El Cerebro y el Tiempo.

Interesante y complejo tema ha motivado tu inters por una de tantas preguntas

poco usuales que propones y sta que se caracteriza por un trasfondo mucho muy
complejo.
Comentar sobre esto, implica, adems de un reto para la experiencia, una
demanda enorme para decir algo al respecto, lo que implica, para poderse comunicar,
haber estudiado lo que la ciencia sabe al respecto de los dos temas.
sta vez empiezo por expresar parte de lo que manifest en nuestra conversaci!n
inicial en este tema, junto con lo que ya he expresado en ocasiones diferentes cuyo
tema coincide con ste"
l conocimiento cient#fico sabe poco respecto a estos dos temas. $l tiempo se le
considera como una dimensi!n adicional a las tres que reflejan o perciben nuestros
sentidos %a travs de nuestro cerebro& y tiene la propiedad de ser inaprensible para l,
en lo que constituye su escencia. $s# que empezamos a confrontar un alto nivel de
incertidumbre desde el principio.
'ero vayamos por (las piedritas) antes de hacer elaboraciones intelectuales.
'ara empezar, debo decir que este escrito que ofrec# tras nuestra *ltima charla
qued! en suspenso debido a que, por las demandas del trabajo (no tuve tiempo) de
escribir, bueno, tiempo para pensar ordendamente al respecto.
n la medida en que tengo que (responder) a las demandas de la vida profesional,
es decir que mi cerebro prioriza esa respuesta, el tiempo necesario para comunicarme
dej! de existir.
so es una prueba experiencial de que tiempo y cerebro estn inextricablemente
unidos... necesito tiempo para pensar, para escribir, para trabajar, elaborar mi reporte
para impuestos, etc. + sea que, por instancias de mi cerebro, en cada cosa que quiero
o tengo que hacer, mi cerebro determina, por prioridades qu es lo que debo hacer,
para (aprovechar) el tiempo o para distribuirlo adecuadamente.
sto es obvio y superficial, pero no por ello debe rechazarse al pensar sobre este
tema... despus de todo, nuestra experiencia bsica es esa y es idntica para todos.
,u inquietud, seg*n dijiste es" (-como hace el cerebro para ubicar una experiencia
en el tiempo.) $ lo que, sin responder, te planteo la pregunta" -que sabemos acerca
del significado de esas dos palabras, en lo que la ciencia y la historia de la experiencia
humana han opinado.
/a adelant que la ciencia actual tiene mucho que especular, pero poco que aclarar
al respecto, por lo menos por lo que se refiere al concepto de tiempo, as# que, para
empezar, analicemos esa propiedad del cerebro de ubicar los hechos dentro de un
patr!n temporal, esa capacidad humana que emulamos en las computadoras
poniendo el registro de tiempo en que ocurre una transacci!n.
0olo que al comparar el cerebro y la computadora en ese proceso de etiquetar
temporalmente un evento, podemos observar facilmente que dicha comparaci!n no es
1
evidente. 2n registro computarizado es siempre preciso %dependiendo de la precisi!n
de su reloj y de la habilidad del programador&, nunca se modifica (al paso del tiempo) y
en cambio el registro del cerebro es mas o menos aproximado y puede confundirse al
paso (del tiempo). 'uedo afirmar categ!ricamente que el tiempo de una computadora
siempre ser ms preciso que el de la mente mas brillante de cualquier ser humano, lo
cual nos lleva a la pregunta ms dif#cil... -3u es el tiempo.
$delanto una interpretaci!n, no m#a, sino subyacente a todas las tradiciones
antiguas" (l tiempo es un invento del cerebro) %o de la mente, en pocas en las que
no se pensaba, como 4escartes, que el cerebro fuera el asiento de la mente... del /o,
de la conciencia&.
Como siempre, haciendo caso omiso de la interpretaci!n te!rica de las palabras, te
invito a pensar en un hecho simple" ante un mismo evento, varios testigos pueden
expresar lo que vieron sin ponerse de acuerdo en sus interpretaciones. 2n d#a se tiene
una discusi!n con alquien y a los meses, al recordar el hecho, cada quien recuerda
cosas diferentes... ambos recuerdan el tema, pero ninguno coincide en la
interpretaci!n de lo que se dijo. Incluso uno puede recordar que esa conversaci!n se
dio en cierto d#a y el otro recuerda que fue en otro... -no te ha pasado.
