El documento analiza las tesis de Claude Lévi-Strauss sobre las similitudes y diferencias entre el chamanismo y el psicoanálisis. Lévi-Strauss señaló paralelismos en los principios curativos del chamanismo y el psicoanálisis, aunque descuidó sus diferencias cualitativas. El trabajo explora esta comparación y muestra que los elementos que vinculan ambas prácticas son tan importantes como los que las distinguen. Además, examina las ideas de Jacques Lacan, quien criticó la interpretación levistraussiana
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El documento analiza las tesis de Claude Lévi-Strauss sobre las similitudes y diferencias entre el chamanismo y el psicoanálisis. Lévi-Strauss señaló paralelismos en los principios curativos del chamanismo y el psicoanálisis, aunque descuidó sus diferencias cualitativas. El trabajo explora esta comparación y muestra que los elementos que vinculan ambas prácticas son tan importantes como los que las distinguen. Además, examina las ideas de Jacques Lacan, quien criticó la interpretación levistraussiana
El documento analiza las tesis de Claude Lévi-Strauss sobre las similitudes y diferencias entre el chamanismo y el psicoanálisis. Lévi-Strauss señaló paralelismos en los principios curativos del chamanismo y el psicoanálisis, aunque descuidó sus diferencias cualitativas. El trabajo explora esta comparación y muestra que los elementos que vinculan ambas prácticas son tan importantes como los que las distinguen. Además, examina las ideas de Jacques Lacan, quien criticó la interpretación levistraussiana
El documento analiza las tesis de Claude Lévi-Strauss sobre las similitudes y diferencias entre el chamanismo y el psicoanálisis. Lévi-Strauss señaló paralelismos en los principios curativos del chamanismo y el psicoanálisis, aunque descuidó sus diferencias cualitativas. El trabajo explora esta comparación y muestra que los elementos que vinculan ambas prácticas son tan importantes como los que las distinguen. Además, examina las ideas de Jacques Lacan, quien criticó la interpretación levistraussiana
2000 Francisco de la Pea MS ALL DE LA EFICACIA SIMBLICA DEL CHAMANISMO AL PSICOANLISIS Cuicuilco, enero-abril, ao/vol. 7, nmero 018 Escuela Nacional de Antropologa e Historia (ENAH) Distrito Federal, Mxico
NOTAS PARA UNA CARTOGRAFA NOCTURNA DE LA CIUDAD DE MXICO 1 1 C uicuilco volumen 7, nmero 18, enero-abril, 2000, Mxico, ISSN 1405-7778. * ENAH-INAH Antropologa estructuralista y psicoanlisis Claude Lvi-Strauss fue el primer antroplogo en llamar la atencin sobre los paralelismos entre los principios curativos del chamanismo y el psicoanlisis. No obstante las luminosas intuiciones con las que dio origen a un largo debate intelectual sobre las relaciones entre ambas prcticas curativas, es sabido que las reflexiones del sabio francs enfatizaron sobretodo el parentesco entre el chamanismo y el psicoanlisis (caracteriza al psicoanlisis como una forma moderna de la tcnica chamanstica) y descuidaron sus diferencias cualitati- vas, que no son pocas. Nos proponemos abordar en este trabajo las tesis elaboradas por Lvi- Strauss para mostrar que los elementos que vinculan la experiencia chamnica y la psicoanaltica son tan importantes como aquellos que las distinguen. A fin Ms all de la eficacia simblica del chamanismo al psicoanlisis Francisco de la Pea Resumen: El trabajo aborda las tesis elaboradas por Lvi-Strauss en torno al chamanismo con el fin de mostrar que los elementos que vinculan la cura cha- mnica con la psicoanaltica son tan importantes como aquellos que las se- paran. Los lmites de la interpretacin levistraussiana del psicoanlisis se ha- cen evidentes a la luz de las ideas de Jacques Lacan. Abstract: This paper concerns the theses elaborated by Lvi-Strauss about sha- manism with the finality of showing that the elements which link shamanistic and psychoanalytic cure are as impor- tant as those which separate them. The limitations of the Lvi-Strauss interpre- tation of psychoanlaysis become evident under the perpective of Jacques Lacans ideas. 2 FRANCISCO DE LA PEA de hacer evidentes los lmites de la interpretacin levistraussiana ahonda- remos en las reflexiones de Jacques Lacan, acaso el ms importante psicoana- lista despus de Freud, cuya crtica del psicoanlisis hegemnico (dominado por el freudismo norteamericano y anglosajn) no es ajena a una crtica del chamanismo. La influencia de las ideas estructuralistas de Lvi-Strauss en la obra de Lacan es de sobra conocida, en particular lo concerniente a la concep- cin del inconsciente y del orden simblico. Con todo, Lacan se opone radical- mente a Lvi-Strauss al demostrar de una manera rigurosa que el psicoanlisis es una prctica que pretende ir mas all de la eficacia simblica del mito, clave de todo dispositivo chamnico. Irreductible a la lgica del chamanismo, el psi- coanlisis es para Lacan una produccin cultural indita que slo en aparien- cia puede ser confundida con el chamanismo o comparada con l. La estructura mtica de la cura chamnica Como es sabido, el chamn clsico, descubierto y estudiado por primera vez entre los pueblos de Siberia, es un individuo que desempea distintos roles, que pueden ser polticos, religiosos o mgicos. Como terapeuta, se caracteriza por utilizar