330 680 1 SM

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 12

ISSN: 0214-8289

La imposibilidad de lo vernculo. La arquitectura del INC

Pablo Rabasco Pozuelo Universidad de Crdoba. Espaa

Resumen: Los profundos cambios acontecidos en la interpretacin y uso de la arquitectura verncula en las primeras dcadas del siglo XX, desde mbitos tan distintos como las exposiciones universales, las obras de carcter totalitarista o nacionalista, modificaron los modos de construir y entender el habitar en el entorno urbano y rural. En la obra del Instituto Nacional de Colonizacin se reflejan las tensiones y la importancia de este proceso al amparo de la evolucin de la arquitectura contempornea en Espaa. Palabras clave: Arquitectura verncula, colonizacin, vivienda rural, exposicin internacional, autarqua, arte del franquismo. Abstract: The profound changes in the interpretation and use of vernacular architecture taking place during the first decades of the 20th century from spheres as different as the international exhibitions or the works of totalitarian or nationalist nature modified the way in which the dwelling in urban and rural environments was built and understood. The work of the Instituto Nacional de Colonizacin shows the tensions and importance of this development in the evolution of contemporary architecture in Spain. Key words: Vernacular architecture, colonization, rural housing, international exhibition, autarchy, art in the Franco years.

Es posible que las determinaciones geogrficas, fsicas, culturales o polticas nos impliquen de tal forma que terminen acotando espacios de pensamiento, y sin embargo, como si ese acotamiento se presentara mal constituido, termina ampliando significados ms all de lo que en un principio pudisemos sospechar. La eliminacin de lo vernculo en el hecho arquitectnico no va separada de otro tipo de actitudes desprendidas hacia lo social o hacia el tiempo como estructura de lo tradicional. El concepto de arquitectura verncula va ntimamente relacionado con la decadencia y el final de su propio significado. Su expansin, a travs de las visiones romnticas y conservacionistas, dificulta ampliamente la necesidad de volver a una realidad tanto nominativa como existencial. La aparicin de este trmino, coincide en el tiempo con un hecho determinante para la historia de la arquitectura, la paulatina aparicin de
atrio, 15-16 (2009-2010) p. 73-84 73

Pablo Rabasco Pozuelo

conceptos urbanos y habitacionales en los que se separan los elementos bsicos que determinaban la esencia de lo vernculo: el habitar como un construir en presente. El hombre se ve retirado en el control concreto del proceso. Aquellos que deben ocupar el lugar dejan de intervenir en la construccin, no slo de un forma real y efectiva, como fuerza de trabajo y planificacin, sino tambin como aportacin de unas estructuras que van desde lo cultural a lo tradicional, del entorno y los elementos heredados de intervencin en l. Lo cierto es que dentro de todo proceso se llega a un punto final de reflexin, a una situacin tan obvia que nos hace replantearnos el propio significado de lo nombrado. En esta ocasin, la arquitectura verncula, aquella ligada a lo cotidiano, a lo circundante y a la tradicin, se ve reflejada en una extrema imagen de lo que no era. As, los procesos abiertos en Espaa durante el perodo de autarqua, y en general durante el franquismo, jugaron un papel importantsimo en esta mutacin del concepto, coincidiendo con un momento terminal de esta forma de entender la arquitectura. Anteriormente, la bsqueda de unas identidades de carcter nacional con pretensiones muchas veces de destacar en lo internacional, o de hallar respuesta a travs de conceptos amplios de carcter exclusivamente polticos, trazaron todo un mapa de discursos y propuestas que no hicieron sino potenciar el declive de lo vernculo, de aplacar las necesidades del hombre de ocupar y construir un espacio.1 En el caso espaol, el debate se fue extendiendo en el tiempo. Desde posturas obvias y conservacionistas/exhibicionistas desarrolladas en las primeras dcadas del siglo XX en ejemplos que posteriormente veremos, hasta encontrarnos de bruces con una situacin poltica como la dictadura militar de Francisco Franco, que resolva la problemtica llevndola a una cota cero, a una bsqueda de la identidad de nuestra arquitectura a partir de modelos con una fuerte carga simblica como podan ser las arquitecturas de Juan de Herrera o de Villanueva. A la vez se potenciaba lo rural a travs de la imagen verncula como un posicionamiento tambin poltico. En este sentido, las nuevas poblaciones llevadas a cabo por el Instituto Nacional de Colonizacin pueden mostrarnos la tensin entre una apuesta poltica dirigida a buscar la esencia del mundo rural a travs de la recreacin de poblados en base a modelos comunes, y la labor de creatividad de los propios arquitectos, que en muchas ocasiones supieron fijar en la obra las verdaderas problemticas de su esencia. Problemticas en el reconocimiento de lo vernculo El hecho es que desde principios del siglo XX se vena experimentando con la construccin de espacios que recreaban la arquitectura verncula. Los ejemplos son de todos conocidos, sobre todo aquellos que se desarrollaron en el mbito internacional de las exposiciones universales. Los ejemplos de
1. Es interesante consultar, CALDUCH CERVERA, J.: La arquitectura moderna nacional. De 1927 a 1935: la crisis del internacionalismo. Arquitectura Publicaciones de la Universidad de Alicante, Salamanca, 2003.

