Revista Jauja Leonardo Castellani - 34 - Octubre 1969
Revista Jauja Leonardo Castellani - 34 - Octubre 1969
Revista Jauja Leonardo Castellani - 34 - Octubre 1969
NUiMERO 34
196
REVISTA MENSUAL
PRECIO $ 20
DIRECTOR: P. L. CASTELLANI
f.
*
ERRATAS EN EL N? DE SETIEMBRE (33)
En pg. 42: lnea repetida y lnea suprimida. Debe
decir: "Este libro de Jauretche se lee de un tirn;
y el esfuerzo que hay que hacer no es para leerlo,
sino para dejarlo, por"
En pg. 44, penltima lnea: donde dice "el libreto" debe decir "el editor".
El epigrama de Don Percebe de pg. 15 est repetido en pg. 47. Y no es tan bueno como para eso.
JAUJA
Revista Mensual de Inters General
OCTUBRE 1969
N 34
SUMARIO
DIRECCION Y ADMINISTRACION:
Avenida de Mayo 560, 5?, Of. 6
Caseros 796, 5-, E.
T. E. 34- 1934
Cheques y Giros a nombre de Leonardo
Castellani o Cruz y Fierro, Editores.
o ffl
S HJ
a a K
8
<w
ri
o
Pg.
DIRECTORIAL
HERNANDEZ, ESE
DESCONOCIDO
Luis Soler Caas
22
MAS ACERCA DE
IVAN ILLICH
27
POESIA
. .,
Eduardo Gmez Taibe
34
40
SUSCRIPCION:
Anual (12 nmeros) $ 2.000Exterior: 9 dlares
Semestral: $ 1.100.- Exterior: 5 dlares
Ejemplar: $ 200.- Exterior 1 dlar
N m t r o atrasado: $ 220.-
31
PERISCOPIO
Franqueo Pagado
Concesin N? 2668
Inters General
Concesin N? 8166
23
Telfono 32-6260
Consultas : de 18 a 20 horas
BUENOS AIRES
LIBROS
RECIENTES
700.
$ " 500.
CRESTOMATIA ESCOLAR
(antologa de sus obras
para la ESCUELA PRIMARIA Y MEDIA
por la Profesora IRENE E. CAMINOS)
840.
DESDE
LA
SOBRE
PAMPA
DIRECTORIAL
< v-
5-
3) intereses de la Religin
4) intereses de la Inteligencia
5) intereses de las diferentes Regiones.
Todos ellos convenientemente unificados e integrados.
El Poder Municipal debe ser restaurado con vigencia propia,
independiente en su esfera; y en general, instaurados todos los
cuerpos intermedios, comenzando por la familia. . . Velay.
Como ven, esto es un capivolgimento de gran calibre, que
no se puede hacer con slo juntar una "Convencin" y haciendo
una Nueva Constitucin en el papel.
Tendra que surgir no slo un gran Poltico, sino todo un
gran equipo poltico. Pide por esa boca. Soar no cuesta plata.
La Iglesia argentina tendra que espabilarse; los Sindicatos, que disciplinarse; las Fuerzas Armadas que a r m a r s e . . . de
sabidura.
Y quin le pone el cascabel al gato?
En la Argentina cada da uno tropieza con cuatro estupideces ; y hace una.
EPIGRAMAS
El Tejo es un riacho de Espaa conocido apenas
de sus comercanos.
Representando un drama en verso del siglo XIX,
Ricardo Calvo se adelanta a las candilejas y empieza a declamar:
A las orillas del T e j o . . .
Del Tajo, le interrumpe alguien desde la platea
A las orillas del Tejo, insiste Calvo.
El Tajo, Don Ricardo, el ro Tajo! Don Ricardo con una inefable expresin de bondad, reinicia su tirada:
A las orillas del Tajo
La dama de mis amores
Se miraba en su reflajo,
Como si fuera un espajo.
Y esto te indica, barajo,
Que era Tejo y no era Tajo!
J. B. ANZOATEGUI
Enva Magda F. de A.
Comenzar este estudio por un acto de fe, confesando que todo poder viene de Dios: "Dios, dice el Eclesiasts, ha dado a cada pueblo un
gobernante".
San Pablo ha confirmado esta verdad, cuando dijo a
los romanos que el prncipe es el ministro de Dios para favorecerlos
i n el bien. ( 2 ). Un gobierno que no est fundado sobre este acto de fe,
no es un gobierno cristiano. El manual de poltica redactado por Bossuet
para la instruccin del hijo de Luis XIV, de quien era preceptor, fue
tulado "La poltica segn las palabras de las Sagradas Escrituras", y
comienza por estos trminos: "Dios es el rey de los reyes". De esto
surge, como lo ha observado Donoso Corts, que "toda gran cuestin poltica supone y desarrolla una gran cuestin religiosa". Esta observacin fundamental no ha escapado a ningn hombre serio ( 3 ). Ptouclhon
mismo ha dicho "que era sorprendente de que en el fondo de nuestra
poltica nosotros encontramos siempre a la teologa" ( 4 ). Y Blanc de
Saint Bonnet ha expresado la misma verdad diciendo que "las naciones
han sido educadas por sus religiones como los hijos por sus madres"
( 3 ). No puede separarse la historia de las creencias religiosas de un pue-
ff
tentan con recoger las tablas dispersadas por la arena para hacer fuego.
