Cláusula Penal Contrato Leasing
Cláusula Penal Contrato Leasing
Cláusula Penal Contrato Leasing
611
612
determinacin, lo que unido a la siempre discutida clusula penal, genera que el conflicto
sometido a anlisis no resulte de fcil solucin.
Sobre la interrogante si la clusula penal pactada en un contrato de leasing carece de
causa o ella es ilcita, existen varios pronunciamientos a su respecto, razn por la cual se
realizar un pequeo comentario a la jurisprudencia precedente, lo que resulta indispensable para comprender lo innovador de la sentencia objeto de estudio.
En efecto, la sentencia que se comentar en las pginas siguientes interesa no solo
por la complejidad de los temas all tratados, sino que tambin, plantea una solucin original al problema que difiere a lo que la jurisprudencia ha fallado en los ltimos aos.
El Banco Crdito e Inversiones y la sociedad Comercial Traim Alimentos S.A., celebraron un contrato de arrendamiento con opcin de compra respecto de un bien mueble,
el que tendra un plazo inicial de 24 meses y cuya renta se pagara mensualmente.
Los partes pactaron que el incumplimiento de cualquiera de las obligaciones del
arrendatario, facultara al arrendador Banco Crdito e Inversiones a poner trmino al
contrato ipso-facto, exigir la restitucin del bien arrendado, el pago de las rentas adeudadas, y por concepto de clusula penal, el pago de una suma equivalente al 30% de las rentas pendientes a la poca del incumplimiento.
La sociedad Comercial Traim Alimentos S.A. incumpli el contrato, cancelando
solo hasta la cuota nmero 14, frente a lo cual el Banco Crdito e Inversiones demand
ante el 23er Juzgado Civil de Santiago, solicitando la devolucin del bien mueble, el pago
de las rentas insolutas y la avaluacin convencional y anticipada de los perjuicios.
El tribunal de primera instancia acogi la demanda en todas sus partes, condenando
a la sociedad Comercial Traim Alimentos S.A. a restituir el bien mueble dentro de tercero
da desde que la sentencia cause ejecutoria, y a pagar solidariamente a los demandados3 la
suma de $2.720.216 por concepto de rentas impagas y $1.360.305 por concepto de clusula penal.
Uno de los demandados, Jos Juan Llugany Rigo-Righi, dedujo recurso de apelacin ante la Corte de Apelaciones de Santiago, la que en resolucin de fecha 26 de mayo
de 20084, revoc la sentencia de alzada en la parte que condenaba al pago de $1.360.305
por avaluacin anticipada de los perjuicios, declarando que por tal concepto no corresponda efectuar pago alguno, confirmado el fallo en lo restante.
Frente a la resolucin de la Corte de Apelaciones, el demandante dedujo recurso de
casacin en el fondo argumentando la infraccin de los artculos 1545, 1554, 1871, 1915
del Cdigo Civil en relacin con el artculo 19 del mismo cuerpo legal.
3 Comercial Traim Alimentos S.A., Luis Arturo Basaure Valdivia y Jos Juan Llugany Rigo-Righi. Los ltimos
dos en calidad de codeudores solidarios.
4 Banco Crdito e Inversiones con Comercial Traim Alimentos S.A. y otros (2008).
Banco Crdito e Inversiones con Comercial Traim Alimentos S.A. y otros (2008). Considerando Segundo. nfasis agregado.
6 Banco Crdito e Inversiones con Comercial Traim Alimentos S.A. y otros (2008). Considerando Tercero.
613
614
rentas futuras y de parte del precio de un contrato que no llegar a celebrarse. Desde luego que
esta situacin pugna con la licitud de la causa como elemento del acto jurdico7.