tcnicas muy especficas de trance controlado que le permiten servir- se de estados alterados de conciencia para curar (la palabra chamn significa en las lenguas siberianas exaltado). En una acepcin estricta, el fenmeno del chamanismo se localiza nicamen- te dentro de ciertos complejos culturales especficos, y ms concretamente en ciertos tipos de sociedades grafas. Sin embargo, la categora de chamn puede ser tambin entendida en un sentido bastante amplio e incluir a su inte- rior actores culturales muy diversos. En esta acepcin, la nocin de chamanis- mo no se refiere a un fenmeno propio de ciertas sociedades sino a una lgica transcultural de la curacin, y el chamn podra ser definido como todo tipo de sujeto capaz de curar las enfermedades, y en particular las enfermedades del alma, que se vale de tcnicas con una fuerte carga simblica que estn reves- tidas de una eficacia vinculada a lo sagrado, es decir, vinculadas a la otredad en su sentido ms radical. Ya definido, podemos incluir dentro del campo del chamanismo, y como variantes culturales de su lgica, tanto al chamn strictu sensu, como al exor- cista, al mago, al brujo, al hechicero, al mdico tradicional, al curandero, al gur, al profeta, al mstico, al sacerdote e incluso a ciertos psiclogos y psi- quiatras (Lvi-Strauss incluye igualmente al psicoanalista, que le sirve de re- ferencia mayor en sus clebres ensayos sobre el chamanismo). MS ALL DE LA EFICACIA SIMBLICA DEL CHAMANISMO 3 La antropologa ha demostrado que la oposicin entre medicina aloptica y homeoptica, o medicina de los contrarios y medicina de lo semejante, no distingue la concepcin de la enfermedad occidental de la no occidental. Por el contrario, las teoras que localizan el origen de la enfermedad tanto en facto- res patgenos objetivos, naturales o externos al paciente y al mdico, como en factores extraempricos o subjetivos que no son extraos ni al paciente ni al m- dico, existen en las ms diversas culturas, y expresan dos abordajes posibles del problema de la enfermedad en todo tipo de sociedad. En otras palabras, en toda sociedad pueden coexistir dos tipos de concepciones de la enfermedad, la racional-emprica y la personal-sobrenatural. En este sentido, el tratamiento de la enfermedad va el espritu es una forma posible de tratar con las enfermedades. Una forma que, en el caso del chamanismo, supone la utilizacin de relaciones de transferencia o sugestin que hacen depender la cura de la identificacin entre el paciente y el chamn (Lvi-Strauss precisa que la cura chamanstica est a medio camino entre nuestra medicina orgnica y una teraputica como el psicoanlisis). La discusin sobre las relaciones entre el chamn tradicional y el psicoana- lista tienen como referentes los ensayos que sobre este tema escribi Lvi- Strauss en 1949: La eficacia simblica y El hechicero y su magia. En ellos el chamanismo es definido por Lvi-Strauss como un complejo cultural que com- prende tres actores que, relacionados entre s, inciden en la curacin: el chamn, el paciente y el conjunto de los integrantes de la sociedad que los incluye. Para el etnlogo francs el chamn es un abreactor profesional, es decir, alguien que al poner en escena los trastornos que originaron su vocacin de chamn, provoca que su paciente reviva intensamente la situacin inicial que provoc su enfermedad a fin de superarla. Al igual que el psicoanalista, que de- be pasar por un anlisis personal y confrontar su relacin a lo inconsciente, enfermarse (de la llamada neurosis de transferencia) y curarse de dicha enfermedad a fin de poder desempear su actividad y tratar a sus pacientes, el chamn utiliza su llamado (la crisis, experiencia sobrenatural o enferme- dad que le revel su condicin) para poder curar. Ahora bien, la curacin mgica requiere, para ser eficaz, de la creencia del chamn en su tcnica, del paciente en la virtud del chamn, y del grupo en el chamanismo. Esta creencia es indispensable ya que el poder del ritual cura- tivo reside, segn Lvi-Strauss, en la actividad inconsciente de mecanismos psicolgicos capaces de originar por igual trastornos o reajustes psicoafectivos. El chamn requiere ser proclive o haber experimentado ciertos estados psicosomticos, ya que ello le permite dotar de un sistema de smbolos a los 4 FRANCISCO DE LA PEA conflictos inconscientes que estn en el origen de la enfermedad de su pacien- te. El chamn traduce los significados difusos de la enfermedad a un lenguaje que permite el desbloqueo y la reorganizacin del caos que manifiesta el orga- nismo, procurndole su alivio. Lvi-Strauss afirma que el chamanismo opera por la reduccin a un orden lgico de fenmenos inexplicables como las enfermedades, expresiones del caos y el desorden, y que dicha restitucin lgica es inconsciente en sus mecanis- mos. La enfermedad provoca que el individuo exprese un trastorno que en su fondo es doble, biolgico por una parte, social por la otra, y la funcin del cha- mn estriba en conducir al paciente a su regeneracin mediante ritos y mitos que lo resitan en la estructura social. As, a travs de una manipulacin psi- colgica el chamn resuelve la enfermedad como si se tratara de un conflicto intelectual, y de esta manera disuelve sus sntomas afectivos. Si la cura consiste en volver pensable una situacin