Jesuitas y Masones
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II
LOS PRINCIPIOS DE LA VIDA ESPIRITUAL DEL
JESUITA Y LA ORACION CONTEMPLATIVA
Cuando un joven entra en la Compaa de Jess, lleva
consigo un bagaje espiritual, lleno con todas clases de
prcticas religiosas y buenas intenciones. Generalmente
son unos buenos muchachos quienes han logrado pasar por
los grados de las virtudes. Para m, como para la mayora
de la gente profana, las prcticas religiosas consistan en
manifestaciones sentimentales: uno senta cierta alegra,
emocin, conmocin, culpa y buenas intenciones y sobre
estos ejes acarreaba mi vida religiosa. Esta vida, una vez
en la Orden reciba nuevos fundamentos: la colocaban
sobre los pilares de los grandes reconocimientos y de las
decisiones resultantes. 0 sea: sobre el reconocimiento del
papel del intelecto y la voluntad en la oracin. San
Ignacio, autor del mismo, caus una revolucin en su
tiempo con este nuevo concepto, porque l con su mtodo,
basado en los Ejercicios Espirituales, se adelant a la
gracia de Dios, actuando por fuerzas naturales, que eran
desconocidas por las escuelas asctico-msticas de la era
medieval. San Ignacio conoci por sus nuevas teoras, y
varias veces, las prisiones de la inquisicin y cuando sus
hijos dieron bases filosficas a su mtodo, fueron acusados
de semipelagianismo.
San Ignacio inici una revolucin an mayor con la
introduccin de un nuevo modo de oracin, "aplicatio
sensuum expuesto en su libro de Ejercicios Espirituales.
Se da un tema, cualquiera que sea: el infierno o algn
misterio de la vida de Jess y con el ejercicio de nuestros
cinco sentidos, tratamos de sumergirnos, ver, or y sentir
las cosas y sacar provecho espiritual de ello.
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.
"Todo el da estoy a los tropiezos, me siento colmado
de pequeas faltas, me resulta como una carga pesada esta
vida prensada en disciplina. Soy como el ahogado a quien
el agua sube a ratos a la superficie. En medio de un estado
de nimo semejante, de repente, sin prembulos, sin
palabras para expresar veo cristalina mi dependencia de
Dios, mi situacin en el plan divino y mis deberes que me
retienen entre los jesuitas. Esta luz dura el tiempo de un
relmpago, pero este segundo es suficiente para sacudirme,
vuelvo en s y pego un salto. Si analizo su contenido no
encuentro ms que una luz intelectual, ni alegra, ni
felicidad, tampoco un sentimiento de consuelo, pero s el
conocimiento de una seguridad arrasadora, una visin
clara de una sistematizacin correcta de las fuerzas y
valores. Veo desaparecer las dificultades anteriores y mi
desolacin est vencida. Luego de una sacudida disperso
las pequeas faltas que me colmaban, vuelvo a ser
diligente y prolijo, con una palabra he nacido de nuevo".
Estos aclarecimientos maravillosos hacan sentir su
influencia marcada durante das. Fueron como el pan del
profeta Elas "Vi illius cibi"; con ellos poda caminar
cuarenta das.
Mi diario en otra oportunidad:
"Hoy rec pequeas oraciones: Ora ped la ayuda de
Dios, ora le he agradecido, luego ped de nuevo algo, tal
como lo hacen todos en este mundo. De repente me
sorprendi el pensamiento de que esta es la forma ms
barata de la oracin: pedir y agradecer, hacer del ms all
una especie de almacn de donde a cuenta de oraciones
pedimos nuestras necesidades a domicilio. La verdadera
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su
era
El
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sentirme nulo.
superficiales.
Pero
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puntos
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III
LOS ESTUDIOS DE UN JESUITA
Al terminar el noviciado, nos vistieron con ropas
nuevas y nos enviaron a todos a la Filosofa. Viajbamos
todos juntos, y sent vergenza porque la gente al ver
tantos sacerdotes juntos, nos miraba con indiscrecin y los
chicos nos sealaron con el dedo, y hacan observaciones
poco corteses. La casa estaba en refaccin, por eso
entramos con un mes de atraso, cuando los de segundo y
tercer ao ya estaban en pleno estudio. En el noviciado
recibimos una preparacin de la ideologa de la vida
espiritual, del latn y de los reglamentos de disciplina; todo
esto corresponda al clima silencioso del noviciado.
Aqu, en cambio, hemos cado en medio de una
revolucin continua. Toda la Filosofa estaba dividida en
dos bandos, y no exagero nada al afirmar que se estaban
matando unos a los otros. Como es de imaginar, nosotros
quedamos sin saber nada de los pormenores de esta batalla,
deducamos ms bien que aqu se trataba de algo grave. El
problema en cuestin era -su debate vena de quince das
atrs y segn estaban las cosas, prometa otros quince das
-: si las partes del entero son reales o potenciales. Al ao
siguiente yo tambin adquir esta varicela filosfica y
aprend que sta no era una cuestin de menos, porque
cada teora poda ser probada por veinte argumentos, cuya
mitad era verdadera y la otra sofisma.
Las clases eran tan ruidosas, que a menudo nos
molestaron los de segundo ao en el aula contigua.
Estudibamos con diligencia preparndonos al examen
eliminatorio, llamado de "cocinero" que, al final del
segundo mes, decidi si uno poda seguir sus estudios o
sera relegado a cocinero. Pronto nos aclimatamos
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IV
ORGANIZACION INTERNA Y SU CONTROL
Hace algunas dcadas, en la Universidad Nacional de
Budapest, un profesor dedic un semestre para tratar la
Constitucin de la Compaa de Jess, como la forma de
estado ms perfecta, porque une de todas las formas
posibles los elementos ms ventajosos. Desconozco los
detalles de sus conferencias, pero reflexionando sobre esta
idea, ella misma me conduce a reconocer, que la Constitucin Jesuita es tanto democrtica como monrquica,
aristocrtica, dictatorial, liberal y comunista.
