Sent C 366 14
Sent C 366 14
Sent C 366 14
Luis
Carlos
Jimnez
Magistrado ponente:
NILSON PINILLA PINILLA
Bogot, D.C., junio once (11) de dos mil catorce (2014).
La Sala Plena de la Corte Constitucional, en cumplimiento de sus atribuciones
constitucionales y de los requisitos y trmite establecidos en el Decreto 2067
de 1991, ha proferido la siguiente
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES.
En ejercicio de la accin pblica consagrada en los artculos 241 y 242 de la
Constitucin, el seor Luis Carlos Jimnez Rodrguez demand la expresin
o realizar la captura, contenida en artculo 219 de la Ley 906 de 2004.
Mediante auto de noviembre 18 de 2013, el Magistrado sustanciador admiti
la demanda y dispuso que se fijara en lista el presente proceso y se diera
traslado al Procurador General de la Nacin para que rindiese su concepto;
tambin orden comunicar la iniciacin del asunto a los seores Presidentes
de la Repblica y del Congreso y al Ministro de Justicia y del Derecho.
Se invit adems a los Presidentes de la Sala de Casacin Penal de la Corte
Suprema de Justicia y de las Salas Penales y nicas de los Tribunales
Superiores de Distrito Judicial, al Fiscal General de la Nacin, a la Academia
Colombiana de Jurisprudencia, al Instituto Colombiano de Derecho Procesal,
al Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad, a la Federacin
Nacional de Colegios de Jueces y Fiscales, a los Colegios de Jueces y Fiscales
de Antioquia, Atlntico, Bolvar, Bogot, Bucaramanga, Cali, Csar,
Cundinamarca, Huila, Magdalena, Nario y Putumayo, Norte de Santander,
Quindo, San Gil y Tolima, y a las facultades de derecho en Bogot de las
Universidades Nacional de Colombia, Santo Toms, Catlica de Colombia,
En la sentencia C-892 de octubre 31 de 2012, M. P. Luis Ernesto Vargas Silva, se record que acorde con la
jurisprudencia de esta corporacin, la integracin de la unidad normativa procede de forma excepcional, entre
otros eventos, como en el presente asunto, cuando la norma demandada se encuentra intrnsecamente
relacionada con otra disposicin que, a primera vista, presenta serias dudas de constitucionalidad. All
tambin se indic que los dems eventos acontecen: (1) cuando un ciudadano demanda una disposicin
que, individualmente, no tiene un contenido dentico claro o unvoco, de manera que, para entenderla y
aplicarla, resulta absolutamente imprescindible integrar su contenido normativo con el de otra disposicin
que no fue acusada. (2) Cuando la disposicin cuestionada se encuentra reproducida en otras normas del
ordenamiento que no fueron demandadas.. Para tal efecto se invit a revisar, entre muchas otros, los fallos
C-320 de 1997 (M. P. Alejandro Martnez Caballero); C-357 de 1999 (M. P. Jos Gregorio Hernndez
Galindo); C-539 de 1999 (M. P. Eduardo Cifuentes Muoz), C-781 de 2003 (M. P. Clara Ins Vargas
Hernndez); C-227 de 2004 (M. P. Manuel Jos Cepeda Espinosa); C-271 de 2003 (M. P. Rodrigo Escobar
Gil); C-409 de 2004 (M. P. Alfredo Beltrn Sierra); C-538 de 2005 (M. P. Marco Gerardo Monroy Cabra);
C- 925 de 2005 (M. P. Manuel Jos Cepeda Espinosa); C-536 de 2006 (M. P. Humberto Antonio Sierra
Porto); C-941 de 2012 (M. P. Luis Ernesto Vargas Silva).
demanda cumple con los contenidos del artculo 2 del Decreto 2067 de 1991,
ampliamente desarrollados por la jurisprudencia constitucional.