Sin embargo habr posiblemente uno entre la masa, que no habiendo
tomado nada entre sus manos, se ir llevndose lo principal: l habr
recogido la idea de la gran cosa inerte convertida en juguete de las
olas y, gracias a la idea, este espectador ideal, que sus contemporneos
han llamado santo o poeta, podr realizar o por lo menos inspirar una
obra nueva marcada por el fuego de la idea.
Las sociedades desorientadas se parecen a un barco desamparado,
encallado en la costa. Ella ofrecen a unos juegos y diversiones, otros
se pelean alrededor de sus despojos y, cuando todo parece haber desaparecido de la superficie, resuena de golpe la voz de Dios y la voz de
los muertos ante la estupefaccin de los vivos. Uno no sabra insistir
demasiado sobre el rol de la inspiracin en poltica. Todas las grandes
dinastas reales han sido fundadas o mantenidas por hombres unidos
a Dios por una estrecha comunin, santos y santas. "Con santos y brbaros se funda una civilizacin", ha dicho Blanc de Saint-Bonnet (*).
Recordemos a San Guntrano, primer rey franco de Borgonia; a Santa
Clotilde, esposa de Clovis, sptimo rey de Francia de la dinasta de los
Merovingios considerado el verdadero fundador de la realeza francesa;
a San Carlomagno, dcimo rey de Francia, primer rey de Italia y primer
emperador de Occidente y de Alemania; a San Enrique, dcimo emperador de Alemania y a su esposa Santa Cunegunda; a San Fernando,
dcimo rey de Castilla; a San Dionisio, sexto rey de Portugal y a su
m u j e r Santa Isabel; a San Esteban y a San Ladislao, primer y noveno
reyes de Hungra; a San Eduardo, dcimotercero rey de Inglaterra; a
San Canuto, undcimo rey de Dinamarca, y a tantos otros prncipes y
princesas que han ilustrado las casas reales por sus virtudes y han sido
elevados a, jlos altares.
En esta triloga poltica pasar sucesivamente vista al "combatiente", personaje principal de una categora poltica que llamar agonal, al
"jugador", que es el actor principal de la poltica-juego, y al "testigo"
de la inspiracin divina, que abre la era de la poltica metafsica o metapoltica, como la ha llamado Joseph de Maistre. Cuando uno lanza una
mirada sobre la historia de los pueblos cristianos, se v el poder ocupado
sucesivamente por cada uno de estos tres personajes, hroes, jugadores
y testigos, y cada uno de ellos d a la poltica de su poca un carcter,
costumbres y reglas completamente distintas. No es siempre fcil decir
cuando comienza una fase poltica y cuando otra se acaba: la risa de
ios jugadores se mezcla con los gritos de guerra de los hroes y nadie
sabe exactamente en que momento triunfa la inspiracin. Pero las variaciones polticas siguen una evolucin invariable que ser objeto de
un ltimo captulo.
I. POLITICA AGONAL
(!) Primer Libro de las Crnicas, XXI, 3; Segundo Libro de Samuel XIV,3
(2) Poltica, Libro III, Cap. XI, Par. 4.
10
(')
(2)
(3)
(4)
(5)
11
12
Ahora bien, cuando la lucha deja lugar al espectculo de la lucha, la poltica-juego entra virtualmente en accin. El espectador es sentado sobre
el trono. La opinin se transforma en reina C1)- El hombre de Estado
no es mas que un comediante. Karl Marx ha dicho que el "moderno
Ancien Rgime no es mas que la comedia inspirada en un estado social
donde los verdaderos hroes han muerto" ( 2 ). El teatro ha seguido una
evolucin parecida: aparece en sus orgenes como una gesta religiosa
en la cual toda la comunidad toma parte; con la introduccin del espectador, cesa poco a poco de ser una accin para transformarse en una
representacin fictiva.
Yo dije que el espectador es un hombre que ha perdido la fe; la
poltica-juego la ha reemplazado. Donoso Corts tena razn, cuando hablaba de la baja del termmetro religioso que apareja la suba del termmetro poltico. Es en efecto con la disminucin de la fe que aparecen
ios mitos polticos. Cuando el derecho divino de los reyes comienza a
caer en descrdito, en el siglo XVII es cuando nace el concepto de la
soberana soberana absoluta del rey o soberana popular que no tiene lmites ni en el cielo ni en la tierra. "Cuanto ms terreno pierde la
fe, ms gana la ley", observa muy juiciosamente Agustn Cochin ( 3 ).
