Piratas Chinos
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CAPTULO 17. PIRATAS Y FLOTAS DE CHINA SEGN LOS TESTIMONIOS CASTELLANOS DEL SIGLO XVI Dolors Folch Universidad Pompeu Fabra, Barcelona Las tres partes en que se divide esta comunicacin persiguen un objetivo comn: valorar la percepcin que los textos castellanos del XVI proporcionaron sobre las actividads marineras de los chinos. La primera parte, centrada en el ataque de Limahon a Manila de 1574, se ha basado en cuatro testimonios de primera mano: el de Alburquerque, un fraile agustino que intent por dos veces, sin xito, pasar a China y que fue testigo del ataque de Limahon desde una perspectiva inslita; los de Martn de Rada y Miguel de Loarca, que fueron testimonios tanto del ataque como del cerco a Limahon en Pangasinan; y el del Dr. Sande, gobernador de Filipinas, y autor del extenso informe que se mand a Felipe II sobre el ataque de Limahon. La segunda parte, sobre los barcos y las flotas de los Ming, se basa tambin en las sendas relaciones de Rada y Loarca; en el informe de Sande; en el libro de Escalante, que recopila la imagen que de China se haban hecho los portugueses; en las relaciones de Dueas y Tordesillas, que acompaaron la expedicin que el franciscano Pedro Alfaro realiz por su cuenta a China en el 1579; en el libro de Mendoza, que recoje tanto el de Escalante como todas las relaciones de viajes de los castellanos; y en el libro de Ricci, escrito an en los lmites del siglo XVI. La tercera parte, que recoje el eco evanescente de los viajes de Zheng He, se basa en cuatro libros: el de Ruy de Clavijo; el de Escalante; el de Mendoza; y el de Ricci. 1. EL ATAQUE DE LIMAHON A MANILA La piratera china es tan antigua como su historia: el primer caso registrado aparece ya en el Hou Hanshu y pertenece al 109 dC. Las menciones a la piratera son frecuentes en las Historias de las dinastas del sur del perodo de Desunin, y las referencias se multiplican cuando llegamos a los Tang y los Song para alcanzar un primer clmax con los Yuan. En aquel momento enormes hambrunas lanzaron al mar a miles de japoneses, los wako, que asediaron las costas chinas, en especial Zhejiang, Fujian y Guangdong241. La reorganizacin del sistema tributario plasmada en el Da Ming Huidian de Zhu Yuanzhang, consigui canalizar el comercio, pero la retirada de las flotas de Zheng He reactiv el problema, que estall con toda su fuerza en la primera
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mitad del XVI, iniciando as la primera de las tres grandes pocas de piratera que haban de acechar las costas chinas: la primera, en el siglo XVI, directamente ligada a las restricciones Ming al comercio martimo; la segunda, en el XVII, relacionada con la crisis poltica de la transicin de los Ming a los Qing y cuyo epicentro fue la familia Zheng de Amoy, de donde saldra Coxinga; y la tercera, a finales del XVIII, puntuando la crisis final de la era Qianlong242. Varios fueron los factores desencadenantes de la crisis del siglo XVI: el crecimiento demogrfico, muy sensible en el sur, y la falta crnica de tierras cultivables del Fujian unido a las prohibiciones estrictas de hacerse a la mar ni siquiera para pescar, crearon una situacin insostenible para las numerosas poblaciones que vivan del mar. El clmax se alcanz dutante el reinado de Jiajing en que las costas chinas fueron asoladas por los llamados piratas japoneses, o wokou, aunque buena parte de los piratas eran chinos243: la lista de los destinos de los principales raids de estos aos as como de sus tripulaciones244 pone en evidencia el carcter mixto de estos ataques. Acosadas a la vez por bandidos y piratas, la mayor parte de las ciudades de la costa se amurallaron: de ah las referencias a ciudades amuralladas que se multiplican en los textos portugueses y castellanos. En el ltimo tercio del XVI la situacin remiti bastante, debido tanto a los cambios producidos en la situacin del Japn como a una cierta flexibilizacin en la poltica Ming, plasmada en la apertura de un puerto, el de Yuegang (Haicheng) en las cercanas de Zhangzhou. Pero la piratera era un modus vivendi para muchsima gente y no desaparecera nunca del todo. Se activaba cada primavera y verano, cuando los juncos de las Clebes, Malaca, Borneo, y Java, impelidos por el monzn del sudoeste, enfilaban hacia el norte, y desapareca casi en los meses de invierno, cuando slo los juncos de las Ryukyu se dirigan hacia los mares de Sur.245 En el ao 1574 la piratera haba remitido mucho. De hecho, los espaoles desde su aparicin por las Filipinas, haban tenido contactos espordicos con pequeas bandas, compuestas por dos o tres barcos, dedicadas alternativamente a la pesca, al comercio y a la piratera246. Pero no tenan ni idea del volumen de la piratera en los mares del Sur de China, ni modelo al que referirse: los famosos piratas del Caribe nunca movieron flotas de centenares
ANTONY, Robert. (2003) p. 19 SO, Kwan-wai. (1975) 244 NG, Chin-Keong. (1973) 245 All recogan los productos que llevaban a China en primavera con la cobertura de comercio tributario. Los textos castellanos recogen una y otra vez este comercio de las Ryukiu con el que querran equipararse: su volumen, desproporcionado al tamao de las pequeas islas que conectan en un tnue arco Taiwan y Japn, encubra, en los perodos de restriccin comercial, el comercio de China con el sudeste asitico. 246 SAN AGUSTIN,(1698) 268
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de barcos ni tripulaciones de decenas de miles como hacan sus homlogos asiticos. Por ello el ataque de Limahon247 a Manila en noviembre de 1574 les cogi completamente de improviso. Las fuentes chinas proporcionan una informacin muy completa sobre la carrera de Lin Feng (Limahon)248, pero las fuentes castellanas, que se han usado con menos propiedad249, proporcionan una versin incomparablemente ms rica y matizadadel modus operandi de un pirata chino. Limahon haba nacido en Jaoping, prefectura de Chaozhou, provincia de Guangdong250, en una familia algunos de cuyos miembros oscilaban entre el comercio y la piratera, llegando incluso a asociarse con algunas de las grandes bandas de piratas de mediados del siglo XVI. Limahon empez su carrera como pirata saqueando las costas de Fujian y solicitando de vez en cuando, sin xito alguno, una amnista al gobierno imperial251: la reinsercin de bandas enteras fue una de las frmulas habituales para acabar con la piratera. Finalmente estableci su base en las islas Penhu (Pescadores) donde top con otro gran corsario, Lin Taoqian (Lintoquian)252, natural tambin de Chaozhou, al cual venci, arrebatndole 57 navos de los 60 que tena253 . Cuando el gobierno chino mand una armada de 130 navos a perseguirlo, l se alej a una isla que estava a 40 leguas de China, llamada Tusilzuam-stacoaticam254. Desde all abord a uno de los barcos que iban de Manila al Fujian, bien pertechado con oro y plata mexicana: era la prehistoria del galen de Manila. Sin duda Limahon saba ya que un grupo de folangji nombre genrico que los chinos daban a castellanos y portugueses se haban afincado en las islas255, pero cuando vi la carga de muchos reales de a quatro
