Bodas de Oro
Bodas de Oro
Bodas de Oro
Carta para unas bodas de oro matrimoniales Porque hoy no es para vosotros un da de
tensin. Es un da festivo y de emociones muy diversas. Y de tantos y tantos recuerdos.
Unos sern en colores muy vivos, otros quiz en blanco y negro.
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Queridos amigos:
No os preocupis, que el refranero tiene dicho que no hay mal que cien aos dure. En
fin, perdonad la broma, pero es bueno comenzar con unas risas. As desterramos la
tensin y el nerviosismo.
Porque hoy no es para vosotros un da de tensin. Es un da festivo y de emociones muy
diversas. Y de tantos y tantos recuerdos. Unos sern en colores muy vivos, otros quiz
en blanco y negro.
Pero el caso es que hoy miris al cielo y os sents profundamente agradecidos por tanta
dicha. No importan las nubes o las preocupaciones, porque vuestra luz, vuestra
felicidad, os nace de dentro. No es cierto? Y no podis ni debis evitar sentir un
especial orgullo.
Mirad ahora a vuestro alrededor, a toda esta familia que os quiere. Da gusto. Y todo
fruto del amor. De la entrega y de la llama. De la ternura y del trabajo. Del cario y de
la paciencia. Y de la sobrenatural misericordia de Dios.
Todo comenz con aquella primera mirada, de la que ya jams habis podido prescindir.
Con aquella atraccin que poco a poco fue cimentndose en vuestro corazn. Y digo
corazn, en singular, porque vosotros sois un nico corazn, una nica comunin de
vida, de amor. Sois un verdadero milagro de felicidad. Es decir, de fidelidad. Una
lealtad puesta a prueba durante el horario de vuestros das.
Porque -aunque ahora no se quiera creer- el amor es sobre todo una constante lucha, y
un desafo. Porque cuesta ceder de nuestro egosmo y entregarnos en cada momento, sin
rodeos. El amor exige esfuerzo. Lo otro es un parip.
Cincuenta aos. Cincuenta aos donde os habis ido enamorando con la madurez que da
el alma, la rutina y las trastadas de los hijos. Cincuenta aos que es como si acabaran de
comenzar, tan jvenes os sents, tan llenos de determinacin y gozo. Y os parece el
tiempo casi una ficcin.
No es posible, no es posible que tato milagro haya sucedido. Pero ah los tenis, a
vuestro lado, mirndoos sin pestaear, o apartando de los ojos alguna que otra lgrima.
Es vuestra familia. Es vuestra nica, cierta y verdadera alegra. Es lo que sembrasteis.
Bueno, pues ya veis la pujanza y la felicidad de los frutos.
No todo ha sido color de rosa. Ha habido circunstancias duras, avatares en los que
pareca que ya no podais ms. Lo ms fcil? Rebelarse contra Dios y abandonar el
camino. Dejarse llevar por la pereza, o por el brillo fugaz de una quimera. De
cualquiera, da igual. Y rendirse a la tentacin de turno. Pero el amor es tenaz si se
vosotros
habis escogido para vuestro amor. Sed siempre
conscientes de ello.
Los anillos que dentro de poco os intercambiaris, os
recordarn
siempre que estis participando de la alianza que Dios ha
establecido con
su puebio, sellada con un amor que no tiene principio ni
fin; como un
anillo que por su forma circular no se puede decir dnde
empieza ni
dnde termina.
JESUCRISTO, GARANTIA DE FIDELIDAD
Hemos de partir siempre de que las personas son dbiles,
inclinadas
con frecuencia a olvidar sus compromisos, y que nuestro
mundo siempre
quiere hacernos ver las cosas como no son... Yo os
preguntara: quin
os puede asegurar a vosotros dos que seris fieles? Que
garanta
tenis que este amor que hoy florece no se agostar
dentro de algn
tiempo? Queridos hermanos, no pensis que el
sacramento acte como
un seguro vlido para todo riesgo. No. Si Jesucristo es
vuestra medida,
pensad que El tiene que ser tambin vuestra nica
seguridad. Y cual es
esta seguridad? Pues bien, la nica garanta que nos ha
enseado
Jesucristo es esta: Que t, N. te digas: "Amar tanto a
NN, procurar
entenderla tanto, la perdonar tantas veces, me sacrificar
tanto por ella,
si es necessario padecer tanto por ella, que acabar por
descubrir que
realmente la amo" Y que t, NN., te repitas: "Amar tanto
a M, procurar
entenderlo tanto, lo perdonar tantas veces, me
sacrificare tanto por l, si
necesario alimentar
con amor constante y que lleva a los dos a una realizacin
ms plena de
su persona.
Esta es, pues, la unin que N. y NN. quieren, al celebrar
hoy su
matrimonio.
2. El amor de la pareja viene de Dios mismo.
Esta es tambin la gran propuesta de Dios creador. Vale la
pena vivir
el amor de la pareja: un amor generoso, sin limites ni
reservas; un amor
que trabaja por superar las dificultades y que llega a ser
vocacin de
plenitud.
