El Caso Portu-Sarasola.
El Caso Portu-Sarasola.
El Caso Portu-Sarasola.
Xabier Makazaga
Indice:
Introduccin ................................................................................................... 1
I Un caso bien excepcional .......................................................................... 7
II Planificada manipulacin ......................................................................... 12
III Nueva falsificacin .................................................................................. 19
IV Coartadas y Kantadas ............................................................................. 26
V Las coartadas en la prctica ...................................................................... 33
VI El Manual de Manchester ........................................................................ 39
VII Un manual ms que sospechoso ........................................................ 45
VIII Los encubridores de ABC ...................................................................... 52
IX El caso Egunkaria .................................................................................... 59
X Las mentiras del juez Marlaska ................................................................ 66
XI Sentencia en Donostia ........................................................................... . 73
XII Sentencia del Supremo .......................................................................... 79
XIII Incidente de nulidad ............................................................................ 85
XIV Mentiras y ms mentiras ....................................................................... 91
Anexos
Anexo 1 Promesas rotas y mentiras de las autoridades espaolas al CPT .............. 99
Anexo 2 Falta del control judicial recomendado por el CPT .................................. 108
Anexo 3 Casos de torturas por motivos polticos .................................................... 114
Anexo 4 Impulso poltico de la tortura ..................................................................... 122
Anexo 5 Un problema crnico .................................................................................. 126
Anexo 6 Medias y tortura .......................................................................................... 130
Anexo 7 Haciendo frente a la detencin .................................................................. 134
Anexo 8 Sobre las denuncias de torturas ("manual" falso) ..................................... 154
Anexo 9 Hiptesis sobre la falsificacin ....................................................................159
Anexo 10 Los tres correos falsos .............................................................................. 163
Anexo 11 Dos manuales de ETA .................................................................................167
Anexo 12 Artculo de Antonio Santos ....................................................................... 174
Anexo 13 Manual de Manchester .............................................................................. 181
Anexo 14 Normas a tener en cuenta ante una detencin ..................................... 184
Anexo 15 Primera declaracin policial de Mattin Sarasola ...................................... 187
Introduccin
Desde que el Comit Europeo para la Prevencin de la Tortura
(CPT) efectu su primera visita a Espaa, en 1991, el Gobierno
espaol han prometido varias veces a sus representantes que iban a
implementar dos salvaguardias esenciales demandadas por dicho
comit. Se comprometi a ello en tres ocasiones, en 1995, 1998 y
2003, pero no slo ha roto siempre sus promesas, sino que ha
mentido otras tantas veces al CPT en relacin a la ms sencilla de las
salvaguardias, la de comunicar a un familiar del detenido
incomunicado el lugar en el que ste se encuentra. Vase al respecto
el Anexo 1.
Aparte de mentir e incumplir una tras otra sus promesas, el
Gobierno ha solido repetir al CPT que el ordenamiento jurdico
espaol proporciona dos instrumentos procesales especficos para
prevenir que no les ocurra nada irregular a las personas que han
decidido incomunicar: la facultad que tienen de presentarse
personalmente en dependencias policiales, para interesarse por su
situacin, y la de aplicarles el habeas corpus.
En efecto, tienen ambas facultades, pero no las ejercen nunca
casos
de
torturas,
bastantes
de
ellos
muy
I
Un caso bien excepcional
La detencin en Arrasate, el 6 de enero del 2008, de los
vecinos de Lesaka Igor Portu y Mattin Sarasola dio inicio a un caso
de torturas al que los grandes medios de comunicacin espaoles
prestaron una atencin considerable. Se trat de un hecho
excepcional, porque la actitud habitual de esos medios de
comunicacin en casos similares ha sido bien otra, como se puede
comprobar en el Anexo 6 donde se recogen un par de estudios al
respecto.
En esa ocasin, los media s que le prestaron una notable
atencin al caso y el motivo parece obvio, la rpida aparicin pblica
del parte mdico de Portu que, diecisis horas despus de su
detencin, tuvo que ser ingresado en la Unidad de Cuidados
Intensivos del Hospital Donostia. Igor Portu ingres con mltiples
hematomas, fractura de una costilla, un pulmn perforado y
neumotrax.
El Ministro del Interior Rubalcaba afirm que, segn la
10
11
II
Planificada manipulacin
Seis das despus de la detencin de Igor Portu y Mattin
Sarasola, el 12 de enero del 2008, el diario La Razn titul un
artculo El etarra Portu sigue el manual de la banda al denunciar
malos tratos. Al da siguiente, el mismo peridico inform en
portada de que el comando de Portu y Sarasola dispona de un
nuevo manual, elaborado por el departamento de formacin de la
banda, sobre la forma de actuar en caso de detencin y las
denuncias que, como ha ocurrido en este caso, deben ser
presentadas. Fue una primicia que llevaba la firma del periodista
Jess Mara Zuloaga. Su ttulo, El comando de la T4 tena un manual
de ETA para denunciar supuestas torturas.
En
das
posteriores,
todos
los
grandes
medios
de
12
13
posible
ante
una
situacin
de
detencin
14
15
16
17
18
III
Nueva falsificacin
El objetivo de la bien planificada filtracin de una pequea
parte manipulada del manual Haciendo frente a la detencin fue a
todas luces contrarrestar las numerosas pruebas que echaban por
tierra la versin de los agentes que detuvieron a Igor Portu y Mattin
Sarasola. Ello no impidi, sin embargo, que el juzgado de Donostia
encargado de investigar el caso fuera dando pasos que conducan de
modo inexorable al procesamiento por torturas de dichos agentes.
Fue precisamente en ese contexto judicial, muy desfavorable
para ellos, cuando se produjo una segunda filtracin de fuentes
antiterroristas, trece meses despus de la primera. Y fue de nuevo
La Razn quien se encarg de filtrar la noticia, una vez ms de la
mano de Jess Mara Zuloaga. El 18 de febrero de 2009, inform que
una carta encontrada en poder del que fuera jefe de los comandos,
Garikoitz Aspiazu, Txeroki, confirmaba que dichas denuncias [de
Portu y Sarasola] eran falsas.
