Literatura Boliviana L Historia y Crítica 1953 1980 2192kb
Literatura Boliviana L Historia y Crítica 1953 1980 2192kb
Literatura Boliviana L Historia y Crítica 1953 1980 2192kb
LITERATURA BOLIVIANA
INTRODUCCION AL ESTUDIO DE LAS LETRAS NACIONALES
DEL TIEMPO MITICO A LA PRODUCCION CONTEMPORANEA
CUARTA EDICION
Actualizada hasta 1980
Prlogo del
Dr. HUGO BOHORQUEZ R.
Profesor de Filosofa e Introduccin al Derecho
en la Universidad Toms Fras de Potos
INDICE GENERAL
INDICE GENERAL
Fernando Diez de Medina, Visto por el Dr. Hugo
Bohrquez R. .....2
Prlogo a la Primera Edicin 10
Prlogo a la Cuarta Edicin ..12
INTRODUCCION
CAP. I. PARA UNA LITERATURA NACIONAL ..15
CAP. II. BOLIVIA: TEMA GENERADOR .25
LOS SURCOS ANDINOS
CAP.III. EL TIEMPO MITICO .34
CAP. IV. EL PASADO KOLLA ...48
CAP. V. LA HERENCIA QUECHUA .72
LA SIEMBRA HISPANA
CAP.VI. LA CONQUISTA ...96
CAP. VII. LA COLONIA ..104
PROLOGOS
PROLOGO A LA PRIMERA EDICION
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INTRODUCCION
CAPITULO 1
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CAPITULO II
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materiales para una vida cmoda, hay que agregar la lucha fatigante
con el "monte"; media vida se pasa "desmontado", limpiando el suelo
de malezas y de rboles para establecer haciendas o industrias. O
vienen las pocas hmedas y los grandes ros que bajan de las
cordilleras inundan las planicies, como ocurre en el Mojos legendario.
Santa Cruz es ya un floreciente polo de desarrollo henchido de
profcuas realidades.
En Moxos y Chiquitos, pinta Moreno as el paisaje: "Horizonte sin
lmite aqul, planicie esplndida y terrible, vida contrastadsima la de
sus pobladores, as brbaros como civilizados. La inestabilidad de la
naturaleza, de la gran naturaleza, derrama aqu con profusin
indescriptible sus dones ms exquisitos y magnficos, y un instante
despus los arrebata con torvo ceo y brazo destructor. Porque las
lluvias torrenciales del esto convierten las repuestas y plcidas
campias en un solo mar inmenso y navegable en todas direcciones".
La naturaleza fsica, colosal, desmesurada, rica de toda riqueza
imaginable; en lo sociolgico, la tierra quieta, dormida, esperando el
abrazo fecundo del progreso. Santa Cruz, Beni, Pando, son el futuro
henchido de grmenes secretos. Y la raza oriental, buena indolente,
generosa y brava, mezcla la dulzura de la herencia nativa
chiriguanos, guaranes, cambas con el seoro hispano, y un
mestizaje admirable de sangre nrdica inserta en savia criolla. La
opulencia, que invita al dominio organizado de un mundo virgen. La
llanura: paisajes hermossimos, la selva inextricable, los grandes ros,
y el drama nacional acrecentado en el herosmo de las gentes
orientales luchando con la grandeza aterradora del suelo. Un provenir
ilmite, que tambin habr que saber conquistar.
En las primeras dcadas del siglo XIX, en su famoso Viaje por la
Amrica Meridional, D'Orbigny, el sabio francs a quien debemos
todava una deuda de amor y gratitud, nos descubri la realidad
geogrfica, econmica y social de este pas. Mucho tiempo despus,
otro gegrafo de renombre, Eliseo Reclus, apuntaba: "No es, pues,
Bolivia la clave de la bveda del continente?" En el siglo XX, aparte de
estudios aislados de especializacin que los hay de calidad falta
un panorama de conjunto para acercar la realidad de esta sntesis
csmica de montaas, valles y llanuras, que hasta la falta de costa
ocenica suple con los misteriosos lagos o mares interiores del
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EL TIEMPO MITICO
La montaa, Dios Mayor del ancestro. Filosofa csmica. "Chamak-Pacha" o la Edad
Oscura. Los tres "Tiwanaku" legendarios y los cinco de la arqueologa. "Ka-kaa-ka" y el
Hombre-Roca. Leyendas de "Pacha", "Wirakocha", "Khuno", "Thunupa". Simbologa sideral y
telrica: "Willka", "Pajsi", "Inti". La madre tierra y la madre mar. La rapsodia arcana de las
Cordilleras: los grandes nevados, centros de revelacin mtica y potica. Principales autores que
se ocupan de la temtica ancestral.
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Heath que los Andes surgieron tres veces del ocano y tres veces
volvieron a insumirse antes de lograr su actual configuracin. Ni
gelogos ni paleontlogos marchan de acuerdo; pero los poetas
saben, como el indio, que la gnesis andina hay que buscarla en el
pasmo de las cumbres.
Alteza de cumbres en desgarro, mares que se petrifican en montaas,
abismos sumergidos bajo el agua! Fueron tantas las proezas del
antiguo morador del Ande, cuanto las peripecias de la tierra; poco
estudiados, suelo y poblador duermen el sueo intacto de la espera.
Aqu orogenias y paleografas brotan de campo virgen. Hubo
trastornos geolgicos, imperios altaneros, devastaciones, xodos,
tumulto y destruccin de pueblos; tantas veces cuantas la planta
humana afront las revoluciones de la naturaleza y el torbellino de los
corazones. Qu pupila alcanza el espanto final de la poca Glacial?
La meseta andina, que asciende todava lentsima, a razn de treinta
centmetros por siglo, da la pauta de esas transformaciones pretritas,
cuando los montes se erguan como trombas de agua y el mar
inmovilizaba sus furores en rudas serranas. Imaginad al hombre, por
grande que fuese, perdido en el terror de la marejada csmica!
No es en las ciudades megalticas del altiplano, sino en las
portentosas catedrales nevadas de los Andes, donde nacen los dioses
y los hroes indios. El mito, que es la necesidad de hallar causas a los
hechos, la interrogacin al misterio, subi en la inteligencia andina
conforme el hombre se acerc a la comprensin de los fenmenos.
"Taypikala", "Wiaymarka", "Konko", "Lukurmata" (1) (nombres kollas de ciudades o
, apenas son un reflejo lejansimo del tiempo
cosmognico, cuando naturaleza y hombre lidiaban cara a cara.
Milagro es que an subsistan los escombros del "Tiwanaku" en la
sinfona helada de las cordilleras!
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Cuentan los mitos que durante la Edad Oscura, cuando los pueblos
aterrados pedan luz para salir de las tinieblas, "Wirakocha" se
convirti en su sol resplandeciente que surgi del centro el Lago,
sobre el pen de "Itikaka". Otros dicen que apareci en tiempo muy
distante un hombre blanco, de aspecto venerable y de tan alto poder,
que de los cerros haca llanuras, de las llanuras cerros; manejaba a
voluntad truenos y relmpagos; haca brotar agua de las rocas.