Las principales fuentes chinas para el estudio de Limahon son Ming Shi (Historia de la dinastia Ming), Ming Shenzong Shilu (Informes verdaderos del reinado del emperador Ming Shenzong), Chuanzhoufu zhi (Memorias del distrito de Chuanzhou), Tianxia Zhongguo Libing shu (Historia de los distritos y prefecturas de China) (WU, Ching-hong. (1958). p. 334). Las principales fuentes castellanas son, respecto al ataque de Limahon: RADA(1575); LOARCA (1575) y SANDE (1576) ; respecto a la rebelin de los filipinos: ALBURQUERQUE (1575) 248 Una recopilacin de estas fuentes se encuentra en LO, Jung-pang. (1976) 249 Las monografan anglosajonas dependen casi exclusivamente de los textos publicados en BLAIR, E.H., & ROBERTSON, J. A. (Eds.). (1903-1905) 250 Aunque Rada y Loarca afirman que Limahon procede de Guangdong, los nombres que dan a su lugar natal (Rada: Tiuchiu; Loarca: Frischo) son distintos incluso entre s. 251 LO, Jung-pang. (1976) 252 Rada 253 Loarca 254 Loarca. Se trata de Dongsanguangan ( WU, Ching-hong. (1958). p. 336) 255 Legazpi haba trasladado la capital de Ceb a Manila en 1571, despus que Martin de Goiti constatara la existencia de un flujo comercial chino constante en este puerto. A partir de entonces se haban multiplicado en Luzn no slo los asentamientos chinos, centrados en Manila, sino tambin los japoneses, que tenan colonia propia en el norte, en Cagayan. La incorporacin de Filipinas a los circuitos comerciales de los mares del Sur aunque nunca haba 269
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mexicanos amenaz a los aterrados tripulantes hasta que estos le informaron de las escasas defensas de Manila: vn piloto le failit el negoio, dizindole que los Castillas biban aqu dormidos, descuydados y andauan repartidos por muchas partes, y que si viniese luego no hallara sino viejos e ynpedidos, porque vna galera quedava de partida para yr vn capitn a mindanao256. Ante esta informacin, la flota de Limahon, compuesta por 62 barcos, puso rumbo a Manila: las luces de sus barcos, que los delataban de noche, fueron vistas desde varios puntos, pero todos pensaron que venan de Borneo, donde el rey local miraba con profunda aprensin como el comercio con los chinos del que ellos eran activos redistribuidores se estaba desplazando hacia Manila. Entre los que los vieron haba un soldado de Ylocos que corri a avisar a Juan de Salcedo, que con una tropa de 50 soldados estaba poblando la costa, y fray Agustn de Alburquerque, que haba ido bogando hasta la isla de Mindoro para cuidar a otro fraile enfermo cuando entendimos de un muchacho de casa,
que bolva de minila, cmo dos das antes, nabegando de noche por la mar ava bisto ms de cinquenta lumbres, que iban nabegando por la mar257.
Amparado por la noche, Limahon enfil rumbo a Manila aniquilando en el camino una galeota espaola y a los 22 tripulantes que iban en ella258. Limahon lleg sobre Manila la vigilia de San Andrs y, siguiendo la tctica comn a todos los ataques piratas chinos, se qued en su barco e hizo desembarcar una avanzadilla de 400 atacantes 259, armados sobre todo con picas260 y en perfecta formacin de a diez: cada unidad llevaba uno al frente con una banderilla fijada por un palo sobre la espalda y ondeando por encima de su cabeza. Sus corazas eran de algodn recosido y con las cabezas protegidas por sombreros fuertes de paja. Desplegados en silencio por la playa, y arrastrando sus picas por la arena, se dirigieron en primer lugar hacia la casa del gobernador Lavezaris guiados por un espa, con nimo de aprovechar que toda la gente estaba cada cual en su casa y las piezas de artillera tiradas por los suelos sin defensa alguna. Para ello tenan que pasar primero ante la casa del Maese de Campo, Martin de Goiti, hecha de paja y madera como todas las dems que haba en Manila. Pocos momentos antes, unos naturales le haban advertido del peligro inminente, pero l, enfermo y en cama, los tild de
estado aislada como muetran las cermicas chinas gpre-hispnicas halladas en las islas - no poda pasar desapercibida a los piratas de aquellos mares. 256 Sande 257 Alburquerque 258 Sande 259 Rada y Loarca. Sande da la cifra de 700 260 En la misma carta al rey, Sande har notar la incapacidad de los chinos con las armas de fuego y su preferencia por las picas: Todas sus armas por la mar y por tierra son bonbas de fuego; tienen mucha plvora en panes, avnque no granada; su artillera ruin, y commente versos y arcabuzes ruines, y as lo que ellos ms vsan son picas; entiendo yo temen poco al arcabuz, porque ellos aiertan mal con l y se espantan de que se mate vna gallina o vna paloma con vn arcabuz; 270
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borrachos, sin hacerles caso. Su mujer en cambio adopt una actitud desafiante frente a los atnitos piratas, y pag por ello.
se asom en vna ventana, que caya a la playa de la mar, la muger de martn de goite, maese de campo, con vna celada de ynfante puesta en la cabea, y les dio bozes en castilla dizindoles de perros, que a todos les aua de hazer morir, y llamndolos con la mano, y ellos advirtieron y supieron de la gua que en aquella casa biba el que era maese de campo; tuvironlo por cosa de ynportania, y fueron all y echaron muchas bonbas de fuego, con que quemaron en breue la casa, que son todas de paja y palos, y mataron algunos hombres que all se recogieron, y maltratado del fuego y de vn arcabuzazo, que le avan dado en vn brao, mataron al maese de canpo, martn de goite, que se ech por vna ventana por causa del fuego, cruelssimamente a cuchilladas de alfanges y con las armas enastadas. Mataron algunos all con l, y a la muger que los ava llamado desnudaron, y sobre vn anillo que tardava en sacalle del dedo e vna gargantilla, le dieron vna gran cuchillada por el pescueo, y sali huyendo por la yerua, que era muy grande y alta, y escap con la vida y es agora biba261.
