EL PRINCIPE (Maquiavelo) (Reparado)
EL PRINCIPE (Maquiavelo) (Reparado)
EL PRINCIPE (Maquiavelo) (Reparado)
ALIMENTARIA
LECTURA:
El Prncipe
INTEGRANTES:
Karla Madeley Ros Meja
CURSO:Ciencias Poltica
AULA: 203 A
PROFESOR: Lorenzo Espinoza
2013
INTRODUCCION:
El prncipe es un libro del escritor italiano Nicols Maquiavelo en
1513, pero recin fue publicado en 1531 y le fue dedicado Lorenzo
II de Mdeci, duque de Urbino.
El Prncipe es extremadamente conceptual. Es un tratado de
ciencias polticas y el tema central es el poder. Cmo obtenerlo,
cosa complicada, y cmo mantenerlo, algo mucho ms difcil con
seguridad. Sus razonamientos se basan en innumerables ejemplos
histricos, que a cada paso surgen en el libro.
CAPTULO I:
DE LAS DISTINTAS CLASES DE PRINCIPADOS Y DE LA FORMA EN QUE SE
ADQUIEREN
En este primer captulo veremos de que maneras podemos llegar al principado
y ejercer soberana sobre los hombres. Los principados pueden ser
hereditarios, es decir de padres a hijos que han reinado por un largo periodo,
o tambin nuevos que son miembros agregados al Estado hereditario del
prncipe, el futuro de los dominios adquiridos de tal manera es que se
acostumbren a vivir bajo un prncipe o rebelarse y ser libres.
CAPTILO II:
DE LOS PRINCIPADOS HEREDITARIOS
En este captulo observamos que es mucho ms fcil conservar un Estado
hereditario por que esa nacin ya est acostumbrada a tener una dinasta, ya
que solo sera necesario con no alterar el orden establecido por los prncipes
anteriores , saber mejorar cambios que podran darse sin exponer demasiado
el principado y mantener armonizada a la nacin para evitar levantamientos
contra el principado y si as sucediese dichos levantamientos que destituyesen
al prncipe solo esperar para que el prncipe vuelva a reconquistar a su nacin
al primer tropiezo de su oponente.
CAPTULO III:
DE LOS PRINCIPADOS MIXTOS
Los principados nuevos estn expuestos a muchas dificultades y ms aun si es
compartido con miembros agregados al conjunto anterior que vendra a
llamarse principado mixto. La dificultad se muestra cuando los aliados
cambian de gusto, creyendo mejorar, pues esto les motivas a rebelarse contra
l. Esto resulta que el prncipe se vea obligado a defender a sus nuevos
sbditos, de modo que tienes por enemigo a los miembros del conjunto
anterior y no puedes conservar como amigos a los que te han ayudado a
conquistarlo por que no puedes satisfacerlos como ellos esperaban. Esto le
ocurri a Luis XII, rey de Francia, que ocupo rpidamente Miln y tambin
rpidamente lo perdi por que el pueblo veneciano que haba acudido a pedir
su ayuda se sinti defraudado de este por las imposiciones del nuevo prncipe.
Como sabemos los territorios rebelados se pierden con mas dificultad cuando
se conquistan por segunda vez ya aprovechando la rebelin refuerzan las
partes mas dbiles para volver a recuperar el territorio que le fue arrebatado
al mnimo descuido del conquistador. Desde luego Luis XII perdi a Francia
tanto la primera como la segunda vez, pero si Luis XII hubiera optados por
otras estrategias para conservar Miln el panorama hubiera sido diferente.
Cuando se adquiere un nuevo estado es ms fcil conservarlos cuando son de
las misma provincia y lengua , tambin cuando no estn acostumbrados a vivir
libres y para gobernar sin problemas alguno basta solo con haber borrado la
lnea del prncipe quien los gobernaba, teniendo en cuenta tambin que
siempre se respetasen sus costumbres y las ventajas que posean.
Quienes opten por estas estrategias, si desea conservarlo, debe tener en
cuenta dos prioridades: primero, que la descendencia del anterior prncipe
desaparezca; despus, que ni sus leyes ni sus tributos sean alterados. Y vera
que en brevsimo tiempo tendr un reinado exitoso.
Pero cuando se adquiere un estado con un idioma, costumbres y organizacin
poltica diferentes surgen entonces los conflictos y se hace presita la utilidad
de mucha habilidad para conservarlos. Y una de las estrategias ms seguras
sera que las personas que las adquiera se fuese a vivir con ellos.