Ense y civiliz a los pueblos, castig a los malos, recompens a los
justos, y un da se le vi caminar sobre las aguas y desaparecer en el
centro del Lago. Era "Wirakocha". Se le atribuyen las dos
destrucciones de "Tiwanaku" y la creacin y aniquilamiento de las dos
razas primordiales: los "Wari-Wirakochas", hijos del dios, y los "Waris",
hijos de la tierra, que cayeron en corrupcin. "Wirakocha" deidad
proteica, es a un mismo tiempo gobernador celeste y mediador entre
la divinidad y los hombres. "Pacha" en cambio, el dios original,
innominado para el pueblo, slo fue conocido por los "tiamusi" o
sacerdotes del culto escondido. Tan lejos fue "Wirachocha" en su
influencia teognica, tica y civilizadora, que jefes kollas y reyes incas
toman su nombre como ttulo autocrtico. Fue el legislador del tiempo
arcaico, tal vez el constructor de los Monolitos, el antepasado mayor
de aimras y quchuas. Su figura guerrera est representada en la
Puerta del Sol y se reproduce en centenares de monumentos ptreos,
vasos sagrados y tejidos.
"Wirakocha", el Hacedor, encarn los poderes del aire, del agua, del
fuego, de la tierra. Es la montaa hecha dios.
El tiempo transforma el mito primitivo. Perdida la antigua relacin
sacerdotal entre hombre y naturaleza, cuando a la decadencia kolla
sucede la aurora inca los andinos adoraban a "Kon-Ticci-Wirakocha",
la nueva trimurti ando-peruana hielo, puma, guerreo. Ms tarde
surge el mito helioltrico: "Willka", el sol y "Pajsi", la luna, reciben culto
religioso. "Willka" se convierte luego en "Lupi", el calor que irradia el
sol, y finalmente, como "Inti", pasa a ser el dios nacional de los
quchuas. "Yaurinka", la serpiente monstruosa que mora en el interior
de la tierra y provoca terremotos, volcanes, inundaciones; la que mora
en el fondo del Lago Sagrado, no evoca el minotauro cretense en
mayor escala?
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CAPITULO IV
EL PASADO KOLLA
La raza primitiva seorea medio continente. Pruebas de la dispora andina. En el principio fue
el aimra, despus el quchua. El "ayllu" y otras instituciones agrarias. Cultura ltica y espritu
geomtrico. Los diez y siete caudillos del pueblo kolla: de "Mallku-Kaphaj" a "Sapalla". Rasgos
sociolgicos de la nacin aimra. Religin nocturna, ciencias y artes, lo grandioso en lo sutil.
Historiadores y estudiosos: Arturo Posnansky, Jos Mara Camacho, Rigoberto Paredes, Federico
Diez de Medina, Ponce Sanjins y otros escritores.
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n origen del kolla o del aimra (1) (Primitivo habitante de la meseta ando-boliviana.)
que ambas palabras significan lo mismo oscila entre el mito y
la prehistoria.
Nadie sabe cundo apareci ni cmo. Oriundo del lugar para unos,
fruto de migraciones y trasplantes raciales para otros, slo el filsofo
acecha tamaa antigedad. "Estos indios son muchsimos ms viejos
de cuanto puede suponerse".
Kolla agrega los filsofos quiere decir: el primero, o cosa primera.
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Mucho antes de los Incas, una cultura poderosa irradi del Ande
Boliviano a los territorios que actualmente ocupan Per, Ecuador,
Colombia y a las regiones septentrionales de Chile y la Argentina.
Montesinos, el nico cronista Colonial con sentido olfativo del pasado
andino, dej una lista de cien reyes autctonos con sus nombres y
cronologas, que remontan al principio de la era cristiana. Excluyendo
los catorce incas conocidos, que comienzan con Manco-Capak, los
ochenta y seis restantes fueron soberanos kollas. Los aimras
seorearon medio continente.
Lo cierto es que los kollas imantan con su frrea voluntad la prehistoria
americana. Llevaron su podero poltico y su cultura espiritual ms all
de las fronteras locales, como lo demuestra un sencillo examen de la
toponimia regional en las zonas que conquistaron: "Cotopaxi",
"Ambato", "Pichincha", en el Ecuador; "Kocha-Wira" y "Cundinamarca",
en Colombia; "Aconcagua", "Copiap", "Valparaso", en Chile;
"Humahuaca" y "Catamarca", en la Argentina unas cuantas entre
muchas, son palabras de origen aimra deformadas por el uso
moderno, que denotan claramente la raz andina. Hubo tiempo en que
los estados prehistricos del norte y centro del Per, si no sometidos
militarmente a los kollas de Tiwanaku, al menos reciban su influencia
poltica y cultural, lo mismo el Cuzco y Naska que Pachacamar o el
Chim. No son, pues los innumerables testimonios toponmicos los
nicos que prueban las andanzas del aimra.
El kolla impuso a otras naciones su arquitectura religiosa y militar. Los
muros ciclpeos de Ollantaytambo y Sacsahuamn, en el Per,
revelan en sus bases lticas el mismo fundamento titnico que levant
en Bolivia los bloques de Tiwanaku y Tunka Punko. Si la penetracin a
lo que hoy es el Per est jalonada an por el cinturn de fortalezas o
"pukaras" que se tienden de Tiwanaku al Cuzco bizantino, tambin es
notorio que los templos de Coricancha y Pachacmac estn calcados
del clebre templo de Itikaka en nuestra pennsula de Copacabana.
Ese cngulo de fortalezas o cerros cnicos que hoy perduran obedece
a una idea estratpica: la mxima expansin asegurando el dominio
visual y geogrfico de las comarcas conquistadas. Baste observar que
las "pukaras" kollas prehistricas partiendo siempre de Tiwanaku
se tienden hasta Malca, en el Per, por el norte, y hasta Pucara de los
Sauces, en la Argentina, por el sur, abarcando ms de cuatro grados
geogrficos. La cermica y las armas guerreras, restos de estlicas y
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perecido lapidado por reprochar sus desmanes al dspota."KachaWillka" el Jefe Hermoso, emula con Sardanpalo en genio y en
tragedia: bajo sus afeminadas manos el imperio se tambalea. Pero es
slo un instante; muerto el rey indeciso, la hueste aimra resurge
fortalecida bajo el frreo puo de "Misti-Willka", impetuoso luchador, el
primero que aventur sus ejrcitos detrs de los muros de la cordillera.
"khuruki" el dspota al modo asatico, combina los combates con el
placer. En las treguas que le permiten sus guerras, se regala con las
doncellas que le envan las comarcas tributarias, estimula los grandes
coros lricos y adormece en msicas salvajes su temperamento
sensual y melanclico.
Despus de otra zona extensa de oscuridad, el imperio rebrota por
tercera vez en la voluntad acerada de "Chacha-Puma" el conquistador
de los Yungas. "Chacha-Puma" Hombre Lenevoca la epopeya
napolonica: es el oscuro hijo del pueblo que se eleva por sus propias
manos a la dignidad imperial. Parece ser que en esos tiempos de
revuelta, declinante la dinasta real, el audaz capitn con astucia y
coraje gan la admiracin de la muchedumbre india. La conquista de
las regiones tropicales fue la relacin de un mundo nuevo para el
aimra; y as como Csar vuelve de las Galias aureolado de fama y de
riquezas, "Chacha-Puma" regresa de los Yungas con el doble prestigio
del vencedor y del descubridor. Levant la dignidad del imperio, pues
fue tan severo en la paz como valeroso en la guerra. Se le atribuye el
secreto tctico para tomar las "llallahua" o "pukaras", esas fortalezas
casi inaccesibles desde las cuales el pueblo andino atalayaba sus
conquistas. Ensanch el mbito geogrfico del imperio, acrecent su
grandeza poltica mediante leyes sabias, construy caminos y
puentes, mejor el sistema agrario. Fue muy amado del pueblo y de
los suyos. "Puma-Khagua" vence a la nacin de los "chullpas", y su
nombre se conserva como smbolo de valor y de constancia. "AyarKachi", que para algunos era de la tribu de los "charcas" y para otros
ms bien los someti, fue sanguinario, violento, y su crueldad
innecesaria hizo que le llamaran "el que lleva la muerte".