'ues aqu# parece evidenciarse que la percepci!n del tiempo est sujeta no solo al
hecho (temporal) sino ms todav#a al (como) se experiment! la vivencia5 es decir, el
contenido emocional de la experiencia tamiza no solo todas la variables de la
interacci!n sino adems el c!mo y el cuando ocurrieron las cosas.
,ambin es un hecho simple de observaci!n el hecho de que cuando estamos
concentrados, muy divertidos o muy involucrados, 6 horas nos parecen un minuto, o,
cuando esperamos, estamos aburridos o molestos, un minuto nos parece una hora. 0i
combinas las dos ideas, veras que nuestros procesos de (sincronizaci!n) de hechos
no es muy confiable y tal vez, la conciencia de estos hechos fueron el origen de la
hip!tesis de la antig7edad de que el tiempo no existe... el tiempo es una invenci!n de
nuestra mente.
$qu# vale mencionar lo que dice 8ritjov 9apra en su libro (l ,ao de la 8#sica) con
respecto a la incre#ble similitud entre conceptos vertidos desde los :edas o en los
aforismos de 'atanjali %a los que me he referido yo&, al 'rincipio de Incertidumbre de
;eisenberg o las nociones expresadas en (<a ;istoria del ,iempo) de 0tephen
;a=>ing.
'or el lado del conocimiento cient#fico acerca del cerebro hay una bibliograf#a
impresionante desde mediados del siglo ?? que se sigue reproduciendo en la
actualidad, pero no te cansar con citas interminables. 0olo dir que, a la fecha, los
conceptos de atenci!n y conciencia son tan obscuros en la actualidad, en ese
lenguaje, como v#vidos y claros pueden resultar en el pensamiento de la antig7edad,
cuando la gente no ten#a tantas presiones sociales y de trabajo como ahora y por ello
(ten#an tiempo) para reflexionar.%ademas no exist#a el radio y menos la ,: &,
$ pesar de lo dicho, debo expresarte mi reconocimiento para tener el tiempo de
plantearte preguntas de ese calibre... eso indica que tu mente no est tan atada a las
demandas sociales como ocurre con el mayor pocentaje de b#pedos que deambulan
en carros del a@o en este (malhado planeta), como dir#a Aurdjiff.
l hecho es que una inquietud como esa es atribuci!n de un ;omo sapiens... los
;omo faber, albondigus, etc, solo usan el cerebro para estresarse o para convertirlo
en almacn de grasas polisaturadas... y uno que otro alcaloide no end!geno.
B
/ tu pregunta vale... el problema es que implica un esfuerzo enorme por deshacerse
de (respuestas) que son una mezcla de verdades convencionales, expresiones
neurofisiol!gicas semi digeridas y otras (verdades) que circulan en novelas yCo
pel#culas de ciencia ficci!n.
0i bien coincido en un aspecto con la expresi!n ancestral de que el tiempo es una
(invenci!n) del cerebro, tambin afirmo que su existencia, tal como se manifiesta a mis
sentidos y a la comprensi!n que se deriva de ellos, es irrefutable... lo que me lleva a
razonar brevemente sobre otro detalle de nuestro cerebro que no he mencionado" n
esta poca en que podemos recibir much#sima informaci!n v#a Internet, estoy seguro
de que has recibido emails en donde te ponen a ver una figura que a los segundos
cobra movimiento, o te ponen una cuadr#cula en la que ves alternativamente puntos
verdes o rojos, etc. etc. so est en libros escritos en el siglo ?I? que ya nadie lee.
'orqu menciono esto. D 'orque el cerebro puede equivocarse en lo que ve... de
hecho los colores que vemos solo existen en nuestro cerebro... del rojo al violeta, el
(espectro visible) de la f#sica, solo hay vibraciones de ciertas frecuencias que nuestro
cerebro, en combinaci!n con nuestro sentido de la vista interpreta como lo que
llamamos colores. ;ay seres vivos que ven radiaciones de longitudes mas largas o
mas cortas... eso vale para la vista, el olfato, el tacto, el o#do y todo... todo lo que usa
nuestro cerebro para interpretar lo que (est afuera)... la realidad que percibimos...
$un as#, y recordando lo que nos dice la biolog#a de 4ar=in para ac, hay funciones
o
manifestaciones de nuestro cerebro que no pueden explicarse en base a la idea
cient#fica de la adaptaci!n al medio, de los mecanismos que garantizan la
supervivencia. -C!mo explicar el Aloria de :ivaldi, la 'asion 0eg*n 0an Eateo de
Fach, la GH 0infon#a de Feethoven %y el poema de 0chiller que le sirve de letra al
*ltimo movimiento.&.