El incendio de la casa de Martin de Goiti, en el que probablemente murieron una docena de castellanos, alert al resto de Manila. Buena parte opt por huir, junto con sus mujeres e hijos. Unos pocos - Lavezares dir despus que de los cien hombres que haba en Manila pelearon unos 30 - dirigidos por el capitn Velzquez, se apostaron en las esquinas de casas y chozas y con sus arcabuces mataron a unos cuantos chinos: ms o menos una quincena, segn Rada y Loarca, y ochenta si hemos de hacer caso a Sande. Con la retirada de los piratas, los supervivientes se apresuraron a defenderse: hizieron vn corral como para lidiar toros de tablas y caxas y algunas pipas, para
defenderse all, si el enemigo bolbiese, y para que se metiesen all las mugeres i nios, que andavan como obejas descarriadas por los acatales y montes, llorando qual a su marido, qual a su ermano, qual a su hijo y parientes muertos, que segn me dizen, era gran lstima verlas262
Cuando los piratas se retiraron, el desconcierto de los castellanos era total: ni siquiera saban quien era su atacante. Por otro lado, los indgenas, viendo flaquear su poder, se alzaron a la una contra el gobernador Guido de Lavezaris, que recelaba de ellos: guido de lavazares mand prender dos moros muy prinipales
y los pusieron en la crel, diziendo que por medio destos daran los moros bastimento, y luego los moros se alaron, y desta ocasin les dieron destocadas en el epo en la crel263
Pero en Manila haba tambin otro colectivo: el de la comunidad china, que ya en este momente era diez veces superior a la poblacin espaola. Todos ellos procedan del Fujian y mantenan constante relacin con el mundo
Sande Alburquerque 263 Sande
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martimo chino, centrado en las provincias de Guangdong, Fujian y Zhejiang: Limahon, que tambin vena de este mundo, conoca a algunos de ellos, en especial a Sinsay, que en el prximo ao jugara un papel destacado en las relaciones entre Manila y China. Al ver aparecer las velas piratas, los sangleyes huyeron, pero los ms notables de entre ellos, quizs por comprender que la presencia de los castellanos era un enorme valor aadido para su comercio, decidieron ponerse de su lado: Despus que huyeron los chinos, vino al gouernador vn chino
mercader, que se llamava sinsay, que aqu estaua, y le dixo quin era el cosario y cmo se llamava, qu poder tena y que hera cosario, que no vena por horden de su Rey, y auis que sin duda bolvera el tercero da el cosario, que se fortificasen los espaoles, y se quitase la paxa del techo de las casas de V. M., porque no las quemasen con fuego, y as se hizo264
Ms de un sangley deba tener experiencia probada en este campo de la piratera porque la prediccin de que volvera a los tres das se cumpli al pie de la letra. Por suerte para los espaoles, uno de los que haba visto pasar la flota de Limahon corri a avisar a Salzedo que estaba fijando un asentamiento castellano, Villa Fernandina, en la costa de Ylocos - y ste lleg a Manila a tiempo para el segundo ataque de Limahon: trajo con l la ayuda inestimable de 54 soldados, pertrechados con arcabuces: la cifra duplicaba la de los que quedaban en la colonia. A la maana siguiente Limahon puso toda su flota en formacin de cuerno de luna ante la playa de Manila y, con el alba, desembarcaron todos, que venan a ser entre 600 y 1000 segn las fuentes contemporneas: pocos aos despus los documentos hablarn ya de ms de 3.000 piratas. El mismo Limahon vino a tierra, aunque lo hizo en silla de manos y en ella permaneci sentado durante todo el ataque265: en esto como en otras cosas, su comportamiento se asemeja al de un alto funcionario chino. El ataque se hizo ordenadamente, en dos escuadrones, que en gran parte se concentraron en atacar el corral que haca de fuerte de los espaoles. Los castellanos contaban con la superioridad de unas pocas piezas de artillera, pero el grueso del ataque se hizo con picas, incluso cuando un grupo de piratas consigui forzar la frgil empalizada de tablas y cajas. Otro grupo se lanz sobre la destechada Manila, donde quem algunas casas, entre ellas la iglesia de San Agustin, que aunque contena libros y ornamentos de innegable valor para los espaoles, poco sobresala de las dems: de todos modos dej en pie las mejores casas, probablemente con la intencin de utilizarlas para su propio asentamiento266. Pero la resistencia de los castellanos era demasiado costosa para Limahon: cuando ya tena unas 200 bajas 100 veces ms que las que tenan los asediados267 -, decidi asentarse por el momento en otro de los puntos
Sande Sande 266 Sande 267 Rada, Loarca y Sande coinciden en las 200 bajas de los pirats y las 2 de los espaoles 272
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conocidos de siempre por los chinos, Pangasinan. Marchaba tranquilo, ya que los castellanos no tenan ningn barco: los moros de la isla les haban quemado todos los que tenan en el puerto. En Manila haba en aquel momento unos 250 castellanos, contando los 54 que haba trado Salzedo y los 150 que estaban en una nave que iba a partir para Mindanao268. Pero les quedaban dos graves problemas en las manos: el inminente ataque desde Borneo, en el que participaban otros pequeos estados isleos que tambin vean amenazada su contratacin con los chinos, y, sobre todo, la masiva sublevacin de los naturales.