No teniendo mas la fe, el espectador se coloca en el exterior de la comunidad para salvaguardar sus intereses privados. El se separa de ella,
como la ciencia se separa de la fe en la misma poca. El construy un
edificio nuevo sobre bases cientficas, pues no tiene ms entera confianza
en lo antiguo. En poltica, l construye una sociedad artificial y un paraso terrenal: es el objeto de la "Ciencia poltica". Por Augusto Comte
y Proudhon, esta turbacin representa un progreso y, con el apoyo de
esta pretensin, estos "filomitos" proclamaran la famosa ley de los estadios: "Religin, filosofa y ciencia; la fe, el sofisma y el mtodo; tales
son, escriba Proudhon, los tres elementos del conocimiento, las tres
etapas de la educacin del gnero humano" ( 4 ). La poltica ha seguido,
en efecto, estas tres etapas. Ella ha tenido primeramente como meta
Ja gua de los hombres hacia su salvacin eterna etapa religiosa;
despus se ha hecho una filosofa Bodine habl, ya en 1577, de los
"sagrados misterios de la filosofa poltica" finalmente fue bautizada ciencia: "La poltica se transformar en una ciencia positiva",
profetiz Saint-Simn, en 1825 ( 5 ). En esta evolucin, yo busco vanamente un progreso. Los demonios tambin tienen la ciencia sin la caridad, como dijo San Agustn, y ellos no son sin embargo superires a los
1935, p. 63.
1843.
13
14
15
(1) El uso de las escarapelas, en francs "cocardes", remonta al siglo XVII. Etimolgicamente "cocarde" significa manojo de plumas de gallo. En 1789, el
gallo apareci por primera vez como emblema de Francia.
( 2 ) Las armas de la ciudad de Pars llevan, en campo de gules un navio de
plata sobre ondas del mismo metal, en jefe, de azur sembrado de lises. No
es probable que La Fayette haya visto en el azul con el rojo los colores
de la ciudad de Pars. Como francomasn, el vea los colores de la secta.
16
(') Todas las comunidades religiosas hacen la guerra al espectador, a fin de que
el culto no derive en un juego. La Ciudad Antigua asimila al hombre de afuera,
al espectador, con el enemigo pblico (hostis); la entrada a los templos le
est prohibida; su presencia durante las ceremonias es un sacrilegio.
( 2 ) El gran pavor de los bien pensantes, Pars, 1931, p. 176.
( 3 ) Noches de San Petersburgo, T. II, p. 457.
17
18
19
(')
(2)
(3)
()
(5)
20
te. El rey vendido, mofado y crucificado entre dos ladrones es transformado en Rey de reyes, en Juez de jueces; el instrumento del suplicio
en instrumento de salvacin, y, despus de veinte siglos, contemplamos
con veneracin cada detalle de esta divina comedia.
Lo mismo que la salvacin de la humanidad por Nuestro Seor ha
procedido y permitido la formacin de un orden cristiano, as la poltica metafsica precede a la poltica agonal. La sangre de la reparacin
necesaria del juego (*). Cuando un pueblo ha cado de la poltica metafsica agonal a la poltica-juego, l no vuelve jams a la primera sin pasar por la prueba de la poltica metafsica. La Prudencia y la Justicia
divina lo han dispuesto as. El purgatorio de los pueblos est en la tierra.
La dictadura no constituye una excepcin a esta regla. El dictador
es generalmente un jefe de partido que, habiendo llegado legalmente a
jefe del poder ejecutivo, ensaya retornar a una poltica agonal. Ahora
bien, la historia ha probado que ningn dictador llegado al poder por
medios de la poltica-juego, puede instituir un rgimen durable. El copia
siempre alguna cosa del pasado; l no crea n a d a : slo Dios d el poder
de crear. No es sin embargo lo mismo en la llamada dictadura militar
surgida de un golpe de Estado. Ella s puede crear un orden durable,
porque ella no debe nada al juego: ella emana de una institucin esencialmente agonal^ el ejrcito. Pero ella puede tambin caer en la polticajuego, si el jefe militar busca una justificacin humana a su conducta,
o se apoya en la legalidad. No se puede servir a dos seores, Dios y la
opinin. Cuando el hombre cree haber encontrado la paz y la seguridad
en el orden material, la revelacin est prxima.
Pascuas de 1969.
GUILLERMO GUEYDAN DE ROUSSEL
A. C. A.
El Bolsn (Ro Negro)
EPIGRAMAS
De
Es,
Su
En
21
Hernndez,
ese desconocido
Por LUIS SOLER CAAS
22
EL ESCANDALO
Por otra parte, si hay una tradicin en la que encaja perfectamente
Hernndez cul es? Porque a partir de la segunda mitad del siglo pasado se inauguran en nuestro pas modos de vida, sistemas y formas
de gobernar, actuar y pensar que, como quiera que sea, al cabo de 80
o 100 aos tambin aspiran a ser reconocidos como tradicin. Para decirlo en otras palabras: encaja, se adeca, pertenece Hernndez a la
tradicin liberal?
Porque este hombre desconocido es, antes que nada, un hombre
traicionado. Quizs el primer culpable es l, cuando en sus ltimos aos
se reconcilia con sus antiguos adversarios, vuelve sobre sus pasos, apoya
la capitalizacin de Buenos Aires y, finalmente, claudica, como claudicaron o se entregaron otros, adoptando posturas conformistas o resignadas.
