reas actualmente subutilizadas, mediante la apertura de nuevas reas, por medio de la habilitacin de tierras ocupadas actualmente por leosas invasoras". A su vez, el Plan Trienal del Chaco y las Actas de Concertacin respectivas, si bien no proponen en forma explcita, lo incluyen implcitamente cuando anuncian como uno de los proyectos prioritarios, la construccin de la ruta Transchaco, que habr de atravesar toda la provincia de sudeste a noroeste uniendo la poblacin de Castelli con Apolinario Saravia, en Salta. Asimismo se proponen como proyectos conexos a la construccin de la ruta, la instalacin de centros urbanos nuevos que afirmen y consoliden la penetracin en la selva chaquea. Por su parte, las Actas de Concertacin de Formosa, al enunciar las metas u objetivos de la transformacin econmico-social de la provincia, expresan que es preciso ampliar la base productiva para aprovechar recursos naturales actualmente subutilizados o inutilizados. ii. En materia industrial, se sostiene para ambas provincias la necesidad de impulsar el proceso manufacturero. Aunque no existe un plan sectorial de industrias, ello no crea dificultades para que las provincias involucradas sumen un gran numero de proyectos industriales, algunos de los cuales aparecen listados ms adelante. Los mismos abarcan rubros promocionados por las reglamentaciones de radicacin industrial en el interior (actualmente en pleno curso), proyectos de factibilidad estudiados y la participacin oficial en determinadas actividades del sector. Dentro del sistema de Promocin Industrial instituido por la Ley 20 560 se dicto, en setiembre de 1974, un Decreto Reglamentario Regional que incluye a las provincias de Chaco y Formosa. Los proyectos de inversin que se benefician con el podrn obtener subsidios, aportes o participacin directa del Estado. Tambin recibirn en la medida que lo soliciten, crditos del Banco Nacional de Desarrollo, asistencia tecnolgica, prestacin de servicios pblicos, obras de infraestructura y/o aprovisionamiento de materias primas. Por otra parte, se beneficiarn con desgravaciones impositivas por un perodo de 10 aos (y hasta 3 aos ms durante la instalacin) en los impuestos a las ganancias, a las ventas, sobre capitales y patrimonios, como as tambin con exencin de impuestos durante los primeros 7 aos para la Provincia de Formosa y los primeros 5 aos para el Chaco. Tambin por el mismo Decreto se recomienda el uso de tarifas elctricas preferenciales. En todos los casos existe inters expreso en incrementar el procesamiento local de las materias primas regionales y en aumentar la oferta de empleo urbano. Dentro de esta tesitura, el Plan Trienal del Chaco es el que aporta ms informacin respecto a criterios y prioridades: "La produccin industrial y artesanal de la Provincia ser auspiciada, promovida y apoyada por el Estado Provincial en orden al cumplimiento de los objetivos del presente plan y particularmente en la medida en que se relacionen con las actividades bsicas que se indica a continuacin: a) Aprovechamiento y transformacin de los recursos naturales y productos primarios mediante tecnologas trabajo-intensivas que maximicen la utilizacin de mano de obra local; b) Desarrollo de la produccin energtica; c) Mecanizacin y perfeccionamiento de las actividades agropecuarias y procesamiento de su produccin; d) Mantenimiento y reequipamiento de las instalaciones y elementos productivos existentes; e) Industrias vinculadas a la construccin de viviendas". iii. Se acenta la necesidad de impulsar la poltica agropecuaria regional sobre nuevas bases que comprenden, en primer trmino, la adecuacin de los cultivos a las expectativas de la demanda en el mediano plazo y, en segundo lugar, la profunda modificacin en los sistemas de comercializacin de los productos primarios. En el Plan Trienal, seccin Agricultura, se hace expresa mencin a la necesidad de ordenar y regular la produccin, comercializacin e industrializacin de los bienes de base agropecuaria y forestal, proponiendo que a tal efecto se estimule la creacin de cooperativas de productores, instalando en la regin centros de acondicionamiento y propugnando que la comercializacin de saldos exportables se haga en forma directa por el Estado. Al mismo tiempo, se agrega como objetivo fundamental la organizacin de los productores de manera tal que se ocupe productivamente la mayor cantidad de mano de obra existente; es decir, que no slo un sistema cooperativo o similar a nivel de comercializacin se torna imprescindible para asegurar la mxima retencin de excedente en la regin, sino que se le debe implementar tambin en la etapa de produccin para incorporar mano de obra actualmente desocupada o subocupada, origen del agudo proceso emigratorio. Este objetivo se completa con el de la transformacin del actual sistema de tenencia y propiedad de la tierra, a fin de erradicar el minifundio y la ocupacin precaria y de hecho de las tierras fiscales. En tal sentido, se afirma que no es posible encarar una poltica de diversificacin de la base agrcola y forestal sin la liquidacin del minifundio, entrega de la tierra fiscal a la propiedad privada, crdito agrcola accesible al pequeo y mediano propietario y asistencia tcnica. El conjunto de polticas precitadas est explcitamente enunciado en las Actas de Concertacin de Formosa y en el Plan de Colonizacin para la Reconstruccin Nacional del Chaco. En este ultimo plan se hace mencin a la formacin de cooperativas de produccin que complementan la adjudicacin de unidades econmicas familiares. iv. Se pone nfasis en todos los aspectos de ordenamiento administrativo a fin de garantir el cumplimiento de los planes y proyectos previstos. Adems se prevn los mecanismos institucionales tendientes a reforzar o a inducir la capacidad decisional en la regin. La formacin de institutos u organismos dedicados a organizar, promover y defender al productor regional, apuntan a modificar la modalidad tradicional en que se desenvuelve el proceso de produccin, comercializacin e industrializacin de las materias primas y alimentos de origen regional. Adems, y esto es quizs lo ms novedoso, se postula la instalacin de fincas demostrativas para el mejoramiento tecnolgico de la agricultura y el mtodo de paulatina reubicacin de la poblacin productiva. 10.2 Proyectos y programas 10.2.1 Grandes proyectos 10.2.2 Proyectos de infraestructura 10.2.3 Proyectos sectoriales 10.2.4 Evaluacin del impacto espacial de los proyectos Los instrumentos promovidos con el fin de alcanzar las metas sectoriales sealadas pueden ser agrupadas en: a) Grandes proyectos. Referidos a aquellas obras que por s mismas pueden llegar a afectar la disponibilidad de recursos a escala regional o la distribucin espacial de la actividad econmica y social. Algunas de estas obras se ubican dentro del marco de la CIRB, como es el caso del Plan de Colonizacin para la Reconstruccin Nacional de la Provincia del Chaco, o la ruta Juana Azurduy. Otros se encuentran en la Alta Cuenca del Ro Bermejo, como el proyecto hidroelctrico de Zanja del Tigre, que tendr un importante impacto en la disponibilidad de agua y energa de la CIRB. Otros abarcan tanto la Cuenca del Ro Bermejo como otras reas del pas, como es el caso del proyecto de canales navegables considerado por la ex Comisin Nacional del Ro Bermejo. Otros, por ultimo, si bien se encuentran fuera del mbito de la CIRB, prolongan su influencia sobre la misma: es el caso de los grandes proyectos hidroelctricos sobre el ro Paran, que modificarn sustancialmente la oferta de energa en la zona este de la CIRB. b) Proyectos de infraestructura. Tendientes a reforzar la base productiva regional y otorgar a la poblacin mejores condiciones de vida. c) Proyectos sectoriales. Destinados a promover la actividad productiva sectorial. Con el nico fin de dar un marco de referencia a los captulos posteriores se describen a continuacin y en forma sucinta las principales caractersticas de un conjunto de importantes proyectos y programas referidos al mbito de la CIRB de acuerdo con el ordenamiento propuesto ms arriba. El estado de avance de los mencionados proyectos y programas puede haber sufrido algn tipo de cambios desde la fecha en que se hizo la recopilacin de este informe, o sea desde el mes de enero del ano 1975. 10.2.1 Grandes proyectos 10.2.1.1 Plan de colonizacin para la reconstruccin nacional. Provincia del Chaco 10.2.1.2 Proyectos de aprovechamiento hidroelctrico "Yacyret-Apip" y "Corpus" 10.2.1.3 Aprovechamiento de la alta cuenca del ro Bermejo en la zona de Oran (Zanja del Tigre) 10.2.1.4 Ruta Transchaco "Juana Azurduy" 10.2.1.5 Obras de desarrollo fluvial mltiple del Bermejo 10.2.1.1 Plan de colonizacin para la reconstruccin nacional. Provincia del Chaco Este proyecto, elaborado para el Instituto de Colonizacin de la Provincia de Chaco, se localiza en las Zonas II y III (Centro oeste de la provincia) y ocupa una superficie total de 1,1 millones ha de tierra fiscal, que representan aproximadamente el 10% de la superficie provincial y el 22% de sus tierras fiscales. El Plan prev el asentamiento productivo de gran parte de las familias que actualmente residen en el rea en carcter de ocupantes de tierras fiscales (5 597 familias sobre un total de 8 450). Se proyectan dos tipos de unidades productivas: familiares, cuya superficie unitaria oscila entre 106 y 650 ha segn las zonas y tipos de actividad; y unidades cooperativas, de 1 000 a 5 000 ha cada una, para las que se destinar una superficie total de 40 000 ha. Las cooperativas de trabajo asociarn prioritariamente a los sectores de menores ingresos, bsicamente asalariados, semiasalariados y pequeos productores, quienes segn encuestas realizadas para el mismo estudio, resultarn los ms interesados en formarlas. Se implantarn, adems, cooperativas de comercializacin, mediante las cuales se pueden reunir volmenes significativos de oferta y se las dotar de instalaciones y apoyo crediticio. El Instituto de Colonizacin tendr a su cargo la coordinacin de la ejecucin del proyecto, en la cual tomarn parte el Instituto Nacional de Tecnologa Agropecuaria, Ministerios de Agricultura y Salud Publica de la Provincia, Consejo de Educacin, Direccin Provincial de Vialidad y los Bancos que intervengan como entidades prestatarias. Se prev que estarn trabajando a plena produccin todas las unidades asentadas en un plazo de veinte aos, alcanzndose al cabo de 5 aos el 25% y en 10 aos el 65% de la produccin prevista para el funcionamiento a pleno. Como ndice de la magnitud del proyecto cabe sealar que al completarse el tonelaje producido alcanzar aproximadamente el 60% del de los principales productos agrcolas y forestales de toda la provincia en la campaa 1972/73. Las inversiones pblicas sern destinadas a la ejecucin de mejoras fijas, tierra, apotreramiento, aguadas, equipos y maquinarias para el asentamiento de familias en sus nuevos predios (a cuyo efecto se instalar una empresa de maquinarias de desmonte y otra de maquinarias agrcolas) y a la implementacin de planes de asistencia tcnica y crediticia que aseguren el logro de las metas productivas propuestas. 10.2.1.2 Proyectos de aprovechamiento hidroelctrico "Yacyret-Apip" y "Corpus" Entre los proyectos de utilizacin de recursos hdricos conviene sealar: i. La Entidad Binacional Yacyret tiene a su cargo el proyecto ejecutivo de la obra hidroelctrica y de aprovechamiento mltiple ubicado en la zona de la isla Apip-Yacyret, en el lmite entre la Provincia de Corrientes y la Repblica del Paraguay. La capacidad instalada del proyecto es de 4 050 MW y se ha previsto una generacin media anual de 18 120 GWh. Esta energa beneficiar al sistema interconectado nacional y en especial a las provincias de Chaco, Corrientes y Misiones. Con las obras del proyecto se podr suministrar, en las zonas de influencia directa de la Central, toda la energa que puedan requerir a un precio ventajoso, lo que facilitara una amplia poltica de fomento en el nordeste argentino. Adems la construccin de las obras permitir reactivar el trfico fluvial y la actividad portuaria en el Alto Paran y servir al desarrollo de las economas locales. Este proyecto, unido al de Corpus, que se describe a continuacin, abre la posibilidad del control de las crecientes del Paran y brinda la perspectiva de recuperacin de las mrgenes inundables del ro. Se ha previsto que las primeras 20 unidades de generacin de energa entre en operacin en 1983 y la totalidad de unidades previstas (30) para fines de esa dcada. ii. El proyecto de aprovechamiento mltiple "Corpus", elaborado por el Grupo de Trabajo Alto Paran y Afluentes Misioneros, prev la construccin de obras en la zona ubicada sobre el ro Paran cerca de la localidad de San Ignacio, en el tramo que sirve de lmite con la Repblica del Paraguay. Constituye el escaln inferior del sistema de obras que permitir el aprovechamiento de los recursos hdricos de la denominada "singularidad geogrfica", verdadero subsistema cuya particular conformacin topogrfica condiciona el movimiento de las aguas que circulan desde las cataratas de Guayra hacia el sur, por un cauce de capacidad de conduccin restringida, hasta Corpus, donde se expande. Las obras permitirn la generacin de energa de base, con una potencia instalada de 6 000 MW y una generacin media anual de 36 000 GWh. Adems de producir energa en forma masiva ser de decisiva importancia en el desarrollo de la zona noroeste del pas. Hasta que sea requerida totalmente en la zona, su utilizacin se destinar prioritariamente al mercado del Sistema Interconectado Nacional. En forma complementaria las obras facilitarn la atenuacin de crecidas, mejorarn la navegacin, ampliarn el sistema de comunicaciones y contribuirn en alguna medida a la atenuacin de posibles eventos catastrficos originados aguas arriba. 10.2.1.3 Aprovechamiento de la alta cuenca del ro Bermejo en la zona de Oran (Zanja del Tigre) Este proyecto comprende la construccin de un complejo de obras en la zona de Zanja del Tigre, que atiende propsitos mltiples incluyendo, entre otros, regulacin de caudales, control de sedimentos, atenuacin de crecidas, generacin de energa y riego. El embalse erogar un caudal mensual ms uniforme aguas abajo de la presa, a diferencia de las grandes variaciones actuales, con lo que podrn ampliarse notablemente los usos de tipo consuntivo supeditados a dotaciones estacionales fijas. As por ejemplo, en cuanto a las reas potenciales regables - que con el ro sin regular no excederan tericamente las 35 000 ha - con el embalse de Zanja del Tigre podra llegarse a casi 230 000 ha, cifra esta a la que se llega considerando caudales netos que podran destinarse al riego y en la que se incluyen 90 000 ha servidas directamente desde el embalse de compensacin situado aguas abajo de la presa principal. En cuanto a la oferta de energa creada por el Proyecto, ella resulta de la potencia firme en la central que se ha calculado en un mnimo de 420 MW y 1 055 GWh respectivamente). 10.2.1.4 Ruta Transchaco "Juana Azurduy" El Gobierno de la Provincia del Chaco se ha propuesto impulsar en el perodo del Plan Trienal, la terminacin del trazado y la iniciacin de las obras de la Ruta Transchaco "Juana Azurduy". Esta importante va unir la localidad de Juan J. Castelli (en el centro de la Provincia), con Apolinario Saravia (en la Provincia de Salta) atravesando la formacin boscosa denominada El Impenetrable. La obra, al mismo tiempo que vincular econmicamente las zonas ms desarrolladas del este con las menos explotadas del oeste de la CIRB, permitir el aprovechamiento agropecuario y forestal de una extensa rea aun no ocupada por corrientes colonizadoras, desarrollando la produccin y consolidando centros poblados que actuarn como ncleos de prestacin de servicios de los asentamientos productivos y del trfico sobre la ruta. La ocupacin productiva de la extensa regin a la que dar acceso esta ruta puede contribuir a solucionar los serios problemas demogrficos que afectan la zona este de la CIRB y que han ocasionado la expulsin de mano de obra hacia otras regiones del pas. Para ello el rgimen de adjudicacin de tierras y las normas de apoyo tcnico y crediticio debern posibilitar la atraccin de los pequeos productores de las zonas vecinas. El Plan de Colonizacin para la Reconstruccin Nacional, sumariamente descripto en el punto 10.2. 1.1, constituye un valioso antecedente para la implementacin de proyectos similares en el rea de influencia de la ruta. 10.2.1.5 Obras de desarrollo fluvial mltiple del Bermejo La ex Comisin Nacional del Ro Bermejo analiz la realizacin de un conjunto de programas de aprovechamiento mltiple. Se previo la ejecucin de obras de gran magnitud, que incluiran la construccin de 1 800 km de canales navegables, obras de riego conexas para 700 000 ha y la produccin de 3 000 000 de KW/h/ao de energa. En el rea de la CIRB se proyecto construir un canal de navegacin (Embarcacin-Resistencia) y un canal menor, de riego, en la Provincia de Formosa. Dada la influencia que ejerceran estos proyectos en la CIRB, no obstante trascender ampliamente sus lmites, se considera importante researlos e indicar los elementos necesarios para la actualizacin de los estudios realizados por dicha ex Comisin. El conjunto de obras analizadas implica una alternativa global de desarrollo para una amplia regin del centro y norte del pas en lo que hace a transportes, obras energticas y de riego a partir de los canales de navegacin. Posteriormente los estudios y obras realizadas o en ejecucin han tenido caractersticas ms limitadas, centradas en la consideracin de obras especficas destinadas a generar energa, riego y transporte. Tal es el caso de los estudios de la Alta Cuenca del Ro Bermejo o los proyectos y programas reseados hasta aqu. La diferencia ms importante entre estas alternativas y el programa de la ex Comisin Nacional del Ro Bermejo, radica en el carcter central que esta ultima adjudica a las obras de transporte acutico. Los aspectos de desarrollo energtico y posibilidades de riego que ocuparon buena parte de estos estudios se han seguido desarrollando a travs de la Subsecretara de Recursos Hdricos de la Nacin y han dado lugar a importantes estudios de preinversin como el de Zanja del Tigre y los de la Alta Cuenca y Cuenca Inferior del Ro Bermejo. No sucede lo mismo en cuanto a los aspectos relacionados con las posibilidades de transporte fluvial, cuya actualizacin requerira un sustancial esfuerzo destinado a relevar la potencialidad de desarrollo minero en la Alta Cuenca del Ro Bermejo y pases limtrofes. Sus resultados debern entonces incluirse en un estudio de alternativas de transporte que tambin tomar en cuenta las actuales decisiones de expansin de la red vial regional, como es el caso de la ruta Juana Azurduy. Como se desprende de lo anterior, esta tarea trasciende el marco del presente Estudio, por lo que no ha sido abordada aqu. Sin perjuicio de ello se cree conveniente destacar su importancia, a efectos de poder contar con un cuadro general de las posibilidades de aprovechamiento mltiple de los recursos del ro Bermejo. 10.2.2 Proyectos de infraestructura En su mayor parte provienen de los planes trienales Nacional y Provincial y comprenden las siguientes obras y programas: i. Chaco. Red caminera: se contempla la construccin de caminos departamentales y obras complementarias por un total de 822 km en toda la provincia y construccin de nuevas rutas, con una extensin mnima de 500 km (incluyendo la ruta Juana Azurduy). Asimismo se prev la extensin de la red ferroviaria. Energa elctrica: produccin de 80 MW adicionales, a travs de usinas trmicas y extensin en 258 km de las lneas de alta tensin. Interconexin a la red nacional de localidades del centro de la provincia; instalacin de grupos electrgenos en localidades rurales e instalacin de 3 nuevas estaciones transformadoras. Vivienda: construccin de 10 455 nuevas viviendas. Agua potable: construccin de 4 acueductos que proveern de agua potable a localidades del interior; ampliacin de las redes de distribucin. Salud publica: construccin de 6 hospitales. Educacin: construccin de 300 nuevas escuelas. ii. Formosa Recursos hdricos: programa de control de inundaciones y recarga de napas freticas en el rea Las Lomitas; construccin de 40 pequeas represas: plan de perforaciones. Transportes: construccin de 400 km pavimentados y 400 km de caminos vecinales; extensin de ramales ferroviarios; reactivacin del Puerto de Formosa. Energa elctrica: construccin de 5 centrales termoelctricas, con un total de 2 900 KW; ampliaciones del orden de los 1 500 KW en las ya existentes; aumento en 300 km de la red de alta tensin; ampliacin de redes de transmisin y distribucin. Comunicaciones: centrales telefnicas (3 800 nuevas lneas); tlex; emisoras de radio (3); canal de televisin en Formosa. Vivienda: construccin de 4 000 viviendas nuevas. Salud pblica: ampliacin de 7 hospitales; 1 hospital nuevo en Formosa. Educacin: construccin de 50 centros educacionales. iii. Salta Obras hidrulicas: varias represas pequeas; perforacin de pozos; riego de 30 000 ha en el Departamento de Anta. Transporte: ampliacin en 803 km de la red de caminos; nuevo ramal ferroviario. Energa elctrica: 2 centrales termoelctricas; ampliacin de las redes de interconexin y distribucin provinciales. Vivienda: construccin de 1 126 viviendas en la CIRB y de 11 300 viviendas en toda la provincia. Saneamiento y agua potable: construccin de 2 acueductos y planta potabilizadora. Salud pblica: construccin de 2 hospitales y 100 puestos sanitarios. Educacin: mejoramiento y ampliacin de la infraestructura edilicia de escuelas tcnicas y primarias. 10.2.3 Proyectos sectoriales 10.2.3.1 Agropecuarios 10.2.3.2 Industriales 10.2.3.1 Agropecuarios i. Ro de Oro. Est comprendido en el Plan Trienal de la Provincia del Chaco y ha sido analizado con el apoyo del Gobierno Nacional (Subsecretara de Recursos Hdricos - IGID). Tiene por objeto el aprovechamiento de la cuenca norte del ro de Oro, donde se regaran 7 000 ha. Las aguas son bombeadas del ro Bermejo y acumuladas en un embalse regulador desde el que se conducen, a travs del ro de Oro y por sucesivas represas escalonadas, hasta las tomas para riego. La produccin prevista es: forrajes y ganadera, maz y cupi, oleaginosas (soja y man) batata, zapallo, mandioca y cultivos de primicia. En forma simultnea se completan los estudios tendientes a la recuperacin de las reas inundables Arroyo Seco, Estero Coat y Baado Latapie mediante reservorios naturales convenientemente localizados y canalizaciones para evacuar excedentes de agua. ii. Laguna Yema. El proyecto est ubicado en el Departamento de Bermejo (Formosa) y en su realizacin participan el Gobierno Provincial, la Subsecretara de Recursos Hdricos (SERN y AH) y el Consejo Agrario Nacional. Su propsito es derivar aguas del ro Teuco (Bermejo) hacia el Teuquito y por este hacia la depresin natural de Laguna Yema que de este modo se convertir en embalse regulador para el riego de 7 500 ha destinadas al cultivo de alfalfa, sorgo, soja y en menor medida maz. El proyecto se implementara con una superficie de secano de aproximadamente 30 000 ha. iii. Colonizacin "El Porteito". Este proyecto integra el Plan Trienal de la provincia de Formosa y se ejecuta con la colaboracin del Consejo Federal de Inversiones. Esta ubicado en el Departamento Patino y el objetivo principal es la colonizacin de 70 000 ha. Las obras de infraestructura se refieren a la reactivacin del riacho El Porteo con aguas del ro Pilcomayo e incluyen desmonte, construccin de caminos, centros comunales, usinas y red de electrificacin. Los cultivos seleccionados son algodn, maz, sorgo y oleaginosas (man, girasol y soja). iv. Aprovechamiento del ro Dorado. Integra el Plan Trienal de la Provincia de Salta y el Acta de Concertacin con el Gobierno Nacional. Est ubicado en el Departamento de Anta y su objetivo es extender el rea de riego de la zona, en una superficie de 30 000 ha. v. Programas de promocin agropecuaria. Participacin de la Provincia de Chaco en programas nacionales de promocin de cultivos (soja y trigo) y en el Programa Nacional de Ganado Vacuno. Proyectos de Promocin de Centros de Inseminacin Artificial y de Mejoramiento de la Produccin y Especie Porcina, Secretara de Estado de Agricultura y Ganadera. Creacin de Agrochaco S.A., institucin oficial para la promocin y racionalizacin de la comercializacin de productos agrcolas provinciales (Chaco). Promocin agraria en el este de la Provincia de Formosa a fin de formular criterios de manejo y explotacin de una superficie de 1 000 000 ha sujetas a inundaciones en los departamentos de Formosa y Pilcomayo (Formosa). Plan de reordenamiento agrcola y reconversin de minifundios en el departamento de Patino mediante la creacin de 4 colonias e implantacin de 10 centros cvicos en el rea Las Lomitas y Estanislao del Campo-Ibarreta. Normalizacin de la situacin de 1 000 - 1 500 productores (Formosa). Expansin de la frontera agropecuaria en la regin del Chaco Salteo. Programa de promocin y formacin de cooperativas de trabajo en reas de los departamentos de Anta y Rivadavia. Colonizacin ganadera y forestal del lote fiscal 37 (Tolloche) y colonizacin agrcola en "El Quimilar". 10.2.3.2 Industriales Existen en las tres provincias involucradas y en particular en la del Chaco, numerosas propuestas de desarrollo industrial, la mayora de ellas asociadas a la industrializacin de la produccin primaria regional. La mayora ha sido recogida en los respectivos Planes Trienales Provinciales. Se observa en ellos la existencia de proyectos industriales Pblicos, como el de Hilandera Senz Pea en Chaco, o Salta Forestal S.A. en la provincia homnima. Por su parte, la legislacin para promover radicacin de industrias en el NEA, ha dado lugar a las provincias involucradas para emprender numerosos estudios tendientes a definir proyectos de inversin en rubros tales como frigorficos, curtiembres, conservas, alimentos balanceados, hilanderas, envases, industrias forestal, qumica y otras. Gran parte de estos proyectos han sido retomados en el Captulo XII al considerar las posibles alternativas para la industrializacin de la produccin primaria regional. 10.2.4 Evaluacin del impacto espacial de los proyectos La gran disimilitud en la presentacin de los proyectos, sus objetivos y horizontes temporales muy diferenciados y la falta de homogeneidad en los clculos de las repercusiones previstas, impiden formular una evaluacin conjunta como hubiera sido deseable. Estas consideraciones parciales deben ser tomadas, entonces, como comentarios de orden general. En el Chaco el conjunto de los proyectos de base productiva directa replantea problemas de tipo estructural hasta ahora sin resolucin; tenencia y propiedad de la tierra, diversificacin agrcola-forestal, ordenamiento de la comercializacin, entrenamiento de los productores, incremento del valor agregado en la industrializacin local, etc. El avance hacia el oeste adquiere un carcter inicial pues aunque se basa en importantes obras de infraestructura para emprenderlo, no incorpora aun un conjunto de actividades productivas capaces de dar ocupacin estable y remunerativa a la poblacin a asentarse. En sntesis, los proyectos, aunque aislados implican una posicin del sector pblico en correspondencia con el diagnstico y las metas de desarrollo, pero no son todava suficientes para resolver la presente configuracin urbano-regional - con preponderancia en las zonas I, II y III - sobre el resto de la provincia. Si el Plan de Colonizacin se lleva adelante, es indudable que se generarn necesidades de equipamiento urbano - como centros de servicios - y equipamiento social, dada la capacidad de retencin de poblacin que el proyecto supone y el mayor ingreso generado. En cuanto al uso de los recursos hdricos del ro Bermejo, entre los diversos proyectos existentes surge una sola alternativa de ndole productiva elaborada a nivel de prefactibilidad: un proyecto de colonizacin de 7 000 ha (ro de Oro), por dems reducido frente a la superficie en cultivo de la provincia y cuya localizacin, por otra parte, no modifica el actual esquema espacial. En Formosa, el avance hacia el oeste no se postula como un imperativo, pero los proyectos existentes dejan traslucir claramente ese objetivo. As, la puesta en marcha efectiva de los proyectos enunciados, adems de hacer ms apto el actual equipamiento infraestructural, social y productivo de las zonas I y II, incorpora importantes avances en las zonas IV y V. Los proyectos econmicos y sociales, como en el caso del Chaco, se corresponden con las metas. Tambin aqu, como en el proyecto de El Porteito, las repercusiones directas estn evaluadas. Pero en otros casos el impacto social aun no ha sido convenientemente calibrado. El acceso de nueva poblacin a superficies bajo riego y la exigencia de niveles tecnolgicos muy superiores a los detectados por la actual poblacin rural, exigen no solo evaluar el costo de oportunidad sino el necesario esquema de asentamiento espacial (centros urbanos, accesos, etc.) que no puede ser satisfecho con el nivel presente. En cuanto a los aprovechamientos del Bermejo, se destacan los proyectos de riego en Laguna Yema y Las Limitas, que vendrn a sumarse a la actual rea de El Colorado, base de la pequea pero altamente productiva actividad arrocera. Si a ello se le aaden los proyectos de "El Porteito" y el riacho El Porteo, suman 115 000 ha agrcolas que se agregaran en un mediano plazo a la produccin regional. Dado que estos importantes proyectos en su mayora escapan al rea mas concentrada, se advertir el reordenamiento espacial a que se vera sometida Formosa en el mediano plazo. Los proyectos de infraestructura (energa y caminos) y de equipamiento, indican que existe comprensin de este fenmeno. Pero por su magnitud, deber encararse una tarea de programacin integral para satisfacer todos los requerimientos de ndole espacial. Finalmente, en cuanto a Salta, es de destacar lo marginal del rea involucrada con respecto a la totalidad de la provincia, lo que reduce el anlisis a la evaluacin de dos proyectos de significacin: i. El embalse de Zanja del Tigre, de alto costo e indudables efectos colaterales. Es el principal del rea. ii. La extensin de la frontera desde el este haca el oeste, en correspondencia con el mismo objetivo. Los esfuerzos son significativos en un rea muy poco explotada, con alta emigracin y dificultades de acceso. Los proyectos, aunque mucho ms indeterminados que los de Chaco y Formosa, indican la intencin de revertir la regresiva tendencia histrica. 10.3 Marco jurdico e institucional 10.3.1 Competencias 10.3.2 Problemtica jurdico-institucional de las metas de la regin El presente marco jurdico-institucional tiene como pivote bsico el estudio del recurso hdrico y sus consecuencias; sin embargo, tambin contempla los problemas derivados de la contribucin de la regin al logro de los objetivos previstos en el Plan Trienal para la Reconstruccin y la Liberacin Nacional y las denominadas Metas Sectoriales, es decir, la sntesis de las metas propuestas por los Planes Trienales Provinciales, las Actas de Concertacin entre la Nacin y las Provincias y el conjunto de proyectos en marcha o en preparacin de los distintos sectores privados y pblicos de la regin. Los condicionantes jurdicos e institucionales que se sintetizan a continuacin se refieren en primer lugar al desarrollo de aquel recurso para exponer a continuacin la problemtica que surge del conjunto de metas propuestas para la regin. Queda entendido que esos condicionantes se refieren a la totalidad de la Cuenca del Ro Bermejo, en cuanto as lo impone la unidad en el uso de los recursos hdricos generados, y el hecho de que sobre dichos recursos concurren la jurisdiccin federal y la de las provincias que integran tanto la Cuenca Alta como la Cuenca Inferior. 10.3.1 Competencias El carcter internacional de la Cuenca del Ro Bermejo obliga a tener en cuenta dos tipos de compromisos: Los que surgen del aprovechamiento de un recurso que fluye en parte de otro pas: Bolivia. Los que derivan de la participacin de ambos pases en la Cuenca del Plata. En el nivel nacional concurren sobre la Cuenca las jurisdicciones federal y provinciales, adems de las relaciones interprovinciales que se generan entre las provincias involucradas. Algunas materias son de competencia exclusiva del gobierno federal o de los gobiernos provinciales en su caso y concurren en otros, ambos centros de poder. Como no es taxativa la distribucin de competencias, la Corte Suprema de Justicia ha debido pronunciarse en algunos casos sobre el lmite de las mismas. De todos modos es obvio que el planeamiento del recurso hdrico debe encuadrarse en el esquema general de desarrollo de la Cuenca del Plata, articulndose al mismo tiempo con la accin que cumple al respecto el gobierno federal con las provincias que integran la Cuenca del Ro Bermejo. En este sentido es necesaria la integracin con los planes hdricos que orienta la Subsecretara de Recursos Hdricos, dependiente del Ministerio de Economa de la Nacin, fortaleciendo la coordinacin ya existente con los organismos cuya labor es de influencia en la zona, como es el caso del Instituto Nacional de Planeamiento Econmico (I.N.P.E.). 10.3.2 Problemtica jurdico-institucional de las metas de la regin En cuanto al aporte de la regin en el logro de los fines previstos por el Plan Trienal para la Reconstruccin y la Liberacin Nacional, dos son los principales rubros que plantean problemas jurdico-institucionales. El primero es el que tiende a crear en la regin fuentes de empleo que frenen las tendencias migratorias y faciliten una redistribucin positiva del ingreso. El segundo es el referido a los mecanismos para impedir la evasin de la riqueza generada en la regin hacia inversiones extrarregionales. En este sentido las caractersticas institucionales de las empresas industriales y agropecuarias proyectadas, tienen una importancia excepcional. Es de notar en este aspecto que no se ha previsto ningn tipo de empresa de propiedad individual sino exclusivamente unidades productivas de caractersticas calificables como sociales. As, por ejemplo, el Plan Trienal para la Reconstruccin y Liberacin Nacional de la Provincia del Chaco ha previsto el asentamiento de 5 597 familias mediante unidades productivas familiares y cooperativas de trabajo. Al excluirse la propiedad individual de las unidades empresarias proyectadas, resurge en toda su importancia el tema de la "asociacin compulsiva de productores", desarrollado sobre la base de la experiencia de la Ley 11 747 que creara la Corporacin Argentina de Productores de Carne (CAP) y de la Ley 3 019 de la Provincia de San Juan que diera origen a la Corporacin Agroeconmica, Vitivincola, Industrial y Comercial (CAVIC) cuya constitucionalidad declarara la Corte Suprema de la Nacin en fallo del 8 de julio de 1970 (ver LL4/9/70, fallo 65 611). Es esencial la organizacin de los productores como sustento bsico de una nueva poltica agropecuaria tendiente a la ampliacin hacia el oeste de la frontera productiva de la regin y a la utilizacin mas racional de la tierra. Tanto en uno como en otro caso, puede resultar insuficiente colocar como principal agente del proceso de desarrollo al productor individual. Desde el punto de vista de la necesaria mecanizacin de las tareas agrcolas como de la capacidad de asimilacin de las modernas tcnicas agropecuarias, la posibilidad practica de promover la explotacin individual en el rea puede presentar dificultades. Este hecho impulsa una intensa tarea de elaboracin jurdico-institucional en la bsqueda de nuevas y eficientes figuras empresarias. Todo ello acompaado de la fundacin de empresas de desmonte y de maquinaria agrcola de propiedad publica que sirvan de soporte a los agentes estratgicos del proceso de desarrollo; las empresas denominadas "sociales", es decir las cooperativas de productores y las unidades familiares de produccin. No hay motivo, en principio, para que estas empresas publicas no alcancen un alto grado de eficiencia. Para ello lo aconsejable es otorgarles un mximo de autonoma financiera y operativa y la elaboracin de alguna forma de participacin y contralor de los productores asociados, que son los principales beneficiarios de su actividad y por consiguiente tambin de su eficacia. Alrededor y sobre la base de la idea de que un proceso de desarrollo tiene la importancia y profundidad que sean capaces de otorgarles los agentes o instituciones que asuman la responsabilidad estratgica de llevarlo a cabo, debe ponerse al servicio de las empresas proyectadas todos los medios y riquezas necesarias para llevar adelante su cometido. De este modo surge la posibilidad legal de realizar expropiaciones que favorezcan la accin de los agentes de desarrollo elegidos, es decir las empresas familiares y las cooperativas de produccin, mediante la expropiacin de las propiedades que obstaculizan el logro de las metas proyectadas, ya se trate de minifundios o latifundios. El artculo 67 de la Constitucin otorga al Gobierno de la Nacin todos los medios razonables y legitima el uso de todos los recursos y tcnicas que resulten aptos para impulsar el desarrollo integral del pas. En base a este principio de polica de prosperidad, la Corte Suprema de Justicia reconoci la constitucionalidad de la ley de defensa de la riqueza forestal, la ley de colonizacin rural, etc. El mismo principio es el que fundamenta la participacin del Gobierno Nacional en el desarrollo de la regin. Ahora bien, buena parte de la zona oeste de la Provincia del Chaco, en especial el rea boscosa denominada "El Impenetrable" y el oeste de la Provincia de Formosa, constituyen en conjunto la ultima de las fronteras interiores; un gran espacio deshabitado e inexplotado. En el rea perteneciente al Chaco hay dos grandes proyectos elaborados por la misma provincia; uno el Plan de Colonizacin para la Reconstruccin Nacional que prev el asentamiento de 5 600 familias, en su mayora ocupantes precarios de tierras de propiedad publica, sobre una superficie de 1,1 millones de ha de tierra fiscal, estando su ejecucin a cargo del Instituto de Colonizacin Provincial. El otro es el de la ruta Transchaco "Juana Azurduy" que se ha propuesto impulsar el gobierno chaqueo durante la vigencia de su Plan Trienal. La proyeccin del desarrollo de esta zona clave del pas en trminos geopolticos es evaluada por el Estudio de la siguiente forma: "La gran disimilitud en la presentacin de los proyectos, sus objetivos y horizontes temporales muy diferenciados y la falta de homogeneidad en los clculos de las repercusiones previstas, impiden formular una evaluacin conjunta como hubiera sido deseable". Parece necesario abrir amplio campo a la participacin del Gobierno Nacional en el Desarrollo de la regin. En base al criterio de la competencia nacional en el ejercicio de la polica de la prosperidad, cuando las provincias no pueden encarar una determinada tarea, se hace imprescindible que la Nacin tome a su cargo - con participacin de las provincias interesadas - la promocin del desarrollo.
