Barthes, Roland, La Cocina Del Sentido
Barthes, Roland, La Cocina Del Sentido
Barthes, Roland, La Cocina Del Sentido
Un vestido, un automvil, un plato cocinado, un gesto, una pelcula cinematogrfica, una msica, una imagen publicitaria, un mobiliario, un titular de diario, de ah objetos en apariencia totalmente heterclitos. Qu pueden tener en comn? Por lo menos esto: son todos signos. Cuando voy por la calle -o por la vida- y encuentro estos objetos, les aplico a todos, sin darme cuenta, una misma actividad, que es la de cierta
lectura:
leyendo. Lee, ante todo y sobre todo, imgenes, gestos, comportamien tos: este automvil me comunica el status social de su propietario , esta indumentaria me dice con exactitud la dosis de conformismo, o de excentricidad, de su portador, este aperitivo (whisky,
pernod,
o vino
blanco) el estilo de vida de mi anfitrin. Aun cuando se trata de un texto escrito, siempre nos es dado leer un segundo mensaje entre las lneas del primero: si leo en grandes titulares: decir tambin:
Pablo VI tiene miedo, Si usted lee lo que sigue, sabr por qu.
esto quiere
Todas estas lecturas son muy importantes en nuestra vida, impli can demasiados valores sociales, morales, ideolgicos, para que una reflexin sistemtica pueda dejar de intentar tomarlos en considera cin: esta reflexin es la que, por el momento al menos, llamamos
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DOMINIOS
principio de clasificacin una masa enorme de hechos en apariencia anrquicos, y la significacin es la que suministra este principio: junto a las diversas determinaciones (econmicas, histricas, psicolgicas) hay que prever ahora una nueva cualidad del hecho: el sentido. El mundo est lleno de signos, pero estos signos no tienen todos la bella simplicidad de las letras del alfabeto, de las seales del cdigo vial o de los uniformes militares: son infinitamente ms complejos y sutiles.
ostenta
Los signos estn constituidos por diferencias. Al comienzo del proyecto semiolgico se pens que la tarea principal
seno de la vida social, y por consiguiente reconstituir los sistemas se
era, segn la frmula de Saussure, estudiar la vida de los signos en el mnticos de objetos (vestuario, alimento, imgenes, rituales, protoco los,. msicas, etctera). Esto est por hacer. Pero al avanzar en este proyecto, ya inmenso, ia semiologa encuentra nuevas tareas: por ejem plo, estudiar esta misteriosa operacin mediante la cual un mensaje cualquiera se impregna de un segundo sentido, difuso, en general ideo lgico, al que se denomina sentido connotado: si leo en un diario el
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En Bombay reina una atmsfera de fervor que no excluye ni el lujo ni el triunfalismo>>, recibo ciertamente una informacin
bin una frase estereotipo, formada por un sutil balance de negaciones fenmenos son constantes; ahora es preciso estudiarlos ampliamente con todos los recursos de la lingstica. que me remite a una especie de visin equilibrada Ciel mundo; estos
hecho nosotros descubrimos cada vez ms la importancia y la extensin manera de pensar del mund moderno, un poco como el hecho consti
1 0 de diciembre de 1 964.
. Le Nouvel Observateur,
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