Pero hay una tradicin posterior, enorme, abusiva, que se cierne
sobre el poeta y sobre su obra. Largo tiempo estuvo el Martn Fierro
ausente de las letras oficiales, hasta que en el presente siglo Rojas y
Lugones redescubren su valor y lo proclaman con actitudes que en su
audacia asumieron los contornos del escndalo. Escndalo que lo fue,
en verdad, para una clase intelectual que era expresin y soporte del
rgimen oligrquico-liberal, y que no se resignaba entonces, como no se
resigna hoy, a ver en el Martn Fierro ms que una obrita apta a lo sumo para el consumo popular, para el deleite de las llamadas clases bajas
de la poblacin. No nos extraemos: entre las personas cultas, Martn
Fierro es hoy ms un prestigio intocable que un libro ledo, admirado
y comprendido.
EL TRAICIONADO
A Rojas, a Lugones y a los dems que siguieron sus pasos se les
debe incuestionablemente el mrito de haber reivindicado para Martn
Fierro una posicin de primer plano, de haberlo hecho aceptar por la
inteligencia oficial del pas. Pero esto entra, a la vez, una traicin
al hombre de pensamiento claro y definido que fue Hernndez. Era,
quizs, demasiada pretensin la de que no slo se aceptase su obra
sino tambin se respetase su conformacin mental y la direccin a la
que aqulla apuntaba.
Por eso, lo que es un poema social queda definido como un poema
pico donde lo nico pico podra ser el herosmo de la miseria v el
estoicismo con que su hroe sufre la injusticia y la arbitrariedad y
lo que tiene un meridiano fondo poltico queda velado por la mera literatura. Y por eso, tambin, la vida de Hernndez, su trayectoria de
hombre, de soldado, de periodista, de poltico, de hombre de gobierno,
de revolucionario, de poeta "comprometido", queda relegada a la penumbra. Una penumbra que todava no ha sido aclarada del todo y que,
cada vez que'se rasga el lienzo tras el cal se oculta el Hernndez real
y vivo, proporciona una nueva sorpresa.
23
EL MISTERIOSO
"Ese hombre misterioso que es Jos Hernndez", o decir una vez
en la rueda de una conversacin. Es cierto: hombre enigmtico, que
no se concluye nunca de conocer. Pero no porque l, personalmente,
lo fuera. Sino porque, para permitirle la entrada en el Parnaso de la
Inteligencia Oficial, haba que desvanecer sus rasgos ms acusados y
permanentes, desfigurar sus actos ms autnticos, sumir el fondo de su
vida y de su accin en una sombra confusa y propicia a las equivocaciones de buena fe de quienes vendran ms tarde.
Mucho se ha discutido estticamente el poema. Mucho se ha discuirido acerca de su hechura idiomtica y acerca de los mil problemas
curiosos que plantea al fillogo. Todo eso sirve para charlar agradablemente en la sala de recibo. Pero el libro, con su verdadero significado, y el hombre, con su dimensin real, continan olvidados en un rincn de la cocina. El Martn Fierro se lee menos y se entiende peor en
las ediciones de lujo que se nos brindan ahora. Las del tiempo de Hernndez, rsticas y torpes, las comprenda a las mil maravillas el hombre de pueblo.
La gloria no es a veces ms que una forma de la muerte. Y a Jos
Hernndez - Martn Fierro han querido matarlo mediante una transformacin que parecera prodigiosa de haber sido sbita, pero que resulta
natural por lenta y sutil. Confabulacin en su contra? S, una confabulacin en la que todava siguen entrando muchos con toda inocencia
y buena fe. De ah resulta entonces u n Martn Fierro desabrido, porque
no puede gustar del todo aqullo a lo que se le quita el sabor original,
y un Jos Hernndez despojado de su profunda y autntica realidad.
A SU HECHURA Y SEMEJANZA
El liberalismo, la oligarqua, slo podan admitir un procer de las
letras a su hechura y semejanza. De ah la persistencia de discusiones
tan ociosas como las del rosismo o antirrosismo de Hernndez. El
autor de- Martn Fierro no fue rosista. No tena por qu serlo. Pero el
empeo, por el contrario, en presentarlo como antirrosista tiene su explicacin : haba que adecuarlo a la conformacin mental de la oligarqua para que no desluciera en el Panten de Hombres Ilustres. Hernndez no fue rosista (como tampoco antirrosista) porque cuando Rosas cae derrotado en Caseros y con l toda una poltica nacional, original y recia, autnticamente argentina y americana el futuro autor
de Martn Fierro tiene apenas 17 aos y anda procurando orientarse
delante de los amplios horizontes y los mil caminos que le ofrece la vida.
Se definir polticamente ms tarde y ser para acompaar a Urquiza
y al federalismo, es decir, para situarse en una lnea que no estar lejos
de Rosas.