Esto hara ms solido y duradero la posesin, Esta estrategia lo hicieron
muchos reino como por ejemplo, Turqua con Grecia.
El prncipe que anexe una provincia de costumbres, lengua y una organizacin
distinta a la suya debe ser el defensor de los vecinos menos poderosos y
buscar la debilitacin de los vecinos de mayor podero e ingenirsela para que
ningn extranjero tan poderoso como l entre a su Estado, por que siempre se
da el caso de que el recin llegado se pone departe de las personas que estn
en contra de su gobierno para luego arrebatarle el Estado.
Finalmente concluimos que el que ayuda a otro causa su propia ruina.
CAPTULO IV:
POR QU EL REINO DE DARO, OCUPADO POR ALEJANDRO, NOSE SUBLEV
CONTRA LOS SUCESORES DE STE DESPUS DE SUS MUERTE
Explicando las dificultades que lleva a conservar un estado recientemente
adquirido, ahora debemos preguntarnos a qu se debe que, hecho Alejandro
Magno dueo de Asia en pocos aos, y muerte poco despus de ocuparla, sus
sucesores, en aquellas circunstancias tan normales hubiera sido fcil que el
estado se rebelase contra ellos, sien embargo esto nunca sucedi,
manteniendo as el poder a favor d ellos y unificando mas el Estado.
Los principados ms memorables han sido gobernados por dos modos
distintos: por un prncipe que elige entre sus siervos como sus ministros que lo
van a ayudar a gobernar, o por un prncipe asistido por nobles, que gracias a
la antigedad de su linaje, deben la posicin que ocupan.
Si pretendiesen conquistar el Estado de prncipe quien elije a sus siervos, se
har dificultosa la conquista pero finalmente la lograras.
En cambio si pretende conquistar el Estado del prncipe asistido por los nobles,
te ser fcil la conquista pero si pretendes mantenerlas se te har un arduo
trabajo ya tu tendras que lidiar no solo con cavar con el linaje del rey sino
tambin con toda la nobleza. Entonces no depende de la poca o mucha virtud
del conquistador, sino de la naturaleza de lo conquistado.
CAPTULO V:
DE QUE MODO HAY QUE GOBERNAR LAS CIUDADES O PRINCIPADOS QUE,
ANTES DE SER OCUPADOS, SE REGAN POR SUS PROPIAS LEYES
Hay tres maneras de conservar un estado: primero destruirlo, segundo radicar
en el y tercero, dejarlo regir por sus leyes. Tambin obligarlo a pagar un
tributo y establecer un gobierno con pocos miembros para velar por la
conquista. Pero aqu Maquiavelo asegura asegurar que la mejor manera de
dominar a una cuidad acostumbrada a vivir libre es destruirla, por que estos
nunca dejaran de luchar por su libertad.
CAPTULO VI:
DE LOS PRINCIPADOS NUEVOS QUE SE ADQUIEREN CON LAS ARMAS
PROPIAS Y EL TALENTO PERSONAL
Los principados de nueva creacin, donde hay un prncipe nuevo son ms o
menos difciles de conservar segn la habilidad que tenga este para saber
manejar su estado. El hecho que un hombre pueda convertirse en prncipe es
necesariamente por su talento o surte. Pero el prncipe por su talento es quien
mas perdura en su conquista y eso facilita a estos prncipes que al no tener un
Estado se vea necesariamente obligado a establecerse en el que ha adquirido.
Las dificultades nacen de las nuevas leyes y costumbres que se a necesarios
implantar para fundar el estado y proveer su seguridad, adems se consiguen
una amistad con los que se benefician con las leyes nuevas y enemistas con
todos los beneficiados con las leyes antiguas.
CAPTULO VII:
DE LOS PRINCIPADOS NUEVOS QUE SE ADQUIEREN CON ARMAS Y
FORTUNA DE OTROS
Es el caso de aquellos que ascienden al principado gracias a la fortuna y a las
armas prestadas, pues estos prncipes solo se sostienen por voluntad. Por otra
parte los estados que nacen as de pronto no tienen apoyo que los defiendan
del tiempo adverso; salvo de quienes se han convertido en forma tan sbita en
prncipes se pongan a la altura de lo que fue depositado en sus manos y que
se preparen inmediatamente para poder conservarlo, echando tambin los
cimientos que cualquier otro haya hecho antes de llegar al principado por que
los que no colocan los cimientos a tiempo podran hacerlo luego pero con el
riesgo de arruinar su Estado.