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
XI. Delimitacin de alternativas 11.1 Recursos disponibles por zona de desarrollo 11.2 Caractersticas tericas y tcnicas de un anlisis de alternativas 11.3 Criterios para la delimitacin de alternativas 11.4 Descripcin de las alternativas En base a la informacin contenida en los captulos precedentes se realiza a continuacin un recuento por zona de desarrollo de los recursos disponibles en la CIRB, tomando en consideracin sus actuales niveles de utilizacin, su capacidad productiva potencial y los condicionantes que se presentan para su aprovechamiento. Estos aspectos integran el marco actual que, junto con los criterios metodolgicos que ocupan la segunda parte de este captulo, permitirn delinear las alternativas existentes para la utilizacin de los recursos naturales regionales. 11.1 Recursos disponibles por zona de desarrollo 11.1.1 Distribucin zonal de suelos 11.1.2 Recursos leosos 11.1.3 Disponibilidad de agua 11.1.4 Recursos humanos 11.1.5 El potencial industrial de la CIRB 11.1.1 Distribucin zonal de suelos 11.1.1.1 Propiedad, ocupacin del suelo y distribucin de las explotaciones agropecuarias 11.1.1.2 Aptitud agrcola y superficie cultivada 11.1.1.3 Aptitud de los suelos y actividad ganadera En el captulo V se han volcado los resultados del estudio de suelos. Entre otras clasificaciones, se presentan ordenados en Grupos de Suelos en una escala alfabtica descendente de A a E segn diferentes aptitudes agrcolas. Como puede apreciarse en los cuadros XI-1 y XI-2, la distribucin por zonas de desarrollo de las diferentes calidades de suelos resulta ampliamente dismil. Si se observa la composicin porcentual de suelos por zona resulta que, mientras en la Zona III prcticamente la totalidad de los suelos pertenece a los grupos A o B, la situacin se invierte en la Zona I donde el grueso de los suelos es del grupo D. Ordenando las zonas por la proporcin que en ellas ocupan los suelos A, B y C en conjunto, se obtendra la sucesin III, V, IV, VI, II y I. Si se observa en cambio la ubicacin de las principales superficies de suelos A, B y C, resulta la sucesin V, IV, VI, II, III y I (ver cuadro XI-2). 11.1.1.1 Propiedad, ocupacin del suelo y distribucin de las explotaciones agropecuarias En el cuadro XI-3 y la figura XI-2 se aprecia el volumen y la distribucin de las tierras publicas y privadas en la CIRB, comprobndose que la misma no se corresponde con la calidad de los suelos mencionada en el punto anterior, sino que se ajusta a las lneas de penetracin histrica en la regin y al peso que en la misma tuvo la actividad forestal. Mientras que la Zona I es, prcticamente en su totalidad, propiedad privada, el porcentaje, de propiedad publica supera al tercio en la Zona II y crece aun ms en la Zona III, donde ms del 90% del suelo es de ptima calidad. En direccin a Salta, en la Zona V, asciende rpidamente la participacin privada en la propiedad del suelo, lo que produce un descenso moderado de la presencia publica en la Zona V y una abrupta cada de la misma en la Zona VI. Corresponde sealar que tierra publica no significa tierra desocupada; por el contrario, todas las tierras publicas aptas para la agricultura de secano (bsicamente las ubicadas en la Zona Este), se encuentran densamente ocupadas. Por otra parte, tambin resulta de consideracin la ocupacin ganadera de las tierras fiscales no desmontadas o con limitaciones climticas para el desarrollo de una agricultura de secano. El cuadro XI-3 y la figura XI-1 muestran a este respecto que la mayor ocupacin productiva se concentra en la Zona III. Resulta tambin elevada en las Zonas II y I, mientras decae en las restantes. Paralelamente a los comentarios anteriores se advierte que en las Zonas IV, V y VI la ocupacin no es proporcional a la disponibilidad de suelos con aptitud agrcola. Esto se debe, entre otros factores, a que en las mencionadas Zonas existe una limitada disponibilidad de lluvias, especialmente en otoo e invierno. El peso de la propiedad publica en la regin y la existencia de abundantes tierras de alta aptitud productiva, permite suponer la posibilidad de implantar importantes programas agropecuarios que se apoyen en tierras publicas en la totalidad de las zonas, con excepcin de la I y en menor medida de la VI. Al mismo tiempo el grado de ocupacin de las mismas condiciona dichos programas a la incorporacin en ellos de la poblacin ya asentada, y a la vez destaca las dificultades y costos que implicar trabajar con buena parte de esta poblacin, donde al carcter de ocupante de lotes pblicos se asocia la precariedad en la dotacin de los medios de produccin y los bajos niveles de equipamiento social y cultural de los mismos. Es importante tener en cuenta este ultimo aspecto en el momento de disear proyectos de aprovechamiento productivo. Aproximadamente de 30 000 explotaciones existentes en la regin, una mayora absoluta puede calificarse como minifundios. Tal como se analiza en el captulo VIII estos minifundios son especialmente numerosos en las zonas de mayor actividad agrcola, representando parte substancial de la oferta agrcola regional, en especial de algodn. Tambin se aprecia su mayor concentracin en tierras fiscales y en la Zona Este, por el obvio motivo de ser sta el asiento principal de la actividad agropecuaria regional. Los minifundios, no obstante constituir la mayora de las explotaciones, son minoritarios en cuanto a la superficie de que disponen, planteando una dicotoma de implicancia para el desarrollo de proyectos. Si se organiza un proyecto que abarque importantes superficies agropecuarias, por lo general dejar al margen al grueso de la poblacin rural existente. Si se disea un programa en funcin de abarcar una parte importante de la poblacin rural existente, ste se desenvolver sobre una reducida superficie agropecuaria, y en este caso el juicio compartido por organismos tcnicos oficiales y privados es que las alternativas productivas son bastante limitadas si no se incrementa la dotacin de tierra de las explotaciones ubicadas en los estratos menores. 11.1.1.2 Aptitud agrcola y superficie cultivada La agricultura de la CIRB es hasta el presente esencialmente de secano. Por lo tanto, al considerar la ocupacin agrcola de su superficie, se requiere tener presente en forma explcita las condiciones climticas de las diferentes zonas de la CIRB para este tipo de agricultura. Dado que, como mnimo, son tierras de buena aptitud agrcola, el 75% de los Grupos de la Tierra A, B y C, se ha combinado la informacin relativa a la distribucin de dichos suelos con el punto 11.1.1, que informa sobre las limitaciones que las precipitaciones anuales imponen a la agricultura de secano. As como siempre es posible encontrar algn cultivo que se adapte a las precipitaciones disponibles, por menguadas que stas sean, igualmente es posible hallar un cultivo o una tcnica de cultivo que requiera riego aun en una zona de abundantes precipitaciones. Pero en trminos generales y para la gama de cultivos econmicamente relevantes, se puede distinguir muy claramente que al desplazarse hacia el oeste se pasa de reas con menores restricciones para el cultivo de secano a reas con mayores restricciones, lo cual disminuye la variedad de cultivos posibles de desarrollar en secano. En el cuadro XI-4 y en la primera columna de la figura XI-3, puede compararse la superficie apta para agricultura por zona de desarrollo con la de menor o mayor restriccin climtica a la agricultura de secano y, finalmente, con la superficie cultivada actual. De ello puede deducirse que la Zona I, con escasos suelos de aptitud agrcola y mayores ndices de utilizacin de los mismos, presenta pocas posibilidades de expansin agrcola. Las Zonas II y III, actualmente los principales centros agrcolas de la regin tienen aparentemente amplio margen de expansin, ya que cuentan aun con amplia disponibilidad de suelos de buena aptitud agrcola y con condiciones para desarrollar una diversificada agricultura de secano o riego. Por su parte, en la Zona IV, donde existen importantes superficies agrcolas con limitadas restricciones para secano, el escaso porcentaje de las mismas que actualmente aparece cultivado debe explicarse por el hecho de ser esta zona la "frontera" agrcola del Chaco, razn por la cual ha sufrido en mayor medida los efectos del estancamiento en la expansin agropecuaria. 11.1.1.3 Aptitud de los suelos y actividad ganadera Al tratar de relacionar la actividad ganadera regional con los suelos disponibles, se encuentran varias posibilidades: los suelos de aptitud agrcola son tambin aptos para la ganadera al total de los suelos incluidos en los Grupos de la Tierra A, B y C ms el 70% de los suelos D. Como tambin es de inters considerar la posible competencia en el uso del suelo que puede surgir entre agricultura y ganadera, se estima como suelos de aptitud ganadera y no agrcola a la diferencia entre la superficie anterior y los suelos que en 11.1.1.2 se consideraban de buena aptitud agrcola; es decir, que los suelos aptos para ganadera y no aptos para agricultura se asimilaran al 25% de los Grupos de Suelos A, B y C ms el 70% de los suelos D. Las reas actualmente destinadas a la ganadera son difciles de precisar. Para obviar dicho problema se han convertido superficies a rodeos potenciales en base a un ndice de receptividad por hectrea. Estos rodeos son comparados con los actuales, para definir la capacidad potencial de expansin de la ganadera, sea en base a suelos estrictamente ganaderos o a suelos ganaderos y agrcolas. El resultado se aprecia en el cuadro XI-5 y permite varias conclusiones de inters. En la Zona I, dada la escasa existencia de suelos de buena aptitud agrcola, la ganadera no compite por su ocupacin, ya que ella incrementara en muy poco (17 %) las posibilidades de expansin, que ya son considerables si se realiza un buen manejo de los suelos ganaderos. En las Zonas II y III la competencia entre ganadera y agricultura es clara. Aqu el stock actual supera ya la receptividad de suelos ganaderos no agrcolas y dado que dicha receptividad es el resultado de un clculo en base a receptividad potencial, es seguro que los actuales stocks ganaderos en los hechos deben asentarse sobre buena parte de los suelos agrcolas zonales. Las implicancias de este hecho se aprecian mejor si se recuerda que en el pargrafo anterior se sealaba a las Zonas II y III como el asiento del grueso de las superficies agrcolas que pueden ser explotadas en secano. Diferente es la situacin de las Zonas IV, V y VI. En ellas la ganadera tendra amplia posibilidad de expansin confinndose a los suelos no aptos para agricultura, pero, aun en el caso de ocupar parte de ellos, este hecho no adquirir las implicancias que tiene en las Zonas II y III. Es que aqu, dadas las mayores restricciones que existen para el cultivo de secano, es lcito especular con que las superficies agrcolas aptas slo sern ocupadas en forma parcial, sea porque los posibles cultivos de secano son limitados o simplemente porque se ejecutan proyectos de riego que en conjunto apenas pueden Cuadro XI-1 - Composicin porcentual de suelos (Grupos de la Tierra) por zona Grupo Zona I Zona II Zona III Zona IV Zona V Zona VI Totales A 0,6 17,7. 40,3 4,3 - 4,0 5,7 B 7,4 13,2 55,1 38,2 13,7 21,3 21,9 C 5,0 16,0 1,4 11,1 42,6 23,4 24,2 A + B + C 13,0 46,9 96,8 53,6 56,3 48,7 51,8 D 87,0 53,8 3,2 34,1 19,6 30,0 33,0 E - 0,3 - 12,3 24,1 19,7 15,2 Totales 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Cuadro XI-2 - Distribucin de los grupos de suelos A, B y C Grupo Zona I Zona II Zona III Zona IV Zona V Zona VI Totales A ha 4 900 236 600 242 200 110 500 109 800 704 000 % 0,7 33,6 34,4 15,7 - 15,6 100,0 B ha 81 900 181 900 372 900 1 094 600 648 800 651 900 3 032 000 % 2,7 6,0 12,3 36,1 21,4 21,5 100,0 C ha 53 700 241 800 10 100 319 100 2 018 800 715 500 3 359 000 % 1,6 7,2 0,3 9,5 60,1 21,3 100,0 A+B+C ha 140 500 660 300 625 300 1 524 200 2 667 600 1 477 200 7 095 000 % 2,0 9,3 8,8 21,5 37,6 20,8 100,0 Cuadro XI-3 - Distribucin de la propiedad y ocupacin de la tierra - km2 Zonas Superficie total Superficie publica Superficie ocupada Superficie publica en porcentaje sobre total Superficie ocupada en porcentaje sobre total I 1 090 000 101 000 305 000 9,3 27,0 II 1 580 000 565 000 682 700 35,7 43,0 III 700 000 520 000 461 750 74,3 65,0 IV 2 930 000 2 305 000 356 200 78,7 12,0 V 4 690 000 3 326 000 75 000 71,0 1,0 VI 3 010 000 675 000 153 750 22,5 5,0 Totales 14 000000 7 492 000 2 034 400 53,5 14,0 Fuente: Figuras XI-1 y XI-2. Cuadro XI-4 - Aptitud para la agricultura de secano Zona Suelos aptos para agricultura Restricciones Cultivados % ninguna ligeras medias altas ha % % % % I 105 300 100 - - - 27 II 524 700 - 100 - - 21 III 497 100 - 100 - - 24 IV 1 164 825 - 31 69 - 4 V 2 021 550 - - 21 79 - VI 1 129 425 - - - 100 1 Fuente: Cuadro XI-2 y figura XI-3. comprometer un limitado porcentaje de los suelos aptos. 11.1.2 Recursos leosos En base a la informacin facilitada por el NOA Forestal y el Instituto Nacional Forestal (IFONA) se han estimado existencias mnimas de recursos leosos por zona de desarrollo para las variedades de mayor valor econmico (quebracho colorado, quebracho blanco, guayacn, guayaib, lapacho, urunday y palo santo) y otras variedades. Sobre estos valores se estimaron tasas de crecimiento correspondientes a un manejo eficiente del bosque a fin de obtener valores mximos posibles de extraccin. Los valores obtenidos deben considerarse como meramente ilustrativos pues se apoyan en fuentes sumamente precarias. Por otra parte, los techos de extraccin anual deberan incrementarse en base a la tasa anual de desmonte y disminuirse por la reduccin en el crecimiento debido al avance del desmonte. Con las salvedades realizadas, el cuadro XI-6 permite concluir que en el este de la CIRB la explotacin forestal se realiza en per juicio del recurso boscoso pues la extraccin anual supera el crecimiento estimado - particularmente en el caso de las Zonas II y III - lo que se ve agravado por el carcter selectivo de la explotacin que, al concentrarse en las especies de mayor valor, reduce considerablemente la importancia econmica del bosque remanente. Esto no significa que dichas zonas no sigan ostentando importantes valores de produccin anual como resultado del desmonte y de la existencia de numerosas explotaciones forestales. Pero el manejo del recurso a nivel regional implicara que la evolucin a mediano plazo debe promover una reduccin en las extracciones anuales, lo cual puede ser ms que compensado por el incremento de la explotacin forestal en la Zona Oeste de la CIRB. 11.1.3 Disponibilidad de agua En el Captulo IV se ha hecho una estimacin de los recursos disponibles, superficiales y subterrneos. Tal como all se indicara, los usos actuales y potenciales del agua se orientan hacia el consumo humano, abrevado de ganado, consumo industrial y de riego. Se han desestimado las posibilidades energticas no solo por la escasa viabilidad tcnica en este tipo de aprovechamientos sino tambin por la existencia, a mediano y largo plazo, de importantes ofertas de energa provenientes de zonas muy prximas a la CIRB. Finalmente, el posible aprovechamiento del ro Bermejo con fines de transporte, no ha sido explcitamente analizado por los motivos que se sealaron en el Captulo X, pese a lo cual se podr apreciar que el esquema de anlisis propuesto para los posibles aprovechamientos hdricos permite, llegado el caso, su fcil inclusin. El caudal del ro Bermejo disponible para nuevos aprovechamientos, vara segn se considere al ro en su comportamiento actual o con las obras de regulacin previstas en el Estudio de la Alta Cuenca, en particular las del Proyecto Zanja del Tigre. En lo que sigue, y salvo que en forma explcita se seale lo contrario, las alternativas y proyectos identificados corresponden a la situacin que existir a mediano plazo, una vez puestas en servicio las obras de Zanja del Tigre. En tales condiciones, en la figura XI-4 se resumen las ofertas de agua para usos consuntivos en las diferentes zonas de desarrollo, en el bien entendido que las cifras deben considerarse slo como una primera aproximacin y con las salvedades siguientes en lo que atae especficamente a los caudales del tramo inferior del ro Bermejo: La variacin de demanda mensual atribuida al riego de 90 000 ha previsto en el proyecto de Zanja del Tigre, se considera similar a la calculada para la zona de Castelli- Senz Pea en base a los requerimientos de un paquete de cultivos. De la comparacin de caudales totales - los turbinados por Zanja del Tigre ms los escurridos por el ro San Francisco (ver cuadro IV-9) - con la variacin de demandas mensuales, surge que el mes crtico es octubre, al cual le correspondera una tasa de riego de 0,37 1/s/ha. La real probabilidad de ocurrencia de los caudales sealados como "disponibles" y que en esta aproximacin se estima igual o superior al 85%, depender de la forma en que va a operar el embalse y del servicio del rea a regar. Se acepta que entre Junta de San Francisco y El Yacar existe un 25% de perdidas por infiltracin, porcentaje este que puede disminuir con el ro regulado ya que su ponderacin fue analizada en las condiciones de los estiajes actuales. A la disponibilidad en El Yacar se deducen 30 m 3 /s para asegurar aguas abajo un caudal no inferior al de los estiajes mnimos actuales. Dicha deduccin equivaldra a 40 m 3 /s en Junta de San Francisco en base a la hiptesis anterior. Si en la determinacin de los caudales totales en Junta de San Francisco se consideran los mnimos mensuales en lugar de los promedios mensuales, el mes crtico pasa a ser noviembre cuya tasa de riego es de 0,5 1/s/ha. En tal caso, las posibilidades de utilizacin para riego disminuyen como consecuencia de la mayor demanda en bocatoma. No obstante, cabe sealar que en toda esta aproximacin, el anlisis opera dentro de un margen de seguridad representado por la no consideracin del retorno del riego - aproximadamente igual al 30% de los insumos - por la generosa estimacin de perdidas entre Junta de San Francisco y El Yacar y finalmente por el mantenimiento de un caudal seguro de estiaje. Todo ello contribuira a compensar los resultados aparentemente optimistas que se obtienen partiendo de los caudales de octubre, mes este en el cual el requerimiento de agua para riego es inferior al de noviembre. Cuadro XI-5 - Posibilidades de expansin de la actividad ganadera Zona Suelos (ha) Coeficiente de receptividad (ha/cab) (3) Rodeos potenciales (cab) Stock ganadero actual (cab) (6) Posibilidades de expansin ganaderos y agrcolas (*) (1) exclusivamente ganaderos (**) (2) Stock (1)/(3) (4) Stock (21/13) (5)
Diferencia I 796 370 691 070 1,5 513 913 460 713 347 914 49 32 17 II 1 275 420 750 720 1,7 728 811 428 983 480 980 52 -11 63 III 678 340 181 240 2 339 170 90 620 87 720 287 3 284 IV 2 243 440 1 078 615 3,5 640 983 308 176 205 248 212 50 162 V 3 349 760 1 328 210 10 334 976 132 821 89 045 276 49 227 VI 2 155 360 1 025 935 7,5 287 738 136 971 101 340 184 35 149 (*) A + B + C + 0,70 D (**) 0,25 (A + B + C) + 0,70 D Cuadro XI-6 - Extraccin actual y potencial de madera por zona de desarrollo (en miles de ton) Zonas Extraccin actual total Extraccin potencial Total Variedades de mayor valor Otras variedades I, II, III 526 280 420 700 IV 153 700 4 200 1 900 V 55 600 450 1 050 VI 126 - - 1 600 Totales 860 5 250 Fuente: Elaborado en base al Volumen 1 Captulo VII, y Volumen 3 Parte B. Para definir los recursos disponibles por zona de desarrollo es preciso tener en cuenta, adems de los correspondientes al ro Bermejo, los recursos locales no dependientes de los anteriores como es el caso de las subcuencas de los ros Dorado y Del Valle. El uso consuntivo de los primeros hace disminuir los caudales disponibles aguas abajo y en consecuencia compromete un recurso "comn" a toda la zona. En cambio, en los ltimos que podran denominarse recursos "propios", el uso lgicamente prioritario es el servicio de la zona en que se encuentran y por lo tanto no altera la disponibilidad en otras zonas. En el cuadro XI-7 se indican los caudales disponibles por zona de desarrollo, reiterndose que los valores adjudicados a los recursos "comunes", son interdependientes y resultarn disminuidos segn los usos consuntivos de las zonas situadas aguas arriba. Entre las Zonas VI y V la disminucin es atribuida a las prdidas de caudal citadas anteriormente. Traducidos los recursos a superficies potenciales de riego utilizando la tasa de octubre (0,37 1/s/ha) se llega al cuadro XI-8. Recursos hdricos subterrneos con posibilidades de explotacin fueron reconocidos por la Unidad Tcnica en las reas de Embarcacin - Dragones - Yuchn (1 700 hm 3 ), Luis Burela - El Manantial - Piquete Cabado (360 hm 3 ) y Joaqun V. Gonzlez (462 hm 3 ), todos ellos en la Zona VI, a los que debe agregarse el rea de Margarita Beln (95 hm 3 ) en la Zona I. En los tres primeros casos los recursos subterrneos coinciden espacialmente con los lugares de concentracin de los recursos superficiales por lo que resulta improbable suponer una utilizacin simultnea y total de ambos casos. En el caso de la Zona I las caractersticas climticas y la disponibilidad de recursos superficiales hacen prever poca demanda para el agua subterrnea. No obstante lo anterior, y como se apreciar en el captulo siguen te los recursos subterrneos pueden cumplir una importante funcin de complementacin en los proyectos de aprovechamiento hdrico. Debe recordarse, al observar los cuadros anteriores y la figura XI-3, que las superficies potenciales que aparecen en cada zona no son agregables sino que sealan el potencial mximo en caso de que se dirija a cada zona el total de recursos comunes (a excepcin de los destinados a Zanja del Tigre). Por ltimo, como se ver en el prximo captulo, existen algunos proyectos de riego en base a aprovechamientos del ro Bermejo que, por concentrar sus demandas fuera del perodo crtico, no disminuyen los caudales disponibles para el resto de las zonas y pueden ser asimilados a proyectos de riego en base a recursos propios. Cuadro XI-7 - Recursos hdricos superficiales por zona de desarrollo Zona Comunes m 3 /s Propios m 3 /s Totales disponibles para uso consuntivo m 3 /s Totales en la fuente Comprometido para estiaje mnimo Disponible para uso consuntivo VI 143 40 103 24 (*) 127 V 107 30 77 - 77 IV 107 30 77 - 77 III 107 30 77 - 77 II 107 30 77 - 77 I 107 30 77 77 (*) Subcuencas Dorado y del Valle. Corresponde a los caudales extrados de los embalses proyectados (21 m3/s) en el mes de mxima demanda para esa zona (setiembre). Incluye 3 m3/s derivados del ro San Francisco para la zona de Urizar. Nota: Para la Zona VI se parte del promedio total en Junta de San Francisco correspondiente a octubre, al que se descuentan 13 m 3 /s por concepto de usos consuntivos previstos entre Yuto y Junta (Canales Talar: 10 m 3 /s y Urizar: 3 m 3 /s). Ello equivale a operar slo con el mnimo mensual turbinado (ver cuadro IV-9). Entre las Zonas VI y V el caudal se reduce en 25% por perdidas. Cuadro XI-8 - Superficies potencialmente regables Zona Recursos disponibles (*) m 3 /s Superficie regable (**) ha Superficie actualmente regada ha Propios Comunes Totales VI 24 103 127 321 000 6 600 V - 52 52 141 000 - IV - 52 52 141 000 - III - 52 52 141 000 - II - 52 52 141 000 - I - 52 52 141 000 11 700 (*) Excluyendo de las Zonas V a I el caudal consumido por el rea de riego de Zanja del Tigre (33 m 3 /s) y el porcentaje de perdidas (25%). (**) Considerando la tasa de riego de octubre igual a 0,37 l/s/ha para los caudales comunes y la de setiembre igual a 0,54 1/s/ha para los propios de la Zona VI. Si se compara ahora el potencial disponible con el uso actual (cuadro XI-8) se aprecia que este es mnimo. La conclusin que se obtiene es que el potencial de riego de la CIRB, en el supuesto del ro Bermejo regulado por Zanja del Tigre, abarca aproximadamente un 6% de los suelos aptos, estimados en cinco millones de hectreas (ver Captulo V). Este representa una diferencia notoria con la situacin actual y al mismo tiempo una variacin sustancial si se compara con la actual superficie bajo riego a escala nacional (aproximadamente 1,5 millones de hectreas). Asimismo, comparando la disponibilidad de suelos vista en el pargrafo anterior, con los caudales disponibles, se deduce que las Zonas II, III, IV y VI presentan una oferta de suelos aptos para riego que supera en cada una de ellas la capacidad total de riego de la CIRB. La Zona V posee tambin amplias superficies aptas para riego pero de menor calidad, mientras que la Zona I presenta limitaciones para dicho uso. 11.1.4 Recursos humanos En el Captulo VI se han realizado estimaciones respecto a la evolucin de la poblacin regional econmicamente activa y su distribucin tanto zonal como urbano-rural. En el cuadro XI-9 y en la figura XI-3 se expresan los resultados de la evolucin estimada, los que, a pesar de ser meras aproximaciones, permiten extraer conclusiones de inters. Dejando de lado la Zona VI donde la informacin a nivel departamental se ve distorsionada por la inclusin de importantes centros urbanos que no pertenecen a la CIRB, concluimos que, en trminos absolutos, la poblacin urbana continuara concentrndose en la Zona I y en menor medida en la II y en la III. Igualmente se ve que la poblacin rural econmicamente activa se acrecienta en trminos absolutos en forma destacada en las Zonas II y III, y que los crecimientos porcentuales de la Zona Oeste son bastante significativos. Puede considerarse excesivo suponer un incremento del 50% al 100% en la poblacin econmicamente activa rural y urbana (como es el caso de las hiptesis de mxima para el ao 2000). Pero debe recordarse que la hiptesis responde al modesto objetivo de frenar las tendencias migratorias regionales. Ello implica reconocer que la capacidad de creacin de empleos debe ser tenida en cuenta explcitamente si se pretende alterar las tendencias demogrficas espontneas de la regin. La distribucin interzonal de la poblacin se ver en los hechos, fuertemente condicionada por la evolucin espacial de la actividad productiva regional. A este respecto parece aceptable suponer que, mientras la movilidad rural-rural o rural-urbana es de magnitud apreciable, la movilidad urbana-rural es limitada. De ello se deduce que un proyecto agropecuario puede movilizar mano de obra rural de una zona a otra. Pero resultar necesario crear fuentes de ocupacin secundarias y terciarias para atender el crecimiento de la oferta de trabajo urbana, pues la lnea de movilidad demogrfica es del tipo rural-urbana-extrarregional, con lo que se hace difcil absorber desocupacin urbana mediante oferta de empleo rural. 11.1.5 El potencial industrial de la CIRB Mientras que los recursos naturales y humanos pueden utilizarse como indicadores de los techos existentes para el desarrollo agropecuario regional, determinar el potencial de desarrollo industrial - y ms particularmente de la agroindustria - resulta altamente problemtico. Si se conociera la tasa de ahorro anual, estimando una relacin capital/producto, podra fcilmente calcularse el volumen de produccin adicional proveniente de la inversin local de dicho ahorro. Pero este clculo no es vlido para la regin pues, como se indico previamente, el grueso del ahorro regional se filtra hacia afuera de la regin y consecuentemente el. grueso de la inversin industrial descansa en capitales extrarregionales, pblicos y privados. Podra buscarse un indicador del crecimiento potencial de la agroindustria regional a partir de consideraciones respecto al posible mercado de sus productos. Este enfoque resulta apropiado para el anlisis de productos destinados al mercado regional y para algunos destinados al mercado nacional. Pero para el conjunto del sector manufacturero regional, ello no resulta posible, pues la participacin regional en el mercado nacional es tan mnima que la demanda parecera totalmente elstica. Existen, sin embargo, otras posibilidades de dimensionar metas para el crecimiento industrial regional, pero las mismas adquieren ms el carcter de "objetivos" que el de "lmites techos" de la industria regional. Si se buscara elevar el nivel de industrializacin de la materia prima regional, hasta el promedio nacional actual, estimaciones realizadas por la Unidad Tcnica indican que a largo plazo (ao 2000) ello supone una tasa de crecimiento anual de la produccin industrial regional que fluctuara entre el 7% y el 10% para el Chaco y entre el 11% y el 14% para Formosa. Los valores mnimos y mximos provienen de suponer dos tasas de crecimiento de la produccin primaria, 3% y 6%. Por otra parte, si se propone elevar la ocupacin industrial de los principales centros urbanos (Zonas I y III) desde sus actuales valores hasta niveles porcentuales comparables con la actual media nacional, las tasas de crecimiento de la produccin deberan ascender hasta cifras cercanas al 10% anual para el largo plazo. Aunque estos incrementos parecen muy abultados, no debe perderse de vista la pequea base de la que se parte y, en todo caso, sirven para indicar el amplio margen que debe recorrer la industrializacin regional para acercar la CIRB hacia una ms homognea distribucin de la industria nacional. 11.2 Caractersticas tericas y tcnicas de un anlisis de alternativas 11.2.1 Consideraciones bsicas 11.2.2 Estudios de factibilidad 11.2.3 Prefactibilidad de proyectos y alternativas de desarrollo 11.2.1 Consideraciones bsicas Al considerar las posibles alternativas existentes para la utilizacin de los recursos naturales regionales, debe darse respuesta a dos aspectos igualmente importantes: Cual es la relacin entre el aprovechamiento de los recursos naturales y el desarrollo regional global. Que conclusiones pueden obtenerse a partir de un inventario de recursos naturales y cual es la relacin entre esas conclusiones y la implementacin fsica de las posibles obras. En trminos generales es sabido que un programa de desarrollo regional en reas marginales incorpora, como una de sus partes ms importantes el aprovechamiento de los recursos naturales disponibles, los que aparecen asociados a desarrollos en diferentes reas productivas. Al mismo tiempo, otros aspectos importantes no presentan relacin directa con el aprovechamiento de recursos naturales (salud, educacin, vivienda, servicios, etc.). Asimismo cabe preguntarse en que condiciones es posible desencadenar o inducir un proceso generalizado de desarrollo regional a partir de un conjunto de obras de aprovechamiento de recursos naturales. Y esto no tiene respuesta nica, pues depende de cada situacin especfica. Resulta aceptable decir que un proyecto acta como inductor principal del desarrollo cuando su concrecin rompe importantes "cuellos de botella" que traban el progreso regional. Cuando no se est ante esa situacin, el mismo proyecto puede igualmente ser parte importante de un proceso de desarrollo, pero esta vez asociado a un conjunto de acciones en varios frentes, sin las cuales se diluye la capacidad del proyecto especfico para producir por s solo un efecto multiplicador significativo para promover el desarrollo regional. Cualquiera sea el patrn de medida que se utilice, no parece correcto considerar la disponibilidad de recursos naturales como el principal "cuello de botella" que traba el desarrollo en la CIRB. Las mejores perspectivas para la utilizacin de los recursos naturales en la promocin del desarrollo regional supone incorporarlos y ordenarlos en funcin de una accin de conjunto que movilice las diferentes herramientas econmicas disponibles con vistas a: Aprovechar de la mejor manera posible la evolucin de los factores extrarregionales que condicionan el desarrollo local, y Ordenar prioridades de accin en aquellas reas regionales con mayores posibilidades. Se concluye entonces que las alternativas de aprovechamiento de los recursos naturales de la CIRB consideradas en este estudio requieren ser ordenadas dentro de un programa de desarrollo regional y con prioridad acorde con las metas del mismo. Esta tarea trasciende los objetivos del presente estudio y requiere de decisiones de los organismos competentes en el mbito regional y nacional. Para facilitarla se ha optado aqu por una consideracin y presentacin de los aprovechamientos de los recursos naturales de la CIRB que simplifica la interpretacin de sus efectos dentro de un programa de desarrollo regional y acelera la identificacin de variables claves a los efectos de la toma de decisin. Con ese fin se han tomado como unidad de anlisis las zonas de desarrollo delimitadas en el Captulo III, las que presentan caractersticas propias en base a diferentes grados de homogeneidad y polarizacin de su estructura actual y su dotacin de recursos. Para cada una de esas zonas se procede a reconocer las alternativas de desarrollo de sus recursos naturales avanzndose, con diferente grado de aproximacin, en la identificacin de proyectos especficos correspondientes a dichas alternativas. Finalmente las alternativas y proyectos son evaluados en base a criterios de juicio mltiples: financieros, fsicos, demogrficos, sociales econmicos y espaciales, a fin de facilitar un marco analtico que permite una amplia capacidad de iniciativa a los niveles de decisin para juzgar cuales alternativas y proyectos se adecan mejor a los objetivos del desarrollo regional. La rapidez y efectividad con que se cumpla esta tarea, las medidas que se implementen a fin de concretar los estudios de factibilidad y las acciones requeridas para la ejecucin de las obras, as como la atencin que se preste a la adecuacin del mbito social en donde se piensa incidir, sern los pasos que finalmente relacionen las conclusiones de este estudio con la implementacin fsica de las posibles obras. Resulta importante destacar que, como en todo estudio econmico y social, el valor de estas conclusiones ser tanto mayor cuanto ms rpidamente se avance en la direccin mencionada. 11.2.2 Estudios de factibilidad Podr preguntarse por qu el proceso de planificacin se detiene en un punto intermedio sin realizar los respectivos estudios de factibilidad, mxime cuando es criterio cada vez ms difundido recurrir a anlisis de ese tipo (tambin llamados de costo-beneficio) cuando se considera la conveniencia de emprender proyectos econmicos y sociales de envergadura. Para responder a ello debe tenerse presente que, antes de emprender un estudio de factibilidad las autoridades deben decidir que proyectos merecen ser estudiados a dicho nivel. Los posibles proyectos son muchos y los estudios requeridos para relevarlos son por lo general prolongados y costosos. Parecera que esta es una situacin insoluble pues, para conocer cual proyecto conviene estudiar, debe saberse de antemano cual es el ms ventajoso; pero justamente esto es lo que pretende estimarse mediante los estudios de factibilidad. La disyuntiva se resuelve, la mayor parte de las veces, con un alto grado de arbitrariedad, donde preconceptos y juicios elaborados en base de informaciones fragmentarias, pesan muchas veces al decidir cual proyecto debe llevarse a nivel de prefactibilidad o factibilidad. 11.2.3 Prefactibilidad de proyectos y alternativas de desarrollo El reconocimiento de los recursos naturales regionales y el inventario de los posibles aprovechamientos a que ellos pueden dar lugar, resulta entonces una buena base para la toma de decisiones respecto a como orientar el desarrollo regional y por ende que estudios de factibilidad y otras acciones concretas se podran emprender. En cuanto a la forma de analizar y presentar la informacin relevada por la Unidad Tcnica sobre posibles aprovechamientos, una posibilidad hubiera sido expresarlos como un grupo de proyectos a nivel de prefactibilidad, centrando la atencin en las respectivas estimaciones preliminares de costo- beneficio. Pero dicho enfoque fue descartado en esta primera fase del Estudio dado que el grado de avance a que se podra llegar en el anlisis de los diferentes proyectos no permitira evaluarlos con la suficiente aproximacin como para que aquellas estimaciones resultaran consistentes durante el perodo que mediar entre esta presentacin y la toma de decisiones oficiales. Por otra parte y tal como quedara expresado en los trminos de referencia de esta primera fase, la presentacin se deba integrar con un conjunto evaluado de antecedentes fsicos econmicos y sociales que permitiera reconocer en primera instancia las grandes alternativas de desarrollo abiertas a la regin y facilitara la seleccin o el establecimiento de prioridades entre ellas. Por lo tanto se ha considerado ms acertado ordenar los proyectos en alternativas de desarrollo. Una alternativa agrupa al conjunto de proyectos identificados que se comportan en forma similar respecto de las variables consideradas claves en relacin con su efecto sobre la orientacin del desarrollo regional. En esa forma se tratan de evitar los problemas sealados anteriormente, pues al definir las alternativas con sus caractersticas ms estables las mismas tienen mayor posibilidad de sustentar criterios de juicio vlidos a mediano plazo. Como al mismo tiempo se enfatiza la presentacin de un conjunto de evaluadores de su impacto regional ello facilitar crear una base amplia para la toma de decisiones sobre prioridades y vas de accin futura. La misma presentacin de un modelo de alternativas destaca como los diferentes objetivos (empleo, produccin, rendimientos, etc.) pueden ser logrados mediante distintos aprovechamientos, y cules son sus consecuencias secundarias en otros niveles regionales, etc. 11.3 Criterios para la delimitacin de alternativas El modelo que sirve de presentacin e interpretacin de los proyectos de aprovechamiento de recursos naturales, se basa en una tcnica sencilla adaptada al relevamiento de un gran numero de posibilidades sobre la que existen limitadas informaciones, buscando organizaras en forma tal que permita reconocer cuales son los lmites hacia los cuales puede orientarse la explotacin de dichos recursos. En primer lugar, se elige el conjunto de variables claves que se ha credo determinan las alternativas existentes. En el presente estudio se han considerado como ms relevantes la intensidad de uso de los recursos naturales y los efectos espaciales y, como criterio de inclusin o exclusin, la potencialidad de expansin. El recurso suelo es el que permite una interpretacin mas general del concepto de intensidad de uso, pues inclusive el aprovechamiento del agua con fines agrcolas puede expresarse en hectreas bajo riego y la actividad forestal en hectreas en explotacin. Por ello la intensidad de uso del suelo en el triple sentido de inversin, ocupacin y producto por unidad de superficie, ha sido utilizado para agrupar las alternativas en extensivas, semiintensivas e intensivas. Como al pasar de uno a otro de estos tres grupos se observa que en la regin Una mayor intensidad de uso del suelo se asocia con una mayor demanda de mano de obra por unidad del mismo, ambos criterios son coincidentes en este caso y pueden en tenderse como intensidad de utilizacin de los recursos naturales y el trabajo. La misma definicin del punto anterior basada en la ocupacin del suelo, destaca la importancia regional de los aspectos espaciales. Estos se han te nido explcitamente en cuenta distinguindose una alternativa de otra segn que las mismas signifiquen un alto o bajo efecto en la redistribucin espacial de la actividad econmica y social, por lo que las alternativas de carcter intensivo, semiintensivo e intensivo se clasifican a su vez en alternativas de alto y bajo impacto espacial. Por ultimo, del conjunto de aprovechamientos de recursos naturales se han considerado por separado los que se aplican a los recursos hdricos dado que los mismos constituyen un objeto particular del present estudio. Asimismo se analiza por separado el posible progreso regional de la agroindustria por las mltiples diferencias que la misma guarda con los aprovechamientos de recursos naturales. Por su parte este tipo de aproximacin presenta una importante restriccin. El conjunto de las obras alternativas y proyectos identificados tienen relacin con los aspectos productivos de las mismas, mientras que aspectos de infraestructura, educacin, salud, servicios etc., aparecen reflejados en menor medida. Sin embargo, al concretarse los aprovechamientos productivos que componen una alternativa de desarrollo regional, debe preverse que proyectos productivos, de infraestructura de servicios y sociales deben estar vinculados entre s a travs de la complementacin e interrelacin de procesos y objetivos. De este modo, la adicin simple de beneficios derivados de uno o mas proyectos ser reemplazada por la integracin - con impacto multiplicador y generacin de economas externas - de una seleccin de iniciativas de tipo econmico, social, cultural, etc. En sntesis, no hay alternativas de desarrollo posible sin la existencia de una serie de proyectos encadenados entre s de manera de incluir las posibles repercusiones y de incorporar las secuencias hacia atrs y adelante que puedan verse involucradas. La alternativa debera ser lo ms completa e integradora posible para ser vlida. Un simple ejemplo ilustrar este punto. Si se selecciona un plan de colonizacin con aprovechamiento de los recursos hdricos del ro Bermejo deberan incluirse en la correspondiente alternativa los proyectos de comercializacin, industrializacin, organizacin espacial de la poblacin, educacin orientada a las tareas productivas bsicas del proyecto econmico central y de sus distintos aprovechamientos, infraestructura bsica de apoyo, equipamiento social, etc. Este mtodo, enfrentado a uno de enunciacin aislada de proyectos, incrementa los beneficios derivados de cada eslabn de la alternativa. Es el caso, por ejemplo, de la educacin. La simple construccin de escuelas para la nueva rea colonizada - no siempre incluida en los programas respectivos - es aqu reemplazada por una estructura educacional preparada para afrontar las necesidades de la demanda de empleos propia de las caractersticas integrales de la alternativa. Igualmente, los diferentes proyectos deben especificar claramente la jurisdiccin administrativa dentro de las cuales recae la responsabilidad de acometerlos. Una alternativa seguramente estar integrada por iniciativas de muy distinto tipo, recayendo algunas bajo la atribucin del sector privado y otras bajo el control de dependencia del sector publico. Esta delimitacin de esferas de accin no es, simplemente, un modo de clarificar las atribuciones de cada sector, sino que pretende evaluar la factibilidad tcnico-financiera del ente o conjunto de entes que quedan involucrados en la alternativa. Por ltimo, el conjunto de proyectos debe incorporar las formas de organizacin productiva o de gestin que se consideran ms apropiadas en trminos de las caractersticas ecolgicas, sociales y econmicas del rea beneficiada. Este es uno de los puntos claves en la elaboracin de las alternativas y el que ms habra de merecer la atencin cuando se formulen las propuestas definitivas. Se entiende que el problema de organizacin es clave en tanto los fenmenos causantes del atraso regional no se refieren al tipo de productos que se ofrecen al mercado sino a las modalidades de produccin y a las caractersticas de comercializacin. Es decir, cualquier alternativa a evaluar que incluya la ampliacin del actual conjunto de productos o la adicin de otros, debe considerar obligatoriamente todos los procesos organizativos de las distintas etapas que lo componen, con el objeto de modificar el esquema vigente y proponer las de reemplazo, acordes con el cumplimiento de metas de transformacin social. El carcter de identificacin preliminar que se asigna a los proyectos considerados en el captulo XII slo permite identificar requerimientos de infraestructura asociados a los mismos. Aspectos de importancia capital a los logros del desarrollo como son la atencin de las necesidades sanitarias, educativas, de vivienda y otros servicios, no pueden ser abordados en forma especfica pues a nivel de identificacin no se halla reconocida la localizacin especfica de los diferentes proyectos tanto humana como espacial. Sin embargo, el conjunto de apreciaciones realizadas en el diagnstico econmico y social visto anteriormente, permiten en este respecto conclusiones de carcter general que sern retomadas parcialmente en los captulos siguientes. En todo caso dicho diagnostico facilita la identificacin de las principales carencias a las que debern responder los aprovechamientos que se implementen, como asimismo alimenta una serie de recomendaciones que presentan validez regional cualquiera sea la alternativa que quiera desarrollarse en la CIRB. Por lo tanto estas cuestiones sern tambin tratadas en los captulos XII y XIV. 11.4 Descripcin de las alternativas 11.4.1 Aprovechamientos hdricos 11.4.2 Explotacin agropecuaria de secano y explotacin forestal 11.4.3 Explotacin agropecuaria de secano y forestal de carcter semiintensivo 11.4.4 Explotacin agropecuaria de secano de carcter extensivo 11.4.5 Alternativa de desarrollo industrial 11.4.1 Aprovechamientos hdricos Se recurre ahora a la figura XI-3 que ilustra la dotacin de recursos naturales y humanos disponibles en la CIRB y sus actuales niveles de utilizacin. Si se considera la disponibilidad de recursos hdricos se aprecia que, siendo su utilizacin actual casi nula, su potencial, expresado en una superficie regable del orden de 300 000 ha, supone por s mismo una alternativa de desarrollo regional. La misma se caracterizar por una inversin relativamente alta, ocupacin, empleo y produccin por unidad de superficie, por lo que el riego representa una alternativa intensiva para el desarrollo de los recursos naturales. La potencialidad de los aprovechamientos hdricos para riego apenas representa el servicio del 6% de las tierras aptas para el desarrollo agrcola. En consecuencia la decisin respecto de la eleccin de reas a regar determina a su vez diferentes alternativas. Si se concentra el riego en suelos donde existen pocas restricciones para la actividad de secano se est aportando un recurso que permitir mayor diversificacin y mejores rendimientos. Pero el riego ser aqu una opcin ms entre las existentes en di chas zonas, las que tambin pueden extender o mejorar su produccin agropecuaria sin recurrir a aquel (vase al respecto captulos VII y VIII). Para esas zonas el riego constituir una "Alternativa de intensificacin de la produccin agropecuaria bajo riego". Esta situacin cambia cualitativamente a medida que se desplaza el riego hacia zonas de mayores restricciones climticas para el cultivo de secano. Es cierto que en ellas tambin existen posibilidades productivas sin recurrir al riego pero estas son ms limitadas y por lo general asociadas a un uso extensivo, con predominancia de la ganadera. Disponer de riego en esas zonas supone, por el contrario, la posibilidad de acceder a una ocupacin intensiva del suelo, por lo que el riego constituye aqu una "Alternativa de ocupacin agropecuaria bajo riego". Dado que las restricciones climticas crecen de este a oeste, la definicin de ambas alternativas responde adecuadamente a los aspectos espaciales que se han adoptado como criterios rectores. As la "Alternativa de intensificacin agropecuaria bajo riego" se ubica en la Zona Este, lo que supone bajos impactos de redistribucin espacial de la actividad productiva, mientras que la "Alternativa de ocupacin agropecuaria bajo riego" responde a las caractersticas climticas de las Zonas VI, V y parte de la IV, por lo que, de implementarse, supone un alto impacto en la distribucin espacial del desarrollo. Las conclusiones a que se llega aparecen volcadas en los cuadros XI-10 y XI-11. 11.4.2 Explotacin agropecuaria de secano y explotacin forestal Los aprovechamientos hdricos pueden resultar en alternativas que acaparen gran parte de los fondos y los recursos humanos disponibles para el desarrollo, pero aun en su dimensin mxima no llegan a absorber ms que un 6% de los suelos de buena aptitud productiva en la CIRB. La explotacin agropecuaria de secano y la actividad forestal resultan actividades que definirn nuevas opciones de desarrollo. El criterio de agrupar como alternativas intensivas los aprovechamientos que supongan un alto valor de inversin, producto y ocupacin por unidad de superficie, permite diferenciar del resto a las actividades agrcolas incluyendo en estas a algunas menores como las explotaciones granjeras. En la figura XI-3 se aprecia que la CIRB cuenta con 1,5 millones de hectreas con nulas o escasas restricciones para la agricultura de secano. Estas disponibilidades que permiten cuadruplicar la actual superficie cultivada, se concentran en la Zona Este y por lo tanto su capacidad de reordenamiento espacial de la regin es limitada. Dicha alternativa es propia de la Zona Este, no solo por sus condicionantes climticas, sino tambin por sus caractersticas socioeconmicas. La dedicacin exclusiva a la actividad agrcola responde comnmente a dos situaciones extremas: La escasez de tierras de los minifundios que les impiden desarrollar otro tipo de actividad. La existencia de explotaciones medianas bien capitalizadas que permiten o bien una especializacin en cultivos perennes de alto valor o bien una amplia capacidad de diversificacin y adaptacin a la situacin del mercado de cultivos anuales. En la Zona Este se encuentran ambos casos, aunque numricamente sea gran mayora el primero. Para los minifundios la alternativa intensiva de explotacin agrcola en secano puede representar, debidamente promovida y orientada, una posibilidad de acceder a incrementos productivos y econmicos de impacto regional. 11.4.3 Explotacin agropecuaria de secano y forestal de carcter semiintensivo Al margen de los casos anteriores, cuando el productor rural dispone de mayor superficie, el desarrollo de explotaciones mixtas, agrcolo-ganaderas o agrcolo-ganaderas-forestales, resulta una respuesta ms adecuada a las fluctuaciones del mercado. Desde el punto de vista de la intensidad de uso del suelo, la inversin y la ocupacin, este tipo de aprovechamiento representa una alternativa de desarrollo semiintensivo. Cuadro XI-9 - Incremento previsto en la poblacin econmicamente activa por zonas de desarrollo Zona Rural Urbana Actual Incrementos a 1985 Incrementos a 2000 Actual Incrementos a 1985 Incrementos a 2000 Mnima Mxima Mnima Mxima Mnima Mxima Mnima Mxima I 16 651 1 245 3 898 3 040 9 342 78 845 6 685 19 642 7 457 36 405 II 24 848 2 662 6 669 6 556 16 350 11 417 1 369 3 274 6 888 12 613 III 24 147 3 554 7 991 5 741 17 049 19 695 2 063 5 553 3 433 12 183 IV 17 430 3 894 6 831 7 381 14 532 6 986 1 983 3 225 11 384 16 781 V 12 085 1 886 4 872 7 881 16 004 3 143 2 012 3 039 6 877 11 002 VI 22 276 10 344 15 746 13 129 26 767 30 697 7 194 12 566 23 094 42 867 Total 117 437 23 585 46 007 43 728 100 044 150 783 21 306 47 299 59 133 131 851 Cuadro XI-10 - Alternativas de desarrollo de los recursos naturales regionales Tipo de actividad productiva Carcter Intensivo Semintensivo Extensivo Aprovechamientos hdricos Altos efectos espaciales Ocupacin agropecuaria bajo riego. Bajos efectos espaciales Intensificacin de la produccin agropecuaria bajo riego Explotacin agropecuaria de secano y forestal Altos efectos espaciales Explotacin agrcola ganadera y forestal (IV-V-VI) Explotacin ganadera Bajos efectos espaciales Agricultura y granja Explotacin agrcola ganadera y forestal (I-II-III) Explotacin ganadera Desarrollo industrial Altos efectos espaciales Bajos efectos espaciales Promocin de la agro industria Cuadro XI-11 - Alternativas de desarrollo y proyectos identificados Aprovechamientos hdricos (Intensivas) Explotaciones agropecuarias de secano y forestales Desarrollo Industrial (Intensivas) (bajos efectos espaciales) Alternativa de ocupacin agropecuaria bajo riego (altos efectos espaciales) Alternativa intensiva (bajos efectos espaciales) Alternativa de promocin de la agro-industria Zanja del Tigre (VI) Proyecto de expansin de la produccin citrcola (I) Areas Industriales Resistencia-Barranqueras (I) Drizar (VI) Proyecto de expansin del rea bananera (I) Areas Industrales Formosa (I) Ro Dorado Del Valle (VI) Proyecto de extensin de cultivos industriales (I) Areas Industriales Roque Senz Pea (III) Laguna Yema (V) Proyecto de diversificacin agrcola en pequeos predios (II) Riego Zona IV Proyecto de expansin de la produccin porcina (III) Agua subterrnea Embarcacin - Dragones - Yuchn (IV) Alternativa semiintensiva (altos efectos espaciales) Agua subterrnea Luis Burela - El Manantial - Pozo Cabado (VI) Plan rotacional agrcolo- ganadero (VI) Agua subterrnea Joaqun V. Gonzlez (VI) Proyecto de explotacin forestal (IV-V-VI) Alternativas de intensificacin de la produccin agropecuaria bajo riego (bajos efectos espaciales) Alternativa semiintensiva (bajos efectos espaciales) Tres Isletas y abastecimiento de agua potable (III) Proyecto plan rotacional agrcolo-ganadero (II) Dobagn (II) Proyecto cuenca lechera (II) Ro de Oro (II) Plan de Colonizacin para la Reconstruccin y la Liberacin Nacional (II-III-IV) Puerto Velz (I) Proyecto engorde de novillos en explotaciones agrcolas (III) Agua subterrnea Margarita Beln (I) Alternativa extensiva (altos efectos espaciales) Proyecto engorde de novillos en regin semirida (IV) Proyecto forestal ganadero- agrcola en el departamento de Patino (IV) Proyecto de colonizacin del noreste de Santiago del Estero (V) Proyecto de manejo racional del ganado caprino (V) Proyecto de manejo ganadero en zonas de monte (V) Alternativa extensiva (bajos efectos espaciales) Proyecto uso y manejo de esteros y caadas (I) Proyecto incremento en la produccin de rodeos de cra (II) Las superficies disponibles para estas explotaciones resultan muy amplias pues aun en suelos de fuertes restricciones para el secano, donde sea posible el desarrollo de un limitado grupo de cultivos complementados con la explotacin pecuaria y forestal, puede promoverse una actividad rural de buenas perspectivas econmicas. Se hace difcil definir los lmites potenciales de dicha actividad, pues la misma depende no solo de la disponibilidad total de suelos, sino tambin de su distribucin, ya que requiere la presencia de suelos agrcolas en la vecindad de suelos ganaderos y en el marco de la misma explotacin agropecuaria. El relevamiento de proyectos realizado por la Unidad Tcnica ha reconocido posibilidades de implementacin de esta alternativa en las Zonas II, III, IV y VI, de lo cual resulta que ella podra concretarse con altos o bajos efectos espaciales, segn sea la localizacin de los proyectos promovidos. Tambin dentro de las alternativas de explotacin semiintensivas se ubica el aprovechamiento de los recursos forestales. Esto puede resultar paradjico a la luz histrica de la explotacin forestal regional, con su secuela de expropiacin y degradacin de los recursos naturales. Sin embargo en la medida en que se racionalice y tecnifique la actividad extractiva y de elaboracin de subproductos, la misma puede significar una alternativa de desarrollo a largo plazo de los recursos naturales en particular en las Zonas IV, V y VI que reditu importantes volmenes de ocupacin y produccin. 11.4.4 Explotacin agropecuaria de secano de carcter extensivo Excluyendo las alternativas agropecuarias mencionadas, resta la actividad ganadera realizada en forma exclusiva, con aprovechamientos forestales menores y reas sembradas con forrajes. Por requerimientos de inversin, ocupacin y valor de la produccin por unidad de superficie explotada, esta re presenta una alternativa extensiva de desarrollo de los recursos naturales. En la figura XI-3 se aprecia tambin que su capacidad de expansin admite una doble interpretacin, sea que ella se limite a los suelos no aptos para la actividad agrcola o abarque a los mismos. El primer caso supone un 35% de incremento posible en los rodeos actualmente existentes, mientras que en el ltimo dicho aumento supera el 180%. La gran flexibilidad de la actividad ganadera permite que la misma se presente como una alternativa de alto o bajo impacto espacial. Al mismo tiempo la consideracin de su distribucin regional muestra claras diferencias interzonales en cuanto a la comparacin de su desarrollo actual y potencial. 11.4.5 Alternativa de desarrollo industrial Tanto el crecimiento de la oferta de trabajo en los centros urbanos regionales, como la disponibilidad de materias primas agropecuarias que se industrializan fuera de la regin interesan al desarrollo regional de la agroindustria. En la consideracin de la misma se ha prestado atencin preferente a la promocin de tres reas: Resistencia, Formosa y Senz Pea, por lo que la redistribucin espacial de la actividad econmica y social no se ver positivamente afectada por el crecimiento industrial regional, excepto en el caso de algunos proyectos industriales que se asocien estrechamente con la ubicacin de las reas productoras de materia prima. Dado el amplio margen de crecimiento de la actividad industrial en base a la actual produccin rural, no se considera que la agroindustria plantee requerimientos adicionales a la actividad agropecuaria y forestal por lo que, a esos fines, esta alternativa no presenta un incremento derivado en demanda de re cursos naturales, a excepcin del abastecimiento de agua en la zona industrial del rea de Roque Senz Pea.