Democrtica
Hay pocas palabras que son tan explotadas, como la
democracia: todo gobierno, aunque practique en mximo
el terror, se denomina democrtico. La Compaa de Jess
no se llama democrtica, pero ejerce su esencia. Todos los
que entran en la Orden comienzan exactamente con las
mismas posibilidades. No existe privilegio de cuna, ni
distincin de fortuna. Ignorbamos la procedencia de la
mayora de los hermanos. Todo lo que llevamos encima al
entrar a la Orden, lo repartan entre los pobres: de este
modo habamos nacido tan desnudos dentro del apartado
mundo de la Orden, como dentro de este gran mundo
profano. Esto significaba que cada uno de nosotros llevaba
consigo la misma posibilidad para escalar los grados, hasta
la generalicia.
Hubiera
sido
democrticamente.
imposible
encaminarse
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Comunista
Del sistema comunista tambin se encuentra mucho
en la constitucin de la Compaa de Jess, pero ya no es
mrito particular de la Orden, sino comn con todas las
rdenes religiosas. Su mrito especial reside en que la
Compaa tambin esto lo toma en serio mientras que
algunas rdenes son ms indulgentes en el ejercicio de las
reglas del derecho cannico. Todos los bienes de la orden
pertenecen a la comunidad, cualquier cantidad de dinero
que entra va a la caja comn que cubre todos los gastos,
adonde acuden todos segn sus necesidades. Los padres, al
volver de una misin o de ejercicios espirituales, traan
siempre donaciones que al llegar, entregaban al P. Minister
ntegramente, bajo cargo de pecado mortal (segn la
cantidad), sin poder guardarlo, ni gastarlo.
El lmite del libertinaje que se justificaba era, por
ejemplo, que durante los ejercicios espirituales, al
presentarse la ocasin, sugerir a la madre superiora, la
conveniencia de una mquina de afeitar, que luego sera
entregada al padre por honorarios. En casa despus de
pedir permiso para su uso; aunque jurdicamente todo era
comn, en la prctica alguien usaba las cosas. Estos
obsequios siempre fueron mal vistos por la Compaa, y
ms de una vez fueron confiscados bajo sospecha y dados
a otro para usar, especialmente si era artculo de lujo.
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sus padres o arrendaban una o dos hectreas para demostrarles, que producan ms ganancias en un hectrea que
sus padres en diez.
En el Centro de KALOT se ocupaba a menudo con la
colocacin de dichos productos, que le derivaba al mismo
tiempo ganancias.
Cada escuela superior reuna anualmente a sus
alumnos para una conversacin. Hubo un director que en
las circulares de invitacin peda a los jvenes que trajeran
una o dos gallinas de obsequio a la escuela y de las 800 6
900 aves adquiridas de este modo, fund una avicultura.
Estos fueron ejemplos autnticos.
Pronuncibamos el gran lema: "Queremos una
Hungra hortelana' y no vender trigo en un mercado
internacional de superproduccin, sino cultivar hortalizas
para los pases nrdicos, carentes de estos productos. En
mi estada en Finlandia encontr un mercado
extraordinariamente ventajoso para una exportacin de
hortalizas, como tambin Polonia ofreca posibilidades
ptimas al respecto, segn pude constatar en oportunidad
de un viaje. Su realizacin junto a otras esperanzas fue
anulada al perder la guerra.
Instruamos a los campesinos cmo sacar mas
provecho de una hectrea de terreno pantanoso, que del
mejor terreno con cultivo de trigo. Una de las escuelas
superiores recibi en obsequio un terreno pantanoso, de
dos hectreas; se plant en partes del terreno sauces
nobles, cuyas varillas vendan a cesteros hasta que la
misma escuela fund su cestera. Durante el invierno se
cortaba la caa del terreno y se venda por vagones para
estuquera; esto slo dej ms ganancias de lo que hubiera
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VI
LUCHA POR LA VIDA
La guerra se acercaba a su fin. Budapest fue
bombardeado diariamente por 300 400 aviones. El
Centro fue alcanzado, se perdi el archivo ntegro, los
ficheros, los muebles, las pinturas valiosas, en una palabra,
todo. Los colaboradores enmudecidos de dolor con los
ojos llenos de lgrimas, removan los escombros durante
das para salvar algo y seguir trabajando en otro local. No
podamos enviar cartas a las asociaciones porque los rusos
ya estaban dentro del pas ocupando regiones extensas.
Estall el pnico: las noticias ms horribles iban y venan,
hua quien poda hacia occidente, los empleados
nacionales, conventos enteros, ministerios y las familias de
los militares, etctera.
Nosotros con el P. Kerkai nos pusimos a considerar
las posibilidades y tras largas conversaciones llegamos a la
conclusin de que haramos lo posible para disminuir esta
huida insensata porque todos debemos permanecer en
nuestros puestos, de lo contrario qu ser del pueblo
abandonado, si sus dirigentes huyen. La clase trabajadora y
campesina fue la nica clase social que qued firme como
si ella sola hubiera sido quien tena raz en esta tierra
tantas veces baada por sangre, corriendo el riesgo de ser
presas de los nuevos impulsos de los nuevos amos.
Designaron en esos das al teniente general Francisco
Farkas de Kisbarnak para la evacuacin total de Budapest.
Segn el plan encaminaran a la gente a pie hasta Austria,
lo que llevara 25 das haciendo 25 estaciones de comida.
El P. Kerkai conoca a Farkas y fue a verlo para
reprocharle cmo pudo aceptar este plan loco. A punto de
llorar confesle Farkas su intencin de suicidarse en su
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VII
EN EL SERVICIO DEL VATICANO
Cuando, el 9 de abril de 1945, sal de Budapest, haba
credo que esta misin, despus de la evasin al frente
ruso, iba a ser fcil. En aquel entonces no pensaba que iba
a ir y volver cinco veces, y las cinco ilegalmente, por
diferentes fronteras, empleando mil tretas en mis
evasiones. Estos dos aos, que desempe en el servicio
del Vaticano, tenan dos facetas: una, el manejo de las
graves conversaciones diplomticas, las mediaciones entre
partes importantes con mensajes verbales sin escrito,
debido a su carcter delicado; la otra, la realizacin fsica
de las evasiones. Esta ltima servira de argumento para
una novela de aventuras de suspenso. Fue el cumplimiento
de mi misin el que me indujo a estas aventuras y no la
bsqueda de sensaciones. Prescindir de la descripcin de
estas aventuras aunque mi diario fiel las guarda todas en la
frescura del tiempo presente. Le restara seriedad a mi
relato, si en medio de mis misiones y las delicadas
maniobras diplomticas hiciera un alto para contar con
detalles cmo llegu a ser fogonero en un barco rumano,
luego comerciante de porcinos o cmo cruc el arroyo de
Raba llevando toda mi ropa y maleta en la cabeza en un
fro invierno, y cmo me haba embarrado, en medio de un
mar de lodo, al cruzar 20 kilmetros en Pcska entre
Hungra y Rumania, etc. Despus de esta mencin los
descartar.