dada al comienzo en trminos afectivos, y hacer aceptables para el espritu los dolores que el cuer- po se rehusa a tolerar (Lvi-Strauss, 1949b: 173) la funcin del mito utilizado por el chamn consiste en hacer inteligible y darle sustento a la incoherencia y arbitrariedad de los sntomas de la enfermedad. Lvi-Strauss nos indica que en el chamanismo, a diferencia de la relacin causal entre microbio y enfermedad, exterior al espritu del paciente, la rela- cin entre mito y enfermedad es interior a su espritu, y en consecuencia sim- blica, puesto que liga un significante a un significado, y traduce a un lenguaje verbal un estado informulable como el de la enfermedad. Para Lvi-Strauss, el principio de la eficacia simblica del chamn, que provoca una transforma- cin real en el cuerpo o la conducta del paciente a travs de representaciones y manipulaciones, puede ser explicada a dos niveles: Por una parte, por la propiedad inductora que poseen, unas con respecto a otras, ciertas estructuras formalmente homlogas, es decir traducibles una a otra, constituidas a diferentes niveles del ser vivo (procesos orgnicos, psiquis- mo inconsciente, pensamiento reflexivo) y que son puestas en consonancia por la operacin del curandero. Por otra parte, por la relacin que existe en el complejo chamnico entre pensamiento normal y pensamiento patolgico. El primero es aquel que aspira a que la realidad le entregue su sentido, tratando de comprender un mundo cuyas leyes escapan a su dominio; el pensamiento patolgico, por el contrario, des- borda de interpretaciones y sobrecarga de sentido a la realidad. As, si el pen- samiento normal padece de un dficit de significado, el pensamiento patolgico dispone de una sobreabundancia de significante. MS ALL DE LA EFICACIA SIMBLICA DEL CHAMANISMO 5 Es por esta razn que la colaboracin colectiva en la cura es decisiva, pues permite establecer un equilibrio entre estas dos formas de pensamiento. A tra- vs de la participacin colectiva en la curacin de la enfermedad, el univer- so de efusiones simblicas (tanto del chamn como del paciente) es integrado en una estructura que concilia en un todo la riqueza afectiva desordenada y la invencin individual con la tradicin social y el pensamiento normal: gracias a sus trastornos complementarios, la pareja hechicero-enfermo encarna para el grupo, de manera viva y concreta, un antagonismo que es propio a todo pensa- miento, pero cuya expresin normal sigue siendo vaga e imprecisa; el enfermo es pasividad, alienacin de s mismo, como lo informulable es la enfermedad del pensamiento; el hechicero es actividad, desborde de s mismo, como la afectividad es la nodriza de los smbolos. La cura pone en relacin estos polos opuestos, asegura el pasaje de uno a otro y manifiesta, en una experiencia to- tal, la coherencia del universo psquico, proyeccin del universo social (Lvi- Strauss, 1949a: 165). Para Lvi-Strauss la similitud entre chamanismo y psicoanlisis es evidente: ambos tienen como propsito llevar a la conciencia conflictos de carcter in- consciente, que presentan ese estado en razn tanto de su represin por obra de fuerzas psicolgicas como de su naturaleza orgnica. Ambos buscan disol- ver los conflictos y resistencias que causan la enfermedad a travs de un conocimiento supuesto, ms que real, que provoca una experiencia de reactualizacin de los conflictos, en un plano que permite su desenvolvimien- to y desenlace bajo la forma de una abreaccin. Y en ambos casos tambin, tanto la figura del psicoanalista y el chamn surgen en los conflictos del paciente a travs de la transferencia y posibilitan la explicitacin de una situacin inicial, la enfermedad, que haba permanecido informulada. En funcin de su interpretacin, Lvi-Strauss postula una serie de para- lelismos y oposiciones lgicas entre chamanismo y psicoanlisis: a) Mientras que el chamn en la cura habla y abreacciona para el enfermo, haciendo que ste a su vez abreaccione, en el psicoanlisis es el enfermo el que habla y abreacciona contra el analista, que slo lo escucha y cuya abreaccin no es concomitante a la de su paciente, sino anterior y parte de su formacin profesional previa. b) Cuando la transferencia se instituye, el enfermo hace hablar al psicoana- lista atribuyndole supuestas intenciones y sentimientos; por el contrario, el chamn habla por su paciente, poniendo en su boca rplicas que corres- ponden a la interpretacin de su estado, un estado con el cual debe iden- tificarse. 6 FRANCISCO DE LA PEA c) Mientras que la cura chamnica readapta el grupo a problemas predefinidos que le plantean el enfermo y la enfermedad, el psicoanlisis readapta el enfermo al grupo. En otras palabras, si en el chamanismo la enfermedad se presenta como un desarreglo del universo de significado colectivo, para el psicoanlisis la enfermedad es un desarreglo del universo de significado individual, que no altera ni compromete al conjunto de la sociedad como tal, o en todo caso slo en la medida en que sta es troquelada, por decirlo as, a travs de la subjetividad. d) Chamanismo y psicoanlisis buscan provocar una experiencia recons- truyendo un mito que el enfermo debe vivir o revivir. Pero mientras en el psicoanlisis se trata de un mito individual que el enfermo elabora con elementos extrados