3. Aptitud sustantiva de la demanda en el presente evento.
3.1. El artculo 2 del Decreto 2067 de 1991 establece los requisitos mnimos
que razonablemente2 deben contener las demandas de constitucionalidad para
su admisin y para que la Corte pueda emitir as un fallo de fondo. Segn lo
all indicado, es imperativo sealar con claridad las normas que son
censuradas como inconstitucionales, al igual que la preceptiva superior que se
tilda de infringida y explicar las razones por las cuales se estima que las
primeras violan o desconocen la segunda.
Otra parte fundamental de los indicados requisitos es la formulacin de cargos
de inconstitucionalidad contra las normas impugnadas, esto es, la sustentacin
de los distintos argumentos por los cuales el ciudadano demandante advierte
que aqullas contraran uno o ms preceptos superiores. Al respecto, en
atencin a lo cuestionado en dos de las intervenciones 3, recurdese que la
jurisprudencia tiene establecido que las razones presentadas para sustentar la
inconstitucionalidad de las disposiciones acusadas, deben ser claras, ciertas,
especficas, pertinentes y suficientes4.
La adecuada presentacin del concepto de violacin permite a esta
corporacin desarrollar su funcin de defensa de la carta poltica en debida
forma, en tanto delimita el campo en el cual se har el respectivo anlisis de
constitucionalidad, sin que ello implique una restriccin de los derechos
polticos de los demandantes, pero s el establecimiento de unos elementos que
informen adecuadamente a la Corte para poder proferir un pronunciamiento de
fondo, evitando un fallo inhibitorio5.
Reitrese, en cuanto al concepto de la violacin, que la jurisprudencia ha sido
constante6 en manifestar que los argumentos de inconstitucionalidad que se
prediquen de las normas acusadas deben ser claros, esto es, que exista un hilo
conductor en la argumentacin que permita comprender el contenido de la
demanda y las justificaciones que la sustentan; ciertos, en cuanto la demanda
habr de recaer sobre una proposicin jurdica real y existente; especficos, en
la medida que se precise la manera como la norma acusada vulnera un
precepto o preceptos de la Constitucin, formulando al menos un cargo
concreto; pertinentes, ya que el reproche debe fundarse en la apreciacin del
contenido de una norma superior que se explica y se enfrenta a la norma legal
acusada, ms no en su aplicacin prctica; y suficientes, por cuanto se debe
2
exponer todos los elementos de juicio necesarios para iniciar el estudio y que
despierten duda sobre la constitucionalidad de la disposicin acusada.
Esta carga mnima de argumentacin que debe exponer el ciudadano, resulta
indispensable para adelantar el juicio de constitucionalidad, no obstante la
naturaleza pblica e informal que caracteriza a la accin de inexequibilidad;
de no atenderse dicho presupuesto, podra generarse un fallo inhibitorio por
ineptitud sustancial del escrito con el que se pretende incoar la accin, sin que
ello implique una restriccin de los derechos polticos del demandante, pero s
el establecimiento de unos elementos que informen adecuadamente a la Corte
Constitucional, para poder proferir un pronunciamiento de fondo7.
Sobre este tema, esta corporacin ha indicado que la suficiencia del
razonamiento apela directamente al alcance persuasivo de la demanda, esto
es, a la presentacin de argumentos que, aunque no logren prima facie
convencer al magistrado de que la norma es contraria a la Constitucin, s
despiertan una duda mnima sobre la constitucionalidad de la norma
impugnada, de tal manera que inicia realmente un proceso dirigido a
desvirtuar la presuncin de constitucionalidad que ampara a toda norma
legal y hace necesario un pronunciamiento por parte de la Corte
Constitucional 8.
3.2. Con todo, la Corte ha explicado que en aplicacin del principio pro
actione, la exigencia de los presupuestos para la presentacin de una demanda,
(i) no debe tener tal rigorismo que haga nugatorio ese derecho ciudadano, (ii)
debiendo propender el juez constitucional hacia un fallo de fondo y no uno
inhibitorio; por ende, (iii) la duda debe resolverse a favor del actor.