atrio, 15-16 (2009-2010) p. 73-84 74

La imposibilidad de lo vernculo. La arquitectura del INC Imagen 1. Pueblo Espaol. Ilustracin de la Plaza Mayor. Barcelona, 1929.

Amberes, Bruselas o la apuesta por recrear espacios urbanos y rurales en la de Pars de 1890 con el Pueblo Suizo y el Viejo Pars, no son sino ejemplos que nos ayudan a entender el desarrollo de esta idea en la Exposicin Universal de Barcelona de 1929 con el Pueblo Espaol (imag. 1)2. La recreacin de este pueblo, diseado por Francesc Folguera y Ramn Revents en 1926, no fue sino un registro de los ejemplos ms destacados y peculiares de la arquitectura verncula espaola, donde se visualizan no slo conceptos urbanos y arquitectnicos de nuestros pueblos, sino que igualmente se saca de contexto lo vernculo sin una relacin clara con el proyecto urbano. Las viviendas aisladas tradicionales se insertan en espacios urbanos destinados a una interpretacin y uso turstico, configurndose una trama confusa de significados. Igualmente, este concepto se tuvo en cuenta a la hora de realizar el Palacio de la Agricultura por Josep Mara Ribas y Manuel Magol, en un contexto similar. Cules eran lo planteamientos que nos llevaron a recrear la arquitectura tradicional de nuestros pueblos y ciudades? Sera complejo entrar en las razones esgrimidas en todos y cada uno de los ejemplos que se dieron en la Europa del XIX y del XX. Sin embargo, podemos observar cmo, si bien en un primer momento parece captarse un inters por reivindicar lo nacional y mostrar al resto de Europa las formas arquitectnicas que definen su propia idiosincrasia, enmarcando este discurso en un romanticismo politizado, el hecho de recrear esos espacios y mostrarlos en un mbito reivindicativo nos habla igualmente de la necesidad de empezar a plantear su recuerdo, su final. Cuando sentimos la necesidad de hacer perdurar este tipo de arquitectura y conjuntos urbanos, ms all del proyecto vital que las define, no hacemos sino lanzar un canto de cisne en el que nos reconocemos en nuestra relacin con estos elementos. En todo caso, no se trata de una
2.Ver; BOHIGAS, O., CARANDELL, J. M..; DOMENECH, J.: El Poble Espanyol, Lunwerg Editores, S.A., Barcelona, 1989. BOHIGAS, O.: Comentarios al Pueblo Espaol de Montjuich, en Arquitectura, n. 35, Noviembre de 1961, pp. 15-23.