Se trat de una nueva falsificacin de la Guardia Civil como la
19
concreto,
falsificaron
tres
escuetos
correos
que
adjudicaron a Aspiazu, entre los que haba uno donde se deca que
lo relacionado con las torturas falsas sufridas por Igor [Portu] en
manos del enemigo est en buen camino. Una frase que la defensa
de los agentes acusados de torturar a Portu y Sarasola utiliz para
desacreditar las denuncias de ambos.
En 50 aos de existencia de ETA, las Fuerzas de Seguridad
nunca haban descubierto un documento de esa naturaleza, donde
supuestamente se reconoca la falsedad de una denuncia de
torturas, y para una vez que dijeron haber descubierto uno resulta
que hablaba justo del caso en que ms pruebas haba habido de
dichas torturas en los ltimos cinco lustros. Significativo, no?
Los grandes medios de comunicacin espaoles dieron
absoluta credibilidad a ese correo, pero son muy numerosas las
razones que apuntan claramente a su falsedad, entre los que cabe
citar las siguientes:
1. El currculum de Garikoitz Aspiazu Txeroki no deja lugar a
dudas sobre su dominio del euskara, del todo incompatible con el
bien pobre nivel del empleado en los correos, que se incluyen en el
Anexo 10. Cualquier conocedor del euskara puede certificarlo. La
diferencia entre su euskara y el de los correos es demasiado
20
evidente.
2. Aspiazu siempre encriptaba los documentos que escriba, y
as lo remarc la agencia Efe, citando fuentes antiterroristas,
cuatro das despus de su detencin: La Polica se estrella contra la
encriptacin de los ordenadores de Txeroki. Algo que casa muy mal
con el hecho de que precisamente esos tres correos no estuvieran
encriptados.
3. La Polica Judicial francesa realiz un inventario de los
efectos intervenidos en el apartamento, entre los que se
encontraban diez llaves USB. A nueve de ellas les pusieron sellos
cuya numeracin iba del 13 al 53 y a la dcima el 91. Esa ltima
llevaba el penltimo sello, ya que fueron en total 92, y fue
precisamente en ella, bien alejada en cuanto a numeracin de las
otras nueve, en la que se encontraba ese supuesto correo de
Aspiazu tan conveniente para los intereses de la Guardia Civil. En las
otras nueve llaves USB no encontraron absolutamente nada de
inters que no estuviera encriptado. Huelga decir que la
probabilidad estadstica de que aquello fuera fruto del azar es
nfima.
4. Aspiazu nunca mencionaba los verdaderos nombres de
nadie que tuviera relacin con ETA. Mucho menos en un correo que
poda caer en manos de la Polica. Nunca hubiese escrito de ninguna
de las maneras dos nombres reales y fciles de identificar, Txetxu y
Esti, como los que se mencionan en ese correo falsificado.
Otro de los datos a tener en cuenta es que la Guardia Civil
tena absolutamente controlado a Aspiazu antes de su detencin.
21
22
23
llegaron
al
apartamento
unos
encapuchados,
24
25
IV
Coartadas y Kantadas
Cuando el 18 Febrero del 2009 Jess Mara Zuloaga filtr en
un artculo en La Razn la existencia de ese correo que
supuestamente habra redactado Txeroki, tambin escribi otro
artculo en el que afirm que Ha tenido que cumplir ETA 50 aos
para que haya quedado al descubierto una de sus ms siniestras
estrategias, que algunos hemos denunciado repetidamente. Una
siniestra estrategia que, segn Zuloaga, habra sido puesta al
descubierto gracias a la carta de Txeroki, en la que se reconoce
que los miembros de los comandos preparan juntos, con el fin de
repetirlas en caso de detencin, las kantadas, en las que se
incluyen las denuncias falsas de torturas.
Para empezar, es absolutamente falso que ni Zuloaga ni nadie
hubiese denunciado repetidamente tal cosa. Es ms, hasta ese
momento, nunca nadie en el Estado espaol haba ni tan siquiera
insinuado tal posibilidad. Por eso, las Fuerzas de Seguridad
espaolas deberan de explicar cmo es posible que necesitaran 50
26
27
28
29
preparado
para
una
cada
eventual.
Acaso
30
tanto
le
como
acarree
puede,
innumerables
aunque
dicha
problemas
de
funcionamiento.
Lo que buscan los torturadores es que, una vez detenido un
militante, la cadena de detenciones sea lo ms larga posible y lo que
busca cualquier militante que se enfrenta a la tortura es romper a
toda costa esa cadena. Su principal arma para romperla, aparte de la
buena compartimentacin, es y sern siempre las coartadaskantadas.
En ese caso concreto, el que ambos grupos no se conozcan
entre s busca evitar que en caso de detencin y tortura puedan
cantarse mutuamente. Sin embargo, si los primeros son detenidos al
ir a recoger o una vez recogido el material escondido cerca de la
muga, y los torturadores les hacen cantar dnde tienen que dejar
exactamente ese material, cuando los segundos se presenten al
lugar acordado para recogerlo, sern a su vez detenidos.
31
32
V
Las coartadas en la prctica
ETA ha solido recomendar a sus militantes que, a la hora de
preparar zulos, buzones y puntos de entrega falsos, hagan todo lo
posible por elegir sitios lgicos y crebles, para que, en caso de que
los torturen y canten esos falsos lugares, las mentiras resistan el
mayor tiempo posible.
En el caso de los puntos de entrega, si la coartada-kantada
est bien preparada y los militantes detenidos consiguen resistir el
tiempo suficiente sin cantar el verdadero sitio, la cadena de
detenciones se habr roto. En cambio, si no han previsto un falso
lugar para cantar, o la preparacin de dicho lugar deja que desear, o
no son capaces de mantener el tiempo necesario la coartadakantada, los torturadores se saldrn con la suya.
Desconozco el motivo por el que los militantes de ETA del caso
real que voy a mencionar a continuacin no consiguieron romper en
un principio la cadena de detenciones. En todo caso, es un buen
exponente de la importancia de las coartadas-kantadas a la hora de
33
34
35
36
37
38
VI
El Manual de Manchester
Hay otro dato que arroja an ms luz sobre la manipulacin
consistente en ligar las coartadas-kantadas de los militantes de ETA
a supuestas denuncias falsas de torturas. Se trata del hecho,
fcilmente verificable, de que en los EEUU recurrieron a esa misma
manipulacin, en los mismos trminos, bastantes aos antes que en
el Estado espaol.