Viene luego otra era de esplendor para el imperio. "Apu-Amauta",
guerrero y legislador, concede a los pueblos sometidos a la honda
aimra los mismos derechos que a los kollas. Suaviza las costumbres,
da importancia al sacerdocio de Itikaka, glorindose ms de la cultura
religiosa de su pueblo que de sus conquistas guerreras. Su hijo "Apu58
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CAPITULO V
LA HERENCIA QUECHUA
La lnea andina en la continuidad aimra-qucha. El Incario: un renacimiento racial. El "Tahuantinsuyo" y un juicio de
Oncken. Sabidura poltica y social del sistema incaico: principales instituciones, hechos y costumbres. Una teocracia
oligrquica y cooperativa. Los catorce emperadores incas: de "Manco Cpac" al bastardo "Atahuallpa". Bibliografa
quchua: Garcilaso, Sarmiento de Gamboa y Cieza de Len. Otros escritores. Jess Lara y "La poesa quchua".
La filologa recuerda a los Incas, maestros de belleza.
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mayor, parece que restituy el culto a las deidades telricas, pero slo
para los nobles. Hzose amar de nios y jvenes, para quienes
aconsejaba un clima medio de rigor y dulcedumbre "de manera que
salgan fuertes y animoso para la guerra y sabios y discretos en la
paz". Viaj mucho por el imperio, guerre sin tregua, administr
justicia, impuls el bienestar comn. Con los aos se le asent en tal
forma el equilibrio moral, que a pesar de la resistencia del monarca,
los indios le adoraron en vida.
Garcilaso lleg a ver la momia del "Inca Wirakocha". Tena la cabeza
nevada, como el monte secular, y en los ojos absortos, una majestad
de cosa viva. Era la triple radiacin del mito andino-aimra-quchua,
proyectando la lumbre del pasado a los tiempos que an no han sido.
A la muerte del Inca Wirakocha, la tiana de oro fu ocupada por su hijo
"Pachactec", el Reformador, el que cambi el mundo. (Obsrvese
que la palabra "Pachactec" viene de "Pachakuti": el Dios del Milenio
ancestral). El hijo, como el padre, se mantuvo en el retorno a los
manes telricos.
"Pachactec" fu llamado tambin el Padre del Imperio por la solicitud
con que gobern a su pueblo. Tiene la fortaleza dilatada del altiplano;
todo extenso, firme, con ansia de durar. Su clebre sentencia: "El
varn noble y animoso es conocido por la paciencia que demuestra en
las adversidades", refleja el dogma moral de su corte. Implant el uso
obligatorio del quchua, como instrumento poltico unificador del
Incario. Dict leyes ms justas para el pueblo, fund escuelas, casas
para las "ustas", foment la ingeniera agraria, premiando la mejor
labranza para estimular la produccin. Atendi menos a las guerras
que a la ordenacin civil, sin dejar de ser por ello guerrero arriesgado
cuando fu preciso. Su frrea voluntad de gobernante se atemperaba
con una honda compasin por las debilidades humanas; supo corregir
antes de castigar. Foment las ciencias y las artes. Fu conquistador
prudente, legislador previsor, juez justsimo. Baj a la tumba armado
de sus sbditos y temido de sus enemigos. La leyenda cuenta que en
plena Conquista, los indios del Cuzco solan recordarle con un canto
tiernsimo que, refirindose al noveno Inca, deca: "Volver un da el
Jefe grande y poderoso del tiempo antiguo Pachactec y
entonces no lloraremos ms".
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LA SIEMBRA HISPANA
CAPITULO VI
LA CONQUISTA
El mayor mal y el bien. "Ancestro" y "Colonia" se funde en afirmacin de hombra. Empresa de aventura y humanismo
prctico. Carcter cruel de la Conquista: sus yerros y sus faltas. Una nueva humanidad psicolgica; espritu unificante y
creador de la Colonia. Los cronistas soldados. Los PP. Vitoria y las Casas. El rapsoda moderno Maj Framis.
Cultura compuesta: hispanoamericano, no; indo-hispano-mestizo, s. Len ibero y puma americano. La Conquista
desde el ngulo sudamericano est por escribirse. Los PP. Jernimo de las Cuevas y Salas.
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LA COLONIA
Crtica de la organizacin social en los Virreinatos. Humanismo colonial. Tarea constructora de la Iglesia: los P. Acosta,
Barba. Calancha y Bertonio. El arte colonial y su polifona estilstica. Los "Comentarios reales" del rapsoda Garcilaso.
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Arsanz y Vela, cronista mayor de Potos: su "Historia de la Villa Imperial". Otros escritores coloniales. Poma de Ayala,
indio genial. "La vida social del coloniaje" por Gustavo Adolfo Otero. Charcas y Potos: dos polos culturales. Don
Simn en el Cerro Magno. Del choque de dos mundos, un tercero.
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Juan de Matienzo, citado por Finot, autor de Gobierno del Per, libro
muy consultado por los eruditos. Fu notable oidor de la Audiencia de
Charcas, sobresaliendo como jurista y escritor.
Gaspar de Escalona y Agero, nacido en Chuquisaca, abogado y
hacendista, descuella por su Gazophilacium, nutrido tratado de
conocimientos sobre el sistema econmico-legal de recaudar rentas, y
otros aspectos hacendarios que indirectamente informan de las
costumbres de la poca.
Antonio de Len Pinelo, aunque espaol de nacimiento, vivi algunos
aos en Potos, Chuquisaca y Oruro. Compuso una historia de Chile,
abundante en informaciones sobre el Alto Per, y El Paraso en el
Nuevo Mundo, libro singular, indito an, donde se pretende probar
que el paraso terrenal estuvo ubicado en el oriente boliviano:
concretamente en Santa Cruz.
Potos mantiene el cetro de nuestra literatura colonial. Abunda en
buenos escritores, pero el mayor caudal de esa rica produccin se
halla indito, perdido en archivos y manuscritos, por falta de una
corriente bibliogrfica bien encauzada que los saque a luz.
Si la cultura jurdica y humanista de Charcas forma los doctores,
sacerdotes, oradores sagrados y tribunos que dan lustre a la
mentalidad colonial, el Potos legendario de las entraas de plata, que
fu vrtice nuclear del rgimen hispano, es el centro temtico de la
literatura de tres siglos. Mucho es lo que tomaron extranjeros como
Palma, Quesada y otros de los anales y crnicas de la ilustre Villa
Imperial; hubo lo que an permanece ignorado por falta de publicidad.
Baste sealar que solamente como autores de historia y cronista
impresos unos e inditos otros estn: Antonio de Acosta, Juan
Pasquier, Pedro Mndez, Juan de Medina, Bartolom de Dueas,
Pedro Vicente Caete, los dos Arsanz y Vela.