Que alguna vez, con posterioridad, haya escrito sobre el Dictador
y no con elogio, poco o nada quiere decir. Rosas, para el tiempo en que
Hernndez escribe, es slo un fantasma que pasea su nostalgia en una
24
Inglaterra brumosa. No era a l a quien combata, sino a seres ms cercanos y visibles, llamados Mitre, Sarmiento e incluso Urquiza. S, porque cuando Hernndez, como Lpez Jordn, como Juan Coronado, como
Francisco F. Fernndez, como Olegario V. Andrade, se convence de que
el triunfador de Caseros y el vencido por propia determinacin en Pavn ya no responde a los reclamos y a las esperanzas del pas federal
se vuelve, lgicamente, contra l. Es Urquiza quien se aparta de la "lnea" y Hernndez quien permanece en ella.
ACTO DE SERVICIO SOCIAL
Este Hernndez, que batalla por el progreso real del pas, por su
reforma poltica/ y social, que defiende al criollo y en general al pobre,
que lucha contra las leyes de gauchos para la frontera, que propugna
ia divisin de la tierra, no es un cantor lrico, ni siquiera pico: es un
periodista de pluma de fierro, mojada sin hesitar en spera tinta de verdades, que pelea sin descanso en el agrio combate de la prensa, tanto
en Buenos Aires como en Rosario, lo mismo en Corrientes que en
Montevideo.
Ese periodista es tambin soldado, poltico, hombre de andar jugndose la vida, que Sarmiento pone a precio, y de andar en conspiraciones y en revoluciones. Antes que obra literaria, Martn Fierro es acto
de servicio social. All se revel el poeta, es verdad, pero un poeta que
para serlo en la plenitud de su inspiracin necesit el acicate de una
jealidad que le dola entraablemente.
Poeta social, s, pero sin ninguna de las adherencias interesadas o
parciales con que hoy suele acompaarse la expresin. Poeta social, con
toda limpieza. Cuando Hernndez se pone en versificador de lirismos
le salen esos versos abominables que suelen traer algunas ediciones antiguas de Martn Fierro y que parecen surgidos de cualquier otra plum a : cualquiera, diferente, ajena. Pero cuando encuentra su tema, aquel
oficio de cantar opinando se revela en l sin vacilaciones ni torpezas.
Es agua de manantial que va brotando. Es Martn Fierro, sustancia caliente y viva de su alma. Mensaje de protesta, pero tambin de esperanza, como slo podan producirse aquellos hombres admirables que, tal
Hernndez, prolongaban en el papel impreso el combate fsico y la contienda ideolgica. Y que, si haba que cantar, "cantaban opinando".
SIMBOLO DE UN PUEBLO
Ese hombre desconocido que en parte es todava Jos Hernndez,
especialmente para la gran masa receptora, en forma casi exclusiva,
del concepto maosamente elaborado por sus mentores: prensa, ctedra, escuela, surgir algn da en su cabal estatura y en la verdadera
significacin de su pensamiento y de su obra ante los ojos asombrados
de la Argentina.
Se ver entonces que el peridista combativo, el poltico de enjundia y el poeta social no son sino una sola y nica personalidad: que
25
EPIGRAMAS
Yo para qu nac ? Para salvarme
Qu tengo de morir? Es infalible.
Dejar de ver a Dios y condenarme
Triste cosa ser; pero posible.
i Posible ! Y ro y duermo y quiero holgarme !
Posible! Y tengo amor a lo visible!
Qu hago? En qu me ocupo? En qu me encanto?
Loco debo de ser, pues no soy santo.
LOPE DE VEGA
Envi "Tremontorio"
(Capital)
26
\i
EPIGRAMAS
Tan tn Quin llama Di:
se ahorca aqu a la gente
desaforada? Aqu
se ahorca, simplemente.
MACHADO el MAYOR
Envi Mara Liz
(Adrogu)
27
EPIGRAMAS
De noche en un mal paso y sin linterna
Juan se rompi una pierna
Vaya todo por Dios !
Lo curaron tal cual; pero volviendo
A aquel paso tremendo
Juan se rompi las dos.
Y se san difcil, mas regresa
Rompise la cabeza
Y muerto qued all.
Si a un cristiano su culpa se le absuelve
Y al vicio vuelve y vuelve
No le sucede as?
CAYETANO FERNANDEZ, Pbro.
Envi Mara Luz Bringas
(Capital)
30
encadenar un ro,
y festonear de sangre las barrancas,
para que el pjaro de glora y de tormentas
abriera an sus alas. . . !
Es el mismo lugar. . .
Sobre las islas se va la tarde,
y viene sobre el ro una canoa,
y los speros remos van quebrando el ro de cristal.
Se oscurece la cruz sobre los muertos,
y despertando a un sueo de cien aos,
sobre el agreste manchn de las barrancas
golpea la brisa un grito federal.
EDUARDO GOMEZ TAYBE
(Rojas 141 - Capital)
EPIGRAMAS
Un yanque llamado Adlai
Nacido en el Uruguay
Se fue a pasear por el Cerro
Y al bajar mordilo un perro
Y muri gritando: "Ay
Ayayay!"
Un alemn nombre Von
Nacido en Samborombn
Se empach de bizcochuelo
Y de puro desconsuelo
Se muri del corazn
De un tirn.
Un francs llamado Alejo
Nacido en Jacometrejo
Que andaba guiando un Fort
Para ganar un recort
Se estrell contra un cangrejo
Y grit: "Za c'est trop fort.