Utilizaron para ello el conocido como Manual de Manchester,
as denominado por haberlo descubierto la Polica en la ciudad
inglesa de Manchester. Fue descubierto el ao 2000 en un
ordenador, est redactado en rabe y, segn los especialistas, parece
ser una compilacin de material proveniente de varios manuales de
seguridad interna, guerrilla y operaciones encubiertas provenientes
de todo el mundo.
Aunque en l no se mencione en absoluto a Al-Qaeda (su
ttulo traducido es ''Estudios Militares en la Yihad Contra los
Tiranos''), las autoridades estadounidenses lo han utilizado para
39
40
41
42
43
44
VII
Un manual
ms que sospechoso
Como se acaba de ver en el captulo anterior, la manipulacin
y tergiversacin de documentos autnticos para restar credibilidad a
las denuncias de torturas no es en absoluto un procedimiento
exclusivo del Estado espaol. Se ha mostrado el ejemplo de los
EEUU, y otro tanto hacen en otros estados donde se practica la
tortura.
En cambio, lo que s parece ser exclusivo de los espaoles es
lo de recurrir a las falsificaciones para el mismo fin. Por mucho que
lo he intentado, no he podido encontrar ningn ejemplo concreto de
que en los EEUU, o en otras partes del mundo, se hayan servido de
falsificaciones. Nadie discute, que yo sepa, la autora de los
documentos que han utilizado.
En el Estado espaol tambin se limitaron a manipular y
tergiversar documentos autnticos, tanto de ETA como de
45
46
47
48
49
50
51
VIII
Los encubridores de ABC
Entre los documentos que las autoridades espaolas se
dedicaron a enviar a instancias internacionales, como supuesta
prueba de la falsedad de las denuncias de tortura, haba no pocos
redactados por organismos populares. Unos documentos en los que
no se deca absolutamente nada de lo alegado por las autoridades.
Como es bien sencillo de verificar, en ellos tan solo se recalcaban los
derechos que asisten a las personas detenidas, y la necesidad de
denunciar malos tratos / torturas en caso de que se produjeran.
Adems de advertir de la existencia de numerosos
interrogatorios ilegales, en dichos documentos se sealaba la
diferencia entre las declaraciones prestadas en dependencias
policiales y la que se prestaba ante el juez. Se deca que en las
primeras el abogado era de oficio, mientras que ante el juez el
abogado presente era el de confianza, aunque, de todos modos, no
se poda consultar con l hasta finalizada la declaracin. Sin
embargo, hace ya muchos aos que tambin empezaron a impedir
la presencia del abogado de confianza en la gran mayora de las
declaraciones ante el juez de detenidos incomunicados. En ese
52
53
54
dicho
artculo,
aparte
de
mencionar
extractos
55
56
57
58
IX
El caso Egunkaria
Otro de los aspectos que sera conveniente analizara el
estudio sobre la tortura que propongo es el contenido de ese
manual tan famoso como falso que la Guardia Civil dice haber
incautado a ETA en 1998 y el uso que se ha hecho del mismo. En
especial, el modo en que se utiliz en el bien conocido caso
Egunkaria..
En la madrugada del 19 al 20 de febrero del 2003, la Guardia
Civil arrest en sus casas a diez personas relacionadas con el diario
Egunkaria, que era entonces el nico escrito ntegramente en
euskara, y clausuraron dicho diario. Una actuacin que caus honda
conmocin en Euskal Herria.
Entre los diez detenidos esa madrugada se encontraban
personas de gran renombre de la cultura vasca y la gran mayora de
ellas denunciaron haber sufrido malos tratos / torturas durante los
cinco
das en
incomunicacin.
El Director del diario, Martxelo Otamendi, manifest tras ser
puesto en libertad que: Si a Joan Mari Torrealdai, que es una
59
60
la
absolucin
con
61
todos
los
pronunciamientos
que
dictaron
la
sentencia tambin
62
63
64
65
X
Las mentiras del juez Marlaska
La actuacin de la Justicia espaola ante las alegaciones de
malos tratos / torturas por parte de detenidos vascos incomunicados
ha sido en general nefasta. En la inmensa mayora de esos casos, las
causas no han progresado lo ms mnimo ante la exigencia de
pruebas que la incomunicacin hace casi siempre imposibles de
obtener. Y cuando, a pesar de todo, las vctimas han podido
presentar pruebas, casi nunca les ha servido de nada.
El caso en que ms pruebas ha habido durante los ltimos 25
aos ha sido sin duda el de Portu y Sarasola y por eso pienso que el
proceso judicial seguido en dicho paradigmtico caso es un perfecto
exponente del comportamiento de la Justicia espaola en lo que
respecta a la tortura. Empezando por el juez que ratifica la
incomunicacin, que es siempre de la Audiencia Nacional, cuyos
jueces ya se ha explicado cmo actan en el Anexo 2, y terminando
por el Tribunal Supremo.
En ese caso, el magistrado responsable de la incomunicacin
66
67
68
69
70
71
72
XI
Sentencia en Donostia
Los magistrados donostiarras que juzgaron el caso decidieron
condenar a cuatro de los once guardias civiles que participaron en la
detencin de Portu y Sarasola. Una condena que, al ser la primera
que se produca en casos similares despus de largos aos, produjo
una indudable satisfaccin a quienes llevan dcadas denunciando y
luchando contra esa lacra.
Ahora bien, el fallo inclua no pocos aspectos claramente
negativos que ensombrecieron esa primera valoracin positiva.
Sobre todo, el que los magistrados dieran por probado que los
militantes de ETA denuncian de modo sistemtico torturas
inexistentes, y que dichas denuncias se producen dentro de las
kantadas que aprende a preparar todo activista en la eskola o lo
que es lo mismo, en periodo de formacin.