Como los naturales desta tierra, que son moros, vieron lo subedido el da primero, creyendo que los chinos tuvieran vitoria, el segundo se alaron ellos todos, y en aquel poco espaio de tiempo aua alrededor de la iudad de manila ms de diez mill moros en sus navichuelos, aparejados para obedeser al cosario, y avn dizen le ymbiaron menssajeros a cavite, y dieron aviso por toda la tierra269
Fue por temor a esta sublevacin, que en aquel momento congregaba ya unos diez mil nativos en sus barquichuelos en la baha de Manila, enardecidos por la muerte de sus principales en la crcel de Manila a manos de los esbirros de Lavezares, que los castellanos no se atrevieron a abandonar el fuerte ni persiguieron a Limahon. Limahon eligi Pangasinan porque all haba poblacin y recursos, en especial buena madera. All haba habido en el siglo XV un pequeo reino, el que el Mingshi llama Fengjiashilan, que haba sido reconocido como estado tributario durante el perodo de las expediciones de Zheng He, cuando, a cambio probablemente de su madera, recibieron de la corte, cuando menos en tres ocasiones, monedas, piezas de tela y damasco bordado270. Limahon se proclam inmediatamente rey de Pangasinan y empez a cobrarles comida y tributos. Aunque construy de inmediato un fuerte con doble empalizada, lo hizo alrededor de una casa importante que ya exista con anterioridad. El ncleo de gente que l traa era ms que suficiente para empezar a poblar: La
Alburquerque precisa el nmero y localizacin de los espaoles: aba entonces quatro poblazones de espaoles, que es la iudad de manila, la villa de zub, la villa fernandina, en ylocos, y la villa de Santiago de libn, en camarines, y en estos pueblos estauan repartidos hasta 460 espaoles 269 Sande 270 Mingshi: Fengjiashilan es tambien un pequeo pas del mar oriental. El octavo mes del ao cuarto de Yongle (1406) su jefe Jiamayin y otros, que haban venido a la corte trayendo productos locales como tributo, recibieron en obsequio monedas y piezas de tela de acuerdo con su rango. El cuarto mes del sexto ao (1408), sus dos jefes Taimao i Liy, cada uno al frente de su gente, vinieron a la corte a tributar, siendo obsequiado cada uno de ellos con cien monedas y seis piezas de damasco bordado, mientras los de su squito tambin reciban regalos. El ao octavo (1410) volvieron a tributar. 273
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gente que dizen tena el cosario por todos eran casi tres mill hombres y otras tantas mugeres, que traya robadas de china y Japn, de adonde era la mejor gente que traya271
Los naturales no tenan ninguna duda de la victoria de los chinos: probablemente no era ste su primer contacto con los corsarios chinos: por ello, para ayudar a Limahon, los moros naturales quemaron los barcos de los espaoles, entre los cuales el navo que estaba aprestado para partir a Mindanao. En cambio vean a los castellanos como una plaga terrible pero temporal, ya que daban por hecho que los de Borneo no toleraran su presencia en estas islas. La sublevacin afect directamente a los monasterios que, como el de Mindoro272, estaba algo alejado de la isla de Luzn, y a ella se sumaron tambin los indios bautizados. Los indios mataban los puercos, a los que aborrecan, y, probablemente bajo la influencia creciente del islamismo, se quedaban con las cabras para hacer ceremonias con ellas. Por otra parte estaban acostumbrados al comercio ya que daban gran importancia a los pesos y tostones que haba en los monasterios. En el monasterio de Mindoro se guardaban 200 monedas de las que Alburquerque utiliz 60 para intentar comprar a los principales y varias ms para ir comprando su vida en la montaa en que los tenan presos. Cuando mconsiguieron huir por las montaas de Mindoro, Alburquerque y el prior cifraban sus esperanzas en que los capturaran los borneyes y los rescataran los portugueses, mientras otros frailes esperaban a que los hirvieran vivos: acontenci a vn Religioso que le dezan; padre, t nos babtizauas con agua fra, espera vn poco que nosotros te babtizaremos con agua caliente273. Su odisea termin cuando desde Manila vinieron a rescatarlos dos soldados por orden expresa del gobernador: la pincipal superioridad de los castellanos sobre los nativos era su organizacin y el hecho de contar con el respaldo de un estado. Para enfrentarse a Limahon, Juan de Salzedo march contra Pangasinan que amenazaba directamente su recin fundada Villa Fernandina en Ilocos con 256 castellanos y 2.500 indios. Mientras, en Manila, quedaba Guido de Lavezaris y un puado de soldados y se construa un fuerte de tablas con presupuesto de la corona274. Limahon haba construido en Pangasinan un fuerte de doble empalizada y vena sin duda con intencin de poblar: traa muchas mujeres, robadas en China y Japn, y empez inmediatamente a cobrar tributo a los naturales, que deban estar a costumbrados a tributar frecuentemente a uno u otro corsario. Un primer ataque castellano se sald con 70 piratas muertos y la captura de 70 mujeres chinas y tambin muchachos, as como la destruccin de
Sande La isla de Mindoro era otro de los puntos de las Filipinas donde histricamente haba habido una unidad poltica consistente: es el Mait de los textos chinos. 273 Alburquerque 274 Sande 274
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la palizada exterior y de los barcos del pirata: los soldados espaoles, quejosos de la ruin paga, prefirieron robar que rematar al corsario y se repartieron inmediatamente el botn humano: cuando poco despus llegue un representante imperial chino y pida que se le entreguen los prisioneros muchos estarn ya fuera de su alcance, repartidos por las islas con sus nuevos amos. Pero a pesar de esta victoria inicial, los espaoles languidecan en las playas de Pangasinan: La calor era terrible i la gente andava sin concierto, ni los capitanes le podian dar que
andavan todos cansados, aunque acudio mas socorro que embio el Maese de Campo. Se uvieron de recoger los espaoles aviendo dado contra el enemigo algunas arremetidas, en las quales hubo algunos espaoles heridos i cinco muertos275
Los ataques a Limahon se sucedan da tras da, y las bajas piratas eran importantes, pero era imposible tomar el fuerte ya que Limahon tena una clara superioridad en artillera y tena mucha ms plvora que los castellanos, que no la tenan ni en Pangasinan ni en Manila276 Limahon estaba bien equipado de plvora y balas y traa arroz para tres meses: su fortificacin era slida, dispona de setenta quintales de polvora y arcabuzes para dos mil hombres y tenia puestos en astillero treinta navios, que esperaba calafatear con algodon en ropa: cosas que probablemente pensaba adquirir de los comerciantes chinos que seguan la costa, y de los propios naturales en Ylocos: hacia all mand Limahon 25 barcos en busca de los bastimentos que interceptaron los castillas. Cuando los desertores empezaron a multiplicarse en el campo pirata, Limahon, siguiendo un patrn csico chino, mando hazer lista de
toda su gente, el qual los mando en su presencia hazer camaxadas de cinco en cinco, i si acaso faltava alguno morian todos porello277
