Gottfried Benn 206

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GOTTFRIED BENN

Seleccin, traduccin y nota introductoria de JOS MANUEL RECILLAS

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE MXICO


COORDINACIN DE DIFUSIN CULTURAL DIRECCIN DE LITERATURA MXICO, 2013

NDICE

NOTA INTRODUCTORIA, JOS MANUEL RECILLAS ESCARCHA NOVIA DE NEGRO RQUIEM MADRE EL JOVEN HEBBEL AQU NO HAY CONSUELO CARNE TREN DIRECTO CANTOS COCANA OH, NOCHE T DEBES DARTE TODO SILS-MARIA TURN BUSCAS SOLITARIO COMO NUNCA QUIEN EST LOCO COMPAEROS

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NADA HAY TAN PESADO UNA PALABRA VERSOS DULCE Y PEQUEO ROSTRO SI ALGO LIGERO LA FORMA MONLOGO POESA ESTTICA ENTONCES MUERTE DE ORFEO 1886 A ERNST JGER PUEDE NO DUELO SER

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NOTA INTRODUCTORIA

DONDE NO CAEN LGRIMAS: * LA POESA DE GOTTFRIED BENN

Hacia una potica del Yo lrico Gottfried Benn (1886-1956) elaborara su teora del Yo lrico desde muy temprano en su desarrollo como escritor. El Yo lrico ser un nuevo tipo de ego autoconsciente y creativo que tiene acceso a energas primordiales, presentes desde siempre en las corrientes de imgenes que caracterizaron las primeras estancias de la psique humana. El papel del Yo lrico sera el de seleccionar de esas profundidades prerracionales del Yo primario las visiones e imgenes de una realidad trascendente, una realidad preilustrada que dominara suprema antes que la emergencia de las ideas de Historia y Progreso interfirieran, destruyendo la unin original entre el hombre y su ambiente. En la teora de Benn, estas visiones e imgenes son mticas en cuanto que son ficticias, creadas por el artista individual. Para llegar a tales fuentes, el ego personal, la personalidad que pasa por uno en el mundo burgus, debe ser eliminado, y sus barreras y muros protectores deben ser derrumbados para permitir el acceso a las visiones del desencadenado y extrnseco Ser. Este derrumbamiento deba suceder por diversos medios de intoxicacin frecuentemente drogas, pero ms generalmente por estados alucinatorios autoinducidos de manera externa. Todos ellos, empero, eran iniciados por medio de la concentracin del lenguaje, y ms especficamente por la

Extracto del ensayo Introduccin a la poesa de Gottfried Benn, reproducido de manera fragmentaria en Jos Manuel Recillas, Aproximaciones al expresionismo. VIII. Gottfried Benn, Mxico Volitivo (http://mexicovolitivo.com), Mxico, 2004.

concentracin de una palabra especfica, la Sdwort de su periodo tardo, por ejemplo.

La poesa La poesa de Gottfried Benn no se explica sino como el fruto de una prolongada maduracin intelectual que tuvo como origen el expresionismo en los albores del siglo XX y que atravesara todas sus crisis intelectuales, polticas, sociales. Desde sus primeros dos poemas, cuan inmaduros y convencionales se quiera considerarlos, es posible detectar elementos que anuncian su evolucin posterior; sin embargo, nada autoriza a imponer un elemento teleolgico a la lectura e interpretacin. En Rauhreif ya se halla in nuce la poderosa imagen que utilizar, ms de treinta aos despus, en el asombroso retrato de la avalancha de nieve del esplndido Sils-Maria, uno de los muchos poemas dedicados a Nietzsche, figura fundamental para entender su pensamiento y su poesa. El cataclismo de su poca ser reflejado en las pginas de Morgue und andere Gedichte a travs de un grupo de breves poemas en los que las imgenes tradicionales de la novia, en Negerbraut, o de una pareja, en Requiem, por ejemplo, son transformadas a travs del retrato de un mundo sin sentido y sin valores. Incluso el eco de Nietzsche se puede escuchar desde estos primeros poemas, como en Kreislauf, en el que es posible suponer desde el ttulo una referencia a la teora del eterno retorno nietzscheano. Morgue dar un infame nombre a su autor, fama que no lo abandonar jams, ni siquiera despus de muerto. En su segundo opsculo, Shne, el tema expresionista de la rebelin de los hijos hacia los padres hallar una particular resonancia, en particular en Mutter, reproche de Benn al padre por haberse negado a darle anestsicos a la madre del poeta en su terrible agona. Pero su primera obra maestra ser Der junge Hebbel, en el que expone la naturaleza y especificidad de su propia labor potica en trminos de sufrimiento, tra-