Llegu a la capital de Rumania sin tropiezos, y
mientras preparaba mi camino entre Bulgaria y Estambul,
la guerra haba terminado, quedando as libre el camino
ms corto hacia Occidente. Haba vuelto a Budapest en
calidad de judo deportado, y para ocultarme de todos,
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4. -Sacerdote ejemplar.
Oriundo de hogar modesto, al ser obispo reparti sus
bienes particulares entre sus parientes, avisndoles que en
el futuro no esperaran ninguna ayuda material.
Sus enemigos acrrimos tampoco podan acusarlo de
defectos morales.
Yo mismo lo he visto rezar largamente, slo, en su
Iglesia. Hombre dctil, no es obstinado.
5. -Hombre erudito.
Escribi varios libros: estudios histricos de menor
importancia, adems una obra monumental en tres tomos
sobre los deberes de las madres cristianas, llena de piedad.
6.- Los comunistas tambin lo estiman.
Por el factor de que los nazis lo deportaron.
RAZONES ADVERSAS:
1.- Es demasiado austero.
A los sacerdotes de la ciudad les obligaba a convivir
en el edificio ampliado de la parroquia, manteniendo una
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Rev. P.
Nagy Thtm S., J.
Borgo Santo Spirito 5.
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Roma.
A los pocos das visit a Su Excelencia Montini para
pedirle que facilitaran mis viajes, al menos hasta la cortina
de hierro, dndome pasaporte. Me fue dado un pasaporte
diplomtico, que guardo con reverencia en recuerdo por la
firma de Su Excelencia Montini. Durante esta audiencia Su
Excelencia me dijo que hablara con el Primado
Mindszenty: lo enviamos a usted con este propsito.
Ms tarde supe que Su Santidad le dijo al Cardenal,
durante su estada en Roma, con motivo de la entrega de su
prpura, que espera que conduzca los asuntos con
inteligencia": pero el Primado no alcanz a
comprender que la fina expresin del Papa Po XII, quien
acostumbra a guardar el mximo tacto en sus expresiones,
para evitar que hieran, esta frase contena una observacin
seria.
En esta oportunidad viaj en avin hasta Viena. Me
acompa hasta el aerdromo mi amigo Esteban,
conocedor de mis mltiples luchas. Mientras esperbamos
la mquina, me relat que me haba asociado con un
pequeo episodio de la noche anterior. En un bar haba un
grupo alegre de polacos y dems nacionalidades, tomando.
Los msicos comenzaron a tocar una cancin triste
que provoc una protesta de los polacos, diciendo que era
una cancin rusa. Los msicos pararon de tocar, cuando
una joven les dijo que siguieran, y ellos obedecieron. Se
hizo un silencio embarazoso, luego, a mitad de la cancin,
un oficial polaco comenz a cantar despacio, solo, luego
otros se haban agregado y, al final, todo el grupo cantaba
la cancin con energa.
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He aqu mi carta:
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alternativa que una tctica realista para lograr, con sabidura, alguna posibilidad vital.
"En qu consiste esta posibilidad vital, este modus
vivendi? Ya su mismo nombre indica que no se habla en
absoluto de asimilacin, ni de prescindir de los principios,
tampoco de mantener amistad, porque en ese caso no
buscaramos ningn modus vivendi, sino marcharamos
del brazo con ellos por los caminos nuevos. La esencia de
la poltica de inteligencia no significa vendernos, sino
evitar ser blanco de ataques. Por eso mismo, en cuanto a la
relacin nacional, significa una vecindad soportable. Si
llegamos a un acuerdo con ellos habr una posibilidad
mayor, para que nos hagan algo de esa democracia tan
mentada, y se sobreentiende, que nos dara ms que siendo
enemigos declarados. El punto muerto del antagonismo de
principios entre los dos conceptos reside en que los
partidarios de la intransigencia rgida dicen: la completa
libertad o la lucha permanente; nosotros en cambio lo
redactamos as: con luchas permanentes pierdo lo poco
que tengo, porque soy un ejrcito cercado, en cambio con
inteligencia puedo ampliar el espacio de mi libertad de
movimiento y luego veremos si puedo reivindicar nuevos
terrenos y despus de probar todo, siempre tengo tiempo
de entrar en lucha final contra ellos.
"En relacin a la poltica el modus vivendi significa
la conservacin de la esencia. Por esta esencia estamos
dispuestos siempre a morir.
"En relacin a la poltica eclesistica el modus
vivendi significa tambin el restablecimiento de la
nunciatura. La Santa Sede est pronta para pactar con
Mosc y crear un modus vivendi siempre que el Soviet
presente sus aspiraciones para lo mismo. Testigo fidedigno
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Thtm Nagy S.
24 de junio de 1946"
Mi diario del 27 de junio: "Esta tarde lleg el P.
Borbly. Cuando el P. Kerkai le dio la copia de mi carta
dirigida al Primado, despus de leerla, nervioso al extremo
dijo que sta no se poda entregar al Cardenal y seal
algunos pasajes insignificantes en que, segn l, debamos
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IX
LA EMPRESA NUEVA
Alrededor del 10 de enero ya estuve en Montevideo,
en la villa del Seminario Interdiocesano, donde los jvenes
telogos se turnaron para ensearme el espaol.
En febrero ya ejerca de confesor, como P. Espiritual,
y desde el primero de marzo, adems de todas las
actividades de P. Espiritual, comenc a dar unas pequeas
conferencias diarias de quince minutos. Mientras, emple
cuanto medio me fue ofrecido para conocer los problemas
de los obreros y campesinos y las posibilidades de su
organizacin. Escrib a Mons. Cardijn, fundador de la
J.O.C. en Blgica, dndole a conocer un proyecto sobre
una posible organizacin de los jvenes del campo
uruguayo. En seguida recib respuesta del Monseor,
dndome direcciones para vincularme, cosa que hice en el
acto.