Al respecto, en el fallo C-978 de diciembre 1 de 2010 9, M. P. Luis Ernesto
Vargas Silva, se indic (no est en negrilla en el texto original): No obstante,
tambin ha resaltado, con base en el principio pro actione que el examen de
los requisitos adjetivos de la demanda de constitucionalidad no debe ser
sometido a un escrutinio excesivamente riguroso y que debe preferirse una
decisin de fondo antes que una inhibitoria, de manera que se privilegie la
efectividad de los derechos de participacin ciudadana y de acceso al recurso
judicial efectivo ante la Corte10. Este principio tiene en cuenta que la accin
de inconstitucionalidad es de carcter pblico, es decir abierta a todos los
ciudadanos, por lo que no exige acreditar la condicin de abogado 11; en tal
medida, el rigor en el juicio que aplica la Corte al examinar la demanda no
puede convertirse en un mtodo de apreciacin tan estricto que haga
nugatorio el derecho reconocido al actor y que la duda habr de
7
12
10
Reiterado en el fallo C-121 de febrero 22 de 2010, M. P. Luis Ernesto Vargas Silva, entre otros.
Ver, por ejemplo, Sentencia C-127/93. M. P. Alejandro Martnez Caballero.
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11
Corte Constitucional. Sentencia C-531/93 del 11 de noviembre de 1993. M. P. Eduardo Cifuentes Muoz.
12
como procesal, dicha facultad est sujeta a lmites relacionados con el respeto
de los derechos de los asociados y dems valores y principios superiores.
5. El principio de legalidad de la privacin de la libertad y su
materializacin tratndose de medidas de aseguramiento privativas de ese
derecho constitucional.
5.1. Quedo establecido que el Congreso debe respetar, dentro del ejercicio
democrtico de su actividad legislativa, los principios contenidos en la
Constitucin, tanto en temas sustanciales como procesales relacionados con el
derecho penal. En esa gama de valores y principios superiores se encuentra la
libertad individual, ntimamente relacionada con la dignidad humana.
5.2. Como quiera que el cargo elevado contra un segmento del artculo 219 de
la Ley 906 de 2004 versa sobre la privacin de la libertad, dentro de la
diligencia de registro y allanamiento, la Corte recordar algunas de las
diferentes reformas legales efectuadas con relacin a la imposicin de medidas
de aseguramiento y el desarrollo jurisprudencial de all derivado, para luego
adentrarse en la constitucionalidad o no de la norma ahora analizada.
5.3. El artculo 28 superior resea el derecho de toda persona a la libertad 18,
cuya excepcin a ser reducida a prisin, arresto o detencin, se puede
presentar slo en ejercicio de la reserva judicial19 que all se ha establecido,
para lo cual se requiere de un mandamiento escrito de autoridad judicial
competente, con las formalidades legales y por motivos previamente definidos
en la ley; por lo que no se trata entonces de una potestad absoluta20.
Acorde con la doctrina, la jurisprudencia de esta corporacin ha puntualizado
que esa reserva judicial para la referida limitacin guarda relacin con el
principio de legalidad de la privacin preventiva de la libertad, el cual
deviene del principio de legalidad de la sancin penal 21, de modo que las
exigencias para la aplicacin de este ltimo se hacen extensivas a aqullas,
aunque no exista una sancin definitiva por haber transgredido la
normatividad penal. Lo anterior, por tratarse de una medida de carcter
preventivo, mientras se determina la responsabilidad, sin que ello constituya la
imposicin de una sancin penal, habida cuenta que su naturaleza es cautelar y
con carcter meramente instrumental o procesal, ms no punitivo22.
De ese modo, para que una persona pueda ser preventivamente privada de la
libertad se requiere que existan motivos previamente establecidos en la ley, y
18
Norma que guarda concordancia con diferentes instrumentos internacionales que no slo lo contemplan,
sino que avalan eventuales formas de restringirla, entre otras, la Declaracin Universal de Derechos Humanos
de 1948 (arts. 1, 3, 4, 9 y 13), la Declaracin Americana de los Derechos y Deberes del Hombre de 1948
(arts. I y XXV), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos de 1966, (arts. 8, 9, 10 y 11), y la
Convencin Americana sobre Derechos Humanos de 1978 (arts. 6 y 7).