Finalmente, en su considerando sexto, concluye: Que esta Corte se encuentra
facultada expresamente para declarar la nulidad absoluta de la clusula penal estipulada en
el contrato sub judice tal como expresamente lo reconoce el artculo 1.683 del Cdigo Civil,
toda vez que la nulidad absoluta puede y debe ser declarada por el juez, aun sin peticin de
parte, cuando aparece de manifiesto en el acto o contrato. En el caso que nos convoca basta con
leer la forma en que est redactada la clusula penal para concluir que, como se ha dicho en lo
precedente, ella carece de causa, por cuanto en su clculo se utiliza como factor a considerar el
precio del contrato de compraventa prometido, el que no se celebrar. Por estas consideraciones
y citas legales, y atendido tambin lo dispuesto en los artculos 144, 160 y 170 del Cdigo de
Procedimiento Civil, se revoca la sentencia apelada de dieciocho de octubre de dos mil seis, escrita
a fs. 52 en cuanto en su decisin c) acoge la demandada disponiendo el pago de $1.360.305 por
concepto de clusula penal de indemnizacin de perjuicios, y se declara que no se da lugar al
pago de suma alguna por ese concepto, y se confirma en lo dems apelado dicho fallo8.
Es importante destacar que la Corte incurre en un error conceptual al resolver
el asunto, confundiendo los trminos de ilicitud e inexistencia de la causa, los que evidentemente difieren entre s. As, la Corte en un primer momento seala: () De esta
manera, si al demandado se le exige la entrega de la cosa mueble que fue objeto del contrato de
leasing, la clusula penal acordada en la convencin carecer de causa, para luego afirmar:
() Desde luego que esta situacin pugna con la licitud de la causa como elemento del acto
jurdico. Es del caso sealar que tal razonamiento carece de toda lgica, ya que un acto o
contrato no puede carecer de causa y a la vez ser ilcita, puesto que para ser ilcita, la causa
primero debe existir9.
En base a los argumentos esgrimidos por la Corte, se denota que su postura se inclina en la ilicitud de la causa, ms que en su inexistencia. En esta misma lnea Alejandra
Aguad Deik, quien a propsito de una sentencia10 similar a la tratada aqu, seala: En
efecto, la tesis que sustenta, entre otros, el profesor Rodrguez en la obra antes citada es que
la causa a que se refiere el art. 1467 del Cdigo Civil es un elemento del contrato y no de la
obligacin. De ah que la Corte haya preferido asilarse en esta doctrina para poder sentenciar
la nulidad de la estipulacin. Pero ocurre que la tesis del profesor Rodrguez, sobre la nocin
de causa, est ntimamente ligada a la teora bimembre de la nulidad que el mismo autor defiende en su obra Inexistencia y Nulidad en el Cdigo Civil Chileno. En ella expresa que el rol
de la causa consiste en entrelazar los elementos voluntad y objeto del negocio jurdico, pero
no forma parte de la estructura de negocio (elemento de existencia), sino que es un requisito de
validez. En este sentido, la ausencia de causa acarreara la nulidad del negocio y no su inexistencia, pues concurriendo la voluntad y el objeto estaramos en presencia de una apariencia
7 Banco Crdito e Inversiones con Comercial Traim Alimentos S.A. y otros (2008). Considerando Quinto. nfasis
agregado.
8 Banco Crdito e Inversiones con Comercial Traim Alimentos S.A. y otros (2008). Considerando Sexto.
9 Imprecisin destacada anteriormente por la doctrina. Vase: Aguad (2005) p. 170 y De la Maza (2010) p.
183.
10 Santiago Leasing S.A. con Industrias de Remolques Indurem S.A. (2005).
calificada por la ley11. Entonces, y pese a la confusa terminologa del tribunal de alzada, es
dable concluir que la Corte se inclina por la ilicitud de la causa12.
Otro aspecto a considerar antes de continuar con el anlisis de la sentencia de la
Corte Suprema, es comprender la lgica utilizada por la Corte de Apelaciones para estimar
que la clusula penal carece de causa; que se resume bsicamente en lo siguiente: al exigir
el arrendador la restitucin del bien, y al considerar las rentas pagadas como parte integrante del precio de un contrato prometido que no se celebrar, la obligacin correlativa
de la clusula penal, no existira, transformando esta ltima en incausada.