El 30 de mayo hice mi primer informe al P. General
que se limit a una mera orientacin. El 22 de julio elev
un proyecto positivo al P. Asistente. Esta carta fue
contestada por el P. General, quien me hizo saber que estos
detalles pertenecan a mi P. Provincial. Tena razn, ya que
yo no le haba escrito, que no daba un paso sin previa
consulta del P. Provincial, quien me apoyaba al mximo.
Para setiembre confeccion un proyecto detallado, en que
condens todas nuestras experiencias del Kalot,
acomodada a las circunstancias presentes. Se trataba de
confeccionar para sacerdotes, instruccin de los primeros
Jvenes para que ellos comiencen los trabajos de
organizacin entre sus compaeros, publicacin de fuentes
de trabajo, cte. Adjunt adems un presupuesto detallado,
muy modesto e insignificante. Hice confeccionar por los
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CONCLUSIONES
Desde que el Emmo. Cardenal Primado Mindszenty
emprendi su camino, acompaado por los representantes
del viejo mundo, condenndonos y desplazndonos sin
piedad por la idea del "modus vivendi han pasado casi 18
aos. Este lapso prolongado, como es de lamentar, nos
justific en todo.
Todo lo que voy a decir ac no es mera dialctica,
sino hechos consumados.
La intervencin norteamericana contra los rusos en
Hungra, la base en que edific Mindszenty toda su
poltica, no sucedi. Nadie ha emprendido ninguna
intervencin por Hungra. Nos han abandonado
completamente; an ms, cuando en 1956 la nacin
hngara se levant contra sus opresores rusos, los
habitantes de Budapest en vano esperaban desesperados,
en los techos de las casas, a los aviones americanos, sus
salvadores. stos no llegaron. En cambio vol un
telegrama, a travs de Tito, a Mosc que dej a Hungra
definitivamente bajo la cortina de hierro.
La restauracin de la monarqua, este sueo
quimrico y demasiado caro y a su vez anacrnico de
Mindszenty, la que el pueblo mismo ni deseaba ni
esperaba, tampoco sucedi. Slo Mindszenty segua
preparando sus cimientos con la ayuda de sus partidarios
monarquistas, quienes estaban condenados a muerte haca
tiempo, no por tribunales, sino por la 'historia. Con la
guerra que no tuvo lugar, se eliminaron las grandes
ventajas, quedando la nada, mejor dicho: el completo
abandono de la situacin a merced de los rusos; porque
todo opresor hubiera respondido a una intransigencia
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SEGUNDA PARTE
FRANCMASONES
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X
UNA NUEVA META
Hoy estuve en el Ministerio de Educacin y habl con
el seor E. J., pero l tampoco pareci comprender mis
indirectas, cada vez ms atrevidas. Van a hacer tres meses
que he emprendido una campaa contra un enemigo
invisible. No quiero nada ms que hacerlo perceptible, y
me conformo con conocer uno solo de sus soldados.
Cualquiera que sea, con tal de que fuera un autntico
francmasn; eso es lo que busco y rastreo desde hace
tiempo, sin xito. Todos saben de ellos, de su influencia,
de su poder que consideran enorme pero hasta hoy nadie
pudo suministrarme un solo nombre o direccin donde
hubiera podido encontrar un miembro de este ejrcito tan
temido.
Desde que perd ese ideal que llevaba y envolva mi
vida, ha quedado un gran vaco en su lugar. La vida,
carente de alguna actividad que est por encima de la del
sustento, me pareca estril y mezquina. Echaba de menos
este ideal que era el mvil de mis impulsos. Echaba de
menos el haber pertenecido a una organizacin que era
movida por ideas; Senta la necesidad de seguir luchando
por alguna idea superior, siempre que sta significara un
bien comn.
En medio de estas cavilaciones despert en m un
proyecto fascinante: conocer al enemigo mayor de la
Iglesia, penetrar sus secretos y saber la verdad. Este
pensamiento ocup mi mente. He aqu una meta, me deca,
una nueva actividad que puede ser benfica y puede ir
llenando ese vaco incoloro que haca eco dentro de m.
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XI
LA VIDA DE LAS LOGIAS
Despus de la iniciacin, andaba por las calles como
uno que se apoder de una gran novedad. Sent como una
ampliacin, un ms all en mi vida y tuve la sensacin de
estar amparado, aunque nada haba cambiado dentro de m,
ni alrededor de m; Atenda mis quehaceres diarios y
esperaba la primera tenida. El amor propio de varn quera
prorrumpir de m: "Aqu estoy, yo tambin pertenezco a los
temibles masones". Pero tena que guardar el secreto.
Bueno, este secreto es a medias solamente, porque si bien
es cierto que no revelamos directamente pertenecer a la
masonera ninguno de los hermanos, ni nosotros mismos,
hay muchos que usan insignias y anillos con la escuadra y
comps y cuyo significado puede conocer cualquiera, y
hasta hay comerciantes que ponen este signo bajo la firma
de sus negocios. Esta discrecin frente al mundo nos
parece ms interesante.
Me enter, en la primera reunin, que las tenidas
estn divididas segn los grados, igual que los masones
mismos. Yo, en mi calidad de Aprendiz nunca podr
participar de las de tercer grado, porque esa est limitada a
los Maestros. Los de grado superior pueden frecuentar
tenidas de grados menores, pero al revs nunca.
Generalmente desconocemos la graduacin de la mayora,
especialmente en los grados superiores. Las tenidas
ordinarias, semanales o quincenales, se hacen en el grado
de Aprendiz, y los de grados mayores se quedan despus
para seguir la reunin si se presentan asuntos que no
incumben a los novatos.