atrio, 15-16 (2009-2010) p. 73-84 75

Pablo Rabasco Pozuelo

accin/reaccin. El hecho de las recreaciones arquitectnicas tomando como referente a las obras vernculas en el mbito de las exposiciones nacionales e internacionales no es sino un signo en el que detectamos el momento, el fin de un modo de hacer arquitectura que ha definido gran parte de nuestra cultura. As, el gran proyecto realizado por el Instituo Nacional de Colonizacin durante ms de 30 aos en nuestro pas no hizo sino crear una mayor confusin a la hora de estudiar la pervivencia de lo vernculo. De una serie de posturas conservacionistas y nacionalistas nos vemos ahora envueltos en conceptos ligados a un tradicionalismo y a un paternalismo que asume tambin las formas arquitectnicas urbanas como elemento til y necesario. Para entender correctamente la relacin heredada entre la ciudad y el campo en su tendencia social en Espaa desde las primeras dcadas del siglo XIX, han sido de gran ayuda las aportaciones que sobre este tema ha hecho Francisco J. Caspistegui Gorasurreta3. En sus estudios ya nos indica la complejidad y amplitud del trmino, ... el tradicionalismo es un fenmeno multiforme, una trama de significados diversos entre los que puede incluirse una buena parte de la derecha espaola contempornea.. No slo estamos de acuerdo con estas afirmaciones sino que, aplicando las diversas tendencias e ideas tradicionalistas que se desarrollan en nuestra contemporaneidad, veremos cmo, en el caso de la visin obviamente tradicionalista del carcter urbano y arquitectnico de los poblados construidos por el Instituto Nacional de Colonizacin4, se torna especialmente complejo y contradictorio. En primer lugar, y como afirma Caspistegui, el tradicionalismo no surge como una tendencia poltica o cultural, sino como una natural reaccin al proceso de negacin de nuestra propia identidad poltica y social que se produce con la revolucin francesa. Igualmente, se potencia de forma destacada a partir del movimiento social que se despierta con el sentimiento antirrevolucionario desarrollado a travs de la ocupacin francesa de 1808 y los levantamientos, especialmente campesinos, dirigidos por el clero rural5. De forma muy similar se produce aqu esta tendencia con la llegada del franquismo. El tradicionalismo que se desarrolla en estos momentos parte de un cambio poltico radical, hacia atrs y en negativo6, desde un sistema democrtico como el republicano ms ligado a las tendencias europeas. Parece como si el propio sistema poltico tratara de anclarse en el propio territorio, de evitar una fusin europea, de trabar el aperturismo ya propuesto. Se trata pues de una escapada hacia atrs, en contraposicin al avance que supona la exaltacin de los valores tradicionales en las primeras dcadas del XIX, y fuertemente enraizado en las tendencias de poder de la iglesia catlica que jugara un papel fundamental para la difusin de estas ideas tradicionalistas.
3. CASPISTEGUI GORASURRETA, F. J.:Esa ciudad maldita, cuna del centralismo, la burocracia y el liberalismo: La ciudad como enemigo en el Tradicionalismo espaol.. AA.VV. en Arquitectura, ciudad e ideologa antiurbana, T6 ediciones, Pamplona, 2002, pp. 71-86. 4. A partir de ahora INC. 5. HERMET, G.: Los catlicos en la Espaa franquista. I. Los actores del juego poltico, CIS, Madrid, 1985, pp. 82. 6. Entindase en el sentido de pasar de un sistema abierto, ms ligado a las corrientes de los pases ms desarrollados, a uno anclado en tendencias arrastradas desde el Antiguo Rgimen.

atrio, 15-16 (2009-2010) p. 73-84 76

La imposibilidad de lo vernculo. La arquitectura del INC

Uno de los elementos centrales de esa novedad [se refiere al nuevo sentimiento despierto contra las propuesta de la Revolucin francesa] era la pretensin de superar desde bases nuevas el Antiguo Rgimen7. Como tendencia general, y teniendo de nuevo en cuenta la mutabilidad del concepto que manejamos, la ciudad era la imagen y el soporte antitradicionalista y republicano, en contraposicin de las zonas rurales de tendencia monrquica8. La asimilacin de una tendencia poltica de raz fascista y unipersonal lleva a colocar a la figura de Franco en una tendencia tradicionalista que puede buscar numerosos apoyos en esas zonas rurales. Pero centrndonos en lo planteado en las nuevas poblaciones, veremos cmo, si bien se potencia el desarrollo de estas zonas rurales, tambin se exagera desmesuradamente su negativa situacin social y su estado moral cayendo en una clara contradiccin. Franco va a plantear la existencia de un grave estado de decadencia en las zonas rurales, pero un estado decadente no slo en su aspecto econmico sino especialmente en el moral. En este sentido asume y hace suyos los daos espirituales causados por la situacin de dejadez hacia estas zonas por parte del gobierno republicano. Incluso, en la Ley de 26 de Diciembre de 1939 de Bases para la Colonizacin de Grandes Zonas, se acenta el sentido negativo de los planteamientos republicanos expresndose de la siguiente manera... ...no slo intereses legtimos y respetables del capitalismo rural, sino tambin otros bastardos, han dado lugar en los tiempos pasados, amparndose en el Estado liberal y parlamentario, a que la transformacin ms revolucionaria que pueda hacerse en el suelo, el riego, se dilate por decenios enteros, impidindose la obtencin de inmensos beneficios econmicos y sociales para la nacin entera.9 Llegar a plantear la existencia de un dao difcilmente recuperable para el cual se necesita toda una amplia y esforzada labor que en los poblados del INC ha de ser un ejemplo intachable. La contradiccin que aqu se plantea dentro del espritu conservador y tradicionalista, es que la base de este sentir se apoya en la seguridad de que la ciudad es la cuna de todos los males de nuestra sociedad, un campo frtil para el desarrollo de una burguesa ligada a las ideas republicanas, mientras que en el campo la moralidad y el ejemplo se ve reforzado por la metfora de elemento sustentador de la civilizacin a travs de la agricultura especialmente. Como afirma Francisco Daniel Hernndez Mateo en su interesante estudio sobre el sentido y evolucin de la modernidad en nuestra arquitectura... Los elementos constitutivos esenciales de la utopa franquista de posguerra son, a nuestro entender: recomposicin de la unidad de Espaa a travs de la tradicin, rota por la va de la moda extranjerista el Cubismo y el Movimiento Moderno- y por la imitacin servil de los hitoricismo; el retorno a la sencillez de una vida placentera, gravemente daada por el rgimen de corte urbano anterior; conferir mayor importancia a los intereses comunitarios que a los individuales; y espiritualismo mundo agrcola- frente a materialidad mundo industrial-.10
7. CASPISTEGUI, F. J., op. cit., p. 72. 8. Ib., pp. 73. 9. Ley de 26 de Diciembre de 1939 de Bases para la colonizacin de grandes zonas. 10. HERNNDEZ MATEO, F. D.: La bsqueda de la modernidad en la arquitectura espaola (1898-1958). Medio siglo de eclecticismo, Universidad de Crdoba, Crdoba, 1997, p. 139.