bajo, esfuerzo, superacin de los obstculos de origen, y tendencias individuales, as como en trminos de trgica soledad y grandeza. ste ser uno de los temas recurrentes de su obra lrica posterior. Si las abiertamente escandalosas imgenes de Morgue und andere Gedichte fueron piedra de escndalo en el Berln de principios de siglo, en Fleisch, Benn escribir su ms abiertamente provocativo, terrorfico y espantoso poema. A diferencia de Shne, en Fleisch los poemas se hallan colocados en bloques bien definidos, a travs de los cuales intenta transmitir con mayor claridad sus postulados esttico-filosficos. A partir de ese momento, Benn mostrar muy pronto una preocupacin sumamente especfica por los problemas concernientes a la identidad del individuo, a travs del ciclo de novelas-ensayo Gehirne donde aparece su alter ego, Werf Rnne y de no pocos de sus poemas iniciales. Heredero de Nietzsche, Benn har suya la plataforma ideolgica del filsofo del bermensch, desarrollando a partir de aquella su propia Weltanschauung. El artista que Benn retratar una y otra vez en diversos y magistrales poemas, llevar el estigma del modernismo: desapareciendo toda referencia a Dios, el artista moderno est solo, y el proceso creativo es produccin antes que inspiracin divina. En Gesnge, otra composicin magistral y perfecta, Benn expresar con claridad meridiana los conceptos que en muchos de sus ensayos de la dcada siguiente plasmara: la idea del cerebro como un error, la definicin del pensamiento como una funcin bionegativa la cual en Lebensweg eines intellektualisten se har ms claro, cuando diferencie muy claramente al hombre de cultura del hombre de letras, la de que la vulnerabilidad del hombre hacia el miedo y el sufrimiento se increment con el desarrollo del sistema nervioso, y de que el cerebro se interpone en el camino de la adaptacin del hombre hacia su medio ambiente. Esta perspectiva bionegativa ser desarrollada posteriormente hasta sus ltimas consecuencias, y dar como resultado algunos de los mejores poemas del siglo XX.

Durante su periodo expresionista desarrollar dos tipos de poesa, que Fleisch evidenciar con mayor fuerza: por un lado, los poemas de corte expresionista, escandalosos, y los que evocan su idea del complejo ligrico, que surge en su temprano poema D-Zug, y que desembocar en su concepto de la Sdwort, de su etapa de aislamiento. En O Nacht y Kokain, poemas de corte hmnico monolgico, intentar hallar una solucin al problema de la ausencia de trascendencia y a la imposibilidad de una relacin Yo-T; en ellos recurrir a la experiencia de la ingesta de drogas como crtica a la progresiva cerebracin del hombre, y como un desesperado intento por reproducir ese estado primigenio del que el hombre moderno se ha alejado, al parecer irremediablemente. La etapa expresionista desembocar en una poesa que es deudora de ella aunque formalmente no lo parezca. El tema que comenzar a prevalecer en su poesa de madurez ser la transitoriedad como lo desarrolla su nico poema extenso, Das Unaufhrliche, musicalizado por Paul Hindemith en 1931 y la forma en que el arte logra vencerla. Du mut dir alles geben, tambin musicalizado por Hindemith en 1930, es considerado una de sus ms elevadas creaciones y una absoluta obra maestra de musicalidad y perfeccin. Durante este periodo, Benn comenzar su acercamiento hacia el nazismo, que derivar en el alejamiento de todos sus amigos, la censura de los nazis al descubrir su pasado expresionista, su aislamiento total por estas dos causas, y la creacin de no pocas obras maestras, en donde el tema de la soledad y el sufrimiento parecen obsesivos, y en los que la figura de Cristo, nombrada o aludida de muy diversas formas, recorre no pocos de sus mejores poemas. En Sils-Maria, un poema que retrata a Nietzsche abrazando a un caballo cuando es golpeado por el caballerizo, aparece la nocin ya presente antes en Der junge Hebbel, del sufrimiento como precondicin del conocimiento as como del arte, por medio del uso de la tcnica del pastiche, comn al barroco, de reutilizar la imagen de un texto previo. Lo mismo ocurre en

Wer allein ist, en donde desde el ttulo se establece la nocin de que la soledad es un prerrequisito para el proceso creativo del poeta. En Turin, se retrata a Nietzsche como un modelo para resaltar la separacin del mundo de la forma del mundo burgus. En Suchst du la Pasin de Cristo se puede advertir entre lneas, en particular en el ltimo verso. En Einsamer nie se revela su bsqueda por la planificacin y el orden. Probablemente su ms clebre poema del periodo es el breve Ein Wort, ampliamente discutido y estudiado, en el cual el tema es el de la poesa misma, cuya semejanza con Die Form no puede pasar inadvertida, al tratar ste de la naturaleza imperecedera del poema. En Chopin el tema es el artista y no el arte, un poema que aplica su clebre tcnica del montage y del collage, que ser la base de casi toda su produccin tarda, como en el autobiogrfico 1886, poema conmemorativo de su propio nacimiento, y que incluira en su autobiografa, Doppelleben. Para el final de sus das, y en medio del ms atroz aislamiento, Benn compondr sus mejores poemas, que reunir bajo el apacible ttulo de Statische Gedichte, un magistral libro programtico, que ver la luz en Suiza primero, por pesar sobre el autor la prohibicin del gobierno aliado por su cercana con los nazis. En ste se halla un poema inslito, Monolog, de una violencia que recuerda, sin lugar a dudas, su origen expresionista y que ocupa un sitio nico en la obra de Benn al atacar el barbarismo alemn. Es quiz el nico poema del periodo que abandona el orbe del mito y la palabra en estado de trance para abordar un tema de actualidad. Otra obra maestra es Orpheus Tod, escrito en memoria de su mujer, fallecida unos das antes de que la guerra viera su fin, y representa, sin duda, uno de sus ms impresionantes logros del periodo, y uno de los poemas rficos ms elevados de todos los tiempos, y uno de los ms estudiados y comentados del siglo XX. Su ltimo poema, Kann keine trauer Sein, escrito en su cama de hospital, aborda el tema de la vejez, la despedida, la muerte y la forma en que el Yo lrico afronta el inminente fin. Aunque algunos

crticos consideran no se trata de uno de sus mejores poemas, sin duda es relevante como su testimonio postrero, y porque parece cerrar, en tono menor, toda una existencia dedicada a la actividad creativa y reflexiva, con un guio de una rara esperanza que parece dirigirse hacia un pantesmo latente.