Vale la pena creer en el amor de la pareja, porque Dios
que es el
Amor la ha creado a imagen suya. Vale la pena amar al
otro, porque el
amor de los esposos cristianos no es un amor cualquiera,
sino que es el
mismo amor que Dios nos ha comunicado y que se
comparte.
Esta gran propuesta de Dios para la pareja es la que
vosotros, N. y NN
aceptis vivir al celebrar en la Iglesia vuestro matrimonio.
3. El deber de los esposos cristianos
Los esposos cristianos sois los que habis de anunciar al
mundo
con vuestra manera de vivir que la propuesta de Dios
no es slo una
utopia irrealizable, sino que es la fuente de la verdadera
felicidad.
Vosotros, los esposos cristianos, sois la luz del mundo y
tenis que
procurar que la gente al ver vuestra manera de amaros
glorifique al
Padre del cielo.
Los esposos cristianos habis de cuidar de que vuestros
hijos
3. Homila sencilla.
TEXTOS: Tobas 8,5-10
1. Una historia repetida
Esto que hacis hoy vosotros, vuestro compromiso de
amaros y de
hacer crecer siempre vuestro amor, es como continuar una
historia
repetida muchas veces antes que vosotros, y que se
seguir repitiendo
despus de vosotros: vosotros dos os conocisteis un da,
os sentisteis
atrados el uno hacia el otro, habis caminado juntos
durante un tiempo y
habis experimentado que juntos erais felices, y que
tenais deseos de
compartir esta felicidad y toda vuestra vida para siempre.
Amigos, familiares, vuestros padres, mucha gente ha dado
este mismo
paso que vosotros, gente que conocis y que apreciis, y
que hoy os
acompaan con gozo.
Pero mucho antes, hace muchos siglos, mucha ms gente
ha hecho
lo mismo. Por ejemplo, estos dos jvenes cuya historia
hemos escuchado
otro, que
aprendis cada da a conoceros y a amaros un poco ms,
que no os
creis que todo funcionar bien por s solo. Y os deseo,
igualmente, que
hagis vuestras algunas de las afirmaciones que hacan
Tobas y Sara en
la lectura bblica. Por ejemplo, lo que deca Tobas, que no
se casaba
para satisfacer sus pasiones. Las pasiones pueden ser de
muchas
clases: querer tener siempre la razn, imponer el propio
criterio sea como
sea, no tener en cuenta los sentimientos del otro... (Y eso
tanto puede
pasar en la vida sexual como en el momento de programar
las vacaciones
como en la distribucin del trabajo en casa, como en...).
4. Saber tener a Dios presente
Y sobre todo me gustarta que hicierais tambin vuestro
ese espritu de
fe con el que Tobas y Sara vivieron su casamiento.
Vosotros lo habis
querido celebrar aqu en la iglesia, delante de Dios.
Tenedlo presente, a
Dios, a lo largo de vuestra vida. Que El os acompae, os
ayude, os anime
siempre. Hacedlo conocer a los hijos que tengis. Y que
toda vuestra vida
est llena de su amor.
Y dejadme acabar todava con el deseo y la oracin que
haca Sara:
que los dos juntos vivis felices hasta la vejez. Amn.
Queridos novios:
En el marco de la celebracin litrgica de vuestro
matrimonio,
permitidme unas palabras de homila que ms que una
reflexin
hecha ya en la catequesis prematrimonial
quieren ser una felicitacin en nombre de todos los aqu
presentes.
La Palabra de Dios nos ha hablado
del sentido que el mismo Seor da al amor
y del pensamiento cristiano de este amor en la pareja
humana.
Y vosotros queris vivirlo.
Os habis encontrado y os habis amado.
Ahora, despus de unos aos de crecer y madurar el amor,
ha llegado el momento de darle una consistencia ms
plena,
de hacer un compromiso.
El momento de dar vuestro si a la vida y al amor.
En el da de vuestro matrimonio, os deseamos, pues,
que en vuestra vida matrimonial vivis en cristiano
el amor que hoy os prometis,
y que hagis viva y real en vosotros
la Palabra de Dios que hemos proclamado,
para que seis totalmente felices.
Que el amor vaya creciendo ms y ms cada da en
vosotros!
Que siempre sepis compartir la felicidad
y abrir vuestros corazones a los dems!
Esto os har todava ms felices.
Y ahora, delante de Dios, delante de la Iglesia,
delante de la sociedad humana,
delante de vuestros padres, familiares y amigos,
celebrando el sacramento de vuestro matrimonio,
daos mutuamente el consentimiento que os convertir en
esposo y
esposa.
FELICIDADES Y POR MUCHOS AOS.
saber qu piensan
del amor de estos novios. Seguramente algunos
responderan que N. y
NN. son ciertamente unos novios ejemplares, que sabrn
amarse toda la
vida, que ofrecen reales garantas de ser un matrimonio
slido. Otros, tal
vez no tan optimistas, pensis que hoy estos novios lo ven
todo de color
de rosa.. pero as que pase un poco de tiempo, ellos
mismos
experimentarn que el matrimonio no es tan fcil como
hoy se lo
imaginan, que la vida de casados tiene ms dificultades de
lo que
piensan, que no todo es tan bonito como ellos creen hoy.