CAPTULO VIII:
DE LOS QUE LLEGARON AL PRINCIPADO MEDIANTE CRMENES
Hay otras maneras tambin de llegar al poder para ser prncipe, como en el
caso en que se llega a ser prncipe por medio de actos perversos o delitos.
Como es el caso de el siciliano Agtocles un hombre de condicin oscura y
abyecta quien planeo la muerte de todos los senadores y ciudadanos pobres de
Sicilia y pues desde ese momento cupe y upo conservar a Sicilia muy bien, sin
que se propiciara ninguna guerra civil por su causa. Otro prncipe que consigui
el poder de la misma manera fue Oliverotto de Fermo quien tambin ocasiono la
muerte de ciudadanos importantes en Fermo pero no tuvo un buen final como
Agtocles si no que cesar Borgia logro engaarlo para luego darle muerte con
otros aliados suyos.
CAPTULO IX:
DEL PRINCIPATO CIVIL
El principado civil se llega por favor del pueblo, o con ayuda de los poderosos.
Porque en todo estado se dan dos tendencias, nace del pueblo no quiere ser
gobernado ni oprimido por los potentes, por lo tanto no anhelan ms que
mandar y oprimir al pueblo. De estos contrapuestos nace en los estados uno de
los tres efectos: principado, libertad y anarqua porque cuando los grandes y
poderosos ven que es imposible resistir al pueblo, empiezan por apoyar a uno
de ellos y lo hacen prncipe por propia decisin a fin de satisfacer a la sombra
del elegido. El pueblo por su parte cuando ve que no puede resistir al magnate,
elige a un ciudadano y lo hace prncipe para que lo defienda de la autoridad.
CAPTULO X:
COMO DEBEN MEDIRSE LAS FUERZAS DE TODOS LOS PRINCIPATOS
Examinar la naturaleza de los principados y saber si posee un estado tal que
pueda, en caso necesario, sostenerse por si mismo, o si tiene, en tal caso, que
recurrir a la ayuda de otros. Pueden levantar un ejrcito respetable y
presentar batalla a quien quiera que se atreva a atacarlos. Los que no son
capaces de presentar batalla al enemigo en campo abierto. Del segundo caso
lo se puede aconsejar a los prncipes que fortifiquen y establezcan la ciudad. Si
el prncipe tiene bien fortificada su ciudad difcilmente ser asaltado. Un
prncipe que obtiene una plaza fuerte, y a quien el pueblo no odie, no puede
ser atacado. Si fuese el atacado se vera obligado a retirarse sin gloria.
CAPITULO XIV
DE LOS DEBERES DE UN PRNCIPE PARA CON LA MILICIA
Se ve claramente en algunos gobernantes, que al llegar al poder solo se limitan
a favorecer a aquellas personas que los apoyaron y se olvidan que es bueno
para la es as como se provocan manifestaciones y disturbios que no beneficia a
nadie. El prncipe no ha de tener otro objetivo y otra preocupacin que no sea la
guerra su organizacin y disciplina. Esa es la esfera de quien manda y es de
tanta fuerza que no solo sostiene a quienes han nacido prncipes, sino que
muchas veces hace que los simples ciudadanos lleguen a aquella altura. Por lo
tanto cuando los prncipes piensan ms en delicadezas que en el ejercicio de las
armas, pierden su posesin.
El prncipe debe leer sus historias y meditar en ellas las acciones de los
hombres ms excelentes: ver cmo han actuado en la guerra, examinar las
acciones de sus victorias y sus prdidas, estas afirmaciones no deben de
sacarse del contexto de que Maquiavelo era un gran perito en defensa y
milicias.
CAPITULO XVII
DE LA CRUELDAD Y LA CLEMENCIA, Y SI ES MEJOR SER AMADO QUE
TEMIDO, O SER TEMIDO QUE AMADO
El prncipe debe cuidar de que se llame cruel si se trata de mantener fieles y
sbditos, con pocos actos de benignidad ser ms piadoso que tantos otros que
por exceso de piedad dejan crecer los desrdenes, con su secuela de asesinatos
y latrocinios. Por otro lado hacen dao a toda la comunidad, mientras que las
ejecuciones capitales ordenadas por el prncipe son en dao de unos pocos.