Como Aprendiz no conozco el toque de los Maestros,
por lo que el Guarda Templo ya me detiene al or mis
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Las
ceremonias
francmasnicas
no
tienen
caracterstica mgica sino simblica y tradicional. Aqu
aadir lo siguiente: las ceremonias de la Iglesia tambin
tienen una fuerza simblica enorme, con la diferencia de
que el factor de la transmisin de gracia le da otro
concepto y rango distinto. Un observador exento de toda
fe, un pagano, podra decir que estas ceremonias de la
Iglesia, por ejemplo, el bautismo u ordenacin sacerdotal
han conservado la fuerza mgica de las ceremonias
ancestrales, o sea que trasmiten fuerzas internas. As que,
los menos indicados para burlarse de las ceremonias de los
francmasones son la Iglesia y sus fieles catlicos y los
menos indicados para privarlos del derecho del ejercicio
libre de stas, siendo ellos quienes estn mucho ms
sumergidos en el ejercicio diario de este instinto humano
ancestral. La suministracin de todos los sacramentos,
observada sin fe catlica, parece ceremonia simblica de
fuerza mgica. En el tiempo de la Iglesia primitiva stas
fueron secretas, del mismo modo que las ceremonias de los
masones.
La misa era secreta y participaban de ella nicamente
los instruidos. La puerta era guardada por un hostiario, que
era una orden inferior de la Iglesia y sigue existiendo hasta
hoy, aunque privada de su funcin. Entre los masones
sigue su funcin hasta hoy, y los Guarda Templos externos
e internos estn en sus puestos durante las tenidas.
De nuevo el Dr. 0. dice que: al desarrollar, durante el
curso de la historia, la metalurgia, los herreros, etc., aparte
de sus trabajos racionales efectuaban tambin ceremonias
mgicas, en la creencia de que stas eran muy importantes
para el logro de los resultados necesarios. Estos maestros
antiguos guardaban secreto sobre *tu ceremonias como
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XII
ES 0 NO RELIGION LA MASONERIA?
Venci el tiempo reglamentario para que dos de los
hermanos, pasen del grado 14 al 18. Se investigaron sus
conductas anteriores; se discuti si haban sido
suficientemente diligentes en pro de la masonera. Se
someti a votacin y yo, como fiscal y Orador, enunci el
resultado: "Todas las bolillas son blancas puras y sin
Mancha". El Secretario, por medio de una carta oficial,
avis a los dos hermanos, sealando el da, en que deban
presentarse, vistiendo traje negro, en la Sede. Los tres
grados intermedios se reciben por simple comunicacin,
pero al 18 se exalta en medio de ceremonias formales.
Estbamos en la sala del Captulo, que luca adornada
especialmente. No voy a describir todo para no ocupar
demasiado espacio. Las ceremonias tendrn lugar en tres
cmaras: cmara verde, negra y roja y cada una est
decorada de modo diferente. En la cmara verde se hacen
los actos preliminares a la ceremonia, que sigue en la
cmara negra. sta est decorada, con un drapeado negro
sembrado de lgrimas de plata e iluminada con 33 luces
colocadas en tres candelabros de once brazos. En tres
ngulos de la Cmara hay tres columnas, de seis pies de
altura soportando, cada una, un transparente triangular,
con las palabras: Fe, Esperanza y Caridad. Sobre el ara, la
Biblia abierta.
A la apertura de la ceremonia, los postulantes
esperaban fuera. Dentro de la sala se da comienzo a la
liturgia con los dilogos Usuales: el Presidente pregunta al
primer Vigilante "cul es su primer deber y cuidado?"
"Ver si el Captulo est cubierto interior y exteriormente.
Se toman las seguridades. El Presidente sigue. "Es la hora
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ms noble y lo ms purificado que merece respeto. Unicamente la mala intencin puede traducirlo en poses teatrales
y en snobismo fanfarrn, olvidando completamente, que
aqul que juzga esto con irona mordaz, practica cosas
similares, a unas cuadras de ah y no las considera
grotescas, porque naci en su tradicin y desde monaguillo
participa de ellas. Ninguna de ellas es grotesca, ya que se
funda en tradiciones y toma su origen de los tiempos,
cuando el hombre acompaaba a las cosas dichas con una
multitud de gestos, hasta Regar a la representacin. A
primera intencin puede parecer un absurdo, para aqul
que no conoce, pero el significado del curso de los grados,
su enseanza y lo que espera de sus adeptos, me evoc una
verdadera semejanza con la estructura de los ejercicios
espirituales de San Ignacio. Se podra exponer el tema en
un estudio esmerado, pero no es mi meta, lo acabo de citar
por ser argumento comprobante respecto a que la
masonera es una especie del ejercicio religioso.
Aumenta el carcter litrgico, o sea religioso, de las
tenidas y de sus prcticas el hecho de que las dirige un
Maestro de Ceremonias; adems que cada frase est
prescripta y que durante las practicas reine el silencio. No
puede uno levantarse ni caminar de un lado a otro, y por
supuesto est prohibido fumar. Particip de alguna tenida,
durante la cual se fumaba y en donde, en vez de la Biblia
pusieron un cdigo nacional como protesta contra los principios de la Gran Logia Unida de Inglaterra, cosa que
pueden hacer, ya que tienen libertad para ello, hasta que no
se enteren en Londres o en EE.UU., en cuyo caso los
excluirn sin emocin alguna, de los grupos masnicos de
tradiciones clsicas, convirtindolos en herticos de la
familia original. Este es otro hecho que aumenta el carcter
religioso de la masonera, puesto que la historia de las
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cismas y
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XIII
INQUIETUDES
Cada tenida tiene un esquema, segn el cual se
desarrolla. La apertura del trabajo y el cierre del mismo
abarca un orden del da ms libre. Aqu tiene lugar, por
costumbre, una conferencia seguida por disputas. Nadie
puede pasar por los grados sin presentar algn estudio
propio, de acuerdo a sus capacidades. Algunos presentan
trabajos a menudo; apenas se los puede parar, otros
renuncian a los grados con tal de no tener que enfrentar a
la Logia con un escrito propio. Recuerdo el Hermano G. a
quien animaba con otros dos hermanos, con el propsito
de que presentara algo, y cuando, al fin, se anim a una
lectura breve, reflexiones sobre su iniciacin, se percibi
que pareca tener nudos en su garganta cuando se sent en
el estrado del orador y ley sus pensamientos en medio de
gran embarazo. El xito fue grande e inesperado, todos
quedamos sorprendidos, inclusive l mismo. En vez de las
frases ampulosas y expresiones rebuscadas de costumbre,
sonaban palabras espontneas y con profunda sencillez
humana. Aunque de introduccin se disculpaba
prolongadamente, alegando que hasta ese momento no
haba escrito otra cosa que cuentas y alguna carta que otra,
su sinceridad llana despert tal entusiasmo que sirvi de
aliciente tambin a l, que al cabo de unas semanas,
present un nuevo escrito, esta vez de un tema ms
abstracto: la "amistad". Su esfuerzo ahora tambin fue
coronado por el xito. Mientras lea este su segundo
trabajo no hice ms que observarlo: su rostro varonil
pareca tallado en ' un gran trozo de quebracho, imagin
verlo en su casa por la noche redactando su escrito, un
nuevo aspecto de su vida, seguramente estaba nervioso,
mientras buscaba los pensamientos. Supuse que lo ley a
sus familiares y que stos lo alentaron. La vida a veces es
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Nacional.