La tctica que siguieron los espaoles para derrotar a Limahon, probablemente sugerida por los sangleys, fue la de cerrar la salida del ro: la armada china siempre haba servido ms para transportar tropas que luchasen en tierra que para realizar batallas navales. Para entenderse con Limahon se haban llevado a Pangasinan al Sinzay, el sangley que les haba dicho quien era Limahon cuando el primer ataque. Las cartas entre Sinzay y Limahon278 dejan claro que Limahon tena relaciones con los mecaderes chinos. Su piloto, Onzigon, era un mecader habitual en Manila279 y el mismo Sinzay era conocido suyo, como se deduce sin lugar a dudas de la respuesta de Limahon a la interpelacin que Sinsay le haba hecho por cuenta
Loarca Loarca. Fue observando situaciones como sta que los castellanos llegaran a la conclusin de que los arcabuces de los chinos eran ruines. 277 Loarca 278 Estas cartas aparecen slo en el texto de Loarca. San Agustin (1698) las reprodujo atribuyndolas a Rada 279 Loarca 275
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de los espaoles: Viendome fuera de mi tierra, me huelgo de ver gente de alla, i me ha pesado mucho de no saber de ti280. Y no era el nico con relaciones en el campo corsario: Loarca, hablando de los ataques japoneses a las costas del Fujian, nos dice que eran sus guias tres chinos que ahora biven en Manila i son christianos. Estando en Pangasinan llegaron dos navos chinos con el capitn Omoncon281, que vena de parte del Combun, gobernador de Ucheo282 persiguiendo a Limahon, y se le mand a Manila, en compaa de Martin de Rada, para entrevistarse con el gobernador, al que reconoca como alguien que mandaba en Luzn y en las Visayas: Capitan Vaar, que estas i mandas a Luon y a los cibayas y otras
tierras283
A Pangasinan lleg tambin un navo chino pertrechado con salitre para hacer plvora que tambien para esto dependan los castillas del comercio con los chinos y que vena a recoger productos naturales para llevar al Japn: las Filipinas estaban tangelcialmente incorporadas al comercio entre China y Japn. Omonco, cuya primera reaccin ante el navo de mercaders chino fue la de castigarlos por ir sin licencia, entabl inmediatamente buenas relaciones con los Castillas, agradecido por el hecho de que stos le entregan los piratas prisioneros: tanto los que haba en Manila como los que haba en Pangasinan, a pesar de que los que quedaban eran propiedad de los soldados que los haban cogido prisioneros. Limahon reconstruy pronto su flota, dado que llevaba entre su gente gran cantidad de artesanos:
la grande guarnicion quel corsario tenia, estando fortalecido con fortissimo terraplen, mucha verseria i pieas gruesas i setenta quintales de polvora i mil y quinientos versos, y arcabuzes para dos mil hombres i que tenia puestos en astillero treinta navios, dos algo grandes, los quales se hazian en el contrafuerte i que faltava tablazon para los veinte i mas, i que los avia de calafatear con algodon en ropa284
Tras intentar en vano convencer a los espaoles de que l podra introducirlos en China y ayudarles a conquistarla, hizo arrancar las estacas con que los castellanos impedan su salida por el ro y stos vieron de pronto entre las dunas como los mstiles de los barcos piratas desfilaban uno tras otro camino del mar. Salzedo sali en persecucin de Limahon, que se diriga al norte, hacia el cabo Cagayan, siguindolo por tierra por toda la costa de Ylocos,
Loarca Omoncon es el Wang Wanggao de los textos chinos 282 Loarca, carta de Omoncon a Lavezaris. 283 Loarca 284 Loarca 276
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con nimo de defender la recin creada Villa Fernandina. Al comprobar que Limahon no haba entrado por el ro Bigan, sigui hacia el norte hasta el cabo Bojeador, donde hall restos de poblados chinos: llegado al cabo de Bexador, que es un
puerto treinta leguas de la Villa Fernandina, do hallo muchas choas do abian alojado chinos, y algunos pedaos de tablas y asientos de yunques i seales de carpinteria i contaronse muertos alcanados de los naturales 80, y tantos entre hombres y mugeres, y muchas sepulturas285.
Omoncon, que vena con una oferta de perdn para Limahon si pasaba al servicio del emperador y con otras sendas ofertas a sus subalternos si se decidan a abandonarlo, viaj a Manila en compaa de Sinsay y ambos fueron obsequiados y condecorados por Guido de Lavezaris. Lavezaris le dio una carta para el Rey de China, en la que alega que los castillas han tratado bien a los comerciantes chinos, que antes eran maltratados por los naturales en alusin a los chinos prisioneros que Legazpi liber cuando fund Manila, y en la que se compromete a entregarle Limahon: si se tomase vivo sera llevado a tu presencia, i, si muerto, salada su cabeza286. Omoncon volvi hacia China con una delegacin compuesta por los padres fray Martn de Rada, y fray Jernimo Marn, los soldados Miguel de Loarca y Pedro Sarmiento, y otros dos soldados que se sumaron en Pangasinan, Nicols de Cuenca y Juan de Triana, ms dos chinos que saban espaol, un tal Hernando y el ya mencionado Sinsay.Una vez en China, tanto Sinsay como Omoncon recibieron paga y honores por la captura de Limahon y meses despus enviaron otro barco a Manila con un capitn cualificado para certificar la defuncin de Limahon: trayan por capitn general a otro chino llamado siaoga, de poca persona y ruin talle y viejo; dizen ava sido cosario quando moo287 Tanto la oferta de perdn a Limahon y sus secuaces como el pasado de Siaoga certifican lapoltica de constante captacin de los corsarios por parte de las autoridades chinas. La nueva delegacin traa regalos piezas de seda y mantas de algodn para todos los que haban participado en la captura de Limahon, incluso para los soldados del campo de Pangasinan: deba ser una compensacin por los prisioneros que les haban quitado. Tambin traan cartas, que Sande mand originales y traduccin al rey para que viera la escritura china, en donde dice que sus letras no lo son sino partes o ifras. Los chinos que se comportaban como una delegacin clsica, instalndose a pan y cuchillo en Manila irritaron profundamente a Sande, gobernador de las Filipinas, hasta que, aterrados por el hecho de que Limahon no apareca, propusieron llevarse alguna cabeza de las que tenan los cazadores de cabezas y hacerla pasar por la de Limahon: Estos diez navos truxeron alguna
mercadera que vender, avnque poca, y vendan muy caro; es gente ruin y desvergonada y muy pedigea; estovieron en este puerto ms de seis meses; pretendieron mucho lleuar presente a su tierra,
Loarca La carta de Lavezaris se encuentra ntegra en Loarca 287 Loarca 277
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porque sus mandadores fuesen con l aprouechados, y a ellos se les hiziese all alguna comodidad, y como tenan notiia que se huy limahn, y ellos son frgiles como yndios, pretendieron que yo escriuiese a china que hera muerto limahn, y para este efecto buscaron muchas cabeas de hombres, que las tienen muchos naturales de esta tierra por joyas, para dezir que eran las de limahn288