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
XII. Alternativas y proyectos identificados 12.1 Alternativas de aprovechamientos hdricos 12.2 Alternativas de expansin agropecuaria de secano y explotacin forestal 12.3 Promocin de la agroindustria En el captulo anterior se han definido las grandes alternativas de desarrollo de los recursos naturales en la CIRB y resulta importante insistir nuevamente en el carcter metodolgico de esta programacin. Las alternativas reconocidas indican los lmites o extremos hacia donde puede orientarse la explotacin de los recursos naturales. Cualquier situacin intermedia, cualquier "combinacin" de alternativas es posible y solo aparece en principio limitada por la decisin de cuales son los efectos que se pretende obtener con la explotacin de los recursos naturales y por los condicionantes tcnicos de los proyectos involucrados. De igual manera, dado el carcter de reconocimiento que tiene el Estudio, los proyectos que dentro de cada alternativa se detallan en este captulo, cumplen una funcin indicativa e ilustran sobre "aprovechamientos-tipo" posibles de implementar si se busca orientar la explotacin de los recursos naturales dentro de una u otra alternativa. Por eso mismo, y excepto en el caso de los aprovechamientos hdricos, los proyectos identificados no implican el uso total de los recursos naturales disponibles, aunque en todos los casos suponen sustanciales incrementos en su utilizacin. Buena parte de los proyectos reseados ha sido originada durante el Estudio. Para otros aprovechamientos de recursos naturales y para el grueso de los proyectos industriales, se recopilo y analizo las propuestas ya existentes, presentndolas aqu dentro de un marco interpretativo a nivel regional. Todas las versiones presentadas en este captulo son resmenes de estudios y de estimaciones apreciablemente ms desagregadas que integran el archivo tcnico del Estudio. En aquellos casos donde esta informacin desagregada permite ubicar reas especficas, se hace mencin a las necesidades emergentes de orden social, sanitario, de infraestructura y servicios. En el resto de los casos, dado que la informacin disponible a este respecto es de carcter zonal (o incluso provincial) los comentarios y recomendaciones respectivos, aparecen en los captulos siguientes. Esto, en el bien entendido que, al avanzar hacia un anlisis ms detallado, se deber considerar los requerimientos de infraestructura y servicios particulares a cada proyecto. Los elementos volcados en el diagnostico regional permiten enfatizar aqu la importancia de la investigacin y el asesoramiento a los productores locales, tendiente a difundir y adecuar la tecnologa agropecuaria disponible acercndola a un porcentaje significativo de la poblacin rural. La inclusin de dichos aspectos en los costos de los proyectos agropecuarios, se ha realizado en base a criterios generales (superficie y numero de explotaciones, caractersticas productivas). Este aspecto deber tambin ser retomado en los anlisis posteriores a fin de que el asesoramiento se adecu no slo a los requerimientos productivos, sino tambin a los patrones culturales y sociales de la poblacin involucrada. La exposicin est ordenada en tres subcaptulos que pasan revista a las alternativas y proyectos correspondientes de aprovechamientos hdricos, explotaciones agropecuarias de secano y forestales y promocin industrial. Los valores monetarios son estimaciones a diciembre de 1974, fecha tambin utilizada para la conversin de pesos a dlares americanos a la tasa vigente en el mercado financiero. 12.1 Alternativas de aprovechamientos hdricos 12.1.1 Alternativas de intensificacin de la produccin agropecuaria Bajo Riego 12.1.2 Alternativas de ocupacin agropecuaria bajo riego 12.1.3 Destino potencial de las reas bajo riego Ya se mencion en el captulo anterior que los recursos hdricos disponibles en la CIRB responden a un uso potencial para consumo humano, industrial y de aprovechamiento agropecuario (riego y consumo animal). El carcter de ro de llanura, propio del Bermejo en su tramo inferior, y la existencia de grandes proyectos hidroelctricos en los extremos de la CIRB, no hacen tcnicamente factible ni econmicamente necesario responder a una demanda de energa. Gran parte del consumo domstico e industrial de los principales centros urbanos se satisface con las aguas de los ros Paraguay y Paran por lo que el uso humano-industrial queda limitado a la demanda potencial de las Zonas III, IV, V y VI. Dado el carcter prioritario de la demanda de agua para consumos humano e industrial y el escaso volumen que sera necesario destinar a ese fin, los proyectos de dotacin de agua potable e industrial resultan una necesidad presente en todas las alternativas. Lo que variar ser sus costos de ejecucin de acuerdo con la alternativa a la que aparezcan asociados. Se incluye estimaciones de un acueducto para servir los requerimientos de agua para consumo humano e industrial en el rea J.J. Castelli, R.S. Pea, junto al proyecto "Riego en Tres Isletas", pero debe preverse que esta demanda deber ser satisfecha a mediano plazo cualquiera sean las opciones y proyectos de riego que en definitiva se escojan. Resta entonces considerar el uso de los recursos hdricos con fines de aprovechamiento agropecuario. Segn el anlisis del captulo anterior, las opciones de riego se dividen en alternativas de ocupacin agropecuaria bajo riego y alternativas de intensificacin de la produccin agropecuaria bajo riego, y dentro de cada una de ellas distingue los proyectos basados en recursos propios de la zona o comunes a la CIRB. A continuacin se considerarn los proyectos de riego por alternativas, los que aparecen volcados en la figura XII-1. Se reitera que, salvo mencin expresa en contrario, el caudal del Bermejo corresponde a la regulacin obtenida con las Obras de Zanja del Tigre. Asimismo, y a menos que se indique lo contrario, los costos de estructura estimados hacen referencia exclusivamente a las obras de embalse y canal matriz. Por ultimo, un importante aspecto referido a la distribucin temporal de las obras y al destino productivo de las reas bajo riego ser tratado en comn para el conjunto de las dichas reas al final de la descripcin de los proyectos. Como excepcin aparecen referencias a este tema al tratar algunos proyectos que aparecen asociados a algn tipo especfico de aprovechamiento productivo. 12.1.1 Alternativas de intensificacin de la produccin agropecuaria Bajo Riego 12.1.1.1 Recursos hdricos comunes 12.1.1.2 Recursos propios 12.1.1.3 Localizacin de los proyectos Bajo esta denominacin agrupamos a los proyectos que suponen ampliar la superficie bajo riego en las Zonas I, II, III y parcialmente en la IV. En esos casos, las caractersticas climticas que permiten una amplia actividad agropecuaria de secano, ubican al riego como una alternativa ms entre otras posibles, a fin de elevar los rendimientos de la produccin agropecuaria, extender la superficie abarcada por la misma, o facilitar el incremento en algunos cultivos que requieren de un abastecimiento hdrico especfico (hortalizas, ctricos, arroz, etc.). Las mayores precipitaciones que se registran en estas zonas hacen que el requerimiento de riego se plantee en forma eventual o supletoria, por lo que las demandas de riego por hectrea son menores que en la Zona Oeste. Tambin resultan mucho menores aqu los requerimientos de infraestructura y de movilizacin de poblacin, por tratarse de proyectos situados en la zona ms densamente ocupada de la CIRB. Este hecho debe considerarse tambin como una restriccin en la ejecucin de proyectos de riego de grandes dimensiones, pues los mismos se encontrarn con reas ya ocupadas por numerosos predios cuya organizacin y orientacin productiva requerir ajustes de consideracin si se pretende incluirlos en un programa de esta naturaleza. 12.1.1.1 Recursos hdricos comunes Los nicos recursos hdricos superficiales disponibles para el riego en las Zonas I, II y III, corresponden al ro Bermejo. En base a las hiptesis analizadas en el captulo anterior los mismos ascienden a 52 m3/s en el mes crtico, en el supuesto de la existencia de las obras de regulacin de Zanja del Tigre, del consumo correspondiente al rea de riego de dicho proyecto y de otros supuestos complementarios (vase cuadro XI-8). 12.1.1.2 Recursos propios En lo que hace a los recursos propios de las zonas involucradas (agua subterrnea) los nicos acuferos potencialmente aprovechables se localizan en el extremo sudoriental del rea del Estudio ("Margarita Beln-La Leonesa"). Area de abundantes precipitaciones y vecina al ro Paraguay, no existe aqu demanda de agua para riego, pero pueden llegar a plantearse demandas limitadas para otros usos. Tambin tiene el carcter de proyecto de riego con recursos zonales propios, el propuesto para el sector de Puerto Velaz (Zona I) pues si bien toma aguas del ro Bermejo, realiza su demanda fuera del mes crtico por lo que su implementacin no reduce el caudal disponible en dicho mes. 12.1.1.3 Localizacin de los proyectos En las Zonas I, II y III el total de suelos aptos supera holgadamente la capacidad de riego disponible. Los proyectos detallados a continuacin (ver cuadro XII-1) representan entonces algunas de las ubicaciones posibles entre las que se podr optar en funcin de las caractersticas tcnicas del proyecto y de las prioridades sobre su localizacin espacial. i. Proyecto de riego en Tres Isletas. Se describen conjuntamente este proyecto y el correspondiente al abastecimiento de agua potable a varios centros urbanos de la Zona III, en razn de que las obras de toma y el canal matriz pueden ser compartidos para ambas finalidades. En la actualidad las posibles fuentes de abastec miento de agua potable para las poblaciones de la Zona III y del este de la Zona IV, (ros Bermejo, Paraguay y Paran) se encuentran alejadas y la mayor parte de dichas localidades no han dado una solucin definitiva a este problema, obteniendo de la lluvia el agua para la bebida, la que se acumula en tajamares o bien en aljibes caseros. Por otra parte el estudio hidrogeolgico ha demostrado que los acuferos disponibles no son de buena calidad. Actualmente se construye un acueducto con origen en Barranqueras, que conducir aguas desde el ro Paran a Presidencia Roque Senz Pea. La obra comprende una elevacin mecnica e impulsin mediante dos tubos de 0,70 m de dimetro con diversas estaciones de rebombeo en su recorrido. La planta de tratamiento de agua estar ubicada en la ciudad de Resistencia y tendr una capacidad de 330 1/s. La capacidad de conduccin de la red y el resto de las instalaciones se han calculado para una proyeccin demogrfica de 25 aos, estimndose que para el ao 1975 deber servir a una poblacin de 75 000 habitantes, con una dotacin de 350 litros por habitante y por da. Cumplido dicho lapso, las instalaciones no sern suficientes, y habr que aumentar el abastecimiento para las nuevas condiciones de consumo. Esta situacin puede presentarse con bastante antelacin en caso de que se incremente la demanda de consumo industrial como consecuencia del crecimiento industrial de la zona de Roque Senz Pena. De aqu que se haya pensado recurrir al ro Bermejo para obtener el agua requerida para el abastecimiento de estas poblaciones. Cuadro XII-1 - Alternativas de intensificacin de la produccin agropecuaria bajo riego - Zonas I, II y III Denominacin Ubicacin Recursos disponibles (**) Areas bajo riego ha Tres Isletas (*) Zona III (Chaco 35 m 3 /s (comn) 93 000 Dobagn Zona II (Formosa) 3,7 m 3 /s (comn) 10 000 Ro de Oro Zona II (Chaco) 7,4 m 3 /s (comn) 20 000 Puerto Velaz Zona I (Chaco y Formosa) 5 m 3 /s (propio) 20 000 Margarita Beln (agua subterrnea) Zona I (Chaco) 95 hm 3 (propio) (*) Incluye abastecimiento de agua potable a varios centros urbanos (1 m 3 /s). (**) Los caudales se refieren al mes crtico. Para conducir el agua del ro Bermejo hacia los centros de consumo se propone la construccin de un canal revestido. La obra, de 205 km de longitud, requiere de un desnivel entre la fuente y la cabecera de distribucin de los usuarios, tanto para proveer la pendiente necesaria para el escurrimiento como para absorber las perdidas de carga de las obras de arte intercaladas. Su bocatoma deber ubicarse en una seccin estable del ro Bermejo y alejada de las reas de sedimentacin. La margen derecha, donde ira la obra, deber reunir ciertas condiciones de estabilidad natural para que en creciente el agua no inunde el canal y lo destruya. Dada la escasa pendiente disponible, el canal podra funcionar bien para un caudal alto (determinado por las necesidades de riego), pero lo hara en forma deficiente si conduce un volumen pequeo destinado solo al agua potable. Suponiendo que a partir de 1975 deba servirse a una poblacin de alrededor de 200 000 habitantes, con una dotacin de 350 l/hab/da el caudal necesario sera de 810 l/s. Si el canal se destina solo a satisfacer este uso o a lo sumo con el agregado de la futura demanda industrial (1 m 3 /s), la pendiente requerida para tranportarlo a una velocidad adecuada resulta incompatible con las condiciones topogrficas del terreno natural. Por lo tanto para atender ambas demandas en forma ms integral y definitiva, cabe asociarla al aprovechamiento con fines de riego, definiendo as un canal de uso mltiple que transporte un volumen mayor en mejores condiciones tcnicas y econmicas. A pesar de que se podra derivar un caudal mayor para ambos fines, se ha pensado en disear el canal solo para conducir 15 m 3 /s en una primera etapa, habida cuenta que podra extraerse dicho volumen aun sin las obras de regulacin de Zanja del Tigre. Adems, dado que en la actualidad no se practica el riego en esta zona, parece conveniente escalonar las inversiones para evitar los lucros cesantes inherentes a la subutilizacin de la obra durante un perodo prolongado. Se considera que en una primera etapa podra regarse 20 000 ha, dejando parte del caudal para atenderlos requerimientos de agua potable. El costo estimado de las obras sera de US$ 30,6 millones. No se incluyen obras de decantacin ni plantas de tratamiento de agua potable con sus sistemas de elevacin. La estimacin de costos resulta de clculos basados en standards internacionales. No se dispuso de material cartogrfico adecuado para poder definir con cierta precisin la ubicacin de las obras de toma y la pendiente del canal. Ello no obstante, se estima que debera tener la bocatoma aguas arriba de Fortn Lavalle (figura XII-2). Una opcin del trazado sera la de partir del ro Bermejo a una cota ms elevada (aguas arriba), para alimentar el ro Bermejito que se utilizara como cauce y como decantador de parte del sedimento. El ahorro en longitud de canal podr ser de alguna consideracin; pero se presentan varios interrogantes relativos a cotas, vegetacin existente, condiciones de escurrimiento, obras adicionales a ejecutar, etc., que por el momento no permiten evaluar esta solucin. No obstante, se entiende como muy ventajoso completar dicha informacin bsica para poder analizar comparativamente ambas opciones. Al estudiarlas, cabr plantearse la posibilidad de reactivar el Bermejito en un punto tal que permita abastecer la localidad de Rivadavia, en la cual la escasez de agua es el obstculo fundamental para su desarrollo. De considerarse aceptable este escalonamiento de inversiones el proyecto total podra dividirse en etapas de dimensiones aproximadamente similares. ii. Proyecto de riego en el rea de influencia del ro Dobagn. En la provincia de Formosa se extiende una faja de aproximadamente 10 000 ha de suelos de clase A, para. cuyo servicio se ha considerado utilizar el cauce del ro Dobagn. Este se caracteriza por tener un escurrimiento intermitente, de modo que para su uso ser necesario contar con una fuente de alimentacin. La solucin consiste en extraer por gravedad aguas del ro Bermejo mediante un canal alimentador cuya bocatoma se situara probable mente aguas arriba de Fortn Lavalle, en la margen izquierda. Otra alternativa podra ser un sistema de elevacin mecnica a partir de una seccin en que ambos cauces estn suficientemente prximos. En poca de crecidas se establece una comunicacin natural entre ambos ros y la calidad de sus aguas es similar. En pocas de estiaje, en cambio, la alimentacin del Dobagn proviene de la napa subterrnea y la calidad de sus aguas desmejora con el aumento de salinidad, lo que obliga a prestar atencin a este problema. El proyecto merece atencin preferencial en vista de que los suelos son los mejores hasta ahora detectados en Formosa, dentro de la zona de influencia del ro Bermejo. Para ello habra que hacer los estudios bsicos de detalle necesarios para definir la estructura productiva, la organizacin de la produccin, el diseo de la red de riego y el volumen y composicin de la produccin esperada y su costo. En principio, se ha asignado a esta rea una dotacin de 3,7 m 3 /s en el mes crtico. iii. Proyecto de riego ro de Oro. Al este de la localidad de General San Martn (Chaco) se han identificado alrededor de 20 000 ha de suelos pertenecientes a los grupos A y B. Bajo el contralor del DIGID (Ministerio de Defensa), una firma consultora realiz en 1972 el "Estudio Integral de la Cuenca del Ro de Oro", en el que se propone el riego de 7 000 ha mediante el bombeo de aguas del Bermejo para activar dicho ro. Se pretende construir adems, un dique regulador y diques niveladores a lo largo de su curso para permitir la captacin de las aguas. El costo de estas obras principales asciende a 1 milln de dlares, es decir US$ 143/ha. En la fecha en que se hizo el citado estudio, predominaba el cultivo de algodn de secano, la horticultura se encontraba poco desarrollada y la ganadera tena un carcter extensivo de cra, desenvolvindose sin apoyo de cultivos forrajeros. No se propone en dicho estudio una determinada estructura productiva, sino que se mencionan como objetivos la tecnificacin de la ganadera, la introduccin de oleaginosas (soja y man) y de horticultura de primicia. Tampoco se hacen estimaciones sobre los beneficios esperados, la rentabilidad del proyecto y el incremento de mano de obra. Dadas las citadas carencias del estudio y la mayor disponibilidad de suelos regables ahora detectados, se recomienda revisar el planteo inicial con vistas a un anlisis de prefactibilidad que permita decidir sobre la conveniencia de llegar a etapas ms adelantadas de diseo. Se ha previsto para este fin una dotacin de 7,4 m 3 /s. iv. Proyecto de riego en Puerto Velaz. En el rea de Puerto Velaz (Zona I) existen condiciones favorables para la extensin del cultivo de arroz aprovechando suelos de escasa aptitud para otros tipos de cultivos. Esa actividad plantea requerimientos de riego eventual que pueden realizarse mediante la elevacin mecnica directa desde el ro Bermejo. Dado que las necesidades de agua se plantean en la poca de abundancia del recurso, este proyecto no reduce las disponibilidades del Bermejo, pudiendo asimilarse a un proyecto en base a recursos propios zonales. Se estima posible llegar a una superficie sembrada de 20 000 ha de arroz que, en base a rindes de 5 ton/ha, signifique un incremento de la produccin regional de 100 000 ton, las que sumadas a la produccin actual pueden justificar la radicacin de un molino arrocero en la zona. Favorecen este proyecto las buenas perspectivas de mercado. Los costos estimados incluyen en este caso, no solo el equipo de bombeo sino tambin las inversiones fijas (en explotaciones de 50 a 100 ha) y los costos de promocin, que en su conjunto ascienden a 16 millones de dlares. v. Agua subterrnea. En las proximidades de la localidad de Margarita Beln se ha relevado un acufero con agua apta para riego, cuyo volumen disponible se ha estimado en 95 hm 3 y para el cual no se han previsto aprovechamientos especficos.. 12.1.2 Alternativas de ocupacin agropecuaria bajo riego 12.1.2.1 Recursos comunes disponibles 12.1.2.2 Recursos propios para riego 12.1.2.3 Localizacin de los proyectos Como ya se dijera, esta alternativa se refiere al riego en aquellas zonas (IV-V-VI), donde las caractersticas climticas limitan severamente la activa dad agropecuaria de secano, reducindola a la ganadera y al desarrollo de una limitada gama de cultivos. Aqu el riego aparece como una de las pocas alternativas de ocupacin del espacio y la nica de carcter intensivo con mayores niveles de densidad demogrfica y productiva. Debe destacarse que paralelamente estas zonas presentan una aguda escasez de infraestructura fsica y social, la que tambin debera desarrollarse en forma complementaria a la ejecucin de proyectos de riego. 12.1.2.1 Recursos comunes disponibles Los recursos hdricos comunes para las tres zonas son los caudales disponibles en Junta de San Francisco que, con la regulacin de Zanja del Tigre llegaran a 143 m 3 /s en el mes crtico. 12.1.2.2 Recursos propios para riego Se concentran casi totalmente en la Zona VI. En ella estn las subcuencas de los ros Dorado y del Valle en las que los embalses proyectados tienen una capacidad de regulacin de 14 m3/s en el mes crtico; agua subterrnea en el rea Embarcacin - Dragones - Yuchn, con un volumen estimado anual de 1 700 hm 3 y las correspondientes al rea Luis Burela - El Manantial - Piquete Cabado, en la subcuenca del Dorado y del Valle, con una disponibilidad anual de 360 hm 3 y los de Joaqun V. Gonzlez con 462 hm 3 . Fuera de la Zona VI el proyecto de riego de Laguna Yema, en la Zona V, tambin puede asimilarse a un proyecto de riego en base a recursos propios pues, si bien utiliza aguas del Bermejo, almacena la obtenida en pocas de crecida y por lo tanto no reduce los caudales disponibles en el perodo crtico. 12.1.2.3 Localizacin de los proyectos La figura XII-1 resulta ilustrativa respecto de la distribucin de suelos con aptitud para riego en las Zonas IV, V y VI. En esta ultima zona se concentran los suelos de primera aptitud, encontrndose suelos de segunda aptitud en amplias reas de las tres zonas. Los caudales disponibles son inferiores a los que podran demandar las reas potencialmente aptas para riego. Esto, sumado a las limitaciones del relevamiento, hace que las reas de proyecto correspondan exclusivamente a las de mejor calidad de suelos. Los proyectos as definidos pueden observarse en la figura XII-1 y en el cuadro XII-2. Debe enfatizarse nuevamente que siendo esta otra alternativa de riego, los proyectos basados en el recurso comn (el ro Bermejo) compiten en sus dimensiones mximas con los proyectos de riego basados en el mismo recurso, dentro de la alternativa "Ampliacin de la produccin agropecuaria bajo riego". i. Proyecto de riego Zanja del Tigre. El estudio de esta obra, realizado por Harza Engineering Co., para la Comisin Nacional de la Cuenca del Plata, prev la creacin de un rea bajo riego en las inmediaciones de la presa Zanja del Tigre para la que se destinaran 33 m3/s a fin de regar 90 000 ha (figura XII-1). El caudal ha sido estimado en base a la tasa de riego de Castelli-Senz Pea a que se ha hecho referencia en el captulo anterior. Una eventual variacin de la demanda que pudiera incrementar el caudal necesario para dicho sistema - y por ende disminuir el caudal disponible aguas abajo - podra cubrirse con el margen de seguridad representado por la reserva para estiaje mnimo y por el aparentemente sobreestimado caudal de perdidas entre junta de San Francisco y El Yacar. El destino propuesto para dicha superficie se aprecia en el cuadro siguiente:* (*) Harza Engineering Co. Unidades de chacra y su estructura productiva Chacra tipo Nmero Tamao Area total ha ha Cultivos generales 150 160 22 500 Cultivos para engorde 670 95 60 300 Chacras frutcolas 240 35 7 200 Totales 1 060 90 000 Harza determino la tasa interna de retorno de las obras de riego, suponiendo que el perodo de vida til de las instalaciones es de 50 aos y que se empieza a computar costos en 1979. Estos ltimos no incluyen ninguna fraccin del costo del embalse principal ni la reduccin en los beneficios de la energa provocados por el embalse de derivacin. Los beneficios netos anuales se producen a partir de 1985 y se estabilizan en alrededor de 21 millones de dlares por ao en 1989. La tasa interna de retorno calculada fue de 13,8%. No obstante, los mismos autores indican que "se necesitarn estudios de factibilidad detallados para los desarrollos agrcolas propuestos con fines de planificacin y financiacin del proyecto final". Aquellos "deben incluir investigaciones de suelos, esquemas finales de los sistemas de riego y drenaje, planes y procedimientos de colonizacin, anlisis econmico y financiero, incluyendo requisitos en cuanto a moneda local y extranjera y capacidad de pago de los agricultores". En este orden de ideas, cabe mencionar que el estudio de suelos realizado por el Estudio ha detectado solo alrededor de 20 000 ha de suelos aptos en la margen izquierda del ro. Por lo cual, parece conveniente estudiar la posibilidad de completar las 90 000 ha previstas, con reas localizadas en la mar gen derecha (Departamento de Oran) cuya calidad es, en parte, superior a las anteriores. Ambos desarrollos estn condicionados, en su magnitud relativa, a un relevamiento topogrfico de detalle y al costo y factibilidad tcnica de las obras de conduccin de aguas y estructuras complementarias. ii. Proyecto de riego de Urizar. Un segundo aprovechamiento identificado es el regado de la zona de Urizar (Departamento de Oran) al oriente de la ruta provincial No. 5 entre Jernimo Matorras y Yuchn, donde el Estudio ha detectado los mejores suelos de la Zona VI. Estos, referidos a las lneas de nivelacin trazadas por UPF, estn situados entre las cotas 270 y 380, o sea, se encuentran en parte a ni veles superiores a los del Ro Bermejo, no pudiendo por lo tanto utilizarse esta fuente para el riego por gravedad. Parte de estas tierras pueden ser servidas mediante el ro San Francisco. El caudal utilizable debe analizarse a travs de la estadstica de ese ro en Puente Carretero, teniendo en cuenta las extracciones actuales y las comprometidas. En estas condiciones se ha deducido que un gasto de 3 m 3 /s podra ser servido con una probabilidad de casi 85% y con el se puede regar un rea de 5 400 ha. La obra de aduccin consiste en un canal matriz revestido, cuya bocatoma deber situarse en las proximidades del puente carretero Yuto. Dicho canal tendra una longitud de casi 40 km. El traza do cruzara la ruta entre Urizar y Yuchn, pudiendo as regarse la zona ms prxima al ro Bermejo. El costo del canal se estima en 2 millones de dlares, o sea una inversin de US$ 370 ha. Cabe la posibilidad eventual de que se produzcan dficit de agua principalmente en los meses de setiembre y octubre. En este caso quedara el recurso que proporcionan los derrames de riego en El Talar, que son colectados por un canal de drenaje prximo al canal. iii. Subcuencas de los ros Dorado y Del Valle. Se han estudiado tres obras de embalse que permiten regular la casi totalidad del recurso hdrico superficial de esta fuente. Son los diques de tierra El Ceibal sobre el ro Del Valle; El Sombrero, sobre el ro Dorado y San Fernando sobre el ro Seco Sur, con capacidad de 110, 125 y 35 hm 3 , respectivamente (figura XII-1). El embalse El Ceibal (ver figura XII-3) de 47 m de altura, permite regular un caudal de 9 m 3 /s con probabilidad de 85%. El eje de la presa se sita inmediatamente aguas abajo de la estacin de aforo El Ceibal. El costo del dique y el del canal matriz de 50 km para conducir los 9 m 3 /s, ascienden a 23,8 millones de dlares. El embalse El Sombrero (figura XII-4) de 50 m de altura, regulara tambin un caudal de 9 m 3 /s con una probabilidad de 85%. La presa se sita sobre el ro Dorado entre la desembocadura del arroyo El Espinillo y la estacin de aforo El Sombrero, unos 10 km antes de la confluencia del ro Seco. Adems del dique, se proyect un canal matriz de 30 km. El costo de ambas obras, dique y canal, se ha estimado en 20 millones de dlares. El embalse San Fernando de 30 m de altura permite disponer de un volumen de 35 hm 3 regulando un caudal de 3 m 3 /s, con el cual podran regarse 5 000 ha, con una probabilidad de 85%. El embalse se ubica en el ro seco aguas abajo de la desembocadura del arroyo Las Caas y a 3 km ms arriba de la estacin de aforo A y E. El costo de la presa y del canal matriz se ha estimado en 10,4 millones de dlares. Cuadro XII-2 - Alternativa de ocupacin agropecuaria bajo riego Denominacin Ubicacin Recursos disponibles Areas bajo riego ha Zanja del Tigre Zona VI (Salta) 33 m 3 /s (comn) 90 000 Urizar Zona VI (Salta) 3m 3 /s (propio) (*) 5 400 Ro Dorado-Del Valle Zona VI (Salta) 21 m 3 /s (propio) 38 200 Agua subterrnea Embarcacin-Dragones-Yuchn Zona VI (Salta) 1 700 hm 3 (propio) Agua subterrnea Luis Burela-El Manantial-Piquete Cabado Zona VI (Salta) 360 hm 3 (propio) Laguna Yema Zona V (Formosa) 5 m 3 /s (propio) 7 500 Riego Zona IV Zona IV (Chaco) 50 m 3 /s (comn 135 000 (*) Pertenece al ro San Francisco y el caudal se ha deducido previamente del total disponible en Junta de San Francisco. Cuadro XII-3 - Subcuenca de los ros Dorado y Del Valle Obras de embalse para riego Embalse Ro Caudal Superficie regada ha Costo (10 3 000 US$) Total Por ha El Ceibal Del Valle 9 m 3 /s 16 600 23 800 1,4 El Sombrero Dorado 9 m 3 /s 16 600 19 900 1,2 San Fernando Seco Sur 3 m 3 /s 5 000 10 400 2,1 Para determinar la superficie posible de regar con los caudales regulados por los 3 embalses, se han su puesto perdidas de conduccin del 20%, una eficiencia de riego del 60% y una estructura productiva en la que tienen igual importancia la alfalfa, el tomate y el tabaco. El cuadro XII-3 resume la informacin bsica de las obras propuestas. Al analizar las posibilidades de riego en esta subcuenca, conviene recordar que en ella existen 5 500 ha bajo riego permanente y 6 600 ha con riego eventual, destinadas a la produccin de tabaco, legumbres y hortalizas. En tales condiciones, el enfoque ms adecuado para el desarrollo de esta rea - atravesada parcialmente por la actual ruta RP No. 5 y por la proyectada ruta Juana Azurduy y cuyo centro urbano es Apolinario Saravia - parece ser el de con solidar en primer termino el riego permanente a las actuales reas con riego eventual, mediante el mejoramiento y la unificacin de las precarias obras de toma y conduccin existentes y la explotacin de las fuentes de agua subterrnea determinadas en el rea. De esta manera, se aprovecha el conocimiento y la experiencia de los actuales productores y la infraestructura de comunicaciones existentes y se reduce la inversin de puesta en riego. iv. Agua subterrnea en el rea Embarcacin-Dragones-Yuchn. El estudio hidrogeolgico ha detecta do aqu una de las cuatro reas de mayor potencial dad acufera dentro de los lmites de la CIRB. En el interior del rea en la que est localizado el acufero se encuentra gran parte de los suelos aptos para riego. Dada la incidencia en esta rea del proyecto de riego de Zanja Del Tigre, no se ha considerado aprovechamiento del agua subterrnea. Sin embargo, parece importante en el corto plazo aprovechar estas disponibilidades para apoyar el desarrollo de los proyectos de riego identificados. En ese sentido, es factible y conveniente la puesta en marcha de un proyecto piloto de regado a cada lado del ro. Cada uno debera utilizar un mnimo de 1 000 ha y su objetivo sera la experimentacin de los cultivos y variedades para encontrar los que mejor se adapten a las condiciones ecolgicas de la zona, y su respuesta a fertilizantes, labores culturales, pocas de siembra y prcticas de riego. La ventaja de una iniciativa de esta naturaleza es que su implementacin puede hacerse en el corto plazo y a un costo moderado, lo que permitira tener perfectamente definidos los parmetros tecnolgicos agropecuarios para el momento en que puedan utilizar se los caudales regulados del ro Bermejo. Este hecho puede contribuir a acelerar la explotacin productiva de dichas reas, superando los tradicionales problemas de desfase temporal entre la terminacin de las obras matrices de riego y su utilizacin econmica. v. Agua subterrnea en el rea Luis Burela-El Manantial-Piquete Cabado. Esta rea, de inters des de el punto de vista de su potencial acufero, esta situada en la subcuenca de los ros Dorado y del Valle y parcialmente, se superpone con las reas regables ya citadas. Dadas las dimensiones limitadas del posible aprovechamiento y la existencia de actuales explotaciones bajo riego en condiciones semiprecarias, parece interesante utilizar esos caudales subterrneos para permitir el incremento escalonado del rea a regar, dando prioridad a su utilizacin para consolidar el servicio a las actuales explotaciones. Resultar necesario realizar trabajos de detalle a fin de cuantificar la magnitud del recurso de manera precisa, anlisis previo indispensable para definir un proyecto a nivel operativo. Tentativamente se ha considerado la posibilidad de utilizar la disponibilidad de agua subterrnea para abastecer una cuenca lechera destinada a satisfacer la demanda de las zonas urbanas saltonas. El rea se encuentra bien ubicada para ese fin y existe una demanda insatisfecha que se cubre parcialmente con importacin extrarregional. La puesta en produccin de 6 000 ha para ese fin, demandara una inversin aproximada de 700 dlares por hectrea para infraestructura (alambrado, galpones, mangas, equipos de tambo, etc.) ms 330 dlares por hectrea para plantel bovino. vi. Proyecto de riego de Laguna Yema. Este proyecto fue realizado por un grupo consultor bajo la supervisin del DIGID (Ministerio de Defensa). Su objetivo es el aprovechamiento de 10 000 ha en el rea de influencia de la laguna, la que embalsara aguas provenientes del ro Teuco (Bermejo) conduce das por un canal revestido de hormign y por el arroyo Teuquito. Con las obras de cierre previstas se puede embalsar un total de 256 hm 3 . Ello permitira alimentar la laguna durante los meses de abundancia del recurso hdrico para utilizarlo en los perodos en los que se requiere del riego. Por lo tanto, esta obra no compite con los otros aprovechamientos en el uso del agua durante los meses crticos y puede asimilarse a un proyecto de riego con recursos hdricos propios de la zona. Se propone en el estudio citado la creacin de predios de 50 ha para riego y 950 ha de secano. La estructura productiva de la parte regada consiste en soja (30%), sorgo granfero (30%), alfalfa (30%) y maz (10%) y se plantea la explotacin pecuaria como un complemento de la actividad agrcola. Los beneficiarios directos e indirectos seran 139 y 300 personas respectivamente. Se piensa completar el proyecto en 8 aos, con una tasa de incorporacin de 25 explotaciones por ano. vii. Riego en Zona IV. Este proyecto contempla el regado de 135 000 ha, en la parte centro-oeste de la Zona IV - que ser atravesada por la ruta Juana Azurduy - para lo que se destinara 50 m3/s en el mes crtico. Por basarse en los recursos comunes del Bermejo es explcitamente excluyente de aquellos que en la alternativa anterior utilizan dichos recursos. Es decir, compite con los proyectos de riego en Tres Isletas, Dobagn y Ro de Oro. Para su implementacin se propone derivar las aguas hacia el Bermejito a la altura de Rivadavia, lo cual tambin permitira resolver el problema de abastecimiento de agua para esa localidad, y unos 15 km antes del lmite entre las Zonas V y IV derivarlas hacia el riacho Guaycur. Despus de un recorrido de aproximadamente 50 km por este riacho, se llega casi a la cabecera del rea que se propone regar (ver figura XII-1) con lo cual el canal matriz sera de alrededor de 5 km de largo. Tambin en este caso puede plantearse el proyecto en etapas sucesivas. Incluso, aqu existe una mayor flexibilidad en este sentido, puesto que gran parte del recorrido el agua lo hace por cauces naturales, con lo cual disminuye el costo total y la importancia relativa de las obras matrices como componentes de dicho costo. No se ha realizado una estimacin afinada del valor de la inversin. Pero suponiendo que en una primera etapa se implemento una capacidad de 15 m 3 /s (*) para el canal de derivacin Bermejo-Bermejito (canal Rivadavia) y para el canal matriz, y si se consideran los precios unitarios de las obras previstas en el proyecto de riego del rea de Tres Isletas, el costo de los dos canales y de las dos obras de toma podra ser del orden de los 8,5 millones de dlares. (*) De estos se destinara 1 m3/s para satisfacer los requerimientos de agua potable a la zona Castelli-Roque Senz Pea. diversificada que se propone. 12.1.3 Destino potencial de las reas bajo riego 12.1.3.1 Consideraciones generales 12.1.3.2 Orientacin productiva de los proyectos de riego de la CIRB 12.1.3.3 Otros destinos de la superficie bajo riego 12.1.3.1 Consideraciones generales De las 28 millones de ha cultivadas en el pas aproximadamente 1,5 millones se encuentran bajo riego. Estas reas regadas se destinan a la produccin de rubros de alta rentabilidad, como frutas, hortalizas y algunos cultivos industriales. Debido al lento crecimiento de la demanda interna y externa por tales productos, han existido peridicamente problemas de exceso de oferta con consecuencias negativas sobre los niveles de precios e ingresos de productores. Las proyecciones de demanda contenidas en diversas fuentes y las estimaciones adelantadas en el Captulo IX de este estudio coinciden en sealar que aquella seguir creciendo a tasas moderadas para el conjunto de los productos tpicos de las reas bajo riego. Para hacer frente a esta situacin, se ha propuesto una diversificacin productiva de las regiones regadas, mediante la implantacin de cultivos caractersticos de la regin pampeana, cereales y oleaginosas, adems de la ganadera, con condiciones de demanda ms promisorias. El problema que esta proposicin plantea tiene que ver con la dudosa rentabilidad relativa de esas producciones en reas bajo riego, teniendo en consideracin sus actuales niveles de precios y el relativamente alto y creciente costo de los insumos tcnicos que demanda la agricultura de riego para garantir elevados rendimientos. Todo ello sin mencionar el esfuerzo considerable requerido en mejoramiento tecnolgico, capacitacin de los productores y, en muchos casos, reordenacin de las estructuras de tamao y tenencia de las explotaciones, exigidas por el mayor espacio fsico requerido por esta agricultura Aun cuando se produjera una favorable evolucin de los precios, la pradera pampeana tiene todava un margen considerable de expansin de su oferta de cereales, oleaginosas y productos pecuarios, la cual, presumiblemente y dentro de ciertos lmites, puede hacerse a costos menores que en las reas regadas. Por otra parte, existe la posibilidad de terminar el total o gran parte de las obras secundarias previstas para las reas de influencia de las grandes obras ya construidas, lo que, junto con un aumento en la baja eficiencia de riego, puede llevar a incrementos significativos de las superficies regadas y de sus rendimientos, sin recurrir a nuevas inversiones de carcter puntual y de lenta maduracin. Dan do como confirmada la incorporacin de las 90 000 ha bajo riego en la zona de Zanja del Tigre, debe sumarse a ellas un conjunto de obras en reas aledaas del NOA que prevn incrementar la oferta regional de tierra regada en otras 50 000 ha (Las Maderas, Juramento, etc.). No es aventurado entonces afirmar que en el corto plazo no se plantear una demanda sustancial por tierras irrigadas, como demanda derivada del mercado de frutas, hortalizas y otros cultivos bajo riego. No debe dejarse de lado sin embargo el reconocimiento de que las decisiones respecto a la promocin de proyectos de riego no slo responden a sus efectos productivos a mediano y largo plazo, sino que tambin pueden atender y, aun en forma prioritaria, a otro cmulo de factores, tales como ocupacin territorial, crecimiento demogrfico, etc. En el corto plazo, con el Bermejo sin regular e incluyendo las subcuencas del Dorado y del Valle y el aprovechamiento de Urizar, la capacidad de riego en la CIRB sumara aproximadamente 75 000 ha, sin contar la que puede obtenerse de la explotacin del agua subterrnea. Con la regulacin que proporcionar Zanja del Tigre a mediados de la dcada del 80, la superficie regada con agua superficial podr llegar aproximadamente a 300 000 ha. Los problemas de mercado, el largo perodo de maduracin de las obras de riego y la fecha de terminacin de Zanja del Tigre hacen presumir que el grueso de las reas a regar dentro de la CIRB se incorporara en la dcada de 1990. Las excepciones pueden darse por la construccin de obras menores para asegurar riego permanente a las actuales reas con riego eventual, por ampliacin de las tomas directas de los ros y por aprovechamientos parciales del agua subterrnea disponible, todo lo cual constituye, de cualquier modo, un bajo aprovechamiento del potencial total de riego existente. 12.1.3.2 Orientacin productiva de los proyectos de riego de la CIRB El prrafo anterior seala las limitaciones que actualmente existen para definir la orientacin productiva de los proyectos bajo riego. Dada la amplia gama de producciones posibles a realizar, la seleccin final corresponde al productor, que se adeca peridicamente a la evolucin de los precios relativos que le ofrece el mercado. Por lo tanto, aun en un anlisis ms detallado que el presente, solo se podran definir los grupos de productos que requieren caractersticas especficas en el diseo del proyecto de riego. As, resultar diferente la distribucin parcelaria en un proyecto de riego para horticultura que en un proyecto de riego para engorde de ganado, donde los predios son de mayor tamao y los requerimientos de agua por hectrea diferentes. Sin embargo, aun a este nivel resulta difcil adelantar conclusiones, excepto en algunos casos donde un proyecto de dimensiones reducidas parece fcilmente asociable a una actividad productiva especfica como es el caso del arroz en Puerto Velaz (Zona I) y parcialmente tambin la propuesta del proyecto lechero en la Cuenca del Dorado (Zona VI). A continuacin se presentan dos casos particulares, la propuesta ya mencionada de rea lechera en la Zona VI y el futuro de la produccin algodonera, en relacin al proyecto de riego en Tres Isletas. i. Cuenca lechera en el Dorado del Valle. En base al bajo costo estimado para el aprovechamiento del agua subterrnea de Luis Burela-El Manantial-Piquete Cabado y su cercana con los principales centros urbanos de Salta, se ha considerado la conveniencia de utilizar dicha rea para la implantacin de una cuenca lechera destinada a satisfacer la demanda de centros urbanos vecinos. En el captulo IX se estimo una demanda potencial en el ao 2000 que fluctuaba entre 62 y 76 millones de litros/ao para la poblacin urbana de los Departamentos de Anta, General Gemes, La Capital, La Calera, Los Cerrillos y Metan. La participacin de un posible proyecto lechero en el rea de Dorado del Valle, podra ascender, previo descuento de la oferta proveniente de otras zonas, a los 23,5 millones de litros anuales. Para obtener este nivel de oferta se requieren 7 400 vacas considerando el 80% de ellas en produccin. Sumndole el resto del rodeo se llega a un stock total de 15 000 cabezas. Como consecuencia del programa propuesto, podran engordarse un total de 2 300 novillos por ao que equivalen a una produccin de algo ms de 1 000 ton de carne. Esa masa ganadera requiere 6 000 ha de riego para garantir la produccin de leche y carne previstas. El costo de las obras principales para dotar con agua subterrnea una hectrea se estima en US$ 700, cifra que debe revisarse al hacer los estudios de detalle del acufero. ii. Cultivo de algodn en Tres Isletas. Como ya se ha hecho referencia, la debilidad estructural que presenta el cultivo de algodn en la CIRB, centro de la produccin nacional, tiene que ver con el estancamiento de la demanda, los problemas de calidad de las variedades obtenidas y la sujecin a dicho cultivo por parte de numerosas explotaciones minifundistas. Las estimaciones realizadas en el captulo IX ubican la posible expansin de la demanda entre un 35% a un 80% para 1985 y entre un 35 y un 140% para el ao 2000, respecto del consumo del ao 1970. Esos valores deben ser considerados con cierta reserva, pues la oferta de algodn flucta notablemente ao a ao, con lo que los incrementos previstos cambian de acuerdo al ao base sobre el que se calculen. As, de haberse considerado en relacin al consumo aparente de 1974, las tasas previstas a 1985 y 2000 resultaran sustancialmente menores. La posibilidad de dar respuesta a esta expansin potencial de la demanda plantea una situacin de caractersticas particulares. En principio, y dado el comportamiento histrico de la oferta de algodn, es previsible que los productores estn en condiciones de adelantarse espontneamente a satisfacer cualquier incremento en la demanda. Por otra parte y sobre todo a largo plazo, esta respuesta espontanea no parece recomendable, pues los factores antes menciona dos hacen que el cultivo se mantenga permanentemente en condiciones de emergencia requiriendo amplios subsidios estatales y reforzando la permanencia de un ciclo productivo precario. Surge as la necesidad a largo plazo de racionalizar la produccin de las zonas algodoneras de la CIRB (mayormente Zonas II y III) buscando obtener aumentos de la produccin simultneamente con bajas en los costos y productos de mejor calidad, reorientando reas marginales hacia otros cultivos. La disponibilidad de riego para ese fin favorecera la introduccin de mejores fibras y la obtencin de mayores rendimientos, al mismo tiempo que permitira reorientar la produccin de pequeos predios hacia otros cultivos de alto valor por hectrea. Una poltica de este tipo parece necesaria, al menos en el largo plazo y para atender la futura expansin de la demanda de algodn. El proyecto de riego en la zona de Tres Isletas presenta en este respecto la ventaja de abarcar las actuales reas de mayor densidad de explotaciones algodoneras, por lo que los reacomodamientos productivos re queridos a los productores actuales tenderan a disminuir frente a otro tipo de posibilidades que contemplara la satisfaccin de la expansin algodonera en base al desplazamiento de este cultivo hacia otras reas de secano o riego hacia el oeste de la CIRB, las que parecen ecolgicamente ms adecuadas. Si consideramos la posibilidad de atender con produccin bajo riego el 50% del incremento potencial de la demanda para el ao 2000, suponiendo una participacin de la CIRB del orden del 80% en la provisin de la oferta nacional, llegaramos, sobre la base de rendimientos de 2 ton de algodn en bruto por hectrea regada, a la posibilidad de dedicar a este fin una superficie de hasta 50 000 ha. 12.1.3.3 Otros destinos de la superficie bajo riego Al margen de los proyectos de arroz (Zona I), cuenca lechera (Zona VI) y los comentarios en relacin a la perspectiva de la actividad algodonera regional, el grueso de las alternativas productivas abiertas para las reas bajo riego puede agruparse en actividades tradicionales bajo riego (hortalizas, ctricos y otros cultivos industriales) y en proyectos de engorde de ganado vacuno bajo riego. Ninguno de los estudios existentes define en forma rigurosa el destino productivo de las reas a regar. El que mayor precisin aporta es el Proyecto de Zanja del Tigre que propone orientar 60 300 ha para forrajeras, 7 200 para fruti-horticultura y 22 500 para oleaginosas. Por su parte, en el aprovechamiento de Laguna Yema se propone 3 000 ha de soja y 3 000 de sorgo granfero y otras tantas de alfalfa y otros cultivos. Ambos proyectos hacen hincapi en la utilizacin del riego con destino al engorde de ganado. Los estudios de la Cuenca del Ro de Oro son menos definidos y mencionan la introduccin de oleaginosas y el desarrollo hortcola. En el captulo IX se han realizado estimaciones preliminares de demanda a escala nacional, agrupando por una parte una amplia gama de hortalizas y, por la otra, pomelo. Transformando las demandas proyectadas (ver cuadro IX-8) en demanda potencial de superficie bajo riego en la CIRB, se obtienen los valores que se muestran en el cuadro XII-4. En el caso de atenderse la expansin del consumo regional en base al engorde de novillos en rea de riego, y partiendo de las proyecciones del cuadro IX-10, la posible necesidad de superficie bajo riego ascendera en el ao 2000 a una cifra entre las 71 000 y 119 000 ha, como puede apreciarse en el cuadro XII-5. Resumiendo, los posibles requerimientos de superficies bajo riego a largo plazo fluctuaran de acuerdo a las cifras que se aprecian en el cuadro XII-6. Como se aprecia, la gran variabilidad en las cifras a las que se arriba, radica en la difcil previsin de tierras regadas para cultivo de algodn y para proyectos de engorde de novillos, que acaparan los mayores valores. En la hiptesis de mxima, el total se aproxima al potencial regable de la CIRB, mencionado en el captulo anterior (321 000 ha). Al margen de este conjunto de productos, las estimaciones resultan aun ms aleatorias, pues la extensa gama de actividades posibles se ve condicionada por la existencia o no de precios remunerativos. La oferta regional de cereales, oleaginosas, otros cultivos industriales o carne para el mercado nacional, es actualmente de una dimensin tan reducida que cualquier incremento puede considerarse marginal y, por ende, capaz de ser colocado a los precios vigentes. Pero son justamente las variaciones de esos precios lo que hace difcil prever si estos productos resultarn remunerativos para su explotacin bajo riego. En todo caso las conclusiones a las que aqu se llega tienen carcter preliminar y alertan sobre uno de los aspectos que deben atraer la atencin preferente al realizar los estudios de factibilidad de proyectos seleccionados. Junto a este aspecto tambin deber prestarse especial atencin a las investigaciones destinadas a conocer a fondo la realidad de las reas potencialmente regables. Entre las ms importantes cabe sealar un estudio detallado de la aptitud de los suelos; la determinacin de los actuales patrones de tamao y tenencia de las explotaciones, la evolucin reciente de su estructura productiva; la tecnologa utilizada, en especial las prcticas de riego y la magnitud, origen y calidad de los insumos; la infraestructura y los mecanismos existentes para la comercializacin de insumos y productos; y el anlisis de los aspectos institucionales relativos al uso del agua, al acceso al crdito y a la asistencia tcnica y la organizacin y efectividad de la experimentacin agropecuaria disponible. Adems, es necesario cuantificar de manera ms clara la magnitud del recurso hdrico subterrneo en aquellas reas recomendadas en el estudio hidrogeolgico. 12.2 Alternativas de expansin agropecuaria de secano y explotacin forestal 12.2.1 Presentacin de alternativas y proyectos 12.2.2 Perspectivas de la produccin agropecuaria de secano 12.2.3 Proyectos de aprovechamientos forestales en la Zona Oeste Tal como se sealo en el captulo anterior, las alternativas de desarrollo agropecuario de secano y explotacin forestal, pueden agruparse, de acuerdo con la intensidad de ocupacin del suelo, en alternativas de ocupacin extensiva, semiintensiva e intensiva. Los proyectos identificados en cada uno de estos casos, por zona de desarrollo, pueden observarse en el cuadro XII-7 y su distribucin geogrfica se observa en la figura XII-5. Se aprecia que las alternativas extensivas implican proyectos ganaderos que abarcan grandes superficies orientadas hacia una explotacin en precios de gran tamao. La distribucin espacial de estas alternativas responde a la aptitud de los suelos, como es el caso de los bajos y caadas en la Zona I, a las limitaciones que el clima y la calidad de los suelos imponen a la agricultura de secano, como es el caso de las Zonas IV, V y VI o al peso preponderante que la explotacin pecuaria presenta en la actualidad, como sucede en la Zona II. Cuadro XII-4 - Demanda de reas bajo riego para agricultura Ao 2000 Producto Participacin de la CIRB en la oferta nacional Rendimiento ton/ha Incremento en la demanda de superficie regada Ano 2000 Actual % Proyectada % Mnima ha Mxima ha Hortalizas 5 10 10 12 500 38 000 Pomelos 15 25 20 1 000 1 700 Totales 13 500 39 700 Cuadro XII-5 - Demanda de reas bajo riego en ganadera Ao 2000 Demanda regional de carne limpia ton Produccin actual ton Incrementos en demanda ton Produccin ton/ha Demanda en Superficie neta ha Mnima Mxima Mnima Mxima Mnima Mxima 106 500 137 200 60 100 46 400 77 100 0,65 71 000 119 000 Cuadro XII-6 - Posible demanda de reas bajo riego en la CIRB Ao 2000 Destino Demandas Mnima ha Mxima ha Algodn 50 000 Ctricos 1 000 1 700 Horticultura 12 500 38 000 Engorde de novillos para consumo regional 71 000 119 000 Cuenca lechera para Salta 6 000 6 000 Cultivo de arroz en Puerto Velaz 10 000 10 000 Totales 100 500 224 700 Bajo el ttulo de alternativas de desarrollo semiintensivas agrupamos un conjunto de proyectos intermedios, la mayora de ellos agrcolo-ganaderos, aunque tambin se presentan actividades de ganadera intensiva, como cuencas lecheras y ganadera menor y la explotacin forestal propuesta para la Zona Oeste de la CIRB. Aqu la localizacin de los proyectos agrcolo-ganaderos responde a la configuracin de la actual estructura productiva. As, el peso de las explotaciones mixtas en la Zona II y la conveniencia de reorientar la produccin agrcola de la Zona III justifican las alternativas agrcolo-ganaderas de ambas zonas. Cuadro XII-7 - Alternativas de desarrollo y proyectos identificados por zonas Explotaciones agropecuarias de secano y forestales