atrio, 15-16 (2009-2010) p. 73-84 77

Pablo Rabasco Pozuelo

Imagen 2. Barriada Arrese. Mlaga, dcada de los 40.

atrio, 15-16 (2009-2010) p. 73-84 78

Esta era la situacin creada a travs de un conflicto mal entendido, donde se entremezclan cuestiones polticas que parecen querer solucionarse a travs de la imagen, del profundo significado de la imagen arquitectnica. El debate arquitectnico es amplio y complejo. Como ya hemos planteado, desde el nuevo Gobierno se potencia la idea de la bsqueda de un estilo nacional que encontrar en la obra de Juan de Herrera su referente imperial, naciendo obras como la Universidad Laboral de Gijn de Luis Moya o el Edificio para el Ejercito del Aire realizado por Gutirrez Soto. Estos intentos, que en su raz eran ms amplios y pretenciosos, se quedaron en meros impulsos que al menos si que valieron para conseguir un puado de imgenes para publicitar esa Nueva Espaa deseada. Por otro lado, y fuera de las grandes obras ms representativas y escenogrficas por todos conocidas, se busc crear una arquitectura de tipo tradicional y buclica aplicable en nuestro caso a los proyectos de las nuevas poblaciones llevadas a cabo por el INC, y a otras situaciones ligadas a la reconstruccin de algunos pueblos afectados por la contienda civil por parte de la Direccin General de Regiones Devastadas, la construccin de nuevas poblaciones ante la total destruccin de la poblacin original como en el caso de Belchite, o de la construccin de barriadas de viviendas de tipo social que persisten en una imagen tradicional en muchas de nuestras ciudades durante la dcada de los 40 especialmente (imag. 2). En el caso de los primeros poblados diseados para el INC, se tomarn en cuenta ideas de carcter nacional, tradicional pero con un concepto demasiado amplio. As, parece cmo si se buscara una tipologa referencial basada en ideas preconcebidas y deformadas de los pueblos de Andaluca (tipologa de la vivienda, fachadas encaladas, adornos florales, rejeras...) y de los pueblos manchegos (sobriedad, plaza mayor con iglesia, espacios ms ordenados...). Con esto, se trata de poner en relacin una cierta idea reconocible por todos de lo que sera un prototipo de pueblo espaol. Pero el gran proyecto que termin con la construccin de ms de doscientas nuevas poblaciones en todo el territorio nacional fracas en su intento de crear esos ejemplos emblemticos. Se plante como resuelta la problemtica de la vivienda en el sentido que venimos reflexionando, tomando