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XIV
OBSESIONADOS POR LA LIBERTAD
Me encanta curiosear las columnas de los peridicos
del siglo pasado, siempre se halla algo interesante. El
mvil de este inters creo que estriba en que nos gusta
constatar cuanto ms fcil y confortable es nuestra vida en
comparacin con la de nuestros abuelos. En estos das,
lleg a mis manos un atado de diarios que datan de la
segunda mitad del siglo anterior.
Al echar una ojeada, de pronto descubr, en una
seccin titulada "La voz del lector", que una seora
respetable a quien el destino permiti vivir con toda
elegancia en una casa de altos, se quejaba amargamente
porque los aguateros no queran subirle este artculo de
primera necesidad. En balde grita al hombre del carro
tirado por bueyes, porque ste se hace el sordo y sigue de
largo. "Como si no tuviramos derecho a que nos surtan
del precioso elixir, exclama indignada la seora." Puse el
diario sobre la mesa y a la gloria del siglo XX beb un vaso
grande de agua de la canilla. Hoy aceptamos como cosa
natural, que nuestra casa disponga de agua, gas, luz y
telfono, productos indispensables de nuestra civilizacin.
No obstante la existencia de estas comodidades para el uso
ilimitado de ellas requiri conquistas y arduas luchas.
As sucede con los derechos humanos, con la libertad
y con todas sus derivaciones. En el siglo pasado, lo que
ms falta haca y lo que ms vctimas cost era la
conquista de la libertad. No quiero echar mano a la historia
de las censuras profanas y de la iglesia, por todos harto
conocidas con sus atrocidades y vctimas, porque mi meta
no es buscar efectos baratos. Esos sufrimientos ya son del
pasado. Que se dediquen otros a detallar el caso de la
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XV
LUCHA SECULAR
Desde hace das vengo leyendo el Misterio de la
Masonera, libro de cerca de 400 pginas, cuyo autor era
nada menos que J. M. Caro, Arzobispo y Primado de
Chile. Me he enterado a travs de este libro, que
pertenezco a la secta del satanismo, practico orgas
sexuales adems de otras perversidades; soy en el
Apocalipsis, del cap. 17, "la gran ramera, con la cual han
fornicado los reyes de la tierra... teniendo un cliz de oro
en su mano, lleno de abominaciones y de la suciedad de su
fornicacin", pg. 362.
Yo, que haba pasado por las distintas fases de la rica
liturgia masnica, le dicho libro con suma tristeza, ya que
ste hiri sobremanera mi sentido de justicia y no puedo
ocultar mi extraeza sobre el hecho de que este prelado
haya usado de su alta investidura tan irresponsablemente
para identificarse con tamaas acusaciones, basadas en
panfletos baratos e informaciones falsas.
Me sigo enterando, por el libro del Cardenal, que en
el rito escocs, practicado en la Masonera Argentina, en el
grado 30, debo pisotear al crucifijo, segn el texto litrgico
citado por el Primado chileno: "Pisotea esa imagen de la
supersticin; quibrala" (pgina 96). Me propuse hacer un
experimento para ver la reaccin de los hermanos: en una
tenida emple una expresin fuerte contra el crucifijo, a lo
que, de inmediato, fui llamado al orden en medio de
indignaciones e instruido de que en la Masonera se debe
respetar todos los smbolos de cualquier culto religioso.
Luego les expliqu que sta, mi extraa conducta obedeci
al fin de recabar una experiencia personal de la reaccin de
los hermanos en lo que respecta al agravio de la cruz.
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XVI
LAS DOS INSTITUCIONES
Ayer estuve conversando con varios sacerdotes con
quienes mantengo amistad estrecha sobre el Concilio
Vaticano II y las novedades resultantes de l. Estamos a la
expectativa, con esperanzas fundamentadas en las reformas
prometidas. El Papa Paulo, VI est dotado de un espritu
evanglico y de suficiente personalidad, preparacin,
experiencia y firmeza para llevar a cabo las grandes reformas en la Iglesia. El Padre me ley unas palabras del
Cardenal Bea S. J., del L Osservatore Romano",
pronunciadas
con
motivo
de
"Salzburger
Hochschulwochen 1963": "El mundo actual se est
unificando; las expresiones del espritu tienden a
converger hacia una unidad que es promesa de un porvenir
mejor".
El Superior habl con reconocimiento de muchos
prelados de espritu moderno, cuya actividad social es
notoria. Entre ellos destac al Cardenal de San Pablo,
Vasconcellos, Motta y al nuevo Cardenal chileno Ral
Silva Henrquez. Me entreg publicaciones que hablan de
estos prncipes de la Iglesia como futuros pilares de la
misma, ya que en un da no lejano, en que el nmero de
estos representantes del nuevo espritu comprensivo se
multiplicar, menguarn las agudezas, la convivencia entre
las gentes ser ms ecunime y la fe cristiana se fortificar.
A la noche tuve que ir a la Sede de la Masonera. Pas
de largo por los pasillos con familiaridad, ya no me asustan
los retratos de los Gran Maestres barbudos del siglo
pasado. Los Hermanos se aglomeraban, mientras
esperaban el comienzo de las tenidas, y discutan sobre la
nueva tendencia de la Iglesia, tema frecuente en los
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XVII
PRO DOMO
S, desde ya, que no faltarn de ambas partes quienes
me atacarn por mi libro. Dado el carcter delicado y
complejo de las cuestiones en l tratadas, es imposible
ganar la simpata y aprobacin de todos a la vez. Adems,
mi meta no la constituye el querer ganar simpatas ni
aprobaciones, sino servir una causa justa y a tal fin he
sentado hechos concretos e histricos y si stos ofenden la
sensibilidad de algunos, ello no es mi culpa.