Si me preguntaseis a m lo que pienso del amor de estos
novios... Pero
por qu tengo que decirlo? Al fin y al cabo, yo tambin
me puedo
equivocar como los otros y, en realidad, si yo estoy
hablando mientras
vosotros escuchis en silencio, no es ni porque yo sea ms
importante, ni
ms sabio, ni porque tenga ms probabilidades de prever
el futuro de los
novios. Yo hablo ahora nicamente porque en este
momento represento
a Jesucristo, y ocupo entre vosotros, los discpulos, el
lugar del Seor No
me preguntis, pues, lo que pienso yo sobre el amor de
estos novios.
Exigidme, eso s, que os anuncie lo que dice Cristo sobre
el amor, sobre
aquel amor de los novios cristianos que es fortalecido por
el sacramento
del matrimonio.
La lectura que hemos escuchado nos habla de un "amor
que lo
disculpa todo, que espera y aguanta sin lmites, que no es
egosta, que
no pasa nunca..." Este amor se realiza totalmente slo en
el novio
perfecto. Este novio perfecto es Jess. Porque Jess tuvo
una novia,
escogi una amada, celebro sus bodas con una esposa. La
esposa de
Jess es la Iglesia. La amada de Jess es la humanidad. Y
Cristo, con
esta esposa suya ha realizado el ideal del amor: "lo ha
aguantado todo, lo
ha disculpado todo, y su amor por ella no pasar nunca".
Aqu,
presidiendo vuestro pacto de amor, tenis la imagen de
este novio
perfecto: Jess clavado en la cruz por amor a ella, a su
amada, a la
humanidad que es su esposa. As am El, hasta la muerte,
a su amada.
Vuestra unin nupcial, N. y NN., no es simplemente un
matrimonio
como el de los dems,'sino que, como cristianos que sois,
es tambin
sacramento. Esto quiere decir que vuestro pequeo amor
humano no
os ofendis porque diga "pequeo amor", cuando vosotros
pensis que
es inmenso, porque todo lo que es humano es pequeo y
dbil hoy
ser como injertado en el amor nupcial de Cristo para su
Esposa, la
Iglesia, amor que, ste s, es "comprensivo, servicial, no
se irrita, lo
disculpa y lo aguanta todo".
Es muy posible que muchos de vosotros pensis que la
afirmacin de
que el matrimonio de los cristianos est como insertado en
el amor
indefectible de Cristo por su Esposa y que participa de su
fortaleza, es
una hermosa alegora, una visin potica y sugerente,
pero que la
realidad es muy distinta, ya que tambin los que se casan
por la Iglesia,
descubrir algunas
caractersticas del acto que estamos realizando.
Es una celebracin. Celebracin quiere decir fiesta, gozo,
alegra... y
realmente el acto que estamos celebrando es expresin de
gozo, alegra
y fiesta.
Dios est con vosotros. Vosotros, novios, os amis y por
esto Dios
est con vosotros. No hay gozo ms grande que ste. A
medida que
crezcis en vuestro amor tambin este Dios, que es Amor,
al cual nadie
ha contemplado jams, se har mucho ms presente en
vosotros.
A travs de la realidad de vuestro amor humano, Dios se
hace
presente en nuestro mundo. Sois signo, sacramento de
Dios. Sois
"misterio", esto es: a travs de vuestro amor se hace
presente la accin
salvadora de Dios.
Es una accin de gracias. Es una consecuencia del hecho
anterior. El
gozo se transforma en gratitud. Es Dios quien os ha
amado en primer
lugar y le dais gracias porque os ha elegido para ser
testigos y signos de
Aquel que nunca nadie ha contemplado. Ojal seis lo
que sois! Que
todos los que contemplen vuestro amor puedan descubrir
el amor de
Dios.
"Quien no ama desconoce totalmente a Dios, porque Dios
es amor".
Que a partir de la experiencia profunda de vuestro amor
mutuo os elevis
al conocimiento del amor de Dios.
Es un compromiso. "Si Dios nos ha amado tanto, tambin
nosotros
tenemos que amarnos". El amor de Dios, manifestado en
Jesucristo, tiene
hombre a su
imagen, lo cre hombre y mujer.
Y ojal que de vosotros se pueda decir que todo lo que
habis hecho
es verdaderamente bueno.
2. La otra palabra es "abandonar"
Tambin lo dice el evangelio: "Por eso abandonar el
hombre a su
padre y a su madre, y se unir a su mujer".
Tambin vosotros, por el paso de hoy, habis tenido que
abandonar
muchas cosas. Entre ellas, a los que os han enseado a
amar y vosotros
amis: vuestros padres.
Padres, nadie os va a dejar solos. Al contrario, vuestro
amor se
ensancha. NN. y N., como mensajeros vuestros, porque es
de vosotros de
quienes han aprendido a amar y amarse, construyen una
nueva familia.