19
T-490 de agosto 13 de 1992, M. P. Eduardo Cifuentes Muoz.
20
C-327 de de julio 10 de 1997, M. P. Fabio Morn Daz.
21
C-123 de febrero 17 de 2004, M. P. Marco Gerardo Monroy Cabra.
22
C-318 de abril 9 de 2008, M. P. Jaime Crdoba Trivio.
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23
Ver, entre otras, las sentencias C-106 de marzo 10 de 1994, M. P. Jos Gregorio Hernndez Galindo, C-327
de 1997 ya citada, C-425 de septiembre 4 de 1997, M. P. Fabio Morn Daz, C-774 de julio 25 de 2001, M. P.
Rodrigo Escobar y C-318 de 2008, previamente citada.
14
Cfr. C-695 de octubre 9 de 2013, M. P. Nilson Pinilla Pinilla, donde se declar exequible la expresin o
que no cumplir la sentencia, contenida en la parte final del numeral 3 del artculo 308 de la Ley 906 de
2004, por el cargo analizado frente al presunto desconocimiento de los artculos 28, 29 y 250 superiores.
25
El artculo 250 de la Constitucin fue modificado por el artculo 2 del Acto Legislativo 3 de 2012.
Originalmente el artculo 250 superior preceptuaba que correponda a la Fiscala General de la Nacin, de
oficio o mediante denuncia o querella, investigar los delitos y acusar a los presuntos infractores ante los
juzgados y tribunales competentes. Se exceptan los delitos cometidos por miembros de la Fuerza Pblica en
servicio activo y en relacin con el mismo servicio. Para tal efecto la Fiscala General de la Nacin deber
(no est en negrilla en el texto original):
1. Asegurar la comparecencia de los presuntos infractores de la ley penal, adoptando las medidas de
aseguramiento. Adems, y si fuere del caso, tomar las necesarias para hacer efectivos el restablecimiento del
15
16
Modificado por los artculos 24 de la Ley 1142 de 2007 y 65 de la Ley 1453 de 2011.
Modificado por el artculo 25 de la Ley 1142 de 2007.
31
El artculo 310 original de la Ley 906 de 2004, consagraba que adems de la gravedad del hecho y la
pena imponible, deban tenerse en cuenta: (i) la continuacin de la actividad delictiva o su probable
vinculacin con organizaciones criminales; (ii) el nmero de delitos imputados y su naturaleza; (iii) el hecho
de estar acusado, o de encontrarse sujeto a alguna medida de aseguramiento, o de estar disfrutando un
mecanismo sustitutivo de la pena privativa de la libertad, por delito doloso o preterintencional; y, (iv) la
existencia de sentencias condenatorias vigentes por delito doloso o culposo. El texto sealaba:
Peligro para la comunidad. Para estimar si la libertad del imputado resulta peligrosa para la seguridad de
la comunidad, ser suficiente la gravedad y modalidad de la punible (sic). Sin embargo, de acuerdo con el
caso, el juez podr valorar adicionalmente alguna de las siguientes circunstancias:
1. La continuacin de la actividad delictiva o su probable vinculacin con organizaciones criminales.
2. El nmero de delitos que se le imputan y la naturaleza de los mismos.
3. El hecho de estar acusado, o de encontrarse sujeto a alguna medida de aseguramiento, o de estar
disfrutando un mecanismo sustitutivo de la pena privativa de la libertad, por delito doloso o
preterintencional.
4. La existencia de sentencias condenatorias vigentes por delito doloso o preterintencional.
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Sentencias C-1198 de 2008: C-774 de 2001; C-634 de 200 (sic) y C-549 de 1997.