ALTERNATIVA INTENSIVA SEMIINTENSIVA EXTENSIVA Explotaciones agrcolas y de granja Explotaciones agrcolo-ganaderas forestales Explotaciones ganaderas Zona I Expansin de la produccin citrcola Expansin del rea bananera Extensin de cultivos industriales Uso y manejo de esteros y caadas Zona II Diversificacin agrcola en pequeos predios Plan rotacional agrcolo-ganadero Proyecto cuenca lechera Incremento en la produccin de rodeos de cra Zona III Expansin de la produccin porcina Plan de colonizacin para la Reconstruccin y la Liberacin Nacional Engorde de novillos en explotaciones agrcolas Zona IV Proyectos de explotacin forestal Engorde de novillos en regin semirida Proyecto forestal-ganadero- agrcola en el Departamento de Patino Zona V Proyectos de explotacin forestal Colonizacin del noreste de Santiago del Estero Manejo ganadero en zonas de monte Manejo racional del ganado caprino Zona VI Plan rotacional agrcolo-ganadero Proyectos de aprovechamiento forestal Por su parte, la actividad agrcola ganadera propuesta para la Zona VI resulta de la disponibilidad de buenos suelos que, dentro de las limitaciones climticas del rea, permiten desarrollar una agricultura semirida conjuntamente con la actividad pecuaria. Los proyectos de explotacin forestal propuestos se concentran en la Zona Oeste, aunque la escasa in formacin disponible no permite precisar su distribucin interzonal. Finalmente, como alternativas intensivas se agrupan los proyectos de explotaciones agrcolas y de granja, destinados a pequeos y medianos productores, ubicados en suelos agrcolamente aptos, tomando en consideracin la actual estructura productiva, las perspectivas de mercado para la produccin agrcola regional y las condiciones de tenencia y tamao de los predios. Se pueden distinguir aqu los proyectos promocionales destinados a mejorar las condiciones de dotacin de recursos y tecnologa en la extensa poblacin minifundista rural, como es el caso de varios proyectos en las Zonas I, II y III. Por otra parte se encuentran los programas de promocin de la actividad agrcola intensiva de productores capitalizados, como puede ser el caso de la fruticultura en la Zona I. 12.2.1 Presentacin de alternativas y proyectos Los proyectos identificados, tanto los existentes en el mbito provincial, como los originados en el Estudio, sern comentados por zona de desarrollo y alternativa, con excepcin de los aprovechamientos forestales que, debido a la falta de definicin sobre su ubicacin, se agrupan en el punto 12.2.2 (*). (*) El "Plan de Colonizacin para la Reconstruccin y la Liberacin Nacional", de la Provincia de Chaco, no se ajusta estrictamente a esta clasificacin, pues abarca varias zonas de la CIRB y supone actividades intensivas, semiintensivas y extensivas. Debido a que no es posible desglosarlo en base a la informacin disponible, se ha preferido conservar su presentacin unitaria y en esta forma aparece descrito en la Zona III dentro de la alternativa semiintensiva (punto i.) mientras que en el anlisis de las Zonas II y IV, solo se hacen referencias generales al mismo. Para cada uno de los proyectos se presenta informacin sobre ubicacin, objetivos, antecedentes, dimensiones y costos, mientras que los principales indicadores aparecen en cuadros por zona, donde se indican dimensin, costos y produccin esperada. En todos los casos, esta informacin resume los aspectos sustanciales de elaboraciones ms detalladas que se encuentran disponibles. En particular, los aspectos relacionados con las estimaciones de costos de los proyectos agropecuarios han planteado dificultades por no disponerse de informacin respecto de la actual dotacin de activos fsicos de las explotaciones. Ello hace difcil calcular cual es el costo necesario para completar dicha dotacin a fin de hacerla corresponder con las propuestas tcnicas y de manejo de los distintos proyectos. En todos los casos, las hiptesis corresponden a informacin local recogida durante el Estudio. Como criterio general, el conjunto de los proyectos agropecuarios contempla, junto a los costos productivos, la financiacin publica del asesoramiento a los productores durante el perodo de maduracin del proyecto. Esta previsin parece ampliamente justificada por la actual estructura agropecuaria regional y por la experiencia de los programas de promocin agropecuaria a escala nacional. ZONA I a) Alternativa de explotacin intensiva. En la Zona I las limitaciones en la aptitud del suelo resultan un severo condicionante a la expansin de la actividad agrcola, a pesar de lo cual existen algunas posibilidades para la promocin de una agricultura intensiva. Aunque la misma no implica una ocupacin espacial significativa en comparacin con las posibilidades pecuarias, se presenta como la nica posibilidad de absorber parte de la poblacin rural de la zona, la que es mayoritariamente minifundista. Por otra parte, las condiciones climticas zonales favorecen la obtencin de productos de fcil receptividad en el mercado. Los proyectos dimensionados distinguen aquellos que se orientan a promocionar cultivos de buena perspectiva de demanda, pero que por sus caractersticas implican productores capitalizados (fruticultura, banano) y cultivos destina dos a mejorar la dimensin y el rendimiento de los pequeos productores zonales. i. Proyecto: Expansin del rea bananera. Ubicacin: Departamento de Formosa Objetivo: Expandir la superficie cultivada con banano, producto de alta rentabilidad y buen mercado nacional. Antecedentes: Existen en la actualidad aproximadamente 650 ha de banano en la CIRB. A pesar de que el grueso de la superficie cultivada se ubica al norte de la Cuenca, el rendimiento promedio de 15 ton por hectrea que se obtiene en ella, justifica la expansin del cultivo dentro de la Zona I. Dimensiones: Como puede apreciarse en el cuadro XII-8, se ha considerado una dimensin de 1 500 ha en base a explotaciones que dediquen de 10 a 20 ha a la plantacin bananera. Se considera posible que un adecuado manejo incremente los rendimientos en un 30%, permitiendo arribar a una produccin de 30 000 ton por ao, menos del 10% de la demanda nacional estimada en el captulo IX. Costos: El proyecto se orienta hacia productores ya radicados en la zona, a los que se les prestara el adecuado asesoramiento tcnico y crediticio para la incorporacin de los activos fsicos requeridos (tractor de 45 H.P., acoplado, rastra de disco y pulverizadora) y los correspondientes a los costos de implantacin. El perodo de maduracin del proyecto se considera de 4 aos para los aspectos productivos y de 5 aos para el asesoramiento tecnolgico (ver cuadro XII-9). ii. Proyecto: Expansin de la produccin citrcola Ubicacin: A determinar, en reas con buena aptitud agrcola. Objetivo: Ampliar la produccin zonal de ctricos hasta asegurar el volumen de oferta adecuado a la instalacin de una planta procesadora cuya produccin se destine al mercado interno e internacional. Antecedentes: La produccin actual de la zona presenta buenos rendimientos y una favorable adaptacin ecolgica, considerndose que es posible superar con relativa facilidad los problemas sanitarios, varietales y culturales que se han destacado. Dimensiones: Se han estimado en base a una superficie de 3 000 ha, con predios de dedicacin parcial a esta actividad (implantando de 20 a 50 ha) y predios totalmente dedicados a citricultura (implantaciones de 50 a 100 ha). Se prevn rendimientos de 25 ton por hectrea por ao al termino de los 4 aos del perodo de implantacin, lo que resulta en una produccin anual de 75 000 ton. Costos: Dentro de los costos del proyecto se han considerado el equipamiento de las explotaciones ya existentes en la zona con equipos de pulverizacin para mejorar el actual tratamiento sanitario. Se incluye tambin un mdulo de difusin y asistencia tcnica operando durante cinco aos. Cuadro XII-8 - Proyectos de explotacin agropecuaria de secano - Dimensiones Zona I Alternativa Proyecto Origen Nmero de explotaciones Superficie total de explotaciones miles ha Destino de la superficie Valor de la produccin del proyecto (*) mill $ dic/974 Agrcola Stock ganadero actual incremento miles ha actual incremento miles de cabezas Explotacin intensiva Extensin de cultivos industriales U.T. 1 400 9 33,4 Expansin de la produccin citrcola U.T. 100 3,1 3,0 30,0 Expansin del rea bananera U.T. 100 0,65 1,5 18,0 Subtotal 1 600 12,75 4,5 81,4 Explotacin extensiva Uso y manejo de esteros y caadas U.T. 372 770 15 50 265 110 31,2 Totales 1 972 770 27,75 54,5 265 110 112,6 (*) Considera slo el incremento de produccin adjudicable al proyecto. Cuadro XII-9 - Proyectos de explotacin agropecuaria de secano - Costos estimados (en millones de pesos de diciembre 1974) Zona I Alternativa Proyecto COSTO Total Ao Ao Ao Ano Ao Ao Ao Ao Ao Ao 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Explotacin intensiva Extensin de cultivos industriales 50 47 4 4 7 4 4 4 4 7 135,0 Expansin de la produccin citrcola 5,7 5,5 5,5 5,5 5,5 27,7 Expansin del rea bananera 11,6 11,4 11.4 11,4 11,4 57,2 Subtotal 67,3 63,9 20,9 20,9 23,9 4 4 4 4 7 219,9 Explotacin extensiva Uso y manejo de esteros y caadas 25,4 6,3 2,1 2,1 2,5 0,6 0,6 39,6 Totales 92,7 70,2 23,0 23,0 26.4 4,6 4,6 4 4 7 1 259,5 iii. Proyecto: Extensin de cultivos industriales Ubicacin: A determinar, en zonas de explotacin mayoritariamente minifundiaria. Objetivos: Incrementar los ingresos de los numerosos productores minifundistas de la zona, mediante una mejora en la dotacin de recursos y asesoramiento. Antecedentes: En la Zona I se registra un alto numero de minifundistas, cuyas condiciones econmicas se encuentran seriamente desmejoradas. Dada la escasa disponibilidad de tierras agrcolamente aptas en dicha zona, se estima que un adecuado manejo, en base a tcnicas de trabajo intensivas, podra incrementar los rendimientos actuales, lo que permitira duplicar el ingreso bruto por hectrea cultivada. Dimensiones: Se estima posible abarcar, en base a una intensa campana de difusin tecnolgica, un numero aproximado de 1 400 predios minifundarios existentes en la zona, lo que representa una poblacin ocupada de aproximadamente 2 500 personas sobre una superficie sembrada de 9 000 ha, destinadas a la produccin de algodn, girasol, soja y tabaco (ver cuadro XII-8). Costos: Las estimaciones contemplan la financiacin del asesoramiento y los gastos corrientes de operacin; no incluyen la incorporacin substancial de activos fsicos, dado el carcter de la tecnologa propuesta. b) Alternativa de explotacin extensiva. Como ya se sealara en los captulos anteriores, la dotacin de recursos naturales de la Zona I caracteriza clara mente una alternativa de explotacin ganadera en las reas de relieve deprimido, las que, mediante el mejoramiento de los pastos y rodeos, conjuntamente con una adecuada regulacin de los niveles de aguas de esteros y caadas, pueden permitir el incremento en un 40% en el actual stock ganadero. El modelo de manejo propuesto ha sido estudiado previamente con bastante detalle y probado en la zona. En base al mismo, en el Estudio se dimension un proyecto que resume las principales caractersticas de esta alternativa. i. Proyecto: Uso y manejo de esteros y caadas. Ubicacin: Areas deprimidas de la Zona I Objetivos: Incrementar la aptitud productiva de los rodeos mediante la incorporacin al servicio de vaquillonas para sustituir las vacas que no producen terneros, destinando estas ultimas para la venta. Alcanzar el 70% o ms de marcacin, lo que permitira una tasa de extraccin del 28% del rodeo. Mejorar el nivel de apotreramiento con sus respectivas aguadas y mecanismos de regulacin de aguas superficiales, a los efectos de poder asegurar la disponibilidad de forrajes en los meses crticos. Antecedentes: Dado que el manejo de ganadera en zonas de esteros y caadas implica prcticas adecuadas a las caractersticas especficas de la zona, las que no son de difusin comn a escala nacional, se considero de inters contar con la experiencia tcnica y productiva llevada adelante en la regin. A tales efectos pudo obtenerse un completo informe sobre el manejo ganadero regional (*) el que se ha considerado de inters resear, dado los aspectos novedosos que el mismo incorpora. (*) "Aproximacin al conocimiento del uso y potencial de esteros y caadas en la CIRB", Ing. Agr. P. Fuentes Godo, Ing. Agr. A. Driutti, Universidad Nacional del Nordeste, 1975. Dimensiones: El proyecto est tentativamente dimensionado para un rea de 770 000 ha donde existen aproximadamente 370 explotaciones de ms de 1 000 ha, las que actualmente poseen una receptividad ganadera promedio de 3 ha/cab. Al final del perodo de maduracin del proyecto (7 aos), se estima posible elevar dicha receptividad en un 40%, llegndose a un rodeo de 375 000 cabezas junto con una expansin del rea sembrada con forrajeras y verdeos que llegar a 65 000 ha. Al mismo tiempo, la produccin de carne se incrementar en un 45% (ver cuadros XII-8 y XII-10). Costos: Aunque no existe una informacin actualizada sobre los niveles actuales de dotacin de infraestructura en los establecimientos pecuarios, se han estimado dos tipos de costos: los correspondientes al funcionamiento de un modulo de difusin y asesoramiento tcnico a productores y los propios de las explotaciones donde se contemplan costos de alambrados, aguadas, mangas, baaderos y terraplenes. Estos ltimos se ejecutaran durante los primeros cinco aos del proyecto mientras que el modulo de asesoramiento se mantendra en funcin 7 aos. Los valores respectivos pueden apreciarse en el cuadro XII-9. Cuadro XII-10 - Proyectos de explotacin agropecuaria de secano - Produccin estimada (en toneladas) Zona I Alternativa Proyecto PRODUCTOS Terneros para engorde Carne para consumo Ctricos Banano Algodn Tabaco Girasol Soja Explotacin intensiva Extensin de cultivos industriales 11 200 1 350 1 500 1 500 Expansin de la produccin citrcola 75 000 Expansin del rea baera 30 000 Subtotal 75 000 30 000 11 200 1 350 1 500 1 500 Explotacin extensiva Uso y manejo de esteros y caadas 11 000 21 200 Totales 11 000 21 200 75 000 30 000 11 200 1 350 1 500 1 500 ZONA II a) Alternativa de explotacin intensiva. Al igual que la Zona I, la Zona II presenta una acentuada preponderancia de explotaciones minifundiarias abocadas a una actividad agrcola que reporta escasos ingresos a sus titulares. Sin embargo, a diferencia de aquella, se encuentran aqu importantes superficies de suelos aptos para agricultura, como as tambin la existencia de numerosas propiedades fiscales. Aparece en consecuencia, una alternativa de explotacin del suelo orientada a la ampliacin de las superficies cultivadas por pequeos predios, con el objetivo mltiple de ampliar la produccin, mejorar los rendimientos y los ingresos de la poblacin rural y expandir la oferta de empleo. El proyecto identificado a continuacin se inscribe en esta lnea. Se debe tener presente que la mayora de los proyectos de agricultura intensiva identificados para la Zona I (industriales, fruticultura, etc.) tambin pueden implementarse en esta zona, donde ya se encuentran relativamente difundidos. i. Proyecto: Diversificacin agrcola en pequeos predios. Ubicacin: A determinar, en reas con explotaciones de hasta 25 ha. Objetivos: Diversificacin y ampliacin de la superficie cultivada por pequeos predios. Desarrollo de sistemas de cooperacin que faciliten el acceso del pequeo productor a tecnologas adecuadas y a mejores condiciones de comercializacin de su produccin. Antecedentes: Ha sido reiteradamente destacada la sujecin del productor minifundista al cultivo de algodn, debido al mayor valor de la produccin por hectrea, que representa el mismo. Esta situacin para ser superada requiere de la ampliacin de la tierra disponible por explotacin al igual que del capital y de un adecuado apoyo al pro ceso de reconversin de la explotacin minifundiaria. Dimensiones: El proyecto abarca 3 000 explotaciones a las que habra que dotar de 10 ha agrcolas por predio. Las mismas se destinaran al cultivo de algodn, tabaco, soja y girasol, cuyo manejo adecuado puede redundar en incrementos en los rindes que van del 100% en la soja hasta el 300% en el caso del tabaco. La produccin resultante puede apreciarse en el cuadro XII-13. Costos: Se contempla la formacin de parques de maquinarias capaces de atender cada uno de ellos los requerimientos de 75 explotaciones tipo, provistos de tres tractores, un arado de rejas, un arado de discos, una rastra de discos, una rastra de dientes, una desmenuzadora de rastrojos, dos sembradoras maiceras y un aporcador. Tambin se ha previsto el funcionamiento de un equipo de asesoramiento por parque de maquinarias. Las cifras respectivas, durante los diez aos de maduracin del proyecto, pueden apreciarse en el cuadro XII-14. b) Alternativa de explotacin semiintensiva. Las alternativas de explotacin semiintensiva se apoyan en la gran difusin actual de las explotaciones mixtas y se destinan a incrementar el rendimiento por hectrea en los predios medianos, asegurando al mismo tiempo un adecuado manejo del suelo. Estas alternativas tambin responden a la posibilidad de re orientar la actividad de los predios medianos hacia una mezcla de productos ms rentable. En esta alternativa, se han identificado dos proyectos que se detallan a continuacin. Debe tenerse presente que esta zona se encuentra parcialmente incluida, junto con las Zonas III y IV, en el Plan de Colonizacin para la Reconstruccin y Liberacin Nacional, cuya descripcin aparece en la Zona III. i. Proyecto: Plan rotacional agrcolo-ganadero Ubicacin: A determinar, en reas de explotaciones de menos de 1 500 ha. Objetivos: Incrementar la produccin agrcola y ganadera mediante un aumento de la superficie desmontada y un mejoramiento de la fertilidad de los suelos basado en un manejo rotacional agrcolo-ganadero. Antecedentes: Aproximadamente el 20% de la superficie agropecuaria de la zona se encuentra en establecimientos de 100 a 1 500 ha, observndose problemas acentuados de manejo que reducen los rendimientos tanto agrcolas como ganaderos. En particular, el manejo de los pequeos rodeos vacunos resulta poco productivo, por lo que muchas veces se consideran como una inversin de capital y no como un elemento de produccin. Dimensiones: Las metas agropecuarias posibles de alcanzar de acuerdo con las normas de manejo recomendadas, son las siguientes: - Produccin de carne: Peso de faena Total del proyecto ton Rendimiento kg/ha Vacas 400 kg 3 400 5 Terneros 200 kg 3 000 30 - Produccin agrcola: Cultivos Total del proyecto ton Rendimiento ton/ha Soja 3 750 1,5 Sorgo 45 000 3 Trigo 11 250 1,5 Girasol 13 500 1,8 Maz 27 000 2,7 Algodn 15 000 2,0 El rea abarca 200 000 ha y se estima que existe en ella un 40% de superficie boscosa y que la superficie agrcola a los diez aos (ano meta) ser del 60%, lo que supone la incorporacin de 50 000 nuevas hectreas sembradas. Para ello es necesario desmontar aproximadamente 20 000 ha. Asimismo se ha considerado necesario un mayor aprovechamiento agrcola en el uso de los mismos. Para la formulacin del proyecto se tomo una explotacin de tipo de 400 ha con un mnimo de 6 potreros, dos de ellos con alambrado suspendido o elctrico, que se rotaran de acuerdo al destino de los cultivos, con una rotacin propuesta de dos a tres aos de ganadera por uno de agricultura. Costos: Los costos contemplan el desmonte para todo el proyecto y la provisin de alambrado, aguadas y mangas para la mitad de los predios. A esto deben agregarse seis mdulos de asesoramiento tcnico a los productores (ver cuadro XII-14). ii. Proyecto: Cuenca lechera Ubicacin: Colindante con la localidad de Piran. Objetivos: Proveer a centros urbanos del este de Formosa de un producto que hasta el momento es deficientemente ofrecido en la regin. Orientar las explotaciones agropecuarias hacia una produccin organizada y estable. Antecedentes: En la Provincia de Formosa el consumo de leche es marcadamente inferior al promedio del pas. En la ciudad capital era de 119 litros por habitante y por ao, en 1970, mientras que el promedio para el mismo ao a nivel nacional fue de 181 litros por habitante. La produccin local es escasa e ineficiente. Dimensiones: Se plantea la posibilidad de establecer un rea de 22 000 ha con poco ms de 255 explotaciones comprendidas entre 50 y 400 ha, distribuyndose de la siguiente manera: 50-100 ha 78% 100-200 ha 16% 200-400 ha 6% Se estima que entre 35 y 40% de la superficie agrcola se destinara a siembra de verdeos, pasturas y cereales que se consumirn totalmente en los estable cimientos tamberos. En cuanto a la produccin ganadera, se calcula un total de 8 500 vientres Holando Argentino con un 70% de vacas de produccin, a razn de 2 000 litros por animal, durante el perodo de lactancia y un rinde promedio de 70 kg de grasa butiromtrica por ao. Se llegara as, en el ao de plena produccin, a obtener 420 ton de grasa butiromtrica y 73 kg de carne por hectrea con una produccin de 12 millones de litros de leche, lo que equivale a los valores mnimos de demanda estimados para 1985 (ver captulo IX). Costos: Se ha considerado una explotacin tipo de 90 ha divididas en dos potreros de pastizales y monte y cinco potreros con alambrado suspendido o elctrico, cultivados de la siguiente manera: Potrero 1. Pasturas permanentes 7,5 ha 2. Verdeos de invierno 10 ha 3. Verdeos de verano 5 ha 4. Pasturas permanentes 7,5 ha 5. Cultivos para granos 10 ha 6. Monte y pastizales 25 ha 7. Monte y pastizales 25 ha Los costos prevn la financiacin de la compra de 8 000 vientres, la instalacin de una estacin de semen, la dotacin de instalaciones de ordee (pileta y tinglado de 5 m 10 m), aguadas, alambrados y la implantacin de pasturas. Tambin se ha considerado la operacin en el proyecto de cuatro equipos de asesoramiento tcnico durante cuatro aos. b) Alternativa de explotacin extensiva. Ya se ha visto en el captulo anterior que la Zona II presenta caractersticas de transicin entre la I y la III. Existen aqu importantes superficies de suelos aptos para la agricultura, junto a extensiones considerables de suelos de menor aptitud agrcola. Dado que la actual explotacin ganadera se extiende sobre ambos tipos de suelos, caracterizndose la zona por la difusin de explotaciones agropecuarias mixtas, la alternativa de explotacin extensiva busca concentrar la actividad especficamente ganadera en los suelos menos aptos para agricultura, los que presentan una considerable capacidad para incrementar su receptividad ganadera. i. Proyecto: Incremento en la produccin de rodeos de cra. Ubicacin: A determinar, en suelos de menor aptitud agrcola. Objetivos: Modificar la estructura actual de los rodeos e incrementar su productividad, originan do un rea ganadera de cra junto a la Zona I, que pueda ofrecer un producto calificado de fcil colocacin en los mercados regional (en las posibles reas de engorde de las Zonas III y IV) y extrarregional, de forma tal que esta zona se transforme en uno de los principales productores de terneros de la regin. Antecedentes: Como acontece en casi toda la CIRB, esta es un rea con caractersticas de produccin mixta, donde el 17% del rodeo est compuesto por no villos y novillitos. Este porcentaje es elevado debido, en algunos casos, a la falta de demanda estable de terneros y, en otros, por ser estos de un pe so y calidad inferior. El proyecto est orientado bsicamente hacia un aumento de la productividad de los rodeos de cra. Con estas caractersticas, unidas a una infraestructura adecuada, ser ms fcil y econmico aumentar dicho numero de cabezas, en especial de vaquillas de reposicin, a partir del quinto ao. Se consideran explotaciones mayores de 1 000 ha (de las que ya existen aproximadamente 600 en la zona) con una superficie total de 950 000 ha. En los cuadros XII-11 y XII-12 es posible apreciar la estructura actual y futura de los rodeos en el rea del proyecto y los respectivos ndices de produccin. Por su parte, en el cuadro XII-14 se aprecia la produccin prevista en el ao 10, diferencian do terneros para engorde y ganado para faena. Costos. Se han estimado los requerimientos adicinales de desmonte, alambrado, aguada, manga y capital de explotacin. Se han considerado tambin 10 equipos de asesoramiento tcnico en actividad durante el perodo de radicacin del proyecto. Cuadro XII-11 - Rodeos de cra en Zona II - Existencias por categora Categora Actual Futura (1985) miles de cab % miles de U.G. miles de cab % miles de U.G. Vacas 122 42 122 196 47 196 Toros 19 7 23,7 10 2,3 12,5 Terneros 50 17,2 20 138 32,3 55,2 Vaquillonas 1-2 aos 25 8,6 15 39 9,2 23,4 Vaquillonas 2-3 aos 25 8,5 20 39 9,2 15,6 Novillitos 1-2 aos 25 8,5 15 - - - Novillos 2-4 aos 24 8,2 20 - - - Totales 290 100 235,7 422 100 302,7 Cuadro XII-12 - Rodeos de cra en Zona II - Indices de produccin Indice Actual Futuro Nmero de vientres 42 47 Porcentaje de marcacin 40 % 70 % Porcentaje de mortandad 10 % 3-5 % Tiempo de destete 10-12 meses 7-8 meses Peso de destete 150 kg 180-200 kg Porcentaje de faena 17 % 25 % Kg/ha/ao 12-14 kg 24-25 kg ZONA III a) Alternativa de explotacin intensiva. En trminos generales, la Zona III con su amplia dotacin de suelos de ptima calidad, presenta una favorable perspectiva para la ampliacin de las actividades agrcolas. Esta orientacin aparece ya implcita en las metas productivas del Plan de Colonizacin para la Reconstruccin y Liberacin Nacional, el que prev la ampliacin de la superficie cultivada en mas de 150 000 ha al ao 2000, la mayor parte de la cual se ubica en dicha zona. Por otra parte, la existencia en esta zona de fuertes grupos de medianos productores, otorga mayor capacidad para adaptarse espontneamente a los cambios en la rentabilidad de los productos, por lo que es de esperar que la consolidacin de una poltica de largo plazo en la fijacin de precios agrcolas lleve a la ampliacin de la actividad en la Zona III, a diferencia de otras reas donde el predominio del minifundio implica acciones especficas para su pro mocin. Estas consideraciones han hecho que no se considerara necesario introducir nuevos proyectos de tipo agrcola para esta Zona, a pesar de que, como se dijo en el captulo anterior, el recurso suelo permite holgadamente duplicar el rea sembrada. Dentro de esta alternativa, solo se ha dimensionado un proyecto de chacra tendiente a elevar y racionalizar la produccin porcina zonal. i. Proyecto: Expansin de la produccin porcina Ubicacin: A determinar, en reas con chacras de hasta 25 ha. Objetivos: Incrementar la produccin porcina en las pequeas explotaciones, la cual es destinada para su comercializacin en los mercados regionales y extrarregionales. Cuadro XII-13 - Proyectos de explotacin agropecuaria de secano - Dimensiones Zona II Alternativa Proyecto Origen Nmero de explotaciones Superficie total de explotaciones miles ha Destino de la superficie Valor de la produccin del proyecto (*) mill $ dic/974 Agrcola Stock ganadero actual incremento miles ha actual incremento miles de cabezas Explotacin intensiva Diversificacin agrcola en pequeos predios U.T. 3 000 30 167 Explotacin semi-intensiva Cuenca lechera U.T. 255 22 4,4 3,3 9 20,2 Plan rotacional- agrcolo-ganadero U.T. 600 200 70 50 50 50 151,5 Subtotal 855 222 74,4 53,3 50 59 171,7 Explotacin extensiva Incremento en la produccin de rodeos de cra U.T. 600 950 28 60 300 132 41,7 Totales 4 455 1 172 132,4 113,3 350 191 380,4 (*) Considera solo el incremento de produccin adjudicable al proyecto. Cuadro XII-14 - Proyectos de explotacin agropecuaria de secano - Costos estimados (en millones de pesos de diciembre 1974) Zona II Alternativa Proyecto COSTO Total Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Explotacin intensiva Diversificacin agrcola en pequeos predios 77,7 71,3 71,3 71,3 71,3 9.6 9,6 9,6 9,6 9,6 410,9 Explotacin semi-intensiva Cuenca lechera 51,0 2,0 2,0 2,0 57,0 Plan rotacional agrcolo ganadero 55,3 53,3 21,1 21,1 23,1 21,1 21,1 21,1 21,1 52,0 310,3 Subtotal 106,3 55,3 23,1 23,1 23,1 21,1 21,1 21,1 21,1 52,0 367,3 Explotacin extensiva Incremento en la produccin de rodeos de cra 79,6 23,8 1,8 1,8 3,0 110,0 Totales 263,6 150,4 96,2 96,2 97,4 30,7 30,7 30,7 30,7 61,6 888,2 Cuadro XII-15 - Proyectos de explotacin agropecuaria de secano - Produccin estimada (en toneladas) Zona II Alternativa Proyecto PRODUCTOS Terneros para engorde Carne para consumo Algodn Tabaco Girasol Soja Trigo Maz Sorgo Leche Explotacin intensiva Diversificacin agrcola en pequeos predios 30 000 8 100 3 900 6 000 Explotacin semi-intensiva Cuenca lechera 800 900 120 000 Plan rotacional agrcolo ganadero 3 000 3 400 15 000 13 500 3 750 11 250 27 000 45 000 Subtotal 3 800 4 300 15 000 13 500 3 750 11 250 27 000 45 000 120 000 Explotacin extensiva Incremento en la produccin de rodeos de cra 15 300 15 800 Totales 19 100 20 100 45 000 8 100 17 400 9 750 11 250 27 000 45 000 120 000 Antecedentes: Las estaciones experimentales del INTA en la regin han acumulado experiencias que permiten ofrecer apoyo tcnico a proyectos de este tipo. Por otra parte se ha notado un inters creciente por esta actividad entre las pequeas explotaciones de la zona. Dimensiones: Se tomaron 2 500 ha distribuidas en chacras de hasta 25 ha de superficie total, proponindose los ndices que se muestran en el cuadro XII-16. Se busca reducir adems los costos alimenticios actuales en un 50%. Los cultivos a implantar sern sorgo y maz para pastoreo. Se estima arribar a una produccin anual de 2 200 ton de carne porcina en el rea establecida. Esto representa un 10 a un 15% de la demanda regional es timada (ver captulo IX) la que actualmente se satisface con producciones extrarregionales (cuadros XII- 17 a XII-19). Costos: Se han incluido incrementos de los plan teles existentes y mejoramiento de la infraestructura de las chacras incorporando pistas de engorde, parideras, bretes y baaderos. La experiencia acumulada permite reducir el apoyo tecnolgico a 2 aos (cuadro XII-18). b) Alternativa de explotacin semiintensiva. La alternativa de explotacin semiintensiva en la Zona III est asociada a la ejecucin del Plan de Colonizacin para la Reconstruccin y Liberacin Nacional, que por sus caractersticas y envergadura se convierte por s mismo en una alternativa de desarrollo que trasciende la zona, abarcando parte de las Zonas II y IV y cubriendo una amplia superficie hacia el sur de la CIRB. Las bases de esta alternativa se encuentran en la importancia de la pequea explotacin agrcola, en la gran disponibilidad de suelos fiscales de ptima aptitud agrcola y en la necesidad de encarar una reorientacin productiva de magnitud para adecuar la produccin regional a la cambiante estructura de la demanda nacional, tarea a la que no pueden acceder los productores en forma individual. Complementariamente al Plan de Colonizacin y como un proyecto que puede realizarse asociado al mismo independientemente, se ha dimensionado un proyecto de engorde de novillos en explotaciones agrcolas. i. Plan de Colonizacin para la Reconstruccin y la Liberacin Nacional Ubicacin: El rea de accin del proyecto se extiende sobre el total de la Zona III, parte de la II y IV y una considerable superficie fuera de la CIRB. Dentro de esta rea se prev el aprovechamiento de tierras fiscales para fines agrcolas, mixtos, ganaderos y forestales. Debido a que toda va no se encuentra definida la localizacin precisa de cada una de estas subreas dentro del rea general del proyecto, no es posible presentar datos separados por zona o por actividad productiva. Las consideraciones a continuacin hacen referencia al total del proyecto. Sin embargo y a fin de evaluar la importancia del Plan de Colonizacin en la CIRB, en los cuadros XII-17 a XII-19 se ha adjudicado el 50% del total a la actividad agrcola y ganadera y el 50% restante a la explotacin forestal, aun cuan do en rigor esta debera ser ubicada en la Zona IV. Objetivos: Lograr el asentamiento productivo de las familias que actualmente residen en el rea en la categora de ocupantes de tierras fiscales y mejorar sus ingresos. Promover formas de organizacin que permitan la plena participacin social de los asentados. Ocupar productivamente la mayor cantidad posible de mano de obra, a efectos de apoyar simultneamente los dos objetivos anteriores y alterar el ritmo de emigracin que afecta el rea y la provincia. Antecedentes: Proyecto elaborado por un grupo de tcnicos constituido en el Instituto de Colonizacin de la Provincia de Chaco e integrado por miembros del mismo y asesores del INTA. Secretara de Estado de Agricultura y Ganadera, Ministerio de Agricultura y Ganadera del Chaco, Consejo Provincial de Educacin e Instituto Interamericano de Ciencias Agrcolas de la OEA. Dimensiones: Las tierras fiscales destinadas a esta colonizacin superan el milln de hectreas, debindose desmontar ms de 240 000 ha a lo largo del plan, involucrando ms de 5 500 familias de agricultores. Se ha mapeado a escala 1:50 000 la capacidad de uso de los suelos del rea de proyecto, lo que permite la elaboracin de recomendaciones de uso y conservacin por medio de rotaciones de cultivos que posibiliten una explotacin rentable sin degradar el suelo. Tambin se ha determinado la distribucin y productividad de las grandes masas forestales y las zonas agroclimticas correspondientes, determinndose la existencia de tres zonas de aptitud agro-econmica diferenciadas de oeste a este: forestal-ganadera, agrcola y agrcola-ganadera. Se prev adjudicar ms de un milln de hectreas en diez aos. De este total, se estima que 40 000 ha sern asignadas a cooperativas de trabajo. El impacto social del proyecto no solo debe evaluarse por la cantidad de familias a asentarse. A esa cifra debe agregarse el funcionamiento del parque de maquinaria agrcola que emplear alrededor de 1 400 personas a partir del ao meta. Las empresas desmontadoras, por su parte, llegarn a emplear casi 2 000 personas en ese mismo ao. La evolucin prevista originar los volmenes de produccin agrcola y forestal que se indican en el cuadro XII-19 para el total del proyecto. El primer ao del proyecto recin se completa la constitucin de asentamientos y cada beneficiario tarda, a su vez, diez aos en completar su desmonte y once aos en estabilizar su produccin. As, debe advertirse que la produccin global derivada del proyecto supera en un 50% a la que se obtiene en el ao 10. Costos: Se ha elaborado un amplio plan de asistencia tcnica agropecuaria sobre la base de la actual estructura del INTA y se busca garantizar el apoyo financiero en condiciones especiales en cuanto a montos, plazos y perodos de gracia, que sern gestionados por la provincia ante los organismos competentes y canalizados a travs de los Bancos de la Provincia del Chaco y de la Nacin Argentina. Los valores respectivos se observan en el cuadro XII-18. ii. Proyecto: Engorde de ganado vacuno en explotaciones agrcolas Ubicacin: A determinar, en explotaciones agrcolas de 25 a 400 ha. Objetivos: Orientar las explotaciones agrcolas hacia una empresa mixta productora de novillos para faena, mediante un adecuado pastoreo en praderas permanentes, verdees de invierno y verano y complementacin con rastrojos, silaje, heno y/o granos. Esto se complementa con los siguientes objetivos secundarios: - Incorporar una actividad agropecuaria de menores riesgos econmicos, diversificando la produccin a travs del ao. - Intensificar el uso de los suelos y aprovechar aquellos que se consideren marginales para la agricultura. - Mejorar la estructura y fertilidad de los suelos agotados. - Abastecer al frigorfico CAP-Vilelas y otros; aumentar el saldo exportable de carne vacuna de la provincia. Antecedentes: La heterogeneidad de los rodeos, en estratos de chicos y medianos productores (25 a 50 cabezas) presenta una marcada desproporcin entre animales no comercializables y/o improductivos y animales comercializables, pues estos no superan el 13-15% del total de los rodeos. Esta cifra est muy por debajo de los ndices normales de un rodeo de cra o engorde, medianamente eficientes. Ya se han realizado varias experiencias en el rea de influencia de las Estaciones Experimentales y Agencias de Extensin del INTA Castelli, Senz Pea, Villa Angela, etc., cuyos resultados fueron muy positivos, habindose terminado los novillos entre los 20-24 meses de edad. Dimensiones: Actualmente la produccin de carne por hectrea y por ao no supera los 15 kg. Se estima que en cinco aos, el 25% de los productores comprendidos en los estratos de 25 y 400 ha podran incorporar una tecnologa moderna para la terminacin de novillos. Esto representara un total de 1 175 productores en una superficie aproximada de 90 000 ha, con un 90% de superficie agrcola (79 200 ha); es decir, un 20% ms que la actual (61 600 ha), realizndose el desmonte con una tasa del 4% anual. Con referencia al manejo del rodeo, se destinar a engorde el descarte de vacas (20% total de vientres) y los novillos y novillitos del rodeo actual, luego de realizar una seleccin de los rodeos en base a productividad de los vientres. El productor podr engordar su propio destete con ms de lo que la capacidad de su establecimiento le permita incrementar. Se calculo en 20 000 terneros la capacidad de importacin desde las potenciales zonas de cra (I y II). En base a esta estimacin, se llega a una produccin de 180-200 kg/ha en el ao meta. Costos: La informacin disponible no permite considerar una unidad de produccin especfica o ideal; por ello, la dimensin de las explotaciones puede variar entre 25 y 400 ha. Para la estimacin de los valores de produccin se tom una superficie media de 100 ha. Los costos considerados incluyen 12 equipos de asesoramiento tcnico durante el perodo de maduracin del proyecto ms la financiacin correspondiente a costos de desmonte, pastura y aumento de rodeos. ZONA IV a) Alternativa de explotacin extensiva. Las restricciones climticas impuestas a los aprovechamientos de secano, como as tambin las limitaciones que supone la reducida infraestructura de comunicaciones y servicios, hacen que las alternativas de desarrollo posibles en la Zona Oeste de la CIRB, se encuentran estrechamente asociadas a la implementacin de obras y proyectos de infraestructura. Cuadro XII-16 - Expansin de la produccin porcina - Zona III - Indices de produccin Indices Actual Futuro Lechones por madre por ao 4 a 4,5 12 kg cerdo terminado por carnada por ao 63 196 Das requeridos para terminacin 405 180 (para llevar a 100/110 kg en 5 meses) Porcentaje mortalidad lechones 50% 10 % Nmero de padrillos por madre 1/15 1/37 Reduccin conversin alimenticia 6:1 3,5:1 Cuadro XII-17 - Proyectos de explotacin agropecuaria de secano - Dimensiones Zona III Alternativa Proyecto Origen Nmero de explotaciones Superficie total de explotaciones miles ha Destino de la superficie Valor de la produccin del proyecto (*) mill $ dic/974 Agrcola Stock ganadero actual incremento miles ha actual incremento miles de cabezas Explotacin intensiva Expansin de la produccin porcina U.T. 100 2,5 1,7 0,5 12 12,9 Explotacin semi-intensiva Plan de Colonizacin para la Reconstruccin y la Liberacin Nacional 2 800 1 037,0 50,0 Engorde de novillos en explotaciones agrcolas U.T. 1 175 88,0 61,6 17,6 20 15 37,0 Subtotal 3 975 1 125,0 61,6 67,6 20 15 37,0 Totales 4 075 1 127,5 63,3 68,1 20 27 49,9 (*) Considera solo el incremento de produccin adjudicable al proyecto. Cuadro XII-18 - Proyectos de explotacin agropecuaria de secano - Costos estimados (en millones de pesos de diciembre 1974) Zona III Alternativa Proyecto COSTO Total Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Explotacin intensiva Expansin de la produccin porcina 10 9 19 Explotacin semi- intensiva Plan de Colonizacin para la Reconstruccin y Liberacin Nacional 75,5 130,5 168,5 216,0 264,0 171,5 139,5 104,0 71,5 64,5 1 405,5 Engorde de novillos en explotaciones agrcolas 33,5 30,0 26,3 26,3 26,2 142,3 Subtotal 109,0 160,5 194,8 242,3 290,2 171,5 139,5 104,0 71,5 64,5 1 547,8 Totales 119,9 169,5 194,8 242,3 290,2 171,5 139,5 104,0 71,5 64,5 1 566,3 Cuadro XII-19 - Proyectos de explotacin agropecuaria de secano - Produccin estimada (en toneladas) Zona III Alternativa Proyecto PRODUCTOS Carne para consumo Algodn Girasol Soja Cartamo Trtago Sorgo Rollizos Lea Carbn Postes Explotacin intensiva Expansin de la produccin porcina 2 200 Explotacin semi-intensiva Plan de Colonizacin para la Reconstruccin y la Liberacin Nacional 15 500 17 500 11 700 8 500 4 000 2 500 62 500 32 000 15 000 5 500 34 000 Engorde de novillos en explotaciones agrcolas 8 500 Subtotal 24 000 17 500 11 700 8 500 4 000 2 500 62 500 32 000 15 000 5 500 34 000 Totales 26 200 17 500 11 700 8 500 4 000 2 500 62 500 32 000 15 000 5 500 34 000 Los dos proyectos identificados por el Estudio se asocian, en un caso, con la construccin de la ruta Juana Azurduy en Chaco y, en el otro, con la efectivizacin del proyecto de riego en Laguna Yema. i. Proyecto: Engorde de novillos en la regin semirida. Ubicacin: Se considera conveniente distribuir la superficie del proyecto en zonas aledaas a la ruta nacional No. 81 en Formosa (53% de la superficie del proyecto) y a ambos lados de la futura ruta Juana Azurduy en el Chaco (47% restante). En esta forma, se adecuara la distribucin del rea del proyecto a la existencia de infraestructura de comunicaciones y a la oferta potencial de terneros de engorde en cada provincia. Objetivos: Transformar la regin semirida de la Zona IV en invernadora de novillos provenientes de la Zona Este e iniciar la expansin productiva haca el oeste. Antecedentes: Las caractersticas climticas de. la Zona IV posibilitan la implantacin de forrajeras de alto valor nutritivo para una actividad de engorde, favorecida por el menor valor de las tierras zonales para otros usos alternativos y por la existencia de amplias superficies fiscales. Por otra parte, la oferta de terneros sera provista por la Zona Este de la CIRB. Se estima que en ella se producen aproximadamente 100 000 terneros por ano que no se venden como tales por falta de un mercado estable. Por consiguiente, son terminados en los mismos establecimientos, provocando indirectamente una disminucin en la receptividad potencial de vientres. La demanda del producto terminado favorecera a la Zona IV, equidistante de importantes centros urbanos del norte argentino y con ventajas para la oferta en pases limtrofes. Dimensiones: El proyecto abarca un rea estimada de 700 000 hectreas. La superficie boscosa se estima en un 82% (580 000 ha). El rea actual dedicada a la agricultura no pasa de las 14 000 ha y la existencia vacuna es de 80 000 cabezas, lo que representa una densidad ganadera de casi 10 ha por animal. La superficie a desmontar ser de solo 58 000 ha (8,3% del total) ya que existen 68 000 ha (10%) que no poseen monte y son aptas para la implantacin de forrajeras. Por lo tanto, la tasa de desmonte sera del 1,6% anual a 5 aos. Se tomo como unidad de explotacin una superficie de 1 000 ha (en total 700 productores) con un mnimo del 20% de su superficie destinada a la agricultura y el resto a monte. La superficie agrcola est orientada de la siguiente manera: 80 ha sorgo granfero 60 ha pasturas 40 ha verdeos invernales (trigo, cebada, centeno) 20 ha verdeos estivales (sorgo, maz) Cada productor engordara 150 novillos por ao, con una produccin promedio de 150 kg de carne por hectrea de uso ganadero. En cuanto a la cosecha de sorgo, esta se destinara toda a la venta (160 ton por productor) dndose le al ganado solo el rastrojo o a lo sumo el grano cuando por diferentes factores la cosecha sea anti-economica. Se estima adems que los productores realizan una explotacin racional del monte (50 ha por explotacin) lo que hara un total de 35 000 ha. El proyecto a pleno producir anualmente 112 000 ton de sorgo granfero, 45 000 ton de carne, 15 000 ton de carbn, 12 000 ton de rollizos y 32 000 postes. Costos: Se han estimado costos de desmonte a cargo del Estado. A cargo del productor se consideran costos de alambrado, aguadas, corrales e implementacin de pasturas (verdeos y cultivos de sorgo). Se ha contemplado tambin la financiacin bancaria de las compras de novillos del primer ao. El apoyo tcnico se concretara mediante 9 mdulos de asesoramiento, ms 3 mdulos para estudio y experimentacin. ii. Proyecto: Forestal, ganadero-agrcola, en el Departamento de Patino. Ubicacin: Departamento de Patino. Objetivos: Aumento de la produccin de los rodeos de cra y produccin de terneros para abastecer reas de engorde bajo riego o en secano. Increment de la superficie agrcola y aprovechamiento racional del monte. Antecedentes: Del diagnostico general de la regin surge la necesidad de plantear programas de desarrollo basados en normas de manejo ganadero, complementado este con una agricultura semirida y una explotacin racional del monte. En la localidad de Laguna Yema se ubica un proyecto de riego de aproximadamente 7 000 ha en las que se prev la posibilidad de engordar cerca de 15 000 novillos que el presente proyecto pueda abastecer en forma continua con el peso vivo requerido para ese fin (180-200 kg). Dimensiones: El rea (840 000 ha) incluye explotaciones de ms de 2 500 ha y una existencia ganadera de 150 000 cabezas vacunas. El proyecto considera para la evaluacin tcnica, una unidad de 2 500 ha con las siguientes caractersticas Monte 50% Pastizal 45% Desperdicio 5% La hiptesis inicial parte de la ausencia total de alambrados, plantendose la necesidad del perimetral y un mnimo de 4 potreros (625 ha cada uno). En uno de ellos se roturaran 300 ha (12% del total) aprovechando las abras de ese potrero, para sembrar partes iguales de sorgo y girasol con una produccin aproximada de 225 y 120 ton por productor respectivamente. En cuanto al manejo ganadero, se estima que a los 5-6 aos de iniciacin del plan, la productividad de los rodeos llegar al 65- 70% de terneros a la marcacin, incluyendo un cierto grado de seleccin de vientres. A partir de all hasta