-3ue funci!n existencial de supervivencia cumplen las ideas de 'lat!n, de Fuda, de
Ies*s.
'or siglos se ha discutido si la mente es un (producto) de la actividad del cerebro o si
ste s!lo es el (veh#culo) por el que se manifiesta (el alma), el (/o), el ($tmn) o como
le quieras llamar... y ese tema sigue tan vigente ahora como lo ha estado por siglos.
'ara no alargar este escrito solo te recomiendo un libro que trata parcialmente este
tema %por brevedad& y que habla con citas de grandes figuras de la sicolog#a y la
neurofisiolg#a en uno de sus cap#tulos" ( l Cerebro y la Eente... 2na realidad y un
enigma) de Aordon Jattray ,aylor.
4esde luego ser#a bueno ver lo que hay en el site del 0cientific $merican al
respecto... y hay much#simo.
Fien... ampliemos un poco ms lo que se dice sobre el cerebro"
'or a@os se ha dicho que usamos el 1KL de la capacidad de este !rgano y yo
agregar#a que de ese 1KL, que representa el mximo uso que hacemos de l, s!lo un
1L o BL se usa realmente para establecer alg*n tipo de conexi!n neuronal que tenga
algo de novedoso. s obvio que para lo que hacemos cotidianamente, el 1KL de
nuestra capacidad mxima de uso del cerebro es una cantidad exagerada de recursos.
'ara ir al mercado. Contratar un servicio. jercitar el dedo pulgar cambiando canales
de la ,:, hablar sobre el partido de futbol, el pleito de un boxeador, rega@ar a nuestos
hijos, etc. etc. no requerimos una extensi!n de las permutaciones posibles del
potencial de nuestro sistema nervioso. n cambio el tratar de develar el misterio de la
escencia del tiempo tal vez requiera llegar a l#mites que solo han usado un instein, un
6
;a=>ings, un 9apra, en la ciencia, o un Castaneda o 9rishmanurti %los mas recientes
representantes de la interpretaci!n que se ha hecho desde la antig7edad sobre (mente
y tiempo)
Creo que el potencial de nuestro cerebro ha sido demostrado al paso de los siglos,
solo que la mayor#a nos quedamos en juicios o cr#ticas superficiales respecto a lo que
expresaron las grandes mentes de la historia, por lo dif#cil que es saber de que diablos
estan hablando o porque nos quedamos a nivel verbal usando el sentido de las
palabras en la forma habitual %que est dentro del K.ML de nuestra capacidad
cerebral, porque adems reaccionamos por hbito %otro tema que podemos tratar en
otra ocasi!n&.
/ eso me obliga a mencionar algunas reflexiones que hecho a travs de los a@os"
$ lo largo de mi vida me he interesado en temas como la parapsicolog#a, los viajes
astrales, y me he preguntado de que habla Eeister c>hart y otros m#sticios
cristianos, al igual que Jumi fundador de los Eevlevi, conocido nada ms por sus
danzas %los derviches giratorios&, ;ombres como ellos hablan de percepciones que
implican un uso mayor %o diferente& del potencial del cerebro. <o cual parece
evidenciar que, en efecto, nuestro cerebro puede servir para cosas muy fuera de
nuestra (realidad) cotidiana.
Concretando. $l decir que el cerebro es un !rgano, resultado de la evoluci!n, con
grandes limitaciones de percepci!n y que parece servir solo al institnto de
supervivencia, he adelantado que, a mi juicio, es muchis#simo mas de lo que nos
parece... por sus (posibilidades)... posibilidades que no solo no usamos sino que ni
siquiera nos importan, ante la demanda de la vida diaria, demanda que nos acaba (el
tiempo disponible).
/, respecto al tiempo, solo har una s#ntesis de ideas que pueden ayudar a entrever
un (camino) de interpretaci!n hacia la confrontaci!n de lo que puede ser su (escencia),
es decir, no lo que apreciamos fenomenol!gicamente al paso de nuestra (ocupada)
vida.