18
Inicialmente, el artculo 312 de la Ley 906 de 2004, preceptuaba: No comparecencia. Para decidir acerca
de la eventual no comparecencia del imputado, adems de la modalidad y gravedad del hecho y de la pena
imponible se tendr en cuenta:
1. La falta de arraigo en la comunidad, determinado por el domicilio, asiento de la familia, de sus negocios o
trabajo y las facilidades que tenga para abandonar definitivamente el pas o permanecer oculto.
2. La gravedad del dao causado y la actitud que el imputado asuma frente a este.
3. El comportamiento del imputado durante el procedimiento o en otro anterior, del que se pueda inferir
razonablemente su falta de voluntad para sujetarse a la investigacin, a la persecucin penal y al
cumplimiento de la pena.
34
El nuevo texto es el siguiente: Para decidir acerca de la eventual no comparecencia del imputado, se
tendr en cuenta, [en especial], la gravedad y modalidad de la conducta y la pena imponible, adems de los
siguientes factores:
1. La falta de arraigo en la comunidad, determinado por el domicilio, asiento de la familia, de sus negocios o
trabajo y las facilidades que tenga para abandonar definitivamente el pas o permanecer oculto.
2. La gravedad del dao causado y la actitud que el imputado asuma frente a este.
3. El comportamiento del imputado durante el procedimiento o en otro anterior, del que se pueda inferir
razonablemente su falta de voluntad para sujetarse a la investigacin, a la persecucin penal y al
cumplimiento de la pena.
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250 superior son admisibles como propsitos, velar por la proteccin de las
vctimas, los testigos e intervinientes y de la comunidad en general, como
quiera que el propio Estado debe propender por la prevalencia del inters
general y asegurar la convivencia pacfica. En ese orden, se concret que no
obstante, esta atribucin debe actuar en concordancia con el principio de la
dignidad humana, y por lo tanto, para no lesionar las garantas
fundamentales del sindicado, el ejercicio de esta atribucin impone la
necesidad de investigar lo favorable como desfavorable al acusado.
5.10. Acorde con todo lo consignado, la Corte Constitucional reiter en el
fallo C-1198 de 2008 ampliamente referido, que toda restriccin de derechos o
libertades fundamentales, dentro del marco normativo que le es propio al
legislador, debe atender siempre los criterios de necesidad y proporcionalidad.
As, en dicho fallo, la Corte seal que la preceptiva del artculo 24 de la Ley
1142 de 2007, segn la cual ser suficiente la gravedad y modalidad de la
conducta punible para estimar si la libertad del imputado resulta peligrosa para
la seguridad de la comunidad, pero que, de acuerdo con el caso, el juez podr
valorar adicionalmente las dems circunstancias all contenidas, no atiende los
criterios de necesidad y proporcionalidad de la medida de aseguramiento.
Esta Corte agreg que al establecer como suficientes la gravedad y la
modalidad de la conducta se desconocen esos criterios de raigambre
constitucional, y con ello el principio de libertad que cobija el proceso penal y
de legalidad de la medida preventiva para su privacin, pues se olvida que no
es suficiente ese criterio para determinar la procedencia o no del decreto de la
misma. Es imperativo que se consulte su necesidad, la cual no puede estar
determinada en esos dos criterios objetivos, mxime cuando en Colombia no
existe una poltica criminal clara que establezca cules son realmente las
conductas punibles graves.
En el mismo fallo, se explic que se desconoce que en ejercicio de la libertad
de configuracin que posee el legislador para determinar los eventos en los
cuales es procedente privar de manera preventiva a una persona de su libertad,
se ha indicado que para la solicitud de la misma tambin se debe sustentar su
urgencia y que toda disposicin contenida en el Cdigo de Procedimiento
Penal que permita esa clase de privaciones deben ser interpretadas
restrictivamente (arts. 306 y 295 de la Ley 906 de 2004, respectivamente).