de su pasado, en el chamanismo se trata de un mito social que el enfermo recibe del exterior y que no corresponde a vivencias personales. e) Mientras el neurtico enfrenta su malestar con un mito individual que re- quiere de una oposicin al psicoanalista real, el enfermo chamnico vence su enfermedad identificndose con un chamn mticamente traspuesto e idea- lizado. f) Mientras que en el psicoanlisis el mdico cumple las operaciones, dirigin- dose a su paciente mas all de la palabra, mediante gestos y significantes que inciden en el inconsciente, permitindole al paciente producir su mito, en la cura chamnica el mdico proporciona el mito, el discurso y la interpretacin, y el paciente cumple con las operaciones. Lacan, el psicoanlisis y la crtica al chamanismo Las penetrantes y lcidas observaciones que nos ofrece Lvi-Strauss sobre el chamanismo lo condujeron a un conjunto de reflexiones sobre la naturaleza del psicoanlisis de los aos de posguerra, reflexiones de gran importancia para in- terrogarnos el significado de esta prctica en nuestra sociedad. Al preguntarse por el papel del grupo en la cura chamnica y en el psico- anlisis, Lvi-Strauss observa que en la sociedad tradicional la enfermedad es concebida como un problema de significado, que afecta al conjunto de los miembros del grupo, altera el universo de su cultura y los obliga a reintegrar el sinsentido que representa el padecimiento del enfermo. La conducta m- gica frente a la enfermedad no es ms que la respuesta a un hecho que tiene una naturaleza simblica, intelectual y social, ms all de su manifestacin afectiva. MS ALL DE LA EFICACIA SIMBLICA DEL CHAMANISMO 7 Ahora bien, el pensamiento mgico se distingue de la ciencia porque su finalidad es alcanzar, por los medios ms econmicos, una comprensin gene- ral del universo, partiendo del principio de que si no se comprende todo no puede explicarse nada. Por contraste, la ciencia opera por etapas, distinguien- do diferentes dominios del universo y dividiendo los problemas que se plan- tea en tantas partes como sean necesarias. Por ello, el chamanismo, a diferencia del psicoanlisis, recurre al pensamiento mgico para salvar el abismo que se- para el universo del significado del universo del significante a travs de una integracin global y colectiva de ambos, integracin que supere la contradiccin y el sinsentido que la enfermedad provoca en la vida social. En este sentido, Lvi-Strauss advierte el riesgo que corre el psicoanli- sis de perder su penetracin y criticidad cientfica y convertirse en una tcni- ca comparable al chamanismo. En efecto, al convertirse en lo que Lvi-Strauss llama una mitologa difusa, el psicoanlisis tiende a dejar de ser un sistema de hiptesis que aborda las causas de la psicopatologa individual, provo- cando curas reales, para transformarse poco a poco en un sistema tera- putico aplicable a cualquier sujeto. Al hacer esto, el psicoanlisis pasa, de disciplina cientfica, a convertirse en una tradicin teraputica entre otras, conforme a la cual se reconstruye el uni- verso del individuo, apoyndose en el sentimiento de seguridad aportado al grupo por el mito fundador de la cura. Para Levi-Strauss, al incluir en su tcnica ya no slo a los pacientes anor- males sino a cualquier sujeto tpico de nuestra sociedad, el psicoanlisis arriesga transformar lo que es un tratamiento en una conversin, es decir que en vez de producir soluciones a trastornos especficos, el psicoanlisis se re- duce a reorganizar el universo del paciente en funcin de una interpretacin psicoanaltica oficialmente reconocida, divulgada y sancionada socialmente. El psicoanlisis desemboca as en la tcnica chamnica y se confunde con un sistema mgico-social, perdiendo toda su especificidad. El costo de ello es la imposibilidad de un progreso del conocimiento cientfi- co al interior del psicoanlisis. Si el psicoanlisis no se confunde con el chama- nismo es porque, como lo reconoce Lvi-Strauss, no basta que la integracin de la enfermedad de un individuo al universo simblico del grupo sea posible y hasta eficaz para que sea verdadera, ni para asegurar que una adaptacin de este tipo no constituya la afirmacin de un estado mrbido. Como observa con ra- zn el antroplogo francs: reabsorber una sntesis aberrante local mediante su integracin, con las sntesis normales, en el seno de una sntesis global pero arbi- traria representara una prdida en todos los frentes (1949a: 167). 8 FRANCISCO DE LA PEA En este punto adquiere todo su sentido la crtica de Jacques Lacan a la interpretacin de la teora freudiana desarrollada por el psicoanlisis norteamericano, dominante hasta nuestros das, una interpretacin muy influenciada por el relativismo culturalista y la psicologa de inspiracin emprico-pragmtica, sea conductista, cognitivista o biologista. Sin poder re- conocerlo, dicha concepcin del psicoanlisis, que se ha convertido en su versin oficial en todo el mundo, ha operado en la prctica como un autn- tico chamanismo basado en la socializacin de la enfermedad por medio del mito colectivo del american way of life, es decir, el mito del individuo libre, autosuficiente, maduro y adaptado a la realidad. Basando su tcnica en la adaptacin del paciente a la realidad, dicho psicoanlisis adapta ms bien la realidad al