El ataque de Limahon puso en evidencia la escasa consistencia de la estructura pirata, la precariedad de la implantacin castellana en las islas y el nulo inters de los chinos de establecerse en aquellas islas. Desencaden tambin una profunda animadversin del gobernador hacia los chinos, una tirria que heredaran sus sucesores junto con el cargo y que finalmente se saldara de forma dramtica con la matanza de sangleys del 1603. 2. LOS BARCOS Y LAS DEFENSAS COSTERAS DE LA CHINA MING EN LAS FUENTES CASTELLANAS Los textos castellanos del ltimo tercio del XVI constituyen una fuente de primera mano para contrastar los datos que nos proporcionan tanto las historias oficiales chinas como las gacetas locales, abundantes ya durante los Ming en el rea del Fujian. Y ello es tanto ms til cuanto que las Historias oficiales, que recogen meticulosamente todos los datos que los funcionarios confucianos consideran de inters positivo o negativo para el pas, ignoran sistemticamente en cambio desarrollos como el del comercio martimo que forman tambin parte de la historia colectiva de la nacin china. Es por ello que si bien la piratera est cuidadosamente consignada, por su potencial inmediato para desastibilizar el statu quo, los progresos de los chinos en el arte de navegar y la expansin de sus comerciantes por los mares del sur hay que buscarlas ms en menciones dispersas en las gacetas locales que en las Historias oficiales.Y sin embargo, entre principios del XII y mediados de XV los barcos chinos, de enormes dimensiones, haban ido controlando paulatinamente los mares orientales: con los Song se afianzaron en el mar de la China Oriental, con los Yuan en el mar del sur de China y con los Ming, en la primera mitad del siglo XV, llegaron a controlar todo el circuito del ndico. Pero cuando los castellanos llegaron a las Filipinas, la gran poca de la marina china haba terminado. Algunos fragmentos de la que haba sido la flota ms grande del mundo yacan todava medio enlodados entre las ruinas de Longjiangchang, las atarazanas de una Nankn que ya no era la capital. El predominio chino en los circuitos del ndico era el resultado de unas condiciones econmicas y polticas que dieron un papel relevante al comercio privado. Los Ming intentaron mantener el impulso econmico pero controlndolo desde el estado: sta fue una de las motivaciones de las
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Sande
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expediciones de Zheng He. Y el final de sus viajes fue tambien el final de la expansin econmica de China por mar: desde mediados del XV el estado chino renunci al comercio martimo, aunque desde luego no lo hiceran los habitantes de zonas coseras tan ineluctablemente volcadas al mar como es el caso del Fujian. Los castellanos fueron conscientes desde el primer momento de las restricciones impuestas al comercio martimo289, as como del contrabando que ello generaba290. A pesar de conservar una cierta confusin respecto a los principales puertos del Fujian, en especial respecto a la ubicacin del que ellos llamaban Chincheo291, entendieron pronto el funcionamiento del sistema, as como el papel del puerto de Yuegang (Haicheng) que desde 1567 era el nico puerto abierto a los extranjeros292. La decisin poltica de cerrar el comercio martimo tuvo consecuencias muy severas, no slo a nivel poltico y econmico. La tecnologa naval de los chinos, que desde el siglo XII haba ido acumulando innovacin tras innovacin hasta ser capaz de producir unos barcos tan enormes como seguros y fciles de gobernar, decay irreparablemente a lo largo del XVI, justo cuando estaban empezando a llegar portugueses y castellanos, seguidos en el XVII por holandeses e ingleses: y todos llegaban por mar. Todos los textos sin excepcin se sorprenden de la infinidad de barcos que navegan por los ros y costas del reino293, as como de la cantidad de gente que vive en los barcos294: lo que no vieron es que sta era una particularidad muy especfica del sudeste, especialmente de los hakka y los dan, a los que se llamaba despectivamente shuishangren, gentes del agua, y cuya existencia marginal era precisamente la que les obligaba a fluctuar entre el comercio ilegal y la piratera295. Tanto Escalante como Mendoza describen los principales tipos de 296 barcos .Estos dos autores p`roporcionan tambin informacin tcnica sobre los navos, detallando el tipo de timn, la forma de calafatear y las ruedas para
Escalante: El rey establecio por ley, que se guarda oy dia precisamente, que ningun subdito suyo navegasse fuera del Reino sopena de la vida 290 Mendoza: El da de hoy los gobernadores de los puertos de mar dispensan algunas veces, con la ley de no salir, por algunas ddivas que les dan los mercaderes 291 Chang Tie-Tse (1934) cree que era Quanzhou (CHANG T'ien-tse. (1934) y NG, ChinKeong (1973) cree que era Zhangzhou ya que era all donde acababa de abrirse el puerto de Yuegang, que tena la exclusiva del comercio martimo con los extranjeros (NG, Chin-Keong, 1973, p. 163, n. 12) 292 Dueas: Havra doze aos que dieron licencia a los naturales del reyno pa que saliessen fuera a otros reynos a contractar, aunque en sola una ciudad de la costa esta el registro pa que todos salgan y entren por alli, no pueden salir de otra parte sino es con pena de la vida. Alli an de venir por fuera a rregistrar, llamase esta ciudad Haitem 293 Tordesillas: hauia tantos barcos que no parecia desde afuera sino una grande poblaon 294 Escalante: abita poco menos gente en el agua que en tierra 295 ANTONY, Robert. (2003) 296 ESCALANTE, cap. 10; MENDOZA, Primera Parte, Libro Tercero, cap. XXI 279
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achicar el agua297. Rada habla de que los barcos llevaban bombas de fuego, hecho bien atestiguado por las ilustraciones desde poca Song: pero ello no presupone que llevaran armas de fuego298. De hecho, el poco uso que hacan de stas as como la mala calidad de sus arcabuzes es un tema que ser inmediatamente anotado por el gobernador de las Filipinas, doctor Sande: ste lo har notar a Felipe II como un factor a favor de ir a la conquista de China299. En cualquier caso, los barcos que vean los espaoles eran barcos pequeos, sin ninguna relacin con las plataformas flotantes que fletaron no slo los Ming sino tambien los Song i los Yuan y de las que dieron fe no slo las Historias Oficiales chinas en lo que respecta a las flotas de Zheng He sino tambien Marco Polo e Ibn Battuta: Marco Polo devolvi a la princesa Kokocin a Persia con una flota de barcos en cada uno de los cuales iban 600 personas, y Ibn Battuta habla de barcos con 400 tripulantes a bordo. Sin embargo, Dueas habla de barcos de cien toneladas de carga y Tordesillas menciona 96 personas a bordo como la capacidad normal. Solo Loarca afirma que tienen barcos grandes, aunque menosprecia sin embagues su cualidad300 Aunque todos hablan de la presencia de flotas para proteger las costas Escalante y Mendoza hablan de las armadas grossisimas que corren por todas aquellas costas -, slo Loarca aventura la cifra de 400 barcos para proteger las costas del Fujian y Rada limita a 12 los barcos que protegen la entrada de Zhangzhou. La