Je suis m o r t !
Compuso y envi
ADLAI HARRISON
Vicente Lpez
Rechazo del
corazn ajeno
Por JUAN CARLOS MORENO
cia de la prctica de los cardioinjertos. En vista del fracaso del trasplante del corazn humano (despus de h a b e r s e descartado el de un
animal) se habla ahora de "prtesis de plstico", es decir, de la aplicacin de un aparato que equivaldra a un corazn artificial; pero puede
adelantarse que su resultado sera igualmente negativo.
Los cirujanos especializados coinciden en afirmar que el aspecto
principal negativo del trasplante se debe al rechazo por el paciente del
corazn ajeno. Esto significa que el reemplazo del corazn no es lo
mismo que el reemplazo de otro rgano cualquiera. Adems, el injerto
origina otras enfermedades concomitantes, como reconoci Barnard : "El
rechazo desarroll una enfermedad generalizada en otras arterias". Si
en la operacin ms feliz hubo rechazo con afecciones colaterales, es
de suponer que los hubo tambin en los casos menos felices.
Es difcil determinar el instante de la muerte del hombre a quien
se le quitar la viscera, operacin que se hace enseguida del colapso,
en procura de un corazn latiente, que podra seguir viviendo en su
cuerpo natural sabe Dios cuanto tiempo ms todava. El mdico norteamericano;/Wright refiri el caso de un hombre que no registraba ya
actividad cerebral y que luego experiment signos de recuperacin. Se
han hecho experiencias con agonizantes, y esto es sencillamente inhumano !
Habra vivido ms tiempo el enfermo cardaco con trasplante o
sin trasplante? He aqu una pregunta clamorosa. En el caso de Blaiberg,
su mdico dijo que le haba calculado un mes de vida si| no le hubiera
practicado el trasplante. Quin puede asegurar que eso habra ocurrido
ciertamente? He conocido a una m u j e r , muy enferma del corazn, a
quien un buen mdico le dio pocos meses de vida, y la paciente sobrevivi siete aos. Y los ejemplos como ste no son excepcionales.
Al comentar la muerte de Blaiberg declar "L'Osservatore Romano" :
Es un balance que llama la atencin y aconseja prudencia".
He aqu ahora algunas reflexiones sobre el particular, con las cuales estaba de acuerdo el doctor Rmulo Mara Garona Carbia, recientemente fallecido, clnico inteligentsimo y hombre de conciencia religiosa.
1?) "El corazn tiene razones que la razn no tiene". No son las
razones de la ciencia fra y convencional las razones del corazn, que
son tambin las razones del alma, como la Biblia llama frecuentemente
al corazn.
2) ,E1 corazn es la viscera vital ms importante del cuerpo humano; ms que el cerebro, porque ste puede quedar absolutamente
insensibilizado cuando el hombre an no ha muerto, y el corazn, en
cambio slo cesa de palpitar cuando se produce el deceso.
3?) El corazn es el rgano, que denota el carcter y el temperamento de un individuo, que lo distingue de otro individuo. La sustitucin del corazn propio por otro, trae consigo una alteracin, no slo
funcional, sino psquica y afectiva.
4?) Segn algunos telogos el corazn, por ser el rgano ms noble,
es el receptculo primordial del alma humana. Se piensa que el alma,
32
por ser espiritual, no ocupa lugar. Tal objeccin se refuta diciendo que
los ngeles, que son seres espirituales, por trasladarse de un punto a
otro, en cierto modo, ocupan lugar. Al ser sustituido un corazn por
otro, si no desaloja el alma del cuerpo vivo, producir un trastorno
psquico en la parte superior del hombre y cierto cambio de la personalidad, como se ha observado en algunos individuos cardioinjertados.
: 5V) Sostiene Sa,nto Toms, con San Agustn, que "las cosas corporales son gobernadas por Dios mediante las espirituales". Por cuanto el
alma tiene ascendiente sobre el cuerpo, entiendo que el corazn instalado en un cuerpo distinto es rechazado por el alma. Si no es as, qu
es, entonces, lo que rechaza al corazn trasplantado?
Lo expuesto puede explicar el rechazo de los corazones transferidos y el fracaso de todos los tipos de cardioinjertos.
No puede jugarse con el corazn humano. Prefiero morirme con mi
propio corazn, antes que con otro prestado. Y al fin, dejar este cuerpo corruptible alguna vez no lejana. Y deseo que el da de la resureccin (dogma en el cual creo), mi alma encuentre a su corazn junto
con el resto del cuerpo que la, alberg.
EPIGRAMAS
Un santo se sac la lotera
Y a Dios le daba gracias noche y da.
Mas un ladrn peor que el Iscariote
Lo rob con auxilio de un garrote.
Dios premia al bueno; pero viene el malo
Le quieta el premio y le sacude un palo.
En la orilla del Tigris un camello
Lloraba por tener muy largo el cuello.
Y en la orilla del Nilo un sapo absorto
Lloraba por tener el cuello corto.
Que no tengas, lector, yo te lo encargo
El cuello ni muy corto ni muy largo.