5.11. Efectuado el detallado recuento, es notorio que acorde con el
ordenamiento jurdico colombiano y la jurisprudencia de la Corte,
acompasados por diferentes instrumentos internacionales que recalcan la
dignidad humana y los derechos fundamentales que son propios tanto para el
imputado o acusado, como para las vctimas en el proceso penal, es
constitucionalmente vlido que en esas actuaciones existan restricciones a
derechos y libertades fundamentales del procesado, en procura de
salvaguardar el inters general y la convivencia pacfica.
21
22
tiene como nica finalidad la captura, solo podr ordenarse en relacin con
delitos susceptibles de medida de aseguramiento de detencin preventiva.
As, la referida norma guarda relacin tanto con la inviolabilidad del
domicilio, como con el derecho a la libertad, reconocidos en el artculo 28
superior, invocado como desconocido en la demanda de la referencia.
6.3. La inviolabilidad del domicilio ha sido ampliamente analizada por esta
corporacin. En fallo C-1024 de noviembre 26 de 2002, M. P. Alfredo Beltrn
Sierra, entre otros, se explic que la privacidad del domicilio es una
consecuencia necesaria de la libertad individual.
Siguiendo esos parmetros, en fallo C-519 de julio 11 de 2007, M. P. Nilson
Pinilla Pinilla, se indic que la definicin constitucional de domicilio excede
la nocin civilista, por lo que comprende adems de los lugares de
habitacin, todos los espacios en donde la persona desarrolla de manera ms
inmediata su intimidad y su personalidad, abarcando entonces la proteccin de
la seguridad, la libertad y la intimidad del individuo.
Ms adelante en el mismo pronunciamiento que se acaba de citar, se expres
que el vocablo domicilio constitucionalmente tiene una significacin ms
amplia que en las normas del derecho civil, como quiera que abarca, entre
otros, el recinto o vivienda, sea mvil o inmvil, de uso permanente,
transitorio o accidental, verbi gratia, la habitacin en un hotel, el camarote
de un barco, una casa rodante.
Igualmente, aunque se especific lo amplio del concepto, tambin se aclar
que esa garanta no es absoluta, cuando se constituya en un instrumento para
facilitar la impunidad del agente que busca eludir la captura o sea necesario
ejercer solidaridad con personas puestas en peligro grave e inminente, por lo
que en eventos como los planteados la medida queda sometida a una
cuidadoso y exhaustivo anlisis del juez, para determinar la razonabilidad
de la intromisin en el mbito privado.
Adems, se explic que acorde con el artculo 28 superior, se requiere del
cumplimiento de tres presupuestos exigidos para esta clase de medidas: (i) la
existencia de un mandamiento escrito de autoridad judicial competente
(reserva judicial); (ii) el respeto a las formalidades legales y (iii) un motivo
previamente definido en la ley (reserva legal).
6.4. El numeral 2 del artculo 250 superior impone a la Fiscala General de la
Nacin, en cumplimiento de sus funciones, adelantar registros,
allanamientos, incautaciones e interceptaciones de comunicaciones, evento
en el cual el juez de control de garantas efectuar el examen posterior
respectivo, dentro del trmino perentorio de las 36 horas siguientes. Se
presenta un control amplio e integral de la medida, como fuera sealado en
23
37
En esa oportunidad fue declarada inexequible la expresin al solo efecto de determinar su validez,
contenida en la parte final del numeral 2 del artculo 2 del Acto Legislativo 03 de 2002, correspondiente al
actual artculo 250 de la Constitucin.
38
Lo subrayado fue declarado exequible condicionadamente, en la sentencia C-336 de mayo 9 de 2007, M. P.
Jaime Crdoba Trivio, en el entendido que se requiere de orden judicial previa cuando se trata de los datos
personales, organizados con fines legales y recogidos por instituciones pblicas o privadas debidamente
autorizadas para ello.
39
Mediante ese pronunciamiento se declar exequible la expresin La orden expedida por el fiscal deber
determinar los lugares que se van a registrar, contenida en el primer inciso del artculo 14 de la Ley 1142 de
2007, que modific el 222 de la Ley 906 de 2004.