Finalmente, es importante destacar que este criterio ha sido utilizado en mltiples
ocasiones por la Corte de Apelaciones de Santiago13, lo que hace ms importante an la
sentencia que se analizar en las pginas siguientes. En efecto, interesa no solo por tratar
temas de alta complejidad, sino que adems impulsa una nueva lnea jurisprudencial.
11
615
616
De su tenor se puede inferir que la compra es solo una de las tres opciones concedidas al
arrendatario, al trmino del contrato, convinindose complementariamente que este derecho
para cuya materializacin el Banco arrendador formula una oferta irrevocable, fijando el
precio de la compraventa en una suma determinada, en la misma clusula 7 caducar si la
arrendataria incurre en cualquier incumplimiento de las obligaciones que le corresponden.
Adems, se convino en que la tal opcin deba hacerse efectiva en el plazo de los ltimos 30
das de vigencia del contrato, mediante comunicacin escrita al banco arrendador y que, omitida la comunicacin, se entender que (el arrendatario) ha optado por la alternativa indicada
en la letra a).
Es evidente, entonces, que la convencin en anlisis representa un contrato de arrendamiento con opcin de compra de un bien mueble y no un arrendamiento y un contrato
de promesa de compraventa, como asevera el motivo 2 del fallo recurrido, desde que esta
segunda posibilidad expresa solo una de las tres opciones abiertas al arrendatario en la referida
clusula 7, la que, adicionalmente, caduc, desde que este ltimo incurri en mora en el pago
de las rentas que debi solventar, hecho que no se discute14.
Resulta evidente que tal razonamiento difiere al criterio asentado en la Corte de
Apelaciones de Santiago, puesto que considera a este contrato atpico, como un arriendo
con diversas opciones para el arrendatario, eliminando toda posibilidad de entender que
en aquel se configura implcitamente una promesa de compraventa. En efecto, por esta
sola circunstancia, la Corte estima que el tribunal recurrido infringi los artculos 1554 y
1555 del Cdigo Civil, ambos relacionados con el artculo 19 del referido cuerpo legal.
Ahora, si damos por correcto que el leasing es un arriendo con opcin de compra,
surge la interrogante si aquel es la unin de dos convenciones, o por el contrario, es un
negocio jurdico particular. A este respecto, lvaro Puelma Accorsi se inclina por la ltima
opcin15, argumentado que para que el leasing se entienda como una unin de convenciones, ellas deben mantener sus caractersticas propias, lo que no ocurrira, en su opinin,
con el contrato de opcin, perdiendo su unilateralidad. Se difiere de esta postura, ya que
el contrato de opcin puede ser bilateral, sobre todo cuando estamos frente a un contrato
de opcin con precio o prima16, lo que en caso alguno significa que lo pagado forme parte
del precio de compraventa, mientras no se haga uso de la opcin de compra.
Pese a esta dificultad17, entender el leasing de una u otra forma no resulta determinante para la cuestin aqu debatida, ya que ninguna de estas opiniones entiende incorporada en el una promesa de compraventa.
De esta forma queda en evidencia que la naturaleza jurdica del leasing no se encuentra exenta de dificultades, as por ejemplo, Rafael Gmez Balmaceda ()advierte que
se le anexan y yuxtaponen al mismo contrato distintos negocios jurdicos, como son entre otros,
el mandato, la compraventa y la opcin de compra que, ntimamente concatenados, alteran los
efectos naturales y corrientes que emanan del contrato de arrendamiento, con lo que se le infun14
Banco Crdito e Inversiones con Comercial Traim Alimentos S.A. y otros (2010). Considerando Cuarto. nfasis
agregado.
15 Puelma (2002) pp. 108-109.
16 Fueyo (1964) p. 35.
17 La que esta lejos de ser resuelta.
de al fenmeno del leasing la particularidad de tener una fisonoma propia, ms bien de ndole
sui generis o si se quiere, atpica18. Pese a su complejidad, se concuerda con la calificacin
jurdica del leasing efectuada por la Corte Suprema, el que, considerado como un conjunto de convenciones, incluye un contrato de opcin y no una promesa de compraventa.