La antologa Aunque ninguna antologa puede ofrecer una visin cabal de la complejidad de la obra de Gottfried Benn, la presente busca reflejar algunas de las ideas que dominaron su pensamiento y que nuestro prlogo expone de manera apenas suficiente. Su obra ha sido extensamente estudiada, y slo las de Goethe y Kafka se le pueden equiparar en atencin y vitalidad en lengua alemana. El notable libro de Augustinus P. Dierick evidencia que no ha habido un solo texto de su obra literaria que no haya sido estudiado, comentado y analizado con erudita pasin y profundo cuidado. La actualidad de sus propuestas estticas fue recientemente sealada por Susan Ray en un libro esclarecedor, y sus relaciones con los problemas que aquejaron a otros poetas, como el caso de Fernando Pessoa, ha sido expuesto en un extenssimo y erudito estudio debido a Martin Steinmetz. El desarrollo de su potica de ninguna manera esttica y unitaria ha sido estudiado con prolijidad y rigor por Angelika Manyoni, y sus relaciones con el nazismo por Marc William Roche. De ninguna manera la traduccin puede sustituir o acercar a la precisin y maestra de la palabra de este enorme poeta. Estas traducciones, por cuan cuidadosas han sido, apenas dan un plido reflejo de su belleza incomparable. A lo largo de la ltima dcada he dedicado numerosas horas a su lectura, a veces al borde de las lgrimas, y de su consecuente traduccin. Desde ese entonces Benn se transform en mi ms entraable amistad literaria. Me resta agradecer a Christine Httinger, distinguida profesora del Goethe

Institut Mexiko, quien hace siete aos aproximadamente revis mis primeras traducciones. Para la seleccin de los poemas de esta antologa me serv de la Gesammelte Werke. Gedichte, editada por Limes Verlag, en Wiesbaden, en su tercera edicin de 1966, que reposa tranquilamente en los estantes del Goethe Institut Mexiko. Espero que los lectores hallen igualmente estimulantes estos poemas. Y habr solamente que advertir que sin el aparato reflexivo sobre el arte, el artista y su funcin en nuestros das, muchos de estos poemas resultarn inconclusos para su valoracin.

JOS MANUEL RECILLAS

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ESCARCHA

Algo de la densa niebla se revel y creci como blanca sombra en la noche abrazando abetos, rboles y hayas. Resplandeci como lo suave blanco que de las nubes cay y en silencio liber en plida belleza un oscuro mundo.

NOVIA DEL NEGRO

Entonces, sobre almohadones de oscura sangre yaca el albo cuello de una rubia. El sol rabiaba en su cabello lamiendo los albos muslos y se arrodillaba ante los oscurecidos pechos, an no deformados por partos y pecados. Un negro junto a ella: la coz de un caballo le destroz ojos y frente. Horadaban dos dedos de su sucio pie izquierdo el interior de su pequea oreja blanca. Pero ella dorma como una novia: orlando la dicha del primer amor y aguardando las numerosas ascensiones de la joven y clida sangre. Hasta que el bistur en la nvea garganta se hundi y un prpura delantal de sangre muerta las caderas le cubri.

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RQUIEM

En cada mesa dos. Hombres y mujeres crucificados. Cercanos, desnudos y, sin embargo, sin [dolor. El crneo abierto. El pecho dividido. Los cuerpos alumbran por ltima ocasin. Cada uno llena tres cazuelas: de cerebro a testculos. Y el templo de Dios y el establo del Diablo ahora, pecho a pecho, en el fondo de un tonel, riendo del Glgota y del pecado original. El resto a los fretros. Slo nuevas criaturas: pierna de hombre, pechos de nio y cabellos de mujer. Yo vi, de dos que antao fornicaban, yacer all, como si del seno materno hubieran salido.

MADRE

Te llevo como una herida en mi frente, que no se cierra. No siempre duele. Y no se derrama mortalmente el corazn por ella. Slo de vez en vez estoy ciego y siento sangre en la boca.

EL JOVEN HEBBEL

Talla y modela: el gil escalpelo en una delicada y mrbida mano. Golpeo con la frente el bloque de mrmol para darle forma, mis manos trabajan en pan.

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Ahora estoy muy lejos. Pero quiero devenir en Yo! Llevo en lo hondo de mi sangre uno que grita haber creado cielos divinos y tierras humanas. Mi madre es una mujer tan pobre que reiran de slo verla, vivimos en un estrecho rincn al extremo del pueblo. Mi juventud me es como una costra: una herida debajo, que diariamente sangra. Por eso estoy desfigurado. Sueo no necesito. Comida slo la necesaria para no morir. Inexorable es la lucha, y est el mundo lleno de puntas de espadas. De mi corazn todos hambre tienen. A todas debo, desarmado, en mi sangre fundirlas.

AQU NO HAY CONSUELO

Nadie estar a mi lado. Dejad sus flores slo marchitar. Mi camino ondula y va solitario. Dos manos estn en una minscula copa. Un corazn es una diminuta colina para descansar. T, yo slo vivo en la playa y bajo la lluvia de flores del mar, frente a mi corazn est Egipto,

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y Asia crepuscula. Uno de mis brazos siempre est en el fuego. Mi sangre es cenizas. Siempre suspiro frente a los pechos y restos que hacia las islas tirrenas van: un valle de blancos chopos amanece un Iliso con prados en la costa Edn y Adn y una tierra de nihilismo y de msica.