24
Acorde con el artculo 275 de la Ley 906 de 2004 (adicionado por el artculo 1 de la Ley 1652 de 2013),
son elementos materiales probatorios y evidencia fsica: (i) las huellas, rastros, manchas, residuos, vestigios y
similares, dejados por la ejecucin de la actividad delictiva; (ii) armas, instrumentos, objetos y cualquier otro
medio utilizado para la ejecucin de la actividad delictiva; (iii) dinero, bienes y otros efectos provenientes de
la ejecucin de la actividad delictiva; (iv) elementos materiales descubiertos, recogidos y asegurados en
desarrollo de diligencia investigativa de registro y allanamiento, inspeccin corporal y registro personal;
documentos de toda ndole hallados en diligencia investigativa de inspeccin o que han sido entregados
voluntariamente por quien los tena en su poder o que han sido abandonados all; (v) elementos materiales
obtenidos mediante grabacin, filmacin, fotografa, video o cualquier otro medio avanzado, utilizados como
cmaras de vigilancia, en recinto cerrado o en espacio pblico; (vi) mensaje de datos, como el intercambio
electrnico de datos, internet, correo electrnico, telegrama, tlex, telefax o similar, regulados por la Ley 527
de 1999 o las normas que la sustituyan, adicionen o reformen; (vii) los dems elementos materiales similares
a los anteriores y que son descubiertos, recogidos y custodiados por el Fiscal General o por el fiscal
directamente o por conducto de servidores de polica judicial o de peritos del Instituto Nacional de Medicina
Legal y Ciencias Forenses, o de laboratorios aceptados oficialmente; y (viii) la entrevista forense realizada a
nios, nias y/o adolescentes vctimas de los delitos descritos en el artculo 206A de la Ley 906 de 2004
(adicionado por el artculo 2 de la Ley 1652 de 2013).
41
Cfr. C-1092 de 2033, ya referida.
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28
As, en el fallo citado se indic que el solo hecho de que la ley brinde a la
Fiscala la posibilidad excepcional de ordenar capturas, no desconoce per se el
artculo 28 de la Constitucin, habida cuenta que el artculo 250 ibdem, as lo
permite, siempre que se enmarque dentro del presupuesto de la
excepcionalidad, ello es, cuando se trate de situaciones extremas y de
imposibilidad manifiesta de poder acudirse ante el juez de garantas que son
las que podran predicarse de una situacin excepcional como a la que aludi
el Constituyente derivado.
Esta corporacin explic en dicho fallo C-730 de 2005 que los presupuestos,
requisitos y lmites para que se ejerza esa faculta excepcional deben estar
claramente definidos en la ley, sin que sea admisible la discrecionalidad por
parte de la Fiscala, a la cual se le exige verificar todos los presupuestos que
deben ser constatados por el juez de control de garantas, como autoridad
judicial ordinaria, para efectos de restringir derechos fundamentales.
Todo lo arriba reseado llev a esta corporacin a concluir que la expresin
y en aquellas en donde la Fiscala General de la Nacin, existiendo
motivos fundados, razonablemente carezca de la oportunidad de solicitar el
mandamiento escrito, el capturado deber ponerse a disposicin del juez de
control de garantas en el menor tiempo posible sin superar las treinta y seis
(36) horas siguientes, contenida en el artculo 2 del artculo 906 de 2004,
desconoca el artculo 250 de la Constitucin, al otorgar un amplio margen de
interpretacin a la Fiscala, ostensiblemente indeterminado y contraro al
carcter excepcional establecido en la carta poltica para esa clase de rdenes
de captura, afectando as el principio de legalidad.