<a idea central para la f#sica arranca del concepto de dimensiones y el tiempo lo
llaman la NH.4. 'or otro lado, los f#sicos modernos que buscan sustentaci!n a la (teor#a
de las cuerdas), en busca de la f!rmula unificada que persigui! instein toda su vida
para integrar la gravedad al resto del panorama matemtico ya aceptado y demostrado
de la f#sica, est jugando ahora con la existencia de una MH o hasta ms dimensiones.
,odo eso me llev! a sugerirte que leyeras el libro (,ertium +rganum) de +uspens>y
%y, en su caso el libro (en Fusca de lo milagroso) de este mismo autor&, en donde
podrs encontrar un compendio del pensamiento de todos los siglos respecto a lo que
0+O las dimensiones, en ese caso descritos por su maestro.
videntemente, vivimos en un espacio tridimensional, en donde todo tiene un largo,
un ancho y una altura... esto es tan evidente que yo creo que jams retamos al GKL
del cerebro a tratar de entender 32 ;$/ detrs de esa realidad. Ee explico" 2n
paramecio o una amiba son tan peque@os con respecto a nuestro tama@o que podr#a
servir de ejemplo %solo por aproximaci!n& de un ser unidimensional %tal vez un virus
ser#a aun mejor&. +bviamente para nosotros tienen largo, ancho y altura, pero porque
los estamos viendo desde nuestro nivel de realidad... pero, en su caso, -que es lo que
ellos prcibir#an como (realidad).
N
n ese contexto un tejido, constitu#do por miles de clulas constituir#a un ser
bidimensional, haciendo una abstracci!n, pero el mejor ejemplo ser#a Charlie Fro=n o
el 'ato 4onald que puede desplasarce a izquierda o derecha en su mundo de papel,
pero que no pueden (salirse) a nuestra dimensi!n %no puede caminar al frente o hacia
atrs, porque eso corresponde a la 6H 4&... cuando caminan para adelante y para
atras, en su juicio, nosotros sabemos que solo se mueven a la derecha o la
izquierda....
/- como ver#an la (realidad)... ,al vez cuando pongo mi cheve o una taza de caf
encima del papel en el que viven, percibir#an (una sombra). + detectar#an un cambio
en la entrop#a de su mundo %(de pronto sent# fr#o y luego calor))&... y podemos imaginar
que ese fen!meno invisible a su conciencia y variable en %nuestro& tiempo, lo podr#an
ver igual que nosotros percibimos lo que ocurre en la NH dimensi!n. s decir, en
trminos euclidianos, que son el susteno de las dimensiones, la conciencia de los
seres uni, bidimensionales percibir#an, tal vez, nuestra 6H dimensi!n, como el paso del
tiempo.
/, para rematar. 'orque esto ya est muy complejo y ya un poco largo, te invito a
explorar una palabra que a veces se usa hasta en el lenguaje, com*n" <a palabra
ternidad... solo usada en el lenguaje religioso, en algunos libros de ciencia ficci!n,
pero que nadie toma en serio... si no sabemos %y a la mayor#a no le importa& qu es el
tiempo, -c!mo saber que es la eternidad. <o que, a nivel sicol!gico ser#a el conjunto
de todos los fen!menos temporales, del presente el pasado y el futuro... el substrato
en el que ocurren lo que ;a=>ings llama (singularidad)
Fueno... (aun hay ms...) pero prefiero que revisemos los acuerdos y desacuerdos
hasta ahora... lo que implica tratar de usar ms de ese 1KL que rara vez usamos en
nuestra vida cotidiana y que resulta absolutamente insuficiente para enfrentar
semejantes
temas.
Pltima aclaraci!n" %y muy importante&... al hablar de usar ms el potencial del
cerebro no implico que yo lo haga... lo *nico que implico es lo que siempre estoy
afirmando... (vale ms una pregunta que mil respuestas) y tal vez, en este contexto
tenga ms sentido el prop!sito que me hace usarla... si quiero usar ms la capacidad
de mi cerebro y mi mente tengo que enfrentarme con lo desconocido... y con
preguntas, porque en algunos de estos temas hay hip!tesis y solo quienes opinan a
travs del peri!dico local tienen alguna explicaci!n que dar.
4e hecho, en otro contexto, vivir en un estado de pregunta %Qu en chino y Ren en
japons& es, al parecer, la *nica forma de llegar a una ampliaci!n de nuestra
capacidad de comprender... aunque el Ren es solo uno de tantos caminos, no le estoy
haciendo propaganda... a su modo todos los cient#ficos y pensadores de la historia lo
han hecho.

M