Cuando el prncipe est al frente de sus ejrcitos y tiene que gobernar a miles
de soldados, es absolutamente necesario que no se preocupe si merece fama de
cruel, porque sin esta fama jams podr tener ejrcito alguna unido y dispuesto
a la lucha. Volviendo al tema de ser amado o temido, se termina expresando, el
amar depende de la voluntad de los hombres y el temer de la voluntad del
prncipe, un prncipe prudente debe apoyarse en lo suyo no en lo ajeno, siempre
tratando de evitar el odio. no toque los bienes ajenos porque los hombres
olvidan ms fcil la muerte del propio padre que la prdida del patrimonio.
CAPITULO XIII
DE LOS SOLDADOS AUXILIARES, MIXTOS Y PROPIOS
Las tropas auxiliares son aquellas que se piden a un prncipe poderosos para
que nos socorra y defiende estas tropas pueden ser tiles y buenas para sus
amos, pero para quien las llama casi siempre son funestas; pues si se pierden,
queda derrotado, y si gana, se convierte en su prisionero, todo el que no quiera
vencer no tiene ms que servirse de estas tropas, muchsimo ms peligrosas
que las mercenarias, porque estn perfectamente unidas y obedecen
ciegamente a sus jefes, con lo cual la ruina es inmediata.
CAPITULO XIV
DE LOS DEBERES DE UN PRINCIPE PARA CON LA MILICIA
Un prncipe jams debe dejar de ocuparse del arte militar, y durante los
tiempos de paz debe ejercitarse ms que en los de guerra; lo cual puede hacer
de dos modos: con la accin y con el estudio. En lo que atae a la accin debe,
tener bien organizadas sus tropas, dedicarse constantemente a la caza con el
objeto de acostumbrar el cuerpo a las fatigas y de conocer la naturaleza de los
terrenos, tal estudio aprende dos utilidades: primero se aprende a conocer la
regin donde se vive para defenderla mejor; despus, en virtud del
conocimiento de otra donde sea necesario actuar de manera que el
conocimiento de otra donde sea necesario actuar.
CAPITULO XV
DE AQUELLAS COSAS POR LAS CUALES LOS HOMBRES Y ESPECIALMENTE
LOS PRNCIPES, SON ALABADOS O CENSURADO
En este captulo veremos el comportamiento del prncipe. Pues el prncipe debe
tener un trato referentes a sus sbditos, por lo que es necesario que todo
prncipe aprenda hacer a no ser bueno y a practicarlo o no de acuerdo a la
necesidad que es requerida.
CAPTULO XVI
DE LA PRODIGALIDAD Y DE LA AVARICIA
La prodigalidad, practicada de manera que sepa que uno es prdigo, perjudica;
y otra parte si se la practica virtuosamente y tal como se la debe practicar, la
prodigalidad no ser conocida y se creer que existe el vicio contrario, ya que
un prncipe no puede practicar pblicamente esta virtud sin que se perjudique,
si es sensato, que no se preocupe si es tildado de tacao porque, con el tiempo
al ver que con su avaricia le bastan las entradas para defenderse de quien le
hace la guerra, y puede acometer nuevas empresas sin gravar al pueblo, ser
tenido siempre por ms prdigo, pues practica la generosidad con todos
aquellos a quienes no quita , que si innumerables, y la avaricias con todos
aquellos a quienes no da, que son pocos
CAPTULO XVII
DE LA CRUELDAD Y LA CLEMENCIA; Y SI ES MEJOR SER AMDO QUE TEMIDO
O SER TEMIDO QUE AMADO
Declaro que todos los prncipes deben desear ser tenidos por clementes y no
por crueles. Surge de esto una cuestin si vale, ms ser amado que temido o
temido que amado declaro entonces que es ms seguro ser temido que amado.
Cuando el prncipe est al frente de sus ejrcitos y tiene que gobernar a miles
de soldados, es absolutamente necesario que no se preocupe si merece fama de
cruel, porque sin esta fama jams podr tenerse ejrcito alguno unido y
dispuesto a la lucha. Como el amar depende de la voluntad de los hombres y el
temer de la voluntad del prncipe, un prncipe prudente debe apoyarse en lo
suyo y no en lo ajeno, pero tratando siempre de evitar el odio.