Probablemente no faltarn quienes, al sentirse ofendidos,
echarn mano a estilos viejos implacables para traducir su
desagrado, a stos no les contestar. He escrito hacia
ambas partes, llana y objetivamente, todo lo que juzgu
veraz; puede que haya cometido algn error en mis
conjeturas, pero nunca tergivers ninguna verdad y
tampoco exager hecho alguno con premeditacin. Puesto
que pienso ignorar a los posibles atacantes, sobre todo
aquel cuyo estilo carezca de tica, quisiera responder de
antemano a todos a fin de menguar posibles agudezas.
De parte de la Iglesia oficial espero ser comprendido
y apreciado en mi intencin de querer tender un puente
entre los dos contrincantes. Es ms, quien est dispuesto
de buscar entendimiento y hacer las paces con el
comunismo, por qu no ha de reconciliarse con los
masones? La Iglesia de hoy expresa en su comportamiento
la bsqueda de la paz. Que mejor para su programa que la
abolicin de un odio secular? S bien que un libro como el
que voy a colocar sobre la mesa verde, unas dcadas atrs
habra sido puesto, sin miramiento alguno, en el ndex.
Pero hoy, en estos grandes momentos de transicin, ser
un grano ms que contribuir a la paz universal.
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asociaciones, academias y coros en su honor y subestimaron al tan sufrido pueblo hngaro, porque el
Primado hubo perdido su batalla particular.
He cavilado, durante aos, si deba escribir toda la
verdad sobre Mindszenty y con ello privar a esta capa de
los refugiados de su dolo y sobre todo de su
autojustificacin; ya que para ellos Mindszenty era un
hroe de cuya gloria queran participar.
No quera destruir su gran sueo, pero la historia no
contempla a nadie, es ms, clama por la verdad, y yo sent
cumplir con mi deber para con ella, al poner en
descubierto esta verdad.
De parte de los masones tambin habr algunos que
tomarn a mal que los haya puesto al descubierto, cuando
no he hecho otra cosa que valerme de lo dicho en
reiteradas oportunidades, segn lo cual el secreto de la
masonera consiste en no tener secretos.
La objecin principal, por parte de los masones
anticlericales, partir de mi fe en la sinceridad de la
Iglesia. Nadie debe olvidar que aqu se trata de algo ms
que de sinceridad. El hecho de si es o no sincera al tender
la mano en pos de paz a sus enemigos seculares, es una
pregunta mal planteada. Lo que interesa es si la evolucin
histrica y la situacin mundial es o no la que la constrie
a actuar de ese modo. S fuera slo cuestin de sinceridad,
el dudar de ello quedara librado al criterio de cada uno.
Pero si es verdad que estamos frente a una evolucin y a
un desarrollo, en ese caso, sean o no sinceros los pasos
dados, ya no es posible retractarse. Podemos, pues, confiar
en que la nueva tendencia de la Iglesia es un hecho
irrevocable. Acaso asumira la Masonera la
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JESUITAS Y MASONES
Comentario bibliogrfico por el
DR. ADOLFO FERNNDEZ DE OBIETA
publicado en la Revista Literaria SUR
N 292, enero - febrero de 1965
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JESUITAS Y MASONES
1. JESUITAS
Una consideracin minuciosa del plural contenido de
este libro exigira al menos una extensin equivalente a la
del libro mismo: medio millar de pginas. Slo escribo
pues una por cada treinta o cuarenta pginas que pudiera o
debiera haber escrito sobre este texto a la vez confidencial,
polmico, religioso, social, programtico, que es una
especie de diario de vida espiritual, de ideas y de accin,
con captulos sobre noviciado jesutico y noviciado masnico, ejercicios espirituales y ejercicios sociales,
diplomacia vaticana y diplomacia comunista, experiencias
en ecumenismo avant la lettre y avant la technique,
aventuras con prisiones y evasiones, identidad de fogonero
en un barco rumano o de comerciante en porcinos, y otros
asuntos divinos y humanos, literalmente. Captulos
doctrinarios y captulos novelescos en lo psicolgico o lo
sociolgico, como ambos noviciados, las vacilaciones en
la fe, la renuncia a la Orden o al ministerio sacerdotal, los
encuentros y desencuentros con los rusos o con el cardenal
Mindszenty, o la experiencia social del Kalot, cuyo
correlativo comentario debera abarcar puntos como estos:
Exaltacin y declive de una fe; Interioridad de la Iglesia
(conflictos entre mentalidades, sectores u rdenes; historia
crtica); Iglesia y Reforma Social; Iglesia y Comunismo;
Iglesia y Jesuitas; Iglesia y Masonera. De tan amplia
materia comentable, fundamentalmente habr de ir a lo
problemtico-programtico capital: Iglesia y Comunismo;
Iglesia y Masonera.
Sobre la Compaa de Jess y sobre la Francmasonera
--Como sobre criaturas o creaciones no ordinarias-- pesan,
adems de la historia, las leyendas negra y rosa. No sera
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exhumarn
de
nuestras
tumbas
para
lucirse
vanaglorindose: He aqu que la Iglesia ya hace 50 aos
exiga fervorosamente estas reformas."
Desea, en fin, recuperar la "fe perdida superar la
"ruptura interior" provocada por motivos intelectuales.
Pero no quiere entregarse, quiere reaccionar mientras
procura entenderse a s mismo. Si la fe es una gracia que se
da gratis, tambin puede perderse gratis; esto sera correcta
teologa. "Dios no me otorga ms mi sueldo, me puedo ir.