CARNE

Cadveres. Uno pone la mano al odo: Tiritas? Oh, y la calefaccin de mi seccin de mesa? Por la merma de grasa y las edades bblicas? Un cadver infantil batalla en el rostro! Nudos de gota y desordenados dientes no expulsados! Si tan slo uno se quedara en reposo en el hielo! Surge pleito. Una embarazada gime. El hombre grita: Es acaso porque el ombligo hasta ahora est al frente? Es porque acaso una vez coc la herida? Hombre, se aproxima mi sexo! Cualquiera puede ser. Todos gritan: Muy, muy bien! Rompe! Murdelo! Azota a la mujer! Esa obesa chusma! Nueve meses de ajetreo es un pasatiempo, como el del hombre mientras desayuna canta. Quin piensa en tan perdidas distancias? Quin se acuerda an de botella, vaso y ron?

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Uno ya estuvo de nuevo en las estrellas, creci para s, aburrido de s mismo. (baj a la ventana del stano y grit a la calle:) Rompan y corten al lisiado! Oh, fluye y prospera en el vaco! Pensar: taca: el templo ondea espantoso mrmol de mar en mar. Pensarnos: esclavizados y humillados, insignificantes y retorcidos, rastreados hacia Dios: y ahora: la humildad quebrada: apesta en torno a la carroa acedia. Un hombre anda: Tritura el gris de los cielos! Anda hacia el norte! Corrmpete! Corrmpete! Quin sabr un futuro? No siembres ya en los surcos que conservas. Arruina la semilla! Haz t mismo los hoyos! Testifica por ti mismo! Quin sabr un futuro? El cerebro es un sendero errneo. La piedra tambin siente al animal. Es piedra. Pero qu es por fuera una piedra? Palabra Lloriqueo! (Abajo permanece su cerebro) Escupo en mi centro de pensamiento. Avanzamos la prostitucin de las palabras. Me asquea el incesto. Tritura el gris de los cielos! Anda hacia el norte! Extingue al sol, cuadricula a la tierra: t o ella. Antao el mar andaba. Los prados llamaban. El sueo penda como piel de marchitada sangre las fieras nos tenan por un dios que traicion suturar los prpados, drenar los crneos, rasura en torno al cuello... pon un ramo fresco...

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piensa en el trasero... Oh, sueo: multicolor, impetuoso, superficial retorno a casa a la mdula espinal. (Un hombre lo toca por el hombro) Vamos, hombre, pero clmese! Aqu, qutese sus zapatillas y ahora venga conmigo a mi alcaravea funeral. Una voz de nio: Oh, querido, querido enterrador, an no en el oscuro fretro! Oh, primero los antiguos hombres! No este reflejo de [luz! Tan totalmente perdido tan nunca jams. Oh, tame los ojos. Gritero: Oh, viejos miserables ciudadanos de la morgue, no se apoyen en mi sarcfago! El pino de Jutet hace uch, y al menos antes el puro deslizarse como io, quien tiene una nariz dorada construida intacta. Un hombre: Nios, no dejen caer eso! Nos conducimos por el derroche! Quin, por ejemplo, el cerebro en la cavidad pectoral arroj? Debo con l respirar? Quiz deba la pequea circulacin pasar? Todo est bien! As funciona! Otro: Bien y yo? Cmo llegu!

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Como del huevo pelado! Y ahora? Usted, lmpieme la mierda del sobaco! Y el apndice auricular sano no precisa desde el ano ser visto! Esto parecen hemorroides! Un suicida: No allen , mequetrefes! Gentuza! Plebe! Hombres, velludos y en celo, hembras, cobardes e insidiosas, de vuestras mierderas existencias desaparecidas, lloriqueo del ganado humano, asciendo como un guila joven! As estoy: desnudo, por una glida luz estelar ensombrecidos frente y sangre. Un nio: Grito: Espritu, revlate! El cerebro se pudre igual que el culo! Ya eructa los intestinos el hermano ya pedorrea el primo el escroto (cae sobre un cadver) debo otra vez a este piadoso muerto la cabeza dilacerar Quebrar! Una manchita! Una mancha contra la putrefaccin hablando!! La manchita donde Dios se pronuncia!!! La corona de la creacin huye de las pas. Ya es suave el centro del discurso. El centro del pensamiento enlaza su morral... partida y desintegracin... grita entonces, oh carne, sin risa tu furor al cielo: este amarillo hedor con que Dios nos piensa; florece, como esplendor estival y cielo azul, sombras y patria ahora arroja doce perros muertos por aqu, entonces huele a nosotros...

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TREN DIRECTO

Pardo cual coac. Pardo como el follaje. Pardo rojo Amarillo malayo. Tren directo Berln-Trelleborg y playas del Bltico. Carne, que se va desnuda. Hasta la boca bronceada por el mar. Plenitud que se hunde hacia una griega felicidad. Anhelos de hoz: Cuan largo resulta el verano! Penltimo da del noveno mes! Rastrojos y ltima almendra arden en nosotros. Desarrollos, la sangre, los cansancios, la cercana de las dalias nos confunde. Broncneo masculino sobre Broncneo femenino: Una mujer es algo para una noche. Y si fue bello, lo ser para la siguiente! Oh!, y luego este estar-con-s-mismo! Estos mutismos! Este ser acosado! Una mujer es algo con un aroma. Inexpresable! Muere! Reseda. Y est el sur, pastor y mar. En cada declive reposa una felicidad. Broncneo claro femenino marea a Broncneo oscuro masculino: Detenme, mira que caigo! Tengo un cansancio en la nuca. Oh, este dulce, afiebrado, postrer perfume de los jardines.