As de categricos se mostraron, en el apartado de la
valoracin de las pruebas, pero lo que no hicieron en absoluto fue
explicar ni argumentar cmo llegaron a semejante conclusin. Ni lo
73
74
75
76
77
78
XII
Sentencia del Supremo
La actuacin del Supremo respecto a las sentencias por
torturas dictadas en primera instancia en Euskal Herria fue ms o
menos equilibrada hasta 1998. Por ejemplo, anul en 1994 una
prescripcin pronunciada por la Audiencia de Gipuzkoa, en el caso
de Juan Karlos Garmendia, y un ao antes hizo lo contrario, al
declarar prescrito un caso, el de Kepa Olabarria, en el que la
Audiencia de Bizkaia haba dictado sentencia condenatoria.
El cambio en la actuacin del Supremo en casos similares se
puede decir que se inici con la decisin que tom en un caso que
he mencionado en la Introduccin, el de Kepa Urra. En dicho caso, la
Audiencia de Bizkaia impuso a tres guardias civiles una condena de
cuatro aos de crcel a cada uno y en septiembre de 1998 el Alto
Tribunal decidi rebajar aquella pena a tan slo un ao, que ya no
era efectivo.
Unos meses despus, declar prescrito el delito por el que
fueron condenados en primera instancia siete guardias civiles por el
79
80
81
82
83
1. Arzuaga, Julen. Oso latza izan da. La tortura en Euskal Herria Euskal
Memoria fundazioa, 2012 p. 243
84
XIII
Incidente de nulidad
La falsedad recin mencionada en el captulo anterior no fue
la nica en la que el Supremo bas su fallo absolutorio. Tambin
pretendi que numerosas frases que entrecomill en su sentencia
eran parte del manual Haciendo frente a la detencin, que los
querellantes en esta causa dijeron conocer perfectamente, y se
bas en esas frases para sacar mltiples conclusiones tendentes a
invalidar las pruebas contra los agentes que los detuvieron.
Ahora bien, en ese manual no se dice nada de lo que el
Supremo mantuvo que deca. Nada en absoluto. Y eso fue
precisamente lo que remarc la abogada de Portu y Sarasola, Amaia
Izko, en el incidente de nulidad de actuaciones que interpuso a la
sentencia absolutoria. Un recurso en el que argument que Estas
expresiones entrecomilladas no pertenecen a este documento
incautado al comando y conocido por ellos, siendo que el Tribunal
errneamente lo atribuye al mismo extrayendo de dicha atribucin
adems conclusiones determinantes.
85
86
87
88
89
90
XIV
Mentiras y ms mentiras
No dudo en absoluto que las famosas fuentes antiterroristas
sean muy duchas en la manipulacin de los profesionales del
periodismo, pero tampoco albergo duda alguna sobre la
intencionalidad de varios periodistas que he mencionado a lo largo
de este libro y que estn especializados en noticias filtradas por esas
fuentes.
A esos periodistas no cabe aplicarles en absoluto el beneficio
de la duda. Saben perfectamente lo que hacen. En cambio, a otros s
que sera conveniente preguntarles si intentan contrastar lo que les
filtran esas fuentes antiterroristas, y si aplican una mnima lgica
para juzgar la credibilidad de las mismas y la intencin de los
filtradores. Es decir, preguntarles si toman o no precauciones para
evitar ser manipulados.
Uno de esos periodistas a los que convendra interpelar es
Jorge A. Rodrguez Arroyo. En concreto, sera conveniente
preguntarle acerca de un artculo suyo publicado por El Pas el 16 de
91
92
93
94
95
96
Anexos
97
98
Anexo 1
Mentiras y promesas rotas
del Gobierno espaol al CPT
El Gobierno espaol ha roto tres veces las promesas
hechas al Comit Europeo para la Prevencin de la Tortura
(CPT)
que
asegurara la aplicacin de
dos sencillas
99
100
101
inequvoco
compromiso
de
aplicar
en
su
totalidad
las
102
103
104
105
106
107
Anexo 2
Falta del control judicial recomendado por el CPT
El CPT ha venido recomendando una y otra vez al
Gobierno espaol otra sencilla salvaguardia para prevenir
malos tratos y torturas que ste tampoco ha adoptado
hasta hoy da. Se trata de que el juez vea personalmente a
los detenidos incomunicados antes de decidir prolongar su
incomunicacin ms all de las 72 horas.
El Gobierno insiste en que el ordenamiento jurdico
espaol
proporciona
dos
instrumentos
procesales
108
del
detenido
personalmente
delegando
la
109
110
111
tratos y torturas que les han hecho llegar los forenses que
examinaban a los detenidos incomunicados. No han ejercido esa
facultad ni una sola vez1.
En sus respuestas a los informes del CPT, el Gobierno espaol
tambin ha insistido una y otra vez en que los jueces disponen de
otro instrumento procesal especfico para tomar contacto personal
con los detenidos incomunicados, aplicarles el habeas corpus11. En
efecto, podran hacerlo, pero segn los datos de que dispongo, no lo
han aplicado nunca a ningn detenido incomunicado desde 198512.