Don Ventura Rodrguez Monteroso
A la vejez le dio por ser celoso
Una vez se escondi tras un panel
Y vio que su mujer.no le era fiel.
Si quieres ser feliz, como me dices,
No analices, muchacho, no analices.
Envi PERANZULES
(Beccar)
33
A G O S T O
10 VIII 69 En Montevideo hay disturbios callejeros y un "enfrentamiento de pcleres" que el diablo que lo entienda. El motivo es una
cosa increble: unos 6.000' empleados bancarios han sido declarados "desertores" por el Ejecutivo. "Desertor" es una palabra que tiene muy determinada significacin; pero los Presidente democrticos de hoy mandan incluso en la semntica. Sern desobedientes, podrn ser declarados
cesantes, pero "desertores"'. .. Una de tantas "mentiras pintorescas" de
South amrica.
11 VIII. 69 Arresto y retiro del Gral. Labanca. El Ejrcito, que es
hoy en la Argentina lo que antao la Nobleza en Europa (y aun mucho
ms que eso) se halla dividido y en ebullicin. Mal sntoma.
12 VIII 69 Continuos bombardeos y atentados en y contra Israel
y Egipto y Lbano y Libia. Guerra al menudeo que solo Dios sabe adonde
conducir.
13 VIII 69 Episcopado tiene plata y ha instituido un concurso
para la Radio y la Video con cuantiosos premios, que cuando los otorgan uno no entiende el por qu. Peor se poda gastar la plata; pero
mucho mejor tambin.
14 VIII 69 Rusos y chinos se han trabado en una batalla en serio.
China puede si quiere levantar un ejrcito de un milln de hombres;
y Rusia otro tanto. El foco de guerra ms amenazante en el tormentoso
mundo de hoy.
15 VIII 69 Libertaron 59 presos-polticos contra quienes nada se
poda probar. Quedan otros 109 en la misma condicin quizs.
16 VIII 69 Esos concursos de ODOL por un milln con preguntas
acerca del tango, del perro o de la historia del Africa Central son infamantes para el intelecto humano. Deberan convertirse en concursos de
matadores de moscas. El que mate ms moscas en un verano, un milln de pesos. A lo mejor las moscas machacadas sirven para fabricar
ODOL o alguna otra droga.
17 VIII 69 Todas las mismas cosas de siempre, aumentadas.
34
a la Santa. Patrona de la humildad, la oracin y la penitencia que andan escasas en Amrica. .. lo mismo que la independencia, por lo dems.
SEPTIEMBRE
1 IX 69 Per empat con la Argentina y por tanto perdi la
Argentina. No iremos a Cartagena: non ibis ad epstolam alienam, nos
quedaremos en casa. Qu tristeza, qu tristeza!
. . . Que era robado el partido / Tomronme de picado /
He perdido y me he cansado / Mil cosas habis perdido /
El descanso y el dinero / Qu haya juicio / Que del
cansancio haga vicio / Y tras un inflado cuero / Que el
mundo llama pelota / Corra ansioso y afanado? Cunto
mejor es, sentado / Mirar los pies a una sota! / Que
moler piernas y brazos! Si el cuero fuera de vino / Aun
no fuera desatino / Sacarle el alma a porrazos. / Pero
perder el aliento / Con una y otra mudanza / Y alcanzar, cuando se alcanza, / Un cuero lleno de viento! / Y
cuando una pierna rota / Brama un pobre jugador / Ver
al comps del dolor / Ir brincando la p e l o t a ! . . .
(Juan Ruiz de Alarcon, mejicano, comedia famosa
de "Las paredes oyen", 1627).
2 IX 69 Cerr la muestra pictrica del Dr. Jos Cataldo y no
pude verla por segunda vez culpa de mis achaques. Cataldo es tan buen
mdico como buen pintor. Yo no entiendo de pintura argentina y por
eso quera llevarlo a Baldomero Snchez que me dijera que si Spilinbergo, que si Berni, que si Fernando Fder. . . Pero puedo segn creo
ver si un cuadro es bueno o no; porque he visto detenidamente casi
todos los grandes museos del mundo ; y s que los cuadros de Cataldo
son muy buenos, las figuras, los paisajes, las marinas, que son lo que
ms me gusta: traslada el agua en todas formas como los m i s m o s
ngeles.
3 IX 69 Prosiguen por todo lo alto las ejecuciones de pistoleros
a cargo de la polica y de policas a cargo de pistoleros, en forma espordica y casual. Mejor sera se hiciesen como en las otras naciones civilizadas, en forma formal o sacral. O no? La pena capital no somos
los argentinos aptos a administrarla bien, deca el finado Ennis.
4 IX 69 El ministro de Difluxin y Turismo, Coronel Prmoli
declar con elocuencia en un almuerzo de la Prensa Extranjera que en
el pas hay libertad de prensa ("informacin" dijo cautamente); y cuando un periodista sac a relucir la clausura de "Primera Plana", dijo que
eso era debido al estado de sitio; porque hay libertad de prensa, pero
tambin hay estado de guerra. El otro retruc que entonces NO haba
libertad de prensa y el Prmoli dijo que s haba porque l as lo opinaba
y cada uno la piensa como la quiere; como ocurre con su apellido que
algunos acentan "Premli" y otros "Prmoli", ad lbitum.