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CANTOS

I Oh, si nuestros ancestros fusemos. Un grumo de moco en una cinaga tibia. Vida y muerte, fecundacin y parto saldrn de nuestras linfas mudas. Una hoja de alga o una colina de dunas, por el viento moldeada y pesada en la base. Ya una cabeza de liblula, un ala de gaviota sera demasiado y mucho sufrir. II Desprecian todo los amantes, los burlones, toda desesperacin, nostalgia, y a quien espera. Somos dioses dolorosamente contaminados y empero, el pensar nos lleva a Dios a menudo. La tierna baha. El oscuro sueo de los bosques. Las estrellas, flores de nieve enormes y pesadas. Las panteras saltan calladas entre los rboles. Todo es orilla. Eterno llama el mar...

COCANA

Dulcemente y anhelante el derrumbe del Yo me das: ya est la garganta rasposa, ya el sonido exterior es un inadvertido complejo de la estructura de mi Yo. No ms espadas por la madre vagina engendradas para trabajar los acerados golpes ah y all: hundido en el brezo, donde las colinas apenas revelan las quietas formas!

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Una suavidad indiferente, algo pequea, lisa... y ahora surge de la respiracin un soplo que del origen viene, crispado, tiembla el cerebro al sigiloso paso del no-ser. Yo disperso... oh, ebriedad supurante! La fiebre sopl lejos... dulce erizarse defensivo...: afluyes, oh, t afluyes... dio a luz el sanguinolento vientre deformado.

OH, NOCHE

Oh, noche! Ya he tomado cocana y su curso comienza la dividida sangre, el pelo encanece, los aos se fugan, yo debo, debo desbordarme en la euforia antes de disolverme. Oh, noche! No es tanto lo que quiero, slo un poco de concentracin, una niebla vesperal, un arrebato de contraccin, de sensacin del Yo. Papilas tctiles, borde de clulas rojas, un ir y venir con esos aromas, lacerado por un diluvio de palabras: tan hondo en el cerebro y tan angosto en el sueo. Las piedras vuelan hacia la tierra, y hacia una penumbra el pez nada, avieso slo hacia el hacerse de las cosas se tambalea el crneo trastornado. Oh, noche! No es mucho lo que pido! Un momento solamente, una referencia del percibir del Yo... desbordarme en la euforia antes de disolverme.

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Oh, noche, concdeme frente y cabello, fndete en los marchitos das; s quien a partir del mito de la neurosis me devuelva a la patria del cliz y la corona. Oh, calla! Siento una ligera sacudida: me constelo y no hay burla en ello: visin, yo: mi, solitario dios, un enorme congregarse en torno a un trueno.

T DEBES DARTE TODO

Dale a tu dicha, a tu muerte, sueo y antepasados confundidos, esta hora, su peticin est tan plena de corimbos ebrios, guadaa y verano por el campo conducidos, cntaros y jcaras dulce y cansadamente se hunden. T debes darte todo, nada te dan los dioses, date el leve fluctuar entre rosas y luz, a todo el azul del cielo, date en su hechizo, escucha los postreros cantos callando. T que fuiste tanto uno y lo sombro has hecho, ah, ya te llama el puro callado y cancelado camino, ah, ya la hora, esa leve en la luz del telar que de rocas y asientos cantando las parcas hilan.

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T fuiste el gran renunciador,* el llanto penda contigo, y el llanto es agua dura que sobre rocas cae, todo se ha cumplido, llanto e ira no, todo deslumbra ondendote en rosas y luz. Oh, dulce hora. Oh, envejecer! Ya el blasn regalas: toro entre porta antorchas y la antorcha disminuye, ahora desde costas y riberas, de un mar de naranjos hondo de pululantes esfinges conducen las sombras. Si todo te has dado t solo, date entonces la ltima dicha, regresa a los olivares y a sus columnas, ah, ya has perdido miembros y en tu postrer mirada se elevan los heraldos de este mundo plenos de rosas y luz.

SILS-MARIA

I En la tarde las horas corran, escuchaba en la luz de la colina sus coplas: todas hieren, la ltima mata...
*

Cfr. Dante, Inferno III, 60 (N. del T.).

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Esto se ley hasta el final. Pero el que piensa las horas sus olas, sus juegos, su esencia es quien las horas conduce: a un nominador del optimismo no lo tocan las horas, este conocedor de sombras bebe la luz de las Parcas. II No era la nieve, sino luces, lo que de lo alto descendi; no era la muerte, pero crean todos la muerte cercana; era tan blanco, ningn ruego penetraba aquel palo, descomunal: sufrimiento sobre este valle se escribi.

TURN Camino con las suelas rotas, escriba ese gran genio mundial en su ltima carta... Despus llevronle a Jena... Psiquiatra. No se puede ningn libro comprar, los lee sentado en las bibliotecas... Apuntes, correr por los fiambres... esos eran los das de Turn. Mientras la noble podredumbre de Europa de Pau, de Bayreuth y de Epson mamaba, l abrazaba dos caballos de una carroza hasta que el hostelero a la casa lo arrastr.