Escalante: Traen en todos estos navios corredores muy curiosos en popa sobre el governalle, de que su imitacion usan aora los Portugueses en sus galeones y naos de la India, y de un betumen que aprendieron dellos, que llaman La pez, que se haze de cal y azeyte de pescado, y del uname viejo muy picado que le ponen entre el costado de las naos, y otro aforro nuevo de tabla, que se les echa encima, hasta do llega de ordinario el agua, quando van cargadas, despues en lugar de brea tornan cubrir el aforro nuevo con el mesmo betumen, que es tan provechoso al tablado, que no entra jamas gusano en el, y haze se en poco tiempo con el agua, tan duro como piedra; y con esto les duran a los Chinas mucho tiempo sus navios: de suerte que ay algunos Iuncos que les han puesto quatro y cinco vezes la pez, con que el costado dellos parece un muro: pero quedan con esta fortaleza muy pesados para andar la vela. Usan de una suerte de bombas, hechas de muchas pieas la manera de anorias, puestas al largo de los costados de los Iuncos por la parte de dentro, con tal artificio, que un ombre solo assentado meneando continuamente los pies, como quien sube gradas, desagotar un gran navo en poco tiempo, por mucha agua que haga. 298 Las primeras armas de fuego llegaron probablemente a China de mano de los otomanos a princios del XVI, por una parte via Atje y el Fujian, por la otra via la frontera norte, aunque fueron finalmente los jesuitas los que ensearon a los chinos a mediados del XVII (indistintamente a los Ming y a los Qing) a construir caones operativos (Di COSMO, Nicola. (2005) 299 Sande: Todas sus armas por la mar y por tierra son bonbas de fuego; tienen mucha plvora en panes, avnque no granada; su artillera ruin, y commente versos y arcabuzes ruines, y as lo que ellos ms vsan son picas; entiendo yo temen poco al arcabuz, porque ellos aiertan mal con l y se espantan de que se mate vna gallina o vna paloma con vn arcabuz; 300 Loarca: los navos algunos son grandes pero muy flacos que de la lumbre del agua arriba todo es obras muertas de una tabla delgada y no tiene ligazon 280
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decadencia de las defensas costeras chinas en los segundos Ming301 se adecua bien con estas cifras, aunque los textos de Rada y Loarca dejan claro que el estado chino poda agrupar con notable celeridad flotas mucho mayores302. Escalante y Mendoza fueron prudentes en su apreciacin de la capacidad marinera de los chinos, y Dueas y Tordesillas estaban tan atareados con sus problemas que no tuvieron tiempo de valorar nada. Pero Rada y Loarca fueron a China en condiciones mucho mejores y sus observaciones sobre la capacidad martima de los chinos es absolutamente negativa. Tras afirmar que son muy temerosos de la mar y malos marineros , tanto Loarca como Rada son muy crticos respecto a la precisin de la brjula china303 y tienen especialmente Rada una psima opinin de la cartografia china304 aunque son conscientes de la existencia de derroteros marinos305. Los prejuicios, bien visibles en Sande, el que fue gobernador de las Filipinas de 1575 a 1580, la apreciacin de la capacidad marinera de los chinos: avnques de maravillar que, siendo gente brbara, sepa arte de marear, lo es mucho de ver qund brbaros son ellos306. La verdad es que Sande, con una mezcla de aprensin y desprecio, observ el funcionamiento de estos barcos mejor que los dems. Con l constatamos que estos barcos siguen siendo, como eran ya en el siglo XII, de un ancho considerable respecto al largo, siguiendo la forma de las medidas que se usaban para los cereales307. Sande se dio tambin perfecta cuenta de la
Las estelas de finales del XVI y principios del XVII que se conservan en Fujian dan una imagen devastadora del estado de estas defensas (VERMEER, Eduard B. (1991). 302 Loarca afirma que para perseguir a Limahon los virreyes de aquella costa hicieron una armada de ciento i trenta navos gruesos, i fueron en su busca Offrecionos quinientos navios para contra Limahon o dozientos, los que quisiesemos. Rada proporciona unas cifras ms mesuradas: el Inuanto embionos a llamar para informarse de nuevo de todo y nos dixo si seria bueno embiar sobre limhon ien navios de armada 303 Rada: tienen aguja de marear pero no como la nuestra porque no es mas de una lenguezita de azero muy sutil que la tocan em piedra yman y la echan en una salserita llena de agua de mar en la qual estan pintados los vientos y Reparten el aguja en veinte y quatro partes y no en treinta y dos como nosotros. Esta opinin despreciativa de Rada respecto a la brjula china viene plenamente corroborada por Sande, gobernador de las Filipinas a mediados de los 70: Traen repartida el aguja en menos vientos que nosotros; el aguja es en vna escudilla, donde tienen sealados los vientos; llena de agua ponen el agujonillo, tocado en piedra ymn, y ay vezes, que primero que aiertan a hazello vna vez, se les va a fondo veynte. 304 Rada: aunque como gente que sabe muy poco de geografia ni geometria ni aun aryth metica ponen muy toscamente sus pinturas y aun las distancias y ircuytos muy falsos y que es imposible concertarlos en muchas partes 305 Rada: no tienen carta de marear pero algunos derroteros scritos de marineros 306 SANDE, Carta a Felipe II, 7 de junio de 1576, AGI, Audiencia de Filipinas, 6 307 Sande: son de la mesma hechura la proa que la popa, llanos como vna messa quadrada, e vsanlos ans por valerse de entrambos lados, y sienpre navegan de vna buelta y de otra para la bolina; van meindose como cunas con los remos.
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dependencia de esta navegacin respecto a los monzones308 y describi con bastante precisin la estructura de las velas y mstiles chinos309 Pocos aos despus, Matteo Ricci zanjara la cuestin de forma tajante:
Hay tantos barcos en esta tierra como los que pueden contarse en todo el resto del mundo. Aqu se viaja mucho ms en barco que en Occidente y sus barcos son mucho ms cmodos que los nuestros. Pero los barcos que salen a la mar son muy pocos y no puede compararse con los nuetrsos ni en nmero ni en estructura310
Los barcos chinos, cuya avanzadsima tecnologa les haba valido a partir del siglo XII el control de los grandes circuitos del ndico, perdieron, tras la clausura de los viajes de Zheng He, la capacidad de innovacin en todo lo relativo al mar: a un mar al que les estaba prohibido salir. Los barcos de Zheng He, de 154 mts de eslora y 54 mts de manga, con una capacidad de carga de ms de 3.000 toneladas y una tripulacin de 2.000 marineros a bordo, haban desaparecido haca ya ms de un siglo sin dejar rastro. Claro est que las costas seguan llenas de artesanos capaces de armar y calafatear barcos menores: los chinos del parin de Manila harn barcos para los espaoles y Limahon hizo construir en un par de meses 34 barcos grandes de altos mstiles. Pero la riqueza y el poder de Portugal, Espaa, Holanda y Inglaterra dependa de sus barcos: y la de China, ni an en tiempos de Zheng He, jams dependi de ellos. 3. EL ECO DESCENDENTE DE LOS VIAJES DE ZHENG HE Los textos castellanos conservan tambin datos, aunque un tanto evanescentes, respecto a los viajes de Zheng He. La primera mencin que merece la pena destacar y que contradice la romntica versin de que los viajes de Zheng He eran de exploracin es la de Ruy de Clavijo. La embajada de Clavijo visit Samarcanda en 1405 y estaba de regreso en Alcal de Henares donde entreg el texto a Enrique III antes de finales de 1406311. El primer viaje de Zheng He, por otra parte, se realiz entre 1405 y 1407 y lleg hasta Calicut.