De esa extensa y variada literatura del Potos colonial, que servir ms
tarde para constituir la escuela tradicionalista de los Jaimes, Omiste y
Aguirre, hay que destacar dos obras primordiales, ambas debidas a la
pluma fecunda de Nicols Martnez Arsanz y Vela: Historia de la Villa
Imperial de Potos y Anales de la Villa Imperial de Potos. La
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CAPITULO VIII
LA INDEPENDENCIA
Causas de la emancipacin poltica: indios y mestizos a la cabeza del movimiento altoperuano. El arzobispo Mox,
smbolo de la cultura virreinal. La Plata y "Los Carolinos". Letrados, protomrtires y guerrilleros. Madariaga deforma
la verdad histrica. Gabriel Ren Moreno y "Los ltimos das coloniales en el Alto Per", joya bibliogrfica. Los Doctores
de Chuquisaca: Olaeta, Monteagudo, Serrano. Pazos Khanki, el sorateo. Bolvar, primer escritor de su tiempo: Sucre,
el genio moral. Carcter ampuloso y declamatorio de la literatura emancipatoria.
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Beligerancia poltica de nuestros primeros escritores. Espritu organizador de los Libertadores. Cmo naci la
Repblica: cuadro social y econmico. El boliviano, eterno revolucionario. Un fresco histrico y psicolgico que va de
Santa Cruz a Daza. Caractersticas de la Escuela Romntica: sus valores y defectos. Linares, gran idealista.
Bustamante, la Muja y Reyes Ortiz. Los novelistas Vaca Guzmn y Terrazas. Corts y otros poetas prosistas. "La
Lengua de Adn" y Villamil de Rada: Bolivia, pueblo romntico. escombros exteriores, fuego en las almas.
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CAPITULO X
LA GUERRA DEL PACIFICO Y
LOS INDAGADORES
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Condiciones adversas. Por qu se perdi la campaa. Campero, el Hombre del 80. La oligarqua conservadora.
Cuadro general de la poca. Tres arquetipos: Baptista, Aspiazu, Vaca Guzmn, polgrafos y pensadores.
Autodidactismo y orgenes del movimiento criollista. Educadores e historigrafos. Tradicionalistas costumbristas:
Jaime, Aguirre, Omiste; la Zamudio, Lindaura de Campero, Valds. El teatro: obras y autores. Nataniel Aguirre y "Juan
de la Rosa". Retrato de Gabriel Ren Moreno: el hombre y el escritor.
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La poca de Los Indagadores los presenta en tres tipos: el polgrafocientfico; el polgrafo-publicista; el polgrafo-humanista. Examinemos
a tres representativos de cada gnero.
Agustn Aspiazu expresa el primer tipo, aunque cronolgicamente su
obra arranca de mediados del XIX. Sabio y educador, Aspiazu reparte
su actividad entre el anhelo de conocimiento y la enseanza.
Positivista primero, ms tarde spenceriano, luch con denuedo contra
el oscurantismo de su tiempo, propugnando la reforma de los mtodos
educacionales. Funda y dirige diversos centros cientficos y culturales,
con incansable altrusmo. Enciclopedista por la universalidad de sus
estudios, es liberal de doctrina y de conducto. Precursor de nuestra
literatura didctica, Aspiazu es variadsimo en el tema: historia,
geogrfica, medicina, jurisprudencia, geolgica, astronoma,
etnografa, ciencias naturales y econmicas, todo interesa a su
fecunda pluma. Cualquier libro, cualquier folleto suyo es ciencia
severa, razonada, aplicada frecuentemente al estudio sistemtico de la
realidad ambiente. Sus numerosos escritos y los boletines de las
sociedades cientficas que fund deben buscarse para conocer los
orgenes de nuestra cultura republicana. Entre sus obras, que son
muchas, sobresalen: La meseta de Los Andes, Sondaje de los
Cielos, Teora de los terremotos, Cdigo Internacional, La Tierra
en su estado primitivo; y un boceto biogrfico de Don Clemente
Diez de Medina, trabajo en tono menor, que revela delicadeza de
artista en el austero y metdico estudioso de la ciencia universal.
Aspiazu fu el primer librepensador que tuvo el pas. Sereno y justo en
la prdica como en la discusin, slo tuvo alma ardiente para defender
la verdad y propagar el saber. Mente vida de conocimientos y
voluntad disciplina para difundirlos, Agustn Aspiazu fu algo ms que
el sabio recogido en su claustro libresco: fu tribuno, estadista,
catedrtico, luchador incansable en la investigacin cientfica. Es el
primer sembrador sistemtico de ideas que ha dado la Repblica; por
eso se justifica que haya sido llamado Maestro de la Juventud y que
su influencia moral e intelectual se prolongue hasta nuestros das.
Jos Rosendo Gutirrez representa el segundo tipo, acaso el ms
endeble y numeroso de los tres. No se juzgan todos publicistas en
Bolivia por el mero hecho de escribir artculos en los diarios? Gutirrez
tuvo encomiables cualidades de biblifilo y bibligrafo: catalog ms
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EL SIGLO XX:
REALISTAS Y EXOTISTAS
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Liberales y republicanos. El fondo poltico-social para treinta aos de estabilidad interna. Montes o el Carcter.
Influencias ideolgicas y literarias. Socilogos positivistas: Snchez Bustamante, Arguedas, Daz Romero, Saavedra.
Otros escritores. Perfil de Alcides Arguedas: el crtico, el historiador, el novelista. Jaime Mendoza y el "andinismo". El
modernismo y los poetas Pinto, Jaimes Freyre, Tamayo. La novela realista: Arguedas, Mendoza, Chirveches.
Historiadores y narradores; Finot y otros prosistas. Franz Tamayo en escorzo: el pensador y el artista.
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Su obra gigantesca se proyecta sobre el primer tercio del siglo XX. Los
primeros veinte aos gobierna con mano frrea el pas: pone al
sucesor, vuelve cuando quiere volver, impone otra vez a quien lo
sigue. Si el liberalismo cae en parte en 1920, es porque veinte aos
de administracin bastan para agotar a cualquier fuerza organizada.
Los diez aos siguientes, la obra y la figura de Montes siguen
obsesionando a Saavedra, a Siles, a Salamanca. Y en la ejemplar
ancianidad, al estallar el conflicto del Sudeste, el gran ciudadano
acude al teatro de operaciones blicas, emite su consejo autorizado,
regresa a dirigir las finanzas pblicas desde la presidencia del Banco
Central. Hermosa vida, consagrada a la accin til, al empeo de
crear y organizar lo que dorma en el desorden y el ocio infecundo!
Montes supo conciliar el mando con la ley. Su temperamento
desbordante lo inclinaba a concentrar poderes; su inteligencia
controlada le avisaba dnde limitaban el hacer y el respeto a los
dems. Fu el hombre ms admirado y el ms odiado de su tiempo;
tuvo la fortaleza de alma para no sucumbir a los halagos ni rendirse a
los ataques.
Si Baptista es el tradicionalismo, Campero la conciencia moral, Montes
encarna la pujanza boliviana. Su genio prctico y concreto crea un
nuevo estilo poltico en el pas: es el estilo de la accin. "Yo soy
positivista dice el caudillo en poltica, en cuestiones econmicas,
en espritu. Dadme solamente realidades". Zanja los pleitos limtrofes
con Chile y el Brasil, recibe algunos millones de libras y con ellos
emprende la transformacin del pas. La red ferroviaria, la reforma
hacendaria, las bases de la educacin popular, la tecnificacin del
ejrcito; caminos, escuelas, edificios pblicos; una legislacin social
avanzada para la poca; todo lo removi y lo impuls la mano
enrgica del estadista infatigable.