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BUSCAS

Buscas los signos de lo antiguo y arcaico por montes y valles, mutacin de las formas, principio de las humanas penas, cambiando los rasgos del sentido, de la paz sufrida al final como al inicio hacia lo irresistible, ah, slo en la labor del destructor ves reavivarse a los signos: fros y plidos rostros y lo hondo: todo se ha cumplido.*

SOLITARIO COMO NUNCA

Solitario como nunca en agosto: plenitud de la hora; por la tierra los incendios del rojo y el oro, pero dnde est el placer de tus jardines? Los lagos claros, los cielos tenues, los campos puros y relucientes, pero dnde estn victorias y sus pruebas del reino al que representas? Donde todo por dicha se justifica y se cambian la vista y la promesa del aroma del vino y de las cosas,
*

Juan 19, 30.

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t oficias la desdicha y al espritu sirves.

QUIEN EST SOLO

Quien est solo, tambin est en el misterio y siempre se halla en el flujo de las imgenes, en su creacin y su germinacin, incluso las sombras llevan su fervor. Grvido de cada estrato se halla el pensamiento colmado y obstruido, su poder es la aniquilacin de todo humano que se nutre y aparea. Impasible mira cmo la tierra otra llega a ser de la que fue, no ms Morir ni Devenir: inmvil mrale la perfeccin.

COMPAEROS

Hasta que t te olvidas as funciona el Poder en el laberinto de los mataderos te transformas. Te inunda un sentimiento alterno, escaso en las antorchas es el fuego, tientas y los muros te resultan fros y ajenos. Solitario como nunca, los ltimos, los probados por el tiempo, compaeros a quienes t dejaste,

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por qu y por cul Poder? T no ves la orilla, slo tu dolor que se reaviva, y lo que significa esa condena lo sentiste slo con los aos, mas antes que t lo comprendieses haban callado ya los compaeros.

NADA HAY TAN PESADO

Nada hay tan pesado como el dolor: muros de piedra, de cristal, sitios para comer, para soar, puedes acaso soportarlo? No terminar entonces todo, y las sombras de rocas, de piedras, y cerradas las puertas, los muros, te encierren? No piensas entonces en todo padecer, toda fuerza destructiva, como un vestido de fiesta, como una noche de antorchas. Ocaso, pura destruccin, en las bancas de un jardn sofocante concentracin, ocaso: presentimiento de cualquier divorcio de fidelidad, del ntimo T asedindote, y nuevos tormentos en ti crecen,

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Ser sin reposo y sin sueo, impostergable penuria...: no piensas entonces en el dolor como en la ms alta ley?

UNA PALABRA

Una palabra, una oracin: del signo se eleva la vida perceptible, el sbito sentido, el sol en lo alto, las esferas callan y todo se aglomera en torno a ella. Una palabra: un resplandor, un vuelo, un fuego, una llamarada, una estrella fugaz, y nuevamente oscuro, inmenso, en el vaco espacio entre mundo y yo.

VERSOS Si una deidad inefable y absoluta encarn alguna vez y habl, fue en versos, cuando infinitamente la pena de las almas se quebr; los corazones vagan en la inmensidad pero la estrofa de boca en boca pasa, las revueltas de los pueblos vence y al poder y a los sicarios sobrevive. Tambin el canto que un linaje menor ha cantado hindes, yaquis, con palabra azteca vencido por la codicia del hombre blanco sobrevive como estrofa silenciosa en la hierba: Ven, nio, ven, con siete espigas adornado, ven con collares y piedras de jade ataviado, el dios del maz coloca en el campo, para alimentarnos,

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su sonora vara, y t sers la ofrenda para el sacrificio. El gran murmullo, arrebatado y sojuzgado, al espritu sus travesas ofrece insuflar, exhalar, apnea: tcnicas respiratorias, penitencia de hindes y faquires, el gran Yo, el sueo csmico, dado a quien en silencio se consagra, se conserva en salmos y vedas y burla todo obrar y al tiempo desafa. Dos mundos confrontados se repelen y slo el hombre se derrumba cuando vacila, no puede slo del instante vivir por ms que al instante se deba; el poder se consume entre las heces de su perfidia mientras un verso construye el sueo de los pueblos que de su propia abyeccin lo sustrae, ah, eternidad de lo sonoro y la palabra.

DULCE Y PEQUEO ROSTRO

Dulce y pequeo rostro hundido por los aos, plido y mortal, vertedor del gran dolor cuando te hayas ido pronto... Ah, cmo jugbamos ajenos a la evolucin, retrospectiva y perspectiva, cados de nuestros bordes, nada viviendo aparte del crculo de nuestras voces. Limitados! Pero una vez

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el derribar de los olivos de los hombres en las ramas, los montones se fermentan. Una vez vinos del Golfo de los Leones en ahumaderos, embellecidos con agua del mar. O eucaliptos, gigantes, ciento cincuenta y seis metros de altura, y la trmula penumbra de los bosques. Cotroceni alguna vez... y nada ms. Pequeo rostro, copo de nieve, siempre tan blanco, y entonces la vena en la sien y el azul del racimo de jacintos, la ligrica fragancia del almizcle.

Si ALGO LIGERO...