Expuesto lo anterior, se denota que la principal diferencia respecto del criterio
adoptado por la Corte de Apelaciones de Santiago, dice relacin con entender que el
leasing contendra una opcin de compra en vez de una promesa de compraventa. As,
la opcin de compra es facultativa para el arrendatario, diferencindose de la promesa de
compraventa, contrato que en su esencia es de aquellos denominados preparatorios de celebracin.
En este mismo sentido Fernando Fueyo Laneri, quien a propsito del contrato de
opcin seala: () como contrato, difiere a la vez de otras figuras preparatorias, como ser, el
contrato de promesa de celebrar contrato, sea unilateral o bilateral ()19.
En comparacin con el otro contrato de preparacin que se ha estudiado anteriormente
(Art. 1554 del Cdigo Civil, en nuestro ordenamiento), aqu funciona una modalidad que,
justamente, lo tipifica. Es el evento de la decisin del que goza del derecho de opcin, que, concretamente, es la decisin de aceptar. No es, por tanto, preparatorio de la celebracin de un
contrato futuro que obligadamente debern celebrar los dos concertantes de hoy, como en
la promesa bilateral; ni de la celebracin a instancia del que hoy no queda obligado, como en
la promesa unilateral20.
Otra cuestin de difcil determinacin, se refiere a si el contrato de leasing contiene un contrato de opcin como afirma la Corte Suprema o un contrato de promesa
unilateral21. Resolver esta interrogante no es de fcil solucin, ya que ambos contratos
presentan variadas similitudes. A este respecto, Antonio Ortzar Solar seala: el contrato
de opcin, al nacer normalmente, es vinculante para el otorgante por adelantar y traspasar su
voluntad al destinatario de la oferta. El contrato de promesa requiere siempre que la voluntad
del contrato a celebrar se cristalice con motivo de la celebracin del contrato prometido22 .
En efecto, la principal diferencia entre uno y otro, radica que en el contrato de opcin bastar la aceptacin del optante para que se perfeccione el contrato respecto del cual
el obligado efectu la oferta irrevocable, sin la necesidad de que este ltimo manifieste de
nuevo su voluntad23.
Cabe destacar que la redaccin del contrato jugar un papel importante a la hora
de determinar su naturaleza jurdica. En el caso que nos atae, la Corte Suprema, explic
los trminos en que se redact el contrato de leasing suscrito por los contratantes y que es
objeto de anlisis, disipando toda duda en opinin del autor acerca de su contenido y
naturaleza jurdica.
18
Gmez (2006) p. 7.
Fueyo (1964) p. 67.
20 Fueyo (1964) p. 33. nfasis agregado.
21 Cabe sealar que la promesa unilateral de celebrar un contrato bilateral es un tema discutido, cuya validez
tiene mltiples detractores.
22 Ortzar (1995) p. 54. Autor de la obra ms completa que existe en Chile sobre el contrato de leasing.
23 Ortzar (1995) p. 53.
19
617
618
24
Siempre que se hayan pagado las rentas de arrendamiento, las que canceladas en su totalidad, permiten al
arrendatario optar a lo que mejor le parezca.
25 Banco Crdito e Inversiones con Comercial Traim Alimentos S.A. y otros (2008). Considerando Sexto. nfasis
agregado.
26 De la Maza (2010) p. 184.
619
620
inclinarse por una u otra postura no altera la existencia y licitud de la causa, aunque dependiendo de la opcin que se adopte ella variar.
Recordemos que la primera parte de la sentencia vino a resolver la naturaleza jurdica del contrato de leasing, concluyendo que aquel no implica de forma alguna una promesa de compraventa.
Refuerza lo recin expuesto el considerando sptimo, el que categricamente
afirma:Que, finalmente, en el ltimo captulo de casacin se objeta la aplicacin que hacen
los jueces de segunda instancia de la facultad reconocida en el artculo 1.683 del Cdigo Civil
en orden a declarar la nulidad absoluta de la clusula penal, a la que se califica como carente
de causa, por cuanto en su clculo se utiliza como factor a considerar el precio del contrato de
compraventa prometido, el que no se celebrar (consid. 6).