La imposibilidad de lo vernculo. La arquitectura del INC

como ejemplos la arquitectura tradicional de nuestros pueblos. Sin embargo, no estaba claro el modelo de ordenacin territorial a seguir, y se propusieron modelos concretos de hbitat disperso que finalmente no llegaron a cuajar salvo en la zona de explotacin gallega, donde se estableca una relacin con el territorio bien distinta al resto de regiones.11 Tras la construccin de los primeros pueblos, y hasta mediados de la dcada de los 50, se siguieron en la mayora de los casos unas tendencias comunes que respaldaron ese intento de crear un frmula de carcter tradicionalista y propagandstico a la hora de disear los poblados. El planteamiento de la estructura interna de las poblaciones presenta igualmente una serie de constantes que se resumen en los siguientes puntos12: Ruptura de las perspectivas. Establecimiento de una plaza en la que se concentran los equipamientos y el comercio. Agrupacin de las edificaciones en orden a crear una impresin de masa continua. Bsqueda de separacin del trnsito de peatones y del trnsito de peatones y el de carros y animales. Trazado de una calle principal que terminar con la perspectiva de la torre de la iglesia. Establecimiento de bosquetes que rodeaban el pueblo. nfasis especial en las iglesias y en su torre como hito fundamental del pueblo. Estas constantes lo son teniendo en cuenta que hablamos de ms de 200 poblados realizados en tres dcadas diferentes, con una gran diversidad de propuestas que nos indican igualmente la inexistencia de unas claves comunes para agruparlas. Estas claves, tal y como aparecen expuestas en el texto, lo son en tanto que acumulan datos a modo de estadstica, y no como propuesta de una teora comn que albergue algn atisbo de tendencia urbanstica a aplicar. Ni tan siquiera podramos hablar de una tendencia o lnea operativa aceptada que afecte a un nmero suficiente de poblados, ni de procederes de diferentes arquitectos como para establecer grupos diferenciados de aplicacin urbana:
11. ZAS GMEZ, E.; A Terra Ch de Lugo, un caso atpico de poblado del I.N.C., AA.VV., Arquitectura, ciudad e ideologa antiurbana,T6 ediciones, Pamplona, 2002, pp. 197-203. Aqu el autor afirma que En la dcada de los 40, la opcin por un modelo agrupado no estaba an clara.. Ver tambin, ZAS GMEZ, E.; Los pueblos de colonizacin en Galicia durante el franquismo. Una propuesta de ordenacin del disperso. en AA.VV., Preactas de I Simposio Nacional Pueblos de Colonizacin durante el franquismo. La arquitectura en la modernizacin de lo rural. Sevilla, 2005, pp. 75-85. Indito. En realidad, la posibilidad de optar por una solucin dispersa ya haba tenido sus precedentes en nuestro pas desde 1868 con la Ley de Colonias Agrcolas, proceso legislado que vena a culminar otras disposiciones que desde 1849 venan potenciando con medidas fiscales la colonizacin de terrenos mediante un hbitat disperso. La Ley de 1868 inspirada en las aportaciones del gegrafo y poltico Fermn Caballero haba tenido en cuenta la otra posibilidad, pero la orientacin de esta poltica era nicamente economicista, basada en la explotacin de alto rendimiento de las tierras y no presentaba los condicionantes sociales y polticas de los proyectos del INC. 12. LEAL MALDONADO, J.,VILLANUEVA PAREDES, A.; Historia y Evolucin de la Colonizacin Agraria en Espaa.Vol. III, La Planificacin del Regado y los pueblos de colonizacin, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentacin, Madrid, 1991, pp. 38-42.

atrio, 15-16 (2009-2010) p. 73-84 79

Pablo Rabasco Pozuelo

El plano de los poblados no tiene forma fija ni tampoco est determinado por una teora urbanstica aunque se haga el seguimiento de alguna. Como norma general, tras el anlisis de los planos podemos indicar que tienen un ncleo central donde se ubican el Ayuntamiento, Iglesia, Centro de Sanidad, etc.; la existencia de una calle principal que desde la carretera se une a sta con el conjunto urbano y, a veces, dos calles principales que se cruzan en este lugar.13 Como vemos, los puntos comunes hacen referencia a planteamientos urbanos bsicos anclados en una tendencia tradicional. Tendencia que es la base necesaria para un correcto acoplamiento entre los colonos y el espacio urbano fsico. La orientacin de las reflexiones se centra en las separaciones circulatorias y en el trazado racional de los diferentes itinerarios que por las caractersticas de cada poblacin se pueden presentar. Se trata de un paso seguro en la evolucin de problemticas urbanas que habra que tener en cuenta por parte de los arquitectos que a lo largo de las siguientes dcadas trabajarn para el INC. Como es lgico, el paso del tiempo y la cristalizacin de algunos ejemplos ms o menos brillantes en la concepcin de algunos de estos poblados fueron creando unas tendencias que pueden ser reconocidas. Pero el impulso no dej en ningn momento de ser personal y complejo, bajo unas constantes muy abiertas en el campo formal de lo urbano y de lo arquitectnico (imag. 3-4). El primer intento serio de estudiar y fijar soluciones reales y prcticas en el mbito de la vivienda rural interpretada ser el Concurso de proyectos de viviendas rurales, convocado por el INV en 1940. El concurso se centrar en cada una de las grandes regiones espaolas y dejando ver un tipo de aplicacin diferenciador en cada una, marcadas stas sobre todo, por el peso de la tradicin y por las diferentes condiciones climticas y de explotacin de la tierra. En este contexto, los proyectos que aqu nos ataen de una manera ms directa son los que afectaron a la zona sur de Andaluca y Extremadura, proyectos que fueron ganados por el arquitecto Anbal lvarez y Cant en colaboracin con el Ingeniero agrnomo Eladio Aranda Heredia.14 Este proyecto se bas en la identificacin de la problemtica de la vivienda rural de esos aos, en las causas de las malas condiciones de stas, de la baja calidad de vida y de la falta de una actividad econmica complementaria que permita el normal y feliz desarrollo de la vida en el campo. Estas problemticas llevan a un mal estado de conservacin de las viviendas y finalmente a su abandono. Por tanto, las causas que se esgrimen residen nicamente en el capital, tratado por los autores como un ente abstracto incontrolado: La casa del labriego, con ser tan pobre, no tiene la culpa de verse arruinada y abandonada. Su derrumbamiento econmico hay que buscarlo en la insuficiencia de la empresa agrcola para sostener dignamente a sus obreros, en la falta de remuneracin al capital y al trabajo que se emplea en el campo.Todo lo dems, empezando si queremos, por las detestables condiciones de las viviendas rurales, son consecuencias
13. JUREZ SNCHEZ-RUBIO, C., CANALES MARTNEZ, G.; Colonizacin agraria y modelos de hbitat (siglos XIX y XX), en Agricultura y Sociedad, 1988, n. 49, octubre-diciembre. 14. ARANDA HEREDIA, E.: Viviendas Rurales, en Agricultura, n 9, 1940, pp. 422425.