Sande: Estos nunca nauegan sino con tiempo hecho en los meses de bonanas Sande: Las velas que vsan son de caas, hechas como esteras, no vsan entena en el rbol, sino levantan la vela grande en el rbol, cosida en vn palo, como se pone vna vandera de ynfantera en vna pica, y las escotas de la otra parte y pende, las quales buelbe de vna parte a otra, sign viene el viento; la vela es la mitad de ancho que el nauo, y el rbol es grande y alto; yar la vela ariba vsan de vn molinete, ques vn yngenio que sirve de cabestrante; la xaria es de bexucos e yervas, que son cosas silvestres; el rbol est a las dos partes del navo, del largo dl hazia la proa, para ynclinar la nao a que cabeee, y el trinquete de proa se quita y pone o a babor o a estribor, sign viene la nesesidad y el tiempo, y caan las escotas por la mesma manera. 310 GALLAGHER, Louis J. (1953). p. 13 311 LPEZ ESTRADA, (1999) 282
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Lo importante del testimonio de Clavijo es que habla de la llegada de barcos del Catay a Ormuz312: Clavijo recoje pus la llegada de barcos o tripulaciones chinas al Golfo Prsico diez aos antes de que llegaran all las flotas de Zheng He en el cuarto viaje, confirmando con ello la opinin de quienes sostienen que Zheng He viaj siempre por rutas bien conocidas313. Los viajes de Zheng He, que se haban iniciado por orden de un emperador, Yongle, se terminaron por orden de otro, convencido por los funcionarios confucianos de que haba que priorizar los costes del imperio de forma ms convencional. El recuerdo de Zheng He, que ahora tanto se ensalza, qued empaado y cuando, en 1723, se redact finalmente la Historia de la Dinasta Ming, la biografa de Zheng He, sumamente concisa, se cerr con una nota crtica respecto a los enormes costes que la aventura haba comportado. A pesar del olvido deliberado que el establishment chino dedic a partir del XVI a los viajes de Zheng He, alguna cosa quedaba en el aire cuando los portugueses llegaron a China 80 aos despus. La mencin de estos viajes apareca ya en Gaspar da Cruz314, y de all pas a Escalante315 que construy su libro en base a glosar sin reparo alguno el de Gaspar da Cruz. De all lo glos a su vez Gonzlez de Mendoza, cuyo libro apareci en 1586:
en los derroteros antiguos que tienen para navegar se ve claramente que llegaron con sus navos hasta la India, habiendo conquistado todo lo que hay desde la China hasta lo ltimo de ella; de lo cual fueron pacficos poseedores hasta que se hizo la ley y dejacin voluntaria ya dicha, y as hay hoy en da muy gran memoria de ellos en las Islas Filipinas nuevamente pobladas, y en la costa de Coromandel, que es en la contracosta del Reino de Narsinga, de la banda del mar de Bengala, donde hay un pueblo que se nombra el da de hoy el pago de los chinos316 por haberle ellos edificado.La misma noticia y memoria hay en el Reino de Calicut, donde hay muchos rboles y frutas, que dicen los naturales que las trajeron los chinos, cuando fueron seores de aquella tierra; y que en el mismo tiempo lo fueron llanamente de los Reinos de Malaca, Siam y Champaa y otros sus comarcanos; y aun se cree que del Japn317, y colgese de muchas seales
LPEZ ESTRADA, Francisco (Ed.). (1999) p. 207 DREYER, Edward L. (2006) 314 D'INTINO, Raffaella. (1989) 315 ESCALANTE, Bernardino de. (1991) 316 Este fragmento pone claramente en evidencia que la fuente de Mendoza es Escalante y, en ningun caso, Gaspar da Cruz como pregona Mendoza, ya que reproduce los mismos errores de comprensin del texto de Cruz que aparecen en Escalante. El texto de Cruz explicita que en aquel lugar se encuentra <una "Pagoda de los Chinas", que equivale a decir "Templo de los Chinas">. Mendoza, en cambio, copia la corrupcin de "Pagoda" en "pago" que aparece en Escalante. 317 Este Japn es una corrupcin de Iaoa, equivalente a Java, tal como la menciona Escalante. 283
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de la China que hay en el da de hoy, y de que los naturales son muy achinados318
La utilizacin de las fuentes por parte de Gonzlez de Mendoza es un tema complejo que he comentado ya en otro escrito319. Baste recordar que, aunque contaba con tres relaciones dedicadas del todo a la descripcin de China -la segunda parte de las narraciones de Loarca y de Rada y la Relacin de Dueas l no las utiliz para nada: toda la primera parte del libro, que es la destinada a la descripcin de China sigue casi al piue de la letra el texto de Escalante. Es por ello que pas completamente por alto la afirmacin de Loarca de que los chinos eran incapaces de navegar en altamar320 . Poco despus de que Gonzlez de Mendoza escribiera su libro, incorporando en l las expediciones que agustinos y franciscanos haban hecho en China a finales de los aos 70, Matteo Ricci consegua establecer definitivamente a los jesuitas en China. Ricci, que consigui penetrar en el crculo de los letrados y en el de la Corte, muri en Pekn en 1610, y dej un diario, escrito por tanto unos 20 aos despus del libro de Mendoza. En l queda claro que a principios del siglo XVII, el recuerdo de Zheng He se ha desvanecido del todo de la memoria cultural china:
Algunos de nuestros escritores afirman que los chinos no solo subyugaron a las naciones vecinas, sino que extendieron su poder hasta llegar a la India. Despus de haber estudiado con ahinco la historia de China, cubriendo un perodo de ms de cuatro mil aos, debo admitir que jams he visto mencin alguna de esta conquista, ni nunca he odo decir tampoco que hubieran extendido los lmites de su imperio321
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