Poneos a su lado.
Y todos nosotros, familiares y amigos, tengmoslos en
nuestro
pensamiento, rezando por ellos. Que se amen, que se
realicen, y que su
hogar sea abierto y acogedor.
literario. No es
un escrito cientfico, ni histrico, ni siquiera novelstico.
Es un gran poema, una gran poesa, a travs de la cual se
expresa la
fe del pueblo de Israel.
El pueblo de Israel cree que el hombre no es un ser
solitario, sino que
ha sido creado para ser un ser solidario.
El pueblo de Israel cree que el hombre y la mujer san
iguales, capaces
de amarse, de compartir, de complementarse, capaces de
ser un solo
corazn y un solo espritu.
Y ellos creen que ste es el proyecto de Dios sobre el
hombre y el
mundo.
Un proyecto lleno de poesa, porque es un proyecto de
ternura, de
sentimiento, de capacidad de conmover, de posibilidad de
crear
En el acto de hoy, en esta boda, tambin se encuentra
mucha poesa.
Podramos escribir un poema de este acto y seria
semejante al de la
creacin.
La imposicin de los anillos, que despus realizarn los
novios, es un
acto muy potico, porque es simblico.
Es preciso que no perdis nunca el sentido potico de
vuestro amor y
de vuestra vida.
Es preciso que nunca os falte la ternura, la sensibilidad, la
imaginacin,
Estis llamados a ser una sola carne y un solo espritu.
Pero no os
quedis en la periferia del amor, de la ternura.
Haced como en la poesfa, como en lo simblico, que hay
que ir ms a
lo interior, descubrir todo su significado, todo lo que se
encuentra detrs
de las palabras.
Buscad y cread una comunin profunda de vida, de
sentimientos, de
deseos.
Jesus os ha dicho: "Lo que Dios ha unido, que no lo separe
el
hombre".
Dejad que Dios una vuestros corazones, vuestros anhelos,
vuestras
vidas, de verdad.
LECTURA PROSAICA DE SAN PABLO
Os ayuda a poner los pies en el suelo. Lo cual es,
naturalmente,
muy importante.
Es la prosa de la vida!
Es su monotona, pero tambin es su grandeza.
El amor es comprensivo. Sabed aguantaros
El amor no tiene envidia. Confiad siempre el uno en el
otro.
El amor no se enprie. No dejis nunca de dialogar, de
compartir.
No dejis entrar nunca en vosotros la polilla del recelo,
de la
desconfianza.
El amor no es egosta. Sed cada uno el mejor amigo
para el otro.
Nada de encerrarse en uno mismo. Hundid barreras y
paredes entre
vosotros.
El amor no lleva cuentas del mal. Perdonaros de corazn
y siempre.
El perdn es la fuente de la sabidura y del perdn.
El amor goza con la verdad. Jugad siempre limpio. Y
esforzaros
siempre en comprenderos.
El amor disculpa sin lmites. Sacrificaros el uno por el
otro. Sin
medida.
El amor cree sin limites, espera sin lmites. Gastaos.
Consumos.
Daos completamente.
Ya veis que todo esto es muy prosaico.
Pero tambin es todo esto lo que os ayudar a vivir la
principio de la humanidad.
2. Las cualidades del amor
Sin embargo, esta fidelidad y amor pide de parte de los
que se han
unido en matrimonio que pongan los medios para hacerlo
crecer. El
apstol Pablo nos seala cmo tiene que ser el "amor que
no pasa
nunca": "es comprensivo, servicial, no tiene envidia, no
presume ni se
engre, disculpa sin lmites, cree sin lmites, espera sin
lmites...".
Debemos tenerlo muy en cuenta.
De hecho, el camino que iniciis hoy indica este
compromiso para
hacerlo realidad. Qu gozo sienten los esposos que crecen
da tras da
en esta fidelidad! No pensis que con la promesa de
fidelidad que os vais
a hacer de inmediato tenis bastante. Es preciso que
revisis
constantemente los pasos que dais, tanto en los
momentos favorables
como en los adversos, en la salud y en la enfermedad, en
la riqueza y en
la pobreza. Con serenidad, con calma, mirad lo que pasa
en vuestras
relaciones y tambin con las otras personas. Dios est
presente en
aquellos que buscan sinceramente hacer su voluntad de
bien, de verdad,
de respeto, de construccin del matrimonio, de la familia,
de la sociedad,
de la Iglesia.
3. El amor nos abre a los dems
Que vuestros hijos, que sern fruto de vuestro sincero
amor, puedan
recibir el inmejorable testimonio de vuestra palabra y
ejemplo. Que los
familiares y amigos, que estn aqu presentes, se
encuentren acogidos
por vuestra manera limpia de vida. Que vuestros
compaeros de trabajo y
los vecinos comprendan que vuestra unin les proporciona
una ayuda en
su vida. Que Dios, por Jesucristo y la fuerza de su Espritu,
sea la fuente
de amor de vuestro nuevo caminar unidos.
del
hecho una profunda alegra porque... os casis. Os
amis y ahora,
dentro de unos minutos, no muchos, celebraris vuestra
unin para
siempre, delante de todos; ante vuestros familiares y
amigos, ante todos
los hombres y ante Dios.