el cuarto ao se ira incrementando el numero de cabezas, junto con el porcentaje de extraccin del rodeo que, del 18% actual, ascendera al 33%. Los ndices propuestos son: - 65-70% de marcacin - 3-5% de mortandad de terneros - 2-3 ha por cabeza 0,26 UG/ha - 25 kg de carne por ha y por ao Estos ndices de produccin y las ventas se pueden evaluar en los cuadros XII-20 y XII-21 respectivamente. Las metas globales del proyecto se aprecian en los cuadros XII-22 y XII-24. Costos: Se incluyen los mismos costos que los considerados para el proyecto anterior, ms la financiacin bancaria para la compra de toros a fin de mejorar rodeos. No se requieren gastos de desmonte y se prev la puesta en operacin de un modulo tcnico para estudio e investigacin (ver cuadro XII-23). ZONA V a) Alternativa de explotacin extensiva. Dadas las limitaciones climticas que se plantean en esta zona, las carencias de infraestructura y la escasa densidad demogrfica de la misma, las alternativas de desarrollo de sus recursos responden en la mayora de los casos a una explotacin extensiva ganadero-forestal. Cualquier otra posibilidad demandara la ejecucin de obras de infraestructura que no se han estimado para la zona. Esto no significa que las mismas no sean posibles de realizar sino simple mente que en funcin de la informacin disponible parece ms aceptable presuponer que la incorporacin de nuevas reas en forma intensiva avance desde la Zona VI y la Zona IV, habida cuenta de las dotaciones relativas de recursos, de los planes y programas existentes a nivel regional y de las tendencias de la actividad productiva local (ver cuadros XII-26, XII-27 y XII-28). i. Proyecto: Colonizacin del nordeste de Santiago del Estero. Ubicacin: Departamento de Copo en Santiago del Estero, desarrollndose tambin en los Departamentos de Mariano Moreno y Alberdi, en la misma provincia y fuera de la CIRB. Dado que no estn delimita das las reas de asentamiento productivo, los comentarios hacen referencia al total del proyecto. Objetivos: Radicar poblacin en tierras fiscales de aptitud ganadera y/o forestales, en base a una explotacin racional y econmica. Incrementar la produccin y productividad ganadera. Incorporar a la actividad productiva 600 000 ha de tierras fiscales cuyo producto actual es cercano a cero. Antecedentes: Proyecto elaborado por la Direccin General de Agricultura y Ganadera del Ministerio de Economa de Santiago del Estero en 1972. Su ubicacin coincide con la existencia de suelos de buena aptitud agrcola, reconocidos por la Unidad Tcnica. Dimensiones: La primera etapa cubre 50 000 ha en el Departamento de Alberdi en la que se radicarn 50 familias, extendindose luego hasta alcanzar 600 000 ha, todas localizadas en el nordeste de la provincia. Los comentarios que se realizan a continuacin hacen referencia al plan piloto aunque debe recordarse que el mismo solo participa parcialmente en la CIRB. En este aspecto productivo se prev realizar explotaciones ganaderas fundamentalmente de cra, con asistencia tcnica agronmica integral. Las parcelas a entregarse sern de 750 ha a 1 500 ha y excepcionalmente de 3 000 ha. Para la ejecucin de la primera etapa es necesario construir 140 km de caminos, 50 viviendas, 80 peque as represas y 20 pozos para alumbramiento de agua destinada al consumo de los colonos. Asimismo se ejecutarn 700 km de alambrados entre perimetrales e internos y 4 000 ha de desmonte. En los predios de 750 ha se manejar un plantel de 250 cabezas en el octavo ao, que es considerado meta de planificacin; partiendo de una paricin del 60% se llegar al 75%, tendiendo a establecer una corriente de sangre con ligera predominancia de origen ndico (Brahmn y Santa Gertrudis). Se estima llevar la actual carga animal de 9 a/cab a 2 ha/cab, el peso de venta de los terneros de 140 kg a 180 kg y el de los novillitos de 180 kg a 260 kg mediante el mejoramiento gentico de los rodeos y el mejor manejo de las explotaciones y de las praderas naturales y permanentes. El cultivo de sorgo granfero puede convertirse en una fuente de ingresos muy significativa para los colonos, adems de que sus rastrojos se constituirn en un interesante recurso forrajero. Costos: En el proyecto confeccionado por la provincia no existe posibilidad de estimar los costos por concepto ni por superficie, por lo cual las cifras hacen referencia al costo total con un perodo de maduracin de ocho aos. ii. Proyecto: Manejo ganadero en zonas de monte. Ubicacin: A determinar, en suelos de menor aptitud agrcola de propiedad fiscal. Objetivos: Mejorar la productividad de los rodeos y recuperar y aprovechar racionalmente el recurso forestal. Antecedentes: Dada la situacin actual de la ganadera, el suelo y la vegetacin, degradados en vastas reas de la zona como consecuencia del deficiente manejo del vacuno, se plantea la necesidad de llevar a cabo un adecuado manejo del ganado y del recurso forestal, compatibles con la situacin econmica de los productores. Dimensiones: El rea del proyecto alcanza una superficie de 760 000 ha, representada por 100 explotaciones de 2 500 a 10 000 ha y una existencia aproximada de 40 000 cabezas de ganado vacuno. El anlisis de los costos y produccin se ha realizado en base a una explotacin media de 3 500 ha, estimndose que en la misma no se posee alambrado perimetral. El manejo planteado presenta dos alternativas en base a clausura de potreros para recuperacin de reas sobrepastoreadas. En ambos casos se requieren como mnimo cuatro potreros. Cuadro XII-20 - Proyecto forestal ganadero-agrcola en el Departamento de Patino Existencia y ventas miles de cabezas Categora Ao 1 (*) Ao 6 (**) Ao 7 (***) Ao 8 Ao 9 Ao 10 ex ve ex ve ex ve ex ve ex ve ex ve Vacas madres 70 14 70 14 75 15 83 17 91 18 100 20 Reproductores 7 1,4 5 1 5,2 1 6 1,2 6,4 1,3 7 1,4 Terneros 28 - 50 25 53 27 58 29 64 32 70 35 Vaq. rep. 1 ao 14 - 23 - 25 - 27 - 29 - 20 12 Vaq. rep. 2 anos 14 - 19 - 23 - 25 - 27 - 20 9 Vaq. rep. 3 aos 14 - - - - - - - - - - - Novillos 1 ao 14 - - - - - - - - - - - Novillos 2 aos 14 - - - - - - - - - - - Novillos 3-5 aos - 14 - - - - - - - - - - Total 175 29,4 167 40 181,2 43 199 47,2 217,4 51,3 217 77,4 (*) 40% de marcacin y 10% de toros. (**) A partir del ao 6, 70% de marcacin y 7% de toros. (***) Se comienza a retener el excedente de vaquillas. ex = existencias ve = ventas Cuadro XII-21 - Cuadro de ventas Categora Ao 1 Ao 10 cabezas toneladas cabezas toneladas Vacas 14 000 4 900 20 000 8 000 Reproductores 1 400 700 1 400 840 Terneros - - 35 000 6 300 Novillos 14 000 5 300 - - Vaquillas 1 ao - - 12 000 2 200 Vaquillas 2 aos - - 9 000 2 500 Total 29 400 10 900 77 400 19 840 La alternativa A propone el cierre de un potrero durante un ao y un aprovechamiento cuatrimestral de los tres restantes. Este manejo se adecuara a zonas o explotaciones con suelos muy degradados o sobrepastoreados. La alternativa B supone un aprovechamiento trimestral de cada potrero, permitindole un descanso de 9 meses, no siendo necesario el cierre durante un ao (ver cuadro XII-25). En esta forma se llegara a 125 000 vacunos (receptividad de 7 ha por cabeza). Los ndices de produccin actuales y previstos son: Actual Futura Porcentaje de marcacin 30% 60% Porcentaje de mortandad 20-25% 5% Peso al destete 140 kg 180 kg Porcentaje de toros 15% 5-7% Receptividad 0,03 0,12 Hectreas por cabeza 20 5-7 kg/ha/ao 2-3 9-10 Mediante estos ndices se puede estimar que la regin podra tener un saldo "exportable" de 16 000 terneros para abastecer a futuras reas de engorde. Cuadro XII-22 - Proyectos de explotacin agropecuaria de secano - Dimensiones Zona IV Alternativa Proyecto Origen Nmero de explotaciones Superficie total de explotaciones miles ha Destino de la superficie Valor de la produccin del proyecto (*) mill $ dic/974 Agrcola Stock ganadero actual incremento miles ha actual incremento miles de cabezas Explotacin extensiva Engorde de novillos en la regin semi-rida U.T. 700 700 14 126 80 83 290,8 Plan forestal ganadero-agrcola en el Departamento de Patino U.T. 161 840 48 150 67 90,7 Subtotal 861 1 540 14 174 230 150 381,5 Totales 861 1 540 14 174 230 150 381,5 (*) Considera slo el incremento de produccin adjudicable al proyecto. Cuadro XII-23 - Proyectos de explotacin agropecuaria de secano - Costos estimados (en millones de pesos de diciembre 1974) Zona IV Alternativa Proyecto COSTO Total Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Explotacin extensiva Engorde de novillos en la regin semirida 415,3 70,5 70,5 70,5 70,5 697,3 Plan forestal ganadero-agrcola en el Departamento de Patino 330,1 194,7 157,3 0,3 0,5 0,3 0,3 0,3 0,3 0,5 684,6 Subtotal 745,4 265,2 227,8 70,8 71,0 0,3 0,3 0,3 0,3 0,5 1381,9 Totales 745,4 265,2 227,8 70,8 71,0 0,3 0,3 0,3 0,3 0,5 1 381,9 Cuadro XII-24 - Proyectos de explotacin agropecuaria de secano Produccin estimada (en toneladas) Zona IV Alternativa Proyecto PRODUCTOS Terneros para engorde Carne para consumo Girasol Sorgo Rollizos Carbn Postes Explotacin extensiva Engorde de novillos en la regin semirida 44 000 112 000 12 000 15 000 32 000 Plan forestal ganadero- agrcola en el Departamento de Patino 6 300 8 800 19 300 36 200 3 000 4 000 8 500 Subtotal 6 300 52 800 19 300 148 200 15 000 19 000 40 500 Totales 6 300 52 800 19 300 148 200 15 000 19 000 40 500 Costos: Se han tomado en cuenta requerimientos de alambrado, instalacin de aguadas, pequeas represas y compra de reproductores, previndose dos mdulos de estudio y dos de extensin. iii. Proyecto: Manejo racional del ganado caprino. Ubicacin: Sin determinar. Objetivos: Modificar, a mediano plazo, los hbitos tradicionales de cra mediante una mnima tecnologa de produccin animal. Antecedentes: En el rea del Estudio el ganado caprino se agrupa en majadas de 30 a 200 cabezas por criador, con carga de 1 a 2 por ha. Se encuentran numerosos rebaos que utilizan campos no delimitados en tierras fiscales y en muchos casos, las maja das de varios productores se entremezclan en el campo, siendo esto un claro ejemplo de la ausencia de control, tanto para el manejo de los animales como del monte en s. En la gran mayora de los casos, estos rodeos tienden a autoabastecer las necesidades alimenticias de los criadores. Por ello, este proyecto se encara como una serie de recomendaciones destinadas a mejorar el nivel alimenticio de la poblacin local y recuperar el monto. Dimensiones: Se ha programado para abarcar 40 000 ha y 900 productores y los problemas a solucionar son: - Nutricin defectuosa en los meses de invierno por escasez de forrajes en campos naturales y de monte. Se estima necesaria la siembra de sorgo (1 800 ha) a fin de proveer una alimentacin suple mentara y un eventual rastrojo verde o diferido. - Defectos de manejo de la majada, entre los cuales se pueden distinguir: inadecuado sistema de pastoreo; servicios continuados todo el ao, con desgaste de reproductores y servicios anticipados de cabrillos al primer celo; falta de conocimiento de la carga animal, tanto para cabras solas, como cabras y vacunos juntos, que es imprescindible contrae lar para evitar una degradacin irreversible de los recursos alimenticios; insuficientes o malas instalaciones constituidas en algunos casos por el corral tradicional que no facilita un manejo medianamente racional de la majada; falta de mejoramiento gentico del caprino criollo orientado al aumento de la productividad. - Falta de control de enfermedades infecciosas, parasitarias y carenciales (minerales y vitaminas) algunas de las cuales son trasmisibles al hombre. Por ello se considera necesario un plan sanitario para caprinos, que va desde vacuna contra Brucelosis y Neumoenteritis hasta desparasitacon del ganado caprino (y del perro pastor) 2 veces al ao como mnimo, junto con la provisin de sales minerales. Las metas productivas contempladas son: - Obtener ms de un 80% de paricin en cada uno de los perodos anuales de nacimiento, para llegar a 150-170 cabritos cada 100 cabras por ao (actualmente se obtienen 70-80 cabritos). - Disminuir la mortandad del 8% al 3-4% en las cras y del 4% al 2% en adultos. - Obtener un cabrito sano y con un rinde de carne limpia de 4 a 6 kilos en un perodo no mayor de 50-60 das. Costos: se han incluido aqu los gastos en siembra y en financiamiento de programas sanitarios apoyados en cinco mdulos tcnicos de asesoramiento y difusin. Se plantea la necesidad de una entidad ejecutora para un perodo de 3 aos, y la implantacin de una lnea de crdito bsica para que los productores (en general de escasos recursos econmicos) puedan poseer una infraestructura mnima y una pequea parcela sembrada. ZONA VI a) Alternativa de explotacin semiintensiva. La estacionalidad de las precipitaciones permite, en base a la amplia disponibilidad de suelos aptos, el fomento de una importante superficie agrcola de se cano. La misma debera hacerse en base a un grupo de cultivos adaptados a las condiciones climticas, para cuya consolidacin resultar determinante la evolucin de los precios de los productos agrcolas. Para ello parece recomendable la promocin de explotaciones mixtas agrcolo-ganaderas, lo que permitira ampliar la variedad de productos y, simultneamente, la capacidad de adaptacin de los productores ante cambios en las condiciones de mercado (ver cuadros XII-31, XII-32 y XII-33). i. Proyecto: Plan rotacional agrcolo-ganadero. Ubicacin: Provincia de Salta (Zona VI). Objetivos: Incrementar la produccin agrcola y pecuaria mediante un aumento de la superficie desmontada, complementada con la implantacin de cultivos cerealeros y forrajeros que mantengan e incrementen la fertilidad de los suelos. Antecedentes: Los suelos existentes, en general, son de buena aptitud agrcola y los cultivos que se proponen (crtamo, maz, soja, sorgo y girasol) han tenido en la zona rendimientos aceptables, siendo posible su expansin en reas de desmonte, unidos al desarrollo ganadero. Dimensiones: El rea estimada del proyecto abarca una superficie de 350 000 ha, representada por aproximadamente 100 explotaciones. Se estima necesario el desmonte de 70 000 ha (20% de la superficie total) con una tasa del 2% anual. La unidad de explotacin considerada para la evaluacin es de 3 500 ha, con una superficie destinada a la agricultura de 500 ha distribuida segn se indica en el cuadro XII-29. No es posible aqu determinar el tiempo de uso agrcola y ganadero de los suelos, pero se estima que el rea a desmontar se deber orientar a la implantacin de forrajeras, favoreciendo el refinado y la fertilidad de aquellos durante un perodo mnimo de dos aos, para destinarlos luego a la implantacin de cultivos cerealeros. Como norma general se puede realizar un ao de agricultura por cada dos aos de ganadera. Cuadro XII-25 - Manejo forestal-ganadero en Zona V
Tarea Ao Potrero Potrero Potrero Potrero 1 2 3 4 Alternativas A Descanso de un potrero por ano 1 2 3 4 dic-mar abr-jul ago-nov todo el ao abr-jul ago-nov todo el ao dic-mar ago-nov todo el ao dic-mar abr-jul todo el ao dic-mar abr-jul ago-nov B Aprovecha miento trimestral de cada potrero 1 2 3 4 ene-mar abr-jun jul-set oct-dic abr-jun jul-set oct-dic ene-mar jul-set oct-dic ene-mar abr-jun oct-dic ene-mar abr-jun jul-set Los rendimientos y produccin estimados para el rea del proyecto se aprecian en el cuadro XII-30. Si bien es posible el engorde de novillos mediante el aprovechamiento de rastrojos y cultivos forrajeros, dicho rubro no se ha estimado ya que una de las finalidades del proyecto es producir ms de 5 000 terneros de buen peso (180 kg) que puedan abastecer a la futura rea de engorde bajo riego de Zanja del Tigre, dado que sus requerimientos no pueden ser cubiertos por la actual oferta de terneros de la provincia. Costos: Se incluyen aqu los costos de desmonte a soportar por el Estado, as como alambrados, agua das, mangas e implantacin de cultivos, todo ello apoyado por el asesoramiento de un modulo tcnico. 12.2.2 Perspectivas de la produccin agropecuaria de secano El cuadro XII-34 permite apreciar los incrementos en la superficie sembrada y en los stocks ganaderos que resultan de agregar el conjunto de proyectos identificados, clasificados por alternativa y zona. Debe recordarse que, a diferencia de las alternativas de riego, centradas en un incremento de la oferta a largo plazo, las alternativas de produccin agropecuaria de secano estn dimensionadas a mediano plazo y los incrementos productivos previstos corresponden a la produccin anual estimada para 1985. Puede observarse que el total de la superficie sembrada propuesta por el conjunto de alternativas y proyectos representa poco menos del 10% de la superficie apta, pero significa un incremento del 150% en el rea actualmente cultivada. El grueso de la superficie agrcola destinada a cultivos para el mercado (proyectos intensivos y semiintensivos), se ubica en las Zonas II, III y VI. En todas ellas, si bien los incrementos propuestos son sustanciales, estos se encuentran muy por debajo de las superficies disponibles. Las siembras forrajeras se concentran en las Zonas II, IV y, en menor medida, en la V. Aunque representa un incremento menor con respecto a sus valores actuales, el crecimiento ganadero que resulta de agregar los proyectos considerados, cubre un porcentaje mayor del potencial de expansin de la explotacin extensiva (33%.). El crecimiento de los rodeos, estimado en un 50%, supera la receptividad potencial de los suelos no aptos para la agricultura. Pero dada la gran disponibilidad de suelos agrcolas no explotados, esto no llega a contraponerse a los aprovechamientos agrcolas previstos. Los principales incrementos en el stock ganadero se concentran en las Zonas I, II, IV y V. Cabe destacar que mientras en las Zonas I y V se prev el incremento en la superficie ganadera, los proyectos de las Zonas II y III se orientan a aumentar la receptividad de las actuales superficies. En el cuadro XII-35, donde se han volcado las cifras correspondientes a los volmenes previstos de produccin, se enfrentan varias situaciones. En lo que hace a los productos destinados al mercado nacional, para los cuales la produccin regional representa una pequea fraccin de la oferta total, puede descontarse que los mismos no presentan problemas para su colocacin. En esta situacin se encuentran las oleaginosas (girasol, soja, crtamo y trtago). En la produccin de bananos, si bien la oferta regional es una parte significativa del total nacional, las estimaciones de demanda del captulo IX permiten suponer que la produccin regional puede incrementara se ampliamente a costa de las importaciones, si se aseguran los aspectos relacionados a mejoramiento en terminacin y presentacin del producto. La expansin prevista en la produccin algodonera resulta notablemente modesta pues se ubica un 20% por debajo de la mnima previsin de crecimiento de la demanda para 1985, aunque la errtica evolucin de la produccin y del mercado no permita conclusiones significativas. Por su parte, las estimaciones de produccin citrcola resultan elevadas a la luz de las tendencias previstas para el principal componente de la oferta regional - pomelo - al que se le adjudica un crecimiento de demanda bastante moderado (ver captulo IX). De all que la puesta en marcha de los proyectos citriclas descanse fuertemente en la diversificacin de la produccin y en el acceso al mercado externo. En el grupo de productos orientado principalmente hacia el mercado regional, la produccin lechera destinada a servir los centros urbanos del este de Formosa ha sido dimensionada para satisfacer la demanda mnima prevista para 1985. Por su parte, las producciones de maz y trigo representan moderados porcentajes en relacin con los actuales consumos regionales, los que hasta ahora se satisfacen con produccin extrarregional. En particular, la extensin del rea triguera, en un volumen que representara el 10% de la demanda mnima regional para 1985, permitira consolidar el inters local por la instalacin de un molino harinero en la regin. Cuadro XII-26 - Proyectos de explotacin agropecuaria de secano - Dimensiones Zona V Alternativa Proyecto Origen Nmero de explotaciones Superficie total de explotaciones miles ha Destino de la superficie Valor de la produccin del proyecto (*) mill $ dic/974 Agrcola Stock ganadero actual incremento miles ha actual incremento miles de cabezas Explotacin extensiva Plan de colonizacin del NE de Santiago del Estero Pcia. de Sgo. del Estero 50 50 2,5 3,5 Manejo ganadero "a monte" U.T. 100 760 85 15,4 Manejo racional del ganado caprino U.T. 900 40 1,8 30 1,6 Subtotal 1 050 850 4,3 115 20,5 Totales 1 050 850 4,3 115 20,5 (*) Considera solo el incremento de produccin adjudicable al proyecto. Cuadro XII-27 - Proyectos de explotacin agropecuaria de secano Costos estimados (en millones de pesos de diciembre 1974) Zona V Alternativa Proyecto COSTO Total Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Explotacin extensiva Plan de colonizacin del NE de Santiago del Estero 3,4 3,4 3,4 3,4 3,4 3,4 3,4 3,2 27,0 Manejo ganadero "a monte" 38,5 17,8 13,8 4,4 0,7 0,4 0,4 0,4 0,4 0,7 77,5 Manejo racional del ganado caprino 10,7 1,5 1,5 13,7 Subtotal 52,6 22,7 18,7 7,8 4,1 3,8 3,8 3,6 0,4 0,7 118,2 Totales 52,6 22,7 18,7 7,8 4,1 3,8 3,8 3,6 0,4 0,7 118,2 Cuadro XII-28 - Proyectos de explotacin agropecuaria de secano Produccin estimada (en toneladas) Zona V Alternativa Proyecto PRODUCTOS Terneros para engorde Carne para consumo Sorgo Explotacin extensiva Plan de colonizacin del NE de Santiago del Estero 400 300 6 300 Manejo ganadero "a monte" 2 900 4 200 1 600 Manejo racional del ganado caprino Subtotal 3 300 4 500 7 900 Totales 3 300 4 500 7 900 Cuadro XII-29 - Plan rotacional agrcolo-ganadero - Zona VI - Distribucin de cultivos Cultivos Superficie ha Sorgo 200 Maz 100 Soja 100 Forraje 100 Total 500 Cuadro XII-30 - Plan rotacional agrcolo-ganadero - Zona VI - Produccin estimada Producto Rendimientos kg/ha Produccin total ton Sorgo 3 000 60 000 Maz 2 000 20 000 Soja 2 000 20 000 Carne vacuna 8 2 400 La oferta de carne requiere diferenciar el previsible incremento de la demanda para consumo, de la demanda de terneros para engorde que pueda ser gene rada por los proyectos de riego o secano destinados a ese fin. Ya se ha sealado que el incremento del consumo regional para 1985 puede ubicarse entre 30 000 y 40000 ton de carne limpia. Considerando que la oferta de carne para consumo de los proyectos representa, en carne limpia, 46 000 ton, se genera un remanente de 6 000 a 16 000 ton con destino a los mercados extrarregionales. Por su parte, la demanda de terneros para engorde generada por los proyectos estimados para las Zonas II y IV, suma 25 000 ton, mientras que la oferta se incrementa en 43 000 ton. Esta diferencia ha sido intencionalmente creada para prever la posibilidad de atencin de los proyectos de engorde bajo riego existentes en el rea. La produccin forestal prevista por los proyectos de la Zona IV ser considerada en el pargrafo siguiente. 12.2.3 Proyectos de aprovechamientos forestales en la Zona Oeste 12.2.3.1 Capacidad de extraccin 12.2.3.2 Proyectos identificados La falta de informacin respecto de la distribucin local de los recursos leosos forestales y de la actividad obrajera, impide estimar la distribucin zonal de la actividad futura. Debido a este inconveniente, los comentarios se realizan en forma agrupada para el conjunto de la explotacin forestal. 12.2.3.1 Capacidad de extraccin Como se vio en el Captulo XI, aumentar los actuales niveles de extraccin en la Zona Este comprometera el futuro crecimiento del recurso. En consecuencia, las futuras expansiones de la actividad obrajera deberan concentrarse en la Zona Oeste que, tal como surge de las estimaciones que se vuelcan en el cuadro XII-36 posee significativos volmenes maderables, aun en los clculos ms conservadores. Sobre la base conservadora de una extraccin potencial anual estimada en el 0,5% de las existencias, la Zona Oeste estara en condiciones de producir 4,5 millones de ton/ano, segn se aprecia en el cuadro XII-37. La cifra mencionada, varias veces superior a la produccin nacional actual de productos forestales, indica la enorme potencialidad de la zona como reserva natural de recursos maderables, dentro de la cual estn comprendidos los recursos leosos de la zona de "El Impenetrable". De desarrollarse las obras de infraestructura pro vistas, se estima que en el mediano plazo (1985) la produccin de la Zona Oeste podra alcanzar un nivel de alrededor del 50% de su capacidad potencial, o sea aproximadamente 2 millones de toneladas anuales, cuya distribucin se ha ponderado teniendo en cuenta que sern puestas en explotacin ms intensivamente las Zonas IV y VI, por su mayor proximidad a las vas de comunicacin y a los centros de consumo (ver cuadro XII-38). Dicha produccin potencial se distribuira como se indica en el cuadro XII-39 teniendo en cuenta la estructura de la oferta y la probable evolucin de la demanda. Esta produccin alcanza al 75% de la participacin de la CIRB en la demanda nacional de productos forestales para el ao 1985 y supera en casi seis veces la oferta actual de la Zona Oeste. Este balance de oferta y demanda plantea, pues, la posibilidad de desarrollar la produccin forestal regional con una perspectiva de largo plazo, sobre bases ms slidas que las existentes, lo cual ya ha empezado a implementarse en proyectos tales como el de Salta Forestal. Cuadro XII-31 - Proyectos de explotacin agropecuaria de secano - Dimensiones Zona VI Alternativa Proyecto Origen Nmero de explotaciones Superficie total de explotaciones miles ha Destino de la superficie Valor de la produccin del proyecto (*) mill $ dic/974 Agrcola Stock ganadero actual incremento miles ha actual incremento miles de cabezas Explotacin semi-intensiva Plan rotacional agrcolo- ganadero U.T. 100 350 10 40 24 16 103 Subtotal 100 350 10 40 24 16 103 Totales 100 350 10 40 24 16 103 (*) Considera solo el incremento de produccin adjudicable al proyecto. Cuadro XII-32 - Proyectos de explotacin agropecuaria de secano - Costos estimados (en millones de pesos de diciembre 1974) Zona VI Alternativa Proyecto COSTO Total Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao Ao 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Explotacin semi-intensiva Plan rotacional agrcola-ganadero 27,4 25,0 21,6 23,3 21,5 13,6 15,6 13,6 13,8 15,8 191,2 Subtotal 27,4 25,0 21,6 23,3 21,5 13,6 15,6 13,6 13,8 15,8 191,2 Totales 27,4 25,0 21,6 23,3 21,5 13,6 15,6 13,6 13,8 15,8 191,2 Cuadro XII-33 - Proyectos de explotacin agropecuaria de secano - Produccin estimada (en toneladas) Zona VI Alternativa Proyecto PRODUCTOS Terneros para engorde Carne para consumo Soja Maz Sorgo Explotacin semi-intensiva Plan rotacional agrcolo- ganadero 1 300 1 800 20 000 20 000 60 000 Subtotal 1 300 1 800 20 000 20 000 60 000 Totales 1 300 1 800 20 000 20 000 60 000 Cuadro XII-34 - Resumen de incrementos en superficies sembradas y stock ganadero Alternativas Zonas Incremento superficie sembrada (miles de ha) Incremento stock ganadero (miles de cabezas) Intensiva I 4,5 - II - - III 0,5 12 Subtotal 5,0 12 Semiintensiva II 53,3 59 III 67,6 15 VI 40,0 16 Subtotal 160,9 90 Extensiva I 50,0 110 II 60,0 32 IV 174,0 150 V 4,3 115 Subtotal 288,3 507 Totales 454,2 609 Ese proyecto pondr bajo explotacin forestal y manejo racional controlado 320 000 ha fiscales (lotes 35 y 36) ubicadas en la Zona VI, en el Departamento de Anta (Salta). El estudio fue realizado por el Convenio NOA II-Forestal e implica aprovechar forestalmente un rea actualmente ocupada por pastajeros, por lo que requerir controlar la actividad ganadera en el rea para asegurar la regeneracin forestal. Se calcula que el proyecto crear 400 empleos para extraccin forestal y otros 400 para labores industriales. Est prevista la instalacin de aserraderos, fbricas de parquet y de artculos de madera torneada, adems de la fabricacin de carbn. Igualmente, las metas de extraccin propuestas para la Zona IV por el Plan de Colonizacin para la Reconstruccin y la Liberacin Nacional y los proyectos ganadero-forestales identificados, representan un volumen sustancial en relacin con las metas sealadas en el punto anterior tal como se puede apreciar en el cuadro XII-40. El incremento sobre los actuales niveles de extraccin en la Zona Oeste permitira generar a los obrajes una importante demanda de empleo y al mismo tiempo encarar un plan de expansin de establecimientos madereros. En el pargrafo siguiente se analizan varios proyectos "tipo" cuyo numero y ubicacin dependern de los planes concretos a implementarse en la zona. 12.2.3.2 Proyectos identificados Se describe a continuacin una serie de proyectos "tipo" de industrializacin primaria de maderas de origen local. La seleccin se realizo teniendo en cuenta que los establecimientos a instalarse deben tender a superar las actuales condiciones de la actividad forestal, basada en pequeas explotaciones de escasa rentabilidad y deficiente organizacin. Por ello se ha previsto la necesidad de instalar empresas de mediana dimensin y que fomenten el empleo de mano de obra local. La dimensin de los proyectos es indicativa y por lo tanto susceptible de ser alterada de acuerdo a las existencias especficas que demande su implementacin. Adicionalmente se indican alternativas de integracin de industrias conexas y de complementacin con actividades que permitan aprovechar racionalmente la materia prima. Los principales problemas que debern subsanarse para su ejecucin estn vinculados al mercado, apoyo tcnico y crediticio, aspectos estos a los que ya se ha hecho referencia en los captulos VII, VIII y IX. i. Carbn siderrgico Ubicacin: Zonas IV, V y VI. Objetivos: Elaboracin de carbn a partir de un obraje mixto, con destino a Altos Hornos Zapla (Jujuy). Antecedentes: El proyecto toma como base estudios de la Facultad de Ingeniera Qumica de la Universidad Nacional del Litoral, del Consejo Federal de Inversiones y de Ferrochaco SAIC. Su eleccin se funda en el incremento de la demanda de Altos Hornos Zapla, solo parcialmente cubierto por el Proyecto de Salta Forestal S.A. El proyecto rene una serie de ventajas: reducido capital, bajos costos de transporte, posibilidad de ocupacin de mano de obra zonal. Se prev la elaboracin de carbn a partir de un obraje mixto que pueda producir rollizos de quebracho o de otras especies y lea. Cuadro XII-35 - Proyectos de explotacin agropecuaria de secano en la CIRB - Produccin estimada toneladas Alternativa PRODUCTOS Terneros para engorde Carne para consumo Ctricos Banano Algodn Soja Girasol Tabaco Sorgo Trigo Maz Trtago Crtamo Leche (H1) a) INTENSIVA Zona I 75 000 30 000 11 200 1 500 1 500 1 350 Zona II 30 000 6 000 3 900 8 100 Zona III 2 200 (*) - Subtotales 2 200 75 000 30 000 41 200 7 500 5 400 9 450 b) SEMIINTENSIVA Zona II 3 800 4 300 15 000 3 750 13 500 45 000 11 250 27 000 Zona III 24 000 17 500 8 500 11 700 62 500 2 500 4 000 120 000 Zona VI 1 300 1 800 20 000 60 000 20 000 - Subtotales 5 100 30 100 32 500 32 250 25 200 167 500 11 250 47 000 2 500 4 000 120 000 c) EXTENSIVA Zona I 11 500 21 200 Zona II 15 300 15 800 Zona IV 6 300 52 800 19 300 148 200 Zona V 3 300 4 500 7 900 - Subtotales 35 900 94 300 19 300 156 100 Totales 41 000 126 600 75 000 30 000 73 700 39 750 49 900 9 450 323 600 11 250 47 000 2 500 4 000 120 000 (*) Carne porcina. Cuadro XII-36 - Volumen maderable de las Zonas IV, V y VI millones de ton Tipos de madera Zona Total IV V VI mnima mxima mn mx mn mx mn mx Maderas de mayor valor (*) 140 189 118 148 (**) Otras especies 162 196 50 69 (**) Totales 302 385 168 217 260 330 730 932 (*) Incluye quebrachos colorado y blanco, guayacn, guayaib, lapacho, urunday y palo santo. (**) Sin estimar. Fuente: Volumen 3, Parte B. Cuadro XII-37 - Extraccin potencial de productos forestales - Zonas IV, V y VI (0,5 % anual sobre existencias) miles de ton Tipo de madera Zona Total IV V VI Maderas de mayor valor (*) 700 600 (**) Otras especies 1 200 450 (**) Totales 1 900 1 050 1 600 4 550 (*) Idem cuadro anterior. (**) Sin estimar. Cuadro XII-38 - Produccin forestal prevista para las Zonas IV, V y VI Tipos de madera Zona Total (miles de ton) IV V VI miles de ton Maderas de mayor valor 402,5 250 400 1 052,5 Otras especies 402,5 130 400 932,5 Totales 805,0 380 800 1 985,0 Cuadro XII-39 - Distribucin de la produccin forestal Especies segn destino Maderas de mayor valor miles de ton Otras especies miles de ton Total miles de ton Carbn y lea 358 932 1 290 Tanino 297 297 Madera aserrada 198 198 Durmientes 100 100 Postes 100 100 Totales 1 053 932 1 985 Cuadro XII-40 - Volmenes de produccin anual estimada en algunos proyectos de significacin Proyecto Lea Carbn Rollizos Postes Durmientes Varillas Superficie en explotacin miles de ton miles de unidades miles de ha Plan de colonizacin para la Reconstruccin y la Liberacin Nacional (Zona IV) 15 5 32 34 174 Forestal-ganadero en Depto. de Patino (Zona IV) 4 3 8,5 8 Engorde de novillos en regin semirida (Zona IV) 15 12 32 35 - Total Zona IV 15 24 47 74,5 217 - Zona V Salta Forestal 10 60 150 120 600 320 La materia prima principal sera el quebracho en sus dos variedades. Otra alternativa conveniente de estudiar es la factibilidad de su radicacin en las reas invadidas por el vinal, en los Departamentos de Matacos y Bermejo, a partir de esta leosa como materia prima. Dimensiones: El proyecto tipo seleccionado est previsto para una batera de 24 hornos, ubicados en una explotacin forestal en concesin. La produccin estimada es de 2 400 ton de carbn/ao. Al mismo tiempo se produciran en el obraje 6 000 ton de rollizos, 1 000 ton de lea campaa y 1 000 ton de postes de quebracho colorado. El proyecto dara ocupacin a 13 personas. ii. Aserraderos. Se han seleccionado proyectos cuya dimensin asegure adecuados mrgenes de rentabilidad. Estos proyectos prevn una capacidad productiva del orden de las 12 000/14 000 ton de rollizos/ ao, notoriamente superior al promedio actual el que - incluyendo aserraderos de durmientes - no alcanza a las 2 000 toneladas anuales por establecimiento. Asimismo se recomiendan equipamientos adicionales que permitan aprovechar integralmente los subproductos, as como tratamientos de secado y preservacin de las maderas. Para poder utilizar a pleno su capacidad productiva, la ubicacin de los establecimientos debe permitir un abastecimiento fluido de materia prima; es decir que debern instalarse en zonas con bosques no expoliados y bajo condiciones de control de la ganadera y de manejo silvicultural. Se estima que los establecimientos a instalarse debern reunir las siguientes caractersticas: - Aserradero de durmientes Ubicacin: Zonas IV, V y VI. Objetivos: Elaboracin de durmientes para la Empresa Ferrocarriles Argentinos, dado el incremento de la participacin de las provincias de la regin en la produccin nacional y la necesidad de dar cumplimiento a los planes ferroviarios. Antecedentes: El proyecto fue financiado por el CFI. La elaboracin de durmientes responde a un pro ceso mecnico de caractersticas muy simples. El aserradero tipo programado consta de dos lneas de produccin de durmientes, es decir que estar equipado con 2 sierras de carro tipo santiagueo, 1 sierra sinfn de mesa y 2 sierras despuntadoras. La materia prima utilizada ser el quebracho en sus dos variedades. El aserradero debera instalarse en las proximidades de las estaciones de carga, a efectos de reducir la incidencia de los gastos de transporte. Dimensiones: Se prev elaborar 48 000 unidades de durmientes al ao, lo que equivale a una capacidad de elaboracin de 12 000 ton de rollizos. El proyecto podra ser rentable con una dimensin de hasta 6 000 ton. La variante seleccionada, en cambio, permite la integracin del aserradero con la elaboracin de carbn siderrgico y a su vez facilitar el aprovechamiento integral de la materia prima con la elaboracin de tablas y varillas. En esta forma, sobre la base del volumen de materia prima escogido, podran producirse adicionalmente 96 000 pies al ao de tablas y tablones, 240 000 varillas y 1 000 toneladas de carbn para uso siderrgico. Ello implicara la instalacin complementaria de diez hornos fijos de ladrillo, para la elaboracin de carbn. Se estima que el proyecto dara ocupacin a 16 asalariados en el sector de aserrado y 4 asalariados en los hornos de carbn. - Aserradero de maderas varias Ubicacin: Zonas IV, V y VI. Objetivos: Aserrado de maderas para la construccin y carpintera de obra (puertas, ventanas, celosas, zcalos, marcos, umbrales para exteriores, pisos, parquets, encofrados) y fabricacin de muebles. Antecedentes: Teniendo en cuenta las proyecciones de demanda para aserrado de manderas latifoliadas duras, el aserradero de este tipo podra colocar fcilmente su produccin. Dada la gran variedad de maderas existentes en los bosques de la regin del Estudio y sus medidas y conformacin irregular, no se proponen plantas de alta tecnificacin. Se producirn piezas canteadas y aserradas, con espesores variables entre 0,025 y 0,30 m y largos de hasta 6 m, como asimismo tirantes de medidas varias. Se prev adems la instalacin de un equipo de aserrado de maderas cortas, a efectos de obtener la mayor gama posible de productos menores. El proyecto propone la produccin de 2,6 millones de pies cuadrados por ao y utilizara maderas de al garrobos negro y blanco, urunday, lapacho, guayacn, quebracho blanco, palo santo, quina, virar, virapit y otras especies de la zona. Complementariamente se prev la instalacin de una planta de secado artificial, cuya finalidad sera obtener 816 000 pies cuadrados de madera seca al ano, con un contenido de humedad compatible con el que tendr que adquirir una vez que sea puesta en uso. La madera puede ser dedicada a parquets, tonelera, ventanas, muebles, terciados, etc. Otra actividad anexa al aserradero es la instalacin de una planta para impregnacin de maderas. Se ha proyectado una planta tipo para impregnar un milln de pies cuadrados de maderas blandas y semiduras fcilmente perecibles para la fabricacin de durmientes, postes telefnicos y de alambrado, material de construccin, etc. De esta manera se lograr una importante economa de maderas duras, y en especial de las tnicas, reservndolas para usos de mayor valor final. El aserradero dara ocupacin a 53 asalariados y la planta de impregnacin a otros 14. 12.3 Promocin de la agroindustria 12.3.1 Areas industriales 12.3.2 Otras industrias Mltiples motivos indican la conveniencia de incrementar la actividad industrial en la CIRB, asociando la parcialmente a la industrializacin local de la produccin agropecuaria. Como ya se viera en el captulo XI, el porcentaje de valor agregado por el sector secundario regional a la materia prima de origen local es bastante inferior a la media nacional. Si a esta situacin se agrega el peso que en la regin tienen los cultivos industriales se llega a la obvia conclusin de que gran parte de la produccin agropecuaria regional podra industrializarse localmente con los consiguientes beneficios en el producto y el empleo regional. La actividad industrial, por la magnitud que puede llegar a abarcar y por la importancia que puede adquirir para la consolidacin de las reas urbanas regionales, constituye por s misma una alternativa de desarrollo. Dado que el grueso del trabajo de la Unidad Tcnica se ha orientado hacia el inventario de los recursos naturales regionales, la consideracin del posible desarrollo de la agroindustria regional es funda mentalmente el resultado de recopilar informacin relacionada con proyectos o iniciativas ya existentes a nivel provincial o nacional. Esas propuestas han sido revisadas y presentadas en forma de fichas, relacionndolas con el actual estado productivo de la regin y con las perspectivas de mercado. Al considerar la distribucin espacial de la actividad industrial regional actual y potencial surge la conveniencia de ordenar el crecimiento previsible alrededor de los centros urbanos de Resistencia, Formosa y Roque Senz Pena. En funcin de este criterio se han dimensionado tres reas industriales a ubicar en las zonas de influencia de esas localidades y en relacin con las cuales se pasar revista a los principales proyectos agroindustriales que podran radicarse. Mientras que el rea industrial de Resistencia ha ce hincapi en la relocalizacin y el redimensionado de la capacidad existente en la zona, las previstas para Formosa y Roque Senz Pea incorporan nuevas actividades con potencial de expansin local. Por ultimo, se citan un pequeo numero de proyectos que por estar estrechamente asociados a la localizacin de sus fuentes de materia prima, no se prestan a su concentracin en las reas industriales. 12.3.1 Areas industriales 12.3.1.1 Area industrial resistencia - Barranqueras 12.3.1.2 Area industrial presidencia roque Senz pena (Zona III) 12.3.1.3 Area industrial Formosa Objetivos especficos de las Areas Industriales propuestas. Pueden sealarse una serie de objetivos especficos que son comunes a las tres reas: Estimular el desarrollo de la pequea y mediana industria tendiente al aumento de P.B.I. regional y reforzando el proceso de acumulacin de capital de origen nacional. Favorecer la descentralizacin y dispersin de la industria nacional. Otorgar terrenos a los empresarios, especialmente apropiados a las necesidades de sus respectivas industrias; suministrarles buenos servicios tcnicos y de infraestructura. Fomentar el agrupamiento de los intereses empresarios. Integrar tecnolgicamente al conjunto de empresas, teniendo en cuenta sus respectivos tamaos. Propender a elevar la calidad y el diseo de la produccin. Incrementar la demanda de mano de obra regional. Mejorar la calidad del medio ambiente. Favorecer la integracin entre varias empresas entre stas y el segmento primario respectivo, en cada "cadena vertical". Lograr un mayor aprovechamiento de los recursos naturales del rea de influencia. Favorecer una fuente ahorradora de divisas, a la vez que afianzar ramas de exportacin ya existentes. Facilitar el reordenamiento urbano de las ciudades ms importantes de la regin. 12.3.1.1 Area industrial resistencia - Barranqueras Ubicada en un centro regional de desarrollo, debiera convertirse en motor realimentador de la actividad econmica de la parte chaquea de la Zona I, a la vez que se beneficiar con las ventajas derivadas de estar ubicada en el Departamento de San Fernando, donde se concentra el grueso de la poblacin urbana, los servicios y la administracin provincial, y se cuenta con la posibilidad de aprovechar el aumento de oferta energtica derivada de las obras de Yaciret-Apip y Corpus. Se localizara en terrenos ubicados dentro del rea Resistencia-Barranqueras y se la dotar de un poblado industrial capaz de albergar a gran parte de la mano de obra ocupada en ella, con lo que se contribuir indirectamente a favorecer el reordenamiento urbano de la capital provincial, as como a resolver su escasez de viviendas. a) Seleccin de las actividades industriales. La dotacin de recursos naturales del departamento San Fernando limita sus posibilidades de desarrollo agropecuario, circunstancias que permiten visualizar, como alternativa para su crecimiento econmico, el incremento de las actividades industriales, lo que contribuir a su vez a paliar la desocupacin urbana. Para determinar las ramas industriales que cuentan con buenas posibilidades de expansin hay limitaciones en este Estudio, que ha puesto nfasis en detectar la potencialidad de las actividades agropecuarias de la CIRB. Se ha buscado conciliar el criterio de estimular determinadas actividades, con el de las autoridades provinciales al sugerir, en el Plan Trienal 1974-77, un conjunto de proyectos y estudios de factibilidad para distintas ramas de actividad. De este modo, se ha llegado al listado que muestra el cuadro XII-41, con cuya implementacin se dara ocupacin a un mnimo de 1 303 personas. Esta cifra supone que el rea industrial absorbera el 25% de la ocupacin departamental esperada para 1985, si se mantienen las metas generales de industrializacin comentadas en el captulo XI. Suponiendo adems que como fruto del traslado de empresas, se absorbera en 1985 un 25% de la ocupacin actual, ello dara origen al traslado de 640 personas mas. Es decir que, a los efectos de calcular la dimensin tentativa del rea se manejar la cifra de 2 000 personas ocupadas en empleos industriales. b) Dimensiones fsicas. A ttulo ilustrativo, y a fin de dar una idea aproximada de las dimensiones totales se calcularn las superficies requeridas para distintos usos. Superficies industriales. El resultado de comparar superficie edificada en relacin al personal ocupado, tomado de una serie de industrias de similar composicin a las que se prevn para esta rea industrial es de 50 m 2 por persona. Como se estima que en ella trabajarn alrededor de 2 000 personas, si se aplica dicha relacin se requerirn 100 000 m 2 cubiertos. Si a ello se agrega la superficie de los terrenos utilizados para depsitos al aire libre, maniobras, circulacin, etc., se agregan 50 000 m 2 ms a la superficie requerida para usos industriales. Estimando en 100% del total anterior la superficie libre no utilizada en los rubros anteriores, se tiene para la primera etapa un requerimiento adicional de 150 000 m 2 . A ello debe agregarse un 20% del nuevo total que se destinar, en una proyeccin de mediano plazo, a nuevas fbricas o ampliaciones de las ya existentes, lo que dara 60 000 m 2 ms. Con esto se llega al siguiente resumen: Superficies Industriales m 2 cubiertas 100 000 no edificadas 50 000 no utilizadas 150 000 previsin para ampliaciones 60 000 total 360 000 Superficies destinadas al poblado. Se prev la construccin de 2 000 viviendas standard, de 60 m 2 cubiertos y 60 m 2 adicionales de terreno cada una, para ser habitadas por las familias que laboren en el Parque. El poblado deber contar, adems, con escuelas, servicios sociales y de abastecimientos, por lo que se estima que al disponer los terrenos deber contemplarse un total de 35 ha para estos fines. Aparte de los beneficios de tipo socioeconmico que esta parte del proyecto reportar para la poblacin de la zona, deber estimarse adicionalmente su efecto multiplicador sobre la actividad industrial, la creacin de nuevas fuentes de trabajo y el aprovechamiento racional e integral de los recursos naturales de la Provincia. Superficies destinadas a servicios comunes. Deber contemplarse la disposicin de terrenos que sern destinados a servicios comunes. Estos podrn comprender un conjunto amplio de actividades que abarcan: - Servicios tcnicos. Area de investigacin, desarrollo y diseo. Destinada a estudiar nuevas tecnologas; adaptabilidad al tamao del mercado nacional; nuevos diseos; diversificacin productiva; eleccin cientfica de los materiales, etc. Asesora legal, contable e impositiva. Abastecer preferentemente a las nuevas empresas que se constituyan. Oficina de seleccin del personal. Actuar como fuente permanente de seleccin de la mano de obra requerida por las empresas y servicios del Area Industrial. Abastecimiento. Se destinar a facilitar el aprovisionamiento empresario en aquellos rubros en que por su monto y volumen, o por su escasez en el mercado regional, se justifique un servicio comn de compras. Taller mecnico y servicios conexos. La superficie cubierta destinada a estos fines se ra de 2 400 m 2 , aproximadamente. - Servicios centrales. Comprende 200 m 2 cubiertos destinados a oficinas administrativas, adems de los correspondientes al Banco de la Provincia de Chaco y al servicio de Correos y Telgrafos, construidos por los entes respectivos. - Servicios comunes generales. Comprende vigilancia, bomberos, limpieza y recoleccin de residuos; anden ferroviario y playa ferroviaria de maniobras para carga y descarga; bascula y control de entrada. La superficie cubierta requerida es de 4 300 m 2 . - Servicios sociales. Centro de primeros auxilios (230 m 2 ); guarderas (400 m 2 ); cantinas; estacin de servicio, etc. Los dos ltimos corrern por cuenta de terceros. - Servicios de infraestructura bsica. Abarca aceras, pavimentos y cercos internos; provisin de energa elctrica; provisin de agua potable; desages cloacales; desages pluviales; telfonos; planta para tratamiento de efluentes; etc. El total de los terrenos destinados al conjunto de servicios hasta aqu mencionados, previendo los requerimientos para su ampliacin en el largo plazo, es de 51 000 m 2 . - Areas verdes. Se ha considerado que estas debern cubrir un mnimo de 30 000 m 2 , destinados a forestacin, jardines y ornamentacin. - Areas de servicios de ruta. Abarcan playas de estacionamiento para camiones, caminos, estacin de servicios, restaurant, etc., y cubren una superficie de 160 000 m 2 . En el cuadro XII-42 se resumen las estimaciones en superficie y personal ocupado que se han detallado anteriormente. 