En el mismo fallo C-730 de 2005, no slo se declar inexequible la frase
arriba transcrita, sino tambin la expresin En las capturas en flagrancia45
all contenida, expresando que lo relacionado con la flagrancia est regulado
en los artculos 301 a 303 de la Ley 906 de 2004, por lo que deben ser
dichas normas las que se tomen en cuenta para regular el tema de la
detencin en flagrancia por parte de la Fiscala, en tanto de ellas se
desprenden unos criterios precisos que atienen al carcter de inmediatez
45
Segn el artculo 297 de la Ley 906 de 2004, modificado por el 57 de la Ley 1453 de 2011 se entiende que
hay flagrancia cuando:
1. La persona es sorprendida y aprehendida durante la comisin del delito.
2. La persona es sorprendida o individualizada durante la comisin del delito y aprehendida inmediatamente
despus por persecucin o cuando fuere sealado por la vctima u otra persona como autor o cmplice del
delito inmediatamente despus de su perpetracin.
3. La persona es sorprendida y capturada con objetos, instrumentos o huellas, de los cuales aparezca
fundadamente que acaba de cometer un delito o de haber participado en l.
4. La persona es sorprendida o individualizada en la comisin de un delito en un sitio abierto al pblico a
travs de la grabacin de un dispositivo de video y aprehendida inmediatamente despus.
La misma regla operar si la grabacin del dispositivo de video se realiza en un lugar privado con
consentimiento de la persona o personas que residan en el mismo.
5. La persona se encuentre en un vehculo utilizado momentos antes para huir del lugar de la comisin de un
delito, salvo que aparezca fundadamente que el sujeto no tenga conocimiento de la conducta punible.
Pargrafo. La persona que incurra en las causales anteriores slo tendr del beneficio de que trata el
artculo 351 de la Ley 906 de 2004.
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El artculo 300 de la Ley 906 de 2004 preceptuaba: Captura sin orden judicial. En los eventos en que
proceda la detencin preventiva, el Fiscal General de la Nacin o su delegado podr proferir
excepcionalmente ordenes de captura cuando en desarrollo de la investigacin tenga motivos fundados para
inferir que determinada persona ha participado en la conducta investigada, no sea posible obtener
inmediatamente orden judicial, y concurra al menos una de las siguientes causales:
1. Cuando exista riesgo de que la persona evada la accin de la justicia.
2. Cuando represente peligro para la comunidad u obstruya la investigacin.
En estos casos el capturado ser puesto a disposicin del juez de control de garantas inmediatamente a ms
tardar dentro de las treinta y seis (36) horas, para que en audiencia resuelva lo pertinente.
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31
La sentencia C-190 de 2006 citada fue dictada antes de ser expedida la Ley 1142 de 2007 que como se
indic, modific el artculo 297 de la Ley 906 de 2004 relacionado con los requisitos generales para la
expedicin de rdenes de captura. Con todo, el paragrafo original del artculo 297 se mantuvo inclume en la
modificacion efectuada por el artculo 19 de la Ley 1142 de 2007.
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Las expresiones por motivos serios y de fuerza mayor y disponible, que aparecen en corchetes, fueron
declaradas inexequibles en la sentencia C-185 de febrero 27 de 2008, M. P. Manuel Jos Cepeda Espinosa.
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En el fallo C-185 de 2007, se declar la exequibilidad condicionada de la expression cuando (.) no se
encuentre () un juez que pueda ordenarla, bajo el entendido que el fiscal debe agotar diligentemente la
bsqueda de todos los jueces legalmente competentes, incluido el juez de garantas ambulante.
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Mediante la sentencia C-185 de 2007, tambien se declar exequible de forma condicionada la expresin
informacin, en el entendido de que la informacin fue obtenida de conformidad con el inciso segundo
del artculo 221 de la Ley 906 de 2004.
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Con todo, como se indic previamente, la expresin informacin, fue declarada exequible en el
entendido de que la informacin fue obtenida de conformidad con el inciso segundo del artculo 221 de la
Ley 906 de 2004
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La expresin indiciado, contenida entre otros en el artculo 219 de la Ley 906 de 2004, fue declarada
exequible por la Corte Constitucional mediante fallo C-479 de junio 13 de 2007, M. P. lvaro Tafur Galvis.
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