CAPTULO XVIII
DE QUE MODO LOS PRINCIPES DEBEN CUMPLIR SUS PROMESAS
Nadie deje de comprender cun digno de alabanza es el prncipe que cumple la
palabra dada, que obra con rectitud y no con doblez, pero son precisamente los
prncipes que han hecho menos caso da la fe jurada. Un prncipe debe saber
entonces comportarse como bestia y como hombre; ya que se ve obligado a
comportarse como bestia, conviene que el prncipe se transforme en zorro y en
len, porque el len no sabe protegerse de las trampas ni el zorro protegerse de
los lobo, los que solo sirven de las cualidades del len demuestran poca
experiencia. Los hombres son tan simples y de tal manera obedecen a las
necesidades del momento, que aquel que engaa encontrar siempre a quien se
deje engaar. El tenerlas y practicarlas siempre es perjudicial, y el aparentar
tenerlas, til. Est bien mostrarse piadoso, fiel, humano, recto y religioso y
asimismo serlo efectivamente; pero se debe de estar dispuesto ha estar
dispuesto a irse a otro extremo si ello fuera necesario.
CAPITULO XIX
DE QUE MODO DEBE EVITAR SER DESPRECIADO Y ODIADO
Un prncipe debe temer dos cosas: en el interior, que se le subleven los
sbditos; en el exterior, que lo ataquen las potencias extranjeras. Los estados
bien organizados y los prncipes sabios siempre han procurado no exasperar a
los nobles y, a la vez, tener satisfecho y contento al pueblo.
Un prncipe debe estimar a los nobles pero sin hacerse odiar por el pueblo,
cuando el prncipe no puede ser evitado odiado por una de las dos partes, debe
inclinarse hacia el grupo ms numeroso, y cuando esto no es posible, inclinarse
hacia el ms fuerte.
CAPTULO XX
SI LAS FORTALEZAS, Y MUCHAS OTRAS COSAS QUE LOS PRINCIPES HACEN
CON FRECUENCIA SON UTILES O NO
Las armas del pueblo se convierten en las del prncipe y los que recelan se
hicieron felices, los fieles continan sindolo y los sbditos se hagan partidarios.
Hay quienes afirman que un prncipe hbil debe fomentar con astucia ciertas
resistencias para que al aplastarlas se acreciente su gloria. Elogiare tanto a
quien construya fortalezas, como a quien no las construya, pero censurar todo
el que, confiando en las fortalezas, tenga en poco el ser odiado por el pueblo.
CAPTULO XXI
COMO DEBE COMPORTARSE UN PRINCIPE PARA SER ESTIMADO
Nada hace tan estimable a un prncipe como las grandes empresas y el ejemplo
de raras virtudes. En beneficio del prncipe el hallar medidas sorprendentes a lo
que se refiere a la administracin, el prncipe debe ingeniarse por parecer
grande e ilustre en cada uno de sus actos, cuando el prncipe se declara valiente
por una de las partes, se triunfa aquella a la que se une, aunque sea poderosa y
l quede a su discrecin, estarn unidos por un vnculo de reconocimiento y
afecto; y los hombres nunca son tan malvados que, dando una prueba de
tamaa ingratitud, lo sojuzguen; un prncipe nunca debe aliarse con otro ms
poderoso para atacar a terceros sino de acuerdo con lo dicho, cuando las
circunstancias lo obligan porque si venciera en su poder, y los prncipes deben
hacer lo posible por no quedar a disposicin de otros. El prncipe se mostrar
amante de la virtud y honrar a los que se distingan en las artes. Todas las
ciudades estn divididas en gremios o corporaciones a las cuales les conviene
que el prncipe conceda su atencin.
CAPTULO XXII
DE LOS SECRETARIOS DEL PRINCIPE
La primera opinin que se tiene del juicio de un prncipe se funda en los
hombres que lo rodean: si son capaces y fieles podr reputrselo por sabio,
pues supo hallarlos capaces y mantenerlos fieles; pero cuando no lo son, no
podr considerarse prudente a un prncipe que el primer error que comete lo
comete en esta leccin.Para conocer a un ministro hay un modo que nunca falla
cuando se ve que un ministro piensa ms en l que en uno y que en todo no
busca sino su provecho, estamos en presencia de un ministro que nunca ser
bueno y en quien el prncipe nunca podr confiar porque el que tiene en sus
manos el estado de otro jams debe pensar en s mismo, sino en el prncipe, y
no recordarle sino las cosas que pertenezcan a l. Por su parte, el prncipe, para
mantenerlo constante en su fidelidad, debe pensar en el ministro. Debe
honrarlo, enriquecerlo y colmarlo de cargos, de manera que comprenda que no
puede estar sin l, y que los muchos honores no le hagan desear ms honores,
las muchas riquezas no le hagan ansiar ms riquezas y los muchos cargos le
hagan temer los cambios polticos.