paciente, encarnando en la figu- ra del analista (a quien el paciente debe identificarse) los ideales de la madu- racin, la integracin, el libre albedro, la iniciativa y la adecuacin a las normas establecidas de la sociedad occidental. Al anteponer la eficacia a la verdad subjetiva, el psicoanlisis americanizado ha estado mas interesado en la adecuacin de sus resultados a los fines esperados que en el avance o la profundizacin de la ciencia freudiana. En esa medida su lgica no es distinta de la lgica del complejo chamnico, pues comparte con l la asimilacin de la enfermedad al universo simblico de los ideales sociales y no la elaboracin personal de la enfermedad por el sujeto. Lacan ha mostrado la manera en la que al seno del psicoanlisis hegem- nico el abandono del trabajo sobre lo inconsciente y lo reprimido, sobre la divisin subjetiva y el deseo, ha sido correlativa de la primaca otorgada al ego y al fortalecimiento del ego, el yo o el self a travs de la identificacin al analista-chamn. Identificacin que no es sino la contraparte de la interiori- zacin del mito de la adaptacin o de la buena relacin de objeto por parte del paciente. Al recuperar el sentido radical de la doctrina freudiana, Lacan se sirvi sin duda de las ideas de Lvi-Strauss en un doble plano para, por una parte, deschamanizar al psicoanlisis y convertirlo en una teora capaz de ser formalizable y dar cuenta de sus elaboraciones, condicin de cualquier que- hacer cientfico; y por otra parte, para abordar el estudio de lo inconsciente a la luz del orden simblico y sus leyes. En efecto, la definicin de lo inconsciente propuesta por el antroplogo francs tuvo un impacto decisivo en la lectura de Freud por Lacan. En cierta medida, Lacan coincide con Lvi-Strauss en la afirmacin de que la matriz que opera en la cura chamnica y psicoanaltica tiene la estructura de un mi- MS ALL DE LA EFICACIA SIMBLICA DEL CHAMANISMO 9 to, en un caso recibido de la tradicin colectiva, en el otro producido a partir de la elaboracin del pasado individual de un paciente. La cura psicoanaltica, as concebida, depende menos del carcter real de las situaciones rememoradas que del hecho de que el sujeto las experimente bajo la forma de un mito vivido. Por esta razn, el efecto traumatizante de una situacin o acontecimiento pasado en la vida de un paciente no resulta de su carcter intrnseco sino de su cristalizacin en una estructura preexistente, cuya eficacia es totalmente simblica. As, mas all de los acontecimientos y la historia individual, lo inconsciente podra concebirse a travs del conjun- to de estas estructuras preexistentes y sus leyes, lo que Lacan ha definido co- mo el orden simblico. Para Lvi-Strauss y para Lacan el inconsciente freudiano, que no debe ser pensado como un depsito de particularidades subjetivas, puede reducirse a una funcin, la funcin simblica, que en todos los hombres se ejerce segn las mismas leyes, y que se limita a imponer dichas leyes a un conjunto de ele- mentos inarticulados. Independientemente de que la fuente del mito sea un material de imgenes individuales o colectivas, recreado por el sujeto o ex- trado de la tradicin, el inconsciente opera sobre ambos tipos de materia- les, imponindoles una estructura. Se derivan de estas consideraciones tres conclusiones: 1) Si el inconsciente es un producto de la funcin simblica y est vinculado a sus leyes, se comprende el sentido de la definicin lacaniana de que el inconsciente est estructurado como un lenguaje, tesis que inaugura su lla- mado retorno a Freud as como su posicin dentro del psicoanlisis (Lacan: 227-310). 2) Si la lgica del mito que opera en la cura chamnica y psicoanaltica deriva de la misma fuente, la funcin simblica y sus leyes inconscientes, se com- prende tambin la posible relacin entre las leyes de estructura del mito y la de los complejos psicoafectivos de un individuo. 3) Si con todo, el chamn no psicoanaliza y el psicoanalista no es un chamn, es porque en nuestra civilizacin el tiempo y la experiencia mtica y sa- grada slo pueden expresarse en un plano individual y no colectivo. Los lmites del mito de la estructura Ahora bien, a pesar de que es evidente la coincidencia de muchas de las ideas de Lvi-Strauss y de Lacan, es necesario reconocer que su relacin no es con- vergente en todos los puntos. El inconsciente del estructuralismo antropo- 10 FRANCISCO DE LA PEA lgico tiene ms semejanzas con una suerte de kantismo sin sujeto que con la particular concepcin de Lacan, de la cual difiere radicalmente. La iden- tidad de las leyes del psiquismo y de la cultura no es una idea comn a Lacan y Lvi-Strauss, sino a ste ltimo y Geza Roheim (aunque uno la establezca en funcin de la unidad y universalidad de la ontogenia humana, y el otro en funcin de la emergencia del orden simblico). Mientras que para Lvi-Strauss la estructura inconsciente del mito es sub- jetiva y formalizable, para Lacan el inconsciente en tanto orden simblico es inconsistente y formalizable slo en la medida en que est marcado por la presencia de la pulsin, la subjetividad y la castracin. La originalidad de Lacan consisti sin duda en la aplicacin que hizo al psicoanlisis de los aportes de la lingstica estructural y la antropologa de Lvi-Strauss, para quien la cultura y el