Si algo ligero y susurrante te rodea como el esplendor de las glicinas en este muro, entonces es la hora de este dolor en el que no eres rico ni te agotas, ni como la flor ni como la luz: llegando en rayos, transformndose, actuando en torno a formas similares que entrelazan todo en la nica ebriedad, ese nico terciopelo en el que descansa todo, tan tranquilo e intocado, trazando las fronteras, suspendiendo el tiempo, y nada ocurre en ese dolor.

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LA FORMA

La forma, el gesto de la forma que se da, que nos dimos... eres en verdad tierra pero la tierra tienes que excavarla. No cosechars cuando esa semilla resurja en lejana, tu imagen a tiempo se borr. Has dado a los perdidos, a los chandalas, a los parias, a ti, al no nacido, una palabra de fe.

MONLOGO

El intestino con moco alimentado y el cerebro con mentiras, pueblos elegidos payasos de un bufn, entre bromas, astrologa y las aves en migracin las propias inmundicias interpretan! Esclavos: de heladas y ms calientes tierras cada vez ms esclavos, llenos de bichos, hambrientas masas con ltigos golpeadas: se infla el ego entonces, la misma piel de lo sarnoso, como las barbas del profeta! Ah, de Alejandro y Olimpia vstagos menores! Guian al Helesponto y cabrillean Asia! Hinchados, ampollas con vanguardia, favoritos, oculta cuadrilla que nadie atiende! Favoritos: Buenos sitios para alianzas y juicios! Si nadie atiende! Favoritos, ufanos, cegados, chusma inmensa,

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con amplias cintas aletean el sueo y el mundo: pies deformes ven los estadios destruidos, mofetas pisan los campos de lupinos pues su mismo aroma los confunde: Slo es una molestia del ano! Grasos, persiguen a la gacela, veloz como el viento, la bella bestia! Aqu se trueca la medida: el charco escruta el manantial, el gusano la vara, el sapo salpica a la violeta en la boca aleluya! y arrastra el vientre en la grava: El rebao de Padden como monumento para la historia! La huella tolemaica como una msica de peine la rata llega como un alivio contra la peste. El alevoso alaba el crimen. Los soplones extraen de los salmos inmundicias. Y esta tierra cecea con la luna, se enmandila una fiesta de mayo en las caderas, permite a las rosas pasar y cocina el grano pero no al Vesubio escupir y tampoco a la nube volverse leja que la variedad de bestias, con astucia, pincha y enceniza. Ah, ese frtil juego y rosado de la tierra se sustenta en la abundancia del Mal, del hongo cerebral y del chorreo mentiroso del gaznate de la antes mencionada especie que trastoca la medida. Morir equivale a todo abandonar sin solucin y a las imgenes no fijar, y a los sueos en la grieta de los mundos dejarlos ayunar, pero actuar significa a la abyeccin servir, al oprobio socorrer y a la soledad, la gran solucin de las visiones, cuyos deseos ocultos insidiosos caen por ganancias, beneficios, ascensos y fama pstuma mientras el fin vacilante como una mariposa e indiferente como una granada se acerca y otro sentido anuncia. Un sonido, un arco, casi una hendidura en el azul

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pendi una tarde en el parque, donde estaba yo: una cancin, un bosquejo apenas, tres notas esbozadas, y tan lleno el espacio y cargada la noche y el jardn de apariciones, y cre el mundo y me repos la nuca en la torrencial, dolorosa, sublime debilidad del nacimiento del Ser: un sonido, un arco apenas: nacimiento del Ser; un arco apenas y volvi la medida a su lugar y todo queda incluido: la accin, los sueos... De una corona de cerebros escarlatas, las esparcidas flores de errticas semillas febriles, slo ellos se sostienen mutuamente uno al otro: inflexible en el color y arrancado hasta el ltimo cabello, limado en fro se gritan, salmuera de materia prima; Aqu sale la transformacin! La diversidad de fieras se pudrir, pues para ellas la palabra putrefaccin a demasiado cielo huele: se extienden ya los buitres, los halcones ayunan ya!

POESA ESTTICA

Ajeno a la evolucin es la profundidad del sabio, los hijos y los nietos no lo inquietan ni lo apremian. Defender opiniones, actuar, arribar y partir son las seales de un mundo que no ve claramente. Ante mi ventana, dice el sabio,

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se extiende un valle en el que se concentran las sombras y dos lamos enmarcan la senda, t sabes... hacia dnde. Perspectivismo es otro vocablo para su esttica: trazar lneas, continuarlas segn la ley de arabesco -refulge el enramado-, tambin las multitudes, los cuervos, lanzados al rojo invernal del alba, y despus dejarlos caer... t sabes... para quin.

ENTONCES...

Si un rostro que alguna vez de joven viste y cuya gloria y lgrimas besaste se inclin hacia el primer estadio de la vejez, el anterior encanto viviendo lo perdi. El arco de un tiempo que cada flecha lanz, con plumas prpuras yaca la caa en el azul y el cmbalo tambin, que cada canto toc: Resplandeciente cliz, Prados al atardecer Al primer aliento ya se ala un segundo y en su frente, ay!, vela ya la solitaria, la hora final: en todo el amado rostro, entonces, la noche.