Al respecto, cabe manifestar que, definida la naturaleza jurdica del contrato entre las
partes, que es de arrendamiento y opcin de compra y no de promesa de celebrar contrato,
ninguna relacin existe entre el precio de una compraventa que no podr realizarse, con
ocasin de la mora del arrendatario, y la base de clculo de la aludida clusula penal 31.
En otras palabras, aunque se discuta si se debe utilizar la causa del contrato principal o la del contrato accesorio, de todas maneras se niega la posibilidad que la clusula penal carezca de causa por haberse utilizado como base de clculo el precio de una compraventa que, en definitiva, no se celebrar, toda vez que el contrato de leasing no incorpora
promesa alguna de compraventa, por lo que la base de clculo de la clusula penal incluye
nicamente las rentas de arrendamiento.
En este sentido se desmorona el criterio de la Corte de Apelaciones de Santiago,
cuyo fundamento principal en aras de argumentar la inexistencia o ilicitud de la causa32,
era sostener que la base de clculo inclua parte del precio de un contrato de compraventa
prometido que no se iba a celebrar, resultando la obligacin correlativa incausada.
De lo razonado en estas pginas, se concluye que la naturaleza jurdica del contrato
de leasing resulta fundamental para resolver la procedencia o improcedencia de la clusula
penal pactada en el.
As, entender el contrato de leasing como un arriendo con opcin de compra, implica que el arrendatario podr optar, indistintamente, por la compra del bien, la renovacin del contrato o la restitucin del bien. Es decir, mal puede entenderse que la renta
pagada forme parte del precio de la compraventa, mientras el arrendatario no opte por
la compra del bien. Por lo tanto, mientras el arrendatario no decida utilizar la opcin de
compra, lo pagado simplemente corresponder a la renta de arrendamiento.
En consecuencia, en el evento de demandar la clusula penal por incumplimiento
del arrendatario, la causa no solo existe, sino que es real y lcita, resultando en definitiva la
convencin pactada por los contratantes.
31
Banco Crdito e Inversiones con Comercial Traim Alimentos S.A. y otros (2008). Considerando Sptimo. nfasis agregado.
32 Esta dualidad se debe como se dijo a que la Corte de Apelaciones utiliza indistintamente los conceptos de
ilicitud e inexistencia.
621
622
Banco Crdito e Inversiones con Comercial Traim Alimentos S.A. y otros (2008): Corte de
Apelaciones de Santiago, 26 de mayo de 2008 (trmino de contrato de arriendo), Rol
N: 10671-2006, disponible en www.poderjudicial.cl.
Banco Crdito e Inversiones con Comercial Traim Alimentos S.A. y otros (2010): Corte
Suprema, 2 de marzo de 2010 (trmino de contrato de arriendo), Rol N: 4626-2008,
disponible en www.microjuris.cl, N identificador de documento: MJJ23483.
Hns. Banco S.A. con Marshall Villanelo, Manuel (2008): Corte de Apelaciones de Santiago,
2 de julio de 2008 (trmino de contrato de arriendo), Rol N: 3381-2007, Gaceta
Jurdica, N 337, p. 129.
Santander Factoring S.A. con Genova Nualart, Luis (2006): Corte de Apelaciones de
Santiago, 29 de diciembre de 2006 (trmino de contrato de arriendo), Rol N: 60372001, Gaceta Jurdica, N 318, p. 195.
Santiago Leasing S.A. con Industrias de Remolques Indurem S.A. (2005): Corte de
Apelaciones de Santiago, 2 de mayo de 2005 (trmino de contrato de arriendo), Rol
N: 1045-2000, Gaceta Jurdica, N 299, p. 175.
Santiago Leasing S.A. con Rimpex Chile S.A. (2008): Corte de Apelaciones de Santiago,
29 de abril de 2008 (trmino de contrato de arriendo), Rol N: 4270-2004, Gaceta
Jurdica, N 334, p. 144.