112
113
Anexo 3
Casos de torturas
por motivos polticos
Ao
y
mes
79 06
80 02
80 07
80 11
81 02
81 05
81 11
TORTURADOS
1. X. Onaindia
2. Josu Torre
3. Juan J. Cazalis
4. J. J. Larrinaga
5. Ernesto Alberdi
6. Roberto Zabala
7. Joxe Arregi
8. Toms Linaza
9. Mikel Ruiz
Audiencia
Bizkaia
29/03/83
Bizkaia
20/07/87
Gipuzkoa
26/05/84
Bizkaia
24/07/01
Madrid
13/09/85
Bizkaia
16/11/90
28/07/98
Bizkaia
18/04/95
Supremo
Cuerpo
PN
19/06/85
GC
23/04/90
GC
TORTURADORES
1-M. Amadeo Abonjo
2-G. Garca Balbuena
3-J. Vzquez Domnguez
4-Lucio de Sosa Robledo
5-Jos Velasco Ciudad
6-Miguel Polln Prez
27/03/87
GC
19/11/03
PN
25/09/89
GC
16/12/93
11/12/98
PN
17/07/97
114
82 01
10. J. Goikoetxea
Gipuzkoa
15/07/87
GC
04/04/91
30/01/92
82 04
82 08
82 09
83 08
83 10
83 11
83 11
84 02
84 11
92 01
13. E. Erregerena
Bizkaia
28/01/97
Gipuzkoa
28/09/93
02/11/94
Madrid
21/01/97
PN
25/01/99
GC
20/06/94
20/11/95
PN
03/07/98
Gipuzkoa
22/09/92
01/02/94
Gipuzkoa
21/11/86
24/02/90
Bizkaia
05/04/95
Bizkaia
18/02/97
Bizkaia
17/02/97
Bizkaia
26/10/94
Bizkaia
07/11/97
GC
GC
PN
18/03/97
PN
02/06/98
PN
31/05/99
GC
19/12/96
GC
30/09/98
PN: Polica
115
TORTURADOS
Audiencia
TORTURADORES
Supremo
82 08 J. K. Garmendia Gipuzkoa
GC
28/09/93
02/11/94
20/06/94
20/11/95
80 11
92 01
92 01
08 01
TORTURADOS
Audiencia
Supremo
Kepa Olabarria
Bizkaia
14/10/91
10/07/93
Bizkaia
16/11/90
28/07/98
16/12/93
11/12/98
Juan J. Larrinaga
Fernando Irakulis
Juan Luis Irakulis
Ernesto Alberdi
Roberto Zabala
Agustn Gisasola
Juan A. Urrutia
Bizkaia
24/07/01
19/11/03
J. R. Rojo
Xabier Arriaga
F. Palacios
Juantxu Tobalina
Aitor Olabarria
Igor Portu
Mattin Sarasola
Bizkaia
04/04/99
Toms Linaza
AGENTES
GC
GC
GC
J. Vzquez Rodrguez
P. Santos Campaa
Felipe Mateos Robles
A. Beltrn Alcntara
Antonio Tocn Daz
Bizkaia
15/02/01
Gipuzkoa
30/12/10
116
GC
GC
02/04/01
11/11/02
GC
02/11/11
Auto:
19/01/12
expresamente
la
tortura
en
las
sentencias
117
118
TORTURADORES
1-M. Amadeo Abonjo
2-G. Garca Balbuena
3-J. Vzquez Domnguez
4-Lucio de Sosa Robledo
5-Jos Velasco Ciudad
GC
GC
PN
GC
PN
GC
CONDENAS TS firme
10 meses de arresto y 10
aos inhabilitacin
5 meses de arresto y
6 aos inhabilitacin
6 meses de arresto y 6 aos
inhabilitacin
Seis meses de arresto/ seis
aos inhabilitacin
3 meses de arresto y 6 de
suspensin para uno/
Un mes de arresto y 2 de
suspensin para dos
4 y 3 meses arresto/ 3 y 2
aos de suspensin
7 meses de arresto
Indultos
Belloch
20/06/94
Acebes
01/12/00
Corcuera
12/02/93
119
PN
GC
PN
GC
Un ao de prisin menor
(en Bizkaia 4 aos)
y 6 de inhabilitacin
PN
GC
Acebes
01/12/00
GC
GC
3 meses de arresto y un ao
de suspensin.
40-J. M. Rodriguez
41-D.Vinayo Gutierrez
Pedro Laiz Gonzlez
42-Paulino Navarro
Julio Hierro Mosset
43-G. Lpez Fernndez
44-A. Santamara Linuesa
PN
2 meses de arresto y
otros 2 de suspensin
Acebes
01/12/00
Acebes
01/12/00
PN
2 meses y un da de arresto
y 8 aos y un da de
inhabilitacin
10 meses de inhabilitacin
120
fallecido
Belloch
03/03/95
Belloch
03/03/95
Corcuera
08/02/91
Acebes
01/12/00
Acebes
01/12/00
Mariscal
de Gante
16/07/99
Indultos
Ha habido 28 indultos, concedidos a 27 torturadores (16 GC y
11 PN). Uno de ellos, Jos Dominguez Tuda, GC del cuartel de
Intxaurrondo, fue indultado dos veces.
Indultos concedidos por:
Gobiernos del PSOE: 11 indultos, todos GC (casos Hermanos
Olarra, Juana Goikoetxea, Linaza, Jokin Olano), en 1991, 93, 94 y 95
respectivamente.
Gobiernos del PP: 17 indultos: 3 GC del caso Urra en 1999 y
en diciembre del 2000 otros 14 (11 PN, casos Mikel Ruiz, Erregerena,
Otero-Quintana, Ana Ereo y Javi Fernandez, y 3 GC, caso Juan
Karlos Garmendia).
Aparte de los dos indultos concedidos a Domnguez Tuda, ha
habido otros tres torturadores indultados que fueron condenados
en un par de casos diferentes:
GC Manuel Macas Ramos, condenado en los casos Hermanos
Olarra (I) y Jokin Olano.
PN Julio Hierro Mosset, condenado en los casos Ana Ereo (I)
y Otero-Quintana.
PN Pedro Laiz Gonzlez, condenado en los casos OteroQuintana (I) e Iker Eguskizaga.
Han sido 47 los agentes condenados en firme por torturas en
los 18 casos censados. De ellos, 27 han sido indultados.
121
Anexo 4
Impulso poltico de la tortura
He aqu el nmero de casos censados por Euskal Memoria,
hasta mediados de 2014, de personas, con sus nombres y apellidos,
que alegan haber sufrido malos tratos / torturas, ao por ao, a
partir de 1985:
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
157
148
169
71
61
57
73
144
74
104
Total
1.058
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
78
119
126
118
45
92
85
146
108
59
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
Total
974
122
52
5
37
64
47
65
13
2
0
0
Total
285
123
124
125
Anexo 5
Un problema crnico
El 23 de junio de 1981 se celebr en el Congreso un debate en
el que el diputado de Euskadiko Ezkerra, EE, Juan Mara Bandrs
defendi la supresin de la Ley Antiterrorista1. Para ello, empez por
recalcar diversos casos de torturas que se haban producido los
meses anteriores. Unos casos muy sonados, entre los que destac la
muerte de Joxe Arregi, tras nueve horribles das en comisara.