psiquismo derivan de las leyes del lenguaje, leyes cuya naturaleza es inconsciente. Dicha tesis llev a Lacan a concebir la universalidad de las leyes del inconsciente freudiano a partir de las leyes del lenguaje (y no a partir de la teora evolucionista de la herencia filogentica) y a afirmar que el inconsciente esta estructurado segn estas leyes. Con ello Lacan logr liberar al inconsciente freudiano de todo reduc- cionismo biologista o culturalista, y esclareci como nadie su especificidad y legalidad propias. Sin embargo lo ms importante es que su importacin de las ideas de la antropologa estructuralista al psicoanlisis no fue mecnica. La originalidad de la reflexin lacaniana se hace evidente en su lectura de los ensayos de Freud calificados como antropolgicos. En efecto, ms que considerar tales trabajos como los fundamentos de una antropologa psicoanaltica, es decir como aplicaciones del psicoanlisis a la cultura a fin de explicar los hechos sociales a partir de causas psquicas, Lacan los concibe ms bien como tentativas para resolver los problemas lgicos de- rivados de la comprensin estructural del psiquismo. Para Lacan, Freud no explica la cultura por el psiquismo. Freud nos permite comprender los prin- cipios universales del psiquismo considerando ciertos rasgos estructurales de la cultura, inherentes a su naturaleza simblica e inconsciente (expresados en el ritual, el mito, la religin, el arte, la economa, la organizacin social o poltica) pero abordados bajo la forma en que se manifiestan a travs de sus efectos subjetivos, como estructuras psquicas y no culturales. En otros trminos, esto significa que para Lacan la articulacin entre lo inconsciente con lo cultural, por un lado, y con lo psquico, por otro, es dis- tinta en cada caso. Si bien Lacan coincide con Lvi-Strauss en que tanto las le- yes de la cultura como las del psiquismo estn basadas en las leyes del lenguaje MS ALL DE LA EFICACIA SIMBLICA DEL CHAMANISMO 11 y en que ambas tienen una naturaleza inconsciente, no deduce de ello, a dife- rencia del antroplogo francs, que la cultura explica al psiquismo o viceversa, que el psiquismo explica la cultura. Para Lacan las leyes de lo inconsciente en el plano psquico suponen el proceso material a travs del cual cada individuo es inscrito como sujeto di- vidido en el orden del lenguaje. Por el contrario, para Lvi-Strauss la dicotoma entre individuo y sociedad, subjetivo y objetivo, yo y otro, es slo una apariencia que nos hace creer en una diferencia entre el psiquismo y la cultura. Segn el etnlogo francs, slo desde una perspectiva que se desplace del nivel de los fenmenos conscientes a los inconscientes es posible superar dicha antinomia, y comprobar que las leyes del psiquismo son homlogas a las de la cultura, y ambas un producto de la existencia del orden simblico, que es el orden del lenguaje (Lvi-Strauss, 1950). Pues ms que distinguirse, la sociedad y el individuo seran las dos ca- ras de un mismo fenmeno, la consecuencia necesaria de la existencia del lenguaje, variaciones especficas de una lgica que deriva de las leyes del orden simblico (aunque esto no signifique que el paralelismo lgico de las leyes del psiquismo y la cultura se confunda necesariamente con la armona entre in- dividuo y cultura). En cualquier caso, a diferencia del inconsciente estructural de Lvi-Strauss, que es un inconsciente sin falla, consistente y totalizable, producto del con- junto de permutaciones lgicas a que dan lugar las leyes del intelecto o la mente, que no son sino las leyes de la cultura, el inconsciente para el psico- anlisis lacaniano se constituye y est soportado por una radical inconsisten- cia, una falla que testimonia la presencia de un sujeto del inconsciente marcado por la hiancia que hace de todo ser humano un ser deseante, dividido y marcado por la otredad. Para Lacan, el inconsciente freudiano es ante todo psquico, y aunque estructurado segn las leyes del lenguaje, no supone su reduccin a dichas leyes ms que hasta cierto lmite. Un lmite desde el cual se presentifica el campo de la castracin, de lo real, de lo inarticulable y de lo no simbolizable, del goce y la pulsin de muerte, fenmenos que tienen para el psicoanlisis una importancia capital para comprender las paradojas de la dialctica subjetiva. En Lacan, el orden simblico que el lenguaje introduce en la vida de los hombres regula la economa inconsciente de un goce pulsional mudo y abis- mal que debe de ser encuadrado en los mrgenes del deseo. Deseo y ley sin duda son las dos caras de un mismo fenmeno, el lenguaje, pero ambas pro- ducen y derivan a la vez del goce, de un plus que es un ms y un menos des- 12 FRANCISCO DE LA PEA de el que la inconsistencia de lo simblico se revela como necesaria e insupe- rable. Para el psicoanlisis freudiano y lacaniano el lenguaje, sus leyes pero sobre todo sus lmites, son la materia de la experiencia analtica, una confron- tacin del deseo a la falta de goce, la sustitucin del goce del otro por un otro goce hecho de actos y no de razones. En otras palabras, el inconsciente psicoanaltico no se agota en el orden del lenguaje, y por lo tanto en la lgica de la cultura tal y como la entiende el es- tructuralismo antropolgico. Ms an, el inconsciente del estructuralismo