12.3.1.2 Area industrial presidencia roque Senz pena (Zona III) Localizada en las proximidades de la ciudad de Senz Pea, tiene como objetivo irradiar sus efectos multiplicadores sobre una vasta regin circundante, que excede los lmites de la Zona III. Por el sur, extender su influencia hasta localidades ubicadas fuera de la Cuenca: Villa Berthet, Villa Angela, Coronel Du Graty, San Fernando, General Pinedo, Charata y Las Breas. Por el oeste, reactivar las localidades de Pampa del Infierno, Miraflores y Juan Jos Castelli (Zona IV), completando las ventajas derivadas de la futura Ruta Juana Azurduy. Como se desprende del diagnstico de la Zona III, no cabe plantear desde el comienzo la implementacin completa del rea, sino ms bien tender a su constitucin por etapas. a) Seleccin de industrias que compondrn el ncleo primario. Del anlisis de las Zonas III y IV, tomando en cuenta el impacto que sobre su estructura productiva provocarn los proyectos agropecuarios previstos, se desprende que son tres las ramas industriales que tienen prioridad en sus posibilidades de desarrollo locales: transformadoras de oleaginosas, derivados de cereales y productos forestales. En base a esta primera aproximacin, se ha procedido a analizar una serie de proyectos para cuya se leccin se han tenido en cuenta los siguientes elementos cuantitativos y cualitativos: - actividades amparadas por el Decreto de Promocin Industrial No. 524; - grado de utilizacin de insumos primarios y semielaborados producidos o con posibilidades de llegar a producirse, en la regin; - volumen de ocupacin a absorber, especialmente en relacin con el nuevo valor que genera; - grado de utilizacin de la capacidad regional instalada; - existencia de canales adecuados de comercializacin del producto terminado y facilidades de acceso al mercado regional y nacional; - facilidades de acceso a la tecnologa utilizada y grado de conocimiento local de la misma; - intensidad relativa en el uso de mano de obra con respecto al volumen de capital requerido; - erogacin inicial de capital del proyecto, en relacin con las posibilidades del mercado de capitales a nivel regional y nacional y en algunos casos local, y el manifiesto inters empresario por llevar adelante una actividad determinada o un proyecto especfico; - interrelacin existente entre las nuevas industrias propiciadas. La combinacin de los criterios citados ha permitido arribar a la siguiente lista de actividades recomendadas para el rea industrial de Senz Pea: hilandera y tejedura de algodn alimentos balanceados. parquet madera aglomerada molino harinero fbrica de zapatos productos cermicos para construccin. Estas actividades se detallan ms adelante con la descripcin de los correspondientes proyectos o anteproyectos, los que, evaluados en forma conjunta, entregan una visin aproximada de la dimensin econmica mnima que habr de tener el rea. Al margen de dicho grupo de proyectos existen actividades cuya viabilidad aparece asegurada, segn se desprende del Plan Trienal del Chaco, pero para las cuales no se dispuso de informacin adecuada para su dimensionado; los rubros a que se refieren las mismas son: Alimentos: criadero de pollos chacinados y embutidos fbrica de aceite y subproductos Maderas: fbrica de pallets fbrica de muebles Productos qumicos: cido oxlico fbrica de furfural Minerales no metlicos: reconstituidos granticos fbrica de premoldeados de hormign Productos metlicos: maquinaria agrcola fbrica de topadoras fbrica de aberturas metlicas b) Proyectos seleccionados. Con el fin de uniformar el tratamiento de los temas y permitir una rpida comparacin entre proyectos, se adopto un esquema tipo de presentacin. que se expresa por una par te en el cuadro XII-43 y por otra, en fichas corres pendientes a cada proyecto que incluyen tcnicas y recomendaciones, denominacin, objetivos, antecedentes y caractersticas. A continuacin se transcriben las fichas de los 7 proyectos industriales recomendados: i. Instalacin de una hilandera de algodn Objetivos: Produccin de hilados de algodn cardado, con materia prima de origen local, para la confeccin de tejidos y prendas de gran consumo que sern ntegramente absorbidas por el mercado nacional. Es la primera etapa de un proyecto de planta integrada que abarca desde la produccin de la fibra hasta la confeccin de prendas. La hilandera est proyectada para producir 1 500 ton de algodn y estara trabajando a pleno a los 2 anos de funcionamiento. Antecedentes: El anteproyecto definitivo fue realizado por el CFI y lo ejecutar la Empresa Agro industrial y Comercial Chaquea, Empresa del Estado Provincial (ley 1496, Pcia. Chaco). El mismo se encuentra ya en vas de ejecucin. Ocupar 150 personas y constituye una importante base para la expansin de la industria textil local. Se generar un valor agregado del orden del 65% sobre el valor de la materia prima, previndose una rentabilidad del capital de aproximadamente el 10%. La tecnologa de produccin es nacional. Se prev un financiamiento interno del orden del 76% y externo (BID) del 24%. Cuadro XII-41 - Area Industrial Resistencia-Barranqueras - Zona I - Listado de actividades recomendadas Proyecto Rama Inversin (*) Personas ocupadas Fbrica viviendas industriales de madera Madera 4 300 10 Fbrica aberturas de madera Madera 2 300 20 Fbrica de muebles Madera 300 20 Hilandera y fbrica algodn hidrfilo Textil 75 700 100 Hilandera Textil 61 400 150 Hilandera Textil 21 400 100 Hilandera, tejedura, teido Textil - 250 Fbrica de telas, teido y confeccin de ropas de trabajo Textil 700 35 Fbrica prendas de punto y medias Textil 300 - Fbrica de zapatos Ganadera (**) 400 10 Curtiembre Ganadera (**) 21 400 85 Curtiembre de cueros vacunos Ganadera (**) 7 100 45 Curtiembre de cueros vacunos Ganadera (**) 10 000 30 Molino harinero (trigo) Agricultura (**) 14 300 50 Molino arrocero Agricultura (**) - - Fbrica de aceite, algodn, girasol y soja Alimenticia 2 900 40 Fertilizantes orgnicos Ganadera y Agricultura (**) - - Fbrica de masas precocidas Alimenticia 600 20 Fbrica de jugos ctricos Alimenticia 3 000 13 Fbrica de alfajores y galletitas Alimenticia 7 100 25 Fbrica de aceite Alimenticia 10 000 150 Fbrica de aceite de trtago Alimenticia 2 900 15 Fbrica envases de plstico rgidos Qumica 2 900 - Planta elaboradora de productos biolgicos Qumica 2 900 10 Complejo qumico: resinas y colas fenlicas; furfural; otros Qumica - - Laminadoras de acero en caliente Metalurgia 2 900 35 Fbrica carrozado de mnibus Metalurgia 3 200 40 Fbrica implentos agrcolas Metalurgia 1 000 30 Fbrica de harina de huesos Varios 2 900 10 Fbrica de papel higinico Varios 400 10 Conserva de peces de ro Varios - - Totales 262 300 1 303 (*) En miles de pesos de dic/74. (**) Derivacin. Fuente: Elaborado a partir de datos del Estudio y de la Provincia del Chaco, Plan Trienal 1974-1977; pp 72-78. Cuadro XII-42 - Area Industrial Resistencia-Barranqueras - Superficie y mano de obra estimadas (1985 (*) Superficie m 2 Areas Cubiertas No cubiertas Totales m 2 Personal ocupado - Industriales superf. utilizadas 100 000 50 000 150 000 superf. no utilizadas 150 000 150 000 superf. para ampliaciones 60 000 60 000 2 000 - Poblaciones viviendas 120 000 120 000 240 000 otros 110 000 110 000 - Servicios comunes tcnicos 2 400 200 2 600 45 centrales 200 100 300 8 sociales 630 270 900 16 comunes generales 4 300 8 200 12 500 16 infraestructura bsica 34 800 - Verdes 30 000 2 - Servicios de ruta 160 000 3 Totales 227 530 498 770 951 100 2 090 (*) No incluye personal que trabajara en Correos, Bancos, Ferrocarriles, Polica, Comercio, ni en la construccin y servicios del poblado. Tampoco contempla las superficies cubiertas que quedaran a cargo de particulares. Caractersticas tcnicas. Utilizacin del meto do de "cabo abierto" para la elaboracin de los nmeros mas gruesos y el mejoramiento de la productividad en las maquinas convencionales destinadas a los ms finos. Deposito de fardos con capacidad de 900 ton (consumo para 6 meses). ii. Fbrica de alimentos balanceados Objetivos: Producir alimentos compuestos para aves, vacas lecheras y porcinos, a partir de distintas mezclas que permitan una amplia gama de alimentos balanceados. El principal elemento constituyente ser el sorgo granfero proveniente de la CIRB, debindose adems aprovechar el afrechillo producido por el molino harinero instalado en el Parque Industrial. Tambin debern aprovecharse otros subproductos industriales de la zona como por ejemplo tortas de girasol o algodn, sangre desecada y huesos de mataderos. En una primera instancia, se producirn 25 000 ton; el 50% para ser vendido a granel y el 50% restante en pallets embolsados, todos ellos destinados al mercado regional. Antecedentes: Proyecto elaborado durante el Estudio. Criterios que justifican su eleccin: La propuesta de fabricacin de alimentos balanceados deber ser objeto de un estudio detallado, que cuantifique adecuadamente las posibilidades comerciales. Dicha propuesta debe considerarse como una idea- proyecto sujeta a modificaciones importantes e incluso al rechazo. Se prev que la planta pueda aprovechar la oferta de sorgo en grano de la CIRB, que en 1971 era de 157 092 ton y mostraba un fuerte ritmo ascendente espontneo que se ver reforzado con los planes pro puestos por la Unidad Tcnica alcanzndose, como fruto de 6 proyectos especficos, un volumen de 562 000 ton. Adems de aprovechar esta materia prima regional barata, el proyecto beneficiar a pequeas empresas elaboradoras de productos para los alimentos balanceados, as como a los productores de porcinos, aves y vacas lecheras. Se ha supuesto que la participacin del Estado Provincial y de los productores de sorgo permita cubrir la parte ms riesgosa - y presuntamente deficitaria - de la implementacin de los cultivos y maduracin de la inversin, as como de la vertebracin de una poltica agresiva de propaganda y comercializacin. Posteriormente se convertira en una cooperativa de particulares. Cuadro XII-43 - Area Industrial Senz Pea (Zona III) - Listado de Proyectos Proyecto INGENIERIA DE PLANTA INDICADORES Superficie Energa kwh/ao Combustibles agua y/o vapor Inversin Valor agregado Valor agregado Utilidad Cubierta m 2
Total m 2
Ocupacin $ Materia prima % ocupacin $ Inversin % Hilandera y tejedura 7 600 10 000 (*) (*) (*) 857 65 174 10 Alimentos balanceados 1 500 3 000 327 500 110 000 kg/ao (*) 1 702 40 500 25 Parquet 1 400 10 000 613 200 685 000 kg/ao (*) 225 90 248 44 Madera aglomerada 6 000 10 000 2 400 000 (Usina trmica propia) (*) Vapor 8 ton/h 804 453 365 13 Molino harinero (**) 715 9 750 1 159 200 (*) Agua 20 m 3 /h 1 927 (**) (**) (**) Fabrica de zapatos 400 2 000 (***) (***) (***) 77 (***) (***) (***) Cermica 2 200 10 000 564 600 (*) Agua 28,7 m 3 /d 330 218 158 26 Totales 19 815 54 750 (*) Sin datos. (**) Proyecto con rentabilidad negativa por variacin en los precios relativos. (***) No hay datos, por tratarse de un anteproyecto. Cuadro XII-43-a - Area Industrial Senz Pea (Zona III) - Listado de Proyectos Proyecto Inversin (*) Personal ocupado Materia prima principal Produccin anual Valor agregado (*) Descripcin Unidades Producto Unidades Valor (*) Hilandera y tejedura 120 000 140 Algodn desmotado 1 800 ton Hilado de algodn 1 500 ton 79 500 24 407 Alimentos balanceados 48 895 15 Sorgo 13 750 ton Alimentos balanceados 25 000 ton 29 736 7 495 Parquet 6 290 28 Plantillas de quebracho, etc. 1 637 500 p 2 Parquet 200 000 m 2 16 228 6 941 Madera aglomerada 85 415 105 Madera hmeda Madera sinttica 33 000 ton 1 200 ton Paneles de madera aglomerada 1 100 000 m 2 15 000 ton 54 727 36 489 Molino harinero (**) 48 172 25 Trigo 23 100 ton Harina de trigo Afrechillo 16 560 ton 6 440 ton 31 525 3 967 (**) Fabrica de zapatos 3 000 39 Cuero de vaqueta 40 000 m 2 85 ton Zapatos sport 92 000 pares (***) (***) Cermica 13 543 41 Arcilla 34 300 ton Cermicos 15 260 ton 11 408 6 481 Totales 325 315 393 227 091 81 813 (*) En miles de pesos. (**) Proyecto con rentabilidad negativa por variacin en los precios relativos. (***) No hay datos, por tratarse de un anteproyecto. Caractersticas tcnicas: Los elementos mecnicos necesarios para la instalacin de una planta como la descrita pueden lograrse en el mercado nacional, excepto quizs el equipo de peloteado. El proceso de industrializacin (para el caso del sorgo) se basa en la "molienda seca". A travs de el se consigue proporcionar los hidratos de carbono y las protenas necesarias para el alimento; con el mezclado posterior con otros componentes, se le adicionan elementos vitamnicos y antibiticos. La fbrica esta diseada en forma tal que puedan efectuarse gran numero de mezclas (con una operacin semiautomtica y en muchos casos totalmente automtica). De esta manera, adems de hacerse frente a las variantes de los precios de distintos cereales (principal componente del alimento), ser posible atender la demanda de ciertos clientes que desean mezclas especiales. La formula tomada como base para diagramar la planta es de tipo standard y contiene 55% de sorgo (u otro cereal) y 43% de afrechillo, sangre desecada, torta de maz y otros. Se requiere instalar importantes silos en la zona, aprovechando racionalmente los ya instalados en Roque Senz Pea. El proyecto est diseado para un turno de 8 horas diarias, con una produccin de 100 ton y 250 das de trabajo en el ao, lo que supone un 1/6 de aprovechamiento de su capacidad instalada. La vida til de la planta es de 20 aos. Recomendaciones: Se recomienda realizar un estudio del mercado y de formulas alternativas para diferentes tipos de mezcla, en funcin de la variacin de las reas cosechadas, de los distintos cultivos y de la tendencia en los precios de los mismos. iii. Industria del parquet Objetivos: Instalacin de una planta con una capacidad de produccin de 200 000 m 2 /ao de los tipos bastn roto y mosaico, utilizando plantillas provenientes de aserraderos de la zona, especialmente quebracho blanco, guayaib y algarrobo. Antecedentes: El proyecto fue estudiado por el CFI. Criterios que justifican su eleccin: El merca do del parquet est obviamente vinculado al ritmo de crecimiento de la industria de la construccin, en especial de la edificacin de viviendas. La industria nacional no cubre totalmente los requerimientos del mercado interno. En el quinquenio 1965/69 las importaciones de tablillas para parquet crecieron ms del 400%. En el ultimo ao de ese perodo se importaron 128 500 m 2 por valor de US$ 428 000. La produccin de esta planta no parece tener problemas de mercado por varias razones: la. sostenida demanda del mercado interno, la buena calidad y el reducido costo de produccin de las maderas de la Zona, y finalmente por las buenas perspectivas de colocacin en el mercado internacional. Cabe sealar que la actividad goza de las franquicias de la ley de promocin industrial. Caractersticas tcnicas: La tecnologa a aplicarse es de origen nacional y conocida en la zona. El proyecto prev la instalacin de una planta con capacidad de 135 000 m 2 en bastn roto y 65 000 m 2 en mosaico. Esta industria deber estar necesariamente integrada con aserraderos de maderas ya que deben producir piezas ya dimensionadas con medidas y espesores normalizados. Recomendacin: Hacer un estudio ms detallado de la demanda en relacin con los planes de desarrollo de viviendas, especialmente a nivel regional, as como de los mercados de exportacin. iv. Planta de madera aglomerada (tableros de partculas) Objetivos: Produccin de aproximadamente 15 000 ton anuales de paneles de madera aglomerada. Antecedentes: El CFI financi el Estudio. La fabricacin de madera aglomerada tiene para la zona importancia econmica como medio de aprovechamiento de especies indgenas, tpicas del bosque chaqueo, que prcticamente no tiene aplicacin industrial salvo la produccin de carbn a lea. Por otra par te, la utilizacin de menos tipos de resinas ha permitido ampliar notoriamente el campo de aplicacin y la demanda de este producto. Caractersticas tcnicas: Se prev utilizar madera de algarrobo, virapt y resinas. La capacidad instalada se estimo para alrededor de 1 100 000 m 2 de placas/ao, utilizando tecnologa moderna. El proyecto ocupara a ms de 100 personas, en una planta altamente automatizada. El panel puede tener un espesor entre 8 y 30 mm aunque los ms demandados son de 19 mm. Recomendaciones: Ya se ha instalado en el Chaco una fabrica de madera aglomerada que tiene por objetivo la utilizacin de especies locales (algarrobo, carabato, chaar, palo cruz, etc.). La planta aplicara el sistema del Dr. Schnizer y prev el empleo de aglutinante de resinas de tanino formaldehido, es decir una resina de tipo fenlico de produccin propia, derivada del extracto de quebracho. Debera hacerse una evaluacin del funcionamiento de esa planta para ajustar las caractersticas del pro ceso y aplicar exactamente la factibilidad de implantar la que recomienda el presente proyecto. v. Molino de harina de trigo Objetivos: Se prev la elaboracin de harina de trigo (presentada en bolsas de 50 kg) y los correspondientes subproductos. La produccin se estima en: harina de trigo 16 500 ton anuales y afrechillo 6 440 ton anuales, ambos destinados al consumo regional. Antecedentes: El proyecto se origin en el Estudio. Criterios que justifican su eleccin: Existe una capacidad instalada provincial que permitira elaborar, trabajando a pleno, 35 000 ton anuales de productos de molienda de trigo. En esas condiciones se elaborara apenas el 70% de la actual produccin triguera de la Provincia. En la actualidad solo se procesa dentro del Chaco alrededor del 40%. El proyecto Rotacional agrcolo-ganadero propuesto para la Zona II aportara por lo menos 24 000 ton anuales de trigo adicionales (provenientes de los Departamentos San Martn, Sargento Cabral y Presidencia de La Plaza), existiendo adems una manifiesta intencin de las autoridades de extender mas aun la superficie sembrada con trigo. La demanda de harina de trigo proyectada para el ao 1980, se estima entre 58 000 y 63 000 ton para el Chaco y entre 28 000 y 30 000 ton para Formosa; y para el ao 2000 ser de 65 000 a 90 000 ton para el Chaco y de 39 000 a 48 000 ton para Formosa, en hiptesis de mnima y mxima respectivamente. Son elevados los fletes que deben pagarse para traer harina desde fuera del mbito provincial. Por todo lo anterior, se concluye que debe impulsarse la plena utilizacin del molino existente en Senz Pea, as como autorizar la radicacin de un nuevo molino que previsiblemente ocupara en una primera etapa el 74% de su capacidad instalada, siendo factible ampliar su produccin en el futuro. Caractersticas tcnicas: Se ha previsto una operatividad de la planta de 24 horas/da en tres turnos de 8 horas cada uno, con 230 das de trabajo al ao. La vida til de la planta es de 15 aos. Para el proceso de molienda se emplea un mtodo gradual mediante pasajes sucesivos del producto por cilindros estriados que separan cascara y endospermo, y cilindros lisos que reducen el tamao de las partculas de endospermo a las dimensiones adecuadas. El proceso es continuo, efectundose la transferencia del producto de un pasaje a otro por gravedad o mediante un transporte neumtico o mecnico. La tecnologa es conocida y las mquinas son de procedencia nacional. Adems de la materia prima consignada en el lista do de proyectos (cuadro XII-43) se requieren 46 800 bolsas de 50 kg para envases. Recomendaciones: Estudiar la posibilidad de incrementar la produccin del molino actualmente existente y la posibilidad de refundir su produccin con la planta que se disea, as como analizar tipos y calidad de la harina a producirse. Se hace la salvedad que en la implementacin del proyecto debe tenerse en cuenta la evolucin reciente de los precios relativos que transformo en no rentable esta actividad, situacin que habr de reconvertirse con una adecuada poltica econmica de estmulo a esta industria bsica. vi. Fbrica de zapatos Objetivos: Fabricar anualmente 92 000 pares de zapatos tipo sport para hombres y mujeres, con lo cual se cubrir un 10% de la demanda total de zapatos en la Provincia y en particular un 30% de la de manda de zapatos sport. Antecedentes: La iniciativa surge del Gobierno de la Provincia y est siendo estudiada por el CFI. Criterios que justifican su eleccin: El bajo costo de la inversin - que la convierte en una actividad de mano de obra intensiva en relacin con los otros proyectos - las economas de escala que le redituar su radicacin en el Area Industrial y la seguridad de la colocacin de sus productos en el mbito provincial, son factores que hacen recomendable su implantacin con un nivel mnimo de produccin. Caractersticas tcnicas: Se prev el abastecimiento de materia prima desde fuera de la Provincia, porque en la actualidad no existen en ella curtiembres de vaqueta. La produccin est calculada sobre la base de funcionamiento en 230 das al ao. Su capacidad instalada no podr ser inferior a la produccin de 400 pares por da pues resulta anti-econmica una cantidad menor. Recomendaciones: Estudiar la posibilidad de su integracin con una curtiembre de vaquetas de localizacin provincial, as como las posibilidades de expansin futura de este tipo de actividades. vii. Productos cermicos para construccin Objetivos: Producir material de construccin para abastecer la demanda emanada del crecimiento industrial de la regin y de las necesidades de viviendas. La planta fue diseada para producir anualmente 15 260 ton de distintos productos cermicos, tales como ladrillos huecos, mdulos para entrepisos alivianados, baldosas para azotea y tejuelas. Antecedentes: El proyecto se origina en el Estudio. Criterios que justifican su eleccin: Aparte del aprovechamiento de un recurso natural barato de origen regional y de la baja inversin requerida para impulsarlo, este proyecto se caracteriza por contar con una demanda segura de sus productos. En efecto, si para el clculo de la misma se toman en consideracin los datos de la Provincia del Chaco referentes al crecimiento poblacional esperado, dficit cualitativo y cuantitativo de viviendas y requerimientos emergentes del desarrollo industrial, se concluye que la venta de su produccin estar con creces asegurada, mxime considerando que en la actualidad el abastecimiento regional de estos productos es deficitario. Caractersticas tcnicas: La implementacin tecnolgica del proyecto est basada en un proceso mecanizado semiautomtico y continuo, que permite adecuar el producto final a obtener de acuerdo a necesidades circunstanciales del mercado. Se necesita un pequeo laboratorio de control de calidad. La planta est proyectada para trabajar 3 turnos de 8 horas durante 236 das al ao, es decir, al 70% de su capacidad instalada (se considera como capacidad plena 330 das de elaboracin al ao con 8 horas cada turno y 3 turnos diarios). Recomendaciones: Adems del clculo exacto de la construccin proyectada por tipo de material utilizado para precisar los volmenes de demanda, deberan estudiarse las necesidades de la CIRB en su conjunto, contabilizando adems los resultados estimados de volmenes producidos por la nueva fbrica de arcillas expandidas que se implantar en Formosa. Es posible que ello permita recomendar al menos otra planta ms de estos productos, aun sin tomar en cuenta la demanda extrarregional de los mismos, en razn de que su peso encarece los costos de transporte. c) Estructuras urbansticas y premisas de diseo - Estimacin de superficies. Partiendo de un ncleo central de 7 empresas y previendo la eventualidad de que la existencia de estas atraiga otras nuevas, ya sea como fruto de su relocalizacin o de la implementacin de nuevas actividades, se han obtenido las superficies consignadas en el cuadro XII-44. Cuadro XII-44 - Area industrial Roque Senz Pea - Superficies de uso industrial - Ira. Etapa - Ao 1985 Destino Superficie m 2 Terrenos fabriles 54 750 Futuras ampliaciones (7 empresas) 35 250 Areas reservadas para nuevas industrias 75 000 Total 165 000 Estimando que se destine aproximadamente el 60% de los terrenos para uso industrial, se deduce que se requerirn al menos 27,5 ha en su conjunto. Aplicando las ponderaciones aludidas, la distribucin de los terrenos sera la que presenta el cuadro XII-45. Cuadro XII-45 - Area industrial Roque Senz Pea - Distribucin de tierras Destino Superficie ha Porcentaje % Uso industrial 16,5 60,0 Servicios comunes 2,3 8,4 Verdes (*) 1,4 5,1 Servicios de ruta 7,3 26,5 Totales 27,5 100,0 (*) Comprende las destinadas a esparcimiento y reposo, as como terrenos destinados a parques y forestacin. - Lugares de uso industrial. En la primera etapa deber preverse la construccin de por lo menos 10 fbricas de tipo standard, reservadas 7 de ellas a los proyectos prioritarios al efectuar la seleccin. Estos edificios, al igual que los terrenos asigna dos a cada fbrica, pueden ser alquilados a bajo costo, con la promesa de venta por un perodo de 10 aos; es decir, hasta que las industrias hayan pasado la fase constitutiva y puedan enfrentar con ms solvencia una erogacin de ese tipo. - Lugares de servicios comunes y otros. Se definen como tales los destinados a servicios sociales y de asistencia tcnica y servicios centrales. Entre los mismos se ubican: Servicios de administracin: comprende oficinas de administracin. Contabilidad y comercializacin: para liquidacin de impuestos, clculo de leyes sociales; registros contables; realizar estudios de mercado, etc. Asistencia y asesoramiento tcnico. Taller de reparacin y conservacin de mquinas y herramientas, con una parte especializada para vehculos. Control de calidad: pequeo laboratorio para estudiar las materias primas y los productos terminados. Sala de primeros auxilios para los trabajadores y sus familias. Comedor para el personal: a cargo de concesionarios. Guardera infantil: especialmente destinada a los hijos de las mujeres que trabajen en las empresas industriales. Oficina de correo, banco y seguros. Tanque de agua y planta depuradora. Redes de distribucin de energa y alumbrado publico. Redes de distribucin de agua, colectores cloacales, industriales y pluviales. Se recomienda construir una planta de tratamiento o piletas de oxidacin y dilucin de los efluentes industriales y cloacales. Redes telefnicas y telex. Forestacin e identificacin de espacios verdes. La estimacin de superficies cubiertas que contempla una proyeccin normal al ao horizonte, sera la siguiente: Consultoras en organizacin y tecnologa 200 m 2 Laboratorios y control de calidad 200 m 2 Comercializacin y abastecimiento 200 m 2 Talleres 200 m 2 Otros 600 m 2 Total 1 400 m 2 No se consideran las sucursales de Servicios Pblicos. 12.3.1.3 Area industrial Formosa El sentido que orienta su implantacin es similar al que justifica la creacin de la de Senz Pea, pues tambin est llamada a constituirse en herramienta de la pequea y mediana industria regional, a ofrecerle incentivos para su radicacin y expansin a travs del otorgamiento de beneficios tendientes a abaratar sus costos, a elevar la calidad de su produccin y a aminorar las erogaciones necesarias para dar comienzo a sus operaciones. La dotacin de recursos naturales de su rea de influencia que se corresponde con la parte formosea de la Zona I, aconseja poner nfasis en la radicacin de agroindustrias procesadoras de productos tropicales, que constituyen lo particular de la produccin primaria de la regin. a) Seleccin de actividades. Aplicando los mismos criterios utilizados para seleccionar industrias en Roque Senz Pena, se ha seleccionado dentro de las ramas industriales de alimentos y maderas y derivados, las siguientes industrias especficas que cuentan con ventajas para su promocin en la zona: procesamiento de legumbres productos ctricos planta climatizadora de bananas planta de celulosa y papel planta de tableros aglomerados conservas vegetales dulces regionales derivados industriales de la mandioca elaboracin de papana briquetas de carbn vegetal chacinados y embutidos torneado de maderas fabricacin de espirales fabrica de materiales de construccin b) Proyectos. Para las cinco primeras actividades han podido confeccionarse fichas de proyectos, las que agrupadas en cuadros y descripciones, al igual que en el caso anterior, se pueden apreciar a continuacin (ver cuadro XII-46). i. Planta de procesamiento de legumbres secas Objetivos: Limpieza, clasificacin y seleccin de las legumbres secas regionales. Esta planta inducira una diversificacin de la produccin agraria mediante la incorporacin de cultivos de altos rendimientos por superficie cultivada. Al cabo de 5 aos se procesaran 20 000 ton anuales de legumbres cuya elaboracin se volcara no so lo al mercado interno sino tambin en el externo, lo que se ve facilitado por la vecindad con pases limtrofes. Antecedentes: El proyecto fue financiado por el CFI. Para que el proyecto sea factible deberan cumplir se algunas condiciones. Una de ellas es que la instalacin de la planta logre incentivar la produccin de legumbres a un nivel que permita un abastecimiento fluido de materia prima. Otra es que la empresa que instale la planta; cuente con un aparato de comercializacin que permita su distribucin en el merca do nacional. De lo contrario, ante oscilaciones ms o menos bruscas del mercado internacional, muy frecuentes para este tipo de productos, se encontrara con serios problemas de demanda en el mercado interno. El valor agregado en relacin a la materia prima no es alto pero debe adjudicarse a este proyecto el beneficio de un incremento sustancial en el valor de la produccin primaria, ya que al introducirse estos cultivos aumentara considerablemente el ingreso de los productores agrarios. Caractersticas tcnicas: Se trata de un proceso mecanizado integrado, con una seccin destinada a las selectoras que preparan productos de exportacin desde la misma provincia de Formosa y con un plan de ensilaje novedoso para esta clase de productos, pues elimina problemas de estibas. Recomendaciones: Es necesario estudiar detenida mente los mercados y la financiacin necesaria y realizar el proyecto definitivo de la planta. ii. Planta procesadora de productos ctricos Objetivos: Elaboracin de jugo concentrado congelado de pomelo y aceite esencial con destino al mercado externo (jugos concentrados) e interno (aceites). La planta aumentara notablemente la actual capacidad instalada de la GIRE, ya que la nica planta existente elabora 2 000 ton de jugo y el proyecto prev la elaboracin de 900 toneladas adicionales funcionando a pleno. El destino bsico de la produccin es el mercado externo. Los estudios realizados permiten esperar un aceptable margen de seguridad en la colocacin del jugo concentrado en el exterior. Antecedentes: El proyecto fue elaborado por el CFI. Criterios que justifican su eleccin. La implementacin esta sujeta, fundamentalmente, a la realizacin de un plan de expansin de la produccin de pomelos en la CIRB, no solo a partir de la extensin de reas cultivadas, sino tambin a travs del aumento en la productividad de las actualmente en explotacin, lo que resalta los beneficios asociados al present proyecto. Supone adems un grado de elaboracin relativamente alto de la materia prima regional. En el proyecto se sugiere organizar la empresa bajo la forma de cooperativa agroindustrial, de produccin y comercializacin. Se prev que entre el Banco Nacional de Desarrollo y el Ministerio de Bienestar Social financiaran la compra del 100% del activo fijo necesario. Caractersticas tcnicas. El exprimido se hace por extraccin simultnea de jugo y aceite mediante equipo de cabezales extractores en lnea, de produccin nacional. El tamizado y la eliminacin de la pulpa gruesa puede realizarse con equipos nacionales. La centrifugacin y el despulpado se realiza con equipos importados. La pasteurizacin adoptada es la de placas debido a su alto poder de intercambio calrico (para este proceso existe tecnologa nacional). La concentracin se efecta por equipos (importados) a placas de doble efecto. Recomendaciones. Es necesario proyectar un plan de expansin de la produccin de pomelos, previa la elaboracin del proyecto definitivo de instalacin de la planta. Habra que verificar la viabilidad de la organizacin empresaria propuesta y actualizar los datos sobre financiamiento e importacin de maquinarias. iii. Planta climatizadora de bananas Objetivos. Tipificacin, climatizacin y comercializacin de 18 200 ton anuales de banana, que sern entregadas en cajones de 20 kg con destino al consumo de la Capital Federal y zona conurbana. Antecedentes. El proyecto se origin en la Unidad Tcnica en base a informes realizados por el CFI y por el Banco Nacional de Desarrollo. Criterios que justifican su eleccin. La banana llegar al mercado con la calidad necesaria para competir convenientemente con el producto importado, con el consiguiente ahorro de divisas. Cuadro XII-46 - Area Industrial Formosa - Zona I - Listado de Proyectos Proyecto Inversin (*) Personal ocupado Materia prima principal Produccin anual Valor Agragado (*) Descripcin Unidades Producto Unidades Valor Procesamiento de legumbres 12 568 22 legumbres 20 000 ton legumbres secas 19 678 ton 95722 27 821 Productos ctricos 16 246 13 pomelos 12 000 ton jugos concentrados aceites esenciales 90024 ton 17648 6 264 Climatizadora de banana 13 081 61 banana 18 200 ton banana 18 200 ton 41812 7 484 Celulosa y papel 50 806 85 maderas productos qumicos 35 000 ton 1 870 ton papel kraft 10 000 ton 42976 23 872 Tableros aglomerados 17 577 43 maderas resinas 9 000 ton 700 ton tableros de partculas fibras 10 000 m 3 35150 24 547 Totales 110 278 224 233308 89 988 (*) En miles de pesos, diciembre 1974. Cuadro XII-46-a - Area Industrial Formosa-Zona I - Listado de Proyectos Proyecto INGENIERIA DE PLANTA INDICADORES Superficie (m 2 ) Consumo anual Inversin Valor agregado Valor agregado Utilidad Cubierta Total Energa Combustibles Agua y/o vapor Ocupacin $ Materia prima % Ocupacin $ Inversin % Procesamiento de legumbres 1 000 10 000 (**) (**) (**) 574 50 1 210 188 Productos ctricos 1 200 10 000 (**) (**) (**) 1 250 74 482 24 Climatizadora de bananas 1 036 50 000 1 051 200 kW/h (**) (**) 214 49 123 25 Celulosa y papel 4 000 15 000 8 000000 kW/h 6 000 000 kg 600 000 m 3 /agua 50 000 ton/vapor 598 547 281 11 Tableros aglomerados 6 000 10 000 2 000000 kW/h 1 200 000 lt agua abundante 409 430 571 (**) (*) En miles de pesos, diciembre 1974. (**) No hay datos. (***) Necesidad de contar con una usina generadora de vapor. Por otra parte se asegurar la comercializacin ventajosa del producto, facilitando al productor la venta y la obtencin de precios remunerativos, lo que permitir la expansin de la produccin primaria regional. La planta procesar alrededor de la sexta parte de la produccin formosea e incrementar el valor agregado en un 49% sobre el valor de la materia prima regional. La ocupacin a que da lugar (61 personas) tiene relativa importancia para la regin. Caractersticas tcnicas. Planta climatizadora con 4 cmaras y una capacidad total de 104 ton. Con este proceso se regula la maduracin de la banana, la que sale de la planta de modo de completar el madurado en el da de viaje que le resta. Simultnea mente el producto sufre un proceso qumico por el cual se mejora su presentacin y con el envasado en cajones se evitan las perdidas de calidad. Los des perdidos pueden ser aprovechados como materia prima para la fabricacin de harina, pur y banana deshidratada. Recomendaciones. En etapas posteriores sera interesante desarrollar una planta procesadora del producto descartado o de baja calidad, para la obtencin de harina, pur de banana y banana deshidratada, productos con amplio mercado internacional. Se ra tambin importante implementar este proyecto a travs del Ente Comercializador de la Produccin Primaria Formosea, que cuenta entre sus objetivos con la instalacin de depsitos para tipificar la produccin bananera y de canales propios para la venta del producto en la Capital Federal. iv. Planta de celulosa y papel Objetivos. Producir 30 ton por da o 10 000 ton por ao de papel tipo Kraft para embalaje, bolsitas, corrugado, etc. Antecedentes. El proyecto fue financiado por el CFI. Criterios que justifican su eleccin. Permite aprovechar masas forestales que en la actualidad no se ocupan, con vistas a obtener productos celulsicos. La produccin tiene buenas posibilidades de colocacin en el corto y mediano plazo (y estara orientada hacia Buenos Aires y el Litoral). Requiere inversiones relativamente reducidas para este tipo de industrias implicando un gasto mnimo en divisas. Ocupa un contingente importante de mano de obra local. Caractersticas tcnicas. Se trata de una planta integrada (pasta celulsica y papel) de tamao reducido, adaptado a las caractersticas de la economa regional. Utiliza el procedimiento denominado M.M. (Mosca y Moscn) que permite el procesamiento de mezclas heterogneas de maderas duras y semi-duras, provenientes de los bosques naturales de la Provincia. La tecnologa es nacional y conocida, aunque su competitividad econmica se encuentra en etapa de investigacin. Recomendaciones. Analizar distintas alternativas referidas al mtodo utilizado para la produccin as como el posible empleo de la albura del quebracho colorado, que actualmente constituye un desperdicio del desmonte. Es indudable que su utilizacin representara un estmulo a la industria tnica. Tambin es recomendable analizar exhaustivamente los problemas de mercado y financieros con que podra chocarse si se tratara de ampliar la capacidad de la planta propuesta, lo que mejorara sensiblemente su rentabilidad. v. Tableros de madera aglomerada Objetivos. Fabricacin de dos tipos de producto: - Tableros de partculas aglomeradas, constituidos por pequeas astillas cementadas bajo presin con el agregado de resinas sintticas termofraguables. - Tableros de fibras que se obtienen reduciendo la madera a sus elementos fibrosos y conformndola en tableros con presin y temperatura, generalmente sin el agregado de aglomerantes. La tcnica industrial empleada permite, a partir de los recursos forestales de bajo valor (maderas provenientes de bosques deficientes, degradados o destruidos por incendios, renovales de escaso dimetro, despuntes y ramazones, desperdicios y recortes de aserraderos, etc.) obtener tableros que compiten y aun aventajan a los productos obtenidos con maderas macizas dentro de las tcnicas del sistema convencional. El destino de la produccin sera bsicamente Corrientes, Formosa, Chaco, Misiones y eventualmente el Paraguay, y en segundo lugar el resto del pas. Su colocacin parece asegurada, pues la demanda se orienta preferentemente hacia los tableros obtenidos a partir de maderas de baja densidad, como son los que se fabricaran a partir de este proyecto. Se produciran 10 000 m por ao. Antecedentes. El proyecto se origina en estudios de la CGE Criterios que justifican su eleccin. Se estima que este producto compite ventajosamente con la madera aserrada y terciada, utilizndose preferente mente para la fabricacin de muebles y en menor medida en la industria de la construccin. Esta actividad, que ha suscitado el inters de empresarios de la zona, dara origen a un importante ahorro de divisas al sustituir maderas de origen importado. Caractersticas tcnicas. Existen diversos procesos de fabricacin. El anteproyecto recomienda un anlisis de mayor detalle - que permita optar por la tcnica ms adecuada - y seala que es necesario disponer de una abundante provisin de agua potable. Entre las materias primas se cuentan las siguientes especies de maderas de baja densidad: Timb blanco, Samoh, Zapallo caspi, Curupica. Otras materias primas utilizadas son resinas y sustancias de apresto. Recomendaciones. Avanzar en el estudio de nuevas aplicaciones de los tableros as como en la posibilidad de reemplazo de las resinas sintticas usadas actualmente. Estudios recientes dan cuenta de la obtencin de una cola a base de extractos tnicos que no presenta el tinte rosado oscuro que antes tenan estos productos. El costo de estas resinas es bajo, lo cual producir un ahorro importante pues su valor representa el 46% del costo total del producto. Su utilizacin permitira tambin producir tableros de madera resistente a la intemperie ampliando las posibilidades de utilizacin del producto final. c) Diseo del Area Industrial. Con el fin de estimar las dimensiones fsicas del rea industrial se ha efectuado un anlisis similar al utilizado para las de Resistencia y Presidencia Roque Senz Pea. - Localizacin y principales requerimientos de las industrias. El requerimiento de abundante cantidad de agua por parte de dos de las industrias programadas - la planta de celulosa y papel y la fbrica de tableros de madera aglomerada - como la posibilidad de eliminar los efluentes sin causar problemas, aconsejara la instalacin de sus plantas cerca del ro Paraguay. Este curso navegable puede facilitar tambin el transporte por va fluvial de materias primas y productos elaborados. Adems, en el caso de que por razones econmicas o de mercado resultara conveniente incorporar alguna cantidad de madera de fibra larga para la fbrica de papel, la citada va fluvial permitira el acceso econmico a los bosques de conferas de la Provincia de Misiones, fuente fundamental de ese tipo de madera en el pas. A continuacin se aprecia la participacin de las diferentes actividades en el espacio del Area Industrial. Usos Porcentaje de superficie sobre el total Establecimientos industriales 70 Servicios pblicos de inters comn 2 Servicios privados de inters comn 5 Espacios verdes de uso publico 4 Playas de estacionamiento 4 Red vial 15 Total 100 De acuerdo con las premisas bsicas de diseo expresadas, se han calculado aproximadamente las superficies destinadas a cubrir un mnimo de necesidades cuyo detalle se vierte en el cuadro XII-47. 12.3.2 Otras industrias Se detallan a continuacin dos proyectos industria les asociados a los programas de actividad agropecuaria propuestos en los puntos anteriores y que por sus caractersticas especficas no resulta conveniente incluirlos en ninguna de las reas industriales descritas anteriormente. Son ellos, la instalacin de una usina pasteurizadora de leche para la cuenca de Piran y la instalacin de un frigorfico en Presidencia de la Plaza, proyecto preexistente cuya reubicacin se sugiere. i. Usina pasteurizadora de leche Ubicacin. Piran, Provincia de Formosa - Zona II. Objetivos. Fbrica de produccin mltiple capaz de elaborar dos o ms productos principales, conjuntamente con otro u otros de produccin relacionada con la de aqullos. Se pretende expandir la produccin de los tambos, impulsando el inters de los productores de la cuenca lechera recomendada por la U.T. para el Departamento de Piran, a travs de estmulos a las inversiones en la industria lechera. Del mismo modo, atender al abastecimiento local de leche pasteuriza da y envasada, quesos y eventualmente, otros deriva dos de la leche. Antecedentes. El proyecto se origin en el Estudio. Criterios que justifican su eleccin. La planta est diseada para procesar 25 000 litros diarios de leche, entregando 1 800 000 litros y 720 000 kg de quesos por ao. Se estima que la materia prima estar asegurada, pues la produccin anual de la cuenca se calcula en aproximadamente 12 300 000 litros de leche. Lo mismo ocurre con la demanda, que absorbera con creces la produccin de la usina, pues la de Le che se estima, para 1985, entre 10 990 000 y 12 436 190 litros anuales considerando la poblacin urbana de Formosa, Piran y Laishi, y entre 102 300 000 y 113 000 000 litros anuales si se considera la poblacin urbana de toda la CIRB, cifras que sobrepasan el abastecimiento cubierto por el present proyecto. La cercana de la cuenca lechera permite abaratar los costos de transporte y al mismo tiempo conservar los valores nutritivos de la leche. Aunque no se cuenta con datos de la demanda de queso, la pequea cantidad producida asegura su colocacin en la zona, dado que su consumo per cpita es mayor que el de la leche. Caractersticas tcnicas. Se requiere una superficie cubierta de 900 m 2 y 10 000 m 2 de terrenos en total y un consumo de energa de 126 360 kW/h/ao. La operacin y procedimientos para preparar la le che se resumen muy sucintamente, dado que son ampliamente conocidos: La leche fresca entregada por los tambos, previo anlisis de su calidad (control de contenido graso) se clasifica y almacena. Luego se descrema parcialmente y se pasteuriza por va trmica, por el procedimiento rpido, es decir se eleva rpidamente la temperatura hasta 72C, durante 15 segundos, y luego se la somete a un rpido enfriamiento. El queso se elabora mediante la coagulacin, por procedimientos autorizados, de la leche entera o modificada en su tenor de materia grasa, seguida de procesos particulares segn las variedades y tipos. La tecnologa utilizada es en su mayor parte nacional, y el resto importada, pero ampliamente conocida en el pas. Adems de contar con buen abastecimiento de materia prima, se requiere que la planta cuente con un volumen considerable de agua (emplea 22 750 litros de agua diarios); y entre otros insumos, adems de la leche, se requieren 15 000 botellas (u otro tipo de envase); 720 kg de tapas de aluminio (por ao); 1 040 kg de detergentes (por ao) y 2 640 kg de vapor por da. Cuadro XII-47 - Area Industrial Formosa - Programa de necesidades en superficie Programa de necesidades Superficie m 2
Cubierta Total Localizacin de establecimientos industriales - 5 fabricas proyectadas 13 236 - terrenos para implementacin de 10 industrias adicionales, expansiones totales en el largo plazo y otros 500 000 Servicios pblicos de inters comn 14 300 - banco 250 - correo y telgrafo 150 - primeros auxilios 200 - telfonos - - alumbrado - Servicios privados de inters comn 35 500 - comedor 450 - servicios contra incendios 200 - comercios - - vigilancia 50 - estacin de servicios y estacionamiento de camiones 2 500 - administracin general 200 - administracin de personal 100 - servicios tcnicos (laboratorios, control de produccin, etc.) 400 - servicios econmicos (costos y evaluacin, ventas, estudios de mercado y exportacin, relaciones publicas, etc.) 400 - exposiciones 500 - control y balanza para camiones 15 - depsitos generales 4 000 - deposito de combustible - Espacios verdes de uso publico 28 600 Playas de estacionamiento (con reas de reserva para playa de Ferrocarril) 28 600 Red vial y acceso. Calzadas, veredas y canteros 107 200 Totales 22 651 714 200 El procesamiento de la leche se hace en una tina de 5 000 litros, durante 12 a 16 horas diarias segn el tipo de la misma. En el caso de que el volumen a tratar superara los 25 000 litros previstos, deber aumentarse la capacidad de almacenaje en tanques termos, que actuaran de reguladores. Vale decir que, con agregados mnimos de equipo, puede llegarse casi a duplicar la capacidad de elaboracin de la planta. La inversin inicial (activo fijo y capital de trabajo) se estima en 8 millones de pesos y ocupara 16 personas. Indicadores. Se trata de una industria de altsima productividad por hombre ocupado ($556 780). El grado de elaboracin de la materia prima regional es muy alto, pues supera incluso el valor original de la misma. En trminos absolutos, agregara 9 000 000 de pesos al PB regional. Recomendaciones. Este proyecto se justifica por el impulso que dar a los productores de leche de la Cuenca de Piran. En tal sentido sera importan te que el Estado Provincial apoyara la iniciativa, bien sea llevando a cabo una empresa mixta, bien in centivando la constitucin de una sociedad cooperativa formada por los mismos tamberos. De lo contrario, podra caerse en similares problemas de las usinas de Retagra y Resistencia que, aun disponiendo de buenos equipos, no cuentan con un aprovisionamiento adecuado y suficiente de materia prima. Sera recomendable efectuar estudios tendientes a determinar la posibilidad de sustituir productos de procedencia extraprovincial, con produccin local (ejemplos: manteca, leche en polvo, dulce de leche, yoghurt, etc.). Tambin podran ser de inters, otros con mayor afinamiento tecnolgico (leche evaporada y leche condensada). Asimismo, la produccin de quesos para fundir puede ser exitosa, aprovechando incluso los descartes. ii. Instalacin de un frigorfico Ubicacin. Presidencia de la Plaza, Provincia de Chaco - Zona II. Objetivos. Faenamiento de ganado vacuno proveniente del rea ganadera del Chaco para la produccin de medias reses, cortes especiales y menudencias vacunas para el abasto regional y carnes conservadas para exportacin. Se proyecta faenar trescientas cabezas por da en una primera etapa. El grueso de la produccin ser orientado al abasto de la Provincia del Chaco. El proyecto contempla ampliaciones que haran posible faenar 600 animales por da, es decir, aproximadamente 160 000 por ao. Antecedentes. El proyecto ha sido analizado por el CFI a pedido del Gobierno de la Provincia del Chaco. Se estudio la posibilidad de complementar el frigorfico con una red de fro, lo cual posibilitara el abastecimiento del interior de la provincia y asegurara as una demanda sostenida de su produccin. La implementacin del frigorfico originara trabajo para 275 personas, cifra importante en relacin con la actual dimensin de la industria de la zona. La tecnologa utilizada es nacional y conocida. Debe estudiarse en detalle la adecuada canalizacin de la oferta de materia prima regional, ya que en la actualidad el 70% de ganado sale de la regin en pie con destino al rea de engorde del litoral, mientras que el frigorfico de CAP Vilelas ha tenido reiterados problemas por irregularidad en el abasto de ganado. Caractersticas tcnicas. El proyecto tiende a evitar operaciones productivas que requieran fuertes inversiones y personal muy capacitado. Por ello se buscar no diversificar la mezcla de productos ni complejizar su comercializacin, para lograr un resultado econmico-financiero aceptable. Teniendo en cuenta los tres niveles posibles: matadero, frigorfico con destino a consumo y primer nivel de industrializacin y frigorfico exportador, la seleccin recae en el segundo. Se prev para el futuro la industrializacin de subproductos y la incorporacin de procesos industriales avanzados (fiambres, chacinados, conservas) y en especial la exportacin de conservas. La ejecucin del proyecto demandara dos anos para el funcionamiento a pleno de la primera etapa. La organizacin del frigorfico sera la de sociedad annima. El 40% de la inversin sera externo a la empresa. Recomendaciones. En base a los programas agropecuarios considerados en el Estudio de la CIRB se propone reconsiderar la localizacin de la planta. Se sugiere Puerto Lavalle (Chaco) por estar ubicado en relacin a las futuras reas de engorde. Asimismo, que se coordine con los planes nacionales a cargo de la Junta Nacional de Carnes.