Tambin mencion a los tres jvenes santanderinos torturados
hasta la muerte (el caso Almera), y el conocido caso de torturas
de Toms Linaza.
El diputado de EE subray asimismo las declaraciones que
efectu unos das antes el lder del PNV Xabier Arzalluz: A estas
alturas nadie puede ignorar ya que existe una tortura sistemtica,
aunque los interesados se callen a menudo por miedo a
consecuencias posteriores. Un hecho que, como los anteriormente
citados, sac a colacin para contextualizar su denuncia de las
condiciones en las que se desarrollaban las detenciones
incomunicadas.
126
127
encargados
de
hacer
cumplir
la
ley
solicitan
128
129
Anexo 6
Medias y Tortura
El estudio Medios de comunicacin y Tortura, realizado en
1992, ha sido hasta nuestros das el ms completo en lo que se
refiere a la actuacin de los media del Estado espaol en casos de
detenciones incomunicadas en las que se han denunciado torturas.
Dicho estudio se realiz a raz de una amplia operacin de la
Guardia Civil en Bizkaia con 36 personas detenidas, que en su gran
mayora denunciaron malos tratos / torturas, y en el mismo se
compararon las noticias reflejadas al respecto en varios diarios. En
concreto, las noticias que publicaron al respecto dichos diarios entre
el 29 de enero de 1992, fecha de las primeras detenciones, y el 25
de marzo, fecha en la que el Parlamento Europeo admiti un
informe sobre las torturas sufridas por uno de los detenidos, Kepa
Urra.
Los diarios objeto del estudio fueron: El Correo Espaol, Egin y
Deia que eran los tres de ms venta en Bizkaia (donde tuvieron lugar
las detenciones); el nico redactado entonces en euskara:
Egunkaria; y el de mayor tirada en el Estado espaol: El Pas. Se trat
130
131
polticos,
asociaciones pro
Derechos
Humanos,
organismos
132
133
Anexo 7
Haciendo frente a la detencin
INTRODUCCION
posible
ante
una
situacin
de
detencin
134
sea til para ello. As, este segundo trabajo, que hemos podido
completar con las aportaciones de ms compaeros de lucha que
han sido detenidos, lo hemos dividido en cuatro apartados,
respetando el ndice del trabajo original:
1.- Incomunicacin/Interrogatorios
2.- Preguntas
3.- Testimonios de compaeros de lucha
4.- Anexo = Dossier de la detencin guin
Nota: Queremos recordar que este librito no hay que tomarlo
como algo fijado para siempre jams, sino como un proyecto que se
debe enriquecer con las aportaciones de todos. Por lo tanto,
hacernos saber los errores y las posibilidades de mejora que veis.
INCOMUNICACIN/INTERROGATORIOS:
Aunque este apartado est orientado principalmente al
Estado espaol, como se ha dicho en la introduccin el objetivo del
enemigo es el mismo en ambos estados y la Polica francesa no se
est quedando atrs a la hora de infligir torturas psicolgicas y
malos tratos para conseguir esos objetivos. Permaneciendo en
silencio, no diciendo una palabra, no haciendo declaraciones
policiales conseguiremos hacer frente positivamente a la detencin.
Por lo tanto, en lo que respecta a los enemigos, aunque a
veces s que hay diferencias en cuanto a la violencia que emplean,
hemos metido en el mismo "saco" a los diferentes tipos de polica
(Guardia Civil, Polica Francesa, CNP espaol y Polica Autonmica
135
136
137
si
estamos
preparados
psicolgicamente,
nos
saldr
adelantos:
golpes,
gritos,
amenazas,
la
bolsa...
138
139
debemos calcular el tiempo que nos falta. Cinco das y cinco noches
se hace muy largo, porque son muchas horas y en nuestros
momentos ms dbiles podemos pensar que no vamos a aguantar
cinco das. El maratonista no piensa en el kilmetro 41, va kilmetro
a kilmetro... Lo importante es afrontar cada kilmetro y al final
llegaremos al ltimo da (sin dejar de intentar mantener la
referencia general - en qu da estamos). Se ha dado el caso de
algunos compaeros que, siempre a la espera de una situacin ms
dura, se dan cuenta de que el interrogatorio se termina y piensan
entonces: "poda haber aguantado".
- Para conseguir su objetivo, los enemigos quieren borrar
nuestra personalidad, destruir nuestra dignidad, destrozar nuestro
ser... tienen por objetivo ROMPERNOS psicolgicamente (para lo
que nos machacarn fsica y psicolgicamente), porque conseguido
eso, saben que conseguirn toda la informacin que quieran. Ah
est la clave: no deben conseguir rompernos. Y para ello hay
actitudes que se deben mantener ante algunas caractersticas que
se dan en la mayora de las detenciones, las cuales aunque parezcan
detalles, sirven para asirnos a nuestra dignidad interior y, por tanto,
hacer frente a la situacin:
a. DESNUDARSE: Su objetivo es claramente buscar nuestro
rebajamiento o humillacin. Es muy importante que no lo hagamos
nosotros mismos. Aunque parezca una tontera, es muy diferente
desnudarse uno mismo o que nos desnuden los enemigos por la
fuerza. Nos sentiremos mucho ms humillados si nos desnudamos
nosotros mismos y mucho ms fuertes si son ellos los que nos
desnudan.
140
141
142
143
nosotros
mismos
que
estamos
fuertes
144
145
146
147
principales:
A veces el ltimo da suele ser el peor, porque se desahogan
o divierten a hostias con nosotros. Ya no quieren conseguir ms
informacin, sino zurrarnos sin ms.
Otras veces, el ltimo da aumentan las presiones
psicolgicas, para que confirmemos las declaraciones policiales ante
el juez, no denunciemos las torturas, etc Nos chantajearn, que si
no confirmamos ante el juez o si denunciamos las torturas,
volveremos de nuevo a sus manos, que detendrn a algn familiar,
etc Intentarn comernos la cabeza. No te creas nada. Todo ES
MENTIRA. Despus de pasar ante el juez es imposible volver a
donde ellos, as que es muy importante, aunque les demos a ellos
una imagen diferente, tener muy claro en nuestro interior que
cuando vayamos ante el juez lo negaremos todo o que no haremos
ninguna declaracin.
