Resension
Resension
Resension
propia disciplina, una teorizacin que mejorara la disciplina, que arrojara luz y
que provocara un debate epistemolgico sobre lo que se estaba haciendo y
sobre todo, lo que se estaba consiguiendo. Era algo que se dejaba a la
Filosofa. El resultado por tanto no poda ser otro que el estancamiento y el mal
uso de la palabra historiografa, trmino que, por encima de todo, el autor
pretende clarificar, redefinir (en el sentido de definicin final) con esta obra.
Arstegui da un toque de atencin y recalca que la gran lacra de los programas
de estudios universitarios de Historia en Espaa es la inexistencia de una
formacin terica y cientfica en
Historia. Por ello, este libro tambin puede considerarse un manual, ya que se
trata de una gua, el autor da las pautas que nos indica qu somos y por tanto,
qu es lo que tenemos que hacer con respecto a esta disciplina, tanto para los
estudiantes como para los interesados en la materia.
Uno de los inconvenientes que observamos a lo largo de la lectura del libro es
que no acaba de ser un discurso limpio, no mantiene un desarrollo, por decirlo
de alguna manera, lineal. Al tratarse de una temtica que el autor mismo
reconoce an contiene contradicciones y limitaciones, la lectura se hace
pesada en las ocasiones que enuncia que va a explicar alguna de las trabas
que se ha encontrado la historiografa para remontarse a los inicios de ese
problema, dar muchas vueltas sobre l repitiendo lo complicado de la cuestin
para despus de varios prrafos, en ocasiones pginas, dejar el tema como
estaba o no aportar una solucin clara y concisa.
El grueso del libro, que se corresponde a la segunda seccin, el autor lo dedica
a profundizar y a resaltar el papel del historiador en las ciencias sociales.
Defiende la historiografa como una prctica cientfica, dando diferentes
argumentos a lo largo de todo el captulo. Por esa razn su discurso enfatiza
que ms importante que el campo (que es lo que da especificidad en una
disciplina) en que se mueven las ciencias es el objeto (que es lo que da
identidad a una disciplina) de las mismas el que las define. Y el objeto de las
ciencias sociales es lo humano en general. En este sentido, a lo largo de toda
la exposicin que hace en esta seccin - tambin en las otras dos - echamos
de menos algunos ejemplos que sin duda ayudaran a clarificar un tema tan
controvertido como es el de la cientificidad de la historiografa, y que,
seguramente, haran algo ms didctico este libro escrito, entre otras razones,
con la finalidad de que ayude, sobre todo, a los que se inician en la prctica
historiogrfica.
Adems de la cientificidad de la historiografa, el otro tema que tambin recalca
es el de la explicacin y la representacin de la Historia. Enumera las fases que
tuvo la Historia desde las primitivas descripciones etnogrficas, pasando por
las Crnicas, el Positivismo (y su fetichismo por el documento) a la
historiografa de la segunda mitad del s. XX. Y dentro de esta, que es la que
ocupa la tesis central del libro, el debate surgido a propsito de la forma idnea
de comunicar la Historia. Tras enumerar las posiciones de las diferentes
escuelas y autores, Arstegui defiende el discurso argumentativo como forma
de expresin de la Historia. En este sentido, y a propsito de la retroduccin o
el futuro del pasado acuado por R. Koselleck, encontramos totalmente
inspiradora su afirmacin de que el historiador debe explicar situaciones
histricas
como
si
no
conociese
su
futuro.
No
da
margen
la