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
XIII. Criterios de evaluacin de las alternativas 13.1 Descripcin de los criterios de evaluacin 13.2 Perspectiva regional global 13.3 Evaluacin espacial de las alternativas 13.1 Descripcin de los criterios de evaluacin 13.1.1 Recursos naturales 13.1.2 Desarrollo de infraestructura pblica 13.1.3 Impacto econmico 13.1.4 Impacto tecnolgico 13.1.5 Impacto social 13.1.6 Impacto espacial 13.1.7 Formas de organizacin productiva 13.1.8 Costos pblicos 13.1.9 Costos privados 13.1.10 Costos sociales 13.1.11 Criterios de medicin Cuando se trata de evaluar proyectos de desarrollo a nivel de factibilidad, se recurre por lo general al calculo de costo-beneficio. Esta forma de tratamiento de los proyectos simplifica mucho la tarea de decisin del destinatario. El calculo de costo-beneficio requiere una serie de opciones previas en materias tales como tecnologa a adoptar, industria nacional o con componentes importados, desarrollo agropecuario en base a expansin de reas o al incremento de productividad de las explotaciones actuales, desplazamiento o no de la poblacin, etc. Para algunas de las materias sealadas, los elementos de comparacin difcilmente pueden expresarse en trminos monetarios. Para muchos otros aspectos, el anlisis econmico ha creado un conjunto de tcnicas que suponen asignar valores "tericos" a la mayor parte de aquellos, de manera de permitir la agregacin de los elementos involucrados en un proyecto y arribar as a un resultado sinttico expresado por un grupo de valores monetarios comparables. Este procedimiento de evaluacin implica postular que los criterios utilizados por los tcnicos responsables reflejan la valoracin que - respecto de dichas cuestiones - tendran los niveles de decisin final. Si el proyecto involucra un numero limitado de factores sobre los cuales existen abundantes antecedentes y pautas firmemente establecidas, es aceptable suponer que aquel postulado ser relativamente satisfecho. Pero aun as debe tenerse presente que este tipo de anlisis no elimina la necesidad de evaluar diferentes dimensiones (econmicas, sociales, geogrficas, ambientales y polticas) sino que hace de esta evaluacin una etapa del estudio, entregando un resultado sinttico en el que la mayora de las variables significativas se han reducido a trminos monetarios. Esta fase del Estudio de la CIRB, encarada como un inventario de recursos naturales e identificacin de aprovechamientos, esta lejos de reunir las condiciones necesarias para que la misma pueda culminar con una tabla de evaluadores sintticos que comparecen "vis a vis" los rendimientos monetarios de diferentes alternativas y proyectos. Los aprovechamientos, considerados a nivel de identificacin, entregan informacin con un sensible margen de dispersin. Has importante que ello resulta todava el hecho de que alternativas y proyectos involucrados inciden en importantes aspectos de la realidad regional sobre los que no existen criterios definidos de prioridad y valuacin. Por todo lo anterior pareci mas conveniente abordar un ejercicio de evaluacin que, dentro de la simplificacin que el nivel de anlisis permite, sustituye una presentacin "sinttica" por una presentacin "amplia" donde se puede observar en forma desagregada el impacto que las alternativas y proyectos tienen sobre los aspectos econmicos y sociales en la regin. De esta manera, adems de adecuarse a los alcances de esta fase, se responde a un objetivo de importancia poltica: asignar a los sectores sociales y autoridades involucradas, una amplia capacidad de iniciativa en la interpretacin de cuales son los aspectos de la realidad regional sobre los que se desea incidir, y cuales son los aprovechamientos productivos que mas se ajustan a esos aspectos. Es claro entonces, que esta tarea se ver ampliamente facilitada al contar con parmetros de evaluacin suficientemente desagregados como para poder reconocer los principales efectos que el aprovechamiento de los recursos naturales puede tener en los mbitos geogrfico, econmico, social, tecnolgico, etc. Dems est decir que este tipo de esquemas de evaluacin amplia o abierta no debe considerarse exclusivamente como sustituto de las estimaciones de costo-beneficio, en los casos arriba mencionados. Solo se trata de una aproximacin utilizada debido a la imposibilidad material de proceder a un estudio ms detallado, que no se propone como alternativa al anlisis de costo-beneficio. Para lograr el objetivo del ejercicio antes mencionado se han considerado una serie de parmetros de evaluacin agrupados en: Recursos Naturales, Desarrollo de Infraestructura Publica, Impacto Econmico, Impacto Tecnolgico, Impacto Social, Impacto Espacial, Formas de Organizacin Productiva, Costos Pblicos, Costos Privados y Costos Sociales. Es importante sealar que dichos parmetros no agotan la capacidad de anlisis que podra conseguir se aun con las restricciones propias de esta primera fase del Estudio, sino que los mismos se adecan a la informacin disponible y procesada durante el perodo. En particular, obvio es destacar la importancia que debe asignarse a aquellos que evalan el impacto de los efectos ambientales en el proceso de desarrollo de una cuenca hidrogrfica y que no fue posible incluir en el presente anlisis por razones de oportunidad (*). (*) A la fecha de presentacin de este informe esta por terminarse el Estudio sobre Medio Ambiente en el Desarrollo de la Cuenca del Ro Bermejo, cuyo objetivo es desarrollar una metodologa para incorporar los efectos ambientales en la evaluacin de proyectos de desarrollo a nivel de prefactibilidad. A continuacin se describen en forma sucinta el objeto y criterio de medicin considerados en los diferentes parmetros de evaluacin de alternativas y proyectos. 13.1.1 Recursos naturales Para considerar el impacto de alternativas y proyectos sobre los recursos naturales regionales, se han utilizado ocho parmetros, a saber: Ocupacin de la superficie. (1) Compara la dimensin geogrfica del proyecto o alternativa con la superficie de la zona o de la CIRB. Se obtiene as una visin de la capacidad de "ocupacin" territorial del aprovechamiento; cuanto mayor sea esta, mayor valoracin se adjudica dentro del parmetro. Ocupacin de la superficie apta.(2) La misma superficie del proyecto o alternativa se relaciona ahora con la de los suelos aptos, disponibles zonal o regionalmente. Aqu cuanto mayor sea la superficie de suelos aptos que "consume" el proyecto o alternativa, ms baja es la ponderacin. Este es un indicador de "riesgo" pues se supone como conveniente abordar alternativas y proyectos que no impliquen un compromiso total del suelo en una nica direccin productiva. Incremento en el uso actual.(3) Este indicador compara el impacto del aprovechamiento en relacin a los actuales niveles de utilizacin del recurso; cuanto ms alto es el cociente entre la actividad productiva propuesta y la actividad actual, mayor ser la ponderacin que merezca el aprovechamiento. Uso del agua.(4) Mide el consumo del proyecto en relacin a la disponibilidad. Se considera aqu bsicamente el consumo para riego, ya que no se prev competencia con otros usos; cuanto mayor es este consumo ms alta es la ponderacin del proyecto o alternativa. Incremento en la explotacin forestal.(5) Considera positivamente los aumentos previstos en la extraccin anual de maderas, en comparacin con los actuales niveles. Explotacin del recurso. Entre los parmetros 6 y 7 se expresa el carcter extractivo o conservativo de suelos y vegetacin implcito en alternativas y proyectos. Cuanto ms extractivo resulte el aprovechamiento (por ej. desmonte forestal) peor calificacin tendr en el parmetro respectivo. Al no disponerse de criterios respecto de la eficiencia en el uso del agua por parte de los futuros proyectos de riego, no se ha incluido un parmetro similar para este recurso. Rendimiento econmico.(8) Este parmetro registra el rendimiento econmico por unidad de superficie y lo compara con el valor de la produccin - a diciembre de 1974 - de la hectrea agrcola en el mbito de la CIRB; cuanto ms alto resulte el cociente mayor ser la ponderacin adjudicada a la alternativa o proyecto. 13.1.2 Desarrollo de infraestructura pblica Se estiman aqu los requerimientos de infraestructura publica de proyectos y alternativas en cuatro mbitos: obras de aprovechamiento hdrico (9, 10, y 11), comunicaciones (12, 13 y 14), infraestructura productiva (15, 16 y 17), e infraestructura social (18, 19 y 20). En cada uno de estos mbitos se aprecian tres parmetros; dos de ellos se refieren al volumen de los requerimientos y el perodo de maduracin del proyecto. Cuanto mayores sean los requerimientos y cuanto ms largo sea el plazo de ejecucin de los mismos, menor ser el valor que dichos parmetros adjudiquen al aprovechamiento. Inversamente el parmetro restante considera el mbito de influencia de la obra de infraestructura, asignando valores descendientes segn que las obras tengan implicancia regional, zonal o local. El criterio de "castigar" las obras de infraestructura responde exclusivamente al hecho de no disponer de estimaciones coherentes sobre sus costos. En caso contrario este grupo de evaluadores debera ponderar positivamente estas obras - dadas las amplias carencias regionales - y en consecuencia su costo aparecera reflejado en las evaluaciones 8 a 10. Dado que esta aproximacin no ha sido posible, se ha tratado de reconocer el carcter "beneficioso" de las obras de infraestructura adjudicando una ponderacin positiva al radio de influencia de las mismas (parmetros 10, 13, 16 y 19). 13.1.3 Impacto econmico Los parmetros 21 y 22 tienen relacin con la tasa de crecimiento anual acumulativa de la produccin agropecuaria zonal o regional, tomando como base la produccin rural de 1974. Se diferencian as las alternativas y proyectos que comienzan a producir a mediano plazo (1985) de aquellos que lo hacen a largo plazo (ao 2000). El parmetro 23 destaca los efectos encadenadores y multiplicadores que pueden asignarse a la ejecucin de la alternativa o proyecto. Los primeros tienen que ver con el crecimiento del ingreso que implica la puesta en marcha de los aprovechamientos productivos y estn directamente relacionados a la generacin de valor agregado y a su forma de distribucin y gasto, pues el incremento en el ingreso regional ser tanto mayor cuanto ms grande sea la parte del gasto que se realice dentro de la regin. Por su parte, los encadenamientos se refieren a la capacidad de generar el crecimiento de actividades vertical u horizontalmente relacionadas con el proyecto o alternativa. Por ejemplo, el desarrollo agrcola y hortcola bajo riego supone el crecimiento de una amplia red de industrias y servicios que abastecen al sistema y procesan su produccin. Por ultimo, el grupo de parmetros listados bajo el numero 24 considera la accesibilidad a los merca dos regionales (R) nacionales (N) o internacionales (I) en relacin con la orientacin productiva de proyectos o alternativas. 13.1.4 Impacto tecnolgico Con la limitada informacin disponible se ha buscado evaluar aqu los aspectos tecnolgicos que diferencian los aprovechamientos existentes. El primer parmetro (25) se usa para calificar positivamente la tecnologa con mano de obra intensiva. Debe recordarse que dicha calificacin se adjudica a los aprovechamientos que comparativamente gastan menos capital por hombre empleado. Los otros dos parmetros (26 y 27) estiman respectivamente el grado de disponibilidad y la difusin local de las tecnologas propuestas por los proyectos. En ambos casos, cuanto mayor sea la difusin en el mbito local, tanto mas positivo se considera el aprovechamiento respectivo. 13.1.5 Impacto social Por una parte, (parmetro 28) se estima aqu la participacin prevista de productores rurales como porcentaje de los actualmente existentes a nivel zonal o regional, diferenciando pequeos (P), medianos (M) y grandes (G) productores y la suma de todos ellos (T) Estas y otras caractersticas cualitativas de los proyectos y alternativas permiten a su vez distinguir las posibles mejoras de las condiciones actuales en relacin con la distribucin y tenencia de la tierra. Dichos aspectos son evaluados mediante el parmetro 29. Finalmente el parmetro 30 indica cuantitativamente la capacidad de empleo de los proyectos o alternativas consideradas. Resulta previsible que un mayor grado de detalle en el estudio de proyectos ampliar sustancialmente el valor de los impactos sociales de las alternativas de desarrollo, considerando aspectos tales como ingresos y capacitacin. 13.1.6 Impacto espacial Este grupo de evaluadores trata de graficar la capacidad de alternativas y proyectos para redistribuir la poblacin (31) la infraestructura (32) y la actividad econmica regional (33). Como criterio se ha comparado la dimensin de los proyectos y su localizacin, con los actuales niveles de distribucin espacial, econmico y social. En el caso de evaluacin de alternativas este grupo se extiende para permitir la identificacin de las zonas sobre las que se concentran las diferentes alternativas de desarrollo. 13.1.7 Formas de organizacin productiva Se introduce aqu un grupo de parmetros generalmente poco considerados en la evaluacin de los programas de desarrollo, pero de singular trascendencia en relacin con la capacidad efectiva para promover un crecimiento regionalmente controlado y que beneficie a la poblacin local. En primer lugar (parmetro 34) se abordan las formas de promocin del proyecto o alternativa, dando nfasis a aquellos casos en que la participacin de la poblacin, del ahorro y de las autoridades locales resulten preponderantes, pues ello supone comprometer a los recursos humanos y econmicos propios de la regin, 'entregando iniciativa y capacidad de control a los propios interesados. En el parmetro siguiente (35) se consideran las formas de organizacin empresaria, referidas al modo en que se establece el reparto del excedente econmico derivado del proceso de produccin previsto. Ello depende en gran parte del sistema de tenencia y divisin de la tierra - si se trata de un proyecto agropecuario - aunque tambin inciden las condiciones de comercializacin de la produccin rural. Diversas pueden ser las formas de organizacin del proceso productivo que garanticen un mejor reparto del ingreso que el actual, con consecuencias respecto de la salud y la educacin. Las formas cooperativas de produccin agropecuaria estn muy difundidas en la regin. Igualmente, la existencia de abundante tierra fiscal y las modalidades propuestas por el Plan de Colonizacin del Chaco son antecedentes valiosos para encarar proyectos en tal sentido. En el sector secundario, la actual Ley de Promocin Industrial establece criterios de vinculacin estatal-privada para la puesta en marcha de proyectos y su correspondiente integracin de capital, que supone una modalidad muy conveniente para la Regin. La valoracin del proyecto habr de aumentar si existen formas de asociacin entre productores que puedan convertirse en propietarios del proceso de transformacin de la materia prima bsica que ellos mismos obtienen. El ejemplo de las cooperativas lecheras de la cuenca central de Santa Fe es el mejor como experiencia acumulada. En forma concordante con el prrafo anterior, el ltimo evaluador del grupo (36) estima la capacidad local de control de la etapa de comercializacin. En la medida que la orientacin productiva de la alternativa o proyecto haga suponer una ms efectiva ingerencia local en la comercializacin de la produccin, parece razonable adjudicarle una valoracin positiva, dada la importancia que adquiere dicha actividad, tanto en los niveles de ingreso de los productores, como en las formas de organizacin y promocin de la produccin. 13.1.8 Costos pblicos Es este el primer grupo del conjunto de evaluadores que estiman los costos de alternativas y proyectos. Considera en escala cuantitativa, la inversin publica por hectrea (1), por persona ocupada (2) y como porcentaje de la inversin privada (3). Claro est, que aqu se invierte el significado de la valoracin, pues cuanto mayores sean estos indicadores ms costoso resultar el proyecto considerado. A continuacin (parmetro 4) se estima, en trminos cualitativos, la menor o mayor facilidad de autofinanciamiento de la inversin publica. Por ultimo y en forma similar a lo que se hace en el caso de la inversin privada se considera la posibilidad de realizar la inversin por etapas (5). 13.1.9 Costos privados Los parmetros utilizados en este caso han sido, en primer lugar, la inversin por productor en trminos cuantitativos (6). Seguidamente la mayor o menor necesidad de financiacin requerida (7), la que se relaciona con el monto de la inversin y con las condiciones de capitalizacin de los productores asociados a los proyectos o alternativas. Finalmente (8) la progresin entre inversin y produccin en forma similar a la que se realiza en el caso de la inversin publica. 13.1.10 Costos sociales Junto con los costos que representan erogacin financiera es posible reconocer otros relacionados con la resistencia del medio social frente a alteraciones en la estructura existente. Se han considerado aqu tres parmetros: desplazamiento de poblacin (9), incremento en la diferenciacin social (10) y cambios en tcnicas productivas y pautas socio- culturales (11). En todos los casos se parte de suponer que cualquier alteracin propia de los proyectos o alternativas soportar fricciones proporcionales a su extensin y al rea de incidencia. 13.1.11 Criterios de medicin Una vez definidos los parmetros de evaluacin, el paso siguiente consisti en estimar los valores correspondientes para cada alternativa y proyecto identificado. Para este fin se adoptaron varias convenciones en cuanto a patrones de medida para diferentes evaluadores. En el caso de los grupos de evaluadores 1 a 7 que estiman los beneficios potenciales se prefiri ubicar tres tramos de valores, simplemente denominados: altos, medios y bajos, dado que la calidad de las cifras disponibles resta validez a expresiones cuantitativamente ms precisas. En estos casos los patrones de medida surgen de comparar la alternativa o proyecto con la situacin actual o regional. Los criterios de corte - es decir cundo se considera "alto", "medio" o "bajo" - resultan de una definicin que es arbitraria en trminos absolutos pero permite comparar y ordenar alternativas y proyectos dentro del mbito regional. En algunos casos - por ejemplo accesibilidad al mercado, efectos multiplicadores y otros - los patrones de medida manejados han sido fundamentalmente cualitativos, aunque una informacin ms detallada podra incorporar criterios cuantitativos a la medicin de estos parmetros. Para los grupos de evaluadores 8 y 9, referentes a costos privados y pblicos, se ha tratado de mantener la dimensin cardinal de los patrones de medida, aunque los valores monetarios deben ser considerados como meras aproximaciones con diferente nivel de cobertura tal como se indic en los proyectos respectivos (ver captulo XII). Al ordenar entonces la informacin disponible por alternativas y proyectos, en relacin a los parmetros hasta aqu descriptos, se obtiene una jerarqua de valores que se presta adecuadamente a una interpretacin grfica, la que se aprecia en las figuras XIII-1 a XIII-8. Ubicado cada parmetro en forma vertical y asignndole una escala descendente de arriba abajo se marca para cada alternativa o proyecto una posicin determinada. La unin de las sucesivas posiciones que ocupa en sentido horizontal una alternativa o proyecto, define una "Curva de Evaluacin". Dados los criterios de graficacin antes mencionados, cuanto ms elevada sea dicha curva en los siete primeros grupos de evaluadores, ms "favorable" resulta el aprovechamiento considerado. En el caso de los grupos de evaluacin 8, 9 y 10, que analizan los costos del proyecto, la interpretacin de la "Curva de Evaluacin" se invierte; cuanto ms deprimida se ubique, menos "costoso'' resultar el proyecto. Lo que se propone aqu es una abrupta simplificacin, adecuada a la disponibilidad de informacin de esta primera fase del Estudio. Pero debe observarse que la misma puede ser fcilmente refinada, incorporando nuevos parmetros de evaluacin y obteniendo mayor precisin cuantitativa y riqueza cualitativa en la medicin de cada parmetro (de evaluacin). Debe recordarse que los parmetros implican por lo general diferentes mbitos y diferentes unidades de medida (superficie, agua consumida, poblacin involucrada, valor de la produccin, etc). Por ello no son comparables entre s y debe ser el destinatario de este Estudio el que determine a su vez la jerarqua ordinal o cardinal que se asigna para dicha comparacin, pues a el le cabe decidir si importa ms ocupar superficie en tal o cual zona o aumentar el empleo o dar prioridad al aumento de la produccin, etc. La lectura de las curvas de evaluacin permite dos interpretaciones. Horizontalmente se puede ver el desempeo de una alternativa o proyecto a largo de los diferentes parmetros por los que atraviese. De otra manera, si el inters est en reconocer como se comportan alternativas y proyectos frente a determinado parmetro o grupo de parmetros, la lectura vertical indicar la ubicacin relativa de los aprovechamientos graficados en relacin al indicador en cuestin. 13.2 Perspectiva regional global 13.2.1 Uso y rendimiento de los recursos naturales 13.2.2 Desarrollo de la infraestructura pblica 13.2.3 Impacto econmico 13.2.4 Tecnologa 13.2.5 Impacto social 13.2.6 Formas de organizacin productiva 13.2.7 Costos privados y pblicos 13.2.8 Alternativa de promocin de la agroindustria En la figura XIII-1 se han volcado, de acuerdo con los criterios anteriormente descriptos, las curvas de evaluacin correspondientes a las alternativas de desarrollo de los recursos naturales identificadas para la CIRB. Ellas son: - Alternativas de ocupacin agropecuaria bajo riego. - Alternativa de intensificacin de la produccin agropecuaria bajo riego. - Alternativa intensiva de explotacin agropecuaria de secano. - Alternativa semiintensiva de explotacin agropecuaria de secano y forestal; bajos efectos espaciales. - Alternativa semiintensiva de explotacin agropecuaria de secano y forestal; altos efectos espaciales. - Alternativa extensiva de explotacin agropecuaria de secano y forestal; bajos efectos espacia les. - Alternativa extensiva de explotacin agropecuaria de secano y forestal; altos efectos espacia les. Como se recordar del captulo anterior, en el caso de aprovechamientos hdricos para riego el conjunto de los proyectos identificados consume prcticamente la totalidad del recurso disponible. Por lo tanto se han sumado los proyectos respectivos para obtener las curvas de evaluacin de alternativas de riego. Debe recordarse as mismo que las estimaciones de costos pblicos solo hacen referencia aqu a las obras principales de embalse y derivacin. Figura XIII-1 - CURVAS DE EVALUACION DE ALTERNATIVAS DE DESARROLLO REGIONAL Evaluacin 1 - Recursos naturales - A - Ocupacin 1 - Ocupacin de la superficie total 2 - Ocupacin de la superficie apta 3 - Incremento en el uso actual 4 - Incremento en el uso del agua 5 - Incremento en la explotacin forestal Evaluacin 1 - Recursos naturales - B - Rendimiento 6 - Suelos 7 - Vegetacin 8 - Rendimiento econmico Evaluacin 2 - Desarrollo de infraestructura publica 9-12-15-16 - Requerimientos de infraestructura 10-13-16-19 - Radio de influencia 11-14-17-20 - Perodo de maduracin Evaluacin 3 - Impacto econmico 21 - Incremento en el valor de la produccin a mediano plazo 22 - Incremento del valor de la produccin a largo plazo 23 - Efectos multiplicadores y encadenadores 24 - Accesibilidad a mercado: R) Regional; N) Nacional; I) Internacional Evaluacin 4 - Impacto tecnolgico 25 - Intensidad de uso de capital y trabajo 26 - Disponibilidad de la tecnologa 27 - Difusin actual de la tecnologa Evaluacin 5 - Impacto social 28 - Participacin de productores; P) Pequeos; M) Medianos; G) Grandes; T) Total 29- Mejoras en las condiciones de la distribucin y tenencia la tierra 30 - Incremento en el empleo Evaluacin 6 - Impacto espacial -31 - Redistribucin de la poblacin regional por zonas Evaluacin 6 - Impacto espacial - 32 - Redistribucin de la infraestructura regional por zonas Evaluacin 6 - Impacto espacial - 33 - Redistribucin del valor de la produccin regional por zonas Evaluacin 7 - Formas de organizacin productiva 34 - Formas de promocin del proyecto 35 - Formas de organizacin empresario 36 - capacidad local de control de comercializacin Evaluacin 8 - Costos pblicos 1 - Inversin pblica por ha 2 - Inversin publica por persona ocupada 3 - Inversin pblico como porcentaje de la inversin total 4 - Posibilidad de desarrollo en etapas 5 - Posibilidad de recuperacin da la inversin publica Evaluacin 9 - Costos privados 6 - Inversin por ha 7 - Necesidades de financiacin 8 - Posibilidad de desarrollo en etapas Evaluacin 10 - Costos sociales 9 - Desplazamientos de poblacin 10 - Incremento en diferenciacin social 11 - Cambios en pautas tcnicas, sociales y culturales Figura XIII-2 - CURVAS DE EVALUACION: ALTERNATIVA DE PROMOCION DE LA AGROINDUSTRIA Evaluacin 1 - Recursos naturales
1 - Ocupacin de la superficie total 2 - Ocupacin de la superficie apta 3 - Incremento en el uso actual 4 - Incremento en el uso del agua 5 - Incremento en la explotacin forestal Evolucin 2 - Desarrollo de infraestructura publica 6-9-12-15 - Requerimientos de infraestructura 7-10-13-16 - Radio de influencia 8-11-14-17 - Perodo de maduracin Evaluacin 3 - Impacto econmico y social
18 - Incremento en el valor de la produccin zonal a mediano plazo 19 - Efectos multiplicadores y o encadenadores 20 - Accesibilidad a mercado: R) Regional; N) Nacional; I) Internacional 21 - Majara en la distribucin del Ingreso 22 - Incremento en empleo zonal Evaluacin 4 - Impacto tecnolgico
23 - Intensidad de uso de capital y trabajo 24 - Disponibilidad de la tecnologa 25 - Difusin actual de la tecnologa Evaluacin 5 - Impacto social
26 - Redistribucin de la poblacin regional 27 - Redistribucin de la infraestructura regional 20 - Redistribucin del valor de la produccin regional Evaluacin 6 - Formas de organizacin productiva
29 - Formas de promocin del proyecto 30 - Formas de organizacin empresaria 31 - Capacidad local de control de comercializacin Evaluacin 7 - Costos pblicos y privados
32 - Inversin privado total 33 - Necesidades de financiacin 34 - Requerimientos de inversin publica 35 - Posibilidades de recuperacin de la inversin pblica Evaluacin 6 - Costos sociales
36 - Desplazamiento de poblacin 37 - Incremento en diferenciacin social 38 - Cambios de pautas tcnicos, sociales y culturales LEYENDA A Alto B Bajo CI Capital intensivo CP Corto plazo I Internacional L Local LP Largo plazo M Medio MP Mediano plazo Na Nacional Ne Neutro R Regional TI Trabajo intensivo Z Zonal Figura XIII-3a - CURVAS DE EVALUACION: ZONA I Evaluacin 1 - Recursos naturales - A - Ocupacin
1 - Ocupacin de la superficie total 2 - Ocupacin de la superficie apta 3 - Incremento en el uso actual 4 - Incremento en el uso del agua 5 - Incremento en la explotacin forestal Evaluacin 1 - Recursos naturales - B - Rendimiento
6 - Suelos 7 - Vegetacin 8 - Rendimiento econmico Evaluacin 2 - Desarrollo de infraestructura publica 9-12-15-18 - Requerimientos de infraestructura 10-13-16-19 - Radio de influencia 11-14-17-20 - Perodo de maduracin Evaluacin 3 - Impacto econmico
21 - Incremento en el valor de la produccin a mediano plazo 22 - Incremento del valor de la produccin a largo plazo 23 - Efectos multiplicadores y encadenadores 24 - Accesibilidad a mercado: R) Regional; N) Nacional; I) Internacional Evaluacin 4 - Impacto tecnolgico
25 - Intensidad de uso de capital y trabajo 26 - Disponibilidad de la tecnologa 27 - Difusin actual de la tecnologa Evaluacin 5 - Impacto social
28 - Participacin de productores; P) pequeos; M) medianos; G) grandes; T) total 29 - Mejoras en las condiciones de la distribucin y tenencia la tierra 30 - Incremento en el empleo Evaluacin 6 - Impacto espacial
31 - Redistribucin de la poblacin 32 - Redistribucin de la infraestructura 33 - Redistribucin del valor de la produccin Evaluacin 7 - Formas de organizacin productiva
34 - Formas de promocin del proyecto 35 - Formas de organizacin empresaria 36 - Capacidad local de control de comercializacin Figura XIII-3b - CURVAS DE EVALUACION: ZONA II Evaluacin 8 - Costos pblicos 1 - Inversin pblica por ha 2 - Inversin publica por persona ocupada 3 - Inversin pblico como porcentaje de la inversin total 4 - Posibilidad de recuperacin da la inversin publica 5 - Posibilidad de desarrollo en etapas Evaluacin 9 - Costos privados 6 - Inversin por ha 7 - Necesidades de financiacin 8 - Posibilidad de desarrollo en etapas Evaluacin 10 - Costos sociales 9 - Desplazamientos de poblacin 10 - Incremento en diferenciacin social 11 - Cambios en pautas tcnicas, sociales y culturales LEYENDA A Alto AE Altamente extractivo B Bajo C Conservativo CI Capital intensiva CP Corto plazo I Internacional Iv Inversin L Local LP Largo plazo M Medio ME Medianamente extractivo MP Mediano plazo Na Nacional Ne Neutra P Produccin R Regional TI Trabajo intensiva Z Zonal Figura XIII-4 - CURVAS DE EVALUACION: ZONA II Evaluacin 1 - Recursos naturales - A - Ocupacin
1 - Ocupacin de la superficie total 2 - Ocupacin de la superficie apta 3 - Incremento en el uso actual 4 - Incremento en el uso del agua 5 - Incremento en la explotacin forestal Evaluacin 1 - Recursos naturales - B - Rendimiento
6 - Suelos 7 - Vegetacin 8 - Rendimiento econmico Evaluacin 2 - Desarrollo de infraestructura publica 9-12-15-18 - Requerimientos de infraestructura 10-13-16-19 - Radio de influencia 11-14-17-20 - Perodo de maduracin Evaluacin 3 - Impacto econmico
21 - Incremento en el valor de la produccin a mediano plazo 22 - Incremento del valor de la produccin a largo plazo 23 - Efectos multiplicadores y encadenadores 24 - Accesibilidad a mercado: R) Regional; N) Nacional; I) Internacional Evaluacin 4 - Impacto tecnolgico
25 - Intensidad de uso de capital y trabajo 26 - Disponibilidad de la tecnologa 27 - Difusin actual de la tecnologa Evaluacin 5 - Impacto social
28 - Participacin de productores; P) pequeos; M) medianos; G) grandes; T) total 29 - Mejoras en las condiciones de la distribucin y tenencia la tierra 30 - Incremento en el empleo Evaluacin 6 - Impacto espacial
31 - Redistribucin de la poblacin 32 - Redistribucin de la infraestructura 33 - Redistribucin del valor de la produccin Evaluacin 7 - Formas de organizacin productiva
34 - Formas de promocin del proyecto 35 - Formas de organizacin empresaria 36 - Capacidad local de control de comercializacin Evaluacin 8 - Costos pblicos 1 - Inversin pblica por ha 2 - Inversin publica por persona ocupada 3 - Inversin pblico como porcentaje de la inversin total 4 - Posibilidad de recuperacin da la inversin publica 5 - Posibilidad de desarrollo en etapas Evaluacin 9 - Costos privados
6 - Inversin por ha 7 - Necesidades de financiacin 8 - Posibilidad de desarrollo en etapas Evaluacin 10 - Costos sociales
9 - Desplazamientos de poblacin 10 - Incremento en diferenciacin social 11 - Cambios en pautas tcnicas, sociales y culturales LEYENDA A Alto AE Altamente extractivo B Bajo C Conservativo CI Capital intensiva CP Corto plazo I Internacional Iv Inversin L Local LP Largo plazo M Medio ME Medianamente extractivo MP Mediano plazo Na Nacional Ne Neutra P Produccin R Regional TI Trabajo intensiva Z Zonal Figura XIII-5 - CURVAS DE EVALUACION: ZONA III Evaluacin 1 - Recursos naturales - A - Ocupacin
1 - Ocupacin de la superficie total 2 - Ocupacin de la superficie apta 3 - Incremento en el uso actual 4 - Incremento en el uso del agua 5 - Incremento en la explotacin forestal Evaluacin 1 - Recursos naturales - B - Rendimiento
6 - Suelos 7 - Vegetacin 8 - Rendimiento econmico Evaluacin 2 - Desarrollo de infraestructura publica 9-12-15-18 - Requerimientos de infraestructura 10-13-16-19 - Radio de influencia 11-14-17-20 - Perodo de maduracin Evaluacin 3 - Impacto econmico
21 - Incremento en el valor de la produccin a mediano plazo 22 - Incremento del valor de la produccin a largo plazo 23 - Efectos multiplicadores y encadenadores 24 - Accesibilidad a mercado: R) Regional; N) Nacional; I) Internacional Evaluacin 4 - Impacto tecnolgico
25 - Intensidad de uso de capital y trabajo 26 - Disponibilidad de la tecnologa 27 - Difusin actual de la tecnologa Evaluacin 5 - Impacto social
28 - Participacin de productores; P) pequeos; M) medianos; G) grandes; T) total 29 - Mejoras en las condiciones de la distribucin y tenencia la tierra 30 - Incremento en el empleo Evaluacin 6 - Impacto espacial
31 - Redistribucin de la poblacin 32 - Redistribucin de la infraestructura 33 - Redistribucin del valor de la produccin Evaluacin 7 - Formas de organizacin productiva
34 - Formas de promocin del proyecto 35 - Formas de organizacin empresaria 36 - Capacidad local de control de comercializacin Evaluacin 8 - Costos pblicos 1 - Inversin pblica por ha 2 - Inversin publica por persona ocupada 3 - Inversin pblico como porcentaje de la inversin total 4 - Posibilidad de recuperacin da la inversin publica 5 - Posibilidad de desarrollo en etapas Evaluacin 9 - Costos privados 6 - Inversin por ha 7 - Necesidades de financiacin 8 - Posibilidad de desarrollo en etapas Evaluacin 10 - Costos sociales 9 - Desplazamientos de poblacin 10 - Incremento en diferenciacin social 11 - Cambios en pautas tcnicas, sociales y culturales LEYENDA A Alto AE Altamente extractivo B Bajo C Conservativo CI Capital intensiva CP Corto plazo I Internacional Iv Inversin L Local LP Largo plazo M Medio ME Medianamente extractivo MP Mediano plazo Na Nacional Ne Neutra P Produccin R Regional TI Trabajo intensiva Z Zonal Figura XIII-6 - CURVAS DE EVALUACION: ZONA IV Evaluacin 1 - Recursos naturales - A - Ocupacin
1 - Ocupacin de la superficie total 2 - Ocupacin de la superficie apta 3 - Incremento en el uso actual 4 - Incremento en el uso del agua 5 - Incremento en la explotacin forestal Evaluacin 1 - Recursos naturales - B - Rendimiento
6 - Suelos 7 - Vegetacin 8 - Rendimiento econmico Evaluacin 2 - Desarrollo de infraestructura publica 9-12-15-18 - Requerimientos de infraestructura 10-13-16-19 - Radio de influencia 11-14-17-20 - Perodo de maduracin Evaluacin 3 - Impacto econmico
21 - Incremento en el valor de la produccin a mediano plazo 22 - Incremento del valor de la produccin a largo plazo 23 - Efectos multiplicadores y encadenadores 24 - Accesibilidad a mercado: R) Regional; N) Nacional; I) Internacional Evaluacin 4 - Impacto tecnolgico
25 - Intensidad de uso de capital y trabajo 26 - Disponibilidad de la tecnologa 27 - Difusin actual de la tecnologa Evaluacin 5 - Impacto social
28 - Participacin de productores; P) pequeos; M) medianos; G) grandes; T) total 29 - Mejoras en las condiciones de la distribucin y tenencia la tierra 30 - Incremento en el empleo Evaluacin 6 - Impacto espacial
31 - Redistribucin de la poblacin 32 - Redistribucin de la infraestructura 33 - Redistribucin del valor de la produccin Evaluacin 7 - Formas de organizacin productiva
34 - Formas de promocin del proyecto 35 - Formas de organizacin empresaria 36 - Capacidad local de control de comercializacin Evaluacin 8 - Costos pblicos 1 - Inversin pblica por ha 2 - Inversin publica por persona ocupada 3 - Inversin pblico como porcentaje de la inversin total 4 - Posibilidad de recuperacin da la inversin publica 5 - Posibilidad de desarrollo en etapas Evaluacin 9 - Costos privados 6 - Inversin por ha 7 - Necesidades de financiacin 8 - Posibilidad de desarrollo en etapas Evaluacin 10 - Costos sociales 9 - Desplazamientos de poblacin 10 - Incremento en diferenciacin social 11 - Cambios en pautas tcnicas, sociales y culturales LEYENDA A Alto AE Altamente extractivo B Bajo C Conservativo CI Capital intensiva CP Corto plazo I Internacional Iv Inversin L Local LP Largo plazo M Medio ME Medianamente extractivo MP Mediano plazo Na Nacional Ne Neutra P Produccin R Regional TI Trabajo intensiva Z Zonal Figura XIII-7 - CURVAS DE EVALUACION: ZONA V Evaluacin 1 - Recursos naturales - A - Ocupacin
1 - Ocupacin de la superficie total 2 - Ocupacin de la superficie apta 3 - Incremento en el uso actual 4 - Incremento en el uso del agua 5 - Incremento en la explotacin forestal Evaluacin 1 - Recursos naturales - B - Rendimiento
6 - Suelos 7 - Vegetacin 8 - Rendimiento econmico Evaluacin 2 - Desarrollo de infraestructura publica 9-12-15-18 - Requerimientos de infraestructura 10-13-16-19 - Radio de influencia 11-14-17-20 - Perodo de maduracin Evaluacin 3 - Impacto econmico
21 - Incremento en el valor de la produccin a mediano plazo 22 - Incremento del valor de la produccin a largo plazo 23 - Efectos multiplicadores y encadenadores 24 - Accesibilidad a mercado: R) Regional; N) Nacional; I) Internacional Evaluacin 4 - Impacto tecnolgico
25 - Intensidad de uso de capital y trabajo 26 - Disponibilidad de la tecnologa 27 - Difusin actual de la tecnologa Evaluacin 5 - Impacto social
28 - Participacin de productores; P) pequeos; M) medianos; G) grandes; T) total 29 - Mejoras en las condiciones de la distribucin y tenencia la tierra 30 - Incremento en el empleo Evaluacin 6 - Impacto espacial
31 - Redistribucin de la poblacin 32 - Redistribucin de la infraestructura 33 - Redistribucin del valor de la produccin Evaluacin 7 - Formas de organizacin productiva
34 - Formas de promocin del proyecto 35 - Formas de organizacin empresaria 36 - Capacidad local de control de comercializacin Evaluacin 8 - Costos pblicos 1 - Inversin pblica por ha 2 - Inversin publica por persona ocupada 3 - Inversin pblico como porcentaje de la inversin total 4 - Posibilidad de recuperacin da la inversin publica 5 - Posibilidad de desarrollo en etapas Evaluacin 9 - Costos privados 6 - Inversin por ha 7 - Necesidades de financiacin 8 - Posibilidad de desarrollo en etapas Evaluacin 10 - Costos sociales 9 - Desplazamientos de poblacin 10 - Incremento en diferenciacin social 11 - Cambios en pautas tcnicas, sociales y culturales LEYENDA A Alto AE Altamente extractivo B Bajo C Conservativo CI Capital intensiva CP Corto plazo I Internacional Iv Inversin L Local LP Largo plazo M Medio ME Medianamente extractivo MP Mediano plazo Na Nacional Ne Neutra P Produccin R Regional TI Trabajo intensiva Z Zonal Figura XIII-8 - CURVAS DE EVALUACION: ZONA VI Evaluacin 1 - Recursos naturales - A - Ocupacin
1 - Ocupacin de la superficie total 2 - Ocupacin de la superficie apta 3 - Incremento en el uso actual 4 - Incremento en el uso del agua 5 - Incremento en la explotacin forestal Evaluacin 1 - Recursos naturales - B - Rendimiento
6 - Suelos 7 - Vegetacin 8 - Rendimiento econmico Evaluacin 2 - Desarrollo de infraestructura publica 9-12-15-18 - Requerimientos de infraestructura 10-13-16-19 - Radio de influencia 11-14-17-20- Perodo de maduracin Evaluacin 3 - Impacto econmico
21 - Incremento en el valor de la produccin a mediano plazo 22 - Incremento del valor de la produccin a largo plazo 23 - Efectos multiplicadores y encadenadores 24 - Accesibilidad a mercado: R) Regional; N) Nacional; I) Internacional Evaluacin 4 - Impacto tecnolgico
25 - Intensidad de uso de capital y trabajo 26 - Disponibilidad de la tecnologa 27 - Difusin actual de la tecnologa Evaluacin 5 - Impacto social
28 - Participacin de productores; P) pequeos; M) medianos; G) grandes; T) total 29 - Mejoras en las condiciones de la distribucin y tenencia la tierra 30 - Incremento en el empleo Evaluacin 6 - Impacto espacial
31 - Redistribucin de la poblacin 32 - Redistribucin de la infraestructura 33 - Redistribucin del valor de la produccin Evaluacin 7 - Formas de organizacin productiva
34 - Formas de promocin del proyecto 35 - Formas de organizacin empresaria 36 - Capacidad local de control de comercializacin Evaluacin 8 - Costos pblicos 1 - Inversin pblica por ha 2 - Inversin publica por persona ocupada 3 - Inversin pblico como porcentaje de la inversin total 4 - Posibilidad de recuperacin da la inversin publica 5 - Posibilidad de desarrollo en etapas Evaluacin 9 - Costos privados 6 - Inversin por ha 7 - Necesidades de financiacin 8 - Posibilidad de desarrollo en etapas Evaluacin 10 - Costos sociales 9 - Desplazamientos de poblacin 10 - Incremento en diferenciacin social 11 - Cambios en pautas tcnicas, sociales y culturales LEYENDA A Alto AE Altamente extractivo B Bajo C Conservativo CI Capital intensiva CP Corto plazo I Internacional Iv Inversin L Local LP Largo plazo M Medio ME Medianamente extractivo MP Mediano plazo Na Nacional Ne Neutra P Produccin R Regional TI Trabajo intensiva Z Zonal Para el resto de las alternativas agropecuarias, los proyectos identificados solo abarcan un porcentaje de los recursos naturales disponibles. En dichos casos se ha tomado como dimensin de la alternativa, la diferencia entre la disponibilidad de los suelos productivamente aptos menos los actualmente en uso. La informacin volcada a nivel de alternativa surge de ponderar las caractersticas medias de los proyectos identificados dentro de cada una de ellas, ajustndolas para adecuarlas a las dimensiones de la misma. Por lo tanto las curvas de evaluacin de alternativas traducen los efectos resultantes de la mxima utilizacin de los recursos naturales, ilustrando sobre las consecuencias de orientar el crecimiento regional en alguna de las direcciones que dichas alternativas proponen. 13.2.1 Uso y rendimiento de los recursos naturales En la figura XIII-1 (Evaluacin 1) se aprecia la evolucin de las diferentes alternativas en relacin a la ocupacin de los recursos naturales. La columna 1 seala que, mientras las alternativas de riego o de secano intensivas, como era de esperar, tienen una limitada capacidad de ocupacin de la superficie regional, la actividad agrcolo-ganadera semiintensiva se ubica en una situacin inversa. Este hecho, que "favorece" a las alternativas extensivas y semiintensivas en el parmetro evaluador 1, se vuelve contra ellas en el parmetro 2, pues la alta capacidad de ocupacin territorial de ambas alternativas supone destinar a ese fin la totalidad de las superficies aptas. Una situacin contrara se encuentra en el caso de las alternativas de riego. Limitadas por la disponibilidad de aguas, solo comprometen una pequea fraccin de los suelos agrcolamente aptos. En menor medida sucede lo mismo con la alternativa intensiva de secano, pues las restricciones climticas impiden que esta alternativa comprometa el total de los suelos agrcolamente aptos. En todos los casos las alternativas suponen altos incrementos respecto del uso actual de los suelos (parmetro 3). El consumo de agua (parmetro 4) solo es significativo para las alternativas de riego. Por su parte el incremento en la actividad forestal, registrado en la columna 5, debe ser interpretado de manera diferente. Mientras que la alternativa semiintensiva agrupa los proyectos de explotacin forestal, lo que supone incrementos significativos sobre los niveles actuales pero con un criterio conservacionista del recurso, las alternativas intensivas de secano y las alternativas de riego implican el desmonte de importantes superficies boscosas por lo que resultan en un incremento de la oferta leosa pero a costas de la desaparicin del recurso. Esta diferencia podr apreciarse claramente en el parmetro evaluador 7. Mediante los parmetros de rendimientos (columnas 6 y 7) encontramos que las alternativas intensivas de secano y los proyectos de riego son medianamente extractivos en lo que hace a la explotacin del suelo y altamente extractivos de las superficies forestales por el desmonte de las mismas. Por su parte las alternativas semiintensivas y extensivas suponen una conservacin del suelo y una actividad medianamente extractiva del recurso forestal. Debe tenerse presente que esto sera as en el supuesto de un manejo adecuado; de otra forma la ganadera a monte resulta en una degradacin tanto de la vegetacin como del suelo. Los rendimientos por unidad de superficie (parmetro 8) se ordenan en una escala descendente, comenzando por la agricultura de riego y terminando por las alternativas extensivas de secano. 13.2.2 Desarrollo de la infraestructura pblica El segundo grupo de parmetros tiene relacin con las necesidades de infraestructura publica, asociadas con las diferentes alternativas de desarrollo de los recursos naturales. Solo las alternativas de riego presentan altos requerimientos de obras de aprovechamiento hdrico con influencia regional y largo plazo de ejecucin. Esta situacin es ms marcada para la alternativa de ocupacin pues supone obras de embalse de envergadura mayor. En el resto de los parmetros de infraestructura, el comportamiento de las alternativas responde a la conjuncin de varios elementos. Cuanto ms concentrados en la Zona Oeste se den los aprovechamientos, mayor ser la demanda de comunicaciones, como se aprecia en la alternativa de ocupacin bajo riego o en la semiintensiva de secano de alto efecto espacial. Por otra parte, cuanto ms intensiva sea la alternativa y en la medida en que se oriente a medianos y pequeos productores, es de suponer un mayor requerimiento de inversiones publicas en infraestructura productiva. Finalmente, cuanto mayor sea la poblacin involucrada y menores sus recursos y cuanto ms hacia el oeste se ubiquen los aprovechamientos, mayores sern los requerimientos de infraestructura social. Tal como se ha sealado en 13.1.2, con este grupo de parmetros evaluadores tanto la necesidad de obras de infraestructura publica como el plazo de su puesta en actividad aparecen como factores restrictivos. Sin embargo, debe tenerse presente, a la luz del diagnstico regional, que las carencias en este sentido son muy amplias en todo el mbito de la CIRB. De all cabra inferir que los requerimientos de inversiones bsicas no pueden ser considerados como una mera erogacin sino que se deben juzgar a la luz de las acuciantes necesidades regionales en materia de vivienda, salud, educacin, etc. Parcialmente, este hecho aparece reflejado en los parmetros 10, 13, 16 y 19 que adjudican mayor ponderacin en relacin al radio de influencia de las obras involucradas, el que se asocia con el numero de personas a la que sirve y con su capacidad de difusin en el entorno geogrfico. 13.2.3 Impacto econmico Considerando el valor de la produccin obtenible anualmente en el ao meta (2000) y la tasa de crecimiento que representa a partir del valor de la produccin rural regional para 1974, se determin el comportamiento de las alternativas de desarrollo en relacin a los parmetros 21 y 22. Los resultados obtenidos se alejan parcialmente de lo esperado. Dado el largo perodo de ejecucin de obras y puesta en produccin, las alternativas de riego slo registran valores sensibles para el largo plazo, y aun en este caso representan un crecimiento moderado en el valor de la produccin regional. Este desempeo es superado por la alternativa intensiva de explotacin agropecuaria en secano e igualado, en el largo plazo, por alternativas semiintensivas, aunque debe recordarse (grupo de evaluacin 1) que esto es a costa de una superficie en explotacin mucho mayor. Por su parte, los efectos encadenadores y multiplicadores se prevn altos para los aprovechamientos agrcolas mientras que decaen en las alternativas extensivas. Las perspectivas de mercado para la produccin rural de la CIRB han sido comentadas en el captulo XII y la ponderacin implcita en la columna 24 se ajusta a las mismas. La demanda regional de carnes se considera elevada, mientras que para el mercado nacional se supone relativamente fluida la capacidad de colocacin de cereales y cultivos industriales (excepto algodn). Igualmente se estima posible la oferta de productos a pases limtrofes y la participacin en el mercado internacional de algunos cultivos industriales (oleaginosas) y ctricos. 13.2.4 Tecnologa Para esta primera fase la informacin disponible sobre tecnologa de alternativas y proyectos resulta sumamente limitada, pues no existen los estudios detallados ni la seleccin de productos, rotaciones, etc., que permitiran definir la tecnologa a aplicar en las explotaciones. Lo mismo sucede con los aspectos relacionados al mejor aprovechamiento de la capacidad de mano de obra local, a las pautas culturales y tecnolgicas de la poblacin rural y a otros aspectos sociales que inciden en la productividad del trabajo, los cuales no han podido ser considerados en forma explcita. Aun dentro de esas limitaciones, en el parmetro 25 se observa que las alternativas de riego implican el mayor cociente inversin/empleo, debido a la baja demanda de mano de obra de las mismas. En el otro extremo se encuentra la agricultura intensiva de secano. El grado de disponibilidad local de las tecnologas requeridas se considera alto, a excepcin de las alternativas de riego para las que se imponen estudios especficos de mayor envergadura. En el mismo sentido estas alternativas presentan el indicador mas bajo en relacin con la difusin actual de las tecnologas en el mbito regional. 13.2.5 Impacto social Si se considera la proporcin de las explotaciones rurales que pueden comprometerse en las diferentes alternativas, divididas en estratos de pequeos, medianos y grandes establecimientos, se ve que solo la agricultura intensiva y el riego con destino preponderantemente agrcola suponen un alto impacto en las oportunidades abiertas a la poblacin rural; esto por supuesto a nivel regional, pues a nivel local muchos proyectos superan ampliamente la oferta local de explotaciones rurales y mano de obra. Estos aspectos aparecen graficados en la columna 28. En el caso del parmetro 29, relacionado con mejoras en las condiciones de distribucin y tenencia de la tierra, solamente se han manejado hiptesis respecto del tamao de los predios, numero de explotaciones involucradas y mano de obra demandada. En base a dichos conceptos aparecen favorecidos los proyectos de agricultura intensiva de secano y en menor medida las alternativas semiintensivas y de riego. Un mayor conocimiento de los aprovechamientos permitira ampliar los elementos de juicio para una mejor ponderacin de estos impactos. 13.2.6 Formas de organizacin productiva Ya se ha mencionado la importancia que se asigna a una afinada apreciacin de los aspectos involucrados en este grupo de evaluadores. En el nivel actual de identificacin se han estimado en primer lugar las formas de promocin del proyecto (columna 34). En este caso, las alternativas de riego aparecen desfavorecidas, por requerir la intervencin de organismos extrarregionales dada la envergadura de las inversiones necesarias. Sin embargo, la predominancia de pequeos y medianos predios, junto a los significativos volmenes de produccin comercializada, dan lugar a una positiva ponderacin de. la agricultura de riego y secano en el caso del evaluador 35, que juzga las formas de organizacin empresarias adjudicando mejor calificacin a formas asociativas o de base propietaria amplia. 13.2.7 Costos privados y pblicos Las cifras que se vuelcan en los grupos de evaluacin correspondiente a costos privados y pblicos son suficientemente explcitas y no merecen mayores comentarios. Debe recordarse que aqu, la interpretacin de las curvas se invierte: cuanto mas elevado sea su trazado, mas costosa resultara la alternativa. Se ha encontrado una gran dispersin en los costos promedio de diferentes proyectos que participan en una misma alternativa. Por ello, las cifras volcadas solo tienen valor indicativo. Debe recordarse asimismo que en el caso de las alternativas de riego, los valores estimados corresponden a las obras mayores de embalse y derivacin. Por lo dems, la inversin publica se refiere exclusivamente a las infraestructuras hdrica y productiva y en todos los casos las cifras se expresan a precios de diciembre de 1974. Resultar de inters refinar los parmetros que abordan problemas de financiacin de alternativas tales como posibilidades de recuperacin de la inversin pblica (4) y requerimientos de financiacin de la inversin privada (8). Aqu, a ms altos valores de los indicadores corresponde mayor esfuerzo de financiacin de las alternativas. Como es de esperar, los mayores valores de inversin por hectrea y por persona ocupada se encuentran en las alternativas de riego. La alternativa agrcola intensiva presenta tambin altos valores de inversin por hectrea, pero menores si se los toma por persona ocupada. En el caso de las alternativas semiintensivas o extensivas, se ha encontrado gran disparidad en los costos de los proyectos involucrados segn que los mismos deban recurrir o no al desmonte, factor que encarece substancialmente los costos de proyectos agrcolo-ganaderos semiintensivos. Los costos sociales resultan mayores en la alternativa de ocupacin bajo riego, por los desplazamientos de poblacin y la introduccin de nuevas tecnologas; pero se incrementan en las alternativas extensivas, en particular las de bajos efectos espaciales (parmetro 11) ya que los destinatarios resultan aqu grandes empresas ganaderas con baja generacin de empleo. 13.2.8 Alternativa de promocin de la agroindustria En la figura XIII-2 se observa la curva de evaluacin correspondiente a la promocin de la actividad agroindustrial en el marco de la CIRB. La misma presenta diferencias con las curvas correspondientes a las alternativas de desarrollo de la actividad primaria, por lo que se ha graficado por separado. Como ya se dijera en captulos anteriores, no existen lmites fsicos al desarrollo de la agroindustria regional, pues la mera hiptesis de un crecimiento que la equiparara a la media nacional de 1970 - en cuanto a empleo o valor agregado a la produccin rural - implica tasas de crecimiento a largo plazo que bordean el 10% anual acumulativo. En este caso es evidente que los lmites reales al desarrollo industrial vienen dados por las posibilidades de captacin de inversiones, regionales o extrarregionales, a radicar en el espacio de la CIRB. Por tal motivo se ha limitado aqu a construir una curva de evaluacin en base a la agregacin de los proyectos de reas industriales proyectadas para Resistencia, Formosa y Roque Senz Pea (ver captulo XII). Algunas de las conclusiones que se obtienen de esa curva resultan de inters si se las compara con las reseadas para las alternativas de aprovechamientos primarios. En primer lugar, y por los motivos citados anteriormente, la industrializacin no plantea demanda adicional de recursos naturales, pues los actuales niveles de produccin rural permiten suponer - para cualquier horizonte previsible de demanda de insumos primarios - que aquella puede ser satisfecha con el actual nivel de utilizacin de dichos recursos. La nica excepcin previsible sera la demanda de agua para el conglomerado industrial de Roque Senz Pena. Las industrias previstas suponen tecnologas que en la mayora de los casos resultan conocidas en el mbito local; el impacto econmico resulta apreciable y la orientacin de los mercados destaca las ventajas de la produccin para el mbito regional. 13.3 Evaluacin espacial de las alternativas 13.3.1 Curvas de evaluacin por zonas de desarrollo Dada la importancia que adquieren los aspectos espaciales relacionados con las diferentes alternativas de desarrollo parece conveniente dedicarles a los mismos un tratamiento ms explcito. En las figuras XIII-1 y XIII-2 se han podido apreciar las curvas de evaluacin de las distintas alternativas en relacin con su impacto sobre la distribucin espacial de la poblacin (31), redistribucin de la infraestructura (32) y redistribucin del valor de la produccin (33). Aunque es posible distinguir comportamientos diferenciados para los tres parmetros, la visin conjunta indica una fuerte asociacin entre los mismos, por lo que los comentarios que se realizan a continuacin se centrarn en los efectos de alternativas y proyectos sobre la distribucin espacial de la poblacin de la CIRB. En el cuadro XIII-1 se compara la posible oferta de empleo a largo plazo resultante del desarrollo de las diferentes alternativas en relacin con el crecimiento de la poblacin econmicamente activa previsto para el ano 2000 (segn las estimaciones demogrficas del captulo VI). Como puede apreciarse, solamente el desarrollo agrcola supone una creacin de fuentes de trabajo capaz de absorber por s solo el crecimiento de la oferta de mano de obra rural. Esta conclusin se refuerza al recordar que en el grupo de evaluacin 1 (uso de los recursos naturales) la alternativa de agricultura intensiva de secano deja abundantes suelos disponibles para otras alternativas (riego, agro ganadera, etc.). Sin embargo, esta alternativa que representa la mayor oferta de empleo, tiene un bajo efecto redistribuidor de la mano de obra, pues se concentra en las Zonas I, II y III y parcialmente en la Zona IV. Mejores perspectivas presentan en este aspecto, el riego y las explotaciones semiintensivas en el oeste de la CIRB, las que para el ao 2000 superan las proyecciones de oferta de poblacin activa en el caso de mnima y suman ms del 50% de las estimaciones de mxima. En relacin con la distribucin espacial de la infraestructura (parmetro 32), la alternativa de ocupacin bajo riego implica un fuerte impacto que beneficia mayormente a las Zonas VI y IV, mientras que la alternativa ligada a la produccin agrcola en secano slo implica, en la Zona IV, una redistribucin de la infraestructura regional. Las alternativas semiintensivas, en su variante de alto efecto espacial, suponen tambin cambios substanciales en la dotacin de infraestructura de las Zonas V y VI. Por su parte la menor densidad econmica de las alternativas extensivas modera los efectos que la misma tiene en relacin con la redistribucin de la infraestructura regional. Salvo algunas diferencias que resultan de la dismil densidad de inversin y produccin por superficie, la redistribucin del valor de la produccin (parmetro 33) aparece estrechamente asociada a la infraestructura. La alternativa de promocin de la agroindustria, concentrada principalmente en la Zona Este, presenta una baja potencialidad de redistribucin de la actividad y la infraestructura regional. La consideracin conjunta del grupo de parmetros de impacto espacial permite apreciar la potencialidad de las diferentes alternativas en la promocin de la redistribucin del equilibrio econmico y social regional. Su confrontacin con el resto de los evaluadores indicar en cada caso el costo y los beneficios asociados con determinadas metas de configuracin espacial regional. En las figuras XIII-3 a XIII-8 se han volcado las curvas de evaluacin de los principales proyectos por zona de desarrollo y a partir de ellas pueden considerarse los efectos espaciales resultantes del conjunto de proyectos identificados en el captulo XII. En primer lugar, y para dicho conjunto, se considera el impacto que los proyectos suponen sobre la oferta de empleo rural, lo que se aprecia en el cuadro XIII-2. Los proyectos identificados tienden a incrementar substancialmente la oferta de empleo a mediano plazo en la Zona Este la que, por ser la de mayor densidad actual, enfrentar a corto plazo las mayores presiones demogrficas. El crecimiento del empleo se concentra aqu en los proyectos de agricultura intensiva de secano y en los de tipo semiintensivo. Al respecto, debe tenerse en cuenta que el proyecto de Colonizacin de la Provincia del Chaco abarca tambin parte de las Zonas II y IV, mientras que en el cuadro aparece listado en la Zona III. Cuadro XIII-1 - Capacidad de empleo potencial por alternativas Alternativas Zonas Capacidad mxima de empleo (miles de personas) Incremento en la poblacin rural econmicamente activa 1985 2000 mnima mxima mnima mxima Intensificacin bajo riego I-II-III 9 7 18 15 43 Semintensiva de secano (bajo efecto espacial) I-II-III 6 Extensiva de secano (bajo efecto espacial) I-II-III 2 Intensiva de secano I-II-III-IV 48 11 25 23 57 Ocupacin bajo riego IV-V-VI 15 16 27 28 57 Semintensiva de secano (alto efecto espacial) IV-V-VI 16 Extensiva de secano (alto efecto espacial) IV-V-VI 9 Totales oferta de poblacin ocupada rural 23,5 46,0 43,7 100,0 Fuente: Elaborado en base a captulos VI, XI y XII. Cuadro XIII-2 - Incremento en el empleo generado por los proyectos identificados Alternativas ZONA Total I II III IV V VI Ocupacin bajo riego 7 500 140 7 400 15 040 Intensificacin bajo riego 400 2 100 (*) 2 500 (*) 400 Intensivas de secano 2 500 2 500 100 5 100 Semintensivas de secano 1 000 5 200 350 6 550 Extensivas de secano 700 600 2 650 500 4 450 Totales 3 600 4 100 5 300 10 150 640 7 750 31 540 - Oferta de poblacin rural econmicamente activa Ao 1985 mnima mxima 1 245 3 848 2 662 6 669 3 554 7 991 3 894 6 831 1 886 4 872 10 344 15 746 23 585 46 007 Ano 2000 mnima mxima 3 040 9 342 6 556 16 350 5 741 17 049 7 381 14 532 7 881 16 004 13 129 26 767 43 728 100 044 (*) Las cifras no se suman en los totales pues estos proyectos son alternativos a los propuestos en las Zonas IV y VI. Cuadro XIII-3 - Proyectos evaluados por zona Zona Proyecto Alternativa I Uso y manejo de esteros y caada Extensin de cultivos industriales Riego en Puerto Velaz (arroz) Explotacin agropecuaria de secano extensiva Explotacin agropecuaria de secano intensiva Intensificacin de la produccin bajo riego II Incremento en la produccin de rodeos de cra Plan rotacional agrcolo-ganadero Diversificacin agrcola en pequeos predios Plan de Colonizacin para la Reconstruccin y la Liberacin Nacional Explotacin agropecuaria de secano extensiva Explotacin agropecuaria de secano semintensiva Explotacin agropecuaria de secano intensiva Explotacin agropecuaria de secano semintensiva III Expansin de la produccin porcina Riego en Tres Isletas y abastecimiento de agua potable e industrial Explotacin agropecuaria de secano intensiva Intensificacin de la produccin agropecuaria bajo riego IV Engorde de novillos en regin semirida Proyecto forestal agrcolo-ganadero en el Departamento de Patino Riego en Zona IV Explotacin agropecuaria de secano extensiva Explotacin agropecuaria de secano extensiva Ocupacin agropecuaria bajo riego V Manejo de ganado a monte Riego en Laguna Yema Explotacin agropecuaria de secano extensiva Ocupacin agropecuaria bajo riego VI Plan rotacional agrcolo-ganadero Riego en Zanja del Tigre Riego en Dorado y Del Valle Explotacin agropecuaria de secano semintensiva Ocupacin agropecuaria bajo riego Ocupacin agropecuaria bajo riego De optarse por los proyectos propios de la alternativa de ocupacin bajo riego, la oferta de empleo en la Zona Oeste crece substancialmente para el largo plazo, lo que parece compatible con la menor densidad demogrfica actual de dichas reas. En el conjunto aparece ms desfavorecida la Zona V, para la cual slo aparecen identificados el proyecto de riego en Laguna Yema y la Colonizacin en el Noreste de Santiago del Estero. Faltara identificar aqu proyectos de largo plazo orientados hacia la explotacin semiintensiva, teniendo como punto de apoyo la densificacin de la infraestructura de comunicaciones y servicios. Debe recordarse por ultimo que no se ha estimado la ocupacin derivada de la explotacin forestal, la que habr de concentrarse en el oeste de la Cuenca. 13.3.1 Curvas de evaluacin por zonas de desarrollo En el cuadro XIII-3 se indican los proyectos por zona, cuyas curvas de evaluacin se han graficado en las figuras XIII-3 a XIII-8, sealndose la alternativa de desarrollo a que pertenecen. No se han podido incluir proyectos forestales dado el escaso nivel de la informacin existente sobre los mismos. De todas formas se puede apreciar que en cada caso se han graficado proyectos representativos de las diferentes alternativas atribuidas a cada zona de desarrollo, por lo que su comparacin permite obtener un adecuado marco interpretativo respecto del impacto de proyectos tipo, propios de diferentes alternativas y dentro de cada una de las zonas respectivas. Conviene finalmente hacer una breve recapitulacin sobre los alcances metodolgicos y los criterios de lectura de las curvas de evaluacin. Una vez seleccionada el rea de inters (impacto espacial, ocupacin, densidad de la inversin, requerimientos de infraestructura, ocupacin territorial, etc.) la lectura de las curvas de evaluacin permite reconocer el comportamiento, respecto de esa rea, de las diferentes alternativas; esto mismo se aprecia a nivel de zona para algunos de los proyectos identificados en el captulo XII. Por otra parte, partiendo del inters en determinada alternativa o proyecto, la observacin de su evolucin a lo largo de los evaluadores permite interpretar su comportamiento en cada grupo considerado.