Imagen 3. Perspectiva visual de viviendas en el poblado del I.N.C. La Montiela, Crdoba.

atrio, 15-16 (2009-2010) p. 73-84 80

La imposibilidad de lo vernculo. La arquitectura del INC Imagen 4. Plaza principal de Algallarn (Crdoba), Carlos Arniches, 1953.

inevitables que no admiten remedios parciales. Haramos una casa modelo para nuestros poblados rurales, hasta lujosas llegando el caso, y se derrumbaran nuevamente por falta de fundamento econmico, con tanto ms estrpito cuanto mayor fuera el contraste entre lo que la tierra puede dar y lo que debiera producir para sostener tales obras llenas de idealismo, paro faltas de realidad. 15 Est claro que aqu no se entiende realmente lo que supone el concepto de vivienda rural y arquitectura popular, pues sta se basa en la mayora de ocasiones en viviendas que se determinan desde un sistema de economa autrquica, la misma que emprenda Espaa en esa dcada. Su conformacin es debida a esta naturaleza basada en frgiles economas externas, potenciando los recursos naturales que se invierten en el ncleo familiar y en la vivienda como parte de ste. Pero aqu el problema es que se trata de establecer una vivienda rural rentable no para el que la habite, sino para el Estado que la propone. Tiene que producirse un supervit difcilmente sostenible. La cuestin es que la rentabilidad deba pasar igualmente por mantener contentos y medianamente cmodos a los habitantes de estas viviendas, evitando el abandono progresivo de la poblacin que llevara al fracaso econmico de las zonas de riego con todo lo que esto supondra. En estas posturas divididas se sitan las reflexiones de esta dcada de los 40. Unos aos ms tarde, esta problemtica se trabajara desde los ejemplos ms cercanos y realistas de la arquitectura verncula de la zona, y de las construcciones ms precarias a travs de un estudio que en la zona de Montijo fue llevada a cabo por los que posteriormente fueron los autores del Plan General de Colonizacin de esa zona: Manuel Domnguez y Manuel Rosado.16 Este

15. Ib., p. 422. 16. LEAL MALDONADO, J.,VILLANUEVA PAREDES, A.: Historia y Evolucin de la Colonizacin Agraria en Espaa.Vol. III, La Planificacin... op. cit., pp. 155-156. (punto despus de op).

atrio, 15-16 (2009-2010) p. 73-84 81

Pablo Rabasco Pozuelo

tipo de estudios fue muy comn y se basaba en registrar fotogrficamente las construcciones de una zona determinada. Los proyectos que se presentan para el Concurso de proyectos de viviendas rurales por parte del arquitecto Anbal lvarez tienen como enclave Jaraiz de la Vera (Cceres) y Fornes (Granada). Se plantean como conjuntos binarios de casas con posibilidad de actuaciones encadenadas, trabajando la posibilidad de entrada de carro por la fachada principal y dando acceso al hogar a travs de este zagun en el caso de Fornes,17 y de entrada de carro por la parte trasera de la casa y consiguiendo una mejor distribucin de las estancias del hogar en Jaraiz de la Vera,18 quedando mejor dispuestas al exterior de la calle. Se tiende igualmente a compartir el tejado que vuela sobre estos conjuntos binarios. Son proyectos de tanteo ante una nueva problemtica que poco a poco se ir delimitando. Otro caso planteado que afecta del mismo modo a este debate es el estudio llevado a cabo por A. Allanegui fijado para el caso concreto del campo aragons.19 Aunque el autor deja muy claro que sus reflexiones abarcan tan slo este mbito geogrfico tan determinado, podemos ver algunas constantes en sus propuestas que marcan la direccin de los proyectos de los 40. En primer lugar es interesante la crtica que se efecta al uso de las tipologas de viviendas obreras transportadas al campo o como vivienda rural, presentando problemticas en la distribucin del espacio, especialmente en lo que se refiere a usos agrcolas y de manejo de animales.20 Igualmente, el autor apuesta de una forma decidida por los corrales con paso directo de carros, pudiendo situarse ste totalmente independiente a la fachada, o travs de un zagun que tambin de paso a la vivienda pero desde un distribuidor, nunca como espacio compartido de paso.El estudio se ve reforzado por toda una serie de medidas estndar de carros y de animales de labranza con su carga, estudiando as las posibilidades y anchuras de estas comunicaciones entre la calle, la casa rural y los diferentes pasos internos.