Montes entendi el gobierno en esa suerte de "despotismo apto" de
que habl Bolvar. Atropella y castiga ley en la mano, buscando el
cdigo para justificar la represin. Fu mandatario constitucional en el
hecho, y dictador encubierto en el propsito. Puede existir la
"democracia dirigida", palabras que suenan antitticas? Los veinte
aos de liberalismo montista demuestran que s. Sagaz conocedor de
los hombres, sabe elegir y desprenderse a tiempo de sus
colaboradores. Realiza cuanto planea. A los ataques de la prensa, a
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Un paralelo entre Salamanca y Maroff. Principales hechos polticos: nace la Gran Minera. El "Ateneo de la
Juventud". Un joven maestro: Prudencio Bustillo y su biografa de "Arce". Los poetas Reynolds y Guerra.Gustavo
Adolfo Otero, paladn eclctico. Medinaceli, el crtico, y la novela chola en "La Chaskaawi". Los poetas parnasianos y
neoclsicos. Los ensayistas. La prosa artstica: Csped y Villegas. Los novelistas: Costa du Rels y Daz Villamil: "La
nia de sus ojos". La eclosin teatral; obras y autores. El movimiento "Gesta Brbara" en Potos; sus valores
representativos.
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259
novela. Metal del diablo, aun siendo un libro vibrante, un alegato social de
fuerte intensidad, no alcanza la rara perfeccin del anterior. Aqu el poltico
traicionar al escritor. Quiso Cspedes contar la vida prodigiosa del Simn I.
Patio, bajo el disfraz de Zenn Omonte, destacndola del gran fondo
sombro del drama nacional: la miseria, el olvido, la explotacin de los
trabajadores del subsuelo. Tiene el libro muchas virtudes. Radiantes visiones
del valle, hoscas descripciones del altiplano, personajes inconfundibles,
escenas de movilidad cinematogrfica, pasajes de aguda crtica social. El
estilo moderno, cortado a veces, la riqueza de las metforas, ganan al lector.
A los cuadros de la vida minera son de asombroso realismo; las escenas del
acontecer mestizo, inimitables. Cspedes siente y reproduce la vida boliviana
con trazo fidedigno. Pero el personaje central que debi ser un personajetipo se malogra por la pasin del narrador. Patio, mal boliviano, gran
egosta, hombre censurable desde el punto de vista del patriota y del
socilogo, no fu la caricatura tosca y despreciable que el novelista describe.
Con todas sus faltas ticas y cvicas, el Rey del Estao fu una vigorosa
humanidad. Y sta es la falla fundamental del libro, que pudo ser ms grande
si el protagonista apareciera menos chico. Aqu Cspedes cae en las
debilidades de un Dickens, por ejemplo, que prefera sacrificar la verdad de
la vida al imperativo moralizador de sus relatos. Bolivia est toda entera en la
obra. Patino, no. Si desde un plano poltico nos parece verlo de cuerpo
entero, en verdad no es el retrato, sino la caricatura del extraordinario
personaje. El tema, verdico; el personaje central, inartstico. Lstima que la
vehemencia revolucionaria haya malogrado este libro que debi se la novela
cimera de la Generacin del Chaco.
Si algn da se estudia el desarrollo de los estilos en la prosa nacional,
probablemente se encontrar que Augusto Cspedes y Oscar Cerruto son
los escritores que mayor novedad y riqueza expresiva aportan. Por qu no
produjeron ms estos valores jvenes a quienes sobran capacidad creadora
y segura tcnica del relato? Enigma. Esperemos, sin embargo, que Cerruto y
Cspedes den todava sendos libros, obras mayores que coronen su
espaciada produccin literaria.
En los ltimos veinte aos, el campo visual y el campo mental del boliviano
medio amplan sus reas de expansin. El progreso del maquinismo y de la
tcnica, la rapidez de las comunicaciones, el despertar de las masas, la
aproximacin regional, esa lenta y penosa articulacin econmica y social
entre llanos, valles y montaas que ya se ha puesto en marcha, la misma
necesidad interior de mudanza, dieron lugar a la apertura de nuevos
267
275
Olmedo Lpez. Hay que aadir una eclosin de poetisas, entre las
cuales sigue siendo la ms representativa Yolanda Bedregal.
Entre los prosistas, hay que mencionar a Mara Frontaura Argandoa,
autor de dos libros: Hacia el nuevo indio y Mitologa Aimra, de
carcter folklrico. Y a Mara Virginia Estenssoro, que compuso El
Occiso y cultiva la crtica y la crnica periodstica.
Rodolfo Salamanca, buen historiador y excelente periodista en Viento
huracanado y Arturo Vilela, en Interpretacin de la historia de
Sudamrica, bucean en el campo histrico y sociolgico con acierto.
Salamanca prepara un enjundioso ensayo sobre "Periodismo y
Sociedad". Ignacio Calla Barbery, no en perfecto dominio de una
tcnica expresiva, sorprende por el riguroso realismo de los cuentos
que forman su Tierra Camba.
El Belzu, de Fausto Reinaga, es un ensayo ditirmbico disparatado,
tan alejado de la verdad histrica como del equilibrio crtico.
Lejos del orden cerrado de las consignas y los crculos, la literatura
nacional mira a los cuatro puntos cardinales. La libertad es su norma,
la bsqueda sin tregua su programa. Y es fuerza reconocer que s la
Escuela Vernacular no se apresura a darnos las obras cimeras que
todava estamos esperando, una nueva generacin le arrebatar cetro
y jerarqua.
CAPITULO XIV
REVOLUCION NACIONAL
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FRANCOVICH, GUILLERMOS: La
filosofa en Bolivia. 175 pginas. Editorial Losada.
Buenos Aires, 1945.
El pensamiento universitario de Charcas. 279 pginas.
Universidad de San Francisco Xavier. Sucre, 1948.
Diccionario de la Literatura
Boliviana por Jos Ortega y Adolfo Cceres
318
Resumen y Antologa de la
Literatura Boliviana por Edgar Avila Echaz.
La Paz. Editorial Gisbert & Ca., 1973.
Bacon: 130.
Baldivieso, Enrique: en la pgina 247, 254, 263.
Balzac, Honorato: en la pgina 17, 152.
Ballivin, Adolfo: en la pgina 147, 156, 159.
Ballivin, Jos: en la pgina 147, 156.
Ballivin, Manuel Vicente: en la pgina 65, 174.
Ballivin, Rafael: en la pgina 242.
Ballivin, Ren: en la pgina 278, 309.
Balln, Emma Alina: en la pgina 315.
Bandelier: en la pgina 47, 65.
Baptista, Fernando: en la pgina 255.
Baptista, Mariano: en la pgina 165, 171, 255.
Baptista Gumucio, Mariano: en la pgina 307.
Barba, Padre Alonso: en la pgina 108, 109.
Barbery Justiniano, Oscar: en la pgina 313
Barbusse: en la pgina 194.
Bardina, Juan: en la pgina 26, 224.
Barnadas, Jos: en la pgina 316.
Barneville, Rger de: en la pgina 312.
Basadre: en la pgina 91.
Bataille: en la pgina 194.
319
320
Diderot: 130
Diez-Canedo: 210.
Diez de Medina, Eduardo: 188,189, 216, 218, 289
Diez de Medina, Federico: 69, 70, 71, 164.
Diez de Medina, Lucio: 241, 292.
Diez de Medina, Ral: 263
Dilthey: 193
Donoso Torres, Vicente: 244.
Dorado Chopitea, Carlos:
D'Orbigny, Alcides: 22, 30, 65, 284
Dorgeles: 194.