148
149
F.- EN PRISIN:
- Antes que nada tenemos que mencionar que las
explicaciones y consejos anteriores tienen como objetivo hacer
frente a la detencin lo mejor preparados posible, pero sabemos
que muchas de las estancias en comisara son muy duras y por
tanto, tambin debemos saber que, si a pesar de haber hecho todos
los intentos y esfuerzos hemos dicho lo que quera el enemigo,
somos al fin y al cabo personas y que a un compaero que en esa
situacin ha hablado ante los enemigos no se le reprochar en
modo alguno haber hablado.
- Por otra parte, tiene una enorme importancia salir de esa
situacin de detencin o incomunicacin con una sensacin de
victoria a la hora de empezar fuertes el periodo de
encarcelamiento. Ser muy importante haber salido de comisara
con unas pequeas victorias. Esas sensaciones de victoria pueden
depender de lo que hayamos hablado y lo que no, pero aun
habiendo hablado, depender tambin de la actitud que hayamos
tenido para hacer frente a la situacin de incomunicacin. Eso que
hemos mencionado ms de una vez a lo largo del trabajo, que no
nos rompan completamente psicolgicamente.
-Al ingresar en prisin nos ayudar mucho en esa situacin la
150
PREGUNTAS
Cuando hemos hablado de los pormenores de la detencin y
el periodo de incomunicacin, hemos explicado tambin lo
referente a los interrogatorios porque todo va junto. Aun as, en este
apartado ms que el modo en que hacen las preguntas vamos a
intentar explicar la informacin que desean sacar los enemigos de
un modo general, enumerando las preguntas que suelen hacer.
Porque en base a ello nos daremos cuenta hasta qu punto van en
su demanda de detalles y, por tanto, a qu tipo de preguntas
tenemos que enfrentarnos.
Hay que decir que querrn conocer todo sobre TODA nuestra
vida militante. Desde que nos capta la Organizacin hasta que nos
detienen. Primero, normalmente, nos harn preguntas dependiendo
del tipo de detencin (si ha sido casual, o debida a un largo
seguimiento, o porque alguien detenido anteriormente ha dado
nuestro nombre etc): El nombre de los miembros del comando, el
nombre del comando, las relacionadas con la infraestructura (dnde
estn los pisos, dnde estn los garajes, dnde estn las armas
etc). Dependiendo de cada detencin, empezarn con unas
151
152
153
Anexo 8
Sobre las denuncias de torturas
(manual falso)
Por qu denunciar?
Esta campaa ha sido y debe ser siempre una norma de todo
militante que lucha por Euskal Herria, all donde se encuentre y en
toda forma de lucha. Pensamos que no se prepara como es debido
la detencin. Ni el miedo, ni la importancia de una cada, ni las
amenazas que recibamos, deben hacernos olvidar este deber que
todo militante tiene. Esta obligacin de todo militante ha pasado
por varias pocas, a veces se cumple a rajatabla y en otros perodos
no. Hacemos autocrtica, como algn militante nos ha apuntado, a
veces nosotros no hemos mentalizado lo suficiente a las posibles
vctimas (que somos todos), queda anotado para corregirlo. Tod@s
debemos estar siempre muy mentalizad@s.
Con la denuncia de torturas, siempre que pasemos por las
manos de la txakurrada, se pretenden varias cosas:
Aportar testimonios vivos e impactantes de la represin que
el pueblo de Euskal Herria sufre, sin caer en el victimismo pero
expresando el sufrimiento que sentimos desde hace 30 aos.
154
Qu denunciar?
Ante una detencin, por corta e insignificante que sea,
aunque se pongan en libertad sin cargos, ni fianza, ni ninguna otra
medida represora, hay que denunciar torturas. Es muy importante
que se denuncie, cualquiera que sea el color de los txakurras,
adems sabemos que todos acostumbrar a emplear la violencia
como norma contra nuestro pueblo. Esta campaa de denuncia
debe abarcar todo el estado espaol. All donde se produzca una
155
156
157
158
Anexo 9
Hiptesis sobre la falsificacin
Segn las autoridades espaolas, la Guardia Civil incaut el
documento recogido en el anexo anterior a los integrantes del
comando Araba de ETA detenidos el 19 de marzo de 1998. En
concreto, afirman que dicho documento estaba incluido en las
diligencias nmero 01/98 del SIGC de lava, entregadas el 23.03.98
en el J. C. I. nmero 1 de la Audiencia Nacional y que constan en
dicho juzgado como Diligencias Previas 4/98.
Sin embargo, en ninguno de los inventarios realizados por la
Guardia Civil de efectos incautados a raz de aquellas detenciones se
menciona documento alguno relacionado con la tortura, ni nada
similar. Por mucho que he buscado en todos ellos, no he encontrado
nada que se le asemeje. Absolutamente nada. Por eso, pienso que
las autoridades espaolas deberan responder con claridad a una
pregunta bien sencilla al respecto: Dnde y cmo consta la
incautacin de dicho documento al comando Araba, detenido el 19
de marzo de 1998, en el inventario correspondiente?
Mientras no respondan convincentemente a dicha pregunta,
es ms que lcita la sospecha de que sea absolutamente falso que
ese documento figurara en las diligencias nmero 01/98 del SIGC de
159
160
161
162
Anexo 10
Los tres correos falsos
La transcripcin exacta de los tres correos atribuidos a Txeroki,
respetando errores gramaticales y tipogrficos, es la siguiente (el
correo incriminatorio, el nico traducido, es el ltimo):
1. Aupa lagunok
Ezer baino lehen jasan ezazue besarkada handi bat gure partez.
Ondo egotea espero dugu, orain goazen mamiara.
Ez dugu ulertzen zelan galdu dira azken bidalketaren dokumentu
guziak, ez da lehenengo aldia, dena birusekin betetzen da. Berriro
bidali beharko dugu koordinatua dagoen planifikazioa pikutara ez
joateko.