atrio, 15-16 (2009-2010) p. 73-84 82

17. En el proyecto planteado para Fornes, Ramn Anbal lvarez opta por una distribucin que gira entorno a un alargado patio. El equipamiento de usos consta de zagun de ingreso, estancia-comedor, 3 dormitorios, y diversas estancias para animales y de almacenes: aperos, mulas, forrajes-tubrculos, vaca y ternero, gallinero, cabra y cochiquera. La estancia de aperos ser el nico punto de paso entre el hogar y el patio que distribuye todas estas estancias de usos agrcolas. La fachada de la casa queda muy simplificada, con dos ventanas al exterior y un tejado a dos aguas. Presenta un somero o desvn a modo de secadero y regulador trmico. El proyecto est firmado en julio de 1948. 18. En Jaraiz de la Vega se consigue una mejor distribucin del conjunto, utilizando un solar ms cuadrado y compensado para los usos a los que se destina. Las estancias que se proponen son las mismas en nmero y uso a las del caso de Fornes pero algunas se realizan como anexos al patio. Igualmente, todas las habitaciones del hogar son exteriores y existen cuatro pasos diferentes al patio-corral. El cambio ms significativo radica en la entrada posterior para el carro, sin tener que irrumpir por la fachada de la casa, elemento que a partir de estos momentos se tendr muy en cuenta en este tipo de debate. El proyecto est firmado en julio de 1948. 19. ALLANEGUI, A.: Divagaciones sobre arquitectura rural. La vivienda, en Reconstruccin, Marzo, n 31, 1943. 20. Ib., p. 31. Para nuestro objeto, los locales de viviendas pueden agruparse en tres sectores: estancias, dormitorios y servicios sanitarios. Los locales de estancia son los que presentan mayor variedad de acoplamiento y distribucin, desde la cocina-comedor-estancia hasta estas tres piezas completamente separadas, caso que muy rara vez se presenta en la vivienda rural normal..