D'Ors, Eugenio: 194.
Dostoyewski: 195, 266.
Dueas, Bartolom de: 117
Dumas: 152, 175, 220
Durn Bger, Luciano: 278, 307.
Durn Canelas, Jos Mariano: 176
Durn P., Manuel: 263, 291.
Durn, Luis Ral: 314.
Durant: 278
Ganivet: 194.
Gantier, Joaqun: 269, 270, 307.
Garca, Claudina: 239.
Garca Vespa, Hernando: 315.
Garcilaso de la Vega: 35, 49, 64, 72, 75, 83, 85, 86, 87,
87, 104, 115, 115, 116.
Gauthier: 178, 207.
Geraldy: 219.
Gide: 194, 229, 277.
Gonzales Durn, Guillermo: 313.
Giraudoux 194.
Gisbert, Teresa: 288, 309.
Goethe: 152, 221, 256
Gmara: 90, 102.
Gmez Carrillo: 218.
Goslvez Gabriel: 254.
Gonzlez Bravo, Antonio: 67.
Gorki: 195.
Goya: 256.
Goyeneche: 132, 134
Gracin, Baltazar: 111.
Granado, Javier del: 278.
Granado, Monseor del: 171.
Greene: 278.
Guachalla, Luis Fernando: 308.
Guachalla: 185, 189.
Guerra, Jos Eduardo: 234, 235, 239, 242, 265
Guerra Gutirrez, Alberto: 313, 316.
Guttentag, Werner: 300.
Guevara, Walter: 254, 291.
Guilln, Jorge: 259.
Guilln Pinto, Alfredo: 244.
Guillstegui: 119.
Guizot: 169, 183.
Gumiel: 113, 291.
Gutirrez, Alberto: 197.
Gutirrez, Jos Rosendo: 151, 166, 170.
Gutirrez Guerra: 185.
Guyau: 195.
Guzmn, Augusto: 109, 151, 152, 263, 265, 265, 268,
269, 270, 291, 300, 301, 314.
Guzmn, Humberto: 269, 274, 312.
Guzmn Aspiazu, Mario: 292.
Guzmn de Rojas Cecilio: 31, 255, 277.
Ea de Quirz: 195.
Echaz Navajas, Roberto: 316.
Echegaray: 175
Eguino Zaballa, Flix: 260.
Einstein: 222
Elo: 189.
Engels: 195.
Escalona y Agero, Gaspar de: 117.
Escobari Cusicanqui, Jorge: 302.
Espronceda: 148.
Estenssoro, Mara Virginia: 279.
Estenssoro Alborta, Renn: 255, 277.
Eucken: 195.
Eustacio Rivera, Jos: 260.
Faulkner, William: 272.
Fellman Velarde, Jos: 292, 310.
Fernn Caballero: 172
Fernndez Benjamn: 170.
Fernndez, Dora G. de: 284.
Fernndez de Oviedo: 90.
Fernndez Flores, Wenceslao: 236.
Fernndez Naranjo, Nicols: 68.
Fichte: 222.
Finot, Emilio: 20, 142, 189, 197, 217, 217 , 263.
Flauvert: 194, 259.
Flores, Alfredo: 244, 254.
Flores, Mario: 247, 249.
Flores Saavedra, Mery: 315.
Flores, Zoilo: 163.
Flores Moncayo, Jos: 291.
Fortn, Julia Elena: 263, 284, 291.
Fscolo: 224.
France, Anatole: 194.
Francovich, Guillermo: 257, 258, 263, 287, 300.
Freud: 193.
Fras: 156.
Frontaura Argandoa, Mara: 279
Frontaura Argandoa, Manuel: 262, 270, 302.
Fuentes Ibez, Moiss: 258.
Fuentes Rodrguez, Lus: 284, 316.
Fustel de Coulanges: 201.
Huaptmann: 195.
Haya de la Torre: 261, 278.
Heath: 36.
Heidegger: 257
Heine: 11.
Hemingway: 272.
Henrquez Urea: 20, 148.
Heredia: 210
Heredia, Lus: 292, 311.
Herrera: 46, 90.
Herrera y Reissig: 207, 210, 224.
Hertzog: 253.
Hesiodo: 45.
Hesse: 296.
Hochschild, Mauricio: Error! Marcador no definido..
Hlderling: 152.
Houghton: 296.
Huachacyac: 94.
Huallparrimachi: 132.
Huscar: 87, 88.
Huayna-Capac: 61, 90, 90.
Hugo, Vctor: 148, 152, 169, 175, 178, 207, 223.
Huidobro: 259.
Humrez, Jaime: 316.
Huysmans: 194.
321
Machado: 194.
Madariaga: 98, 133.
Maesztu, Ramiro de: 199.
Maj Framis, Ricardo: 103.
Makuri: 57.
Malaparte: 278.
Mallarm: 194, 219.
Mallku-Kaphaj: 55, 55, 56, 82.
Mamani: 161.
Mama-Ocllo: 73, 74, 82
Manco- Cpac: 55, 74, 74, 77, 82.
Mann, Thomas: 195.
Mansilla, H. C. Felipe: 316.
Mansio Sierra de legusamo: 98.
Maran, Gregorio: 194.
Margueritte: 194.
Maritegui: 240, 261, 278.
Marinetti: 195
Maritain: 278.
Maroff, (Vase Navarro, Gustavo): 227.
Martnez Arsanz y Vela, Bartolom: 118, 119.
Martnez Vela: 118
Martnez, Jaime: 316.
Martnez Salguero, J.: 313.
Marx: 195.
Mara, Pedro: 194.
Matienzo, Juan de: 117.
Matos: 257.
Maugham, Sommerset: 33, 242.
Maupassant, Guy de: Error! Marcador no definido.,
Error! Marcador no definido., Error! Marcador no
definido..
Maurois: 258, Error! Marcador no definido..
Mayta-Cpac: 38, 74, 83.
Medina, Cura: 132
Medina, Juan de: 117.
Medinaceli, Gustavo: 278.
Medinaceli, Carlos: 20, 26, 171, 173, 181, 207, 209, 210,
215, 233, 234, 235, 238, 238, 240, 245, 249, 292, 305.
Melgarejo: 147, 150, 156, 159, 219.
Mndez: 132, 164.
Mndez, Pedro: 117.
Mendizbal Sta. Cruz, Luis: 258.
Mendoza: 164, 189, 237, 239, 260
Mendoza, Fray Diego de: 109.
Mendoza, Jaime: 32, 189, 198, 204, 205, 206, 207, 212,
268, 271.
Mendoza, Gunnar: 260, 290,
Mendoza Lpez, Max: Error! Marcador no definido..
Mendoza Lpez, Vicente: 254.
Mendoza Nava, Jaime: 268.
Mendoza, Samuel: 316.
Menndez Pelayo: 110, 183, 194.
Mendieta Pacheco, Wilson: 312.
Mercado: 132, 132
Meriles, Valentn: 249.
Mesa, Jos de: 288, 309.
Metternich: 219.
Michel: 132.
Michelet: 201.
Middendorff: 65.
Miranda Rico, Ren: 316.
Miralles B., Enrique: 278.
322
Mirbeau: 194.
Mir, Gabriel: 194.
Misti-Willka: 58.
Mistral, Gabriela: 19.
Mitre, Eduardo: 315.
Moctezuma: 90.
Molina, soldado de Pizarro: 102.
Molina, Osvaldo: 214.
Molina, Padre: 90.