Ledo para
usted
debo retirar ahora, pues veo es injusta. O bien su libro sobre Dostoiewski; es chato y contiene un disparate; el decir que al trasluz del personaje de la novela "El Idiota" se ve a Jesucristo. En todo caso se podra
ver a un Francisco de Ass i n f o r m e . . . antes de su conversin. Otros,
su libro sobre Pascal (por qu no deja en paz a los genios y se mete
solamente con sus congneres?) editado por Emec Editores con el ttulo algo cambiado, en cuya "fly-leaf" escrib: "Es mediocre crtico, mediocre escritor y mediocre filsofo: una especie de Sciacca alemn. El
no haber entendido "El Instante" de Kirkegord es sntoma mortal". Pero
dos aos ms tarde rele el libro y me arrepent del juicio anterior y lo
correg en esta f o r m a :
. . . Guardini es ledo y escrebido y slidamente cristiano. He tenido la satisfaccin de ver que lo que ense
acerca de Pascal en 1954 en el IEU (Colegio del P. Meinvvielle) coincide con esto. Pascal muri catlico y no fue
nunca jansenista del todo. Y al final, nada.
Sin embargo me parece que G. le carga la romana: porque omite el lado poltico del barullo, las medidas coercitivas injustas, y los errores fatales de los jesutas que
poco ms tarde haban de acarrearles la expulsin, y la
supresin.
No obstante Pascal era el genio, y por tanto tena la
obligacin de ser mayor que sus enemigos (y lo fue al final) y realizar l la sntesis que los otros no realizaban.
La sntesis no se realiz (aunque Pascal salv su alma)
y en consecuencia tanto los jansenistas como los jesutas
fueron destruidos.
Por qu la sntesis no se realiz es el secreto de Dios,
puede porque tanto Pascal como Saint-Cyran murieron
en camino. Si se echa la culpa desto a Pascal, es fcil
defenderlo con su enfermedad y gravsimas dificultades
de todo orden. Tambin Dios solamente sabe porque el
mayor libro de apologa del Cristianismo en los tiempos
modernos no lleg a escribirse".
Queda que el complicado anlisis de G. ni es claro ni parece del
todo exacto. Penetra ms que el igualmente largo de Sainte-Beuve, que
es ms claro; pero el gran crtico no tiene la fe catlica. Queda tambin que el "caso Pascal" es dificultoso; en lo que concierne a su
interior.
KARL ADAM La esencia del Catolicismo Cuando yo era joven
(es decir, cuando sali este libro en la "Biblioteca de Doctrina Cristiana" de los salesianos, vol. XXIIII) me dijeron tena que leerlo porque era un nomplusultra y puro oro molido. Yo empec, pero lo dej.
Ahora lo he ledo todo y veo tena ms razn cuando joven.
Pertenece al "genre ennuyeux": pot-pourri apologtico.
No responde al ttulo: son consideraciones (divagaciones) acerca
42
$
Vamos a dejar de lado las respectivas cintas, que no vi ninguna de
las dos, ni pienso. La declarada preferencia de ambos cronistas (uno de
]os cuales tuvo buen cuidado en apuntalarla con loas a Borges y a una
tal doa Victoria, de la cual juzg oportuno no mencionar apellido, gracias lo /cual no s de quien se trata, es sintomtica).
"La Prensa", Canal 13 y Borges prefieren esa especie de To Tom de
las Pampas que viene a ser Don Segundo Sombra, el gaucho ya civilizado por el liberalismo, a quien se le ha enseado cual es su lugar en
el pas de las vacas gordas y los peones flacos, como d e c a . . . (perdn).
Mi me lo comparen con el hirsuto y pendenciero Martn Fierro, siempre
cuestionando la autoridad, retobndose siempre en el cepo! Un malandrn, si hemos de creer a Torre Nilson.
Y a propsito de "Babbs" saban ya que prepara para el bo una
vida de San Martn? Va a salir una gran pelcula. Como que segn declar en Enero de este ao Torre Nilson (ver Primera Plana N 15, pg.
4 ) : "Ahora que estoy metido dentro de la vida de San Martn he notado algunas similitudes entre su carcter y el Presidente Ongana. La
seriedad, el protocolo, la firmeza, la sonrisa remisa y escasa, la adustez.
Siempre que San Martn hablaba deca cosas transcendentales, medidas, grandilocuentes; Ongana t a m b i n habla as con firmeza y sin
exageraciones".
,E1 Martn Fierro de Torre desencaden el Segundo Sombra de Antn, da miedo que su San Martn incite a alguien'' a filmar la vida d e . . .
i La pucha, se me acab el espacio! Otra vez la sigo.
(B. S.)
EPIGRAMAS
Quin sufre un cochero exento
cuya lanza cocheril
rompe ms entre cristianos
que entre moros la del Cid?
JUAN RUIZ DE ALARCON
Envi Martn Morata
(Tmperley)
48