La imposibilidad de lo vernculo. La arquitectura del INC

En el caso del proyecto de Lachar (Granada) realizado por Jos Tams,21 se plantean dos tipologas de viviendas. Una primera basada directamente en la vivienda popular ya existente en el ncleo sobre el que se efecta el proyecto,22 cambiando algunos aspectos importantes para el arquitecto pero respetando la idea primigenia existente. Principalmente volvemos a ver un cambio en la entrada y en la fachada de la casa al suprimir el paso de carros desde sta al corral, disponindose para este caso un hueco en la pared postrera. En este caso se respeta el pequeo zagun que se presenta hacia el corral y no hacia la calle. Se plantea tambin una nueva tipologa de planta a partir de solares ms estrechos y con una sola altura por lo que la vivienda ocupa mayor espacio en planta quedando ms reducido el espacio para el corral. Sin embargo, todo este proceso fue controlado tambin en otros aspectos que afectaron ms directamente a la vida de los colonos y sus relaciones que al diseo de las poblaciones.23 El rgimen franquista, y en este caso de un modo personalizado en la figura del propio Franco, demostr desde un primer momento una actitud paternalista y tradicionalista hacia todo el proceso, determinando toda una compleja maraa de actitudes que controlaban desde puntos iniciales de desprecio, cuestiones tan importantes como la educacin, sanidad, cultura, relaciones de gnero, formacin tcnica...24 Igualmente, la labor desarrollada por la iglesia catlica es esencial para entender la verdadera razn de estas poblaciones, as como su disposicin urbana, e incluso en la eleccin de las diferentes tipologas arquitectnicas. Cuando hablamos de arquitectura verncula hablamos no slo de la obra real y construida, tratamos del mismo modo de establecer toda una red de significados que dan existencia al espacio, que lo constituyen. El hecho religioso, cultual, no deja de ser uno de los referentes trascendentales para explicar lo vernculo. En el caso de las nuevas poblaciones desarrolladas por el INC, el entramado religioso desborda no slo a cuestiones puramente relacionadas con las viviendas, sino que determina notablemente el urbanismo y los movimientos cotidianos. En muchas ocasiones, el arquitecto va a seguir un esquema muy tradicional, a travs de una conformacin ligada al urbanismo de los pueblos castellanos, donde el templo religioso se convierte en un hito, en un smbolo necesario para un espacio creado en un tiempo no asumible. En otras
21.TAMS ALARCN, J., BEATO PREZ, F.: Ordenacin del pueblo de Lachar (Granada) por el Instituto Nacional de Colonizacin, en Revista Nacional de Arquitectura, Septiembre-Octubre, n 21-22, 1943, pp. 322-327. 22. Ib., p. 322. Cabe recordar que la intervencin en esta finca por parte del INC no es a partir de un terreno sin construir sino de una poblacin anterior a transformar. ...hasta finales del siglo XIX, en que uno de los propietarios, el Duque de S. Pedro de Galatino y Conde de Benala, verific grandes mejoras en la finca, edific un suntuoso palacio sobre los restos del primitivo casero, construyendo nuevas viviendas en el pueblo y cedi terreno al censo para que se edificasen las viviendas necesarias para el personal a su servicio. En 1942 ha sido adquirida esta finca por el Instituto Nacional de Colonizacin, verificndose en la actualidad obras de transformacin de los terrenos de regado eventual en fijo, defensa de la margen del ro Genil, saneamiento de algunas porciones de terreno y la parcelacin correspondiente para su adjudicacin a los colonos.. 23. RABASCO POZUELO, P.: INC, trasfondos y conductas de una arquitectura utilizada, en PH, (Boletn del Instituto Andaluz de Patrimonio Histrico), n. 52, 2005, p. 66. 24.Ver: ESCARD PEINADOR, G.: El hombre, factor bsico de la colonizacin., en Colonizacin, 1949, n. 9, pp. 17.

Imagen 5. Iglesia del poblado Maruanas (Crdoba).

atrio, 15-16 (2009-2010) p. 73-84 83

Pablo Rabasco Pozuelo

Imagen 6. Edificio de usos administrativos en Puebla de la Parrilla (Crdoba).

ocasiones, la iglesia ser el lugar donde ensayar esquemas que se posicionan en la modernidad, en ejemplos donde se apuesta por la fusin y la sinergia entre propuestas arquitectnicas, pictricas y escultricas (imag. 5). Ejemplos como Algallarn (Crdoba, 1953), obra de Carlos Arniches,25 o el conjunto de poblados realizados por Fernndez del Amo, son sin duda algunos de los ejemplos ms brillantes de la arquitectura de la dcada de los 50.26 De todas formas, este hecho no deja de pasar desapercibido en el contexto habitacional, y no es sino una situacin que puede en determinadas ocasiones forzar el sentimiento de extraamiento, de alejamiento de lo vernculo (imag. 6). Pero en contadas ocasiones un arquitecto tiene la posibilidad de crear un diseo urbano completo y cerrado, donde no slo se tengan en cuenta los parmetros formales, sino que se pueda trabajar desde el diseo de las casas en sus diferentes tipologas, los espacios civiles, religiosos, educativos y de ocio. El hecho de la posibilidad de trabajar en un mbito tan creativo y amplio como el diseo de una ciudad, seguramente fue una de las razones ms poderosas para que las directrices institucionales terminaran dando paso a un cierto aperturismo, hacia una arquitectura moderna y ligada a tendencias internacionales. Finalmente, el sello personal de los arquitectos que participan en este proceso consigue imponerse a esa idea de rescatar la esencia de lo vernculo a travs de estas nuevas poblaciones. Segn van pasando los aos, los arquitectos consiguen codificar lo vernculo y lo regionalista en creaciones acordes en la medida de lo posible con la arquitectura de su tiempo.

atrio, 15-16 (2009-2010) p. 73-84 84

25. RABASCO POZUELO, P.: Renovacin, iglesia y colonizacin: el ejemplo de Algallarn, de Carlos Arniches, en AA.VV.: Pueblos de colonizacin durante el franquismo: la arquitectura en la modernizacin del territorio rural, Instituto Andaluz de Patrimonio Histrico, Consejera de Cultura de la Junta de Andaluca, Sevilla, 2008, pp. 383-404. 26. RIVERO SERRANO, J.: Colonizacin: Figuracin, Abstraccin y Vaco, en PH (Boletn del Instituto Andaluz de Patrimonio Histrico), n. 52, 2005. p. 78-87.

También podría gustarte