Molina, Plcido: 220.
Monje Gutirrez: 253.
Monje Landivar, Mary: 315.
Monje Ortiz, Zacaras: 68, 247.
Montao Daza, Carlos: 278.
Montao: 93.
Monteagudo, Bernardo: 132, 133, 140
Montenegro, Carlos: 105, 124, 254, 261, 263
Montenegro, Walter: 274.
Montes Ismael: 185, 187, 189, 190, 196, 191, 192, 198,
229.
Montesinos, Fernando: 50, 57, 64, 91.
Montherlant: 194.
Morand Paul: 194, 241.
Moreno, Mariano: 30, 138, 150, 155, 164, 289.
Mora, Padre: 90,.
Mossi, Padre: 92, 93.
Mox y Francoli, Benito: 130, 131, 133, 134, 134, 135,
256.
Muja, Mara Josefa: 150.
Muja, Ricardo: 174, 176.
Muller: 69.
Mullu-khahuana: 61.
Mullu-Pukara: 61.
Muecas, Cura: 132.
Muoz cabrera, Juan Ramn: 140.
Muoz Cornejo: 189.
Mungua, Julio Aquiles: 271.
Murillo: 31, 101, 132, 136, 269.
Murillo Vacarreza, Josermo: 244.
Musset, Hugo: 148.
Napolen: 127.
Navarro, Gustavo: 227, 229, 303.
Nervo, Amado: 218.
Nielsen Reyes, Federico: 311.
Nietzsche: 193, 222.
Nisthaus, Jaime: 316.
Noailles, Condesa de: 194.
Novalis: 152.
Nuez del Prado, Marina: 31, 255.
Oblitas: 164.
Oblitas Poblete, Enrique: 313.
Ocampo Moscoso, Eduardo: 260, 308.
O'Connor D'Arlach, Toms: 174.
Ochoa: 171.
Ochoa, Rubn: 312.
Olaeta, Casimiro: 136, 136, 138, 140.
Olmedo Lpez, Eduardo: 278.
Ollanta: 61.
Omiste, Modesto: 117, 170, 171,
Omonte, Zenn: 267.
Oncken: 76.
Ondegardo: 46, 64.
O'Neill: 248.
Orellana: 274.
Oropeza, Jael: 189, 258.
Ortega: 256.
Ortega, Jos: 311.
Ortega y Gasset: 193.
323
324
Stirner: 222.
Strachey Leytton: 268.
Stumpff, Gustavo: 254.
Surez, Faustino: 254.
Surez, Gastn: 310.
Surez, Jorge: 316.
Subieta Sagrnaga, Luis: 220.
Sucre, Antonio Jos de: 129, 136, 136, 138, 144,
Taboada Tern, Nstor: 311.
Taborga, Carlos Gregorio: 263.
Taborga, Luis: 244.
Taborga, Huscar: 284.
Taborga, Miguel de los Santos: 170, 171.
Tacuilla: 59, 59.
Tagore: 195, 213, 241.
Taine, Hiplito: 19,169, 181, 194, 201
Tamayo, Franz: 31, 48, 69, 176, 189, 195, 200, 207, 208,
212, 220, 223, 223, 225, 225, 256, 261
Tamayo, Isaac: 68, 176, 189, 190.
Tamayo, Marcial: 290.
Tapia, De la: 164.
Tarde: 193.
Teixid, Ral: 312.
Tejada Sorzano: 196,
Tello: 91.
Tern, Vicente: 275.
Terrazas, Mariano Ricardo: 152.
Tintico: 113.
Urco (Vase Inca-Yupanqui): 87.
Vaca Guzmn, Ernesto: 270.
Vaca Guzmn, Santiago: 23, 150, 151, 155, 164, 167,
168
Vaca Toledo, Fernando: 312.
Vacano, Arturo von: 312.
Valcrcel: 91
Valds, Julio Csar: 172, 173, 239.
Valds, Abraham: 260.
Valds, Antonio: 92.
Valencia, Guillermo: 207.
Valencia Vega, Alipio: 269, 283, 307.
Valera, Padre: 46, 64, 90, 114, 116.
Valry: 194, 258.
Valle, Evaristo: 149, 156.
Valle-Incln, Ramn del: 194, 242.
Varas Reyes, Vctor: 263.
Vargas: 255.
Vargas Vila: 194.
Vasconcelos: 18, 198, 240
Vsquez: 284, 284.
Vsquez Machicado, Humberto: 260.
Vsquez Machicado, Jos: 260
Vega, Julio de la: 278, 312.
Velasco: 147
Velasco Aragn, Luis: 221, 225.
Velasco, Maidana: 255.
Velasco, Mario: 316.
Velzquez: 119.
Zalles: 150.
Zamudio, Adela: 172, 173, 174, 244.
Zrate: 91, 64.
Zapata Brill, Norah: 315.
Zavaleta, Ren: 284
Zelaya, Alberto: 67.
Zola: 169, 194, 272.
Zorrilla: 169.
Zuazo, Alberto: 316.
Zudaez: 132.
325
INDICE ALFABETICO
DE OBRAS CITADAS
Abalorios: 17HCAPITULO XV
Abaroa: 14HCAPITULO XII .
Adela: 14HCAPITULO XII .
Adela Zamudio: 17HCAPITULO XV .
Agona de dos Juan, (La): 14HCAPITULO XII .
Aguafuertes: 15HCAPITULO XIII .
Aguas estancadas: 13HCAPITULO XI .
Aimras (Los): 6HCAPITULO IV y 13HCAPITULO XI .
Alma y sendero: 16HCAPITULO XIV .
Alonso de Ibez: 13HCAPITULO XI .
Altiplano: 15HCAPITULO XIII y 17HCAPITULO XV .
Alto de las Animas (EL): 14HCAPITULO XII .
Aluvin de fuego: 15HCAPITULO XIII .
Amrica Latina, un enigma: 17HCAPITULO XV .
Amplificaciones temticas: 17HCAPITULO XV .
Anales de la Villa Imperial de Potos: 9HCAPITULO VII .
Andes: 17HCAPITULO XV .
Andes no creen Dios(Los): 17HCAPITULO XV .
"Andinismo" del Chaco(El): 15HCAPITULO XIII .
Angel Exterminador (El): 17HCAPITULO XV .
Anglica: 15HCAPITULO XIII .
Aniceto Arce: 14HCAPITULO XII .
Aniversario de Boda: 14HCAPITULO XII .
Ante la Historia: 17HCAPITULO XV .
Antologa: 16HCAPITULO XIV .
Antologa Boliviana: 13HCAPITULO XI .
Antologa Colonial: 16HCAPITULO XIV .
Antologa de l a poesa pacea: 15HCAPITULO XIII .
Antologa Potica: 16HCAPITULO XIV .
Antologa del cuento Chileno-Boliviano: 17HCAPITULO
XV .
Antologa del cuento Boliviano: 17HCAPITULO XV .
Antologa Colonial de Bolivia: 17HCAPITULO XV .
Antologa del Carnaval de Oruro: 17HCAPITULO XV .
Antologa de la Oratoria: 17HCAPITULO XV .
Antologa del Teatro Boliviano: 17HCAPITULO XV .
Antologa Pedaggica de Bolivia: 17HCAPITULO XV .
Antologa de la Poesa Boliviana: 17HCAPITULO XV .
Antropologa y sociologa de las
razas interandinas: 5HCAPITULO III y 6HCAPITULO IV
.
Aejeras paceas: 15HCAPITULO XIII .