levi- straussiano, en la medida en que no se constituye por la represin originaria, podra ser calificado de prefreudiano. Dicho inconsciente se asemeja ms a una no conciencia o preconciencia que reenva a la inabarcabilidad por parte de una conciencia particular del alcance de las leyes culturales, un inconsciente que se reduce a una idea de lo simblico como un orden totalizable y asimila- ble al conjunto de sus leyes. Tal inconsciente es universal, all donde para Freud solo hay inconsciente en singular, est abierto al descubrimiento y a la for- malizacin, como un yo ah totalmente cognoscible y previsible (Dunand: 313). La ilusin chamnica Hasta aqu hemos constatado que si Lvi-Strauss libera al inconsciente freudia- no de sus connotaciones ms elementales: depsito del instinto, de lo arcaico, de lo gentico o de lo ilusorio, Lacan retoma sus crticas y las desarrolla has- ta sus ltimas consecuencias. Pero comprobamos tambin que la convergen- cia entre ambos se vuelve divergencia a partir del lugar desde el cual hablan, la antropologa y el psicoanlisis. Ah donde Lvi-Strauss encuentra un comn denominador entre la actividad del chamn y el psicoanalista, la eficacia sim- blica del mito y de sus leyes, Lacan establecer su radical diferencia. Si es posible establecer una diferencia entre el chamanismo y el psicoan- lisis es porque el primero opera siempre bajo una lgica normativizante y socializante, en beneficio del supery y el ideal del grupo. Como afirma Anne Dunand: el psicoanlisis se opone a la antropologa, pues sta se ocupa de lo normal (ideal) y aquel de lo que trastabilla ya que contrariamente a lo que sucede con el chamn, no puede haber voluntad de curar en el analista, pues l est de lado del sujeto en su posicin frente al inconsciente y no del lado del ideal del yo (Dunand: 306). Si el inconsciente psicoanaltico no se reduce a las leyes del simbolismo uni- versal de la cultura, si no es equivalente de lo inconsciente en el sentido de la antropologa estructuralista, es porque introduce al sujeto en la definicin de MS ALL DE LA EFICACIA SIMBLICA DEL CHAMANISMO 13 la estructura inconsciente. Lvi-Strauss opera una forclusin del sujeto que le lleva a establecer una relacin no subjetivada del sujeto al inconsciente, lo que le impide reconocer la originalidad de la experiencia psicoanaltica y le lleva a subsumirla, a pesar de sus brillantes observaciones, a la lgica del chamanismo. De que manera deberamos, en consecuencia, concebir la especificidad del psicoanlisis frente al conjunto de tcnicas tradicionales de curacin? En un brillante estudio comparado entre las tradiciones curativas hindes y el psicoanlisis, Sudhir Kakar comprueba que la principal diferencia entre am- bas estriba en la forma en que la persona es concebida culturalmente en la so- ciedad occidental y la hind. Mientras en occidente la persona es de naturaleza indivisible (individuo), esto es, permanente homognea y cerrada, en la hind la persona ms que una mnada es un individuo, constituido y definido por relaciones abiertas, fluidas y relativas. Para los hindes los desrdenes afectivos y emocionales son desrdenes de las relaciones sociales, no del individuo, y por ello para su psicoterapia el origen de la enfermedad est en el nivel del grupo ms que en la fantasa individual. En lugar de la deconstruccin de las fantasas inconscientes del individuo, la teraputica tradicional en la hind opera a travs de una fanta- sa primaria, socialmente reconocida por los practicantes de un sistema curativo determinado, que se ajusta al conflicto inconsciente central de determinados pacientes. La proliferacin de escuelas curativas de las ms diversas orientaciones mgico-religiosas ( budista, hinduista, islmica, etctera) a lo largo y ancho de India, se explica as por el hecho de que la fuerza de la sociedad tradicional limita al mnimo la diferencia individual al interior de un grupo. Por ello, la cultura religiosa o de casta de cada grupo predetermina el tipo de marco mtico-fantasmtico al interior del cual el deseo de la mayora de sus miembros se manifiesta, ofreciendo a todo individuo un dios para cada estado psquico, un mito para cada deseo o una leyenda para cada angustia (Kakar). Sin duda Kakar retoma la clsica dicotoma entre occidente y oriente que opone las sociedades individualistas a las sociedades holistas, y que no es ms que una variante de la oposicin entre la sociedad occidental y la sociedad tradicional en general. Con todo, las conclusiones a que arriba Kakar y que son vlidas para la mayora de las sociedades de las que habla la etnologa (en donde se expresa con mayor transparencia el complejo chamnico) po- dran serlo tambin para el mundo occidental, puesto que el individualismo puede en el fondo considerarse como una variante empobrecida del holismo. 