Es de esperar que tengis algun hijo. Y quizs suceder
que alguien
de los aqu presentes, al verlo dir: "es igual que N. su
padre"; y poco
despus cuando otro llegue dir: "mira cmo se parece a
su madre, NN.".
Y ninguno de los dos mentir. Porque los nios tienen
parecidos del
padre y de la madre.
Pues este hijo, con algo del padre y de la madre, es como
la imagen
de lo que ha de ser vuestra vida. Ahora de dos vidas
queris hacer una.
De alguna manera, seris una sola cosa. Si hasta ahora,
tus alegras, tus
trabajos los tenas que llevar t solo, N., ahora seris dos
a vivirlo juntos
Y para ti, NN., igual. El amor que os tenis os lleva a
querer vivir juntos
alegrias y penas, satisfacciones y trabajos. Toda la vida.
2. Un amor que crecer
Ante esto os quiero decir una cosa: hay no es el da que os
amaris
ms. Ni esta semana. Ni este ao. Ahora, con la boda, no
celebraremos
una etapa final; al contrario, una etapa mvil, una meta
volante...
Cada vez me impresiona ms ver cmo se aman algunos
matrimonios
mayores que he conocido ltimamente. Cuando ves cmo
viven el uno
para el otro! {se puede partir del ejemplo de algn
matrimonio en el que
escuchado en
el Evangelio que es necesario amar "con todo el corazn,
con toda el
alma con todo el pensamiento". Es decir, totalmente. No a
medias, sino
dndose del todo, en un intento de comunicacin, de
comprensin, de
expresin que nunca se contente con aquello que parece
obligado o
indispensable, sino que avance hacia un amor ms
profundo, ms cordial.
Que lleve a compartir, a ayudar. En una palabra, a dar vida
y felicidad.
Este es nuestro deseo y nuestra oracinque
seguidamente
expresaremospara vosotros dos. Vosotros, N. y NN., os
comprometis
con gozo y esperanza. Todos los que hoy os acompaan,
familiares y
amigos, se comprometen tambin a ayudaros en aquello
que cada uno
pueda. Que realmente vuestro amorfruto del camino que
ya habis
hecho juntos crezca cada vez ms, que supere las
dificultades que
podis encontrar, que d fruto. Esto esrepitonuestro
deseo y nuestra
plegaria.
Porque de esta manera conseguiris la felicidad que Dios
quiere para
vosotros. Una felicidad que -nos ha dicho la palabra de
Jesucristo- se
concreta en saber amar totalmente. Y as quizs muchas
veces sin
daros cuenta Dios estar con vosotros, bendecir
vuestro amor, os
ayudar en las dificultades y compartir vuestras alegras.
amonestado con
gran amabilidad y con palabras claras, fciles de entender.
Pero no os ha
escondido las dificultades que pueden nacer en el camino
que hoy
empezis. El os ha hablado acerca de unos sentimientos
que a veces son
difciles de tener y de demostrar, pero que ciertamente
hacen que quien
los tiene haga feliz al que convive con l. San Pablo os ha
hablado de
bondad, de humildad, de serenidad, de paciencia, de
perdn. Os ha
hablado de amor, ya que el amor "es el ceidor de la
unidad consumada".
No os faltarn momentos difciles, combates que tendris
que sostener;
pero si vivs amando, la paz de Cristo os mantendr
unidos y reinar en
vuestros corazones y en vuestro hogar.
Mirad, pues, cun grande es el ideal del matrimonio
cristiano que hoy
aceptis, cuya gracia y fuerza salvadora os comunicis por
el sacramento
de vuestra donacin conyugal. Haced que, en tanto
dependa de vosotros
est siempre viva la fuerza que recibs de Dios que os une,
que os une
sobre todo por el amor que todo lo une y perfecciona.
Viviris cristianamente vuestro matrimonio si hacis que la
palabra de
Cristo tenga permanencia en vosotros con toda su riqueza,
si lo hacis
todo, de palabra y de obra, en nombre de Jess. Si
cristianamente habis
querido unir hoy vuestras vidas, procurad que stas
respondan siempre
al nombre de cristianas que libremente y
responsablemente habis
asumido al celebrar como sacramento vuestro matrimonio.
Esto sin duda
os har felices, porque aceptar el plan de Dios en la vida
del hombre y de
la mujer es fuente inagotable de gozo. Y ste es
precisamente el augurio,
la felicitacin cordial que yo, en nombre de la Iglesia, os
deseo de
corazn: que vuestros jvenes corazones y el hogar que
hoy empezis
estn siempre llenos del amor verdadero que proviene de
Dios, que
Jesucristo nos ha enseado y que ha hecho penetrar en lo
ms profundo
de nuestro espritu.
comprender el
sentido propio y profundo de lo que estis celebrando aqu
en la Iglesia.