Aos Pasados, (Los): 16HCAPITULO XIV .
Aparicin: 13HCAPITULO XI .
A Pars muchachos!: 14HCAPITULO XII .
Apiaguapi Tumpa: 17HCAPITULO XV .
Apocalipsis de Antn, (El): 17HCAPITULO XV .
Apuntes para la historia de la
Revolucin del Alto Per: 10HCAPITULO VIII .
Apuntes sobre la guerra de los
quince aos: 11HCAPITULO IX .
Apuntes sobre tpicos internaciones: 13HCAPITULO XI
.
Apuntaciones sobre literatura potosina: 17HCAPITULO
XV .
Arco Iris: 14HCAPITULO XII .
Argal: 17HCAPITULO XV .
Arimaki: 17HCAPITULO XV .
Arquitectura Andina en la Colonia, (La): 17HCAPITULO
XV .
Arte Contemporneo: 15HCAPITULO XIII .
Arte de los Metales (El): 9HCAPITULO VII .
Arte folklrico en Bolivia (El): 6HCAPITULO IV .
Arte y cultura en el Ande Boliviano: 6HCAPITULO IV .
326
Cdigo Internacional:
12HCAPITULO X .
Cofre de Psiquis (El): 14HCAPITULO XII .
Colecciones de paisajes: 15HCAPITULO XIII .
Comentarios marginales: 14HCAPITULO XII .
Comentarios Reales: 6HCAPITULO IV ,
7HCAPITULO V , 9HCAPITULO VII .
Comunidad indgena (La): 15HCAPITULO XIII .
Conciencia Nacional: 17HCAPITULO XV .
Con el alma de cristal: 15HCAPITULO XIII .
Condehuyo: 15HCAPITULO XIII .
Confederacin Per-Boliviana (La): 17HCAPITULO XV
.
Con la muerte a cuestas: 17HCAPITULO XV .
Conquistadores (Los): 13HCAPITULO XI .
Conquista de la Nueva Toledo (La): 17HCAPITULO XV .
Copagira: 17HCAPITULO XV .
Copla vivida (La): 17HCAPITULO XV .
Continente enfermo: 13HCAPITULO XI .
Copacabana de los Incas: 8HCAPITULO VI .
Corazn adentro: 14HCAPITULO XII .
Cordillera de sangre: 17HCAPITULO XV .
Cornelio Saavedra: 17HCAPITULO XV .
Cosecha de Dios (La): 17HCAPITULO XV .
Creacin de la pedagoga nacional (La): 6HCAPITULO
IV ,
12HCAPITULO X ,13HCAPITULO XI ,, y
15HCAPITULO XIII .
Creacin de una nacionalidad (La): 13HCAPITULO XI .
Crestomata boliviana: 14HCAPITULO XII .
Criatura del alba: 15HCAPITULO XIII .
Criminologa: 16HCAPITULO XIV .
Cristo de marfil (El): 14HCAPITULO XII .
Crtica del duelo: 13HCAPITULO XI .
Cronicario de la ciudad de Jess Montes Claros de los
Caballeros: 17HCAPITULO XV .
Crnica de los Charcas: 9HCAPITULO VII .
Crnica del Per y del seoro
de los incas (La):
7HCAPITULO V .
Coronica moralizadora:
7HCAPITULO V ,
7HCAPITULO V , 9HCAPITULO VII
Crnicas parlamentarias: 15HCAPITULO XIII y
13HCAPITULO XI .
Crnicas potosinas: 9HCAPITULO VII y
16HCAPITULO XIV .
Croquis:
12HCAPITULO X .
Cruz diablo: 14HCAPITULO XII .
Cruz del Sur: 17HCAPITULO XV .
Cuatro tonos del kikiriki (Los): 17HCAPITULO XV .
Cuadro histrico de las Indias: 10HCAPITULO VIII .
Cuadros de dos mundos: 13HCAPITULO XI .
Cuando el viento agita las banderas: 15HCAPITULO XIII
.
Cuando vibraba la entrada de plata: 14HCAPITULO XII .
Cuando vuelva mi hijo: 14HCAPITULO XII .
Cuentos: 17HCAPITULO XV .
Cuento boliviano (El): 17HCAPITULO XV .
Cuentos chapacos: 17HCAPITULO XV .
Cuentos (Zamudio):
12HCAPITULO X .
Cuentos chaqueos (Los): 15HCAPITULO XIII .
327
Chabelita (La):
12HCAPITULO X .
Chaco: 15HCAPITULO XIII .
Chacha-Puma: 6HCAPITULO IV .
Chaskaawi (La): 14HCAPITULO XII ,,,,
Chihuanhuayus y achankaras: 15HCAPITULO XIII .
Cholitas del amigo Ura (Las): 14HCAPITULO XII .
Cholo Portales (El): 13HCAPITULO XI .
Danza de las sombras: 13HCAPITULO XI .
De la Conquista a la Independencia: 8HCAPITULO VI .
Delia:
7HCAPITULO V .
Del mar y la ceniza: 16HCAPITULO XIV .
De mi tierra: 14HCAPITULO XII .
De mi tierra y de mi alma: 13HCAPITULO XI .
De un siglo a otros: 16HCAPITULO XIV .
Democracia en nuestra historia (La): 13HCAPITULO XI .
Derecho agrario boliviano: 16HCAPITULO XIV .
Derecho constitucional boliviano: 15HCAPITULO XIII .
Derecho de matar (El): 14HCAPITULO XII .
Derecho al Mar (El): 17HCAPITULO XV .
Desarrollo de la conciencia nacional: 16HCAPITULO XIV
.
Descendiente del Imperio incaico (Los):
7HCAPITULO V .
Descubridores y Exploradores
de Bolivia: 17HCAPITULO XV .
Desierto Verde: 14HCAPITULO XII .
Desprecio de todos (El): 14HCAPITULO XII .
Desvelo de lmpara: 17HCAPITULO XV .
Das amargos: 11HCAPITULO IX .
Diccionario de la Literatura Boliviana: 17HCAPITULO
XV .
Dictador suicida (El): 16HCAPITULO XIV ,
17HCAPITULO XV .
Dictadura y la anarqua (La): 13HCAPITULO XI .
Discursos parlamentarios: 14HCAPITULO XII y
16HCAPITULO XIV .
Doce lecciones sobre Bolvar: 15HCAPITULO XIII .
Doctor Montes y la poltica liberal (El): 13HCAPITULO XI
.
Don Clemente Diez de Medina:
12HCAPITULO X .
Don Segundo Sombra: 3HCAPITULO 1.
Don Toms: 17HCAPITULO XV .
Doa Brbara: 3HCAPITULO 1
Doa Juana Snchez: 13HCAPITULO XI .
Drama comedia en el Congreso: 16HCAPITULO XIV .
Dulce y amargo: 17HCAPITULO XV .
328
12HCAPITULO
.
Huanchaca: 14HCAPITULO XII .
Huascar:
12HCAPITULO X .
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331
332
333
Yahuar-Huacac: 13HCAPITULO XI .
Yanakuna: 15HCAPITULO XIII ,
Yawarninchij: 17HCAPITULO XV .
Ya nadie espera al hombre: 17HCAPITULO XV .
Yo fui el orgullo: 17HCAPITULO XV .
Zafra (La): 11HCAPITULO IX .
Zapata: 17HCAPITULO XV .
Zedar de los espacios: 17HCAPITULO XV .
Zodiaco americano (El): 5HCAPITULO III .
334