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MUERTE DE ORFEO

Cmo me dejas, amada, del Erebo expulsado en ese inhspito Rodopi que se aproxima al bosque, a las bayas bicolores, a los frutos maduros, creando follaje tocando la lira con el dedo en la cuerda. Tres aos ya entre la tormenta del norte! Es dulce pensar en la muerte, tan lejana, se oye la clara voz, se sienten los besos, los efmeros y los profundos tambin, pero t vagars entre las sombras! Cmo me dejas, por las ninfas de los ros acosados, llamado por las bellas de las peas, arrullado: en el bosque desierto slo faunos y stiros, mas t, poeta, inauguras la luz de bronce y un cielo de golondrinas... desaparece el canto... Olvidar! Amenazan...! Y una extraa mirada fija. Y una grande, manchada, jaspeada, de piel multicolor (amapola amarilla) seduce con humildad y alusiones de castidad, con lujuria... (prpura en la copa del amor...!) En balde! Amenazan...!

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No, t no pasars, t no cambiars en Yole, Drope, Procne; tus rasgos no se mezclarn con Atalanta, si me es posible, con Laada, llamar a Eurdice... Pero... amenazan...! y aqu las piedras no siguen ya a la voz, al poeta, el follaje en las hojas crece, la azada espiga en silencio desnuda... ahora indefenso para la carnada de las perras, para la disolucin... ahora ya la pestaa hmeda, el paladar sangra... y aqu la lira... bajo el ro... y las riberas cantan...

1886

La Pascua termin tarde, en el Elba florecan ya los sacos, pero al inicio de diciembre una increble nevada todo el trfico ferroviario en el norte y el centro de Alemania por semanas ante ella sucumbi. Paul Heyse publica una tragedia en un acto: es la tarde nupcial, la joven descubre que su esposo alguna vez a su madre am,

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todos muertos hace mucho. Como sea, de la ta que la haca de madre recibe una ampolleta de morfina: No desperdiciar el dulce remedio. Cae atrs, busca aferrarle la mano, la mano deTheodor (sombro, grita): Lydia! Mujer! Dame t! Ttulo: Entre los labios y el cliz. Inglaterra conquista Mandalay, abre el amplio valle del Irawaddi al comercio mundial. Madagascar anexado a Francia; Rusia expulsa al prncipe Alejandro de Bulgaria. La Unin Ciclista Alemana tiene quince mil socios. Gssfeld logra por vez primera la cumbre del Mont Blanc por la ruta del Gran Mulet. Los lebreles sobre las perreras de Pequn, protectorado de Tula, pecho tpicamente manchado, cazadores de lobos, en muestra en Berln, en la exposicin canfila Asmodey obtiene la medalla de oro. Turgueniev visita todos los das a las hermanas Viadot, en Baden Baden, sern inolvidables, su cancin preferida, que se escucha rara vez, Wenn meine Grillen schwirren (Schubert), a menudo leen Ekkehard de Scheffel. Son redescubiertos: pitecntropo, restos primordiales, rudimentos de Java; se extingue el pajarillo de Hawai

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llamado chupa miel por el plumaje real con una mancha amarilla en sus alas. Guerra a las palabras extranjeras, luna, zfiro, crislida, mil ochenta y ocho palabras del Fausto germanizadas deben ser. Revueltas de los empleados por la clausura de los negocios las tardes de los [domingos votos socialdemcratas en las elecciones de Berln: 68 mil 535. El barrio de Tiergarten es progresista. Singer da su primer discurso electoral. Dcimo tercera edicin del Konversationslexikon de Brockhaus. Los diarios critican la escenificacin de la Potencia de las tinieblas de Tolstoi. Una gota de veneno de Blumenthal en vez de contar sobre un amplio consenso: Sobre la cabeza del conde Albrecht Vahlberg, que goza de un posicin de cuidado en la sociedad de la capital, se asoma una oscura nube. Zola, Ibsen, Hauptmann resultan fastidiosos, Salamb falla, Liszt cosmopolita, aparece la columna La palabra del lector que quiere saber algo de los calambres de la pantorrilla y sobre la expulsin de cuerpos extraos. 1886... ao de nacimiento de algunos expresionistas entre ellos el director de orquesta Furtwngler, del compaero de estudios Kokoschka, del mariscal de campo von W. ()

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Multiplcase el capital en Schneider-Creuzot, Krupp-Stahl, Putiloff. 1944

A ERNST JNGER

Estamos por fuera a menudo unidos, a menudo por dentro estamos separados, aunque compartimos el torrente, las horas, el rostro del Ecce,* el delirio, las llagas que llaman al siglo hacia ellas.

PUEDE NO DUELO SER

En esa pequea cama, casi un lecho infantil, muri la Droste (vase en su museo de Meersburg), sobre ese sof Hlderlin en la torre de un campesino, Rilke, George tal vez en catres de hospital suizo, en Weimar reposaron los grandes ojos negros de Nietzsche sobre una blanca almohada hasta la ltima mirada... todos los trastos o absolutamente nada ms permanece indefinible, insustancial, en indolora, eterna corrupcin. Llevamos en nosotros la simiente de los dioses, los genes de la muerte y del placer quin las disgreg: las palabras y las cosas; quin los mezcl: las torturas y el lugar donde ellos terminan, madera en arroyos de lgrimas, miserable morada para breves horas.
*

Juan 19, 5.

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Puede no duelo ser. Lejano y distante, hacia intangibles lgrimas y lecho, ningn no ni s, nacimiento y dolor corporal y fe, un peregrinar sin nombre, una exhalacin sobrenatural en sueos agitndose movi el lecho y las lgrimas... Reposad!

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Gottfried Benn, Material de Lectura, Serie Poesa Moderna, nm. 206, de la Coordinacin de Difusin Cultural de la UNAM. Cuidado de la edicin: Vctor Cabrera y Carlos Pineda.

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