Podra seguir comiendo el pan de los jesuitas, pero tendra
que rebajarme ante m. Rece, querido Padre me trata de
una carta-, rece por una fe para m o una bajeza para que
pueda seguir comiendo gratis el pan de los jesuitas." Misas
sin fe, oscuridad espiritual... "Espero la decisin de la
Santa Sede, al mismo tiempo la espero con temor... no
puedo vivir con la Iglesia, pero al parecer tampoco sin
ella... Para m la salida de la Orden fue como una muerte,
porque con ella haba enterrado una vida enriquecida por
grandes ideas e ideales. Y dolorosa, porque quera a la
Compaa de Jess con devocin y haba sido muy feliz
bajo su disciplina."
Fe perdida... Perdida? No es otra forma de la misma
fe que hubo? Ese hombre cree en Dios, cree en Jess; cree
en la Iglesia; cree en el Espritu; cree en la Orden a que
perteneci; cree en el Bien; cree en la Libertad; cree en la
Verdad; cree en la Belleza; cree en la Justicia; cree en la
Fraternidad; cree en el Hombre... Puede decirse que
perdi la fe, aunque I mismo lo diga?
Ese hombre habr llegado a descreer de normas, de
procedimientos, de actitudes, de polticas, de gestos
personales o funcionales; habr perdido algo del respeto
indiscriminado y con sacrificio de entendimiento y
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catolicismo hngaro, y esterilizados sus dos aos de trabajos bajo la inspiracin directa del Vaticano; resentida su fe;
renunciante a elegir nuevo destino y funcin dentro de la
Orden, Nagy es destinado primero a Uruguay y luego a
Argentina, con alguna permanencia en Chile. En tierras
ajenas a su idioma y su idiosincrasia; sometido a las
jerarquas locales; vuelto luego al estado laico, qu puede
hacer este padre jesuita increblemente dinmico, que
siente el latir de la historia, que contempla todo lo que hay
que hacer sobre la tierra y no se hace no porque no sea
hacedero sino porque no hay quien lo haga? Su certeza
intelectual o su fe pueden haberse conmovido, pero su
esperanza y su caridad: son inconmovibles, y la voluntad
de verdad tan recia como veinticinco aos atrs, cuando su
noviciado.
Siente la necesidad de seguir luchando por alguna
idea superior. Nace la idea de conocer la verdad sobre el
supuesto enemigo mayor de la Iglesia: la Masonera.
Quiere entonces ser masn con la mejor de las intenciones,
lo que no necesitara decir porque nadie lo habra
cuestionado. Apstatas y traidores hubo siempre, como
simonacos; y es posible que sea ms fcil serlo que ser un
verdadero testigo, es decir un hombre de verdad y de
caridad. "Si los masones son tan malvados como dice la
Iglesia, saldr perdiendo y en una noche oscura me
cortarn la cabeza, pero al menos habr llegado a
conocerlos; si no son malos, mi funcin podr tomar
incremento, y podr mitigar un malentendido y derrumbar
-calumnias histricas de ambas partes, dando comienzo a
una nueva era en que habr un odio menos. Esta
posibilidad merece todo riesgo."
Nagy quiere saber si frente al Amor que mueve el sol
y las otras estrellas, la Masonera confabula para
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de smbolos, textos, reglas y su propia vivencia personal lo llevan a la conviccin de que no es una religin,
consigna que jams se ha sentido como miembro de una
nueva confesin.
En este aspecto, en la Masonera, como en la Orden
del Arca, de Lanza del Vasto, se trata no de una religin
ma (lo que no creo que la Masonera postulo formalmente
y lo que Lanza del Vasto rechaza formalmente para el
Arca) sino del nico requisito de creer en Dios y procurar
obrar en consecuencia, o "convertirse a su propia religin
es decir al cumplimiento sincero de los propios deberes
religiosos. Dentro de este respeto y tolerancia, se leen y
honran textos de los grandes iniciados, mensajeros,
profetas, avatares, como podra ser en el Arca. Porque,
quiz sin formulrselo tan explcitamente, intuitivamente
la Orden Masnica siente el Fondo Comn de todas las
Religiones, el eco de la Revelacin primitiva que subyace
en todas las grandes creencias orgnicas de la humanidad.
Represe en que esta caracterizacin de la Masonera
no es ni audaz ni novedosa, el se tiene en cuenta que el
Diccionario Enciclopdico Hispanoamericano redactado a
fines del XIX y de filiacin nada heterodoxa, se la describe
en trminos harto semejantes. Sin embargo, la obra de
Nagy no es menos excepcional e irremplazable, porque el
testimonio sobre la Orden masnica proviene de un
individuo de la Orden Jesutica, adversaria secular, y
porque ese individuo es Thtm Nagy: Noblesse oblige!
Tan intrincada es la falta de informacin o
comprensin, o la falta de objetividad, que mientras por
una parte la Iglesia argentina en declaracin de 35 obispos
diocesanos (20-2-1959) seala "como enemigos de
nuestras tradiciones y de nuestra futura grandeza la
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5. UN ODIO MENOS
En Nagy todo aparece en funcin de servicio. Haber
llegado a un cabal conocimiento personal de la sociedad*
masnica, de sus fines y procedimientos, y, convencido de
su moralidad, no hacerlos conocer a la sociedad profana o
a las Iglesias o comunidades religiosas, le habra parecido
una experiencia egosta y no comunitaria. Y su tentativa es
la ms ambiciosa: promover un movimiento dentro de la
Iglesia tendiente a revisar posiciones que si pudieron haber
tenido alguna vez razn de ser en la contingencia histrica,
carecen hoy de sentido o, peor, mantienen un
contrasentido. Ambicin mxima por el designio y por la
va elegida: una Carta Abierta a Su Santidad Paulo VI, que
es tambin decir al Concilio Ecumnico II.
Dos siglos largos de controversia y hostilidad
autorizan a hacer un balance pero, sobre todo, a verificar si
an en estricta teologa --o estrategia teolgica esa
condenacin sigue teniendo razn de ser, porque aunque
las inculpaciones recprocas se han apaciguado, la flotante
subsistencia de esas condenaciones mantiene en el aire el
texto de una execracin, la letra de un odio, y puede
alimentar la agresividad en las naturalezas sectarias o
persecutorias. Limpiar el aire contemporneo de esos
textos irritados o irascibles que desde la perspectiva de
nuestros das no parecen sino un eco de inflamaciones
aldeanas, es contribuir a la higiene cultural de Occidente.
Se conoce el lenguaje de esas condenaciones, pero por un
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