CAPTULO XXIII
COMO HUIR DE LOS ADULADORES
Un prncipe prudente debe preferir rodearse de los hombres de buen juicio de
su estado, nicos a los que dar libertad para decirle la verdad, aunque en las
cosas sobre las cuales sean interrogados y slo en ellas.
Es conveniente que los buenos consejos vengan de quien vinieren, nazcan de la
prudencia del prncipe y no la prudencia del prncipe de los buenos consejos.
CAPTULO XXIV
POR QUE LOS PRINCIPES DE ITALIA PERDIERON SUS ESTADOS
Los hombres se ganan mucho mejor con las cosas presente que con las
pasadas, y cuando en las presentes hayan provecho, las gozan sin inquirir
nada; y mientras el prncipe no se desmerezca en las otras cosas, estarn
siempre dispuestos a defenderlo. As, el prncipe tendr la doble gloria de haber
creado un principado nuevo y de haberlo mejorado y fortificado con buenas
leyes, buenas armas, buenos amigos y buenos ejemplos.
CAPTULO XXV
DEL PODER DE LA FORTUNA EN LAS COSAS HUMANAS Y EN LOS MEDIOS
PARA OPONERSELE
Con la fortuna que se manifiesta con todo su poder ah donde no hay virtud
preparada y dirige sus mpetus all donde sabe que no se han hecho diques ni
reparos para contenerla. Se ve que los hombres para llegar al fin que se
proponen proceden en forma distinta: uno con cautela, el otro con mpetu; uno
por la violencia, el otro por la astucia; uno con paciencia el otro con su
contrario; y todos pueden triunfar por medios tan dispares. Como la fortuna
varia y los hombres se obstinan en proceder de un mismo modo, sern felices
mientras vayan de acuerdo con la suerte e infelices cuando estn en desacuerdo
con ella, considero que es preferible ser impetuoso y no cauto, por que la
fortuna es mujer y hace preciso si se le quiere tener sumisa golpearla y
zaherirla. Y se ve que se deja dominar por estos antes que por los que actan
con tibieza y como una mujer, es amiga de los jvenes porque son menos
prudentes y se imponen con ms audacia.
CAPTULO XXVI
EXHORTACION A LIBERAR A ITALIA DE LOS BARBAROS
No es asombroso que ninguno haya podido hacer lo que es de esperar que haga
vuestra ilustre casa, ni es extrao que despus de tantas revoluciones y
revueltas guerreras parezca extinguido el valor militar de los soldados. Pero se
debe a que la antigua organizacin militar no era buena y a que nadie ha sabido
modificarla. Nada honra tanto a un hombre que se acaba de elevar al poder
como las nuevas leyes y las nuevas instituciones ideadas por l, que si estn
bien cimentadas y llevan algo grande en s misma, lo hace digno de respeto y
admiracin.
Pero en las batallas, y por culpa exclusiva de la debilidad de los jefes;, su papel
no era nada brillante; por que los capaces no son obedecidos; y todos se creen
capaces, pero hasta ahora nadie hubo que supiese imponerse por su valor y por
su fortuna, y que hiciese ceder a los dems.
Me pareci muy interesante algo que dijo que para elevarse el prncipe deber
ser un hombre hbil o bien protegido por la fortuna por lo tanto siendo hbil
debe elegir con cuidado a sus consejeros y evitar el cederles la menor parcela
de autoridad; se dedica tan slo a defender y extender su poder por todos los
medios, incluso el crimen si es necesario: vale ms ser temido que ser amado
claro, cuidando su reputacin; su fortaleza mayor es el apego de su pueblo. La
hipocresa se convierte en un deber. Si logra conservar su vida y su estado,
todos los medios que haya aplicado sern juzgados honorables.
Al proponer como modelo a Csar Borgia, Maquiavelo permanece dentro de la
lgica de su concepcin, pero subraya involuntariamente la fragilidad de sus
aforismos. Exagera, sin duda, la grandeza de propsitos que atribuye al hijo del
papa Alejandro vi; por otra parte, el papel que concede en la historia a la
fortuna le sirve de explicacin un poco fcil del fracaso final, rpido y total de su
hroe