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
XIV. Recomendaciones 14.1 Toma de decisiones sobre prioridades y alternativas 14.2 Formas de implementacin 14.3 Recomendaciones especificas 14.1 Toma de decisiones sobre prioridades y alternativas 14.1.1 Incorporacin de los recursos naturales en la programacin regional 14.1.2 Transporte fluvial Considerando en perspectiva histrica los diferentes estudios de aprovechamiento del ro Bermejo que se han sucedido desde fines del siglo pasado, se pone en evidencia una serie de soluciones de continuidad entre los mismos y, ms aun, entre dichos estudios y las polticas efectivamente implementadas. Esta situacin frustrante para el desarrollo regional - por la que han pasado casi todos los pases de Amrica Latina - tiende a autoperpetuarse cuando se demoran las decisiones de accin, pues ello favorece la obsolescencia de los progresos alcanzados en los sucesivos estudios. Felizmente, la labor desarrollada en los ltimos aos en los mbitos nacional y provincial y en los estudios especficos de la Alta Cuenca y de la Cuenca Inferior del ro Bermejo, suponen hoy un cambio cualitativo que permite definir prioridades y determinar las alternativas de desarrollo que, a mediano y largo plazo, se busca implementar en la regin. A la fecha se han definido opciones valederas y se han descartado esfuerzos que podran ser inconducentes. Es decir se ha hecho una preseleccin no ordenada, pero s ponderada, de previsibles cursos de accin a la espera de decisiones que asignen prioridad a los correspondientes proyectos, en forma tal que las acciones a desarrollar en un futuro posterior estn orgnicamente vinculadas a objetivos definidos con vistas al bienestar de la regin. Ello permitir concentrar recursos en un grupo de tareas seleccionadas cuyo alcance atienda los requerimientos de un plan de desarrollo y cuya programacin constituye una "2da. fase del Estudio". 14.1.1 Incorporacin de los recursos naturales en la programacin regional Es obvio que para arribar a la Segunda Fase se hace necesario considerar en forma explcita los recursos naturales de la Cuenca del Ro Bermejo, dentro de una programacin econmica a escala regional y a mediano y largo plazo. Asimismo, para definir prioridades en el uso de dichos recursos hay que tener en cuenta las unidades de decisin poltico-administrativas en que los mismos se ubican. Esto supone que cada una de las provincias involucradas por s y conjuntamente con los organismos nacionales relacionados, analice la compatibilidad de sus metas a mediano y largo plazo con las posibilidades de uso de los recursos naturales que ofrece la regin y cuya evaluacin se consigna en el presente informe y el correspondiente a la Alta Cuenca. Es evidente que en dicha compatibilizacin se hace necesario distinguir, en cada sector geogrfico, los recursos comunes de los recursos propios y asegurar la no superposicin de los aprovechamientos productivos que se proponen en los diferentes mbitos provinciales o departamentales. Con estas salvedades es posible delinear una secuencia de pasos que comprende: estudio e implementacin de acuerdos interprovinciales respecto del aprovechamiento de recursos comunes; anlisis de factibilidad y anteproyecto para aprovechamientos seleccionados; medidas de accin tendientes a asegurar el ms eficiente y racional uso de todos los recursos disponibles. Todo esto supone adoptar decisiones con efectos no solo a mediano y largo plazo sino tambin de aplicacin inmediata, tal como pueden ser las que se refieran a la preservacin y mejoramiento del medio ambiente, adecuacin de la tenencia de la tierra, expropiacin y ocupacin de las zonas donde se localizan los aprovechamientos, reorientacin de las infraestructuras social y de servicios, etc. 14.1.2 Transporte fluvial Un caso particular de consideracin conjunta de los estudios de la Alta y Baja Cuenca del Ro Bermejo dentro del mbito regional del norte argentino es el que tiene relacin con el transporte fluvial. Actualizar los estudios ya realizados sobre este tema requiere la consideracin del potencial de trfico en todo el mbito del norte argentino, inclusive en los pases limtrofes. Supone tambin la evaluacin del conjunto del sistema de transporte fluvial Paran - Ro de la Plata y requiere la elaboracin de un modelo de asignacin de trficos a fin de determinar las consecuencias de redistribuir cargas entre los sistemas actuales y los transportes fluviales en estudio. Tambin requiere la consideracin de un conjunto de aspectos, tales como la morfologa del ro y su relacin con las obras de regulacin previstas, la actualizacin de las alternativas tcnicas estudiadas y sus costos, junto con los estudios geolgicos y de ingeniera de obra sobre las posibles trazas de las vas navegables. 14.2 Formas de implementacin La programacin del desarrollo a largo plazo no supone una tarea para "el futuro", que solo requiere ser estudiada o considerada marginalmente en las decisiones actuales. Todo lo contrario, las medidas actuales - en particular las relacionadas con los recursos naturales - comprometen su disponibilidad futura. El largo plazo resulta as una suma de cortos plazos, cada uno igualmente significativo en relacin al futuro del desarrollo regional. Abordar los aspectos esbozados en los puntos precedentes supone iniciativas de accin inmediata, proyectos de factibilidad y programas de estudios, que deben ordenarse armnicamente si se busca maximizar el potencial de los recursos naturales regionales. La unidad de estas acciones vendr dada por la definicin de las alternativas y prioridades en el desarrollo regional de los recursos naturales. Para facilitar dicho objetivo el Estudio de la CIRB ha ordenado los aprovechamientos posibles en grupos de "Alternativas" que permiten apreciar el impacto econmico, espacial, demogrfico, etc., que resulta de orientar la regin tras alguna de las posibilidades reconocidas. De esta manera, los programas y obras previstas en el corto plazo por las autoridades involucradas, como as tambin los objetivos de poltica econmica y social que se consideran deseables en el largo plazo, pueden ser contrastados con los usos potenciales de los recursos naturales regionales. Surgir entonces la explicitacin de prioridades y la determinacin de alternativas y proyectos que se desean promover. Cumplimentada esta etapa de decisiones a nivel poltico, los antecedentes reunidos en estos y anteriores estudios permiten definir y ordenar los pasos tcnicos requeridos para arribar a la implementacin de las obras tales como: reconocimientos de detalle de los recursos naturales involucrados en alguna de las alternativas o proyectos seleccionados; identificacin y organizacin social de productores rurales de distintas reas para acoplarlos a un programa de desarrollo agrcola o ganadero, etc. Estos "planes de trabajo" supondrn la colaboracin de diversos organismos de estudio, ejecucin, promocin, etc. En todos ellos es de esperar una creciente preponderancia de la participacin local, la que resultara esencial para comprometer a los propios beneficiarios del desarrollo regional. 14.3 Recomendaciones especificas 14.3.1 Estudios complementarios 14.3.2 Aspectos institucionales Al mismo tiempo que la puesta en marcha de la "Segunda Fase" del Estudio se requiere un previo proceso de decisiones polticas respecto a alternativas y proyectos. Considerando los resultados de la primera fase es posible recomendar desde ya una serie de acciones en diferentes niveles, las cuales resultan de inters para la regin, cualquiera sea el criterio que se adopte respecto al uso de sus recursos naturales. 14.3.1 Estudios complementarios 14.3.1.1 Evaluacin de recursos naturales renovables 14.3.1.2 Cartografia 14.3.1.3 Morfologa fluvial 14.3.1.4 Estudios de mercado Se consideran en este grupo aquellos que se requieren para abordar los estudios de detalle de la segunda fase y parte de los cuales puede iniciarse independientemente de las decisiones respecto de la seleccin de alternativas y proyectos. Estos ltimos, en realidad representan un avance mayor en el conocimiento del rea, del que fue posible alcanzar con las limitaciones de tiempo que debi afrontar el presente Estudio. 14.3.1.1 Evaluacin de recursos naturales renovables i. Recursos hdricos. La disponibilidad futura de los recursos comunes atribuidos al ro Bermejo en su tramo inferior - aguas abajo de Junta de San Francisco - ha sido estimada en base a la informacin disponible a la fecha sobre las caractersticas del embalse de Zanja del Tigre, tanto en lo que hace a las dimensiones de sus componentes como al funcionamiento del mismo. Las cifras obtenidas en tales condiciones pueden servir como primera aproximacin para estimar posibilidades de uso; pero obvio es sealar que, una vez definido el proyecto y sus atribuciones en materia energtica, ser necesario replantear los datos de entrada para analizar nuevamente la capacidad de servicio de los caudales turbinados. Asimismo y teniendo en cuenta que en la Cuenca Inferior el uso prioritario parece ser el riesgo, el clculo de los volmenes de caudal a derivar del ro debe estar respaldado por un cuidadoso anlisis de los requerimientos de agua de cada sistema y de las respectivas eficiencias de conduccin y de riego, todo lo cual podr ajustarse cuando - asociados a cada proyecto - queden definidos los patrones de cultivo. Este tipo de decisin, si bien es aconsejable que se coordine a nivel regional, puede ser tomada desde ya en funcin del anlisis realizado en este estudio para cada zona de desarrollo. Por otra parte, en relacin con los estudios sistemticos que realizan diferentes organismos oficiales en materias vinculadas a la evaluacin de recursos hdricos, se recomienda: a) Meteorologa Rehabilitar las estaciones climatolgicas Nueva Pompeya Met. (Chaco), Ing. Jurez Met. (Formosa), Pampa de los Guanacos Met. (Santiago del Estero), Embarcacin Met. (Salta) y Joaqun V. Gonzlez Met. (Salta) Instalar una estacin climatolgica en el sector comprendido entre la lnea Barilari y la Picada n 8, al oeste de Nueva Pompeya Homogeneizar la red de estaciones climatolgicas incorporando observaciones de temperatura mnima que puedan emplearse en estudios sobre heladas. Adecuar el instrumental meteorolgic a las normas de la Organizacin Meteorolgica Mundial, dando especial nfasis al instrumental pluviomtrico. Evaluar el orden de magnitud y la modalidad de los consumos de agua en los cultivos de mayor importancia regional. Se sugiere encarar dichas investigaciones con lismetros sencillos a ser instalados, en principio, a 100 km al oeste de Castelli, en Padre Lozano y en Apolinario Saravia. b) Aguas superficiales Delimitar con ms detalle, mediante topografa convencional, las reas de drenaje de los cursos de agua que surcan la llanura chaquea, determinando pendientes parciales y totales y el comportamiento hidrulico de los esteros y baados en relacin con sus respectivos aportes a dichos cursos de agua. Intensificar los programas de aforos lquidos en las estaciones existentes y sistematizar las determinaciones de sedimentos en suspensin Completar la vinculacin altimtrica de los perfiles de cursos de agua y de los ceros de las escalas existentes. Mejorar la red hidromtrica sobre el ro Bermejo, completando las instalaciones existentes e instalando nuevas estaciones (El Colgado, El Silencio, El Colorado y Fortn Lavalle.) (ver Volumen II). Instalar diez nuevas estaciones en el resto de la Cuenca (1 en Salta, 3 en Formosa y 6 en Chaco) para evaluar el comportamiento de varios ros o arroyos (ver Volumen II) Instalar escalas en los desages de algunos baados y esteros como fuente de informacin para analizar las posibilidades de regular los respectivos niveles de agua Incrementar las lecturas de escala en las estaciones de Chaco y Formosa durante los perodos de crecida. Llevar a cabo un programa de muestreo sistemtico en los principales esteros y baados, a fin de determinar la variacin de los componentes fsico-qumicos del agua en funcin de los niveles respectivos. Implementar los laboratorios de agua existentes en la regin. Estudiar la correlacin entre aguas superficiales y subterrneas. Se sugiere el empleo de istopos radioactivos coordinando la investigacin con los organismos nacionales competentes. c) Agua subterrnea (referidas a las zonas con mejores posibilidades de explotacin) Efectuar la caracterizacin hidrolgica de las zonas, computando valores hidromtricos, pluviometricos y freatimtricos, de lectura diaria. Realizar ensayos de acuferos para determinar las permeabilidades horizontal (K h ) y vertical (K v , transmisibilidad (T) y almacenaje (S). ii. Recursos de la tierra. El Estudio ha delimitado reas cualitativamente adecuadas para cultivos (Grupos A, B y C de la Tierra). A partir de stas y teniendo en cuenta los condicionantes agroclimticos y socioeconmicos que resultan del estudio, se hace necesario: a) Precisar la ubicacin y asignar prioridad a las reas donde se encarar el desarrollo agrcola y delimitar dentro de ellas - por va de estudios de suelos detallados o semidetallados - las subreas que permiten un uso intensivo de la tierra. Dada la gran extensin que por lo general tienen las unidades cartogrficas correspondientes a aquellos Grupos, se recomienda llevar a cabo dichos estudios en reas representativas menores, para las cuales deberan obtenerse conclusiones referidas a: - cultivos que mejor se adapten al ambiente ecolgico; - tcnicas de manejo ms adecuadas al sistema suelo-planta seleccionado; - rendimientos. b.) Crear un servicio regional y/o servicios provinciales de manejo y conservacin de suelos, capaz de establecer pautas generales para encarar los problemas de daos a la tierra (erosin, inundaciones, salinizacin, etc.) as como una zonificacin de cultivos adaptable a cada ambiente ecolgico (distritos agroclimticos) y la aplicacin de las respectivas normas de manejo. Es recomendable asimismo que dichos servicios puedan ocuparse de programas de experimentacin con nuevos cultivos y tcnicas modernas. c.) Desarrollar un laboratorio de suelos en Chaco o Formosa, vista la necesidad de obtener resultados analticos para caracterizar los suelos y estudiar sus fertilidades actual y potencial, en relacin con el posterior anlisis de detalle que requerirn los proyectos agrcolas de dichas reas provinciales. d) Sistematizar el estudio de la vegetacin regional para adecuarlo a las prioridades de planeamiento. En particular, realizar estudios sobre dinmica de comunidades vegetales con nfasis en especies invasoras. e) Promover la intensificacin de estudios volumtricos en bosques con vistas a una evaluacin ms precisa de su capacidad maderable y a optimizar su manejo. 14.3.1.2 Cartografia A los efectos de uniformizar y completar la informacin cartogrfica del rea en Estudio, son necesarias las siguientes tareas: a) Actualizacin de la cartografa a escala 1:250000 existente al este del meridiano 63 0, para lo que podra utilizarse imgenes satelitarias. b) Confeccin de las cartas topogrficas a escala 1:250000 del sector situado al oeste del meridiano 63 0. c) Proseguir con las tareas de nivelacin y triangulacin que posibiliten la posterior confeccin de cartografa a escala ms grande (1:100 000 y 1:50 000) y brinden el adecuado marco planialtimtrico a los relevamientos topogrficos de detalle (p.e. instalacin de hidrmetros, estudios de riego, etc.). Los trabajos geodsicos fundamentales y el levantamiento topogrfico de todo el territorio de la Nacin, son realizados por el Instituto Geogrfico Militar. Esta reparticin desarrolla sus tareas de acuerdo a un plan general, estando autorizada "para celebrar contratos con los gobiernos de provincia o dependencias publicas que tengan inters en acelerar los trabajos geodsicos o topogrficos, o adelantar la oportunidad de su ejecucin dentro del plan general, concurriendo en este caso stos con el 50% del costo total de las erogaciones" (Art. 14 Ley de la Carta). Las tareas propuestas se ajustan a las previstas por el Instituto Geogrfico Militar dentro del plan general y por lo tanto son susceptibles de ser realizadas bajo el rgimen antes mencionado, a cuyo efecto se entiende que habr que convenir con el Instituto las condiciones y oportunidad de su concrecin. 14.3.1.3 Morfologa fluvial Se entiende que los trabajos realizados por el Estudio constituyen un progreso importante en cuanto al conocimiento del ro Bermejo. Ello no obstante, dado que el tramo inferior de dicho curso desempea un relevante papel en el futuro desarrollo de la regin que atraviesa, es preciso continuar las investigaciones para poder vaticinar, en forma razonable, el comportamiento del cauce en diferentes condiciones hidrodinmicas y las posibilidades de ejecucin de infraestructuras a lo largo de su recorrido. Se recomienda para ello la ejecucin de una campaa de investigacin, cuyo objetivo sera obtener datos en regmenes de aguas bajas, medias y altas, correspondientes a una serie de estaciones representativas de los diferentes subtramos. La seleccin de estas estaciones fue prevista por la Unidad Tcnica en un mnimo de cuatro emplazamientos: El Colgado, El Silencio, Fortn Lavalle y El Colorado. Los datos a obtenerse en cada observacin incluyen entre otros: velocidad de la corriente, caudales lquido y slido, rugosidad del lecho, pendiente longitudinal y geometra del perfil. 14.3.1.4 Estudios de mercado Durante el Estudio se recopilo y actualizo los antecedentes disponibles sobre este tema y completo las investigaciones hasta el nivel necesario para plantear las alternativas de desarrollo. La informacin resultante integra el archivo del Estudio y parte de la misma se ha volcado en los captulos anteriores del presente Informe. El tema en s es sumamente sensible respecto del factor tiempo y por ende - requiere una permanente actualizacin de dichos estudios, particularmente en la etapa de formulacin y evaluacin de proyectos. En base a ello se recomienda: a) Prestar especial atencin a los estudios inherentes a proyectos cuyos productos se destinan a los mercados regional y de pases limtrofes. b) Considerar la produccin potencial de las reas bajo riego dentro de un marco de anlisis integrado a nivel nacional - como es el caso del Estudio de Zonas Aridas - lo que permitir comparar la competitividad de los diferentes proyectos en relacin con la demanda nacional. 14.3.2 Aspectos institucionales La puesta en marcha de un plan para el desarrollo no solo est condicionada por las caractersticas de la regin donde se aplica sino tambin por las estructuras administrativas que, tanto a nivel local como regional o nacional, se consideren habilitadas para participar en el proceso de desarrollo. La mayor o menor aptitud de las instituciones existentes no siempre est dada por la carencia de mecanismos adecuados que requiere un determinado proyecto. A veces estos elementos existen pero no estn suficientemente estructurados para la nueva funcin e incluso se da el caso de que la excesiva pluralidad de los mismos conspira contra la racional coordinacin que exige un mnimo de eficiencia en el ser vicio proyectado. La implementacin de las alternativas y proyectos que se presentan en este informe conllevan, en forma ineludible, un aporte significativo de medidas en el campo institucional sin las cuales ser imposible llevar adelante ningn plan de desarrollo. Es obvio pues, que la mejor oportunidad de plantear dichas medidas ser una vez definidas las alternativas y proyectos y avanzado en la factibilidad de los mismos. Ello no obstante es posible anticipar, a modo de diagnostico analtico, algunos de los factores limitantes que debern tenerse en cuenta en el proceso de planificacin. i. Falta de canales adecuados de comercializacin. Una expansin de la produccin tiende a disminuir los precios primarios en beneficio de la intermediacin y a provocar crisis de superproduccin. Para paliar estos inconvenientes ya se han instituido organismos nacionales y provinciales que actan en la regin. ii. Reducido tamao de las explotaciones agrcola-ganaderas de secano, (particularmente en la Zona II). Para ampliar dichas explotaciones habra que expandir la superficie laborable hacia zonas cubiertas por el bosque natural, lo que demanda inversiones de muy lenta recuperacin que no estn al alcance de los productores Aparentemente la nica alternativa sera que el costo de los desmontes estuviera a cargo del sector publico y que se trasladase una parte razonable del mismo al precio de venta de la tierra. Dicho costo, en su doble componente econmica y social, debe ser evaluado cuidadosamente y en funcin de ello discernir sobre cul sera el procedimiento ms justo para la distribucin y adjudicacin entre los actuales ocupantes o propietarios. iii. Falta de ttulo de propiedad de los predios en explotacin (particularmente en la Zona II). Se considera como uno de los factores limitantes de la agricultura y ganadera de secano, dado que imposibilita dar la tierra en garanta de prestamos bancarios. Es posible que el aliciente de un ttulo de propiedad no baste para promover el desarrollo agropecuario que el gobierno pretende. El problema no puede resolverse aisladamente sino mediante un plan de colonizacin desagregado en proyectos que puedan irse cumpliendo de acuerdo con las posibilidades econmico-financieras. iv. Falta de adecuados organismos cooperativos (en particular en la Zona III). Salvo que por razones de economa de escala fuera aconsejable crear este tipo de servicios o empresas para toda la regin, en general se entiende que los organismos en cuestin podran organizarse en cada provincia, pero con suficientes atribuciones como para que puedan actuar asimismo en mbitos administrativos vecinos. Ello permitira atender emergencias y racionalizar labores, particularmente en las zonas limtrofes. El Plan de Colonizacin para la Reconstruccin y Liberacin Nacional de Chaco (enero de 1974 - pags. 201/220) propone organizar cooperativas de trabajo como alternativa de la colonizacin individual. La alternativa es plausible y encuadra dentro de lo dispuesto por las legislaciones vigentes en Chaco y Formosa. Ello no implica necesariamente que la propiedad del predio sea cooperativa; por lo que si se emprendiere el ensayo en tierras fiscales -o manteniendo la apropiacin individual de la tierra - se evitaran resistencias que podran frustrar el Plan. Si la experiencia demostrase que el sistema es viable, podra recomendarse su expansin. Mientras tanto, bastara con fortalecer la accin cooperativa sobre etapas verticalmente sucesivas a la explotacin agropecuaria primaria. v. Los asentamientos espontneos de poblacin como posible factor de distorsin en el desarrollo del rea de influencia de la ruta Juana Azurduy. Es incuestionable la necesidad de sancionar un plan regulador de los asentamientos de poblacin que la ruta promueva y que incluya la reserva de tierras suficientes para permitir el cumplimiento de los objetivos del Estado. Mientras tanto puede permitirse la explotacin de las tierras reservadas (incluso en algunos casos mediante el arrendamiento). Tampoco hay duda de que la distribucin de tierras fiscales no ocupadas debe seguir un proceso de colonizacin. vi. Ocupantes y propietarios de tierras afectadas por proyectos de riego (Zona V). Para llevar adelante este tipo de proyectos sobre las actuales explotaciones en secano, es conveniente dictar una ley de expropiacin de tierras para evitar especulaciones con su valor. No existen obstculos jurdicos para ello, si bien las frmulas son poco experimentadas y muy sofisticadas cuando el objetivo de la ley contempla la posibilidad de que los ocupantes o propietarios conserven parte de sus Cierras, las que sern valorizadas sensiblemente por las obras de riego. Los problemas, en cambio, seran de poltica distributiva y de tcnica contable ya que es necesario definir la relacin econmica entre el valor de la tierra con y sin obra de riego y las tasas y contribuciones que las graven por causa de las obras, y formular proposiciones operativas que contemplen la posibilidad de ir actualizando valores. Recin entonces podran proponerse los instrumentos jurdicos adecuados a la transformacin de los propietarios actuales en propietarios de tierras con riego. A priori slo podra proponerse: a) que se autorice a los propietarios a retener lo que bajo riego constituya una unidad econmica. b) que mediante contribucin de mejoras o medios similares se imponga la reinversin en el programa de la indemnizacin que se abone a los expropiados. Cualquiera que sea el procedimiento que se utilice, habra que promover una adecuada adaptacin de los actuales propietarios a las modalidades de la agricultura bajo riego. A tales efectos, se recomienda la instalacin, lo antes posible, de un programa de capacitacin, el que podra integrarse, eventualmente, con una estacin experimental o explotacin demostrativa y una escuela de regantes.
This page was last updated on Friday, May 26, 2000
Apndice 1. Seleccin de reas de anlisis 1. Calidad y sensibilidad de la informacin disponible 2. Efectos de las reas de influencia 3. Denominacin de las reas de anlisis 1. Calidad y sensibilidad de la informacin disponible Debido a las limitaciones de la informacin disponible - en particular de la correspondiente a las investigaciones socioeconmicas - fue necesario desarrollar el anlisis en base a unidades poltico-administrativas cuya suma no se ajusta al rea asignada al Estudio. Las unidades fueron adoptadas en funcin del tema investigado y de la forma de desagregacin en que se encontraban los datos disponibles. As por ejemplo en unos casos aquellas se refieren a las reas departamentales (Ad) y en otros a los radios censales (Ar) o a las reas provinciales (Ap). En base a ello result necesario conocer el grado de error o distorsin en que se incurra al referirse a un rea que difiere de la del Estudio, como consecuencia de la variacin originada en los indicadores cuantitativos y cualitativos. Cuando estas variaciones son escasas se dir entonces que existe baja sensibilidad y por ende escasa distorsin al sustituirse un rea por otra. En el cuadro A1-1, en el que se indican las superficies de las diferentes posibles reas de anlisis, se presenta en la primera columna (Ac) la superficie resultante del convenio Argentina-OEA, en adelante denominada Area del Estudio; en la segunda (Ao) se excluye a Jujuy y a los 36 km 2 del departamento de Alberti en Santiago del Estero - lo cual significa una merma del 1% de la superficie total - con el fin de facilitar el estudio socioeconmico sin que resulten alteradas las caractersticas regionales. La tercera columna (Ar.) define el rea mas aproximada a Ao, para la que se dispone de algunos indicadores econmicos y demogrficos. Ar abarca todos los radios censales que se encuentran total o parcialmente incluidos en Ao (*). Esta ampliacin del rea en un 15% puede considerarse marginal y con un mnimo efecto sobre la participacin relativa de las provincias en el conjunto del rea del Estudio. Sin embargo, la escasa informacin disponible a ese nivel (y los costos de tabulacin, compatibilizacin y agregacin que demanda) hace que el rea Ar no sea mayormente utilizable a lo largo del Estudio. (*) Calculada en base a la cartografa utilizada en los censos nacionales agropecuarios (1969) y de poblacin (1970). En este mismo cuadro se observa que al pasar del rea Ar al Area Departamental Ad (el conjunto de los departamentos total o parcialmente incluidos en el Estudio) se produce un incremento significativo del rea total, que por estar desigualmente distribuido eleva notablemente la participacin de Formosa y en menor medida de Salta. Por ultimo el rea provincial Ap (Chaco + Formosa + Salta), acenta la participacin de Salta y mas que duplica la superficie total. Grficamente se pueden apreciar estas reas en la figura A1-1. Resulta de inters ahora reconocer la disposicin de los indicadores socioeconmicos ante estas variaciones del rea geogrfica. En primer lugar se destaca la distribucin de la poblacin. El grueso de la misma se ubica en los limites del rea del Estudio. Este es el caso de Formosa, Resistencia y Barranqueras, ciudades que se encuentran sobre el limite Este y tambin de la mayora de las poblaciones de Chaco y Formosa que se ubican sobre la lnea del ferrocarril. En Salta esta situacin aparece notablemente acentuada. Aqu el grueso de la poblacin se ubica por fuera y a corta distancia de los lmites del rea del Estudio (Ac) en especial en el caso de los departamentos de Oran y San Martn. As al pasar del rea ajustada a radio censal (Ar), al rea departamental (Ad), la poblacin abarcada se incrementa en un 7% para el Chaco, en un 22% para Formosa y en un 25% para Salta. O sea, mientras existe una baja sensibilidad demogrfica ante ampliaciones del rea del Estudio en el caso de Chaco y Formosa, esta es extremadamente alta para Salta. El cuadro A1-3 muestra informacin correspondiente al censo agropecuario de 1969. En el se presenta informacin para las provincias de Chaco, Formosa y Salta. Los valores aparecen referidos al rea ajustada a departamentos (Ad) que se considera con valor 100. Nuevamente es Salta la que presenta gran sensibilidad al cambio de rea en los departamentos de Oran y San Martn. Al pasar a nivel departamental se incrementa en forma muy notoria el rea cultivada, en particular los cultivos permanentes (cana de azcar). Los incrementos en la poblacin rural son tambin significativos, mostrando nuevamente que. el rea del Estudio abarca una zona rural amplia pero despoblada de Salta, lo que se corrobora por la menor sensibilidad de indicadores tales como el numero de explotaciones y las superficies totales respectivas. Por ultimo, el carcter relativamente ganadero de Anta asegura una menor sensibilidad de esta actividad a medida que ampliamos el rea geogrfica considerada. En la Provincia del Chaco el paso del rea radio censal al rea departamental representa un modesto incremento de los indicadores siendo un poco ms acentuado en el caso de la superficie sembrada, por la total inclusin de los departamentos algodoneros del centro-sur de la provincia (Quitilipi - Independencia - Comandante Fernndez - 25 de Mayo). El incremento ganadero es producto de la inclusin total del Departamento de San Fernando. De todas formas los incrementos son relativemente pequeos. De mayor envergadura pero muy por debajo de la sensibilidad saltea se ubica la variacin de los indicadores al pasar al mbito provincial. Nuevamente los principales incrementos se ubican en el stock ganadero y en el rea sembrada, correspondientes a la zona cerealera y ganadera del sur del Chaco. Resulta de inters destacar que el cruce de estos indicadores no manifiesta sesgos significativos, vale decir que al pasar del rea radio censal al rea departamental o provincial, si bien aumentan los valores absolutos, las caractersticas cualitativas del conjunto del rea se mantienen. El caso de Formosa se encuentra ubicado entre los extremos de Salta y Chaco, distinguindose diferentes sensibilidades segn la regin de la provincia que se considere. Al pasar del rea delimitada por los radios censales, al rea correspondiente a los departamentos, se incorpora una gran superficie correspondiente a los departamentos de Bermejo, Patio y Matacos pero que aportan escasa incidencia econmica. El grueso de la variacin en los indicadores agropecuarios corresponde entonces a la actividad rural de los departamentos de Piran y Formosa. El incremento que se observa al pasar al total provincial, menor en general que el correspondiente al caso del Chaco, nuevamente hace relacin a la actividad agrcola del este de la provincia (Departamento de Pilcomayo) pues en el Oeste el Departamento de Ramn Lista tiene una actividad econmica casi nula. Resumiendo: la sensibilidad cuantitativa y cualitativa de Salta es alta para los departamentos de Oran y San Martn y menor en el caso de Rivadavia y Anta, al pasar de radio censal al total del departamento; y muy elevada cuando pasamos de los departamentos al total provincial. En el caso de Formosa existe una sensibilidad apreciable al pasar del rea radio censal a la departamental en el este de la provincia, sensibilidad que disminuye en el oeste. Con las mismas caractersticas, la sensibilidad de los indicadores, al pasar del rea departamental al rea provincial, puede reputarse como la ms baja de las presentadas por las tres provincias. En el Chaco existe una baja sensibilidad de los indicadores al pasar del rea de radio censal a la departamental y una moderada sensibilidad cuando se abarca el conjunto de la provincia. Finalmente, y a pesar de no disponer de informes actualizados, se puede opinar que existe baja sensibilidad al pasar de Ar a Ad en el caso del Departamento de Copo en Santiago del Estero. 2. Efectos de las reas de influencia Se considerar ahora la CIRB, no a partir de la disponibilidad y sensibilidad de los indicadores econmicos, sino en funcin de las diferentes reas de influencia que pueden distinguirse en la regin. En su parte noroeste (Provincia de Salta) el rea de influencia de la CIRB se ve severamente limitada. En primer lugar existe aqu todo un proyecto regional, el de la Alta Cuenca, que limita con la CIRB. En segundo lugar encontramos un proyecto especfico Zanja del Tigre, con un alto grado de posibilidad de ejecucin, obra particularmente relevante ya que no se presenta como alternativa sino como condicin del desarrollo de la CIRB en razn de que su concrecin resulta necesaria para obtener un caudal regulado de agua en el tramo inferior del ro Bermejo. En tercer lugar el rea de influencia se ve limitada porque existe solucin de continuidad entre gran parte de la actividad econmica del departamento de San Martn (petrleo) y Oran (caa de azcar) y la estructura econmica actual o potencial de la CIRB. En todo el largo del lmite norte del rea del Estudio (dentro de la provincia de Formosa) los posibles aprovechamientos del ro Pilcomayo tienden a limitar el rea de influencia del Bermejo. Y otra serie de obras menores en estudio y/o ejecucin (colonizacin del este de Formosa y El Porteito) actuaran, de concretarse, en la misma direccin. Por ultimo hacia el sur del rea de Estudio (conformada por el norte de la provincia de Santiago del Estero y sur de Chaco) se ubican los estudios de los Bajos Submeridionales y del Paran Medio. Por ahora, el carcter de obras a concretarse en el mediano y largo plazo diluye parcialmente su carcter limitante respecto a la posible rea de influencia del Bermejo. Con las consideraciones anteriores se trata ahora de elaborar un anlisis que distinga el mbito estadstico adecuado para tratar las zonas econmicas y de desarrollo y las posibles reas de influencia de la CIRB. Para esta tarea se dispone de informacin recabable: i. a nivel local en base a recoleccin directa. ii. a nivel de radios censales para escasos indicadores y con costosos requerimientos para su agregacin y compatibilizacin. iii. a nivel departamental en forma fragmentaria. iv. a nivel provincial con mayor abundancia que en el nivel anterior. v. a nivel nacional e internacional. El criterio consiste en comparar el grueso de la informacin disponible con la suma de distorsiones en que se incurre tanto por la sensibilidad de los indicadores como por la existencia de otras reas de influencia ajenas a la CIRB. Se observa que ambos factores actan en forma separada, pudiendo contrarrestarse o superponerse. As en los departamentos de Oran y San Martn se suma una alta sensibilidad de indicadores a la existencia de obras que disputan influencia a la CIRB. Una situacin contraria podra observarse en los Departamentos de Matacos, Patio y Bermejo (en Formosa). Puede concluirse entonces: que la delimitacin de zonas de desarrollo requiere un anlisis a nivel departamental, la que parece aceptable para el Chaco y Formosa y para los departamentos de Anta y Rivadavia en Salta. Oran y San Martn en cambio deberan ser tratados a nivel subdepartamental (o inferidos a partir de la similitud de departamentos que entran efectivamente en la CIRB) incluyndolos en el rea del Estudio solo cuando la imposibilidad de efectuar tal subdivisin obligue a considerarlos en su conjunto, lo cual deber ser tenido en cuenta en el anlisis de las cifras as obtenidas. La informacin disponible a nivel provincial solo resultar aceptable para el caso de Chaco y Formosa, cuando se realicen diagnsticos regionales o se haga relacin a las reas de influencia de la CIRB, o a zonas que pueden vincularse con los proyectos desarrollados en la misma. 3. Denominacin de las reas de anlisis A fin de homogeneizar la redaccin de informes y de precisar el mbito geogrfico y conceptual al que se hace referencia, se resumen a continuacin las denominaciones utilizadas, su relacin y siglas. Cuando se recurra a una zonificacin de la CIRB se destacar el nivel al que se presenta la informacin por ej. Zona III (Ad). Denominacin de rea Definiciones Distribucin Chaco Formosa Salta Santiago Estero Jujuy Total Area del Estudio de la CIRB Corresponde a la definida formalmente como lmite del Estudio AcCh AcF AcS AcSE AcJ Ac Area bsica de la CIRB Area del Estudio excluyendo Jujuy AoCH AoF AoS AoSE Ao Area radial de la CIRB El conjunto de radios censales total o parcialmente incluidos en el Area Bsica ArCh ArF ArS ArSE Ar Area departamental de la CIRB El conjunto de departamentos total o parcialmente incluidos en el Area Bsica AdCh AdF AdS AdSE Ad Area provincial de la CIRB La suma de Chaco, Formosa y Salta ApCH ApF ApS Ap Cuadro A1-1 - Diferentes reas de anlisis - Superficies Provincias Ac Area del Estudio Ao Ac sin Jujuy (*) Ar Ao ajustada a radios censales Ad Ao ajustada a departamentos Ap Ao ajustada a provincias Distribucin de reas km 2 Chaco 65 100 65 100 67 372 75 117 99 633 Formosa 26 100 26 100 40 619 59 587 72 076 Salta 42 400 42 400 47 556 75 842 154 775 Santiago del Estero 5 200 5 164 5 230 12 807 Jujuy 1 200 Totales 140 000 138 764 160 777 223 353 326 484 Comparacin con el rea del Estudio Chaco 100 100 103 115 153 Formosa 100 100 156 228 276 Salta 100 100 112 179 365 Santiago del Estero 100 99 101 246 Jujuy 100 Totales 100 99 115 160 233 Distribucin porcentual (%) Chaco 46 47 42 33 31 Formosa 19 19 25 27 22 Salta 30 30 30 34 47 Santiago del Estero 4 4 3 6 Jujuy 1 Totales 100 100 100 100 100 (*) Tampoco se incluyen 36 km 2 correspondientes al Departamento de Alberdi en la Provincia de Santiago del Estero. Fuente: Estimaciones de la Unidad Tcnica en base a cartografa IGM y cartografa INDEC. Cuadro A1-2 - Diferentes reas de anlisis - Poblacin Provincias Ar Ad Ap Distribucin Chaco 401 528 429 355 566 613 Formosa 144 956 176 876 234 075 Salta 47 477 168 574 509 803 Santiago del Estero 9 428 14 075 (*) Totales 603 389 788 880 1 310 491 Comparacin con el rea del Estudio Chaco 100 107 141 Formosa 100 122 161 Salta 100 355 1 074 Santiago del Estero 100 149 Totales 100 131 221 Distribucin porcentual (%) Chaco 66,5 54,4 43,2 Formosa 24,0 22,4 17,9 Salta 7,9 21,4 38,9 Santiago del Estero 1,6 1,8 Totales 100 100 100 (*) No se incluye la poblacin provincial de Santiago del Estero por su evidente desproporcin con el rea de Estudio. Fuente: Censo Nacional de Poblacin de 1970 y tabulacin propia Cuadro A1-3 - Diferentes reas de anlisis - Variaciones en la estructura agropecuaria (*) (*) No se dispone de informacin para el Departamento de Copo, Santiago del Estero. Provincias N de las explotaciones Personal ocupado Poblacin que vive Superficie total explotada Superficie con cultivos Existencia de bovinos anuales perennes CHACO Ch Ar 83 86 85 82 85 90 80 Ch Ad 100 100 100 100 100 100 100 Ch Ap 147 141 145 167 170 137 159 FORMOSA F Ar 70 70 70 46 75 75 62 F Ad 100 100 100 100 100 100 100 F Ap 141 142 147 128 133 106 133 SALTA S Ar 56 34 34 71 54 7 66 S Ad 100 100 100 100 100 100 100 S Ap 368 245 236 172 609 138 257 TOTALES Ar 76 73 72 67 80 80 71 Ad 100 100 100 100 100 100 100 Ap 163 159 163 158 179 113 158 Fuente: Elaborado en base a informacin no publicada del Censo Nacional Agropecuario de 1969. Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Sistema hidrogrfico Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Zonas de desarrollo Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Uso actual del agua subterrnea Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Areas con mejores posibilidades de explotacin de agua subterrnea Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Concentracin arsnico Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Tierras aptas para la agricultura Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Poblacin urbana y rural Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Area prometido anual cultivada en Trienio 1969 a 1971 como (%) de la superficie territorial Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Distribucin del Ganado Vacuno por Grados de Mestizaje Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Facilidades elctricas Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Red vial Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Red ferroviaria Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Indicadores de manejo de la actividad agrcola Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Grandes proyectos regionales existentes Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Intensidad del uso agrcola de la Tierra Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Propiedad de la Tierra Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo -Recursos por Zona de Desarrollo Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Disponibilidades hdricas Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Proyectos de Riego Identificados Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Proyecto Canal Presidencia Roque Senz Pea Bocatoma Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Proyecto Embalse El Ceibal Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Proyecto Embalse El Sombrero Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Alternativas y proyectos identificados - explotacin agropecuaria de secano y explotacin forestal Estudio de la cuenca inferior del Ro Bermejo - Areas de Anlisis Econmico ESTADOS MIEMBROS Argentina Barbados Bolivia Brasil Colombia Costa Rica Cuba Chile Ecuador El Salvador Estados Unidos de Amrica Grenada Guatemala Hait Honduras Jamaica Mxico Nicaragua Panam Paraguay Per Repblica Dominicana Trinidad y Tobago Uruguay Venezuela ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS La Organizacin de los Estados Americanos (OEA) es el organismo Internacional regional ms antiguo. Tuvo su origen en la Unin Internacional de las Repblicas Americanas creada el 14 de abril de 1890, en Washington. D.C. por la Primera Conferencia Internacional Americana. De ah que todos los aos se celebre el 14 de abril como "Da de las Amricas". La Carta que la rige, suscrita en Bogot en 1948, fue modificada mediante el Protocolo de Buenos Aires, que entr en vigor en febrero de 1970. La OEA tiene los siguientes propsitos esenciales: afianzar la paz y la seguridad del Continente; prevenir posibles causas de dificultades y asegurar la solucin pacfica de las controversias que surjan entre los Estados Miembros; organizar la accin solidaria de stos en caso de agresin; procurar la solucin de los problemas polticos, jurdicos y econmicos que se susciten entre ellos, y promover, por medio de la accin cooperativa, su desarrollo econmico, social, cientfico, educativo y cultural. Tambin es objetivo del sistema interamericano acelerar el proceso de integracin de los pases en desarrollo del Continente, Para el cumplimiento de sus fines la OEA cuenta con los siguientes rganos: (a) la Asamblea General; (b) la Reunin de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores; (c) los tres Consejos (Consejo Permanente, Consejo Interamericano Econmico y Social y Consejo Interamericano para la Educacin, la Ciencia y la Cultura); (d) el Comit Jurdico Interamericano; (e) la Comisin Interamericana de Derechos Humanos; (f) la Secretaria General; (g) las Conferencias Especializadas, y (h) los Organismos Especializados. La Asamblea General se rene ordinariamente una vez por ao. La Reunin de Consulta acta cuando es convocada para conocer de asuntos urgentes e Importantes. El Consejo Permanente cuenta con un rgano subsidiario denominado Comisin Interamericana de Soluciones Pacficas, y, en las circunstancias previstas por la Carta y por el Tratado Interamericano de Asistencia Recproca, acta provisionalmente como Organo de Consulta. Los otros dos Consejos se renen ordinariamente una vez por ao; cada uno de ellos tiene una Comisin Ejecutiva Permanente. La Secretara General mantiene Oficinas en los Estados Miembros, y una Oficina en Europa. El Consejo Permanente y la Secretara General tienen su sede en Washington, D.C., lugar en que funcionan tambin las Comisiones Ejecutivas Permanentes de los otros dos Consejos. 77-XII-A-001-S
This page was last updated on Friday, May 26, 2000