14 FRANCISCO DE LA PEA La sociedad occidental contempornea no est exenta de la prctica del chamanismo, como el mismo Lvi-Strauss reconoce y el psicoanlisis post- freudiano a la americana lo prueba. En efecto, el culto al individuo no es ms que otra forma del ideal del grupo, en la que el ego representa la norma co- lectiva. La proliferacin de todo tipo de psicoterapias que aspiran a sustituir al psicoanlisis del yo (legitimado en todas sus variantes en la Asociacin Psicoanaltica Internacional) ofreciendo mtodos mas eficaces de reforza- miento yoico, recuerda al estado de las teraputicas tradicionales descrito por Kakar en la India. No es una casualidad que la mayora de las tcnicas psicoteraputicas ms difundidas hoy da (Gestalt, anlisis transaccional, psicodrama, terapias sistmicas, etctera), tengan como objetivo el apunta- lamiento del ego, y que recurran a la dinmica de grupos. Cada una de estas doctrinas ofrecen, al igual que sus homlogas hindes, diversos tipos de fan- tasas primarias que operan como mitos colectivos y que sujetan al indivi- duo a los ideales superyoicos de nuestra sociedad. Toda la originalidad de la obra de Lacan consisti en librar al psicoan- lisis, temor compartido por Freud mismo, del destino al que lo condenaba su apropiacin por los representantes de las normas colectivas: los mdicos, los psiquiatras, los psiclogos y los sacerdotes. El error de Lvi-Strauss no consiste en haber constatado la semejanza entre el chamanismo tradicional y el psicoanlisis, sino en reducir ste ltimo a su versin americanizada. El desacuerdo entre Lacan y Lvi-Strauss, sin embar- go, no se reduce a esto. La teora del chamanismo y la concepcin del psico- anlisis de Levi-Strauss desconocen los efectos que la existencia del sujeto y la castracin tienen en la definicin misma del inconsciente, y por lo tanto en la estructura misma del mito, colectivo o individual, que le sirve al antro- plogo de fundamento a su teora de la eficacia simblica. Lacan har explcita su relacin con Lvi-Strauss en su trabajo El mito indi- vidual del neurtico de 1953, que representa la aplicacin de los principios del estructuralismo antropolgico al campo psicoanaltico a fin de refundar la ortodoxia freudiana con otro lenguaje. Sin embargo, su concepcin del mito no es del todo idntica a la del antroplogo francs. Lacan propone en este ensayo, a travs de la articulacin del caso del hombre de las ratas y la autobiografa de Goethe, una revisin del complejo de Edipo en clave estructuralista, que tratando a dicho complejo como un mito, permite un desplazamiento de su articulacin triangular a una estructura cuaternaria. Si el ttulo de este trabajo alude a la relacin de inversin que establece Lvi- Strauss entre el mito colectivo de la cura chamnica y el mito individual que MS ALL DE LA EFICACIA SIMBLICA DEL CHAMANISMO 15 produce el anlisis, para Lacan se trata de demostrar la naturaleza imagina- ria del complejo edpico, mito individual que encubre la presencia de la cas- tracin dando su sentido a la neurosis, y no de situar en el mito la eficacia de la cura, como postula Lvi-Strauss. A diferencia de la capacidad socialmente reguladora y adaptativa que tiene en Lvi-Strauss el simbolismo del mito, Lacan sita en la falta en lo sim- blico la subversin y la originalidad de la experiencia analtica, que apunta a un real que en el mito neurtico es reprimido imaginariamente. Como seala Roudinesco, al interpretar las tesis freudianas a la luz del estructuralismo antropolgico, Lacan introduce sus propias hiptesis, que no se encuentran ni en el corpus freudiano ni en los textos de Lvi-Strauss (288). Ms que la incidencia del mito, es su desplazamiento lo que el psicoan- lisis tiene como meta. Como lo afirma con toda precisin Dunand: lo que se pone en juego en un anlisis no tiene el fin de hacer al sujeto con- forme a la regla, tal como ella se formula en su mito individual, sino llegar a que l se despegue de este mito, mito que es inconsciente a diferencia de los mitos etnolgicos que no lo son. El mito, en tanto que recibe la adhesin de los individuos de una misma sociedad, no es inconsciente. Es una repre- sentacin imaginaria que obtura el agujero abierto por lo real en lo simb- lico, explica y describe la ley, e incluso, la justifica. Su funcin es la misma que la del mito individual (328). Si el mito es la expresin de los ideales del grupo (y en consecuencia en- carna lo que Lacan denomina el discurso del amo), independientemente de que sea transmitido al individuo o producido por l, su funcin es en todos los casos la de asegurar la represin, y por ello puede ser utilizado a travs del ritual o la tcnica para una curacin adaptativa convencional. Toda la di- ferencia entre el chamn y el psicoanalista consiste en que este ltimo no apuntala al yo ni al ideal del yo, sino que permite manifestarse al sujeto como sujeto del lenguaje y de la castracin. Bibliografa Dunand, Anne 1989 Lacan lector de Lvi-Strauss en Nestor Braunstein Las lecturas de Lacan, Editorial dos velas, Mxico. 16 FRANCISCO DE LA PEA Kakar, Sudhir 1989 Chamanes, msticos y doctores. Una investigacin psicolgica sobre la India y sus tradiciones para curar, FCE, Mxico. Lacan, Jacques 1987 Escritos, Siglo XXI editores, Mxico. Lvi-Strauss, Claude 1949a El hechicero y su magia, en Antropologa estructural, 1977, Eudeba, Buenos Aires. 1949b La eficacia simblica, en Antropologa estructural, 1977, Eudeba, Buenos Aires. 1979 Introduccin a la obra de Marcel Mauss, en Marcel Mauss, Sociologa y antropologa, Editorial Tecnos, Madrid, [1950]. Roudinesco, Elisabeth 1993 Jacques Lacan. Esquisse dune vie, histoire dun systme de pense, Fayard, Pars. MS ALL DE LA EFICACIA SIMBLICA DEL CHAMANISMO 17 Miscelnea PAGINA # 154 BLANCA