Hemos escuchado cmo Jess en una ocasin estuvo
presente en
unas bodas compartiendo el gozo y la alegra de los novios
y tambin
cmo El, que era un invitado, al final los convid a todos y
les dio un vino
mucho mejor. (Ahora no es el momento de explicar los
detalles de este
milagro de Jess, pero s que os puede decir mucho el
gesto de Jess
dispuesto a ayudar cuando lo necesitaban).
La palabra de Dios os dice hoy a vosotros que de la misma
forma que
Jesus comparti el gozo de aquellos novios de Cana de
Galilea tambin
hoy quiere compartir la alegra y la fiesta de vuestro amor.
Jesucristo
comparte todas vuestras ilusiones, esperanzas y alegras;
todo el deseo
de felicidad que tenis, las ansias de plenitud y relizacin
de vuestras
personas, el anhelo de empezar un nuevo hogar... Todo lo
que sents,
deseis y queris vivir, y en la medida que es sincero y
autntico, es
compartido y bendecido por el mismo Dios.
JESUCRISTO DA SU FUERZA EN EL SACRAMENTO
Y no solamente esto, sino que Jesucristo se compromete a
daros su
fuerza para que sea as, para que todo esto se vaya
haciendo realidad
durante toda vuestra vida.
De la misma manera que Jess les dio el vino mejor,
tambin a
vosotros os quiere dar su gracia para que seis fieles a los
compromisos
que delante de El hoy vais a asumir.
Por el sacramento del matrimonio os comprometis a vivir
vuestro amor
de una manera total y completa. Entregndoos el uno al
otro. Os
comprometis a vivir el amor de la misma forma que lo
habis aprendido
de Dios: un amor generoso, que busca siempre el bien y la
felicidad de la
persona amada, un amor capaz de sacrificio y perdn; por
esto, de la
misma forma Jesucristo se compromete a ayudaros, a
daros su gracia, a
fin de que vuestro amor sea capaz de superar todas las
dificultades que
podis encontrar en vuestro camino.
En vuestro matrimonio no todo ser de color de rosa, no
os faltarn
dificultades, pero podis estar seguros que la ayuda de
Dios no os faltar
nunca y os dar fuerza para que vuestro amor pueda
superar los
momentos difciles que vengan: dificultades econmicas,
enfermedades,
momentos de incomprensin. La bendicin que recibiris
ser signo de
que nunca os faltar la fuerza del Seor para ser fieles al
compromiso
que hoy asums delante de El y de todos nosotros.
******
Que Jesucristo os bendiga, que vuestro amor sea fecundo
y podis
recibir a los hijos como un don de Dios. Amadlos con el
mismo amor con
que vuestros padres os han amado, ayudadlos a crecer
como personas y
educadlos cristianamente: que ellos sean vuestro gozo y
vuestra alegra.
Y que durante toda vuestra vida os podis sentir siempre
acompaados por todos los que ahora estamos aqu
compartiendo
vuestra fiesta porque queremos tambin compartir
siempre vuestra
amistad.
"convertir el agua en
vino" no pretendo que entendis estas palabras al pie de
la letra. Qu
os quiero decir? Que de las cosas ms habituales y
cotidianas, esas que
valoramos tan poco esto es "el agua", vosotros debis
hacer "vino",
algo de valor, sabroso y que alegra a quien lo bebe.
Vuestro amor, vuestra fidelidad en las penas y en las
alegras... es lo
que convertir lo vulgar y diario el "agua", en motivo
de alegra para
los dems, para aquellos a quienes trataris y os
observarn. Y as a la
vez en vuestro amor haris visible a Dios, Aquel a quien
nadie ha visto
pero a quien san Juan se atreve a definir como "el Amor".
De esta manera
siempre que vosotros actuis con amor seris motivo de
que aumente la
fe de los que os observen, de la misma manera que creci
la fe en los
discpulos que acompaaban a Jess y a su madre en las
bodas de
Can.
2. Todos los que estamos aqu: llamados al amor
Y todos los que hoy participamos de esta fiesta,
aprovechemos la
ocasin que N y NN. nos brindan para hacer que reviva en
nosotros el
nico mandamiento que recibimos del Seor: "Amaos
unos a otros como
yo os he amado". Ellos van a expresar ahora ante todos
nosotros su
compromiso de amor para siempre. Al escucharlo,
pensemos si nosotros
amamos de verdad. Sea cual sea nuestra condicin:
pequeos o
mayores, padres o hijos solteros o casados... Es
indiferente. Nuestra vida
slo tiene sentido, tan slo nos podemos llamar cristianos,
si nos
esforzamos en amar a los dems como Jess nos am.
Que el ver y
escuchar a estos jvenes que as lo quieren hacer, nos
impulse a hacer
como ellos.
dia.
vuestro amor
y de vuestro compromiso, y lo hacis como cristianos,
queris proclamar
delante de la comunidad que reconocis que Aqul que os
ha dado la
vida y ha hecho nacer y crecer el amor en vuestros
corazones es lo
suficientemente fuerte para acompaaros siempre y para
hacerse
presente a travs de vuestro testimonio de fidelidad, entre
todos los que
comparten vuestra vida.