Beno lagunak, bidalketa puta honekin agurtzen gara eskerrak
emanez zuei
Aiooooooooooo!!
JOTAKE IRABAZI ARTE!!
TINKA
163
2. Kaixo lagun!
Zelan zaude? Ondo? Espero dut ala izatea, baina ezer aurretik jaso
ezazu besarkada beroa bat.
Ez naiz asko luzatuko. Proposatzen dizut bukatu ez genuen
hitzorduarekin jarraitzea zurekin lasai hitz egiteko
EGUNA: abenduak 21
ORDUA: goizeko 9 etan (seguritatea 10:00 etan)
LEKUA: beste aparatua ikusi genuen lekuan, zubiaren beste aldean.
Espero dut arazoak ez eukitzea egun horretan, ala izando balitz,
abisatu, arreglatuko giateke.
Momentuz ezer gehiago. Zaindu, eman gogor eta aurrera. Borroka
da bide bakarra! Lortuko dugu!
Txk
3. Aupa zu!!
Lehenik eta behin besarkada eta iraultzaile bat igortzen dizut.
Oharra txiki honen bidez Lesakakoe i buruzko gaiaz hitz egin nahi
dizuet, hain zuzen ere kide legal horretaz, zeina behin baino
gehiagotan igorrekin elkartu zena, Komunikazio bat jaso dugu honen
arabera erru egin genuen izena bidaltzeko orduan eta antza denez
herrian eta auzoan aurkitzen ahalegindu zineten, hurrengoan zahat
zagoak izango gara...
164
Traduccin:
Aupa t!
En primer lugar te envo un abrazo revolucionario.
Mediante esta pequea nota quiero hablaros del tema
relacionado con los de Lesaka, concretamente sobre ese militante
legal, el cual se junt en ms de una ocasin con Igor, hemos
recibido una comunicacin segn la cual nos equivocamos a la hora
de enviar el nombre y parece ser que intentasteis buscarle en su
localidad y en su barrio, en la prxima seremos ms precisos
165
166
Anexo 11
Dos manuales de ETA
He aqu lo que se dice sobre las coartadas y kantadas en los
dos manuales de ETA intervenidos al comando de Portu y Sarasola:
1. En el apartado 3.7 Normas de funcionamiento del
manual ESKULIBURUA:
3.7.3 COARTADAS
Son tambin medidas de seguridad que en unos casos nos
ayudarn a pasar desapercibidos y en otros, si hubiera cada y
fusemos torturad@s, a salvar compaer@s y cosas organizativas. El
equilibrio al que hacamos referencia al hablar de las medidas de
seguridad en general es tambin aplicable en este caso. El truco
consiste en utilizar coartadas sencillas y lgicas. La coartada
complicada puede justificarse por la necesidad de librar algo, pero la
polica puede pillarnos ms fcil en contradiccin.
Utilizad la imaginacin y la lgica. Tened en cuenta lo que
167
168
expresamente
preparado
para
una
cada
eventual.
Acaso
169
170
171
172
173
Anexo 12
Artculo de Antonio Santos
Sarasola admite que milita en ETA
y pone en aprietos a su defensa
Demasiada sinceridad. La declaracin de Mattin Sarasola puso
ayer en apuros la estrategia de su defensa, no tanto en este juicio
como en la causa que se sigue contra l y Portu por el atentado de la
T-4, en el que murieron los ciudadanos Diego Armando Estacio y
Carlos Alberto Palate. Los dos etarras han sido condenados por la
Audiencia Nacional a ms de mil aos de crcel, sentencia que ha
sido recurrida ante el Tribunal Supremo. Sus abogados sostienen la
impugnacin con un argumento: Sarasola confes bajo torturas ser
miembro de ETA, integrar el 'comando Lesaka' y haber participado,
junto a Igor Portu y Mikel San Sebastin, en la accin de Barajas.
El terrorista, sin embargo, reconoci ayer su militancia ante el
tribunal y admiti haberse reunido en Francia con Garikoitz
Aspiazu, 'Txeroki', cuando ste era el jefe militar de ETA. Dijo formar
174
parte del talde con Portu y que, los dos, eran miembros 'legales' de
la banda. Hasta asegur que tienen rdenes de mentir en los
interrogatorios y, cuando le preguntaron si la cpula etarra les
recomendaba denunciar maltrato, no contest directamente, pero s
advirti que, por norma, los terroristas suelen inventar algunos
relatos, consensuados con sus compaeros de comando, para
despistar a los investigadores. Sabemos que algo vamos a acabar
diciendo, dijo.
Sus explicaciones fueron de tal calado que el presidente de la
Sala, Iaki Subijana, se vio en la obligacin de recordarle uno de sus
derechos: poda negarse a contestar a alguna pregunta si crea que
le resultara perjudicial en otros procesos penales. Ya era tarde.
175
176
177
que
mencion
Sarasola
era
la
de
preservar
178
el
lector medio:
que
Sarasola evit
responder
179
180
Anexo 13
Manual de Manchester
Captulo 9
PLAN DE SEGURIDAD
Definicin de Plan de Seguridad:
Se trata de un conjunto de medidas coordinadas, coherentes e
integradas que estn relacionadas con una determinada actividad y
diseadas para confundir y sorprender al enemigo, y si somos
descubiertos, para minimizar la prdida de trabajo tanto como sea
posible.
[]
D. Interrogatorio e investigacin: Antes de ejecutar una
operacin, quien la dirige debe instruir a sus operativos sobre qu
decir si son capturados. Debe explicarlo ms de una vez, con el fin
de garantizar que lo han asimilado. Ellos deben, a su vez, explicarlo
de vuelta al comandante. El comandante tambin debe sentarse con
cada uno de ellos individualmente y abordar los asuntos que
podran presentarse durante el interrogatorio:
181
182
183
Anexo 14
Normas a tener en cuenta ante una detencin
(Gestoras Pro-Amnista de Euskadi, 1982)
184
185
186
Anexo 15
Primera declaracin policial
de Mattin Sarasola
187
188
LA RED
Txalaparta, 2008
262 pginas
Descargar fragmento (53 pag.) del libro
en formato PDF:
http://ttiki.com/90961