Por esto en los textos que acabamos de escuchar
encontramos el
sentido exacto del acto que estamos celebrando: Dios se
nos revela como
el Amor, como el Amor que toma forma, cuerpo y entrega
en la vida de un
hombre como nosotros, que se entrega generoso para
decirnos que Dios
es un Padre bueno y que est dispuesto a rubricar esta fe
hasta las
ltimas consecuencias, y lo hace.
2. Vuestro amor, vivencia y seal del don de Dios
Por este motivo, los cristianos, precisamente desde la fe
en Jess,
entendemos la entrega amorosa de Dios, entendemos
todo acto de amor
como smbolo de lo que Dios es y hace, y que por tanto,
entendemos el
amor de un hombre y de una mujer como vosotros, como
un signo
privilegiado del amor que Dios siente para todos los
hombres para
siempre. As pues, la fidelidad del amor de un matrimonio
cristiano no es
slo una conquista difcilmente conseguida, sino la
vivencia agradecida
de un don que Dios nos hace. Dejndole que comparta
vuestro amor
conseguiris que ste crezca siempre ms y ms y d
sentido a vuestras
vidas y a las que de los que os rodean.
De este modo, la apertura de vuestro amor se podra
concretar en los
hijos que nazcan de vuestra unin, que veris como un
fruto de plenitud y
no como mengua de vuestra libertad. Plantendoos
serenamente los hijos
que queris tener, cmo y cundo, estaris contribuyendo
desde vuestra
madurez humana y cristiana a crear esta gran familia que
es el proyecto
definitivo de Dios.
3. Un esfuerzo acompaado
Y todo esto que os acabo de decir no es un bello sueo
irrealizable,
sino que a travs de vuestra vida de cada da, del esfuerzo
continuado de
poner en comn lo que sois y lo que queris que
siempre seris
diferentes pero siempre podris tambin ir construyendo
vuestro proyecto
comn, a travs de vuestras propias limitaciones, de
vuestros errores y
de vuestros aciertos, de las circunstancias concretas de
vuestra vida, el
Seor se har presente y os ayudar a ser signo de su
amor entre
nosotros. Y os pido que le hagis un lugar en vuestra vida:
os aseguro
que no existe mejor compaero para el camino.
Y esto no lo vais a hacer solos: que vuestro amor no os
lleve a
encerraros dentro de vosotros mismos; compartid con los
otros vuestro
gozo y vuestra esperanza que as, poco a poco, juntos,
cada uno desde
su lugar, iris abriendo paso a una sociedad ms justa,
ms
autnticamente fraterna, como El la quiere; en vuestras
manos y en las
adultas. Escuchad,
pues, lo que os dicen ahora vuestros padres y que yo os
voy a leer a
continuacin, aunque son ellos los que lo han escrito.
*****
Queridos N. y NN.
En esta hora solemne en que os disponis a unir para
siempre
vuestras vidas, os toca escuchar estas reflexiones, en
cierto modo
profanas unas, religiosas otras, pero encaminadas todas a
haceros
meditar un poco sobre el futuro que se abre delante de
vosotros.
1. Pedir que Dios ayude a vuestro amor
Habis escuchado el maravilloso pasaje de la Escritura en
que Tobas
y Sara, poco antes de contraer matrimonio, oran a Dios y
le piden que les
ayude. Y Sara acaba su oracin con aquellas dos frases
impagables:
"Ten compasin de nosotros! Seor, ten compasin. Que
los dos juntos
vivamos felices hasta nuestra vejez".
Tambin habis odo las palabras con que san Pablo
describe las
caractersticas del verdadero amor, de aquel amor que "no
pasa nunca".
Palabras hermossimas todas ellas, que ahora os toca a
vosotros
convertir en hechos. Tenis delante de vosotros una vida
que os
deseamos larga, fecunda y gozosa. Hoy todo os sonre.
Veis la felicidad
como algo seguro e inalterable. Pero tened presente que la
felicidad no
es gratuita ni automtica. La felicidad hay que conquistarla
a pulso cada
da y mantenerla sin desmayo. En el matrimonio no todo
es luz. Hay horas
educacin que
habis recibido y que se debe traslucir en todo. Respeto,
cortesa en
todos los actos de la vida en comn, tambin en la plena
intimidad.
Estos tres elementos paciencia, comprensin y respeto
comportan
una serie de sacrificios y de renuncias que no son fciles
de practicar:
reprimir el orgullo, renunciar a determinadas parcelas de
la propia
personalidad, renunciar a ciertas ideas prefabricadas y que
uno cree que
son inatacables...
3. No echis a perder el tesoro de vuestro amor
Estas reflexiones no son literatura, sino producto de la
experiencia. Si
las tenis siempre presentes, saldris ganando mucho en
el spero
camino de la vida, sobre todo porque, como os decamos
antes, la
paciencia, la comprensin y el respeto os ayudarn a
conservar y
aumentar vuestro amor.
El amor profundo y sincero de los esposos no tiene precio.
Lo puede
todo, hasta lo que parece imposible. No echis a perder
este tesoro, que
vale ms que todas las riquezas de la tierra. Y glosando y
aplicando el
ltimo mandamiento del Salvador"amaos los unos a los
otros como yo
os he amado"os decimos ahora: amaos el uno al otro
como os han
amado vuestros padres. Si cumpls este precepto inmortal,
cuando os
acerquis al final del camino, cuando lleguis al otoo de
la vida, podris,
con plena conciencia del deber cumplido, transmitir a
vuestros hijos la
antorcha de este mensaje, y les podris decir tambin:
"amaos como
vuestros padres os han amado".
Como complemento de todo esto, conservad intacta
vuestra fe. Estad
seguros de que existe el milagro de cada da. La vida os lo
demostrar si
tenis ojos para saberlo ver. Y no olvidis el pasaje del
evangelio en que
san Pedro, en el momento en que duda de las palabras de
Jess que le
invita a caminar sobre las aguas y hacer algo que parece
fsicamente
imposible, se hunde y est a punto de ahogarse. Es
entonces cuando
Jess le dice: "hombre de poca fe, por qu has dudado".
La fe es la raz
de la esperanza, y la esperanza, que en definitiva significa
confianza, es
el ncleo de la caridad, es decir, es la esencia pura del
amor, de aquel
amor que, como dijo el poeta, "mueve el sol y las otras
estrellas".
vida de casados.
Estamos celebrando un sacramento. Es decir, somos unos
cristianos
reunidos en una celebracin, en la cual, a travs de unos
signos,
Jesucristo se hace presente entre nosotros comunicando
su gracia.
Todos veremos y oiremos cmo vosotros dos, N. y NN., os
prometis
fidelidad como esposos para toda la vida. Esto es un hecho
humano, que
no es exclusivo de los cristianos. Es un hecho que llena de
alegra y que
merece ser celebrado con los familiares y amigos. Es un
hecho
fundamental en la vida de los hombres.
2. Para nosotros: Dios est presente en el amor
Pero para los cristianos es ms todava. Hemos odo cmo
Tobas y
Sara, dos israelitas llenos de fe, se daban cuenta de que
su matrimonio
tena un significado muy profundo: su amor no era un
amor ciego, sino
que era un don de Dios. Ellos saban que eran miembros
de un pueblo
santo, el pueblo escogido, y llenos de fe bendicen a Dios,
que es quien
ha creado al hombre y ha querido el amor de los esposos;
y le piden
saber amarse, tener una larga descendencia, dones que
vienen de Dios.
Tambin vosotros, NN. y N., formis parte de un pueblo
santo, el nuevo
pueblo de Dios, que no es ya Israel, sino la Iglesia.
Tambin para
vosotros el matrimonio, el amor de los esposos, los hijos,
la vida, son un
don de Dios.
3. Un signo del amor de Jesucristo
tienen la
alegra de conmemorar hoy estas bodas de oro (plata)
rodeados de sus
hijos (y de sus nietos), de tantas personas que les
muestran su amistad y
su solidaridad.
Una fecha as dice mucho del mrito de su amor y de su
mutua
fidelidad. No habrn sido 50 aos fciles, seguramente.
Vivir juntos,
levantar una familia, superar las mil dificultades
(econmicas, sociales...),
permanecer en el amor, no es algo que la vida nos da
espontneamente:
ha supuesto un esfuerzo, una generosidad. Han ido
creciendo en el amor
precisamente porque han compartido preocupaciones y
obstculos.
Ahora, el amor de 50 (25) aos de matrimonio tiene
todava ms mrito
que aquel primer amor. Ahora su amor se nos presenta
ms adulto, ms
maduro, probado por la vida, menos romntico. Aqu s
que se puede
decir que el ltimo vino es el mejor. NN. y N nos dan un
ejemplo de cmo
es posible el amor hecho comprensin, paciencia, respeto
mutuo; un
amor constructivo, fecundo, en el que con seguridad les ha
ayudado
mucho su sentido cristiano de la vida, su fe en Cristo
Jess.
No es esta fe cristiana la que ms nos ayuda a todos en
los
momentos difciles y convierte el agua de la vida diaria en
vino sabroso
de generosidad y fiesta?
3. Motivo de alegra para todos
Estas bodas de oro son un evidente motivo de alegra para
todos
nosotros.
28.
Tengo la impresin de que la mayora de los esposos
cristianos viven
su matrimonio sin sospechar siquiera la grandeza que
encierra su vida
matrimonial.
41.
Habis pasado de "no querer vivir el uno sin el otro" a "no
poder vivir el
uno sin el otro".
Os habis querido de tal manera que habis hecho la
promesa del
"amor sin retorno".
Entonces es cuando el amor conyugal se convierte en
signo del amor
de Dios al hombre.